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CHRIS 7 BUKOWSKI Se publica en edición bilingüe uno de los libros de poesía del escritor de los suburbios,una de las facetas menos conocidas de su obra. 3 TOMÁS SÁNCHEZ SANTIAGO El poeta lee su última ‘plaquette’ el próximo jueves en la facultad de Fi- lología. ❯❯ culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004 CUNNINGHAM Repaso por la obra de uno de los grandes autores visuales, especialista en videoclip. El mundo del cine espera con ansidad su apuesta estética 4 N° 04 Suplemento de artes y letras

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4 3 TOMÁS SÁNCHEZ SANTIAGO N° 04 Suplemento de Repaso por la obra de uno de los grandes autores visuales, e s p e c i a l i s t a en videoclip. El mundo del cine espera con ansidad su apuesta estética 7 BUKOWSKI El poeta lee su última ‘plaquette’ el próximo jueves en la facultad de Fi- lología. Se publica en edición bilingüe uno de los libros de poesía del escritor de los suburbios, una de las facetas menos conocidas de su obra.

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CHRIS7 BUKOWSKI

Se publica en edición bilingüe unode los libros de poesía del escritorde los suburbios, una de las facetasmenos conocidas de su obra.

3 TOMÁS SÁNCHEZSANTIAGOEl poeta lee su última ‘plaquette’ elpróximo jueves en la facultad de Fi-lología.

❯❯ c u l t u r a sTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

CUNNINGHAM

Repaso por la obra de uno de losgrandes autores visuales, e s p e c i a l i s t a

en videoclip. El mundo del cine esperacon ansidad su apuesta estética

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N° 04Suplemento de

artes y letra s

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crhis Cunningham es un artista de re fe re n-cia en el mundo de la videocreación. Con

una carre ra orientada eninentemente a la re-alización de vídeos musicales, ha sabido su-p e rar el carácter co m e rcial de estos pro d u c-tos para crear una particular visión estética.Cunningham pertenece a un grupo de artis-tas visuales cuyo sello ha marc ado todo el gé-n e ro en los años noventa. Ahora, sólo se es-p e ra su salto al cine con un proyecto tre m e n-damente ambicioso: la ad a p t ación de N e u r o -

m a n t e, una novela de William Gibson que dioo r i gen al movimiento ‘cyberpunk’, que tienemucho en común con su obra. Mientras, po-demos contentarnos con presenciar una am-plia selección de sus cre aciones en el DA 2 ,hasta el próximo domingo. Analizamos tam-bién algunos productos televisivos más mar-cados por su comercialidad, las series de te-l evisión españolas producidas para el hora r i ode máxima audiencia. Aquí se observa comolas características del merc ado español y el

conservadurismo de las cadenas privadas –yla falta de definición de la pública– dan comore s u l t ado unas historias blandas, ero s i o n ad a sp a ra llegar a todo tipo de públicos. Y desde elfondo de las palabras habla Tomás SánchezSantiago, un magnífico poeta que en una en-t revista con el también escritor Víctor M. Dí-ez desvela todas las claves de su obra. El pró-ximo jueves tendremos la oportunidad de es-cuchar sus últimos ve rsos en la Fac u l t ad deFilología.

1 PLURALIA TV: OTRATELEVISIÓN ES POSIBLEUn poco más atrás, en este suplementose habla sobre televisión. No hace faltaprestar demasiada atención paracomprobar que hay un malestar sobrelos contenidos del principal medio deinformación y entretenimiento de losespañoles, en un país en el que losíndices de lectura de prensa y de lecturaen general son bajos. Se presta en eseartículo especial atención a losproductos de ficción hechosespecialmente para el medio, pues sonlas historias, las narraciones, las quesiempre han conformado losimaginarios de una sociedad. Se vecomo las televisiones privadas van alnegocio seguro (aunque ni ellas ni nadieconocen las claves del éxito y su actitudconservadora muchas veces escontraproducente) y las públicas siguennavegando en sus contradiciones. Unanoticia agradable es la iniciativa dePluralia TV, una televisión que funcionacomo cooperativa, que reúne a diversoscolectivos sociales y periodísticos de laComunidad Valenciana. Su diagnósticode la situación: «Las constantes fusionesy concentraciones mediáticas estánconfigurando un desolador panoramacomunicativo en el que empresas cadavez más grandes deciden casi enexclusiva lo que podemos ver y lo queno. Frente a ellas, ciudadanos yorganizaciones sociales aparecen comoirrelevantes, y quedan desprovistos decualquier influencia sobre esa realidadtelevisada que va configurando día a díanuestro imaginario colectivo. Paraconservar nuestra autonomía, nuestralibertad, nuestra capacidad de decisión,las cuales constituyen la esencia mismade nuestro modelo de convivencia,necesitamos urgentemente unos mediosno sometidos al control de esasinmensas corporaciones. Necesitamosunos medios populares, abiertos ydemocráticos; unos medios de todos yno de unos pocos». Pretenden hacer unaprogramación que demuestre que loimportante también puede serentretenido y que la actitud inteligentepara quienes luchan por algún tipo decambio social no es denostar latelevisión como medio, sino intentarmejorarla. Pueden conocer el proyectomás a fondo en pluralia.tv. Les deseamosla mejor de las suertes.

2 FILANDÓN, PREMIONACIONAL AL FOMENTO DE LALECTURADurante más de veinte años, el ‘Diariode León’ ha mantenido la publicacióndel suplemento cultural ‘Filandón’, en elque colabora uno de nuestros críticosliterarios, Nicolás Miñambres. Elpremio lo concede el Ministerio deCultura, que ha distinguido también a laAsociación Vallecas por sus actividadesen torno al libro en el barrio madrileño,y señala que ‘Filandón’ «ha desarrollado,durante los últimos veinte años, unaextensa labor de apoyo al libro y a lalectura, con especial incidencia en lacomunidad educativa, abierto alconjunto de la producción literarianacional e internacional». La palabra‘Filandón’ tiene mucho que ver con lanarración, pues es el lugar donde sereunía la gente de las aldeas para contary escuchar historias, un modo detransmisión de cultura, un periódico sinimprenta, una televisión sin másimágenes que las de la imaginación.

3 DE LA ERA DEL FANZINE A LAERA DEL BLOGEl libro De espaldas al kiosko (Guíahistórica de fanzines y otros papelujosde alcantarilla), de Kike Babas y KikeTurrión, publicado por ‘El Europeo’,resumió hace unos años la trayectoriade los fanzines desde los últimos sesentahasta nuestros días. Hoy, tiene carácterde documento definitivo. El fanzine enpapel como soporte para el desarrollode información independiente está enfranca decadencia, aunque hayexcepciones, y algunas muy honrosas.Cuesta mucho menos dinero y tiene unadifusión más amplia crear un sitio eninternet. En los dos últimos años hemosasistido al auge del ‘blog’ o bitácora,elemento contenedor que tanto sirvepara contar solipsistas experienciaspersonales, escribir de cine, de libros,publicar la propia obra, rastreartendencias, seguir al minuto la políticainternacional o escribir lo que nopublicarían en ninguna otra parte. Cadapersona (con ordenador y conexión ainternet, claro), un editor. Chomsky,Haro Tecglen y probablemente suvecino tenga uno. Sea en televisión, enpapel o en ‘bits’, parece que loimportante es contar historias.

Recortes Antonio Marcos

❯❯ c u l t u r a s2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

❯❯Una historia detallada de los fanzines españoles. Los‘blogs’ acabaron con la fotocopia: Elástico, La Petite

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«La poesíaes actitudde escucha»Tomás Sánchez Santiago (Zamora, 1957) leeráel próximo jueves en la Facultad de Fi l o l o g í apoemas de Lo bastante, una ‘ p l a q u e t t e ’ q u eavanza contenidos de un próximo libro todav í ai n é d i t o . Autor de otros cinco poemarios,reflexiona sobre su obra y el hecho de escribir.

TOMÁS SÁNCHEZ SANTIAGO

¿ Por qué tanto de eso que ustedllama «ropa menuda», en sus úl-timas entrega s?

Te hablaría de la nece s i d ad. Elp a n o rama no es tan ge n e roso co nalgunos como para dejarnos pu-blicar dónde y cómo quisiéra m o s .Por otra parte, es una tendenciamía, muy en consonancia con losmismos contenidos de mi escritu-ra: lo que pasa inad ve r t i d o, lo me-n o s p re c i ado por la mayoría... Loque yo llamo «ropa menuda»: las‘ p l aquettes’, las revistas, lo efíme-ro, etc. es una seña de identidad ,un desafío co n t ra lo establecido oco n s o l i d ad o, sobre todo co n t raeso de ‘el medio es el mensaj e’ o‘dime dónde publicas y te diré có-mo tienes que escribir’. En estase n t re gas imprevistas, desord e n a-das (El que desordena, se titula miúltimo poemario) he ido mostra n-d o, de una manera más o menos‘ i n s i n u a n t e’, mi escritura. Me gus-ta que el poema re c u p e re su inde-pendencia respecto del co n j u n t o.

Y su libro ‘nodriza’, El que des -o r d e n a, ése siempre a punto des a l i r... ¿Qué laberintos recorre?

Laberintos de circ u n s t a n c i a seditoriales, amigo. Cerró la edito-rial que lo iba a publicar dejándo-me en la calle, como un ex p ó s i t o, ala intemperie absoluta. Despuésse abrieron otras puertas, co m olas de DVD en Barcelona que, pa-re ce, será el refugio final del libro.También he pensado que hay unfactor personal, mi prevención aestar demasiado pendiente o zo-z o b rante ante la aparición de unl i b ro. Hay que co n o cer esa mo-m e n t a n e i d ad: el libro apare ce yd e s a p a re ce. Una vez hechas susce remonias de visibilidad, el librod e s a p a re ce y ahí empieza su ve r-d ad e ra vida, que siempre es ocul-ta y de raíz. Por tanto, cuánto mást a rde en apare ce r, más libre mesiento de esa co n t rad i cción. Y qui-zás por eso la alimento de fo r m ai n co n s c i e n t e.

En una reciente interve n c i ó ns u ya en la Un i ve r s i d ad de Le ó nt i t u l ada ‘Tres golpes de lectura’hablaba de la actitud de escu-cha, que usted apendió de niñoen el comercio de su padre, co-mo su descubrimiento de la pa-l a b ra y su manejo...

Según cre o, la primera re s-p o n s a b i l i d ad del poeta es escu-c h a r, antes que asumir el rol dequien posee las palabras. Qu i z á sn u e s t ra labor sea at raer y co l o c a rlas palabras. En un segundo mo-vimiento puede, o no, hace rse sur-gir un discurs o. Las palabras es-c u c h adas tienen carnosidad; ya séque las vistas y leídas también. Pe-ro donde esté la música de la pa-l a b ra en un re g i s t ro determinad o,en una voz más que en un yac i-miento de palabras como puedeser un libro, allí apare ce un va l o ra ñ adido de ella, un calor. Es unace rcanía que yo viví, sin saber quedespués iba a escribir poesía, enun co n t acto directo con una ge n t e

❯ Víctor M. Díez de una sensibilidad bárb a ra, deb a rbarie sentimental y que, sine m b a rgo, le tenían un amor sal-vaje a las palabras que a mí no mepasaba inad ve r t i d o.

¿Hasta qué punto «cuando es-cribes te manchas de ti mis-m o » ?

Ese ve rso que es el inicio de unpoema mío, titulado ‘Como una in-s i n u ac i ó n’ quería señalar la posi-ble existencia de una hipertro f i adel ‘yo’ en mi poesía. A ve ces to-mo conciencia de ello, a pesar delo que he dicho antes. Quizás loque quiero poner sobre la mesa esa l go tan tópico como la insufi-ciencia ex p re s i va de la poesía yo t ros lenguajes. La conciencia delf racaso de tu labor: caer en lacuenta de que no has mejorad otus puntos de partida ex p re s i vo s .Tu poema, ese final, no ha mejo-rado la belleza del silencio... Pa ramí sería dolorosa la co nv i cción deque mi voz se estra n g u l a s e, de queya no pudiera escribir. Si pierd omi re l ación con el mundo y nopuedo añadir una palabra a la tri-bu, como decía Mallarmé, seríauna desgracia personal. Ando enesa tesitura, aunque confieso ques i go escribiendo.

Un sigiloso acercamiento a lac o t i d i a n e i d ad ha sido, siemprehasta ahora, uno de los ra s go smás definitorios de su escritu-ra. ¿Hacia dónde cree que evo-luciona en los tra b ajos más re-c i e n t e s?

A la fuerza aún hay ra s t ros deese mundo, ya que no era un ejer-cicio re t ó r i co ni estético, sino unaactitud mía nat u ral. Cuando el li-b ro se fue co n f i g u rando a sí mis-m o, como lo hacen todos los libro sde poesía, me di cuenta de que ha-bía un co n cepto que se imponía atodos los demás: la ‘ex t ra ñ e z a’. EnLo bastante y en lo que sea queve n ga después, sólo una especiede ‘magma crudo’ de momento,no creo que pueda dejar de viviren la música de la co t i d i a n e i d ad ,p e ro siento que me voy alejandoh acia abstracciones que tienenque ver con el silencio o con el es-ce p t i c i s m o. Son modulac i o n e sn u evas sobre un primer mundoque persiste y que arra s t ra unn u evo lenguaj e.

¿Cree que hay nuevas ra z o n e sp a ra ser pesimista?

H ay razones para ser pesimis-ta desde muchos puntos de vista,p e ro creo que son muy pare c i d a sa las de siempre. Cuanto más gus-ta la vida, menos ganas tienes deque se acabe y, por tanto, más sen-s ación de estafa ge n e ral te pers i-g u e. Soy un enamorado de la vida,un hombre feliz, aunque quizássea cierto que mi discurso es, másbien, desolad o r. No sé traducir lafe l i c i d ad. «Es imposible trad u c i rla dicha», dice un ve rso mío de E nf a m i l i a. Creo que me podría ser-vir como una micro-poética.

¿Qué nos puede contar de susrecientes acercamientos a ar-

tistas como Baltasar Lobo o lao b ra de Dely Te j e r o, artistasplásticos casi olv i d ad o s?

Este tra b ajo tiene que ver co nel estar a la escucha del que ha-blábamos antes. Son gestos queuno hace con otras personas pa-ra poner de manifiesto que aunfalta que sean atendidos por loso rganismos pertinentes. Alguiendebería re c u p e rar la obra de Lo-b o, en Ve rona y en París, o la deDely Te j e ro, perdida en las cat a-cumbas fa m i l i a res. Son por tan-t o, llamadas de atención críticas.

Vu e lve para leer en Salamanca,la ciudad en que estudió en suj u ventud ¿Qué sensaciones leproduce este hecho?

Lo he pensad o, sí, pero sin al-m í b a r. Yo estudié y viví cinco añosd e c i s i vos de mi vida en Salaman-ca: el amor, el co m p romiso políti-co y el ace rcamiento decidido a lapoesía surg i e ron aquí. Qu i z á sv u e l vo a esta ciudad a entre ga rp a l a b ras que recibí una vez. Megustaría re e n co n t rarme con al-gunos como Aníbal Núñez o Ad a-res; el primero decisivo en mi pri-mer asomar a la poesía, el segun-do co n m ovedor como un diaman-te en bruto de belleza.

¿Tiene una opinión sobre la po-lémica del Archivo de la GuerraC i v i l?

La dinámica ge n e rada es muyp e l i g rosa y un poco triste, a mimodo de ve r. En ese arc h i vo haytestamentos, documentos priva-dos... Creo que eso legitima la re i-v i n d i c ación de quienes los re c l a-man. Lo peor es que ya no se ha-bla de una cuestión arc h i v í s t i c asino de otras cosas. Cerrar las he-ridas de la Guerra Civil no es sóloexhumar sino re p o n e r, también,las cosas en su sitio, lo que me pa-re ce un fundamento de la co n d i-ción humana. Sería bello tener ungesto de ge n e ro s i d ad y de ace rc a-m i e n t o, en esta ciudad, con aq u e-llos que ahora se toman como ri-vales. No sé si la nat u ra l i d ad queyo reclamaría es ya posible, por lac r i s p ación que pare ce haberse ali-m e n t ad o. Ya me hubiera gustad oa mí que la sensibilidad municipalh acia ciertos arc h i vos, se hubieratenido hacia otros que tambiénh ay en esta misma ciudad. Hayuna asimetría que sólo me puedoexplicar desde otros pre s u p u e s-tos, no precisamente de sensibili-d ad.

❯❯Una vez hechas susceremonias dev i s i b i l i d a d , el librodesaparece y ahíempieza su verdaderav i d a , que siempre esoculta y de raíz

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Tomás Sánchez Santiago ❯ Mauricio Peña

c u l t u r a s❮❮TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

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Del natural,W.G. Sebald

❯En este poema en prosa, Sebald hace delamor y del temor a la Naturaleza su temad e c i s i vo: una obra mae s t ra del lenguaj e,s o b re la vida de tres hombres que sintie-ron dolorosamente el conflicto entre Ho m-bre y Naturaleza. El libro o «poema rudi-mentario», como lo subtituló Sebald, tie-ne forma de tríptico. El primer panel estád e d i c ado a Matthias Grünewald, pintor desantos, crucifixiones, eclipses y catástro-fes, quien vivió los horrores de un tiempoen que se perseguía ya a los judíos y se sa-caban los ojos a los vencidos en las conti-nuas guerras. El segundo es la vida de unb o t á n i co, G. W. Steller, que se une a unamalhadada expedición rusa de Vitus Beh-ring para descubrir la ruta de Alaska. En elúltimo re l at o, un viaje a la Pinacoteca deMunich con el único fin de contemplar elcuadro de Altdorfer, La batalla de Alejan-dro, sirve a Sebald para reflexionar sobrela condición humana y la Historia. Este li-b ro muestra a un autor incre í b l e m e n t em ad u ro, dueño ya de todos sus re c u rs o s( K a f ka, Robert Walser o Bernhard son só-lo una presencia lejana) y de una erudicióndesconcertante.

El mundo dehoy, RyszardKapucinski

❯ El mundo de hoy es un collage de textosde Kapuscinski, compilado por Agata Or-zeszek. Junto con fragmentos de sus libro s(siete sin traducción española, entre ellosun volumen de poesía), incorpora una se-l e cción de ensayos, co n fe rencias y entre-vistas. Está artículado en tres partes. Lap r i m e ra –’Mirando hacia atrás (sin ira ) ’ –o f re ce un ‘viaje sentimental’ al pasado: unai n fancia vivida en medio de la Se g u n d aG u e r ra Mundial y la época de co r re s p o n s a l(no sólo) de guerra; la segunda –‘Pe r i o d i s-mo y literat u ra’– desvela los entresijos deloficio de re p o r t e ro y el taller del escritor; yla tercera –‘El mundo de hoy’– constituyeuna profunda re f l exión antro p o l ó g i co- h i s-t ó r i co- s o c i o l ó g i co-filosófica en torno a lasg randezas (las menos) y las miserias (lasmás) del mundo co n t e m p o r á n e o. Ry s z a rdKapuscinski nació en Polonia en 1932. Es-tudió en la Universidad de Varsovia y fuecorresponsal en el extranjero hasta 1981.

W.G. SEBALD

Del naturalAnagrama, 2004

112 pp. / 13 euros

RYSZARD KAPUCINSKIEl mundo de hoyAnagrama, 2004

240 pp. / 14 euros

N O V E D A D E S

La poesía de Bukowski

c h a rles Bukowski (Andernach, 1920 - Ca-l i fornia, 1994) ha sido uno de los poetasmás influyentes en lengua inglesa del úl-

timo sigl o. Desde los tres años vivió en Esta-dos Unidos y su actitud re b e l d e, antisocial ysolitaria le llevó a ga n a rse fama de antisiste-ma. La literat u ra fue el fo co que le ayudó en suintento de supervivencia ante la soledad, el do-lor y la muerte. Después de que empezara aescribir poemas de forma tardía, con treinta yc i n co años, publicó más de cuarenta libros en-t re re co p i l aciones de re l atos, poemarios y no-velas. La crítica lo bautizó como el pad re delrealismo sucio y aunque su obra narrat i va en-t re re l atos y diarios es extensa, es en la poe-sía donde Bukowski alcanza la plenitud ex-p re s i va de su literat u ra, y su lenguaje violentoy salvajemente since ro entra en re l ación con ladescripción del sótano social del hombre mo-derno que re p resenta su obra poética.

De forma bilingüe se presenta esta edición– p r i m e ra en España– de Arder en el aguaAhogarse en el fuego con una traducción no-table de Eduardo Iriarte que tradujo para lamisma editorial Lo más importante es saberatravesar el fuego (La Poesía, señor hidalgo,2002). Comparte nove d ad en las librerías co nla edición del excelente y nihilista poemarioPoemas de la última noche de la tierra (DVDpoesía, 2004). Las cuat ro secciones de A r d e ren el agua… funcionan independientementecomo libros y agrupan cronológicamente alos poemas: ‘At rapa mi co razón en sus manos’( 1 955 - 1963), ‘Crucifijo en una mano inerte’(1963 - 1965), ‘En la calle del Te r ror y el paseode la Agonía’ (1965 - 1968) y ‘Arder en el aguaAhogarse en el fuego’ (1972 - 1973) que da tí-tulo al libro.

En los poemas enco n t ramos la literat u rade ex t remos de Bukowski que se sitúa en elm a rgen co n ceptual del género admitiendo suco nve rsión a prosa sin pérdida de sustanciaen las historias que narra. Porque ese contarhistorias en sus poemas –auténticos re l at o sminimalistas con sentido pedagógico en oca-siones– lo lleva a ser el re p resentante de lapoesía épica del hombre moderno suburbial.Aparece un escritor intuitivo y reflexivo que

como toda su obra poética se puede leer co-mo unas memorias en verso. Se trata de unalírica visual, cinematográfica por momentos yque como los cuad ros de co s t u m b res goye s-cos muestran la re a l i d ad cotidiana de una ciu-d ad o de una persona que puede ser cualquierc i u d ad o cualquier persona. Bukowski impri-mía la consistencia literaria que requiere unpoema para sostenerse sin fisuras gracias ala tensión de sus narraciones-poema y des-p l i e ga en los textos la sensación de que escri-bir versos consiste en una ‘pequeña valentíadel co n o c i m i e n t o’ que le llevó a demostrar quee ra algo más que el poeta maldito en el que lacrítica fácilmente lo encorsetaba.

Intento de vivirA finales de los setenta, ya co n s ag rado co-

mo autor y patrón de los escritores bebedo-res (al menos en Europa, en Estados Unidossu re conocimiento llegaría más tarde), en unag i ra orga n i z ada por sus editores europeos –yque se puede leer en su diario S h a k e s p e a r enunca lo hizo ( A n ag rama, 1999)– Bukow s k iescribe «hay que sobrevivir de un modo uo t ro, haciendo lo que sepas, la muerte llega r á ,pero es mejor hacerla esperar un rato con elt r u co que sea». Más tard e, en una re f l ex i ó ns o b re la condición del artista diría «Un o scuantos entran en el mundo ricos pero todosse van arruinados. […] El artista sabe que nop e r t e n e ce a la inmortalidad más de lo quep e r t e n e ce a la vida». Su truco fue escribir ve r-sos que consisten en algo más que un manualde instrucciones de la vida ya que tienden aco n s o l i d a rse como un intento, quizás frac a-sado, de vivirla.

B u kowski escribe en uno de los poemas:« p e ro como dijo Dios,/ cruzando las piernas,/ya veo que he creado poetas en abundancia/aunque no mucha/ poesía», con lenguaje ag re-s i vo y descarnad o, irónico por momentos y cí-n i co siempre, Bukowski demostró que la poe-sía va más allá de las borrac h e ras, de los taco sy del puro artificio formalista, aunque, sobre-todo, más allá de los poemas.

Juan Francisco Jiménez ❮

CHARLESBUKOWSKI

Arder en el aguaA h o g a rse en el fuego.Poemas escogidos( 1 9 5 5 - 1 9 7 3 )Traducción: Eduardo Iriarte

La poesía, señor hidalgo,Barcelona, 2004

570 pp.

7L I B RO S c u l t u r a s❮❮TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

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❯❯ c u l t u r a s4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

Chris Cunningham: cuerpo y tecn

c u n n i n gham es un visionariom o d e r n o, el dómine ac t u a len el terreno del ‘videoclip’ .

El título de esta parte de la ex p o-sición y de un re conocido DV Dp e r t e n e ce a una canción y un vi-deoclip inolvidable, irre p e t i b l e,que Cunningham creo paraA p h ex Twin. El vídeo de las niñasdiabólicas con el inquietante ro s-t ro de Richard D. James, que re-pite en otro vídeo espectacular co-mo ‘Wi n d ow l i c ker’ también paraA p h ex Twin, es un producto iden-t i f i c at i vo de este nuevo genio au-d i ovisual. En él podemos ver a es-

tas criat u ras salir de un ag u j e roen la pared con ganas de sembra rcon violencia en el barrio Tha-m e s m e ad, en Wollwich, en el Lo n-d res más oriental. Las criat u ra sco r ren llamadas por su cre ad o r,un monstruo desfigurado y es-q u e l é t i co que sale de un aparat ode televisión y encuentra en unaviejecita que pasea a su perro a lavíctima perfecta. «Qu i e ro tu alma.Me comeré tu alma», le grita des-de la televisión. Imponente la fac-t u ra técnica, acojonante esa re u-nión de los niños y el cre ador ensu infierno particular.

Nacido en Lo n d res en 1971,C u n n i n gham es uno de los dire c-t o res con más futuro dentro de

Ho l l y wood y todavía no ha re a l i-z ado un solo largo m e t raj e. Su pro-pensión hacia la oscuridad con laque plantea sus temas, la visuali-d ad incómoda, gris, mortecina,llena de inters e cciones, siemprei n c l i n ada a la ex p l o ración de loscuerpos, de las formas, re co nve r-tidas en seres infrecuentes, figu-ras ex t rañas y espeluznantesmonstruos. Niño prodigio del me-dio (a los 16 años tra b ajaba en eldepartamento de efectos espe-ciales de los estudios Pinewo o d ) ,C u n n i gham es experto en dar fo r-ma y carácter a monstruos defo r-mes, como demostró en sus re co-nocidos tra b ajos cinemat o g r á f i-cos de ‘Razas de No c h e’ y ‘A l i e n

3’, re formulando la célebre cria-t u ra de H.R. Gige r. Los esce n a r i o sfuturistas y postindustriales, laat m ó s fe ra angustiante y una afe c-ción por el organismo y el cuerpohumano son elementos nece s a-rios en una obra tan fa s c i n a n t ecomo perturb ad o ra .

C u n n i n gham tiene mucho deDavid Fi n c h e r, ya no sólo en laequivalente forma de fotografiarsus trabajos (muy evidente en elmejor vídeo de este autor; el ‘A f r i-ka Shox’, para Leftfield & AfrikaB a m b a ataa), sino en su co n ce p-ción narrativa, en su ritmo, en lainnovadora y revolucionaria for-ma de planificar y en una capac i-dad imaginativa que se une a un

El próximo 5 dediciembre concluye enel DA2 la exposición‘Como to Daddy ’ , u npanorama de la obrade uno de los ge n i o svisuales cuyo debuten el cine con‘ N e u r o m a n t e ’ s eespera como un pasode renovación estética

❯ Miguel Á. Refoyo

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5A R T E c u l t u r a s❮❮TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004

cnologíai n n e gable at revimiento visual deun trabajo que le ha llevado a serco n s i d e rado uno de los dire c t o-res más importantes de su gene-ración. Sus influencias pare ce nc l a ras; casi todo el mundo co i n-cide en señalar el ‘cyberpunk’ co-mo entorno personal, los cómicsy la ‘s c i -fi’ como temas re c u r re n-tes, la literat u ra de J.G. Ballard ,William Gibson, Paul Di Filipo oB r u ce Sterling como temáticai m p e rante y la actitud de Dav i dLynch o David Cro n e n b e rg sonlos dispositivos re fe renciales deun director que muestra sin es-crúpulos el impacto provo c ad opor la tecnología en la culturamoderna y, sobre todo, en las re-

laciones humanas. Las extrañasasociaciones de Cunningham sem aterializan, para ello, en cria-t u ras dibujadas por él mismo, enconjunto con las imágenes trat a-das digitalmente, cuyo objetivoes un realismo ex t rañamente im-pactante. Sin embargo, Cunnig-ham, no parece darle importan-cia a su propia tra s ce n d e n c i a :« Tal vez no debería presumir dee s t o, pero todos saben que co nlos videos de música no hay de-masiada inteligencia detrás. Noe s t oy tratando de manife s t a runa re a l i d ad social ni tampocointento co m u n i c a rle al público loque siento. Estos videos son sim-plemente la manipulación del so-nido con la imagen y la mayo rparte de las decisiones son ac t o sreflexivos», ha dicho.

Sin duda alguna, el vídeo es-t rella de la exposición es 'All isfull of love', elaborado para la is-landesa Björk. Es aquí dondemejor se aprecia la pre o c u p a-ción por lo tecnológico y lo me-cánico, todo ello observado des-de una erótica humana en la quedos robots se abrazan desper-tando a la sensualidad. Música eimagen, anatomía y robótica, semezclan en una co m b i n ac i ó nque indaga en un cosmos morfo-l ó g i co impre s i o n a n t e. Lo asépti-co del espac i o, la luz y la acc i ó na m atoria de los ‘c y b o rgs’ co n-trastan en un fondo humano en-t re dos máquinas que descubre nel amor, en una si-n e rgia perfecta derobótica, industria-l i z ación y sexo co m ooda a la anatomía fe-menina. Un tematambién presente yesencial en ‘Se co n dB ad Villbel’, re a l i z a-do para Au t e c h re,en el que apare ce nlos robots que el bri-t á n i co utilizó parasu trabajo en ‘Inteli-gencia Artificial’,d u rante una brevet e m p o rada, en elp royecto de Stanley Ku b r i c k(junto al que trabajó más de dosaños sometido al mae s t ro) queterminó dirigiendo Steven Spiel-berg.

La lucha de sexos y el amormás escabroso es el tema del úni-co co r t o m e t raje de ficción deC u n n i gham, 'Flex', en re a l i d adun oscuro ‘perfo r m a n ce’ visualdonde los cuerpos vuelven a serel reclamo para inquirir en unas e n s u a l i d ad ag re s i va y violenta,de una intensidad lograda a tra-vés de la luz y el sonido. En unapelea de violencia ex t rema, la pa-reja descubre su nece s i d ad re c í-p roca, sumidos en la co n f u s i ó ndel ambiente, ensangre n t ad o s ,a s f i x i ados, exhaustos por un do-lor que se mitiga por la fuerza se-xual y pornográfica de dos sere sq u e, en ese momento, se unen,fundiéndose el uno en el otro. Ellase arra s t ra buscando al hombrehasta lograr enco n t ra rlo en la luzde su prólogo. Fa s c i n a n t e.

También hay que destac a r'Come On My Selector', paraS q u a re p u s h e r, donde una niñajaponesa intenta escapar de unhospital infantil en el que se re-alizan experimentos tecnológi-cos. La unión de música, imáge-nes enloquecidas y un ambientefrío e inquietante, vuelven a ser

elementos necesarios en un tra-bajo sorprendente. ‘Frozen’, pa-ra Madonna y ‘Only You’, paraPo r t i s h e ad, vistos en una mismapantalla, dejan una sensación deexquisitez artística encomiable.Su frase: «Mucha gente piensaque mis tra b ajos son terro r í f i-cos. Pe rs o n a l m e n t e, yo los en-cuentro hilarantes. Terroríficospara mí son, por ejemplo, los ví-deos de las Spice Girls» dio lavuelta al mundo, apre c i á n d o s een ella su vena más cínica y ‘o u t-

sider’ en un mundo envenenadopor la carencia de originalidad.

Y cuando Cunningham debuteen el cine, lo hará por la puertag ra n d e. En una superpro d u cc i ó nsin límites, en una ave n t u ra másque arriesgada, traducir a imáge-nes N e u r o m a n t e, la novela de Wi-lliam Gibson que dio origen al

‘cyberpunk’ y que definió los co n-ceptos de un género multifuncio-nal y difícil. El británico ha co n t a-do con un guión escrito por el pro-pio Gibson (que ha definido en re-petidas ocasiones a Cunningh a mcomo el hombre «perfecto paraese tra b ajo») y una banda sonoraa cargo de Richard D. James, esd e c i r, de Aphex Tw i n .

El genio del nuevo siglo esperasu turno para dejar su impro n t aen un cine que necesita de talen-tos visionarios.

Del vídeomusical a lapantalla grande

❯ Las mayores innovacionesformales y narrativas en el cinede los últimos años estállegando de autores provenientesdel vídeo musical. Al esperadodebut de Cunningham se hanadelantado otros dos autorescon un sello muy personal:Michel Gondry y Spike Jonze.Gondry ha estrenadorecientemente ‘Olvidate de mí’ ytiene otras tres películasprevistas en los próximos dosaños. Jonze, con ‘Cómo ser JohnMalkovich’ y ‘Adaptation’ haretorcido los métodos narrativos.Y como vértice entre ellos, elguionista Charlie Kaufman, unode los más solicitados del cineindependiente.

❯❯Cunningham comparte conD avid Fincher la forma def o t o g r a f i a r, su concepciónn a rr a t i v a , su ritmo y sui n n ovadora y rev o l u c i o n a r i amanera de planificar

Fotogramas de lasobras de Cunninghamque se exponen en elDA2. A la izquierda, ‘Allis full of love’, realizadopara la cantanteislandesa Björk

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Pálida imagen del juego

Oficio para una novela de espías

c omo en tantas ocasiones, la info r m ación delsolapista desaprovecha el contenido de lao b ra. La historia narrada en La vida en el

abismo es mucho más que lo que apare ce sinteti-z ado en la media docena de páginas de la sobre-cubierta. Una vez más, aunque desaprove c h ad aen buena medida, la fa s c i n ación que provoca elj u e go de alto vo l t aje sirve de tra s fondo arg u m e n-tal de la novela. Se trata de la narración pers o n a lde un pers o n aje que, a comienzos de los años se-tenta, pierde una co n s i d e rable cantidad de dinero,deuda que no podrá sat i s face r. El Ru b i o, un tahúrp ro fesional, será el salvador eco n ó m i co de ese jo-ven derro t ad o, un joven de veintiún años.

So b re este cañamazo temático, las páginas dela novela presentan la re l ación entre ambos per-s o n ajes, narrada en primera persona por el pro-t agonista, un joven que, deseoso de pagar la deu-da al Ru b i o, se co nvertirá en su acólito y fe r v i e n t ead m i rad o r. Ocupado en tra b ajos muy humildes( como es ‘limpiador de acequias’), el narrador se-guirá fe r vo roso la estela de El Ru b i o, cuya vidasólo llegará a co n o cer en el capítulo final de la no-vela. Ju gador co m p u l s i vo, El Rubio reta co n s t a n-temente a la suerte. Con una fe ciega en sus posi-b i l i d ades, las partidas se suceden con emoción,p e ro sin especiales sobresaltos. En co n t ra p a r t i-da, el narrador tendrá como único objetivo saldarla vieja deuda que el Rubio le perdonó. La re l ac i ó nsupone vivir experiencias que casi siempre re s u l-tan de cohesión argumental demasiado artificio-sa: montan una empresa fantasmal de venta demuebles, engañan a los bancos, tienen una curio-sa re l ación con el árabe Juanito el Mo ro, pro t ago-nizan un sonoro enfrentamiento con un labrad o r

de Castellón que, insolve n t e, quiere pagar su deu-da con abono de gallinas... Y, sobre todo, ambos sesienten unidos por el pers o n aje femenino de Ro s a ,una bella y joven prostituta que mantiene una in-explicable re l ación con el Ru b i o. Pe ro estas ex p e-riencias nunca alcanzan la co h e rencia arg u m e n t a lque ex i ge una obra de estas co n d i c i o n e s .

La cima de la trayectoria de el Ru b i o, tendrácomo escenario Madrid. Dueño de todos los ga r i-tos valencianos, cogido en una re d ada policial sur-gida de un chivat a z o, Madrid sólo puede ser unanticipo de sus sueños: co n o cer Las Ve gas. Ha lle-gado el final de la re l ación ente ambos pers o n a-jes. El capítulo quince, penúltimo de la obra, sec i e r ra con una observación lacónica: «Hay que pa-sar página», confiesa el narrad o r. «Treinta y unaños después –continúa– el azar me devolvió a lapágina anterior» (p.l89).El capítulo dieciséis, queda fin a la novela, sitúa al lector en 2003, tre i n t aaños después del comienzo de la obra. El narra-d o r, co nvertido en novelista (entre sus libros see n c u e n t ra La mirada del tahúr, obra real de Fe-r ran To r rent) retorna al juego para pro b a rse a sím i s m o. Conoce entonces a A. C., un poderoso ta-h ú r. La re l ación de juego se hace humana y la char-la de ambos desemboca en los re c u e rdos biográ-f i cos de el Ru b i o. A. C., el mejor pers o n aje de lao b ra, desvela al narrador la trayectoria de el Ru-b i o. La última secuencia del capítulo dieciséis da lac l ave humana de su co m p o r t a m i e n t o. Pe ro ya esd e m a s i ado tard e. Demasiado tarde sobre todo pa-ra haber exprimido el aspecto metalitera r i o, elmás original, sin duda, de la nove l a .

Nicolás Miñambres ❮

P inner es el apellido de alguien que elige co n-ve r t i rse en un despojo humano, un borra-cho que lamenta sus fracasos para no

a f ro n t a rlos, grandote y de pelo bermejo, a quien elservicio secreto británico le ofre ce una oportuni-d ad para salvar su honra sirviendo a su país enuna acción clave que puede darles la victoria enla Segunda Guerra Mundial. Pe ro él acepta porm o t i vos bien dife rentes, acepta para co r rer al en-c u e n t ro de sus fantasmas, tra b ajando así pora m i s t ad y superando con un resto de entereza sus e n i l i d ad pre m at u ra, enfrentándose a unos fa n-tasmas aga z a p ados en los re c u e rdos de episodiosque vivió durante la Guerra Civil española.

A Pinner se le encarga la misión de localizar aun antiguo amigo, un republicano peleón, el últimore s i s t e n t e, asegurándole que posee info r m ac i ó nbásica sobre los planes aliados, y que de caer éstaen poder de Alemania la guerra se re s o l verá a fa-vor del Eje. El amigo de Pinner, Carmona, está hu-yendo de las fuerzas de seguridad de la Españade posguerra, al tiempo que él le persigue los ta-lones, co nvencido de saber cómo enco n t ra rlo at ravés de una mujer, la esposa de un co m p a ñ e rocaído luchando co n t ra los insurgentes. Y así, losdos primeros tercios de la novela se re s u e l ven enunas secuencias de acciones paralelas en las queP é rez Domínguez (Sevilla, 1969) no co r re másr i e s go narrat i vo que el hecho de que no sean tanp a ralelas, pues las re feridas a Carmona, el pers e-g u i d o, han sucedido tres, cuat ro o seis días antes alas que atañen a Pinner pisando los mismos luga-res, sin que el autor tenga re p a ros en recurrir asaltos de tiempo mayo res cuando necesita re t ro-ceder años para contar un lance sin el cual seríaimposible co m p render por qué los pers o n ajes ha-

cen lo que hacen. A partir del momento en queambos co n f l u yen en el lugar estrat é g i co, un barre ge n t ado por la mujer, las piezas que Pérez Do-mínguez ha co n j u rado ya están dispuestas sobreel tablero y sólo cabe manipularlas con oficio parano desvelar antes de tiempo el final del re l at o.

La clave Pinner es una novela de espías en laque prima, por encima de los demás aspectos de lal i t e rat u ra, la trama. De ahí que co nve n ga ex p o n e rel argumento y dejar que luego sea el lector el quee s coja hasta qué punto resultará de su interés lao b ra. Que nadie confíe en topar con pers o n ajes deuna at o r m e n t ada pro f u n d i d ad psicológica co m olos de Dostoiev s ky, o unos fuegos artificiales ve r-bales propios, por ejemplo, de Joyce. Esta nove l ano pretende nada semejante y, en palabras de Ray-mond Chandler, «la honestidad es todo un arte».La propuesta del autor, en este caso, no le co n-vierte en un artista –con mayúsculas– si no en unbuen co c i n e ro.

El planteamiento de Pérez Domínguez pasapor no aburrir y por pro g ramar cómo será el ve s-tido con que unas tramas al estilo de John Le Ca-rré se disfrace el traje típico español. De ahí lasreuniones frente al vino y el jamón, los nombresal estilo Artemio, Rosa, Dolores o Lacruz, las pla-yas de Huelva, las corridas de toros y, sobre todo,la aparición en segundo plano de El Caudillo. Yde ahí, también, que elija la España de posguerracomo un tiempo re p re s e n t at i vo de nuestro país.Tal vez cabría pedirle una visión menos tibia deesa España, dado que pertenece a la primera ge-n e ración que podría hablar libremente sobre es-ta época.

Ricardo Martínez Llorca ❮

ANDRÉSPÉREZ DOMÍNGUEZ

La clave PinnerEditorial Roca, 2004

238 pp. / 17 euros

FERRAN TORRENT

La vida en el abismoPlaneta, 2004 (Finalista PremioPlaneta 2004)

212 pp.

❯❯ c u l t u r a s6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004L I B RO S

Cuando ya nonos quedanmás certezas

❯E xcelente libro de poemas el de José LuisP i q u e ro, A u t o p s i a, un título no demasiad oa fo r t u n ad o, aunque se ajusta como un guan-te a lo que encierra dentro. A u t o p s i a re co-ge los tres libros publicados por Piquero unasturiano de Mieres, de 1967. Las ruinas elp r i m e ro de los títulos vio la luz en 1985 y tu-vo, como viene siendo desgrac i adamente ha-bitual en esto de la poesía una mala distri-bución, lo que hace que muchos los ve a m o sa h o ra por primera vez. El buen discípulo, e n1 9 92, y Monstruos perfectos, en el 97, junto auna amplia selección de poemas inéditosco n forman esta autopsia.

Poeta que empezó a publicar muy jove n ,22 años, Las ruinas, de clara vo c ación ro-mántica y siguiendo los pasos de unos ad-m i rados Cavafis, Cernuda o Gil de Biedma;l i b ro que muestra el desengaño de un ad o-l e s ce n t e, que acaba de dejar de serlo y es-cribe desde los re c u e rdos no demasiado fe-l i ces de esa ad o l e s cencia, en la que se sintió,eligió, ser dife re n t e. El buen discípulo, q u ees el título que siguió a Las ruinas, co n f i r m ael buen hacer poético de Piquero, este ro-m á n t i co de vo c ación realista, como lo defineLuis Antonio de Villena en un prólogo queencantará a los que aman no tanto la poesíacomo sus re cove cos. Empieza el nuevo librocon una ‘Vida moral’ a modo de poética, yuna co n t i n u ación de Las ruinas; la segundaparte ‘Biogra f í a’ es sin duda la más próximaa los presupuestos ge n e rales de su ge n e ra-ción, la tan traída y llevada poesía de la ex-periencia; con un pro t agonista at í p i co, unniño ra ro que sufre en el colegio y fuera, quec re ce... historias de viajes, noches de cama-radería, amores de ve ra n o, rupturas y siem-p re ese sentirse aj e n o, esa dificultad parai n t e g ra rse: «Me he pasado la vida malga s-tando el cariño en personas que nunca meq u i s i e ron./ Yo sólo deseba ser del grupo»,así comienza uno de los poemas más largo sy significat i vos del libro, ‘Pa l a b ras de Ca í nad o l e s ce n t e’. El joven Caín de Piquero es elc h i co malo porque no le ha ido bien en elm u n d o, porque se ha sentido distinto, otro.José Luis Piquero en un pro ceso que podríat i t u l a rse de autoanálisis, de intro s p e cc i ó n ,ahonda en sus temas, en sus fantasmas, ca-va hasta enco n t rar la veta de la que van sur-giendo sus mejores poemas y con ‘Mo n s-truos perfectos’, entra en esa corriente co nplenitud, re l ata, examina, disecc i o n a .

Los poemas que apare cen como inéditosacentúan la línea de ‘Monstruos perfe c t o s ’ .Se co n s t ata la imperfe cción del mundo y co-mo el ser humano participa de esa imper-fe cción. Poesía sobre el amor, la amistad y eld e s e o, impiadosa e impúdica dice Vi l l e n a ,con un lenguaje coloquial y realista, –aun-que no por ello deja de ser complejo y rico –,que tanto se ag rad e ce, desafiante, desola-d o ra y a ve ces desolada; José Luis Piquerotiene lo más difícil en poesía, en literat u rauna voz propia, léanlo.

Charo Ruano ❮

JOSÉ LUIS PIQUERO

Autopsia. Poesía 1989-2 0 0 4DVD, 2004. Premio Ojo Crítico

200 pp. / 12,80 euros

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La dictadura del ‘prime-time’Imágenes de ‘Aquí no hay quien viva’, ‘Los Serrano’, ‘Casi perfectos’ y ‘Cuéntame como pasó’

Una vuelta por el mercad o.Cuando alguien monta una cad e-na de televisión lo hace para ga-nar dinero. Te l e 5, en el primer se-mestre de este año, obtuvo 111,31millones de euros de beneficio ne-t o, sobre todo gracias a los 52 8millones de euros que facturó porp u b l i c i d ad. Aprox i m ad a m e n t e, elsetenta por ciento de esa canti-dad, se paga por anuncios emiti-dos en el ‘prime- t i m e’, la fra n j aque va de de las nueve y media alas doce de la noche. Está claroque a la cadena le interesa tenermuchísima audiencia a esa hora,o, por lo menos, más que las otra sc adenas. El mínimo ‘s h a re’ o cuo-ta de pantalla exigido es un 22%.Cualquier pro g rama con menosaudiencia acaba desapareciendot a rde o tempra n o. Más bien tem-prano. Básicamente, no hace ga-nar dinero y se lo hace ganar a lacompetencia.

Ficción, ficción. Pa re ce que

lleva toda la vida entre nosotros,p e ro el ‘re a l i ty’ es una fórmulabastante re c i e n t e. Sin embargo,exceptuando la época dorada deGran Hermano, y los partidos defútbol, la audiencia la acapara laf i cción. Las privadas apostaro nen su nacimiento por los concur-sos (‘Vip No c h e’, ‘El juego de laO c a’) pero se agotó la fórmula yhan quedado re l e gados a la fra n j ade la tard e. La telerre a l i d ad no had e s a p a re c i d o, ni mucho menos,p e ro después de ‘O p e rac i ó nT r i u n fo’ ha tocado techo en au-diencia y salvo el ‘G ran Hermano’original no llega a los grandes nú-m e ros. Este tipo de pro g ra m a stienen una gran ve n t aja re s p e c t oa la ficción: salen mucho más ba-ratos. Sin embargo, las series cre-an una audiencia fiel que vuelvec ada semana, sus estrellas ofre-cen una imagen amable a la cad e-na y tienen fácil ex p l o t ación enreposiciones y ventas al ex t ra n-j e ro (la ve rsión checa de ‘Pe r i o-distas’ es todo un éxito). Pa re ceque el espectador quiere histo-rias y personajes cercanos.

Po n ga un abuelo, un niño yuna criada andaluza en su vida.Por eso de ir sobre seguro, cuan-do una fórmula triunfa, se co n-vierte en una especie de catecis-mo del éxito. Quizá todo empezócon ‘Verano azul’, pero cuando aEmilio Aragón, la persona másinfluyente de la televisión en Es-paña, se le ocurrió actualizar loque había sido el espíritu de aq u é-lla y de ‘Fa r m acia de guard i a’ ,ambas de Antonio Merce ro, yprodujo ‘Médico de familia’, (BillC o s by también era médico en la

f i cción) creó un sello, según pare-ce, imborra b l e. Millones de per-sonas siguieron una serie total-mente blanca, llena de buenossentimientos, con personajes ar-q u e t í p i cos que abarcaban desdeel abuelo entrañable a los niñosl i ge ramente traviesos. A partir deahí, los responsables de las cad e-nas buscan ‘eso’. Esa base es co-mún en una larga saga de seriesde éxito como ‘A l ad i n a’, ‘Ana y loss i e t e’, ‘Los Se r ra n o’, ‘Casi per-

fectos’, ‘Cuentame como pasó’( c u ya re c re ación histórica sólomarca una diferencia de contex-to) o ‘Mis ad o rables vecinos’. Loque las dife rencia, que lo hay, esmenor que lo que las iguala. Es lave rsión española de lo que se had ado en llamar ‘d ra m e d i a’, defi-nida por Alex Pina, cre ador de‘Los Serrano’ (creada en un mo-mento difícil para la ficción, co nOT de fo n d o, y buscando la plenaeficacia comercial) como “come-dia más emoción”. La teoría esque habiendo pers o n ajes de to-das las edades y tratando de noofender a nadie, se excluye a me-nos público. Así, por apostar a ca-

rio. Y prácticamente sólo se pro-d u ce para ese hora r i o. Aquí seríaimposible algo como ‘A dos me-t ros bajo tierra’ o ‘Doctor en Alas-ka’. En Estados Unidos hay mu-cho más merc ado y más cad e n a s ,por lo que estas series ‘distintas’pueden ser rentables con un por-ce n t aje de audiencia bajo perobien definido. El problema es queaquí apenas se pro g raman o seh ace a horas residuales, por loque el espectador crítico de tele-visión siempre echará de menossu gran aspiración: la dive rs i d ad .

Las excepciones y el lastredel ‘perro gra n d e’. Los america-nos inve n t a ron la televisión. Mi-ra ron de reojo al cine, claro, perotambién al vo d evil y a la radio yde ahí surgió la ‘s i t co m’ o co m e-dia de situación, el primer génerop u ramente telev i s i vo que allí haevolucionado tanto que da seriesque son auténticos ‘haikus’, co m o‘Se i n feld’: veintidós minutos des i t u aciones y chistes en cualquie-ra de sus múltiples variantes, co np ú b l i co en dire c t o. Elijan la quemás les guste. Aquí, sólo ‘7 vidas’se ha at revido a imitar la fórmulade pro d u cción: amplios equiposde guionistas y ro d aje lineal co np ú b l i co. Es la única que inco r p o racrítica social e incorrección polí-tica, y su éxito es inco n t e s t a b l e :es la serie española más longeva,con casi 180 capítulos a estas al-t u ras. El problema es que duramás del doble que el formato ori-ginal, lo que obliga a un sobrees-fuerzo creativo a los guionistas ytambién a estirar artificialmentelas situaciones. Cuando algo tie-ne éxito, la cadena quiere ocupartodo el ‘prime-time’ con eso, y sih ace falta reponer un capítulo, serepone. ‘Aquí no hay quien viva’,más caricat u resca que la ante-r i o r, dura prácticamente lo queun largometraje, algo que en susm e j o res momentos disimula sucarácter co ral y la ve l o c i d ad desu planteamiento. Im p e c a b l e-mente hechas, son las dos únicascomedias puras de la hora de má-xima audiencia y podrían ser másd i vertidas aún si fueran más bre-ves.

Un poquito de por favo r. Elfenómeno de ‘Aquí no hay quienv i va’ no deja de ser curioso. An-tena 3 quería una serie fa m i l i a rbasada en el presidente de la co-m u n i d ad. El denostado José LuisMoreno apostó por una comediacoral y resistió. El resultado estáa la vista: más de siete millonesde espectad o res semanales y lagente enamorada de un grupo depersonajes extravagantes y repi-tiendo el latiguillo de Fe r n a n d oTe j e ro. Tele 5 estrenará en breveuna nueva serie pro t ago n i z ad apor Aída, la camare ra de ‘7 vidas’,donde ve remos a su hijo proye c t ode delincuente, a su hermano ex-yonki, a su vecina prostituta conun barrio obre ro de fo n d o. Po n-gan velas por su éxito, porque esel único camino para que la fic-ción telev i s i va hecha en Españap a ra el gran público sea más di-ve rsa, compleja y rica en mat i ce sque hasta ahora.

ballo ga n ad o r, las cadenas unifo r-mizan y ofre cen siempre el mis-mo tipo de discurs o. Incluso lasl l a m adas series pro fe s i o n a l e s ,desde ‘Periodistas’ a ‘Ho s p i t a lCentral’ y ‘El Comisario’, acabanteniendo que derivar hacia lo fa-m i l i a r, cosa que no vemos, pore j e m p l o, en ‘CSI’. No esperen crí-tica social, audacia formal o plan-teamientos arriesgados. Decía elescritor Ernesto Fra n co que losh o m b res necesitan historias pa-

ra vivir, para ser. Las historias delas que se nutren mayo r i t a r i a-mente los españoles son algob l a n d o, lleno de tópicos, de co n-formismo y de impulsos co n s u-mistas. Matizado por el paso delt i e m p o, podría valer la célebref rase con la que Juan AntonioB a rdem definió al cine español en1 955: “Políticamente ineficaz, so-cialmente fa l s o, intelectualmen-te ínfimo, estéticamente nulo e in-dustrialmente raq u í t i co”. Esto,c l a ro está, no es problema dequienes las hacen –no parece serpor tanto una cuestión de falta detalento– sino que las cadenas noquieren otra cosa para ese hora-

¿ Por qué las seriesespañolas de mayo réxito se parecentanto unas a otras?De como la situacióndel mercadot e l ev i s i vo determ i n alos contenidos de laficción españolacreada para estem e d i o .

❯❯Millones de personas siguieron ‘Médico defamilia’ una serie totalmente blanca, llena debuenos sentimientos, con personajesarquetípicos de todas las edades. A partir deese momento, los responsables de las

❯ Marcos Sánchez

❯❯ c u l t u r a s8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 28 de noviembre de 2004T E L E V I S I Ó N