Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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Boletín informativo de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones Año 8, Nº 23. · Noviembre de 2012 · www.apm-blog.blogspot.com Responsables: Lorena Danieluk, Julieta Ríos, Claudia Fernández, Germán Tor. Asesor: Enrique Acuña E l psicoanálisis, orientado por una política del deseo, a partir de lo que Lacan llamó el deseo del analista, toma posición ante los hechos sociales y participa en los deba- tes actuales desde el punto en que sabe que lo que que- da segregado es ese resto pulsional y por ende singular, cuando lo que se promete a fin de no ser cumplido, es la felicidad. Ahí es donde se convierte en el síntoma mismo de la cultura, al saber que las promesas de bienestar abso- luto no tienen asidero ya que eso es imposible. Haciéndose síntoma de lo que no es captado en la trama discursiva de la cultura, el psicoanálisis da cuenta de que la palabra del que padece es lo que cuenta, ya sea que éste no logra acomodarse a la esperada armonía del organismo, ya sea que queda al margen del sistema que lo segrega por su diferencia. Es Lacan quien toma la posta del legado freudia- no cuando propone volver a los fundamentos del psi- coanálisis revalorizando el instrumento de la palabra, que más allá de las realidades compartidas, adquiere su valor estructurante en los relatos singulares. La función del analista requiere que éste sea sensi- ble a los acontecimientos de la ciudad, alrededor de los cuales se organizan las subjetividades y eso tiene consecuencias; esto hace que el discurso analítico interviniendo en lo social, tenga efectos más allá de la experiencia analítica misma. Por un lado tenemos el acontecimiento social que, como lo define el filósofo Alain Badiou, depende de la situación en que aparece, por lo tanto se sitúa históricamente, a la vez que conmueve verdades estructurales; mientras que en psicoanálisis aconte- cimiento remite al concepto de trauma, que se liga a la contingencia de un encuentro (Germán García), pero que toca la causa singular de un sujeto. La pregunta por el lugar que tiene un acontecimiento subjetivo ligado al trauma como memoria de goce, en el contexto de los hechos actuales – que se rige por la lógica de la ciencia y el mercado de saber que proponen una universalización de los goces despojando al sujeto de su singularidad, creyendo además que de este modo promueve un lazo social sin rajaduras-, encuentra una respuesta diferente del lado del psicoanálisis, en tanto que éste opera con ese rechazo porque cree en el síntoma como vía que permite acceder a una verdad no sabida. Retomo las palabras de Enrique Acuña de que no hay lazo social estable, sino que hay discursos y hay síntomas, cuya envoltura está hecha de significantes tomados del Otro social, pero que recubre ese núcleo incurable del que ha- blaba Freud. Ahora, en esa articulación entre lenguaje y goce en que se constituye el síntoma del sujeto, la apuesta del psicoanálisis es poner en juego la pregunta por el deseo que lo habita, separándolo de los ideales de la época a los que el sujeto se alienó, al poner en primer plano la relación particular que mantiene con su goce. Y conectando a la causa –que no es colectivizable- es como hace existir el inconsciente. Intervenciones y consecuencias. Por Julieta Ríos :: Editorial

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"Nombres del psicoanálisis en movimiento" Boletin informativo de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones

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Boletín informativo de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones

Año 8, Nº 23. · Noviembre de 2012 · www.apm-blog.blogspot.comResponsables: Lorena Danieluk, Julieta Ríos, Claudia Fernández, Germán Tor. Asesor: Enrique Acuña

El psicoanálisis, orientado por una política del deseo, a

partir de lo que Lacan llamó el deseo del analista, toma

posición ante los hechos sociales y participa en los deba-

tes actuales desde el punto en que sabe que lo que que-

da segregado es ese resto pulsional y por ende singular,

cuando lo que se promete a $n de no ser cumplido, es la

felicidad. Ahí es donde se convierte en el síntoma mismo

de la cultura, al saber que las promesas de bienestar abso-

luto no tienen asidero ya que eso es imposible.

Haciéndose síntoma de lo que no es captado en la trama

discursiva de la cultura, el psicoanálisis da cuenta de que la

palabra del que padece es lo que cuenta, ya sea que éste no

logra acomodarse a la esperada armonía del organismo, ya

sea que queda al margen del sistema que lo segrega por su

diferencia. Es Lacan quien toma la posta del legado freudia-

no cuando propone volver a los fundamentos del psi-

coanálisis revalorizando el instrumento de la palabra,

que más allá de las realidades compartidas, adquiere

su valor estructurante en los relatos singulares.

La función del analista requiere que éste sea sensi-

ble a los acontecimientos de la ciudad, alrededor de

los cuales se organizan las subjetividades y eso tiene

consecuencias; esto hace que el discurso analítico

interviniendo en lo social, tenga efectos más allá de

la experiencia analítica misma.

Por un lado tenemos el acontecimiento social que,

como lo de$ne el $lósofo Alain Badiou, depende

de la situación en que aparece, por lo tanto se sitúa

históricamente, a la vez que conmueve verdades

estructurales; mientras que en psicoanálisis aconte-

cimiento remite al concepto de trauma, que se liga

a la contingencia de un encuentro (Germán García),

pero que toca la causa singular de un sujeto. La

pregunta por el lugar que tiene un acontecimiento

subjetivo ligado al trauma como memoria de goce,

en el contexto de los hechos actuales – que se rige

por la lógica de la ciencia y el mercado de saber que

proponen una universalización de los goces despojando

al sujeto de su singularidad, creyendo además que de este

modo promueve un lazo social sin rajaduras-, encuentra

una respuesta diferente del lado del psicoanálisis, en tanto

que éste opera con ese rechazo porque cree en el síntoma

como vía que permite acceder a una verdad no sabida.

Retomo las palabras de Enrique Acuña de que no hay lazo

social estable, sino que hay discursos y hay síntomas, cuya

envoltura está hecha de signi$cantes tomados del Otro

social, pero que recubre ese núcleo incurable del que ha-

blaba Freud.

Ahora, en esa articulación entre lenguaje y goce en que se

constituye el síntoma del sujeto, la apuesta del psicoanálisis

es poner en juego la pregunta por el deseo que lo habita,

separándolo de los ideales de la época a los que el sujeto se

alienó, al poner en primer plano la relación particular que

mantiene con su goce. Y conectando a la causa –que no es

colectivizable- es como hace existir el inconsciente.

Intervenciones y consecuencias. Por Julieta Ríos

:: Editorial

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Claudia EspínolaLic. en Psicología

Consultorio: Rivadavia 1636, 8º D.Tel.: (0376) 154722641

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Por Enrique Acuña

Articulaciones

El inconsciente entre leyes y clases (*)

Vamos a tomar la lectura de esta nueva ley de salud

mental y las clasi$caciones, como punto de interfase

de dos discursos, el discurso jurídico y el discurso psicoa-

nalítico. Ustedes saben que hay un modo de abordaje

de estos dos campos que implica, si podemos hacer una

lectura desde el psicoanálisis hacia la salud mental, tomar

como texto para leer a aquello que se presente dentro de

la salud mental como con'icto a la norma, es decir aquello

que se presenta como algo que sale del campo mismo de

la salud mental.

Lo que sale del campo de la salud mental es que ésta está

planteada como un ideal que pone en juego una especie

de máxima, que es presentar la idea de salud como un or-

den público, que a su vez es planteado como un derecho

para todos. Es decir que el terreno de la salud mental ya

apela de entrada, en su de$nición, a establecer un orden

público como un derecho para todos en el terreno de la

jurisprudencia; la salud no deja de pensarse en otra inter-

fase que es la del campo de la ciencia, particularmente de

la técnica, que es la medicina, y el campo de la jurispru-

dencia. Medicina y Derecho se ponen en juego en este

ideal de la salud mental como un derecho para todos.

En todo ese gran contexto vamos a situar la ley de salud

mental. Pero es un contexto que en el siglo XXI ha tenido

algo muy interesante, que es el auge de lo que Foucault

llamó la biopolítica, las reglas para interpretar los casos no

ya en el uno por uno de los casos sino en una masa pobla-

cional. De modo que se puede de$nir la biopolítica como

políticas de un Estado sobre poblaciones ampliadas. Gior-

gio Agamben trabaja el concepto de la biopolítica a partir

de ser pensada como vida en sus dos versiones: zoe y bios.

O sea, una vida de cada cuerpo en su mundo privado o

una vida pública. Va a tomar la biopolítica en el sentido

de Foucault, pero va a ser un trabajo en relación a algo

que él toma como paradigma del siglo XX, que es la fa-

mosa situación de excepción, cuyo gran sintagma fue el

campo de concentración. En el campo de concentración

había una regla que era la de mantener segregado un ele-

mento que pasaba a ser de excepción. Pero esa excepción

no estaba dentro de los derechos ligados a la democracia.

Entonces Agamben dice que ahí se plantea -y es lo que va

a tomar Laurent- el hecho de que un estado de excepción

como el campo de concentración sea lo que falta a la nor-

ma, o sea lo que agujerea a la norma. Entonces el orden

público para todos tiene una excepción contemplada por

el Derecho. Esa excepción contemplada por el Derecho

implica que el para todos del universal está agujereado

por un particular negativo, donde hay al menos un lugar

en el que no hay derechos. Esto a largo plazo implica te-

ner que estudiar bien el concepto de $cción jurídica y los

estados de excepción.

Hay tres ítems que esta ley va a tomar: encierro, judicializa-

ción y medicalización, como tres modos de tratar al loco.

Son tres modos basados también en ciertas articulaciones

legales, son soportados por la ley y el Estado. Vamos a ver

si esta nueva $cción jurídica que es la ley de salud mental

tiene efectos reales, a partir de algunos casos, sobre eso

que dijimos hoy, que este sujeto del discurso está hecho

para que no aparezca el sujeto del inconsciente. El loco

tiene derechos pero no tiene inconsciente. Ahora tiene

derechos, pero ¿basados en qué? En un principio social.

En primer lugar van a ver que en el primer artículo está

planteado el problema de una escansión histórica de con-

siderar a la locura no como enfermedad sino como cons-

trucción social. Se habla de sufrimiento mental y no de

enfermedad mental, lo que antes era el enfermo mental

ahora es el padecimiento.

Artículo 1º: “La presente ley tiene por objeto asegurar el

derecho a la protección de la salud mental de todas las

personas y el pleno goce de los derechos humanos de

aquellas personas con padecimiento mental (...)”

¿Por qué padecimiento en lugar de enfermedad? ¿Qué

consecuencias tiene? ¿Qué extensión supone la anulación

de la idea de enfermedad por la idea de padecimiento?

Indudablemente que hay un cambio importante si no

digo que hay enfermedad mental sino padecimiento o

sufrimiento.

“(...) el pleno goce de los derechos humanos de aquellas

personas con padecimiento mental que se encuentran en

territorio nacional, reconocidos en los instrumentos inter-

nacionales de derechos humanos (...)”. O sea que hay una

ley fuera de la ley, o un más allá de la ley, que es una ley in-

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ternacional. Un legislador decía que si esta ley no se ade-

cúa en algunas provincias, si no quieren aceptarla porque

tienen regímenes manicomiales que están soportados

socialmente, que están avalados por ese gobierno, está el

Derecho internacional al que puede apelarse.

“(...) reconocidos en los instrumentos internacionales de

derechos humanos, con jerarquía constitucional, sin per-

juicio de las regulaciones más bene$ciosas que para la

protección de estos derechos puedan establecer las pro-

vincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”

Entonces, vamos a ver qué cambio supone esta nueva $c-

ción jurídica entendiendo que la $cción es útil, no hay que

decir nunca apariencia. Hay discursos, el discurso médico,

el discurso jurídico, pero un discurso no es una aparien-

cia, es útil; por eso conviene hablar de semblante, pero

no como que está ocultando otra verdad sino que ya es

la verdad. Una $cción útil es un medio por el cual yo digo

que esta realidad existe. Sólo ahora yo puedo decir señor,

usted puede salir del Borda y el tipo puede decir que no

se quiere ir. Cuando enuncio la ley ya existe, más allá de

su implementación real. Esto es lo que hay que entender,

que ya la existencia misma de un discurso está creando la

realidad. En la implementación de una ley hay ese décala-ge entre lo que se dicta y la implementación real de la ley.

En el momento que se dicta y se sanciona ya existe, ya es

la verdad, no es que eso está tapando otra cosa.

Entonces, vamos a hacer un cuadro en el que podemos ver

lo que la ley tiene de escansión, avance, progreso. ¿Como

se dice con la ley qué no se puede hacer? Por ejemplo:

-Ya no puedo decir enfermedad mental, ahora hablo de

sufrimiento.

-No puedo ser más localista, no estoy solamente en la

Nación, sí en lo internacional, quiere decir que pongo en

juego que hay un universal. No es solamente mi pequeña

aldea, no vale solo para acá, vale para más allá de acá.

-La salud mental ya no es más un problema de bienestar

físico, psíquico, social. Es un derecho para todos, en tanto

derecho humano, que está construido por un proceso his-

tórico y social. O sea que se trata de la construcción social.

-Se trata de positivizar la capacidad de un juicio, de discer-

nir, de hacer lazo social, y de la inclusión en el lazo social.

El loco ya no queda de$nido por su exclusión sino que es

posible darle al loco su capacidad de inclusión social. O

sea que lo que está prohibido es inhabilitar, la exclusión

no del sujeto sino de la persona.

-Y en esta capacidad, que tiene que ver con la libertad,

también lo que se positiviza es que, dentro de lo que se va

a llamar salud mental, está la adicción. O sea que la adic-

ción no es más un problema de ilegalidad. Es decir que

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Articulaciones

aquí hay un problema con lo que es la punición. Así que

conviene no decir la palabra toxicómano que es de la poli-

cía. Ese progreso en los términos semánticos, ¿supone un

nuevo sujeto?

-Esto está sostenido por un saber basado en la interdisci-

plina, que es el famoso equipo que va a decidir. Y no en

el diagnóstico médico-psiquiátrico. Acá está en juego el

problema de las clasi$caciones. De acuerdo al diagnóstico

hay privación de la libertad, etc.

-El famoso tema de que antes se hablaba, por ejemplo

en una internación psiquiátrica, de la peligrosidad para sí

mismo o para terceros. En la ley aparece el riesgo cierto e

inminente en lugar de peligrosidad que rápidamente su-

ponía el encierro, el aislamiento.

Vamos a ver que sobre la evaluación la ley va a plantear al-

gunos parámetros, cada tantos meses va a haber una eva-

luación hecha por el juez, por el paciente y por el equipo.

Aquí lo que está en juego sobre todo es la evaluación. An-

tes la evaluación era externa al enfermo y suponía el con-

junto jurídico médico. La evaluación hecha por el equipo

interdisciplinario supone una intervención periódica de

ese equipo, sobre todo basada en la posibilidad de que el

enfermo se autoevalúe periódicamente.

• +Sufrimiento Enfermedad mental

• +Internacional Nación

• +Derecho Bienestar biopsicosocial

(Construido)

• +Capacidad Inhabilitar/exclusión

Inclusión

lazo social

• +Adicción Ilegalidad/punición

• +Saber Diagnóstico psiquiátrico

interdisciplina Clasi$cación

• +Riesgo cierto peligrosidad

• +Derechos Judicialización/medicalización

Bienes, encierro/manicomio

externación,

evaluación

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humanos está lo que plantea Jean-Claude Milner cuando

dice que hay lo ilimitado del derecho, y la aplicación del

derecho que introduce lo limitado de la norma. Quiere de-

cir, que tengo un conjunto ilimitado de elementos, pero

una vez que se aplican esos elementos a la realidad de un

caso, aparece lo limitado. Así que puedo sancionar la de-

cisión de que este caso, por ejemplo un diagnóstico, un

caso ya sea psicosis o neurosis, es una decisión que im-

plica, está bien: la información, el saber, etc., pero hay un

punto de contingencia que es donde decido, que todo

ese conjunto ilimitado, sea para alguno, para ese caso,

aplicable.

Psicoanálisis salud mental

Síntoma + derechos identidad

(ilimitado) testimonio

+clasi$cación

(limita)

desclasi$car singular

Con lo que quiero terminar, para ir avanzando, nosotros

vamos a tener nuevas formas de presentación de los sín-

tomas a partir de esta legalización. Es decir, tenemos que

estar atentos que las presentaciones clínicas de las psi-

cosis y de las neurosis, en los hospitales públicos, en las

cárceles, se van a encontrar imbuidos de este discurso ju-

rídico nuevo acerca de los derechos humanos y la libertad

y de su evaluación.

Decíamos que en la Argentina actual un síntoma de la

salud mental es el problema de la aplicación de la nueva

ley de Salud Mental y que otro era el problema de las cla-

si$caciones a partir del DSM. Entonces, si yo tomo estos

dos paradigmas como manifestaciones sintomáticas que

puede leer el psicoanálisis en el campo de la salud mental,

es para ver si existe este sujeto dividido debajo del discur-

so, que implica, así como hace la ciencia, la forclusión de

un sujeto que retorna en general en el aspecto de quien

ejerce la ley, el jurista.

Hace poco tiempo se realizó un congreso mundial “El

nuevo orden simbólico”, donde se trabajó la pregunta

acerca de si había cambiado en este siglo o cambiaría el

orden simbólico. Hubo una mesa en donde estuvo invi-

tado Eugenio Zafaroni, que lamentablemente no pudo

venir y vino alguien de su equipo, en donde se tomo la

perspectiva del sujeto jurídico, muy ligado al sujeto de la

ley. En esa mesa, Germán García planteó el problema de la

ciencia y la parodia que hace la ciencia a la verdad, cómo

la ciencia va planteándose del lado de la verdad, pero que

es una verdad paródica porque no solo el $lósofo cuestio-

na el problema de la verdad, el cientí$co mismo acepta

que hay una dimensión de la contingencia, que un tra-

tamiento puede tener efectos paradojales, etc; entonces

ahí llama al psicoanalista. El caso, lo que antes se decía el

alienado, no siempre tiene esa condición voluntaria de

llamar al otro, sobre todo en las internaciones, como se

ve en los hospitales; es decir que el problema de la inter-

consulta está dado por esta mediación de la demanda al

otro, que muchas veces no la hace el enfermo sino ese

mediador que veíamos en las $guras del prestador, en

las bodas del prestador y el perjudicado, el prestador

que intercede y dice: el mejor discurso que le convie-

ne a usted es que ahora lo venga a ver un especialista,

un psicólogo o un psiquiatra. Entonces esa interdic-

ción propia de la metáfora, que también vimos antes

como la judicialización del caso, era una metáfora

jurídica sobre lo médico, no sobre el derecho del

alienado.

El asunto es que en ese para todos de los derechos

Articulaciones 4

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Lic. Rodrigo CibilsPsicólogo M.P. 391

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Entonces vamos a encontrarnos con nuevas presentacio-

nes del formato, de la formalización también del síntoma,

que es lo que a nosotros nos interesa. Porque si el síntoma

es la creencia que cada uno tiene de su propio goce, de su

propio mal, “yo creo que tengo ese mal”, y el psicoanálisis

lo que propondría, en relación a una ética diferente, es que

alguien pueda convivir con su mal, no solamente que no le

haga mal al otro, que sería la acción progresista de nues-

tra ley. Hay que darle derechos para que no se haga mal ni

tampoco le haga mal a otro en condiciones que no sean el

encierro sino una decisión, abriendo el campo ilimitado de

la libertad. Lo interesante, es que a partir de esta ley, noso-

tros vamos a tener presentaciones, incluso de las psicosis,

diferentes, donde si escarbamos, vamos a encontrar que

siempre están la paranoia y la esquizofrenia.

Mi hipótesis de trabajo es que la vinculación entre salud

mental y psicoanálisis, esta interfase, solamente puedo

apropiarme de este campo si obtengo de acá algún sínto-

ma. Y este síntoma nosotros lo leemos así: “más derechos,

(derechos humanos, nueva ley, etc.), más clases”. Paradóji-

camente más clasi$caciones, en términos de la pulveriza-

ción clínica que hace el DSM. Esta es nuestra hipótesis.

Psicoanálisis salud mental

Síntoma

Ley salud mental / Clasi$caciones

Desclasi$car singular

Es probable, entonces, que más derechos, más clasi$ca-

ciones. Nuevas leyes, nuevos síntomas. Y que, tendríamos

que agregar nosotros, ¿es verdad que el siglo XXI será una

época donde, paradójicamente, ante tanto derecho, se

pierda el derecho a la palabra? Y haya

solamente derecho a adquirir por el

lado de la mercancía, ser un usuario

más que un ciudadano, consumidores

diría García Canclini. Consumidores y

no ciudadanos. Entonces es probable

que, Pudnik hace un pronóstico de $n

de mundo, pero nosotros seguimos por

el lado de hacer retornar el sujeto, el su-

jeto que “hecha la ley, hecha la trampa”. Es

decir, el retorno de la subjetividad. Porque

hecha la ley, hecha la trampa, en realidad,

es el deseo, no siempre es perverso, es un

deseo de otra cosa que no está en la ley. Es

decir, el retorno del deseo del cientí$co, del

jurista y del inconsciente.

(*) versión resumida de la clase dictada por Enri-que Acuña sobre la ley de Salud Mental en el marco del Seminario “Psicoanálisis, Clínica y Actualidad” de la Carrera de especialización en psicología jurí-dica del Colegio de Psicólogos de La Plata. 7 de julio de 2012. Texto establecido por Inés García Urcola. Brevario por Christian Gómez. Versión completa en: www.apmweb.org.ar.

Articulaciones5

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“Escansiones en torno al

seminario 1 de Jacques

Lacan. Los escritos

técnicos de Freud”

Esta clase del seminario anual está dedicada a la última

clase del seminario 1 de Lacan; seminario que, indica el

docente a cargo Rodrigo Cibils, tiene un corte claramente

político, ya que en su transcurso Lacan subraya la diferen-

cia de las intervenciones clínicas desde una perspectiva

imaginaria a la intervención del psicoanálisis que introdu-

ce el campo de lo simbólico en la relación analítica.

Lacan estructura la clase a partir de las preguntas que le

realiza su auditorio. Es la cuestión de la transferencia la que

organiza y atraviesa todo el seminario. Indicando que para

hablar de transferencia hay que dejar de lado los términos

afectivo e intelectual; quedando ambos en el ámbito de la

proyección imaginaria del ego. Lo que está directamente

ligado al fenómeno de la transferencia es la polivalencia

Ciclo 2012en la APM

SEMINARIO ANUAL

Dictado por Equipo docente de la APM.

Dictada por Rodrigo Cibils

Clase 13: “El concepto de análisis”. Comentario: Adriana Gómez

de la palabra, y no la oposición afectivo

- intelectual. Esta transferencia simbóli-

ca Lacan encuentra en el texto sobre los

sueños de Freud de 1900; donde la trans-

ferencia es que el material signi$cante

destituido de su sentido se presenta como

vehículo del deseo.

Continuando con su recorrido, Ciblis toma

las tres pasiones fundamentales ligadas a

la transferencia: amor, odio e ignorancia.

Explica que Lacan orienta el concepto de

análisis hacia el estudio de la ignorancia. Se

trata de una doble ignorancia en tanto existe

en el sujeto que habla un desconocimiento

del saber que lo habita; y a la vez existe en el

analista, dado que la posición del analista, dice

Lacan, debe ser la de una docta ignorancia. El

concepto de ignorancia docta es tomado del

libro del mismo nombre de Nicolás de Cusa de

$nales de la edad media quien sostiene que la vía

para acceder a la verdad es saberse ignorante.

Rodrigo C. subraya que se trata de una ignorancia

formadora para el sujeto. Esto es que el analista no

guía al sujeto hacia un saber sino hacia las vías de

acceso a ese saber. Este saber no es un saber consti-

tuido, ya que de ser así no sería cuestionado. Hay para

Lacan una “suposición de ignorancia”. “La sabiduría del

que sabe que ignora”. Lacan ilustra esta a$rmación con

la referencia a Sócrates, en “El Menon”, articulándose en

este punto la posición del analista con la docta ignoran-

cia. Que se articula al deseo del psicoanalista y al saber

del psicoanalista.

“Lo que enseñan los sueños -el psicoanálisis

ante las promesas de felicidad-.”

CURSO ANUAL

Por Christian Gómez

Comentario 9° Clase. Germán Tor

Para la novena clase de su curso anual, Christian Gómez

tomó como referencias la clase nueve del Seminario 7

de Jacques Lacan “La ética del psicoanálisis” titulada “Das

Ding” y la carta Nº 52 de “Las Cartas completas de Sigmund

Freud a Wilhelm Fliess”. Comienza mencionando que en la

clase del Seminario de Lacan antes citada encontramos

muchos términos en alemán que Freud utiliza y que Lacan

retoma y traduce. En la clase citada la puntuación que lleva

a cabo es de los siguientes términos en alemán “das ding”,

“sache undwort”, “niederschriften”, “nebenmensch” y “fre-

mde”. Propone detenerse en esas palabras y precisarlas ya

que, indica, ellas organizan lo que Lacan plantea como la

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Ciclo 2012en la APM

conexión entre el problema moral y cómo

para alguien se constituye una realidad.

Parte del término “das Ding” que Lacan lo

traduce como cosa y causa. Señala que el tér-

mino “Ding” como “cosa” proviene del campo

del Derecho y alude etimológicamente a lo

que en latín se llama “causa”. Pero agrega, si-

guiendo a Lacan, que no es su$ciente referir-

se a la etimología de los términos, es necesario

precisar el modo en que Freud los utiliza. Pasa a

comentar que Lacan encuentra el término “Das

Ding” en el escrito de Freud “Proyecto de una

psicología para neurólogos” y en el apéndice del

escrito “Lo inconsciente” titulado “Palabra-cosa”

(sache undworth), que Lacan traduce como “pala-

bra y cosa”, los cuales se ubican en un lugar distinto

a “Das Ding”. Lacan va a tratar de explicar esa dife-

rencia y para ello se remite a varios textos de Freud,

entre ellos se encuentra “La carta Nº 52 de Freud a

Fliess”. Gómez señala que en él Freud elabora una es-

quematización de lo que llama “el aparato psíquico”

donde Lacan lee el carácter ético de la realidad psí-

quica y no un problema meramente de percepción.

Lacan demuestra que la realidad es un efecto de algo

que no está en esa realidad, o sea de algo inconscien-

te. Pasa a ubicar en la obra de Freud el elemento en

torno al cual se organiza una realidad, ese elemento

que Freud llama “Nebenmensch” y lo formula en su

escrito “Proyecto de una psicología para neuró-

logos”, en él parte de la evidencia del desampa-

ro inicial en el que se encuentra el ser humano

al nacer e introduce la hipótesis de que “es por

auxilio ajeno (Nebenmensch) que para el hom-

bre se constituye una realidad” C. Gómez dis-

tingue, leyendo a Lacan, tres registros en los

que aparece dicho auxilio: 1) como semejan-

te (registro imaginario), 2) como prójimo, el

Otro inconsciente (registro simbólico) y 3)

como “fremde”, que Lacan traduce como

“extranjero”. A esa parte extranjera Freud

la conecta con lo que llama “Das Ding” y

Lacan indica que es el elemento que está

ordenando lo que acontece en términos

de realidad pero que, a la vez, no es del

mismo campo, de modo que aparece

allí como extraño. Gómez comenta

en este punto que el problema radi-

ca en la existencia de una diferencia

entre lo que organiza un campo de

realidad y lo que se pierde de ese

campo para que se organice.

En la carta 52, Freud parte de la hipó-

tesis de que el campo de la realidad se constituye

buscando reencontrar un objeto perdido por de$nición.

C. Gómez comenta que tal objeto brinda auxilio y satis-

facción y deja una huella mnémica en el aparato anímico

que éste tiende a reproducir (lo alucina) para intentar lo-

grar la misma satisfacción pero tal intento fracasa. A partir

de ello el aparato anímico busca en la realidad esa misma

huella pero lo que encuentra es un sustituto. Agrega que

por esta vía introducida por Freud ubicamos un desfasaje

entre el campo de la realidad psíquica compuesta por esas

huellas y el campo de la realidad exterior. Subraya que si

no existiera ese desfasaje no habría campo de la realidad,

en cambio habría un ser cerrado sobre sí mismo alucinan-

do una satisfacción. Pasamos a una lógica de la diferencia,

de modo que para el psicoanálisis lo imposible es plantear

una identidad, lo cual implica entrar en un debate actual

con el campo de las ciencias sociales donde el término

“identidad” es un concepto recurrente.

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Módulos deINVESTIGACIÓN

Psicoanálisis ylos acontecimientos del discurso

COMENTARIO Adriana Gómez

Bajo el eje habilitación – formación – referen-

cia, se organiza la investigación de Germán Tor

quien comentó el estado de ésta en la última re-

unión del módulo. También lo hizo Rodrigo Ci-

bils, poniendo en tensión el par formación ana-

lítica (análisis laico) – formación universitaria.

En la primera investigación quedó planteada

la cuestón de la autoridad en relación al ám-

bito que la determina: una institución que

emite un título o la escuela tal como la

formula Lacan. Con la referencia a E. Acu-

ña, en el primero se trata del mercado

de saberes donde la formación cobra

un valor de cambio. Mientras que en

el segundo ámbito hay una pregun-

ta ¿de qué saber se trata?, que posibilita la atribución de

un valor de uso.

En el segundo estado de investigación la arista que se

subraya es la de la información producto de la profesio-

nalización – especialización del psicoanálisis frente a la

formación analítica donde se pone en juego el saber que

encierra el goce que aloja el síntoma de cada uno.

Una de las referencias tomadas es la Nota Italiana, donde

Jacques Lacan, a$rma que el analista se autoriza a sí mis-

mo en el ámbito de una escuela.

Responsable: Rodrigo CibilsAsesor: Christian Gómez.

COMENTARIO María Marta Pernía

Los conceptos

fundamentales del

psicoanálisis

En la reunión llevada a cabo el 27 de septiembre, el es-

tado de investigación presentado partió de la pregun-

ta por el “deseo del analista” a partir de lo planteado por

Jacques Lacan en su Seminario sobre “Los cuatro concep-

tos fundamentales del psicoanálisis”. En el apartado XVIII

“Del sujeto al que se supone saber, de la primera diada,

y del bien”, al trabajar sobre el concepto de “transferen-

cia”, plantea que el deseo del analista es un punto axial

en el campo que delimita Freud. Para iniciar el recorrido

de esta investigación y teniendo en cuenta las sugeren-

cias del responsable del módulo, realicé las lecturas de

una entrevista a Germán García publicada en la Revista

“El Puente. Conexiones del Psicoanálisis” Nº1 y el libro de

Serge Cottet titulado “Freud y el deseo del psicoanalista”.

Respecto a qué es del deseo del analista, G. García expo-

ne que hablar de deseo del analista, aunque pueda sonar

lindo, es degradar al psicoanálisis en relación a la ciencia,

quiere decir que el psicoanálisis no es una ciencia. Como

no es una ciencia, depende del deseo de su practicante.

Por ello, expresa G. García, es fundamental el propio aná-

lisis del practicante, es decir para saber cuál es su relación

con el psicoanálisis o por qué quiere ser un analista. S. Co-

ttet plantea que esta pregunta se puede abordar desde

la obra de Freud, quien si bien no desarrolló la temática

del deseo del analista -en tanto la misma es una cate-

goría lacaniana- es el creador del psicoanálisis y desde

allí se debe partir. Es decir, preguntarnos ¿por qué in-

ventó el psicoanálisis y no otra cosa?, considerando

así que el dispositivo analítico que produjo, su teoría

y su técnica guardan relación con su deseo. A razón

de ello, Cottet sugiere que se pueden pensar los

problemas y obstáculos que Freud evocaba en sus

trabajos como equivalentes al deseo del analista;

el autor propone abordar el problema del deseo

de Freud por la suma de sus pasiones, es por esta

vía por la cual proseguiré el recorrido de esta in-

vestigación.

Responsable Germán TorCoordinador: María Marta PerníaAsesor: Christian Gómez

8

Page 9: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

www.apm-blog.blogspot.com

En la reunión última, se presentaron dos avances

de investigación individual. Por un lado Fernan-

do Kluge hace un recorrido de los momentos de

encuentro y desencuentro entre la clínica freudia-

na de las neurosis y las elaboraciones teóricas y

cientí$cas que sobre los cuadros psicopatológi-

cos efectúa el discurso psiquiátrico de la época.

Es decir que de alguna manera psiquiatría y psi-

coanálisis comparten puntos en común. Tal es

el caso por ejemplo de la concepción que Janet

tiene de los estados que llama de “disociación

de conciencia” en donde eso que nombra

como la idea que se encuentra excluida es

algo que afecta la vida del paciente. Sin em-

bargo no menciona, como sí lo hace Freud,

que si una representación se excluye de la

conciencia, eso tendrá que ver con el pro-

ceso de la represión, con la teoría traumá-

tica desde donde se explica el funciona-

miento del síntoma.

Kluge hace una diferencia también entre

la orientación investigativa de Charcot

en comparación con las ideas de Janet.

El primero, dice, hace hincapié en el

factor neurológico de la patología con

la $nalidad de extraer los síntomas

que luego formarán parte de alguna

u otra clasi$cación psiquiátrica espe-

cí$ca. Mientras que Janet subraya

el factor psicológico, es decir más

clínico, y no tanto el neurológico,

cuando habla de la ya nombrada

disociación de conciencia que, en

su opinión, posee una causa que

es congénita.

Esta vía investigativa podrá con-

tinuar con la lectura de autores

como Paul Bercherie y su tex-

to “Génesis de los conceptos

freudianos” y el libro “Lo in-

consciente” de Yvon Brès.

Por otro lado, Rodrigo Cibils,

parte su recorrido desde el

lado de conceptualizar el

caso analítico en sus ver-

Módulos deINVESTIGACIÓN

tientes: de Exem-

plum por un lado y

de lo inclasi$cable,

por otro, es decir eso

que no hace clase.

Dice Cibils que si pen-

samos cómo se cons-

truye un caso, conclui-

mos en la idea de Freud

de que el caso es una

construcción del analis-

ta, que el mismo hace con

fragmentos y retazos de los

dichos del analizante el si-

mulacro de un todo.

Hay dos lógicas diferentes en

relación al caso en psicoanáli-

sis: elevar el caso al paradigma,

es decir situarlo en relación a

una clase, “el particular de un sín-toma se ubica en una estructura clínica que es universal” (Enrique

Acuña), por ejemplo, la neurosis, la

psicosis y la perversión y otra lógica

en relación al caso en psicoanálisis,

es la singularidad que escapa a ese

universal y que funciona en relación a

una regla que vale solo para ese caso.

Hay un elemento que retorna y que no

es absorbido por el universal, agujerea

el saber referencial y no se reduce a la

querella de diagnósticos, sino que es un

saber nuevo que el dispositivo analítico in-

duce. Este elemento irreductible es lo que

nos conduce a hablar de un “exemplum”, no

en un ejemplo que sirve para todos los casos,

sino que un exemplum es algo que tiene vali-

dez solo para ese caso solitario.

COMENTARIO Carlos Wall

Lectura de los casos

Sigmund Freud

Adriana GómezLic. en Psicología

San Lorenzo Nº 1979. 1º piso. Consultorio 4.

Cel. (0376) 154 393966. e-mail: [email protected]

9

Page 10: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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COMENTARIO Claudia Espínola

Psicoanálisis y

salud pública

En la última reunión pusimos en tensión las políti-

cas públicas actuales y la política del psicoanalis-

ta, apuntando a las particularidades de su inserción

en los ámbitos en que aquella tiene injerencia. Se

expuso una clase del libro Nacimiento de la biopo-

lítica, donde Foucault plantea la importancia de

investigar las condiciones que se cumplen “para

poder pronunciarse sobre determinada cuestión”

-nombra como ejemplo a la locura y el sexo. Se

pregunta cuál es el régimen de veridicción y lo

articula a la noción de jurisdicción. Dicha lectu-

ra nos llevó a retomar la ley Nacional de Salud

Mental 26.657 y sus antecedentes (la Declara-

ción de Alma Atta de 1978; La Declaración de

Caracas de 1990) de donde extrajimos ciertos

términos que nos permitirán continuar nues-

tro recorrido, ellos son: la cuestión de lo co-

munitario y la sociedad.

Responsable: Claudia EspínolaCoordinadora: Claudia FernándezAsesora: Leticia García (APLP)

Módulos deINVESTIGACIÓN

La hipótesis que orienta y por lo tanto en la cual

convergen las investigaciones de los distintos in-

tegrantes del módulo, es aquella que sostiene que

el contexto está determinado por el discurso. ¿Qué

implicancias tiene sostener esta hipótesis?

En la actualidad, dice Acuña, aparece la “clínica del

derecho a la salud” y se levantan las $guras de “el

niño abusado” “la mujer golpeada” “consumidor

de”, entonces, comenta que éstos síntomas están

determinados por el Otro social. ¿Qué quiere de-

cir esto?

El psicoanálisis, se separa de la causalidad pues-

ta en “lo social” y sostiene la causa del signi$can-

te. Entonces, cuando dice que el síntoma está

determinado por el A social, es en tanto eso es

un discurso, una articulación signi$cante.

Ernesto Laclau en “Emancipación y diferencia”

postula que la sociedad genera vocabularios

de lo que él denomina “signi$cantes vacíos”.

Un signi$cante vacío es un signi$cante sin

signi$cado, y esto es posible en la medida

que, dice Laclau, el sistema signi$cativo está

estructurado en torno a un vacío, un objeto

que no se puede producir, y que sin embar-

go es requerido por el sistema. Por lo tanto,

cualquier signi$cante será siempre consti-

tutivamente inadecuado.

Entonces, si hablamos de “derecho a la sa-

lud”, tenemos ahí la “salud” como el signi-

$cante vacío, la salud está presente como

aquello que está ausente.

Este signi$cante pasa a nombrar al suje-

to y en eso se anuda también un goce.

Entonces, siguiendo la lectura de Acu-

ña, el psicoanálisis tiene ahí sus posibi-

lidades en tanto algo de lo que une al

sujeto con ese nombre se vuelva enig-

mático, es decir síntoma.

Actualidad de la clínica.

Respuestas a lo contemporáneoCOMENTARIO María Julia Pernía

10

Page 11: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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El punto de partida, según lo ha explicitado Christian

Gómez en su conferencia titulada “Entre el sufrimien-

to y el deseo” se da en pensar al consumo como signo de

nuestros tiempos, cosa que se aparta conceptualmente

de las ideas de toxicomanía y adicción. Dice “el fenómeno

depende de la palabra que se usa para designarlo. En todo

consumo lo que queda en suspenso es el objeto, hacien-

do hincapié, más adelante, en lo que tiene que ver con la

estructura del deseo que sustenta el circuito del hábito,

como así también los efectos de vacío y saturación que se

conjugan en un acto, el del consumo.

La conversación es también con otros saberes y discursos,

como por ejemplo la $losofía en donde encontramos la

perspectiva que Giulia Sissa expone en “El Placer y el Mal,

$losofía de la droga” donde dice que el consumo de dro-

gas es una respuesta práctica a la pregunta que perso-

najes como Tomás de Quincey se hace, esa pregunta es

¿De qué se trata el bienestar?, es decir, ¿a qué llamamos

felicidad? Sería una cuestión vinculada al placer, más del

lado freudiano podríamos decir a la serie placer-displacer

en donde si lo que se busca es el placer es porque, como

dice Gómez, eso no hay, está en falta.

Por otro lado hace la diferencia entre placer y deseo ante

lo cual en psicoanálisis pensamos que el deseo es lo que

motoriza mientras que el placer, por lo menos en el acto

del consumo, siempre está perdido. Es decir que el sujeto

realizará una suerte de rodeo para encontrar esa satisfac-

ción perdida pero lo que $nalmente constata es la estruc-

tura de falta que a modo de la “jarra vacía” se representa

como algo desfondado que no se colma jamás.

Con esto podemos pensar que la satisfacción no solo se

procura en función de un acto consumista sino que algo

de ello también ocurre en el funcionamiento del síntoma.

La siguiente cuestión a la que se ha dado continuidad en

la conferencia que se llamó “Entre el placer y la repetición”

parte por la cuestión siguiente: al encuentro contingente

con la sustancia le sigue un período de felicidad y de bús-

queda repetida de placer, una búsqueda recompensada.

El descubrimiento de la euforia, de la relajación, de una

plenitud vital inagotable transforma el encuentro en cita.

Yo lo que se reencuentra corresponde a lo esperado, es un

bienestar sin decepción. La felicidad es entonces el placer

positivo. Este estado, que es percibido como un suple-

mento de plenitud, como un regalo inesperado, no bus-

cado e inestimable, fascina a la vez por su intensidad y por

la facilidad con la cual se la puede provocar. Dice la autora

que hay una ilusión en creer que bastaría con controlar

las dosis para operar a voluntad sobre el retorno regular

del placer positivo, se cree que podemos manejar a dis-

creción ese ir y venir del bienestar que se presenta como

valor agregado a la vida diaria. Mientras el comienzo ha

sido involuntario, mantener el nuevo hábito se posiciona

como una elección controlada.

Pero es esta facilidad de manejo la que lleva al

placer negativo. Un acto que por su repetición se vuelve

ordinario y automático sumado a la certidumbre de que

se puede parar cuando se quiera brindar una sensación de

control en la que el principiante se entrampa, la pregunta

es ¿Por qué dejar para mañana una felicidad que puedo

obtener hoy? La lógica de la droga está en que el placer no

será algo más que liberación del dolor, conservación de

un grado mínimo de salud. Remedio del que ya no se pue-

de prescindir. El recorrido es la transformación del placer

voluptuoso y positivo a un placer negativo y sobre todo

a un deseo insaciable. La toxicomanía sería más bien una

fuga ante el deseo insatisfecho, la negación de su natura-

leza insatisfecha y la ilusión de que es posible encontrar

objetos adecuados.

Repasamos la estructura que Sócrates propone para el de-

seo humano: se puede representar, dice, como una línea

vertical que uniría dos puntos extremos: abajo el punto

de la falta y de la pena de sentirse vacío; arriba, el de la

plenitud del placer. A medio camino habría que ubicar

un punto medio de no-pena y de no-placer, un valor cero

entre valores positivos y valores negativos. Lo que sucede

es que uno se eleva de la falta hasta el punto intermedio

y en este ascenso se tiene la ilusión de alcanzar el placer.

En realidad se pasa del dolor de carecer a un estado neu-

tro, de no-falta y de no-displacer pero que también es un

estado de no-placer. El goce de plenitud se sitúa más alto,

muy por encima del punto intermedio. Entonces, cuando

la experiencia de voluptuosidad tiene lugar, uno no se da

cuenta de que está condenado a subir y bajar sin parar en-

tre el punto más bajo de displacer y el punto intermedio

de no-placer.

Luego, haciendo otro recorrido, Adriana Gómez realizará

UN RECORRIDO TEMÁTICO DE LAS CONFERENCIAS OBEREÑAS, CICLO 2012.

PSICOANÁLISIS DE LOS CONSUMOS,

EL PLACER Y EL SUFRIMIENTO EN LAS ADICCIONESCOMENTARIO Carlos Wall

Reseñas11

Page 12: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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un abordaje del aspecto, si se quiere, antropológico del

término consumo y del nombre “consumidores” a través

de la línea de pensamiento que propone Néstor García

Canclini en una obra llamada “Consumidores y ciudada-

nos”, texto que se anexa, como parte de la investigación

de la docente, a otros trabajos que se vienen leyendo,

como es el caso de autores como Giulia Sissa, Alain Ehren-

berg, Antonio Escotado, etc.

Fundamentalmente, Canclini plantea que el consumo

entendido actualmente es producto de la globalización

y el intercambio que América Latina tuviera con dos po-

tencias mundiales en términos de in'uencia sociopolítica

y socioeconómica. Es así que la tesis que se plantea es

que por un lado, aprendimos a ser “ciudadanos” debido

a nuestra relación de dependencia sociopolítica con Eu-

ropa.

Por otro lado, nuestra dependencia con Norteamérica,

precisamente EE.UU, da como resultado una dependen-

cia socioeconómica que es asimétrica y que nos enseña

por un lado a ser “consumidores”. Pero en este contexto

de dependencia habrá que decir que los intercambios

entre países, lo cual puede entenderse bajo noción de

globalización, son desiguales.

Sin embargo el aspecto a remarcar de esta tesis antro-

pológica es que a lo largo de la historia estos dos con-

ceptos (consumidores y ciudadanos) fueron encontran-

do una forma de ser ya no por separado sino integrando

una misma noción de lo cual entendemos que se ha lle-

gado al problema de pensar nuestra identidad de ser

ciudadanos a partir del modo en que nos manejamos

como consumidores. Lo que antes era manejado por el

Estado, hoy son los medios de comunicación masiva,

los objetos de consumo y el mercado los que guían

nuestra manera de responder a las preguntas por el ser

ciudadano.

La docente remarca que el discurso que se imponga en

una época determinada va a delimitar los objetos que

se consumen, el modo de hacerlo y los sujetos que se-

rán nombrados como consumidores. Tal es el caso del

término Droga, que de acuerdo a A. Ehrenberg es un

término que nombra cosas y produce efectos diferen-

tes si se lo estudia en dos tiempos históricos diferen-

tes. Es el contexto el que designa el concepto.

A grandes rasgos, Mercedes Denti, en un abordaje

sobre la cuestión del cuerpo en la bulimia y la ano-

rexia cita las conclusiones a que el psicoanalista ita-

liano Massimo Recalcati arriba en su texto “La última

cena, Anorexia y Bulimia”, en donde dice que el rasgo

presente en él para anorexia-bulimia es la pasión cau-

sada por un objeto-sustancia. Puede pensarse que

la comida es ese objeto causa pero lo que al $nal se

capta es la pasión por el vacío.

Desde el lado freudiano, lo que podemos llamar un

imperativo se nombra con el término Ideal del Yo,

que es un término acuñado por Freud que se presen-

ta como un modelo al cual el sujeto intenta ajustarse

pero no lo logrará nunca porque por eso se trata de un

ideal, que es aquello que está más allá de las posibilida-

des.

Pero si hablamos de las condiciones de posibilidad que

otorga el psicoanálisis, la cuestión puede ser pensar que

el cuerpo articulado en la anorexia y la bulimia tiene que

articularse al discurso en juego que puede ser un discurso

histérico. Un vacío se produce cuando el sujeto intenta lle-

narlo, luego constata que ese vacío resurge.

El cuerpo metaforizado quiere decir que hay que rastrear

la idea de que el lenguaje determina el fenómeno porque

éste no tiene existencia en sí mismo. Los fenómenos son

variados pero lo que los determina es in$nito, este es un

principio del estructuralismo.

Por su parte, Daniel Dereza hablará sobre las locuras pro-

ducidas por sustancias y dice que si la locura como térmi-

no tiene un lugar en el psicoanálisis es para hacer saber

que no hay una referencia generalizada para todos. Para

Lacan la locura designa algo que tiene que ver con que no

hay referencia para todos igual. Lo cual hace pensar que

para el psicótico, la novela familiar no tiene valor de refe-

rencia para explicar su actualidad.

Encontramos, dice, que el término toxicomanía designa

una práctica patológica hoy día, siendo que siempre hubo

consumo de sustancias psicoactivas.

Nos orienta Daniel Dereza a romper con el discurso de

la medicalización y psicologización para entender que la

creencia que alguien tenga sobre la sustancia es el efec-

to que va a obtener por eso. Como analistas hay que pre-

guntarnos ¿qué uso se hace? Y ¿qué cosas evita con eso?

Cuestión que nos sitúa en el lugar que la angustia puede

tener en un caso. Lo que rodea al consumo es importante,

por ejemplo, los rituales de grupo.

En su conferencia, Fernando Kluge dice que hay sujetos

de discursos y no personalidades adictivas. Por eso Freud

dice que el inconsciente es algo que habla, algo que se

conoce por los sueños, las agudezas, los actos fallidos y

los síntomas.

Centra su mirada en el sueño como fenómeno psíquico

que explica que eso que es el sueño está sustituyendo

otra cosa, algo que hay que descifrar así como se lee un

texto y se lo interpreta.

Con respecto al síntoma, dice que no se trata de un signo

inequívoco de una enfermedad sino de la satisfacción de

una pulsión, una satisfacción vivida como insatisfacción. A

esto Lacan llama Goce. Se ignora la causa del síntoma.

Puntúa que si no hay relato no hay análisis y por lo tan-

to la operación analítica de transformar esa práctica de

goce en un valor de sentido no podrá llevarse adelan-

te. Hay que ubicar la función que la droga cumple en un

sujeto.real de los sexos, esto es la diferencia anatómica.

Hay omisiones masculinas y femeninas, señaló, omisio-

nes frente a esa falta “anatómica” para Freud mientras

que para Lacan es una falta estructural del lenguaje. Fal-

ta –castración-no disponer de las palabras para poder

nombrarla.

Reseñas 12

Page 13: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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El 17 de agosto se realizó en la Escuela de Enfermería

de la Universidad Nacional de Misiones, en Posadas, la

mesa redonda Conversaciones y debates. Psicoanálisis y sa-lud mental, con la participación de Daniel Dereza, miem-

bro de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata, Erica Fer-

nández, docente de la Escuela de Enfermería de la UNaM y

Christian Gómez, Director de enseñanza de la Asociación

de Psicoanálisis de Misiones, con la coordinación de Adria-

na Gómez, también miembro de la APM.

Respecto al contexto actual de la salud mental, Christian

Gómez señaló la tensión entre universal y singular, la salud

mental se vuelve algo público y entra en la categoría de lo

universal al ser propuesta como un derecho “para todos”.

El día viernes 31 de agosto se llevó a cabo la presen-

tación del documental La sombra del jaguar-dirigido

por Enrique Acuña-. La proyección, organizada por la

Asociación de Psicoanálisis de Misiones, tuvo lugar en el

Salón Auditorio de la Biblioteca Popular de la ciudad de

Posadas. Ante una concurrencia de más de 100 personas

Enrique Acuña presentó la película a partir de una confe-

rencia a la que tituló “Identidad y diferencia en la cosmo-

visión guaraní”, de la que haré un breve comentario.

La cuestión mbya, sostuvo, implica poder sostener una

pregunta que en este caso puede ser abordada en torno

al problema de la identidad y la diferencia. Así, en el $lm

se hace escuchar la palabra mbya donde a partir de una

fotografía se pone en juego la dimensión del tiempo que

Erica Fernández se re$rió a las derivaciones

que tuvo la ley en la provincia de Misiones,

señaló algunos puntos de avance de la ley e

indicó como punto de debilidad la di$cultad

en la articulación de los centros públicos de

la provincia y la falta de debate.

Por su parte, Daniel Dereza se preguntó en

qué afecta esta ley a la práctica del psicoanáli-

sis y qué puede decir el psicoanálisis al respec-

to. Señaló que el universal tiene un horizonte

totalitario que borra las diferencias, pero en las

instituciones públicas es el deseo del analista

lo que permite intervenir. Analizó los diferentes

aspectos de la nueva ley, enfatizando en primer

lugar que a Freud le interesa la enfermedad en

sentido práctico, en tanto hay algo que el sujeto

no soporta. Cuestionó la idea de interdisciplina y

de cronicidad, planteó que no hay enfermos de

por vida y que más bien cronicidad sería una falta

de proyectos terapéuticos. También remarcó que

no hay lazo social sino lazos de discurso que no son

universales, para nosotros el único lazo social es el

síntoma, por lo tanto no se trata de reintegrar a na-

die. Finalmente, a modo de conclusión dijo que el

psicoanálisis tiene que demostrar que cura en la me-

dida en que hace surgir una singularidad.

* Escrito para El Loro de AVA: Boletín virtual del Área Vir-tual Analítica de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata.

permite situar lo que se ha transformado (el cielo y la tie-

rra, el monte y las cosas materiales) y lo que permanece

en tanto ser mbya. A partir de una referencia a “Identidad

y diferencia” de Heidegger, pone en juego el problema

de la tautología que supone el principio de identidad (lo mismo) y el efecto de división (la otredad) que supone el

paso del tiempo. El ser es ahora una diferencia no con el

otro (alteridad que permite construir la identidad a partir

de la exclusión de un elemento) sino con él mismo que

habla. Esa diferencia genera el deseo de un ser que de-

viene “siendo”. Dimensión propia del inconsciente donde

la identidad se divide por la escansión temporal. No hay,

en consecuencia, La identidad sino construcciones par-

ciales a partir de la diferencia que supone la introducción

Reseñas

COMENTARIO Julieta Ríos

COMENTARIO Christian Gómez

Conversaciones y

debates.

Psicoanálisis y Salud Mental*

La sombra del jaguar

-Kuaray a chivi- en Posadas*

MESA REDONDA

13

Page 14: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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del tiempo. Cuestión que lleva al núcleo del $lm donde

entre el mito como primer organizador del mundo (cos-

movisión) y el ritual como espacio presente del tiempo

en “futuro anterior”. De ese tiempo mítico (Uno) hay el

relato, uno por uno, la serie de los sujetos que testimo-

nian y cuentan, ya no solo lo universal del mito sino su

singularidad.

Luego de la proyección de la película fue el tiempo de la

conversación animada por las intervenciones de Enrique

Acuña, la presentación que hiciera Claudia Fernández y

principalmente la palabra de Alejandro Benítez, cacique

de la aldea PindóPoty, una de las comunidades en don-

de está $lmado el documental. Las intervenciones del

auditorio versaron sobre la actualidad del

pueblo mbya y las intervenciones del jurua (sociedad blanca), siempre controvertidas.

Quiero destacar las palabras del director

quien enfatizó la enseñanza de la relación

que el pueblo mbya tiene al lenguaje y a la

palabra no solo como memoria histórica sino

como un ser construido en reciprocidad con

el monte. Reversibilidad del don de un dios

creador de la condición de “pueblo elegido”,

en momentos en que para la cosmovisión del

hombre occidental es hacerse esclavo de los

objetos técnicos.

Elijo terminar esta reseña con las palabras de

Alejandro Benítez quien supo situar la impor-

tancia de la transmisión de las costumbres del

pueblo originario fundamentalmente en co-

nexión con el ejercicio de los derechos. Pero

acaso la frase donde se anuda lo más importante

de la película y del hecho de su proyección fue la

que dijo al ser invitado a tomar la palabra y que

transcribo: “...Las imágenes muestran las costum-

bres del pueblo originario, que es importante que

la sociedad blanca conozca. Esas imágenes no son

de ahora, no son del 2012, tienen millones de años

en que nuestros abuelos que ya no están han conta-

do. Eso está guardado en nuestra memoria...”

Una imagen que resiste al paso del tiempo en la

medida que trasporta la voz del mito originario que

permite la identidad étnica, cuestión falaz si se man-

tiene que la espiritualidad mbya se soporta sobre la

vida imperfecta en una tierra que no es sin la conside-

ración del mal, condensado en el signi$cante “jaguar”

y del cual la persona puede ser su doble.-

* Escrito para El Loro de AVA: Boletín virtual del Área Virtual Analítica de la Asociación de Psicoanálisis de La Plata.

COMENTARIO Fernando Kluge

¿Por qué no hay lazo social?

Lacan y los discursos

CONFERENCIA

A cargo de Enrique Acuña

El sábado 1 de septiembre del corriente se llevó a cabo

la Conferencia dictada por Enrique Acuña, asesor de la

APM e interlocutor de la delegación Posadas del Instituto

Oscar Masotta: “¿Por qué no hay lazo social? –Lacan y los dis-cursos-“, acompañado por Fernando Kluge y Julieta Ríos,

miembros de la APM. Acuña destacó que el enunciado

“No hay Lazo social” re$ere a que no hay nada que asegure

un vínculo social estable, no hay signi$cación compartida

y existe el malentendido entre los que se comunican. En

lugar de lazo social hay discursos y el que habla se sitúa

Reseñas 14

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efecto de rechazo pero también es lo que ordena el discur-

so. En función de esto Acuña enfatizó que los discursos se

mueven en torno a este elemento silencioso, el objeto “a”,

por ello el campo lacaniano implica escuchar lo que no se

dice, el vacío sobre el que gira la vida del sujeto. Recalcó

que los rodeos del sujeto en un análisis y las vueltas de sus

dichos (atolondradicho) propiciarían aislar ese imposible

en tanto goce. Pero para ello se requerirá un deseo de sa-

ber, cambio de vector que realiza un analista en el inicio a

partir de la impotencia que trae el analizante.

Finalmente Acuña destacó un fragmento de la clase “Edi-

po, Moisés y el padre de la horda” del seminario 17, donde

Lacan sitúa el mito como una de las mejores encarnacio-

nes de la ley, que establece la verdad como un medio de-

cir. Con ello recogió las resonancias de la proyección del

documental “La sombra del jaguar –kuruay chivi-“en la

noche posadeña anterior. Resonancias puestas en juego

en el debate posterior.

en uno de ellos.

Destacando el contexto social de mayo del 68

o “mayo francés”, momento de elaboración de

los cuatro discursos en el seminario 17 de Lacan

“El reverso del psicoanálisis”, se re$rió al discur-

so universitario donde a partir del agente (que

habla desde el saber, S2) que se dirige a otro (a),

que es objeto del discurso, se produce la división

($), siendo la verdad (S1) lo que ordena la opera-

ción. Así mostró que el estudiante –en ese con-

texto social- es producto del discurso universita-

rio, valiendo como $ al momento de la revuelta.

Seguidamente situó el discurso histérico, que par-

te desde la división para dirigirse a otro en tanto

Amo, que al responder produce un saber, pero la

verdad es el goce reprimido y desconocido por la

histérica, lo cual pone en falta al Amo.

El discurso del analista es el más llamativo de todos

debido a que se inicia desde el silencio, ya que el

agente es el objeto “a” que produce un sujeto dividi-

do, el cual genera signi$cantes Amos como un saber

que, por el recorrido de un análisis, llega hasta el lími-

te de lo real, límite que establece que no todo puede

decirse. Ante esto se topan las profesiones imposibles: go-

bernar, educar y analizar.

Fernando Kluge retomó la clase 13 “El poder de los imposi-

bles” del seminario 17 y las referencias freudianas en torno

a las profesiones imposibles: el “Prefacio para el libro de

August Aichhorn” de 1925 y “Análisis terminable e intermi-

nable”, rescatando de este último lo que Freud denomina

la “roca viva” en un análisis: el complejo de castración en

el varón (lucha contra la pasividad ante la mujer) y en la

mujer (envidia del pene). A partir de ello E. Acuña estable-

ció que el complejo de castración en el hombre en tanto

pasividad re$ere a que llegado al límite del decir el sujeto

se rehúsa a quedarse en dicha posición pasiva, encontrán-

dose con el problema del padre como límite. En el caso de

la mujer y la envidia del pene se pone en juego la poten-

cia del discurso, en tanto la mujer tiene una relación más

cercana a la falta empeñándose en procurar aquello que

falta.

Seguidamente Julieta Ríos, se re$rió a la noción de discurso

en Lacan como una articulación signi$cante, el dispositivo

cuya sola presencia domina y gobierna todas las palabras

que eventualmente puedan surgir. Y situó que lo imposi-

ble involucra un real en juego, siendo lo lacaniano el cam-

po del goce, ya que el objeto “a” designa lo que se presenta

como más opaco en el discurso, efecto de discurso que es

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TESTS PSICOLÓGICOS

Reseñas15

Page 16: Nombres - Nº 23 - Noviembre 2012

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La 5° Clase del Seminario, realizada los días 10 y 11 de

agosto y titulada El diagnóstico entre lo particular de las estructuras y lo singular de los arreglos, estuvo a cargo de la

docente invitada Marcela Romero (IOM Delegación Paraná),

quien puso en tensión la particularidad del caso por caso

con la universalidad de la teoría. Tomó como referencia un

texto de Jacques-Alain Miller que se llama “El ruiseñor de

Lacan”, título que se re$ere a un texto borgeano, “El ruiseñor

de Keats”. Señaló que si bien nos manejamos con sistemas

de clasi$cación, lo que realmente orienta nuestra práctica

analítica es lo más particular del sujeto. La operación de

Lacan es ir de lo universal a lo particular, privilegiando el

detalle en cada caso.

Marcó que la clínica psicoanalítica propone el diagnóstico

como un arte, el arte de juzgar un caso sin regla, destacan-

do que si bien Freud nos muestra que hay síntomas típicos,

a la vez es uno por uno, porque el sentido que cada sujeto

le da a su síntoma tiene que ver con su propia construcción

fantasmática, y aunque el síntoma se puri$ca, se esclarece,

siempre queda un residuo investido que Lacan llama objeto

“a”, que está ligado al goce, siendo lo más íntimo del sujeto.

Hacia el $nal de la clase, Marcela Romero despejó las no-

ciones de goce y de sinthome. Situó dos momentos del sín-

toma en Lacan: del deseo y del goce, en función de dos bi-

nomios: síntoma-verdad y síntoma-goce. El síntoma como

una falla en el funcionamiento, revela algo de la verdad del

sujeto, que se construye restrospectivamente. Luego el sín-

toma tiene una cara de goce, designa una manera de gozar,

es el lado pulsional del síntoma.

El segundo día, bajo la Lógica de la Cura, se llevó a cabo

la presentación de dos casos a cargo de Rodrigo Cibils y

Claudia Espínola, con las intervenciones de Marcela Rome-

ro, donde articuló algunas cuestiones teóricas trabajadas el

día anterior.

En la 6º clase, “Del síntoma como recurso al sinthome como retorno”, la docente invitada María José Roca (ACID Corrien-

tes-Chaco), explicó que el título de la clase señala un recor-

rido que se comprueba en un análisis. Partiendo del sínto-

ma, término proveniente de la medicina, y teniendo como

norte al sinthome, propio del ser hablante.

A partir del interrogante ¿por qué hay palabras que conmo-

cionan a algunos?, la docente distinguió en la enseñanza

de Lacan, las relaciones planteadas entre palabra y libido o

signi$cante y goce. Siguiendo a Miller ubicó tres momentos

en estas relaciones, en el primero (simbólico-imaginario), el

síntoma es concebido como un mensaje a descifrar y la sa-

tisfacción está incluida en lo simbólico, ya que se asocia al

reconocimiento de la palabra por el Otro. La libido queda

aquí como imaginaria y como lo que produce di$cultades

en el avance de un análisis. En el segundo momento apare-

ce la conexión entre el signi$cante y la libido (simbólico e

imaginario) con la elaboración del concepto de falo, como

un signi$cante imaginario, signi$cante privilegiado capaz

de captar la libido. El sujeto del cual se trata en este mo-

mento es un sujeto barrado por el lenguaje, aparece en

la brecha entre signi$cantes y es sin libido. Es decir que el

lenguaje produce un sujeto barrado, pero también un res-

to que queda sin decir en la articulación signi$cante. Es un

resto real de goce:

S1 S2

S a

El tercer momento presenta la formulación del fantasma

como la conjunción de los dos productos de la cadena sig-

ni$cante y de los tres registros: S <> a.

Este tiempo está marcado por una primacía del goce, bajo

la a$rmación de que no hay goce sin cuerpo. El signi$can-

te es causa de goce, produce una marca en el cuerpo de

un ser hablante generando un efecto de goce. Finalmente

M. J. Roca opone al concepto de sujeto barrado el parletre.

Mientras que el S es signi$cante falto en ser, sin cuerpo; el

parletre es un sujeto que apunta al ser, incluye el cuerpo

vivo. Queda así el parletre en relación al goce y el sujeto en

relación al deseo. Con la noción de sinthome, se apunta a

aceptar el modo de gozar de cada uno, y hacer un uso de

ese goce privado; ya que el goce queda como un monto

libidinal constante.

La disciplina del comentario giró en torno a un párrafo

del texto “Del trieb de Freud y el deseo del psicoanalista”.

Jacques Lacan. Escritos II.

Germán Tor, siguiendo a Enrique Acuña y Germán García,

puntualizó que lo que divide al sujeto es la pulsión y que

el objeto de la pulsión se capta en lo que no se dice y se

produce mientras alguien habla. Eso que alguien no puede

nombrar se vuelve causa de su división. Por eso Acuña plan-

tea como una de las paradojas del objeto psicoanalítico que

es un efecto que se vuelve causa. Con Germán García, Tor

señala que para Freud la fantasía tiene un lugar problemá-

tico porque no tiene representación, el fantasma puede ser

escuchado desde su insistencia, pero no dicho.

Por su parte Julieta Ríos aísla del texto las expresiones de-

seo del analista y dirección abusiva, esta última alude a la

reeducación, domesticación del yo o identi$cación al ser

del analista. En oposición, el deseo del analista es el que

opera en un análisis, su lugar es el del silencio, es una funci-

ón x para el analizante porque no responde a la demanda

inicial, y en tanto tiene en cuenta de qué goza cada uno, la

interpretación del analista orienta hacia lo real.

COMENTARIO Rodrigo Cibils y Adriana Gómez

“Ficciones verdaderas -Síntoma, fantasma y sinthome-”

INSTITUTO OSCAR MASOTTA - SEMINARIO CLÍNICO

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Bibliotecade la APM

Ética nicomaquea. Biblioteca de obras

maestras Del pensamiento. Bs. As. Losada. 2004.

Obras completas. Tomo XVII. De

La historia de una neurosis infantil. Bs. As. Amorrortu.

2009

. Consumidores y ciudadanos.

Mexico. Grijalbo. 1995. Anillado. Donación Christian

Gómez.

Prometeo mal encadenado. Barcelona.

Fontamara. 1974. Anillado. Donación Christian

Gómez.

Critica de la razón práctica. Biblioteca

de obras maestras del pensamiento. Bs. As. Losada. 2007.

Los derechos de los pueblos

originarios. Posadas. EdUNaM. 2011. Donación Carlos

Wall.

Hamlet. Bs. As. Atermar

ediciones.

El rey Lear. Agebe. 2005.

Memorias de un enfermo

neurópata. Bs. As. Libros Per"l. 1999. Anillado. Donación

Germán Tor.

:: Publicaciones recibidas

Libros

Revistas

Boletines

Agenda

NOVIEMBRE

* 9 y 10/11: VII Jornadas Anuales de la Asociación de

Psicoanálisis de Misiones. Con la presencia de Enrique

Acuña.Museo Provincial de Bellas Artes “Juan Yaparí”, Sarmiento

319, Posadas.

* 7/11: Curso Anual: “Lo que enseñan los sueños –el psicoa-

nálisis ante las promesas de felicidad”

13ª clase. Dictado por Christian Gómez

20.30hs. Sede APM

* 14/11: Seminario Anual “Escansiones en torno al Seminario

1 de Jacques Lacan: Los escritos técnicos de Freud”

Kairos vs cronos: lógica del tiempo

Docente: Julieta Ríos

Asociación de Psicoanálisis de Misiones

Publicación de la

Escuela de la Orientación Lacaniana. Año VII. Nº 11.

Octubre 2011. Donación Daniel Dereza.

Publicación de la

Asociación de Psicoanálisis de La Plata.

Publicación de la

Asociación de Psicoanálisis de La Plata.

Edipo rey y Antígona. Bs. As. Atermar

ediciones. 2006. Anillado. Donación Mercedes Denti.

. Paideia: los ideales de la cultura

griega. Fondo de cultura económica México. Anillado.

Donación Mercedes Denti.

17

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NOVIEMBRE

12/11 Psicoanálisis y Salud Pública, 20 hs.

14/11 Lectura de los casos Sigmund Freud, 18.15 hs.

26/11 Actualidad de la clínica, respuestas a lo contem-

poráneo, 20.30 hs.

27/11 El psicoanálisis y los acontecimientos del discur-

so, 20.30 hs.

29/11 Los conceptos fundamentales del Psicoanálisis,

20 hs

DICIEMBRE

10/12 Psicoanálisis y Salud Pública, 20 hs.

12/12 Lectura de los casos Sigmund Freud, 18.15 hs.

17/12 Actualidad de la clínica, respuestas a lo contem-

poráneo, 20.30 hs.

18/12 El psicoanálisis y los acontecimientos del discur-

so, 20.30 hs.

20/12 Los conceptos fundamentales del Psicoanálisis,

20 hs

:: Módulos de Investigación

Comisión Directiva:

Presidente: Julieta Ríos, Vicepresidente: Rodrigo Cibils, Secretario: Claudia Fernández, Tesorero: Claudia Espínola,

Pro-Tesorero: Betty Chemes, Vocales: Adriana Gómez, Germán Tor, Fernando Kluge, María Rogobski Director de

enseñanza: Christian Gómez, Asesor: Enrique Acuña.

3 de febrero 1814 - 1º Piso, O"cina A, Posadas, Misiones - Teléfono: (0376) 154 82 71 89 · Secretaría: Martes a viernes de 18 a

20.30 hs. · www.apm-blog.blogspot.com · e-mail: [email protected] · www.apmweb.org.ar

Av. Lavalle 4052 · Tel/Fax (0376) 4436425 (N3300OOP) Posadas · Misiones · Argentina

[email protected]

Asociación de Psicoanálisis de Misiones · Pers. Jurídica A-3755

Agenda

* 21/11: Curso Anual: “Lo que enseñan los sueños –el psicoa-

nálisis ante las promesas de felicidad”

14º clase. Dictado por Christian Gómez

20.30hs. Sede APM

* 23/11: Seminario Clínico del Instituto Oscar Masotta “Fic-

ciones verdaderas –síntoma, fantasma y sinthome-“.

8º clase: Registros del fantasma: recurso y retorno

Docentes: Lorena Danieluk-Carlos Wall

*28/11: Seminario Anual “Escansiones en torno al Seminario

1 de Jacques Lacan: Los escritos técnicos de Freud”

Inventarse un precursor o política del retorno a Freud

Docente: Lorena Danieluk

DICIEMBRE

*5/12: Curso Anual “Lo que enseñan los sueños –el psicoa-

nálisis ante las promesas de felicidad”

14º clase. Dictado por Christian Gómez

20.30hs. Sede APM

*12/12: Seminario Anual “Escansiones en torno al Seminario

1 de Jacques Lacan: Los escritos técnicos de Freud”

El gusto por el psicoanálisis

Docente: Christian Gómez

*19/12: Curso Anual “Lo que enseñan los sueños –el psicoa-

nálisis ante las promesas de felicidad”

14º clase. Dictado por Christian Gómez

20.30hs. Sede APM

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