No hay lugar para el lamento en Japon

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cian mage amari negro cian mage amari negro cian mage amari negro cian mage amari negro Coordinador: Ervey Castillo • Diseñador: Tercy García Tel. 3-10-02-29 Ext. 1056 expresión ! dominical DOMINGO 27 de Marzo de 2011 DIA 00 de mes de 2011 E n J a p ó n n o h a y s i t i o P A R A EL L A M E N T O CARLOS CORONEL TABASCO HOY Para los japoneses, el terremoto de nueve gra- dos en la escala de Ritcher, ocurrido el 11 de marzo, y el poste- rior tsunami que devastó la costa no- reste de la península, forman parte de una larga historia de desastres y reconstrucciones en la isla. “Por la formación del ar- chipiélago, que está en- cima de una zona de colisión de varias pla- cas tectónicas, la Con- tinental y la del Pací- fico, los sismos son una constante en la historia de la nación. La misma península es pro- ducto de esa colisión. Por lo tanto, ha habido muchas ciuda- des y pueblos destruidos en el pasado e, incluso, puertos que han cambiado su contorno y fi- sonomía a causa de estos fenó- menos”. Por si fuera poco, explica Mis- hiko Tanaka, profesora de his- toria en el Colegio Nacional de México, “a eso hay que añadirle muchos tifones y lluvias, así que en Japón se sabe muy bien que la naturaleza es algo que de re- pente puede cambiar y ser muy dañino y hasta destruir”. No obstante, la autora de una docena de libro, entre los que destacan “Seki Sano: 1905-1966” (INBA, 1996) y “Movimientos campesinos en la formación del Japón moderno” (Colmex, 1976) señala que, en condiciones nor- males, los nipones no ven con malos ojos a la naturaleza, “la miran como algo benévola por- que hay abundancia de lluvia, que crea una zona templada que favorece la actividad humana”. A pesar de la modernidad que puede tener la nación que es con- siderada la cuarta potencia eco- nómica mundial, cada japonés “tiene una actitud de congeniar- se con la naturaleza, de agrade- cerle lo que da, es esa la actitud en condiciones normales”. SE APOYAN EN LA ESPIRITUALIDAD La doctora en filosofía por la Universidad de Princeton reconoce que algo que ayudará a la recons- trucción del país es la espiritualidad de sus paisanos, “una actitud, una mentalidad que no necesariamente se concentra en una religiosidad”. “La gran ola de aa” (1830), de Katsushika Hokusai. Oleo sobre madera (1830- 1831). SigloXIX. A pesar de la tra- gedia dolorosa, los ciudadanos japoneses ven en la naturaleza un aliado para recons- truirse. >> Ellos (los japo- neses) piensan que no tiene caso estar lamentándose, no se resuelve nada así, aseguran. EN EL AÑO 2000 EL MIMO MARCEL MARCEAU RECIBE EL PREMIO INTERNA- CIONAL ARLEQUIN DE ORO QUE OTORGA LA CIUDAD ITALIANA DE MANTOVA A PERSONAJES QUE SOBRESALEN EN SU PROFESION.

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Entrevista con la doctora Mishiko Tanaka, del Colegio de Mexico, sobre el animo de los japoneses para empezar la reconstruccion.

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Coordinador: Ervey Castillo • Diseñador: Tercy García Tel. 3-10-02-29 Ext. 1056

expresión!dominical

Domingo 27 de Marzo de 2011Dia 00 de mes de 2011

En Japón no hay sitio

para el lamento

CARLOS CORONELTABASCO HOY

Para los japoneses, el terremoto de nueve gra-

dos en la escala de Ritcher, ocurrido el 11 de marzo, y el poste-rior tsunami que devastó la costa no-reste de la península, forman parte de una larga historia de desastres y

reconstrucciones en la isla.“Por la formación del ar-chipiélago, que está en-

cima de una zona de colisión de varias pla-cas tectónicas, la Con-tinental y la del Pací-f ico, los sismos son

una constante en la historia de la nación. La

misma península es pro-ducto de esa colisión. Por lo

tanto, ha habido muchas ciuda-des y pueblos destruidos en el pasado e, incluso, puertos que han cambiado su contorno y fi-

sonomía a causa de estos fenó-menos”.

Por si fuera poco, explica Mis-hiko Tanaka, profesora de his-toria en el Colegio Nacional de México, “a eso hay que añadirle muchos tifones y lluvias, así que en Japón se sabe muy bien que la naturaleza es algo que de re-pente puede cambiar y ser muy dañino y hasta destruir”.

No obstante, la autora de una docena de libro, entre los que destacan “Seki Sano: 1905-1966” (INBA, 1996) y “Movimientos campesinos en la formación del Japón moderno” (Colmex, 1976) señala que, en condiciones nor-males, los nipones no ven con malos ojos a la naturaleza, “la miran como algo benévola por-que hay abundancia de lluvia, que crea una zona templada que favorece la actividad humana”.

A pesar de la modernidad que puede tener la nación que es con-siderada la cuarta potencia eco-nómica mundial, cada japonés “tiene una actitud de congeniar-se con la naturaleza, de agrade-cerle lo que da, es esa la actitud en condiciones normales”.

Se apoyan en la eSpiRitualidad

la doctora en filosofía por la universidad de princeton reconoce que algo que ayudará a la recons-trucción del país es la espiritualidad de sus paisanos, “una actitud, una mentalidad que no necesariamente se concentra en una religiosidad”.

“la gran ola de aa” (1830), de Katsushika Hokusai. oleo sobre madera (1830-1831). SigloXiX.

A pesar de la tra-gedia dolorosa, los ciudadanos japoneses ven en la naturaleza un

aliado para recons-truirse.

>>Ellos (los japo-

neses) piensan que no tiene caso estar

lamentándose, no se resuelve nada así,

aseguran.

en el año 2000 el MiMo Marcel Marceau recibe el preMio interna-cional arlequin de oro que otorga la ciudad italiana de Mantova a personajes que sobresalen en su profesion.

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En Japón no hay sitio

para el lamento

La naturaleza y su furia tam-bién son vistos como algo nada ajeno de la vida.

OTRA miRAdA

Hokusai dibujó al Señor Fuji, como en esta representación.

natura puede crear y destruir.

Cada japonés tiene una acti-

tud de congeniarse con la naturaleza, de agradecerle lo que da, es esa la actitud en condiciones nor-males”.

mishiko TanakaProfesora de historia en el Colegio

Nacional de México

CARLOS CORONELTABASCO HOY

Escribe Octavio Paz en su introducción a “La senda de Okú”, libro de poemas y via-jes del sigo XVII, de Matsuo Basho que es considerado por muchos el padre del haikú, que el interés de Oc-cidente por el Japón es so-bre todo por la otra visión del mundo. “Lo contrario de la India: no nos ha enseña-do a pensar, sino a sentir”.

No exagera. En América Latina, la lista de autores en lengua española fascinados por esta cultura es conside-rable. Incluye a poetas que vivieron en el siglo XX, co-mo el mexicano José Juan Tablada, el argentino Jorge Luis Borges, hasta escrito-res contemporáneos como Aurelio Asiain, quien radi-ca allá desde hace algunos años.

“ Tablada introduce a México esa forma de poesía mínima llamada haikú, que es un poema minimalista de 17 sílabas”, explica Misiko Tanaka, profesora de Histo-ria del Japón, en el presti-gioso Colegio de México.

La doctora en filosofía acota que “no todos” los es-critores mexicanos tienen

antes de explicar lo que quiere decir esto, señala que en su país “no hay una sino varias religio-nes”, el budismo con “sus muchas corrientes” y el sintoismo, “muy arraigado” por ser profundamen-te autóctono, además del cristia-nismo, aunque éste es menos. “de alguna manera, si saben que hay fuerza que destruye, tam-bién saben que hay fuerza que ayuda a construir, en Japón no están lamentándose todo el tiempo sino tienen una actitud de dar la vuelta a la rueda y empezar de nuevo, es una acti-tud si quiere de resignación, pero en el fondo muy optimista que ayuda”.

laS peRdidaS

Con respecto a las pérdidas, la integrante del

Centro de Estu-dios de Asia y

Africa pun-tualiza que la zona afec-tada se ca-racteriza por

tener “una in-dustria prima-

ria predominante-mente, o sea, de pescadores y silvicultores; hay industrias, pero más bien son subcontra-tadas por las grandes empre-sas como Toyota, que tenía proveedores en esas zona. Co-mo en todas partes, hay una vida cultural larga y rica, pe-ro no puedo especificar exac-tamente de cada lugar, es una zona muy amplia que fue afec-tada”.

Eso sí, la académica recuer-da que este lugar se caracte-rizaba antes del terremoto y el tsunami, por su belleza pa-radisiaca. Tanto que el poeta Basho, al pasar en unos de sus tantos viajes por Matsushi-ma, puerto perteneciente a la prefectura de Miyagi --una de las regiones más devastadas por el tsunami junto con Iwate-- compuso un poema todavía inigualable.

¡Matsushima!¡Oh, Matsushima!¡Matsushima!

“El poema es el puro nom-bre de este lugar y es la singu-lar manera de expresar su belleza”, concluye .

Un paraíso que ahora espera ser reconstruido.

>>expertos recono-

cen que la espirituali-dad será algo funda-

mental para el proce-so de reonstruc-

ción.

octavio paz: “lo contrario de la india: (Japón) no nos ha enseñado a pensar, sino a sentir”.

Su libro El laberinto de la soledad, es el más traducido y con diversas versiones en la lengua japonesa.

Pazel más leído

portada del libro de Matsuo Basho, la senda de oku.

En Japón, pocos autores

mexicanos han tenido mucho impacto como Octavio Paz, especial-mente con su libro ‘El laberinto de las sole-dad ’, que se lee mucho e incluso tiene varias traducciones”.

mishiko TanakaProfesora de historia en el Colegio

Nacional de México

particular interés en Japón, ni todos los japoneses tienen un conocimiento amplio de los au-tores mexicanos.

Tanaka propone una expli-cacion para este fenómeno cul-tural: Que el libro de Paz resul-t a m u y s u g e r e n t e a l o s japoneses, aún “para analizar su propio país, Japón”.

Fuera del poeta mexicano ga-nador del Premio Nobel, “hay también traducciones de Car-los Fuentes, aunque no muchos autores se traducen”.

En sentido inverso, de los au-tores japoneses que han tenido alguna influencia mexicana, se puede mencionar al novelista Kenzaburo Oe.

“El fue profesor visitante del Colegio de México, donde yo trabajo, conozco su literatura, él en sus obras se refiere fre-cuentemente a México, parece que le impactó mucho. Y hay una f igura muy positiva de México en sus obras, de otros paisanos míos no creo que ha-yan tenido un interés fuerte en México”.

En cambio, para cualquier lector en español, no son ajenos los nombres de Yukio Mishima, Yasunari Kawabata y el exito-so Haurki Murakami, además de Basho, traducido por Octa-vio Paz.