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CAPITULO SEGUNDO.

NO EXISTIO EL IMPERIO DE ITURBIDE

I. Qué fué ci plan de lguala?.—li. El gran enemigOdel plan de iguala.—Ill. los Partidos Politicos.—IV. La Contra-revolución de re nquista—V. LaRepüblica jacobina establecida Wh 1822.—IV. De-rechOs y deberes de un jefe de revoluciófl. -VII. La sOberanIa de Iturbide como jefe revolu-nario.—VlIl. El goipe de EstadO del CongresOde 1822 contra los principios proclamadOs ytriunfantes de la revoluci6n.1X. Los republi-canos ante Iturbide.—X. En plena anarqUla.—XI.El innoble opresor y ci gran oprimido.

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El plan de, Iguala HO es UI! l)act() entre ciderecho de conquista y el Ierecho moderno.SostenIan la causa realista: un gran ejércitomeXicaflo eon jefes y ofieiaIt.s criollos, el dc-ro, los españoles, los mexicanos espanolizadospor amor a lo españoles ó por horror a los in-surgentes originado por lo que (reian (jueera coinducta criminal (?fl SU lflOLlO de revo-lucionar, ó porque en vista de su desordcn nodaban A la sociedad las del)i(laS garantIas. flide que pudiese triunfar una nueva revolu-ción, ó bien de que una vez triunfante fuera

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posible establecer un gubieruo digno de tatno rnbre.

El partido realista eon los elenieiitos quelie expuesto, era clemasiado fuerte y habIa pro-bado ser inveneible. Iturbide eoncibió el plande retirar el apovo de los niexicallos a la, eau-sit realista. y hacer de Ia guerra de ind@pen-dencia una guerra franca y limpia de niexica-nos contra españoles, quitáiidole la deforniidadcit guerra civil que liabia tenido nueve aflos.El pelisanhiento fu-6 grande. y hay que honrarpor él it su aufor. El clero, ann cuando teniaespanoles a su cabeza, estaba (lispuesto a sa-criflear ci espaiiolisrno, antes que sacriflear susrnits caros intereses en ci liberalismo que sedesarrollaha en la monarqula espaiiola. Itur-bide hizo bien en levantar el pendón de Ia in-viulabilidad de los privilegios de la Igiesia queeon tan-to ardor defendla el ciero; Con lo eualatraIa it Sn causa it los espafloles y eriollos ul-tramontanos. Con su idea de la Union entremexicanos y españoles. consideritudolos it to-dos'con-to hujos del pals, eehaha abajo la ban-dera de iMueran los gachupines! y aniquila-ba ci prograrna dc persceueión contra ellos;consiguiendo as1 ci apoyo de muchos españolesniexicanizados. entre otros motivos por haberforinado familias Inexicanas y tener puestosrnuy queridos en la so'ciedad. Con el progra-na de unin se aleanzaba tambin ci apoyo delos rnexieanos que arnahan la independenciay no la, favoreclan por horror al progranla in-surgente de destrueeión del elernento espafloien su s, personas y propiedades. Con la pro-

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mesa de independeneia, Iturbide halagaba le-gltiinainente A todos los nativos del pals. Conla proinesa de itna monarquIa constitucional,Iturbide satisfaeIa las aspiraciones fundatnen-tal&s de los insurgentes y de gran parte derealistas, de abolir para saeinpre el absolu-tisiiio.

Con I promesa de poner en ci trono a unprinipe extraiijero, Iturbide habla creldo cvi-tar las terriblts luehas de la ainbieión -por cirnando supremo, que tan funestas habIan sido

la revolucion Cfl lo material V en lo moral.Qué intereses lastimal)a el Plan dc Iguala?

Los de los republicanos? Zavala. republieanoprogresista. libre pensador y test igo ocular.nos dice: ''Los republicanos, que enton-ceseran los pos hombres que hablan podido leer.algunas ohras de poiltica, especialmente ci"Contrato Social" de Juan Jacobo Rousseau."(1). No hahIa, pues. partido republicano, nichico ni grande, sino unas enantas personas Yun revolucionario trata de atraer it sri causa cimayor niimero de partidarios, y solo loco sele puede ocurrir inseribir en sri bandera losprincipios de unas cuantas personas. que ha-rlan huIr de la causa a ]as mayorlas. No hayquc andar eon amor patriótieo de farsa; si elbjeto de Ia revoinciOn dehIa ser la indepen-

dencia. es decir. si los mcxieanos pretendIanennohleeerse formándose irna patria. es anti-patrWtico pretender que ci caudillo de la in-dependencia la huhiera hecho fracasar por dar

(1). Zavala. torno lo.. pág. 1E2.

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gusto a unas cuantas personas que habIan lei-do a Juan Jaeobt Rousseau, y sin lograr porello que los priucipios de esas cuantas perso-nas prevaleciesen. Los celisores de Iturbidenecesitan probar quc fracasando la indepen-dencia. podia llab&rse obtenid() la republica.

LII ci partido insurgente habIa dos eausasiJoI)lcs la de la in.depeiideiicia y la ile la li-hcrtal. porque las monarquIas eonstitu•cioiia-les, en primer lugar la tic lllgiaterra. y des-piles las tie Italia. liolanda, Dinatnarca, Sue-cia, Noruega y otras iiacioiies, sabeii dana.Tampoeo naufragaban por el plan de Iguala losintereses de los demagogos, porque las pocaspersonas republicanas que figuraban no lo eran.rflafllpoc s.c sacrifieaban eon ci plan de Iguala,Ian favorable a la. religion catOliea. los jute-reses de otra religiones ni los de los librespt-nSa(Iorcs. porque no existIan los unos nt losotros, y nadie, iii los republicatios. pensabanen la libertad de conciencia. lududablenientequc si I turbide liubieraa, puesto en su ban(lera]as Icycs mexicanas de reforma de 1839, serIarnuy simpatico a los jacobinos ac'tuales, anncuando la independciieia hul)iera fracasado.

El plan de Iguala produjo tan espléndidos Iresultados, porque colocó sobre eada iiiteres es-pecial 0 privado, tin obelisco tie esperanzas do

ue serIa él quien aproveehase tie la nueva Si- H

tuación, y al mismo tie.rnpo ese plan satisfaeIaIa frenétiea ambieiOn general tie independen-

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Tihi vez trimifanti , Ia (ausa. (le la indtpeii-dencia, ci plan de Iguala dejaba de ser uneX(clS() instruinetito de pacifieación. para 0Ofl-vertirsc cn un plan de gobierno, y debia morirL fllàflOS 1c nn implacable enernigo : la reali-

(I a (1.Nu4va Epaiia nunca fué una sociedad tOfl

iIeiniitos 'nionarquistas ; Ia rnonarquIa abso-luta reposa sobre una fuerte aristoeracia mi-litar diVidida en dos partes : u!Ia agraria in-niensanTien ete ria, Ia otra famnélica. parásita (lelbolsillo (lel rey. por lo cual ci rey necesita te-fl0r 00111O bolsillo ci (10 todos V eadi vino desus gohernados. La rnonarquIa eonstitueionaldebe reposar sobre una aristocracia militaragraria, sobre una p1utocra(ia V sobre Unmento popular dividido en I radicionalista yIi heral.

En Nueva España faltaba la aristoeraciaagraria militar, en c'onseeuerlt1a. no era p(,-We la monarciula absoluta ni constitucional.

El gobierno pintoerático debe apoyarse ennfl uJer0ito rnerCPflaTiO. y entonces queda so-mctid() al jut-go fraudulento do los eonclotie-ros. sostenerse en elementos (lemnoeral IeOS,fliVi(liefl(1O eon ellos ci poder. En Nueva Espa-i9a no baba elementos populares democrâtieosporque no lo podIan ser masas analfahetaseducadas quinientos anos para ci servilismoazteca y 0OlOflflLl por cc)nsiguiente. la pluto-(raeia solo huhiera podido rposar slemprecon tumbos sobre ejército -mereenario.


La plutocracia que existla en 1821. siendo•espaiiola. era profundamente odiada, y no po-dia aceptarla conio clase gobernante un pueblodecidido a ser y a sentirse independiente. Esaplut(Jeraeia colksiderada como opresora y cx-tranjera, no servia nths que para excitar con-tra ella toclas las fuerzas naeionales

Ann cuando ci plan de Iguala aceptado Ca-lurosamente por todos los nativos. ofrecIa paY union it los espanoles. la Ilistoria Universalya existIa para probar que ios pueblos no cum-plen con su palabra. cuando no ies convien. Yue todo coinpromiso eontraIdo con un pueblo

es igual a cero. si para ese pueblo es cuestionde ruina ó muerte el eumplirlo.

En virtud de -to expuesto. solo podIau serpartidarios del plan de Iguala la gran mayo-rIa (Ic la clase espafloia.

Veinos eórno estaba ci campo adverse.

ii]

El héroe supremo inililar, Idolo (IC su jér-Cito, es tainhjén, y forzosainente , Idolo de lasclases populares que aman la gloria sin haberaprendido a amar Ia libertad. Iturbide, ha-biendo sido legitimamente ci héroe dl c-jéreitotrigarante. tenIa que ser el Idolo d. , his elasespopulares. Resfwcto de la clase in.Jia, tan vi-eiada y tan sonietida A la empleomanIa. teniaque ponerse del lado del héroe si le daba eni-pleos. y en contra si Sc los negaba. M ientrasexisticra ci espantao tie I iberal isino auticle-rical en spaii Tturil)i(-le tenIa que 5cr para

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el elero uiia especie de emperador Constantino..Los agrarios latifundistas, como deudores delelero por todos sus bienes, tenlan que seguirloen poiltica, y adeinás, sus sentirnientos en ma-tt-ria dc cosa ptiblica habIan brotado y flore-cido en ]as praderas del absolutismo. Zavala,testigo ocular, nos dice: "Estaban por Iturbi-(IC (para Emperador), el clero, la miserable no-bleza del pals, ci ejéreito en su mayor parte,y l pueblo bajo, que no veIa en este jefe másque al libertador de su patria: (1) es decir,estal)a por el ifli)erio de iturbide Ia inrnensamayorIa de Ia nación.

En 1910 he visto sostener unánimemente portodos los escritores jacobinos, que para ciuehaya democracia basta que el gobernante ernauc de la voluntad de la mayorla del pueblo.Conforme a esta doctrina que es falsa, peroque es la sostenida por los jacobinos tan ene-migos de Iturbide, debe asegurarse que Itur-bide con su irnperio fundó la democracia me--xieana de Ia manera más correcta y completa.

La verdad es, que cuando la voluntad de unpueblo no CS demoerátiea y sufraga por unateocracia, eesarismo ó plutocracia, ese pueblo.no puede estar tiranizado, porque si sintieratiranIa a causa del gohierno que él mismoclige libremente, no lo eligirla. De manera queIturbide fué un gran dernócrata ó fué unsar que no tiranizó al pueblo.

Si apoyó a Iturbide Ia gran mayorla de lanación, es curioso examinar de qué medios se

(1). Zavala. Tomo 10., pág. 162.

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valió hi minorIa, furmada casi en su totalidadput- espanoles, niinoria odiada en su parte es-panola. par derrocar en tan poet) tiempo, yvengarse de tin modo tan terrible. del héroe deIgua Ia. Parece i mposible que seinejant e tareapulItica haya potlido sr ilevada a eabo, contanta firineza. acierto y at roidad

IvLos espanoles Viet-on cii ci plait de Iguala,

a seguridad de ejerer su doininacion sobrelos nativos (tel pals. eonstituyéndose cii árbi-tros de lit inonai-jula pot' medio de su (b)znina-ción en ci Congreso. hay que fijarse bien enel hecho siguiente, qile eon Sn talento dc pri-mer orden IIOS expone Zavala: ''LTho dc losgrandes males que vi n icroit a Ia iiación conhaber los riuevos legisladores tornado sus lee-ciones en la esciiela de los reformistas espa-holes. fué ci de haberse persuadido que los eon-gresos erait lo que los reyes bajo ci gobiernoahsoluto. Se pro clarnó ci prin cipio abstractode soberanla nacional; y en lugar de sacarla -onsecuencia legItima, de que al delegar cipueblo sus poderes a los representantes, solodaba aqueflas facultades ciue eran absoluta-mente necesarias para organizar la nueva so-ciedad de una manera espeditiva ii sits necesi-dades y dereehos, se arrogaron Ia plenitud tieIa misma soheranIa. y lOS congresos fueronconsiderados conio los arbitros de Ia suerte tiein republica. Este grande error provino (i( hiidea equivo4eada de qiie In naeiOn transmitIa

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todas sus facultades y poderes a los eungre-sos, y del habito que hahla de obedecer a unrey quo mandaba ilirnitadamente.'' (1).

Si en 3l6xico so consideraba en 1821. cjue t'icongreso había (IC sCi• oinnipotente y qu ' larnonarquIa (oiIstItueiotial. la repühliea inotle-rada, y là derno)craeia roia, consitlan e;i (jUla tiranIa absoluta. en VCZ de residir en unIioitibre lianiado ny. debe residir en la ma-voria d& una asaflil)lea llam.ada c2intar'1 popnL-lar. l)0C 4) importa entoflees cine Cl podttiVo este represent ado Por Ufl rey. por -tinsar. por un dictador, por un héroc. por mi pro-sidente constitucioflal. por un Consejo 6 poruna .Junta. Tolos tienen que son eselavos (liet'se tirano oinn ipotente ilaniado ('ongreso.

A quién debía pertoiiecer Ia inayorIa do(Se congreso omn ipot eten ? Eso problema luresuelve sit-m-1-m- in ley electoral. La plutoera-cia espaflola so apodero dc Ia junta de gOl)ier-no. quo eonfornw al plan do Tguala. debla cx-pedir In convocatoria par las cloceioiies COnsu eorrespoTl(lieflte icy electoral y esa pluto-rracia expicliu una icy electoral ostravaganto.antideinocratica. antinacional. antimexicaria alrnis al-to grado: y por rnedio do ella se hizode la mayoria del con greso omnipotente. Ex-traflo y horrible fen6meno politico! Una na-eión quo acaba de conquistar 511 independenciaV quo lieva trescientos aiThs do odiar i sus do-ininadores. y eue (IiPZ flilIOS ha (lerrarnado to-rrentes do sangro v hundIdose en un océano

(1). ZavaIa, Tomo 2o.. pág. 398.


dolor, (le desgracias y de deshonra; esa naeiómen el primer dIa (le su libertad obtiene Ia ti-ranIa absoluta de esos gachupines a quienestan to ha aborrecido; tiranIa que no existla an-tes de su independencia, porque la monarqujaespanola. se empenó en que no la hubiera, expi-diendo su benévola legislación de Indias.

Una vez obtenida la omnipotencia por la cia-se espailola, ejercido por medio del congresoomnipot.ente. Iturbide, en calided de empera-dor O de jefe de regencia ó de cualquier cosa, te-ula solo cuatro caminos que seguir: bajar de suposicion, arrojarse a los pies del partido es-pañoi y pedirie perdón, iiuitar a Luis XVI &it Cromwell, ó lo que más adelante dire.

Se ha dicho que los españoies tenIan dere-cho a exigir de Iturbide ci curn4plimiento delplan de Ilguala. No es cierto, porque despuésque Fernando VII rehusó el trono, v lo mis-nio los prIneipes espailoles a quienes se lesofreciO, tocaha al congreso designar al trono deiIexjeo a otro prineipe eatOlic•o. ann cuandono fuera espafiotO y Alainán nos (lice que auncuando ci eongreso nornhró cornisión para die-tarninar sobre ci asunto, ésta jarnás quiso ha-cerlo. y nunea ci congreso intentó obligarla adictaniinar. j.Por qué? Voy a explicarlo.

Después que España rehusó dar un prInci-pe para ci trono de Mexico, se dirigi6 a todas]as potencias. diciéncloles en nota de 13 deFebrero de 1822, "que considerarIa en todostiempos como una violación de los tratadosexistentes ci reconocimiento parcial ó absolu-to de la indeperidencia de ]as colonias en Amé-

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rica, entre tan-to que las diferencias que exis--tIan entre algunas (le estas colonias y la metro-p011 no se hubiesen terminado, auia,diendo queci expresado gohierno testificará de la mane-ra .más positiva cine hasta el presente, (13 deFebrero de 1822). la España no ha renuncia-do a ninguno de los dereehos que poseIa sobre]as expresadas colonias." (1).

Despiiés de esa declaraciOn tan terminantede España. Lqu,6 prIneipe catolico podia venir?j, Ln Borbon de Francia? -no habla más que elque fué Carlos X. clue esperaha la sncesión desu hermano. v ademis la rnonarquIa francesatstaba hajo e1 donijnio del clero. resuelto a ayu.-dar a Espafla, habiendo liegado a conseguirque un ejército frances repusiera en 1823. en suabsolutismo a Fernando VII. y esa prueba deaniist.ad a Fernando VII deshacIa la creenciade que pudiera venir a Mtxico un prIncipefrances. Bélgica, nación nruypequelia, estababajo el dominio de }Iolan(la pals protestante;Portugal en ningün easo se podia atrever amandarnos un prIncipe sabiendo que le costabainmediatameTnte una guerra eon Espafla. Respecto de Austria. Prusia y Francia declararon(lOS veces oponerse. Tampoco era posible admi-tir quo nn prIncipe catolico dc sangre real yeasa reinantp vendrIa a Mexico fugado ó con--tra Ia voluntad de Europa. Maximiliano que-hizo una locura eon venir, aceptó el trono des--puCs quc Francia le aseguró su apoyo, mi--1 itar. material v moral y después (IHO rljoron

(F). Zavala, Tomo lo.. pãginas 160 y 161.Independenc1a.23

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su consentimiento Inglaterra y Austria. En1822 el gabinete de Madrid aseguró a las Cor-tes y al pueblo que ningün prineipe católicoofend&rIa a Espafia aeeptando el trono dMexico 6 de cualquier otro pals latino-amé-ricano. El Papa estaba tarnbiCn decidido porla causa .de Fernando VII, y en 1822 ningánprIneipe católico se hubiera atrevido a aceptar troiio alguno en America ante la resuel-ta oposieión de la Santa Sede.

La plutocracia española de Mexico ste-nia correspondencia muy aetiva con los perso-najes politicos más encumbrados de Espaiiay estaba al tanto de la imposibilidad de (jueviniera a Mexico un •principe católieo. Si la•comisión de la Cámara hubiera dictaminadosohre la eleceión del nuevo prineipe despuésqiie rehusaron los Borbones de Espaãa se ha- -I-

bria encontrado con la negativa del prineipehabrIa surgi'do là neeesi,ad de adniitir una ]n'-narqula mexicana qi.ie no podia ser más quela de Iturhide ó una repühlica repugnante puésel aspeeto de la francesa habla causado pavoraim ntre los más osados liberales.

Conocien.do el partido espaiiol Ia iniiposibili-.dad (le o1)tener 1111 principe europeo para es-table'cer el plan de Iguala, tenla ciue optar en-tre la humillante surnisión completa al eleinen-to mexieano a quien siem..pre habla despreciado6 intentar la contrarrevolución de reconquistaEsta podia ser muy fácil, una vez obtenido elmando supremo y absoluto ciue daba la mayo-na del Congreso omnipotente. bastaba cambiarl personal del poder ejeeutivo, reemp elazándo-

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lo per personas adictas al partido español. Noera necesario hacer que se contrapronunciarael ejércrto mexicano, lo que debía ,juzgarseimposible; destruirlo era obra insignificaute,una vez que el elemento espaflol coritara conlos poderes legislativo y ejecutivo. El prirneruse encargarIa de reducirlo lo niás posible ha-.ciendo valer la necesidad de econonilas, ci se-gundo se podia encargar de diseminarlo, situarrdo fracciones de quinientos ó mil hombresen Guadalajara, Colima, Zacatecas, San Luis,Acau1o, Durango, Saltillo, Nuevo Ieón, Chi-huahua; (lejafldO en Veracruz quithentos hom-bres y mil en la capital; y si a ésto se afladeno mandarles municiones ni haberes para fa-cilitar la desereión; con cuatro rneses de estetratamiento el ejéreito mexicano , habria que-dado aniquilado. Y era el momento de queapareciera en Veracruz una expedieión de quin-ce ó veinte mil soldaulos espafloles que unidosa los seis mil y pico existentes habrian bas-tado para liacer la reconquista temporal. peroque los españoles que siempre han side m.uyilusos podIan creer definitiva.

Me fundo para considerar como seguro queexisti6 tal plan en los hechos siguientes: pri-mero, se trató de reducir el ejército lo rnásposible euando Iturbide alegaba que en Euro-pa la Santa Alianza solicitada por España estaba •dispuesta a prestar su poderoso auxilio aesta potencia para que por las armas recobrara las posesiones que en America habIa per-did. Sin Ia oposici6n eategórica y amenazan-te de Inglaterra y de los Estados Unidos, Fer-

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nando Vii habrIa obtenido su objeto de recon-quista temporal. En Marzo de 1822 el presiden.te 'Monroe deciaraba que el gabinete de Wh.ington tenIa el dereclio de reconocer como Es-tados librts las nuevas repbIicas y entrar eonellas en relaciones polItieas y comerciales, pe-ro todavIa en esa époea aseguraba solenine-inente qUC ni por Un mOmento pensaba en aban-donar su polItica de extriela neutralidad. Has-ta fines del año de 1823 se hablO como de unhecho definitivo que Se reuDirla en Paris, asolicitud de Fernando VII. un .ongreso de laspotenciaE que forniaban la Santa Alianza. paracombinar con España los medios de procederinijnediatamente it la reconquista de las eoloilias espanolas ernancipadas. o hay que olvi-dar que los hechos mexicanos de que me eStOy

ocupando corresponden al año de 1822. y cipresidente Monroe hizo hasta el dos de Diciem-bre de 1823 su declaración de que die ningün nio-lu los Estados Unidos p(1)dian 1 ermaneeer indiferentes ante la actitud de la Santa Alianzay España.

Respecto de Inglaterra, P.1 ministro Castler-cagh habIa comenzado At ocuparse de la actitudde Espalia, empeflada en obtener ci apoyo clelas grandes po-tencias militares para reeupe-rar sus colonias; mas ese ministro - nrurió enAgosto de 1822. Su sucesor, Canning, mani-festó en Octubre de 1622 al gobierno francesciue so reservaba una. entera lihertad de aecionrespecto a la cnestión dc Nuevo Mundo, ycuando el rnismo ministro supo que Franejapreparaba un ejérc'ito para quo niarehara It

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España a reponer el absolutisrmo de FernandoVii, deelaró que Inglaterra reconcerIa inrnediatainente la independencia de las nuevas re-publicas latino arnericunas, si Espaiia encon-traha apoyo armado de alguna ó algunas p0-tentias. Fernando VII consiguió hasta Mayode 1824 que la Santa Alianza invitase a Inglaterra a concurrir al congreso de Paris, con elobjeto de tratar dc la reconquista de las ci-tadas repiib1ics, y si fraeasó la reunion delPc)ngrcso fué por la actitud de Inglaterra, enJunio de 1824.

"En Dicienibre de 1824. el conde Ofalia, eo-mo ministro dc estado del gobierno españoi,atrihuyendo a la rehelión de la Peninsula enlos tres anteriores años. ci malogramiento delos constantes esfuerzos para mantener la tran-quilidad en Costa-Firme, reconquistar las pro-vincias del rio de la Plata v conservar el Peray la Nueva Espafla..... y esperari.do que losaliados de S. Al. C. le ayudarIan.... a soste-ncr los principios del ordefl y de la legitimi-daft, euya subversion si comeuzase en AmericaSe comuni'earIa I)rflfltafllente a Europa : " co-munieal)a la reso1uein del señor FernandoVII de invitar los gabinetes de sus caros é In-tinios aliados a una conferencia en Paris, conel flu de que sus plenipotenciarios unidos a losde S. M. C., pudiesen auxiliar a la Espafla enci arreglo de lo-, negocios de ]as provincias in-surreccionadas de America.... adoptando debuena fe las 'medidas ás a iprop6sito para con-ciliar los dereehos y los justos intereses de Iacorona de Espafla y de su soberanIa, con los

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que las circunstancias hubieren podido craren favor dc otras nationes." Aunque la In-glaterra no parece clue era del nürnero de laspoteneias invitadas, sin embargo, la copia tiea invitaeión a los gabinetes de Paris. Austria

y Rusia, clue fué entregada en Madrid aAeourt. dió motivo a Ia contestación de Can-ning tie 30 de Enero de 1825." El reconoci-miento tie Tng1aerra de las colonias espaflo-las de America tomo naciones soberanas, libre8é indpendientes. lieva la fechi de lo. deEne-ro de 1825. V11

- Conforme It los heehos expuestos clue no ad -miten eontradicción. durante los aiios tie 1822y 1823. la independencia de Mxico se hallabaal siado cit problerna1 bastante soinbrIo. Te-nIarnos en 1822 en (1 territorio niexicano ma'stie siis mil hombres tie Iropas espaiioias ; ciea.s 4 jib tie San Juan de T]Iia se hailaba ocu-pad() por los espanolis maridados por D-áviia.clue no hal)Ia ciuerido reconocer el plan tie Igua-la ni los tratados (it CórcIoha. y qu hloqueabael Puerto (Ip 'Veracruz, (lestruvendo las me-jores rentas ciue podia tener ci gohi erno : lasdems colonias españolas clue se habian insirrrec'cionado hahIan eonsurnado su independen-cia, y al gohierno espaiiol Ic sobraban 23.000soldados espanoics clue habIan peleado en esascolonias v 'iU podIan ser arroados sobre Me-xieo en virtiid de clue Espaila consideraha ItMexico como 1a rnis valiosa de sus colonias.por ser el pals encantado tie las prodigiosasminas tie oro y Plata. Como ya lo indiqué. Iafamosa doetrina _Monroe data del 2 tie Dieiem-

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bre de 1823, y la campaña polItiea de Canningfué posterior a 1823, y las grandes potenciasmilitares Francia, Austria y Rusia, estuvierOndecididas a ayudar a España, especialmentecon dinero, para que reconquistase sus coloniassobre todo a Mexico. Sea clue nos hubiesenayudado o no. Inglaterra y los Estados TTnidosestábamos obligados a defender la nueva pa-tria, y si la independencia era en 1822 y 1823un 'p'roblema muy amenazante, no era rnuyoportuno reducir el ejéreito euando ni siquieranuestro suelo estaba desoeupado por las fuerzas espaflolas, y sobre todo si habIamos teni-do la fortuna de encontrar a Un héroe, a unsolo militar capaz de mandar un ejército, aan solo jefe a quien adoraban los soldados, loque significaba clue siendo este jefe valiente-podia hacer clue se dejasen matar donde élgustase: no encuentro nada patriótio sinomuy miserable, clue haya hahido mexicanosque hayan hecho alianza con los espafloles pa-ra aniquilar a ese héroe cuando la patria na-ciente y virgen aün de impudores politicos. re-ølamaba corno necesaria la vida. el prcstiioel mando y las capacidades militares de esejefe, cuando en el horizonte lo que tenIamos.eran los caflones de España y de la SantaAlianza contra nuestra nacionalidad. IY quiénde los jefes militares insurgentes enetnigos deIturbide tenIa sus eondieiones para reemplazarlo? LEI general D. Vicente Guerrero? TJnguerrillero de montana, valiente, probo, pa--triota, pero inca-paz de mandar una brigada:D. Ni-colas Bravo? Un jefe valiente. eapaz de

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organizar uno ó dos batailones y de hacerseni.atar a su cabeza, pero con una inteligenciamuy reducida y desconocedor de la estrategia.tanto como de la aviación. LD. Guadalupe Vic-toria? Otro guerrillero tenaz niuy poco afortu -nado. presuntuoso é incapaz de (lirigir militar-mente ci coinbai.e de un destacaniento. 113a-_rra crfin? Un buen alférez y nada lrlás; y sobretodo, el ejército diseiplinado no tenIa fe enesos jefes y los veIa con el desprcio eon quelos soidados de carrera acostunibran ver a losmilitares que no la tienen. Y Napoleon I e-cIa quo la, prirnera eondición para ganar unahatalla Cs (JUC los soldados se sieritan manda-dos por su jef, y que esa (ualidad rnuy pocosla tienen. y eitaba c•onio ejelnpl() a iMurat dequien deeIa : "Murat es bravo como iiinguno.intrepido COIflO ninguno; SC hará matar dondeyo quiera. pero (uando manda rnis que su ca-ballerla. el eercito se cree mandado por la, em-peratriz. \Ioreios, Matanioros y Mimi tuvieronentre los insurgentes ci dOn de mainlo. respeeto de los dernás; Si se ponlan At ruandar liva-ban el riesgo de que los soldados ereyeran queestaban inandados por una barragana. El ejér-cito realista tuvo tres hombres de rnando: Ria-ulo, ci herOico intendentr do Guanajuato. Ca-1ieja é Iturbide.

Que el partido españl en 1822 conspirabapor la reconquista. no es posibic dudarlo. Ade-rnás de la redución del ejOreito en nonibre def,-is eeonomias el cotigreso om.nipotente no quioacordar reoursos para ci ernl)arque do las tro-pas espanolas. Eniprendieron hacerse del p0-

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der ejecutivo: "El dIa 11 de Abril, el diputadosuplente por Mexico, Iturralde, uno de los izis-trumentos del partido de oposición, propuso enesióu secreta la variación de las personas de

la regencia Una proposieión de tanta grave-dad é importancia debIa necesariamente deproducir discusiones acaloradas. Se opusieronlos del partido de Iturbide a cuya cabeza estaba D. Toribio Gonzalez, canónigo y diputadode Guadalajara. Cincuenta y tres individuosdel congreso se deciararon contra la proposreión de Ilturralde. El debate se prolong( hasta media noche, y ci resultado fué ai'robarsela proposieión, entrarido en lugar del señorB'áreena ci Cnde do Heras, y en lugar delobispo de Puebla. D. José Valentin, cura deHuarnantla, quedando compuesto el poder ejecutivo de los señores Iturhide. Valentin, Ve-lázquez de Leon. conde de Casa de Heras, Sotoy Yáñez. a quien dejaron en su puesto porconoeerle desafecto a Iturbide, y por otra.parte hombre dc integridad y energIa. Tampoco tuvieron la resolución de separar al generalIsirno. reservando para tiempos posterio-res este goipe que preparaban, dehilitando ca-da dIa 'rnAs su prestigio." M. Segün Zavala,las pruebas de la conspiraciOn del particlo espaflol contra la independencia consistlan endocurnentos que no se podIan impugnar: "Es-tos •documentos eran una earta en que el co-mandante español Dávila le invitaba (a Tturbide), desde San Juan de lTliva a entregar la

(1). Zavala. Tomo 10., pág. 158.


Nueva España at rey Fernando, haciéndoleniuchas ofertas. y varios partes que anuricia-ban l&s movimientos insurreccionales de los es-pañoles en algunos puntos. Todo ésto eraalarniante. l" (1).

V

Qué buscaban los republicanos de Méxicaen 182"12? Indudablemente que el establecimien-to de la r&püblica jacobina, pues no concebIanotra. La repüblica jacobina consiste en la ab-soreión de todos los poderes pñblicos, por unasola Camara popular, formando asI su omni-potencia y contrariando el prüicipio de la di-vi3i6n de pocLeres, ñnico que puede garantizarla responsabilidad del gobierno, y en conse-cuencia las lihertades de los goberiiados. Paraque la repñblica jacobina rinda todos sus Lu-nestos resultados. Cs indispensable que los diputados de la Cámara popular no represetitenlcs grandes intereses de la agricultura, del co-mercio, de la inchistria, sino puramente ideas,doetrinas y frases polIticas. Zavala nos ense-fla la composición de rines-tro primer congresoconstituyente: "Un congreso cuya mayor parte se componia de abogados medianos, de es-tudiantes sin carrera, de militares sin machasluces y de eilérigos. eanonistas y teólogos. (2).El misn-io autor dice más adelante hablandode los miembros del congreso: "Mult j tud de

(1). Zavala, Tomo 10.. pág. 156.(2). Zavala, Tomo 10.. pág. 137.

•1

DE ITURBIDE 363

nuevos legisladores que venIaii de los colegioseon sus conocimientos It la europea, y lo (ruees todavIa peor sin 1 as luces clue al menos seadquieren en el anTiguo continente con unaeducación cuidada y aplieación constante. Jóvenes que acababan do leer las malas traducciones clue Ilegaban a America ae M. M. R.Oonstant, do C. Filangieri, de D'esttnt, de

Tracy: abogados eclesiasticos quo habían he-eho sus estudios en esos colegios ó universida-des en que como he dicho no se enseflaba na-da de sólido; éstos eran, y no podlan ser otroalos legisladores, consejeros, jueces y minis-tr:)s.''

La excelente condición para que la repItbli.ca jacobina marche viento en popa. es natural-monte la lihertad complet-a dc la prensa. D. Lo-renzo Zavalla nos ilustra tanibiCn sobre tan inte-resate materia: "Los diarios se combatIan.con furor, y dehe suponerse que en un pals p0-co civilizado, el ataque It la personas ocupabala mayor parte dc las columnas. Las discusio-nes polltieas eran muy raras y sumamente SWperfieitles. Cada partido crela ver en las pa-ginas de Bentham, 6 quizá en los diseursos deMirabeau, una doctrina acornodada It las cir-cunstancias, y los plagios de éstos ü otros escritores, ó sus textos detestablernente aplica-dos, era lo menos malo que habIa en estos es-eritos destinados It ilustrar al pueblo." (2).Completahan ci aparato terroríhco •jaeoh mo

(1). Zavala. Torno 10., plig. 177.(2). Zavala. Torno 10.. pag • 157.

NO EXISTIO EL IMPERIO _ IHI

las logias Inas&nicas de rito escosés: "Se fihia-ron en estas asarn.bleas seeretas una porción degentes que esperaban por ellas liegar a serdiputados ó enipleados de cualquier género•los empleados existentes sv ffliaron tambiénpara conservar sus destios." (1). En realidadlas logias masónicas eran logias de empleoma-nIa.

Con Oámara ommpotente de personal sinemás intereses que los de las doetrinas y losfprivados, con prensa libre eruptiva de injuriasy majaderIas, y con logias -masónicas consti-tuidas por famélicos pretendientes de empleospñblicos; la repüblica jacobina estaba perfec-tarnente constituida. Los podéres ejecutivo -judicial no existIan ni podIan existir, y los quelos representaban poco importaba que se ha-masen Pedro, Emperador, Benito, Rey, Timo-teo, Regente. Bias 6 Presidente Constitucio--nal; los nombres de los esciavos, para nada in-fluyen en su condiciôn ni les quitan humilla-ciones, ni azotes: el látigo silba y todos tienenque poner las espaldas para recibir los golpes.

Es cierto qu en apariencia faltaha algo; laperseeuiión a los cultos; ha clerofohia, peroeso no aiberaba ci fondo de las instituciones;no existIa un jacobinismo rojo, Sino un jacobi-nismo verde. Robespierre. molesto de que hu-biera hibres pensadores, y no ci ueriendo ver aalguien 1i6r, discurrió el culto de la Razón,•que le proporcionaba tiranizar conciencias ygustar de las fruiciones de Torquemada. La

(1). Zavaia. Tomo 10., phg. 132.

11

'Ii-

DE ITURBDE

repIiblica jac'obina se habIa establecido en Me-Xico en 1822. sin que nadie la concibiera; erala planta si1'estre indispensable en el terrenodonde la revolución, eon su hoz de igualdad,tenla que segar todas las aristocracias. Los je-fes insurgentes, segiin Zavala, "Ninguno po-dia ilevar a bien que un hombre que habIa sa-lido de 1\Iéxico coronel un año antes, estuviese-en la altura en que se hallaba Iturbide eonsus excesivas pretensiones." (1). Era triste esarazón para odiar a Iturbide. porque en todas-partes d-el mundo se la liamaba envidia. D. Jo-&G Maria Morelos. simple cura cn 1810, y sinhaber sido siquiera cabo de cuarto en el ejér-cito, dos ailos después era ci generalisimo tielos insurgentes, niereciendo tan elevado pues-to. 13. Jgnaeio Comonfort en 1854 era un tristecoronel de auxiliares, empleado civil de laAduana de Acapulco, y dos aflos después apa-rerió general en •jefe del ejército liberal, cau-dillo del plan ie Ayutla, presideñte de la repiibliea y heroe de la eanipafia de Puebla. D.Miguel Mirarnón. simple teniente coronel deveinticuatro años de edad en 1857, y sin fa-cultades para coinprar siquiera un buen pardv botas. dos Aflios después. y a los 'veintiséisde edad. era general de division, pesidente-de la repuhliea. hOroe dc la toma de la Aeor-dada. de Ahualuleo y Atenquique, y tanto Mo-robs como ( 4ornonfort. como Miramón, fueron(lignos de encum-brarse tan rápidamente"Noes, pues. decoroso el motivo para ponerse en

(1). Zavala, Tomo 10., pág. 146.


frente de Iturbidt. el clue hubiera tenido indu-4lable mérito para sobresalir.

El partido espafiol, empeflándose en 1822 enprcparar la ruina de iturbide, preparaba lasuya propia, pues si ci héroe de Iguala hubieraconsolidado su poder, habrIa sido ci protectorinflexible de la clase espaflola. Destruyendo aIturbide, los espano1es redactaban ci decretode su expulsion ten 1828, le hacIan la guerracruel al ünico hombre fuerte é indomable, quehubiera podido defenderlos.

VI

Sea que la jefatura de uua revolucioii estérepresentada por un caudillo, por una junta degobierno ó por un congreso, sus debres y de-reelios Soil:

Prirnero: Al proclamarse la revoluciOn eon-signar librernente en su plan los prineipios queconsidere convenientes para obtener ci apoyl)del pueblo. caso de que se trate de revoiuci6npopular q.ue es el que corresponde a nuestrgutrra eTc independencia.

Segundo: Si el jefe de la rev9.luci6n observaque Sus principios no SOfl suficientes para con-seguir el apoyo decidido del pueblo. puecle ii-breniente reformarlos, has-ta obtener dicito app-yo. pero irna vez que el pueblo pruebe la aeeptacion de esos prineipios sacrificando por ellossu sangre. sus riquezas, sit reposo. su crédito yen general su bienestar: el revolueionario yano tiene derecho a tocar esos prineipios, sobretodo Si la revo.lución triunfa.

DE ITURBIDE

Percero: Caso de que la revoluión tengapor objeto reconocer la soberauIa nacional pa-ra el gobierno propio, el jefe de La revoluciónestá obligado a sostener ineóluuies sus princi-pbS si ésta triunfa hasta el momento en qL1entregue el poder revolucionario a la nación.

Cuarto. Como un pueblo no puede gobernarsea sI mism.o, por medio de tumultos callejeros,'por vGeiferaciones incendiarias de clubs, porborracheras de banquete ó por siniestras tira-nias de sociedades secretas; sino que es precisoque el mismo pueblo dicte las regias que debenservirle para gobernarse a sI mismo; mientras-esas regias no e-xistan formando ó no un solocódigo que se llama Constitucióu PolItica, cipueblo está incapacitado para gobernarse y eljefe de Ia revolución no debe entregarle el p0-der.

Quinto. Por lo que acabo de afirmar el jefede la revolueión está obligado a convocar uncongreso eonstituyente. cuyo poder debe limitarse IL discutir y votar la Constitución PolIli-ca, la que debe ser promu1gada por el jefe cLIa revoIueiofl. 1-Teclia lit proinulgaeion. tanto cicongreso constituyente como el jefe de la revo-lución deben desaparecer dejando al pueblo go-

bernarse IL sI mismo conforme a la coiistitueiónteniendo ci pueblo la faculiad de reformar siteonstitueión en los térnhinos que ella señale, enlo relativo (i los puntos eon los que desde luegono esté conforme.

Sexto. En ci caso en que los grandes princi-pios consignados en la eonstitueiOn por el eon-grcso constituyente. aparezcan radicaim en-

I.

:s NO EXISTIO EL IMPERIO

te opuestos it los 'principios del plan revolucio_llario; el jefe de Ia revoiución tieme dereehGpara no pro-mulgar la Constitueión y al mismotiernpo tiene el deber de examinar la ley elec-toral tie la que ernanó ed congreso constituventeeon el objeto de coiiocer si tal icy origin(7) larepresentaeión faisa del pueblo 6 si la abiertapugna entre los principios const . itucionales ylos revo'luionarios 'proceden de de41ea1Iad 6 co-rrupción de los representantes. llecho ci exa-men y si su resuFtarlo indica que ci pueblo hasido (iefraudado en sus dereehos ci jefe de larevoiueión pude apelar de nuevo al pueblo cozyvocando un segundo congreso constituyente.

Establecjdas estas verdades ci ne en Ia cien-cia polItica son axiomas proce-do a su aplica-ción en nuestra historia.

VII

Alanián dice Las credenciales de loseleetores y poderes de los diputados estabanestabieci-dos sobre ci 'plan de Iguala y tratadode Córdoba. como bases fundamentales paraconstituir ci gobierno del imperio. " (1).

El art Ieulo doce del tratado de Córdoha pres-cribIa: "Instalada la junta provisional, goher-nará inteririainen-te conforme a las leyes vi-gentes en todo lo que no Se oponga al plan deTgua .la y mientras ]as Cortes forman Ia. Consti-tnciuii del Esta.do.''

El artieuio catorce prescribIa: "El poder eje-

(1). Alam-án, Tomo V. página 305.

DE ITURBIDE 369

cu.tivo residirá en la regeueia; el legisiativo en.Cortes, pero coAio hi 1 inediar aigtin t1em-

p0 para que éstas se reunan......Como se ye el artIculo catorce prescribIa que

las Cortes constituyentes serIan poder legisiativo tan pronto como se reunieran, mientrasque el artIculo doee expresa m.uy claramenteque la Junta provisional de gobierno gobernarI.mientras las Cortes formaban la constitucióndel Estado. La contradicción entre los artIcu-los doce y catorce del -tratado de Córdoba ese v ide nte -

Qué (lebe hacer conforme a la ciencia poll-tico-jurIdica ci ejecutor de una ley cuando enésta se encuentran en contradicción dos pre-ceptos fundamentales' Obedecer ambos no esposible; no quiedan, pues, más que dos solucicrncs: la abstenciOn niientras se consigue la in-terpretación auténtica, ó la opción. Ernanandoel tratado (le Córdoba de un pacto, no era p0-sible ob-tener la interpretación auténtica cuan-do se notó la contradicción, porque el tenientegeneral 0 'Donojü, representante de España, yahabIa -muerto, y solo la monarquIa española,en caso de ratificar ci pacto, podia contribuira la interpretación auténtica; pero de todosmodos ésta no podia obtenerse antes de muchosmeses. No quedaba -niás que un modo de resol-ver el conflicto: la opeión por ci jefe de la revolución, lo que equivale a reconocer en Itur-bide la facultad para admitir que ci congresoconstituyente fuera 6 no tainbién legislativo.

No queriendo aparecer parcial por la causade Iturbi'de, voy a admitir que estaba obliga-

ludependencia. -

'Imq-NO EXISTIO EL IMPERIO

do It acatar el artIcuio catorce del tratado deCórdoba, en completa contradiceión con el ar-tIeulo dooc, y ciue el congreso eonstituyentedebIa ser tambiéñ legislativo; pero nadieSc atreverá It sostener que ese cougresolegislativo tenIa derecho It la omnipotencia.Ningün congreso legislativo constitucional tie-ne el drecho de violar la constitución, y si el€-ongreso legislativo no emana de una Consti-tución, sino de un plan revolucionario, no tie-ne derecho dicho congreso a violar los prin-cipios de la revolución. Esta es poder cons-tituyente para el congreso legislativo que deella ernana, mientras la constitución se pro.muiga.

Sentados estos principios que, como lo repito.en la ciencia polItica, son axiomas, el congre-so constituyente de 1822, ann cuando se des-pilfarre el sentido lógico para admitir que fue-ra legislativo, en ningün caso podia derogar +los principios fundamentales del plan de Igua-la y del tratado de Córdoba. Dc aquI se dedtrcc que, obrando conforme a sus facuitades dejefe de la revolu.eión, Iturbide tenIa el derechode emplear las bayonetas para disolver uncongreso constituyente que se atreviera a con-siderase también congreso legisiativo; y sicontra la historia y la ciencia poiltica se nie-ga It Iturbide la facultad de negar al congresocons'tituyente la soberanIa legislativa, es im-posible negar al héroe dc Iguala ci derecho tieusar las bayonetas de su ejército para disoiveral corgreso de 1822 si se permitIa arrojar su

DE ITURBIDE :71

avidez de usurpación contra los principios fun-damentaies establecidos por la revolución.

VIII

Tanto en ci plan de Iguala como en ci tra-tado de Córdoba, aparece corn.o fundamental elprincipio de que Se establ.ecerá la monarquIaconstitucional como forma de gobierno en lanación mexicana. En la monarquIa absoluta,todos Jos poderes residen en la voluntad delrey; en la monarquIa constitucional se acata elprinci'pio de las repñblicas aristoeráticas, de-mocráticas, centralistas ó federalistas: la di-vision de poderes.

El dIa 24 de Febrero de 1822, reunidos losdiputados ekctos para ci congneso coustituyen-te en la ciudad de Mexico, y como preámbulL9para inaugurar sus sesiones, se dirigieron ala Catedral. "Habiendo ocupado los concu'rrentes lo asientos que se les habIa seflaiadocomenzo la misa, que canto ci -tesorero Labar-ta, pues ci Arzobispo pernanecIa en Cuer-navaca, y concluido ci sermOn, predicado poiiel cura del Sagrario. Dr. D. Agustin ]Iglesias.Jos diputados suhieron al preshiterio, en don-de estaba dispuesta una mesa con la imagende Jesueristo crucificado y el libro de los Evangelios, y sobre éstos, ante los ministros de laregencia y secretarios dc Ia junta, juraron dedos en dos, defender y conservar la religioncatólica, apostóiica, romana, sin adm.itir otraalguna guardar y hacer guard'r la mdc-

NO EXISTIO EL 1MPERIO

pendeneia de la naci6n inexicana, y formar laConstitueión polItica que habIa de regir enella, bajo las bases fundamentales de'i plan deIguala y el tratado de Córdoba, establecIendcla separación absoluta dc los poderes legisla -,vo, ejecutivo y judicial, para que nuncadiesen reunirse en una sola persona ni Corp'ración."

En la primera sesión del congreso eonstilyente "declaró :" ciue aunque en él residIa la.soberanIa; no conviniendo que estuviesen • reu-nidQs los tres poderes, reservaba para si ciejerciclo del legislativo en toda su extension de-legaba interinamente el ejecutivo en las per-sonas que actualmente componIan la regencia abajo el jurarnento que habIan de prestar par-aentrar en el ejercicio de sus funciones; y cijudicial en el tribunal que actualmente exis-tIa, ó que de nuevo se nombrasen, quedandotanto los tribunales como la regencia, responsa-bles a la naeiOn por el tiempo de su adminis-tración eon arreglo a las leyes. Esta deciara-ción estaba en con-tradicción con lo que acaba-ban de jurar los diputados. pues por ella pare-cc ciue tenIan derecho a ejercer, si querIan. to-dos los poderes que por ci juramento se habIanobligaco. no sOlo a separar, sino a impedir quepudieran reunirse en una persona ó corpora--cion.,,

Destriiida en la primera sesiOn la division depoderes eon lo cual quedaba aniquilada la rnonarquIa constitucional, ci congreso estable-ciendo sit omnipotencia decidió en la sesión del11 de Abril renovar el personal de su eselava

F

DE ITLJRBIDE 373

la regencia. Nada irnportaba clue el tratadode Córdoba prescribiera, ten Sn artIculo 11, que"El poder ejecutivo residirIa en la regenci,la clue debIa gobernar en el nombre del monarca hasta clue é-stie einpufiara el cetro del mi-perio."

En la convocatoria para las elecciones delcongreso constituyente y para tel efecto de es-tablecer la monarquIa constitucional. se pres-cribIa, que luego clue estuviese reunido ci congreso, habIa de dividirse en dos salas, cada unacon igual nümero de diputados y facultades,revisando la una todas las deliberaciones y le-yes constituciOflales que fuesen propuestas porla otra. Se ye clue en la Convocatoria se fijabael poder iegislativo bicamarista, indispensa-ble no solo en las monarquIas constitucionales,sino en todas las formas de gobiernos respon-sables, ünicos clue garantizan contra las tira-nias.

T?or ñltimo, al congreso constituyente se leconvocó para clue hiciera la ConstitueiOn, y en0(-ho ) niPSes no trató tie ese asunto, al que de-bIa su forniaciOn.

El congreso constituyente de 1822 se hizoacreedor a la disolución por las bayonetas envirtud tie haber usurpado facultades clue ha-elan imposibie cualquiera clase de gohierno res-ponsable. •eomprendido ci democratico.

,,Pero qué habrIa ganado Iturbide con librarA su patria del yugo de los congresos omni-potentes, peor que el (Ic los peores reyes, des-pués de haberla salvado del yugo espaiIol. cu-yo gol)ierno nunca en los tres siglos adrnitió

IL* S.


ornnipoteneias, plies siempre hubo no en Lt for-'ma moderna, sino en una imenos ventajosa,pero efectiva division lie poderes. El gohcruocolonial fué en realidad el de una plutoeraeia,forma la menos despOtiea afin cntre olas 'mo-dernas. Al dIa siguiente de nuestra indepeti-dencia, los mexicanos debieron ver lo que to-dos los latino-aniericanos. que su nuevo tiranose IlainarIa el jacobinismo.

Nada hubiera ganado Iturbide con disolverel con greso eonstituyente de 1822; por el con-trario, habria recibicio un oleaje de o'dio, bro-tado de la naturaleza servil de todas las elasessociaFes. El jacobinismo no es una doetrina,es el vieio orgánico, incurable, omnipotente, dotodos los pueblos ineapaces para ha libertad ypara conocer y ejercitar sus dereehos. No pu-diendo esos 'pueblos vivir sin servilismo, seconsideran felices cuando abajo del epitafloconsagrado a la monarquIa absoluta, se proela-ma con nnsiea y los repiques de imbécil pala-brerla, su esciavitud a los pies de un congresoque no les coiisiente ni los derechos elementa-les que un jefe antropófagc reconoce a su hor-(la.

Es curioso conocer ci lenguaje servil del ni-nistro Dominguez. eneargado del ramo de Justicia y Negocios Eelcsiástieos. bajo la rgenciadc Ttiirhide.. dirigienlose al congreso parapresentarle su ''Meinoria," en virtud de un ar-tI•culo de la Consti-tueiOn espaflola que no regIaen 1\I6xieo. Alamhn ealifica de 'estilo dc devo-•cioiiario ci usado por Dominguez, quien diceal Congreso : ''Señor tiemblo al presentarinc

DE ITURBIDE 375

delante de V. M. No es un tenior servil, ni uziamodestia afectada el origen de esta perturba-ción. El congreso mexicano inspira confianza.Sus dig-nos mienibros poseen virtudes y cieircias. Ernpero., quién soy yo, para tomar la pa-labra 'en un lugar dond.e observarIan el másrespetuoso sileneio los Demóstenes y Cicero-nes? Sin luces. sin conocimientos y sin genio;

oino podré dejar de sorprenderme a presen-cia de1 cuerpo que Si bien es el øb.jeto de losvotos, del amor y de la ternura dc todos losarn-ericanos.' exige sin fuerza, pero de tin inodoy por principios irresistibles, la m•ás profundaveneraeion y el ma's sumiso respeto?" (1). Noera más szrviI el lenguaje usado en Españapor los miis rufianes cortesanos al dirigirse almonarea ahsolnto.

IxLa literatura tinterillesea, tan favorecida por

ci vuigo, presenta a Iturbide como a Napo-leon III: un jefe de repñblica qua por rniediode vin golpe de Estado, la destruye y se encararna en el puesto de emperador. En 1822 yen la primera sesión del congreso eonstituyen-te. se discutió y aprobó el mandarniento delplan de Iguala para estab1ecer una rnonarquIa•eonstitucional representativa en Mexico. Erael memento on que los republicanos que se en-contraban en el congreso, se opusieran al sis-tema monãrquico y luchiran eon todas sus

(1). Alamán. Torno V, pág. 384.

376 NO EXISTIO EL- IMPERIO

fuerzas por la adopción del sistema republica-no, y en caso de no tener éxito, sus deberesles indicaban el obstruccionis-mo, ó por lo ñe-nos, limitarse a votar en contra de la monar-cluIa ó abandonar antes de la votaeión el a-ion de sesiones. Pero nada de lo que les co-*

rrespondIa hicieron; el pap.el que desempefla-ron ha sido de lo rnás infeliz y ridIculo. Hab1an-do de la sesiOn en que Sc aprobó la rnonarcluIaconstitucional para Mexico. Alamán dice: Elpartido republicano que habIa entre los me-xicanos no era bastante fuerte todavIa, ó sor-prendido con lo imprevisto de estas pregun-tas, no supo aprovechar la oportunidad, queellas le presentaban para oponerse a la contes-tación afirmativa...." (1). Sobre el mismo asun-to Zavadaescribe: "Se sentaron (en @1 congreso), pues, las bases de una monarquIa consti-tucional, y de la forma representativa, en elprimer dIa; ninguno en aq'uei momento osópronunelar el nombre de repñbliea. aunque enci congreso habIa muehos republicanos. Si enaquella époea la Corte de Espafla hubiese apro-vechado la oferta que se hacIa de la corona aun prIncipe dc Ia sangre, indudablemente sehubiera establecido en Mexico la monarquIabajo la familia de los Borbones." (2).

Todos los republicanos presentes en la se-sión del congreso constituyente votaron por lainonarquIa constitucional. LC6mo es posible ciue1os repul)licanos echen en cara a Iturbide no

(1). Aiarn^'in, Torno V, pág. 377.(2). Zavala, Tomo lo., pág. 141.

DE ITURBDE

haber apoyado la repüblica, cuando ellos mis-mos no se atrevi4eron a hacerlo? Y semej anteconducta tan desairada y tan infeliz, tuvo sinduda por origen la impopularidad abrumadorade la causa republicana, pues como dice Zavala, que presenciaba los acoiteeirnientos, si en1822 se hubiera, aparecido el prIncipe español.SiD (luda alguna habria ocupado el trono sinoposición. Sobrepasa de lo extravagante incul-par a un caudillo revolucionario, que triunfaen virtud de que proelama la rnonarquIa cons-titucional, por no haber proclamado la repü-blica, tan impopular all grado de que los mis-mos republicanos se abstienen de siquiera meircionarla. Esos eensores de Iturbide deben tam-bién censurar a Carlos II el heehizado, por nohaber proclarnado en Espafla la libertad decultos y la repübliea federalista.

Siguiendo la misma literatura tinterillesca,se pretende presentar al congreso de 1822 como una asamblea rnexicana democrática preo-cupada por el triunfo de las libertades mdi-vi duales.

Ya he dicho que la mayorIa del congresode 1822 'era órgano del partido español, ene-migo de la independencia. Zavala nos infor-ma: "InereIble era el furor con que estos restos de los conquistadores de America se ex-presaban contra tel hombre que estaba al fren-te de los destinos de la nación. ParecIa ciue suprimer deber era sacrificar esta- vIctima a losmanes dc Cortés, y de consiguiente no omitIanuingün medio para arruinar a Iturbide. Estaasereión tiene sus •excep'ciones, aunque pocas.

iq"

1378 NO EXISTIO L IMPERIO

Hubo algunos ciue no entraron en esta eoLli-ción; pero los miembros espafloles de la junta.los militares españoles clue se agregaron al ejér-ci-to mexicano, los propietarios y eomereiante•que eran todavIa muchos. todos formaban urfainasa clue inseusiblemente fué hacién'dose ma-formidable en proporción de clue se disrninuiael prestigio del que mandaba." (1).

La guerra del congreso a Iturbide tuvo lu-gar antes clue ci caiiclillo de la independenciafuese proclamado eruperador; era Ia guerrasistemátiea de 'Os congresos latinos contra elpoder ejecutivo. y ademis, la guerra del par-tido español contra Iturbide, clue bueno 6 ma-lo representaba aün en su ambición rnonár-quica, la fundación de un gobierno extricta-mentie nacional.

La proclamación de Iturbide fué un aeto deviolencia militar y popular en la capital de larepüblica; Iturbide era ci Idolo del •ejército yde la plebe. y como ya lo he dieho, es deasombrarse que nuestros jacobinos hagan car-go a Iturbide de clue haya aceptado la coronaimperial, clue lit)rernente y con delirante en-tusiasmo le ofreció la plebe, es decir. la ma-yorla del pueblo. Iturbide fué eniperador porla voluntad uuitnime del pueblo, y cuando desu palacio, en la ca.11e de San Francisco, saliópara el congreso el dIa de su proclaimación, elpueblo, cuya soberanIa tanto se eanta, quitolo ,; Cal)allos del earruaje en clue iha Iturbide,v poniéndose len su lugar, los hombres dcl pue-(1). Zavala. Tomo 10., pág. 132.

[

DE ITURBIDE

blo, alegres. bnllieiosos, y haciendo cabriolascaballunas. arrastraron hasta el palacio na-cional el floreado carruaje del candidato a enr

.perador. LDónde estuvo la lesion contra losdereehos del pueblo? jD6nde el fraude? LDón-de aigo que no fuera acatamiento y veneraciónA la voluntad popular?

Alamán, enemigo politico de Tturbidc, nodice: "En todas las provincias fué unánime elaplauso con que se recibió la elevaàión del ge-neralisimo al trono." (1).

Zavala, liberal exaltado, pero historiador quetrata de exponer la verclad,, nos enseña: "Noes esto decir que Ia nación no hubiera nom-brado en aquellas circunstancias emperador adon Agustin de Iturbide mejor quo otro alguno. Las ideas rpubIicanas estaban en su cu-na tOdUS parteian contentos eon una inonar-quia constitucional. Cuando D. Lorenzo de Za-vala, diputado por la provincia do Yucatan, saho para ci congreso de i\Iéxico, eirculó una no-ta it varios ayutamientos, nroponiendo trescuestiones: Ia. Qué forma do gobierno clebIasostener en ci c-onreso • 2a. En el caso dc sermonárquico, qué farnilia seria I, mejor paragobernar. 3a. Si se deberla pedir y saneioiiaiIa tolerancia religiosa. Quién ereerIa ciue niun sOlo aynntarniento contestase más quo elque se sujetase al plan do Iguala? Una de estas corporaciones hizo contra éi itna oxposi-ciOn al generaiIsirno Tturbide. porque llal)Ia tenido la osadIa do hacer aqucflas cuestion'es im-

(1). Alamtãn. Tomo V, pá-. 461.

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portantes. Tal era en lo. general ci esiado delpals. Dc consiguiente. no hubiera sido antinacionab la 'eieceión de Iturbide para el trono.si se hubiese hecho por otros rneclios. despuésdie conocer la nación que la fainIlia 11an'adahabIa faltado por su parte, y que los lnexica1ns se hailaban libres del pacto contraldo a]tiempo die hacerse la independencia. Yo, poxmi parte, hablan.do de buena fe, no sé qué cralo que convenla. a una nación nueva, que notenIa ni hábitos republicanos, ni tampoco ele-merrtos monárquicos. Todos debIan ser ensayoó experimentos hasta encontrar una forma quefuese adaptable a las necesidades y nuevaemergencias de la nación." (1). Y más adelan-te dice ci mismo airtor: ''Si Iturbicle, en vezde mendigar del congreso existente los sufragios para el irnperio, hubi-ese pelado a Ja na-

ón, haciendo una nueva convocatoria, 1lmando diputados propietarios a dueflos degñn capital, y sujetando su elección A uncrutinio de esta nueva asamblea que estuvieseautorizada con poderes de sus comitentes adhoc, ciuedando ?entre tanto eon eJ man(To en unaespecie de dictadura; es ma's que probable quese hubiera ratifleado su eleceión y marchaclGen armonla con ci nuevo congreso. Pero losmedios de que s valió y la absurda conthictade niantener el mismo congreso que habla re-cibido la hu'millaeión dc vere obligado At ele-girle emperador. fueron las princi pales causade su ca Ida.

(1). Zavala. Tomo lo.. piginas 172 y 173.(2). Zavala. Tomo 10., pâginas 173 y 174-

DE ITLJRBIDE

De los jefes insurgentes, Victoria, que erael menos importante, se abstuvo de aprobar laproclarnación de Iturbide como exmperador, pe-ro no tuvo la entereza de retirarse dcl ejércitoy publicar su voto: se agazapó. para despuésexplotar su abstención. El general Bravo tomócon tanto calor la causa de la monarquIa deIturhide para sostenerla, que lleg& a proponer"en el Consejo de Estado, que se aplicase lapena de muerte a los conspiradores contra eltrono." (1). La aceptación del general Guerrerofué entusiasta, ardiente, y no revela ci almade un republicano. Dice Alarnán: "Con el mis-mo motivo, el general Guerrero, que se hallahaen su capitanla general del Sur, decla a Itur-bide en SI! carta fechada en Tixtia ci 28 deMayo: "Caando el ejército, ci pueblo de Méxi-co y la nación representada en sus dignos di-ptados del soberano congreso constituyente,han exaltado it V. Al. I. a ocupar el trono (Iceste imperio, no me toca otra cosa que aIIadirmi voto a la voluntad general, y reconocer, co-mo es justo, las leyes que dicta un pueblolibre y soberano. Este que después de tressiglos dc arrastrar ignorniniosas cadenas. se vióen la plenitud de su libertad, debido al genio'de V. Al. I. y a sus mismos esfuerzos con quesacudió aquel yugo, no hahrá escogido la peorsuerte, y asI como haya afianzado el pacto so-cial para poseer en todo tiempo los d.erechosde su soberanla, ha querido retribuir agradecido los servicios que V. M. I. hizo por su feli-

(1). Zavala. Torno 10., pág. 226.


cidad, ni es de esperar que quien fué su liber-tador sea su tirano: tal confianza tienen loshabitantes de este im.perio, en cuyo nIunerctengo la dicha dc contarme " Encarece des-.pues la moderación con que Iturbide haWa re-eibi(lo la diadema que antes le habIan ofrecidolos pueblos, y eoncluye diciendo: "Ali cortosufragio nada puede y solo ci mérito que V.M. I. supo aclquirirs&, es lo que lo ha Ilevadoal alto puesto a que lo llamó la providencia.(londe querrá el imperio y yo deseo que se per-petüe V. M. I. dilatados años para sn mayorfeliei.dac1. Reciba por tanto V. M. I. mi respetoy las más tiernas afeeciones de un corazOnagradeeido y sensible. A los imperiales piesde V. M." Y en diversa comunieación, fechaen el mismo lugar ci 4 de Junio, informando aIturbide de las muestras de alegrIa eon que ha-hIa sido recihida su proclamación en aquelpueblo, eon general aplauso; salvas de arti-llerIa. repiques y dianas; "nada faltó. añade,A nuestro regocijo sino la preseneia de V. IM. T.;resta echarme a sus imperiales plantas y el ho-nor de besar su mano, pero no será muy tar-de cuando logre esta satisfacción, si V. M. Lme lo permite. Bien querrIa marchar en estemomento a cumplir con mi deber, pero no lo,hare interIn no tenga permiso para ebb, y siV. M. I. ilevare a bien que con este objeto paseA, la Corte, lo ejecutaré en obteniendo su lieencia, que espero a vuelta de correo. Esta es eon-testa-ion a la muy apreciable carta de V. M. Lde 29 del prOximo pasado Mayo, con que mehonro, prescntándole de nuevo mi respeto, amor

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y eterna gratitud. Creo haber dado pruebas dee.stas verdades, y me congratulo de merecer laestimación de V. .'M. I., en quien reconocerétoda mi vida a nii ünico protector." (1).

No hay que censurar la conducta de los ge-nerales insurgentes Bravo y Guerrero por Snadhesion libre y sincera al imperio de Iturbi-de; ésta solo prueba que en 1822 no tenIan losmencionados geilerales ideas republicanas, auncuando los sentirnientos lo fuesen. Bravo yGiierrero eran jefes form-ados por ?lorelos, cu-ya memoria veneraban hasta rendirle culto re-ligioso . El congreso ilamado de Chilpancingo,formado por las ideas republicanas de More-los, le fué tan adverso Comb a Iturbide el con-greso constituyente de 1822. El congreso de( 1 hilpaneingo, corno ya lo he probado, fué untirano (le Morelos, un obstruccionista de suobra militar, un envidioso de su gloria, unatranca :p'uesta a ]as ruedas de la revolución.im foco de anarquIa que todo lo aflojaba, lo(lisoelaba y lo desquiciaba; por ül-tirno, fué can-sa de la captura de Morelos, indirecta de sumuerte, y en conseciieneia, del decaimiento mo-ral y guerrero de la revolución. Bravo y Gue-rrero en 1822 no tenIan buena impresión de uncongreso, y mueho menos de una repüblica.Ambos caudillos deniostraron patriotismo aladherirse it la monarquIa constitucional deIturbide, desde el mornento en que la repübli-ca solo se les habIa mostrado hasta entoncescorno crater de Calami(lades, sieinpre en aetivi-

(1). Alamáii, Tomo V. páginas 463 y 464.


dad. Itu.rbide no tuvo, pues, inás opositores pa-ra s-u elevación al trono que el partido espa-fbi, y un pequeflo grilpo de republicanos, nodemagogos, que nada aim habIan liecho porsu patria. pero que soüaba engrandec.erlacon las soluciones que les producIa la lecturade algunos libros dernoeráticos de autores ex-tranjeros doctrinarios, arquitectos con tItuloirreproehable de castilos en el aire.

El decreto del congresu dcelaranclo It D.Agustin de Iturbide eniperador, fué completa-mente ilegal, pero tamhién lo fueron sin ex-cepción todos los actos del eongreso y él mis-mo. Tanto el plan de Iguala como ci tratadode Córdoba, facultaron It la junta provisionalde gobierno para que expicliese la convocato-na electoral, en 'vista de dar exaeto cumpli-miento a los principios de la revolución. Enla ley de convocatoria aparece el siste-ma bi-camanista, debienido formarse eada cámara conla, n-iitad de los diput.ados electos, y todas lasleyes y decretos debIan ser sancionados por elvoto ;de ambas cámaras.

Apenas se reu.nieron los diputados electosen 1822, cuando resolvieron revolucionariamen-te no ajustarse a la icy de convocatoria y cons-tituirc'Itmara ftnica, omnipotente. El tal congre-so de 1822 fué una reunion .sediciosa clue asalto el poder por rnedio de uliscursos absurdos,cayendo corno chubasco de soberanIa divina enla, ignorancia de un pueblo que carecIa de

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capacidad para disfrutar de una forma de go-bierno, al que la InayonIa del pueblo no aspira-ba, sino dos clases tIe la rriinorIa: la media y lac. ubniedia.

Cuando después del triunfo de una revolu-ción tiene lugar otra revolución no reacciona-na, quiere decir en ciencia poiltica yen sentidocoinin que la revolución triunfante no tienefuerzas eon qué constituir un gobierno, queha fracasado en su objeto y que no ha con-seguido más que fundar el estado anárquieo.Era lo que habIa en 1822, la anarquIa guber-narnrental, -y en ese medio, tiene razón quienmás recio pega. Ya lo he dicho: Iturhide tuvopleno derecho y hubiera obrado. correctamentesi disuelve a la reunion revolueionarja flama-cia congreso, y si pasa por las armas a dos ótrs cabecillas, como lo era indispensable ha-cer.

Pero en vez de obrar como un jefe de revo-lución, irn3poniendo los principios revoluciona-nios, aclaniados por todo el pueblo en la for-ma más evidente y entusiasta, lo que hizo fuéindignarse casi en sileneio; veriflear algunasrahietas y creer qe, en efecto, la reuniOn re-Volueionaria era congreso nacional augusto, aquien debIa rendir veneración y respeto. Alhombre le sobraba valor personal para imitarA Cromwell y a Napoleon i, pero le faltabavalor inteleetual para comprender que no te-nIa delante de su legItima soberanIa de revo-lucionario victorioso, más que una miserableolla de gusanos ambiciosos de mala ley, fatuos,enemigos solapados de la independencia y co-

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bardes, como lo probaron proelainando empe-rador al que odiaban; y 'esa olla no necesital)ainiás que de un puntapié Para ser botada a cual-quier caño. Fué el mismo caso que el de LuisXVI, valiente Para morir, cobarde Para na-tar con to4lo derecho; Pero lo que impresiona-ba corno estupendo es que Luis XVI, cuando larevolución lo embiste, no habIa sido más quoun rey irresoluto, inedroso, inclinado al ofieiode cerrajero; mientras que Iturbide habIa si-do un hombre de guerra iiotableinente cruely acostumbrado it matar tanto corno a cornery dormir.

XI

Don AgustIn Iturbide hizo muy bien en nointentar una matanza completarnent e inütil,Para obtener 1a represión de la anarquIa quedesde los prilneros. meses de independencia re-cliunó su puesto corno el corazón (le nuestravida nacional. Iturbide, dedicán.dose. a exter-minar revolucionarios, no habrIa conseguidoIriás que prolongar un año 6 menos su poderdébil; genuino é inevitable representante deuna nación débil; iina sociedad morbosa nopuede representar la sahrd1 en su gobierno.

El terror debe ser en polItica niedida cx-traordinaria Para corregir desequilibrios de Ca-rácter pasajero, de elerneritos de gobierno erna-nados de .las funciones sociales. A Iturhide, pa-ra consolidar su poder, le faltaba lo principal:lit base económica, y sin ella tel gohierrio nopuede tener por asiento más que lit espurna de

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los vicios de algün cáos En 182, las rentaspüblieas iiaeionales apenas liegaban a diez mi-hones de pesos at año; era la suma que debIaconsumir solamente @1 ejército mezquinamcntetratado, no como to exigen los más rudimen-tarios preceptos de un racional cesarismo. Na-da quedaba para la extensa clase media agol-pada sobre la situación, pidiendo empleos ó lamuerte del gobierno. Iturbide estaba perdido;aunque hubiera prestado servicios incalculables a su patria, no podia responder niás quecon el desaire, pretend iendo apagar ci clamorde la clase media, Arbitro de la existencia delos gobiernos, cuando ésta ic picliera pan ycirco. Todas las rebeliones sufren flexióu conel terror, menos la del hambre. Zavala exponeesta atroz escena de un gobierno limosnero.que cn vez de recibir centavos. to rodean masas-de indigentes de levita, pidiéndoie miles, y annmillones de pesos. Dice ci notable historiador:

"Los antiguos insurgentfes se presentabantodos los dIas pidiendo empleos. pensiones, in-demnizaciones y recompensas por sus pasados-servicios. No es fácii concebir euántas ambi-eiOfl('s grande.s y pequelias era n:ecesario satis-Lacer para no liacer deseontntos. Todos los:que habIan tornado el tItulo de generates, decoroneles, de oficiales, de intendentes, de dipu-t.ados; todo.s los que habIan perdiclo sus bienesdefendiendo la causa de la independencia pordestrucción ó confiscaciones hechas por el go-bierno espaiiol; los que estaban inutilizadospara trahajar por heridas recibidas; en fin, Iainitad do la nación peclIa, y ci gobierno del

388 NO EXISTIO E.L IMPERIO

emperador, en vez de halagar a estos patriotas,maiiifestaba sus antipatIas personales, sin mi-rarniento. Eseaceses por una parte y exigenciapor otra: esta era la situación financiera deiiquel gobierno. De consigutente, los diputadosestaban sin dietas, y la miseria de algunos eratanta, que no tenlan para sacar sus cart-as deleorreo. Los lempleados no eran pagados conexactitud, y las tropas niismas, a pesar de queésta era la principal atención de la adminis-tración, suirla atrasos en sus pagas. Esta si-tuación era muy desventajosa para un hombreqUe tenla que luchar contra el congreso y con-tra los espaiioles, que no podlan perdo-nar aIturbide haberse puesto a la cabeza de los independientes. y contribuido tanto ar buen éxi-to de esta (1).

Si la banearrota financiera representaba Unprecipici•o, 1donde fatalmente tenIan que des-aparecer todos los gobiernos desgreñados porbocanadas de ig!nominia, la situación se co-mph-caba hasta lo horrible con la bancarrota moralé intelectual del pueblo.

Un pueblo que se gobierna a sI mismo, está.obligado aejercer su soberanIa por rne'dio delos poderes pühlieos. Tan representante delpueblo es la cámara popular, corno ci poderejecutivo y como el judicial. Ninguno es mâsque otro y ninguno puede estar sometido aotro; y cuando hay conflicto entre los poderespñblicos, el pueblo digno del gobierio propioexamina ci caso y lo falla acertadamente en

(1) . Zavala, Porno 1g., pãg. 180.Li

DE ITURBIDE 389

favor del poder al que la razón asiste, sea ésteejecutivo ó judicial.

En los pueblos incapacitados para el gobierno propio, y aun cuando su constitución hablede poderes, creen las masas qUe la soberauIadel pueblo reside üniea y exelusivament.e en lacámara popular, y creen adernis ciue la sobe-ranIa del pueblo debe ser ilimitada; de dondese deduce que la cámara popular tiene que seromnipotente, y al mismo tiempo representar laomniesciencia. En tales condiciones la cãmarapopular nunca puede conieter un error ni so-meterse a ninguna ley divina ni hurnana; porconsiguiente, en tales pueblos, tan dignos dela tiranIa, la opinion popular resuelve a prioriy para de una vez, que la razón y Ia justicia4eben hallarse siempre y necesariarnente en lat'ániara p9pn1ar, cualquiera que sea el conflic-to con los otros mal liarnados poderes .pübiicos.porque en realidad no son más ciue humildesé incondicionales sübditos de la cámara popu-lar. hay algo más grave todavIa: por lo mismoclue el pueblo se cree soberano absoluto y queIa cámara 5opular es el ünico y sagrado representante de su absolutismo, se sieute vivanien-te ofendido y cóleras volcánicas lo agitan,cuanclo algñn individuo, autoridad 6 corpora-eión, se atreve a contrariar en lo más mIni-mo la voluntad de la cárnara popular. Todo elorgullo patrio, todo el océano de vanidad for-mado por la ignorancia pñblica, todo ci senti-miento de majestad, toda la arrogancia delfuerte que se cree vibipendiado, se unen encauce de demiencia para formar torrente de


venganza y maldición contra el que siquierapiensa en poner la sombra de su dedo en lacorona de la plebe-rey. i Ay del que ofende unacárnara popular! Comete el triple crimn delesa majestad, de sacrilegio, de lesa nación;por tal motivo, en los pueblos incapacitadospara tener soberanIa polItica .por carecer de8oberanIa mental y moral, el g&lpe de Estadoes el en-men que ocupa el vértice de la inal-dad.

Los pueblos que han sido educados para elservilismo y modelados en sus miserias duran-te muehos siglos, cuando se les declara libresy se les enseila que han sido tiranizaclos, cosaque no sabIan, solo apren.den de la lecciónque deben odiar infinitarnente a esa tiranla.que tal vez sirvió para conservanles la vida ypara prepararlos al pro greso; pero como quieiies educan a los pueblos son los doetrinariosde ]as virtudes. excelsas é inseparables de laelase p'pular. resulta en ella una reacciOn devenganza contra los idolos ciue el dIa anteriorado.raban, y contra toda institución ciue nacidaen ci pasado puede ser no -digna de caducidady sI propia para el bien publico. Piies biensemejantes pueblos, ann cuando se declarendemócratas. no yen ni pue-den ver porque sonciegos por falta de o.jos, que el poder ejcutivoes el representante de la soberanIa del pueblo.tan valioso eom el poder legislativo. paragarantizar el honor, la libertad y ci progresode Ia naciOn. Y tales pu(-I)los ann cuando se lesplisiera en •cl poder ejecutivo it \Vashington. Se-guirIan mirando en 61 it ese NerOn iinaginario

DE ITURBI-DE

que segün los demagogos ha gobernado siempreen todos los paIses y en todas las horas delnmndo, que no han tenido la fortuna de gozarde la tiranla bestial de una cámara omnipo-tente.

Se comprende, pues, que si los pueblos inca-paces de gobierno propio, tienen que ver enla cámara popular, no su retrato. porque sehorrorizariaii, sino la figura de algün Jñpitertonante, ereado por pincel inmortal, y por otrolado -tienen q'lle ver en todo poder ejecutivo lafigura fascinerosa de Nerón. es evidente queinientras la cámara popular más humille, inásaplaste, más ensueie, más ato'rmente. rnás des-precie al poder ejecutivo, ci pueblo se cre-erItrnths feliz, porqne sentirá que es él quien humilla, desprecia, escupe y pisotea al Nerón quelo tiraniza y ha tiranizado a todos sus antece-sores. En el poder ejecutivo siempre está cirey que el pueblo debe odiar a miierte eonfor-me it la caTtiila jacobina.

Se comprende tarnbién que semeantes pue-blos -tienen que acoger con atronador aplausoi tocla là prensa que Se dedique 8 ealum.niar.desprestigiar ó injuriar al poder (']eeutivo, ymientras más soez sea la tarea por falta dejusticia y dc decencia. rnás grande será la po-pularidad dc los qae la emp-renden. Y quienesin emprenden son sienipre los amigos de lacámara popujar. cuyo ideal es la anarquia,porque Ic es irnposil)le gobernar, aun cuandono deje hacerlo a los demás.

Ante los fenórnenos morales é inteleetualesque acabo de exponer. y que dominan en la

392 NO EXtSTO EL IMPERIO

vida de los pueblos que quieren ser libres sinobtener previamente las virtudes que para ellose requieren, se comprenderá. que siendo elpueblo mexicano en 1822 uno de los mejorcaracterizados para vivir masticado 'en las fau-ces de la deniagogia, el eznperador Iturbide es-taba perdido, como lo estuvieron después 108presidentes constitucionales de repüblicas cen-tralistas ó federalistas, como lo estuvieron losdietadores clericales o militares; cono lo estu-vieron los magistrados interinos y las regenciasy los gohiernos provisionales, y como tenIan clueestarlo tGdos los infelices que ocuparan ese pues-to de poder ejecutivo, cuando ni las leyes, ni laopinion, ni la educación, ni la instrucciOn, ni elcarácter nacional, ni los sentimie.ntos cIvicos.daban a tan alto y necesario puesto más lugarclue el clue Se da a los presidiarios en una tina,-ja de San Juan de Tiüa. Iturbide nunea fuéun tirano: fué en nuestra patria el primerode los oprirnidos y tenIa que ser ell primerde los asesinados, lo merecIa; habIa cometidoel crimen de ser grande, consumando la inde-pendencia, y los pueblos falsamente demOera-tas no consienten a los hombres grandes ma'scl ue mtuertos, porque para ellos solo es gran-dc la envidia de los moscos que en pequeflasriubes cubren el so] cuando están cerca de losojos, dc los que se er&en capaces dc liberta-des. cuando todo dentro d'e ellos es servilismo.

Tan pronto como se eonsumO la independen-cia, se inauguró en Mexico [a primera repuihli-ca jacobina, a Ia que irnpropiamente nuestroshistoriadocres denominan "Imerio de Iturhic1e.''

OC OC OO C 3* OO C OO...344 NO EXISTIO EL IMPERIO posible establecer un gubieruo digno de tat no...

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