Orden Conglomerado

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Cap I Eletto fra gli uomini

Pastores dabo vobis

1. Os dar pastores segn mi corazn.Jess, el Buen Pastor, es la garanta de esta promesa. As podr la Iglesia cumplir el mandato recibido: bautizar y renovar el sacrificio salvador en la Eucarista.Ante las amenazas al sacerdocio caresta, desviaciones- la esperanza est fundada en el Seor: yo estar con vosotros todos los das hasta el fin de los tiempos. Ante la falta de sacerdotes, la Iglesia responde con un acto de confianza en el Seor, y en su Espritu que gua al Cuerpo Mstico

2. La respuesta del hombre a la llamada de Dios.Dios llama, pero el hombre ha de responder con su libertad. Por eso la Iglesia se preocupa de desarrollar las condiciones necesarias para la escucha y respuesta de la llamada.La formacin y seguimiento de los sacerdotes es una de las tareas principales de la Iglesia en su finalidad de evangelizar el mundo. As la Iglesia contina en el tiempo la labor de Jess con los Doce, que les llam para estar con l y enviarles a predicar.Hoy la Iglesia reflexiona de nuevo sobre la formacin sacerdotal a la vista de los rpidos cambios culturales, para adaptar lo que sea preciso, a la luz de las enseanzas conciliares.

3. La enseanza presbiteral de la Iglesia desde el ConcilioDesde el Vaticano II la Iglesia ha abordado en diversas ocasiones la cuestin de la formacin y la identidad sacerdotal. Hoy, con los cambios rpidos que se han dado, se ha pedido desde muchas instancias una nueva mirada sobre el tema. Los sacerdotes hoy se sienten ms impelidos a la actividad pastoral, se muestran afectados por la cultura secularista que se impone, y se ven necesitados de permanente formacin.De todo esto ha tratado el Snodo de los obispos de 1990, tambin por la peticin hecha por un snodo precedente en el que los laicos reclamaban una mayor formacin del clero para poder ellos desarrollar su propia misin y vocacin a la santidad.

4. La exhortacin post-sinodalFruto del trabajo de todas las iglesias particulares en la figura de sus obispos, al que uno mi propia reflexin, se recogen en este documento las enseanzas fundamentales sobre la formacin sacerdotal, que se dirigen a todos los agentes de pastoral vocacional, muy particularmente a los sacerdotes.A ellos se les agradece su labor, y s eles anima a no caer en la desesperanza, pues la obra que realizamos no es nuestra, sino de Dios, que est con nosotros todos los das, hasta el fin de los tiempos.

Cap I Eletto fra gli uomini

5. Planteamiento del captuloHombre uno ms- elegido para el servicio de los hombres.Su modelo perenne es Jesucristo, cuyo sacerdocio est llamado a vivir.Sobre este modelo, se busca adaptar su formacin a los tiempos presentes.Se analizan los obstculos del momento presente y los puntos positivos que puede ofrecer a la formacin sacerdotal

6. Factores positivos Conciencia humana: derechos, paz justicia, solidaridadConciencia de la creacin (ecologismo)Planteamiento tico del desarrollo tecnolgicoApertura a los valores religiosos. Fin del teln de acero. Vitalidad nuevas iglesias y comunidades.Incluso las sectas y espiritualidades varias que apelan a nuestro testimonio evanglico- apuntan a la sed de Dios que tiene todo hombre

7. Factores perniciososRacionalismo reductivista (materialista; cientista)Subjetivismo individualista con acentos edonistas, emotivistas, escapistas. Incompatibles con la maduracin de un proyecto vital ntegro, responsable, valioso.Atesmo prctico no ya el violento el marxismo-: vivir como si Dios no existiera, haciendo del hombre de uno mismo- el principio de toda realidadDesvirtuacin de la realidad familiar y de la sexualidad humana, con graves consecuencias para la educacin de los jvenes.Injusticia social: graves desigualdades econmicas. La pobreza del mundo.Debilidades intraeclesiales: mala teologa (pluralismo religioso), disidencia doctrinal, horizontalidad.Amenaza de una inmigracin que relativiza la fe y creencias all donde no hay identidadCristianismo a la cartaCreyentes no practicantes: cancer vocacional

8. Consecuencias vocacionalesEl ambiente cultural afecta muchsimo al descubrimiento vocacional.Los jvenes hoy son presa de la sociedad de consumo, que les hace individualistas, materialistas y hedonistas.La primaca del tener sobre el ser a toda costa empobrece al joven y le cierra a los planteamientos trascendentes.Este planteamiento afecta especialmente a la visin y vivencia de la sexualidad. Lejos de ser un vehculo comunicativo de amor y entrega se convierte en un producto de placer; se cosifica al otro y a s mismo.Tergiversacin de la libertad: no es la tendencia al bien, sino la facultad ciega de hacer mi voluntad siempre y seguir mis instintos.En la prctica, en lo ordinario y tambin en lo fundamental, se vive como si Dios no existiera. De aqu la dificultad del planteamiento vocacional.Incluso en la comunidad eclesial se viven estas creencias (en trminos orteguianos) una grave subjetivizacin de la fe, con una vida eclesial muy parcial, con unos referentes incoherentes o poco autnticos.As vivida la fe, el sacerdocio aparece lejano y ajeno a los jvenes.

9. Signos esperanzadoresHan desaparecidos problemas juveniles graves de los ltimos tiempos: contestacin, movimientos utpicos, lucha social violenta...Los ideales de no pocos jvenes: un mundo mejor, ms justo y solidario; relaciones hombre-mujer ms apropiadas; lucha por la libertad y la justicia.El fenmeno del voluntariado es de resear, tambin porque permite afrontar el valor de una entrega al prjimo, que est en la entraa de la vocacin sacerdotal.Hay sed de espiritualidad, en busca de respuestas fundamentales al sentido de la vida, ante la falta de respuestas de los mayores o de los contemporneos.Presencia y participacin joven en la sociedad y en la Iglesia en busca de la defensa y promocin de la dignidad humana, y de la construccin de una sociedad mejor.

10. Cmo formar sacerdotes santos en esta coyuntura social?Hay que conocer profundamente la sociedad de hoy, con sus amenazas y sus grandes oportunidades.Discernir con cuidado los signos positivos y los negativos, y aprovecharlos para el bien del candidato al sacerdocio.Discernamos desde el Evangelio; No miramos las circunstancias como datos, sino como signos en los que nos habla Dios, y nos interpela a actuar. Escrutar los signos de los tiempos, y desde ellos proyectar la formacin sacerdotal.La respuesta la realizaremos desde la fe en Cristo, Seor de la vida y de la historia, que est presente cuidando a su Iglesia y buscando la salvacin de todo hombre. Desde l afrontaremos confiadamente el reto de dotar a las comunidades de santos sacerdotes, con la certeza de que su presencia -insustituible en la Iglesia- est garantizada por el mismo Seor.

1. SACERDOCIO COMN DE LOS FIELES Y SACERDOCIO MINISTERIAL

a. Catecismo de la Iglesia Catlica, n 1547

El sacerdocio ministerial o jerrquico de los obispos y los presbteros, y el sacerdocio comn de todos los fieles, aunque su diferencia es esencial y no slo en grado, estn ordenados el uno al otro; (...) ambos, en efecto, participan, cada uno a su manera, del nico sacerdocio de Cristo[footnoteRef:1]. En qu sentido? Mientras el sacerdocio comn de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal (vida de fe, de esperanza y caridad, vida segn el Espritu); el sacerdocio ministerial est al servicio del sacerdocio comn, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos. [1: Concilio Vaticano II, Constitucin Lumen gentium, 10]

b. Lumen Gentium 10

El sacerdocio comn de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerrquico, aunque diferentes esencialmente y no slo en grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera del nico sacerdocio de Cristo.

c. Exhortacin Apostlica Pastores dabo vobis, 17

El sacerdocio ministerial conferido por el sacramento del Orden y el sacerdocio comn o real de los fieles, aunque diferentes entre s y no slo en grado, estn recprocamente coordinados, derivando ambos- de manera diversa- del nico sacerdocio de Cristo. En efecto, el sacerdocio ministerial no significa de por s un mayor grado de santidad respecto al sacerdocio comn de los fieles, pero, por medio de l, los presbteros reciben de Cristo en el Espritu un don particular, para que puedan ayudar al Pueblo de Dios a ejercitar con fidelidad y plenitud al sacerdocio comn que les ha sido conferido.

d. Catecismo de la Iglesia Catlica n 1591

La Iglesia entera es un pueblo sacerdotal. Por el Bautismo todos los fieles participan del sacerdocio de Cristo. Esta participacin se llama sacerdocio comn de los fieles. A partir de este sacerdocio y al servicio del mismo existe otra participacin en la misin de Cristo: la del ministerio conferido por el sacramento del Orden, cuya tarea es servir en nombre y en la representacin de Cristo Cabeza en medio de la comunidad.

Situar el texto propuesto en su contexto teolgico y eclesial. Se trata de un documento del Concilio Vaticano II (si es del Catecismo o de otro sitio, es necesario sealar la fuente, que es LG 10). Hay que indicar una nueva situacin respecto a Trento, lo que no significa ruptura, sino que gracias a una reflexin teolgica, cannica, pastoral, la Iglesia se encuentra en un momento de esplendor. La novedad del CVII, es que parte de la Cristologa y del ministerio apostlico (marco teolgico) El marco eclesiolgico queda caracterizado principalmente en la consideracin de la Iglesia como sacramento universal de salvacin El CVII sale al paso de una laguna eclesiolgica, quedando as enmarcado el ministerio ordenado en una Eclesiologa que afecta a los cristianos El ministerio ordenado es un ministerio principal sustantivo dentro de la ministerialidad de la Iglesia (LG7) Se seala la igualdad fundamental de la Iglesia, de cara a la llamada a la santidad, y por lo tanto a la dignidad y a la accin comn de todos los fieles en lo que se refiere a la edificacin del pueblo de Dios La sacramentalidad afecta a toda la Iglesia, como sacramento universal de salvacin y por lo tanto como signo eficaz de salvacin para todo el mundo, a travs de la misin La misin. El ministerio ordenado esta orientado al servicio (diacona) del pueblo de Dios

En qu consiste el sacerdocio comn? La Iglesia entera ha sido hecha partcipe de la uncin sacerdotal de Cristo en el Espritu Santo. En Cristo, todo su Cuerpo mstico est unido al Padre por el Espritu Santo, en orden a la salvacin de todos los hombres. El sacerdocio comn esta vinculado al bautismo y se define en la realizacin de la propia existencia, vinculada a Jesucristo, ungida por el ES, que se convierte en ofrenda agradable a Dios. El pueblo de Dios es un pueblo sacerdotal (1 Pe 2, 4 ; Ap 1, 5-6), en la medida que se vincula al sacrificio redentor de Cristo, de la ofrenda de Cristo al Padre Es un sacerdocio corporativo, en unidad a Cristo, piedra angular, se convierte en ofrenda que Cristo sacerdote ofrece.

Y el sacerdocio ministerial? A aquellos fieles, que permaneciendo injertados en el sacerdocio comn son elegidos y constituidos en el sacerdocio ministerial, les es dada una participacin indeleble al mismo y nico sacerdocio de Cristo, en la dimensin pblica de la mediacin y de la autoridad, en lo que se refiere a la santificacin, a la enseanza y a la gua de todo el Pueblo de Dios. Vigente entre todos una autntica igualdad en cuanto a la dignidad y a la accin comn a todos los fieles en orden a la edificacin del Cuerpo de Cristo , algunos son constituidos, por voluntad de Cristo, doctores, dispensadores de los misterios y pastores para los dems . Mediante la ordenacin sacramental hecha por medio de la imposicin de las manos y de la oracin consecratoria del Obispo, se determina en el presbtero un vnculo ontolgico especfico, que une al sacerdote con Cristo, Sumo Sacerdote y Buen Pastor Esta identificacin sacramental con el Sumo y Eterno Sacerdote inserta especficamente al presbtero en el misterio trinitario y, a travs del misterio de Cristo, en la comunin ministerial de la Iglesia para servir al Pueblo de Dios. Por el sacramento del Orden se recibe la gracia de ser la representacin sacramental, y por tanto la de ser signo eficaz de Jesucristo Cabeza y Pastor para con su cuerpo que es la Iglesia. En efecto, mediante tal ministerio, el Seor contina ejercitando, en medio de su Pueblo, aquella actividad que slo a l pertenece en cuanto Cabeza de su Cuerpo. Por lo tanto, el sacerdocio ministerial hace palpable la accin propia de Cristo Cabeza y testimonia que Cristo no se ha alejado de su Iglesia, sino que contina vivificndola con su sacerdocio permanente. Por el poder sagrado del orden el ministro queda capacitado ontolgicamente para ofrecer el sacrificio y perdonar los pecados, desempeando pblicamente en nombre de Cristo la funcin sacerdotal, edificando, santificando y gobernando al pueblo de Dios encomendado. La especificidad del sacerdocio ministerial se sita frente a la necesidad, que tienen todos los fieles de adherir a la mediacin y al seoro de Cristo, visibles por el ejercicio del sacerdocio ministerial En este sentido, la identidad del sacerdote es nueva respecto a la de todos los cristianos que, mediante el Bautismo, participan, en conjunto, del nico sacerdocio de Cristo y estn llamados a darle testimonio en toda la tierra.

Relacin entre el sacerdocio comn y el sacerdocio ministerial La diferencia esencial entre el sacerdocio comn y el sacerdocio ministerial no se encuentra en el sacerdocio de Cristo, el cual permanece siempre nico e indivisible, ni tampoco en la santidad a la cual todos los fieles son llamados: En efecto, el sacerdocio ministerial no significa de por s un mayor grado de santidad respecto al sacerdocio comn de los fieles; pero, por medio de l, los presbteros reciben de Cristo en el Espritu un don particular, para que puedan ayudar al Pueblo de Dios a ejercitar con fidelidad y plenitud el sacerdocio comn que les ha sido conferido . La diversidad est en relacin con el modo de participacin al sacerdocio de Cristo y es esencial en el sentido que: mientras el sacerdocio comn de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal vida de fe, de esperanza y de caridad, vida segn el Espritu el sacerdocio ministerial est al servicio del sacerdocio comn, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos .(26) En consecuencia, el sacerdocio ministerial difiere esencialmente del sacerdocio comn de los fieles porque confiere un poder sagrado para el servicio de los fieles .(27) De este modo, si por un lado, el sacerdocio comn de los fieles y el sacerdocio ministerial o jerrquico estn ordenados necesariamente el uno al otro pues uno y otro, cada uno a su modo, participan del nico sacerdocio de Cristo , por otra parte, ambos difieren esencialmente entre s. Estando al servicio de todos, el sacerdocio ministerial tiene el fin de favorecer el ejercicio del sacerdocio comn. Hay relaciones mutuas, pero la relacin de finalidad existe, exclusivamente en beneficio del sacerdocio universal el sacerdocio ministerial no puede constituir un fin en s mismo, y el sacerdocio universal no est destinado a servirlo. Eminentemente en la celebracin eucarstica los cristianos se ofrecen personalmente unindose a la ofrenda de Cristo, pero esta ofrenda se realiza a travs del ministerio del sacerdote. Una cooperacin anloga est implicada en toda la vida sacramental. El sacerdocio comn no puede ejercerse ms que en conformidad con la estructura que Cristo ha querido para la Iglesia Las funciones proftica, cultual y apostlica de los laicos, fundadas sobre los sacramentos del bautismo y de la confirmacin, no pueden desarrollarse ms que ponindose de acuerdo con el ministerio pastoral y reconociendo la autoridad. La presencia del ministerio sacerdotal, lejos de restringir la vitalidad del sacerdocio universal, tiende a promoverla, orientndola por el camino de la fecundidad.

RESUMEN Las caractersticas que diferencian el sacerdocio ministerial de los Obispos y de los presbteros de aquel comn de los fieles, y delinean en consecuencia los confines de las colaboracin de estos en el sagrado ministerio, se pueden sintetizar as: El sacerdocio ministerial tiene su raz en la sucesin apostlica y esta dotado de una potestad sacra, la cual consiste en la facultad y responsabilidad de obrar en persona de Cristo Cabeza y Pastor; Esto es lo que hace de los sagrados ministros servidores de Cristo y de la Iglesia, por medio de la proclamacin autorizada de la Palabra de Dios, de la celebracin de los Sacramentos y de la gua pastoral de los fieles.(31) Poner el fundamento del ministerio ordenado en la sucesin apostlica, en cuanto tal ministerio contina la misin recibida de los Apstoles de parte de Cristo, es punto esencial de la doctrina eclesilogica catlica.(32) El ministerio ordenado, por tanto, es constituido sobre el fundamento de los Apstoles para la edificacin de la Iglesia:(33) est totalmente al servicio de la Iglesia misma .(34) A la naturaleza sacramental del ministerio eclesial est intrnsicamente ligado el carcter de servicio. Los ministros en efecto, en cuanto dependen totalmente de Cristo, quien les confiere la misin y autoridad, son verdaderamente 'esclavos de Cristo' (cfr. Rm 11), a imagen de El que, libremente ha tomado por nosotros 'la forma de siervo' (Flp 2, 7). Como la palabra y la gracia de la cual son ministros no son de ellos, sino de Cristo que se las ha confiado para los otros, ellos se harn libremente esclavos de todos .(35)

2. NATURALEZA DEL MINISTERIO ORDENADOa. Presbiterorum Ordinis n 2, Concilio Vaticano II

El ministerio de los presbteros, por estar unido con el Orden episcopal, participa de la autoridad con que Cristo mismo edifica santifica y gobierna su cuerpo. Por eso, el sacerdocio de los presbteros supone, desde luego, los sacramentos de la iniciacin cristiana; sin embargo, se confiere por aquel especial sacramento con el que los presbteros, por la uncin del Espritu Santo, quedan sellados con un carcter particular, y as se configuran con Cristo Sacerdote, de suerte que puedan obrar como en persona de Cristo Cabeza.

b. Concilio de Trento, Dz 1771

Si alguno dijere que en el NT no existe un sacerdocio visible y externo, o que no se da potestad alguna de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Seor y de perdonar los pecados, sino slo el deber y mero ministerio de predicar el Evangelio, y que aquellos que no lo predican no son en manera alguna sacerdotes: sea anatema.

c. Carta Apostlica Ordinario Sacerdotales del papa Juan Pablo II, n 1

La ordenacin sacerdotal, mediante la cual se transmite la funcin confiada por Cristo a sus Apstoles, de ensear, santificar y regir a los fieles, desde el principio ha sido reservada siempre en la Iglesia Catlica exclusivamente a los hombres.

3. NATURALEZA DEL MINISTERIO EPISCOPAL

a. Presbiterorum Ordinis n 2, Concilio Vaticano II

As pues, enviados los Apstoles como l fuera enviado por su Padre, Cristo, por medio de los mismos Apstoles, hizo partcipes de sus propia consagracin y misin a los sucesores de aquellos, que son los obispos, cuyo cargo ministerial, en grado subordinado, fue encomendado a los presbteros, a fin de que, constituidos en el orden del presbiterado, fuesen cooperados del Orden episcopal para cumplir la misin apostlica confiado por Cristo.

JESUCRISTO, NICO Y SUMO SACERDOTE El pueblo elegido del AT fue constituido por Dios como una Reino de sacerdotes y una nacin consagrada. Pero dentro del pueblo, Dios escoge a una de las doce tribus, la de Lev, para el servicio litrgico, que fue consagrada con un rito propio (Ex29,1-30) como sacerdotes. En principio, hay datos que nos muestran a un Jess alejado del sacerdocio. No pertenece a la tribu de Lev, sino a la de Jud. En los tiempos de Jess el sumo sacerdocio es un poder poltico y religioso. El sumo sacerdote es el representante frente a los romanos. Desde los tiempos de los asmoneos hay luchas por ese poder. Las narraciones de la pasin muestran al Sumo Sacerdote presidiendo el Sanedrn, y condenando a Jess a muerte por querer destruir el templo y por blasfemo. En en Mt 8,4, cura a un leproso y le manda presentarse a los sacerdotes, pero al mismo tiempo, Jess se proclama con gran escndalo como el Seor del Sbado (Lc 6,5), en Mt 12, 7 dice misericordia quiero y no sacrificio, y en la parbola del buen samaritano el nico que no pasa de largo es el samaritano que no tena que cumplir con la pureza ritual. Muere fuera de la ciudad santa, como un blasfemo Pero por otro lado hay datos neotestamentarios que vinculan a Cristo con el sacerdocio: la conciencia muy extendida en tiempos de Jess de que el Mesas prometido sera tambin Mesas sacerdotal, y que establecera un nuevo culto sacerdotal (Is 2,1-5; Ez 40,44) a Cristo se le designa como el cordero que quita el pecado del mundo. En la institucin de la nueva alianza en la cena habla de su sangre derramada por todos, expresando as el don total de s mismo a Dios a favor de todos los hombres. En el evangelio de San Juan, pide por los apstoles, ora por ellos como el Sumo sacerdote en la fiesta del YomKippur, para que sean consagrados en la verdad, frmula propia de la institucin sacerdotal (ex28,41; 29,1). En el libro del apocalipsis Cristo aparece con vestiduras sacerdotales que hacen pensar en las del sumo sacerdote. En la carta a los romanos: "8 mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todava pecadores, muri por nosotros." Rm 5,8 "23 todos pecaron y estn privados de la gloria de Dios- 24 y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redencin realizada en Cristo Jess, 25 a quien exhibi Dios como instrumento de propiciacin por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente," Rm 3, 23-25 El documento principal es la carta a los hebreos, que de manera explcita presenta a Cristo como sumo sacerdote. Nosotros los cristianos tenemos un Sumo Sacerdote que es Cristo, el Hijo de Dios Hb 4,14. La Carta se abre diciendo "1 Muchas veces y de muchas maneras habl Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. 2 En estos ltimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo 3 el cual, . llevada a cabo la purificacin de los pecados, se sent a la diestra de la Majestad en las alturas, Hb 1, 1-4 El centro de la argumentacin se encuentra en 8,1-9,28. 1.- parte de la profeca de Jeremas 31,31s: vendrn das en que concertar con la casa de Israel y con la casa de Jud un pacto nuevo, no conforme al pacto hecho con sus padres cuando les tom de la mano para sacarlos de Egipto, sino un pacto por el que imprimir mis leyes en su mente y en sus corazones las escribir. 2.- En el captulo 7 se afirma que el sacerdocio de Cristo no es el sacerdocio levtico, por la sencilla razn de que l pertenece a la tribu de Jud. Cristo no es sacerdote segn el rito de Aarn sino segn el orden de Melquisedec. Por tanto, no segn la carne sino por un poder de vida indestructible, por una eleccin de Dios. El sacerdocio de Melquisedec era superior al de Aarn, el cual se postra ante l. 3.- Y porqu suscitar un sacerdote segn el orden de Melquisedec y no uno levita segn el orden de Aarn? Por la imperfeccin del sacerdocio levita, por su ineficacia e inutilidad, dice el captulo 7, pues la ley no llev nada a la perfeccin, sino que fue solo introduccin a una esperanza mejor. Los sacerdotes levitas de la antigua alianza ofrecen cada da sacrificios por sus pecados y por los pecados del pueblo. Pero esos sacrificios no eran capaces de borrar los pecados, de producir la santificacin definitiva, por lo que era necesario repetirlos sin cesar. Cul es la novedad del sacerdocio de Cristo? Cristo es nuestro pontfice santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y ms alto que los cielos. No necesita reiterar los sacrificios. Con un solo sacrificio ha llevado para siempre a la perfeccin a los santificados (10,14). Ese sacrificio es el de su propia sangre: "12 Por eso, tambin Jess, para santificar al pueblo con su sangre, padeci fuera de la puerta. El sacrificio de Cristo consiste en la obediencia al Padre hasta la muerte en Cruz. no quisiste sacrificios ni oblaciones pero me has preparado un cuerpo. Entonces yo dije: heme aqu para hacer, oh Dios, tu voluntad.(10,6). Se trata de un sacrificio existencial. Es una vida en obediencia al Padre por solidaridad con los hombres. En Cristo coinciden vctima, sacerdote y Dios. Por eso el sacrificio redentor de Cristo es nico como nico es el sacerdocio de Cristo. Cristo no tiene sucesores, slo l es el verdadero sacerdote, los dems, como dice Santo Toms, son ministros suyos.

LOS DOCE Oidodeka, los Doce, es una cifra simblica, pero no por ello deja de ser histrica. Este grupo ya aparece en 1 Co 15,5: "3 Porque os transmit, en primer lugar, lo que a mi vez recib: que Cristo muri por nuestros pecados, segn las Escrituras; 4 que fue sepultado, y que resucit al tercer da, segn las Escrituras; 5que se apareci a Cefas y luego a los Doce; 6 despus se apareci a ms de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todava la mayor parte viven y otros murieron. 7 Luego se apareci a Santiago; ms tarde, a todos los apstoles. 8 Y en ltimo trmino se me apareci tambin a m, que soy como un aborto." 1 Co 15,3-8 Distingue a los hermanos del grupo de los doce y a los apstoles. Tambin en Hch 6, 2 en la eleccin de los siete diconos aparece la institucin de los Doce, varones todos, que funcionan a modo de colegio. Tambin se les menciona en otros libros del Nuevo Testamento: en Lc, Mc, Mt, Jn, Hch, Ap 21,14. "14 La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan los nombres de los doce Apstoles del Cordero." Ap 21,14 Los Doce, sern ya los cimientos de la nueva Jerusaln. Un grupo identificado y significativo por tanto en la primera generacin cristiana, en todos sus escritos cannicos. Adems de ser 12 son un grupo entitativo, que funciona como tal grupo, como una institucin colegial. De hecho una de las primeras cosas que hacen es completar el grupo de los Doce, que haba quedado en 11 tras la desaparicin de Judas, eligiendo a Matas. Esto es lo primero que hace Pedro, para que Pentecosts se d sobre el grupo pleno entitativo de los Doce. Es un grupo histrico, simblico y fundante.

Las listas de los Doce

Las listas estn en: Mt 10,2-4 = Mc 3,16-19 = Lc 6,12-16, y en Hch 1,13 (en ste hay once todava, Judas ha desaparecido). Es el grupo como tal lo que queda en la memoria de la comunidad cristiana, los Doce, y dentro del grupo los ms significativos. San Jernimo los divide en tres grupos de cuatro, y del primero al tercer grupo hay una gradacin de certeza. 1er grupo: Simn Pedro no hay duda, es el primero de todas las listas. Su hermano Andrs. Y los hermanos Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo. Pedro, Santiago y Juan destacan por su cercana con Jess y se encuentran con l en los momentos ms signitificativos. Andrs destaca por su cercana con Pedro, es el que lleva a Pedro a la presencia de Jess. 2 grupo: los que tienen ms relacin con los paganos, con los no judos, estn encabezados por Felipe, Bartolom, Toms y Mateo el publicano. Es el grupo ms afn a los no judos, de donde vendra la inquietud de abrirse a los paganos. 3 grupo: El 9 en las listas es Santiago el de Alfeo, (hijo de Mara de Cleofs, probablemente presidi el concilio de Jerusaln. Pablo le define como columna de la Iglesia y se le atribuye la carta cannica) y el 12 y ltimo Judas Iscariote que aparece como el que lo entreg. El 9 y el 12 aparecen en las listas, la duda est en el 10 y el 11. En Mt y Mc el 10 es Tadeo, y el 11 Simn el cananeo. En Lc y Hch el 10 es Simn Zelotes/as, y el 11 Judas de Santiago. En Jn aparece Judas no el Iscariote, luego haba dos Judas. Zelote es lo mismo que cananeo, pues canana=celoso. En cuanto a Tadeo algunos dicen que sera un sobrenombre de judas para distinguirlo del Iscariote.

La institucin de los Doce

La narracin ms antigua la encontramos en Mc 3,13-19, en donde se va a narrar la institucin de los Doce: "13 Subi al monte y llam a los que l quiso; y vinieron junto a l. 14 Instituy Doce, para que estuvieran con l, y para enviarlos a predicar 15 con poder de expulsar los demonios. 16 Instituy a los Doce y puso a Simn el nombre de Pedro; 17 a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; 18 a Andrs, Felipe, Bartolom, Mateo, Toms, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simn el Cananeo 19 y Judas Iscariote, el mismo que le entreg." Mc 3,13-19 El Evangelista Mc sita la eleccin en la subida al monte, que en el lenguaje simblico bblico significa el encuentro con Dios-Padre. Lc dir que tras estar una noche de oracin, de manera que esta eleccin responde a un designio del Padre. La eleccin est marcada por el verbo querer, Mc dice llam a los que l quera. Es un verbo con doble significacin, por un lado expresa la libre voluntad de Jess, pero a la vez, teida de afecto, positiva, benevolente, de gracia, para con los que l elige. Se podra traducir llam a los que quera porque los quera. Una voluntad teida de afecto, de amor. La finalidad de la llamada parece contradictoria, para que estuvieran con l, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios.. Es un movimiento centrfugo y centrpeto a la vez, hacia el Seor y desde el Seor La Escritura dice para enviarlos a predicar con poder, con autoridad, con exousia, es el mismo verbo que usa para referirse a la autoridad de Jess: la potencia de Jess para curar, su autoridad al predicar.

Significado y contenido teolgico del grupo de los Doce

En un primer momento esta denominacin aparece en la eleccin de los Doce. 16 Instituy a los Doce y puso a Simn el nombre de Pedro;Mc 3,16 Posteriormente, en Mc 6,7 aparecen los Doce al ser enviados por Jess a predicar: 7Y llam a los Doce y comenz a enviarlos de dos en dos, dndoles poder sobre los espritus inmundos Mc tiene la intencin de expresar una relacin de iniciacin a la vida apostlica entre Jess y los Doce, apareciendo una enseanza especial al grupo de los Doce. 10 Cuando qued a solas, los que le seguan a una con los Doce le preguntaban sobre las parbolas Mc 4,10. En el captulo 6, Jess los enva a una correra apostlica provisional, de ida y vuelta:.En este captulo Jess los manda, y seguidamente viene el discurso apostlico, de manera que vincula la predicacin al envo de los Doce. Tras el relato de este envo, el evangelista interrumpe la narracin, y en el tiempo en que los Apstoles estn enviados con esa solemnidad, nos sita los hechos de Herodes y el martirio de Juan el Bautista. Cuando acaba el relato del martirio de Juan Bautista, dice: "30Los apstoles se reunieron con Jess y le contaron todo lo que haban hecho y lo que haban enseado."Mc 6,30. Aqu utiliza la palabra apstoles, Por qu? Cuando Marcos escribe ya haba un ministerio de los apstoles, y para Mc el arquetipo de los apstoles son los Doce, por eso los identifica con ellos, (queda claro que ser refiere a los Doce, pues al principio del relato los haba llamado con ese nombre los Doce). Para Mc todos los apstoles tienen que identificarse con los Doce, y hay dos o tres pasajes en que los Doce aparecen denominados as.

En los relatos de las disputas sobre el rango y la autoridad, vinculado a los anuncios de la pasin: En Mc aparece una vinculacin entre los Doce y la multiplicacin de los panes como preludio eucarstico. Parece por tanto que la misin de los Doce es hacer extensiva la cena del Seor, extender la Eucarista y alimentar a los dems Son muy descriptivos los tres anuncios de la pasin, que van situando a los Doce de cara al escndalo de la cruz. Son tres por la hondura e importancia del seguimiento de Jess a la cruz. Para evitar el escndalo que les podr producir este hecho de su muerte en cruz, el Seor les va preparando. Rechazar la cruz es pensar como los hombres, y eso pone en peligro la relacin con Jess. Les est diciendo que sigan el criterio de Dios y no el de los hombres. En Mc, los Doce aparecen como testigos de los actos y de las palabras de Jess, En Mc est la tradicin ms antigua que recopila a los Doce como los doce jueces escatolgicos de Israel. Los Doce, desde este punto de vista no van a tener sucesores, ellos han sido los elegidos y los enviados, elegidos para sentarse en los doce tronos de las doce tribus de Israel. Doce es un nmero cuantitativo, pero adems es simblico, vinculado a las 12 tribus de Israel, en sta lgica, los Doce son la comunidad que ha de reunir al Nuevo Israel, los Doce son como el resto que inaugura la Iglesia naciente. Los Doce son los depositarios de la fe prepascual, testigos oculares de la vida del Seor Mc 9,2-10 (relato de la transfiguracin), que mantienen con fuerza la identidad de Jess de Nazareth con el Resucitado, el Cristo de la fe. Desde la fe Pascual, como testigos del Resucitado, recordarn los acontecimientos de la vida del Seor ahora con su significado salvfico. Son los que con Jess, gobiernan el nuevo Pueblo de Dios: " 14La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan los nombres de los doce apstoles del Cordero."Ap 21,14. Son el fundamento escatolgico de la Iglesia.

LOS APSTOLES En la primera generacin aparecen los Doce y los apstoles compartiendo la misin. Es un trmino que en el griego profano es de escasa utilizacin, y que se desconoce el contenido que tiene. En la traduccin de los LXX del Antiguo Testamento, algunos profetas que aparecen como enviados de Dios se traducen con este nombre a partir del Arameo. Con lo cual, parece que este trmino es la prolongacin o derivacin del trmino arameo que aparece como la autoridad del envo de un hombre por Dios a hacer su voluntad, tambin aparece como el embajador enviado por el Sanedrn ante el emperador romano, o a cobrar los impuestos del templo. Este trmino por tanto, tena un sentido jurdico en un principio, pero a finales del siglo I fue utilizado para denominar a los que salen de Palestina previa imposicin de manos. Jess sera el Apstol del Padre, que a su vez enva a sus discpulos: "21 Jess les dijo otra vez: La paz con vosotros. Como el Padre me envi, tambin yo os envo." Jn 20,21. Los apstoles aparecen como los seluhim (en hebreo) = seluhin (en arameo) de Jess, los representantes de Jess, careciendo de autoridad propia.

El origen de los Apstoles. Teoras

1.-Unos dicen que el origen est en Pablo con su mpetu misionero. Pero. para ser apstol no se necesita salir del lugar geogrfico en donde se est. Pablo nombra a los apstoles como grupo que existe ya antes de l y al que l se incorpora. 2.- Tiene su origen en los enviados de Jess para ser los testigos y predicar el Evangelio por todas las naciones. Aparece al final de los Evangelios: "19 Id, pues, y haced discpulos a todas las gentes bautizndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, 20 y ensendoles a guardar todo lo que yo os he mandado." Mt 28, 19-20 "21 Jess les dijo otra vez: La paz con vosotros. Como el Padre me envi, tambin yo os envo." Jn 20,21 Aparece como un ministerio propio de aquellos que han tenido la gracia de ver a Jess resucitado y se sienten impelidos a proclamar esa buena noticia. El grupo de los apstoles es ms numeroso que los doce: As, Santiago es considerado como apstol en Ga 1,19; en Hch 14,4 aparece Bernab como apstol. En Rm 16,7 aparecen Andrnico y Junia, a los que Pablo alude como apstoles anteriores a l. En 2 Co, vemos cmo Pablo tiene ciertas diatribas contra los falsos apstoles, luego haba tambin otras clases de apstoles en cantidad (fueran buenos o malos). El Apostolado es una experiencia cristiana de la resurreccin y una llamada a proclamarla. De la primera a la segunda generacin, hay un estrechamiento y precisin de lo que es un apstol en s mismo. La causa de esto son los conflictos de Pablo con los falsos apstoles, que le lleva a estrechar la definicin hasta ser sta la de ministros cristianos.

Qu tiene que ver con el grupo de los Doce?

Toda la exgesis catlica ha estado de acuerdo en que el Seor, en su vida pblica, nunca llama a los Doce: Apstoles, pero entonces, podramos preguntarnos:

Por qu Marcos les llama apstoles cuando vienen de predicar? Por qu Mateo les llama apstoles al enumerar sus nombres? Por qu en Lucas no hay prcticamente diferencia entre los Doce y los Apstoles. El ttulo de apstol es postpascual, y los evangelistas lo aplican a los Doce en tiempos de Jess. El grupo de los Doce es el arquetipo de los que dan testimonio. Este grupo de los Doce que en la vida de Jess no tienen este ttulo, lo tienen en la poca postpascual, como ttulo retrospectivo. No fueron llamados Apstoles por el Seor, pero s considerados como tal por la Iglesia primitiva. Formaron parte del grupo primero? Brown dice que s, pero despus de la Resurreccin. Los Hechos, presentan a los Doce como un grupo compacto, que predica la resurreccin y hace signos, son los testigos de importancia que con los otros participan de este testimonio.

PABLO

Pablo rene las condiciones necesarias para ser considerado apstol. Es una persona que ha defendido a los cristianos y por eso debi causar cierto escndalo su identificacin como apstol. De hecho Lucas, discpulo suyo, nunca lo llama apstol. Pero lo cierto es que Pablo se considera como tal. Hasta 15 veces se llama a s mismo apstol. Ha sido designado desde el vientre de su madre. Defiende su ttulo frente a Pedro en Glatas 2 y en la segunda de corintios frente a los falsos apstoles. De todos modos no se incluye en el grupo de los doce. Considera su apostolado como un oficio, un encargo. Es una misin que se le ha confiado, administrar los misterios de Dios. Considera que las caractersticas del apstol (paciencia perfecta en los sufrimientos, signos y prodigios) se han dado en l. Pablo ha sido acogido como tal apstol por las columnas de la Iglesia. Ha sido enviado por Cristo. Es apstol por vocacin de Cristo, y no por mediacin humana. As como Pedro es apstol de los circuncisos Pablo lo es de los gentiles. Se encuentra al frente de las comunidades por l constituidas. Sabe que la autoridad es un don de la gracia, inmerecida, al servicio de los hermanos. Se siente con autoridad para transmitir el ministerio apostlico. Timoteo y tito aparecen como los colaboradores ms cercanos; son las primicias apostlicas a que se refiere la primera de Clemente. Ellos son los eslabones. De ah el ministerio se transmitir a hombres fieles, a "varones probados", dice la primera de clemente.

EL MINISTERIO ORDENADO EN LA EVOLUCIN DE LA IGLESIALA DIDAJ Es considerado el escrito ms antiguo de los Padres Apostlicos. Presenta una estructura ministerial en donde los apstoles y profetas van a comenzar a ser sustituidos por epscopos y diconos. Apstoles y profetas que la Didaj establece como itinerantes, pero que van a ser ms estables como obispos y diconos. En el captulo 11 aparecen una serie de consejos para discernir sobre los profetas y apstoles itinerantes, para que las comunidades no se dejen embaucar por los falsos profetas y los falsos apstoles: "Todo apstol que venga a vosotros, sea recibido como el Seor. No se detendr sino un solo da, y, si fuere necesario, otro ms. Si se queda tres das, es un falso profeta. Cuando el apstol se vaya no tome nada consigo si no es pan hasta su nuevo alojamiento. Si pide dinero, es un falso profeta. Adems, tambin en el captulo 11 se dice que los apstoles y profetas son verdaderos cuando no son portadores de la falsa doctrina: En el captulo 10 los apstoles y profetas se ponen en relacin con la celebracin de la Eucarista: "A los profetas, dejadles dar gracias cuanto quieran" Pero adems, el captulo 15 va a poner en relacin la Eucarista tanto con los profetas como con los inspectores y ministros (obispos y diconos): "Elegos inspectores (episcopos) y ministros (diakonos) dignos del Seor. hombres mansos, no amantes del dinero, sinceros y probados; porque tambin ellos os sirven a vosotros en el ministerio de los profetas y maestros. No los despreciis, ya que tienen entre vosotros el mismo honor que los profetas y maestros"CLEMENTE ROMANO Interviene en la Iglesia de Corinto a propsito de un conflicto que se ha planteado tras la persecucin de Domiciano. Es posible deponer a ministros que han sido ordenados legtimamente? Clemente dice que no. En el razonamiento de esto se remite a tres etapas: 1) Clemente Romano se remite a la fundacin de la Iglesia, momento fundacional que queda jerarquizado desde Dios Padre hasta los eximios varones. Cristo viene de Dios y los apstoles de Cristo. Vienen, pues, de la voluntad de Dios. Han sido confirmados en la palabra de Dios por el Espritu Santo. Designaron a las primicias, a varones probados por el Espritu Santo (Tito y Timoteo), los cuales elegirn a obispos y diconos. La iniciativa no es de la comunidad sino de Dios Padre, luego la comunidad no puede disponer de ello (1 Clem 42,1-5): la comunidad no puede disponer del ministerio apostlico porque no proviene de ella.

2) En un segundo momento Clemente recurre a la tipologa de Moiss con las doce tribus de Israel, de las que slo florece la vara de la tribu de Aarn y por ello fue declarada la elegida para el sacerdocio (1 Clem 43): Si los sacerdotes de Aarn eran para siempre, cmo no lo iban a ser los Apstoles y sus sucesores. Y contina en 1 Clem 42, 1-2: " Y nuestros apstoles saban por nuestro Seor Jesucristo que habra contiendas sobre el nombramiento del cargo de obispo. Por cuya causa, habiendo recibido conocimiento completo de antemano, designaron a las personas mencionadas, y despus proveyeron a continuacin que si stas durmieran, otros hombres aprobados les sucedieran en su servicio." 1 Clem 42,1-2 Slo la muerte pone el final de los ministerios en su tarea, la tarea ministerial slo se termina con la muerte.El ministerio es irrevocable. 3) Los eximios varones: Timoteo y Tito como primicias de la predicacin apostlica, y por sucesin apostlica les sustituirn los denominados obispos y diconos. Lo que Dios ha hecho con Cristo, Cristo lo ha hecho con los Apstoles y stos con las primicias que lo harn con sus sucesores. Los elegidos no buscan perpetuarse a s mismos, sino buscan perpetuar la misin. Esto contrasta con el deseo natural muy acentuado en el mundo griego- de perpetuarse en la historia mediante la fama, o mediante los hijos que portan el apellido. En la conciencia de clemente, lo importante de la sucesin apostlica no son las personas, sino que a travs de ellas se mantiene viva la salvacin de Cristo.SAN IGNACIO DE ANTIOQUA Es contemporneo de los apstoles, y conoce al apstol Juan en su ancianidad, luego es un testimonio muy vivo del ltimo de los apstoles. Formula explcitamente la trada obispos, presbteros y diconos. El obispo preside en el lugar de Dios y los presbteros en el lugar de la asamblea de los apstoles, y los diconos se les ha confiado el servicio de Cristo. El ministerio sacerdotal es icono de la presencia de Dios salvador en medio de su pueblo. Los que obedecen al ministerio sacerdotal obedecen a Dios Padre de Jesucristo, obedecen a Dios como obispo de todos. La unin de Cristo con el Padre y con los apstoles, se simboliza en la vinculacin del Obispo con los presbteros (a los que san Ignacio llama senado del obispo y asamblea de los Apstoles), de tal manera que no puede entenderse el Obispo sin los presbteros, como no puede entenderse Cristo sin los Apstoles.

SACRAMENTO DEL ORDEN EN LA PATRSTICAPEDRO LOMBARDO El orden es uno de los sacramentos del septenario: el orden es un signo (sensible por tanto) sagrado, instituido por Cristo, por el cual se concede al ordenado la potestad espiritual que permite consagrar el Cuerpo y la Sangre del Seor, y el ejercicio del oficio (la potestad de ejercer el ministerio). Se trata de un signo externo, un sello que se adquiere para siempre y que se concretaba en la uncin de las manos y la entrega de los instrumentos (cliz con vino y patena con el pan). Si te ordenabas dicono recibas el leccionario. Si Ostiario, la campanilla. A cada ministerio corresponda un instrumento: lo que eres, lo ejerces. Los grados previos que acaban en el sacerdocio no son sacramentos, sino formas de participar en el sacramento del Orden. Acabar diciendo que hay dos grados que se pueden denominar Orden en sentido estricto: diaconado y presbiterado. Esto se debe a que en la Escritura slo aparecen estos dos. Si hay un solo sacerdocio, pero hay sacerdotes obispos y sacerdotes presbteros. El episcopado no es un sacramento. La ordenacin confiere una potestad de orden y otra de jurisdiccin. En el aspecto del orden, vinculado a la eucarista, no hay diferencia alguna entre el presbtero y el obispo, pero s la hay en cuanto a la potestad de jurisdiccin: el obispo tiene plena potestad de jurisdiccin y el presbtero tiene potestad de jurisdiccin parcial. Se distingue, pues, el sacerdocio del oficio. El sacerdocio est para celebrar la Eucarista y perdonar los pecados, y luego distingue entre los oficios de Obispo y de Presbtero.SANTO TOMS DE AQUINO No aborda en la Summa este tema, ya que muere antes de llegar a concluirla, pero s tenemos aspectos parciales (en los Suplementos de la Suma y Opsculos): Para santo Toms la finalidad del sacerdocio es la Eucarista, y se define el sacramento del ministerio sacerdotal como La potestad para celebrar la Eucarista, cita a san Isidoro y lo hace suyo. Debido a la potestad recibida en la ordenacin de consagrar el cuerpo de Cristo ya nadie se la puede quitar; el hereje, el cismtico y el degradado pueden, por ello, celebrar la eucarista. El sacerdote acta in persona Christi: participa del sacerdocio de Cristo y de este modo hace presente en la Iglesia, como instrumento del cual es, a Cristo, el nico sacerdote de la nueva Ley. Tambin acta in persona Ecclesiae: El sacerdote al actuar tiene que tener la intencin de hacer lo que hace la Iglesia, santo Toms le confiere un carcter eclesial al sacerdote. Con esta actuacin, santo Toms salva el escollo de que la actuacin del sacerdote dependa de su propia moralidad. Su accin es ministerial, acta en nombre de la Iglesia, no de su propio grado de santidad (aunque es cauce de accin fecunda sacramental y tiene que vivir como tal). El Concilio Vaticano II, en Presbyterorumordinis 2, dice tambin que el sacerdote acta in persona Christi e in persona Ecclesiae.

INTERVENCIONES MAGISTERIALES

CONCILIO IV DE LETRN, DE 1215 Interviene frente a ctaros o albigenses y valdenses. Los ctaros son los puros que llegan a negar los signos sensibles de la encarnacin y por tanto tambin la eucarista y la humanidad de Cristo, as como toda la existencia sacramental. Si se rechaza la eucarista, el siguiente paso es rechazar el ministerio que sirve a la misma. Los valdenses, por su parte, optan por la pobreza radical. Critican al clero, hasta el punto de desacreditarlo de raz, y con ello la eucarista. Se afirma en el concilio que en la Iglesia el mismo sacerdote es sacrificio, Cristo, cuyo cuerpo y sangre se contiene verdaderamente en el sacramento del altar bajo las especies de pan y vino, despus de transustanciadas por virtud divina el pan en el cuerpo y el vino en la sangre. Este sacramento nadie puede realizarlo sino el sacerdote que hubiere sido debidamente ordenado, segn las llaves de la Iglesia, que el mismo Cristo concedi a los apstoles y a sus sucesores.

CONCILIO DE FLORENCIA El sacerdote confecciona el sacramento actuando in persona christi Por el orden la Iglesia se gobierna y se multiplica espiritualmente. La materia del orden es la entrega de los instrumentos

TRENTORELACIN EUCARISTA-SACERDOCIO Hay que partir de la posicin de Lutero No hay eucarista. Lo que llamamos eucarista es simplemente recuerdo de la cena del Seor. La Sagrada Escritura slo llama sacerdotes a cristo y al conjunto de los bautizados. Por tanto el nico sacerdocio es el de Cristo y no hay otro externo y visible, sino interno y espiritual comn a todos los bautizados. Dentro de la Iglesia no hay distincin entre sacerdotes y laicos. Slo hay un estado, que es el eclesial, consistente en pertenecer a la Iglesia por medio del bautismo. El sacramento del orden es un invento del Papa. En la Sagrada Escritura no se menciona ni se dice que confiera la gracia. El rito de la ordenacin sirve simplemente para conferir a alguien un ministerio por delegacin de la comunidad: El nico oficio ministerial es el anuncio del evangelio, la predicacin. Si se deja de predicar se deja de ser ministro. Cristo no sabe nada del "carcter", es un invento del Papa para mantener cautivo al ministro. Trento adopta un punto de vista consistente en rebatir a Lutero. No se trata de sentar una doctrina completa sobre el sacerdocio sino incidir en las cuestiones tratadas por Lutero. Cuando entre los catlicos del concilio no hay acuerdo sobre algn punto, el concilio no toma partido. Por ejemplo, estn de acuerdo en la existencia del carcter pero no en lo que es, por lo tanto simplemente afirman que existe el carcter. Cuando hay acuerdo entre catlicos y protestantes en algn punto ,el concilio no dice nada para evitar confusionismos. Pues bien, trento parte de la obviedad de que en el AT hay sacrificios y sacerdotes y de que en la nueva Ley hay un sacrificio y un sacerdocio visible y externo: "el sacrificio y el sacerdocio estn tan unidos por ordenacin de Dios que en toda ley han existido ambos. El antiguo sacerdocio fue trasladado al nuevo, visible y externo. Ahora bien, no dice la diferencia que hay entre uno y otro. En la sesin 22 la eucarista haba sido reafirmada. Cristo instituy la eucarista y el sacerdocio con el "haced esto en conmemoracin ma."EL SACERDOCIO COMO UNO DE LOS SIETE SACRAMENTOS. Si Cristo mand celebrar la eucarista a los apstoles y a sus sucesores, tiene que haber un medio para instituirlos. Ese medio es un rito sensible se que se compone de palabra y signo y que confiere la gracia, luego es un sacramento. "cap 3 de la sesin 23: "por la sagrada ordenacin que se realiza por palabras y signos externos se confiere la gracia; nadie debe dudar de que el orden es verdadera y propiamente uno de los siete sacramentos de la santa iglesia.EL CARCTER Simplemente afirma que el sacramento del orden, al igual que el bautismo y la confirmacin, imprime carcter en el alma, o sea, un cierto signo espiritual e indeleble, por lo que no puede repetirse. (sesin 7, canon 9). En la sesin 23, cap 4, canon 4, se dice que por la sagrada ordenacin se da el Espritu Santo y se imprime carcter. Trento no afirma si el carcter es ontolgico o funcional.JERARQUA Se accede al sacerdocio a travs de sucesivas rdenes de ministerios que se reciben a partir de la tonsura, distinguindose, como hace la tradicin, entre rdenes mayores y menores. Subdicono, aclito, exorcista, lector y ostiario. Se declara la existencia de una jerarqua por institucin divina, que comprende a obispos,presbteros y diconos, y la preeminencia del obispo sobre el presbtero, correspondindole a aqul conferir el sacramento de la confirmacin, ordenar a los ministros de la Iglesia "y hacer otras cosas ms". No se fundamenta la distincin entre obispos y presbteros. Las diferencias se sitan en el mbito del hacer y no en el del ser. Adems, no se menciona si las diferencias son de orden divino o por ordenacin eclesial. El Concilio afirma que al sacerdote le corresponde la celebracin de la eucarista y el perdn de los pecados, no afirmndose nada sobre la predicacin, que era la nica funcin que asignaba lutero a los ministros (adems estaba el problema de las rdenes mendicantes, en las que no todos los que predicaban eran sacerdotes). Luego, en los decretos pastorales, s se alude a la obligacin de predicar de obispos y presbteros y se dice que no se ordene a los que sean incapaces de predicar. No hay una eclesiologa que integre los ministerios ordenados. La Iglesia es una sociedad de desiguales compuesta de sacerdotes y laicos. Esto lo dice contra Lutero, que afirma que todos los cristianos son igualmente sacerdotes.

EL MINISTERIO ORDENADO EN EL CONCILIO VATICANO IIIDEAS GENERALES En el Concilio Vaticano II hay una diferencia sustantiva respecto a Trento: en Trento se hablaba de una sociedad de desiguales compuesta por sacerdotes y laicos. El punto de partida del Concilio Vaticano II es una previa eclesiologa, en la que se va a partir de la igualdad esencial de todos como cristianos, llamados a la santidad y con la misma misin. Y es desde esa igualdad comn, desde donde se partir para diferenciar los diferentes ministerios en los que cada uno lleve a cabo su misin. Por eso precisamente primero se habla en la Lumen del pueblo de Dios y luego de la jerarqua. En el captulo tercero de la LG, est dedicado a la jerarqua. Se establece que la Iglesia es un misterio, no una sociedad. La Iglesia es la socializacin del misterio salvfico del Padre, y ese misterio se encarna en el Pueblo de Dios, que goza todo l de la misma dignidad. El oficio eclesistico se configura como un servicio a los hermanos. La especificidad del ministerio sacerdotal es el servicio a un sacerdocio comn (LG 10), y se establece una relacin ntima, sustantiva, entre el sacerdocio del pueblo y el sacerdocio de los ministros, los cuales estn al servicio del pueblo sacerdotal, pero no se confunde con l. LG 37 y 30 tratan de la libertad y la autonoma de los seglares. El ministerio ordenado est al servicio del cuerpo de Cristo, no suscita los carismas (los carismas son suscitados por el Espritu Santo dentro de la Iglesia) sino que los tiene que reconocer y ordenar al servicio del bien comn, el ministerio no es absoluto sino que est limitado a la capacidad de los laicos de poder entrar en comunin con Cristo sin necesidad de intermediarios. Sacramentalidad de la Iglesia. Los ministros actan en la persona de Jesucristo, nico Pastor, como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

5.1.- La misin apostlica como clave de comprensin del ministerio ordenado

CVII no anula a Trento cuando ste parte de sacerdocio-sacrificio, pero lo enriquece, lo ampla. El punto de partida va a ser la misin confiada por Cristo a los apstoles (el envo apostlico), con la intencin de que la perpeten sus sucesores hasta el fin de los tiempos. Del mismo modo que el Hijo es enviado por el Padre, cristo enva a sus apstoles para continuar su misin. A tal efecto, desde el comienzo elige a doce que son confirmados en pentecosts. Esta misin debe durar hasta el fin de los tiempos. Para que despus de la muerte de los apstoles continuara la misin a ellos confiada, ellos encargaron mediante una especie de testamento a sus colaboradores ms inmediatos que consolidaran la obra que ellos comenzaron. Nombraron de esta manera a algunos varones y luego dispusieron que despus de su muerte otros hombres probados les sucedieran en el ministerio (LG20). As como permanece el ministerio confiado a Pedro, del mismo modo permanece el ministerio de los apstoles que debe ser ejercido perennemente por el orden sagrado de los obispos. En cuanto a los presbteros, se toma el mismo punto de partida, que es la misin, pero se especifica que participan en grado subordinado a los obispos. (lg18 y po2)

5. La sacramentalidad del orden y su triple ministerio: episcopado, presbiterado y diaconado.

La eclesiologa del CVII se caracteriza por la presentacin de la Iglesia como un gran sacramento: signo de la unin ntima con Dios y de todo el gnero humano. As, la sacramentalidad del ministerio es una de las expresiones de la sacramentalidad de la Iglesia, sta reposa en el designio salvfico de Dios que desemboca en la Encarnacin: Cristo es el gran sacramento y la Iglesia actualiza y manifiesta esta presencia de Dios en Cristo.

El sacramento va a dotar al ordenado de una nueva configuracin en su relaciones con Cristo, con la iglesia y con el mundo, estas relaciones han de vivirse desde la actitud del servicio (LG 8):

En su relacin con Cristo, adquiere por el sacramento el carcter de la configuracin sacerdotal, lo que le confiere segn el Concilio Vaticano II el poder obrar en la persona de Cristo. Esto implica una responsabilidad de configuracin existencial para que el ministerio y la vida se armonicen y lleven al ordenado a una realizacin de s en una vida de santidad

En su relacin con la Iglesia, el ministro ordenado no queda fuera de la comunin eclesial. Queda configurado con la Cabeza in persona Chisti mostrando la accin salvfica de Dios y por el in persona ecclesiae adquiere el ttulo de Pastor o ministro, mostrando su funcin de gobierno y representacin sacramental del Cuerpo.

En su relacin con el mundo, el ministro se representa a Cristo ante el mundo con la categora de misin autorizada.

El Concilio Vaticano II considera que el ministerio ordenado tiene un carcter colegial, desde la comunin jerrquica de los obispos (PO7) presidida por el Papa, de los presbteros (PO 8) presidida por el obispo, y de los diconos en comunin con el obispo y su presbiterio. El Concilio Vaticano II habla de Fraternidad Sacramental, porque el Sacramento del Orden les hace a todos partcipes de la misin de Cristo.

Para el caso de los presbteros, es importante tener en cuenta que el ministerio presbiteral y diaconal no se recibe de los obispos sino del mismo Cristo: Cristo elige el ministerio apostlico, y ste se despliega desde antiguo en Obispos presbteros y diconos (LG 28), vinculados al ministerio episcopal con el que colaboran de forma subordinada, pero su origen procede del ministerio apostlico creado por voluntad del Seor. Los obispos imploran el Espritu Santo para que configure a los presbteros y diconos, pero no son la fuente del ministerio, la fuente es Jesucristo:

La configuracin orgnica del ministerio es que en cada Iglesia local hay un obispo con un colegio de presbteros y diconos, y el conjunto de Iglesias locales presididas por el obispo de Roma es la Iglesia Catlica.

EL CARCTER SACERDOTAL y LA GRACIA SACRAMENTAL DEL SACRAMENTO DEL ORDEN. (ponce Cullar y catecismo) Dentro del carcter sacerdotal, hay que distinguir dos aspectos ligados pero que no deben confundirse. Por un lado, el tema de la consagracin o transformacin interior por obra del Espritu Santo que supone la asimilacin a Cristo Cabeza y pastor. De otro lado, el carcter indeleble. En cuanto a lo primero, el carcter tiene una dimensin ontolgica, en cuanto es un signo configurativo con Cristo del ser sacerdotal, y una dimensin funcional en cuanto que otorga una sacra potestas que implica una participacin en la exousa (autoridad, poder) y accin sacerdotal de Cristo, pudiendo el sacerdote actuar en representacin de Cristo en el ejercicio de las tres funciones todas ellas sacerdotales-, porque la configuracin con Cristo abarca la totalidad del ministerio, aunque la habilitacin para obrar in persona Christi tiene un momento privilegiado en la celebracin de la eucarista.

En cuanto a lo segundo, el sacramento del orden, al igual que el bautismo y la confirmacin, confiere un carcter que es espiritual e indeleble, de modo que el sacramento no puede ser reiterado ni ser conferido para un tiempo determinado. CEC1582 Es cierto que un sacerdote puede ser privado del estado clerical (derechos y obligaciones) o se le puede prohibir el ejercicio de sus funciones, pero no puede volver a convertirse en un laico. 1583 La voluntad de Cristo es que el ministerio pastoral requiere un compromiso definitivo. Del mismo modo que los apstoles fueron llamados sin lmite de tiempo para una actividad que haba de absorber toda su existencia, el Espritu Santo, por medio de la ordenacin sacerdotal, compromete total y definitivamente a la persona en el servicio de la Iglesia e inscribe tal compromiso en el ser ntimo del ministro ordenado. Se trata de una prueba y garanta de que la promesa de salvacin de salvacin que hace Dios en Cristo a los ministros y a travs de ellos a la comunidad cristiana y aun a la humanidad entera tiene un carcter irrevocable, definitivo.

En cuanto a la gracia sacramental, hay que sealar que la transformacin interior, profunda, que implica el carcter, no se identifica con la gracia sacramental: El carcter no santifica a la persona como la gracia. La primera y fundamental participacin en la gracia de Cristo se da en el bautismo pero la gracia sacramental propia del Orden es tambin necesaria . La gracia de este sacramento es una efusin del Espritu Santo en el ordenado para que sea santificado a travs de una relacin personal con Cristo en la celebracin de los sacramentos, en el anuncio de la palabra y en todo su ministerio. Hay que tener en cuenta que puesto que en ltimo trmino es Cristo quien acta y realiza la salvacin a travs del ministro ordenado, la indignidad de ste no impide a Cristo actuar. Como dice S. Agustn, la virtud espiritual del sacramento es semejante a la luz: los que deben ser iluminados la reciben en su pureza y, si atraviesa seres manchados, no se mancha.

EL RITO DEL SACRAMENTO DEL ORDEN En Florencia se deca que la materia del sacramento era la entrega del Pan y el Vino. Despus, por influencia galicana, se dijo que la materia era la uncin de manos. Lo cierto es que por la prctica abigarrada de ritos en la ordenacin ya no estaba claro cul era la materia y la forma. Po XII, en 1947, publica la Constitucin SacramentumOrdinis: Se afirma que para los tres rdenes de episcopado, presbiterado y diaconado, la materia nica es la imposicin de manos y la forma nica son las palabras que determinan la aplicacin de esta materia, por las que unvocamente se significan los efectos sacramentales: la potestad de orden y la gracia del Espritu Santo. La anterior entrega de los instrumentos no es necesaria para la validez de la ordenacin.

EL RITO DE LA IMPOSICIN DE MANOS

Es un rito que tiene sus races en el AT. La mano es smbolo de poder, de accin. Simboliza la proteccin, la bendicin, la transmisin de un poder. Moiss transmite su autoridad a Josu mediante la imposicin de manos. Tambin aparece en el AT vinculado a los sacrificios de expiacin, se le imponen las manos al chivo expiatorio. Tambin se les imponan las manos a los rabinos. En el Nuevo Testamento tambin aparece. Jess usa ese gesto para curar, para bendecir a los nios. Tambin Ananas impone las manos a Pablo para sanarlo. Pedro las impone para bautizar En los hechos aparece vinculado a la transmisin del Espritu Santo y del ministerio, en la institucin de los siete. Es un gesto polivalente. Est presente este gesto en todos los sacramentos. La imposicin de las manos est vinculada a ministerios de carcter permanente. En las cartas pastorales investidura de Timoteo- aparece como un gesto asentado y ampliamente difundido. El carisma transmitido por la imposicin de manos no es tanto un beneficio para el que lo recibe sino para la comunidad a la que pasa a servir. El carisma se encarna en la fragilidad de una persona, por esto debe ser reavivado y cuidado. La eficacia est condicionada a la coherencia de vida de aquel que lo recibe. Los Padres, a partir de San Cipriano aseguran la imposicin de manos como rito propio de la ordenacin. No hay ningn documento de la Iglesia en el que conste que se haya abrogado este gesto, ni siquiera en los ritos en los que se ha introducido la entrega de los instrumentos. La cadena ininterrumpida de imposicin de manos ha sido interpretada por la tradicin como signo de la sucesin apostlica, asegurada por la ordenacin.

LA ORACIN CONSECRATORIA

La forma est constituida por la oracin consecratoria especfica que pide a Dios la efusin del Espritu Santo y de sus dones apropiados al ministerio para el cual el candidato es ordenado. El ritual de Pablo VI cambi la plegaria para la ordenacin del obispo usada desde el siglo VI por la Tradicin de Hiplito. La nueva edicin de JPII enriqueci la plegaria de ordenacin de los presbteros. Las tres ordenaciones se estructuran del mismo modo: La primera parte, anamnesis, recuerda lo realizado por Dios en la obra de la salvacin en relacin con la institucin del ministerio. La parte central es la epclesis y contiene la invocacin al Espritu Santo sobre los candidatos. La tercera parte es una intercesin a favor de los ordenandos por medio de Cristo.

PORQU ES NECESARIO RECIBIR EL SACRAMENTO DEL ORDEN. LA ACTUACIN IN PERSONA CHRISTI E IN NOMINE ECCLESIAE La funcin propia del ministerio sacerdotal requiere la recepcin de un sacramento que, por la accin del Espritu Santo, transforma la persona del candidato identificndolo con Cristo Cabeza y pastor y le confiere la potestad (exousa) que le capacita para el ejercicio de su ministerio. No puede olvidarse que su funcin ha de ejercitarla orientada a la santificacin del pueblo de Dios, lo cual avala la distincin entre una funcin puramente humanay la tarea propia del ministerio. Por ello el sacerdocio ministerial encuentra su fundamento primario en la participacin del mismo sacerdocio de Cristo y no en su creacin por parte de la Iglesia. Es necesario clarificar que la exousa recibida en el sacramento es una autoridad para servir al estilo de Jess, que no viene a ser servido sino a servir. Pablo, para indicar el carisma que ha recibido, usa frecuentemente los trminos diacona y dicono. El ejercicio de esta exousa est amenazado por dos frentes. Ejercer el ministerio a manera de seores y dueos de la comunidad. O eliminando toda diferencia de funcin entre los miembros del cuerpo mstico, negando la distincin entre el sacerdocio comn y el ministerial.

IN PERSONA CHRISTI. El sacerdocio de Cristo es nico y para siempre, no admite ni suplencias ni sucesores. Pero nadie puede darse la gracia a s mismo, por eso hacen falta ministros que representen a cristo. Representar y representacinno se entienden como una sustitucin jurdica, como si el ministro fuera el representante de un ausente, sino como hacer presente, es decir, como una presencia eficaz a travs del signo. No se trata de una delegacin de la comunidad, ni simplemente una capacitacin para la responsabilidad pblica en la realizacin de tareas eclesiales, sino que habilita para representar a Cristo, Cabeza y Pastor. Actuar "in persona christicapitis" significa que en servicio eclesial del ministro ordenado es Cristo mismo quien est presente a su Iglesia como Cabeza de su cuerpo, Pastor de su rebao, sumo sacerdote del sacrificio redentor, Maestro de la Verdad. Por la consagracin sacerdotal recibida, goza de la facultad de actuar por el poder de Cristo mismo a quien representa.(CEC1548). Esta presencia de Cristo en el ministro no debe ser entendida como si ste estuviese exento de todas las flaquezas humanas, del afn de poder, de errores, es decir del pecado. No todos los actos del ministro son garantizados de la misma manera por la fuerza del Espritu Santo. Mientras que en los sacramentos esta garanta es dada de modo que ni siquiera el pecado del ministro puede impedir el fruto de la gracia, existen muchos otros actos que condicionan negativamente la accin salvfica de Cristo en medio de los hombres, porque el ministro representa a cristo verdaderamente slo en la medida en que no manipule la palabra de Dios y en cuanto que ejercite su autoridad imitando la humildad de Cristo, su bondad y su entrega al servicio del prjimo.

IN NOMINE TOTIUS ECCLESIAE. No se trata de dos acciones distintas, la accin in persona christicapitis y la accin in nomine totiusecclesiae, sino de dos aspectos de una misma accin ministerial. El sacerdote ministerial acta en nombre de toda la Iglesia cuando presenta a Dios la oracin de toda la Iglesia y sobre todo cuando ofrece el sacrificio eucarstico. La oracin y la ofrenda de la Iglesia son inseparables de la oracin y la ofrenda de Cristo, su Cabeza. Es toda la Iglesia la que ora y se ofrece "por Cristo, con l y en l", en la unidad del Espritu Santo. Todo el cuerpo ora y se ofrece y por eso los ministros no son solo ministros de cristo sino tambin de la Iglesia. El sacerdocio ministerial puede representar a la Iglesia porque representa a Cristo.

Sacerdocio comn de los fieles. 1546 Cristo, sumo sacerdote y nico mediador, ha hecho de la Iglesia un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre (Ap 1,6; cf. Ap 5,9-10; 1 P 2,5.9). Toda la comunidad de los creyentes es, como tal, sacerdotal y participa de la misin de Cristo, Sacerdote, profeta y rey Por los sacramentos del bautismo y la confirmacin, los fieles son consagrados para ser un sacerdocio santo. El bautismo hace participar del nico sacerdocio de Cristo por medio del sacerdocio bautismal para ofrecer sacrificios espirituales. El sacerdocio comn se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal, es decir, por medio de una vida de fe, esperanza y caridad, vida segn el espritu, o lo que es lo mismo, por el testimonio de una vida santa y de una caridad eficaz.

En qu consiste el sacerdocio ministerial El sacerdocio ministerial, que presupone el sacerdocio comn propio de todo bautizado, est al servicio, precisamente, del sacerdocio comn, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos. Es uno de los medios por los cuales Cristo no cesa de construir y dirigir su Iglesia. por eso es transmitido por medio de un sacramento propio, el sacramento del orden. Qu diferencia existe entre el obispo y el sacerdote.Porqu la ordenacin sacerdotal est reservada a los hombres (CEC 1577). Segn el Cdigo de Derecho cannico, canon 1024, slo el varn bautizado puede recibir vlidamente la sagrada ordenacin. El Seor Jess eligi a hombres para formar el colegio de los doce apstoles (Mc3,14-19; Lc6,12-16). Los Apstoles hicieron lo mismo cuando eligieron a sus colaboradores (1tm3,1-13; 2Tm1,6; Tt1,5-9), que les sucederan en su tarea (Epstola a los corintios de San clemente romano, 42,4) El colegio de los obispos, con quienes los presbteros estn unidos en el sacerdocio, hace presente y actualiza hasta el retorno de Cristo el colegio de los Doce. La Iglesia se reconoce vinculada por esa decisin del Seor. Esa es la razn por la que las mujeres no reciben la ordenacin. (JPII, carta apostlica Mulierisdignitatem, 26-27, carta apostlica Ordinatiosacerdotalis; Congregacin para la doctrina de la fe , Decreto Inter insigniores, 98-116, y respuesta a una duda presentada acerca de la doctrina de la Carta Apostlica Ordinatio sacerdotalis).