EL LIBRO DE ÉXODO PARTE II

William Marrion Branham Octubre 06 de 1955

Chicago, Illinois. E.U.A.

uiero leer un texto aquí para continuar con nuestro servicio de anoche sobre el Libro de Redención. Tengo entendido que el Sábado es el desayuno y el Domingo en la tarde mi Hno.

Tommy Hicks va a hablar aquí, ¿es cierto eso? Estoy seguro que todos Uds. se gozarán con Tommy porque acaba de regresar de Rusia, detrás de la línea.

2.­ Uds. saben, lo extraño de eso fue que cuando él dijo que iba para Rusia, todos estábamos en el desayuno de los Hombres Cristianos de Negocios y el señor Fisher, que podría estar sentado aquí ahora y es el abogado de los Hombres Cristianos de Negocios, muy bueno, viene desde los días de la calle Azuza, él es Pentecostal y es admirado en todo el país.

3.­ El señor Fisher habló un poco y dijo: “Yo creo que él va a ir para allá. Primero veremos si los Rusos le permiten entrar y después los comunistas averiguarán quién es cristiano y quién no. Ellos pensarán que ese pobre muchacho no va a causar ningún daño por allí”. Así que le permitieron entrar, pero yo imagino que sí hizo daño porque él es un predicador del Evangelio y llevaba a un buen hombre con él. Estoy agradecido que haya estado por allá. Lo extraño fue que yo me entrometí un poco y dije: “Tommy, si vas y regresas, entonces yo iré”. Ahora no lo sé pero estoy en eso, me gustaría ir pero espero que sea la dirección del Señor cuando vaya para allá.

4.­ Ahora en el libro de Éxodo capítulo 14, me gusta la parte final del verso 13, la Columna de Fuego que guió a los hijos de Israel durante el día y la noche, de día parecía una nube y de noche una Columna de Fuego que guiaba a Israel. Ese era el Ángel del pacto quien no es otro que Jesucristo mismo antes de hacerse carne en el vientre de María. Era Cristo. Moisés siguió a Cristo, la Escrituras dicen que Él estaba en el desierto con Moisés y Él era el Ángel del pacto. Ahora en el verso 15 leemos así:

Q

LA PALABRA HABLADA 2

Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí?

Di a los hijos de Israel que marchen.

5.­ Me gusta eso, ¿a Uds. no? El Señor añada la bendición a Su Palabra. Esta noche ya es mitad de semana y yo iba a llamar a todas las personas que tuvieran tarjetas de oración, pero después de haber empezado por acá estoy tan cansado que creo continuaré y tendré un culto normal para los enfermos. Tal vez mañana en la noche si Dios lo permite, quiero orar por todos los que tengan una tarjeta de oración, tanto el Hno. Moore como el Hno. Brown me dijeron y esa fue la idea original, ellos me comentaron: “Nosotros iremos a la plataforma a ayudarlo Hno. Branham”.

6.­ Ellos siempre están ansiosos de que yo regrese a ese tipo de servicios y yo también estoy muy ansioso de volver a eso. Tal vez parezca un poco extraño por un tiempo, pero dará más resultados que ahora. Así que mañana en la noche todos los que tienen una tarjeta de oración serán llamados a la plataforma. Creo que repartieron tarjetas de oración. Hace un momento le pregunté al joven y a los hermanos que están allí si se habían repartido tarjetas de oración y ellos me dijeron que han repartido unas doscientas, son la letra I y la K. Me dijeron que esas son las letras y que si yo quería llamar algunos en esta noche, llamara unas de esas y que mañana en la noche oraríamos por todos.

7.­ Anoche estuvimos hablando y estudiando una serie de Escrituras del libro de Éxodo, nos dimos cuenta que éxodo significa: Llamado. Dios separando a Su pueblo de los incrédulos. Nos dimos cuenta en las Escrituras que salió una multitud mixta y eso fue lo que metió en problemas al creyente verdadero, era una multitud mixta y esos fueron los que derritieron sus zarcillos y otras cosas para hacerse un becerro y volver a Egipto. [Éxodo 32]

8.­ Cuando ocurre algo fenomenal, cuando se llevaron a cabo los milagros de Dios, todo el mundo corrió hacia allá y una multitud mixta salió. Eran circuncidados, guardaron la pascua y demás, pero aún así era una multitud mixta de incrédulos junto con creyentes, finalmente eso se dejó ver. Ahora, hallamos que había tres principios de los que íbamos a hablar. Este Libro de Éxodo, sacado, apartado y también un Libro de Redención. Los tres principios de

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los que íbamos a hablar eran: el poder del diablo, el poder de la fe y el Poder de Dios.

9.­ Anoche nos dimos cuenta que el diablo tiene un poder y ese poder es la muerte, después de la muerte el diablo no puede hacer nada más, él se acaba con la muerte. Cuando él supo que Moisés iba a nacer, mató a todos los niños tratando de eliminar al siervo de Dios que sería un vaso escogido. Había hecho lo mismo con Abel, al darse cuenta que por la línea de Abel venía la simiente justa; pero desde luego que Dios trajo a Set para que ocupara su lugar. Luego en Crónicas con la simiente real y también en el libro de Mateo en tiempos de Jesús, mató a todos los niños tratando de eliminar o detener el programa de Dios. Pero no hay manera alguna de detener el programa de Dios.

10.­ No hace mucho emitieron una declaración que ya no se podía gritar más y estaban tratando de llevarla al Congreso; dijeron que cerrarían todas las puertas y el que no perteneciera a cierta denominación, cuando la Confederación de Iglesias Unidas… eso está en proceso ahora para formar la marca de la bestia en este país. Cuando se unieran iban a cerrar todas las puertas y en algún momento lo harán y todo el que no pertenezca a cierta denominación de esa Confederación de Iglesias, tendrá que aceptar la marca.

11.­ Ellos creen que haciendo eso detendrán todo esto como la sanidad Divina y otras cosas que las iglesias no aceptan; pero no lo harán, Ud. no puede hacerlo, la Iglesia de Dios se seguirá moviendo tan seguro como gira el mundo. Ya lo intentaron antes y se los echaron a los leones como comida y los quemaron en la estaca, pero la Iglesia de Dios siguió moviéndose igual porque dice: “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” . [Mateo 16:18] Eso prueba que todas las puertas y los poderes del infierno estarían contra ella. Porque Dios se moverá con Su Iglesia. Siempre será así.

12.­ Han tratado de detenerla, han intentado sacarla de la gente quemándola, se la han echado como comida a los leones y los leones no se la comieron, han intentado muchas cosas para detener a esta religión antigua, pero ella seguirá hasta que Jesús venga. ¡Amén! Así que no hay forma de detenerla. El diablo es un tipo inteligente, está bien; y carga con él el poder de la muerte, pero eso es hasta donde puede llegar y entonces nos damos cuenta que entra

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la fe. En la muerte entra la fe y reconoce al Dios de la resurrección. No importa cuando vayamos al sepulcro, cuando llevemos a nuestros seres queridos, cuando las lágrimas corran por nuestras mejillas, haya tristeza y veamos a una joven madre con su hijo en brazos, como lo hice yo con mi propia esposa. Todas esas cosas están allí.

13.­ Yo recuerdo ese día, estaba parado allí y Billy Paul se agarraba de mí, era un niñito de apenas año y medio, yo lo tenía en mis brazos y miraba a su madre y a su hermanita en los brazos de su madre, mientras las sepultaban. El ministro tomó un puñado de tierra y dijo: “La ceniza regresa a la ceniza, el polvo al polvo y la tierra a la tierra”. Cuando oí los terrones que caían en el rostro de mi hija y de mi esposa, mi corazón se desgarraba. Pero mientras estaba parado allí escuché venir entre los pinos lo que parecía ser un canto: Hay una tierra más allá del río. Justo en medio de la muerte donde vi lo que Satanás había hecho, más allá de eso vi la resurrección. Dios dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que en cree mí, aunque esté muerto, vivirá” . [Juan 11:25] ¿Qué fue eso? Eso fue fe. Me acerqué y dije: “Dios las bendiga queridas y que sus almas descansen en paz. Algún día las volveré a ver”. Amén.

14.­ No hace mucho Billy y yo le llevamos flores al sepulcro de su madre, él era un niño de unos ocho o diez años de edad, fuimos a la tumba y él comenzó a llorar. Era antes del amanecer, yo puse las flores allí y él tenía su sombrero en la mano, nos arrodillamos junto a la tumba, él recostó su cabeza a mí y comenzó a llorar diciendo: “Papá, allí está mi mamá”. Yo le dije: “No, no, tu mamá está allá, no aquí. Querido, nosotros aquí estamos mirando ese montículo porque yo la sepulté en una caja de concreto, pero al otro lado del mar hay uno cuyas puertas están rotas y el que se levantó de los muertos dijo: “El que cree en mi aunque esté muerto, vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” . [Juan 11:25´26]

15.­ Entonces le dije: “Ellas estaban seguras en Sus brazos, así que más allá de esta oscura nube que vemos, la fe capta un destello de la resurrección de un Dios”. Así que estoy agradecido que haya esperanza más allá del sepulcro y que haya una fe que nos transporta a ese lugar. La fe puede ocupar su lugar sobre la Roca de la Palabra de Dios, todas las olas del infierno golpean contra su fundamento pero ella tomará su vista de águila para remontarse más allá de las nubes y ver al Dios de la resurrección y de la promesa.

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Estoy muy agradecido por eso en esta noche y yo sé que Uds. también, todo creyente lo está.

16.­ Piensen: Nosotros tenemos un ancla (Amén) que está en el velo, algunas veces no podemos verla pero sabemos que está allí, es como el niño que volaba una cometa y le preguntaron: “¿Dónde está? Yo no puedo verla”. Él respondió: “Yo sé que sigue allí porque puedo sentirla”. Eso es correcto, tal vez no podamos verla. El tiempo se oscurece y las nubes pueden esconder Su bendito rostro por un momento; recuerden que las nubes pueden esconder Su rostro pero no pueden esconderlo a Él; ellas pueden esconder al sol de Ud. pero él sigue brillando detrás de las nubes y la fe mira al sol más allá de las nubes.

17.­ Aquí estaba la madre de Moisés en el conflicto durante la prueba de su fe. Todo hijo que viene a Dios debe ser probado primero, Dios prueba su fe. Pareciera que Dios podría simplemente dejar pasar todo y acabar con eso, pero es mejor si lo prueba y luego se acerca a Ud. cuando está en la prueba. A mí me gusta eso, ¿a Ud. no? Las mayores experiencias de mi vida han sido cuando he llegado a una montaña que no puedo subirla, no puedo pasarle por debajo ni darle la vuelta, sólo puedo quedarme tranquilo y Dios hace retroceder eso. No importa cuán oscura sea la nube, la fe puede atravesarla con un ojo que mira más allá de cualquier cosa que el diablo pueda ponerle por delante, porque Dios es nuestra victoria. Amén.

18.­ Aún la muerte ya no causa ningún terror, con razón el creyente pudo levantarse y decir: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo” . [1 Corintios 15: 55 y 57] Esa es la fe que no da vergüenza, esa es la fe que vence.

19.­ Esta madre con su único hijo hasta donde sabemos… No, ruego me disculpen, no era su único hijo pues tenía otra hija llamada Miriam, así que… La madre con su hijo [Moisés] metido en una cesta calafateada y hecha de juncos… Por fe en Dios moviéndose por revelación…

20.­ ¿Sabían Uds. que la Iglesia del Dios Viviente está edificada sobe la revelación del Señor Jesús? En el Huerto del Edén, después que Caín y Abel y los demás fueron echados del huerto, ¿se dieron cuenta cómo Caín, que no era un Comunista, fue y adoró al Señor

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ofreciendo un sacrificio y haciendo todo lo que podía? Caín era muy religioso, pero Abel no fue por obras sino con fe y la Biblia dice que le ofreció a Dios mejor sacrificio que Caín. Dios dio testimonio de que él era justo, porque vio el programa de Dios que le fue revelado.

21.­ En ese entonces la Biblia no había sido escrita, Caín su hermano que estuvo bajo la misma enseñanza de sus padres, fue y llevó frutos para la ofrenda; pero Abel, por revelación, vio que no fueron frutos lo que los sacó del Jardín del Edén, como todavía algunos creen que fue, no fueron frutos sino la sangre de su madre la que lo hizo un mortal, o la de su padre. Entonces fue y ofreció la sangre de un cordero por revelación Divina. [Hebreos 11:4]

22.­ No había nadie que le dijera aquello, pero por fe él vio venir al Hijo de Dios y ofreció un cordero en figura, al ver que Jesús era el Cordero inmolado desde antes de la fundación del mundo y Dios testificó: “Esa es la verdad”. Dios siempre dará testimonio de la verdad por eso es que yo me contento mucho cuando podemos presentarle a las naciones del mundo, un Jesucristo resucitado. No es una historia de ficción, es una declaración absolutamente positiva de parte del mismo Jehová Dios que levantó a Jesús de entre los muertos y la parte buena es que se puede probar. Caín mató a su hermano porque estaba celoso, pero fíjense, cómo fue que Abel recibió aquello. [La revelación]

23.­ Cuando Jesús vino a la tierra, un día al descender de la montaña, preguntó: “ ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” Algunos respondieron: “Bueno, unos dicen que eres Moisés, otros Elías y algunos uno de los profetas” . Él entonces preguntó: “¿Pero Uds. quién dicen que soy Yo?” Y Pedro respondió: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” . Él entonces volteó hacia Pedro y le dijo: “Bienaventurado eres Simón Barjona hijo de Jonás, porque carne ni sangre te lo ha revelado, no lo aprendiste leyendo ni en el seminario, no lo aprendiste con una beca. Carne ni sangre te lo ha revelado sino Mi Padre que está en los cielos. Y Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta roca…” ¿Qué? La revelación espiritual de que Jesús es el Cristo. No fue una concepción mental sino una revelación espiritual. Carne ni sangre te lo ha revelado sino Mi Padre que está en los cielos, y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. [Mateo 16:13­18]

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24.­ ¿Qué es eso? Una revelación. ¿Qué es fe? Es Dios, por medio del Espíritu, revelándole algo a Ud. que va a hacer o ha prometido. Ahora, si Ud. sólo oye, la fe viene por el oír pero oír no es fe. Se compra un pan por veinticinco centavos, pero veinticinco centavos no son un pan. Oír sólo trae la palabra que produce fe, pero la fe es la sustancia de las cosas que se esperan, la evidencia de lo que no se ve.[Hebreos 11:1] Entonces fíjense, Ud. oye la Palabra y Dios se la revela a Ud., que Ella es la Verdad; y por la Verdad revelada por el Espíritu se confirma su fe hacia Dios. ¿Lo entienden?

25.­ Fíjense ahora, esa es la iglesia que Dios construyó sobre la roca que las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. La madre de Moisés estaba parada allí con su hijo para llevarlo a la muerte. Todo niño varón era echado al río tan pronto nacía, si era varón había que echarlo al río. Aquí está la madre sabiendo que ese era el niño apropiado, era el hijo predestinado de Dios.

26.­ La palabra predestinar no es una buena palabra para ser usada, la palabra conocimiento anticipado es mejor. La predestinación tiene que ver con conocimiento anticipado y el conocimiento anticipado con el destino. Pero Dios puso en orden un pequeño orificio por donde Ud. debe pasar y no puede ir por otro camino; Dios, para poder ser Dios, ya conocía el fin desde el principio y podía predecirlo y poner las cosas en orden para que ocurrieran.

27.­ Fíjense ahora, por sabia providencia de Dios Él ya había revelado, por revelación espiritual, que éste seria Su vaso escogido y su madre no tuvo temor del mandamiento del rey, porque por fe lo vio junto con los hijos de Israel dándoles posesión en la Tierra Prometida. ¡Qué vista tiene la fe! ¡Qué poder tiene la fe! Oh, eso sobrepasa el poder del diablo porque el diablo lo lleva a la muerte, pero la fe mira más allá de eso. El diablo le enseña la tumba a uno y nos dice: “Para allá van todos”. Cierto, pero gracias a Dios que regresamos, cuando Jesús venga, los que durmieron en Él se levantarán con Él; así que la fe es mucho más poderosa que cualquier cosa que el diablo tenga.

28.­ El diablo puede poner espantapájaros y todo lo demás, puede ponerle sombras y decirle: “Vas a morir en la mañana, esta es la hora final, esto, aquello y lo otro”. Pero eso no asusta al creyente porque él es un fanfarrón. Si Dios me revela que eso no va a ocurrir,

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a mí no me importa lo que él diga, de todas maneras yo voy a salir de allí.

29.­ Cuando los hermanos Mayo me dijeron que me quedaban pocos días de vida en este cuerpo, yo les creí y dije: “Bueno, parece que todo acabó para mí”. Pero entonces el Espíritu Santo me reveló: “Tu ministerio apenas está comenzando”. Aleluya. No importa lo que hayan dicho los hermanos Mayo, yo no pensé en lo que ellos dijeron sino en lo que Dios había dicho.

30.­ No hace mucho, unos seis o siete años o un poco más, estaba en un hospital con un joven que se estaba muriendo con difteria negra. Su padre me llamó para que fuera a orar por él, tendría unos quince años de edad y se estaba muriendo. El médico no me permitía entrar y me dijo: “No puede entrar porque Ud. tiene hijos”. Yo le dije: “Correré el riesgo”. Él me dijo: “Pero le pasará la difteria a sus hijos”. Yo le dije: “Si yo tengo fe suficiente para entrar donde hay difteria, tengo fe suficiente que Dios no permitirá que mis hijos la contraigan”. Él me dijo: “No puede hacer eso”. Aquel hombre era un Católico por fe. Yo entonces le dije: “Si yo fuera un sacerdote y le fuera a dar los últimos ritos a ese joven, ¿Ud. me permitiría…?” Y él me dijo: “Eso es distinto”. Yo le dije: “No, no lo es. Para nosotros esto es tan sagrado como lo serían los últimos ritos para Ud.”.

31.­ Así que le gané hablando y él fue y me hizo cambiar de ropa, todo de blanco y me puso algo para cubrirme el rostro, casi no podía ver a dónde iba; allí iba yo con una bata que se arrastraba detrás de mí, no me habrían conocido. Así que fui y sólo hay una forma de entrar allí y es siguiendo las reglas. Juegue siempre limpio y ganará. Fui hasta allá y la madre y el padre iban conmigo. Allí estaba el muchacho agonizando, había estado inconsciente durante dos días.

32.­ Traté de hablar con él pero no podía hablar. Entonces me arrodillé, miré al padre y él me miró con los ojos llenos de lágrimas. Puse mis manos sobre el muchacho y dije: “Amado Padre Celestial, Tú dijiste: Yo soy la resurrección y la vida. Tú fuiste el que nos prometió estas cosas y el padre de este joven me ha llamado para que ore, creyendo que Tú me has enviado a orar por los enfermos. Padre, con todo mi corazón hago la oración de fe que podría tocar Tu manto. Con fe que no puede fallar, hasta donde yo sé en mi

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corazón, creo por este joven para que se recupere. Lo pido en el Nombre de Jesús. Amén. Y me puse de pie.

33.­ El padre miró a la madre y dijo: “Mamá, ¿no es maravilloso?” El joven seguía en igual condición, pero él decía: “Estoy tan contento”. La enfermera que estaba allí llorando, se volteó y dijo: “Señor, yo no entiendo, ¿sabe Ud. que su hijo se está muriendo?” Él le respondió: “No señorita, no lo sé”. Ella entonces le dijo: “Ya lo sabe”. Y él le dijo: “Mi hijo no se está muriendo, mi hijo va a vivir porque Dios lo prometió”. Ella le dijo: “Bueno, está bien que tenga fe señor, pero le diré…” Ella le mencionó el cardiograma o algo que le habían hecho, una máquina que le habían conectado a su corazón y dijo: “Cuando se llega a un estado como ese, en la historia médica no se sabe de uno que haya regresado. El muchacho no puede vivir más de tres o cuatro horas”.

34.­ Nunca olvidaré a aquel hombre, él puso su mano sobre el hombro de la joven que probablemente ya estaba en la última etapa de la adolescencia y le dijo: “Querida hermana, Ud. está viendo esa máquina porque es todo lo que tiene que mirar, pero yo estoy viendo una promesa Divina”. Amén. Al día siguiente el joven desayunó y hoy está casado y tiene un hijo. Todo lo que la dama sabía era hacer lo que decía la máquina; pero ese hombre miró y la fe traspasó más allá y vio a Dios que era poderoso para obrar abundantemente, el Dios que ha prometido nunca fallarnos, dejarnos o rechazarnos. Depende de lo que Ud. esté mirando, los cristianos miran cosas que no se ven pero caminan por fe, ¿es cierto eso? Nosotros lo creemos porque la Biblia lo dice, ellos lo creyeron. Por eso es que creemos, porque Dios lo ha dicho. La fe es probada y sale cien por ciento bien. Dios está bajo obligación de responder a esa fe.

35.­ Fíjense en lo que hizo aquella madre allá cuando llevó a su hijo a la misma muerte por la que habían pasado los otros niños. Aquella cesta más o menos grande, con el niño adentro, probablemente de unos tres meses de edad, iba en una cesta de cierto tamaño que no era otra cosa que hierbas y ramas entretejidas, con un poco de brea y que había sido empujada hacia donde había cocodrilos y todo lo demás. Aquello pudo haber significado la muerte, seguro, estaba en el mismo río de la muerte; pero por fe, un sacrificio que había sido hecho, por fe, no por un acto de leyes naturales sino por fe. Por las leyes naturales los cocodrilos habrían olido al niño y eso hubiera

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sido todo, la primera ola lo habría volteado y eso habría sido todo. Pero la fe miró más allá de eso. Ella sabía que la mano de Dios estaba sobre aquel niño, por lo tanto no temió a lo que el rey había dicho sino que vio lo que la fe había hecho. La fe lo sacó del río de la muerte y en resurrección lo llevó al palacio de faraón, lo crió y lo educó en el palacio del instrumento del diablo. Si esa no fue una oportunidad donde Dios cubrió los ojos de Satanás… faraón era el instrumento del diablo que mataba a los niños y al mismo niño al que iba a matar, Dios se lo envió como Su instrumento e hizo que lo criara. Aleluya.

36.­ No traten de sobrepasar a Dios en sabiduría, Dios obra por senderos misteriosos y hace maravillas. Faraón, el hombre poseído por un demonio, de corazón endurecido, andaba matando a los niños Judíos porque el diablo lo había ungido; lo llevó al mismo rey de ellos, lo crió, lo educó, lo alimentó y aparte de eso, llevó a su misma madre para que le sirviera de niñera. Amén. Eso es lo que hará la fe. La madre vio eso, ella lo vio por fe; por eso fue que llegó hasta allá y esperó hasta que llegara su hija y le diera el aviso de que sería la nodriza. Ya ella lo tenía en su mente porque Dios se lo había revelado. Amén.

37.­ Si Dios le revela a Ud. en esta noche que su enfermedad se ha ido por la expiación, igual que se lo reveló a aquella madre, eso está consumado. Amén. El poder de la fe. Ella puso a su hijo en las fauces de la muerte, teniendo el poder de la fe para saber que se levantaría de nuevo. Amén. Lo puso en las fauces de la muerte…

38.­ Algunas veces vienen las pruebas sobre nosotros y la gente dice: “Oh, ojalá yo no… Dios, si yo soy un cristiano ¿por qué me ocurrió esto Hno. Branham?” Dios permite que eso venga sobre Ud. para poder mostrarle Su amor, para poder probarle que: “Yo soy la resurrección y la vida” . La muerte dice: “Yo tengo derechos”. El mandato del rey es ahogar a todos los niños, echarlos al agua. Pero ella dijo: “Yo lo voy a poner en las aguas por revelación, he preparado una vía de escape”. Amén. Lo llevó a la muerte pero la fe lo sacó de allí y lo convirtió en el hijo de la hija del faraón, haciéndola a ella la nodriza. ¿Se dieron cuenta cómo obró Dios? Dios estaba obrando para Su propia gloria justo bajo la misma nariz de Satanás, le dijo: “Quiero probarte lo ciego que estás Satanás”. Llevó al niño a su presencia e hizo que Satanás lo alimentara, lo cuidara y lo cobijara, usando al mismo hombre que iba a destruir a

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toda la nación y llevaría al pueblo a una victoria. Aleluya. Nuestro Dios es maravilloso. Tengan fe. ¿Es más fuerte que la muerte? Ciertamente la fe es más fuerte que la muerte. Así que aquí viene el poder de la fe moviéndose.

39.­ Supongo que Egipto era el país de mayor fuerza militar en el mundo y el centro comercial de todo el mundo; sin duda que Moisés recibió ese entrenamiento y todo lo demás, Dios tuvo que entrenarlo de esa manera porque él iba a guiar a un ejército, Dios hizo que Satanás entrenara a Moisés para conducir al ejército que lo destruiría a él mismo. Aleluya. Ese es el poder de la fe.

40.­ Ella vio eso por la fe y no sólo eso sino que también hizo los preparativos, puso al niño dentro de la expiación, salió y se quedó en la orilla esperando que viniera su llamado. ¡Gloria! Allí está. Esperando el momento y por la fe resistió mirando al Invisible. Ella sabía que aquel era el niño adecuado, conocía lo que Dios había prometido y que el tiempo de la liberación se acercaba, ella sabía que aquel era el niño. Amén.

41.­ Durante el día los comandantes, los mejor entrenados que se podían hallar… Su cena era servida por Satanás en una bandeja, lo alimentaba. Si fuera hoy sería pollo frito, bistec, papas, té y todo lo demás y él sentado allí. Dios dijo: “Satanás, ¿te das cuenta de lo que Yo puedo hacer? ¿Después de todo no eres tan grande? ¿Te das cuenta? Lo llevaron a la muerte como tú lo demandaste, pero esa madre vio lo que Yo haré allá por medio de Jesucristo con todos los que crean en Mí. Ella lo ha hecho por fe”.

42.­ Moisés fue entrenado como un verdadero comandante, faraón pensaba que él comandaría… Después que ya tenía su pie en el trono… Faraón dijo: “Algún día él será el faraón”. Entonces lo entrenó lo mejor que pudo, pero era Dios el que hacía todo aquello. Los amorreos y otros no tenían oportunidad contra aquel hombre bien entrenado, Moisés, cuando él formaba su ejército en orden y salía con ellos, ciertamente no. Los conquistó igual que hizo Grant con Richmond. No tenían nada que buscar, se los estoy diciendo, él avanzó porque había sido entrenado en toda la sabiduría de los Egipcios. Después que terminó su período escolar, después de su noche de estudio, su mamá lo llevó al dormitorio y lo entrenó. Aleluya. Era una maestra de rectitud. Así que Uds. pueden darse

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cuenta que cada madre es una predicadora y tiene una congregación en su propia casa.

43.­ Ella entrenó a Moisés, le contó y él le dijo: “Madre, yo entiendo, pero con todo este entrenamiento de hoy, ¿qué fue lo que dijiste que Jehová iba a hacer?” Y ella le comenzó a leer por fe. Cuando él alcanzó la edad de ocupar el trono, rehusó ser llamado hijo de la hija de faraón, porque por fe (aleluya) vio lo que su madre había hecho y lo aceptó. Yo veo lo que eso hizo por Pablo, por Pedro y por otros, yo quiero lo mismo por fe. No importa cuan oscuras parezcan las nubes, eso no importa, el sol está brillando más allá y nosotros avanzaremos hasta que el sol brille. Las tormentas no pueden esconder Su bendito rostro. Amén. Él no ha prometido que la travesía sería tranquila, pero siempre ha prometido: “Yo seré contigo”. Amén. Entonces, ¿qué importan tantas tormentas mientras Él esté por allí? Las olas y los vientos obedecen a Su voluntad. Amén.

44.­ Podríamos pasar horas en eso, en ese maravilloso punto de la fe, como guardó la pascua por fe, se encontró con Dios y habló con Él; por fe fue y apartó al cordero pascual, salió y se puso en camino. Era Dios haciendo todo eso por el poder de la fe. ¿Ve lo qué hará la fe? Los llevó por el camino hasta la Tierra Prometida y Uds. conocen la confrontación entre Dios y faraón que ocurrió allá, cómo fue que por fe hizo esto, aquello y lo otro.

45.­ En nuestro texto de esta noche los encontramos en su viaje. Miraron hacia allá y en aquel lugar estaba el Mar Rojo, había montañas a ambos lados, levantaron sus ojos y miraron hacia atrás y allá venía faraón con todo su ejército, con todos sus soldados entrenados, sus carros y los capitanes de cada carro. Venía una gran nube de polvo mientras las decenas de miles, sí, tal vez un millón o más de hombres armados; y aquí estaba este grupo de ovejas arrinconado con aquella manada de lobos que venía hacia ellos.

46.­ ¿Qué ocurrió entonces? Lo humano igual que hacemos nosotros, dijo: “¿No había suficientes sepulcros en Egipto para que nos sepultaran allá?” Así es que pensamos nosotros. Ya se habían olvidado de todo lo que la fe había hecho por ellos unos días antes. Eso es lo que hacemos nosotros. Nos toca el primer dolor después de haber sido orados y decimos. “Bueno, supongo que lo perdí”. ¡Oh Dios! Yo los veo pasar a la plataforma habiendo sido sanados

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de cáncer, ciegos cuyos ojos han sido abiertos, los que habían sido cojos caminando nuevamente y todas las demás cosas. Vemos eso, lo miramos, lo examinamos y seguimos avanzando; pero luego se presenta el primer conflicto y nos olvidamos de todo. Vea al Señor Jesús en el Poder de Su resurrección. Nosotros nos olvidamos de todo rápidamente. Esa es la parte humana.

47.­ Ellos lo habían visto y estaban sin consuelo. ¡Qué momento! ¿Podrían imaginárselo? Un pueblo que había caminado reverente delante de Dios, había guardado Sus preceptos, se había comido el cordero de la pascua, había aplicado la sangre y seguido todas instrucciones que Moisés les había dado reverentemente; y que luego Dios los lleve hasta allá y queden atrapados. ¡Oh Dios! No podían hacer nada. Allí estaba el Mar Rojo, por acá montañas en ambos lados, ellos estaban justo en la entrada y por aquí venía el ejército de faraón, Dios los había guiado a una trampa. Pero Dios, antes que el mundo fuera creado, ya había dibujado el mapa de su viaje para que pasaran por allí. Aleluya. No crean que estoy loco porque grito aleluya, no lo puedo evitar porque reventaría. Yo creo esto. Aleluya quiere decir Gloria a Dios, el aleluya alaba a nuestro Dios. Esa es una palabra que yo puedo hablar en Alemán o en cualquiera de los otros idiomas, aún entre los Hotentotes de Sudáfrica, no importa dónde sea porque es la misma palabra, aleluya se dice igual. Gloria a nuestro Dios.

48.­ Aquí están ellos, arrinconados, Dios había empujado a Sus hijos hacia esa parte de Egipto hasta llegar allí y los había atrapado en ese lugar. El Dios del Cielo los había guiado por medio de una Columna de Fuego llevándolos hasta esa trampa. Ahora, la incredulidad diría: “¿Por qué? ¿Por qué hizo eso?” Fíjense que inmediatamente después que salieron de allí llegaron al desierto de pecado, cayeron en murmuración y todo lo demás. Dios guía a Sus hijos a través de esos senderos.

Algunos por las aguas Otros por inundaciones

Otros por grandes pruebas Pero todos por la Sangre.

49.­ Amén. Así es. Sigan, no importa donde Él los guíe, sigan. Eso fue lo que hizo Israel y llegó a una trampa, el lado humano olvidó los milagros y todas las cosas tremendas que Dios había hecho y comenzaron a preguntarse: “¿Qué podemos hacer?” Entonces

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Moisés clamó al Señor y una Voz respondió: “Estad quietos (Aleluya) y ved la salvación de Dios”. ¿Ver qué? La salvación.

50.­ Satanás había desplegado y probado su parte: Muerte en el río. La fe, el poder de la fe había sido probado por aniquilamiento al salir de Egipto y todas las cosas que habían sido hechas. La fe había probado que era poderosa. Ahora, ¿qué me dice de Dios? Ellos están atrapados y es hora que Dios demuestre algo, ya el pueblo no podía hacer nada más porque habían seguido todos los preceptos y estaban atrapados. Era hora de que Dios actuara. Ellos decían: “¿Por qué lo hizo?” Para mostrarles Su amor.

51.­ Tal vez sea por eso que Ud. esté enfermo, Él quiere mostrarle Su amor, Él quiere que llegue al final de su camino una vez. Uds. saben, algunas veces es demasiado malo, pero Dios tiene que ponernos de espalda para que miremos hacia arriba un rato. ¿Es cierto eso? Sí. Él quería demostrar Su amor, quería mostrar Su Poder, a Dios le gusta manifestar Su Poder. Él le había dicho a Abraham cuatrocientos cuarenta años antes de aquel momento, que sacaría a los hijos de Israel con mano poderosa y Dios tiene que cumplir Su promesa. El mismo Dios que dijo que los sacaría con mano poderosa y lo cumplió cabalmente, es el mismo que dijo: “Sobre los enfermos pondrán las manos y sanarán” . Lo cumplirá al pie de la letra. No importa cuantos críticos sin revelación y demás se levanten con sus teologías y concepciones intelectuales de la Palabra, Dios cumplirá Su Palabra de todas maneras. Amén. No les estoy gritando, lo que pasa es que esta cosa tiene un tono horrible y yo me estoy sintiendo muy bien ahora mismo. Trataré de alejarme un poco de esto.

52.­ Fíjense, ¿no es maravilloso ver a Dios en acción? Hace algún tiempo en Arlington, Texas, estaba en una… Una noche cuando iba al hotel donde me hospedaba oí llorar a una mujer y pensé: “Alguien está en problemas”. Volteé para mirar y allí en aquel lugar estaban dos jovencitas probablemente como de veinte, veintiuno o veintidós años de edad, una de cabello amarillo y otra de cabello negro, estaban abrazadas y lloraban. Yo les dije: “Disculpen señoritas, yo soy un ministro, ¿podría ayudarlas?” Una me dijo: “Sí, Hno. Branham”. Entonces supe que me conocía. Le pregunté: “¿Qué ocurre?” Ella me dijo: “No pudimos conseguir una tarjeta de oración para entrar a la fila, supimos en qué hotel se estaba quedando y nos quedamos allí, pensando que tal vez su sombra

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podía pasar sobre mi amiga y ella quedaba sana”. ¡Oh Dios! Le pregunte: “¿Qué le ocurre?” Y me respondió: “Es algo mental, yo la traje hasta aquí”.

53.­ Al estar parado allí frente aquella gran fe, no manufacturada sino fe de verdad, apareció una visión. Entonces le dije: “Sí, Uds. vienen de la parte Norte de Texas, cerca de Lubbock y tú la trajiste hasta aquí en un vehículo amarillo marca Buick, pasaron una parte por donde el camino era concreto y la otra asfalto. Cuando giraban en una esquina ambas se estaban riendo y por poco tuvieron un accidente”. Ella gritó en un tono muy alto y yo le dije: “Así dice el Señor: ella está sana”. Al siguiente día encendió aquel pueblo, le sacudió el nido al diablo. Permítanme decirles esto, si quieren que el diablo se agite comiencen a predicar sanidad Divina. El día de Pentecostés Pedro predicó y tres mil almas fueron salvas, Satanás ni siquiera se movió; pero dos días después él sano a un cojo en la puerta llamada La Hermosa y todo el infierno se desató sobre él. Cierto. Al diablo no le gusta ver que Dios despliegue Su Poder porque él cree que tiene mucho poder, pero está acabado. Amén. Nuestro Cristo es el que manda. Tome la iniciativa y no permita que él ponga algo sobre Ud..

54.­ Dos días después de aquello con las jovencitas, vino el Hno. Baxter y me dijo: “Hno. Branham, el aceite está ardiendo”. Yo le pregunte: “¿qué ocurre?” Me dijo: “Esta noche lo van a exponer como a Simón el mago”. Yo le dije: “¿Es posible eso?” Y él me dijo: “Sí, Hno. Branham, hay avisos en toda la ciudad, Ud. sabe, las dos jovencitas que fueron sanadas…” Yo le dije: “Sí”. Y él me dijo: “Están en la planta baja llorando y empacando para volver a casa. Da lástima Hno. Branham”. Yo le dije: “Pero ¿qué es lo que pasa?” Él me dijo: “A ella no les gusta porque al dar sus testimonios han levantado un gran alboroto por aquí”. Ellas eran Metodistas. Él me dijo: “Se ha levantado un gran alboroto por eso y el FBI lo va a exponer esta noche como Simón el mago”. Yo le dije: “Si así es, yo debería ser expuesto. Seguro”. Y él me dijo: “Será mejor que Ud. baje y hable con ellas, están en la planta baja”. Yo le pregunte: “¿En qué habitación están?” Él me lo dijo, yo fui y toqué a la puerta, ellas estaban llorando y empacando la ropa y me dijeron: “Oh Hno. Branham, estamos muy apenadas”.

55.­ Yo les pregunte: “¿Por qué están apenadas?” Y ellas me dijeron: “Hemos causado muchos problemas, lo metimos en

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problemas”. Yo les dije: “¿Verdad? ¿Porque alguien haya sido sanado? Uds. no me han metido en problemas, metieron al diablo en problemas, él es el que está en problemas, no yo”. Ellas me dijeron: “Hno. Branham, lo sentimos mucho. Hoy nos sentamos junto a una dama y ella nos preguntó ¿andan con la gente de Branham? Le respondimos: No señora. Pero ella dijo: Sí, sí es verdad”. Una de ellas le dijo: “No, yo fui sanada en el hotel la otra noche”. Pero la mujer dijo: “Escuchen, ese hombre es un brujo y nosotros lo conocemos”. La joven le dijo: “Señora, mi amiga que me acompaña iba a ser llevada al manicomio, pruébela porque ella está perfectamente normal”. Pero la mujer dijo: “Sí, yo sé eso, en una ocasión yo llevé al culto a un niño que tenía tuberculosis, él subió allí, le hizo sus hechizos y el niño se sanó de tuberculosis, pero ese fue el diablo”.

56.­ Cualquiera sabe que el diablo no tiene ningún poder para sanar, lo reto; si el diablo puede sanar está a la par de Dios. “Yo soy el Señor que sana todas tus dolencias” . El diablo no tiene… Esa fue la gran contienda entre los Egipcios cuando sacaron a los encantadores y demás, ellos podían llevar a cabo cosas pero no podían sanar. Cada vez que Moisés hacía algo ellos lo copiaban, lo traían pero no podían quitarlo. Eso prueba que Dios es el único que puede sanar. Amén.

57.­ Entonces ella me dijo: “Lo sentimos, volvemos a casa, lo sentimos”. Yo les dije: “Fíjense, Uds. saben que la joven está sana”. Ella dijo: “Sí”. Yo le dije: “¿No es Dios maravilloso cuando sana?” Y ella dijo: “Sí”. Yo le dije: “Entonces deberías verlo en batalla, es maravilloso”. Ella me preguntó: “¿Va a Ud. a estar allí?” Yo le dije: “Bueno, tú no esperas que yo huya, ¿verdad? Seguro que voy a estar allí”. Ella me dijo: “Hno. Branham, el FBI dice que lo va a desenmascarar”.Yo le dije: “¿Desenmascarar qué? ¿Qué es lo que van a desenmascarar? Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para que me desenmascare, para que el Evangelio llegue a todos los que se pueda, me gustaría que me ayudaran un poco”. Ella me dijo: “¿Quiere decir que Ud. sí va a ir?”

58.­ Le dije: “Seguro, ven y ve al Señor en batalla. Tú sabes que Él es maravilloso sanando, pero míralo en batalla una vez y ve cuan grande es Él. Oh, Él es maravilloso en batalla. Nunca lo he visto en batalla sin que salga con la victoria, aún cuando fue enviado al infierno puso Su pie sobre el cuello del diablo y le arrebató las

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llaves de la muerte, se levantó al tercer día y aún en la muerte salió triunfante. Satanás no puede con Él”.

59.­ Fui y esa noche cuando llegué allá tenían… El encargado de la vigilancia había buscado a unos niños latinos para que recogieran… Dijo: “La sanidad Divina puede estar correcta, pero Simón el mago todavía trabaja”. Yo dije: “Hno. Baxter, todos Uds. salgan del auditorio, regresen. Habían unas tres o cuatro mil personas, tal vez cinco mil. La reunión estaba comenzando y yo dije: “Acá tengo un anuncio que dice que yo soy Simón el mago y que el FBI me va a desenmascarar. Eso lo podríamos arreglar ahora mismo. Vengan y desenmascárenme aquí mismo, quiero que vengan”. Esperé un poco y entonces dije: “¿Dónde están? ¿Por qué no pasan acá?” Esperé preguntándome de qué se trataba aquello, yo no sabía de qué se trataba.

60.­ A mi derecha, en la esquina me di cuenta que había algo parado, era una gran sombra negra, me pregunté: “¿Para qué es eso?” volví a mirar y la sombra se movió de allí, pasó entre la gente, subió hasta el balcón y se quedó sobre un hombre que tenía un traje azul y otro con un traje gris. Entonces vino la visión. Yo les dije: “No es el FBI, son aquellos dos predicadores descarriados que están sentados allá”. Ellos se agacharon así y yo les dije: “No se agachen”. Tres o cuatro tejanos grandes y rudos salieron a buscarlos, pero yo les dije: “No, no, no, no hagan eso. Este no es un asunto de sangre y carne déjenlos quietos”. Porque les habrían puesto una soga al cuello, por eso dije: “No hagan eso. Permítanme mostrarles algo: Si yo soy Simón el mago necesito ser desenmascarado. Bajen a la plataforma y si yo soy un Simón el mago caeré muerto en esta plataforma; pero si soy un hombre de Dios y Uds. están errados, si soy un hombre de Dios, Uds. caerán muertos en esta plataforma y que la audiencia vea quién está bien y quién está mal. Que sea Dios el que testifique quién está bien”. Ellos se quedaron sentados un rato y yo dije: “Cantemos un himno”. Cuando comencé a cantar el himno se levantaron, tomaron el pasillo y salieron. Esperamos como media hora y nadie apareció y desde entonces no han aparecido. Seguro.

61­ Dije: “Estoy enfermo y cansado de eso en todas partes”. Dios es grande en batalla. Cuando Él lo envíe, no tenga miedo, párese allí y vea la salvación de Dios. Les dije: “Quédense quietos, sólo hay Uno que puede dar salvación y ese es Dios; nadie más puede traer

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salvación sino Dios”. Él dijo: “Estad quietos y ved la salvación de Dios” .

62.­ Oh, cuando medito en eso. Aquí venía un ejército levantando el polvo y cuando Moisés se quedó quieto para ver la salvación de Dios, la gran Columna de Fuego que estaba delante de ellos y que los había guiado hasta esa trampa, se movió, avanzó y se puso atrás entre Israel y el ejército de faraón que habían rechazado la Luz. Cualquier hombre que rechaza la Luz recibe lo mismo que ellos recibieron, se le convierte en tinieblas de media noche. La misma Luz que fue Luz para los hijos de Israel, cegó los ojos del faraón y de su ejército. El mismo Evangelio del Espíritu Santo al que Uds. llaman necedad y que se llevará la Iglesia a la Gloria, oscurece los ojos de los teólogos modernos esta noche; el mismo Espíritu Santo en Poder que resucitó a Jesucristo y está en este auditorio esta noche, ciega la vista del predicador moderno y su iglesia. Lo que los ciega, ha dado Luz desde la resurrección de Jesús y el día de Pentecostés.

63.­ Dios lo hará. ¿Puede Ud. explicar eso? Pero si Ud. no acepta la Luz, se le convierte en tinieblas. La criticará, la llamará aleluya, sería mejor si le pusieran en el cuello una piedra de molino y lo ahogaran en la profundidad del mar. Ud. blasfema el Espíritu Santo y no hay perdón. Dice: “Cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del Hombre le será perdonada, pero si habla contra el Espíritu Santo nunca le será perdonado” . Pero Ud. sabía mucho y se burló de los que andaban en el Espíritu de Dios, los que creían en sanidad Divina, la resurrección de Cristo y el Poder de Dios. Ud. se burló de eso, volteó su rostro y se fue de la iglesia. Quiero que vea lo que va a ocurrir cuando se pare delante del Rey que envió este Mensaje. Oh, Ud. cree que está bien pero espere que llegue el día. Este es el día del hombre, pero el día del Señor vendrá. Correcto.

64.­ Fíjense, qué maravilloso… Oh, ya me sobrepasé, será mejor que termine. Dios en Su Poder. Sólo por un momento. Dios moviéndose en Su Poder dijo: “Moisés, ¿por qué clamas? Toma la vara que tiene en tu mano y levanta tu mano y marcha” . Aleluya. Aquí va Moisés con la vara en su mano y con la otra mano levantada diciendo: Andaré en la Luz, preciosa Luz, donde se encuentra cual rocío el perdón… El Ángel de Dios iba delante de ellos en una Columna de Fuego y los guió hasta la orilla, cuando llegaron allí fue como una pared para ellos, aleluya, salieron de la

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trampa, Dios mostró Su amor y Poder cuando nada más servía de ayuda. Amén.

65.­ El poder de Satanás es limitado. El poder de la fe hace cumplir la revelación de Dios. Dios ayuda a los que no pueden actuar ni ayudarse ellos mismos. Hay un dicho antiguo que deshonra a Dios y dice: “Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos”. Eso está fuera de razón, porque Dios ayuda los que no se pueden ayudar a sí mismos. Amén. ¿No es Él maravilloso? El Poder de Dios y lo que hace, el Poder de Dios es lo único que puede dar Vida Eterna, el Poder de Dios es lo único… El Poder de Dios es el que crea un árbol, toda la ciencia del mundo no puede crear un árbol y el Poder de Dios creó al árbol, el Poder de Dios me mantiene vivo.

66­ Si Dios lo llama a Ud., ni todos los hospitales, cámaras de oxígeno y otras máquinas en el mundo podrían mantenerlo aquí. La salvación pertenece al Señor. Es el Poder de Dios el que alimenta al gorrión, es el Poder de Dios el que le habla a un pato por allá, nadie va y lo saca del lago diciéndole: “Vete a Louisiana”. No señor es el Poder de Dios el que lo espanta del lago, ese animalito no sabe a dónde ir pero es el Poder de Dios el que lo dirige hacia el Sur. Aleluya.

67.­ Es el Poder de Dios el que los lleva a Jesucristo, fue el Poder de Dios el que llevó a los tres sabios hasta el pesebre. Es el Poder de Dios lo que emociona el alma de cada creyente. Amén. El Poder de Dios está para ayudar a aquellos que no se pueden ayudar a sí mismos. Amén. Tal vez hayan leído el libro, es un corto relato antes de terminar. Yo soy un cazador y Uds. lo saben, me gusta el bosque. Hace cierto tiempo unos tres o cuatro meses, andaba con los que yo llamo mis dos estudiantes, Leo y Gene esos jóvenes son de aquí, ellos vienen y me siguen, estaban sentados en el porche y yo les estaba enseñando sobre las cosas de Dios.

68.­ Una joven de nuestra ciudad había dado a luz un niño pero no lo quería, era una joven muy hermosa. Entonces tomó al niño, lo envolvió en una manta y lo amarró con alambre, luego tomó un taxi y fue hasta el puente donde lo dejó caer al río; pero fue atrapada. Estábamos sentados allí hablando de eso, juntos con el señor y la señora Wood, el que vende los libros, estaban allí; ellos son mis vecinos y viven al lado. Luego llegó el lechero y estábamos sentados allí en el porche esa mañana tan caliente, cuando me di

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cuenta que algo venía por el camino y miré hacia allá. Hay un bosque allí que se llama Artic Springs y quedaban como unas cuatro casas entre ese lugar y yo. Allí venía una zarigüeya arrastrándose, había pasado por todos esos lugares que no tenían cercas y llegó hasta la casa que tiene una pared de piedras con una cerca y entró por el garaje.

69.­ Yo entiendo mucho a los animales porque los he estudiado y fui guardia de cacería durante años, me encanta la vida silvestre, vivir allí y estudiarla. La zarigüeya no ve durante el día, igual que el búho, pero se mueve de noche y no lo hace durante el día, a menos que haya sido molestado y esté huyendo. Bueno, allí venía esta zarigüeya y yo me preguntaba por qué había llegado hasta mi casa. Dije: “Puede que tenga rabia”. Entonces le dije a Gene y Leo… Fui a buscar un rastrillo que estaba en el patio, el cual el hermano Wood había estado usando para amontonar la grama y se lo puse encima a la zarigüeya. Normalmente ellos se hacen los muertos, muestran los dientes y se quedan quietos.

70.­ Pero en vez de eso mordió el rastrillo y yo me dije: “Supongo que tiene rabia o está mal herida”. Me percaté, disculpen esto porque es un poco asqueroso decirlo, pero tenía gusanos, por las moscas; y además las moscas verdes revoloteaban sobre ella. Su pata había sido mordida por un perro o pisada por un carro o alguna otra cosa, la tenía partida y la arrastraba. Mordía el rastrillo. Entonces me di cuenta que estaba muy agotada y cuando le puse el rastrillo encima… El canguro y la zarigüeya son animales que tienen una bolsa donde tienen a sus crías. Por supuesto que tienen como un nervio que la mantiene cerrada; pero ésta estaba tan agotada que la bolsa estaba abierta. Entonces me di cuenta porqué era que luchaba tan fuerte: tenía nueve crías como así de largo… entonces les dije a los muchachos: “Vengan acá y les enseñaré una lección, esta zarigüeya bruta y sin entendimiento es más madre que aquella mujer que ahogó a su hijo. Fíjense, esa mujer saludable, joven y hermosa, sólo por poder ir a esos lugares y disfrutar, ahogó a esa inocente criatura en el río. Pero esta madre zarigüeya que probablemente tiene sólo veinte o treinta minutos de vida porque está muy mal herida, tal vez no pueda vivir media hora pero da esos treinta minutos para luchar por sus crías. Hay más de madre y verdadera moral en esta zarigüeya que en aquella mujer”. Una mujer es algo maravilloso y un hombre también, pero cuando se

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apartan de Dios llegan más bajos que las bestias, hacen cosas que una bestia no haría.

71.­ Retiré el rastrillo y ella no dudó ni un instante, siguió subiendo y se echó junto a los escalones. Me acerqué y la toqué un poco pero no se movió, estaba casi muerta. Los demás dijeron: “Está muerta”. Yo les dije: “No sé”. Volví a tocarla con un palo y no estaba muerta; sus pequeñas crías estaban tratando de alimentarse. La señora Wood que está sentada aquí y es una amable Cristiana nacida de nuevo, si es que alguna vez he visto una; ella es veterinario y me dijo: “Hno. Branham, lo único humano que se puede hacer con esa zarigüeya es matarla. Fíjese Hno. Branham, vea a esas crías alimentándose y tal vez ella ya esté muerta o lo estará dentro de unos minutos, esas crías se morirán de hambre, lo único que se puede hacer es quitarles las crías y matarlas y matar a la madre también, porque Ud. no podría criarlas, son muy pequeñas y Ud. no podría criarlas”.

72.­ Yo le respondí: “Hermana Wood sé que eso es lo correcto pero no lo puedo hacer”. Ella dijo: “Pues, Ud. es un cazador, ¿verdad?” Yo le dije: “Sí, pero no un asesino. No puedo hacer eso. Las zarigüeyas son comestibles y hay gente que come esas cosas, sirven de alimento. Yo he matado muchas pero lo hice para comer, no así”. Entonces ella dijo: “Deje que lo haga Banks”. Banks es su esposo y mi buen amigo. Yo le dije: “Yo tampoco quiero que lo haga”. Entonces ella se fue, era lo único que podía hacer. El día había sido largo y yo traté de hacer comer a la zarigüeya, pero ella no se movió más y las pequeñas crías estaban tratando de alimentarse. Estando allí echada bajo el sol caliente que caía sobre ella, yo pensé: “Oh Dios, ¡qué escena!” Tenía la pata muy hinchada, como así, tenía gusanos y las moscas revoloteaban alrededor de ella; traté de echarle agua para alejarlas, Uds. saben, pero regresaban de nuevo. Ya tenía gangrena. Me dije: “¡Qué escena tan horrible!”

73.­ Entonces llegó la larga noche y el Hno. Wood fue a la casa y me dijo: “Hno. Branham, Ud. ha estado ocupado hoy con tanta gente entrando y saliendo, será mejor que demos un paseo”. Así que él y su esposa y mi esposa y yo, nos metimos al carro y salimos a pasear por la región. Estábamos paseando cuando de repente, creo que fue mi esposa la que dijo: “¿Viste a ese cachorrito que estaba allá?” Entonces di la vuelta y me regresé, fui a buscarlo y el pobre animalito era como de este tamaño. Estaba lleno de gusanos, muy

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hinchado y lleno de pulgas. Dije: “Pobrecito”. Y la hermana Wood dijo: “Creo que debería matarlo porque se va a morir”. Pero yo le dije: “Me voy a llevar ese animalito a casa”. Fui y busqué un remedio para los parásitos y algunos polvos y lo mediqué. Ahora es un buen perro.

74.­ Esa noche llegamos a casa como a las diez y media o las once y allí estaba la zarigüeya. El Hno. Wood dijo: “Ya no se va a mover más porque cuando oscureció se habría movido, ya no lo va a hacer”. Allí estuvo toda la noche y yo no podía quitarme a esa zarigüeya de la mente. Billy, que había estado pescando en alguna parte, llegó como a la media noche y la zarigüeya todavía estaba allí. Al día siguiente yo salí como a las seis y media o siete, cuando me levanté, la zarigüeya seguía allí. Yo pensé: “Está muerta”. La moví un poco con el pie y noté que mostraba los dientes de un costado mientras yo la tocaba. La pobrecita parecía que todavía estaba alimentando a sus crías. Pensé: “¡Qué lástima! No tiene fuerzas para cerrar su bolsa”.

75.­ Mi hija Rebeca como Uds. saben, la que está en las reuniones y ora por los enfermos, salió, la miró y dijo: “Papi, mira a esa criaturita”. Yo le dije: “¿No es eso triste querida?” Ella me dijo: “No puedo mirarla”. Y volvió a la casa. Yo me fui a mi cuarto de estudio, me senté y levanté mis manos así, dije: “No sé qué haré con esa zarigüeya”. Estaba sentado allí meditando cuando Algo me dijo: “Tú estuviste predicando un sermón sobre ella ayer, que era una verdadera madre”. Yo respondí: “Sí, yo sé eso. Estuve predicando a Leo y Gene, al lechero y a los demás, sobre la verdadera madre que ella era. Eso es correcto”. Dijo: “Hablaste de que ella quería cuidar a sus crías”. Yo dije: “Sí, correcto. ¿Qué hay de eso?” Y Él dijo: “Yo la envié aquí, ella ha venido y se ha quedado en tu puerta como una dama durante veinticuatro horas para que la ores y tú no le has dicho ni una palabra”.

76.­ Entonces pensé: “¿Con quién estoy hablando? ¿Qué ha sucedido aquí? ¿Con quién hablaba yo? Yo le estaba respondiendo a Alguien”. Y en ese instante lo sentí. Pensé: “Oh Dios, ¿eras Tú? Perdona a Tu indigno siervo”. Salí hasta donde estaba la zarigüeya… Yo me enfrentaré en el juicio con esto. Salí hasta allá… yo lo he visto en otras oportunidades no sólo con la zarigüeya sino… Fui hasta donde estaba la zarigüeya y allí estaba ella muerta. Dije: “Padre Celestial, yo sé que Tú me muestras visiones de seres

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humanos enfermos, Tú hablas a sus corazones para que vengan y se ore por ellos. Tú me mostraste al Hno. Bosworth, la visión con el momento exacto, el Ángel de Dios trajo el telegrama hasta aquí en veinticuatro horas desde Sudáfrica y me dijo que él estaba allá en esa condición. Pero, ¿es Tu Gracia Soberana sobre este pobre animalito sin entendimiento? Ella no tiene alma, no sabe de revelación, pero el Dios de amor y el Dios de vida, que conoce al gorrión tan insignificante que se necesitan dos para… Jesús dijo: “¿No se venden dos gorriones por un cuarto?” Y vuestro Padre los conoce a todos. [Mateo 10:29]

77.­ Allí estaba aquella zarigüeya y yo dije: “Si el Espíritu Santo ha guiado a esa zarigüeya sin entendimiento y aquí está ella inconsciente… Dios perdóname. Si Tú querías que yo orara por ella, si la enviaste aquí pero yo no tuve el entendimiento para saberlo, te ruego Padre, en el Nombre de Jesús, que sanes a esta madre”. Dios que es mi Juez, aquella zarigüeya se volteó, me miró, se levantó, junto a sus crías y las metió en su saco, ya no cojeaba ni nada, miró hacia atrás, hacia a mí como si quisiera decir: “Gracias señor”. Y se fue atravesando el patio, salió por la puerta, salió de la casa tan bien como alguna vez había estado. ¿Qué fue eso? El Poder de Dios. Aleluya. Dios gobierna la naturaleza. ¿Quién hace aparecer las estrellas en la noche? ¿Qué ciencia podría hacerlo? ¿Quién hace que el sol se oculte por la noche y salga por la mañana? ¿Quién mantiene al mundo en su órbita? El Poder de Dios. ¿Quién sostiene su alma en su…? El Poder de Dios. Aleluya. El poder de Satanás es limitado pero el Poder de Dios no tiene límites. Yo creo en Dios.

78.­ Oremos. Nuestro Padre Celestial, te damos gracias por Jesús el Hijo de Dios, por Su misericordia y todo lo que ha hecho por nosotros; te damos gracia por los ejemplos de la bendita Biblia. Esta amada Biblia forrada en negro le ha señalado el Camino a los peregrinos de todas las edades. Te damos gracias Señor, porque Tu Espíritu Santo se mueve sobre Ella como la Gloria Shekina. Que los hombres puedan abrir esa Biblia, escudriñarla y avanzar hasta el Santo de los Santos para vivir en la Gloria Shekina en la Presencia del Dios Todopoderoso, para atravesar el velo abierto. ¡Oh, gloria a Su Nombre!

79.­ Te damos gracias por Tu poder. Dios Todopoderoso, en esta noche ven a la plataforma junto a Tu inservible siervo y haz aquello que hiciste cuando estuviste aquí en la tierra, para que la gente

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pueda saber que ni el hombre ni la ciencia pueden hacerlo, debe venir por el Poder de Dios. ¿Quién hace a la flor crecer? ¿Quién hace a una rosa rosada y la otra amarilla? ¿Quién pinta los cielos? ¿Quién toma el pincel durante el otoño y trae la helada para pintar las hojas de rojo y amarillo? Aleluya. Es el toque del Maestro, el Dios de toda la eternidad. ¿Quién levanta al enfermo cuando está derribado bajo las sombras de la muerte? Sólo Dios. Te ruego Padre, que en el Nombre de Jesús, te muevas esta noche y levantes a los enfermos y afligidos para Tu gloria. Amén.

80.­ Lamento haberlos detenido hasta tarde. Yo le amo. Sólo para meditar que estamos viviendo en la Presencia del Rey. ¿Alguna vez han cantado ese antiguo himno?

Aleluya, aleluya, He cruzado el velo abierto donde la Gloria permanece,

Aleluya, aleluya Estoy viviendo en Presencia del Rey.

81.­ Aleluya. Hemos cruzado el velo abierto, donde la gloria permanece, donde la Gloria Shekina de Dios sigue viva, no se contamina, no se mezcla con el mundo, se aparta, santifica al creyente, saca todas las cosas del mundo, toda duda y oscuridad de su mente, forma un corazón puro. En una ocasión Dios escribió Sus Leyes y las puso en tablas en el Arca; hoy, el hombre que vive en la Gloria Shekina, bajo el sitio de misericordia, Dios escribe Sus Leyes en su corazón y lo guarda. No quiero comenzar otra vez. Amén. Me alegra mucho que podamos vivir en presencia del Rey. +

[Continúa la línea de oración]

Nº 145 EL LIBRO DE ÉXODO PARTE II

COLECCIÓN LA PALABRA HABLADA VENEZUELA Este Mensaje fue predicado por el hermano

William Marrion Branham En Octubre 06 de 1955, en Chicago, Illinois. E.U.A.

Traducido del Inglés al Español en Octubre de 2008. En el Tabernáculo de Cabimas, Venezuela.