OBRAS DE INGENIERIA CIVIL EN ROMA ANTIGUA GRANDES MONUMENTOS ROMANOS.docx

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OBRAS DE INGENIERIA CIVIL EN ROMA ANTIGUA GRANDES MONUMENTOS ROMANOS Inicio » Historia Antigua » Obras de Ingenieria Civil en Roma Antigua Grandes Monumentos Romanos En los primeros años del siglo VIII antes de Cristo, algunos pastores del Lacio se instalaron en la colina Palatina, no muy lejos de la orilla izquierda del Tíber. A la pequeña aldea le dieron el nombre de Roma. Ciertamente, no imaginaban que un día su villorrio se convertiría en la ciudad más grande y poderosa del mundo. En el siglo ni de nuestra era, época de la máxima expansión del Imperio, la parte habitada de Roma tenía un perímetro de veinte kilómetros y una población que oscilaba en los dos millones de habitantes. EL FORO ROMANO En el siglo IV de nuestra era existían en Roma quince “foros” construidos por los emperadores. Son los foros imperiales de Augusto, de César, de Trajano, etc. Pero el nombre de foro romano, o simplemente foro, designaba al más antiguo, emplazado a los pies de la colina Palatina y cruzado por la Vía Sacra. A los lados de la Vía Sacra se levantaban los templos más venerados; por ella pasaban los cortejos triunfales que se dirigían al Capitolio. El foro (plaza pública) era el corazón de Roma, e incluso el corazón del Imperio romano. Allí se daban cita ciudadanos de toda clase. Podían verse allí magistrados y ciudadanos calificados vistiendo su toga; entre la muchedumbre que se congregaba especialmente hacia la hora quinta (aproximadamente las once) se veían también hombres del pueblo que vestían su túnica, esclavos con la cabeza rasurada, griegos y orientales. En la Curia, los senadores dictaban sus leyes; en los distintos ministerios se trataban los asuntos del Estado; en la Basílica de Majencio se discutían los pleitos y se regulaban, como en una moderna “bolsa”, los precios de las materias primas más importantes. Una gran parte del pueblo se divertía o paseaba: unos acudían al Tribunal, otros curioseaban, charlaban o escuchaban las últimas noticias sobre política. Muchos fieles devotos presenciaban en los templos los sacrificios ofrecidos en honor de las divinidades. Observemos el plano de la Roma antigua. La ciudad se extiende totalmente a la orilla izquierda del Tíber. De tal manera que el río constituía, al menos por un lado de la ciudad, una magnífica defensa natural contra eventuales ataques. Sólo en el último período de engrandecimiento Roma rebasó el Tíber, pero el barrio transtiberino fue sólo un aledaño de la ciudad.

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OBRAS DE INGENIERIA CIVIL EN ROMA ANTIGUA GRANDES MONUMENTOS ROMANOS

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En los primeros años del siglo VIII antes de Cristo, algunos pastores del Lacio se instalaron en la colina Palatina, no muy lejos de la orilla izquierda del Tíber. A la pequeña aldea le dieron el nombre de Roma. Ciertamente, no imaginaban que un día su villorrio se convertiría en la ciudad más grande y poderosa del mundo. En el siglo ni de nuestra era, época de la máxima expansión del Imperio, la parte habitada de Roma tenía un perímetro de veinte kilómetros y una población que oscilaba en los dos millones de habitantes.

EL FORO ROMANOEn el siglo IV de nuestra era existían en Roma quince “foros” construidos por los emperadores. Son los foros imperiales de Augusto, de César, de Trajano, etc. Pero el nombre de foro romano, o simplemente foro, designaba al más antiguo, emplazado a los pies de la colina Palatina y cruzado por la Vía Sacra. A los lados de la Vía Sacra se levantaban los templos más venerados; por ella pasaban los cortejos triunfales que se dirigían al Capitolio.

El foro (plaza pública) era el corazón de Roma, e incluso el corazón del Imperio romano. Allí se daban cita ciudadanos de toda clase. Podían verse allí magistrados y ciudadanos calificados vistiendo su toga; entre la muchedumbre que se congregaba especialmente hacia la hora quinta (aproximadamente las once) se veían también hombres del pueblo que vestían su túnica, esclavos con la cabeza rasurada, griegos y orientales.

En la Curia, los senadores dictaban sus leyes; en los distintos ministerios se trataban los asuntos del Estado; en la Basílica de Majencio se discutían los pleitos y se regulaban, como en una moderna “bolsa”, los precios de las materias primas más importantes. Una gran parte del pueblo se divertía o paseaba: unos acudían al Tribunal, otros curioseaban, charlaban o escuchaban las últimas noticias sobre política. Muchos fieles devotos presenciaban en los templos los sacrificios ofrecidos en honor de las divinidades.

Observemos el plano de la Roma antigua. La ciudad se extiende totalmente a la orilla izquierda del Tíber. De tal manera que el río constituía, al menos por un lado de la ciudad, una magnífica defensa natural contra eventuales ataques. Sólo en el último período de engrandecimiento Roma rebasó el Tíber, pero el barrio transtiberino fue sólo un aledaño de la ciudad.

Otra observación que podemos hacer sobre el plano de la ciudad es ésta: Roma parece formada por dos ciudades, una dentro de la otra. La más antigua está cerrada dentro de las llamadas murallas de Servio Tulio, levantadas, sin embargo, después de la invasión de los galos, o sea posteriores al rey de quien llevan el nombre.

La más externa de las ciudades estás delimitada por las murallas aurelianas. De hecho, Roma, con el correr de los siglos, se fue agrandando cada vez más; en el año 271 después de Cristo, el emperador Aureliano, para defensa de la ciudad, levantó otra nueva línea de murallas que encerraba una superficie tan extensa casi como la de la Roma actual.

1) ARA PACIS AUGUSTAE (Altar de la paz de Augusto). Es un monumento que recuerda la paz establecida en todo el mundo romano durante la  época de Augusto.

2) MAUSOLEO DE AUGUSTO. Es el sepulcro de Augusto y de los principales miembros de la familia Julia-Claudia.

3) CASTILLO SANT´ANGELO. Lo hizo levantar el emperador Adriano (135-139) como espléndido mausoleo para él y para sus sucesores.

4) COLUMNA DE MARCO AURELIO. Fue levantada en honor del emperador que venció a los germanos y a los sármatas. Los episodios de tales guerras están representados en relieves que avanzan en espiral a lo largo del tronco de la columna. En su cúspide está colocada una estatua de San Pablo.

5) PANTEÓN. Es uno de los monumentos  de la Roma antigua mejor conservados. Fue construido en el año 27 antes de Cristo por voluntad del cónsul Marco Vespasiano Agripa, quien lo dedicó a los dioses tutelares de la familia Julia.El edificio está recubierto por una cúpula que se apoya sobre muros de 6,20 m. de espesor. Completando idealmente la esfera, ésta sería tangente con la tierra (o sea que la tocaría por un punto). Por lo tanto, la altura del edificio es igual al diámetro de la cúpula (43,40 m.).

6) ESTATUA ECUESTRE DE MARCO AURELIO. Es el único ejemplar de estatua imperial ecuestre: Representa al emperador en actitud de hablar al pueblo. La estatua, de bronce, presenta restos de su antiguo dorado.

7) COLUMNA TRAJANA. Fue levantada en honor del emperador Trajano en el año 113, en memoria de sus victorias sobre los dacios. Mide casi 30 metros de altura.

8) TEATRO DE MARCELO. Lo hizo construir Augusto, quien lo dedicó a su nieto.

9) FORO ROMANO.

10) BASÍLICA DE MAJENCIO. Es uno de los edificios más imponentes de la antigua Roma; fue comenzado en tiempos de Majencio y concluido por Constantino.

11) VÍA SACRA. A sus lados se levantaban los templos más antiguos y venerados.

12) VÍA DE LOS FOROS IMPERIALES. En ella se hallaban el foro Julio o de César, los foros de Augusto, de Vespasiano, de Nerva, y el foro de Trajano con la magnífica columna del citado emperador, en memoria de sus victorias contra los dacios.

13) COLISEO. Los más famosos gladiadores eran aplaudidos por unos 50.000 espectadores que tenían cabida en el imponente Coliseo. Este anfiteatro es una de las ruinas más impresionantes del mundo. Hoy día subsiste, todavía, imponente y maravilloso. Fue hecho construir por Vespasiano y continuado por su hijo Tito, dos emperadores de la familia Flavia (de ahí su nombre de Anfiteatro Flavio). Fue llamado Coliseo en el Medievo, debido a su mole “colosal”.

14) TEMPLO DE VESTA. Templo circular de! más puro estilo griego.

15) ARCO DE CONSTANTINO. Se mandó erigir para celebrar la victoria que en el año 312 Constantino obtuvo sobre Majencio.

16) TERMAS DE CARACALA. Fueron las más hermosas y lujosas termas de Roma. Lo que hoy queda basta para dar una idea de su antigua grandiosidad.

17) PIRÁMIDE DE CAYO CESTIO. Es el monumental sepulcro de Cayo Cestio, pretor y tribuno del pueblo.

18) PUERTA DE SAN PABLO. Es la antigua puerta de Ostia, abierta en las murallas de Marco Aurelio.

Edificación pública (Antigua Roma)

La ingeniería civil fue uno de los pilares básicos sobre los que se construyó el Imperio romano.

La existencia de una amplia red de calzadas y puertos facilitó el comercio y las comunicaciones, aspectos fundamentales para el crecimiento económico y el control político y militar.

Los acueductos y cloacas permitieron el crecimiento de las ciudades al garantizar unas condiciones higiénicas y sanitariasmínimas sin las cuales habría sido imposible alcanzar los niveles de población que tuvieron las grandes urbes del imperio.

Índice

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1   Materiales empleados 2   Técnicas empleadas

o 2.1   Técnicas constructivas o 2.2   Topografía

3   Vías de comunicación o 3.1   Calzadas o 3.2   Puentes o 3.3   Puertos

4   Ingeniería hidráulica o 4.1   Termas o 4.2   Acueductos o 4.3   Cloacas

5   Ingeniería militar o 5.1   Murallas

Materiales empleados[editar]

Los ingenieros romanos realizaban sus obras utilizando como materia prima la piedra, la arcilla, la argamasa y la madera.

La piedra : de carácter autóctono,en siglo VI a. C. se utilizó el tufo, en los cimientos de los templos. A partir del siglo II a. C. el travertino remplazará al tufo y será en época augustea cuando se generalice el uso del mármol de Carrara y se importe de Grecia. La extracción se realizaba aprovechando las grietas que los bloques pétreos presentaban de manera natural mediante cuñas y palancas. Si no existían fisuras en la piedra se empleaba el pico, realizando ranuras y agujeros, después ponían cuñas en los agujeros, que al empaparlas de agua rompían la piedra.

Posteriormente se dividía en bloques usando sierras o con cuñas y mazas. El transporte se realizaba mediante rodillos y cuerdas.

La arcilla se utilizaba para la construcción de ladrillos y tejas, para lo que se utilizaban moldes de madera. El ladrillo era un elemento fundamental en las construcciones romanas desde época de Augusto y solía llevar el sello del fabricante.

La argamasa o mortero era una mezcla de arena, cal y agua, con la que se unían los ladrillos, siendo un elemento imprescindible en la construcción de bóvedas. Al mezclarlo con mampuesto se obtiene el cemento (opus caementicium).

La madera se utilizaba para los trabajos de carpintería, para la construcción del esqueleto de los edificios y el armazón de los tejados.

Técnicas empleadas[editar]

Técnicas constructivas[editar]

Hay que tener siempre presente que el Imperio romano era un imperio esclavista. Es decir, la fuerza de trabajo de los esclavos era la fuente de energía básica empleada en las labores de construcción. Así, siendo el trabajo de los esclavos gratuito, sus músculos son una fuente de energía barata. Esto, sin duda, limitó las posibilidades de desarrollo técnico de Roma, al no ser necesario el desarrollo de fuentes de energía alternativas como el vapor.

Pese a todo, dado el colosal tamaño de muchas de sus construcciones, sí se usaba maquinaria especializada:

Grúas Poleas Andamios Cimbras

Topografía[editar]

A menudo se tiende a olvidar la importancia fundamental de la topografía a la hora de llevar a cabo obras de ingeniería civil. Los espectaculares acueductos de la antigua Roma no habrían sido posibles sin la labor de una legión de topógrafos que midieran el terreno y marcaran el trazado.

Algunos de los acueductos romanos alcanzaron longitudes que, aún hoy, resultan sorprendentes. Más aún si tenemos en cuenta que las técnicas de la época no permitían garantizar el sellado de las conducciones, lo que obligaba a transportar el agua mediante pendientes de caída constante.

Estas pendientes, del orden de milésimas, obligaban a trazar los recorridos con un precisión vertical de metros porkilómetro de trazado en planta a lo largo de distancias tales como 90 kilómetros (Aqua Marcia, en Roma) o, incluso, 132 kilómetros (Cartago).

Vías de comunicación[editar]

Calzadas[editar]

Artículo principal: Calzadas romanas

Las ciudades estaban interconectadas por calzadas que se construían cavando una zanja y rellenándola de piedras de diferentes grosores hasta nivelar el terreno, y recubriendo con una última capas con revestimiento de material de grano fino. En casos excepcionales y generalmente en el interior de las ciudades la última capa de revestimiento se sustituía por un empedrado de piedras planas, formando un enlosado.

Las ciudades también estaban atravesadas por calzadas, con aceras laterales ligeramente elevadas. Estas calles disponían de unos bloques de piedra separados regularmente entre sí que permitían cruzar de una acera a otra en días de lluvia, e impedían que los vehículos alcanzaran velocidades peligrosas.

Por esta razón, poder pasar entre las piedras, la separación entre las ruedas de los carros era siempre la misma.

Puentes[editar]

Los puentes surgen como un elemento secundario pero imprescindible de las vías de comunicación. Es decir, los puentes no son el objetivo último, que es el transporte de personas y mercancías, pero su construcción es fundamental para lograr este objetivo.

Los puentes cumplen la función de salvar obstáculos naturales como ríos o valles profundos, ahorrando largas distancias buscando vados o pasos llanos.

Los romanos construyeron gran cantidad de puentes para que las vías atravesaran los ríos que encontraban a su paso, muchos de los cuales todavía subsisten. La mayor parte de ellos estaba construida en piedra, aunque si no había canteras en la zona, se hacían de ladrillo cocido.

Puertos[editar]

Para el Imperio romano, cuyo crecimiento y expansión se dio, fundamentalmente, alrededor del Mediterráneo, el mar era una vía de comunicación fundamental. Esto hacía de los puertos puntos clave para su crecimiento económico, siendo el nexo de unión entre las vías de comunicación terrestres y marítimas.

Ingeniería hidráulica[editar]

Termas[editar]

Artículo principal: Termas romanas

Estos templos del ocio y la salud -baños calientes, fríos y templados, gimnasios- desempeñaron un papel destacado en las relaciones sociales. Entre las más célebres figuran las de Caracalla.

Acueductos[editar]

Artículo principal: Acueducto

Los acueductos eran característicos de la ingeniería romana, para solucionar el problema de abastecimiento de agua, pues no disponían de manufactura de tuberías resistente a la presión y, por lo tanto, no podían construir sifones de una cierta altura. Los acueductos consistían en puentes soportados por gruesos pilares unidos mediante arcos de medio punto, coronados por un canal con una ligera inclinación, para permitir correr el agua. El agua se obtenía en manantiales oembalses situados a mayor altura, hasta la ciudad donde se canalizaba y distribuía por medio de tuberías de plomo. Otro elemento arquitectónico, de la misma estructura que los acueductos, eran los puentes, hechos a base de arcos y bóvedas.

Cloacas[editar]

En el subsuelo romano estaban las cloacas, que recibían las aguas residuales vertidas a través del alcantarillado de la ciudad. Eran suficientemente amplios como para que un hombre pudiera caminar por ellas, pero se ponía una reja en la desembocadura para impedirle la entrada a la ciudad.

Ingeniería militar[editar]

Artículo principal: Ingeniería militar romana

Murallas[editar]

Las ciudades estaban defendidas por murallas, con una vía de circulación en la parte superior que permitía la vigilancia. Las murallas estaban protegidas por almenas, y se prolongaban varios metros bajo tierra. Las puertas de la ciudad tenían tres bóvedas: una central por la que pasaban los carruajes y dos laterales para los peatones. Se cerraban con portones de madera y rejas levadizas.

Los ingenieros romanos

En Roma, las profesiones de ingeniero (civil y militar) y arquitecto no estaban claramente diferenciadas. El «oficio» contaba más que el título. En algunas épocas, los ingenieros militares fueron, por su experiencia, los más cualificados. Los romanos utilizaban como principales materiales para la construcción la piedra, la arcilla, la argamasa y la madera. Una vez extraídos los grandes bloques de piedra de las canteras, que por lo general eran propiedad del Estado, los obreros la trabajaban hasta conseguir bloques a escuadra, y a continuación la pulían. Si la piedra era blanda podía ser cortada con una sierra; cuando era dura se practicaba con el taladro una línea de agujeros en los que se introducían estacas de madera que, al mojarlas con abundancia, se dilataban y rompían la piedra por el lugar deseado. Una vez partido el gran bloque en otros más pequeños, se les daba la forma final con el escoplo y el martillo.

Los arquitectos de la antigua Roma se ocupaban de asuntos muy similares a los de sus colegas actuales, aunque no se daba una especialización en los cometidos de cada profesional como la que se da actualmente. Los ingenieros abordaban tanto obras civiles como militares, así como la construcción de edificios y casas.

La arcilla la utilizaban para fabricar ladrillos y tejas, para lo que empleaban moldes de madera. Una vez conseguida la forma deseada, extraían las piezas de los moldes y las ponían a secar al sol antes de cocerlas en el horno. Todas las piezas llevaban la marca del propietario de la fábrica y, a veces, la del emperador. La argamasa (mezcla de arena, cal y agua, que también recibe el nombre de mortero), servía para unir entre sí los ladrillos y los bloques de piedra. La madera se utilizaba, además de para los trabajos de carpintería, para construir el esqueleto de los edificios y el armazón de los tejados.

En la época imperial, los constructores romanos habían edificado 45.000 viviendas, algunas de ellas de altura considerable. La ingeniería romana recurrió más a la mejora lenta de las técnicas conocidas que a la introducción de cambios revolucionarios. Izquierda, podemos ver una muestra del sistema de construcción más antiguo encontrado en Pompeya: mampostería de cascotes reforzada con un armazón de piedra caliza. Derecha, los utensilios más usuales en la construcción.

Recubrían los edificios con yeso, mármol y mosaico. En los trabajos de construcción, los obreros usaban gran cantidad de herramientas. Para cortar la piedra, además de la sierra, el martillo y el escoplo, empleaban el compás, la escuadra, la vara de medir, el pico y el taladro.

Izquierda. Grúa romana, utilizada para elevar piedras pesadas en los grandes proyectos de ingeniería; aquí, los obreros están completando el pretil de un gran puente de piedra. Derecha. Como muestra de las técnicas constructivas romanas, estas imágenes representan, de arriba abajo, una construcción a base de bloques rectangulares, que se utilizaban para la fachada de las casas; una mampostería realizada mediante cascotes y cemento (opus incertum) y una pared a base de hileras alternas de ladrillos y piedras (opus mixtum), generalmente una de piedra y dos o tres de ladrillo.

En los trabajos de la madera los instrumentos más usuales eran el hacha, la barrena, la maza, la cuña, el cepillo y las tenazas. La mayor parte de estas herramientas se fabricaban a pie de obra, en las herrerías y talleres instalados allí para tal fin. La construcción propiamente dicha requería elementos auxiliares más complejos: máquinas, como la grúa y la polea, cuya estructura básica consistía en una rueda giratoria en torno a la cual se hacían pasar varias cuerdas. Con estas máquinas los romanos conseguían levantar cargas muy pesadas. La estructura de los andamiajes utilizados por los constructores romanos adquirió una perfección similar a la de nuestros días, aunque siempre fueran de madera.

Vías de Comunicación y Defensas Militares La malla de ciudades que constituían el Imperio Romano estaba bien comunicada por medio de vías terrestres conocidas con el nombre de calzadas. Su excelente trazado y su sólida construcción las han hecho pervivir en parte hasta nuestros días. El papel de las calzadas como nexo de unión cultural, comercial, militar y político fue fundamental para el desarrollo histórico del Imperio. Construían las calzadas excavando una zanja del ancho deseado, que rellenaban con varias capas de piedras de diferente tamaño, para conseguir la solidez necesaria, hasta nivelar el terreno. Recubrían las últimas capas con piedras planas que procuraban encajar al máximo, para lograr un firme estable y plano. También las ciudades tenían calles pavimentadas, con aceras laterales ligeramente elevadas. Las

calles estaban atravesadas de tramo a tramo por bloques de piedra separados entre sí que posibilitaban el cruce de los peatones en días de lluvia e impedían que los vehículos alcanzaran velocidades peligrosas. Todas las ciudades estaban defendidas por murallas que discurrían por los límites fundacionales establecidos por el sacerdote con la ayuda de un arado. Las murallas romanas, antecedente de las medievales, constaban de un doble muro de sillares separado por un amplio espacio que se rellenaba con piedras y tierra y que constituía una vía de circulación para la vigilancia y defensa de la ciudad.

Izquierda. Las calzadas romanas constituyen una magnífica muestra de ingeniería civil. Una calzada había de tener una estructura de más de un metro de profundidad, dividida en cuatro capas: pavimentum, nucleus, rudus y statumen (de arriba abajo). Las calzadas más primitivas se hacían simplemente a base de grandes bloques de piedra que se mantenían en su sitio gracias a su propio peso. Derecha. La técnica se fue perfeccionando y, gracias a ello, muchas de las calzadas por las que desfilaron las legiones romanas, que unían los núcleos de población más importantes, se han conservado hasta nuestros días, como Vía Flamínia, que unía Roma con Rímini.

Todas las ciudades estaban defendidas por murallas que discurrían por los límites fundacionales establecidos por el sacerdote con la ayuda de un arado. Las murallas romanas, antecedente de las medievales, constaban de un doble muro de sillares separado por un amplio espacio que se rellenaba con piedras y tierra y que constituía una vía de circulación para la vigilancia y defensa de la ciudad.

Izquierda. Los romanos medían la longitud de las calzadas mediante un ingenioso artefacto llamado odómetro, que hacía caer una piedra redonda en un recipiente metálico por cada milla (la

milla romana tenía mil pasos; en total, 1.478 metros). El carro estaba dotado de ruedas especiales cuyo diámetro era de cuatro pies romanos de diámetro (un pie = 0,30 m). Una milla romana se completaba a las 400 revoluciones de la rueda. El dibujo de arriba se basa en una descripción del arquitecto Vitrubio. Derecha. Una calle de Pompeya, tal y como puede verse en la actualidad.

Para reforzar la seguridad de la muralla y evitar el acceso subterráneo a la ciudad, el muro exterior se prolongaba varios metros bajo tierra, y la parte superior era protegida con almenas. Las puertas de acceso a la ciudad estaban constituidas por tres bóvedas, una central más ancha que permitía el paso de carruajes y dos laterales de menor tamaño para los peatones. Para cerrarlas disponían de fuertes puertas de madera y la central tenía, además, una reja levadiza. En momentos de ataque se cubrían con planchas de metal. A ambos lados de las puertas se levantaban sendos torreones de altura considerable y a lo largo del perímetro de la muralla se construían torres vigías.

Muro hecho construir por Adriano, en el año 122.

Acueductos, puentes y cloacas Una de las obras más características de la ingeniería romana fue el acueducto, hallazgo técnico propiamente romano que sirvió para solucionar el problema del abastecimiento de aguas a las ciudades. La función del acueducto era transportar el agua desde los manantiales o embalses, situados generalmente en lugares más altos, hasta la ciudad, donde se canalizaba el agua y se distribuía por medio de tuberías de plomo hasta sus fuentes. La estructura del acueducto consistía en un canal, por donde discurría el agua, elevado sobre gruesos pilares unidos entre sí por arcos. Algunas veces cuando el terreno lo exigía, construían varias hileras de pilares y arcos superpuestos, lo que producía un perfil arquitectónico de gran belleza. Dado que el agua tenía que discurrir constantemente, el acueducto era construido con una ligera pendiente de principio a fin.

Los acueductos, una de las obras públicas más características del Imperio Romano, surtían de agua a las ciudades. El corazón del acueducto era el specu o canal propiamente dicho; medía alrededor de dos metros de alto por noventa centímetros de ancho. El techo podía ser plano, en uve ¡vertida o en forma de arco de medio punto, como en la figura superior. Es muy probable que los romanos aprendiesen de los etruscos la construcción de arcos en su forma más simple, que evolucionó hasta alcanzar la perfección del de medio punto. Derecha, el acueducto de Segovia, del siglo II.

La solidez de esta construcción, algunas veces muy extensa, requería unos cimientos profundos, gruesos y bien anclados en el suelo. La utilización del arco y la bóveda como soluciones arquitectónicas aparece también en otra clase de obra de ingeniería: los puentes. Estos elementos arquitectónicos, a los que fueron especialmente aficionados los romanos, les permitieron salvar largas distancias uniendo los extremos opuestos de los valles y las orillas de los ríos. En realidad, puentes y acueductos planteaban el mismo problema: construir arcos de piedra, estables y resistentes. En el subsuelo de las ciudades romanas se podían encontrar igualmente importantes obras de ingeniería, como las cloacas, que recibían las aguas residuales vertidas a través del alcantarillado de la ciudad. Eran túneles subterráneos con la suficiente amplitud y altura como para que un hombre pudiese caminar erguido por su interior. Las cloacas desembocaban en el río más próximo y en su extremo final se colocaba una reja para impedir el acceso a la ciudad.

Los romanos fueron los primeros en usar el sistema de arcos. La construcción de un puente sólo podía realizarse bajo la dirección de auténticos expertos que fijasen el radio de cada arco e incluso la posición de cada piedra. Tras construir los pilares, se realizaba un armazón en madera (cimbra), que debía soportar el peso del arco. Derecha. Puente construido por los ingenieros del ejército romano en Rímini

Para trazar el recorrido de las calzadas y de las calles los agrimensores romanos utilizaban un instrumento llamado groma, que consistía en un soporte de más de un metro de alto. En cuyo extremo superior llevaba una cruz de la que colgaban cuatro plomadas. Cuando éstas se encontraban paralelas a la barra central indicaba que el groma era perpendicular con respecto al terreno y así se podían trazar calles exactamente perpendiculares.

INTRODUCCION

Que podríamos definir como Ciencia, que podríamos decir de la Ingeniería en Roma o mas aun de su Arquitectura y que podríamos hablar del desarrollo de todos estos tópicos en el transcurso espacial del Imperio Romano. Todo esto, lo veremos a continuación, en el presente trabajo, y así podremos conocer, aunque resumidamente, algunos detalles, quizá, no conocidos de este bien ponderado nombre que es Roma.

Aunque todos ya hemos escuchado en reiteradas ocasiones relatos, historias, o incluso hemos visto en la televisión, documentales o películas en donde se menciona el tema; en este caso nosotros basándonos en diversas y vastas bibliografías, mostraremos temas quizá no muy hablados como por ejemplo el insignificante desarrollo de los romanos en la ciencia comparados con otras civilizaciones semejantes, la perfección alcanzada en la mayoría de sus obras de ingeniería y su colosal arquitectura.

INTRODUCCION

El hecho de que no existe una concepción universalmente admitida acerca de la índole y la extensión de la ciencia, obliga a que toda historia de la ciencia, por sucinta que sea, fije previamente el concepto de ciencia que en ella ha de imperar, concepto que, a su vez, dependerá de la concepción que se tenga del proceso cognoscitivo y acerca del conocimiento en particular.

En este breve trabajo, en el que esbozaremos el desarrollo de la ciencia en el Imperio Romano, adoptaremos para este termino una concepción muy amplia que podemos resumir diciendo que, para nosotros, “LA CIENCIA ES EL VEHICULO HUMANO QUE, A TRAVES DEL PROCESO DEL SABER, CONDUCE AL CONOCIMIENTO”

ROMA Y LA DECADENCIA DE LA CIENCIA ANTIGUA

Al igual que los griegos, los romanos accedieron a la civilización directamente de la barbarie durante la edad de hierro. Sin embargo, no abandonaron las tradiciones de la edad de bronce tan plenamente como los griegos. Cuando los romanos expulsaron a los tarquinos en el año 510 a. C., adoptaron los sistemas astrológicos y de adivinación mediante los hígados que los etruscos habían traído consigo de sus lugares de origen en Asia Menor. Por otro lado, los romanos no desarrollaron una civilización de ciudades-estado costeras como los griegos. Roma constituía una comunidad guerrero-agricola al modo de Esparta, el menos intelectual de los estados griegos. Los senadores de Roma tenían prohibido el comercio, mientras que sus comerciantes se sometían a los valores de la sociedad, aspirando a convertirse en propietarios de tierras de cultivo. Por consiguiente los romanos carecían de perspectiva cuantitativa y espacial del mercader y viajero, lo que los hizo muy poco duchos en las ciencias matemáticas.

Una vez que la civilización romana alcanza su plena madurez, Ciceron 106-43 a. C., observó que los “matemáticos griegos destacan en el terreno de la geometría pura, mientras que nosotros nos limitamos a contar y a medir”.

Los romanos no contribuyeron en gran cosa a la ciencia; su contribución se hace en otra área, en el dominio de la organización, como la formación de un servicio medico público, la construcción de carreteras y acueductos, la introducción al calendario juliano y la promulgación del derecho romano que regulaba sus organizaciones. Desde muy pronto, los romanos estuvieron en contacto con los griegos de Silicia y del sur de Italia, y dado que sojuzgaron las dinastías que habían surgido del imperio de Alejandro Magno en el siglo segundo antes de Cristo, se dieron cada vez mas cuenta de la superioridad de la cultura griega. Algunos de ellos, como Caton el Censor, 234-149 a. C., y Varron, 117-27 a. C., reaccionaron en contra del saber griego; pero la mayoría de los romanos trataron de asimilar el saber de los griegos, sobre en el siglo I a. C. Caton el Censor escribió una obra de medicina y agricultura para demostrar que los romanos eran superiores a los griegos. Su medicina consistía en su mayor parte en formulas mágicas y hierbas medicinales. Pensaba que Roma “ disfrutaba de buena salud sin necesidad de médicos”. Varron trato de hacer lo propio en un campo más amplio que se ocupaba de las nueve “artes liberales”, la gramática, la dialéctica, retórica, geometría, aritmética, astronomía, música, medicina y la arquitectura. Las dos ultimas fueron eliminadas por Casiodoro, 490-585, dejando las siete artes liberales estudiadas durante la Edad Media.

A lo largo del proceso de asimilación, la filosofía estoica de los griegos alcanza u8na gran importancia entre los romanos, ya que presentaba las creencias tradicionales que habían heredado de los etruscos, aunque en forma mas sofisticada.

Los romanos no lograron asimilar el grado limitado de unidad que los griegos habían logrado entre teoría y experimentación en la ciencia. Así, por ejemplo, nunca arraigo en roma la practica griega de la disección en la enseñanza de la medicina. Adoptaron el contenido de la ciencia griega pero no su método, por lo que sus obras tendían a ser totalmente filosóficas, como la de Lucrecio, “De la naturaleza de las cosas”, o en gran medida empírica, como la “Historia natural” de Plinio.

Los romanos no absorbieron todos los contenidos de la ciencia griega, pues las matemáticas en concreto les atraían muy poco. Los romanos no tuvieron matemáticos o astrónomos notables, presentando solo un geógrafo importante, Pompeyo Mela, 43 d. C. quien se entrega a los espectros cualitativos de la geografía de Eratostenes, evitando las matemáticas y las mediciones.

Los romanos asimilaron con mas fortuna a medicina, tal vez por razones de orden practico. El primer maestro notable fue el griego Asclepiades de Bitinia, muerto 40 a. C., que estableció una escuela de medicina en Roma. Uno de sus discípulos, Celso, escribió una obra importante “ De la medicina”, en torno al año 30 d. C., un tratado que constituía una buena compilación de fuentes griegas. Por la época de las invasiones barbaras, la medicina romana presentaba una notable decadencia. Fue entonces, escribía Vesalioen 1543,

“ Cuando los doctores mas de moda, primero en Italia, a imitación de los antiguos romanos, despreciando las labores manuales, empezaron a delegar en esclavos las labores practicas que consideraban adecuadas a sus pacientes, limitándose simplemente a estar sobre ellos como arquitectos. Luego, cuando todos los demás que practiban el verdadero arte de curar abandonaron progresivamente los desagradables deberes de su profesión, sin rebajar por ello ninguna de sus pretensiones monetarias u honoríficas, rápidamente se quedaron por debajo del nivel de los antiguos doctores. Dejaron a los enfermeros los métodos de cocinar y todo lo concerniente a la preparación de la alimentación de los enfermos; dejaron en manos de los boticarios la composición de las drogas, y en las de los barberos las operaciones manuales”.

En cuanto a las ciencias naturales en el sentido de ciencias de la fauna, flora y gea no progresaron mayormente después de Aristóteles y de Teofrasto. Entre los romanos encontramos tres autores cuyos escritos se relacionan en mayor o menor medida con esas ciencias. Son Lucrecio, Seneca y Plinio. Pero ninguno de estos escritos es muy profundo y se evocan mas a la critica y la filosofía.

Con los romanos, que sobresalen técnicamente por sus grandes obras viales e hidráulicas, encontramos los primeros escritos sobre construcciones civiles y de agrimensura. Así Frontinus escribe sobre los acueductos, mientras que la arquitectura, en sentido amplio, encuentra su gran expositor, aunque mediocre científico, en Vitruvio. Por su parte de los trabajos topográficos se ocupan variados autores e, incidentalmente, los que se ocuparon de agricultura, otra de las ramas técnicas en la que sobresalieron los romanos.

INGENIERIA ROMANA

La ingeniería romana fue cambiando sus métodos poco a poco, una vez que daban con una buena técnica, no buscaban inmediatamente otro método mas sencillo o mas barato para reemplazarlo.

¿QUIÉNES ERAN?

A deferencia de hoy en día, el cual los ingenieros se dividen en dos partes (civiles y ejecución) y poseen varias especialidades (eléctrica, ambiental, etc), en ese tiempo se encargaban tanto en la planificación de la obra como de la maquinaria, o sea era una sola persona para toda la obra.

Ellos solo comenzaron a existir desde el año 31 a.c., y solo el ejercito el cual hacia proyectos de ingeniera, para beneficios militares. Ellos fueron los primeros en desarrollar la ingeniería, y a contar desde el siglo II d.c. el ejercito poseía los mejores ingenieros del imperio.

Luego la mayoría de las obras civiles pasaron a manos de la aristocracia y el senado, apoyados y respaldados por el pueblo romano.

Mas tarde, en el año 20 d.c., llego el emperador Augusto el cual se proclamo “Curator Viarum” (director de calzadas), el cual paso a tener poder para realizar obras civiles. Este a su vez elegía hombres con elevada capacidad para realizar trabajos civiles.

OBRAS MÁS COMUNES

Los acueductos. Uno de los logros mas perfectos de los romanos. Se vieron obligados a construir uno a finales del siglo IV a.c., ya que necesitaban urgente un suministro de agua, aparte de el que ya poseían que era el río Tiber, y en el año 312 a.c. comenzaron a construir el primer acueducto, el Aqua Appia.

Descripción. Lo primero para iniciar su construcción era encontrar una fuente de donde se tomaría una fuente de donde se tomaría el agua, luego ingeniar una forma de captación de del agua, la que generalmente era una desviación del río.

Este acueducto no era un puente que llevaba agua, sino un canal que transportaba

Estos se hacían de dos tipos:

-tubos de cerámica, cuando la presión era mayor.

-tubos de plomo, cuando la presión era menor.

Las estructuras del acueducto en si eran de una piedra llamada “Specus”, aunque habían algunos de roca sólida y hormigón.

Las calzadas. El máximo construido fueron 90.000 km las cuales mejoraron la comunicación del ejercito, gobierno, comercio y la población en general.

La mas famosa fue la primera llamada “Via Appia” (312 a.c.) que iba desde Roma hacia Capua.

Estructura. Las primeras calzadas eran como murallas tumbadas sobre el suelo, posteriormente existieron mucha diversidad de calzadas.

Según el ingeniero militar romano la calzada ideal tenia que estar compuesta por:

-Statumen

-Rudo

-Núcleo

-Pavimento

Los puentes. Al igual que los acueductos y las calzadas, los romanos no fueron los primeros en construir los puentes, pero si casi alcanzaron la perfección con el puente de arco.

Para formar un puente de arco se necesitan 4 requisitos:

-Contrafuertes o estribos a los lados.

-El centrado exacto.

-Perfecto ajuste de dovelan.

-Cimiento sólido.

Los primeros puentes de piedra se construyeron se construyeron con enormes bloque, tallados con toda exactitud y unidos sin argamasa.

HERRAMIENTAS

-Piedra. Material de construcción mas importante de los romanos. La cual se usaba para construir canales, murallas, puentes, bóvedas, etc.

-Argamasa. Esta se comenzó a usar desde el siglo II a.c. y era un material el cual los romanos ponían en capas entre las rocas y piedras de sus construcciones.

Ellos creían que era un tipo de arena, pero en realidad era una ceniza procedente de erupciones volcánicas.

-Hormigón. Este producto se descubrió y se fue desarrollando poco a poco, ya que nace de la aleación entre una masa central de escombros con argamasa.

Descubrieron que mientras mejor sea la calidad de la argamasa mejor es la calidad del hormigón.

-Las tejas y ladrillos. Existían en las zonas donde había arcilla y el sol calentaba demasiado. Descubrieron que al calentar en hornos los ladrillos duraban mucho mas.

Las tejas las usaban como adornos para la fachada del hormigón y como refuerzo de la construcción.