num-40

ENTRAMADOExpresin y Anlisis

Director: Orlando Arias Sols Ao IV Morelia, Mich., Junio 2015 Num. 40Subdirector: Jaime Buenaventura Murillo Fernndez Visitanos:http://www.ocupen_su_localidad.mipropia.com

Correo Electrnico:[email protected]

TIJERILLAS DEL VERANO Jos Eduardo Aguirre

SE SOLICITA EMPLEADO PARA TIENDA MENOR DE 35 AOS, vio poeta en los empleos del peridico y sali inmediatamente hacia la direccin de la tienda. Una vez all, patrn le dijo: Nos hace mucha falta. Tenemos dos turnos. Puedo laborar medio turno, dijo poeta. Y all comenz la odisea de los rutinamientos contra el pluralismo de los abarrotes para poeta.

Feliz, esperanzado, se present en su primer da de trabajo en punto de las nueve.

-Dale una barridita a la tienda.- dijo patrn. Pues por aqu comenz la durita incertidumbre de la semana y el hacinamiento de refrescos de todas marcas, tamaos, formas, sabores, materiales de envase, pastas para sopa, gelatinas, jabones, detergentes, condones, shampoos,

kotex, paales

Cajera le pareci simptica pero slo durante los primeros dos das, el resto de la semana ya no. Enfilado en una carrera de actitudes inocuas para tratar de concebir e imaginar los vericuetos de los abarrotes, poeta pensaba qu clase de dinamismo escoger entre las tijerillas y el fro de la refrigeracin. Repentinamente, despus de juntar la basura de la calle y el estacionamiento con un recogedor defectuoso, poeta vacilaba en los hilos de polvo que tal acontecimiento podra dejar en la esttica mercantil de sus patrones. Todas las coincidencias de la compra y venta del da se volcaron en poeta como juego de colores que no alcanzaba a comprender por su novedad y que provocaban una risa espontnea en cajera, llena de esa malicia e inocencia picarona para ejercer el sentido de la feminidad en el trabajo.

Fue hasta el tercer da en que carg esas pesadas mallas metlicas de la tienda cuando supo que no durara mucho


Morelia, Mich., Junio de 2015 Pgina:http://www.ocupen_su_localidad.mipropia.com

Correo:[email protected]

2

entre las pastas, los refrescos, los chocolates, el ruedo de la pista de autos y la intensa plaga de tijerillas.

Pues por all gira poeta en los pasillos, rpido a veces, lento en otras, volcado entre la estantera de comestibles, la espalda de los refrigeradores y las cajas de cartn. Mientras que cajera, la encargada de la tienda, entiende, segn parece, de los dinamismos y los psimos gustos musicales.

En punto de las nueve poeta cargaba las rejas para trasladarlas al traspatio de la tienda sintiendo que aquel peso era menor que la tragedia de no tener una bicicleta para sus pedidos.

Alrededor de la una empleado pas un da en bicicleta frente a poeta y sin saludarlo, con el clsico aspecto de quien se siente superior por antigedad y por derecho. O por no s qu. Como uno de esos personajes que pueden semejarse a quien piensa: Qu gordo me cay este tipo! Y uno nunca sabe ni porqu. Tal vez por sta misma causa, o no, lo mand un sbado cerca de las tres, en su bicicleta, para cambiar un billete de cien pesos. Cosa que poeta nunca pudo lograr.

Aqu lo que realmente importa es la conciencia de lata y destaparse pronto, so pena de gasificarse. As que poeta caduc en una semana, no pudo lograr su rcord de tres aos pero s familiarizarse con las tijerillas del verano porque no aplast ni una sola, quiz intuyendo, que, despus de todo y a final de cuentas, le resultaran ms amenas que cajerita y empleado. Adems todo el tiempo las contempl durante siete das, decenas de tijerillas se pasearon plcidamente frente a sus ojos: las vio caminar lentamente sobre los paquetes de papas, chocolates, caer de arriba, resbalar sobre superficies polvosas, soportar la helada de los refrigeradores.

El primer da, despus de barrer, poeta fue enviado a una sucursal en donde la veterana de encargo no supo ni qu hacer con l. Finalmente lo puso a sacudir bolsas de sopa y frascos de salsas con un trapo. Cavil sobre la permanencia de las salsas, las mayonesas, le dio bastante risa interior verse en un mundo comestible tan as, tan de repente, mientras el repartidor iba y vena con su aspecto de mustio repartido a repartir. Y la encargada miraba al poeta sin saber qu hacer con l, en dnde ponerlo, si

hablarle o no hablarle, o etiquetarlo y enviarlo de regreso a la tienda mayor. El segundo da patrn lo puso a barrer otra vez; el da, justamente, en que conoci a cajera. Y los das posteriores fue empleado slo para cumplir la semana, a ver cmo, en qu, de tal o cual manera: barre, limpia los vidrios de la oficina, muvete en algo, acomoda refrescos, las modelos, las coronas, prende los refris, recoge los papeles que veas tirados

-Aqu tienes que estar haciendo algo aunque no hagas nada.- le dijo cajera.

A ver luego, una semana, cumplir para decirle patrn a poeta: Me apena mucho pero vamos a prescindir de tu empleo. Y luego ver el anuncio en el peridico: SE SOLICITA JOVEN DINAMICO MENOR DE 30 PARA TIENDA.

Dinmico?- pens. Dinmico entonces? Es que nunca fue dinmico? Habra que pensar que deba ser dinmico en qu?... Tal vez mayor habilidad para manejar la escoba con un recogedor defectuoso, mayor eficiencia en el surtido de los helados refrigeradores, mayor destreza para atender los escasos clientes que se paran por all y mayor velocidad para sacudir polvo y trizar tijerillas.

Y all va poeta en el fin de su aventura en medio de las cajas y los refrescos surtido de abandono, con su cachucha y su polvoso pantaln de mezclilla, salido como de una bolsa de fritos o mantecadas, oloroso a tienda, con manos de refrigeracin hacia la calle. Al pasar frente a cajera ella le sonre maliciosa, simptica o franca, no lo sabe, no le importa ya.

-Hasta maana.- lo despide.

-Hasta maana.- le dice l con aires de conmiseracin por los nuevos reclutas que ya estn presentes.

Al abordar su camin se mira una tijerilla en la camisa. Entonces, en el camino de regreso a casa pens en toda su semana de trabajo; en los productos y en los rostros, en la injustificada razn de su despido.

Toma la tijerilla por las pinzas y la pone en la palma de su mano, la mira caminar

-Y sin embargo, la gratitud y la paciencia del insecto estn conmigo.


Morelia, Mich., Junio de 2015 ENTRAMADOExpresin y Anlisis

Morelia, Mich., Junio de 2015 Pgina:http://www.ocupen_su_localidad.mipropia.com Correo:[email protected]

3

UN ANGEL DE ESTE MUNDO

Antonio Mendiola Meja

Conoc a Viviana Hinojosa, de casualidad en una lectura

que se llev a cabo dentro de las instalaciones de la Universidad Latina de Amrica realizada junto a un

ahuehuete y cerca de las canchas deportivas, en uno de

los encuentros de poetas del mundo latino. Recuerdo que, de entre las poetas invitadas, estaba Mara Mercedes Carranza, de Colombia , de llorada prdida para las letras;

Dolores Castro, de Mxico, que al ver el inmenso rbol,

exclam: este si tiene ms aos que yo. Y de Morelia,

el que escribe. Despus pasaron varias jovencitas de la propia universidad , tiernitas , bonitas, irradiando virginidad hasta por los poros. Sobresala de ese grupo

Viviana: menuda , chapita, cara entre rosa y rojo, timidez

que me imund de alegra y su voz que cargaba la msica

acstica del lago, del ro, el sonar de alguna cascada o simplemente el ritmo del viento. Esta impresin que cargo, rejuveneci al encontrarme ente mis cosas estos tres poemas que ahora comparto con ustedes, esperando

que este ngel del mundo siga escribiendo.

EQUILIBRIOS

Escucho el tiempo

Desdoblarse,

-es la sombra efmera

Sobre los pasillos de un atardecer-

Y entre la tarde

Espero

Un octubre azul

Que anegue mi alma




4

Y las mareas del otoo

De esperar

Se me acab el tiempo.

Un lustro y un segundo

Son slo sombras,

Sombras de una tarde

Que miro absorta.

INSOLUBLE

Soy peces,

Goteo de luna.

Un cardumen azul

A fuerza de noche

Soy peces.

Eso y nada ms;

T y mar

Soy luna,

Escurrimiento celeste

Peces de descenso hmedo

Sobre tu cuerpo.

En tu marca de golpe y contrapeso.

Una noche azul

A fuerza de las olas

Agua oscura

De tu penumbra y sueo

DESAPAREZCO

I

Soy los siglos de la oscuridad

El vientre dormido

De una mujer eterna

Soy el velo de tus manos

Inconclusas en mi sombra

II

Soy el cielo

El hechizo

Hereja oculta al misterio del tiempo

Soy tangente de la luna mujer




5

EL ADIOS

Erndira Bravo Reyes

Est sentada con la mirada perdida en el azul artificial de

la piscina, no desea nada, la sociedad es su mejor aliada. Nadie la visita, desde que l muri, las amigas poco a

poco se retiraron, los telfonos dejaron de sonar, los hijos

se fueron por diferentes caminos y ahora est esperando

de regreso al hijo ms querido.

Los lentes cubren esos bellos ojos de gata huidiza sabia

que no poda tambalearse en esos momentos, el que le hizo renegar de su maternidad, que se pregunt miles

de noches en que fall que fue lo que hizo mal, el ms

hermoso de sus hijos, el que se acomeda a todo, el que

la consolaba con slo diez aos de edad, el que cuidaba

de sus hermanos cuando las fiestas reclamaban a los dos.

El, que a los veintitrs aos lleg a la casa lleno de valenta

y la dej sin habla con los ojos a punto de salirse de las

rbitas, pues no deba creer lo que escuchaba. El, que a

los treinta aos lleg con una solicitud de adopcin para que la firmara como apoyo y testigo. El, que era arquitecto

y escultor ahora entrara a la casa despus de diez aos

de ausencia, por radicar en Europa por fin! volva!, pero

ella no quera estar triste, lo hablaron cuando le dijo que

algo en el andaba mal, le peda que se hiciera cargo de su

hijo adoptado por unos das.

Ahora que regresa no quieren salir a esperarlo, no desea

llorar, no desea tener reproches , no desea compasin.

El whisky est inspido, el hielo no entra, est vestida

para unas fiesta, eso es para ella un festn: la presencia

de l, siente los pies cansados, los brazos de plomo, el




6

cuerpo etreo: de nada sirvi el poder econmico que

tienen las influencias, el tener reservado un lugar en el

panten, jardn, uno de los ms suntuosos de la ciudad,

con su mausoleo de marfil y un bello ngel a la entrada, as

de bello como de fro y solo, no quera saber de finanzas .

Cunto tiempo tiene ah, no lo recuerda, slo sabe que

cuando el sol no est de frente a la piscina l llegar y ese

es su miedo, no guardar la compostura ante los asistentes y tal vez se escurra el rmel o el carmn se lo coma con

dulces y suaves lengetazos o tal vez al levantarse de la

silla se caiga por el efecto del whisky; piensa siempre en

los dems y que hay de ella de lo dbil que es esa madre

que siempre cuid de l, que intervino ante el padre para

que lo dejara estudiar arquitectura y rompiera la herencia

de doctores, fue escultor y materializa la idea de hace un

busto de la esfinge del padre que luce en el jardn posterior.

Que har con las docenas de esculturas que cada da festivo

le manda como regalo, estn en su cuarto alrededor de la

cama en la esquina, en el tocador, en el buro, en la repisa: en el cajn no hay espacio para una ms, ella siempre est

a su lado felicitndolo.

Piensa cuantas veces en la cenas de Navidad dijo.- A todos mis hijos los quiero igual-ay las madres! Como

mienten siempre por amor. Tantas veces les enga que un embuste ms no es mucho.

El desea un automvil, y como cualquier joven inquieto trabaja para llenar una alcanca y tener su carro viejo

y poco a poco remodelarlo hasta ser la envidia de los

vecinos. Ella recuerda el primer regalo, un joven que se lo procur con sus ahorros, el, que en la escuela era el ms

participativo, por esas cosas tan simples, las madres son




7

cmplices, como se pueden resumir 35 aos de la vida

de l, el amado hijo, que vuelve con la frente en alto y una cadena de triunfos? Qu es lo prudente hacer?.

Sigue ah con los lentes en la cara, la copa a un lado, los pies

estticos y los suspiros recorriendo su cuerpo, los labios

temblorosos y entreabiertos esperando hablar, no sabe

qu va a decir, cmo iniciar el discurso de bienvenida?,

ha estado ah por tres, seis o nueve horas, no lo recuerda,

s tiene presente que los lentes eran para protegerse del sol y el whisky tenia hielos y el sol estaba en el cenit, la

tarde ha cerrado y sin permiso las estrellas ya pintaron el

firmamento . Ella siempre asegura no tener suerte para

el amor, el padre de sus hijos ha muerto y esto lo siente

como una abandono del ser que le prodiga amor, los hijos

empresarios no tienen el tiempo para darle cario a ella. El hermoso retoo viene a quedarse, se pregunta, esto

es la sociedad, el poder realizar monlogos, repasarlos y

corregirlos sin que nadie se entere de tus errores y aciertos,

sin que nadie te perdone y perdones a nadie, sin echar

culpas y reconocer mentiras de l. Sin sonidos de voces, sin altaneras, sin burlas o dobles sentidos y sarcasmos,

como una moneda que cae en el agua y vuelves a saber

de ella, si, eso es la soledad, y nadie la quera por sola

Abuelita! Abuelita!, se escucha una voz de un nio

que irrumpe en el jardn, con esos pasos que parecen indecisos, y en realidad son de un enano que la abraza y

con agitada voz le dice: -me voy a quedar contigo para

cuidarte!, es la indicacin de mi pap.

Seguido de un hombre alto, buen mozo con impecable

traje negro que amablemente la saluda y dice: el fretro

est en la funeraria. EL HA LLEGADO.


8

ESPIRITU SANTO EN UKASNASTAKUA, TZINTZUNTZAN

MOVIBLE EN MAYO Y JUNIO

Esta comunidad es conocida en espaol como espritu, por lo que la fiesta del espritu santo, su patrono, es la ms

importante. Esta fiesta comienza desde el 30 de mayo con

la entrada de la banda, la flor y la cera.

El da 31 de mayo muy temprano se realiza un almuerzo

familiar y cerca del medioda se encaminan hacia la

bajada, que es el acceso a la comunidad donde se recibe a las autoridades religiosas como el arzobispo, quien ha

asistido a la celebracin. La comitiva lleva banderines y se compone por mujeres, que marchan primero, luego

van los nios que harn la primera comunin, seguidos

por las muchachas que van flanqueando a los clrigos,

despus bajan los seores y al final la banda. Las mujeres

van vestidas de gala, mientras que los hombres visten

de diario, con pantalones de mezclilla, los nios visten

elegantemente con ropa no tradicional.

La comitiva llega al atrio, lugar en que se celebra la misa ya que el templo es muy pequeo. El portal del atrio es

decorado con redes adornadas con figuras de chuspata.

Asisten casi todos los habitantes de la comunidad, aunque

radiquen en otro lugar y tambin llegan muchos invitados.

Las ofrendas consisten en frutas y pan que se ponen en

grandes bateas, as como platos laqueados, dinero, hostias

y vino de consagrar.

Al arzobispo le ponen cuelgas hechas de lazo y adornadas

con petates de chuspata en miniatura . Terminada la misa

hay una pequea procesin con el corpus en el atrio del

templo y despus se presentan los cuatro, que son

escenas de bailes y danzas tradicionales como la danza

del pescado, la danza de las mariposas y la de los viejitos,

ejecutadas por grupos provenientes del pueblo de Ichupio.

Por la noche se quema el castillo y hay baile. Hay dos

comisiones por cada barrio encargadas de pagar la banda y el castillo y una comisin que patrocina los toros al da

siguiente. A estas actividades nicamente asiste la gente de la comunidad ya que la mayora de los visitantes se han

marchado despus de la comida.

num-40

Documents

Transcript of num-40