oracionfin.pdf

4
Canción: Si te fías (Brotes de Olivo) Cuando sueñas, estás imaginando aquello que deseas y quieres lo- grar: “creatividad”. Cuando tienes un sueño, lo proyectas sobre algo que te gusta, te emociona, te motiva: “pasión”. Cuando ese sueño deja de estar en el mundo de la fantasía y te po- nes en marcha, has de tener la fuerza, energía y hacer lo que haya que hacer para lograrlo: “valentía”. En este nuevo año que comienza, “vivamos la audacia de la caridad para un nuevo impulso misionero”, con creatividad, pasión y va- lentía. Sor Kathleen el día 29 de noviembre con motivo de la unión de África del Norte a España-Sur, nos dirigía estas palabras: Deseo que sus corazones y espíritus abracen las oportunidades todavía desconocidas. Colmadas de valor, al comenzar con todo entusiasmo el nuevo camino a recorrer: ATRÉVANSE con convicción, resolución y gene- rosidad a ser documentos vivos de todo lo que en nuestra vocación de Hijas de la Caridad estamos llamadas a ser. Respondan al más profundo deseo de su corazón, ser siervas humildes de los pobres. Por encima y más allá de la competencia profesional, continúen profundizando en su rela- ción con el Señor, entre ustedes y con los pobres”. Me desperté, miré, y me pareció un sueño feliz... (Jr 31,26) Atrevámonos a expandir burbujas de misericordia cada día del año… Si lo sueñas, haz que pase...

Transcript of oracionfin.pdf

Canción: Si te fías (Brotes de Olivo)

Cuando sueñas, estás imaginando aquello que deseas y quieres lo-

grar: “creatividad”.

Cuando tienes un sueño, lo proyectas sobre algo que te gusta, te

emociona, te motiva: “pasión”.

Cuando ese sueño deja de estar en el mundo de la fantasía y te po-

nes en marcha, has de tener la fuerza, energía y hacer lo que haya

que hacer para lograrlo: “valentía”.

En este nuevo año que comienza, “vivamos la audacia de la caridad

para un nuevo impulso misionero”, con creatividad, pasión y va-

lentía.

Sor Kathleen el día 29 de noviembre con motivo de la unión de

África del Norte a España-Sur, nos dirigía estas palabras:

“Deseo que sus corazones y espíritus abracen las oportunidades todavía

desconocidas. Colmadas de valor, al comenzar con todo entusiasmo el

nuevo camino a recorrer: ATRÉVANSE con convicción, resolución y gene-

rosidad a ser documentos vivos de todo lo que en nuestra vocación de

Hijas de la Caridad estamos llamadas a ser. Respondan al más profundo

deseo de su corazón, ser siervas humildes de los pobres. Por encima y más

allá de la competencia profesional, continúen profundizando en su rela-

ción con el Señor, entre ustedes y con los pobres”.

Me desperté, miré, y me pareció un sueño feliz... (Jr 31,26)

Atrevámonos a expandir

burbujas de misericordia cada día del año…

Si lo sueñas, haz que pase...

QUE SU MISERICORDIA TE ACOMPAÑE TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA

Ambientación

Nos reunimos a orar cuando está a punto de acabar el año. Para

muchos cerrar un año y abrir otro es motivo de fiesta y de brindis;

también para nosotros, que agradecemos de corazón el don de la

vida y del tiempo.

Sin embargo, nosotras, Hijas de la Caridad, tenemos otros sueños.

Por eso queremos revisar el sentido que estamos dando al tiempo

que se nos regala, tomándonos el pulso y haciendo balance cuando

el año concluye. El cambio de año es una ocasión propicia para

pensar, orar, pedir perdón, agradecer y soñar.

Deseamos confiar y renovar nuestros compromisos.El Papa Francis-

co nos invita a crecer en misericordia. Se abre un nuevo año ante

nosotras en el que se nos da la oportunidad de contemplar el miste-

rio de la Misericordia para ser fuente de alegría, de serenidad y de

paz en medio del mundo.

Canción: Sueña (Luis Miguel).

DIOS TIENE UN SUEÑO PARA CADA UNA DE NOSOTRAS…

Terminamos el año 2015, y cuando hacemos balance podemos darnos

cuenta de cómo muchas personas han perdido la capacidad de soñar. Sin

duda, a veces la realidad del mundo abruma y nos impide ir más allá…

pero es en esos momentos cuando la Palabra de Dios debe resonar con

mucha más intensidad en nosotras:

“Por eso te recuerdo que avives el don de Dios que recibiste. Pues el espíritu que

Dios nos dio no es de cobardía, sino de fuerza, amor y templanza…porque sé en

quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que Él es capaz de conservar

hasta aquel día el bien que me ha encomendado.”

(Cfr. 2ª carta del apóstol S. Pablo a Timoteo).

Sueña con vivir la “mística del encuentro”: la capacidad de escu-

char a las demás personas, de buscar juntas el camino, el méto-

do… sueña…

Sueña con la esperanza de que la vida consagrada seguirá escri-

biendo una gran historia en el futuro, hacia donde nos conduce

el Espíritu para continuar haciendo cosas grandes en nosotras…

sueña...

Sueña con una vida en la que se transparente la alegría y la belle-

za de vivir el Evangelio … sueña…

Sueña con despertar al mundo… observa la historia y trata de

interpretar los acontecimientos… sueña…

Sueña con una manera de vivir dinamizada por el Evangelio…

sueña...

Sueña con un impulso misionero inspirado por la caridad…

sueña…

Sueña con una Compañía enriquecida por la participación de to-

das… sueña…

Sueña con redescubrir el rostro de la Misericordia del Padre…

sueña...

(Cfr.“carta apostólica a los consagrados” Papa Francisco;

Documento Interasambleas 2015-2021; Misericoridiae Vultus)

“ Piensa, cree, sueña y atrévete…”

Si lo puedes soñar, lo puedes lograr...

LA MISERICORDIA DEL SEÑOR TE ACOMPAÑA TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA…

¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia

para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternu-

ra de Dios! (Papa Francisco).

Estrenamos año, abramos el corazón “aún más”, es el momento ideal pa-

ra “mirar al pasado con gratitud”, esforzarnos por “vivir el presente con

pasión” y “abrazar el futuro que se abre ante nosotras con esperanza”.

Soñar es un acto de fe. Dios nos ha dado la habilidad de soñar, crear, ima-

ginar… Todo comenzó con un sueño…

El comienzo de un Año Nuevo es una buena ocasión para medir nuestra

capacidad de soñar, de creer en un nuevo mundo que Dios nos invita a

recrear cada día. Dios nos pide que soñemos con Él. ¿Te animas?

Sueños para el Nuevo Año…

(Con música de fondo se van leyendo los sueños)

Sueña con traducir el Evangelio en una particular forma de vida,

leyendo con los ojos de la fe los signos de los tiempos… sueña…

Sueña con revitalizar el carisma, con nuevas iniciativas, nuevas

formas de caridad apostólica… sueña…

Sueña con ser “experta en comunión”, ofreciendo un modelo de

comunidad que, a través del reconocimiento de la dignidad de

cada persona y del compartir el don que cada una lleva consigo,

permita vivir en relaciones fraternas… sueña...

Meditamos a la luz de la Palabra… (música de fondo)

La Palabra de Dios que acabamos de escuchar nos invita a avivar el

don que Dios nos dio. Estamos convencidas de que muchas veces en

el día a día nos hemos dejado llevar por la rutina, el desánimo, la

desconfianza…

Es el momento de releer nuestra vida y preguntarnos:

¿En nuestra vida se transparenta la alegría y la belleza de vivir

el Evangelio y de seguir a Cristo?

¿Vivimos en nuestras comunidades una auténtica fraternidad?

¿La entrega en el servicio a los pobres da plenitud a nuestra

vida?

SALMO Antífona cantada: Espero ser yo algún día, en mi miseria yo espero que algo naz-

ca de mi nada, aunque sé que nada soy. Alguien repite en mi mente, en mi mise-

ria me ama, con misericordia me quiere y ese Alguien es mi Dios.

Señor hoy quiero pedirte perdón,

perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,

por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo que no hemos bien,

y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando

y que hasta ahora vengo a presentarte.

Antífona cantada: Espero ser yo algún día, en mi miseria yo espero que algo naz-

ca de mi nada, aunque sé que nada soy. Alguien repite en mi mente, en mi mise-

ria me ama, con misericordia me quiere y ese Alguien es mi Dios.

El perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles

manos para alcanzar la serenidad del corazón.

(Papa Francisco)

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

Perdón, Señor: Por la palabra que callé.

Por esa mano que no tendí y la sonrisa que escatimé.

Por el saludo que negué y la mirada que desvié.

Por la disculpa que no pedí y por esos oídos que no presté.

Por ese gozo que no compartí

y por tanta lágrima que no enjugué.

Por esa verdad que omití. Por tantas veces, Señor,

como me marché de Ti o como no te abrí.

Antífona cantada: Espero ser yo algún día, en mi miseria yo espero que algo naz-

ca de mi nada, aunque sé que nada soy. Alguien repite en mi mente, en mi mise-

ria me ama, con misericordia me quiere y ese Alguien es mi Dios.

Recorrer la propia historia es alabar a Dios y darle gracias por todos sus dones.

(Papa Francisco).

Salmo de acción de gracias (recitado a dos coros)

Es bueno darte gracias, Señor, de corazón,

y cantarte con gozo cada día.

Es bueno proclamar por la mañana tu lealtad

y por la noche decirte de verdad que me has querido.

Es bueno decir que tus acciones, Señor,

son mi alegría y mi esperanza.

Es bueno decirte que las obras le tus manos

son alegría y fiesta para mí.

Te doy gracias y me alegro por el don maravilloso de la vida.

Te doy gracias y me alegro por el don entrañable del bautismo.

Te doy gracias y me alegro por el don de tu Espíritu.

Te doy gracias y me alegro por el don de tu Palabra.

Te doy gracias y me alegro por el don único de tu Pan de vida.

Gracias Señor, porque nos necesitas.

Gracias por anunciar tu propuesta a través de nosotras.

Gracias por contar con nosotras

Para sembrar la semilla de tu Evangelio.

Navidad es acoger a Jesucristo, escuchar su mensaje y hacerlo existencia viva, impulsar el Reino de Dios, sacar partido de los múltiples dones que Dios ha distribuido con admirable gene-rosidad en beneficio de todos…

Gracias porque nos pides que nuestra vida entera hable de ti,

En cada edad, tarea o situación que vivamos.

Gracias porque nos pides que digamos a la gente,

Con nuestra vida y actitudes

Que Tú les amas.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...

Gracias...tenemos tanto que agradecer al Señor. No nos cansemos de decir gra-

cias. Repasemos despacio las bendiciones recibidas: “Todo ocurre para bien de sus

elegidos, todo es gracia en tu vida, y la vida es todo gracia”.

La providencia de Dios se ha manifestado constante y generosa. Se ha valido

también de los hermanos, que te han ayudado, te han servido, te han querido.

¿Cómo no agradecer tanta cercanía, tanta inspiración recibida?

Recuerda los encuentros, los gestos, las palabras… y da gracias a Dios por

ello.

(Acción de gracias espontánea).

TE DEUM

A Ti, oh Dios, te alabamos,

a Ti, Señor, te reconocemos.

A Ti, eterno Padre,

te venera toda la creación.

Los ángeles todos, los cielos

y todas las potestades te honran.

Los querubines y serafines

te cantan sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,

Dios del universo.

Los cielos y la tierra

están llenos de la majestad de tu gloria.

A Ti te ensalza

el glorioso coro de los apóstoles,

la multitud admirable de los profetas,

el blanco ejército de los mártires.

A Ti la Iglesia santa,

extendida por toda la tierra,

te aclama:

Padre de inmensa majestad,

Hijo único y verdadero, digno de ado-

ración,

Espíritu Santo, Defensor.

Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.

Tú eres el Hijo único del Padre.

Tú, para liberar al hombre,

aceptaste la condición humana

sin desdeñar el seno de la Virgen.

Tú, rotas las cadenas de la muerte,

abriste a los creyentes el Reino de los

Cielos.

Tú sentado a la derecha de Dios

en la gloria del Padre.

Creemos que un día

has de venir como juez.

Te rogamos, pues,

que vengas en ayuda de tus siervos,

a quienes redimiste

con tu preciosa sangre.

Haz que en la Gloria eterna

nos asociemos a tus santos.

Salva a tu pueblo, Señor,

y bendice tu heredad.

Sé su pastor

y ensálzalo eternamente.