Planificación para la lectura en voz alta del cuentoLa Caperucita RojaCharles Perrault

Objetivos de Aprendizaje (OA)Disfrutar de obras de literatura infantil mediante la audición atenta de narraciones y poemas para ampliar sus competencias lingüísticas, su imaginación y conocimiento del mundo.

Marco teóricoLa Lectura en Voz Alta, es la estrategia en que el profesor lee en voz alta a sus alumnos, buscando principalmente encantarlos con la lectura, junto con desarrollarles su capacidad de escuchar y expresar sus opiniones.

Antes de leer 1. Anunciar que hoy se contará un cuento muuuuuuuy antiguo que tal vez más de alguno

conoce.

2. Se trata de una niña pequeña que usaba una caperuza. ¿Saben lo que es una caperuza? (Mostrar figura de Caperucita con caperuza) A esta niñita su abuela le hizo una caperuza roja y a ella le gustó tanto, que no se la sacaba nunca. Por eso todos le decían “Caperucita Roja.

3. Contar que Caperucita Roja era una niña muy buena, pero muy (hacer sonar sonajera) muy IMPRUDENTE ¿Saben lo que significa “imprudente”? Por ejemplo, la otra vez que estaba esperando la micro vi que un niño de cinco años se soltó de la mano de la mamá y se lanzó a atravesar la calle. La mamá lo tomó fuertemente de un brazo y lo retó diciéndole: ¿No ves que te pueden atropellar? ¡Lo que hiciste es muy (hacer sonar sonajera) IMPRUDENTE!

4. O la otra vez una niña iba andando en bicicleta a toda velocidad y su hermana mayor salió de la casa y le gritó: ¡Hermana, ponte un casco si vas a andar tan rápido! ¡No seas (hacer sonar sonajera) IMPRUDENTE

5. ¿Qué significará (hacer sonar sonajera) “imprudente”? ¿Cuándo nosotros somos (hacer sonar sonajera) imprudentes”?

Ficha nº3

6. Presentar el cuento. Hacer ritual del silencio:

Los ojos muy abiertos,las orejas despejadas,la boca muy cerrada,porque un cuento vamos a escuchar.Nadie puede hablar,solo la tía …. Al contar.

Durante la lectura7. Comenzar la lectura.

8. Terminar la lectura con fórmula de cierre:

El cuento se fue al bosque y vio al lobopero no se asustó: estaba jugando con globos.Otro día volveráY otro cuento nos traerá.

Después de la lecturaPregunte a los niños:

9. ¿Por qué fue “imprudente” Caperucita?, ¿Quién puede imitar la voz del lobo cuando le responde a Caperucita?

10. Hacer la pregunta y que los niños, por turnos, respondan:

Tía: Abuelita, ¿por qué tienes esos ojos tan grandes?Niño: ¡Son para verte mejor, hijita!

Y así con las demás preguntas.11. Terminar anunciando que la abuela de Caperucita estaba tan contenta de haberse escapado

de las fauces del lobo que mandó algunos pastelitos y quequitos para compartirlos con los niños.

Cierre12. Anime a los niños a visitar la biblioteca de su escuela u otra pública y pedir prestados

cuentos tan lindos como el que leímos hoy.

13. Canten el canto de despedida: Se va, se va este cuento,se va a descansar.Abrazamos a los amigos,para otro escuchar.La, la, la, la…

Érase una vez una niñita que vivía en un pueblo, tan linda como se puede imaginar. Su madre estaba loca por ella y su abuela más loca todavía. Esta buena mujer le mandó hacer una caperucita roja y tan bien le sentaba que por todas partes la llamaban Caperucita Roja.

Un día su madre, luego de hacer y cocer bien unas tortas, le dijo:-Vete a ver cómo se encuentra tu abuelita, pues me han dicho que está enferma. Llévale una de estas tortas y este tarrito de mantequilla.

Caperucita Roja partió en seguida a ver a su abuelita que vivía en un pueblo vecino. Al pasar por un bosque, se encontró con el compadre lobo, quien al verla sintió inmediatamente muchas ganas de comérsela; pero no se atrevió a hacerle nada porque andaban por el bosque unos leñadores.

Le preguntó entonces adónde iba y la pobre niña, que no sabía lo peligroso que es pararse a escuchar las palabras de un lobo, le respondió:

-Voy a ver a mi abuelita para llevarle esta torta y un tarrito de mantequilla que le envía mi madre.

-¿Vive muy lejos tu abuelita? –preguntó el lobo.

-¡Oh, sí, sí ! -dijo Caperucita Roja-. Más allá de aquel molino que se ve allá lejos, en la primera casa del pueblo.

-Pues mira -dijo el lobo-, también yo quiero ir a verla; yo me iré por este

La Caperucita RojaCharles Perrault

camino, y tú por aquél, a ver quién llega primero.

El lobo echó a correr con todas sus fuerzas por el camino que era más corto, y la niña se fue por el más largo, entreteniéndose en coger avellanas, correr detrás de las mariposas y hacer ramilletes con las florecillas que encontraba.

No tardó mucho el lobo en llegar a casa de la abuelita;

- ¡Toc, toc.!

-¿Quién es?

-Soy tu nieta, Caperucita Roja -dijo el lobo, fingiendo la voz de la niña-,y te traigo una torta y un tarrito de mantequilla que te envía mi madre.

La buena abuelita, que estaba en la cama porque se sentía un poco mal, le gritó:

-Tira la aldabilla y se abrirá el picaporte.

El lobo tiró la aldabilla, y la puerta se abrió. Apenas hubo entrado se arrojó sobre la buena mujer y la devoró en un santiamén, pues hacía más de tres días que no comía nada. Después cerró la puerta y se acostó en la cama de la abuelita, aguardando a Caperucita , la que llegó un poco más tarde y llamó a la puerta:

- ¡Toc, toc.!

-¿Quién es?

Caperucita Roja, al oír la ronca voz tan ronca del lobo, tuvo miedo al principio, pero creyendo que su abuelita estaba resfriada, respondió:

-Soy tu nieta, Caperucita Roja, y te traigo una torta y un tarrito de mantequilla que te envía mi madre

El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:

-Tira la aldabilla y se abrirá el picaporte.

Caperucita Roja tiró de la aldabilla y se abrió la puerta. El lobo, al verla entrar, le habló mientras se ocultaba bajo la frazada.

-Deja la torta y el tarrito de mantequilla encima de ese baúl y ven a acostarte conmigo.

Caperucita Roja al acercarse a la cama quedó muy sorprendida al ver cómo era su abuelita en camisa de dormir. Y le dijo:

- ¡Abuelita, qué brazos tan grandes tienes!

- ¡Para abrazarte mejor, hija mía !

- ¡Abuelita, qué piernas tan grandes tienes!

- ¡Para correr mejor, hija mía!

- ¡Abuelita, qué orejas tan grandes tienes!

- ¡Para oírte mejor, hija mía!.

- ¡Abuelita, qué ojos tan grandes tienes!

- ¡Son para verte mejor, hija mía!

- ¡Abuelita, qué dientes tan grandes tienes!

-¡Para comerte mejor!!

Y diciendo estas palabras, aquel malvado lobo se arrojó sobre Caperucita Roja y se la comió.

FIN