Novena Navidad

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Novena

Navidad en Familia

2010

“La familia cristiana en el corazón del mundo”

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(Retiro de la portada)

ORACION INICIAL

Señor Jesús, Hijo de Dios

y concebido por obra del Espíritu Santo,

que un día fuiste niño en Belén y en Nazaret,

nacido de Santa María Virgen,

venimos al lado de ella y de José a adorarte,

a contemplar, admirar y meditar

los misterios de tu infancia y tu niñez.

Abre nuestros corazones

al amor, a la paz y a la alegría

que viniste a traer a la tierra.

Toma nuestro propio nacimiento

y húndelo en el tuyo;

haznos hombres verdaderos y nuevos,

hijos de Dios auténticos,

como si cada uno de nosotros

hubiera nacido corporalmente de María.

Amén.

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PRIMER DIA

UNA BUENA NUEVA

Juan prepara el camino

1. Monición inicial

En este primer día de la Novena en Familia nuestro tema de reflexión tiene que ver con el

anuncio de la Buena Nueva. Empecemos preguntándonos: ¿qué hemos hecho o qué

hacemos para anunciar la esperanza de Jesús en situaciones de abandono, se sufrimiento,

de maltrato, de injusticia que alguna persona cercana a nosotros está viviendo en estos

momentos?

En algunos casos, hemos permanecido indiferentes, quietos, en silencio como que no

conocemos al Dios de la esperanza, de la vida?

2. Villancico

3. Oración para todos los días

4. Palabra de Dios: Mc 1,1-4

Este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesús, Hijo de Dios. En el libro del profeta

Isaías estaba escrito: “mira te voy a enviar a mi mensajero delante de ti para que te

prepare el camino. Escuchen esa voz en el desierto que grita:¡preparen el camino al

Señor, enderecen sus senderos!”.

Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y

conversión, para alcanzar el perdón de los pecados.

5. Reflexión

Se nos anuncia una Buena Noticia

Marcos inicia el Evangelio así: este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo

de Dios). Esta expresión nos hace comprender que la Buena Nueva es de alguien, de una

persona; esa persona es Jesucristo, Hijo de Dios. Es Él, quien nos trae la Buena Nueva;

más aún, podemos decir, Él es la Buena Nueva de Dios para nosotros, para la humanidad.

En seguida, aparece Isaías para recordarnos que un mensajero será enviado a anunciar la

necesidad de preparar el camino del Señor, de enderezar sus senderos para acoger la

Buena Nueva; es decir, disponer la mente y el corazón; Juan dirá que necesitamos de

bautismo y de conversión.

En efecto, el bautismo nos hace partícipes de la Gracia de hijos de Dios, limpios de

pecado; nos hace partícipes de la fe y de la semilla del Reino; nos hace miembros de la

familia de Jesús, la Iglesia; con ese sacramento se inicia, en nosotros, el camino de

conversión que nos conduce a la salvación.

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Participemos en esta Novena e iniciemos la preparación para celebrar la Navidad, fiesta

de la Presencia de Dios, hecho hombre en Jesús, portador de la Buena Noticia de la

Salvación para los hombres y mujeres que habitamos este mundo.

Mons. Ángel Polivio Sánchez

Obispo de Guaranda

Secretario General de la Conferencia Episcopal

6. Reflexión de los participantes

¿Cómo podemos anunciar a Jesús en situaciones difíciles?

Como padres y madres de familia, ¿qué hacer para que la Buena Nueva sea anunciada y

escuchada en nuestro hogar?

7. Compromiso

Demos de nuestro tiempo y acerquémonos con amor a la persona que sufre, qué está sola,

aislada y espera la Buena Nueva.

8. Peticiones

A cada petición respondamos:

NIÑO JESÚS, PON VALENTÍA EN NUESTRO CORAZÓN.

Para que estemos atentos a las situaciones difíciles de nuestros hermanos más cercanos,

oremos.


Para que seamos portadores de buenas noticias a las personas que están con nosotros,

oremos.


Para que tengamos disponibilidad y generosidad con los miembros de nuestra familia,

oremos.


Por el Papa, los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, agentes de pastoral,

catequistas, todos los bautizados para que llevemos la Buena Nueva a nuestros lugares de

acción pastoral, oremos.


Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

9. Bendición

Con la decisión y llenos del Espíritu que da fuerza para el anuncio, vayamos en el nombre

del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

10. Villancico

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SEGUNDO DIA

EL CAMINO A LA CONVERSIÓN

La voz que grita en el desierto


Cada día escuchamos muchas voces… unas agradables, otras no tanto; aquellas que traen

buenas noticias, estas otras no son portadoras de nada bueno; en fin, voces y más voces.

Podemos iniciar nuestro segundo día de novena preguntándonos: mi voz, nuestra voz,

¿qué mensaje lleva a los más cercanos, a los compañeros de trabajo, a los miembros de mi

familia?

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Mt 3,1.7-12

Por aquel tiempo se presentó Juan Bautista y empezó a predicar en el desierto de Judea.

Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos habían venido donde él bautizaba, y les

dijo:”raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se les viene

encima? Muestren los frutos de una sincera conversión, pues de nada les sirve decir:

“Abraham es nuestro padre”. Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de

Abraham aun de estas piedras. El hacha ya está puesta en la raíz de los árboles y todo

árbol que no dé buen fruto, será cortado y arrojado al fuego.

Yo les bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno

con mucho más poder que yo, a quien no merezco ni llevarle las sandalias, él los

bautizará en el Espíritu Santo y el fuego. Ya tiene la pala en sus manos para separar el

trigo de la paja. Guardará el trigo en sus bodegas, mientras que la paja la quemará en el

fuego que no se apaga”.

5. Reflexión

Una voz en el desierto: Juan el Bautista: prepara el camino del Señor

El corazón de su predicación es el anuncio de Isaías (Is 40, 3). «Voz del que grita en el

desierto: preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas».

Cuando un rey visitaba una ciudad, los ciudadanos debían preparar el camino. Se trata de

trabajo muy intenso: Trabajos enormes de tierra, rellenando lo bajo, bajando lo elevado.

Esos reyes por lo general imponían cargas como impuestos. La gente esperaba que si la

visita era amena les iría mejor.

Pero nosotros preparamos el camino al Rey que viene no a imponer cargas sino a

liberarnos y darnos su amor y su vida eterna.

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Con cuanto amor y gratitud debemos entonces preparar su camino.

El camino que debemos preparar es nuestro corazón.

Se trata de algo más difícil que construir carreteras, pues exige abrir el corazón y dejar

que Jesús entre y reine. Es entregar plenamente nuestra vida a El.

El corazón está dominado por egoísmo y toda clase de pecados, muchos que aún ni

siquiera reconocemos.

Todos necesitamos conversión. Poner toda la atención de Dios, hacer examen de

conciencia con rigor, y entrar en disciplina que permita un cambio de vida. Así hizo Juan

Bautista en el desierto.

Cuando Juan se hizo famoso y todos iban a él, los fariseos y saduceos quisieron ser vistos

participando en el rito del bautismo.

Pero Juan los retó fuertemente. Él sabe que la falsificación de la religión causa escándalo.

Esa es la que se vive sin el sincero deseo de cambiar el corazón a la verdad y el amor. Esa

religión se convierte en un obstáculo para los que buscan el camino.

Es una advertencia para nosotros para no caer en hacer sólo el rito externo y seguir como

antes. Es tiempo de trabajo intenso para lograr nuestra propia conversión.

Mons. Aníbal Nieto

Obispo de San Jacinto de Yaguachi


¿Qué está dificultando mi conversión personal?

En mi familia, ¿cuáles serían los frutos de nuestra conversión?

7. Compromiso

Dar muestras concretas de conversión, en la vida diaria.

Acompañar a otros en su camino de encuentro con Jesús.

8. Peticiones


NIÑO JESÚS, QUE SEAMOS SIGNO DE TU PRESENCIA.

Para que a ejemplo de Juan el Bautista, tengamos voz para anunciarte en nuestra familia y

fuera de ella, oremos.


Para que tengamos la capacidad de acoger las voces que llaman a la construcción de la

mujer y del hombre nuevos, oremos.


http://www.corazones.org/sacramentos/penitencia/examen.htm

http://www.corazones.org/sacramentos/penitencia/examen.htm

8

Para que respondamos a nuestro bautismo siendo discípulos misioneros en los ambientes

de nuestro servicio, oremos.


Te confiamos las situaciones de vida en que se mueven los bautizados: niños, jóvenes,

adultos, ancianos, enfermos, migrantes, oremos.



9. Bendición

Con la certeza de tu Espíritu que nos llena de fortaleza y sabiduría para caminar en

permanente conversión, vayamos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

10. Villancico

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TERCER DIA

DIOS PRESENTE EN LA FAMILIA

Anuncio del Arcángel Gabriel a María


Las ocupaciones propias de nuestras responsabilidades y otras actividades que llenan

nuestras vidas, pueden constituirse en distractores… entonces surge una inquietud: ¿Dios

tiene algún lugar en nuestras vidas? ¿hay sitio para Él en nuestra familia? ¿en qué

momentos está presente? ¿cuándo acudimos a Él?

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Lc 1,26-38

Al sexto mes envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una

joven virgen comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de

David. La joven se llamaba María.

El ángel entró donde estaba María y le dijo: “Dios te salve, llena de gracia, el Señor está

contigo”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué

significaba tal saludo.

El ángel le dijo:” No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás

en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y

justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su

antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará

jamás”.

María entonces dijo al ángel:” ¿cómo puede ser eso, si yo soy virgen?”. Contestó el

ángel;” El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su

sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu

parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se

encuentra ya en el sexto mes de embarazo. Para Dios, nada es imposible”.

Dijo María:” Yo soy la sierva del Señor, hágase en mi tal como has dicho”. Y el ángel la

dejó.

5. Reflexión

Dios presente en la familia

María, la maestra de la oración. En el Evangelio de Lucas leemos que ella se encontraba

en un profundo éxtasis cuando llega el Ángel Gabriel a visitarle, enviado por Dios, con el

objeto de hacerle conocer que sería la Madre de Jesús, el Dios con nosotros.

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¿Qué es la oración?, es la comunicación con Dios, es la elevación del alma a Dios para

alabarle, darle gracias y pedirle alguna merced. María no esperaba ningún anuncio,

simplemente estaba en su oración cotidiana, hablando con el objeto de sus amores,

cuando llega el enviado de Dios, sin previo aviso, le anuncia que será Madre de Jesús,

ella pide una explicación, no entendía qué significaba aquel saludo; el Ángel Gabriel le

pide primero, que no tema, luego le explica cómo se va a realizar la concepción, esto es,

sin mancha y sin perjuicio de su virginidad, por eso la llamamos inmaculada. María sin

más explicación acata el pedido, acepta ser la madre del Redentor y se llama a sí misma la

esclava del Señor, con toda la connotación que en ese tiempo significaba la esclavitud. Ya

que el esclavo, no tenía derecho a elegir, sólo tenía que cumplir la voluntad de su amo.

El tema que hoy tenemos es, Dios presente en la familia y evocando la escena de la

Anunciación me hace pensar que hay varias coincidencias que podemos imitarlas, para

ser como María simplemente seres humanos felices.

La vocación de la Virgen María no es la única, a todos nos pasa lo mismo. Así sucede,

generalmente, las familias se forman sin previo aviso, llega en algún momento el anuncio

del Señor, expresado mediante alguna circunstancia donde una pareja se conoce, y se une

hasta que la muerte los separe, eso sí, como María, aceptan y manifiestan su pleno

consentimiento, elemento indispensable para la validez del matrimonio. Vienen luego los

hijos, cada uno diferente de otro, los padres los aceptan a cada uno como son, no fueron

consultados previamente. Llegan para que en el hogar se formen, se realicen y se

comprometan en el llamado que cada uno tenga. Toda vocación es buen camino para la

santificación persona.

Volvamos a las familias. Sabemos que la obediencia al Señor es la clave de la felicidad,

así nos enseña María. La familia es la célula de la sociedad, igual que en todos los seres

vivos, si las células están sanas, viven sincronizadas, obedeciendo el mecanismo orgánico

establecido, tenemos salud, si se alteran nos enfermamos. El cáncer es simplemente eso,

la reproducción de células dañadas que impiden el buen funcionamiento del organismo,

produciendo mucho dolor y luego la muerte.

Una sociedad que progresa es la sociedad que tiene familias bien formadas, estables, con

mucho afecto, son tolerantes y manejan el perdón mutuo, simplemente porque viven en la

voluntad de Dios, acatan sus mandamientos y obedecen las circunstancias que van

apareciendo. Esta es la clave de la felicidad.

Si los seres humanos que viven en familia, se dieran cuenta que todo conflicto se origina

porque alguien quiere contradecir a la voluntad de Dios, enmendaríamos muchas

conductas.

Jesús vino a la tierra a nacer en una familia, acató la autoridad y el entorno de su familia

terrenal, nos enseña a que la autoridad es fundamental para entender lo que Dios quiere,

veamos con sencillez; Jesús es Dios y hombre verdadero, por tanto es el más importante

de los tres, María es la predestinada y el ser humano más valioso que ha nacido en esta

tierra, ocupa el segundo lugar, y al último está San José, el carpintero; sin embargo quien

tiene la autoridad como jefe de familia, José, en estas circunstancias, Jesús se somete a la

autoridad paterna mientras crece en sabiduría, en edad y gracia, ante Dios y los hombres.

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Si hacer la voluntad de Dios es la clave de la felicidad, necesariamente tenemos que

hablar de la vocación. Todo estado de vida es vocación, porque es llamado de Dios. Hay

la vocación para el matrimonio, para la vida consagrada para cada una de las profesiones

y actividades humanas. Dios nos llama a cada uno de los estados y actividades. La familia

es la orientadora, no la que impone, da los principios de libertad para que cada uno de los

hijos siga el llamado de Dios.

Mons. Fausto Trávez, OFM

Arzobispo de Quito


¿Qué hacemos para que Dios esté presente en nuestra vida?

¿Cómo hacer presente a Dios en nuestro hogar?

7. Compromiso

Orar en las comidas. Bendecir a los hijos.

Acompañar a los niños y adolescentes en su preparación sacramental.

Agradecer a Dios por las circunstancias que permite en la vida de cada uno y de la familia

en general.

8. Peticiones


EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS.

Para que sintamos tu presencia en el día a día de nuestros caminar por el mundo, oremos.


Para que seas nuestra fuente de amor, fraternidad y unidad familiar, oremos.


Para que el nacimiento de un nuevo ser nos ayude a sentir tu presencia, oremos.


Para que seamos portadores de Dios, con nuestras actitudes en las relaciones con los

demás, oremos.



9. Bendición

Con el ánimo de encontrar a Dios desde la mirada de la fe, vayamos con la seguridad de

que el Emmanuel está en nuestra familia por los siglos de los siglos. Amén.

10. Villancico

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CUARTO DIA

MARIA, MADRE VIRGEN

La maternidad de María


¡Qué alegría pudimos experimentar cuando tuvimos el primer hijo! Y luego cuando

llegaron los demás! ¡Cómo celebramos la maternidad en nuestra familia!

¡Cuántas mujeres han tenido la experiencia de ser madres!

Pero también asistimos a una realidad preocupante: ¿cuántas mujeres no han aceptado su

maternidad? ¿qué piensan las jóvenes de hoy sobre la maternidad? ¿cómo se maneja este

tema desde los medios de comunicación?

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Mt 1,18

El nacimiento de Jesús fue así: su madre, María, estaba comprometida con José. Pero,

antes de que estuvieran juntos, quedó embarazada, por obra del Espíritu Santo.

5. Reflexión

Jesús nace de una madre virgen

Queridos hermanos en la fe: la Palabra de Dios de este día nos invita a tomar conciencia

de la misteriosa irrupción de Dios en nuestra historia de salvación. Ciertamente la Virgen

María, como cualquier mujer judía, esperaba la venida del Mesías y quizá tenía la alegre

esperanza de que nazca de su descendencia. Por eso, según las costumbres de su pueblo,

estaba prometida para contraer matrimonio con José.

Pero el proyecto de Dios sobre ella era diferente. La eligió, por pura gracia, para que sea

la Madre del Salvador de modo virginal: “antes de vivir juntos, resultó que esperaba un

hijo por acción del Espíritu Santo”. En este sentido, rezamos en el Credo: “Creo en

Jesucristo nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de

santa María Virgen”.

María es Madre Virgen. Nuestro pueblo, con cariño y ternura, le dice: “Mamita virgen”.

Como Madre, está totalmente al servicio y a favor de la vida, tanto de su hijo, como de

todo el pueblo de Dios. Ahora, glorificada en el cielo, sigue siendo Madre. Más todavía,

las cualidades maternales y femeninas han sido elevadas a la máxima potencia. Por eso

comprende e intuye las necesidades de sus hijos. Quiere que solucionen sus problemas y,

sobre todo, que tengan vida cada vez más abundante, hasta llegar a la vida plena con ella

en el cielo. Esto tiene que realizarse gracias al compromiso de sus devotos por la vida de

los demás.

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Como Virgen, María está totalmente entregada a la voluntad de Dios, es decir, a su plan

salvífico. Además, empieza a ser auténtica discípula de su Hijo Jesús-Virgen, que pone

todo su ser al servicio del Reino de Dios. En otros términos, María, como su Hijo, por

causa del Reino, es Virgen. En la perspectiva del Reino de Dios podemos vislumbrar el

sentido de la virginidad de María y de todos los seguidores de Jesucristo.

Creo que el mejor modo de vivir el cariño y devoción a María Madre-Virgen es estar

siempre, como ella, en plena disponibilidad para cumplir lo que Dios quiere de nosotros,

estando a favor de la vida y luchando contra todas las expresiones seducciones de la

muerte. No es dable venerar a María como Madre-Virgen y dejarse llevar por las diversas

manifestaciones de muerte: violencia, crímenes, aborto, uso de anticonceptivos, etc.

Por otra parte, ex preciso valorar en su dimensión humana y de fe la virginidad: tiene que

ser asumida y vivida teniendo presente la voluntad de Dios. En este campo María es un

modelo siempre actual.

Monseñor Luis Sánchez

Obispo de Machala


¿De qué manera acompañamos a nuestras hijas en la formación de su dimensión materna?

¿Cómo defendemos la maternidad, hoy?

¿Cómo acogemos a las madres solteras y esposas abandonadas?

¿Cómo debemos los varones, mejorar nuestras ideas y apreciaciones de la maternidad?

7. Compromiso

Asumir con dignidad la maternidad y defenderla ante corrientes que la desvalorizan.

8. Peticiones


PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR.

Por los padres y madres de familia, para que podamos descubrir las necesidades de los

miembros de nuestro hogar y actuemos según el proyecto de Dios, oremos.


Por las madres de familia, para que superando situaciones difíciles, acojan agradecidas el

don de la vida y su vientre sea una cuna hermosa para el nuevo ser, oremos.


Para que hombres y mujeres valoremos el don de la maternidad, oremos.


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Por las familias en las que se ha apagado el amor, para que las celebraciones navideñas

les ayuden a reavivar el amor de los tiempos felices, oremos.



9. Bendición

Que el amor de Dios Padre acogido con generosidad en la maternidad de María llene

nuestros corazones para acoger al Emmanuel, en el nombre del Padre, y del Hijo y del

Espíritu Santo. Amén.

10. Villancico

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QUINTO DIA

BENDITA ENTRE LAS MUJERES

María visita a su prima Isabel


Reunidos en familia, experimentemos, como María el gozo de anunciar a Jesús que nace

en cada uno de nosotros y en nuestra familia, compartamos con nuestros vecinos y

amigos la alegría del encuentro con Cristo que se encarna en la humanidad para darnos

“vida en abundancia”.

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Lc 1,39-45

Por aquellos días, María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de

Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Al oír Isabel el saludo, el niño saltó en su seno. Isabel se llenó del Espíritu Santo y

exclamó en alta voz: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre ¿Cómo

es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el

niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha

dicho el Señor se cumplirá.”

5. Reflexión

Queridos hermanos en la fe:

En este quinto día de la Novena de Navidad, cuyo tema general en el presente año es

“La familia cristiana en el corazón del mundo”, hemos querido proponer a la

reflexión de ustedes, de sus familias y comunidades, el pasaje evangélico de la

Visitación de María a su pariente Santa Isabel, tal como nos los presenta el evangelista

San Lucas. Destacamos en dicho episodio bíblico, por una parte la prontitud y

decisión con que María se dirige a servir a su prima Isabel en su grave necesidad; y,

por otra, la acción maravillosa del Espíritu Santo sea en la madre (Isabel) sea en el

hijo que ésta lleva en sus entrañas (Juan el Bautista) como fruto primero de la

presencia y cercanía de Jesús, el Hijo de Dios encarnado, a quien María lleva en sus

entrañas. La visita de María se vuelve evangelizadora por cuanto comunica y anuncia

a Isabel la alegría de la presencia y acción salvadora de Dios y lleva a ésta a

proclamar, bajo la inspiración del Espíritu Santo, las bendiciones de Dios tanto en

María (“Bendita tú entre las mujeres”) como en Jesús (“y bendito el fruto de tu

vientre”) y el privilegio de recibir en su casa a Madre del Señor.

La Virgen María, apenas enterada por las palabras del arcángel San Gabriel que su

pariente Isabel, anciana y estéril, había concebido por obra del poder de Dios y estaba

ya en el sexto mes del embarazo, tomó la firme decisión de ir a visitarla y ofrecerle

generosamente sus cuidados por el tiempo que fuera necesario. Y se dirigió con

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prontitud hacia el lugar donde habitaban ella y su esposo Zacarías, en las montañas de

Judea.

Obrando de esta manera María nos enseña con su ejemplo que en la vida debemos ser

siempre sensibles, solidarios y serviciales con los necesitados, tanto con los de cerca

como con los de lejos, y que la distancia física no debe ser un obstáculo para el

ejercicio de la caridad y la ayuda fraterna, expresiones máximas del amor cristiano,

que sintetizan y condensan bellamente el Evangelio de Jesús, el Señor.

El encuentro emotivo y cordial entre estas dos mujeres bíblicas marca un hito

importante en la relación interpersonal entre los creyentes, hermanados por la fe y el

amor. Al igual que el encuentro entre María e Isabel, nuestros encuentros fraternos

deben estar marcados por la presencia y la acción del Espíritu Santo, que nos lleva a

bendecir y profetizar, y no por el espíritu del mundo, cargado muchas veces de

materialismo, de indiferencia o de superficialidad. El primer fruto que produce la

visita de María a su prima Isabel es comunicar la alegría del Espíritu a ella y al niño

que lleva en sus entrañas, haciendo que éste “salte de gozo en su vientre” al advertir la

cercanía de Jesús, presente en el seno de María. El Precursor que un día presentará

oficialmente a Jesús ante Israel, salta hoy de gozo ante la presencia del Salvador,

mientras su madre proclama alborozada “bendita” y “dichosa” a María, la madre del

Señor, y “bendito” al hijo que ésta lleva en sus entrañas. También nuestros encuentros

interpersonales deben ser “evangelizadores”, es decir “portadores de buenas noticias”

para el otro o los otros, sobre todo la “buena noticia por excelencia”, que es el

“anuncio gozoso” de Jesús y su Evangelio, vida y salvación para el mundo de ayer, de

hoy y de todos los tiempos.

La visita a Isabel es también evangelizadora en cuanto proclama que la verdadera

dicha del creyente proviene precisamente de la fe en el Señor y la confianza en el

cumplimiento de sus promesas de vida y salvación. María es dichosa o bienaventurada

no sólo por llevar en su seno al Hijo de Dios hecho hombre, Salvador del mundo, sino

sobre todo por haber creído firmemente en la palabra del Señor y en sus promesas. Y

la verdadera dicha del creyente, es decir del discípulo-misionero del Señor, consiste

precisamente en CREER y CONFIAR en el Señor, en su amor y en su poder a favor

de los pequeños y humildes de la tierra, y en el fiel cumplimiento de sus promesas de

salvación: “Dichosa tú que has creído, porque lo que te anunció el Señor se cumplirá”.

Es ésta ya de por sí una gran noticia.

En la vida todos buscamos y anhelamos SER FELICES; la motivación más profunda y

tenaz que impulsa a los seres humanos a la acción es justamente la búsqueda incesante

de la FELICIDAD. Todos quieren ser felices, pero no todos lo consiguen porque

buscan la felicidad por caminos equivocados como son los senderos del PODER, del

TENER, del PLACER y del PRESTIGIO desde la plataforma del egoísmo. En

cambio, la felicidad verdadera, la podremos encontrar solo en la perspectiva del

AMOR iluminado por la FE y animado por la ESPERANZA en Dios y en sus

promesas. Allí radica la verdadera DICHA. María tú eres dichosa no sólo por el hecho

de llevar en sus entrañas al Hijo de Dios y Salvador del mundo, portador y

comunicador del Espíritu Santo, sino, sobre todo por su FE: por CREER firmemente

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en el Señor y ESPERAR en sus promesas, sabiendo que “quien confía en Él no será

confundido” (Rm 10, 11).

Mons. Néstor Montesdeoca

Obispo Vicario Apostólico de Méndez


¿Asumimos realmente el compromiso urgente de anunciar a Jesús a nuestros compañeros

de trabajo, vecinos, amigos y otros familiares? ¿Cómo?

¿Somos solidarios y serviciales con nuestros hermanos, para atender sus necesidades,

visitarlos o consolarlos en momentos de tristeza o sufrimiento? Dar ejemplos.

7. Compromiso

Como María, anunciar con nuestro testimonio, caridad y servicio a los demás, el

nacimiento de Jesús.

8. Peticiones


BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE.

Por todas las personas que ahora mismo, necesitan de consuelo, para que a través de

nosotros puedan sentir el rostro solidario de Cristo. Oremos.


Por todos nuestros hermanos que no conocen a Jesús y que no han experimentado la

alegría de su nacimiento, para que podamos, como María, anunciar la encarnación de

Dios en nuestro corazón. Oremos.


Por nuestros familiares que están lejos, para que nuestra oración constante sea un signo de

consuelo y esperanza en su corazón. Oremos.


Por todos nosotros, para que la celebración del nacimiento de Cristo, nos haga ser más

solidarios con quienes más nos necesitan. Oremos.



9. Bendición

Que por la Intercesión de María, la paz de Dios reine en nuestro hogar y podamos ser

valientes discípulos del Señor; en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

10. Villancico

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SEXTO DÍA

IRRESPETO A LA VIDA

La persecución


En medio de la alegría de la que nos llena el nacimiento de Jesús, es necesario también

pensar en todo el dolor que provoca, en el corazón de Dios, el irrespeto al don de la vida,

cada vez son más frecuentes los crímenes violentos en nuestra cotidianidad, niños que son

asesinados sin haber nacido o abandonados para morir en las calles o algún basurero.

Hoy el Niño Jesús nos interpela sobre nuestra actitud ante la vida, reflexionemos este día

sobre este don tan agredido y vulnerado.

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Mateo 2,1-3.9-12.16 a

Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, en tiempo del Rey Herodes. Por entonces unos

sabios de oriente se presentaron en Jerusalén preguntando “¿Dónde está el rey de los

judíos que acaba de nacer? Hemos visto su estrella en oriente y venimos a adorarle”. Al

oír esto Herodes se alarmó y con él toda Jerusalén. Después de esta entrevista, se

pusieron en camino y la estrella que habían visto en oriente, los guió hasta que llegó y se

detuvo encima de donde estaba el niño.

Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y lo adoraron postrados en la

tierra. Abrieron sus cofres y le ofrecieron regalos: oro, incienso, mirra, y advertidos en

sueños que no volvieran donde estaba Herodes, regresaron a su país por otro camino.

Entonces Herodes viéndose burlado por los sabios se enfureció tanto, que mandó a matar

a todos los niños menores de dos años que había en Belén y sus alrededores.

5. Reflexión

Los magos sintieron gran alegría al encontrar a Jesús, junto a su Madre, María.

La mirada de los magos debería ser la mirada de la humanidad, Contemplar a Jesús en el

seno de la familia y llenarse de alegría. Contemplar la figura de la madre junto al niño es

contemplar la ternura de Dios y la alegría de la vida.

La familia es el reflejo de la vida y ternura de Dios, porque en el seno de una familia, la

persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios, ya que de

ella se recibe la vida, la primera experiencia del amor y de la fe (DAP 118).

En nuestra sociedad, al contrario de experimentar alegría en el encuentro con el Dios de la

vida, se experimentan situaciones de angustia y sufrimiento, algo parecido a la reacción

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de Herodes al oír la noticia del nacimiento de Jesús. En el tiempo actual, muchas veces la

vida incomoda, se aprueban leyes que son contrarias a la vida y a la familia y que se

aceptan sin un discernimiento claro. Se rompe con mucha facilidad la comunión de la

familia con la separación de sus miembros, se evaden responsabilidades en el cuidado y

educación de los hijos. La transmisión de la fe por parte de la familia, se vuelve una

dificultad ante tantas situaciones contrarias que ella misma experimenta.

Desde la mirada contemplativa de los Magos a la Sagrada Familia, necesitamos reafirmar

que la familia y la vida caminan juntos y en ella se renueva el amor y ternura de Dios.

Mons. Walter Heras Segarra, OFM

Obispo Vicario Apostólico de Zamora


¿Cuáles son las agresiones a la vida que miramos cotidianamente?

¿Alguna vez uno de nosotros ha podido salvar la vida de un niño en peligro de ser

abortado o de un joven, del suicidio? ¿Dónde?

7. Compromiso

Comprometámonos hoy como familia cristiana a la defensa de la vida desde su

concepción hasta la muerte natural, a cuestionar y denunciar los signos de muerte que

puedan surgir en nuestro entorno social o familiar y a orar para que la vida y esperanza

triunfe siempre en nombre de Dios.

8. Peticiones


DANOS SEÑOR VIDA EN ABUNDANCIA.

Para que, como los magos, reconozcamos a Cristo como nuestro Señor, Maestro y

Salvador, Oremos.


Para que nuestras autoridades no den paso a normas o leyes que atenten contra el derecho

fundamental a la vida. Oremos.


Para que el compromiso de lucha por la defensa de la vida de frutos de conversión y

esperanza en nuestra comunidad. Oremos.


Por aquellas mujeres que han vivido la experiencia de un aborto, para que por medio

nuestro, sientan el consuelo del rostro misericordioso de Dios. Oremos.


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Por quienes han perdido la esperanza de Vivir, para que el Señor les muestre el camino de

la felicidad y realización que brota de un corazón que ama. Oremos.



9. Bendición

Asumamos con decisión el compromiso urgente de defender la vida en toda circunstancia,

en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

10. Villancico

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SÉPTIMO DÍA

HUIDA A EGIPTO

Migración de la Sagrada Familia


Cuántos hermanos nuestros han migrado a otros países en busca de una mejor economía

para su familia, incluso alguno de nuestros familiares está ahora lejos de los suyos

viviendo, en su propia piel, la migración; y detrás de ellos, también hemos sido testigos

de la realidad de tristeza y sensación de abandono de quienes se quedan atrás.

Reflexionemos hoy, frente a la familia de Nazaret, sobre esta profunda herida que vuelve

a abrirse cada vez que un hermano se marcha lejos de su familia.

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Mateo 2,13-15ª

Después que partieron los magos, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le

dijo: “levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate ahí hasta que yo te

avise; porque Herodes buscará al niño para matarlo”. José se levantó, tomó de noche al

niño y a su madre y se retiró a Egipto. Permaneció allí hasta la muerte de Herodes.

5. Reflexión

Lo primero que descubrimos con fuerza, en el Evangelio de Mateo, que hemos

escuchado, es que José tiene el mensaje muy claro, es la voluntad del Padre del Cielo;

Hay que salvar la vida del niño.

José no se pone hacer cálculos ese momento: ¿Qué voy hacer con mis cosas? ¿A qué casa

llegaré? ¿En qué trabajaré? ¿Tal vez pospongo la salida para cuando haya hecho algunos

ahorros”; nada de eso lo detiene, la vida del niño está en peligro , Herodes quiere matarlo;

se hace migrante, huye a Egipto, ya irá arreglando las cargas en el camino; la vida del

Hijo es primero. Pasan y pasan los años y los siglos y la historia se repite de mil maneras,

el Herodes de hoy para los ecuatorianos es la falta de empleo digno, el papá o la mamá se

van lejos, fuera a los Estados Unidos, a España, a Italia, pero se van dejando al niño y los

Herodes de hoy tienen más facilidad que en Belén para matar al niño.

La vida de esos papás migrantes, como lo fue para José, es muy difícil: extranjeros, sin

idioma, sin papeles, con otra cultura, con otras costumbres, terminan explotados, solos,

marginados, sin seguridad social, sin escuela, sin familia y hasta sin nombre. Les queda

un sueño que se convierte en esperanza: algún día reunir a la familia, pero el Herodes se

convierte en coyote y los desespera.

Los Obispo de América Latina y el Caribe, dicen en el Santuario de Aparecida en Brasil:

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“…la Iglesia sin fronteras está atenta al fenómeno creciente de la Movilidad Humana…

de dar unos criterios y acciones que ayuden a los migrantes… Denunciando

proféticamente los atropellos que sufren y conseguir de los gobiernos una política

migratoria, que tengan en cuenta los derechos de las personas en movilidad…” (DA 411

ss).

Monseñor Wilson Moncayo

Obispo de Santo Domingo de los Tsáchilas


¿Qué realidades concretas de migración conocemos en nuestro vecindario?

¿Cuáles han sido las consecuencias en los hijos de quienes han migrado?

¿Qué podemos hacer como familia cristiana ante migrantes nacionales y extranjeros?

7. Compromiso

Escribamos una carta a la persona o familiar más allegado a nosotros que está viviendo

esta realidad, y enviémosla cuanto antes.

8. Peticiones


PADRE, ESCÚCHANOS Y CUÍDALOS.

Para que nuestro corazón se abra solidario frente a nuestros hermanos migrantes y

podamos descubrir en ellos el rostro de Dios. Oremos.


Para que todos quienes están lejos de su patria encuentren consuelo en el corazón de la

comunidad cristiana. Oremos.


Para que quienes han vivido el abandono, producto de la migración de sus padres o

esposos, encuentren en nosotros aliento y esperanza fruto de nuestro testimonio y

fraternidad. Oremos.


Para que todos los países del mundo traten con dignidad a quienes han dejado su tierra y

familia en busca de mejores días. Oremos.



9. Bendición

Que el Señor Jesús, rey de todos los pueblos de la tierra nos llene de su amor y

misericordia, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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10. Villancico

OCTAVO DÍA

DE VUELTA A CASA

La Sagrada Familia vuelve a Nazaret


Con la Bendición del Padre por encontrarnos reunidos en familia, preparemos nuestros

corazones para que así como la Sagrada Familia vuelve a Nazaret podamos también ser

obedientes al llamado de Cristo estando siempre prestos a servirlo y amarlo en los que

más lo necesitan.

2. Villancico


4. Palabra de Dios. Mateo 2,19-23ª

Después de la muerte de Herodes, el ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto

y le dijo: "Levántate y regrésate con el niño y su madre a la tierra de Israel, porque ya

han muerto los que querían matar al niño”. José, José tomó al niño y a su madre y se

vino a la tierra de Israel. Pero temió ir a Judea, sabiendo que allí reinaba Arquelao en

reemplazo de Herodes, su padre. Siguiendo un aviso que recibió en sueños, se retiró a

Galilea, y fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret.

5. Reflexión

Muerto Herodes, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto y le

dijo: Levántate, toma al niño y a su madre y vete a la tierra de Israel; porque han

muerto ya los atentaban contra a vida del niño. José se levantó, tomó al Niño y a

su Madre y vino a la tierra de Israel. Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en

lugar de su padre Herodes, temió ir allá; y avisado en sueños marchó a la región de

Galilea. Y se fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo

dicho por medio de los profetas: “será llamado nazareno”

La vuelta de la Sagrada familia desde Egipto para quedarse en Nazaret, nos abre

un espacio para descubrir la grandeza de la vida familiar que según el proyecto de

Dios se constituye en:

Comunidad de Vida y Amor; porque en la familia, se protege la vida en todas sus

etapas desde sus inicios en la concepción hasta su final con la muerte natural;

porque en la familia la persona es amada en sí misma y aprende a amar

incondicionalmente como ella ha sido amada.

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Escuela de Virtudes humanas; porque en la familia se aprende de manera viva y

directa a través del ejemplo las grandes virtudes personales, familiares y sociales;

porque en la familia se profundiza el valor esencial que estas virtudes tienen para

alcanzar la plenitud de la vida humana.

Iglesia Doméstica; porque en su seno se prepara el nacimiento a la vida divina en

el Bautismo que nos hace partícipes de la dignidad más alta que se pueda recibir;

porque es el espacio donde se cultiva la vocación cristiana que nos trasforma en

discípulos y misioneros de Jesucristo.

Te suplicamos Señor, que el sublime ejemplo de la Sagrada familia de Nazaret,

anime a todas las familias a fortalecerse como Comunidad de Vida y Amor,

Escuela de Virtudes humanas e Iglesia Doméstica, para que un día lleguen a su

plenitud en el seno de la familia Trinitaria.

El Padre que hizo que su hijo encarnado naciera y creciera en el seno de la

Sagrada Familia de Nazaret, nos envíe su Espíritu para santifique nuestra familias

con la luz de su verdad y con la fuerza de su amor. Amén.

Monseñor Iván Minda

Obispo Auxiliar de Guayaquil


¿Como bautizados estamos siendo fieles a la vida comunitaria no sólo en tiempos de

Navidad sino en el diario vivir?

¿Cómo podemos ayudar a familias que habiendo sido testimonio de vida cristiana y

cercanía con Dios se han alejado de la Iglesia?

7. Compromiso

Busquemos una familia cercana para acompañar y ayudarles a lo largo del año, iniciando

con motivo de la Navidad.

8. Peticiones


EN FAMILIA REGRESAMOS A CASA SEÑOR.

Por los padres y madres de familia que dando importancia a superficialidades, olvidaron

el sentido del sacramento del matrimonio alejándose cada vez del compromiso de amor,

para que recuerden los momentos que los unió y renueven su compromiso de entrega y

amor familiar. Oremos.

EN FAMILIA REGRESAMOS A CASA, SEÑOR.

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Por los hijos, para que sin olvidar el principio de responsabilidad y unión familiar se

involucren en actividades de nuestra Comunidad Cristiana para que enriquecidos del

amor de Dios puedan ser útiles al servicio de los más necesitados. Oremos.


Por nuestros hermanos para que en sintonía con los valores que nos inculcan nuestros

Padres entreguemos lo mejor de nosotros en nuestra comunidad para que a través de

nuestro testimonio podamos invitar a los más jóvenes a fortalecer nuestra Iglesia.

Oremos.


Por los más pequeños del hogar para que llenos de su ternura e inocencia propicien de

este encuentro familiar, un verdadero símbolo de armonía y reconciliación preparándonos

para el nacimiento del Niño en nuestros corazones. Oremos.



9. Bendición

Que el Dios de la vida llene de armonía nuestros hogares, en el nombre del Padre, del hijo

y del Espíritu Santo. Amén.

10. Villancico

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NOVENO DÍA

DIOS CON NOSOTROS

Nacimiento de Jesús


Hoy, nace nuevamente, en nuestro corazón, el signo más grande de nuestra esperanza y

libertad. Cristo está presente cada día en el rostro de nuestros hermanos.

Esta Noche Buena, vivamos con mucha alegría el verdadero significado de la Navidad,

junto a nuestro pesebre, revivamos el entusiasmo de María y José frente a este Niño que

ha llenado nuestras vidas de amor y de fe.

2. Villancico


4. Palabra de Dios: Lucas 2,1.4.6-12

En aquellos días el emperador Augusto promulgó un decreto ordenando que se hiciera

un censo de los habitantes del imperio. También José, por ser de la descendencia y

familia de David, subió desde galilea desde la ciudad de Nazaret a Judea, a la ciudad de

David que se llama Belén.

Mientras estaban en belén le llegó a María el tiempo de parto, y dio a luz a su hijo

primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para

ellos en la posada.

Había en aquellos campos unos pastores que pasaban la noche en pleno campo cuidando

los rebaños por turnos. Un ángel del señor se les presentó y la gloria del señor los

envolvió con su luz. Entonces sintieron mucho miedo pero el ángel les dijo: “no teman,

porque vengo a comunicarles una buena nueva, que será motivo de mucha alegría para

todo el pueblo: hoy ha nacido para ustedes, en la ciudad de David, un salvador, que es el

Mesías, el Señor. En esto lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en

pañales y acostado en un pesebre.”

5. Reflexión

Dios Con Nosotros

“Y el Verbo se hizo carne y habitó en medio de nosotros; y nosotros hemos visto su

gloria, gloria que Él posee como unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan,

1,14)

En la medianoche de Belén nace Nuestro Señor Jesucristo y se inicia una nueva era para

toda la humanidad. Hay un antes y un después de Cristo. Dios ha querido que nosotros

vivamos en la era cristiana, a la luz que llega de la gloria eterna del Padre. Nuestra

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Navidad es la gran fiesta que cantaron los ángeles y su música acompaña nuestra oración

ante el pesebre.

La gracia y la verdad que nos llegan en esta noche tienen un nombre: Jesús. A la vez Dios

y Hombre, eterno como Dios, hecho de carne como nosotros. Vino a vivir con nosotros y

darnos su vida, que llamamos gracia. Es la gracia que pone en pie lo mejor de cada uno y

que brota como una sonrisa ante los demás y ante el mundo entero.

Adorar al Niño, con alegría y esperanza, es el camino de hoy para crecer en la fe,

estrechar la amistad fraterna con Nuestro Señor, mirar a la meta de nuestra existencia,

contagiar el amor de Dios a este mundo nuestro, a veces tan seco.

Mons. Antonio Arregui

Arzobispo de Guayaquil

Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana


El nacimiento de un niño, siempre trae alegría y emoción; ¿cómo creen que se sintieron

María y José al ver nacer a Jesús después de todos los problemas que tuvieron que

superar?

¿Cómo podemos hacer para que en este día de Navidad, nuestros hijos descubran su

verdadero significado de paz y esperanza, más allá del significado festivo que el mundo le

ha dado?

7. Compromiso

Animar en familia a vivir la Navidad con Espíritu cristiano, superando el comercio, la

novelería, el simple regalo. Regalarnos amor, comprensión, amistad y fidelidad.

8. Peticiones


NIÑO JESÚS, ESCÚCHANOS CADA DÍA.

Por nuestra Iglesia, para que por el misterio de la encarnación de Cristo, renueve cada día

su ministerio apostólico. Oremos.


Por nuestras familias cristianas, para que seamos fieles testigos del amor de Dios en el

corazón del mundo. Oremos.


Por nuestros jóvenes y niños, para que vivan en esta navidad la real dimensión de amor y

generosidad por encima de toda la influencia comercial. Oremos.


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Por nuestra comunidad cristiana, para que se reafirme nuestro compromiso y seamos

cada vez más discípulos y misioneros de Jesús.

NIÑO JESUS, ESCÚCHANOS CADA DIA.


9. Bendición

Con nuestro compromiso cristiano renovado y la alegría de que Jesús nació, vivamos en

familia el gozo verdadero de la navidad, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu

Santo. Amén.

10. Villancico

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(Retiro de la contraportada)

ORACION FINAL

¡Oh dulcísimo Niño Dios!

Te hiciste débil ante los dudosos resplandores

de los que se creen poderosos.

Bajaste de los cielos hasta tocar nuestra tierra.

Eras riqueza y te hiciste pobreza,

eras el centro del mundo.

Y te hiciste fugitivo, perseguido, marginado.

Te ofreciste como el Dios de los pobres,

que siempre te dieron atención y vida.

Para ellos, Señor, es tu Reino, tu trigo y tu cosecha.

Danos, Oh dulcísimo Niño,

un grande amor a Dios y una esperanza firme

para la unión de las familias.

Amén.

Novena Navidad

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Transcript of Novena Navidad