Número 13- Agosto

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www.mexicosocial.org ESCRIBEN: NASHIELI RAMÍREZ SARAH LEWIS MARÍA CRUZ CARLOS MIRANDA Año 1 - No. 13, agosto de 2011, Precio: $35.00 m.n. Entrevistas y artículos especiales en el "Día del Adulto Mayor" 04 La hora de la igualdad Segunda entrega del diálogo con Rolando Cordera 42 En los últimos 10 años se han reportado ante los Ministerios Públicos de todo el país más de 2 mil casos por el delito de Robo de Niños. Sin embargo, la respuesta institucional ante este crimen sigue siendo prácticamente nula. robo de niños LA BARBARIE

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Número 13 d ela Revista México Social del mes de Agosto

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escriben: NASHIELI RAMÍREZ SARAH LEWIS MARÍA CRUZ CARLOS MIRANDA

Año

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$35

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Entrevistas y artículos especiales en el "Día del Adulto Mayor"

04

La hora de la igualdadSegunda entrega del diálogo con Rolando Cordera

42

En los últimos 10 años se han reportado ante los Ministerios Públicos de todo el país más de 2 mil casos por el delito de Robo de Niños. Sin embargo, la respuesta institucional ante este crimen sigue siendo prácticamente nula.

robo de niños

la barbarie

méxico social • agosto 2011 012

México Social, Año 1, No. 13, agosto 2011, es una publicación mensual editada por el Instituto de Capacitación, Estudios e Investigación en Desa-rrollo y Asistencia Social (CEIDAS), S.C. Jardín Centenario No. 18-1, Col. Villas de Coyoacán, México. C.P. 04000 Delegación Coyoacán Tels. 5659-6120 y 5659-6209 www.ceidas.org, [email protected] Editor responsable: Saúl Arellano Almanza. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010-032312331700-102 ISSN: Licitud de Título y Licitud de Contenido No. 15077, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX: IM09-0840 Impresa por IMPRESORA Y EDITORA INFAGÓN, S.A. de C.V. Calle de la Alcaicería No. 8 Col. Zona Norte Central de Abastos C.P. 09040, Delegación Iztapalapa, México, D. F., DISTRIBUIDOR: Publicaciones CITEM, S.A. de C.V., Av. del Cristo 19, Colonia Xocoyahualco 54080, Tlalnepantla, Estado de México, este número se terminó de imprimir el 26 de julio de 2011.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación.

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es una publicación del

CONSEJO EDITORIAL

Mario Luis Fuentes Jesús Kumate Rodríguez

Rolando Cordera Fernando Cortés

Carlos Rojas GutiérrezMiguel Concha

Javier Guerrero GarcíaIrasema Terrazas

Enrique Provencio DurazoJacobo Jasqui Amiga

Marcela Rovsar de González

Saúl Arellano AlmanzaDirector Editorial

Laura Ilarraza GálvezCoordinadora Editorial

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ESCRIBEN:

SARAh LEwIS Consultora en Investigación; trabaja para el Instituto Nacional de Salud Pública.

NAShIELI RAMíREzCoordinadora general de la Fundación Ririki Intervención Social.

MARíA CRUzExperta en temas de desarrollo social; fue Secretaria de Desarrollo Social en Chiapas.

CARLOS MIRANDADirector de proyectos en Jumaltik, Equidad Sur, A.C.

México Social es una publicación inscrita en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. http://pnmi.segob.gob.mx

AnciAnos: VulnerAbles Ante lA ViolenciA CEIDAS/Investigaciones especiales

PensionAdos: demAndAs sin resPuestAEntrevista con Blanca Irma Alonso

Viudez y muertes PreVenibles, sobrePeso PArA lA sAlud PúblicACEIDAS/Reportes especiales

lA muerte sociAlMaría Cruz

migrAr en solitArioNashieli Ramírez

PolíticAs PArA lA niñez, lAs grAndes Ausentes Entrevista con Lourdes Almada, coordinadora de la Mesa de Infancia del Consejo Ciudadano de Desarrollo de Juárez

Robo de niños, cRimen que indigna CEIDAS/Saúl Arellano

lA horA de lA iguAldAd Diálogo de Mario Luis Fuentes con Rolando Cordera

del bono Al PAgAré demográficoCEIDAS/ Investigación

Adultos mAyores y PolíticA sociAl Una visión desde la SEDESOL

longeVidAd: AlertA nAcionAlSarah Lewis

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índice

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editorial

El robo de niños es uno de los sinónimos que encuentra el concepto de la Barbarie en nues-tra realidad social cotidiana. En efecto, hay pocas palabras, quizá ninguna, con la capa-cidad de describir el dolor, la angustia y la desesperación de las familias que han sufrido el robo de uno de sus niños o niñas.

No obstante, carecemos de políticas ade-cuadas de prevención y, peor aún, de un sis-

tema nacional articulado que permita su rápida localización y un rescate en el que se garanticen su integridad física y su plena rehabili-tación y reincorporación a sus entornos familiares.

En ese sentido, es pertinente destacar que desde el mes de abril de este año se dio a conocer públicamente la iniciativa de crear el Sistema Nacional de Alerta Amber, a través del cual se intentará crear un ban-co nacional de información sobre niños robados y desaparecidos, así como protocolos y mecanismos de intercambio de información com-partidos por las 32 entidades federativas del país, a fin de actuar de manera mucho más expedita y eficaz en la atención de este fenómeno.

Pese a lo anterior, luego de tres meses del anuncio, poco se ha lo-grado avanzar, mientras que más niñas y niños siguen extraviándose o siendo robados, sin que haya autoridad que asuma la responsabili-dad de poner fin a esta negra actividad.

Dedicamos, pues, nuestra portada a la denuncia de la persistente realidad del robo de niños, y, en el análisis central de nuestra edición, mostramos cómo en los 11 años que van de 1997 a 2008 se presenta-ron más de 2,500 denuncias penales por el robo de niños, dato que, dadas las tendencias de cifra negra que hay sobre la criminalidad en México, bien podría ser hasta 8 veces superior a lo oficialmente consignado.

Otro tema fundamental en la agenda de la cuestión social es la desatención de la agenda de los derechos de las personas de edad avanzada. Cada 28 de agosto se conmemora en nuestro país el Día del Adulto Mayor, designado así desde 2002, y el cual ha sido convertido, como ocurre con otras efemérides, en meras ocasiones para la kermés o las ferias de pueblo, y no para la reflexión y la puesta en marcha de acciones emblemáticas para la protección integral de sus derechos.

Sobre el particular, presentamos un detallado análisis del CEIDAS en torno a la agenda de los derechos de las personas en edad avan-zada, destacando las enormes deudas que tenemos como país al no haber sido capaces -luego de prácticamente diez años de la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, llevada a cabo en abril de 2002- de generar todas las medidas necesarias para garantizar el derecho al en-vejecimiento activo ni de derribar todas las barreras físicas y culturales que impiden la construcción de una sociedad para todas las edades.

En el mismo sentido, destacamos en esta edición que en el mes agosto se conmemora también el Día Internacional de la Juventud. A un año de la Asamblea Mundial de la Juventud, llevada a cabo en nuestro país en 2010, la ausencia de una agenda articulada y de una batería de políticas públicas para la plena garantía de los derechos de este grupo de población sigue determinando un presente lleno de vulnerabilidades y un futuro tremendamente incierto para quienes hoy tienen entre 12 y 24 años.

Por ello, presentamos en esta edición un análisis sobre las caracte-rísticas demográficas de este grupo de población, pues aún hay mu-cho camino por recorrer para que México sea un país apropiado para la niñez y la adolescencia; y, de continuar las tendencias, muy pronto el llamado “bono demográfico” se convertirá en un “pagaré demográ-fico y social” muy difícil de saldar.

mario luis Fuentes

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ceidas /investigaciones especiales

En el mes de abril de 2012, habrán transcurrido 10 años luego de que se llevara a cabo la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, en Madrid, España, 2002. Esta Asamblea, convocada por la Organización de las Naciones Unidas, tuvo como principal conclusión el consenso en torno a la urgencia de construir sociedades para todas las edadesF F F

Vulnerables ante la Violencia

ancianos

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En ese mismo sentido, la Asamblea de Madrid convi-no desarrollar una estrate-gia global, a través del Plan Mundial de Acción sobre el

Envejecimiento, a fin de que los Estados-Parte de la ONU, desarrollasen políticas y programas dirigidos a garantizar ple-namente los derechos de las personas de edad avanzada.

En particular, destaca el énfasis que se hizo en la necesidad de garantizar, en primer lugar, el derecho al envejecimien-to activo; sobre todo pensando en los mi-llones de personas que, teniendo más de 60 años, ven canceladas numerosas oportunidades de continuar aportando a sus comunidades, aun cuando mantie-nen probadas capacidades intelectuales y productivas.

En segundo término, se hizo hincapié en la urgencia de construir sociedades en las cuales todas las edades pudieran convivir, lo cual implica no sólo la erradi-cación de todas las formas de discrimina-ción y violencia que se ejercen en contra de los ancianos, sino también derribar las barreras físicas y arquitectónicas para su plena participación e inclusión social.

En tercer lugar, se destacó la impor-tancia de generar la infraestructura so-cial necesaria para garantizar el derecho a la salud y transitar hacia una nueva ge-neración de servicios médicos y sociales para las personas de edad avanzada, así como edificar sistemas educativos capa-ces de ofrecer oportunidades para aque-llos a quienes no les fue garantizado su derecho a la educación a lo largo de su vida, así como esquemas de formación continua para continuar participan-do en procesos formales de formación académica.

Lo anterior se encuentra sintetizado en el Artículo 5º de la Declaración Polí-tica de la Asamblea, establece: “(... Los Estados, reconocemos que las personas, a medida que envejecen, deben disfrutar de una vida plena, con salud, seguridad y participación activa en la vida econó-mica, social, cultural y política de sus

sociedades. Estamos decididos a realzar el reconocimiento de la dignidad de las personas de edad y a eliminar todas las formas de abandono, abuso y violencia.”

Asimismo, es importante desta-car que una de las posiciones de mayor “avanzada” que se manifestaron y que fueron reconocidas por todos los Estados participantes, es la relativa a construir una cultura desde la cual la vejez pueda ser asumida como sinónimo de éxito, y con detonar procesos de solidaridad in-tergeneracional que lleven al estableci-miento de puentes para la convivencia, el aprendizaje y el cuidado mutuo entre todos los grupos de edad.

En ese sentido, parte del artículo 6º de la Declaración Política de la Asamblea dice; los Estados: “Reconocemos que es necesaria una acción concertada para transformar las oportunidades y la cali-dad de vida de los hombres y las mujeres

a medida que envejecen y para asegu-rar la sostenibilidad de sus sistemas de apoyo, construyendo así el fundamen-to de una sociedad para todas las eda-des. Cuando el envejecimiento se acepta como un éxito, el recurso a las compe-tencias, experiencias y recursos huma-nos de los grupos de más edad se asume con naturalidad como una ventaja para el crecimiento de sociedades humanas maduras, plenamente integradas.”

Como puede verse, los retos que se asumieron a través de esta Asamblea son de una magnitud enorme, frente a la cual, debe decirse, pocos Estados han logrado avanzar exitosamente. En efec-to, los sistemas de pensiones en todo el mundo se están debilitando acelerada-mente; en los países en desarrollo y po-bres, no existe ni la infraestructura ni las capacidades profesionales para el ade-cuado cumplimiento de los derechos de los ancianos, y en general, las condicio-nes de vulnerabilidad, pobreza, margi-nación y discriminación, lejos de haberse transformado, parecen avanzar hacia ni-veles de profundización que será muy di-fícil modificar en el corto plazo.

El contExto global actualEn el año 2009, el Secretario general de la ONU presentó un informe de se-guimiento sobre el Programa de Acción Mundial sobre el Envejecimiento. En él señala la urgencia de acelerar las accio-nes para cumplir con los acuerdos asu-midos en Madrid, en el 2002, además de ofrecer un panorama global sobre el ace-lerado proceso de envejecimiento.

En resumen, el Informe señala que “Debido al declive de la fecundidad y al aumento de la longevidad, el mundo envejece a un ritmo cada vez más fuer-te. Está previsto que, en las regiones más desarrolladas, la población de edad igual o superior a 60 años aumente más del 50% en las próximas cuatro décadas y pase de 264 millones en 2009 a 416 millones en 2050, mientras que, en el

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del Informe del Secretario General de la ONU, respecto del Seguimiento de la Segunda Asamblea Mundial sobre el

Envejecimiento, 2009. México, 2011

¿Un fUtUro de viejos y pobres?

En las próximas cuatro décadas, el número de personas mayores de 60 años

se cuadriplicará en los países menos desarrollados. De no generarse los servicios

sociales requeridos, seremos sociedades viejas y empobrecidas

Los sistemas de pensiones en todo el mundo se están debilitando aceleradamente; no existe ni la infraestructura ni las capacidades

profesionales para el adecuado cumplimiento de los derechos de los ancianos

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Población mundialde 60 años o más

en 2009 (en millones)

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mundo en desarrollo, está previsto que esa misma población se triplique y pase de 473 millones en 2009 a 1.600 millo-nes en 2050.

La propia población de más edad en-vejece a un ritmo acelerado y se prevé que la cifra de personas de edad igual o superior a 80 años se cuadruplique, has-ta alcanzar los 395 millones en 2050. Por su parte, las mujeres mayores siguen su-perando a los hombres, ya que represen-tan el 54% de la población total de edad igual o superior a 60 años y el 63% de la de edad igual o superior a 80 años, en todo el mundo”.

Estas proyecciones del Secretario Ge-neral deben alertarnos, pues en práctica-mente ningún país se tiene garantizada, en el largo plazo, la viabilidad financie-ra para contar al menos con servicios de cobertura universal en salud, alimenta-ción y educación, lo que permite prever que, de no actuar rápido, nos estaremos condenando a ser en un futuro bastante próximo, una sociedad global envejecida, a la par de empobrecida y sin oportuni-dades suficientes de bienestar.

la situación En MéxicoA pesar de que el Día Internacional de las Personas de edad se celebra mundial-mente en el mes de octubre, en México se asumió desde la década de los ochenta el día 28 de agosto como el Día del Adulto mayor.

Es evidente que la conmemoración que se lleva a cabo para celebrar a las personas en edad avanzada no puede reducirse, como muchas otras, a meros festivales o eventos de danzón y otros bailables; adicionalmente y, sobre todo, lo que es urgente es generar los sistemas de protección social para la plena ga-rantía de derechos, así como la infraes-tructura, el conocimiento y el personal especializado que se va a requerir, cada vez más, para el diseño de los servicios sociales que este grupo de población requiere.

Lo anterior ante la evidencia del rá-pido proceso de envejecimiento que es-tamos viviendo, el cual puede convertir rápidamente también al llamado “bono demográfico” en un “pagaré demográfi-co” que, de continuar haciendo las comas como se han venido haciendo respecto de esta agenda, va a ser muy difícil, si no es que imposible, saldar.

En efecto, de acuerdo con los datos del INEGI, la población mayor de 65

La población de mayor edad envejece a un ritmo acelerado y se prevé que la cifra de personas de edad igual o superior a 80

años se cuadruplique, hasta alcanzar los 395 millones en 2050 (ONU, 2009)

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> es urgente diseñar los servicios sociales que los adultos mayores requieren para el pleno cumplimiento de sus derechos

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años pasó de 3.37 millones de personas en el año de 1990, a 4.75 millones en el año 2000. Este cambio implicó un cre-cimiento relativo de 16.2% en una dé-cada. Sin embargo, para el año 2000, la cantidad de personas con 65 años o más, según los datos del Censo, 2010, es de 6,938,913, es decir, un crecimiento del 31.6% con respecto al año 2000, pero de poco más de 100% con respecto a hace dos décadas, es decir, 1990.

En este contexto, establecer como prioridad pública la necesidad de cons-truir un proceso de transformación cultural, legal e institucional que nos prepare para afrontar exitosamente el acelerado proceso de envejecimiento que enfrenta nuestro país, es impostergable.

un país quE discriMina a los ancianosSomos un país que discrimina tanto a su población envejecida, que incluso se ha buscado cambiar los términos con que se define a quienes tienen más de 65 años. De ese modo, se ha llegado al absurdo de intentar llamarles “adultos en plenitud”, como si utilizar o imponer “conceptos-moda” transformara las profundas con-diciones de inequidad e injusticia social en que viven todos los días.

La Real Academia de la Lengua de-fine a la voz “ancianidad” como el últi-mo periodo de la vida ordinaria de una persona. En esa lógica, negarse a llamar-le “ancianos” a quienes tienen una edad relativamente avanzada, más que un ejercicio de “tolerancia”, parece bien una fuga o una negación de que el envejeci-miento es una etapa más de la vida y, tal como se estableció en la citada Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, una incapacidad implícita a reconocer que en una sociedad civilizada y conviven-cial, llegar a ser anciano puede y debe ser tomado como sinónimo de éxito.

De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discrimi-nación: “se entiende por discriminación contra las personas adultas mayores, toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en la edad adulta mayor que tenga por objeto o por resul-tado la anulación o la disminución de las igualdad ante la ley o del reconocimien-to, goce o ejercicio, en igualdad de condi-ciones, de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

Por lo dicho, es pertinente desta-car que en la Encuesta Nacional sobre

Discriminación, 2009, se muestra que al 46.55% de quienes tienen estudios de primaria o menos, no les gustaría que en su casa vivieran personas con discapaci-dad; en el mismo sentido opina más del 30% de quienes tienen estudios de pri-maria o menos; e igualmente lo hizo el 17% de quienes completaron estudios de preparatoria.

Estos datos son interesantes de obser-var porque precisamente en el segmento de quienes no completaron estudios de educación básica, se encuentran más de 33 millones de personas mayores de 15 años; es decir, la gran mayoría de la po-blación mexicana joven o adulta muestra altos niveles de rechazo o discriminación ante quienes viven con algún tipo de discapacidad o necesidades especiales; lo cual es sumamente relevante para el tema que aquí se aborda pues debido a la “epidemiología” de la discapacidad en el país, es justamente la población de mayor edad la que tiene mayores pro-babilidades de adquirir algún tipo de discapacidad, ya sea por accidentes o

como consecuencia de padecimientos crónico-degenerativos.

Asimismo, la Encuesta señala que sólo el 71.1% de las personas opina que las personas mayores deben ser consi-deradas “mucho” en sus opiniones con respecto a las decisiones familiares. Un 21.4% considera que deben ser “algo” considerados; mientras que el 5% consi-dera que deben ser considerados “poco”.

En el mismo tener, hay un muy alto porcentaje de personas que consideran que a los adultos mayores no se les da empleo por su edad, lo cual muestra la distancia que aún tenemos respecto de ser una sociedad que garantiza el dere-cho al envejecimiento activo. En este caso, 3 de cada 10 personas asume que el principal problema de los adultos ma-yores es precisamente la dificultad para encontrar trabajo.

En segundo lugar en orden de men-ciones, 13.9% de la población piensa que las dificultades para acceder a servicios de salud son el segundo problema más grave que enfrentan las personas de

Fuente: elaboración propia con base en los datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010; así como en los Conteos de Población y Viviendas 1995 y 2005. México, 2011

envejeciendo rápidoEn México, la cantidad de personas mayores de 65 años se duplicó en sólo dos décadas. En 1990 representaban el 6.7%, y, de continuar las tendencias, se espera que se acerquen al 30% en 2050

Fuente: elaboración propia con base en la Encuesta Nacional sobre Discriminación, CONAPRED, 2010. México, 2011

discriMinAdosLa siguiente gráfica muestra cuál es

el principal problema a que se enfrentan las personas de edad, de acuerdo con la

percepción de la población en México

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08 agosto 2011 • méxico social

edad; en tercer lugar se identificó a la discriminación y la intolerancia frente a los ancianos; así lo consideró el 9.2% de los encuestados.

Lo sorprendente es que tanto en esta edición de la Encuesta, como en la que se desarrolló en 2005, más del 70% de la población considera a los adultos ma-yores como uno de los grupos más dis-criminados, junto con los indígenas y las personas no heterosexuales..

Asimismo, es interesante observar cómo la realidad de los accidentes, como se mostrará a continuación, a pesar de ser la principal causa de muerte violenta para los adultos mayores, no es identifi-cada como un problema social para este grupo de población, lo cual es una mues-tra de la enorme invisibilidad que tiene esta preocupante realidad cotidiana.

violEncia y oMisión dE cuidados: dos dE los pEorEs rEsultados En las últimas dos décadas (1990-2009) han muerto en México 195,225 por causas violentas o accidentales; es de-cir, un promedio de 27 personas mayo-res de 60 años que día con día pierden la vida como resultado de un accidente, por suicidio o como víctimas de algún homicidio.

De ese total, la gran mayoría perdió la vida debido a los accidentes; en efecto, en el periodo de referencia, INEGI con-tabiliza a 154,909 que fallecieron por esa causa. La gran mayoría debido a caídas o atropellamiento de peatón. Esta cifra im-plica un promedio de 21 decesos diarios.

En segundo lugar en orden de mag-nitud de causas de muerte violenta para los mayores de 60 años, se encuentran los homicidios; de este crimen se tienen contabilizados 21,603 personas en ese grupo de edad que perdieron la vida ase-sinados. Esta cifra implica un promedio de 3 asesinatos diarios cometidos en con-tra de adultos mayores.

Finalmente, entre las causas de muer-te accidentales y violentas se encuentran los fallecimientos por suicidio; entre 1990 y 2010 hubo 7,743 personas mayo-res de 60 años que optaron por quitarse la vida. En este punto es importante ha-cer notar que son la depresión por sole-dad, la pobreza, la baja autoestima o el padecimiento de enfermedades cróni-co-degenerativas, las principales causas identificadas como precursores o deto-nantes de la decisión de las personas de

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de acuerdo con la encuesta nacional sobre discriminación 2009, el 21.4% de la población opina que los adultos mayores deben ser considerados “algo” en las decisiones familiares y el 5% considera que deben ser considerados “poco”

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09méxico social • agosto 2011

violenciA contrA AnciAnos no cedeEl número de mayores de 60 años que han fallecido en las últimas dos décadas por violencia o accidentes se ha incrementado lenta, pero paulatinamente. En 2009 hubo 11, 489 decesos

en ese grupo de edad

Fuente: elaboración propia con base en las estadísticas de mortalidad de INEGI, 1990-2009. México, 2011

Fuente: elaboración propia con base en las estadísticas de mortalidad de INEGI, 1990-2009. (Estadísticas para años seleccionados). México, 2011

En promedio, en últimos 20 años han fallecido 21 mayores de 60 años al día a causa de los accidentes

lA MUerte esperA Un descUido19901995200020052006200720082009

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Fuente: elaboración propia con base en las estadísticas de mortalidad de INEGI, 1990-2009. (Estadísticas para años selec-cionados). México, 2011

violenciA hoMicidADesde los últimos 5 años, cada día mueren asesinados 3 mayores de 60 años; lo alarmante es que entre 2008 y 2009 las cifras crecieron significativamente, ya que sólo en esos años

fueron asesinados 2,217

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Total de muertes violentas o accidentales de mayores de 60 años

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cometer el suicidio. La cifra presentada implica un promedio de un caso de suici-dio al día en ese grupo de edad.

Como puede observarse en las grá-ficas presentadas, destaca que en los últimos años se han “disparado” acele-radamente los números, tanto absolutos como relativos, relativos a los decesos de las personas mayores de 60 años a causa de eventos accidentales o violentos.

Esto muestra que este grupo de la población tampoco está a salvo ni al margen del contexto generalizado de violencia que se vive a lo largo y ancho del país, lo que debe llevar también a la generación de acciones específicas para su atención.

Más accidEntEs quE EntrE los jóvEnEsEn los últimos años se ha hecho un es-pecial énfasis en diversos espacios, tan-to del gobierno como de la sociedad civil organizada, en los crecientes índices de mortalidad por accidentes que se están registrando entre la población joven. De hecho, existe la percepción generalizada de que quienes en mayor medida mue-ren a causa de los accidentes son las per-sonas entre 15 y 29 años.

Frente a esta idea, es de suma rele-vancia decir que es parcialmente erró-nea; esto, porque, si bien es cierto que es el grupo de población en el cual se con-centra el mayor número absoluto de ca-sos, es el grupo de personas mayores de 60 años en el que se registran las mayo-res tasas de defunciones como resultado de eventos accidentales.

Es decir, al haber mucho más jóvenes que adultos mayores en el país, resul-ta relativamente “natural” que haya un mayor número de decesos por la causa señalada; sin embargo, cuando se lleva a cabo el análisis traduciendo las cifras en tasas, lo que resulta es que para los adul-tos mayores el indicador es 53% superior al registrado, por citar un ejemplo, entre el grupo de edad de 25 a 29 años, que es el grupo quinquenal con la tasa más alta entre los grupos etarios de población más joven.

De esta forma, si se lleva a cabo un ejercicio comparativo por quinque-nio para las dos últimas décadas se en-cuentran dos fenómenos sumamente interesantes. El primero es un rápido y progresivo descenso en las tasas de mor-talidad por homicidios, suicidios y ac-cidentes registradas para los grupos de

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En las últimas dos décadas (1990-2009) han muerto en México 195,225 personas

mayores de 60 años por causas violentas o accidentales; es decir, día con día pierden la

vida 27 adultos mayores como resultado de un accidente, por suicidio o como víctimas de

algún homicidio

adultosmayores

sUicidios Al dobleComparando los años de 1990 y 2009, se encuentra que en este último se registró

el doble de suicidios cometidos por mayores de 60 años que hace dos décadas. Preocupa la evidente tendencia creciente de este fenómeno

Fuente: elaboración propia con base en las estadísticas de mortalidad de INEGI, 1990-2009. (Estadísticas para años selec-

cionados). México, 2011

> depresión, pobreza y enfermedades son detonantes de suicidios en adultos mayores

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Número de muertes de mayores de 60 años por suicidio

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11méxico social • agosto 2011

los Más vUlnerAbles

Ante AccidentesEl gráfico muestra que son los adultos

mayores de 65 años quienes presentan las tasas más elevadas de defunciones por

muertes violentas o accidentales

Fuente: elaboración propia con base en las estadísticas de mortalidad de INEGI, 1990-2009. (Estadísticas para años

seleccionados). México, 2011

edad mayores de 60 años. Simultáneamente, se presenta un

proceso a la baja tanto en la tasa nacional como en las registradas para los grupos de población joven o adulta; sin embar-go, a partir del año 2005 se registra un muy importante repunte equivalente a un incremento de casi el 30%, entre la tasa registrada en 2005 y la que se tie-ne disponible con base en la información generada en 2009.

Así las cosas, mientras que en 1990 la tasa de mortalidad por accidentes y eventos violentos a nivel nacional fue de 73.72 fallecimientos por cada 100 mil habitantes, para el grupo de 25 a 29 años fue de 101.4, mientras que para los mayo-res de 60 años fue de 214.3.

Para 1995, las tasas fueron de 62.4 a nivel nacional; 84.9 para el grupo de 25 a 29 años y de 177.7 para el grupo de 60

años y más. En el año 2000 continuó el descenso: una tasa nacional de 53.5 muertes por accidentes o causas violen-tas; de 68.9 para el grupo de 25 a 29 años, y de 155.4 para los adultos mayores.

Posteriormente, ya en 2005, la tasa na-cional fue de 51.4; para el grupo señalado de jóvenes fue de 65.1 y para los ancianos fue de 149.1. Finalmente, en el 2010, se tiene una estimación aproximada, con los datos públicos disponibles de 60 muertos por cada 100 mil habitantes debido a cau-sas accidentales o violentas; de 83.7 para el grupo de 25 a 29 años, y de 132.3 para las personas de 60 años y más.•

tasa promedionacional

tasa de defunciones de 25-29 años

tasa de defunciones 65 y más años

1990 1995 2000 2005 201050

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PensionaDos

DEMANDASSIN RESPUESTA

méxico social/staff

La Antropóloga Blanca Irma Alonso, presidenta del Movimiento Unificador Nacional de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores, narra en entrevista con México Social cómo es que las demandas por una pensión más elevada que incremente los niveles de vida de los jubilados mexicanos han sido ignoradas por las distintas instancias de gobierno; Alonso concluye que, a pesar de 32 años de lucha en su movimiento, los adultos mayores, pensionados o no, aún no están incluidos en las agendas políticas del país

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> los montos De las Pensiones no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de los jubilados.

Fotos: Cortesía EXCELsIoR / salomon Ramirez

méxico social • agosto 2011 13

méxico social (ms): ¿Desde cuándo exis-te el Movimiento Unificador Nacional de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayo-res; y cuáles son sus objetivos y estrategias en beneficio de la población de adultos mayores?

Blanca alonso (Ba): El Movimiento Unificador Nacional de Jubilados, Pensio-nados y Adultos Mayores concretó su for-mación el 21 de Agosto de 1979; vamos a cumplir este año 32 años de vida. Somos una organización independiente, no esta-mos afiliados a ningún partido, y nos man-tenemos con nuestros propios recursos.

Tenemos alrededor de 700 delegacio-nes, que hay en todos los puntos del país, en todas las entidades. Son grupos adhe-ridos a esta organización, la cual se norma por un pacto de unidad; no es un sindica-to ni aplicamos cláusulas de exclusión ni nada; aquí estamos solamente por volun-tad, nos hemos agrupado por solidaridad. Es muy grande la organización y llevamos a cabo asambleas en las que incluso a los compañeros que están discapacitados, quienes a veces no pueden asistir, se les toma por teléfono su parecer para cual-quier acuerdo, es decir, se trata de mante-ner una relación de unidad.

Actualmente en México hay más de dos millones de pensionados por la ley y los montos de las pensiones varían de acuerdo con su tipo; hay pensiones por incapacidad parcial permanente, la cual puede estar entre 800 o 900 pesos; hay algunas más altas, de 3,000, pero la mayoritaria es de 1,900 pesos mensuales.

Los adultos mayores pensionados vi-ven en una condición de pobreza. En los últimos años se ha depreciado completa-mente el poder adquisitivo de sus ingresos, y esto ha implicado que la gente vaya re-duciendo su expectativa de vida en cuanto a necesidades resueltas; es una situación muy deprimente.

Las personas pensionadas, al estar su-jetas al Seguro Social, tienen derecho a la pensión, a la atención médica, a las pres-taciones sociales, y a todo lo que implique programas de bienestar social.

Nuestras demandas surgen porque la pensión equivale apenas a casi a un sala-rio mínimo, y lo que quisiéramos es que se aumentara cuando menos otros dos sa-larios mínimos, para tener más o menos un recurso favorable para sobrevivir; con este ingreso es obvio que no alcanza para la manutención de la persona jubilada, y el problema se agrava cuando dependen de esta pensión otros familiares para cubrir

sus necesidades básicas.También nos interesa mucho la calidad

de vida; tenemos entendido que en estas últimas décadas el índice de vida se ha alargado a más de 75, entonces, si tuvié-ramos buenas condiciones de vida, la per-sona no estaría sujeta a todo lo que en esta edad está siendo objeto, como enfermeda-des de tipo cardiovascular, la hipertensión, la diabetes, la artritis; desde esa perspecti-va por lo que nuestro movimiento pugna es por vivir más años, pero con una buena calidad de vida. Al respecto, tenemos un convenio de colaboración -desde 1991- en-tre el Seguro Social y el Movimiento, en el cual se contempla todo lo relacionado a los servicios que da la institución a los

pensionados. Este convenio es una instancia de diá-

logo donde nuestros representantes anali-zan los asuntos relacionados con los pagos, con la atención médica y la falta de medi-camentos; es una instancia que de alguna manera nos permite sobrellevar las situa-ciones de la presión económica y social que existen sobre la gente mayor.

REDUCIDOS A CUESTIÓN ELECTORALms: ¿Cómo enfrentar el futuro en un país en el que en 20 o 30 años la mayor parte de la población será adulto mayor? ¿Qué repercusión tiene la desatención que se le está dando en la actualidad a los pensionados?

Ba: Si no se cambia el panorama va a ser una situación muy crítica, que de por sí ya lo es, pero no vemos que esto vaya mejo-rando. Se habla mucho del asunto de los pensionados y en general de los adultos mayores en México; sin embargo, es pura palabrería en muchos de los casos y eso lo sabemos por experiencia.

La pensión es algo ganado por derecho, porque la persona acumuló sus cuotas, pero el tema de los adultos mayores se ha vuelto, y quiero decirlo, de carácter electo-ral más que nada; si bien nosotros no des-conocemos que la gente mayor reciba un ingreso sin ser pensionada, se ha venido fomentado la cultura de la mendicidad, de que la gente estire la mano; y eso contravie-

ne las cuestiones que nosotros hemos plan-teado. Uno de nuestros lemas, de nuestros puntos principales, es que cuando es posi-ble, lo mejor es trabajar hasta el último día de la existencia, y no vemos alguna expec-tativa en este escenario político, no vemos alguna salida que ponga como asunto prio-ritario a la población adulta.

En los años recientes hemos plantea-do a la Cámara de Diputados, a la Comi-sión de Seguridad Social, que solucionen las demandas de aumento a los salarios y a las pensiones, y hemos sentido el desai-re, el desdén; no estamos agendados en las prioridades, y cuando hay una respuesta, ésta ha sido que nada más se promueva la pensión universal del señor López Obra-dor para los 15 millones de adultos que va a haber en el país en 2015, y que será

Blanca irma alonso tejeda Egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia con la especialidad de Etnohistoria; desarrolló su actividad laboral en instituciones dedicadas a la investigación social, como el Instituto Nacional Indigenista, el Museo de Antropología e Historia, el Colmex y la Secretaría de la Reforma Agraria. Es autora y colaboradora de estudios e investigaciones sobre temas como la migración indígena y campesina a la Ciudad de México.

Actualmente, los adultos mayores pensionados viven en condiciones de

pobreza. En los últimos años se ha depreciado el poder adquisitivo de sus ingresos, y esto ha

implicado que la gente vaya reduciendo su expectativa de vida en cuanto a necesidades resueltas; es una situación muy deprimente

hasta después de que esto se haya conse-guido que van a ponerle atención a nuestra demanda.

Al Poder Legislativo no le interesa este tema, por lo único que velan es por la cues-tión electoral. Nosotros desde hace mu-chos años conseguimos, dado que no había aumentos como los queríamos, que se nos otorgara una despensa, y a nuestros agre-miados en cada delegación que tenemos en el país se les daba una dotación de des-pensas; pues ahora ya no es así, lo quitaron la SEDESOL o el DIF de cada estado, y sólo depende de cuestiones electorales: si tú vas a votar por tal o cual partido, ob-tienes o no el beneficio de una despensa. Se ha desvalorado el quehacer político y el sentido de solidaridad hacia un sector cuyo delito ha sido trabajar y ser honesto.

Nuestros logros han sido muy raquí-ticos en lo que se refiere al aumento de las pensiones; el último que se dio fue en 2004, pero fue sólo de un 10 por cien-to, y no para todas las pensiones, quienes no tenían los 60 años no obtuvieron ese incremento.

Asimismo, desde hace muchos años empezamos a pugnar para que a los pen-sionados y los adultos mayores en general, si tenían una propiedad, se les cobrara sólo el 50% del predial; también hemos pedido que el pasaje urbano sea gratuito y, aunque no se ha dado a nivel nacional, en muchos municipios nuestros compañeros tienen la fortuna de que el sobrino o el hijo tienen algún cargo en alguna regiduría o algo así, y pueden conseguir que presentando la credencial del movimiento se les otorgue gratuitamente este servicio.

De alguna manera entre todos co-rremos la voz; de los que acuden a las asambleas hay mucha gente que no es pen-sionada pero que de alguna manera recibe estos beneficios, antes de que empezara y se estableciera la pensión universal y la ayuda para adultos mayores, nosotros ha-bíamos pugnado ya por eso.

Sin embargo, algo que nos afecta mu-cho es que, por ejemplo, en toda la zona fronteriza, los recibos por consumo de energía eléctrica rebasan el monto de la

pensión, y son cuestiones que están lace-rando mucho a la población del norte; in-cluso hay gente que se pasa del otro lado a trabajar, y regresan hasta cierto punto contentos, pues de alguna manera están buscando cómo sobrevivir.

Yo estaría de acuerdo en que se diera una pensión universal, pero si fuera una pensión decorosa, un ingreso y toda la atención médica suficiente, con todo lo que pueda abarcar la medicina preventi-va; es decir, que a las personas se les ense-ñe cómo cuidar su salud para que no sean víctimas de enfermedades como la arte-riosclerosis, la hipertensión, la diabetes, en fin, víctimas del quirófano. Pero no ve-mos nada al respecto, esto también tiene que llevarse a cabo con acción ciudadana, pero, por parte del gobierno y de la auto-ridad sólo observamos que no estamos agendados…

INEQUIDAD Y DISCRIMINACIÓN HASTA EN LAS PENSIONESms: ¿Cuál es su opinión sobre los casos de discriminación que sufren las mujeres viu-das y las trabajadoras pensionadas, ya que los montos de sus pensiones son a veces son menores que las de sus contrapartes masculinas?

Ba: La pensión de viudez, por ejemplo, es menor de la que tenía el esposo que falle-ció; ahí tenemos una cuestión de discrimi-nación; porque todavía en muchos casos quedan los hijos que están todavía en edad escolar y los gastos obviamente se incre-mentan y eso que se recibe no es suficien-te, o sea no alcanza para nada; desde hace catorce años hemos venido realizando el Congreso Nacional de Trabajadoras y Viu-das Pensionadas. Ha sido para nosotros muy grato escuchar la voz de las mujeres, directamente expresando su situación, ya aquello de que estamos atrás de la puerta, o de que alguien hable por nosotras, pues creo que eso ya quedo atrás, y es un paso muy importante, cuestión que también ni los actores políticos, nadie se fija en ese tipo de cosas.

ms: También existen casos en que las pen-siones de las personas que sufren alguna discapacidad o cuya pensión es por invali-dez obtienen recursos muy bajos…

Ba: De hecho, últimamente hemos discu-tido con las autoridades, y esto también lo debe de contemplar la Cámara de Dipu-tados, que la ley es muy fría en ese senti-do. Hay un problema, por ejemplo, en las zonas mineras; hay muchos compañeros pensionados de las zonas mineras que sa-len afectados del pulmón o de los oídos, y así les califican la pensión, por incapacidad parcial permanente, y, sin embargo, es una pensión muy baja.

Ahorita están aplicando el artículo 58 de la Ley del IMSS, que no habían apli-cado, y por cual se les da la liquidación; entonces, están liquidando a todas es-tas personas y dejándolas en la calle, ori-llándolos a la mendicidad. Es un número considerable de mineros que están en esta condición, y ahorita estamos precisamen-te en la discusión para que la Cámara de Diputados quite ese artículo o lo cancele; pero, como están en las cuestiones electo-rales, ya tenemos dos años y no han podido legislar y reformar conforme a la petición que tenemos planteada.

Y nada… el silencio, el desaire, el des-dén, es muy lamentable lo que está pasan-do; hay un desplome político tremendo en México.

NO ESTAMOS EN LAS AGENDAS POLÍTICASms: ¿Qué expectativas hay en el Movi-miento rumbo al proceso electoral de 2012?

Ba: No sabemos exactamente cómo se plantee el panorama para 2012, el asunto es que nosotros, como adultos mayores no estamos dentro de las agendas políticas. Si acaso lo toman como: “pues denles 800 pesos, y ya que se conformen”.

Además, el ambiente familiar tampoco es muy favorable; tenemos casos en que, desafortunadamente, hay compañeros que han sido lanzados de su propio hogar

14 agoto 2011 • méxico social

entre vista

En los años recientes hemos planteado a la Cámara de Diputados, a la Comisión de Seguridad Social, que solucionen las demandas de

aumento a los salarios y a las pensiones, y hemos sentido el desaire, el desdén… no estamos agendados en las prioridades

porque los hijos les han quitado sus terre-nos, se los han expropiado, y son situa-ciones muy graves, esto a nivel familiar, y respecto al apoyo por parte de la comuni-dad, ésta suelen tenerla solamente cuando vienen los tiempos electorales.

Hace más o menos siete años nues-tro movimiento teníamos una propuesta muy importante, un proyecto para lograr la atención integral del adulto mayor; esta pensión integral incluiría el fomentar pro-yectos productivos, la cultura, la medicina preventiva y todo lo que conlleve a mejorar la calidad de vida de las personas, pero no ha habido eco. A ver si ahora con los nue-vos prospectos que hay para el 2012 pode-mos lograr que lo agenden, porque es un proyecto bien desarrollado y puntualizado.

LA PROPUESTA: MEJORAR PENSIONES Y ATENCIÓN MÉDICAms: ¿Qué estrategias proponen ustedes para mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores?

Ba: Incrementar sustancialmente el mon-to de las pensiones y hacerla universales, pero con apoyos dignos y atención médica para todos; es fundamental mejorar la ca-lidad de la atención médica y la medicina preventiva; crear proyectos productivos para que la gente que pueda hacerlo, des-empeñe algún trabajo y sea capaz de sa-tisfacer sus necesidades, porque si no hay trabajos para los jóvenes, menos los hay para la gente adulta; así es la realidad.

La idea es entonces, que se creen pro-yectos para que este grupo de población siga siendo productivo; lo hemos plantea-do cuando se nos acercan los diputados, pero nada más nos escuchan y nos asegu-ran que es un proyecto que van a empren-der, pero a la larga no lo hacen.

Nos hemos desgastado mucho hacien-do plantones, y sólo hemos recibido el des-aire de los legisladores, pero no nos queda de otra, la situación está muy crítica y tene-mos que actuar; vamos a tener un Consejo Nacional en septiembre próximo, y ahí va-mos a decidir qué es lo inmediato, pero el panorama no es nada halagador.•

méxico social • agosto 2011 15

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> las ProPuestas De Bienestar para los adultos mayores se han reducido a "palabrerías" electorales.

> la entrega De DesPensas a los pensionados depende de sus preferencias políticas.

abril 2011 • méxico social3016 agosto 2011 • méxico social

REPoRTE EsPEcial

SOBREPESO PARA LA SALUD

PÚBLICA

ViUDEZ Y mUERTEs PREVENiBlEs

méxico social • abril 2011 3117méxico social • agosto 2011

cEiDas/ REPoRTEs EsPEcialEs

En México, la Diabetes Mellitus provoca la muerte de 10 personas cada hora. La hipertensión arterial se ha convertido también en uno de los padecimientos de mayor presencia y letalidad; sólo en 2009 fueron diagnosticadas más de 550 mil personas con este padecimiento. A pesar de que son enfermedades que se registran en todas las edades, son los mayores de 50, y particularmente los mayores de 60 años, entre quienes mayormente se concentran, dejando en la viudez, cada año, a más de 110 mil personas

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El día 28 de agosto, en el que se conmemora el Día del Adulto Mayor en México, debe ser tomado como un día para la reflexión en torno a lo que es-

tamos haciendo para proteger los dere-chos de este grupo de población, y lo que estamos dejando de hacer como socie-dad ante un escenario de envejecimiento acelerado.

En efecto, en el diseño de las políticas públicas relacionadas con la protección social de la salud, a pesar de todos los diag-nósticos que se han desarrollado en los úl-timos años, las instituciones no han tenido la capacidad de instrumentar nuevos es-quemas de salud centrados en el enfoque preventivo, lo cual requeriría de la gene-ración de incentivos institucionales para mejorar el desempeño del personal médi-co, reducir la demanda de servicios de alto costo y, sobre todo, para mejorar la calidad de vida de las personas y sus familias.

En este contexto, es de una relevancia mayor dejar asentado que en México los gastos catastróficos en salud siguen sien-do uno de los principales factores de em-pobrecimiento de muchas familias que, ante el padecimiento de alguna enferme-dad crónico-degenerativa de alguno de sus familiares, tiene que invertir todo su patri-monio en atención médica.

Los gastos mencionados son definidos como aquéllos equivalentes al menos al 30% de la capacidad de pago de una fa-milia para el financiamiento de la salud de alguno de sus integrantes. Se estima que cada año al menos el 5% de las fami-lias mexicanas incurren en estos gastos mientras que, estructuralmente hablan-do, aproximadamente el 50% de los gastos en salud en el país siguen siendo “gastos de bolsillo”; es decir, al no existir esque-mas eficaces de cobertura para la atención

médica básica, el mexicano promedio está obligado a gastar para enfrentar los costos inmediatos generados por los padecimien-tos que contrae.

TODO APUNTA AL SOBREPESO: EL CASO DE LA DIABETES MELLITUS Y LA HIPERTENSIÓN

Si bien es cierto que hay múltiples factores que provocan que una persona contraiga una enfermedad crónico-degenerativa, lo que es innegable es el hecho de que en la mayoría de los casos el sobrepeso y la obe-sidad son elementos determinantes en el deterioro de la salud. En efecto, la rea-lidad de que somos el país con el mayor

porcentaje de personas adultas y niños obesos en el mundo, no ha logrado ser re-vertida por ninguna autoridad, ni a nivel federal ni en las entidades de la República.

Esta realidad no es nueva. Ya en 1996 un estudio coordinado por María Consue-lo Velázquez-Alva, y publicado por el Insti-tuto Nacional de Salud Pública, mostraba que tres de cada cuatro personas que par-ticiparon en el estudio tenía sobrepeso u obesidad; sin duda, un aspecto a destacar en este estudio es que fue realizado entre población mayor de 65 años que tenía ac-ceso a servicios de seguridad social a través del IMSS.

El dato cobra mayor relevancia si se considera que ante este tipo de evidencia, la prevalencia de enfermedades como la diabetes mellitus no sólo no ha logrado reducirse, sino que muestra un ritmo ga-lopante que se ha incrementado acelerada-mente en los últimos 10 años.

La tasa de morbilidad por diabetes me-llitus ha incrementado en más de 2.6 veces en menos de dos décadas: mientras que la tasa registrada en 1990 fue de 155.6 per-sonas con diabetes por cada 100 mil ha-bitantes, en el año 2009, según el Cuarto Informe de Gobierno del Ejecutivo Fede-ral, fue de 417.9.

En términos absolutos, el incremen-to en la detección de nuevos casos es ma-yúsculo: en 1990 se identificaron 133,456 nuevos casos; cifra que en 1995 cre-ció a 272,308; en el año 2000 se llegó a 287,605; en 2005 se alcanzaron niveles alarmantes equivalentes a 398,583 casos nuevos; mientras que para 2009, las ci-fras preliminares a diciembre de ese año llegaron a la impresionante cantidad de 449,484 personas diagnosticadas como diabéticos.

En total, en los últimos 20 años, al menos 7 millones de mexicanos han sido

LA HIPERTENSIÓN TAMBIÉN MATA

De 1990 a 2009, la tasa de morbilidad por hipertensión arterial prácticamente

se triplicó

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18 agosto 2011 • méxico social

diagnosticados como diabéticos, cifra que se obtiene con el promedio anual de nue-vos casos registrado en las últimas dos décadas que es de 346,490 personas que son diagnosticadas con este padecimiento anualmente.

Referente a la tasa de morbilidad por hipertensión arterial, el crecimiento ha sido geométrico en las últimas dos déca-das. Mientras que en el año de 1990 había 246.5 personas con este padecimiento por cada mil habitantes, en el año 2009 se es-tima que la tasa fue de 720.9 personas por cada cien mil personas, es decir, al menos 810 mil.

LETALIDAD AL MÁXIMOSi hay dos padecimientos que están pro-vocando muertes a “escalas industriales” son la ya mencionada diabetes mellitus y la hipertensión arterial. Una vez más, lo alarmante de estos datos es que las tasas de letalidad están creciendo año con año, en una tendencia que se ve muy difícil de revertir, al menos en el corto plazo.

En primer lugar, es importante se-ñalar que la tasa de mortalidad por dia-betes mellitus creció en las últimas dos décadas en 2.46 veces, es decir, más del 200%. En efecto, mientras que la tasa registrada en el año de 1990 por causa de esta enfermedad fue de 30.6 falleci-mientos por cada 100 mil habitantes, en el año 2010, con datos preliminares a ju-lio de ese año, la tasa fue de 75.5 decesos por cada 100 mil habitantes.

En números absolutos, esta tasa im-plica que en 2010 habrían fallecido al menos 84 mil personas a causa de la dia-betes o por complicaciones relacionadas con la enfermedad. Como síntesis, es vá-lido sostener que cada hora la diabetes mellitus termina con la vida de 10 perso-nas en nuestro país.

Por otra parte, las muertes por hi-pertensión arterial también han crecido exponencialmente; mientras que la tasa registrada en 1990 fue de 8.1 decesos por cada 100 mil habitantes, en el año 2010 fue de 15.7, es decir de prácticamente el doble a la registrada hace dos décadas. Esto implica un total de al menos 17,631 decesos, aproximadamente, que pudie-ron haber ocurrido en el año 2010 a cau-sa de la hipertensión arterial.

DESTRUCTORAS DE HOgARESSi hay dos enfermedades que pueden ser identificados como destructoras de hogares son precisamente la diabetes mellitus y la hipertensión arterial. Para ilustrar la magnitud de lo que se está ha-blando basta con señalar que en 2009

fallecieron en el país 564,673 personas y, del número de personas fallecidas, 131,832 tuvieron como principal causa enfermedades del sistema circulatorio, mientras que otras 93,438 muertes tu-vieron como causa enfermedades en-dócrinas, nutricionales y metabólicas; ambos grupos están vinculados directa-mente con las dos enfermedades especí-ficas señaladas. En suma, dan un total de 226,270 fallecimientos que representan el 40% de las muertes totales anuales en el país.

Es de señalarse también que, del to-tal de fallecimientos por esas causas, 113,914 de las personas fallecidas esta-ban casadas o vivían en unión libre al momento del deceso, lo que implica que una cantidad similar debió quedar en la viudez y, en no pocas ocasiones, en agu-das circunstancias de soledad o vulnera-bilidad social.

En lo relativo a las enfermedades del aparato circulatorio, de los 131,832 falle-cimientos registrados por esa causa en 2009, 67,298 eran hombres, y de ellos, 41,140 eran casados o vivían en unión li-bre al momento de morir. Por otra parte, del total mencionado, 64,530 eran muje-res, de las cuales 20,515 estaban casadas o vivían en unión libre al momento del deceso.

En el caso de las enfermedades en-dócrinas, nutricionales y metabólicas de los 93,438 decesos contabilizados en 2009, 44,665 eran hombres, de los cua-les 29,969 estaban casados o en unión li-bre; 48,773 de quienes perdieron la vida por estas causas eran mujeres, y entre ellas, 21,283 estaban casadas o vivían en unión libre.

Los datos anteriores sugieren una elevada tasa de sobrevivencia de muje-res que quedan en estado de viudez de-bido al fallecimiento de sus parejas, para quienes no se ha diseñado una batería de programas de apoyo psicológico y de protección social elemental por parte de la autoridad. •

Al no existir esquemas eficaces de cobertura para la atención médica básica, el mexicano

promedio está obligado a gastar para enfrentar los costos inmediatos generados

por los padecimientos que contrae

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DIABETES: EL ASESINO SILENCIOSO

Desde 1990, alrededor de 350 mil personas por año han sido diagnosticadas

con esta enfermedad

EL RESULTADO… LA VIUDEZ

En 2009, 113,914 personas que fallecieron a causa de la diabetes o hipertensión estaban

casadas o vivían en unión libre

Anexo estadístico del IV Informe de Gobierno 2010

Anexo estadístico del IV Informe de Gobierno 2010

enfermedades delsistema circulatorio

enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas

Total de fallecidos

casados y en unión libre

Hombres casados y en unión libre

Mujeres casadas y en unión libre

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Según la ONU, la edad de 60 años es la entrada a la vejez, momento en la vida de las personas en que se vislumbran cambios importantes: disminución de capacidades físi-cas y mentales, retiro del trabajo,

aparición de padecimientos crónico-degenera-tivos, deterioro de los roles familiares y sociales y una importante reducción en la capacidad económica o de auto aprovisionamiento.

María Julieta Odonne opina que, contrario a las definiciones institucionales, la vejez debe-ría delimitarse a partir del reconocimiento de las capacidades de las personas para realizar actividades de la vida diaria, no sólo a partir de criterios arbitrarios como la edad, sino de otros como las condiciones de vida; por ejem-plo, sabemos que quienes viven en situación de pobreza envejecen antes que quienes viven en condiciones más favorables.

Odonne es tajante al decir que la categoría de edad para la delimitación de la vejez es to-talmente vacía. Hay que construir otras cate-gorías, como la autovalidez y la dependencia o la semidependencia. La autora considera que éstas son categorías insuficientes, por lo que debemos reconocer a la vejez como produc-to de una historia biológica, biográfica y del

contexto social. Existen tantas vejeces como circunstancias se atraviesan en la vida.

La vejez como categoría social tiene fron-teras intangibles e irregulares; difíciles de asir, delimitar y nombrar. ¿Cuándo y cómo comien-za?, ¿cuáles son sus características?; ¿es algo físico-orgánico evidente ante una paulatina pérdida de capacidades instrumentales, or-gánicas y mentales?; ¿es sólo algo biológico, o una suerte de programación genética con in-formación para el envejecimiento y muerte de nuestras células?; ¿es una cuestión de tiempo y edad?; ¿es una construcción cultural y social?; o, como señala Goerges Minois, la vejez, ¿es meramente una construcción de la historia?

Comenzamos a envejecer desde el momen-to en que nacemos, pero con diferentes ritmos unos y otros, dependiendo de factores como el entorno social, cultural, económico, e incluso geográfico, que aceleran o retrasan este proce-so biológico.

Pero, ¿a qué nos refiere la vejez?, ¿envejece el alma, el cuerpo, la mente o el corazón? Pare-ce que se trata de la suma de realidades físico-biológico-psicológico-sociales y culturales, de ahí que se considera una arbitrariedad el en-casillarla en la edad, la cual es tan sólo una de sus aristas y, por cierto, no la más significativa.

La Muerte SociaL

María Cruz/Carlos Miranda

La pobreza, la falta de oportunidades y la estigmatización de los adultos mayores han provocado un quiebre social que lleva a este grupo de población a vivir relegado y sin posibilidades de participar activamente en la vida social y familiar; a carecer de un empleo digno y oportunidades de recreación; a no tener la aceptación plena para convivir con otros grupos de su comunidad; a convertirse, pues, en hombres y mujeres invisibles. La vejez es en nuestro país, independientemente de la condición económica de quien la

vive, sinónimo de exclusiónF F F

María Cruz Hernández

Experta en temas de desarrollo. Actualmente

trabaja con ONCA Maya, organización que impulsa

la creación del corredor biológico del Balam.

Es socia de la Organización Kanché A.C., especializada en desarrollo sustentable y organización

comunitaria para el desarrollo del ecoturismo

con perspectiva social.Fue secretaria de

Desarrollo Social del estado de Chiapas y ha desempeñado

múltiples encargos en la Administración Pública

Carlos Miranda Director de proyectos en

Jumaltik, Equidad Sur, A.C.; cuenta con estudios sobre gerencia social del

envejecimiento exitoso por el BID, y posgrado en

Investigación Gerontológica por la FLACSO con sede

en Argentina. Actualmente es candidato a Doctor en

Antropología por la ENAH.

agosto 2011 • MéxiCo soCial

visión experta

21

Hemos construido diferentes vocablos para nombrar a la vejez y a las personas en esta eta-pa de vida: edad de oro, tercera edad, adultos en plenitud o adultos mayores, o bien viejos, ancianos, vetarros, venerables, rucos, cáscaras, chochos, betabeles, entre otros; y estos voca-blos se relacionan con los aspectos positivos o negativos con que hemos representado a la vejez, y reflejan el miedo, la incomprensión y la impotencia del ser humano ante el envejeci-miento y la muerte (Georges Minois).

Arrastramos, entonces, un cúmulo de con-tradicciones con respecto a la vejez; hacemos referencia a la decrepitud y a la fealdad física a partir de concepciones sobre la belleza basadas en características de la juventud, al tiempo que reconocemos y enaltecemos el valor de la edad,

de la sabiduría y la paz espiritual de las perso-nas mayores. Una doble moral social que, por un lado, manifiesta respeto público a las per-sonas viejas, y por otro, los descalifica, ofende, desprotege y olvida.

EstigmatizadosLa vejez estigmatiza a la persona y se expresa en el lugar que hemos asignado a las personas de la tercera edad en la sociedad. El deterioro de la imagen y la autoimagen de los adultos mayo-res nos permiten dar cuenta de las experiencias por las que pasan a partir de que la sociedad los etiqueta, obligándolos a reconocer esta nueva condición, a aprender que son portadores de un estigma y a aceptar las consecuencias que ello

implica.Tal vez las implicaciones más profundas del

envejecimiento se reflejan en la visión social so-bre esta etapa de la vida. Prevalece una fuerte tendencia hacia la conceptualización de la ve-jez como algo desfavorable e inmanejable, pues, pese a su condición universal y natural, ha sido altamente estigmatizada. Según Carmen Delia Sánchez, “esto hace que las personas viejas sean consideradas como una “carga” para la familia, la comunidad y el Estado. Es como si, por de-cirlo de alguna manera, las y los viejos se ha-yan buscado el menosprecio y la marginación de que son víctimas; como sentenciar que son “culpables” de ser demasiados/as, de estar de más o de haber vivido más de la cuenta. Las y los viejos ocupan en alguna medida el lugar de

los desechos, se promueve un modelo de ‘déficit’ de la persona vieja que ‘ya no sirve para nada’ y su valor de uso y de cambio se ha anulado”.

CadávErEs soCiaLEsLos avances médicos, mejores condiciones nu-tricionales y de saneamiento de las sociedades y la disminución en la natalidad han produci-do un considerable aumento en la esperanza de vida. Los descensos en mortalidad y fecundidad no sólo han llevado a un envejecimiento en la población, sino que también han cambiado a las familias, pues hoy en día llegan a convivir en un mismo hogar hasta cuatro generaciones.

En México, por ejemplo, el incremento en la esperanza de vida ha superado las estimaciones

MéxiCo soCial • agosto 2011

“El canto fúnebre de la piel vieja me llega a la nuca y no tengo más remedio que sentarme erguido…” estratos / poeta ósCar oliva

22

de la CEPAL; sólo en 2005 se superó lo pro-yectado para el quinquenio 2010-2015, de 75.1 años, alcanzando los 75.7 años, apenas dos déci-mas debajo de lo calculado para el periodo 2015-2020 (OPS, 2005 y CEPAL, 2004). Lo anterior ha contribuido al acelerado crecimiento del nú-mero de personas de 60 años y más, que en Mé-xico actualmente representa el 8% del total de habitantes y que para el 2025 se estima sea el 13.5% (INEGI, 2005 y CEPAL, 2003).

Con dicho porcentaje, nuestro país ingresa-ría al bloque de las llamadas “naciones enveje-cidas”, nombradas así “cuando la proporción de personas de 60 años o más excede el 10 o 12% de la población total” (Peláez y Palloni en Engler y Peláez, 2002). Éste es un panorama que no po-demos pasar por alto, ya que, a medida que crece la población de adultos mayores, la demanda de servicios también incrementa, en especial los de salud, integración social y autonomía financiera.

En las sociedades urbanas, donde condicio-nes como la pobreza, la falta de oportunidades y el hacinamiento provocan inconscientemen-te la pérdida de identidad y la masificación del individuo, el envejecimiento poblacional ha provocado un quiebre social que resulta en un desinterés mutuo, dando lugar a lo que denomi-namos como “Muerte Social”, es decir, la condi-ción en que los adultos mayores son relegados a vivir, al ser tratadas como objetos y no como sujetos con derechos, circunstancia paradóji-camente compartida con aquéllos que viven en condiciones económicas más favorables. La vejez es, pues, independientemente de la con-dición económica de quien la vive y de la edad, sinónimo de exclusión.

La Muerte Social ocurre antes de la muerte física o “muerte clínica”; y refleja la condición en que las personas de la tercera edad se ven obliga-dos a vivir sin posibilidades de participar activa-mente en la vida social y familiar tan sólo por su edad, sin oportunidades de empleo o ingresos, sin acceso a oportunidades de entretenimiento y recreación, sin aceptación plena para la convi-vencia por otros grupos de su comunidad; hom-bres y mujeres invisibles, a quienes en el mejor de los casos, se insiste en infantilizar e inutilizar, situaciones todas que los obligan a reconstruir sus identidades y su vida en una sociedad car-gada de discriminación y estereotipos relaciona-dos con la edad.

Los ancianos están siendo víctimas de una

exclusión que se traduce en Muerte Social y los convierte en fantasmas del pasado, a quienes, como tales, hay que conjurar; seres olvidados que poco a poco van transformándose en cadá-veres sociales.

EL mito dE La vEjEz indígEnaYa hemos referido el carácter de la doble mo-ral hacia la vejez; en este marco, la mirada oc-cidental sobre las culturas prehispánicas ha construido uno de los grandes mitos sobre lo que significa ser viejo o vieja en los pueblos in-dígenas, basado en una visión romántica de las llamadas “sociedades tradicionales” y sus manifestaciones, como el otrora importante consejo de ancianos, que en algunas comuni-dades aún tiene un peso específico en la toma de decisiones, pero que cada vez corresponde más a un anhelo o nostalgia antropológica que a una realidad. En estos contextos comunita-rios, los ancianos son cada vez más relegados.

El mito del reconocimiento de las personas viejas en las comunidades o pueblos indíge-nas, sirve para ocultar graves carencias en el cumplimiento de sus derechos. Cada vez viven más inmersas en el mundo global, en socieda-des regidas por las leyes del mercado y formas de organización social, económica y políti-ca que privilegian los bienes de consumo por encima de las personas, que han procurado la depauperación masiva de los pueblos y provo-cado éxodos de jóvenes y familias completas de sus comunidades en búsqueda de mejores destinos de vida, procesos que devienen en el abandono de los ancianos, y han reducido y delimitado el papel y la participación de sus consejos de ancianos a tan sólo momentos ri-tuales comunitarios y familiares.

Es, pues, la vejez y el cumplimiento de los derechos de las personas de la tercera edad, un tema de la más alta prioridad que requiere ser abordado integralmente desde el ámbito de las familias y las comunidades, así como desde el terreno de las políticas públicas y la responsa-bilidad del Estado, teniendo en cuenta las di-ferencias entre sociedades y culturas diversas, de género y condición social. De esta forma, mantenerse erguidos a pesar del canto de la vieja piel, será más fácil y nos tornará en mejo-res sociedades.•

agosto 2011 • MéxiCo soCial

visión experta

Vivimos en una doble moral social que, por un lado, manifiesta respeto público a las personas viejas, y por otro, los descalifica, ofende,

desprotege y olvida

LOGROS DE LA CAMPAÑA “ELIGE VIVIR”• Hemos capacitado a 6,303 alumnos y 100 trabajadores de la iniciativa privada,

y distribuido 45,932 materiales informativos.• Actualmente contamos ya con 566 replicadores de nuestros talleres.

LLEGA AL AEROPUERTO NUESTRACAMPAÑA CONTRA LA TRATA

El pasado 25 de Junio iniciamos el trabajo conjunto con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con el objetivo de promover los derechos humanos y prevenir a la población sobre la Trata de Personas.

Gracias al AICM, el mensaje del CEIDAS llegará a una población de 1, 000,000 de usuarios de los servicios aeroportuarios; con un espacio en sus transmisiones televisivas para difundir con 8,000 impactos nuestras

cápsulas de prevención. Además, capacitaremos a 600 empleados y distribuiremos 25,000 folletos informativos.

visión experta

agosto 2011 • méxico social24

Los datos con los que se cuentan sobre el número de migrantes menores de edad no acompaña-dos son los que se reportan por la cantidad de repatriaciones, que tan sólo el año pasado as-

cendieron a casi 17 mil, de las cuales tres mil corresponden a niños y niñas centro y sud-americanos. Según reporta el INM, en los últi-mos cuatro años se han atendido a un total de 58 mil 900, en el marco del modelo de aten-ción generado en la Mesa de Diálogo Interins-titucional, instalada en marzo del 2007. Con este modelo se busca asegurar la protección de los derechos de los infantes y adolescentes migrantes en todo el proceso de repatriación y retorno seguro a sus comunidades de origen y, para ello, entre otras estrategias, contempla la creación de un cuerpo de Oficiales de Mi-gración especializado en esta población: los Oficiales de Protección a la Infancias (OPIs).

Hoy se cuenta con 368 OPIs y con la recién promulgada Ley de Migración, las cuales clari-fican las atribuciones y obligaciones de las ins-tancias involucradas en el modelo de atención. Esto, sin duda, es un esfuerzo que hay que re-conocer, sin embargo, y en particular en lo que se refiere a los menores de edad extranjeros, se continúan reportando violaciones a sus

derechos, evidenciando problemas de opera-ción en las áreas especiales en las estaciones migratorias y por parte de los OPIs.

La situación del otro lado de la frontera norte no es muy diferente: de acuerdo con el reporte Children at the Border (Appleseed 2011), a pesar de que en 2008 se aprobó la Ley sobre Protección a Víctimas de Tráfico, la cual señala que los niños mexicanos que cruzaron solos la frontera únicamente serán devueltos a nuestro país cuando se determine que no son víctimas de traficantes, no puedan solicitar asilo o si desean volver en lugar de permane-cer confinados en un albergue.

En los hechos, la frontera sigue funcionan-do como “una puerta giratoria”, ya que, entre otros, son los agentes de Aduanas y de la Pa-trulla Fronteriza –que carecen de experiencia y no están recibiendo capacitación sobre in-tervenciones infantiles- quienes están llevan-do a cabo las entrevistas. El sistema que opera para evaluar los derechos de protección de estos niños, niñas y adolescentes en los Esta-dos Unidos, no se ha materializado, dejando a muchos de ellos en situación de vulnerabi-lidad al tráfico y otras formas de explotación, incluyendo su reclutamiento por bandas cri-minales y carteles de las drogas, situación que ya generó el pasado mes de junio un exhorto

Migrar en Solitario

nashieli ramírez hernández

La incorporación en solitario de niñas, niños y adolescentes a la compleja dinámica migratoria de nuestro país no es un fenómeno nuevo; durante la última década ha venido en aumento, y adicionalmente presenta dos tendencias: una cada vez mayor incorporación de mujeres y la disminución de la edad. El movimiento en solitario de estos infantes migrantes los hace más vulnerables al maltrato, la segregación, la discriminación, el robo, el secuestro, la trata de personas, el abuso y la explotación sexual, y, más recientemente, al

reclutamiento por parte de la delincuencia organizadaF F F

nashieli ramírez Fundadora y coordinadora

general de la Fundación Ririki Intervención Social,

la cual forma parte de la Red Nacional por los Derechos de la Infancia en México (Redim). La

Doctora Ramírez es Médico y Socióloga por la

UNAM, con especialidad en Investigación Educativa.

Fue coordinadora de investigación de la Infancia

Cuenta en México en 2005 y 2006. Participó en la

integración de los reportes del proyecto trinacional:

Creciendo en América del Norte.

Ha participado en el diseño, instrumentación y

operación de programas y estudios sobre indicadores

de infancia, formación de profesores, promoción

social, formación de capacitadores,

organización y participación social, desarrollo

comunitario, fortalecimiento municipal, programas

sociales, desarrollo rural, equidad y género,

microfinanciamiento, desarrollo sustentable e infancia, tanto en el

ámbito de la administración pública, como en el no

gubernamental.

miles de niños, hijos de mexicanos indocumentados en e.U., viajan cada

año, sin compañía, a las localidades de origen de sus padres

méxico social • agosto 2011 25

de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión al Instituto Nacional de Migración (INM) a fin de que fortalezca la vigilancia en los cruces migratorios de niños y adolescentes para evitar que sean reclutados.

De lado mexicano de la frontera, el informe señala que las autoridades mexicanas están más enfocadas en una reunificación fami-liar expedita y no dedican el tiempo suficien-te a supervisar que estos niños regresen a un ambiente seguro. Afirma, además, que se re-quiere que los oficiales estadounidenses y los mexicanos se coordinen bien para identificar y atender los serios problemas que enfrentan los niños que cruzan la frontera en forma asidua.

A estos flujos migratorios se han sumando, en los últimos diez años, miles de menores de edad norteamericanos, hijos de padres indo-cumentados, que viajan solos a las localidades de origen de sus padres, quienes son enviados por sus padres, ante su dificultad de acompa-ñarlos, por los riesgos que implica su situación migratoria. Estos niños forman parte de las al-rededor de 1.5 millones de familias en los Esta-dos Unidos que están constituidas por padres mexicanos indocumentados con hijos nacidos en ese país. Poco más de 3 millones de niños nacidos en Estados Unidos tienen al menos un padre mexicano indocumentado, represen-tando el 75 por ciento de todos los niños ame-ricanos con padres indocumentados.

Miles de estos niños están viajando sin compañía, especialmente en los periodos va-cacionales, y es necesario que las autoridades mexicanas contemplen estrategias de protec-ción especial.

Adicionalmente, otros niños enfrentan la otra cara de la no compañía de los fenóme-nos migratorios, la que se deriva de los que se quedan, quienes viven con el miedo de que sus padres sean arrestados o deportados. A los millones de niños, niñas y adolescentes que crecen en miles comunidades en todo el país sin uno o ambos progenitores, hay que sumar a los miles que quedan en Estados Unidos sin su padre o su madre mexicanos. En este caso se estima que en la última década más de 100 mil padres migrantes de niños con ciudadanía norteamericana han sido deportados.

Un estudio que analiza la situación de hijos de padres en arresto, detención o deportación (Facing Our Future Children in the Aftermath of Immigration Enforcement. 2010) indica que estos niños enfrentan fuertes retos: la se-paración familiar que los coloca en riesgo de seguridad económica, de bienestar y de de-sarrollo a largo plazo. El cambio más común en la familia es pasar a un estatus de familia uniparental y, en algunos casos, de familia ex-tensa. En lo que toca al impacto en la conduc-ta de los niños, dos terceras partes presentan

cambios en los hábitos alimenticios y de sueño en los primeros seis años de la separación. La mayoría también experimenta episodios de ira, miedo y llanto.

Las soledades que derivan de los fenóme-nos migratorios requieren de políticas públi-cas integrales. La migración es un derecho, pero sabemos que en la mayoría de los casos en nuestro país, los desplazamientos son for-zados, forzados por la pobreza, forzados por el desempleo, forzados por la falta de oportu-nidades. Los niños y niñas que se desplazan o que crecen en solitario, lo hacen como efecto de estas migraciones forzadas. Es obligación del Estado mexicano trabajar sobre las causas y proteger en el efecto.•

entre vista

agosto 2011 • méxico social26

Políticas Para la niñez

las grandes ausentes

méxico social/staff

La coordinadora de la Mesa de Infancia del Consejo Ciudadano de Desarrollo de Juárez describe la urgencia que se vive en esa ciudad y en todo el país de fomentar el afecto temprano en los niños y la procuración de un espacio digno donde puedan desarrollarse; asegura que, más allá de las políticas sectoriales en salud y educación, no existe una agenda dirigida a la protección de los derechos de la infancia, lo cual se expresa en la definición de presupuestos que se basan en intereses electorales y cálculo de costos políticos,

y no en la prioridad de tener a la niñez en la toma de decisiones F F F

méxico social (ms): Estimada Lourdes, ante los escenarios de violencia extrema en que viven ahora nuestros niños, ¿cuáles serían, desde tu perspectiva, las opciones para la guarda y custodia en contextos en los que las mujeres se incorporan al mer-cado laboral, pero en el que éste no ofrece servicios de seguridad social?

lourdes almada (la): Creo que la cla-ve está en la innovación que puede gene-rarse desde la Sociedad civil. En nuestro caso hemos impulsado la creación de una iniciativa que lleva por nombre “Casas de Cuidado Diario”. Somos una organización de la sociedad civil que ofrece espacios de cuidado infantil en casa. La apuesta es, en un contexto como el de Ciudad Juárez, Chihuahua, que haya una persona que pueda jugar el papel de lo que llamamos apego sustituto, y que sea capaz de generar un vínculo amoroso con los niños para que ellos tengan esa experiencia de buen trato y afecto.

El gran reto es definir cuál es el papel

de la sociedad civil en el cuidado infantil, en un contexto en el que tanto el programa federal de “Estancias Infantiles” de la SE-DESOL, como el “programa del Gobierno de Ciudad Juárez, “Centros Municipales de Bienestar Infantil”, surgen basados en un modelo de rentabilidad económica y, si acaso, como una propuesta de generación de empleos, que como un proyecto de cui-dado infantil basado en la agenda de los derechos de los niños.

El planteamiento inicial de SEDESOL era, de acuerdo con la publicidad oficial, el siguiente: “si quieres trabajar en tu casa te damos hasta 50 mil pesos para poner una guardería”; con esa motivación se “ofertó” y se dejó en segundo término el plantea-miento de un programa de apoyo para

madres y padres trabajadores; los niños no aparecían por ninguna parte, es decir, en ningún momento se planteó como un proyecto de cuidado infantil orientado a ofrecer espacios de cuidado, protección y buen trato para los niños.

Asimismo, en las guarderías del Segu-ro Social los alumnos van cambiando de sala, las maestras se cambian cada cierto tiempo y no se genera un vínculo que per-manezca y haga que los niños sientan la se-guridad de que ahí está la persona que los va a cuidar y no se va a ir, es decir, que no va a ser una ausencia a corto tiempo.

La existencia del programa de SEDE-SOL o el municipal mencionado cuestio-na de fondo cuál es nuestro papel y si es pertinente esta organización, sin embargo,

> lourdes almada Licenciada en Sociología con estudios de Maestría en Desarrollo Humano. Es autora y coautora de investigaciones sobre la infancia en Ciudad Juárez. Fue directora de Casas de Cuidado Diario, A.C. y actualmente es secretaria ejecutiva de la Red por la Infancia en México y coordinadora de la Mesa de Infancia del Consejo Ciudadano de Desarrollo de Juárez.

méxico social • agosto 2011 27

al menos en Juárez, no hay otra oferta que tenga como prioridad espacios de paz, amor y alegría para la niñez en situación de riesgo. Es un programa del que uno se enamora y termina convencida de que es pertinente y necesario.

Por otra parte, implica muchos retos, porque debemos empujar la política pú-blica para que el centro de cuidado infantil sea visto en sí mismo como un objetivo que logra garantizar los derechos de los niños y no como una necesidad de los padres de

familia, de las madres ni como una posibi-lidad exclusiva de hacer negocios.

Desafortunadamente no hemos logra-do todavía construir un esquema autosus-tentable que se mantenga de las cuotas que pagan los papás, por lo que este esque-ma no es viable en las zonas de pobreza, que era nuestro principal planteamiento cuando abrieron las estancias de SEDE-SOL; si revisamos el mapa de dónde se concentraron las estancias de SEDESOL, resulta que no son las zonas de pobreza,

que son para las que se supone que se creó el programa. En Juárez, al menos en lo que se refiere a zonas urbano marginadas, no va a ser viable un esquema autosustenta-ble, porque con 700 pesos que dan como beca no se paga el cuidado del niño en un mes.

Según la estimación de “Casas de Cui-dado Diario”, la atención de un niño cuesta entre 1,300 y 1,500 pesos mensuales; SE-DESOL da una beca de hasta 700 pesos, y puede ser menos. Entonces, lo que ha sucedido es que en las estancias, que ade-más son privadas, porque les exigen dar-se de alta en Hacienda para tener licencia de consentimiento sobre el suelo, cobran a los papás la diferencia; en SEDESOL le llaman “cuota de corresponsabilidad”, que termina siendo de 200 o 300 pesos a la semana.

“Casas de Cuidado Diario” atiende aproximadamente a 300 niños, aunque ha sido muy difícil sobrevivir cuando ya hay otros programas, y siempre ha estado el planteamiento de si es tiempo de des-aparecer como programa de sociedad civil y apostar porque lo asuma el gobierno, lo cual se ha intentado; pero el tema es cómo garantiza la autoridad que se cumplan lo mínimos de calidad en los servicios: el espacio mínimo adecuado, la cuestión alimenticia, el programa educativo, el buen trato, la capacitación del personal, etcétera.

Existe una visión popular de que los niños, “con que no pasen hambre y no se accidenten, es suficiente”. Es cultural, eso piensan en las familias y lo realmente alar-mante es que eso también piensan los fun-cionarios; entonces se abren espacios de cuidado infantil como si no requirieran mínimos de calidad.

Creemos que los primeros años son fundamentales; si bien, no asumimos que “infancia es destino”, creemos que las bases del desarrollo se asientan en ellos en términos neurológicos, en temas de personalidad. Si aprenden que el mundo es un lugar digno y que hay personas en quienes se puede confiar, desarrollarán muchas habilidades para relacionarse con

Debemos empujar la política pública para que los centros de cuidado infantil sean vistos como un objetivo que logra garantizar los derechos

de los niños, y no como una necesidad de los padres de familia o una posibilidad de negocio

> es urgente generar acciones que garanticen la atención, el cuidado y la protección de la infancia.

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los demás desde una base de confianza. Estoy convencida que el afecto temprano previene muchos problemas, entre ellos la violencia.

SIN POLÍTICAS PÚBLICAS NI PARTICIPACIÓN CIUDADANAms: ¿Qué es lo que hace y qué es lo que propone la Red por la Infancia en Juárez?

la: La Red está integrada por 11 organi-zaciones en Ciudad Juárez, entre ellas la “Casa de Cuidado Diario”, y desarrolla di-versos proyectos orientados a la infancia, algunos de atención directa, otros de tra-bajo con adultos educadores, y otros más de trabajo comunitario.

Lo que nos articula es el compromiso

con la infancia de la ciudad; es decir, si “Casa de Cuidado Diaria” atiende aproxi-madamente a 300 niños, nuestra articula-ción con otras organizaciones no es sólo en función de ellos, sino de hacer propuestas para la infancia de la ciudad.

En ese sentido, tenemos como ejes centrales la incidencia en políticas públi-cas, la generación de indicadores sobre la infancia, la creación de opciones de ma-yor amplitud de diálogo social, alianzas con el sector empresarial y demás actores estratégicos.

El gran reto es lograr incidir en políti-cas públicas con los gobiernos que nunca han tenido como prioridad la infancia, y este tema no es exclusivo de Ciudad Juá-rez. En este país la infancia no ha sido prio-ridad para los gobiernos, no hay políticas públicas dirigidas a la infancia más que en

lo estrictamente sectorial como la salud y educación. Pero en términos de realmente garantizar los derechos y la seguridad de la infancia no ha habido una ciudadanía participativa y exigente que realmente esté demandando que los gobiernos inviertan y prioricen el cuidado de sus niños y jóvenes.

Las autoridades responden y generan acciones por la infancia o a beneficio a la población, en la medida que tiene un costo político no hacerlo; asumen que sólo sir-ve si hay un beneficio político en eleccio-nes; porque la clase política mexicana sí se mueve, pero lo hace por elecciones y por los costos que pueda representar en esos términos, es triste y desde luego siempre es insuficiente.

No hemos visto hasta el momento al-guna autoridad a las que les compartamos el proyecto y no nos digan: “su proyecto

nos parece maravilloso y lo vamos a rea-lizar”; pero, aunque de verdad les pueda parecer maravilloso, los presupuestos y la definición de las políticas ha estado basa-da por décadas en cubrir otros intereses y otros juegos de poder.

Uno de los grandes aprendizajes que como organización hemos obtenido es que mientras no haya una ciudadanía exigen-te, que condicione su voto para que se rea-licen, se destinen y se hagan compromisos claros por la infancia, la adolescencia y los jóvenes, no habrá cambios reales.

ESPACIOS SEGUROS PARA LOS MÁS PEQUEÑOSms: El escenario que planteas sugiere de algún modo que tenemos pocas salidas; en ese sentido, ¿crees que hay acciones

que en el corto plazo pueden ayudarnos a construir espacios seguros para los niños?la: Justo ahora se está impulsando un proyecto en el que los niños salen a sus calles bajo la supervisión de un adulto; esta actividad se ha desarrollado por dos o tres organizaciones que tienen trabajo comunitario y que se empezaron a plan-tear cómo generar espacios seguros para los niños más pequeños; esto, desde la idea de que los niños pequeños no se des-plazan más allá de la cuadra en la que vi-ven; es algo que puede activar la presencia de adultos educadores, que es uno de los grandes déficits en la ciudad y que puede quedar como parte de la dinámica de la comunidad.

Las familias necesitan la generación de una red social que les permita reducir los niveles de estrés, principalmente de las

mujeres, con la certeza de que eso dismi-nuye el maltrato infantil. Lo que estamos intentando es incidir directamente en la erradicación del maltrato infantil bajo una lógica de ir creando ambientes que favo-rezcan una convivencia armónica. Empe-zamos también a generar programas de atención a las mujeres que son víctimas y que son agresoras.

El tema es ¿cómo generamos acciones que fortalezcan a las familias? Por ejem-plo, el tema de la legislación para prevenir y sancionar el maltrato se ha planteado casi exclusivamente en términos de pe-nalización; sin duda es importante que si yo agredo a otro, especialmente a un niño, este acto tenga consecuencias; pero no nos hemos planteado todavía el “otro lado de la moneda”: ¿cuáles son las condiciones que están generando que estas mujeres sean

28 agoto 2011 • méxico social

entre vista

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violentas con sus hijos?Hay estudios que sugieren que, en el

caso de Juárez, miles de mujeres duermen en promedio cinco horas al día; eso signifi-ca que hay muchas mujeres que duermen menos de esta cantidad. Yo me pongo en el lugar de esas mujeres y pienso: “Duer-mo sólo cinco horas durante tres días se-guido; pues es obvio que al cuarto ya ‘estoy convertida en un monstruo’”. En este caso, puede entenderse -jamás justificarse- que las madres sean violentas.

Entonces, ¿cómo le hacemos para ir abordando todos esos factores que de-tonan la violencia? La primero es buscar cómo crear condiciones que nos permitan funcionar de una manera plena, favore-ciendo entornos y formas distintas de re-lacionarnos, como, por ejemplo, a través del espacios que estamos promoviendo el

juego. En estos espacios, a veces también participan adultos y la respuesta de las mujeres es: “terminé súper relajada, tuve una posibilidad de relacionarme con mi hijo de una manera distinta”.

UN CAMBIO CULTURALms: Comentabas al principio que el ob-jetivo de su red es incidir en la política pública; pero esto implica cambios es-tructurales, ¿cuál o cuáles serían los que identificas como de mayor importancia?

la: Debemos generar acciones que nos lleven a ser empáticos con los niños y a re-conocerlos como sujetos, como personas que tienen una opinión propia y el dere-cho a expresarla; que tienen sentimientos distintos a los míos y el derecho a tenerlos,

a expresarlos y a que yo como adulto los reconozca y respete.

Un proceso que nos ayuda mucho en ese sentido es trabajar con los adultos en la recuperación de la propia infancia: si yo reconozco cómo me sentía cuando me pellizcaban, cuando me gritaban, cuan-do me humillaban en público; cómo me sentí yo cuando me pasó eso de niño, re-conozco que eso mismo siente este niño a quien yo se lo hago.

Se genera empatía y te das cuenta de todo lo que vas generando en ese niño a través de la propia experiencia y del cono-cimiento de tu niño interior. Pero el ir ge-nerando y detonando estos procesos que determinen un cambio cultural es lento, y lo más fácil es irnos sólo por la vía de la legislación para que todas las mujeres que ejerzan violencia sobre los niños sean cas-

tigadas, y se crea un sistema para ejercer esas penas sin apostarle a la transforma-ción cultural. Es una desgracia, pero se si-gue la lógica que hasta ahora, al menos en Ciudad Juárez, ha impulsado el DIF.

Con estas medidas solamente se ele-van los niveles personales de estrés, y de todos los sentimientos negativos que pue-da tener; entonces estoy más angustiada porque dormí tres horas durante un mes y reaccioné de manera violenta, y a la vez me angustia que alguien se vaya a dar cuenta, que me denuncie y pueda perder a mis hijos. Nos metemos en lógicas que terminan siendo más destructivas y no permiten generar un cambio y una mane-ra distinta de relacionarnos.

Es penoso, pero hasta en la estructu-ra mental de las familias se nota la falta de importancia que se les da a los niños:

históricamente los niños no cuentan. Si uno va a una casa haciendo encuestas so-bre cuántas personas viven en el hogar, te dicen una cantidad de personas, pero no incluyen a los niños. Entonces se tiene que reformular la pregunta a “Incluyen-do a los niños, ¿cuántas personas viven aquí?”; y hay muchas frases en las que repetimos nociones como ésta, por ejem-plo, cuando se afirma: “está chiquito, no entiende”.

En términos de educación, el aprove-chamiento de los niños es mucho mayor si han logrado o tenido actividad física y han generado relaciones interpersonales y tenido un espacio de expresión, juego, de acción.

Antes los niños jugaban en la calle sin mediación de los adultos y se les facilita-ba, por un lado, la creatividad, porque se

inventaban juegos de todos tipos, y, por otro lado, la convivencia y el aprender a relacionarse entre pares y a resolver con-flictos y establecer y respetar reglas. Había muchas habilidades que se desarrollaban, que ahora nuestros niños no están tenien-do la posibilidad de desarrollar, lo cual se refleja en una incapacidad posterior para manejar emociones y establecer acuerdos.

Cada vez es más urgente generar ac-ciones como sociedad y específicamente desde el Estado para garantizar la aten-ción, cuidado y protección para nuestros niños y jóvenes, y la certeza de que si no lo hacemos estamos condenados a seguir en estos círculos de violencia que parecen un remolino que nos jala hacia abajo. Esta-mos en el momento de rectificar y colocar el tema de la infancia en el centro de nues-tras acciones y de nuestros presupuestos.•

méxico social • agosto 2011 29

si los niños aprenden que el mundo es un lugar digno,

y que hay personas en quienes confiar, desarrollarán

muchas habilidades para relacionarse con los demás. El afecto temprano previene

muchos problemas, entre ellos la violencia

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32 agoSto 2011 • méxICo SoCIal

Si se toma en cuenta el hecho de que las políticas de protección a la niñez, y en general, las capacidades con que cuenta una sociedad para garantizar los dere-chos de los niños, son un reflejo de sus prioridades y valores, valdría decir que México sigue siendo una nación profun-damente en deuda ética con la niñez.

En ese sentido, darle visibilidad a las agendas que, siendo de una urgen-cia mayor, se encuentran en el “baúl de los asuntos pendientes por resolver para cuando se tenga más recursos”, es de sin-gular relevancia porque permiten abrir nuevas rutas de análisis y, sobre todo, exigir que el Estado y sus instituciones las sitúen en el nivel de prioridad que realmente tienen.

No es aceptable, por ejemplo, que en nuestro país se hayan gastado cien-tos, quizá miles de millones de pesos, en la creación de registros nacionales de vehículos a fin de reducir o evitar su robo, y que no haya un protocolo com-partido por todas las Procuradurías de Justicia basado en el princi-pio del interés superior de la niñez para actuar de manera inmediata cuando un niño es robado, sustraído o se haya extraviado.

Igualmente absurdo re-sulta, por ejemplo, que los Gobiernos municipales ten-gan facultades para la fisca-lización y supervisión de la venta de alcohol en cantinas y centros nocturnos, además de la autoridad para clausurarlos por violaciones a los regla-mentos de expendio de bebi-das, pero no para supervisar,

clausurarlos e intervenir en los casos en que se presume que se explota a niñas ni-ños y adolescentes en sus instalaciones.

El robo de niños es una vergüenza nacional que debe erradicarse en lo in-mediato, una realidad que no debemos permitir en nuestro país.

Un marco jUrídico deplorableA través de una revisión exhaustiva de los Códigos Penales de las 32 entidades de la República, así como del Código Penal Fe-deral, CEIDAS no logró identificar que el Robo de Niños esté tipificado como tal. Aun cuando algunos de los Códigos de los estados consideran algunas figuras que en los registros administrativos son catalogadas como Robo de Infante, esta tipificación no alcanza a proteger los de-rechos de la niñez ante este cruel crimen. Ante tal realidad, el argumento que dan los “puristas del derecho” es que las niñas y niños no pueden ser “robados”, pues no

son cosas.Evidentemente la consideración de

las niñas y niños como sujetos plenos de derecho es fundamental en cualquier marco jurídico; lo que no es comprensi-ble es que estos expertos, con el conoci-miento extenso del derecho que poseen, no hayan encontrado todavía una fór-mula que permita tipificar esta conducta delictiva, la cual evidentemente se dife-rencia del secuestro o del rapto.

En ese sentido, la tipificación más cercana que logró identificarse es la de la “sustracción de menores”. Así, por ejem-plo, en el Artículo 242 del Código Penal del estado de Zacatecas dice:

“Al familiar de un menor de diez años que lo sustraiga, sin causa justificada o sin orden de la autoridad competente, de la custodia o guarda de quien legíti-mamente la tenga, o bien que lo retenga sin la voluntad de éste, se le impondrán de uno a seis años de prisión y multa de cinco a veinticinco cuotas.”

Por otra parte, el Artículo 243 esta-blece: “Cuando la sustracción o retención de un menor de diez años se realice por una persona distinta de las indi-cadas en el artículo anterior, se le impondrán de cinco a veinte años de prisión y multa de cinco a cincuenta cuotas. Si se pone en libertad al me-nor, espontáneamente, an-tes de tres días y sin causarle ningún perjuicio, se aplicará como sanción de seis meses a dos años de prisión”.

Como puede observarse, no queda claro por qué el Legis-lador estableció como criterio

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Puede sostenerse que el robo de niños constituye un acto de

barbarie; es decir, es un fenómeno opuesto a cualquier proyecto

civilizatorio sustentado en la protección y la defensa de los

derechos humanos, y en particular de quienes, por su condición

de fragilidad y dependencia relativa a su edad, tienen el derecho a vivir en

entornos familiares protectores.F F F

El robo de niños es una vergüenza nacional que debe erradicarse en lo inmediato,

una realidad que no debemos permitir en nuestro país.

México sigue siendo una nación profundamente en deuda ética

con la niñez

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¿Malvivientes?Algunos Códigos Penales todavía mantienen como

vigente la tipificación del delito de “malvivencia”. Entre 1997 y 2008 se han contabilizado 670 casos

Privación de la libertad: tres casos al díaDe acuerdo con INEGI, entre 1997 y 2008 se ha presentado un promedio de 3

averiguaciones diarias, iniciadas por el delito de privación ilegal de la libertad

escuela de vagabundosDe acuerdo con algunos Códigos Penales,

la vida en las calles no sólo no es vista como una circunstancia de vulnerabilidad,

sino que puede ser constitutiva de delito

el raPtoA diferencia del delito de secuestro y de privación ilegal de la libertad, el número de averiguaciones

previas iniciadas por este delito ha disminuido significativamente entre 1997 y 2008

Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI

34 agoSto 2011 • méxICo SoCIal

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que el delito de “Sustracción de menores” se configura exclusivamente cuando la niña o niño es menor de 10 años; sobre todo si se considera que la Ley para Pro-teger los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes establece que en México se considera en ese grupo de edad a quien tiene hasta once años cumplidos y menos de doce; y más aún, cuando la Convención sobre los Derechos de los Niños, ratificada por el Estado Mexicano y vigente en nues-tro país desde hace 20 años, establece que se considera como niña o niño a toda per-sona menor de 18 años.

Lo que es evidente es que este tipo de redacciones, que se reproducen en todos los Códigos Penales del País, están pla-gadas de un enorme desconocimiento de las concepciones más avanzadas de protección de los derechos humanos, y que, en buena medida, siguen considerando, de facto, que las niñas y niños no son suje-tos plenos de derechos.

La cuestión que se ha se-ñalado en distintos foros es por qué no hacer genérica la protección para todas las ni-ñas y niños, y por qué no se ha llevado a cabo, por par-te del Congreso de la Unión, un esfuerzo de homologación de criterios para una amplia reforma jurídica de alcance nacional, orientada a la pro-tección de las niñas, niños y adolescentes en todo el país.

disposiciones contrarias a los derechos hUmanosAdemás de la pésima calidad de los mar-cos jurídicos estatales, y aun el Federal, en materia de protección de los derechos de la niñez persisten en distintos Códi-gos Penales disposiciones que no sólo son anacrónicas, sino que resultan contrarias a toda visión garantista de los derechos humanos.

Por ejemplo, el Código Penal que identificó CEIDAS como vigente en el Estado de Aguascalientes, mantiene en su Capítulo V, Artículo 190, el delito de Vagancia y Malvivencia, al cual lo define como:

“Artículo 190. La Vagancia y malviven-cia consiste en no dedicarse el inculpado a un trabajo honesto, sin causa justifica-da, y tener malos antecedentes, compro-bados por datos de los archivos judiciales

o de las oficinas policiacas. Se estimarán como malos antecedentes, para los efec-tos de este artículo, ser identificado como peligroso contra la propiedad o explota-dor de prostitutas o traficante de narcó-ticos, toxicómano ebrio habitual, tahúr o mendigo simulador. Al responsable de Vagancia y Malvivencia se le aplicarán de 6 meses a 2 años de prisión y vigilancia de la Autoridad de 6 meses a 1 año.”

Como puede observarse, este artículo se contrapone, al menos, a la Ley de Asis-tencia Social; la Ley de Desarrollo Social; la Ley para la Protección de los derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes; la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Discriminación; la Ley General de Sa-lud, en lo que se refiere a la prevención de adicciones; y una larga lista de orde-namientos federales, generales y locales.

Amén de lo anterior, la vigencia de un artículo como el que se cita abre la posi-bilidad de graves violaciones de los dere-chos humanos de las personas que, por distintas circunstancias, padecen adic-ciones, viven en situación de calle o, aun contra su voluntad, no pueden dedicarse a lo que aquí se denomina “un trabajo honesto”.

El artículo además es sumamente dis-criminatorio en su estructura y lengua-je, pues criminaliza a quien se considere como “peligroso contra la propiedad”; asimismo, se contrapone lo establecido en la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de personas pues si se acredita que alguien es “explotador de prostitutas”, debería investigarse al menos si es una persona que ha cometido el delito de la trata de seres humanos con fines de ex-plotación sexual.

Asimismo valdría la pena considerar, por ejemplo, que una persona menor de

18 años en situación de calle, y que es al mismo tiempo adicto a sustancias psi-coactivas, alcohol o tabaco, bien podría ser acusada de vagancia y malvivencia, bajo el supuesto del artículo citado; es cierto que hay muy pocos casos de este tipo, pero aun con ello, lo procedente, desde una visión garantista de los dere-chos de los niños, la autoridad estaría, muy por el contrario de acusarlo o pro-cesarlo, en la obligación de brindarle ser-vicios especializados de asistencia social; rehabilitación y reintegración social y fa-miliar; servicios médicos y psicológicos para su rehabilitación respecto de la po-sible adicción o adicciones, así como de reinsertarlo en el nivel educativo que le correspondiese.

Finalmente, de existir el delito de Robo de Niños, podrían generarse pro-

tocolos para que, cada niño o niña que fuese encontrado en situación de calle, fuese de inmediato recogido por la autoridad, puesto bajo la protección de instituciones especializadas, e investigar su situación jurídica y fami-liar a fin de movilizar hasta el máximo de los recursos dis-ponibles, con el propósito de garantizar plenamente sus de-rechos y con ello, su bienestar.

la dimensión del problemaOtro de los enormes déficits

que tiene el país en materia de protec-ción de los derechos de los niños, es la carencia de un sistema nacional de esta-dísticas e información en la materia, que permita realizar diagnósticos eficaces, pero sobre todo, diseñar políticas y pro-gramas con la capacidad de protegerlos.

Así las cosas, al no estar tipificado el delito de Robo de Niños, es imposible sa-ber cuántos se encuentran en esta situa-ción. Por ello, se llevó a cabo un análisis de los distintos delitos que podrían estar relacionados con la desaparición, robo o rapto de menores de 18 años, así como de aquéllos que sí tienen una vinculación directa.

En ese sentido, se llevó a cabo una clasificación de tres tipos de delitos, to-dos pertenecientes al Fuero Común: a) aquéllos que, como los señalados, abren la posibilidad de cometer violaciones a los derechos humanos de las niñas y ni-ños vulnerables y vulnerados; b) aquéllos

Carecemos de un sistema nacional de estadísticas

e información sobre la niñez que permita realizar

diagnósticos eficaces, pero, sobre todo, diseñar políticas y programas con

la capacidad de protegerlos

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36 agoSto 2011 • méxICo SoCIal

en los que, por su tipo, las víctimas po-drían ser niñas y niños, y que, debido a la insuficiencia de datos relativos a la edad y sexo de las víctimas, la información disponible no permite conocer cuántas de ellas eran menores de 18 años; y c) aquellos delitos en los que sí hay una re-lación directa con la desaparición o robo de menores de 18 años.

delitos qUe abren la posibilidad de violar los derechos de niñas y niños vUlnerables El primero de estos delitos es el ya citado de “Malvivencia”. Como ya se asentó, con la información que proporciona INEGI no es posible saber cuántas de las averi-guaciones previas que fueron iniciadas por este delito corresponden a probables responsables menores de 18 años.

Aun con ello, por la posibilidad real de que niñas y niños en situación de calle puedan ser acusados de este crimen, vale la pena destacar que entre 1997 y 2008 fueron iniciados 670 casos, la gran ma-yoría de ellos entre 1997 y 2000, año a partir del cual se presenta un importante declive en el número de personas acusa-das, hasta llegar a sólo un caso en 2008, último año para el cual INEGI cuenta con información.

El segundo crimen en esta categoría es el de “Vagancia”, por el cual se han ini-ciado, en el mismo periodo, 1,116 averi-guaciones previas. Al igual que en el caso del delito de “malvivencia”, a partir del 2003 se presenta un importante declive en el número de casos abiertos, aunque sigue habiendo un número significativo, con excepción de 2008, año para el cual INEGI reportó sólo dos casos.

Delitos de cuyas víctimas no hay da-tos suficientes para conocer su edad, pero que pueden tener algún vínculo con el robo de niños

En este segundo grupo se identifica-ron tres tipos penales: privación ilegal de la libertad, rapto y secuestro.

Al respecto, es importante destacar que el delito de Privación ilegal de la li-bertad está tipificado por el Artículo 366 del Código Penal federal, pero también en numerosos Códigos Penales de las en-tidades de la República. El primero esta-blece penas de 20 a 40 años de prisión a quien prive de la libertad a una persona menor de 16 años.

Es importante hacer notar, asimismo, que es un delito que se comete en gran escala en el país, pues entre 1997 y 2008 se han contabilizado 13,581 casos, de los cuales, lamentablemente, no es posible saber cuántos caían al menos en el su-puesto de ser menores de 16 años.

Al respecto, la Fracción III del mismo Artículo establece que: “III. Se aplicarán de 25 a 50 años de prisión cuando la pri-vación de la libertad se cometa contra un menor de 16 años, con el fin de trasla-darlo fuera del territorio nacional, con el propósito de obtener un lucro indebido por la venta o la entrega del menor”.

Finalmente destaca también la Frac-ción VII del artículo, la cual establece a la letra: “Si el robo de infante se comete en menor de 12 años, por quien sea extraño a su familia, y no ejerza la tutela sobre el menor”.

Sobre este particular, vale la pena in-sistir una vez más que la Convención so-bre los Derechos del Niño y la reciente reforma por la que se eleva a rango cons-titucional el principio del “Interés Supe-rior de la Niñez” deberían llevar a que las penas se hicieran extensivas a quie-nes priven de la libertad a las personas

menores de 18 años, a fin de homologar este contenido con los Acuerdos, Tra-tados y Convenciones que México está obligado a cumplir.

En la misma lógica, carece de todo sentido establecer la particularidad se-ñalada en la Fracción VII, relativa a la protección exclusiva de quienes tienen menos de 12 años, pues la gravedad de esta conducta afectaría por igual, en todo caso, a todas las niñas, niños y adolescentes.

El segundo delito de este grupo es el del Rapto, delito que varios Códigos Pe-nales han derogado de los artículos en los que estaba considerado, pero hay otros en los que se mantiene vigente. Por ejem-plo, el Artículo 389 del Código Penal de Coahuila, en el cual se establece:

“artícUlo 389. sanciones y FiGUras típicas de rapto. Se aplicará prisión de seis meses a seis años y multa: A quien por medio de violencia física o moral, o del engaño, sustraiga o retenga a una persona para satisfacer algún deseo erótico o para ca-sarse. (REFORMADO, P.O. 11 DE MAR-ZO DE 2006). Las misma (sic) penas se aplicarán: A quien con cualquiera de los fines del párrafo anterior, por medio de la seducción o engaño sustraiga o reten-ga a un menor de dieciocho años, salvo que se trate de emancipados conforme a la ley, o a una persona sin capacidad de comprender el significado del hecho o de decidir conforme a esa comprensión, o por cualquier circunstancia personal no pueda resistirlo”.

Es importante hacer énfasis que en casi todos los casos en que se man-tiene vigente el tipo penal del Rapto, éste se asocia con agresiones sexuales,

creció el secuestro 30%Como puede verse en la gráfica, entre 2007 y 2008, el número de averiguaciones iniciadas por el delito de secuestro creció en 30%; si se compara 2006 frente a 2008, el crecimiento es de 40

Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI

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¿Qué Pasó en 2002 con el robo de infantes?

Como se observa en la gráfica, ese año fue completamente

atípico en la recurrencia del delito

37méxICo SoCIal • agoSto 2011

particularmente contra mujeres y niños. Interesante igualmente es que de algún modo, el rapto se equipara con los matri-monios forzados los cuales, en las legisla-ciones avanzadas y homologadas con las teorías contemporáneas de los derechos humanos, son equiparados antes bien con delitos graves como el de la trata de personas.

el secUestro: Un caso aparteEs sumamente grave el hecho de que México sea uno de los países con mayor número de secuestros en todo el mundo. Más aún, cuando las estadísticas, en lu-gar de descender, se han incrementado aceleradamente y en forma alarmante en los últimos años.

En efecto, los datos disponibles has-ta 2008 permiten sostener que es, entre este grupo de delitos, el de mayor creci-miento. Así, entre el año 1997 y el 2008, el promedio de averiguaciones previas iniciadas es de 2 al día; empero, si se considera la llamada “cifra negra”, la cual indica que 8 de cada 10 casos no se de-nuncian, las magnitudes que pueden in-ferirse son simplemente aterradoras.

Debido a este ritmo de crecimiento, es importante mencionar que si bien el promedio en el periodo señalado es de dos por día, si se consideran de manera aislada los últimos años para los que se cuenta con información, lo que se en-cuentra es que, por ejemplo, para el año 2006, el promedio de secuestro diarios es de 1.91; para 2007, el promedio fue de 2.25; mientras que para 2008, el prome-dio se situó en 3.1 secuestros diarios.

Lo más delicado de esta situación es que en todos los reportes preliminares de los informes oficiales las cifras en torno al número de secuestros cometidos en

Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI

suPoner u ocultar infante: tendencia crecienteComo se observa en la gráfica, es preocupante que en los últimos tres años se concentra el 60% de los casos de este delito

los arrebatan de sus hogaresCada año se registra un promedio de 234 denuncias por “sustracción de menores”. Infortunadamente, la respuesta de las autoridades ha sido siempre no sólo limitada, sino inoportuna

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> la falta de atenCIón por parte de los padres y la

violencia intrafamiliar hacen a las niñas y los niños más

vulnerables ante estos delitos.

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¿cuánto vale un niño?En el DF, vender a los hi-jos y robar reiteradamente un inmueble a otro tienen la misma pena

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el país se han incrementado, con lo que es probable que en 2010, el promedio de personas averiguaciones iniciadas en las entidades de la República por este deli-to sea de cuatro al día. Lo peor de todo es que no sabemos a ciencia cierta cuán-tas de sus víctimas son niñas, niños y adolescentes.

El catálogo del horror: delitos come-tidos directamente relacionados con el robo de niños

En esta categoría, la búsqueda en los Códigos Penales y en las bases de datos de INEGI permitió identificar los si-guientes tipos delictivos: 1) robo de infantes; 2) suponer u ocultar infante; 3) sustracción de menores e incapaces; 4) tráfico de menores; 5) trata de personas; 6) explotar e inducir a la mendicidad y; 7) abandono de familiares.

Este listado, que bien puede ser defi-nido como “el catálogo del horror”, suma, entre los años 1997 y 2008, un total de 12,391 presuntos delincuentes acusados por los crímenes señalados. Ahora bien, al respecto, debe dejarse constancia de que no se tiene tampoco información de cuántas víctimas probables han sido afectadas, pues en una averiguación pre-via puede incluirse que fueron víctimas una o más personas. Con esto, es muy di-fícil saber, una vez más, cuántas niñas y niños han sido víctimas de estos delitos.

Así las cosas, con respecto al Robo de infantes, INEGI proporciona informa-ción sobre 2,593 averiguaciones previas iniciadas en ese periodo por el delito referido. Al respecto, llama poderosa-mente la atención que en la serie que proporciona el Instituto, hay un dato completamente atípico. En efecto, mien-tras que el promedio “normal” anual de

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> loS nIñoS SuStraídoS de sus hogares pueden ser víctimas de explotación laboral.

el reinado de la iMPunidadDe los más de 11 millones de delitos cometidos en 2009, sólo 2.62 millones de casos se denunciaron ante el MP; de ellos, en sólo 1.76 millones se inició averiguación previa

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Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI

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trata de Personas: sinóniMo de iMPunidadEs penoso saber que en más de 12 años, en todo el país se ha dictado sentencia sólo en un caso de trata de personas

exPlotados coMo Mendigos

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averiguaciones por este crimen es de 73 casos, en el año 2002 se registraron 1,792 casos.

Este “salto” se percibe igualmen-te cuando se analizan los datos rela-tivos a los “presuntos delincuentes”, para los cuales se informan 1,565 per-sonas que fueron señaladas como pre-suntos responsables. En la siguiente liga puede observarse lo atípico del comportamiento de este registro: http://www.inegi.org.mx/lib/olap/general_ver4/MDXQueryDatos.asp?#Regreso&c=11050

El segundo delito de esta lista, que es el de “Suponer u Ocultar a un Infan-te”, registra un número mucho menor de casos denunciados: 119 entre 2007 y 2008. Sin embargo, debe asentarse que éste es el típico caso en el que en reali-dad “poco es mucho”, pues una sola vícti-ma, por tratarse de niñas y niños, resulta inaceptable.

De este modo, a pesar de que a lo lar-go de los últimos 12 años para los que se cuenta con datos el número de casos de este crimen ha sido “limitado”, entre 2006 y 2008 se contabilizaron 72 ave-riguaciones, es decir, sólo en los últimos tres años con información disponible, se concentra el 60% de todos los eventos denunciados ante la autoridad.

Otro de los delitos que se cometen di-rectamente en contra de los niños es el denominado como “Sustracción de me-nores”. El Código Penal para el Distrito Federal establece en su artículo 171 lo si-guiente: “Al que sin tener relación de pa-rentesco, a que se refiere el artículo 173 de este Código, o tutela de un menor de edad o incapaz, lo retenga sin el consen-timiento de quien ejerza su custodia legí-tima o su guarda, se le impondrá prisión de uno a cinco años y de cien a quinien-tos días de multa”.

Destaca que en el Distrito Federal es considerado como de mayor gravedad el robo a casa habitación que la sustracción de menores. Se cita este caso, porque, en prácticamente toda la legislación penal del país, pareciera que se le da mayor va-lor a las cosas que a las propias personas. Dice el Código Penal para el D.F. en su artículo 224: “Además de las penas pre-vistas en el Artículo 220 de este Código, se impondrán de dos a seis años de pri-sión, cuando el robo se cometa: en un lugar habitado o destinado para habita-ción, o en sus dependencias o incluidos los móviles”.

Para el periodo señalado, que va de 1997 a 2008, INEGI ha contabilizado un total de 2,818 averiguaciones, es decir, una cada dos días. Una vez más es im-portante destacar que en 2008 hubo un importante crecimiento en el número de casos, y que, de hecho, es el año con ma-yor número de averiguaciones por sus-tracción de menores en los últimos 20 años, con 303 denuncias.

hay qUe decir alto al tráFico de niñosEntre los delitos descritos en la lista, se encuentra el relativo al “Tráfico de Me-nores”; en el caso del Distrito Federal, está tipificado en el Artículo 169 del Código Penal, en el que se establecen penas de dos a nueve años de prisión a todo aquél que, con el consentimiento de quien ejerce la patria potestad, entregue a un menor a un tercero para su custo-dia definitiva a cambio de un beneficio económico.

La sola figura resulta monstruosa, pues lo que este delito describe es el he-cho de “compra-venta” de una niña, niño o adolescente. Lo sorprendente del caso es que, una vez más, la pena impuesta

resulta sumamente bochornosa, pues es similar a la que se le impone a quien de manera reiterada comete el delito de “despojo de inmuebles”.

Frente a lo anterior, vale la pena pre-guntar si es ético que una sociedad tase de manera similar a sus niños que a sus casas. En evidencia la respuesta debe ser en todo caso un rotundo NO, pues el bienestar de una niña o niño y la ga-rantía de sus derechos deberían estar por encima de cualquier situación o circunstancia.

trata de personas: delito inFamanteQuizá el peor delito que se comete en nuestros días es el de la trata de perso-nas, con cualquiera de sus fines: explo-tación laboral, sexual o la extracción de órganos, tejidos o sus componentes.

La trata de personas significa rapto, engaño, abuso, secuestro, violación, ex-plotación sexual comercial, prostitución forzada, prácticas análogas a la esclavi-tud, trabajos forzados, y un largo etcétera de situaciones que, cuando son cometi-das contra una niña, niño o adolescente, se configuran como una de las formas del mal radical.

Infortunadamente, este es uno de los delitos con mayores índices de impuni-dad pues, mientras que numerosas or-ganizaciones de la sociedad civil estiman que las víctimas se cuentan por miles en el país, entre los años de 1997 y 2008 se presentaron únicamente 97 denuncias que se han traducido en averiguaciones previas.

El número más alto se ha alcanzado en 2007, año en que se contabilizaron 26 casos a nivel nacional; mientras que en 2008 INEGI sólo cuenta con informa-ción sobre cinco. Destaca aún más que,

Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI Fuente: elaboración propia con base las estadísticas judiciales en materia penal de INEGI

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10A pesar de que las calles de todas las metrópolis están llenas de niños explotados en la mendicidad, en 12 años sólo se han iniciado 39 averiguaciones por este delito en todo el país

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en el abandonoSegún el INEGI, entre 1997 y 2008, en el ámbito del fuero común se han de-

nunciado 6,514 casos de Abandono de Familiares. La gráfica muestra el número

de denuncias por año

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portada

de todos estos casos, ha sido hasta 2011 cuando se ha dictado la primera senten-cia condenatoria en México sobre este crimen.

Lo que lastima y duele es el hecho de que mientras que hay cientos, qui-zá miles de niñas y niños atrapados por redes de tratantes, no se han diseñado mecanismos institucionales para la pre-vención del delito; no hay políticas ni infraestructura para el rescate y reinte-gración social de las víctimas; ni tam-poco se han generado las capacidades suficientes para la investigación, perse-cución y sanción de este infame crimen.

niños explotados, el coloFón del Fracaso económico Todos los días se escuchan lo que parecieran ser “leyendas urbanas” sobre cientos de ni-ños que son robados para ser sometidos a severas condi-ciones de explotación y uti-lizados para actividades de mendicidad y “trabajo” en las calles, y resulta increíble que en 12 años sólo se han inicia-do 39 averiguaciones previas por el delito de explotar e in-ducir a la mendicidad.

Es cierto que las condicio-nes económicas del país han llevado a millones de familias a la miseria, pero ello no jus-tifica, sobre todo consideran-do los recursos que hay en el país, que haya niñas y niños deambulando por las calles, viviendo infinitos riesgos y peligros, y, peor aún, someti-dos a explotación vía el desa-rrollo de actividades de mendicidad.

Sorprende que no haya ningún pro-grama ni institución que haya sido ca-paz de desarrollar programas adecuados para evitar que las niñas y niños vivan la humillación de tener que pedir limosna en la calle. En ese sentido, el reclamo ma-yor debe dirigirse a los gobiernos estata-les, y sobre todo al federal, por no haber logrado construir un proyecto de inclu-sión y justicia social que permita que to-das las niñas, niños y adolescentes estén protegidos contra toda forma de explota-ción, abuso o maltrato.

Si bien es cierto que la explotación a través de la mendicidad es un tema judi-cial, en el fondo de lo que se trata es de un

rotundo fracaso del modelo de desarrollo que hemos asumido, lo cual debería lle-varnos a una revisión de las agendas del desarrollo, como la principal prioridad nacional en los años por venir.

violencia y desinteGración Familiar; otro Grave problema

El artículo 251 del Código Penal del esta-do de Zacatecas establece que comete el delito de Abandono de Familiares aquél: “(…) que sin motivo justificado incum-pla respecto de sus hijos, cónyuge, o de cualquier otro familiar con el que tenga obligación alimentaria, el deber de asis-tencia sin ministrarle los recursos para

atender sus necesidades de subsistencia, se le aplicará prisión de seis meses a dos años y multa de cinco a quince cuotas”.

Este delito, aunque no implica direc-tamente el robo de las niñas y niños, está directamente relacionado con el incre-mento de las condiciones de vulnerabili-dad en que viven, pues, ante el abandono de uno o de los dos progenitores, en mi-les de casos, las niñas y niños se ven en la necesidad de salir a las calles a buscar su subsistencia.

En los últimos 12 años ha habido 6,514 averiguaciones iniciadas por este delito, es decir, un promedio de 1.5 al día. Sorprende que entre 2004 y 2008 haya caído drásticamente el número de

denuncias presentadas.

la propUesta de la alerta amberEn el mes de abril, numerosas OSC fue-ron convocadas a un evento oficial, en el cual se anunció la creación de la Alerta Amber, una iniciativa que busca generar mecanismos para la emisión de alertas tempranas sobre el robo o desaparición de niños, y homologar criterios para su rescate y protección.

A la fecha no se sabe nada de los avances y es posible que, a pesar de la gravedad y magnitud del problema que se vive en México, el sistema no comien-ce su operación sino hasta el año 2012, y el temor fundado de numerosas orga-nizaciones es que es altamente probable

que todas las agendas rela-cionadas con el cumplimien-to de los derecho humanos en ese año estén subsumidas a la lógica de las campañas electorales.

Comentarios finalesLos datos aquí presenta-

dos deben ser leídos con sumo cuidado, porque el hecho de que se presenten denuncias y se inicien averiguaciones previas no garantiza, primero que se les haga justicia a las víctimas ni que se establezcan las sanciones adecuadas en contra de los perpetradores.

Asimismo, el número de denuncias ante los Ministe-rios Públicos no revela el gran número de delitos que no son denunciados por temor a la autoridad; por desconfian-za en las mismas; porque se

está amenazado o se tiene miedo al de-lincuente o agresor; y finalmente, por-que las personas declaran, en miles de casos, que la denuncia es una pérdida de tiempo.

Sólo en 2009 se estima que fueron co-metidos 11.84 millones de delitos en todo el país; de éstos, sólo 2.62 millones fue-ron denunciados, y en sólo 1.76 millones de casos, es decir, sólo el 14.8% del total de los delitos que se conocen fueron co-metidos en el territorio nacional.

Estas cifras permiten poner en con-texto los datos aquí presentados y di-mensionar la magnitud que tiene el tenebroso delito del robo de niños en México. •

La trata de personas significa rapto, engaño, abuso, secuestro, violación, explotación sexual

comercial, prostitución forzada, prácticas análogas

a la esclavitud, trabajos forzados y, cuando es

cometida contra una niña, niño o adolescente, se configura como una de las formas del mal radical

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la Horade la

IGUaldad

DESDE FUERA DEL CÍRCULO

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méxico social/staff

En esta segunda entrega, Rolando Cordera revisa, en un diálogo con Mario Luis Fuentes, la evolución del pensamiento sobre el desarrollo social. Para Cordera, la redistribución de los recursos es un tema central en el rescate social de México, y nos invita a reflexionar sobre la existencia de una marginalidad más moral que real; de la “informalidad” como sinónimo de desprotección; y de las condiciones que han generado que la juventud de nuestros días ya no pueda plantearse la tarea de transformar su entorno, sino solamente “sobrevivir”

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ROLAnDO CORDERA

Licenciado en Economía (UNAM) con estudios de posgrado en la London School of Economics, Londres, Inglaterra, y Doctor Honoris Causa por Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Profesor e Investigador Emérito de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución en la cual coordina el Centro del Estudios Globales y de Alternativas para el Desarrollo de México y el Seminario Universitario de la Cuestión Social; y hasta marzo de 2011 fue miembro de la Junta de Gobierno. Colaborador semanal de La Jornada y mensual de la revista Nexos. Es miembro del consejo editorial de la revista Economía de la UNAM y consejero de la revista Nexos. Durante 10 años fue director y conductor del programa de televisión semanal Nexos.Membro de la Comisión Mexicana de Macroeconomía y Salud de la Secretaría de Salud; del Instituto de Estudios para la Transición Democrática y de la Academia Mexicana de Economía Política; fue presidente de la Fundación Pereyra, A.C., y director de la revista Configuraciones.Ha escrito múltiples ensayos y libros, como “Volver con la memoria, conversaciones con intelectuales, políticos y hombres de la ciencia, el arte y la cultura del siglo XX”; y es coautor de las publicaciones “Pobreza, desigualdad y exclusión social en la Ciudad del Siglo XXI”, “Política Social: experiencias internacionales” y “Democracia, desigualdad y derechos humanos: el reclamo al Estado”.Recibió en 1998 el Premio Universidad Nacional en investigación en el área de Ciencias Económico-Administrativas.Foto: MÉXiCo soCial / Javier Hernández soto

44 agosto 2011 • méxico social

Un PodERoso RECUEnto sobRE EL PEnsaMiEnto soCiaL dEL sigLo XXMario Luis Fuentes (MLF): Desde la dé-cada de los cuarenta en el siglo pasado han evolucionado las ideas sobre desa-rrollo social; desde tu amplia experien-cia de estudio e investigación sobre este tema, ¿cuál sería el recuento del pensa-miento social en el siglo XX? ¿Es real la percepción de que en el siglo XXI vivi-mos una especie de vacío de ideas sobre la cuestión social?

Rolando Cordera (RC): Se pueden identificar tres grandes momentos o fa-ses de interpretación y de acción sobre el desarrollo social por parte del Estado: el primero lo abre la Revolución, pero el que en realidad lo protagoniza con valen-tía y profundidad es el gobierno del pre-sidente Lázaro Cárdenas, el cual tenía como punto de partida la idea de que el desarrollo social es resultado de cambios estructurales profundos; que no es sepa-rable de la idea de cambio social en su sentido más general y que la dimensión de bienestar estaba muy asociada a la re-distribución de riqueza e ingreso.

Fue un primer momento; uno de cambio estructural con reforma social y en alguna medida de “redistribución ha-cia abajo”. El segundo momento es el que se da a partir de los años cuarenta y que pretende, por un lado, institucionalizar la acción del Estado en el campo social y del desarrollo social en general, tenien-do como pivote al Instituto Mexicano del Seguro Social.

Pienso que desde el punto de vista po-lítico tenía también otra pretensión, que consistía en la necesidad de incorporar e institucionalizar la organización de ma-sas en función de objetivos determinados por el Estado, tanto en lo económico -que podríamos resumir en la idea de un desa-rrollo capitalista industrial propiamente dicho-, como en el terreno político, al consolidar la coalición revolucionaria que había pasado por el PNR y el PRM, y que el presidente Alemán convierte en el actual PRI; lo que es no sólo un cam-bio de siglas, sino un cambio de enfoque y de visión del desarrollo general del país, y particularmente del desarrollo econó-mico, lo que implica también cambios importantes en materia de desarrollo social; yo lo llamo institucionalización, porque el eje práctico, pero sobre todo hipotético, es el seguro social, donde se

trataba de empatar la idea de un desa-rrollo capitalista industrial con un desa-rrollo social administrado, pausado, pero efectivo: todos seríamos trabajadores formales, todos eventualmente tendría-mos seguridad, ésa era la ecuación.

Esa ecuación se comienza a romper en los hechos en los años setenta, cuan-do, no obstante el crecimiento económi-co que se mantiene, se detecta cada vez

con más claridad que este crecimiento ya no es suficiente para incorporar a las ma-sas que se trasladan del campo a la ciu-dad y que buscan ascender en términos de sus actividades a niveles cada vez más altos de valor agregado; esto comien-za a fallar, se comienza a hablar en Mé-xico desde el propio gobierno del tema del empleo como problema y ya no sólo como resultante directa de la ecuación

DESDE FUERA DEL CÍRCULO

El Estado perdió en capacidades: perdió la capacidad de estudio de su realidad,

la capacidad de generar proyectos; y renunció a cualquier idea de planificación

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elemental del crecimiento; se empiezan a plantear nuevas cuestiones que en un principio se abordan de una manera adi-tiva, como aquella medida del presiden-te Echeverría de llevar el seguro social a ciertas categorías de trabajo agríco-la, rural, como los cañeros, que era algo emblemático. Luego, con el presidente López Portillo se da un paso que es muy importante en términos de la retórica y del concepto.

El presidente López Portillo descubre oficialmente -entre comillas- la existen-cia de marginados en México y despliega ahí la primera gran acción de coordina-ción del plan de zonas deprimidas y gru-pos marginados, sin revisar el esquema originario; es decir, no se revisa el esque-ma de la seguridad social y la segmen-tación que ésta implicaba, y que ya era

más o menos evidente, y se trata de, por la vía de otras agencias y otras interven-ciones, enfrentar lo que nos esperaba. Lo que el desarrollo económico debería haber resuelto no lo resolvió; por el con-trario lo agudizó por la propia manera en que estaban conformados el proceso de acumulación de capital y la misma industrialización.

El tercer gran momento, que llega hasta nuestros días, es el que se carac-teriza por buscar una revisión radical de los conceptos que organizaran la acción del Estado para el desarrollo social que se habían diseñado precisamente desde los años treinta y cuarenta en el siglo XX, y que encuentra su momento emblemá-tico en la implantación del programa llamado Progresa (hoy Oportunidades), que pone en el centro a la focalización y ya no sólo como una metodología más para cierto tipo de acciones, sino como una filosofía de gobierno.

Esto lleva, al final de cuentas, a aban-donar el desarrollo social como concep-to, por un lado heurístico, y por otro, como un concepto organizador de la ac-ción política del Estado; se comienza a ver con toda claridad al desarrollo social como un problema sectorial: se secto-riza a la sociedad y se llega a las trans-formaciones presupuestarias del caso y se asume, por lo menos implícitamente, que el crecimiento económico per se no es capaz de incorporar dinámicamente a las masas trabajadoras a un sistema de bienestar mínimamente satisfactorio de acuerdo con cualquier criterio; en la mis-ma lógica comienza a verse a la pobreza, como un problema de seguridad interior, y algunos llegan a hablar incluso de segu-ridad nacional, así como algo que tiene que administrarse de la manera más efi-ciente posible.

Ese momento es el actual: así se or-ganiza la acción de los gobiernos desde la última administración priista, que fue la que implantó esta visión, y de los dos gobiernos panistas que llevamos que no hicieron más que retomarla y si se quie-re, radicalizarla.

La transición entre aquellos dos gran-des momentos y este tercero es el Pro-grama Nacional de Solidaridad, el cual buscó combinar una acción colectiva de masas organizadas que ejercitarían una especie de demanda sobre el proveedor,

que sería el Estado, y a partir de una re-lación distintas entre estas masas y el go-bierno, cuyo interlocutor principal y casi único sería el presidente de la República; este esquema falló en lo político porque corrió la suerte de su promotor, que era el presidente Salinas, en medio de una crisis política muy fuerte en la cumbre, y su secuela, en términos de organización de bases, quedó muy difusa.

MLF: En 1982 el uso y el abuso que se generó del discurso para justificar la in-eficacia del gobierno ante la crisis que vi-vía el país impulsó un replanteamiento social completo; asimismo, en 1995 la crisis obliga a otro ajuste; ¿es probable que sin esas crisis hubiera sido más aza-roso el proceso de transitar de una visión de la solidaridad como el centro de esta “transición”?

RC: La crisis en ambos casos tuvo impli-caciones políticas muy fuertes y muy in-mediatas directamente en el eje; como lo decía López Portillo: “en el péndulo de la pirámide política”. En ambos casos ata-có al presidencialismo abierto, que era el que encabezó por último el presiden-te López Portillo, y al presidencialismo revitalizado, que encabezó el presidente Salinas.

En los dos casos mencionados las cri-sis permitieron estas revisones pretendi-damente de fondo, sin estar plenamente justificadas, por cierto, ni conceptual ni analítica, ni siquiera numérica o estadís-ticamente; el fin del modelo industria-lizador se decretó por el gobierno y las cúpulas empresariales, y el fin de la idea solidaria en materia de desarrollo social se decretó desde la presidencia de la Re-pública, apoyada también por cúpulas empresariales que veían en la moviliza-ción promovida por Salinas un peligro para la estabilidad; a esta crítica se unió una parte de la élite política.

Las CRisis PULVERiZaRon La MoViLiZaCiÓn soCiaLMLF: El movimiento del ‘68 generó en las cúpulas una percepción de riesgo per-manente ante la posibilidad, también siempre latente, de una movilización ac-tiva, organizada, juvenil. Hoy parece que las cosas son radicalmente opuestas; se

> LA MigRACión MASivA DE CAMpESinOS a las urbes generó nuevos planteamientos para el desarrollo.

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46 agosto 2011 • méxico social

percibe parálisis y desesperanza, lo que nos hace cuestionarnos a muchos sobre la ruta que tiene la participación social de la juventud de nuestros días. Enfren-tamos un recuento de calamidades al infinito, aun cuando habría al menos el mismo nivel de motivaciones para la protesta que en aquél entonces; a pesar de ello, los grupos sociales tradiciona-les, fundamentalmente los obreros, los campesinos y los propios jóvenes esco-larizados, pareciera que han perdido la capacidad de innovar en su capacidad de criticar, movilizar y transformar. ¿Cuáles serían las diferencias que encuentras en-tre aquella generación del ´68 y la de los jóvenes de hoy?

RC: En aquel año el eje de la reacción juvenil fue el autoritarismo descarna-do, una indignación política por parte de sectores que eran, digamos los más representativos del éxito del proyecto del desarrollo económico postrevolucio-nario. Ahí se podía ejemplificar el éxito de la movilidad social: nuevas clases me-dias, mejor educadas que las capas me-dias anteriores, universidades públicas

accesibles a amplios sectores, ya enton-ces muy significativas y apreciadas.

La reacción fue una primera expre-sión sobre el desarrollo de una especie de conciencia cívica preciudadana que reclamaba derechos y no sólo la provi-sión de bienes; los bienes los tenían, no había un reclamo redistributivo en el ‘68. Lo que luego ha mostrado gente como Hernández Laos, es que con todo y lo in-satisfactorio que nos parecía en aquella época, se estaba dando, por un lado, una elevación general en los niveles de vida y, por otro lado, en menor medida, una cierta redistribución hacia abajo, gracias al crecimiento, a la ampliación de la ur-banización y al inicio de una política de gasto público social en los años sesenta.

El problema de todo este contexto es que amortiguaba o ponía a lo lejos cual-quier tipo de demanda redistributiva; sólo después de algunos años, esa fuerza se convirtió en dinámica organizativa que se transformó posteriormente en una se-cuela de movilización social de enorme importancia en los años setenta, que va de la insurgencia obrera, encabezada por Galván y los electricistas, a la insurgencia

democrática, a la gran movilización urbano-popular, que luego adopta ese nombre, es decir el Movimiento Urba-no Popular (MUP), el cual se articulaba principalmente por grandes reclamos de consumo colectivo: terrenos para edificar casas, y luego todo lo demás en términos de servicios.

Este movimiento se gestó no solamen-te el Área Metropolitana de la Ciudad de México y el Distrito Federal, sino que se implanta y despliega en Chihuahua, con la Colonia Francisco Villa en Durango, en Monterrey, entre otros lugares; se generó esta movilización que luego se llamó Ur-bano Popular de manera muy genérica, aunque tenía sus peculiaridades; es decir, vivimos otro momento de movilización social que podía haberse articulado con otro momento de la política social, pero no se hizo.

Sí ocurrió un desgaste de las capacida-des que el Estado mexicano había diseña-do para “canalizar el conflicto; es decir, los mecanismos para que el conflicto social encontrara causes institucionales se frac-turó; esto dejó de funcionar desde media-dos de los sesenta y definitivamente ya no se pudo dar en los setenta, y menos en los ochenta; hay quien argumenta que quien lo intentó -yo no he encontrado pruebas suficientes- a partir de la experiencia de Solidaridad, fue el presidente Salinas con su idea de reformar al PRI, que, sin em-bargo, se abandonó después de la prime-ra elección intermedia de 1991.

Pero, ¿por qué la diferencia? Creo que somos muy diferentes y las propias crisis pulverizaron la experiencia social; des-pués de las terribles crisis de inflación y devaluación, y luego la pérdida de dina-mismo económico aunada a la carencia masiva de empleo, la gente reaccionó como podía reaccionar: con un sindi-calismo que no se pudo transformar, en donde imperaba una gerontocracia cada vez más ya impresentable; por cierto, coincidiendo con la concreción inicial del gran cambio demográfico iniciado en los setenta, la transformación de nuestra de-mografía, era una demografía dominada por jóvenes, y ahora por jóvenes adultos quienes, en ausencia de políticas de Esta-do en materia de desarrollo social, se las arreglan para sobrevivir, y este “arreglár-selas” va desde la migración en masa al norte, hasta la criminalidad.

MLF: Es como has calificado a la so-ciedad mexicana, como una sociedad desprotegida…

DESDE FUERA DEL CÍRCULO

> EL´68 FUE pRODUCtO DE UnA inDignACión pOLÍtiCA de los sectores representativos del éxito postrevolucionario ante el autoritarismo descarnado.

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RC: Así es, y en la medida en que se mantuvo la visión convencional de pro-tección basada en lo que luego se ha lla-mado “formalidad”, es decir, tener un contrato de trabajo y seguro social; en un mundo donde en ese esquema labo-ral institucional caben cada vez menos, lo otro tenía que ser como consecuencia lógica la “informalidad”. Ésta es también es un ejercicio de supervivencia, una ma-nera de vivir y sobrevivir en una sociedad que no ofrece otras posibilidades.

La mayor parte de los trabajadores no tienen protección formal, aunque sepamos que ésta es también muy insa-tisfactoria y de mala calidad. Según to-das las fuentes oficiales de información, de 2000 a 2006 por cada plaza formal se crearon 1.8 plazas informa-les; esto puede subir si utilizas la definición de la OIT, a dar-nos casi el 60 por ciento de la fuerza de trabajo trabajando en condiciones de informalidad, porque ahí hay que contar no sólo el que trabaja por cuenta propia, sino aquéllos que inclu-so teniendo contrato de trabajo no están en la seguridad social, a ellos la OIT dice que hay que llamarles informales, aunque quizá haya que cambiar la no-menclatura y hablar de “prote-gidos” y “desprotegidos”.

MLF: …y los desprotegidos construyendo sus propios es-quemas de protección…

RC: La gente no está dispuesta a morirse voluntariamente, y se las arreglan para sobrevivir en un hábitat cada vez más hostil y comple-jo, como es el hábitat urbano que carece de mecanismos amplios de protección.

EL Estado PERdiÓ En CaPaCidadEsMLF: Eso nos lleva al debate que gira en torno a la concepción del Estado como un ente que construye instituciones, una sociedad organizada que comparte terri-torio y una noción de identidad; hoy pa-reciera que esta idea no corresponde con lo que la evidencia cotidiana nos mues-tra; creo que en buena medida, pensan-do en el tema particular de la identidad de propósitos, la carencia de un proyec-to nacional compartido se reflejan en el hecho de que los sistemas de protección

no responden a una conducción republi-cana; frente a esta carencia, las perso-nas construyen espacios y condiciones propias, muchas veces sin necesidad de reconocimiento por parte de estructuras centrales o incluso rechazándolas…

RC: El Estado perdió en capacidades: perdió la capacidad de estudio de su rea-lidad, facultad fundamental en los Esta-dos modernos; ahora la mayor parte de los estudios que el Estado hacía sobre la sociedad y sobre él mismo, las hacen las consultorías, lo cual tiene que ver mucho con la manera en que los directivos del Estado se ven a sí mismos.

Perdió también la capacidad de ge-nerar proyectos; no hay equipos, y ni

siquiera en lo que queda de su base de desarrollo, formuladores de proyectos, como se llamaban antiguamente; no sólo perdió, sino que renunció, a pesar de que la responsabilidad de conducir la pla-neación nacional, la cual exige generar diagnósticos, está plasmado en la Cons-titución; el Estado renunció definitiva-mente a cualquier idea de planificación.

El Estado renuncia a fijar objetivos, y desgraciadamente la sociedad no ha sido capaz de, por ella misma, a través de sus organizaciones, sustituir o reencau-zar al Estado en esta función central y centralizadora, que es la determinación de objetivos que vayan más allá de lo in-mediato; lo que ahora llamamos políti-cas de Estado; tuvimos expresiones de políticas de Estado sin llamarles así: la

electrificación del país, la infraestruc-tura, todo lo hidráulico, incluso la edu-cación superior, e incluso la política de población son ahora inimaginables, en el sentido de que no hay una visión de largo plazo en la clase dirigente; yo insistiría en que se acabó deliberadamente desde la autoridad con los componentes fuertes de la planeación estatal.

REFoRMaR Las REFoRMasMLF: Entonces, cuando tú hablas de re-formar las reformas, ¿estás invocando a las reformas para poder reconstituir un Estado? En qué medida estarías de acuerdo con que es urgente construir

una inteligencia nacional que permita recuperar de manera esencial la autoridad del Esta-do no sólo como un conjunto de instituciones legítimas, sino creíble éticamente, con una vi-sión de presente y de futuro…

RC: Estoy de acuerdo con la urgencia –diría emergencia- de recuperar para el Estado la capacidad de hacer política macroeconómica, lo cual se ha depositado en un órgano estatal que es definido como autónomo dentro del mismo; pero que, al final de cuentas, al menos hasta la fecha, es un ór-gano, en buena medida, no res-ponsable ni imputable política o administrativamente, y que no le rinde cuentas realmente a nadie. Me refiero al Banco Central.

En la medida en que los gobiernos han renunciado a hacer política fiscal, e incluso lo han establecido en leyes, al fijar el equilibrio fiscal como mandato de ley, están renunciando a hacer efectivamen-te política fiscal en el sentido estricto del término; ahora no contamos con esta ca-pacidad, por lo menos para intervenir en algunos momentos en la vida, que son los momentos cruciales como las recesiones, las depresiones y las crisis. Lo que hoy tenemos es una profunda reducción de estas capacidades a una política moneta-ria, la cual está en manos del Banco de México, pero al que le atribuimos un sólo objetivo en su quehacer, que es mantener la estabilidad de precios, el control sobre el circulante y el monitoreo de la aprecia-ción o depreciación de nuestra moneda.

Se ha asumido, por lo menos implícitamente, que el

crecimiento económico per se no es capaz de incorporar dinámicamente a las masas trabajadoras a un sistema de

bienestar mínimamente satisfactorio, y comienza a verse a la pobreza como un

problema de seguridad interior e incluso de seguridad nacional

48 agosto 2011 • méxico social

DESDE FUERA DEL CÍRCULO

Estamos más atrás del país más li-beral del mundo que son los Estados Unidos, donde la Reserva Federal tiene dos mandatos principales: estabilidad y crecimiento con empleo; aquí no, se re-nunció de hecho a realizar política eco-nómica en el sentido amplio, y una vez que se hace esto, la política social no pue-de más que reducirse a esta visión secto-rial y sectorizada del quehacer público, en la que otra vez, los criterios asumidos como exclusivamente válidos son los de la focalización, la “monetarización” de los programas y la administración sectorial de la pobreza.

¿Qué significa reformar las reformas en esta perspectiva? Por un lado, es ne-cesario reformar la reforma a la Consti-tución en la definición del Banco Central, con su consecuente reforma de ley en la Ley Orgánica del Banco de México; tene-mos que revisar la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y tenemos que revisar todo lo que dice la Constitu-ción y la ley en materia de planeación, que está peor que el salario mínimo, hoy reducido meramente a una unidad de cuenta.

Eso es reformar las reformas y, más ambiciosamente, tenemos que resucitar y recuperar la legitimidad de la política industrial, la política de fomento en gene-ral, porque el campo también se nos está yendo, ya se nos fue de las manos y se nos puede ir al fondo.

Tenemos que reivindicar la idea de po-líticas de fomento, dadas la circunstancia nacional y las muchas restricciones que el crecimiento económico está enfren-tando y va a enfrentar, provenientes de la globalización y sobre todo del cambio climático; tenemos que admitir y acos-tumbrarnos a que no se puede resolver la cuestión social sólo por la vía del creci-miento entendido en la lógica neoliberal de los últimos años; porque el crecimien-to en este contexto global es y va a seguir siendo muy esquivo y, probablemente, va a terminar comportándose por debajo de lo que en términos estrictamente aritmé-ticos se necesitaría.

REdistRibUCiÓn, tEMa sin REsoLVERMLF: ¿Dónde queda en todo esto el tema de la desigualdad?

RC: El tema de la redistribución vuelve a ser un tema que debería ponerse en el centro. La CEPAL ha regresado a la

convocatoria, que hemos hecho desde hace mucho tiempo nosotros desde la UNAM, a que veamos la hora de Amé-rica Latina después de la crisis, como la hora de la igualdad; lamentablemente en México no existe esa hora de la igualdad; lo que es más, no se le ha dado siquiera el trato debido al planteamiento cepali-no, y algunos de los funcionarios públi-cos a los que yo escuché en esa materia lo único que demostraron fue una enorme capacidad para la frivolidad corriente, vulgar, en la materia. Sin embargo, si jun-tamos todos los elementos de que hemos hablado, tendríamos que admitir que si queremos tener una sociedad habitable y protegida en los términos empleados por ti, y compartidos por mí, tenemos que asumir que hay un tema de redistribu-ción no afrontado, no abordado, y mucho menos resuelto.

Tampoco es fácil de resolver, sabemos

que eso de redistribuir es un verbo, pero necesita muchos adjetivos: ¿cómo?, ¿cuánto?, ¿entre quiénes?, ¿redistribuir en la vía de la relación salarios-ganan-cias, redistribuir a nivel de individuos y familias, o redistribuir por la vía fiscal buscando que esos recursos les sirvan pri-vilegiadamente a las capas sociales más afectadas?

Si decimos que hay que cuidar el cam-bio climático, que tenemos que ver lo de la globalización, y no queremos redistri-buir, estamos apostando sin decirlo a que eventualmente el país crecerá mucho, nú-mero uno; o bien, número dos, estamos apostando a que la sociedad nunca va a reaccionar ante esta situación, o sea que podemos vivir, que es imaginable una so-ciedad “enfeudada”, donde convivan islas de auge y de bienestar muy concentrado con masas marginadas, porque ya las ma-sas no están marginadas: las masas están

> LA gEntE tiEnE qUE SObREviviR a un hábitat urbano cada vez más hostil y sin mecanismos amplios de protección.

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49méxico social • agosto 2011

aquí, junto a nosotros, frente a nosotros.No hay marginalidad en ese sentido,

quizá la hipótesis sea que sí puede haber marginalidad moral, y mental, y que cada quien hará su vida, que estos estudios clá-sicos de los sesenta y los setenta de cómo sobreviven los marginados se convertirá en un modo nacional de vida: una econo-mía sin crecimiento, una sociedad sin re-distribución “que ahí la lleva”.

“todos ContRa todos”MLF: Y, a la par, vemos un proceso en el grupo de los grandes empresarios, que se ha consolidado como espacios de poder innegables, pero que hoy se confrontan y disputan espacios de manera “frag-mentada” porque no hay un mediador; el Estado también dejó de ser un impul-sor pero también un límite eficiente ante sectores empresariales.

RC: Hoy el pleito parece de “todos contra todos”; en efecto, no hay un árbitro me-dianamente regulador, y mucho menos árbitros de última instancia; peor toda-vía, se nos está presentando este litigio en la cúpula empresarial como un litigio que deberá resolverse a partir de un paradig-ma que es mítico: el de la “competencia perfecta”, asumido por la Comisión Fe-deral de Competencia, y que es el para-digma que ahora están comprando todos los actores políticos: la idea de un Estado que regule y que ponga orden, pero ab-surdamente, desde un Estado sin institu-ciones capaces de actuar y mucho menos evitar que la dichosa “competencia” efec-tivamente se realice.

Otra vez, simbólicamente, lo que se está haciendo evidente son le mermadas capacidades del Estado en sus responsa-bilidad de organización de la sociedad y de rectoría de la economía; con el agra-vante de que se está actuando en contra de uno de los grandes poderes económi-cos concentrados, pero no para norma-lizar la situación, sino para beneficiar a otros grandes empresarios. Es el peor de los mundos posibles y aquí tiene que ha-ber una acción de Estado…

MLF: …cuando no tenemos ya siquiera una noción clara de que es el estado…

RC: Efectivamente, y lo más significativo es que son vidas paralelas; es la hipótesis de que “ahí vamos todos”, pero cada quien en su parcela. Eso puede contribuir a una seria desintegración social.•

> DE nO REFORMAR LAS pOLÍtiCAS DE FOMEntO, la crisis en el campo podría agravarse.

los jóvenes, en ausencia de políticas de Estado en materia de desarrollo social, se

las arreglan para sobrevivir, y este “arreglárselas” va desde la migración en masa

al norte, hasta la criminalidad

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abril 2011 • méxico social3050 agosto 2011 • méxico social

DEL BONO AL PAGARÉ DEMOGRÁFICO

cEiDas / invEstigación

Quizá uno de los mayores retos que tenemos como país en el horizonte del mediano plazo se encuentra en la capacidad de generar las políticas y la infraestructura económica y social necesarias para que la nueva generación de jóvenes, quienes por primera vez en nuestra historia aspiran de manera masiva a vivir muchos años, tenga la oportunidad

de vivir en la vejez con dignidadF F F

México sigue siendo un país predomi-nantemente joven; empero, enfrenta un acelerado proce-so de envejecimien-

to. En efecto, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México tenemos una esperanza promedio de vida al nacer de 75.3 años; 77.8 para las mujeres y 73.1

para los hombres.Tales niveles de longevidad son re-

sultado de la suma de diversos factores, entre los más importantes están la re-ducción de las tasas de mortalidad ma-terna e infantil, así como la ampliación de la infraestructura hospitalaria y mé-dica, la cual, aun cuando sigue siendo sumamente insuficiente y de mala cali-dad, permite brindar la atención indis-pensable para salvar la vida a miles de

personas. En el mismo sentido influye el incremento en los niveles educativos de la población y el acceso a más y mejores fuentes de información en torno a los de-rechos sociales y su ejercicio.

Por ello, lo que hagamos hoy a favor de los niños y jóvenes será determinante del futuro que tendrán; como puede ver-se, el asunto es mayor, pues implica una enorme responsabilidad y una actitud ética de solidaridad intergeneracional,

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Foto: Cortesía: Excélsior / archivo

BAJA ASISTENCIAEn México sólo 2 de cada 3 jóvenes entre 15 y 17 años asisten a la escuela, mientras que sólo 4 de cada 10 de 18 a 24 asisten a alguna insti-tución de educación superior

SE MANTIENEN LOS EMBARAZOS ADOLESCENTESEn México 2 de cada 10 niños nacen de mujeres que tienen entre 15 y 19 años; del grupo de 20 a 24 años nacen 3 de cada 10; y del grupo de 25 a 29 se registran 1 de cada 4 nacimientos

¿UN FUTURO CANCELADO?Según el Coneval, en México, en 2008 sólo 18% de los jóvenes vivía en condiciones adecuadas de bienestar. Los datos hacen pensar que nuestro futuro puede cancelarse si no hacemos algo pronto

Fuente: Resultados definitivos, por localidad, del Censo Nacional de Población y Vivienda, 2010. México, 2011

Fuente: Resultados definitivos, por localidad,

del Censo Nacional de Población y Vivienda,

2010. México, 2011

Fuente: elaboración propia con base en los datos de la

medición multidimensional de la pobreza, México,

CONEVAL, 2008. México, 2011

totalasisten a la escuela

Población de 15 a 17 años

Población de 18 a 24 años

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en el entendido de que las generacio-nes presentes no tenemos el derecho de comprometer el futuro de las que vienen detrás o habrán de venir en los próximos años.

LA TRAGEDIA EDUCATIVA ENTRE LOS JÓVENESLa población mexicana tiene una edad mediana de 26 años; esto significa que el 50% de la población tiene esa edad o menos. Las implicaciones de esta ci-fra son mayores, sobre todo si se consi-dera la inmensa cantidad de servicios educativos, de salud, de capacitación y oportunidades de empleo que se re-quieren para la adecuada garantía de sus derechos.

En particular destaca la muy baja asistencia de jóvenes mayores de 15 años a la escuela. Así lo revelan los da-tos del Censo de Población y Vivienda 2010, en el cual se muestra que en el país sólo dos de cada tres jóvenes de 15 a 17 años (la edad para asistir al ba-chillerato) tienen la oportunidad de asistir a la escuela, mientras que sólo 4 de cada 10 lo pueden hacer a alguna institución de educación superior.

De esta forma, si los porcentajes son sumamente elevados, en números absolutos implica que de los 6,710,948 de jóvenes que tienen entre 15 y 17 años, hay 2,211,243 en el mismo rango

de edad que están privados de su dere-cho a recibir una educación con cali-dad y oportunidad.

Según el censo, de los jóvenes que sí tienen oportunidad de asistir a la escuela, 2,233,341 son hombres y 2,265,964 son mujeres. Como puede verse, en este nivel educativo también se ha conseguido ya la paridad de gé-neros en la matriculación e ingreso, aunque, en evidencia, hace falta to-davía muchísimo camino por recorrer para lograr una cobertura del 100%.

Por otra parte, en el grupo que tie-ne entre 18 y 24 años, edad en la que se supone los jóvenes deberían estar cursando algún grado de educación superior o incluso de posgrado, de los 14,207,435 en ese grupo de edad, sólo 3,955,759, es decir, el 27.8% tiene la posibilidad de estar inscrito en alguno de los grados de la educación superior en el país.

Asimismo, de los 3.95 millones de jóvenes que en el 2010 tenían la oportunidad de asistir a la educación superior, 1,978,232 eran hombres y 1,977,527 eran mujeres. A pesar de que también se muestra cierta paridad entre géneros en el ingreso a este ni-vel educativo, debe destacarse que en este grupo de edad hay más mujeres que hombres, por lo que en términos relativos, son más mujeres que hom-bres quienes se pierden del derecho a asistir a la universidad.

52 agosto 2011 • méxico social

EmbARAzOS DE JÓVENES y UNA ALTA fECUNDIDAD

Según el Estado Mundial de la Pobla-ción 2011, a inicios de la segunda década del siglo XXI hay aproximadamente 134 millones de nacimientos cada año; Mé-xico contribuye a esta cifra, en promedio, con 2.2 millones anuales, es decir, con el 1.64% del total de los nacimientos que se contabilizan en todo el orbe.

Esta cifra implica que en nuestro país se estén registrando un promedio de cuatro nacimientos cada minuto; y en el 55.3% de los casos, las madres tenían, al momento del parto, entre 20 y 29 años, es decir, los alumbramientos en México siguen dándose en una abrumadora ma-yoría entre mujeres jóvenes.

Asimismo, es de destacarse que el 17.3% de los nacimientos son de madres menores de 20 años; esto es, 380,600 nacimientos cada año de madres que te-nían, al momento del alumbramiento, 19 años o menos. Esto implica un promedio de 43 nacimientos por hora en mujeres en el grupo de edad señalado.

De acuerdo con la ONU, los datos dis-ponibles permiten sostener que en Mé-xico hay una tasa de 65 alumbramientos por cada mil mujeres menores de 19 años. La tasa es más alta que en Haití, en donde es de 46, y cercana a la de India,

en donde es de 68 alumbramientos por cada mil mu-jeres en el grupo de edad señalado.

CON pERmISO pARA CASARSE

El Alto Comisio-nado para los De-rechos Humanos ha insistido reite-radamente en la necesidad de que las niñas, niños y adolescentes en México reciban la información ade-

cuada para evitar no sólo los emba-razos adolescentes -los cuales, como ya se vio, represen-tan un muy alto

porcentaje del total de alumbramientos en el país-, sino también para impedir que se casen o vivan en otros tipos de uniones a edades tempranas.

En ese sentido, debe hacerse hinca-pié en el hecho de que uno de los fac-tores fundamentales para el diseño de políticas y programas sociales exitosos es el relativo a las estructuras y dinámicas familiares. Por ello, es de una relevancia mayor tener claridad de que en los últi-mos años se ha “detonado” una muy rá-pida transformación en los modelos de familias existentes en el país.

Es de singular importancia señalar que en el país cada año contraen matri-monio 594 mil parejas, es decir, 1,118,000 personas. Asimismo, destaca que el Cen-so del 2010 muestra que 6 de cada 10 per-sonas que tienen 15 años y más declaró estar casada o vivir en unión libre.

En contraste, cada año se registran en promedio 74 mil divorcios, es decir, 202 divorcios al día; de éstos, el 72.7% se dio por mutuo consentimiento; en segundo lugar, con un 10.8%, por separación de más de dos años (independientemente de la causa); y, en tercer lugar, por aban-dono injustificado del hogar (6.3%). Como resultado, el 10.9% de la pobla-ción de 15 años o más del país se declaró como divorciada, separada o viuda.

Por grupos de edad, destaca que entre los jóvenes que tienen entre 12 y 19 años ya hay una cantidad muy considerable de quienes viven o han vivido unidos en pa-reja. En efecto, de los 17.53 millones en ese grupo de edad, 16.10 millones se encuen-tran solteros, mientras que 1,156,119 están casados o viven en unión libre: asimismo, hay 65,244 jóvenes en el segmento etario señalado que alguna vez estuvieron casa-dos o en unión libre; de ellos, 57,714 están separados; 3,094 divorciados y 4,436 son viudos o viudas, la gran mayoría como re-sultado de actos de violencia o accidentes.

UN fUTURO COmpROmETIDODe los poco más de 28 millones de ni-ñas, niños y adolescentes que INEGI contabilizó a través del Módulo de Tra-bajo Infantil de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2009, hay 3.01 millones identificados en condiciones de ocupación; 2.67 millones de ellos no asistían a la escuela, de los cuales 2.15 millones tenían entre 15 y 17 años, cifra que se incrementó a los ya mencionados 2.21 millones identificados por el Censo.

De acuerdo con los datos del Coneval relativos a la Medición Multidimensio-nal de la Pobreza en 2008, sólo el 18% de los jóvenes en el país vivía en condicio-nes adecuadas de bienestar. Lo anterior implica un catálogo de calamidades que pueden resumirse en lo que sigue, pues de todos los jóvenes del país:

18.1%TENíA rEzAGO EDUCATIVO

44.7%no contaba

CON ACCESO A LOS SErVICIOS DE SALUD

68.0%no tenía acceso A LA SEGUrIDAD SOCIAL

18.1% presentaba

carencia EN LA CALIDAD y EN LOS

ESPACIOS EN LA VIVIENDA

19.1%no tenía acceso A LOS SErVICIOS báSICOS

EN LA VIVIENDA

22.0%presentaba

carencia DE ACCESO A LA ALIMENTACIóN

Con estos datos, lo que podemos pre-ver es que el incumplimiento de los dere-chos sociales comprometa seriamente las posibilidades de bienestar y una vida con dignidad en el futuro, próximo y de largo plazo, para la mayoría de los jóvenes en nuestro país.•

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abril 2011 • méxico social3054 agosto 2011 • méxico social

asÍ lo VEEl GoBiERNo

coN iNfoRmacióN dE la sEdEsol

A partir de esta edición, México Social presentará, en el marco del compromiso con la pluralidad y la apertura a todas las visiones y voces, esta sección, titulada “Así lo ve el Gobierno”, en la que se abrirá el espacio para la expresión de las posiciones y propuestas que tiene el Gobierno Federal

sobre las distintas agendas sociales que abordamosF F F

ADULTOS MAYORESY POLÍTICA SOCIAL

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aTENcióN a los VUlNERaBlEs

> "acERcaRsE a UN adUlTo mayoR implica reconocer su riqueza productiva", Heriberto Felix, titular de sedesol.

méxico social • abril 2011 3155méxico social • agosto 2011

Resultado del acelerado pro-ceso demográfico, el me-joramiento de la calidad de vida de los mexicanos y el descenso en el índice de

mortalidad, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), que encabeza Heriber-to Félix Guerra, enfrenta el desafío de seguir generando respuestas efectivas para los 10 millones 55 mil 379 millones adultos mayores de 60 años (46.5 hom-bres y 53. 5 mujeres) que cotidianamente demandan el respeto y ejercicio pleno de sus derechos fundamentales.

La Ley de los Derechos de las Perso-nas Adultas Mayores es muy clara al en-fatizar sobre la integración social de las personas adultas mayores, entendida ésta como el conjunto de acciones ten-dientes a favorecer su desarrollo perso-nal y comunitario; el trato equitativo, sin discriminación ni distin-ción alguna; la vida libre de violencia física, mental y social, así como en su in-corporación a la vida plena y productiva.

En este sentido, y en cumplimiento de lo que mandata la ley, desde la Sedesol se trabaja en las 31 entidades del país y el Dis-trito Federal, con especial énfasis en las comunidades rurales y colonias en con-dición de vulnerabilidad, para promover una mayor calidad de vida entre las personas adultas mayo-res, a través del Programa “70 y más” y los servicios que otorga el Instituto Na-cional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), organismo descentralizado.

Como parte importante de la Estrate-gia Vivir Mejor, la puesta en marcha del Programa “70 y más” ha permitido entre-gar 45 millones de pesos en beneficio de más de dos millones de adultos mayores en condiciones de alta y muy alta margi-nación. Así, los beneficios de este progra-ma de la Sedesol llegan hoy en día a casi el 50 por ciento de la población nacional que se encuentra en este rango de edad, si se toma en cuenta que actualmente en la República existen 4 millones 621 mil 648 adultos mayores de 70 años (46.6 son hombres y 54.4 mujeres).

El Programa “70 y más”, que se imple-mentó en la presente administración en ciudades de hasta 30 mil habitantes, se enfoca a la consolidación de una red de protección económica y social que apoya

con 500 pesos mensuales a los adultos mayores que conforman el Padrón Acti-vo de Beneficiarios, y, al mismo tiempo, fomenta su desarrollo personal y reincor-poración a la vida familiar y comunitaria.

Cada una de las acciones del Progra-ma “70 y más” están orientadas a facilitar a los adultos mayores el acceso a servi-cios básicos, como son la alimentación y la salud, además de que se promueven campañas de orientación para mejorar la salud física y mental de los beneficiarios. Los beneficiarios del Programa obtienen también facilidades para el acceso a ser-vicios y apoyos de instituciones como el Inapam, además de brindarles la oportu-nidad de incorporarse a actividades pro-ductivas y ocupacionales.

En este mismo sentido, y de manera coordinada con otras dependencias gu-bernamentales, el Instituto Nacional de

las Personas Adultas Mayores (Inapam), organismo descentralizado de la Sedesol, atiende a 5.8 millones de personas de 60 años o más (cifra superior al 50 por cien-to de los adultos mayores del país).

El Inapam promueve el desarrollo humano integral de los adultos mayo-res, mediante el empleo, retribuciones, asistencia y las oportunidades necesarias para acceder a un mejor nivel de vida, para lo cual trabaja de manera coordi-nada con la Secretaría de Educación Pública (SEP), Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), así como la Co-misión Nacional de Vivienda (Conavi) y el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), además del DIF nacional.

Es propósito es incidir en la imple-mentación de las políticas públicas, para lo cual el Inapam trabaja en cinco ejes rectores: Cultura del Envejecimien-to; Envejecimiento Activo y Saludable; Seguridad Económica; Protección So-cial y Derechos de las Personas Adultas

Mayores, mediante los cuales promueve una cultura de la revalorización de las personas de 60 años o más, y alienta la construcción de un modelo de sociedad más equitativa, solidaria e incluyente.

“Ser un adulto mayor implica acercar-se a toda la experiencia que se ha sembra-do a lo largo de una vida, al conocimiento profundo de los sentimientos del alma y a toda la riqueza productiva que pue-de aportar quien se ha forjado a través de la dedicación y el esfuerzo”, ha dicho el Secretario Heriberto Félix Guerra, al referirse a los alcances del Programa “70 y más”, a favor de un sector que actual-mente representa el 9 por ciento de la po-blación total de México (112 millones 336 mil 538 habitantes), y que se incrementa-rá a 12.5 por ciento en 2020 y a 28.0 por ciento en 2050, según el Consejo Nacio-nal de Población (Conapo).

Si en el año 2000 residían en Méxi-co 6.9 millones de personas de 60 años y más, en 2030 serán 22.2 millones y se es-pera para la mitad del siglo que se alcan-ce los 36.2 millones de adultos mayores; cada día 800 personas cumplen 60 años de edad. Se trata pues, de la construcción de un México más equitativo y justo, más incluyente y sin discriminación, donde las personas, independientemente de su edad o condiciones sociales, tengan las mismas oportunidades para acceder a los satisfactores necesarios para una vida digna y de calidad, como son la alimenta-ción, la salud, los bienes y servicios, y las condiciones humanas o materiales para su integración familiar o comunitaria plena. En esa dirección se avanza desde el Gobierno Federal, lo que se está hacien-do en el Programa “70 y más” y desde el Inapam, es sólo un ejemplo, aunque es-tamos ciertos de que debemos redoblar esfuerzos y seguir sumando voluntades con otros actores sociales, órdenes de go-bierno, empresarios y sociedad civil.•

Desde la Sedesol se trabaja en toda la República, con especial énfasis en las comunidades rurales

y colonias en condición de vulnerabilidad, para promover una mayor calidad de vida

entre las personas adultas mayores, a través del Programa “70 y más” y los servicios que otorga el Inapam

agosto 2011 • méxico social56

sarah lewisMaestra en Población y Salud Internacional por la Universidad de Harvard.Se desempeña como investigadora de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud).Entre sus múltiples trabajos destaca la investigación que realizó durante su estancia en Harvard, sobre aspectos de la reforma del sistema de salud mexicano.Su experiencia le ha permitido colaborar en países como México, Ecuador, Cuba, El Salvador y Chile.

visión experta

sarah lewis

México registra un descenso de la fecundidad, mismo que resulta, por un lado, en una reducción del número de nacimientos, y por otro, en un proceso de envejecimiento más rápido, ante lo cual es urgente analizar factores como la dependencia de los adultos mayores para realizar actividades físicas, sus principales causas de muerte así como la prevención que implica el mayor uso de servicios hospitalarios que representará el incremento de este grupo de población

F F F

lonGeviDaD

AlertA NAcioNAl

Foto: Cortesía EXCELSIOR / Ernesto Muñiz

UNA VIDA MÁS LARGALa esperanza de vida ha incrementado en casi todos los países del mundo, gracias a la reducción de las tasas de mortalidad y fe-cundidad, y a otros factores como los avan-ces en tecnología médica y mejoras en los es-tándares de condiciones de vida; en México se registró un aumento acelerado a finales del siglo pasado, aunque las ganancias in-crementales son cada vez menores a través de los años.

El descenso sostenido de la mortalidad comenzó en el periodo posterior a la Revolu-ción Mexicana; esta disminución fue rápida en el periodo de 1930 a 1943, se aceleró en el de 1943 a 1960, y continuó en descenso durante los años posteriores. Según las esti-maciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), la esperanza de vida al nacer ha incrementado un 8% a lo largo de los últi-mos 30 años, pasando de 70.6 años en el año 1990 a 75.6 años en 2010.

A nivel internacional la estructura por edad de la población varía bastante según el nivel de desarrollo de un país. En Japón, Alemania, Italia y España, ya hay más perso-nas de 65 o más años que jóvenes (de 0 a 14 años); mientras que en países como Reino Unido y Canadá aún hay más jóvenes que adultos mayores, aunque este último grupo poblacional -igual que en algunos países la-tinoamericanos como Argentina y Uruguay- representa ya más del 10% de la población.

Según el censo más reciente, el 6.2% de la población mexicana tuvo 65 o más años y casi el 30% fue menor a 15 años. En muchos países como México, Kenia, Guatemala e India, que tienen poblaciones relativamente jóvenes, los adultos mayores aún represen-tan un segmento pequeño de la población, pero esta situación ya está cambiando, se-guirá cambiando y cambiará a mayor veloci-dad que en el pasado.

Según el informe de CEPAL (con base en

las proyecciones de CONAPO): “La población infantil (0 a 14 años) comenzó a decrecer a partir del año 2000 y, entre ese año y 2050, se espera que disminuya de 33.6 a 20.5 millones. Los jóvenes (15 a 24 años) iniciarán esta transición a partir de 2011: se estima que entre 2010 y 2050 este grupo pa-sará de 20.2 a 14.1 millones. Los adultos (25 a 64 años), que actualmente suman 48.2 mi-

llones, continuarán creciendo hasta la cuar-ta década del presente siglo cuando alcan-cen su máximo de 65.2 millones. El grupo de adultos mayores (65 años y más) tendrá el crecimiento más alto en la primera mitad

méxico social • agosto 2011 57

> los aDultos mayores aún representan un segmento

pequeño de la población, pero esta situación está cambiando,

y cada vez a mayor velocidad.

KeniaGuatemalaSudáfrica

IndiaMarruecosVenezuelaColombia

TurquíaPerú

MÉXICOEcuador

Costa RicaBrasilChinaChile

ArgentinaEUA

AustraliaUruguayCanadá

Reino UnidoFranciaEspaña

ItaliaAlemania

Japón

0 a 14 años 15 a 29 años 30 a 64 años 65 y más años

0% 20% 40% 60% 80% 100%

17,2005,97015,105374,5868,9498,53613,30619,1818,71332,5164,3871,16049,615260,9593,78510,05062,3164,2297585,58510,77311,5306,8938,51611,09216,903

1,074621

2,32360,276

1,7551,6232,6014,3481,7706,939

902304

13,652109,846

1,5844,277

40,5342,995

4644,803

10,29010,543

7,81912,32216,77628,709

10,224 3,75517,918

450,241 12,045 10,966 18,073 29,727 10,607

41,778 5,224 1,89480,566

644,462 7,474 16,164142,134 10,273 1,402

16,69828,64228,92323,28730,20340,29460,822

Fuente: Elaboración propia con base en información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y de UN World Population Prospects: The 2010 Revision Population Database. México, 2011

MÁS DESARROLLO, MAYOR EDADEn los países con mayor nivel de desarrollo, los adultos mayores representan

un segmento cada vez más grande de la población. Esta tendencia puede observarse en los siguientes países seleccionados (2010)

65 a 69 años

70 a 74 años

75 a 79 años

80 a 84 años

85 y más años

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20

40

60

80

100

1950

(3.4

%)

1960

(3.4

%)

1970

(3.7

%)

1990

(4.2

%)

1995

(4.4

%)

2000

(4.9

%)

2005

(5.5

%)

2010

(6.2

%)

DUPLICADOSLa siguiente gráfica muestra la cantidad de adultos mayores en el país desde los años cincuenta. Este grupo poblacional casi se ha duplicado, tras pasar de 3.4% en 1950 a 6.2% en 2010

Fuente: Estimación propia a partir de: INEGI. Censos de Población y Vivienda, 1950 - 1970, 1990, 2000 y 2010; y Conteos de Población y Vivienda, 1995 y 2005. México, 2011

la población de adultos mexicanos con 65 años y más casi se duplicó entre 1950 y 2010, tras pasar del 3.4% al 6.2% del total

de la población; y, si bien en el año 1950 el grupo de 85 y más años representó el 8%

de la población mayor, en el 2010 había incrementado al 10%

del siglo XXI. El monto actual de 5.8 millo-nes se verá cuadruplicado en 2050, cuando la población ascienda a 25.9 millones.”

Es decir, la población mexicana va en-vejeciendo a una velocidad cada vez mayor. La población de adultos mexicanos con 65 años y más casi se duplicó entre 1950 y 2010,

tras pasar del 3.4% al 6.2% del total de la población; es más, dentro de este grupo van creciendo los grupos de mayor edad: si bien en el año 1950 el grupo de 85 y más años re-presentó el 8% de la población mayor, en el 2010 había incrementado al 10%. En núme-ros absolutos éste fue un incremento de 10 veces: 703,000 personas en 2010, en com-paración con 70,000 en 1950.

Por otro lado, aunque el grupo de 65 a 69 años ha aumentado en términos absolutos (de 334 miles de personas en 1950 a 2.3 mi-llones en 2010), la proporción relativa a la población de 65 y más años se ha reducido durante el mismo periodo, al pasar del 39% al 33% de la población de adultos mayores.

AUMENTA LA DEPENDENCIAEsta situación tiene implicaciones positivas, tales como la reducción del crecimiento po-blacional, pero, por otro lado, también sig-nifica la reducción de grupos en edades pro-ductivas y el rápido aumento de las tasas de dependencia de adultos mayores en etapas avanzadas. La tasa de dependencia se trata de cuestiones económicas, pero también se pueden analizar las consecuencias de la es-tructura cambiante de la población en tér-minos de salud.

Por ejemplo, aunque la población de 85 y más representa menos del 1% de la pobla-ción total del país, es también el 7.5% de la población con discapacidad en términos de tener alguna limitación en la actividad. En

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> los aDultos mayores representan casi la mitad de la población con limitaciones para realizar actividades.

Fuente: Estimación propia a partir de: INEGI. Censos de Población y Vivienda, 2010. México, 2011

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20

30

40

50

0 a 14 años

15 a 29 años

30 a 59 años

60 a 84 años

85 y más años

LIMITADOSLa población de 85 años, pese a representar

menos del 1% de la población mexicana, presenta un alto porcentaje de limitaciones

para la actividad. Los adultos mayores representan casi la mitad del total de población

en esta condición

méxico social • agosto 2011 59

total, los adultos mayores representan casi la mitad de la población con limitación en la actividad.

Al analizar las causas principales de la mortalidad en los adultos mayores, se ve que la diabetes y las enfermedades isquémi-cas del corazón ocasionan la cuarta parte de defunciones en este grupo de edad, seguidas por la enfermedad cerebrovascular (7%); la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (6%); las enfermedades hipertensivas (3%); y la cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado (3%). Estas condiciones no trans-misibles son crónicas y pueden ser muy ca-ras para tratar, como la diabetes.

La proporción de adultos mayores está creciendo en todas las entidades federativas de la República (esta proporción difiere de los datos del Censo de INEGI, porque se tra-ta de estimaciones); y algunas de las entida-des con menor población de adultos mayo-res como Quintana Roo, Chiapas y Baja Ca-lifornia cuentan con las tasas de crecimiento más altas.

URGE PREVENIRLas enfermedades crónicas que afectan a los adultos mayores experimentarán aumentos sustanciosos en el futuro cercano, así que los sistemas de salud tienen que prepararse en términos de recursos humanos y materia-les. Según el Censo, del total de la población de adultos mayores usuarios de servicios de salud, casi la mitad pertenece a una de las instituciones de seguridad social (IMSS, ISSSTE, PEMEX, entre otras), y acude a sus unidades médicas; el 22% utiliza servicios de salud privados, y el restante, 30%, utili-za los servicios disponibles para población abierta.

Ya que el 77% de los adultos mayores usuarios de servicios de salud acuden a ins-tituciones de salud públicas, es importante analizar el consumo de recursos hospitala-rios por parte de este grupo poblacional. A nivel nacional las personas de 65 y más años representan el 13% de los egresos hospitala-rios en el sector de salud público. Al desglo-sar por institución prestadora, esta propor-ción apenas alcanza el 8% en las unidades médicas de la Secretaría de Salud (población abierta), pero es mayor para las institucio-nes de seguridad social: el 18%, 24%, 30% y 16% de los egresos hospitalarios correspon-den al grupo de edad de 65 y más años en las instalaciones de IMSS, ISSSTE, PEMEX y SEMAR, respectivamente.

Independientemente de su contribución proporcional al total de egresos, los adultos mayores suelen quedarse en el hospital por más tiempo en comparación con el resto de

0 369 12 15

Tumor maligno del estómagoTumor maligno del hígado

Tumor maligno de la próstataT.m. de tráquea, bronquios y pulmón

Desnutrición calórico protéicaNefritis y nefrosis

Infecciones respiratorias agudas bajasCirrosis y otras enf. crónicas del hígado

Enfermedades hipertensivasEnfermedad pulmonar obstructiva crónica

Enfermedad cerebrovascularEnfermedades isquémicas del corazón

Diabetes mellitus

Fuente: Estimación propia a partir de: Secretaría de Salud/Dirección General de Información en Salud. México, 2011

¿DE qUé MUEREn LOS AnCIAnOS?La diabetes y las

enfermedades isquémicas del corazón son las

causas principales de mortalidad en

personas de 65 y más años (2008)

Un PAÍS MAYORLa proporción que los adultos mayores representan respecto de la población total y la tasa de crecimiento de este grupo de edad (2011) muestran incrementos en toda la República

Fuente: Estimaciones y proyecciones del Consejo Nacional de Población, diciembre de 2002. México, 2011

Tasa de crecimiento (%)

Porcentaje del total de la población

Quintana RooChiapas

Baja CaliforniaBaja California Sur

QuerétaroTabasco

CampecheAguascalientes

Estado de MéxicoTlaxcala

GuanajuatoChihuahua

TamaulipasSonoraPuebla

CoahuilaColima

GuerreroNuevo León

SinaloaHidalgoYucatánJalisco

DurangoMichoacán

MorelosSan Luis Potosí

OaxacaZacatecas

NayaritVeracruz

Distrito Federal0246 81 01 2

la población usuaria de hospitales públicos. Con la excepción de los recién nacidos, el grupo de 65 y más años tienen el mayor promedio de días estancia en los hospitales de todas las instituciones públicas de servi-cios de salud.

Este indicador es el más alto en las uni-dades del ISSSTE y la Secretaría de Salud

(promedio de 6.4 días de estancia), situa-ción irónica, ya que la Secretaría cuenta con la menor proporción de egresos de adultos mayores, y el ISSSTE la mayor, en comparación con las otras instituciones. Les sigue el IMSS con un promedio de 6 días de estancia, SEMAR con 5.6 y PE-MEX, con 5.3.•

agosto 2011 • méxico social60

visión experta

Las enfermedades crónicas que afectan a los adultos mayores experimentarán aumentos

significativos en el futuro cercano, así que los sistemas de salud tienen que prepararse en términos de recursos

humanos y materiales

REFERENCIASi. Informe de México: El cam-bio demográfico, el enve-jecimiento y la migración internacional en México. Co-mité Especial sobre Población y Desarrollo. XXXII Periodo de Sesiones de la Comisión Econó-mica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Santo Do-mingo: Junio 2008.ii. CONAPO. Indicadores de-mográficos básicos 1990-2030. www.conapo.gob.mx. iii. Mejía Guevara, Iván. Di-námica poblacional y la de-manda de riqueza del ciclo de vida en México. La situación demográfi ca de México 2010, CONAPO 2010.iv. INEGI. Censo de Población y Vivienda, 2010.v. Dirección General de Infor-mación en Salud (DGIS). Base de datos de egresos hospitala-rios por morbilidad en Insti-tuciones Públicas, 2004-2007. [en línea]: Sistema Nacional de Información en Salud (SI-NAIS). [México]: Secretaría de Salud. http://www.sinais.salud.gob.mxvi. Dirección General de Infor-mación en Salud (DGIS). Base de datos de egresos hospitala-rios por morbilidad en Insti-tuciones Públicas, 2004-2007. [en línea]: Sistema Nacional de Información en Salud (SI-NAIS). [México]: Secretaría de Salud. <http://www.sinais.salud.gob.mx>

SE qUEDAn MÁSLos adultos mayores son el segundo grupo de población con mayor promedio de días estancia en hospitales públicos (2009), sólo por debajo de los menores de un año

Fuente: Estimación propia con base en información de la Dirección General de Información en Salud (DGIS). México, 2011

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> las personas De 65 y más años representan el 13% de los egresos hospitalarios en el sector de salud público.

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