ORACIÓN PARROQUIAL

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ORACIÓN PARROQUIAL 22 DE FEBRERO DE 2018 ACTUACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN Seguimos en el camino cuaresmal. Vivir la experiencia del encuentro con Dios es el indicador del camino…Jesús ante la respuesta de los hombres reaccio- na. Su fidelidad a Dios le hace enfrentarse a los criterios humanos, a costumbres y a tradiciones. Su vida transcurre según la voluntad de Dios, no desde la lógica hu- mana. Hoy, vivimos en un contexto social que necesita nuestra reacción como cris- tianos… porque nos encontramos con templos de mercaderes de niños, de obre- ros, de emigrantes, de mujeres, de órganos … Mercaderes de vida y mercaderes de sueños… Mercaderes que arruinan tus templos, ricachones y usureros, los trafican- tes de esclavos, que matan el alma y el cuerpo, los que negocian con armas, asesi- nos de los pueblos y los culpables del hambre… Los mercaderes de templos, siem- pre tienen un mismo nombre: don dinero… Que mirando a Jesús no nos callemos , que reivindiquemos ahora y siempre, la dignidad de tus templos. Que nos sintamos capaces de luchar contra esos mercaderes

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ORACIÓN PARROQUIAL 22 DE FEBRERO DE 2018

ACTUACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN

Seguimos en el camino cuaresmal. Vivir la experiencia del encuentro con Dios es el indicador del camino…Jesús ante la respuesta de los hombres reaccio-na. Su fidelidad a Dios le hace enfrentarse a los criterios humanos, a costumbres y a tradiciones. Su vida transcurre según la voluntad de Dios, no desde la lógica hu-mana. Hoy, vivimos en un contexto social que necesita nuestra reacción como cris-tianos… porque nos encontramos con templos de mercaderes de niños, de obre-ros, de emigrantes, de mujeres, de órganos … Mercaderes de vida y mercaderes de sueños… Mercaderes que arruinan tus templos, ricachones y usureros, los trafican-tes de esclavos, que matan el alma y el cuerpo, los que negocian con armas, asesi-nos de los pueblos y los culpables del hambre… Los mercaderes de templos, siem-pre tienen un mismo nombre: don dinero… Que mirando a Jesús no nos callemos , que reivindiquemos ahora y siempre, la dignidad de tus templos. Que nos sintamos

capaces de luchar contra esos mercaderes

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SALMO 71: “Tu reino es vida”

Antífona cantada: Cristo fue sincero, Cristo fue leal, supo ser valiente, dijo la verdad.

Dios mío da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan la paz, que los collados traigan la justicia, que él defienda a los humildes del pueblo, y quebrante al explotador. 3. Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad, que baje como lluvia sobre el césped, como rocío que empapa la tierra. que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna. 4. Librará al pobre que suplica, al afligido que no tiene protector, se apiadará del humilde e indigente, y salvará la vida de los pobres, salvará de la violencia sus vidas, pues su sangre es preciosa ante sus ojos. 5. Que su nombre sea eterno, que su fama dure como el sol, que sea bendición para los pueblos, que las naciones lo proclamen dichoso. Bendito eternamente su nombre, que su gloria llene la tierra.

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JUAN 2, 13-25:

Se acercaba la Pascua, y Jesús y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambis-tas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos… y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que ven-dían palomas les dijo:” Quitad esto de aquí, no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito :”El celo de tu casa me devora”.

Entonces los judíos preguntaron: “¿Qué signos nos muestras para obrar así .”? Jesús contestó: “Destruid este templo, y en tres días lo levan-taré”. Los judíos replicaron: “Cuarenta y seis años ha costado construir es-te templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía, pero Jesús no se fiaba de ellos , porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hom-bre.

REFLEXIÓN:

El enfrentamiento de Jesús con los que habían hecho del templo una cueva de ladrones, cuestiona nuestros silencios ante el atropello del más grande templo, Dios: Los hombres y las mujeres. Instalados en la comodidad, no tenemos coraje de denunciar y ofrecer resistencia ante tantos atentados contra las personas y, de manera más particular, contra los empobrecidos, que se presentan y se asumen como irremediables, cuando no, como nece-sarios para el sostenimiento del sistema. Jesús desde su connatural solidari-dad, los defendió del “lobo” de turno, poniendo en peligro su vida….

La actuación de Jesús en el templo nos lleva a sus seguidores a cuestionar-nos: ¿Veo el templo como un valor absoluto, o reconozco que Dios habita en cada persona, especialmente en los pobres, en la justicia y el amor?

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PARA ORAR PERSONALMENTE:

< Invoca a Dios Padre Hijo y Espíritu Santo, sintiéndote templo de ese Dios…

< Mira tu barrio, es templo de Dios, como cada uno de tus vecinos y vecinas. Habla con él de las profanaciones a que están sometidos…y de hasta dónde te duelen…

< Mira a tu Comunidad parroquial, llamada a ser casa del Amigo, de la justicia, de la caridad y casa de la fraternidad. Pero en la que, alguna vez, se olvida la ternura y la insolidaridad que existe. Habla con Dios de la necesidad que tene-mos de que El nos convierta….

< Concreta cómo vivir más intensamente el culto que Dios quiere: servir a las personas. Y da las gracias a Dios por estar tan cerca de todos…

COMPARTIMOS LA ORACIÓN : Lo que el Espíritu nos sugiera

A cada participación respondemos: “Espera en el Señor, Él te cobija, sé valiente, sé valiente, espera en el Señor, ÉL te conduce, te condu-ce y te cobija.”

ORACIÓN: Quiero ser tu templo, Señor, en él que habites y hables. Quiero que vuelques la mesa de mi “yo” orgulloso e interesado para que en mí solo seas Tú. Quiero ser templo de tu presencia, de tu ver-dad y tu justicia. De tu amor y tu misericordia. Y donde las piedras tengan el sello del perdón y la esperanza. Sí Señor, si Tú quieres haz-me tu templo vivo para que, un día tras el tránsito de la muerte, pue-da resucitar contigo.

CANCIÓN: ¿Quién puede entrar en tu templo?. Pág. 59