Nota informativa No.2

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FAMILIAS RECUPERAN MEDIOS DE VIDA GRACIAS A PROYECTO DE EMERGENCIA A las 4:30 de la mañana, Jose Raymundo Rogel se levantaba cada día para caminar hasta el río más cercano y abastecerse del agua para el uso diario. Invidente, debía apoyarse en el hombro de su esposa Martha, de 68 años, para guiarse en el ca- mino. “Me daban las 7:30 am trayendo el agua cada día. Todos los días... ¡Ahora solo vamos al río a bañarnos!”, comenta sonriente el hombre de 54 años. Los Rogel son una de las familias, junto a 2824 más, par- cipantes en el Proyecto de Asistencia de Emergencia para la Recuperación de la Capacidad Producva y de los Me- dios de Vida de Pequeños Agricultores y Agricultoras Afectados por la Sequía implementado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del Centro Nacional de Tecnología Agraria y Forestal (CENTA), con el apoyo técnico de la FAO. Un tanque de almacenamiento de agua de lluvia, donado e instalado desde el año pasado gracias al mismo, ha lo- grado que los esposos Rogel eviten tres horas diarias de acarreo de agua mejorando significavamente su calidad de vida. El objevo del Proyecto era contribuir en la seguridad alimentaria, a través de la rápida recuperación de los me- dios de vida de la población afectada por la sequía 2014 en las poblaciones de Victoria, Guacotec y Sensuntepe- que del departamento de Cabañas y los municipios de Apastepeque, San Esteban Catarina, San Ildefonso y San Vicente, del departamento de San Vicente. “Con el apoyo del CENTA, pusimos a disposición de los parcipantes recursos producvos que le permieran a las familias sasfacer sus necesidades alimentarias. Los sistemas de cosecha de agua lluvia redujeron la carga domésca, evitando el acarreo de agua desde fuentes lejanas en la comunidad” explica el coordinador del Pro- yecto de FAO, Mariano Peñate. Los tesmonios de los parcipantes confirman que el apoyo para la creación de huertos caseros y sistemas de riego les ha permido paliar los efectos de la sequía y además, les ha dado una nueva forma de generar ingre- sos económicos por la venta de excedentes. “No solo ayudó a mis hijos a aprender (sobre el culvo de la erra), ahora les encanta comer lo que han sembrado. El pepino es su favorito”, asegura Ana Delmy Renderos, que disfruta la variedad nutricional que los huertos apor- taron en su hogar. Julián y Paola Iraheta también han visto su parcela y nu- trición enriquecida. “Los primeros chiles (del excedente) los regalé. ¡Eran enormes!. Después no tuve necesidad de salir a vender; la gente venía a mi casa a pedírmelos”, dice Julián que muestra orgulloso su cosecha acompaña- do de su hija Jenny, de 2 años. Su esposa Paola asegura que al inicio se sinó preocupa- da con tanta cosecha. “No sabía que íbamos a hacer con tantos chiles pero se fueron rapidito y la ganancia la in- vermos en suministros para su consumo diario”, indica FAO El Salvador Nota informava No. 2 Año 2016 © FAO/Yulissa Guevara

Transcript of Nota informativa No.2

FAMILIAS RECUPERAN MEDIOS DE VIDA GRACIAS A PROYECTO DE EMERGENCIA

A las 4:30 de la mañana, Jose Raymundo Rogel se levantaba cada día para caminar hasta el río más cercano y abastecerse del agua para el uso diario. Invidente, debía apoyarse en el hombro

de su esposa Martha, de 68 años, para guiarse en el ca-mino. “Me daban las 7:30 am trayendo el agua cada día. Todos los días... ¡Ahora solo vamos al río a bañarnos!”, comenta sonriente el hombre de 54 años.

Los Rogel son una de las familias, junto a 2824 más, parti-cipantes en el Proyecto de Asistencia de Emergencia para la Recuperación de la Capacidad Productiva y de los Me-dios de Vida de Pequeños Agricultores y Agricultoras Afectados por la Sequía implementado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del Centro Nacional de Tecnología Agraria y Forestal (CENTA), con el apoyo técnico de la FAO.

Un tanque de almacenamiento de agua de lluvia, donado e instalado desde el año pasado gracias al mismo, ha lo-grado que los esposos Rogel eviten tres horas diarias de acarreo de agua mejorando significativamente su calidad de vida.

El objetivo del Proyecto era contribuir en la seguridad alimentaria, a través de la rápida recuperación de los me-dios de vida de la población afectada por la sequía 2014 en las poblaciones de Victoria, Guacotecti y Sensuntepe-que del departamento de Cabañas y los municipios de Apastepeque, San Esteban Catarina, San Ildefonso y San Vicente, del departamento de San Vicente.

“Con el apoyo del CENTA, pusimos a disposición de los participantes recursos productivos que le permitieran a las familias satisfacer sus necesidades alimentarias. Los sistemas de cosecha de agua lluvia redujeron la carga doméstica, evitando el acarreo de agua desde fuentes lejanas en la comunidad” explica el coordinador del Pro-yecto de FAO, Mariano Peñate.

Los testimonios de los participantes confirman que el apoyo para la creación de huertos caseros y sistemas de riego les ha permitido paliar los efectos de la sequía y además, les ha dado una nueva forma de generar ingre-sos económicos por la venta de excedentes.

“No solo ayudó a mis hijos a aprender (sobre el cultivo de la tierra), ahora les encanta comer lo que han sembrado. El pepino es su favorito”, asegura Ana Delmy Renderos, que disfruta la variedad nutricional que los huertos apor-taron en su hogar.

Julián y Paola Iraheta también han visto su parcela y nu-trición enriquecida. “Los primeros chiles (del excedente) los regalé. ¡Eran enormes!. Después no tuve necesidad de salir a vender; la gente venía a mi casa a pedírmelos”, dice Julián que muestra orgulloso su cosecha acompaña-do de su hija Jenny, de 2 años.

Su esposa Paola asegura que al inicio se sintió preocupa-da con tanta cosecha. “No sabía que íbamos a hacer con tantos chiles pero se fueron rapidito y la ganancia la in-vertimos en suministros para su consumo diario”, indica

FAO El Salvador Nota informativa No. 2 Año 2016

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Tomates, rábanos, pepinos, chiles son algunos de los productos que aprendieron a cultivar gracias al Proyecto, que abarcó también la instalación de sistemas de riego por goteo operando y el equipamiento de módulos de ave.

“La parcela sembrada nos ha dado ganancias hasta de $300 dólares y la compartíamos con otra persona que nos ayudaba a sembrar. Una parte del dinero la inverti-mos para poder seguir trabajando la tierra”, asegura Luis Reinaldo Flores, de 17 años.

Su madre, Irma Isabel, ha sido una lideresa de la zona que asegura que con el apoyo recibido han logrado evi-tar situaciones de riesgo social presentes en la zona.

El Proyecto, que contó con un presupuesto de $500 mil dólares financiado con fondos de la FAO, facilitó también el fortalecimiento de capacidades de los funcionarios del MAG y las autoridades locales en la atención de emer-gencias y la gestión de riesgos agroclimáticos lográndose la formación de 4 grupos de actores locales en gestión

del riesgo y la formulación de 4 planes de Gestión de Riesgos Agroclimáticas.

Las capacitaciones en gestión de riesgos para los actores del MAG-CENTA, autoridades municipales y actores loca-les, reforzó los conocimientos sobre las distintas etapas de los riesgos y fortaleció la estructura para la atención de emergencias. Los Planes de Gestión de Riesgos Agro-climáticos establecieron las acciones claves a realizar de acuerdo al ciclo de las emergencias y les preparó para la mitigación y la adaptación de sus cultivos a la variabili-dad climática

“Los resultados fueron alcanzados según lo programado y en algunos casos como los sistemas de riego y sistemas de cosecha de agua fueron superadas las metas origina-les, gracias a los ahorros que se obtuvieron en precios bajos por compras de gran volumen y licitación competi-tiva, donde participaron una diversidad importante de empresas”, concluyó la asistente administrativa del Pro-yecto en FAO, Lorena Umaña.