oferente del Cerro de los Santos

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Museo Arqueológico Nacional Departamento de Difusión Serrano, 13. 28001 Madrid. Tel.: 915 777 912; Fax: 914 316 840 http://man.mcu.es MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL BIBLIOGRAFÍA: • MONEO, T. (2003): Religio Iberica. Santuarios, ritos y divinidades (Siglos VII-I a.C.). Real Academia de la Historia. Madrid. • OLMOS ROMERA, R. et allii (1999): Los iberos y sus imágenes. CD-Rom. CSIC/Micronet. Madrid. • SÁNCHEZ GÓMEZ, M. L. (2002): El Santuario del Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo, Albacete): nuevas apor- taciones arqueológicas. Instituto de Estudios Albacetenses. Albacete. • RUIZ BREMÓN, M. (1989): Los exvotos del Santuario Ibérico del Cerro de los Santos. Instituto de Estudios Albacetenses. Albacete. • VVAA (2000): Diálogos en el país de los iberos. Ministerio de Cultura. Madrid. Texto original: Mar Gabaldón, mayo 2009 Revisión del texto: Ángela García Blanco y Dori Fernández (Dpto. de Difusión) NIPO: 551-09-006-X DAMA oferente del Cerro de los Santos Protohistoria Tesoro a tesoro: descúbrelos

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Page 1: oferente del Cerro de los Santos

Museo Arqueológico NacionalDepartamento de DifusiónSerrano, 13. 28001 Madrid.

Tel.: 915 777 912; Fax: 914 316 840http://man.mcu.es

MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL

BIBLIOGRAFÍA:• MONEO, T. (2003): Religio Iberica. Santuarios, ritos y divinidades (Siglos VII-I a.C.). Real Academia de la Historia.

Madrid.

• OLMOS ROMERA, R. et allii (1999): Los iberos y sus imágenes. CD-Rom. CSIC/Micronet. Madrid.

• SÁNCHEZ GÓMEZ, M. L. (2002): El Santuario del Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo, Albacete): nuevas apor-

taciones arqueológicas. Instituto de Estudios Albacetenses. Albacete.

• RUIZ BREMÓN, M. (1989): Los exvotos del Santuario Ibérico del Cerro de los Santos. Instituto de Estudios

Albacetenses. Albacete.

• VVAA (2000): Diálogos en el país de los iberos. Ministerio de Cultura. Madrid.

Texto original: Mar Gabaldón, mayo 2009Revisión del texto: Ángela García Blanco y Dori Fernández (Dpto. de Difusión)

NIPO: 551-09-006-X

DAMAoferente delCerro de los

Santos

Protohistoria

Tesoro a tesoro: descúbrelos

Page 2: oferente del Cerro de los Santos

La Dama oferente pone en evidencia, juntocon el resto de estatuas encontradas enel santuario del Cerro de los Santos(Montealegre del Castillo, Albacete), elpapel de la aristocracia y, más concreta-mente, de la mujer aristócrata en loscomplejos ritos religiosos de los iberos.

Una aristocrática Dama oferenteEl rico atuendo y ornamentación de laDama nos permite suponer que se tratade una mujer joven perteneciente algrupo social dominante, vestida y enjo-yada para una ocasión especial, comopuede ser una ceremonia religiosa. Sepresenta de pie y de frente, estática. Susgrandes ojos, abiertos y dirigidos a unpunto desconocido, expresan ciertaingenuidad y asombro. Lleva entre susmanos un vaso de ofrendas con formade tulipa, en actitud oferente.

Viste tres finas túnicas superpuestas; lainferior, de pliegues muy finos, roza elsuelo y enmarca los pies calzados.Encima lleva una túnica lisa con lapechera bordada y se cubre con unmanto de gruesos pliegues que caen enrígidos zig-zags bajo las manos, resal-tando el valor de la ofrenda. Una de lastúnicas se cierra al cuello con una fíbu-la o pasador en forma de “T”. Se ador-na con tres collares (dos trenzados yuno sogueado), conocidos por ejem-plos similares en plata y oro, como losdel tesoro ibérico de Jávea, Alicante(MAN) y con cinco anillos, dos en lamano derecha y tres en la izquierda. Sucabeza luce un postizo que enmarcatodo el rostro.

Sobre el pelo lleva una diadema, ador-nada con líneas onduladas y motivosvegetales; de ella cuelgan, medianteunos prendedores en forma de flor o deroseta, las ínfulas de las que a su vezpenden varias arracadas (piezas discoi-dales que llevan una barroca decora-ción). Por debajo de este postizo asoma

el cabello natural formado por tirabu-zones que le caen sobre el pecho. Todosestos ornamentos se pueden compararcon los adornos y joyas que lucen laDama de Elche y la Dama de Baza y con otrasmuchas esculturas femeninas proce-dentes del Cerro de los Santos.

La Dama oferente del Cerro de los SantosLa escultura de la Dama fue tallada enroca arenisca. La espalda, apenas traba-jada, y la escasa correlación entre los pla-nos laterales y el frontal, muestran unaconcepción del volumen como una yux-taposición de relieves, más que comouna escultura de bulto redondo.Apareció, poco antes de 1870, en elCerro de los Santos junto a un grannúmero de esculturas oferentes, entrelas que predominaban las masculinas depie frente a las femeninas, algunas de lascuales se mostraban sentadas. Su tamañooscilaba entre las de pequeñas dimensio-nes, que parecen ser las más antiguas,hasta aquellas que ofrecían un tamañopróximo al natural, como es el caso de laDama oferente (135 cms) e, incluso, mayorque el natural, como las cabezas mascu-linas de enorme tamaño y más realistas.Por lo general, las figuras se representa-ban vestidas con mitra, túnica y/o mantoy calzadas, sobre una base o podio.

Puede decirse que este conjunto es unode los más valiosos del arte ibérico quese conoce desde antiguo, aunque lasesculturas no suelen proceder de exca-vaciones sistemáticas, sino de hallazgosmás o menos fortuitos, cuando no deauténticas rapiñas. Aunque las piezasson de distintos momentos, como con-junto general, puede fecharse aproxi-madamente desde el siglo V a. C. hastaépoca romana. Tanto creció su fama afinales del siglo XIX, que llegaron atallarse numerosas falsificaciones yretoques sobre piezas auténticas, quedieron en su día no pocos quebraderosde cabeza a los estudiosos.

El significado religioso de las esculturasdel Cerro de los Santos: los exvotosEl yacimiento ibérico del Cerro de losSantos, donde se halló el conjunto deesculturas mencionado, comenzó a serestudiado en el siglo XIX. Pronto sedescubrió que se trataba de un áreasagrada con un templo de tipo itálico ensu interior, cuyos restos arquitectóni-cos, desafortunadamente, son muyescasos. El hecho de portar ofrendas ysu hallazgo en el santuario confirman lafunción de estas esculturas: exvotos queportan vasos de ofrendas para dedicar-los a la divinidad. La asociación delCerro de los Santos a manantiales deagua con sales minerales hace pensarque la divinidad venerada en el santua-rio tendría un carácter salutífero, vin-culada también con la fertilidad.Además, la privilegiada localización delsantuario, cerca de una importante víade comunicación, como es la VíaHeraclea, y la presencia de numerosaspersonas llegadas de lugares lejanos loconvirtió probablemente en un autén-tico centro de culto territorial de carác-ter intercomunitario, esto es, de con-fluencia de poblaciones diversas dentrodel mismo territorio político, en el quepodrían tener lugar pactos políticos,asambleas gentilicias e incluso alianzasmatrimoniales, ejerciendo así un papelde cohesión social.

El significado social de los exvotosEl rico atuendo y ornamentación de lasesculturas nos permite suponer querepresentan a personajes de la aristo-cracia ibera. Suponen una oportunidadpara que ésta haga una gran exhibición yostentación de sus ricos atuendos, toca-dos y orfebrería, sobre todo en el casode las damas, que comparten con loshombres el protagonismo y los privile-gios, como se puede ver en la esculturade una pareja de oferentes, seguramen-te un matrimonio, que subraya tambiénel valor de la familia como aglutinante

social. La importancia de los linajesfamiliares explica el interés por añadir alas esculturas, en algunos casos, elnombre del dedicante, costumbre quese mantendrá cuando las figuras corres-pondan ya a personajes vestidos a lamanera romana, en las últimas fases deuso del santuario, en que se acentúanlas intenciones retratísticas y se haceconstar el nombre en latín del dedican-te. Se percibe, en suma, que en estesantuario el encuentro con la divinidadera un privilegio de los poderosos, queacudían al lugar de culto con signos desu condición social, como eran las joyasy la vestimenta, como muestran losexvotos, algo que llamó la atención dealgunos escritores griegos.

El significado religioso y social de laDama oferenteComo ocurre en muchas otras socieda-des del pasado, la imagen de la mujeribera se hace nítida cuando se asocia adeterminadas actividades relacionadascon el mundo del ritual o la ceremonia,y queda desdibujada cuando nos acerca-mos a su vida cotidiana. El adorno delvestido, las joyas, el tocado, lo relacio-nado con el cuidado de su propia ima-gen era probablemente algo importanteen la mujer ibera, pero todo lo quesabemos por la arqueología nos llega através de las imágenes de la mujer ritua-lizada. De este modo, la Gran Dama ofe-rente del Cerro de los Santos se encuentraricamente vestida, quizá para asistir auna ceremonia religiosa, en el acto derealizar una ofrenda o una libación,como sacerdotisa, o quizá como unajoven de la aristocracia que se presentaante su comunidad en la celebración desu rito de iniciación.