1. Introducción El regadío consume cerca del 70% del agua en el mundo, llegando a más del 80% en zonas semiáridas como Castilla-La Mancha. Este hecho, unido a los condicionantes legales (Directiva Marco del Agua de 2000), ambientales, sociales y económicos, obliga a realizar una adecuada gestión de los recursos hídricos para conseguir un uso sostenible de los mismos.

El nuevo modelo de gestión de la demanda se basa en el uso eficiente de los recursos disponibles. En este sentido, las nuevas tecnologías han introducido en el mundo del riego enfoques que hace unos años se consideraban impensables. Los programas informáticos de gestión de regadíos y de redes de riego, la mejora en la regulación y control de las estaciones de bombeo, etc., así como disponer de la información en tiempo real de los cultivos existentes en las zonas de actuación, son algunas de las cuestiones que las nuevas tecnologías han contribuido a desarrollar.

La teledetección y los sistemas de información geográfica (SIG) son herramientas de gran interés para la planificación y gestión del regadío, permitiendo realizar un seguimiento de la superficie regada, la distribución de cultivos y estimar el consumo de agua en las zonas regables.

Para contribuir a esta buena gestión de los recursos hídricos es preciso poner a punto una metodología que permita integrar en un SIG información procedente de diferentes orígenes, en función de las competencias propias de cada usuario y de los agentes implicados en la misma. Este SIG será la herramienta básica de gestión en la que se incorporarán las diferentes actuaciones sobre el regadío y el uso del agua (p.e., inventario, actuaciones de mejora y consolidación de regadíos, etc.).

Nº 19 HOJA INFORMATIVA Abril 2010

El SIG-REG y los Planes de Gestión de entidades asociativas de riego en común en Castilla-La Mancha.

Figura 1. Ejemplo de distribución de cultivos en una zona regable

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2. El Sistema Integral de Gestión del regadío (SIG-REG) en Castilla-La Mancha El modelo de gestión global del agua de regadío en Castilla-La Mancha (SIG-REG), impulsado por la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, contempla de forma integrada a los usuarios y las Administraciones, con ayuda de las Universidades y Centros de Investigación para el desarrollo y la implantación de las herramientas necesarias como la teledetección y los Sistemas de Información Geográfica (SIG), el Servicio Integral de Asesoramiento al Regante (SIAR), los modelos para la toma de decisiones MOPECO y EPANET, así como el Plan de Gestión de recursos Hídricos de Comunidades de Regantes y otras Entidades Asociativas de riego en común que se desarrolla a continuación en esta hoja divulgativa.

La parte más importante de este modelo de gestión es el hecho de llevar implícito un amplio consenso entre gestores (Confederaciones Hidrográficas y Administración Regional) y usuarios (regantes), de manera que éstos últimos se convierten en una pieza clave de la gestión al ser los que realizan de forma directa la mayor parte de las labores de control y vigilancia del uso de agua, manteniendo actualizada permanentemente las bases de datos que identifican a cada uno de los usuarios. La participación conjunta de todos los actores implicados en el proceso de gestión hace que ésta sea una gestión transparente y unánimemente aceptada, una vez consensuadas las bases de partida como son la identificación de los usuarios y sus derechos de uso de agua en función de la disponibilidad de recursos.

El SIG-REG contempla dos partes bien diferenciadas pero interconectadas entre sí como son, por un lado, un inventario de regadíos a nivel regional (Fig. 2), en el que se incluye toda la información relativa a cada parcela, tanto para los regadíos públicos como para los privados y, por otro lado, la parte de ayuda a la toma de decisiones (Fig. 3) que permite, a través del SIAR, módulos de cálculo y conexiones con otros programas, el analizar y gestionar las zonas regables.

Figura 2. Esquema del inventario de regadíos

Figura 3. Esquema de las herramientas de ayuda a la toma de decisiones

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2.1 El Inventario de regadíos La parte correspondiente al inventario de regadíos de la herramienta SIG-REG integra la información de SIGPAC necesaria para la caracterización de cada uno de los regadíos, especificando las características fundamentales de cada una de las parcelas y recintos (Fig. 4).

La herramienta que gestiona el inventario de regadíos permite una consulta rápida y precisa de toda la información que maneja, pudiendo realizar consultas, tanto de forma gráfica como de los datos disponibles de todas las parcelas individuales (a nivel de recinto), así como de las características de las CCRR y demás asociaciones de riego en común. Además, suministra informes de todas las variables que caracterizan una zona de riego, lo que permite suministrar información por tipo de cultivo, por sistema de riego, por un mismo propietario, etc.

2.2 Herramientas de ayuda a la toma de decisiones La parte de SIG-REG de ayuda a la toma de decisiones permite disponer de:

• La información referente a los consumos de agua de los cultivos, fertilización, diseño y manejo del riego, etc., integrada en las actuaciones del SIAR (Servicio Integral de Asesoramiento al Regante). Esta información se puede consultar en la Web (“www.jccm.es” y en “crea.uclm.es”).

• La simulación hidráulica en tiempo real de las redes de distribución del agua de riego a presión. Esta herramienta utiliza el programa EPANET y un conjunto de algoritmos de cálculo de caudales y presiones que permiten al usuario tener una idea precisa del comportamiento de la red según los hidrantes que están abiertos en cada momento. La utilización de esta herramienta necesita una formación previa de los usuarios que

Figura 4. Esquema de datos y módulos de cálculo del sistema SIG-REG

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realiza el personal del CREA, previa petición de la CCRR o asociaciones de riego en común a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural o al CREA.

• La determinación de la alternativa de cultivos que conduce al óptimo económico cuando existen restricciones de disponibilidad de agua en la explotación agrícola, mediante el módulo de cálculo MOPECO (MOdelo de OPtimización ECOnómica) (Fig. 5), que está disponible en la Web http://crea.uclm.es/crea2/sp/descarga.php . Este modelo es una herramienta de ayuda a la toma de decisiones sobre la alternativa de cultivos a implantar en una explotación para maximizar el margen bruto de la misma teniendo en cuenta los precios de mercado de los productos, los costes de producción y las disponibilidades de agua, entre otros. La utilización de esta herramienta necesita una formación previa de los usuarios que se realiza por el personal del CREA, previa petición de la CCRR o asociaciones de riego en común a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural o al CREA.

• Herramienta para la evaluación de la gestión del agua y la energía en una CCRR o asociaciones de riego en común mediante la obtención de indicadores que permiten determinar la calidad de dicha gestión, comparándola con otras zonas semejantes para poder deducir estrategias de mejora en la gestión del agua y la energía. La utilización de esta herramienta necesita una formación previa de los usuarios que realiza el personal del CREA, previa petición de la CCRR o asociaciones de riego en común a la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural o al CREA.

• Seguimiento multiespacial y multitemporal de las superficies de regadío, así como de los principales cultivos, mediante el empleo de la teledetección, herramienta innovadora que puede llegar a permitir tomar decisiones casi en tiempo real.

Figura 5. Concepto del modelo MOPECO

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3. Los Planes de Gestión de las Comunidades de Regantes y entidades asociativas de riego en común 3.1 - Requisitos Una buena gestión de una zona regable debe cumplir los siguientes requisitos mínimos:

• Que se conciba de un modo integral, contemplando la existencia y características de los recursos naturales existentes en la zona, como es el suelo, el clima, etc., además del agua.

• Que sea sostenible y equitativa, tanto ambiental como económica y socialmente, adaptando la demanda a las disponibilidades de agua en cada unidad de gestión hidrográfica según las prioridades de uso, sobre todo en momentos de sequía.

• Que sea eficiente, obteniendo el mayor provecho por unidad de recurso empleado.

• Que integre e involucre a la mayor parte de los agentes afectados (Administraciones, usuarios, organismos e instituciones de apoyo).

3.2 – Objetivos • Tratar de conseguir la sostenibilidad de los regadíos,

compatibilizando el desarrollo de la actividad agraria con la preservación del medio ambiente: el agua para el regadío tiene una triple dimensión económica, social y ambiental, por lo que además de un derecho conlleva una responsabilidad de un uso racional.

• Optimizar el uso y la gestión del agua, la energía y los demás medios de producción al tratarse de recursos limitados, de los que hay que afrontar un coste cada vez más elevado.

• Poner a disposición de las Administraciones y usuarios herramientas de ayuda a la planificación y gestión de los regadíos: las actuaciones que se promuevan deberán optimizar la inversión, reducir la dependencia energética y maximizar la rentabilidad de las actuaciones.

3.3 – La necesidad de un Plan de Gestión anual Todas las Comunidades de Regantes o Entidades Asociativas de riego en común como SAT o Cooperativas que hayan recibido ayudas públicas en 2009 para obras de modernización de regadíos u optimización de la gestión están obligadas a presentar a la Administración regional un Plan Anual de Gestión de la zona REgable (PAGRE) en su conjunto, una vez finalizadas las obras para expedientes de 2009 durante los 5 años siguientes según se indica en la Orden de modernización de regadíos vigente. El Plan se deberá complementar y justificar en la medida de lo posible con el empleo de herramientas de apoyo técnico como SIGPAC, teledetección, o el SIAR. En el caso de solicitar ayudas en 2010, será obligatoria la presentación de dicho Plan junto a la solicitud.

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El fin principal del este Plan es corresponsabilizar a los regantes de una correcta gestión del agua la energía en la zona regable. 3.4 – ¿Cuándo y dónde se presenta el PAGRE? El PAGRE de cada zona regable se presentará durante el primer trimestre de cada año, en las Delegaciones Provinciales de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente. 3.5 – Contenido mínimo del Plan Anual de Gestión de una Zona Regable (PAGRE). A- Identificación de la entidad: nombre, tipo de entidad, domicilio social, teléfono, fax y correo electrónico, así como el nombre del presidente. B- Características de la zona regable: relación de parcelas y de socios, indicando la superficie regable y la regada durante la última campaña de riegos, así como una distribución de la superficie por grupos de cultivos (leñosos, hortícolas y resto de herbáceos), y por sistemas de riego, segregada en riego localizado (microaspersión y goteo), aspersión (coberturas total y automotriz) y por gravedad.

C- Derechos de uso del agua: el PAGRE de la zona regable incluirá la acreditación de los derechos de uso del agua, su ubicación en la correspondiente Cuenca Hidrográfica y Sistema de Explotación, UDA o masa de agua, así como el origen del agua (subterránea, superficial o mixta), y los volúmenes globales aprobados y propuestos, y los caudales máximos instantáneos a utilizar. D- Justificación administrativa del agua disponible en el PAGRE. Éste deberá incluir el acuerdo de la Junta de Gobierno y de la Asamblea General en que se aprueba el plan. Además, en caso de aguas superficiales deberá incluir la Comisión de Desembalse del organismo de cuenca en que se aprobó, y en el caso de aguas subterráneas deberá incluir los derechos de uso de agua reconocidos. En el caso de acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo, incluirá además el correspondiente plan anual de extracciones y, si lo hubiere, el plan de ordenación de extracciones, detallando los volúmenes consuntivos globales y por cultivos, cuando proceda. E- Cálculo de los consumos de agua. El PAGRE deberá especificar con claridad el método utilizado para calcular el consumo de agua en la zona regable, pudiendo distinguirse entre: A) Comunidades de Regantes o SAT perfectamente

definidas, en las que la entidad asociativa optará por una única modalidad de cálculo del consumo de agua para todos los usuarios. Bien mediante la utilización de

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contadores o bien mediante la estimación de los consumos de agua de todos los cultivos mediante tablas de consumos medios, previamente aprobadas por el Organismo de Cuenca, de acuerdo a las estimaciones de los Servicios de Asesoramiento de Riego como el SIAR, en cuyo caso será necesaria la presentación del correspondiente plan de cultivo de cada una de las parcelas incluida en la entidad asociativa.

B) Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAs), Juntas Centrales de Usuarios (JCU) y Comunidades Generales de Regantes (CGR), es decir, aquellas entidades que gestionan regadíos privados con origen de agua, bombeos e instalaciones independientes, en los que cada uno de los usuarios podrá escoger uno de los dos métodos antes indicados para estimar el consumo de agua de su explotación de regadío.

Además el PAGRE de cada zona regable debería recoger cómo se va a llevar a cabo la comprobación de los consumos (por lectura de contadores, por plan de cultivos, etc.), contemplando la posibilidad de parcelas sin riego, previo precinto del correspondiente pozo o sondeo, así como si se da la posibilidad de explotación reducida, con parada estival de cultivos plurianuales como se está haciendo en el caso de la alfalfa en el Acuífero Mancha Oriental. Asimismo, el plan detallará cómo se controlarán las instancias menores de 7.000 m3/año (art 54.2 de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas), que será normalmente por lectura de contadores.

F- Acreditación del cumplimiento del PAGRE. En el PAGRE se dejará muy claro que este es de obligado cumplimiento para todos los regantes, así como los titulares arrendatarios y figuras semejantes de explotación del regadío. Cuando se elija la modalidad de estimación del consumo de agua mediante el plan de cultivos de cada explotación se podrá utilizar la solicitud unificada de la PAC, indicando además si procede la compensación de volúmenes en planes bienales o por concentración de derechos, detallando con claridad cómo y en qué condiciones se podría realizar la compensación de volúmenes. Y por último, dejar claro lo que ocurriría si alguien no presenta el correspondiente plan de cultivos.

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G- Visado del plan: El PAGRE indicará que se ha comunicado por escrito a cada socio, previamente a la presentación del plan, los volúmenes de agua disponibles anualmente y la posible compensación de volúmenes que les corresponde. Como requisitos previos a la emisión del visado, la entidad responsable del mismo comprobará que los consumos solicitados se ajustan al plan, que no hay duplicidades de parcelas ni de extracciones, y que los titulares están al corriente de pago. H- Seguimiento, inspección y medidas para comprobar la efectividad del PAGRE. Este recogerá las autorizaciones expresas de los regantes implicados a favor del personal de la entidad responsable del PAGRE para poder realizar todo tipo de control en gabinete y en campo, así como el libre acceso a los contadores en caso de elegir esta modalidad, aparte de comprobar su ubicación, idoneidad y funcionamiento. Además el PAGRE estipulará las posibles sanciones económicas o administrativas que serán aplicadas en el caso de incumplimiento de las normas. I- Confidencialidad de los datos: el PAGRE de cada zona regable debe recoger la confidencialidad de los datos que aporten los titulares y la posibilidad de utilización por las distintas Administraciones.

J- Interpretación y resolución de conflictos: en el PAGRE se recogerá quién es el competente en la interpretación de las normas y en resolución de discrepancias y conflictos que puedan surgir.

K- Problemática, instalaciones y actuaciones previstas a corto plazo: en este apartado se detallará sucintamente el estado de las instalaciones, la problemática de funcionamiento de la entidad y si la misma tiene previsto abordar actuaciones a corto plazo (de obras de modernización, de gestión ordinaria, de optimización de agua y/o energía, etc), resumiéndolas brevemente.

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