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ENTRAMADOExpresión y Análisis


Director: Orlando Arias Solís Año III Morelia, Mich., Noviembre 2014 Num. 33Subdirector: Jaime Buenaventura Murillo Fernández Visitanos:http://www.ocupen_su_localidad.mipropia.com

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DERECHOS EN TIERRA AJENA /RIGHTS IN A FORENIGN LAND

Este es un poema de Estrella Lara, 44 años, originaria de Pátzcuaro, que también desde chica emigró a los Estados Unidos. Se nota la ingenuidad y el haber aprendido a leer y

SOY el torbellino de ideas

Y proyectos

Yo soy quien desea vivir

Intensamente cada instante.

Yo soy la que en el fondo de su alma

Anhela una vida simple,

Transparente

Pero siempre me encuentro en situaciones

Diferentes, especiales y poco usuales.

Pero yo soy al fin de cuentas

Lo que sólo yo puedo ser.

I AM the whirlwind of ideas

And projects.

Im am the one who wants to live

Intensely every instant.

I am the one who yearns for a simple

Transparent life

From the bottom of her soul

But I always find myself

In different, special, unusual situations.

But, in the end, I am

What only I can be.

escribir ya de grande. Aún así, es un testimonio valioso, porque viviendo en otro terruño, se da la imagen de cómo se ve al país desde otro, como algo extraño y al mismo tiempo familiar.

salir del anonimato. Con este álbum el canario recupera la esencia de sus primeras actuaciones en Madrid.

Pedro Guerra terminó el año 2013 en Calafate Argentina, el 28 de diciembre y comenzó el año nuevo en Punta del Este Uruguay, por tres días seguidos. En febrero y marzo del 2014 Pedro Guerra visitó El País Vasco: Barakaldo, Donostia, Terrassa y Ermua. Después continuó en Teguise (Lanzarote) y La Laguna (Tenerife) Islas Canarias. En mayo regresó a España para hace presentaciones en el sur del paísr: Badajoz, Sevilla y Córdoba. Es el 6 de junio cuando Pedro Guerra presenta el disco “20 años. Libertad 8” (de su anterior presentación en dicho lugar), en la Sala Galileo Galilei en Madrid. De este trabajo Pedro comentaría: “Los años ochenta fueron difíciles para alguien cuyas únicas herramientas eran su voz y su guitarra. Ese lugar albergó la magia de hacer posible, de nuevo esa forma de comunicación, convirtiéndose así en la casa de todos nosotros; los cantautores. Veinte años después, regresé con la idea de reencontrarme con aquella emoción primera”. Después en julio y agosto de ese año Pedro vuelve a Latinoamérica recorriendo Bolivia, Colombia y Costa Rica. En octubre regresó a España pasando por Madrid, Burjassot (Valencia) y Sevilla.

Es el 14 de noviembre cuando Pedro Guerra se presentó por primera vez en la ciudad de Morelia. Cuentan que el canario tuvo que levantarse temprano para venir al concierto, pues México cambió de horario y esa noche comenzaba su gira en nuestro país. A las 9:00 comenzó la función con la voz del cantautor moreliano Moisés Bedolla, quién cantó algunas composiciones propias. Pedro llegó vestido sencillamente (como siempre), con pantalón de mezclilla, playera y chamarra. Antes de subir al escenario saludó a la gente que estaba en el camino. Al tomar asiento se quitó la chamarra, tomó su guitarra y agradeció al público su presencia, para después comenzar a cantar temas clásicos

como: “Contamíname”, “Contra el poder”, “Daniela”, “Canciones”, “Oasis”, “Pasa”, “Siete puertas”, “Deseo”, “Raíz” entre otras.

Cuando iba a cantar la pieza “Ofrenda”, Pedro Guerra mencionó la influencia de sus visitas a México en sus composiciones, como la canción que surgió tras un viaje a Oaxaca en la celebración de Día de muertos y dio título a su disco homónimo “Ofrenda” grabado en 2001. Con la canción “Monarca”, recordó que en algún momento había sabido que en Michoacán estaban los Santuarios de la Mariposa Monarca. Fascinado por esa migración sin documentos del Sur al Norte, escribió esta canción que integró a su disco de 2011 “El mono espabilado”. Habló también de su solidaridad con las familias de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en el estado de Guerrero. Al terminar el concierto Pedro Guerra se tomó algunas fotos con la gente, pero tuvo que salir rápido, pues al otro día se presentaba en la Ciudad de México.

Pedro Guerra continuó su gira mexicana al día siguiente, ofreciendo el sábado 15 dos conciertos en el “Foro del tejedor” del D.F. El domingo 16 estuvo en la primera edición de Festival de Querétaro Trovafest, que reunió los días 15 y 16 a cantautores como el cubano Pablo Milanés, el español Tontxu o el mexicano Fernando Delgadillo. Después el canario estuvo en León el Martes 18, el Jueves 20 en el Centro de Convenciones Universidad CEUNI de Pachuca , el Viernes 21 en la Sala Forum de Puebla y el Sábado 22 se despidió de México en la ciudad de Monterrey, en un lugar denominado “La Tumba”. Terminando el año en Santo Domingo, República Dominicana.

*Biografía de Pedro Guerra en los números 18 y 19 de la revista Entramado.


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CENICIENTA EN EL FUTBOL

Antonio Mendiola Mejía

Su voz, entrecortada, respirando de emoción, buscando sus ojos en los libros del librero de su padre, lleno de carpetas y apuntes de topografía y estadística, junto al acuario del abuelo zapatista, herencia para la familia y divertimento de los juegos de historia y persistencia de la memoria individual por colectiva, la respuesta no sólo a una pregunta que no se ha hecho, sino a una confirmación de su ser de niña, de una espacio en el cual un balón y una cancha de fútbol representan la imagen sin la cual el ser no sería lo que quiere ser: un acto no hacia un gusto sino a la esencia de un deporte practicado por una mujer. Un acto de amor que se realiza en la posibilidad de un gesto, palabras que dan sentido a la carnalidad de su existencia.

Escucho su voz nerviosa, sin dibujo, hueca y sublime a la vez

-Papá, voy a jugar futbol. Ya estoy en un equipo, con las Monarcas

-¿Cómo puedes saber nada de lo que quieres? Apenas tienes doce años, ¿O quieres que te suceda lo que le pasó al Centavo Muciño? Ahí tienes a Salvador Cabañas, balaceado en un bar. Además todas las futbolistas terminan de lesbianas. Olvidate de eso.

El eso, dentro de la familia, significaba pasar por alto disciplinas nunca hechas dolores, sinsabores y ejercicios que negaban la realidad cotidiana, las sombras al acecho de la soledad, el nacer sin parir, como le pasó a su hermano Juan, quien de un flamante estudiante de arquitectura, becado en España por la Fundación Carolina de Madrid, y por un ardor hormonal, dejó preñada a una compañera de estudios, y por obligación del papá se tuvo que casar por lo civil y religioso; dejando trunca su expectativa

PEDRO GUERRA EN MONKEY BAR & BOWL DE MORELIA

Jaime Buenaventura Murillo Fernández

En el mes pasado se realizó la gira mexicana del cantautor Pedro Guerra. La primera presentación en nuestro país se llevó a cabo el día 14 en Morelia, y el concierto se realizó en el local Monkey Bar & Bowl, ubicado en el sur de la ciudad. La gira mundial del artista canario había iniciado desde principios del 2013, con el lanzamiento de un álbum conmemorativo denominado “Pedro Guerra 30 años”, donde el autor cuenta su historia musical que comenzó hace tres décadas en Güimar, su pueblo natal en Santa Cruz de Tenerife en Las Islas Canarias. Este trabajo es un triple disco publicado en abril de 2013, contiene 54 canciones grabadas en directo, que recorren 30 años de trayectoria y donde el artista da un repaso de todos sus discos, incluyendo 6 canciones nuevas y otras cantadas a dúo con amigos. El primero de varios conciertos para integrar este disco se grabó en mayo de 2012, fueron ocho meses seleccionando lo mejor. En este álbum “Pedro Guerra 30 años”, hay varios invitados especiales, tales como: el poeta Ángel González, Enrique Bunbury, Silvio Rodríguez, Pedro Aznar, Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Chico César.

Pedro Guerra comenzó su extensa gira en su tierra (Islas Canarias), visitando por dos días La Laguna, provincia de Tenerife y haciendo una presentación en Las Palmas de Gran Canaria. Los conciertos continuaron en el norte de España: En abril pasó por Oviedo (Asturias), Ribadeo (Lugo), Santiago de Compostela (La Coruña) y al sur en Córdoba (Andalucía). En mayo Pedro Guerra estuvo en Barcelona (Cataluña) al noroeste de España, Madrid en el centro, y Ceutí (Murcia) en el sur. En junio fue al oeste en Gandía (Valencia) y La Orotaba en Tenerife, Islas Canarias. En julio el cantautor realizó la gira americana recorriendo primeramente Argentina; comenzando

en Buenos Aires y siguiendo en La Plata, Rosario, Córdoba y Neuquén. Después fue a Santiago de Chile, para terminar en Montevideo Uruguay. El artista se tomó un pequeño descanso, para posteriormente en noviembre regresar brevemente España en Cartagena (Murcia) e ir nuevamente a las Islas Canarias pasando por Fuerteventura, La Laguna, Gran Canaria, Tenerife y La Palma.

En diciembre de 2013 el canario se presentó 4 días seguidos (del 16 al 19), en el local “Libertad 8” de Madrid. Ahí Pedro Guerra recordó cuando en 1993 este espacio musical le ofreció la posibilidad de cantar, lo que le permitió cambiarse definitivamente de Islas Canarias a Madrid. El mismo comentó “Llegué a Libertad 8 en octubre, me dieron un día a la semana para tocar, los martes y un mes para probar. Me quedé y estuve un año y pico”. De estos conciertos Pedro Guerra grabaría un disco en vivo denominado precisamente “20 años. Libertad 8” (que saldría al año siguiente), para celebrar sus dos décadas de carrera en España y que le ayudó a





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de ser un flamante profesional en el ramo, devino un arquitecto cuyo presente está encarcelado en cuatro paredes de una oficina del infonavit y consuetudinario alcohólico los fines de semana, gastando más de lo que gana como burócrata, contando los años que le faltan para su jubilación, envejeciendo muy rápido , y aún no es papá.

La historia de Judith, su hermana mayor, quien de una estudiante de danza en la Escuela Popular de Bellas Artes, una de las más inteligentes de su generación de quien aprendió el pas de deux, pas de rideaux élégants, y otros pasos del ballet clásico, cambió su forma de vivir al conocer a Miguel: dejó la escuela, descuidó a su familia a sus amigos. Se volvió una garra existencial, un zopilote que come hasta las sobras de la basura. Empezó a tomar diario tres botellas de whisky. Cuando le hablaba Miguel desaparecía de la casa cinco días. Al sexto regresaba, toda demacrada de la cara, un pellejo ambulante oliendo a semen y alcohol y con varias grapas de cocaína en su bolsa.

A los veinte días, se puso mal: convulsiones, vómitos, delirios verbales: sleep walk, sleep walking, la sonánbula hora de las criaturas de la noche, decía y volvía a decir, la hora en que los perros vomitan su rabia en la vagina amarga del silencio y un olor de azufre/lloga las cenizas de los huesos qu´il faut changer la vie.

Entró en coma.

Llega el momento en que la rabia y la ternura, como hermanas siamesas, cual aborto engendrado por monstruos irreconocibles en su inmediata forma de vivir, en la sepulcral manía de tejer la existencia en su brutal enjambre de rostros, calles, noches, sillas de cocina, espejos rotos, escuelas desnutridas en sus propias paredes, ciudades engendrando otras ciudades, vientres famélicos, rostros llagados por la vida, cristos empalados

AUTOBIOGRAFIA DE UN HOMBRE COMUN

Javier Olachea Durruti

Cuando nací alguien, no sé si fue un dios desconocido o un profeta grave y ceñudo, me auguró una existencia difícil e incierta: Será torpe en la vida. Su destino parece ser el fracaso- dicen que dijo, moviendo pensativamente la cabeza. Mis padres, demasiado ocupados en su gozo, dado que vine al mundo cuando ellos ya eran demasiado viejos y estaban perdiendo las esperanzas de tener un hijo que “fuera el consuelo de su vejez”, como se dice en estos casos, no prestaron atención a tan desfavorables presagios. O tal vez de plano no creían en este tipo de cosas, puesto que él –mi padre-, tenía fama de tomarse todo a broma - salvo lo de engendrar un hijo a toda costa- y mi madre por su parte no era muy supersticiosa que digamos. Puede decirse que mi infancia transcurrió como la de todos los niños de mi edad, tranquilamente, sin grandes sobresaltos, sin acontecimientos que valgan la

pena recordarse porque, aunque quisiera, creo que no me sucedió nada importante. El resto de mi vida- y lo digo con cierto orgullo- ha transcurrido exactamente igual. Hice lo que los otros hacían, dejé de hacer lo que se debía dejar de hacer, amé con mesura, pequé moderadamente, viví sin prisas tomando las cosas con calma, creí en las dos o tres cosas que me enseñaron debía creer, menosprecié todo aquello que parecía complicado, rechacé lo que los demás no me ofrecían: no fui mejor ni peor que nadie, no dí más de lo que no me hubiesen dado, no arriesgué nada sin estar antes seguro. Mis opiniones –si acaso las tuve- fueron las del sentido común. En suma, creo que mi vida ha sido idéntica a la de todo el mundo y por lo tanto nada se me puede reprochar. ¿Fui feliz? ¿Estoy satisfecho? ¡Qué idiotez! ¡Claro que lo estoy! ¿Qué más pude haber deseado? ¿Dónde hubo una existencia más tranquila y sosegada que la mía?!vaya pregunta la suya! ¿verdad que se equivocó totalmente ese dios al que me referí al principio? ¿Ven cómo es posible burlar al propio destino? Bueno, mejor no hablen ni digan nada, lo más probable es que se estén muriendo de envidia.





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en patios de limo, camas de latón sin habitantes y música de viento que duele hasta los huesos, todo esto acumulado en una micra de segundo al saber del fallecimiento de Judith, sus ojos ya sin luz, pero despiertos, mirando al infinito. Buscando un no sé qué en el plafón del hospital, tal vez buscando algo perdido en el interior de ella misma, el secreto de su vida, el milagro que tanto buscó y nunca encontró porque le apostó a la muerte y a la muerte no hay quien le gane.

El papá quiso que s enterrara ese mismo día, en la tarde, con tormenta, sin amigos Únicamente en compañía de los hermanos y un cura gruñón que cada rato se quejaba y los rezos los dejaba incompletos, sin terminar. Tarde triste para un entierro sin velorio Jimena encontró, entre las cosas de Judith, un cuaderno de dibujos, una libreta de poemas y una carta fechada diez días antes de su muerte. Se refugió en el baño, nunca le gustó que la vieran, las lágrimas son tan íntimas, son la extensión de la masa muscular, los huesos, los cromosomas, el colágeno, las partículas cerebrales, los instantes y la respiración de las esferas, la música encantada de los cuerpos, la biografía de lo invisible.

Empezó a leer:

Viernes 21 de febrero y 2010

A Miguel, por los alcoholes y los pericos.

Nunca le hemos dado el valor a la vida y cuando se lo damos queremos tragarlo hasta el fondo de las entrañas, masticar la vida como no nos lo han enseñado a hacerlo. Estar en este mundo es desgarrar su piel, succionar su carne para saber que se siente, a que sabe. Descubrir sus tesoros n el mar y la profundidad del ser en la perversión de la existencia. Vivir a las carreras para ser un átomo íntegros e integrales en este perro mundo en que nos tocó

vivir. Strange beautiful music.

Sé que andas en el narco, eso me vale madre, y que veneras a la Santa muerte. Jes sui la norte. Valium para las tripas del insomnio. Ulceras del asombro que nutre la arquitectura del himen. Reloj que se pudre en el espejo de la noche. Rostros de cantina.

Beso que envejece en las cenizas de los huesos.

A la hora que me llames, vuelo hacia ti.

Judith, la loca del burdel

P.D. Con un Buchanan en la mano

Triste, pensativa, recuerda lo que le paso cuando estaba en sexto año en la escuela México. Juan Carlos, alumno del grupo “B”, empezó a gritar: “Los cuentos de Perrault, Griselda, Piel de asno, La bella durmiente del bosque, Caperucita roja, Barba azul, El gato con botas, Las hadas, Cenicienta, Riquete el del copete, Pulgarcito, Esto es lo que hago con tu libro”. Y le prendió fuego. Llorando, entró a la dirección: A Juan Carlos lo expulsaron de la escuela, y a ella la suspendieron cinco días porque, según palabras del director, había provocado a Juan Carlos Cenizas de la Cenicienta. Y es que Juan Carlos le gustaba. Por un instante cercano a la realidad de lo innombrable, fue eso que no quería ser una Cenicienta sin príncipe y sin carroza.

Escuchó la voz de su padre, palabras frías, calculadoras, monedas viejas que caen al vacío de la memoria.

¿Por qué quieres jugar al futbol? ¿No será un capricho tuyo?

numero 33

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