NUESTROS CUENTOS

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JUAN OROBIOGOITIA BHI 1.B MAILA 2010-2011

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NUESTROS CUENTOS ADAPTADOS 1B

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Page 1: NUESTROS CUENTOS

JUAN OROBIOGOITIA BHI 1.B MAILA 2010-2011

Page 2: NUESTROS CUENTOS

n un lugar muy lejano vivían tres cerditos y su madre, la señora Pig. Vivían

tranquilamente en un pequeño pueblo. Los tres cerditos eran muy traviesos y pasaban gran parte del

día haciendo travesuras. La señora Pig, de baja estatura y rechoncha era una buena mujer pero

agobiada por sus hijos .

Un día los cerditos, decidieron echar a su madre de casa. Esta se disgusto mucho. No entendía cómo

después de todo lo que había hecho por ellos le pagaban de esa manera. La señora Pig no quería

irse de la que había sido su casa, pero los cerditos la echaron de casa a patadas, sin ningún

remordimiento.

La señora Pig se vio en la calle. No tenia donde ir. Mientras pensaba qué hacer se le acercó un lobo,

que se presentó como Wolfer. Era un amable lobo, alto y de delgada figura, que vivía solo en una

pequeña casa que estaba al lado del pueblo.

Éste al ver su triste semblante se preocupó por ella.

—¿Qué le sucede señora, porque tiene esa cara? –

preguntó el lobo.

La señora Pig le contó lo ocurrido, con todo detalle.

El lobo apenado insistió:

—¿Quiere venir a vivir a mi casa señora Pig?

—¡Oh!, qué amable es señor Wolfer. Sí, acepto su

invitación. –contestó muy contenta.

Al cabo de dos años de vivir muy felices pensaron en

casarse.

Un día de primavera, anunciaron su boda. Estaban muy contentos .Pero al mismo tiempo pensaban

cómo se tomarían esta decisión los cerditos.

Cuando éstos se enteraron se pusieron furiosos y fueron en busca de Wolfer. No consentirían esa

boda.

— ¡Cómo es posible que nuestra madre se quiera casar con ese lobo ! –exclamó

extrañado el mayor de los cerditos.

—¡Vamos a vengarnos!-afirmó el pequeño.

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La noticia de que los cerditos querían vengarse se extendió por todo el pueblo. Los cerditos se

dirigieron a casa de la señora Pig y Wolfer .Éstos, al ver que los cerditos se acercaban, cerraron la

puerta. Los cerditos al ver que la puerta estaba cerrada intentaron entrar por la chimenea pero

cayeron por esta dentro de una cazuela con agua hirviendo que la señora Pig y Wolfer habían puesto.

Murieron en el acto.

Al poco tiempo la señora Pig y Wolfer se casaron y vivieron felices para siempre.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

JONE ARRUABARRENA

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rase una vez en un país muy lejano tres cerditos que vivían felices al oeste de una cordillera

llamada Muntflor en América. Un día decidieron ir a jugar al prado de a lado. Empezaron a jugar a papas y mamas hasta

que oscureció. Entonces decidieron irse a dormir. Pero aquella noche hacía mucho frío y el hermano preguntó: — No creéis que hace mucho frío hermanos? — Muchísimo querrás decir. – Respondieron los dos a a vez. Entonces decidieron hacer una casa para cada uno de los tres. El hermano mayor quería terminarla rápido así que la hizo de paja, el mediano decidió hacerla de madera puesto entraba manos frió y el hermano pequeño tuvo la brillante idea de hacerla de ladrillos. Así que el mayor la terminó en dos semanas; el mediano, en tres semanas; y en un mes, el pequeño. De repente vieron al lobo feroz y se refugió cada uno en su casita. Pero el lobo fue tras ellos. Primero fue a la casa de paja, la del hermano mayor y dijo: — ¡Soplaré y soplaré y tu casa derribaré! – sopló y derribó la casa. Entonces fue a la casa de madera, la del hermano mediano. Llegó el lobo y también le dijo: — ¡Soplaré y soplaré y tu casa derribaré! – Sopló y derribó la casa. Entonces fueron los dos hermanos a casa del hermano pequeño, la de ladrillos. Llegó el lobo y dijo: — ¡Soplaré y soplaré y tu casa derribaré! Y como no pudo derribar la casa con tantos intentos. Así que decidió meterse por la chimenea. Los hermanos decidieron hacer fuego para que se quemara. Entonces oyeron al lobo en el tejado y empezaron a hacer fuego. Cuando el lobo entró se quemó todo el trasero los tres hermanos decidieron hacerse una casa de ladrillos. De mientras el lobo se fue con el culo quemado. Y no volvió a molestar a los tres cerditos.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

AITOR JULEN ASTOLA

Page 5: NUESTROS CUENTOS

-CCCCaaaaPPPPerrrru-

Érase una vez una niña muy bonita llamada Caperu. Ella vivía con su

abuela cerca de un río al lado de un oscuro bosque. Caperu pasaba la mayoría del tiempo con su abuela porque era su única familia. Un día Caperu salió con sus amigos, los tres cerditos y los dos lobitos. Los cerdos y los lobos estaban muy vacilones y cundo Caperu fue a por fresas los cinco amigos fueron donde la abuela de Caperu a darle un susto pero los amigos de Caperu no sabían que su abuela estaba mal del corazón y que al darle un susto podría sufrir in infarto muy grave. Cuando Caperu regresó a casa, encontró a su abuela tumbada en el suelo. Entonces se echó a correr para buscar al médico. Al cabo de dos minutos vino el médico pero era demasiado tarde, su querida abuela había fallecido por un infarto producido por un susto. — ¿Pero quién se habría atrevido a hacer algo así? – pensó Caperu. Caperu empezó a buscar un payuelo para secarse las lágrimas cuando se encontró una carta donde ponía:”Lo sentimos Caperu” .Entonces Caperu abrió la carta y leyó: “Querida Caperu sentimos mucho lo ocurrido. Fue sin querer. Con muchas lamentaciones, los animales del bosque” —¡¡¡¡¡¡¡ Me las pagaran!!!!!!!–maldijo Caperu con voz tenebrosa… El siguiente día Caperu fue al funeral de su abuelita, como no eran muy conocidos en ese pueblo solo estaban Caperu el cura y el monaguillo. Después de terminar el funeral, Caperu puso unas flores en la tumba de su abuela y fue a vengarse. Cuando estaba cruzando el caudaloso río, la corriente de agua empujó la canoa donde iba y se cayó al río. Entonces apareció Súper-Man de la nada y salvo a Caperu. Caperu fue a darle las gracias pero para cuando se enteró Súper-Man estaba demasiado lejos para escuchar su grito. Después de pasar el río Caperu fue donde los animales. —¿Por qué le habéis dado un susto de muerte a mi abuelita?–preguntó enfadada Caperu. Los animales respondieron con una voz puntiaguda y medio llorando: —Lo sentimos de verdad, queríamos gastarte una broma, pero no pensábamos que llegaríamos tan lejos. Caperu vio que los animales no lo habían hecho con mala intención y les perdonó. Pero puso una condición: —Os perdono si… venís todos los días a visitarme. Entonces los animales sonrientes. —¡Claro que sí! –exclamaron muy felices. Desde ese día los amigos aprendieron la lección que nunca se les olvidará. Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Eder At ut xa

Page 6: NUESTROS CUENTOS

n un estanque lleno de agua vivía una familia de patos con sus recién

nacidos patitos. Había un patito al que sus hermanos le decían que él iba a ser el

cisne más bonito y más fuerte del mundo.

Entonces el patito se sintió el mejor del mundo. Pero se puso muy chulo y

cascarrabias. Cuando el patito jugaba al fútbol con sus hermanos parecía que jugaba

él solo porque no pasaba a nadie y lo más importante era divertirse. Pero a él no le

importaba:

—¡Mirad que bueno soy, mirad¡ –les decía el patito poniéndose chulito.

—¡Pero hay que jugar en equipo sino no es divertido¡ –le increpó su hermana

El patito fue a donde sus hermanos pero sus

hermanos le habían puesto una trampa muy temeraria.

Así que el patio mientras andaba notó algo en los pies y

cayó fulminado en la trampa. Asustado empezó a llorar y

allí se quedó días y días. El patito se moría de hambre.

Sólo le podía salvar el beso de su hermana mayor.

La hermana asustada fue donde él y le dio un beso aunque le diese mucho

asco. Pero lo quería y quería mantener a su familia a salvo. Cuando le dio un beso

hubo una transformación de pato a cisne. Su madre no se lo creía y asombrada dijo:

—¡No me lo puedo creer. Ha sido cierto¡

—¡Es cierto mi hermano es un cisne¡ – gritó su hermana.

Pero el Cisne cuando se recuperó juró vengarse de todos los que le pusieron

la trampa. Al cabo unos día el Cisne se recuperó y fue a casa de su amigo, le dio tal

susto que se quedó un poco ido y prometió que nunca más le iba a fastidiarle.

—¡Juro que nunca voy a fastidiarte perdona¡ – Le prometió el amigo.

El cisne también juró no vengarse más de nadie por muy mala que fuera la

broma o la trampa.

Todos fueron felices y comieron perdices.

ADRIAN BARRIGA

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HANSEL Y GRETEL EN EL LABERINTOHANSEL Y GRETEL EN EL LABERINTOHANSEL Y GRETEL EN EL LABERINTOHANSEL Y GRETEL EN EL LABERINTO

EEEEra un día normal. Pero tenía algo en especial. ¡ Iba a ir con Hansel y Gretel a un parque de

atracciones!

Cuando entramos por la puerta principal,

escuchamos unos gritos de miedo. Empecé a ojear. Una noria en el horizonte, estaba tapada por una montaña rusa gigante. Delante había otra especie de montaña rusa, pero acuática. Más cerca de nosotros había una noria para niños y enfrente nuestro, un laberinto.

Mis amigos querían ir al laberinto, pero como yo era un “cagado” les dije que no.

— Unai, no seas gallina. – me dijo Hansel.

Xra bastante valiente mi amigo.

—¡ Que no, que yo no entro! – chillé. — Pues quédate fuera, pero nosotros entraremos. – me dijo la chula de Gretel. — Me parece buena idea. Os esperaré en el banco de fuera. –repiqué aliviado. — Pues… ¡hasta luego! – gritaron a la vez. — Hasta luego. Pasadlo bien e id atentos. Luego me contraéis todo.

Les saludé y me fui al banco. Estuve sentado durante media hora. De pronto escuché mi

nombre: “¡ Unai, Unai!”. Eran mis amigos valientes. Se sentaron junto a mí. Hansel empezó a contarme lo que les había sucedido. — Cuando hemos entrado, se han apagado las luces. Gretel ha empezado a llorar. – dijo Hansel. —¡ Mentira!, si has sido tú el que ha empezado a pedir ayuda. Venga sigue contando. – insistió Gretel. — Después de eso, en el suelo se han encendido unas flechas. Las hemos ido siguiendo. Así, hemos llegado a un cruce. En la pared había una pregunta. Gretel ha visto dos letras en el suelo: A y B. Debajo de ellas había escritas lo que parecían respuestas de la pregunta. Hemos escogido el camino A y las luces de la B se han apagado. Hemos seguido hacia delante y, cada vez, las preguntas eran más difíciles y había más caminos. En una de éstas yo he elegido el camino C y Gretel ha escogido la A. Cada uno ha seguido hacia delante por su camino. Cuando de repente se ha oído un grito. Era Gretel. En un cruce he fallado y en el suelo se ha abierto un agujero debajo de mis pies. Era un tobogán. El tobogán me ha llevado a un tren. Ahí estaba Gretel esperándome. El tren ha ido despacio. Era igual que el de antes. Así hemos llegado a la última pregunta. Bueno, era un sitio que ponía: “elegid uno de los seis caminos”. En ese instante nos han puesto arneses de seguridad. Hemos decidido que iríamos por el segundo camino. Cuando estábamos arriba hemos comprobado que todos los caminos llevaban al mismo lugar y que ¡estábamos en una montaña rusa! La montaña rusa ha sido alucinante y………..

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— Déjame contar a mí. – le cortó Gretel a Hansel- Hemos llegado a un último cuarto cerrado. En medio había dos casitas de chocolate sobre una mesa. Las hemos cogido y se ha abierto una puerta. Luego te hemos visto y punto.

La historia me gustó mucho. Decidí irme al laberinto

con Hansel y Gretel. Durante todo el día nos fuimos cinco veces al laberinto.

Es un día que nunca olvidaré.

COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA

ACABADO

UNAI BLANCO

Page 9: NUESTROS CUENTOS

abía una vez tres cerditos muy llenitos. El cerdito mayor se llamaba Pantzi, el

mediano Pica y el pequeño Pintza. Vivían en un gran bosque, cada uno en su casita. La casa

de Pantzi era da ladrillos, la de Pica de madera y la Pintza de paja. A los tres cerditos les

gustaba mucho el baloncesto y además eran buenísimos. Cada fin de semana veían en la

televisión el partido de los Lakers, porque les gustaba mucho ese equipo.

Y te preguntarás: ¿cómo pueden la televisión, si están en el bosque? Pues, muy fácil,

cada cerdito se construyó su propia televisión.

Un día soleado, mientras los tres cerditos jugaban al baloncesto con su canasta de

madera y su balón de hojas atado con una cuerda, un cazador pasó por allí. El cazador resultó

ser un lobo y encima entrenador de los Lakers. El lobo que se llamaba Miguel; como vio que

los tres cerditos eran muy buenos jugando al baloncesto, decidió preguntarles si querían jugar

en su equipo.

— ¡Hola¡ – dijo — me llamo Miguel y soy el entrenador de los Lakers, y quería preguntaos si

querríais jugar los tres en mi equipo.

Los tres cerditos se juntaron para pensar la oferta. Pintza y Pica rápidamente

decidieron que sí, que querían ir al equipo de Miguel. Pero Pantzi se quedó algunos minutos

más pensando y les dijo a sus hermanos pequeños:

—¿Y si jugamos mal y no llegamos al final del torneo? El lobo Miguel nos comerá.

El cerdito pequeño, Pintza, le repuso:

—Nos arriesgaremos, porque somos cerditos valientes y encima jugamos muy bien al

baloncesto.

Los cerditos jugaron varias temporadas con los Lakers y se hicieron muy famosos. Resulto ser

un lobo bueno.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

JOSEBA BLANCO

Page 10: NUESTROS CUENTOS

EL VECINO LADRÓN

n día soleado en la ciudad los tres cerditos y el lobo eran simpáticos y muy agradables. Paseaban

por el parque situado en el centro de la gran ciudad de Nueva York. Aunque pareciese increíble eran

grandes amigos y se llevaban muy bien .Les gustaba mucho estar juntos y eran inseparables. En la

ciudad vivían a las afueras y en el mismo bloque de casas. En la urbanización se enteraron de que

iba a vivir un nuevo vecino al lado de los amigos. Cuando llegó la fecha de la llegada los animales estaban impacientes. Llegó por la tarde y se presentó a todo el vecindario, incluido al lobo y a los cerdos, como Max. Desde el primer momento intentó ganarse la confianza de todos siendo agradable y cariñoso, especialmente del grupo de animales.

Al día siguiente Max les invitó a salir a dar una vuelta por el parque del centro de la ciudad, y ellos aceptaron. Cuando llevaban un buen rato allí, exclamó :

—¡Se me había olvidado ,tengo que ir a hacer un recado!

— Hasta luego– contestaron los animales con voz sospechosa.

Pero el vecino no fue a hacer un recado, sino a robar a casa de los amigos. Cuando llegaron a casa, el lobo y los cerdos vieron que les habían robado encontraron una huella dactilar del vecino. Los animales ya habían sospechado algo pero no pensaban que Max sería capaz de robarles ,y se llevaron una gran desilusión. Quedaron sorprendidos , porque era muy amable con todos.

Al cabo de un rato los amigos prepararon una trampa para cuando el malvado vecino les engañase y fuera a robar de nuevo. El hermano mayor de los cerdos tuvo una idea y preguntó:

—Os parece bien que pongamos una red y quede atrapado dentro?

—Sí, sí es una idea genial–contestaron los demás muy contentos.

Días más tarde, el vecino comentó:

—Vamos a pasar el día al museo que está situado en el gran rascacielos. ¿Os apetece venir a ver

la nueva exposición?

—Vale, estamos de acuerdo ¡ja!, ¡ja!, ¡ja!– se rieron con voz malvada.

Cuando llegaron allí, el vecino replicó:

Page 11: NUESTROS CUENTOS

—He olvidado el monedero en casa, debo ir a por él para pagar la entrada del museo.

—No, no, tranquilo ya invitó yo.–Respondió el lobo.

Max insistió:

—No, tengo que pagar puesto que ha sido idea mía el venir aquí.

Entonces, Max fue a casa de los animales pero quedó atrapado en la red.

—¡Ayuda, estoy atrapado !, estos vecinos son más listos de lo que yo creía– pensó en voz alta .

Los amigos llamaron a la policía y encarcelaron a Max. Así aprendió la lección y nunca jamás

volvió a robar en casa ajena.

Finalmente , los cerdos quedaron felices porque habían conseguido lo que querían.

—¡Que contento estoy! –afirmó el cerdo mediano, abrazando a sus amigos.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

NAHIA BLANCO

Page 12: NUESTROS CUENTOS

rase una vez un pueblo que tenía alrededor de 30.000habitantes. Tenía muchas empresas aunque no eran muy grandes. A los trabajadores de las empresas les gustaba tener bonitas las oficinas y por eso las decoraban ellos mismos. Les gustaba tener muebles de colores y las paredes pintadas de color alegre, con cuadros de paisajes que les recordaba a las vacaciones.

Un día el jefe de solamente seis empleados se dio cuenta de que cuando los trabajadores miraban los cuadros tan bonitos que tenían, se ponían más contentos y trabajaban mejor. Entonces se le ocurrió una idea y les reunió a todos para contársela.

— He pensado que voy a premiar los trabajos bien hecho. Todos los empleados se quedaron atentos escuchando lo que les iba a contar el jefe. — Necesito todos los informes que hay encima de mi mesa acabados para dentro de una semana y el que mejor lo haga se irá al Caribe de vacaciones con todos los gastos pagados.

Los oficinistas no podían creer lo que estaban oyendo porque era la primera vez que su jefe les prometía un regalo.

— Pero eso es imposible , no nos va a dar tiempo en una semana. – Dijo uno de los empleados. — Yo creo que si empezamos desde ahora podemos conseguirlo. Le contestó otro de los compañeros. Sin tardar más todos los de la oficina empezaron a trabajar como nunca. El jefe también estaba extrañado de ver así a todos sus trabajadores y pensó que había tenido una buena idea.

Después de dos días el primer empleado llevó sus informes acabados a su jefe y le dijo:

— Aquí tiene mis informes. Me tendría que dar a mi el premio porque he sido el primero. — Yo no dije que se lo daría al primero, sino al que mejor lo hiciera. –Le replicó el jefe. — De todas formas mi trabajo está bien y seguro que gano yo. – Contestó el empleado. — Déjalo encima de mi mesa y ya te lo diré a cuando lea. –Finalizó el jefe.

Dos días más tarde vino otro empleado con sus informes.

— Aquí están los míos, seguro que son los mejores. — Déjalos encima de mi mesa y ya te diré cuál es mi decisión.

Poco a poco fueron entregando todos los trabajos y el último lo hizo cuando ya faltaba poco tiempo para acabar la semana.

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— Casi no me ha dado tiempo. – Dijo el trabajador. –Pero es que quería hacer el mejor informe de todos y por eso he tardado tantos días.

El jefe cogió todos los trabajos y se puso a leerlos muy atento. Cuando terminó, volvió a reunir a todos para comunicarles su decisión y empezó a decir: — He leído todos vuestros trabajos. tengo que deciros que algunos son muy flojos pero hay uno que me ha encantado. Y es el de Luis.

Luis no se podía creer lo que estaba oyendo. Fue el último empleado en entregar el informe. — Gracias jefe,¿eso quiere decir que soy yo el que se va al Caribe? — Por supuesto Luis, no me importa que tardaras más días. Lo que yo querría era el trabajo bien hecho y por eso eres tú el que te vas de vacaciones. Todos los compañeros se quedaron llenos de envidia y aprendieron que hay que hacer bien las cosas. Mientras tanto, Luis hacía las maletas para irse. A partir de ese día todos supieron cómo hacer las cosas.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado

ANDER CALLEJA

Page 14: NUESTROS CUENTOS

rase una vez una chica de 22 años que se aburría en casa y decidió salir a dar un paseo. Esa chica se llamaba Blancanieves, pero todo el mundo la conocía como Blanca.

Blanca era una chica curiosa y despistada como su madre. Ella vivía en un chalet muy grande de dos plantas y que se acababa de trasladar a el. Cuando salió a dar un paseo, vio un chalet de 3 plantas pero todo era muy pequeño, incluso el coche que había aparcado en el “mini jardín”. Blanca entró a echar un vistazo por dentro de la casa porque estaba abierta.

Mientras tanto, en la otra punta del barrio, había una casa terrorífica que pertenecía a una loca. La loca del pueblo, o como otros la llamaban, “la bruja”. La gente creía que estaba loca porque siempre se le oía hablar gritando con un contestador automático. Pero no se le entendía nada, porque hablaba en el idioma de los locos, que solo entendía su amigo el poli. La bruja le decía todos los días al contestador: —¿quien es la más guapa del pueblo?

Y él le contestaba: — Es usted mi señora. Hasta que un día ella le tenía harto al contestador y este contestó: —Te voy a dejar de mentir; la más guapa es Blanca, la que se acaba de trasladar al pueblo. Al oír eso, la buja se enfadó mucho y decidió hacer un bocadillo de chorizo con un somnífero para Blanca y dárselo al policía para que se lo llevara. Pero el poli le dijo a la bruja que estaba prohibido utilizar somníferos para hacer algo malo. Entonces la bruja decidió ir y entregárselo ella misma. Mientras la bruja se dirigía hacia la casa de los siete hombrecitos, Blancanieves decidió echarse una siesta en las mini camas. Cuando entraron los siete hombrecitos muy bajos para su edad, y vieron a Blanca durmiendo, uno, el que parecía el más fuerte dijo que Blanca se tenía que ir. Otro con gafas, que parecía empollón, dijo que se podía quedar unos días. Pero, el más fuerte insistió en que se tenía que se tenía que ir. Con tanto jaleo, finalmente, Blanca se despertó. Después de unos minutos hablando el hombrecillo fuerte dijo que se podía quedar una noche. Al día siguiente la bruja llegó a casa de los hombrecillos y le dio el bocata a Blanca. Esta cuando acabó de comérselo cayó redonda al suelo. Cuando los enanitos llegaron a casa y vieron a la pobre blanca tirad a en el suelo, la metieron a casa e intentaron reanimarla sin conseguirlo. Necesitaban un cantante o un famoso para que le diera un beso y la despertara. Después de unos días encontraron a un famoso actor de cine de acción. Cuando le fue a dar un beso a Blanca esta despertó porque justo se había acabado el efecto del somnífero. Finalmente Blanca y el actor se casaron y tuvieron tres despistados y curiosos hijos. Colorín clorado este cuento se ha acabado.

SEGIO DEVESA

Page 15: NUESTROS CUENTOS

rase una vez dos gemelas llamadas Cecilia y Cenicienta que vivían con su madre. La madre y el padre se habían divorciado. Juan el padre de las gemelas se había casado con una mujer que tenía dos hijas malvadas. Las hermanastras les hacían sufrir a las gemelas. Cuando la madre de las gemelas se fue de viaje las gemelas se tuvieron que ir a casa de su madrastra. Y así les recibió: — Bienvenidas, Cecilia y Cenicienta. — Gracias. –Agradecieron las gemelas. Las hermanastras les hicieron trabajar a las gemelas limpiando, ordenando. cocinando, etc. Cada día les hacían sufrir más a las gemelas. En un día muy hermoso a las cuatro jóvenes las invitaron a una fiesta que el rey organizó para los príncipes gemelos, pero las hermanastras escondieron las invitaciones de Cecilia y Cenicienta. Llegó el día del la fiesta y las hermanastras se fueron dejando a las gemelas llorando al lado de la chimenea. Y así se despidieron las hermanastras de las gemelas: — Adiós, aquí os quedaréis hasta que termine el baile. – Ordenó una. — Además no podréis bailar con los dos príncipes ¡ Qué pena no hermanita! – Aseguró la otra. — Sí, una pena terrible y ahora vámonos no perdamos tiempo. – Puntualizó. Cuando se fueron al baile de repente ante Cecilia y Cenicienta apareció un mago brillante. —¿Qué os pasa hermosas gemelas? – Preguntó el mago. — Lo que pasa es que no nos han invitado al baile real. – Aseguró Cecilia. — Y además no tendríamos nada qué ponernos para ese baile. – Dijo entonces Cenicienta. — Bueno, tranquilas, ese problema se resolverá ahora mismo. – Les tranquilizó el mago.

El mago trasformó a las gemelas con unos magníficos vestidos y además con una supercarroza de flores. Ya en la fiesta Cenicienta y Cecilia pudieron bailar con los dos príncipes. Cuando las campanas tocaron las once, las gemelas se fueron corriendo. Pero a las gemelas se les olvidaron los zapatos de oro.

Page 16: NUESTROS CUENTOS

Al día siguiente los príncipes mandaron a sus ayudantes para que probaran los zapatos de oro a todas las jóvenes que estuvieron en el baile. Cecilia y Cenicienta también se las probaron. Al final los príncipes encontraron a sus verdaderas amores e hicieron una gran boda donde asistió todo el mundo. Las hermanastras no pudieron aguantar la envidia y estuvieron apunto de explotar. La madre de las gemelas, la madrastra y padre también asistieron a la boda. Las hermanastras aprendieron a respetar la gente y a tratarles bien. Les pidieron disculpas a Cecilia y Cenicienta. Todos estuvieron felices y contentos. Colorin colorada este cuento se ha acabado.

MARIE DIATTA

Page 17: NUESTROS CUENTOS

abía una vez el burrito que vivía en una casita muy preciosa y un huerto con toda clase de frutas. AL burrito no le gustaba trabajar. Un día, mientras estaba cavando en el huerto, se lamentaba así: —¡Qué desgracia ser pobre y tener que trabajar para poder comer! Mientras el burrito estuvo trabajando encontró un viejo pistolón dentro de la tierra. —¡Qué mala suerte! –dijo el Burrito. —Haber encontró este chisme viejo y no un cofre lleno de monedas de oro! Así que el Burrito se escondió detrás de una tapia junto al camino. Su primera víctima fue su vecino Perro Pachón. —¡La bolsa o la vida! -Le gritó. Pero Perro Pachón atacó al Burrito en vez de asustase. Ahora el Burrito esperó a su segunda víctima. a la gallina Clueca. El Burrito le apuntó con el pistolón y le chilló: -¡Alto gallina Clueca escupida, dame todo tu dinero! La gallina se asustó y comenzó a dar gritos. —¡Socorro, socorro, que me roban! De las puertas de todas las casas salieron corriendo los animales de la granja. El burrito volvió a esconderse y esperó a los cinco de gatitos de la familia Micifuz. Les apuntó con su viejo pistolón. —¡Alto gatitos tontos, dadme todo el dinero que lleváis! –Grito delante de los gatitos. —¿Habéis oído, hijos míos? -preguntó el gato padre. —¡Es un ladrón! ¡Todos a él! –gritaron los cinco a la vez. Y los cinco gatitos se lanzaron contra el Burrito. Mientras corría por el camino, el Burrito vio un bulto extraño vuelto de espaldas. Le apuntó con el pistolón, diciéndole: —¡Dame el dinero que lleves o te mato! Pero no pudo robarle tampoco porque se encontró con el perro policía. Este metió en la cárcel al burrito.

Page 18: NUESTROS CUENTOS

El burrito ladrón aprendió la lección y prometió que sería bueno y que nunca intentaría robar a nadie. Al final sus vecinos perdonaron al burrito. Y vivó muy feliz en su casita, trabajando en su huerto y recogiendo toda clase de frutas. Colorín colorado este cuento se ha acabado.

HOURIA EDDIAME

Page 19: NUESTROS CUENTOS

rase una vez una familia de cerditos. Eran tres y la madre. El cerdito mayor, el mediano y el pequeño. Un día fueron a un Rin de lucha para ganar mucho dinero. En el primer combate ganaron, también el segundo, el tercero y el cuarto. Llegaron a la final pero el carnicero se metió en la lucha y se los llevó. En el matadero no sabían como salir. Pero el cerdito pequeño dijo: — ¡Mirad esos plásticos! — ¿Y si nos refugiamos en los plásticos? –Dijo el mediano. — Claro ¡vamos! –Soltó el cerdito grande. Se refugiaron en los plásticos y salieron vivos. Pero estaban empaquetados y los llevaron al supermercado. — ¡Eh!, a la de tres salimos corriendo. –Les propuso el hermano mayor. — Una, dos y tres- –Contó el menor. Salieron corriendo al aparcamiento dejando todo roto en el centro comercial . Entraron en un coche y los dueños del coche se los llevaron sin enterarse .Era una tarde muy lluviosa y no tuvieron más remedio que entrar a la casa de los dueños del coche. — Esto me da mucho miedo. –Dijo el mediano. — A mi también me da miedo. –Dijo el pequeño. Entonces los tres cerditos salieron corriendo juntos. De repente el señor que los había visto sacó un cuchillo y dijo : —¡ A por ellos ! Como todos os supondréis salieron vivos , ganaron el combate , el dinero y fueron felices y comieron perdices .

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

EKAIN FERNÁNDEZ

Page 20: NUESTROS CUENTOS

n día en un país en el que los animales podían hablar, había unos cerdos: el cerdo mayor, el cerdo mediano y el cerdo menor que vivían en su finca en el bosque. Llevaban bastante tiempo sin hacer nada extraordinario cuando al cerdo mayor se le ocurrió una idea.

—¿Por qué no organizamos un combate? — Me parece buena idea, pero ¿Quiénes podrían participar? – El cerdito mediano respondió. — Todo el que quiera participar. –Le contestó el menor de los hermanos.

Estaban dispuestos a organizar un combate en el que podía participar toda la gente que quisiera. Fueron llegando personas de todo el mundo para luchar. Pero el que más destacó fue el carnicero porque era el que más los odiaba.

Empezó el primer combate y todos estaban emocionados. Los cerditos ganaron el combate el primer combate y el siguiente y el siguiente… Pero al final le tocó al carnicero.

—Vamos a vencerlo. –Dijo el cerdo mayor. —De eso puedes estar seguro. –Insistió el mediano. —¡Oink oink¡ –Exclamó el menor.

Pero el carnicero era karateca y de un golpe los ganó. mientras los cerdos estaban K.O. los metió en un saco y se los llevó a su casa para cocinarlos al siguiente día. Allí los llevó a una trituradora de carne enorme en la que los metió para triturarlos. Pero en realidad no les paso nada, porque durante la noche, mientras el carnicero dormía desenchufaron la trituradora y pusieron bombas para acabar con él. Aunque no les hizo falta porque salieron sanos y salvos metidos en unas bolsas de plástico para carne. El carnicero confundió las bolsas y los metió en el camión de reparto. Cuando estaban a mitad de camino dijo el cerdo mayor:

—Vamos a enseñarle una lección al carnicero. –Pulsando el detonador de la bomba- —Y ahora salgamos de las cajas y vayamos a nuestra casa. –Les dijo el menor de los cerditos. Los cerdos llegaron al supermercado escaparon de las bolsas y volvieron a la finca a pensar qué hacer la siguiente vez.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

IMANOL GÓMEZ

Page 21: NUESTROS CUENTOS

bía una vez tres cerditos que vivían en un pueblo pobre y chiquitito. Pero ellos eran muy ricos y se dijeron uno al otro:

— Y, ¿por qué no nos vamos de vacaciones muy lejos de aquí? – Dijo el cerdito mayor. — Es una buena idea. – Exclamó el menor.

— Sí, sí. Por fin nos vamos de vacaciones. – Celebró el mediano.

Los tres cerditos lo pensaron mucho eso de ir de vacaciones. Al final se fueron a Egipto, porque les gustaban mucho las pirámides. En el avión vieron tres películas: una Avatar, otra Alicia en el país de las maravillas y la otra Gru mi villano favorito. Lo pasaron muy bien y también oyeron música rock, clásica, pop y muchas más. Allí también comieron y bebieron mucho.

— Estaba todo muy bueno, a que sí, ¡eh! – Exclamó el cerdito mediano.

— Sí. – Dijo el mayor. Una vez llegar creían que estaba todo perfecto pero se dieron cuenta que habían metido las maletas en otro avión. — Y ¿ahora qué hacemos? — Pues habrá que pedir un empleo. — No es mala idea. – Exclamó el cerdito mediano. Los tres cerditos fueron a recepción, pidieron trabajo y los aceptaron. Ellos trabajaron de cocinero, de los que limpian las habitaciones y también de los que sirven la comida. Les pagaron muy bien y se echaron una novia cada uno y lo pasaron muy bien. Al final se fueron de Egipto contentos con sus novias.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

JON IPARRAGUIRRE

Page 22: NUESTROS CUENTOS

n un campo muy hermoso Vivían tres hermanitos cerditos.

El pequeño cerdito se llamaba Jake y era el más listo. El segundo cerdito se llamaba Erick,

siempre le gustaba ser el primero en todo. Y por último estaba el hermanito Mike que era un

poco egoísta pero a veces tenía sentimientos.

Un día muy caluroso, los hermanitos decidieron hacerse una casita de ladrillos.

—Hermano Jake ¿cómo hacemos la casa? –Preguntó Mike.

—Bueno, pues, lo primero que vamos hacer es conseguir ladrillos. –Respondió Jake a la

pregunta de Mike.

—¡Buena idea, buena idea! –Gritó Erick un poco aburrido.

Entonces los hermanos empezaron a reunir todos los ladrillos que pudieron y al momento

empezaron a hacer la casa. Dos horas después terminaron todo menos la puerta pero como

estaban muy cansados decidieron hacerla otro día.

Estaba empezando anochecer cuando:

—Yo estoy muy cansado, no sé vosotros pero yo me doy un chapuzón en ese rió que está

cerca de nuestra casa. –Propuso Mike.

—De acuerdo hermano, yo también voy contigo. –Replicó Jake.

Así, los tres cerditos fueron al rió. Pero en ese momento comenzaron sus problemas. Erick

quería saltar primero al rió del trampolín que tenían.

—Saltaré yo primero. –Gritó fuerte Erick.

—¡No!, saltaré yo primero del trampolín. –Le respondió Mike a Erick.

—Yo voto por Mike. Así que él será quien salte primero. –humilló Jake.

Erick furioso se fue al bosque a dar un paseo y a tranquilizarse. Justo en el camino que iba

Erick había un lobo:

—¡Eh cerdo. –Llamó el lobo a Erick.

—¡Qué? –preguntó Erick furioso.

—¿Sabes dónde hay comida? Me muero de hambre. –Comentó el lobo.

El lobo amenazó al cerdito que si no le decía dónde podría encontrar comida se lo iba a comer

entero. Así que el cerdito no tuvo alternativa y le dijo que la comida la tenía en casa de sus

hermanos.

El lobo no dudó y se fue ala casa que le indicó Erick.

—¡ ja, ja , ja ! ¡Os voy ha comer! –Gritó el lobo .

Los hermanitos fueron corriendo a la casa pero como aun no habían puesto la puerta. Así que

el lobo se metió. Pero cuando ya estaba apunto de comerse a los cerditos se oyó una voz:

—¡Alto! No comas a los pobres cerditos. –Comentó un lobo baquero con una cuerda en la

mano.

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El lobo baquero lanzó la cuerda al lobo malo y luego le ató la mano junto con él.

—¡Eh cerditos ayudarme! Tirarme al rió junto con mi hermano. –gritó el lobo baquero orgulloso

de ser un héroe.

Así que los dos cerditos no tuvieron elección y lo hicieron.

Para cuando Erick volvió a casa tranquilizado, los hermanos estuvieron enfadados por lo que

había hecho pero lo perdonaron.

El cerdito aprendió a no hablar con gente ajena ni decir cosas a un desconocido.

Los tres cerditos tuvieron mujeres e hijos, vivieron felices y comieron perdices.

GUERY JALDIN

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erdilandia se llamaba el pueblo en que vivía esta familia de cerdos. Los tres hermanos con sus padres vivían en una casita del pueblo.

Pasado el tiempo los cerdos se hicieron mayores y la casa en que vivían se quedó pequeña para poder vivir todos. Entonces decidieron construir cada uno su propia casa para independizarse y formar nuevas familias. Acordaron aprovechar las vacaciones de verano para ponerse manos a la obra y así llegado el invierno cada un tener su propio hogar.Dos de los hermanos con sus novias trabajaban día y noche con muchísima ilusión para terminarla cuanto antes, pero el tercero se tuvo que ponerse a trabajar solo, porque aun no había encontrado su media naranja, y no tenia ninguna gana de vivir solo, por tanto no tenía ninguna prisa por acabar su casa. Este también trabajaba todo los días pero a diferencia de los demás se encontraba triste por su soledad.

Un día estando en la obra apareció una loba rondando por los alrededores, y después de verlo varios días el cerdo decidió darle conversación para entretenerse un rato. Mantuvieron una larguísima charla y se dieron cuenta que los dos se encontraban en las mismas circunstancias. La loba se ofreció ayudarle en la obra, cosa que al cerdo le hizo muchísima ilusión tanta, que se quedaba día y noche en la construcción para hacerle compañía ala loba.

Para cuando terminaron la casa, se dijeron cuenta de que se habían enamorado.Eran conscientes de ser una pareja un poco rara, aunque al principio les extraño muchísimo a sus respectivas familias y amigos no tardaron en ser aceptados y queridos.Formaron una familia como el resto de los habitantes y vivieron muy felices.

Colorín Colorado este cuento se ha acabado.

URDAX MAGUNAZELAIA

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LA PRINCESA PERDIDA

rase una vez una princesa llamada Sercapaza que era hermosa y bella .La princesa vivía en un castillo de lo mas lujoso con unos terrenos enormes. Un día Sercapaza salio a pasear con su caballo Relámpago. Se dirigió a la aldea. En el camino la princesa se encontró con unos ladrones y los ladrones le quitaron el caballo y todo lo que llevaba encima. La princesa desilusionada y apenada en el cruce para la aldea se equivocó y se metió al bosque. En el bosque la princesa se cayó al suelo y estuvo unos minutos allí hasta que llegó un príncipe. La encontró, tumbada en el suelo. El príncipe preocupado la cogió y se la llevó a su castillo. En el castillo las sirvientas le curaron todas las heridas. Cuando la princesa se encontró mejor el príncipe le preguntó: ─ ¿Qué te ha pasado? ─ Una banda de ladrones me ha atracado. ¿Dónde estoy?- Extrañada preguntó Sercapaza. ─ Estás en el castillo del príncipe. ─ La princesa─ insistió ─ ¿Cómo me has encontrado? ─ Estabas en el suelo y te vi mientras paseaba─ Respondió el príncipe. La princesa después de esa conversación llegó a su casa y su padre quiso saber lo que había pasado para llegar tarde a casa. Al día siguiente la princesa fue al castillo a dar las gracias pero, allí no había nadie. A la vuelta hacia su castillo se encontró con el príncipe y le dio las gracias. El príncipe le dijo que no importaba. La invitó a su castillo. En el castillo le dijo que era muy hermosa. El príncipe amablemente le preguntó: ─-¿Quieres casarte conmigo? ─- Me encantaría ─respondió muy contenta la princesa. Después de la pedida de mano y los preparativos llegó el día de la boda. Los futuros esposos tenían todo preparado para ese día. Vestidos muy elegantes celebraron una fiesta por todo lo alto. Los príncipes ya marido y mujer vivieron felices y comieron perdices. Colorín colorado este cuento se ha acabado.

XABIER MARTÍNEZ

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orría el año 3000, Alicia estaba jugando con sus amigas al esconderite. Al cabo de unas horas Alicia tuvo sed. Intento buscar un río para beber. De repente vio a una vaca.

— ¿ Que clase de animal eres tú? –Le preguntó ya que en aquella época las vacas se habían extinguido.

— Soy una vaca- le contesto –sígueme chiquilla.

Alicia le siguió a la vaca y encontró un OVNI. Alicia se montó en el OVNI y oyó una voz que estaba en un idioma que no entendía tampoco creyó que ese idioma era el de la tierra.

A poco rato la nave empezó a moverse. Alicia se metió un susto terrible. Después de una hora Alicia llegó ala Luna. Muy asustada Alicia bajó del OVNI con un traje espacial. Caminó unos metros y encontró un laberinto. Alicia pensó que sería divertido intentar llegar hasta el final. Así que Alicia entró en el laberinto pero se cerró la puerta a sus espaldas. Entonces sintió un escalofrio. Siguió hacia delante y vio un panel donde habia un

puzle.

Después de resolver el puzle y pasar los paneles llegó donde estaba la reina. Ella le concedió la libertad porque le contó que hacía más de mil años que no veía una niña como ella y le había alegrado el día.

Mientras, los soldados patata de la reina le prepararon una nave a Alicia. Llegó a casa sana y salva. Alicia se quedó con el OVNI para visitar a la reina siempre que quisiese.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

AITOR MUGIRA

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TOM EL ENANITO

Había un enano que se llamaba Tom, que vivía en un bosque que se llamaba el bosque Enanito. A Tom le gustaba mucho viajar, pero sus padres no le dejaban viajar. Un día cuando los padres de Tom estaban durmiendo, Tom fue a una playa no lejos del bosque, y con unas ramas hizo una barca. Cuando estaba en alta mar, un tiburón lo ataco. Tom estaba a punto de morir, cuando una ballena le salvó la vida. —Gracias por salvarme la vida. –Resistió Tom. —De nada.–Dijo la ballena. —Me llamo Tom y vengo del boque Enano. –Dijo Tom. La ballena llevó a Tom a una ciudad que conocía. Y se marchó. —¡No me dejes aquí!!!!!!!!!!!!- gritó Tom. Al de un tiempo apareció un chico llamado Milton. —Qué criatura más extraña. Creo que a papá le gustará. –pensó Milton. Y llevó a Tom donde su padre. Al padre de Tom le gusto mucho, e hizo muy famoso a Tom. Pero, Tom echaba mucho de menos a su padre y cada día estaba más triste. El padre de Milton no se daba cuenta de la tristeza de Tom ya que tenía todo lo que se podía desear. Un día Milton no pudo más, le daba mucha pena y ló llevó a una playa cerca de allí y le hizo una barca grande y fuerte. Tom le dedió las gracias y se marchó. Cuando llegó al bosque, sus padres estaban muy preocupados y le dijeron que no se marchara del bosque sin permiso. Clorín colorado este cuento se ha acabado.

JEFRREY NKU

Page 28: NUESTROS CUENTOS

n día iba Billy con su pequeñita barca. Mientras iba por el océano encontró una cuidad llamada Tema en África. Billy vio que era una cuidad llena de chocolate.pero no se dio cuenta de que eran personas. Empezó a comerlos poco a poco. Billy anduvo por toda la cuidad sin encontrar a nadie. Ya que había asustado a los habitantes de la cuidad. Cuando Billy iba por el parque se encontró con un niño llamado Tom. Este pensó que lo iba comer y le dijo: —¡No me hagas daño, por favor! No me comas. Entonces Billy se dio cuenta que se estaba comiendo a las personas. Le dio un poco de pena porque el chocolate estaba bueno pero no se lo comió. Billy y Tom se hicieron amigos. Tom le presentó a su padre. A su padre le gustó mucho el canguro y pensó hacer a Billy famoso. Billy y el padre de Tom fueron a la televisión. Allí Billy estuvo haciendo películas, unos cuentos para los niños, cómicas, peluches , libros y guitarras. El padre de Tom le hizo muy famoso a Billy, pero Billy no estaba contento y pensó que tenía que volver a su país . Así que le preguntó a tom: —¿Podrías llevarme a mi pequeñita barquita? No quiero ser famoso. Tom lo llevó a su barquita. Billy se marchó dando las gracias a Tom . Colorí colorado este cuento se ha acabado

JERRY NKU

Page 29: NUESTROS CUENTOS

abía una vez tres lobitos que estaban haciendo casas diferentes. El primer lobito hizo una casa de madera, el segundo lobito hizo una casa de paja y el tercer lobito hizo una casa de ladrillo. Cuando terminaron las casas los tres lobitos empezaron a comprar comida para el invierno. El primer lobito trajo un jabalí, el segundo lobito trajo un pez grande y el tercero trajo un buey gigante. Cuando terminaron de meter todo en cada congelador, el primero dijo: —Podemos jugar al escondite. –Vale, pues me la quedo yo. –contestó el tercer lobito. Mientras que contaba: — 1, 2, 3, 4… Los otros dos lobitos estuvieron encontrando un buen sitio para esconderse. El primer lobito se escondió detrás de un árbol grande y grueso y el segundo lobito detrás de un arbusto pequeño. Mientras el tercer lobito encontraba a los otros, el primer lobito vio un cerdo entrar en su casa. El lobito fue a ver para qué iba a su casa y cuando entró el cerdo había desaparecido y toda su comida también. Así que el lobito dudó mucho de aquel cerdo. Cuando le contó lo ocurrido al otro lobito éste también había sido robado por el cerdito. Por la noche el primer lobito como no tenía sueño fue a ver la tele. De repente vio al cerdo del medio día por la ventana y vio que estaba entrando el cerdo en casa de el segundo lobito. Fue corriendo para avisarle y también para saber quién era ese cerdo y porque cuando entró él ya no estaba la comida. El lobito llegó a tiempo de avisarle al lobito. El cerdo no se dio cuenta de que la casa era de paja. Así que no sabía cómo salir de esa casa con tanta paja. Pero cuando ya vio la salida, el lobito lo agarró del pie y lo estiró hasta la cama. El primer lobito furioso le preguntó: —¿Por qué te has comido mi comida de invierno? —Yo no me he comido tu comida, se la he dado a mi madre que necesita comer ya que está…- interrumpió el cerdo al lobito con miedo a que se lo comiera. —¿Por qué no coges comida tu mismo y no la de los demás? —volvió a preguntar el lobito al cerdo. —Porque yo no sé cazar presas en el bosque como vosotros –replicó el cerdo al lobito con miedo. —Pues, te puedo enseñar yo a cazar presas fáciles que podáis comer. –insistió el lobito al cerdo con sinceridad. —Vale, gracias. ¿Cuándo empezamos? –le dijo el cerdo al lobito sin miedo y con confianza. —Mañana podemos empezar. –contestó el lobito al cerdo contento y con ganas de ayudar. —Vale, agur –se despidió el cerdo del lobito

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Al día siguiente los tres lobitos se juntaron con el cerdo para enseñarle a cazar presas fáciles. Pasaban los días y el cerdo todavía no sabía cazar ninguna presa. El cerdo se desanimó mucho y los tres lobitos estaban agotados. De pronto al tercer lobito se le ocurrió: —Podríamos enseñarle a hacer trampas. —Esa es una buena idea. –gritaron los dos lobitos y el cerdo. Así que empezaron a enseñarle cómo se hacía una trampa y el cerdo empezó poco a poco a aprender cómo se hacían las trampas. Al cabo de varios días el cerdo aprendió hacer una trampa. También aprendió a no robarle a los animales del bosque la comidas. Así el cerdo se hizo amigos de los lobitos. Entonces su madre se recuperó porque empezó a llevarle comida todos los días como le habían enseñado de los tres lobitos. Colorín colorado este cuento se ha terminado.

IBAI NUÑEZ

Page 31: NUESTROS CUENTOS

n buen día un huevo bastante grande, apareció en la puerta de la granja. El granjero decidió ponerlo con la gallina más guapa. El día que nació era tan guapo que cuando venía la gente a la granja solo se fijaban en él y los animales decidieron ponerlo de patitas en la calle.

Al día siguiente de haber dormido en el monte el solo, conoció a un ratón que le dio la idea de atracar un banco de la gran ciudad. Al patito le pareció buena idea lo de robar el dinero del banco y acto seguido fue a buscar algún arma para amenazar.

Cuando llegó el siguiente día fue a la ciudad entró al banco diciendo:

—¡Qué nadie se mueva esto es un atraco!

La gente asustada hizo caso de lo que el pato les había ordenado. Este se dirigió a la cajera:

—¡Déme todo el dinero que tenga!

—Vale, vale. Tranquilo. Tome... tome...–Le dijo la cajera muy asustada.

Después de todo aquel lío que se montó y antes de que viniera la policía salió por patas de aquel sitio. Ese mismo día ya estaba en orden y captura pero nunca lo encontraron.

Con ese dinero viajo al Norte y allí conoció a una patita muy guapa y se compraron un chalet con un estanque para nadar.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

JON SAN VICENTE

Page 32: NUESTROS CUENTOS

abía una vez un niño llamado Pinocho. Vivía solo en Hollywood. Tenía nueve años y su casa estaba situada en el centro de Hollywood. Cuando salía, solo salía para cosas muy importantes, como para comprar, ir a la escuela... Pensaba que podía ser fácil que se pudiera perder o pasar le cualquier cosa...

Un día que Pinocho estaba muy aburrido y no sabía qué hacer se le ocurrió una brillante idea. Se le ocurrió que podía crear un personaje de metal como si fuera un robot y también que fuera como su padre. Pero eso lo hacía porque no tenía ningún familiar sólo tenía un tío en la otra punta del mundo.

Entonces empezó a pensar cómo crear ese personaje. Al día siguiente fue a una tienda a comprar el material necesario: —¡Hola! —¿Qué desea? –preguntó el cerrajero. —He venido a comprar material para crear un personaje de metal. Vamos que sea un robot para que viviese con migo ya que vivo solo. –afirmó Pinocho. —Yo te puedo ayudar a crearlo. sólo me tendrás que pagar el material. –le dijo el tendero. —¡Vale! –exclamó Pinocho, muy contento.

Así que empezaron a crear el personaje entre los dos. El personaje lo crearon en un año y dos meses. Al terminar Pinocho se puso muy contento.

Un día Pinocho salió a la calle a dar un vuelta y dejó al robot en casa desconectado. Estuvo una hora por la calle dando un paseo. Al llegar a casa exclamó Pinocho: —¡Yo no he dejado esto así¡ Siguió mirando la casa y notó que no estaba el robot y estaba todo desordenado... En ese mismo día y momento llamó a la policía. La policía llegó a la media hora. Al llegar Pinocho comentó a la policía lo ocurrido y lo comentó con gran nerviosismo: —¡Me han entrado a robar! —¿Cómo que te han entrado a robar? ¿Qué te han robado? ¿Algo de mucho valor? —Me han robado algo de bastante valor, un robot hecho por mí que me costó muchísimo crearlo y dinero que tenía ahorrado. —¿Y además tenías mucho dinero? —Exactamente no lo sé, pero esta alrededor de 1500 euros más o menos. –contestó Pinocho.

Al día siguiente volvió la policía a casa de Pinocho para seguir resolviendo el caso pero al final dejaron el caso sin resolver .

Al de unos días Pinocho salió a la calle a pasear porque se sentía muy solo y no sabía que hacer. Al cabo de un rato se le acerco una persona y le comento: —¿Te veo muy preocupado?¿Vives solo? —Sí, vivo solo en mi casa. Pero me han robado algo muy valioso –contestó tristemente Pinocho. —Yo también vivo solo pero en la calle. –contestó aquel hombre extraño. —¿Cómo que vives en la calle? -quiso saber Pinocho —Mira ayer mismo me desperté en una casa como si hubiera sido por arte de magia. Era muy extraño no

sabía lo que hacía allí. Entonces me fui y cogí un dinero que había en un cajón. Esa casa estaba desordenada, pensé que estaba abandonada y me marché.

Entonces Pinocho entendió todo. Que el robot se había convertido en persona. Desde entonces fueron muy felices y vivieron los dos en la casa de Pinocho. Al fin Pinocho tuvo alguien con quien vivir.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

MIRIAM SÁNCHEZ

Page 33: NUESTROS CUENTOS

El hombrecillo rojo y la avellana perla

rase una vez un hombrecito rechoncho y risueño que vivía

en el bosque mariposa. Le gustaba mucho pasear por el

bosque y un día que estaba paseando encontró una avellana. Que resultó ser

la única en el mundo. Era una avellana perla. Cuando iba acogerla se le

escapó de las manos y se fue volando. El hombrecillo la siguió corriendo, pero

la avellana no paraba de volar y no conseguía atraparla. Después de un buen rato corriendo, la avellana

cayó y se metió por una puertecita de una casa de flores.

Allí vivía una ratita muy presumida y limpia, que tenía la casa muy ordenada y

reluciente. La ratita casualmente se estaba poniendo guapa delante del espejo, y

reflejado en él vio dos cosas: Una avellana y seguido un hombrecillo rechoncho

vestido de rojo. Casi rompió el espejo del susto.

—Pero, pero¿ Quién eres? ¿Qué haces aquí? —preguntó la ratita asustada.

—Perdona por meterme en tu casa sin ni siquiera llamar a la puerta. –Se disculpó el

hombrecito.

— He entrado sin darme cuenta tras la avellana perla. –le explico a la ratita.

—Hay, majito pues casi me matas del susto. –aseguró la ratita.

—Mil veces perdón señorita ¿Cómo puedo compensarte ?¿Necesitas reparar algo? Soy muy bueno con el

martillo. –sugirió el hombrecito amablemente.

—Pues mira este cajón no cierra bien. –le indicó la ratita.

Con unos cuantos martillazos el hombrecito reparó el cajón. Luego una mesa que cojeaba, después una

tabla suelta del suelo... En aquella casa no faltaba trabajo.

Para agradecérselo la ratita insistió en que se quedara a cenar, ya que le pareció un hombrecito muy

agradable. pasaron toda la noche hablando y jugando al parchís. Para cuando se dieron cuenta amaneció.

Page 34: NUESTROS CUENTOS

—¡Tendré que irme a casa! –exclamó el hombrecito. —Pero si se nos ha olvidado la

avellana.

Miraron a su alrededor y vieron que la avellana estaba bajo la mesa. El hombrecito cogió la

avellana, la abrió y sacó de su interior un precioso collar de perlas.

—Toma, como muestra de mi amistad. –le ofreció el collar a la ratita.

Ese fue el comienzo de una gran amistad y de ahí en adelante vivieron felices siendo amigos.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

MALEN ZABALA

Page 35: NUESTROS CUENTOS

ÍNDICE1 Arruabarrena, Jone Los malvados cerditos

2 Astola, Aitor J. Los tres cerditos

3 Atutxa, Eder Caperu

4 Barriga, Adrian El patito chulo

5 Blanco, Unai Hansel y Gretel en el laberinto

6 Blanco, Joseba Los tres ceditos en Nueva York

7 Blanco, Nahia El vecino ladrón

8 Calleja, Ander El viaje al Caribe

9 Devesa, Sergio Blancanives y los siete hombrecitos

10 Diatta, Marie D. V. Cecilia y Cenicienta

11 Eddiame, Houria El burrito ladrón del huerto

12 Fernández, Ekain Los tres cerditos en apuros

13 Gómez, Imanol Los tres jamoncitos

14 Iparraguirre, Jon Los tres viajeros

15 Jaldin, Guery R. Los tres cerditos y los dos lobos

16 Magunazelaia, Urdax Los tres cerdos y la loba

17 Martínez, Xabier La princesa perdida

18 Mugira, Aitor Alicia en el viaje a la luna

19 Nku, Jeffrey Tom, el enanito

20 Nku, Jerry Etsu Billy, el canguro

21 Nuñez, Ibai Los tres lobitos y el cerdo

22 San Vicente, Jon K. El patito guapo

23 Sánchez, Miriam El caso del robo

24 Zabala, Malen El hombrecillo rojo y la avellana perla