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    Theoria49: 77-95, 2004.

    La observacin cientfica en el proceso decontrastacin de hiptesis y teoras*

    (Scientific observation in the process of testing hypotheses and theories)

    Juan VZQUEZ

    Manuscrito recibido: 2003.01.17

    Versin final: 2003.10.09

    BIBLID [0495-4548 (2004) 19: 49; pp. 77-95]

    RESUMEN. En este trabajo se plantea, en primer lugar, la conveniencia de distinguir en el proceso de la contrastacinemprica de hiptesis y teoras entre observacin cientfica y percepcin y, en segundo lugar, se muestracomo el mundo procesado a travs de la percepcin se erige en base o soporte emprico del conocimientocientfico. Una de las consecuencias del trabajo es que la tesis de la carga terica de la observacin ha si-do mal planteada, al dar por sentado que esa carga terica afecta tambin al procesamiento perceptivo delos outputs proporcionados al cientfico por el instrumental de observacin.

    Descriptores: carga terica, contrastacin emprica, observacin cientfica, percepcin.

    ABSTRACT. This paper first suggests that, in analyses of the empirical testing of hypotheses and theories, scientific observation should bedistinguished from perception; and goes on to show that the world, as processed by perception, is the basis or empirical founda-tion of scientific knowledge. The thesis that observation is theory-laden has been flawed by its being articulated as applyingnot only to scientific observation but also to the perceptional processing of the output provided to the scientists by observationalinstruments.

    Keywords: empirical testing, perception, scientific observation, theoretic load.

    1. Introduccin: la observacin en el proceso de contrastacin

    Lo que me propongo en este trabajo es explicar de qu modo se fundamentan empri-camente las hiptesis y teoras cientficas en los procesos de contrastacin, para lo quese har uso, entre otras cosas, de las aportaciones que en la actualidad proporciona laneurologa sobre el procesamiento cerebral de la informacin procedente de los senti-dos.

    Es cierto que en el proceso de contrastacin de una hiptesis o teora hay muchos

    problemas epistemolgicos y ontolgicos implicados pero, de todos ellos, aqu voy atomar en consideracin tan slo uno, el que tiene que ver con su soporte emprico,con el modo en que las hiptesis sometidas a un proceso de contrastacin empricareciben apoyo de los datos que proporcionan la observacin y el experimento.

    A fin de sealar de una manera ms precisa el aspecto concreto del proceso decontrastacin que va a ser analizado, comenzar por llevar a cabo una presentacingeneral de la estructura de los procesos de contrastacin en la que se explicitan los

    * Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto de investigacin BFF2003-01962, financiado por

    el Ministerio de Ciencia y Tecnologa.

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    distintos elementos implicados en dichos procesos, as como las relaciones que me-dian entre esos elementos.

    Habitualmente se tenda y tiende a presentar la estructura del proceso de contrasta-cin en forma de argumento. As lo hacen, por ejemplo K. Popper en La lgica de la in-vestigacin cientficay C. Hempel en Filosofa de la ciencia natural. Ronald Giere, sin embar-go, en la versin modificada de 1991 de Understanding Scientific Reasoning, opta por unapresentacin modelo-terica. En cualquier caso, si comparamos las dos presentaciones

    vemos que no hay diferencias substanciales entre ambos modos de presentacin o re-construccin del proceso de contrastacin, se trata ms bien de diferencias estticasderivadas, en el primer caso, de una concepcin enunciativista de las teoras cientficas,en la que se interpreta a las teoras como conjuntos de enunciados susceptibles de serestructurados en la forma de sistemas deductivos y, en el segundo, de una concepcinmodelo-terica, segn la cual una teora vendra caracterizada, en primer lugar, por

    determinar un conjunto de modelos. En el marco de las concepciones enunciativas laestructura del proceso de contrastacin se presenta en forma de argumento y en el ca-so de la concepcin modelo-terica en forma de programa o proceso algortmico dedecisin.

    Independientemente de la presentacin que se haga, lo importante es que en todoproceso de contrastacin intervienen una serie de elementos, que esos elementos seencuentran relacionados entre s de una cierta manera y que, adems, en el proceso decontrastacin esos elementos deben satisfacer unas determinadas condiciones.

    En la presentacin del proceso de contrastacin en forma de argumento, ste pre-senta la siguiente estructura:

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    En esta presentacin H representa la hiptesis a contrastar, SA los supuestos auxilia-res, CI las condiciones iniciales y P la prediccin que es implicada lgicamente por laconjuncin de H, SA y CI.

    Lo que aqu me interesa destacar es que la prediccin P especifica qu datos debenser obtenidos en el supuesto de que la hiptesis sea cierta, siendo la experiencia emp-rica (observacin/experimentacin) la que proporciona evidencia a favor o en contrade los datos previstos. Es decir, que en el proceso de contrastacin, P se presenta, poruna parte, como la consecuencia lgica de H, SA y CI y, por otra, como siendo valida-da o invalidada por la experiencia emprica, y es esa P, as avalada por la observacin oel experimento, la que es erigida en premisa de la argumentacin a favor o en contra de H.

    Si, siguiendo a R. Giere, optamos por presentar el proceso de contrastacin enforma de programa o proceso algortmico, los elementos que actan como determi-nantes en el proceso de decisin, como no poda ser de otro modo, van a ser los mis-

    mos. Tambin aqu son los datos que proporciona la experiencia emprica a travs dela observacin o el experimento los que intervienen como premisas a favor o en con-tra de la hiptesis a contrastar. Efectivamente, de acuerdo con la presentacin algo-rtmica del proceso de contrastacin de R. Giere (cfr. Giere 1991, p. 32), este procesoadoptara la siguiente estructura:

    Al igual que aconteca con la presentacin tradicional del proceso de contrastacin,

    tambin aqu, como deca, son los datos que proporciona la experiencia emprica atravs de la observacin y el experimento los que van a permitir decidir a favor o encontra de la hiptesis a contrastar.

    Lo que en el modelo de R. Giere figura como datos en el modelo tradicional sepresenta como un enunciado de observacin (P), pero esos datos adquieren el rangode tales en la medida en que son expresados. En definitiva, y a esto quera llegar, queson los enunciados de observacin en los que se recogen los datos los que intervienencomo premisas en el proceso de contrastacin, o lo que viene a ser lo mismo, que el

    valor de verdad o grado de fiabilidad de las hiptesis y teoras cientficas en general,descansa, a nivel emprico, en el valor de verdad o grado de fiabilidad que asignemos a

    los enunciados de observacin.

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    Si los enunciados de observacin intervienen como premisas en una inferencia fal-sadora o de confirmacin, esto significa que los enunciados de observacin constitu-yen la base o soporte emprico de nuestro conocimiento acerca del mundo. Que losenunciados de observacin constituyan la base de ese conocimiento no es lo mismoque afirmar que los enunciados de observacin sean ltimos, en el sentido de que ellosconstituyan, por decirlo as, el suelo rocoso del conocimiento. Ese suelo puede noser rocoso, lo que hoy tomamos como un enunciado de observacin avalado por laexperiencia emprica, observaciones empricas posteriores pueden mostrar que ese avalno era tal, pero ello no les priva de ser el soporte emprico de nuestro conocimientoacerca del mundo. Del mismo modo que una torre o cualquier otro edificio puedenestar asentados sobre suelo firme o en un terreno pantanoso, ello no priva a esa ci-mentacin de su funcin de sostn, de ese papel de soporte que hace que la torre o eledificio, cualquiera que ste sea, se mantengan en pie.

    Evidentemente que una torre o cualquier otra edificacin se pueden derrumbar pormuchos otros motivos que nada o muy poco puedan tener que ver con el suelo de sucimentacin, pero para que la torre o el edificio sigan en pie esa cimentacin no puedefaltar, algo as es lo que acontece con el conocimiento cientfico. Los enunciados ob-servacionales constituyen, en definitiva, el soporte emprico sobre el que se asientantodos nuestros conocimientos acerca del mundo, sean stos conocimientos cientficoso de cualquier otro tipo.

    Pues bien, el objetivo de este trabajo no es otro que el de esclarecer cmo se vin-culan los enunciados observacionales de la ciencia con el mundo. Pero para esclarecereste punto primero habr que precisar como se vinculan los enunciados observacio-

    nales de la ciencia con los enunciados de percepcin y stos, a su vez, con el mundocodificado de nuestra experiencia a travs de los procesos de percepcin.

    Puesto que lo que la comunidad cientfica entiende por observacin en ciencia notiene o tiene muy poco que ver con lo que se entiende por tal al nivel del lenguaje or-dinario, debemos comenzar por precisar el concepto de observacin en ciencia y ex-plicar como se vincula esa observacin con la informacin que le es proporcionada alcientfico en el proceso de observacin de una manera directa a travs de sus sentidos.

    2. Observacin cientfica y percepcin

    Uno de los rasgos ms sobresalientes de la ciencia es la utilizacin de instrumentos enel proceso de observacin. Y, posiblemente haya sido el sistemtico uso de instru-mentos en el proceso de observacin que se inicia en el Renacimiento uno de los fac-tores que ms han contribuido a que la ciencia se haya desarrollado mucho ms rpi-damente a partir del siglo XVII de lo que lo haba hecho hasta ese momento. El desa-rrollo de instrumentos y tcnicas de observacin, cada vez ms refinados, han hechoposible que la comunidad cientfica tenga acceso a entidades o fenmenos que sondemasiado pequeos o que se encuentran demasiado lejos para poder ser detectadospor el ojo humano desnudo. Y no slo eso, sino que el uso de instrumentos ha permi-tido observar tems, tales como rayos gamma, ondas de radio, electrones, neutrinos,

    etc., para los que los seres humanos no hemos desarrollado rganos detectores. Con

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    todo, para poder afirmar que tems como las ondas de radio o los neutrinos son ob-servados, el instrumental utilizado en el proceso de observacin ha de transformar lainformacin procedente de esas entidades en outputs accesibles a nuestros sentidos.Son estos outputs, en conjuncin con las teoras disponibles implicadas en el procesode observacin y el conocimiento de laspropiedades de los instrumentosutilizados en dichoproceso, los que justifican que la comunidad cientfica cuente como observables enti-dades o procesos que, de otro modo, nunca podran ser considerados como tales(Brown 1987, pp. 48-49).

    Siendo esto as, es evidente que el trmino observacin, tal como es utilizado porla comunidad cientfica no coincide con el uso que se hace de ese mismo trmino alnivel del lenguaje ordinario, que suele estar referido a lo que es percibido directamentepor los sentidos. Como mi propsito aqu es el de esclarecer cmo se vinculan losenunciados de observacin cientfica con el mundo, y lo que los cientficos dicen ob-

    servar (rayos X y rayos gamma, ondas de radio, electrones, etc.) no es lo que realmenteperciben, parece oportuno comenzar por distinguir en los procesos de observa-cin/experimentacin entre observacin cientfica y percepcin.

    El trmino percepcin va a ser utilizado siempre con relacin al procesamiento ce-rebral de la estimulacin sensorial procedente del tem a identificar en el proceso depercepcin. As pues, en el contexto de la observacin cientfica experimental, dichotrmino estar referido a los outputs que el instrumental de observacin proporcio-na y que el cientfico puede detectar mediante sus rganos sensoriales, mientras quepor observacin se entender lo que la comunidad cientfica identifica como tal enfuncin de la informacin que le proporcionan esos outputs en el contexto de las

    teoras disponibles y el instrumental de observacin utilizado.Como, a su vez, el trmino percepcin ha sido y sigue siendo utilizado en mlti-

    ples sentidos distintos, debo precisar que aqu se entender por tal algo muy similar ala nocin de ver epistmico de Harold Brown que, luego, tratar de justificar neu-rolgica y filosficamente:

    To epistemically seean item I is to distinguish it in a visual field and identify it in terms of an available concep-tual framework. (Brown 1987, p. 86.)

    La caracterizacin de H. Brown est referida al sentido de la vista que es, por cier-to, el sentido que ms ha sido estudiado desde un punto de vista neurolgico pero,dado que los sentidos no operan de una manera totalmente independiente los unos de

    los otros y, dado que el modo que tiene el cerebro de procesar la informacin que lellega del exterior y del propio organismo a travs de los distintos sentidos es muy si-milar, parece oportuno extender la caracterizacin del ver epistmico de H. Brownal resto de los sentidos, algo que tambin hace, luego, el propio Brown, pero sin llegara proponer una caracterizacin global del percibir epistmico.

    En la lnea de Harold Brown voy a utilizar el trmino percepcin en el sentidoque se especifica en la siguiente caracterizacin:

    Percibir (epistmicamente) un tem I es distinguir a ese tem en el campo sensorial e identi-ficarlo en trminos del marco conceptual disponible.

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    Figura 1: Va visual primaria

    En la caracterizacin del ver epistmico de H. Brown se destacan dos momen-tos, distinguirun tem e identificar ese tem. Al distinguir un tem lo que hacemos escentrar nuestra atencin en l y, desde un punto de vista fisiolgico, al dirigir nuestramirada a ese tem, hacer que la informacin procedente de l sea explorada por la f-

    vea de nuestra retina, su parte ms sensible, pasando el resto del campo visual a un se-gundo plano.

    Figura 2: rea visual primaria

    rea visualprimaria

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    La informacin procedente del campo visual llega, en primer lugar, a los foto-rreceptores de la retina, desde donde es enviada, en forma de impulsos nerviosos, atravs del quiasma ptico y el ncleo geniculado lateral, al rea visual primaria que seencuentra situada en la parte posterior del lbulo occipital (Figuras 1 y 2).

    El rea visual primaria, a la que tambin se conoce con los nombres de rea V1 orea estriada, es algo as como un fiel reflejo de la retina, en el sentido de que a cadapunto de la retina corresponde un punto en dicha rea, con la particularidad, segundohecho importante a destacar, de que aproximadamente el 25% del rea visual primariaest destinada a analizar la informacin procedente de la fvea, lo que supone una dis-criminacin mucho mayor del tem a identificar. Es ms, tercer hecho tambin im-portante a destacar, mientras que un solo axn recoge la informacin que llega de va-rios fotorreceptores de la periferia de la retina, las clulas ganglionares de la fvea re-ciben inputs de un nmero mucho menor de fotorreceptores, tal como se muestra de

    una manera esquemtica en la Figura 3, tomada de la Fisiologa de la conductade Neil R.Carlson (Carlson 1999, p. 182). Estos hechos explican, en cierto modo, que las clulasganglionares de la fvea proporcionen una informacin visual ms aguda, tomando eltem destacado y por ellas explorado en el proceso de percepcin como el tem a identifi-cary pasando el resto del campo visual a un segundo plano.

    Figura 3: Clulas ganglionares de la fvea y de la periferia de la retina

    Hoy se sabe que el rea visual primaria est dividida en aproximadamente 2.500mdulos, con una extensin aproximada de 0,5 0,7 mm. cada uno y conteniendo al-rededor de 150.000 neuronas. En cada uno de los mdulos se analiza la informacinprocedente de una regin del campo visual del tamao aproximado de una ua y lasneuronas de cada mdulo estn especializadas en el procesamiento de los distintos ti-pos de estmulos que llegan del mundo exterior. Es decir, que cada mdulo de la cor-

    teza estriada slo registra la informacin que se produce en una parte minscula del

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    campo visual. Sin embargo, aun siendo esto as, es necesario precisar que los mdulosno actan independientemente los unos de los otros: cada mdulo recibe, a su vez, in-formacin de otros mdulos, procesa esa informacin y la pasa a los otros mdulos.Individualmente tomados, los mdulos son como los azulejos de un gran mosaico yaunque, en su conjunto, procesan la informacin procedente de todo el campo visual,para que podamos percibir objetos y escenas visuales completas la informacin deestos mdulos individuales ha de seguir siendo procesada y combinada. Un procesoque va a tener lugar en las reas asociativas de la percepcin.

    En general, el rea visual primaria, cumple, a travs de sus anlisis, una funcin se-gregadora. Es decir, la tarea fundamental de las neuronas del rea visual primaria pare-ce consistir en cribar la informacin procedente de la retina, a fin de enviar la estimu-lacin relativa a las distintas caractersticas del campo visual a la regin correspon-diente del rea de asociacin visual especializada en el procesamiento de ese tipo de

    informacin, ya que la corteza de asociacin est, a su vez, dividida en regiones y cadaregin consta de neuronas que responden a una caracterstica particular del campo vi-sual, como pueden serlo el color, la orientacin, el movimiento, la textura, la dispari-dad binocular, etc. Las regiones estn dispuestas jerrquicamente, comenzando en lacorteza estriada, de tal modo que la mayor parte de la informacin sigue la jerarqua ensentido ascendente, es decir, cada regin recibe informacin de regiones jerrquica-mente inferiores, la analiza y enva los resultados a regiones superiores para anlisisadicionales. Parte de la informacin se transmite tambin en la direccin opuesta y alas otras regiones, pero los axones que descienden la jerarqua son mucho menos nu-merosos que los que ascienden.

    Figura 4: El sistema visual humano: corrientes ventral y dorsal

    Corriente dorsal

    Corriente ventral

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    Las lesiones de una de estas regiones especializadas de la corteza de asociacinpueden causar la prdida parcial o total de la visin de la caracterstica correspondientedel campo visual: prdida de la visin del color (acromatopsia), de la forma (agnosia visual

    perceptiva), de la localizacin espacial (sndromes de Balint), etc.En general, hoy prcticamente todos los neurlogos estn de acuerdo en reconocer

    algo as como dos corrientes o vas fundamentales en el procesamiento de la informa-cin visual, la corriente ventral, que partiendo del rea visual primaria se dirige hacia laregin ventral del lbulo temporal, donde confluyen los anlisis de la forma y del colory se alcanza la percepcin de los objetos y la corriente dorsal que, partiendo tambindel rea visual primaria se dirige a travs del rea V5 (situada en la unin de los lbulostemporal y occipital) hacia la parte posterior de la corteza parietal, donde tiene lugar lapercepcin espacial de esos mismos objetos (Haxby et al. 1994, pp. 6336-6353), talcomo se muestra en la Figura 4.

    En cualquier caso, y es este el punto al que quera llegar y sobre el que deseo llamarla atencin, aquello de lo que el sujeto toma conciencia en el proceso de percepcinno es del proceso ni de ningn tipo de intermediario, llmesele datos sensibles ocomo se quiera, sino del tem a identificar en su calidad de tem identificado. La con-ciencia de estar viendo algo se da al final del proceso, cuando los distintos tipos de es-timulacin visual que estn llegando a nuestra retina han sido procesados e integradosen la constitucin de un mundo poblado de objetos ya conceptualizados. Cuando mi-ro a mi ordenador, lo que veo es el ordenador que est ah fuera, frente a m. Los im-pulsos nerviosos que posibilitan mi visin directa e inmediata del ordenador no sonqualiay tampoco son qualiaesa realidad ya conceptualizada que es el ordenador. Podr

    haber percepciones ms elementales o ms complejas. Del ordenador puedo tomar enconsideracin su color, su forma, el lugar de su emplazamiento, etc. Pero, tome lo quetome en consideracin, se tratar siempre de una realidad ya procesada y conceptuali-zada a travs del correspondiente proceso de percepcin. En cada circunstancia seruna de esas dimensiones o modos de darse la que va a ser destacada, mientras que to-das las dems estn ah, como dormidas, esperando a que nuestra atencin las site enun primer plano. Si miro un reloj con el nico propsito de saber la hora, porque pre-siento que se me est haciendo tarde, lo que de la escena visual mi atencin tomar enconsideracin ser la hora, pero si mi propsito es comprarme un reloj, la hora que enese momento est marcando cada uno de los relojes del muestrario que acaba de pre-sentarme el dependiente de la relojera me pasar desapercibida y lo que tomar enconsideracin, y de hecho ver, sern otras propiedades distintas de esos relojes, talescomo su forma, tamao, marca, color, tipo de nmeros, precio, o si dispone o no deotras prestaciones como segundero, calendario, despertador, etc. En una palabra, loque tomar en consideracin ser el conjunto de propiedades que hacen que un relojsea para m preferible a otro. Todas esas propiedades, incluidas otras muchas quetambin podan haber sido objeto de mi atencin, son constitutivas de lo que ordina-riamente se entiende por reloj y de lo que se espera que cualquier sujeto de nuestracultura puede percibir cuando mira un reloj. Son propiedades que pertenecen al reloj

    en cuanto objeto codificado dentro de una determinada cultura. Para alguien que ja-

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    ms hubiera visto un reloj o que los relojes no sean objetos de uso en su medio, dif-cilmente podr ver la hora ni dar sentido a muchos de los aspectos supuestamente vi-sibles del reloj, cuando vea por primera vez a uno de estos pequeos artefactos. Loque no quiere decir que ese sujeto, para el que los relojes son objetos extraos, nopueda llegar a percibir un reloj con la riqueza de matices con los que a cualquiera denosotros se nos hace presente a travs del proceso de percepcin. Pero para que unreloj pueda ser visto con esa riqueza de matices el sujeto para el que, en un principio,los relojes son objetos extraos, deber pasar por un proceso de aprendizaje percepti-

    vo similar a aqul por el que cualquiera de nosotros ha pasado. Como ya haba sidosealado por H. Brown y ms recientemente mantiene tambin Cristopher PeacockeenA Study of Concepts, lo que realmente percibimos, en el supuesto de que se trate deuna percepcin visual, no es la escena que cae dentro del campo visual sino el conte-nido que, en cada caso, nuestra atencin destaca de dicha escena y que Peacocke cali-

    fica de contenido protoproposicional (protopropositional content ), para distinguirlo delcontenido proposicional, especfico del lenguaje. (Peacocke 1992, pp. 74 y ss.).La identificacin que hacemos de los objetos o sus propiedades en el proceso de

    percepcin pertenece a los objetos percibidos, pero en su calidad de objetos percibi-dos en los trminos de un determinado marco conceptual. Como postulan G. Lakoff yM. Johnson, dado que las dimensiones naturales de las categoras (perceptual, fun-cional, etc.), surgen de nuestras interacciones con el mundo, las propiedades que danestas dimensiones no son propiedades de los objetos en s mismos, sino ms bienpropiedades interaccionales, basadas en el aparato perceptual humano, las concepcio-nes humanas de funcin, etc. (Lakoff y Johnson 1980, p. 228).

    Qu sean los objetos, en su calidad de objetos identificados, es algo relativo a losesquemas conceptuales de que se dispone, lo que no significa en absoluto que esasidentificaciones sean arbitrarias. Pero una cosa es afirmar que los objetos no son, en laidentificacin que hacemos de ellos, independientes de los esquemas conceptuales yotra muy distinta afirmar, como lo ha hecho Putnam, que los objetos no existen in-dependientemente de los esquemas conceptuales (Putnam 1981, p. 52). Afirmar quelos objetos no existen independientemente de los esquemas conceptuales tienesentido, si a lo que nos estamos refiriendo es a los objetos en cuanto objetos identifi-cados, ya que esas identificaciones no son independientes de los correspondientes es-quemas conceptuales, pero la afirmacin de Putnam deja de ser cierta si lo que toma-mos en consideracin es una segunda dimensin de nuestra experiencia perceptiva delos objetos, ese darse tambin de los objetos como sujetos de determinacin, como loque se encuentra ah fuera, frente a nosotros, para seguir siendo explorado y con laposibilidad de que las nuevas exploraciones puedan abrirnos a un sin fin de nuevas einsospechadas determinaciones. Es esta una segunda dimensin de los objetos queahora no voy a tomar en consideracin, pero que tambin pertenece a los objetos ensu calidad de objetos experimentados.1

    1 Esa segunda dimensin de los objetos ha sido analizada con algn detalle en J. Vzquez 1997, 2000a y

    2000b.

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    Qu sean las cosas y el mundo en general, independientemente de todo sistema deconceptualizacin, es una pregunta que carece de sentido, pero, dado un determinadosistema de conceptualizacin, lo que sea el mundo, visto en el marco de ese sistema deconceptualizacin, es algo que ya no depende slo del sistema de codificacin sinotambin de cmo de hecho es el mundo as codificado. Si mi sistema de codificacines el del lenguaje ordinario all donde hay un perro pequins ver un pequins y alldonde hay unfoxterrierver unfox terrier, pero no podr ver un pequins como un foxterrierni unfox terriercomo un pequins. Si, por el contrario, mi sistema de codificacinfuese tal que no dispusiese de una categora para los perros pequineses y de otra dis-tinta para los perros fox terrier, sino nicamente de la categora perro, vera a los pe-rros pequineses y a los fox terrier simplemente como perros, como perros diferentes,pero simplemente como perros, de una manera similar a como veo un perro pequinscomo diferente de otro perro pequins pero a los dos como perros pequineses. Es in-

    dudablemente cierto y constatable experimentalmente, que hay percepciones de lasque no somos conscientes, como acontece en los casos de visin ciega, pero ellas nocuentan, si lo que tratamos de analizar es cmo tiene lugar la identificacin de los ob-jetos o sus propiedades en el proceso de percepcin.

    De acuerdo con la nocin de percepcin que se acaba de esbozar, y en su aplica-cin al proceso de observacin cientfica experimental a travs de instrumentos, dichotrmino estar referido a la identificacin perceptiva de los outputs que proporcionaal cientfico el instrumental de observacin y que, como tal identificacin perceptiva,no es fundamentalmente distinta de la que el cientfico tiene del resto de los objetos desu entorno. Una cuestin distinta es cmo, luego, interpreta la informacin propor-

    cionada por los outputs percibidos. En la percepcin de esos outputs, al igual queen la percepcin, pongamos por caso, del ordenador de la mesa de su despacho, loque el cientfico percibe es el resultado de haber distinguido a esos outputs y ha-berlos identificado en trminos del marco conceptual disponible.

    3. Aplicacin de la distincin entre observacin cientfica y percepcin al anlisis de dos ejemplos deobservacin experimental

    Dos ejemplos de observacin experimental sern suficientes para esclarecer esos vn-culos que, como se har evidente, deben darse en todos los casos de observacin ex-

    perimental entre las entidades observadas y no accesibles directamente a los sentidos ylos outputs percibidos. El primero de esos ejemplos nos lo proporcionar uno delos primeros experimentos llevados a cabo para la deteccin de los neutrinos y, el se-gundo, la observacin experimental de la actividad funcional del cerebro mediante lastomografas de emisin de positrones.

    Como es de sobra conocido, en un primer momento los neutrinos fueron postula-dos para salvar los principios de conservacin de la energa y el momento en el decai-miento beta. Al examinar los productos resultantes del decaimiento beta se constatabaque una parte de la energa y el momento se haban perdido en dicho proceso. Paraexplicar esta prdida Pauli sugiri en 1931 que la energa y el momento que se haban

    perdido tenan que haber sido llevados por una partcula hasta ese momento descono-

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    cida y que, ms tarde, en 1933, Fermi bautiz con el nombre de neutrino. Si bien enun principio se pens que los neutrinos eran inobservables ya que, al carecer de cargay una mnima cantidad de masa, seran incapaces de interactuar con otras partculas,posteriormente la teora sobre los neutrinos llev a la comunidad cientfica a pensarque esa interaccin entre los neutrinos y otras partculas, aunque poco frecuente, eraposible. Bajo esta sospecha iniciaron F. Reines y C. Cowan sus trabajos experimentalesencaminados a detectar la observacin de los neutrinos (Reines y Cowan 1953; Cowany otros 1956; Reines 1979).

    Puesto que las teoras disponibles predecan que los neutrinos eran emitidos du-rante el decaimiento nuclear,2 era de esperar que un equipo diseado para la deteccinde neutrinos, colocado junto a un reactor nuclear, debera captar algunos de los mu-chos neutrinos que all se producan (en torno a un billn por cm 2 y segundo), asegu-rando, de este modo, la interaccin de algunos de ellos con el detector.

    En el detector diseado por Reines y Cowan los blancos de impacto en el corazndel detector eran un par de tanques de agua en la que se haba disuelto cloruro decadmio (CdCl2 ). Los blancos de impacto estaban emparedados entre tanques quecontenan un lquido centelleante (liquid scintillator) y un amplio nmero de tubos fo-tomultiplicadores. Cuando un antineutrino del reactor interacta con un protn en elagua del detector se produce un positrn y un neutrn. El positrn, al chocar con unelectrn del agua del detector, da lugar a un conjunto de pulsos gamma caractersticos,al mismo tiempo que las dos partculas se aniquilan mutuamente. Casi al mismo tiem-po, pero ligeramente despus, el neutrn ser capturado por un ncleo de cadmio, loque, a su vez, tambin dar lugar a un conjunto de pulsos gamma caractersticos. Los

    pulsos gamma generan destellos de luz al pasar a travs del lquido centelleante. La luzes detectada por los tubos fotomultiplicadores y los outputs de estos tubos penetranen el circuito electrnico del experimento para su evaluacin. El circuito electrnicoha sido diseado para detectar la amplitud de los pulsos caractersticos producidos porla aniquilacin electrn-positrn y los producidos por la captura del neutrn, as comoel tiempo que transcurre entre ambos. Por ltimo, los pulsos son visualizados en unosciloscopio y las imgenes del osciloscopio son fotografiadas para su examen poste-rior. Aquellos casos en los que el pulso producido por la aniquilacin de un electrn-positrn eran seguidos, en el espacio de nueve milisegundos, por los pulsos proce-dentes de la captura de un neutrn fueron interpretados por los investigadores comola prueba experimental de la observacin de los neutrinos, aunque lo nico que los ex-perimentadores perciban eran los outputs de salida registrados por el equipo elec-trnico y las fotografas de la pantalla del osciloscopio (Brown 1987, p. 64).

    2 Siguiendo a D. Shapere, el decaimiento nuclear puede ser esquematizado de la siguiente manera:

    Z+1AYZAX + e+ + vedonde Y es el ncleo radioactivo con peso atmico A (igual al nmero de nucleones [protones yneutrones] en el ncleo) y que lleva una carga (nmero de protones) igual a Z+1; X es el ncleo re-sultante, cuya carga se ha reducido en una unidad, e+ es el positrn, ve el neutrino electrn. (Shapere

    1982, p 500).

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    Una rpida ojeada al experimento diseado por Reines y Cowan revela que las teo-ras disponibles cumplen, cuando menos, tres funciones importantes:

    a) Determinan qu fenmenos o entidades son significativos.

    b) Indican qu instrumentos son los adecuados para observar esos fenmenos oentidades.

    c) Proporcionan la explicacin causal que vincula a los tems observados con losoutputs percibidos.

    Es justamente el conocimiento de esa explicacin causal, junto con las teoras dispo-nibles en ella implicadas, lo que hace que Reines y Cowan interpreten los outputspercibidos que les proporciona el instrumental de observacin, como una prueba ex-perimental de la deteccin u observacin de los neutrinos. As pues, la informacinderivada de los outputs percibidos depende:

    a) De las teoras establecidas disponibles, implicadas en el proceso de observacin.b) Del conocimiento de las propiedades del instrumental utilizado, y

    c) De que el tem observado sea un componente necesario de la nica explicacincausal aceptada del ouput percibido.

    Con relacin a la condicin c) es fundamental que, a la luz de la informacin disponi-ble, el tem observado sea un componente necesario, y lo sea de la nicaexplicacin cau-sal aceptada que vincula al tem con el output percibido. De no ser ese el caso, la in-ferencia del output percibido al tem observado no sera vlida.

    El otro ejemplo de observacin cientfica instrumental a analizar va a ser el que nos

    proporcionan las tomografas de emisin de positrones (TEP) en la observacin dela actividad funcional del cerebro.

    Tomamos este otro ejemplo de observacin cientfica instrumental, porque va a serprecisamente a partir de los datos que proporcionan ese tipo de observaciones expe-rimentales como se han ido localizando las diversas reas cerebrales en las que se pro-cesan, a nivel perceptivo, los distintos tipos de informacin: color, orientacin, movi-miento, textura, forma, localizacin espacial, etc.

    En la observacin de la actividad funcional del cerebro, mediante las tomografasde emisin de positrones, el procedimiento consiste, a grandes rasgos, en introducir enla corriente sangunea una dosis inocua de una substancia qumica radiactiva, como

    pueden serlo la 2-desoxiglucosaradiactiva o el dixido de carbono (C15O2). Las molculas deestas sustancias tienen una vida media muy corta y a medida que decaen emiten posi-trones que viajan una corta distancia antes de chocar con un electrn. En el choque segeneran dos fotones de aniquilacin que son detectados por cmaras instaladas alre-dedor de la cabeza del sujeto de experimentacin. Lgicamente, se emitirn un mayornmero de fotones desde aquellas regiones cerebrales en las que el flujo sanguneo esmayor y, por lo tanto, mayor la actividad cerebral. Esa informacin pasa a un ordena-dor que genera como output la imagen de una seccin del cerebro en la que semuestran los niveles de actividad de las diferentes regiones de esa seccin.

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    Aqu, como en el caso anterior, lo que el experimentador percibe son los outputsproporcionados por la tomografa de emisin de positrones, pero lo que dice haberobservado es el rea cerebral que ha sido activada cuando el sujeto de experimentacinrealizaba tal o cual actividad, como lo puede ser discriminar colores, identificar obje-tos, localizar posiciones, etc. Pero, tambin aqu, para que el experimentador puedadecir que ha observado la actividad de tal o cual rea cerebral, vinculada a tal o cualactividad, ha de poder establecer una cadena causal que ligue a las imgenes que lpercibe en la pantalla del ordenador con la actividad de las reas cerebrales que diceobservar. Y tambin, como en el caso anterior, la informacin que proporcionan losoutputs percibidos depende: a) de las teoras aceptadas disponibles implicadas en elproceso de observacin, b) del conocimiento de las propiedades del instrumental uti-lizado en dicho proceso y c) de que el tem observado sea un componente necesariode la nica explicacin causal aceptada del ouput percibido. En consecuencia, si-

    guiendo a Harold Brown, podemos concluir que:Observar un tem I* es obtener informacin acerca de I* a partir del examen de otro tem I, donde I es untem (epistmicamente) percibido e I* un miembro de la cadena causal que produce I (Brown 1987, p. 93).

    Como ya se ha indicado, para poder utilizar I como base perceptiva para observarI*, se debe disponer de la informacin que permite establecer la conexin causal entreI* e I. Adems, I* ha de ser, a la luz de la informacin disponible, un componente ne-cesario de la sola explicacin causal aceptable de I.

    4. Papel de la carga terica en el proceso de observacin

    Quisiera precisar algo ms el papel de la carga terica en el proceso de observacin,puesto que me inclino a pensar que el peso que, por lo general, se ha venido asignandoa la carga terica en el proceso de observacin cientfica a partir de los aos 60 des-cansa en la confusin o mezcla de dos planos que es necesario distinguir, el de la con-ceptualizacin terica, por una parte, y el de la conceptualizacin identificativa de lostems percibidos, por la otra.

    Como nos deca Harold Brown, la identificacin perceptiva de un tem I se hacesiempre en trminos del marco conceptual disponible del sujeto preceptor. Y estocreo que es as tanto cuando se trata de la identificacin de objetos de la vida ordinaria(sillas, mesas, rboles, pjaros, etc.), como cuando el tem I a identificar es el output

    proporcionado por el instrumental de observacin cientfica. En ambos casos la iden-tificacin se hace en trminos del marco conceptual disponible. Pero, cul es esemarco? Sin poder afirmarlo con toda rotundidad, la informacin neurolgica de la quese dispone en estos momentos apunta a que en la identificacin perceptiva de I nointervienen los conceptos tericos sino conceptos ya disponibles de otro nivel y queestn vinculados directamentecon los procesos de percepcin. Es decir, los conceptosque toman cuerpo en la codificacin de la estimulacin sensorial procedente de lostems identificados perceptivamente.

    Es constatable la existencia de un aprendizaje perceptivo en el desarrollo cognitivode los individuos y de la existencia de ese aprendizaje perceptivo se ha inferido co-

    rrectamente que la identificacin que un sujeto hace de los tems percibidos depende,

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    en una gran medida, del marco conceptual disponible, pero tambin se ha inferido in-correctamente que ese marco conceptual es no slo el vinculado directamente con laidentificacin emprica de los tems percibidos, encarnndose en ellos, sino tambin elconstituido por los conceptos tericos de la ciencia.

    Es cierto que un nio, en ciertas etapas de su desarrollo cognitivo, puede llegar adistinguir perfectamente a los perros de los gatos y a stos de los otros tipos de ani-males, pero posiblemente no sea capaz de distinguir dentro de la clase de los perros ylos gatos a los distintos tipos de razas. Lo que ese nio ver es que, al igual que los pe-rros son distintos de los gatos, tambin cada uno de los perros y gatos es distinto detodos los dems, unos ms distintos que otros, pero esas diferencias que el nio de-tecta igual que puede detectarlas un experto en perros y gatos, no son destacadas a ni-

    vel perceptivo por el nio del modo en que son destacadas por el experto, y por esodonde el nio ve simplemente perros el experto ver un pequins, un fox terrier, un

    galgo o un podenco, y, si de gatos se trata, donde el nio o el profano ven simple-mente gatos el experto en esta especie de animales ver a un siams, un cerval, unmonts o un romano. El que el nio o el profano, por una parte, y el experto, por laotra, lleven a cabo identificaciones distintas de los mismos tems es fruto de un apren-dizaje perceptivo que implica una mayor capacidad discriminativa por parte del ex-perto y de la que carece el nio o el profano. Esta mayor capacidad discriminativa espareja a una mayor riqueza conceptual de la que el experto hace uso en el proceso deidentificacin perceptiva, pero el marco conceptual que interviene en los procesos deidentificacin perceptiva es el marco conceptual vinculado directamentecon los estmu-los proporcionados por la experiencia perceptiva y no el marco conceptual proporcio-

    nado por los conceptos tericos de la ciencia biologa.La carga terica est en la inferencia que el cientfico hace en relacin con la obser-

    vacin de I* a partir de la percepcin de I, pero no en la percepcin identificativa de I.La carga terica es la que le permite al cientfico inferir I* a partir de I, algo que el pro-fano no puede hacer, pero en la percepcin identificativa de I no hay carga terica, si-no el sistema de conceptualizacin disponible, implicado directamenteen la codificacinde la estimulacin proporcionada por el tem a identificar.

    Un ejemplo utilizado por T. Kuhn, pero con un propsito algo distinto, servir pa-ra ilustrar lo que estoy tratando de decir. En Segundos pensamientos sobre paradig-mas T.S. Kuhn nos invita a que nos imaginemos a un nio dando un paseo con supadre por un parque zoolgico. Con anterioridad al paseo por el parque el nio haaprendido a reconocer aves y a distinguir a los petirrojos como una clase especial deaves. Pero en el paseo de ese da con su padre por el parque el nio aprende por pri-mera vez a identificar tambin a cisnes, gansos y patos, de tal modo que, despus delpaseo por el parque, el nio, donde antes slo vea aves y petirrojos, ahora ve petirro-jos, cisnes, gansos y patos. Como nos dice T.S. Kuhn, durante esa tarde de paseo porel parque parte del mecanismo neural por el que el nio procesa los estmulos visua-les ha sido reprogramado, y los datos recibidos de los estmulos, que antes hubiesenevocado todos ave, han cambiado. Cuando el nio empez su paseo, su programa

    neuronal destacaba las diferencias entre cisnes individuales tanto como las existentes

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    entre los cisnes y los gansos. Al final del paseo, rasgos como la longitud y curvaturadel cuello del cisne han sido destacados y otros han sido suprimidos de modo que losdatos del cisne se igualan entre s y se diferencian de los datos del ganso y del pato,como no se haban diferenciado antes. Las aves que antes parecan todas iguales (ytambin diferentes) se hallan ahora ordenadas en grupos separados en el espacio per-ceptual (Kuhn 1979, p. 524).

    Hasta aqu, desde mi punto de vista, todo es correcto. Lo que el ejemplo de T.S.Kuhn pone de manifiesto es la existencia de un aprendizaje perceptivo, de tal modoque aquello cmo lo qu son identificados los objetos de nuestro entorno no slo de-pende de los estmulos recibidos sino tambin del marco conceptual ya disponible enel momento en el que tiene lugar la recepcin de esos estmulos. Ahora bien, y en estocreo que T.S. Kuhn se equivoca, el marco conceptual que interviene en la identifica-cin de un tem de percepcin I no es el que proporcionan los conocimientos teri-

    cos, sino el que est directamente vinculado con el procesamiento neurolgico de losdatos proporcionados por los sentidos, haciendo que se destaquen unos rasgos y sesupriman otros, de tal modo que ante la presencia de un tem I, generado por el ins-trumental de observacin, el cientfico y el profano pueden percibir lo mismo, puedenllevar a cabo el mismo tipo de identificacin, siempre que el sistema de conceptualiza-cin vinculado directamente con la organizacin de los datos procedentes de los sen-tidos sea el mismo para ambos sujetos. Lo que no podr hacer el profano es inferir apartir del tem percibido I la existencia de ese otro tem I* que el cientfico dice obser-

    var y para cuya observacin resultan imprescindibles los conocimientos tericos de losque dispone el cientfico y de los que carece el profano. A lo que s pueden dar lugar

    los conocimientos tericos es a que en la identificacin de I prestemos atencin aunos rasgos y no a otros, pero aquello cmo lo que, en definitiva, los rasgos destaca-dos son identificados depende nica y exclusivamente de los propios rasgos y del sis-tema de conceptualizacin vinculado directamente con esos rasgos, hacindose unocon ellos. Los cambios de paradigma tambin pueden dar lugar a que tomemos enconsideracin aspectos de la realidad que, en el marco de paradigmas anteriores, noshaban pasado desapercibidos, y a que las explicaciones que demos de los tems perci-bidos sean igualmente distintas en el marco de los distintos paradigmas, pero lo que enabsoluto pueden hacer los conocimientos tericos es determinar aquello cmo lo queun tem I es identificado en el proceso de percepcin.

    Veamos otro ejemplo, en este caso de Pierre Duhem, citado por N.R. Hanson enPatrones de descubrimiento. Observacin y explicacin:

    Entre en un laboratorio, acrquese a una mesa atestada de aparatos, una batera elctrica, alambre de cobrecon envoltura de seda, pequeas cubetas con mercurio, bobinas, un espejo montado sobre una barra dehierro; el experimentador est insertando en pequeas aberturas los extremos metlicos de unas clavijas concabeza de bano; el hierro oscila y el espejo sujeto a l enva una seal luminosa sobre una escala de celuloide;los movimientos de vaivn de esta mancha luminosa permiten al fsico observar las pequeas oscilaciones dela barra de hierro. Pero pregntele que est haciendo. Le contestar estoy estudiando las oscilaciones de unabarra de hierro que transporta un espejo? No, dir que est midiendo la resistencia elctrica de las bobinas. Siusted se queda atnito, si usted le pregunta qu significan sus palabras, qu relacin tienen con los fenmenosque ha estado observando y que usted ha advertido al mismo tiempo que l, le contestar que su pregunta re-quiere una larga explicacin y que usted debera seguir un curso de electricidad (Hanson 1977, pp. 95-96).

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    Estoy de acuerdo con N.R. Hanson en que si se quiere encontrar un caso para-digmtico de visin, sera mejor considerar como tal no la aprehensin visual de lasmanchas de color, sino cosas como ver qu hora es, en qu clave est escrita una piezamusical y si est desinfectada una herida (Hanson 1977, p. 95). Pero, aun recono-ciendo en la lnea de H. Brown y de N.R. Hanson que ver epistmicamente un tem Ies identificar a ese tem en trminos del marco conceptual disponible, en lo que en ab-soluto estoy de acuerdo con N.R. Hanson es en la conclusin que pretende extraer dela cita de P. Duhem: que el visitante debe aprender algo de fsica antes de que pueda

    ver lo que el fsico ve (Hanson 1977, p. 96).Lo que creo que habra que decir en relacin con ese texto de P. Duhem es que

    tanto el fsico como el profano ven lo mismo, llevan a cabo el mismo tipo de identifi-cacin perceptiva, una seal luminosa sobre una escala de celuloide. Es posible queel profano no se haya fijado en qu punto exacto de la escala de celuloide incide la se-

    al luminosa, pero tan pronto como se le indique que preste atencin a ese dato per-cibir lo mismo que el fsico. Lo que no podr hacer el profano es inferir, a partir de lapercepcin de ese tem I, la observacin de ese otro tem I* que el fsico dice observar,la medicin de la resistencia elctrica de las bobinas; lo ms que podr inferir el pro-fano a partir del vaivn de la seal luminosa sobre la escala de celuloide son las peque-as oscilaciones de la barra de hierro, puesto que tambin ve que las seales luminosassobre la escala de celuloide son producidas por el espejo montado sobre la barra dehierro.

    Del hecho de que la percepcin, en el sentido de ver epistmico de H. Brown, estmediatizada por el sistema conceptual disponible del sujeto perceptor, no puede infe-

    rirse la no existencia de un lenguaje bsico, como lo han hecho N.R. Hanson, T. Kuhny tantos otros filsofos de la ciencia. Tal como creo haber puesto de manifiesto con elanlisis de esos dos ejemplos utilizados por N.R. Hanson y T.S. Kuhn, en la tesis de lacarga terica de la observacin, de la que, entre otros muchos, estos dos filsofos dela ciencia son representantes, se confunden los sistemas de conceptualizacin vincula-dos directamente con la identificacin perceptiva de I con la carga terica implicada enla observacin de I*. Del hecho de que la percepcin en la que se identifica I sea rela-tiva a los sistemas de conceptualizacin vinculados directamentecon la percepcin se in-fiere, errneamente, que nuestra percepcin epistmica de I est cargada tericamente,cuando lo nico que determina la carga terica es la inferencia observacional de I* apartir de la percepcin de I.

    En resumen, y como conclusin final, cabra afirmar que en el proceso de con-trastacin las hiptesis y teoras cientficas encuentran su apoyo emprico en los enun-ciados de observacin y los enunciados de observacin en los contenidos informativosque proporcionan las percepciones verdicas3 o, si se prefiere, en el mundo ya codifi-cado a travs de los correspondientes procesos de percepcin. De este modo, el mun-3 Lo que hace que caractericemos a una percepcin como verdica es su compatibilidad con el resto de las

    percepciones (Vzquez, 200b). En la ilusin de Mller-Lyer, la identificacin visual de las dos lneascomo desiguales no es verdica porque no es compatible con otras percepciones identificativas que

    consideramos ms fiables como la que realizamos cuando aplicamos una regla sobre las dos lneas.

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    do procesado a travs de la percepcin se convierte en la base o soporte emprico delconocimiento cientfico.

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    Juan VAZQUEZ en la actualidad es Catedrtico del Area de Lgica y Filosofa de la Ciencia en la Uni-versidad de Santiago de Compostela. Su actividad docente e investigadora las ha desarrollado funda-mentalmente en las Universidades de Valencia y Santiago de Compostela, y su investigacin ha estado

    centrada en el estudio de problemas de naturaleza semntico-epistemolgica, a los que ha abordado

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    desde las perspectivas de la fenomenologa, la filosofa de la ciencia, la filosofa del lenguaje y la neu-rologa. Entre sus publicaciones cabe mencionar Aproximacin analtica al pensamiento platnico, Len-guaje, verdad y mundo, The Semantics of Scientific Languages, Inconmensurabilidad semntica yprogreso cientfico, How language hooks on to the world, Semntica de los nombres propios, decti-cos y trminos de clase, Epistemic Truth in a Plurality of Worlds.

    Direccin: Universidad de Santiago de Compostela, Departamento de Lgica y Filosofa Moral, Facultadde Filosofa, Campus Universitario Sur, 15706, Santiago de Compostela, Espaa, E-mail:[email protected]