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NUEVA REVISTA DE FILOLOGÍA HISPÁNICA TOMO XLVI 1998 NÚM. 1 LA ACOMODACIÓN FONÉTICA D E L OS NAHT TLISMOS AL ESPAÑOL 1 En la conferencia a. ^ertura del III Congreso Internacional de El español de América, celebrado en Valladolid en 1989, R. Lapesa advertía que no se había tratado el estudio de la fonéti- ca histórica de los distintos indigenismos de cada procedencia; hablaba, concretamente, de la necesidad de "analizar acomo- daciones de un sistema fonológico a otro" 1 . Con la intención de elaborar el estudio sugerido por él, en este artículo tratamos de analizar las acomodaciones fonéticas de las palabras del náhuatl en su paso al español como préstamos 2 . Para esta investigación nos basaremos en los nahuatlismos que aparecen como entrada en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Aunque, sin duda, se trata de un corpus hete- rogéneo en muchos aspectos, el tesoro académico ha ido incor- porando en sus sucesivas ediciones los préstamos nahuas y, en su edición vigente, registra un número de lemas suficiente- mente representativo para estudiar los procesos generales de acomodación del sistema fonológico de esta lengua indígena al sistema español 3 . 1 ACIEA(3), pp. 18-19. 2 Véanse, al respecto, C. MARDEN, "Cambios fonéticos en palabras de ori- gen náhuatl", El español de Méjico, los Estados Unidos y la América Central, Uni- versidad, Buenos Aires, 1938, pp. 159-187; M . ALVAR, Americanismos en la "Historia" de Bernal Díaz del Castillo, Revista de Filología Española, Madrid, 1970, pp. 33-37, quien sintetizó los fenómenos fonéticos más destacados de introducción de los nahuatlismos; yj. J . C H A M P I O N , "Nahuatlisms in Mexican Spanish and classical náhuatl noun morphology", Romanitas: Studies in Romance Linguistics, ed. E. Pulgram, University of Michigan Press, Ann Arbor, 1984, pp. 35-47. 3 Cf. E. HERNÁNDEZ, "Las entradas de origen nahua del Diccionario de la Academia (21 a ed. en CD-ROM)", EAc, 64 (1995). NRFH, XLVI (1998), núm. 1, 1-21

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N U E V A R E V I S T A DE FILOLOGÍA HISPÁNICA T O M O X L V I 1998 NÚM. 1

L A A C O M O D A C I Ó N F O N É T I C A D E L O S N A H T T L I S M O S A L E S P A Ñ O L 1

E n la conferencia a . ^ e r t u r a del III Congreso Internacional de E l español de América, celebrado en Val lado l id en 1989, R. Lapesa advertía que no se había tratado el estudio de la fonéti­ca histórica de los distintos indigenismos de cada procedencia; hablaba, concretamente, de la necesidad de "analizar acomo­daciones de u n sistema fonológico a otro" 1 . C o n la intención de elaborar el estudio sugerido por él, en este artículo tratamos de analizar las acomodaciones fonéticas de las palabras del náhuatl en su paso al español como préstamos 2.

Para esta investigación nos basaremos en los nahuatlismos que aparecen como entrada en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). A u n q u e , sin duda, se trata de u n corpus hete­rogéneo en muchos aspectos, el tesoro académico ha ido incor­porando en sus sucesivas ediciones los préstamos nahuas y, en su edición vigente, registra u n número de lemas suficiente­mente representativo para estudiar los procesos generales de acomodación del sistema fonológico de esta lengua indígena al sistema español 3.

1 ACIEA(3), pp . 18-19. 2 Véanse, al respecto, C. M A R D E N , "Cambios fonéticos en palabras de o r i ­

gen náhuatl", El español de Méjico, los Estados Unidos y la América Central, U n i ­vers idad, Buenos Aires , 1938, pp . 159-187; M . A L V A R , Americanismos en la "Historia" de Bernal Díaz del Castillo, Revista de Filología Española, M a d r i d , 1970, p p . 33-37, q u i e n sintetizó los fenómenos fonéticos más destacados de introducción de los nahuatl ismos; y j . J . C H A M P I O N , "Nahuat l isms i n M e x i c a n Span ish a n d classical náhuatl n o u n morpho logy" , Romanitas: Studies in Romance Linguistics, ed. E . P u l g r a m , University of M i c h i g a n Press, A n n A r b o r , 1984, p p . 35-47.

3 Cf . E . H E R N Á N D E Z , "Las entradas de or igen n a h u a d e l Diccionario de la Academia (21 a ed. en C D - R O M ) " , EAc, 64 (1995).

NRFH, X L V I (1998), núm. 1, 1-21

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2 ESTHER HERNÁNDEZ NRFH, X L V I

1. LA ALFABETIZACIÓN D E L NÁHUATL

Los misioneros españoles del siglo xvi fueron los que por vez pr imera d i e ron forma escrita a los sonidos de la lengua de los nahuas ya que, como es sabido, su escritura no era foné­tica, sino figurativa4. A ellos correspondió describir y normal i ­zar su sistema fonológico y, para asignar símbolos gráficos a los sonidos nahuas, emplearon las convenciones gráficas del alfa­beto español del momento.

L a fonética histórica del náhuatl se basa entonces en el estu­dio de los sonidos tal como los escribieron los misioneros. Este punto de partida entraña dos dificultades: la ortografía del español a mediados del siglo xvi no era estable n i económica y algunos sonidos nahuas no existían en español o se producían en entornos diferentes.

Pese a ello, la labor de los misioneros fue decisiva porque, gracias a esa alfabetización5, el náhuatl es u n a de las lenguas indígenas que más textos coloniales conserva 6 . Además, dispo­nemos de u n a serie de obras propiamente lingüísticas (artes, vocabularios, doctrinas) que describen la gramática de esta len­gua y recopi lan su léxico 7 . Los textos nahuas fueron escritos alfabéticamente en los años inmediatamente posteriores a la Conquista. E n ellos, los misioneros tomaron como referencia el alfabeto latino para asignar a lo que l lamaban cada "voz" (fo­nema) su "letra" (grafema) correspondiente. E n general, hubo acuerdo entre ellos en la elección de grafemas para represen-

4 Véanse H . J . P R E M , "Aztec h ierog lyphic wr i t ing systems: Possibilities a n d l imits" , Verhandlungen des XXXVIII Internationalen Amerikanistenko?igresses, Stutt-gart-München, 1968, Deutschland K Renner , München, 1969, t. 2, pp . 159-165; C E . D I B B L E , " W r i t i n g i n Centra l México", Handbook of Middk American Indians, Texas Univers i ty Press, A u s t i n , 1971, t. 10, pp . 322-332; y j . G A L A R Z A , Estudios de escritura indígena tradicional azteca-náhuatl, A r c h i v o G e n e r a l de l a Nación, México , 1979.

5 Véase E . D Í A Z R U B I O y j . B U S T A M A N T E G A R C Í A , " L a alfabetización de la l en ­gua náhuatl", Historiografía Lingüística, 11 (1984), 189-211.

6 A . H E R N Á N D E Z D E L E Ó N - P O R T I L L A , Tepuztlahcuilolli. Impresos en náhuatl. Historia y bibliografía, U N A M , México, 1988.

7 Concre tamente existen dieciséis gramáticas que registran los fenóme­nos fonéticos d e l náhuatl; éstas se redactaron entre 1547 (fecha de l a p r i ­m e r a , e l Arte de Oírnos), hasta 1645, l a cons iderada más perfecta, el Arte de C a r o c h i ; véase J . L . SUÁREZ R O C A , " E l estudio d e l náhuatl e n la América colo­n i a l española", Estudios de lengua y cultura amerindias I, e d . J . Calvo Pérez, U n i ­vers idad, V a l e n c i a , 1994, p. 201.

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NRFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA DE LOS N A H U A T L I S M O S 3

tar los sonidos, sin que hubiera una autoridad, una decisión normativa, aunque en ocasiones se detecta falta de uniformidad en el uso de las letras, no sólo entre los distintos autores, sino incluso en el cuerpo de una misma obra. A esta falta de resolu­ción inic ia l contribuyó la variedad misma de la lengua mexica­na, es decir, las diferencias existentes entre sus dialectos 8 .

2 . L A F O N O L O G Í A D E L N Á H U A T L

Para estudiar históricamente el proceso de adaptación de las palabras que el español toma prestadas del náhuatl hay que empezar por conocer los sonidos de este id ioma y los cambios que han sufrido hasta la fecha.

E l español y el náhuatl están en una situación de contacto desde el siglo xvi y, en el estudio de las vías de adopción de las palabras del náhuatl en el español 9, es muy importante tener en cuenta que, según h a demostrado Lastra en sus trabajos sobre dialectología de la lengua náhuatl, "en general, la estructura de la lengua no ha cambiado mucho desde el siglo xvi. L a fonolo­gía es prácticamente la m i s m a " 1 0 .

E n este sentido, sabemos que el náhuatl tiene veintitrés fonemas: ocho vocálicos (a, a:, e, e:, i , i : , o, o:) y quince conso­nanticos (p, t, k, k w , h , X, s, c. s, s, m, n , 1, w, y ) 1 1 .

Cuadro fonémico de las vocales nahuas

i i : e e: o o:

a a:

8 Y a los misioneros, e n cuyas obras se ref ieren a los dialectos d e l náhuatl, adv i r t i eron l a variación entre las distintas regiones (cf. e l aviso 2 d e l prólo­go de FRAY A . D E M O L I N A , Vocabulario en lengua castellana y mexicana y mexicana y castellana, Porrúa, México , 1977).

9 U n estudio de i n f l u e n c i a d e l castellano e n el náhuatl es e l de F. K A R T -T U N E N y j . L O C K A R T , Náhuatl in the middle years. Language contact phenomena in texts of the Colonial period, Univers i ty o f C a l i f o r n i a Press, Berkeley, 1976. Véa­se también S . N E W M A N , "Classical náhuatl", Handbook of Middle American Indians, 1967, t. 5, pp . 179-199.

1 0 Y . L A S T R A D E SUÁREZ, El náhuatl de Tezcoco en la actualidad, U N A M , Méxi­co, 1980, p. 6; véase también su estudio Las áreas dialectales del náhuatl moder­no, U N A M , México , 1986.

1 1 J . R I C H A R D A N D R E W S , Introduction to classical náhuatl, Texas Univers i ty Press, A u s t i n - L o n d o n , 1975, p. 3.

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4 ESTHER HERNÁNDEZ

Cuadro fonémico de las consonantes nahuas

NRFH, X L V T

t s s 11

k w

X

1 w

3 . E L S I S T E M A G R Á F I C O D E L N Á H U A T L

C o m o hemos señalado, el análisis del sistema gráfico del ná­huatl ha de realizarse bajo el prisma de la ortografía castellana del siglo xvi, con sus actualizaciones hasta nuestros días.

E n el vocalismo son destacables las carencias de la ortogra­fía española para transcribir la cantidad vocálica; a pesar de que ésta funciona como rasgo distintivo en la fonología nahua, ra­ramente fue marcada en los textos antiguos. Así, palabras que se distinguen por su cantidad vocálica (achtli ' semilla ' frente a axhtli 'hermano' ) se escribieron del mismo modo. Es decir, los ocho fonemas vocálicos se reflejaron ajustados al sistema vocá­lico del español, ignorando la función distintiva de la cant idad 1 2 .

Por otro lado, en náhuatl, el sonido [u] es u n alófono del fonema / o / y, al no existir / u / como fonema, se produce una falta de correspondencia entre el sistema del náhuatl y del cas­tellano, lo que explica la variedad ortográfica de los textos, que presentan palabras escritas indistintamente con los grafemas o y u del castellano (atolli, atulli)13.

1 2 Los jesuítas A N T O N I O D E L R I N C Ó N , Arte mexicana (1595), ed . E d m u n d o Aviña Levy, Guadalajara, 1967 y H O R A C I O C A R O C H I , Arte de la lengua mexicana con la declaración de los adverbios della (1645), ed . facs. e i n t r o d . de M . León-P o r t i l l a , U N A M , México, 1983, m e n c i o n a r o n la d i ferenc ia entre vocales lar­gas y breves. S i n embargo, no lo h i c i e r o n los franciscanos M o l i n a y O l m o s , los p r imeros en usar e l alfabeto español para transcr ib ir e l náhuatl. N o dis­t i n g u i e r o n las vocales largas de las breves n i en el p r i m e r texto impreso, de 1547, l a Doctrina de A . D E M O L I N A ( r eproduc ida e n García Icazbalceta, Có­dice franciscano, México, 1889, re impresa e n N e n d e l n , L i ch tens te in , 1971, p p . 34-62); n i e n la p r i m e r a gramática d e l náhuatl de FRAY A N D R É S D E O L M O S , Arte de la lengua mexicana (1547), eds. A . y M . León-Portilla, C u l t u r a Hispá­n i ca , M a d r i d , 1993. Sobre la cant idad vocálica o consonant ica , véanse W . B A R R E T , " T h e p h o n e m i c interpretat ion o f «accent» i n father R i n c o n ' s Arte mexicana , GLing, 2 (1956), 22-28; y W . B R I G H T , "«Accent» i n classical aztec", IJAL, 26 (1960), 66-68.

1 3 Cf . H . S E I L E R y G . Z I M M E R M A N N , "Studies i n the p h o n o l o g y a n d mor -

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NRFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA D E LOS N A H U A T L I S M O S

E n cuanto al consonantismo, las grafías castellanas sirvieron para representar los sonidos del náhuatl y, salvo los detalles que vamos a tratar a continuación, en general, el alfabeto latino se ade­cuó sin muchas dificultades al náhuatl, sobre todo porque esta lengua tiene menos elementos fónicos que la castellana 1 4 .

Las oclusivas se transcribieron igual que sus equivalentes castellanas: la bilabial / p / y la alveolar / 1 / se reflejaron con las grafías p y t; la velar / k / se escribió c ante las vocales a, o en posi­ción inic ia l y final y, si la precedían las vocales e, ¿, se utilizó el dígrafo qu.

E l fonema labiovelar / k w / > desconocido para el castellano, se transcribió cu en posición inic ia l , mientras que en posición final se escribió uc.

E n el modo de las fricativas, hay que señalar que n i el cierre glotal / ? / l lamado "saltil lo", n i la glotal / h / , fueron sistemáti­camente transcritos en los textos n i en las gramáticas colonia­les 1 5 . E l saltillo prácticamente fue ignorado y el sonido glotal fue representado por algunos autores con la grafía h16.

L a falta de orden en que se hallaba el sistema gráfico del español, y muy particularmente las grafías de las sibilantes, afec­tó a la representación de las sibilantes nahuas. Así, la fricativa alveodental / s / podemos encontrarla transcrita con las grafías c, f, z, s; normalmente se transcribió c, Q ante las vocales e, i y z en final de palabra o acompañada de a, o. Para la fricativa pala­tal / $ / se utilizó x en posición inic ia l y, en posición implosiva, se usó -s, además de -x.

Respecto a las africadas, la alveodental / s / se escribió con el dígrafo fe, pero también podemos hallar textos en los que se

pho logy o f classical náhuatl I: O r t o g r a p h i c var iat ion o / u , its p h o n o l o g i c a l a n d m o r p h o l o g i c a l impl i cat ions" , IJAL, 28 (1962), 243-250.

1 4 T a n t o O l m o s c omo M o l i n a ref ieren que e l náhuatl carece de varias "letras": b, d, f, g, r, s, v ( consonante) , j, 11, ñ, e y griega. Cf . Arte, cap. 6, p p . 173-178 y el pról. d e l Vocabulario de A . D E M O L I N A , así c omo los pr imeros folios de su Arte de la lengua mexicana-y castellana (1571), C u l t u r a Hispánica, M a d r i d , 1945.

1 5 " E l n a h u a común introdu jo algunas modi f i cac iones al cuadro fónico de l i d i oma . L a mayoría de los hablantes sustituyó el sonido ? p o r e l sonido W (J. A . H A S L E R , Étimos latinos, griegos y nahuas, U n i v e r s i d a d Veracruzana , X a l a -pa , 1964, § 7, p. 129; en § 12, a f i rma que l a "mayoría de los dialectos tiene e l f o n e m a h, que responde a l ? empleado e n algunas comunidades " ) .

1 6 Véanse A . D E O L M O S , op. cit, pp . 175-176; J . R . A N D R E W S , op. cit, p. 5; y B . L . W H O R F , " P i t c h tone a n d the «saltillo» i n m o d e r a a n d anc ient náhuatl", IJAL, 59 (1993), 165-223.

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6 ESTHER HERNÁNDEZ NJRFH, X L V I

representa con las grafías más raras de tg, te y ts; la palatal / c / se escribió con ch ante vocal y, a veces, se empleó s en implosi ­va. Para el fonema dentoalveolar lateral /X/, sin equivalente en el español, se utilizó desde el pr incipio y de manera unánime el dígrafo ti17.

N o presentan dificultad los fonemas nasales, puesto que tan­to la bilabial / m / , como la alveolar / n / , se representaron con las grafías castellanas my n. S in embargo, algunas de sus parti ­cularidades fónicas sí influyen en los nahuatlismos y habremos de tener en cuenta que, en náhuatl, el sonido [m] nunca se da en final de palabra, así como que / n / seguido de las velares / k / , / k w / velariza y en final de palabra no es muy estable y sue­le perderse nasalizando la vocal s iguiente 1 8 .

Asimismo, el entorno fonético en que tienen lugar las sono-rantes orales / l , w, y / es pertinente en la penetración de los aztequismos. L a / l / es sonora cuando abre sílaba interior (no se da en inic ia l de palabra) y sorda ante consonante o en posi­ción final.

E n cuanto a la / w / , es sonora al inic iar la sílaba y sorda ante consonante y en posición final; podemos encontrarla escrita co­mo hu, u, o, v, uh19. E n la combinación / o w a / frecuentemente la / w / no se escribe.

L a semiconsonante / y / , siempre sonora, se representó con y, i; pero, ocasionalmente, la intervocálica se relaja, y de ahí que, en la combinación iya, no se escriba (ia). N o se da en final de sílaba.

4. LOS P R É S T A M O S N A H U A S E N E L E S P A Ñ O L

Los neologismos nahuas entraron en el español de los con­quistadores 2 0 , en la lengua de los cronistas y en todo tipo de

1 7 Véase J . M . L O P E B L A N C H , " L a in f luenc ia d e l sustrato e n l a fonética d e l español de México" , Estudios sobre el español de México, U N A M , México, 1972, p p . 93-107.

1 8 Véase F . K A R T T U N E N y j . L O C K A R T , "Náhuatl nasals", L I , 7 (1976), p. 2. 1 9 M u y interesante resulta la d i ferenc ia advert ida p o r los autores colo­

niales entre los hombres y las mujeres aztecas: sólo éstas p r o n u n c i a n / w / c o m o consonante, s imilar a sonido [b] castellano (A. D E O L M O S , op. cii, p. 175 y e l Arte de A . D E M O L I N A , f. 1).

2 0 J . M . E N G U I T A U T R I L L A , "Voces amer indias en las Relaciones de Hernán Cortés", REE, 72 (1992), 379-398.

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NBFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA DE LOS N A H U A T L I S M O S

documentos de la época, incluso en las primeras obras lingüís­ticas 2 1 . A lo largo de los siglos la influencia del náhuatl se ha dejado sentir en el español, así como en otras lenguas, y los más difundidos (chocolate, tomate) datan del siglo en que tuvo lugar el pr imer contacto entre la lengua indígena y la castellana. Naturalmente, su inf luencia es más patente en la región me-soamericana (donde aún subsiste u n millón de hablantes de náhuatl), si b ien se reduce al ámbito lingüístico del léxico 2 2 .

E n cuanto a su registro en los diccionarios, comprobamos que, desde el inic io , la lexicografía española se ha ocupado de estas voces 2 3 . Por su parte, el DRAE, aunque nunca con u n criterio un i ­forme, ha registrado con mayor o menor inc idencia los présta­mos indígenas 2 4 .

Dejando ahora de lado la cuestión de la vitalidad actual de los nahuatlismos registrados por el DRAE25, examinaremos có­mo se han adaptado fonéticamente estas palabras en el español. N o tenemos en cuenta, por tanto, que haya variantes formales de cada una o que las variantes que registra la Academia sean las

2 1 Véanse M . A L V A R , op. cit; P . B O Y D - B O W M A N , Léxico hispanoamericano del siglo xvi, Tamesis, L o n d o n , 1 9 7 1 ; C. C O M P A N Y C O M P A N Y , Documentos lingüísticos de la Nueva España. Altiplano Central, U N A M , México, 1 9 9 4 , y E . H E R N Á N D E Z , Vocabulario en lengua castellana y mexicana de fray Alonso de Molina. Estudio de los indigenismos léxicos y registro de las voces españolas internas, C S I C , M a d r i d , 1 9 9 6 .

2 2 Se h a n apuntado otras inf luencias , aunque mínimas: J . M . L O P E B L A N C H , El léxico indígena en el español de México, E l Co leg io de México , Méxi­co, 1 9 6 9 , pp . 1 2 - 1 3 .

2 3 E l Tesoro de Covarrubias registró voces como acaly nopal, mientras que Dice. Aut. recogía aguacate y copal, entre otras. Véanse J . M . L O P E B L A N C H , "Los indoamer i can ismos e n e l Tesoro de Covarrubias" , NRFH, 2 6 ( 1 9 7 7 ) , 2 9 6 - 3 1 5 y A . M A L A R E T , " L O S americanismos en el Diccionario de Autoridades", UnivPB, 5 0 ( 1 9 4 7 ) , 1 5 0 - 1 6 7 .

2 4 Véanse M . A L V A R , " L a recepción de americanismos en los d icc ionarios generales de l a l engua" , ACIEA(l), pp . 2 1 5 - 2 1 8 ; M . S E C O , " E l léxico h ispano­americano e n los diccionarios de la Real A c a d e m i a Española", BAE, 1 8 ( 1 9 8 8 ) , 8 5 - 8 9 ; y G . H A E N S C H , " L a lexicografía d e l español de América", Encuentro In­ternacional sobre el español de América. Presencia y destino. El español de América ha­cia el siglo xxi, Instituto C a r o y Cuervo , Bogotá, 1 9 9 1 - 1 9 9 2 , p p . 5 1 - 6 6 .

2 5 L o s d icc ionar ios reúnen gran cant idad de términos indígenas que no representan su uso rea l en l a lengua . D e ahí e l trabajo que llevó a c a b o j . M . L O P E B L A N C H (El léxico indígena en el español de México) para estudiar e l uso de los ind igenismos e n el español de l a c i u d a d de México, par t i endo de los tér­minos reunidos e n e l d i c c i onar io de aztequismos de C. R Ó B E L O , Diccionario de aztequismos, o sea, catálogo de las palabras del idioma náhuatl, azteca o mexica­no, introducidas al idioma castellano bajo diversas formas, I m p r e n t a d e l A u t o r , Cuernavaca , 1 9 0 4 .

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más representativas. Tampoco consideramos su difusión geo­gráfica actual n i hechos relativos al momento en que los nahua-tlismos penetraron en el español, es decir su historia en nuestra l engua 2 6 . Interpretamos, entonces, las palabras de las entradas del DRAE, su forma fonética, como u n estado de lengua "ideal" separado de las coordenadas del tiempo y el espacio.

L a mayoría de los nahuatlismos más usuales o extendidos de­rivan del absolutivo singular del náhuatl clásico y veremos que han seguido modelos regulares de cambio al ser adaptados al sis­tema fonético español, que absorbe los préstamos de palabras nahuas imponiendo , en general, sus criterios fonéticos. Desde el punto de vista semántico, estos términos se restringen a la flo­r a y la fauna, la bebida y la comida, y los utensilios domésticos.

5. F E N Ó M E N O S F O N É T I C O S : D E L N Á H U A T L A L E S P A Ñ O L

5.1. Las vocales21

E n el vocalismo sobresalen tres modificaciones en el paso al es­pañol de las palabras nahuas. E l más destacable es el del cam­bio vocálico de i > e, pero además se percibe cierta regularidad en otros cambios vocálicos. Respecto a la cuestión de la varia­ción ortográfica de o y u, comprobamos que hay una tendencia a la incorporación de los préstamos con la vocal de timbre más abierto.

5.1.1. Cambio i > e. L a i del náhuatl, larga o breve, se incorpora al sistema español normalmente como z 2 8 , pero se produce el cambio de i a e cuando está cerrada por consonante o en final de pa labra 2 9 . Así, en su posición final de sílaba tónica o pretó-

2 6 Información p o r m e n o r i z a d a sobre las palabras procedentes de l náhuatl, variantes, semántica, o distribución, se encuentra en F. J . DE S A N ­TAMARÍA., Diccionario de mejicanismos, Porrúa, México , 1 9 5 9 .

2 7 Véase J . J . C H A M P I O N , "Náhuatl borrowings a n d Spanish phonology : Vowels" , RNo, 2 6 ( 1 9 8 5 ) , 7 4 - 7 8 .

2 8 Según señalaj. J . C H A M P I O N (p. 7 6 ) , en contra de la opinión de I . D Á V I -L A G A R I B I , q u i e n af irmaba en su discurso de recepción en l a A c a d e m i a M e x i ­cana que, a l igual que d e l latín a l castellano, l a i breve n a h u a pasaba a l castellano como e (Algunas analogías fonéticas entre el romanceamiento castellano de voces latinas y la castellanización de vocablos nahuas, C u l t u r a , México, 1 9 5 4 ) .

2 9 E l l o estaría favorecido porque en náhuatl, según señala H A S L E R , " l a vo­cal alta cerrada ¿se hace alta abierta i ( con m a r c a de breve abajo) cuando se

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NRFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA DE L O S N A H U A T L I S M O S

nica, la i cambia su timbre a e cuando está trabada por conso­nante africada: o) itzcuintli > escuincle; b) / i c / : ichcatl + huip i l l i > escaupil, ichcaxocotl > escajocote; c) /iX/: caxitl > caje­te, x i u h q u i l i t l > jiquilete. De igual forma, cuando está cerrada por l a fricativa / i s / hal lamos el caso de izqui t l > esquite. L a única excepción se da en palabras con el sufijo -liztli, donde se mantiene la i : tlacomiztle > cacomiztle, cocol iztli > cocoliste, t ianquiztl i > tianguis; tampoco se produce el cambio si la i está precedida de / w / : huistle, güisquil (véase 5.2.10). Por último, es esporádico el cambio que se atestigua en posición i n ' d a l tónica en ciuatl > cegua, frente a otros préstamos derivados del mismo morfema (ciguapate, ciguanaba).

C o m o es natural , el español en posición final prefiere e en vez de i : tapachtli + c h i c h i > tapachiche; atl + ch i ch inqui> achi­chinque. Hay, además, numerosos ejemplos de aztequismos en los que - i , no estando en pr inc ipio en posición final, pasa a -e, al quedar en esa situación por modificación de las consonantes finales (véase 5.2.2), en especial por el cambio de las termina­ciones -tliy -ti (véase 5.2.3).

5.1.2. Otros cambios vocálicos. Vemos que la ees inestable y, aun­que normalmente se mantiene, a veces cambia a i : cmtzunt l i > sinsonte; n ex tl i + tamalli > nixtamal. Además, se produce asimi­lación de e al timbre de la vocal de la sílaba siguiente: e > o (ayecotli > ay ocote, tecomatl > toe órnate); e > a (epatzotl > opa-sote) .

Sin embargo, la a es propensa al fenómeno opuesto, la disi­milación, pasando al español como e en las secuencias de síla­bas con a a a: tapalcaú > tepalc&te, camahuac > camagüe, cacahuatl > cacahuete.

Por otro lado, la vocal seguida del fonema / k w / (en la escri­tura cu) a menudo cambia a o: cua> co (cuauitl + p i n o l l i > copi-nol ) ; cue > co (cuezcomatl > coscomate); cui > co (acuitzil l i > acocil, tletl + ocuüin > tecol) otros casos en 5.2.2. S in embargo, en nahuatlismos poco adaptados hallamos conservada la i : tepetl + i tzcuintl i > tepezcuinte o tepezcuintle, i tzcuintl i > escuincle, cuitlatl > cuita, tzitzicuüotl > chichicuüote.

encuentra e n posición final de palabra. P o r su cercanía c o n e l p u n t o de ar­ticulación de l a e, sucede frecuentemente que personas poco entrenadas fo­néticamente, c o n f u n d a n u n a i (abierta) c on u n a -e (op. ext., § 23, p. 132).

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10 ESTHER HERNÁNDEZ NRFH, X L V I

L a vocal i + a, o 3 0 , se pierde en contacto con otro sonido palatal como ella / c / : chiancaca > chancaca. E n los casos de machio ti > machote, a c h i o t e ti > achote, hay, además, u n fone­m a intervocálico / y / apenas perceptible (véase 3).

Por último, en las terminaciones consonanticas que el espa­ñol no acepta se añade u n a e de apoyo: c, ch: c e lk > cele que, xococ > jocoque, mapac/i > mapac/^. L a e paragógica se intro­duce especialmente como fenómeno secundario, tras el cambio de las terminaciones -tli (véase 5.2.3) y -lli (5.2.9).

5.1.3. La variación o /u . E n la transcripción del náhuatl 3 1, hay que tener presente que las sílabas que se escribieron con el gra-fema u pueden proceder b ien de / w / , b ien de / o / ; aparte de que también cu equivalga a / k w / -

E n cuanto a las sílabas con u que representan el fonema náhuatl / o / 3 2 , comprobamos que el español prefiere la varian­te más abierta en la incorporación de los nahuatlismos: hay más palabras que se introducen con o: amwlli > amolé, attdli > atole, chilmtáli > chumóle, tlalaytdii > talayote, centztmtli > cenzontle, mtdcaxitl > molcajete. Contrariamente, en los préstamos que se incorporan al castellano con u, habiendo sido transcritos pre­ferentemente en náhuatl con o, comprobamos que lo regular es que cambien o > u los que están en contacto con consonante velar: coyametl > ctíyamel, cocoliztli + m i q u i > culcumeque. Se incluirían en este grupo los derivados de coatí (> ct¿ate) que también pasan al español con u: canauhtl i + coatí > canactate, coatequil > ct¿atequil, centl i + coatí > cenci¿ate.

5.2. Las consonantes

5.2.1. /k/. E l castellano representa el fonema náhuatl / k / con la ortografía del correspondiente fonema castellano, pero se dan casos de sonorización al pasar al español: en inic ia l (calpu-

3 0 H a y que tener presente que e l náhuatl n o f o r m a diptongos, ya que cada vocal constituye u n a sílaba, de m a n e r a que su estructura silábica es: a) vocal , b) consonante + vocal , c) vocal + consonante, d) consonante + vocal + consonante (J. R. A N D R E W S , op. cit, p. 8 ) .

3 1 Véase A . D E M O L I N A , Vocabulario, aviso v i i d e l pró logo de l a P r i m e r a parte.

3 2 Sobre los alófonos de / o / , J . R. A N D R E W S , op. cit, pp . 4-5.

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NRFH, X L V Í A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA D E L O S N A H U A T L I S M O S 11

l l i > galpón, coatí > caíate) o en medio de la palabra (tian^tdliz-tli > t ianguis ) 3 3 .

E n náhuatl, / - k / puede hacerse fricativa y evolucionar has­ta una aspiración 3 4. Esta particularidad fonética explicaría que, en la adaptación al castellano, en posición final se pierda la c: camahuac > camagua, ch i l l i + tecpintli > chiltepe, ictzotl > izo­te. C o m o excepción, tenemos el caso de la palabra icpall i > equipa! que, en lugar de perderla, desarrolla u n a vocal de apo­yo i (ésta, a su vez, por disimilación cambia la in ic ia l i > e).

E n posición final absoluta, la pérdida de -c lleva consigo el cambio vocálico i> e: a l a z t i o alaste, celio cele, m o l o t e > molo­te, totopochtic > totoposte (véase 5.1.1).

Cuando -cva seguida de una sílaba con ti-, hallamos solucio­nes polimórficas, paralelas a los resultados del fonema lateral /X/ en su paso al castellano (véase 5.2.3). Es decir, / - k / fun­c iona prácticamente como cero fonético: ctl> t ( chi l l i + octli > chilo¿e), ctl> el (ca.ctli > cacle, Xzictli > chicle), ctl> ti (chil l i + poc-tli > chipoí /e ) . Hay u n a excepción, en la que / - k / vocaliza: cactli > caite.

5.2.2. /kw/. E n la penetración de neologismos nahuas es parti­cularmente productivo el morfema monosilábico / k w a w - / 'ár­bol ' . Según Hasler, esta sílaba ha evolucionado en náhuatl de dos maneras: a) / k w a w - / > / k w a h - / y b) / k w a w - / > / k w o w - / > / k w o h - / > / k o h - / (loe. cit). Los nahuatlismos se prestan al español siguiendo ambas evoluciones. Es muy frecuente, ade­más, que la misma palabra tome las dos vías de adopción dan­do lugar a variantes.

Las palabras que pasan al castellano de la manera (a) pre­sentan resultados polimórficos: cua- (cuauh + m i l l i > cuamil ,

3 3 E l cambio fonético de c ante n ya lo re lac ionaba c o n l a l engua n a h u a FRAY A N D R É S D E O L M O S : "pero quando a las letras que hemos d i c h o que n o te­n i a ay a lguna diffícultad porque paresce algunas vezes p r o n u n c i a r algunas dellas y u n a destas esla g p o r q u e enesta d i c i o n vexoteinco y aunque escriben c paresce que p r o n u n c i a n g y lo mismo es enesta d i c i o n cenca y aunque pa­rezca a algunos p o r esta pronunciación quese ade escrívir g y noc a mí me paresce que n i en la pronunc iac i ones g n i se deve tampoco escrívir pueses la c q u a n d o sepone después déla nparesce que t i ra a pronunciación de c y ansi nose ade escrívir n i p r o n u n c i a r cenga sino cenca" (op. cit, cap. 6).

3 4 "Excepto los dialectos mer id ionales d e l n a h u a d e l este, todos los dia­lectos hacen fricativa l a k e n posición final... esta solución suele evolucionar a u n a s imple espiración -k > -j> -h" ( ] . A . H A S L E R , op. cit, p. 131).

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12 E S T H E R H E R N Á N D E Z NRFH, X L V I

cuauh + xicot l i > cuajicote, cuauh + x iot l > cuajiote), con sono­rización gua- (cuauh + p i n o l l i > guapinol , cuauh + camotli > guacamote, cuauh + tugan > guatusa, cuauitl + nacaztli > gua­nacaste), con metátesis cau- (cuauh + ocelotl > caucel) y con simplificación ca- (cuauh + gauatl > cazaguate).

Las palabras que siguen la vía de adopción (b) se incorpo­ran con co-: cuauh + p i n o l l i > cop ino l , cuauh + nacaztli > cona-caste, cuauh + tugan > cotuza.

5.2.3. /X/. E l fonema dentoalveolar lateral africado sordo, inexis­tente en el sistema fonológico del español, se introduce con cier­ta inestabilidad, originando resultados polimórficos en posición inic ial : a) sin modificación: ¿Zacuatzin > ¿/acuache, ¿Zazolli > tla­zol, ¿Zachiqui > ¿/achique, ¿/acó > ¿/acó, con + ¿Zapachoa > con ¿/apa­che, ¿Zacotl > ¿/acotal; b) tl-> t-\ comit l + ¿/illi > con¿il, ¿/alayutli > ¿alayote, max¿/atl > mas ¿ate, me¿/atl>me¿ate, pe¿/atl>pe¿ate, ¿Za­pad > ¿apate, ¿Zalli + hacha > ¿alacho, ¿Zacuatzin > ¿acuacín, ¿Zame-me > ¿ámeme, ¿Za + pixca > ¿apisca, ¿Zalli + tugan > ¿altuza, cui¿Zatl > cui¿a, pe¿Zacalli > pe ¿acá, ¿Zetl + ocui l in > ¿ecol; c) tl-> el-: tía + zo-l l i > c/azoí, ¿Zacotl + patli > cZacopacle, ¿Zaco > claco, ¿¿achique > cZachique, ¿Zascal > cZascal.

E n cambio, en la posición de sílaba final, el análisis de la evolución del fonema / % / del sufijo -¿Ziy de su alomorfo -tireve­la que casi sistemáticamente se da el cambio de ambas termi­naciones a te. L a lista de nahuatlismos con -te, procedentes de -tli, es extensa: acalotli > acalote, acocotli > acocote, apantli > apante, ayecotli > ayocote, ayotli > ayote, cacaxtli > cacaste, cac-tl i > caite, camotli > camote, chayutli > cayote, cenzontli > cen­zonte, cihuapatli > ciguapate, cocoliztl i > cocoliste, coxol i t l i > cojolite, colotli > colote, cuauitl + nacaztli > conacaste, cuauitl + xicotl i > cuajicote, xipotl i > chipote, xicotl i > jicote, nanahuatl + patl i > naguapate, nextl i > niste, pachtl i > paste, tanatli > tana­te, textli > tiste. '

Los préstamos con -te procedentes de -ti son incluso más numerosos: achiyotetl > achiote, ahuatl > afate, ahuate, ajua-te, ahuacatl > aguacate, ahuitzotl > ahuizote, axolotl > ajolote, amatl> amate, epatzotl> epazote, apasote, atepocatl > atepocate, ayad> ayate, cacahuaü> cacahuate, cacahuete, cacalotl> cacalo­te, cacomiü>cacomite, caxiü>cajete, cimatl>cimate, coatl>coate, cuezcomatl > coscomate, coyotl > coyote, cuauitl + x i lo t l > cua-j i lote , cuauitl + x iot l > cuajiote, chalchiuit l > chalchihuite, chi -ca lot l > chicalote , x i co tzapot l > chicozapote , t z i t z i cu i l o t l >

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NRFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA DE LOS N A H U A T L I S M O S 13

chichicuilote, chilatl > chilate, chi lchotl > chuchóte, exotl > ejo­te, ichcaxocotl > escajocote, izquitl > esquite, huexolot l > gua­jolote, ohuatl > guate, ictzotl > izote, xi lot l > j i lote, x iot l > j iote, x iuhqui l i t l > j iquilete, xict l i + tomatl > jitomate, xocotl > joco­te, machiotl > machote, malacatl > malacate, maxtlatl > mastate, mayatl > mayate, mecatl > mecate, metatl > metate, m i l l i + to­matl > miltomate, mitotl > mitote, mulcaxitl > molcajete, nana-catl > nanacate, nextl i + ayotl > nejayote, ocelotl > ocelote, ocotl > ocote, ocotl + coatí > ocozoal, ocotl + zotl > ocozol, olotl > olote, papalotl > papalote, petlatl > petate, pinacatl > pinacate, p ino l l i + atl > pinolate, pitzotl > pizote, pochotl > pochote, po-potl > popote, tlapatl > tapate, tecolotl > tecolote, tecomatl > te­comate, texocotl > tejocote, tapalcatl > tepalcate, tlalli + xocotl > tlalchocote, tomatl > tomate, zacatl > zacate, zanatl > zanate, za-palotl > zapalote, tzapotl > zapote, tzopilotl > zopilote.

N o obstante, hay algunos neologismos con /X/ que pre­sentan otros resultados menos frecuentes: a) -tli > -ele. atl + huautl i > aguaucle, cactli > cacle, centli + nantl i > cenancle, tla-cotl + patli > clacopacle, chahuistli > chahuiscle, tzictli > chicle, itzcuintl i > escuincle, tzontli > soncle; b) -tli > -tic. cacaxtli > cacastle, cacaxtle, tlaco + mizt l i > cacomiztle, centzuntl i > cen­zontle, chahuisüi > chahuistle, chi l l i + poctli > chilpotle, tepetl + izcuint l i > tepezcuintle; c) -tl> -che. coaü > cuache, tepiatl > tepa­che; d) -ti > -l: cuauitl + ocelotl > caucel, cempoal l i + xochi t l > cempasúchil, coatequitl > coatequil, coyametl > coyamel, chi l l i + qui l i t l > chi laqui l , huitzt l i + qui l i t l > huisqui l , xochi t l > súchil, tzapotl + yolotl > zapoyol.

5.2.4. /$ / . E l sonido africado dental del náhuatl se representó normalmente con el dígrafo tz. Se hizo equivaler el fonema ná­huatl / s / con su equivalente castellano, el cual , por otro lado, aparentemente se había perdido ya en el español. Las palabras con este sonido nahua tienen en su paso al español una evolu­ción regular. L a conservación de la grafía tz es muy rara (quet-zalli > quetzal) y su acomodación al castellano depende del entorno fonético, concretamente de la vocal que siga a tz.

Si se trata de las vocales a, o, u, lo habitual es que los nahua-tlismos pasen al español con z-\ centzuntli > cenzontle, ahuit-zotl > ahuizote, xico tzapotl > chicozopote, epatzotl > epazote, pifóotl > pizote, tzapotl > zapote, tzapotl + yolotl > zapoyol, zapu-yul , tzopilotl > zopilote. Más consecuentes con la pronunc ia ­ción de l español americano son los neologismos con s- < tz-:

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14 ESTHER HERNÁNDEZ NRFH, X L V I

tzonúi > sonde, epaízoü > apante y pagote, tzoú > sotol y sotóle, ca¿-zam + pulga > casampulga, centzmitli > sinsonte. Se apartan de esta norma: ¿zotzocolli > chochoco!, papa ¿zoa + -ar> papachar.

Si le sigue la vocal palatal - i , el sonido alveodental [ts] se modif ica en uno palatal representado por la grafía ch< ¿züaca-yutl i > cMacayote, tzintii + chayutli > chinchayote, feictli > chicle, feiízicuilotl > chichicuilote, mait l + feintli + cuepa > machincuepa, oxotón > ojo che, tlacuatón > tlacuachc, tacuaca, tónco + qualiz-t l i > chincual. Como excepciones hallamos: teipitl > cipe, tla-cuafein > tacuacín, acuitol l i > acocil.

5.2.5. / c / . E n posición in ic ia l , la ch- pasa en los préstamos con l a misma grafía: chapopotl i > chapopote, chayutli > chayóte, chahuistli > chahuiscle, pochot l > pochote.

Sin embargo, en posición implosiva lo regular es que -ch se incorpore con -s: p a c M i > paste, totopo chtic > totoposte 3 5 .

5.2.6. / s / . Los nahuatlismos con s no presentan dificultades, puesto que han penetrado por los cauces normales de evolu­ción de las grafías castellanas con que fueron inicialmente transcritos (c, Q, Z, S). Hay que tener presente, entonces, que los que hoy tienen -s implosiva suelen corresponder con u n étimo náhuatl con -z: temazcalli > temascal, cocoliztli > cocoliste, cuauh + nacaztii > conacaste, cuezcomatl > coscomate, alaztic > alaste, tenamaztin > tenamaste, nacazcolotl > nacascolo, t ian-quiztli > tianguis. N o obstante, se dan casos esporádicos de man­tenimiento de ~z etimológica: tlaco + miztle > cacomiztle, tequizqui > tequizque.

5.2.7. / § / . E n el siglo xvi se transcribió el fonema palatal nahua con la grafía x correspondiente al fonema prepalatal castellano. S in embargo, son muy frecuentes las confusiones en la trans­cripción, y las grafías x, chy s pueden corresponder a / § / inc lu ­so en u n mismo texto. L a inestabil idad gráfica evidenciaba que el español está en una fase de reorganización de su sistema. C o n el transcurso del t iempo, la x castellana dejó de represen-

3 5 Y a e n la lengua nahua , c o m o dije arr iba , se transcribió e l f onema pala­tal / c / e n implosiva con -s. E n cualquier caso, e l cambio arrancaría de l a pro ­p i a l engua náhuatl, dado que " e n algunos dialectos d e l náhuatl los sonidos tz y ch se desafrican en posición final y e n ocasiones se c o n f u n d e n los soni ­dos tz, s, x, ch" (ibid., p. 133).

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NRFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA DE L O S N A H U A T L I S M O S 15

tar / § / y se generalizó el uso de j, lo que afectó a los neologis­mos procedentes del náhuatl con / s / 3 6 .

E n la posición in ic ia l , las voces que tienen x- pasan al espa­ñol con (xacalli > jacal, coxoliüi > cojolite, caxitl > cajete, x iuh -qui l i t l > j iquilete, huexolot l > guajolote, mulcaxit l > molcajete, xacall i > jacal , coxol i t l i > cojolite, cuauitl + j icote > cuajicote, xicotl i >jicote, axolotl > ajolote, caxitl > cajete, exoü > ejote, i ch-caxocotl > escajocote, huexoloü > guajolote, xi lotl > j i lote, xiotl > j iote , x iuhqui l i t l > j iqui lete , x ict l i + tomad > j itomate, xocot l > jocote, mulcaxit l > molcajete, nextl i + ayotl > nejayote, texo-cotl > tejocote, axin > aje, huaxin > guaje, xahuall i > jagua, xica-matl > j i cama, nexectix > neja.

N o obstante, en ocasiones, la x- pasó a ch-, cambio que ya se da en el propio corpus textual n a h u a 3 7 . Esta inestabilidad ha or i ­ginado soluciones con ch-, las cuales se producen preferente­mente ante ¿, la vocal articulatoriamente más próxima a la ch-castellana (xipotl > chipote, xicotzapotl > chicozapote, x i lo t l > chilote) , a excepción del etimológicamente controvertido xococ + atl > chocolate y de tlalli + xocotl > tlalchocote.

Esta confusión gráfica la revelan, asimismo, algunos neolo­gismos con s- pero que provienen de / s - / : xochit l > súchil, cem-poal l i + xuchit l > cempasúchil, pupuxahuac > pupusa, incluso teoxintl i > teocinte o tucinte con c- hipercorrecta.

Por último, / - § / se transcribió en náhuatl con -x, pero en po­sición implosiva también se utilizó la grafía -s. De hecho, en cas­tellano, lo regular es que los préstamos pasen con -s: cacaxtli > cacaste, cacastle, next l i > niste, textli > tiste, maxtlatl > mastate, tía + pixca > tapisca, maxt l i > mástil. S in embargo, hay casos de neologismos cuya adaptación no se ha culminado y que con­servan de la grafía -x nextl i + tamalli > nixtamal , cacaxtli > cacaxtle, calpixqui > calpixque. Además, se da u n a palabra transcrita con -z hipercorrecta: mexcal l i > mezcal.

5o2.8. /n/. L a -n final no es muy estable en náhuatl y frecuente­mente se p i e rde 3 8 . Por ello, los préstamos se incorporan al cas-

3 6 Cf . R . L A P E S A , Historia de la lengua española, Gredos , M a d r i d , 1 9 8 5 , § 1 0 2 . 3 7 E n contra de l a opinión de C O R O M I N A S y P A S C U A L , quienes cons ideran

que n o es posible que u n aztequismo c o n ck- provenga de u n a pa labra c o n x-, Diccionario critico etimológico castellano e hispánico, Gredos , M a d r i d , 1 9 8 0 -1 9 9 1 , s. v. C H O C O L A T E y C H I C O T E .

3 8 Cf . J . R . A N D R E W S , op. cit, p. 6 ; J . A . H A S L E R , op. cit, p. 1 3 2 ; y R . S I M E Ó N , Gramática náhuatl, t rad. y ed . de E . T o r r o e l l a , U N A M , México , 1 9 6 2 , p. xxv.

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tellano sin n final: capulin > capulí, cuauitl + tugan > cotuza, guatusa, m i l l i + pan > mi lpa , tlall i + tucán > taltuza, axin > aje, huax in > guaje, oxotzin > ojoche, tenamaztin > tenamaste, tla-cuatzin > tlacuache, tul l in > tule.

5.2.9. [I:]. E l español utilizó la grafía de su fonema lateral / ! / para el sonorante / l / de pronunciación larga [1:]. Las palabras nahuas con el sufijo -11% pasan al español con u n cambio regu­lar, de simplificación cíe 1: > 1, por u n lado, y de pérdida de la -i final, por el otro: acahualli > acahual, acalli > acal, acuitzilli > acocil, amanalli > amanal, amulli>amol, atulli>atol, calmilli> cal­m i l , calpull i > calpul, calpulin + tamalli > capultamal, tía + zolli > clazol, cocol l i > cocol, comall i > comal , comit l + t l i l l i > conti l , copalli> copal, cuauitl+pinolli > copinol , coyolli> coyol, cuauitl+ m i l l i > cuamil , tzotzocolli > chochocol, icpall i > equipal, ichcatl + h u i p i l l i > escaupil, huacalli > guacal, huacqui + m i l l i > guamil , cuauh + p ino l l i > guapinol , h u i p i l l i > h u i p i l , xacall i > jacal , mecapall i > mecapal, mexcall i > mezcal, nacatamalli > nacata­mal , nahuall i > nagual, nextli+tamalli > nixtamal, nopalli> nopal, quechol l i > quechol , quetzalli > quetzal, tachihuall i > tachigual, tamalli > tamal, temazcalli > temascal, tlazolli > tlazol, yahualli > yagual, p i n o l l i > p ino l , pozol l i > pozol .

E n ocasiones, esta modificación puede sufrir u n proceso secundario de adición de -er. amul l i > amolé, a ti + topi l l i > ato-pi le , atull i > atole, ch i l l i > chile, ch i l l i + atulíi > chilatole, ch imu-l l i > chi lmole , u l l i > hule, p ino l l i > p inole , pozol l i > pozole, m u l l i > mole, ch ip i l l i > chipile.

5.2.10. /w/. L a incorporación al español del fonema / w - / depende de la vocal que lo acompañe. Ante / a / lo normal es que / w / desarrolle una velar / g / : huacal l i > guacal, huacqui + m i l l i > guamil , nahuall i > nagual, tachihuall i > tachigual, yahua­l l i > yagual, c ihuapatl i > ciguapate, nanahuatl + patl i > nagua-pate, atl + huauhtli>aguaucle, ahuacatl>aguacate, huaxolotl> guajolote, ohuatl> guate, chichihua> chichigua, cuauh + gauatl> cazaguate, camahuac>camagua, huaxin>guaje, ciuatl+naua-l l i > ciguanaba, xahuall i > jagua. Se dan, sin embargo, variantes: cacahuatl > cacahuate, cuauitl + gauatl > cazahuate, náhuatl > n a h u a 3 9 .

3 9 Véase la realización fonética de "aguacate" e n el m a p a 93 de l Atlas lin­güístico de México, t. 1, d i r . J . M . L O P E B L A N C H , E l Co leg io de México , México,

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Ante / i / , en cambio, no suele producirse la velar, mantenién­dose en el préstamo la grafía hu: h u i p i l l i > hu ip i l , chahuistli > chahuistle, ahuitzotl > ahuizote, chalchihuit l > chalchihuite, huitzt l i + qui l i t l > huisqui l . Hay algunos casos en que sí se desa­rrol la : hui la > güila, h u i p i l l i > güipil, huitztl i + qui l i t l > güisquil.

5.2.11. Adaptaciones con apócope. Son frecuentes los préstamos que se introducen en el castellano perdiendo la sílaba final del étimo náhuatl: a) -ti > 0: aztecatl > azteca, cacahuatl > cacao, ciuatl > cegua, tzipitl > cipe, cozoll i + mecatl > cozolmeca, cui ­dad > cuita, chichimecatl > chichimeca, chiltototl > chiltota, chinamit l > chinama, xicamatl > j i cama, nacazcolotl > nascasco-lo, náhuatl > nahua, nahu i + yacatl > nauyaca, nextl i + comit l > niscome, tizad > tiza; b) -tli>0: tilmatli> t i lma, t ianquiztl i > tian­guis (con una vocal de apoyo, por quedar u n final consonantico en -ch inadmisible en castellano, está piocht l i > piocha) ; c) -lli > 0: ciuatl + nauall i > ciguanaba, xahual l i > jagua, petlacalli > pe­taca.

R E C A P I T U L A C I Ó N

E l náhuatl ha prestado términos al español principalmente por­que éste necesitaba nombrar las nuevas realidades que encon­tró al pasar a América. Así, los neologismos nahuas utilizados por conquistadores y colonizadores fueron en su día lingüísti­camente necesarios, pues l lenaron u n vacío conceptual y de expresión en la lengua receptora. E l español continúa siendo susceptible al influjo de la lengua indígena por ser ésta aún una lengua viva y la aceptación de sus préstamos, como es natural , es muy activa en el español de los países más afectados por esta inf luencia —México y los países centroamericanos como Costa Rica , E l Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. D e l re­sultado del contacto entre el náhuatl y el español, después de casi cinco siglos, e l DRAEofrece u n a representación numérica­mente notable, con más de cuatrocientos términos registrados. H a sido la forma fonética generalizada en este corpus la que nos h a permit ido examinar el proceso histórico, las vías de adop-

1990; o también, J . G . M O R E N O D E A L B A , La pronunciación del español en Méxi­co, E l Co leg io de México , México , 1994.

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ción que han seguido para aclimatarse a la pronunciación de la lengua española.

E n el vocalismo, hemos comprobado que una de las ten­dencias de la castellanización es que / i / abra su timbre a / e / cuando está trabada por las consonantes /(£, c, X/. E n posición final, el español cambia también i > e, lo que es normal en nues­tra lengua por ser muy raros los finales en -i

Otros cambios vocálicos descritos, motivados por asimila­ción o disimilación a otras vocales del entorno, no dejan de ser habituales en el paso de una lengua a otra o incluso en el seno de una misma lengua.

Las modificaciones de las vocales por acercamiento al pun ­to de articulación de las consonantes son bastante regulares en los casos de las vocales / a / y / e / que se cierran en / o / por contacto con la velar / k w / - Esta misma razón hace que / i / se asimile a / c / en posición inic ia l . E l reforzamiento de la semi­consonante / w / ante a, con una consonante velar g, es conse­cuencia del mismo principio de contigüidad articulatoria, sobre todo visible en que no se produce ese refuerzo velar ante la vocal más alejada, la i

También como apoyo fonético se desarrolla una vocal ¿ante finales consonanticos inaceptables, como son [k] y [c] en cas­tellano. Este apoyo o e paragógica surge asimismo en nahua-tlismos derivados de términos con sufijo -lli

L a alternancia de las vocales o/ u en náhuatl se suele resol­ver aceptando los nahuadismos con la vocal más abierta, la o. Sólo los que están en contacto con consonante velar optan por u.

E n el consonantismo, la sonorización de / k / que se da en los préstamos nahuas es práctica fonética común del español. Por otro lado, el fonema más extraño al español, /X/, tiende a incorporarse como te, especialmente en posición final. Su po l i ­morfismo en la posición inic ia l probablemente esté motivado por el hecho de que es más fácil intentar su pronunciación, sobre todo porque sistemáticamente lo acompaña la vocal a.

Las palabras nahuas con la africada tz se introducen en espa­ñol con z o ch dependiendo de la vocal siguiente; ante i entran en castellano con ch y ante el resto de las vocales con z. L a pro­nunciación del sonido [tz] hubo de neutralizarse o igualarse, ya en el siglo xvi y sobre todo a partir del siglo xvii , en la pronun­ciación seseante del español americano. Esta tuvo que inf luir asimismo en la igualación de las consonantes en posición implosiva / c , s, s / en / - s / . Por otro lado, el fenómeno de cam-

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bio de [tz] por el sonido palatal [c] se debe, sin duda, a la cer­canía de [tsi] y [ci].

Los nahuatlismos asimilados tuvieron que seguir los cam­bios fonéticos del español, es de suponer que en su momento también en ellos / § / pasaría a / x / , aunque algunas grafías ar­caizantes, fieles al origen nahua, como la de la propia palabra mexicana, se hayan conservado.

E S T H E R H E R N Á N D E Z

Consejo Super i o r de Investigaciones Científicas

APÉNDICE ÍNDICE D E V O C E S

acahual amatl cacao caucel acahual l i a m o l cacaste caxit l acal amolé cacastle cayote acalote a m u l l i cacaxtle cazahuate acalot l i apante cacaxtl i cegua aca l l i apant l i cacle cele acoc i l apasote cacomite celeque acocote atepocate cacomit l celie acocot l i atepocatl cacomiztle cempasúchil acu i t z i l l i atl cactl i c empoa l l i a c h i c h i n q u e atol caite cenancle achiote atole cajete cencuate achiyotet l ato l l i c a l m i l cent l i achote atopile c a l m i l l i centzunt l i a ch t l i a tu l l i ca lp ixque cenzonte afate a x i n c a l p i x q u i cenzontle aguacate axo lo t l c a l p u l cenzont l i aguaucle ayate c a l p u l l i c iguanaba ahuacat l ayatl camagua ciguapate ahuate ayecotli camagüe c ihuapat l i ahuat l ayocote camahuac cimate ahui tzo t l ayote camote c imati ahuizote ayotl camot l i cipe aje ayotli canacuate c iuat l ajolote azteca canauht l i claco ajuate aztecatl capulí c lacopacle alaste cacahuate c a p u l i n c lachique alaztic cacahuatl capul tamal clascal a m a n a ! cacahuete casampulga c lazol a m a n a l l i cacalote catzam coate amate cacalotl gauatl coatequi l

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coatequit l coati coco l cocoliste coco l izt l i coco l l i coj olite colote co lo t l i c o m a l c o m a l l i cornit i c o n conacaste c ont i l cont lapache copa l copa l l i c o p i n o l coscomate cotuza coxo l i t l i coyamel coyametl coyol coyol l i coyote coyoti cozo lmeca cozo l l i cuache cuajicote cuaji lote cuajiote c u a m i l cuate cuatequi l c u a u h cuaui t l cuepa cuezcomat l cu i ta cui t lat l c u l c u m e q u e cuyamel chahuisc le chahuist le chahuis t l i cha l ch ihu i te

c h a l c h i h u i t l cha l ch iu i t l chancaca chapopote chapopot l i chayóte chayutl i chiancaca chicalote chica lot l chicle chicozapote c h i c h i ch ich icu i lo te ch i ch igua c h i c h i h u a ch i ch imeca ch i ch imecat l c h i c h i n q u i chilacayote c h i l a q u i l chilate chi lat l chi latole chuchóte ch i chot l chi le chumóle c h i l m u l l i chi lote chi lpot le chi ltepe chi l tota chi l totot l c h i l l i c h i m u l l i c h i n a m a c h i n a m i t l c h i n c u a l chinchayote ch ip i le c h i p i l l i ch ipote chocolate c h o c h o c o l ejote epatzotl epazote equ ipa l

escaj ocote escaupil escuincle esquite exot l galpón guacal guacamote guaje guajolote g u a m i l guanacaste g u a p i n o l guate guatusa güila gúipil güisquil hacha huaca l l i h u a c q u i h u a u h t l i h u a u t l i h u a x i n huaxo l o t l h u e x o l o t l h u i l a h u i p i l h u i p i l l i h u s q u i l huistle hu i tz t l i hu le i cpa l l i ictzotl i chcat l i chcaxocot l i t z cu int l i i z cu in t l i izote i zqu i t l j a ca l j a g u a j i c a m a j i co te j i l o t e j i o te j i qu i l e te j i t omate

j o c o q u e jocote m a c h i n c u e p a m a c h i o t l machote m a i t l malacate malacat l m a p a c h mapache mastate mástil maxt lat l m a x t l i mayate mayatl mecapa l mecapal l i mecate mecat l metate met lat l m e x c a l l i m e x i c a n a mezcal m i l p a mi l tomate m i l l i m i q u i mitote m i t o t l mizt le m i z t l i molcajete m o l e molo te mo lo t i c m u l c a x i t l m u l l i nacascolo nacatamal nacatamal l i nacazcolot l nacazt l i nagua l naguapate n a h u a n a h u a l l i náhuatl

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NRFH, X L V I A C O M O D A C I Ó N FONÉTICA DE L O S N A H U A T L I S M O S 21

n a h u i p i o c h t l i temascal totoposte nanacate p i tzot l temazcal l i tugan nanacat l p i x ca tenamaste tucinte nanahuat l pizote tenamazt in tule n a n t l i poc t l i teocinte t u l l i n naua l l i pochote teox int l i tzapotl nauyaca p o c h o t l tepache tzictl i neja popote tepalcate tzilacayutli nej ayote p o p o t l tepetl tzinco nexect ix pozo l tepezcuinte tz int l i nex t l i pozole tepezcuintle tz ipit l n iscome p o z o l l i tepiatl tz i tz icui lot l niste p u l g a tequizque tzont l i n i x tamal pupusa tequizqui tzopi lo t l n o p a l p u p u x a h u a c texocotl tzotl n o p a l l i qual iz t l i textl i tzotzocol l i ocelote q u e c h o l tianguis u l l i oce lot l q u e c h o l l i t ianqui l i z t l i xaca l l i ocote quetzal t ianquizt l i x a h u a l l i ocot l quetzal l i t i lma x i camat l ocozoal q u i l i t l t i lmat l i x i co t l i o cozo l sinsonte tiste x icotzapot l oct l i soncle tiza x i c t l i o c u i l i n sotol t izad x i l o t l ohuat l sotóle tía x i o t l o joche súchil tlaco x i p o t l olote tacuacín t lacomiztle x i p o t l i o l o t l tacuache tlacotal x i u h q u i l i t l oxo tz in tachigual t lacotl xococ pacht l i t a ch ihua l l i t lacuache xoco t l p a n talacho t lacuatzin x o c h i t l papachar talayote t lachique x u c h i t l papalote taltuza t lach iqui yacatl p a p a l o t l tamal tlalayutli yagual papatzoa tamal l i t lalchocote yahua l l i pasóte tameme t la l l i yo lo t l paste tanate t lameme zacate pat l i tanatl i t lapachoa zacatl petaca tapachiche tlapatl zanate petate tapacht l i tlascal zanatl pet lacal l i tapalcatl t lazol zapalote petlat l tapate t lazol l i zapalot l pinacate tapisca tletl zapote p inacat l tecol t l i l l i zapoyol p i n o l tecolote tocomate zapuyul p ino late tecolot l tomate zo l l i p i n o l e tecomat l t o m a d zopi lote p i n o l l i t ecp int l i t op i l l i zot l p i o c h a tej ocote totopocht ic

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