La ciudad de Albufeira situada en el centro del Al-garve, pertenece al distrito administrativo de Faro, la capital, que se encuentra a 39 km. En los últimos 50 años ha dejado de ser un pequeño y tranquilo pueblo de pescadores para convertirse en el mayor centro turístico de Portugal. Hasta aquí llegan, durante todo el año, una gran cantidad de turistas atraídos por el agradable clima, las magníficas playas y la abun-dancia de infraestructura hotelera. Por otro lado su situación central es ideal para visitar otros puntos de la región.

Afortunadamente el centro histórico ha sobrevivi-do con su entramado de callejuelas y casas blancas sobre el acantilado y también el entorno de las pla-yas y la rica naturaleza a pesar de algunos atropellos.

HISTORIALa presencia humana en la zona de Albufeira es

muy antigua, se han encontrado yacimientos arqueo-lógicos del Neolítico y la Edad de Bronce. Debido a su situación geográfica los pobladores de la zona siempre tuvieron contactos comerciales con otros pueblos como fenicios, griegos y cartaginenses. Con la ocupación romana el asentamiento recibe el nom-

REGION: Algarve.POBLACIÓN: 20.500 habitantes (albufeirenses) FIESTA LOCAL: 14 Agosto - Nossa Senhora da Orada, - patrona de los pescadores. 20 de Agosto – Día del municipio.

Información general

Panorámica

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bre de Baltum y se construyen acueductos, calza-das y puentes de los que todavía quedan algunos restos.

Son los árabes en el siglo VIII quienes le dan el nombre de Al-Buhera (castillo del mar). Fue un tiempo de prosperidad basado en el desarrollo agrícola y el intenso comercio con el norte de Áfri-ca. La estructura de calles estrechas e intricadas del casco antiguo es herencia de este momento. También se construye el castillo y las murallas haciendo la ciudad prácticamente inexpugnable. Prueba de esto es que fue la última ciudad del Algarve en ser conquistada, finalmente en 1250 pasó a ser parte del Reino de Portugal y del Algarve y el rey D. Afonso III la encomendó a la Orden de Avis.

Se inicia entonces un declive hasta la llegada de la Edad de Oro de los Descubrimientos en los siglos XV y XVI que revitalizó todo el Algarve. El 20 de agosto de 1504 (día del municipio), el rey D. Manuel I le concedió su fuero con lo que la ciudad cobra importancia.

Albufeira sufrió con cierta frecuencia desastres naturales, el peor de todos el gran terremoto de 1755. Fue absolutamente destructivo ya que termi-nó con un maremoto con olas de hasta 10 metros

que derribaron la mayor parte de los edificios. La iglesia Matriz donde se refugió la población se des-moronó causando casi 300 víctimas. Los temblores violentos continuaron casi un año lo que dificultó mucho la reconstrucción.

La recuperación llegó a finales del siglo XIX con el desarrollo de la actividad pesquera y conservera. Cinco fábricas empleaban entre 700 y 800 per-sonas, la mayoría mujeres de pescadores, pero la prosperidad duró poco, hacía 1930 los armadores pesqueros se arruinaron y las fábricas cerraron. La población sin trabajo tuvo que emigrar y la pesca se convirtió de nuevo en una actividad de subsis-tencia.

En la década de los 60, con el nacimiento del fenómeno turístico de masas, Albufeira se convier-te en el destino vacacional preferido de los portu-gueses pero sobre todo de los británicos. A partir de entonces las construcciones desbordan los lími-tes del histórico centro urbano, convirtiéndose en la ciudad portuguesa de mayor crecimiento. Ade-

Plaza del Comercio en Lisboa

Praia Galé

Torre del reloj

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más de 30 km de costas con playas de todo tipo y merecedoras de la bandera azul de la Comunidad Europea cuenta con los equipamientos turísticos (destacando más de 35.000 plazas hoteleras) y la animación nocturna con más fama del Algarve. El extraordinario clima (más de 3000 horas de sol al año), el carácter agradable y amistoso de los habi-tantes, la belleza del entorno, los precios asequi-bles han contribuido a que Albufeira y su concejo reciban a la mayor parte de los 5 millones de turis-tas anuales que visitan el Algarve y también a que muchos extranjeros se hayan instalado en la zona.

VISITANo estamos en una ciudad con grandes y es-

pectaculares monumentos, su encanto proviene de cosas distintas como la situación geográfica, el buen clima, las vistas desde los miradores y su ambiente alegre y colorido. Para disfrutar todo esto lo mejor es pasear por el casco histórico y conocer alguna de las playas.

Aunque cada vez más la temporada turística se extiende a lo largo de todo el año es de junio a septiembre cuando la ciudad vive en una fiesta continua. Fiesta que como la vida, se desarrolla en la calle, en las terrazas, en los paseos, con música popular, teatro, ilusionistas, malabaristas, desfiles de bandas y fanfarrias. Recorrido por el casco histórico

La ciudad antigua de Albufeira se dispone en for-ma de anfiteatro sobre el mar. A pesar de la gran afluencia de turistas las encaladas y floridas calles del casco antiguo conservan todo su sabor. Son ca-lles tortuosas y estrechas herencia del entramado árabe originario. Actualmente es un recinto peato-nal en su mayor parte, muy agradable para pasear, pero mejor hacerlo con zapato cómodo y de suela gruesa ya que muchas calles están empedradas.

Las casas son blancas, con cornisas decorativas pintadas de colores. La mayor parte están construi-das al estilo mediterráneo con pisos y terrazas su-perpuestas terminando en un mirador en el punto más alto que permitía observar el regreso del barco al final de la faena. Hay que mirar hacia arriba para

no perderse las chimeneas, algunas son verdade-ras joyas.

El largo Engenheiro Duarte Pacheco puede considerarse el punto central de la ciudad, zona con cafés, bares y restaurantes. Es un buen lugar para iniciar el recorrido. Debido a que la ciudad fue prácticamente arrasada por el terremoto de 1755 veremos pocos restos anteriores a esa fecha.

Encontramos varias iglesias en la ruta, la más destacada es la Iglesia Matriz, en la Rua da Igreja Nova , construida a finales del siglo XVIII en estilo neoclásico. Encima del arco de la puerta prin-cipal se encuentra la cruz de Aviz, Orden religiosa militar a la que perteneció Albufeira. En el altar mayor hay una valiosa imagen de Ntra. Señora de la Concepción, patrona de la ciudad y como fondo una pintura del artista local Samora Barros del si-glo XX. El campanario o Torre Sineira tiene 28 metros de altura y un carrillón de 8 campanas. Muy cerca está la Iglesia de San Sebastián que igual que la de Santa Ana es del siglo XVIII con formas arquitectónicas de inspiración popular.

El símbolo de la ciudad es la Torre del Reloj en la Rúa Bernardino de Sousa. Es del siglo XIX y termina en una curiosa decoración de hierro forja-do que sostiene la campana que da las horas. Se ilumina en las noches de fiesta. Desde aquí llega-mos a la Capilla de la Misericordia , en la rúa Henrique Calado, situada sobre la antigua mezqui-ta . Al lado vemos uno de los pocos edificios que escaparon al terremoto, la Antiga Albergaria, el

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lugar donde pernoctaban los viajantes y mendigos acogidos por la Misericordia.

Hay restos de la Muralla del Castillo en la rua Joaquim Pedro Samora y de la Batería de Albu-feira en Rua da Bateria, en el acantilado frente al mar. Una imagen pintoresca es la del Arco que se encuentra en la Travessa da Igreja Velha.

Uno de los monumentos más queridos por los locales es el de S. Vicente situado en el Largo Jacinto D’Ayet. Este santo nació aquí en 1590, se hizo sacerdote y se embarcó a México donde in-gresó en la Orden de San Agustín. Desde allí par-tió a Japón con el fin de seguir propagando la fe cristiana. Le hicieron prisionero y le torturaron pero no renegó de su fe y finalmente le condenaron a la hoguera.

Alejándonos un poco en dirección a la marina está el Santuario de Nuestra Señora de Orada, típica ermita rural objeto de devoción de los pes-cadores. En ella hay exvotos y ofrendas ilustrando diversos milagros.

Albufeira cuenta también con dos Museos, el Arqueológico y el de Arte Sacra y galerías de arte, la más conocida la del pintor albuferiense Samora Barros.

PLAYASUn paseo por Albufeira no estaría completo sin

dedicar un tiempo a sus playas. Hay más de vein-te diferentes pero tienen en común la arena fina y el agua clara. También se habla de la calidez del agua pero sabemos que esto es algo relativo, por

supuesto es cálida para los turistas que llegan del norte de Europa pero posiblemente les parecerá fría a los que vengan del Caribe.

Destacamos las dos más conocidas y situadas junto al casco urbano. Ambas ofrecen servicios como restaurantes, baños y salvavidas durante la época estival. Lógicamente son muy frecuentadas.

Playa do Peneco : El nombre de Peneco vie-ne de la formación rocosa alta y aislada que hay en ella. Es la primera playa que nos encontramos a continuación del puerto de Albufeira y junto al centro antiguo en pleno casco urbano. Se accede a través de un túnel escavado en la roca desde las estrechas calles del centro turístico.

Playa de los pescadores: está a continuación de la playa do Peneco, en un área más baja y limita-da por un muelle de embarque. Esta playa está en parte reservada a las coloridas embarcaciones de pesca. Actualmente muchas de ellas se dedican a realizar visitas turísticas a las grutas marinas de la zona. Tras el arenal hay una amplia zona comercial con numerosos bares y restaurantes (Largo Cais Herculano).

A continuación de esta playa siguen las de In-atel, de los Alemanes, Oura, Falesía…etc…hasta llegar al elitista complejo turístico de Vilamoura.

Playas típicas

Playas y acantilados

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Información Práctica

GASTRONOMIA:La gastronomía de las ciudades costeras del

Algarve está dominada por los productos proce-dentes del mar: pescados, mariscos, moluscos…Es lo normal en tierra de pescadores que los traen frescos cada día. Los pescados, entre los que des-tacan las sardinas, el carapau o chicharro, el atún son cocinados de las más variadas formas. Los ma-riscos y moluscos suelen cocinarse a la plancha o cocidos de forma que mantengan intacto su sabor original. Algunos como los percebes y burrié o ca-ramujos se toman crudos al natural acompañados de vino o cerveza fresca.

Estos son algunos de los platos más populares:Amêijoas na cataplana : uno de los más

tradicionales. Su secreto es la utilización de un recipiente de cobre de origen árabe, cataplana, que retiene el sabor de los alimentos cocinados (recuerda al ahora tan de moda Wok). Las alme-jas o berberechos se cuecen en su propio jugo con jamón, chorizo, tomate, limón, aceite de oliva, ajo y cilantro. Es un plato exquisito que combina bien con vino blanco muy frio.

Feijoada de búzios : guiso de judías con mo-luscos.

Acorda de marisco: guiso con berberechos, gambas, almejas y otros productos del mar.

Arroz de ligueirao: receta regional que varía de unos restaurantes a otros y dicen que también dependiendo de los productos y del día que tenga el cocinero.

Sardinas asadas (grilhadas): muy popular, plato simple pero delicioso en una terraza junto al mar. Se toma con pan casero, ensalada y patatas nuevas cocidas con piel. Con frecuencia no se les quitan las escamas.Los mejores meses para co-merlas son aquellos que no llevan r, es decir los de verano.

Frango asado con Piri-Piri . Un plato de pollo para aquellos a los que no les guste el pescado.

El Piri-Piri es una salsa procedente de Angola he-cha con guindilla roja, ajo, sal, vinagre y aceite. Generalmente es casera y muy picante. Existen churrasquerías que ofrecen este único plato bas-tante económico acompañado de patatas fritas y ensalada verde.

Gazpacho del Algarve : plato veraniego de sopa fría con tomate, pepino y ajo. A diferencia del gazpacho andaluz aquí no se tritura.

Guarda Nacional Republicana, Av. 25 de Abril .Tel. 289 583 310.

Centro de Salud de Albufeira : Alto dos Ca-liços. Tel. 289 598 400

Correos : Rua 5 de Outubro (muy cerca de la ofi-cina de turismo).

Nuestra señora de O

rada

Paseando entre sus gentes

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