No. 12 Año 3 marzo - abril 2005 4 años: $20 TE ADORAMOS ... · TE ADORAMOS, ¡OH CRISTO!, Y TE...

No. 12 Año 3 marzo - abril 2005 4 años: $20

SSAANN MMIIGGUUEELLPARA EL TRIUNFO DE LA INMACULADA

Un periódico de Laicos Católicospor el Reino de Jesús y Maríaen las almas, familias y naciones

Pilgrims of Saint Michael - Peregrinos de San Miguel Arcángel1101 Principale Street, Rougemont, QC J0L 1M0 - CanadaTel.: (450) 469-2209; (514) 856-5714; Fax: (450) 469-2601

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TE ADORAMOS, ¡OH CRISTO!, Y TE BENDECIMOS, QUEPOR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.

¿Rutina ante la Cruz?¿Rutina ante la Cruz?11

Si recorréis mentalmente el Santo Evangelio, encontraréis tal vez algunas otrasescenas presididas por personajes rutinarios. Yo me quedo con este pasaje delGólgota, donde hay sangre y ruido de dados, voces de la soldadesca y murmullo divi-no: ¡Perdónales, porque no saben lo que hacen! 2.

Tradicionalmente los despojos del ajusticiado correspondían a sus verdugos. Poreso, de las ropas de Cristo se han hecho cuatro partes: cada una para un soldado. Perola túnica, el traje que usaba a diario Jesus, era sin costura y no quisieron desgarrarla.iEs tremendo el contraste! Mientras Cristo está muriendo despojado en la Cruz, cuatrosoldados se juegan su túnica a los dados. ¡Esto si que es acostumbrarse y vivir con ruti-na el dolor de los demás! Somos como bestias. Nos hemos acostumbrado al hambre,a la sed, a la fatiga y a la Sangre de Cristo. Y tal vez, la peor de las rutinas es la deacostumbrarse a las cosas santas. La rutina en las prácticas de piedad, que suele serel comienzo de la tibieza, termina en la insensibilidad para las cosas de Dios. Así seexplica que muchos, por desgracia, se hayan acostumbrado a asistir y a celebrar laSanta Misa.

"No descubro nada nuevo si digo que algunos cristianos tienen una visión muypobre de la Santa Misa, que para otros es un mero rito exterior, cuando no un conven-cionalismo social. Y es que nuestros corazones, mezquinos, son capaces de vivir ruti-nariamente la mayor donacion de Dios a los hombres" 3.

Tenemos que luchar contra la rutina en las cosas santas. "Huyamos de la rutina"como del mismo demonio. -El gran medio para no caer en ese abismo, sepulcro de laverdadera piedad, es la continua presencia de Dios. 4.

"Que no nos acostumbremos a los milagros que se operan ante nosotros: a esteadmirable portento de que el Señor baje cada dia a las manos del Sacerdote. Jesúsnos quiere despiertos" 5.

iDios! Que me acerque a Ti con hambre. Desecha de mi vida la rutina en el trabajo;que no me acostumbre al trato con las gentes; que no me habitúe al dolor del prójimo;que no pierda mi fervor en la vida espiritual. Mas de uno, erroneamente, por evitar ruti-nas, espacian la vida sacramental. Dejan la confesión y la comunión para mas adelan-te. No, no suprimáis la comunión, ¡suprimid la rutina!

VIERNES SANTOPASIÓN DE NUESTRO SEÑOR,JESÚS MUERE EN LA CRUZ.

- En el Calvario: Jesús pide perdón porquienes le maltratan y crucifican.

- Cristo crucificado: se consuma la obra denuestra Redención.

- Jesús nos da a su Madre como Madrenuestra: los frutos de la Cruz. El buen ladrón.

I. Jesús es clavado en la cruz. Y canta la litur-gia: ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vidaempieza...!6.

Toda la vida de Jesús esta dirigida a estemomento supremo. Ahora apenas logra llegar,jadeando y exhausto, a la cima de aquel pequeñoaltozano llamado "lugar de la calavera". Enseguidalo tienden sobre el suelo y comienzan a clavarle enel madero. Introducen los hierros primero en lasmanos, con desgarro de nervios y carne. Luego esizado hasta quedar erguido sobre el palo verticalque esta fijo en el suelo. A continuación le clavanlos pies. María, su Madre, contempla toda la esce-na.

El Señor está firmemente clavado en la Cruz."Había esperado en ella muchos años, y aquel díase iba a cumplir su deseo de redimir a los hombres(...). Lo que hasta El había sido un instrumentoinfame y deshonroso, se convertía en árbol de viday escalera de gloria. Una honda alegría le llenabaal extender los brazos sobre la cruz, para quesupieran todos que así tendría siempre los brazo-sabiertos para los pecadores que se acercaran aEl: (...)."

"Vio, y eso le llenó de alegría, cómo iba aser amada y adorada la Cruz, porque EI iba amorir en ella. Vio a los mártires, que, por suamor y por defender la verdad, iban a padecerun martirio semejante. Vio el amor de sus ami-gos, vio sus lágrimas ante la Cruz. Vio el triun-fo y la victoria que alcanzarían los cristianoscon el arma de la Cruz. Vio los grandes mila-gros que con la señal de la Cruz se iban a hacera lo largo del mundo. Vio tantos hombres que,con su vida, iban a ser santos, porque supieronmorir como El y vencieron al pecado" 7.Contempló tantas veces como nosotros íba-mos a besar un crucifijo; nuestros recomenzaren tantas ocasiones..."

Jesús esta elevado en la Cruz. A su alrededorhay un espectáculo desolador; algunos pasan y leinjurian; los príncipes de los sacerdotes, mashirientes y mordaces, se burlan; y otros, indiferen-tes, miran el acontecimiento. Muchos de los allípresentes le habían visto bendecir, e incluso hacermilagros. No hay reproches en los ojos de Jesús,solo piedad y compasión. Le ofrecen vino conmirra. Dad licor a los miserables y vino a los afligi-dos: que bebiendo olviden su miseria y no seacuerden más de sus dolores8. Era costumbrereservar estos gestos humanitarios con los conde-nados. La bebida -un vino fuerte con algo de mirra-adormecía y aliviaba el terrible sufrimiento.

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ya por "nosotros", de modo genérico, sino por mí,como si fuese único. Se actualiza la Redenciónsalvadora de Cristo cada vez que en el altar secelebra la Santa Misa 14.

"Jesucristo quiso someterse por amor, conplena conciencia, entera libertad y corazón sensi-ble (...). Nadie ha muerto como Jesucristo, porqueera la misma vida. Nadie ha expiado el pecadocomo El, porque era la misma pureza" 15. Nosotrosestamos recibiendo ahora copiosamente los frutosde aquel amor de Jesús en la Cruz. Solo nuestro"no querer" puede hacer baldía la Pasión de Cristo.

"La Madre de Jesús, Magdalena, María deCleofas y Juan, estaban cerca de la Cruz delSalvador, mirándolo. María pedía interiormenteque Jesús la dejara morir con Él. El Salvador lamiró con ternura inefable, y volviendo los ojoshacia Juan, dijo a María: "Mujer, éste es tu hijo".Después dijo a Juan: "Ésta es tu Madre". Juanbesó respetuosamente el pie de la Cruz delRedentor moribundo, y a la Madre de Jesús, queera ya la suya.

La Virgen Santísima se sintió tan acabada dedolor al oír estas últimas disposiciones de su Hijo,que cayó sin conocimiento en los brazos de lassantas mujeres, que la llevaron a cierta distancia.

No sé si Jesús pronunció expresamente todasestas palabras; pero yo sentí en mi interior quedaba a María por madre a Juan, y a Juan por hijoa María. En visiones semejantes se perciben bienlas cosas que no están escritas, y hay muy pocasque se puedan expresar claramente con el lengua-je humano, a pesar de que, viéndolas, parece quese comprenden por sí solas.

Así, no parece extraño que Jesús, dirigiéndosea la Virgen, no la llame Madre mía, sino Mujer, por-que aparece como la mujer por excelencia, quedebe pisar la cabeza de la serpiente, sobre todo eneste momento, en que se cumple esta promesapor la muerte de su Hijo.También se siente que,dándola por Madre a Juan, la da por Madre a todoslos que creen en su nombre y se hacen hijos deDios, que no han nacido de la carne ni de la san-gre, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Secomprende también que la más pura, la más humil-de, la más obediente de las mujeres, que habien-do dicho al ángel: "Ved aquí la esclava del Señor,hágase en mí según tu palabra", se hizo Madre delVerbo hecho hombre; oyendo a su Hijo que debeser la Madre espiritual de otro hijo, ha repetidoestas mismas palabras en su corazón con unahumilde obediencia, y ha adoptado por hijos suyostodos los hijos de Dios, todos los hermanos deJesucristo. Es más fácil de sentir todo esto por la

El Señor lo probó por gratitud al que se lo ofre-cía, pero no quiso tomarlo, para apurar el cáliz deldolor. ¿Por qué tanto padecimiento?, se preguntaSan Agustín. Y responde: "Todo lo que padecióes el precio de nuestro rescate" 9. No se conten-tó con sufrir un poco: quiso agotar el cáliz sin reser-varse nada, para que aprendiéramos la grandezade su amor y la bajeza del pecado. Para que fué-ramos generosos en la entrega, en la mortificación,en el servicio a los demás.

II. La crucifixión era la ejecución más cruel yafrentosa que conoció la antigüedad. Un ciudada-no romano no podía ser crucificado. La muertesobrevenía después de una larga agonía. A veces,los verdugos aceleraban el final del crucificadoquebrantándole las piernas. Desde los tiemposapostólicos hasta nuestros días muchos son losque se niegan a aceptar a un Dios hecho hombreque muere en un madero para salvarnos: el dramade la Cruz sigue siendo motivo de escándalo paralos judíos y locura para los gentiles 10. Desdesiempre, ahora también, ha existido la tentación dedesvirtuar el sentido de la Cruz.

La unión íntima de cada cristiano con su Señornecesita de ese conocimiento completo de su vida,también de este capítulo de la Cruz. Aquí se con-suma nuestra Redención, aquí encuentra sentidoel dolor en el mundo, aquí conocemos un poco lamalicia del pecado y el amor de Dios por cadahombre. No quedemos indiferentes ante unCrucifijo.

"Ya han clavado a Jesús al madero. Los verdu-gos han ejecutado despiadadamente la sentencia.El Señor ha dejado hacer, con mansedumbre infi-nita. "

No era necesario tanto tormento. El pudohaber evitado aquellas amarguras, aquellashumillaciones, aquellos malos tratos, aquel jui-cio inicuo, y la vergüenza del patíbulo, y los cla-vos, y la lanza... Pero quiso sufrir todo eso porti y por mí. Y nosotros, ¿no vamos a sabercorresponder?

"Es muy posible que en alguna ocasión, asolas con un crucifijo, se te vengan las lágrimas alos ojos. No te domines... Pero procura que esellanto acabe en un propósito" 11.

III. Los frutos de la Cruz no se hicieron espe-rar. Uno de los ladrones, después de reconocersus pecados, se dirige a Jesús: Señor, acuérdatede mí cuando estés en Tu Reino. Le habla con laconfianza que le otorga el ser compañero de supli-cio. Seguramente habría oído hablar antes deCristo, de su vida, de sus milagros. Ahora ha coin-cidido con Èl en los momentos en que parece estaroculta su divinidad. Pero ha visto su comporta-miento desde que emprendieron la marcha haciael Calvario: su silencio que impresiona, su mirarlleno de compasión ante las gentes, su majestadgrande en medio, de tanto cansancio y de tantodolor. Estas palabras que ahora pronuncia no sonimprovisadas: expresan el resultado final de unproceso que se inició en su interior desde elmomento en que se unió a Jesús. Para convertir-se en discípulo de Cristo no ha necesitado deningún milagro; le ha bastado contemplar decerca el sufrimiento del Señor. Otros muchosse convertirían al meditar los hechos de laPasión recogidos por los Evangelistas.

Escuchó el Señor emocionado, entre tantosinsultos, aquella voz que le reconocía como Dios.Debió producir alegría en su corazón, después detanto sufrimiento. Yo te aseguro, le dijo, que hoymismo estarás conmigo en el Paraíso 12.

La eficacia de la Pasión no tiene fin. Ha lle-nado el mundo de paz, de gracia, de perdón, defelicidad en las almas, de salvación. AquellaRedención que Cristo realizó una vez, se aplica acada hombre, con la cooperación de su libertad.Cada uno de nosotros puede decir en verdad: elHijo de Dios me amó y se entregó por mí 13. No

gracia de Dios, que expresarlo con palabras, yentonces me acuerdo de lo que me ha dicho unavez mi Padre celestial: "Todo está en los hijos de laIglesia que creen, que esperan y que aman".16

Jesús, después de darse a sí mismo en la ÚltimaCena, nos da ahora lo que más quiere en la tierra, lomas precioso que le queda. Le han despojado detodo. Y El nos da a María como Madre nuestra.

Este gesto tiene un doble sentido. Por unaparte se preocupa de la Virgen, cumpliendo contoda fidelidad el Cuarto Mandamiento delDecálogo. Por otra, declara que Ella es nuestraMadre. "La Santísima Virgen avanzó también en laperegrinación de la fe, y mantuvo fielmente suunión con el Hijo hasta la Cruz, junto a la cual, nosin designio divino, se mantuvo de pie (Jn 19, 25),sufriendo profundamente con su Unigénito y aso-ciándose con entrañas de madre a su sacrificio,consintiendo amorosamente en la inmolación de laVíctima que Ella misma había engendrado; y, final-mente, fue dada por el mismo Cristo Jesús, agoni-zante en la Cruz, como madre al discípulo" 17.

"Se apaga la luminaria del cielo, y la tierraqueda sumida en tinieblas. Son cerca de las tres,cuando Jesús exclama:

-Eli, Eli, lam ma sabachtani?! Esto es: Dios mío,Dios mío, ¿por que me has abandonado? (Mt 27, 46).

Después, sabiendo que todas las cosas estána punto de ser consumadas, para que se cumpla laEscritura, dice:

-Tengo sed (Jn 19, 28).

Los soldados empapan en vinagre una espon-ja, y poniéndola en una cana de hisopo se la acer-can a la boca. Jesús sorbe el vinagre, y exclama:

-Todo esta cumplido (Jn 19, 30).

El velo del templo se rasga, y tiembla la tierra,cuando clama el Señor con una gran voz:

-Padre, en tus manos encomiendo mi espí-ritu (Lc 23, 46). Y expiró.

Ama el sacrificio, que es fuente de vida interior.Ama la Cruz, que es altar del sacrificio. Ama el dolor,hasta beber, como Cristo, las heces del cáliz" 18

Con María, nuestra Madre, nos será más fácil,y por eso le cantamos con el himno litúrgico: " ¡Ohdulce fuente de amor!, hazme sentir tu dolor paraque llore contigo. Hazme contigo llorar y dolermede veras de sus penas mientras vivo; porquedeseo acompañar en la Cruz, donde le veo, tucorazón compasivo. Haz que me enamore su Cruzy que en ella viva y more... " 19.

“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcángel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 marzo - abril 2005

1 Los defectos de los Santos, JESUS URTEAGA. 2 Lc 23, 34; 3 Es Cristo que pasa, num. 87; 4 Camino, num. 551.; 5 Es Cristo que pasa, num. 159; 6 Himno Crux fidelis. Adoraciónde la Cruz.-7 L. DE LA PALMA, La Pasión del Señor, pp. 168-169. - 8 Prov. 31, 6-7. - 9 SAN AGUSTIN, Comentario sobre el salmo 21, 11, 8. - 10 Cfr. 1 Cor 1, 23. - 11 J. ESCRIVÁ DEBALAGUER, Vía Crucis, XI, 1. - 12 Lc 23, 43. - 13 Gal 2, 20. - 14 Cfr. CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, 3 y Oración sobre las Ofrendas del Domingo II del tiempo ordinario. - 15 R.GUARDINI, El Señor, Madrid 1956, vol. II, p. 170. - 16 ANA CATALINA EMMERICK, La Dolorosa Pasiòn...XLIII. - 17 CONC. VAT. II, Const. Lumen gentium, 58. - 18 J. ESCRIVA DE BALA-GUER, Vía Crucis, X1I. - 19 Himno Stabat Mater. Recopilado de: Hablar con Dios de Rev. P. Francisco Fernàndez-Carvajal

Editado por UMP

sus Discípulos y dijo a ocho de los que le acompa-ñaban que se quedasen allí; llevó consigo a Pedro,Juan y Santiago y entró en el Huerto de los Olivos.Estaba sumamente triste pues el tiempo de laprueba se acercaba, veía por todos lados la angus-tia y la tentación acercarse como nubes cargadasde figuras terribles, entonces dijo a los tresApóstoles: "Quedaos ahí; velad y orad conmigopara no caer en tentación". Jesús se ocultó en unpeñasco en una gruta, vio a su alrededor un círcu-lo de figuras horrendas que lo estrechaban cadavez más; penetro temblando en la gruta para orar;esta estrecha caverna parecía presentar el horribleespectáculo de todos los pecados cometidosdesde la caída del primer hombre hasta el fin delmundo y su castigo.

Postrado en tierra, inclinado su rostro e inunda-do de un mar de tristeza, todos los pecados delmundo se le aparecieron bajo infinitas formas entoda su fealdad interior; tomó todos sobre sí y seofreció en su oración a la justicia de su PadreCelestial para pagar esta terrible deuda. PeroSatanás se agitaba en medio de todos estos horro-res con una sonrisa infernal, se enfurecía contraJesús haciendo pasar ante sus ojos pinturas cadaves más horribles, le suscitó como en el desierto,tentaciones innumerables, una serie de acusacio-nes imaginarias. Satanás se hizo el Fariseo máshábil y más severo. Nuestro Divino Salvador dejópredominar su santa humanidad y quiso sufrir lastentaciones que asaltan al hombre justo en lamuerte: el mérito de sus buenas obras.

Al principio Jesús estaba arrodillado y orabacon serenidad, pero después su alma se horrorizóal aspecto de los crímenes innumerables de loshombres y de su ingratitud para con Dios sintió undolor tan vehemente, que exclamó diciendo:"¡Padre mío, si es posible, aleja de mí estecáliz¡! Padre mío, todo te es posible; aleja estecáliz ¡" después se recogió y dijo, "que TuVoluntad se haga, y no la mía"

Por fin se levantó, sus rodillas trémulas, ape-nas podían sostenerlo, tenía la fisonomía descom-puesta, y estaba desconocido, pálidos los labios yerizados los cabellos. Eran cerca de las diez cuan-do se levantó, y temblando, cayéndose a cadapaso, bañado de un sudor frío, fue a donde esta-ban los tres Apóstoles y los encontró dormidos,rendidos de fatiga, de tristeza, y de inquietud. Lasterribles visiones le asediaban implacables, juntolas manos, cayó junto a ellos lleno de tristeza y deinquietud y dijo: "¿no podíais velar una horaconmigo?" cuando lo vieron descompuesto, páli-do, temblando, empapado de sudor, cuando oye-ron su voz alterada y casi extinguida, no supieronqué pensar; y si no se les hubiera aparecido rode-ado de una luz radiante, le hubiesen desconocido.Volvióse a la gruta, creciendo siempre su angustia,ellos extendían las manos hacia él, lloraban, seechaban en los brazos los unos de los otros,comenzaron a orar con la cabeza cubierta llenosde ansiedad y de tristeza. Cuando Jesús volvió a lagruta y con él todos su dolores, se postró con elrostro sobre el suelo y los brazos extendidos, y enesta actitud rogó a su Padre Celestial, vinieronángeles a mostrarle en una serie de visiones todoslos dolores que había de padecer para expiar elpecado, vio el origen de todos los pecados, en elprimer pecado; la significación y la esencia de laconcupiscencia, sus terribles efectos sobre lasfuerzas del alma humana y también la esencia y lasignificación de todas las penas correspondientesa la concupiscencia. La deuda del género huma-no debía ser satisfecha por la naturaleza huma-na exenta de pecado, del Hijo de Dios, ningúnlenguaje puede expresar el dolor y el espantoque sobresaltaron el alma de Jesús a la vista deestas terribles expiaciones; el horror de estavisión fue tal, que un sudor de sangre salió detodo su cuerpo. Cuando el salvador en el Montede los Olivos quiso poner a prueba y dominar esta

Las meditaciones siguientes ocuparán quizásun lugar honroso entre muchas obras místicas,fruto del amor contemplativo de Jesús; pero nopretenden tener un carácter de verdad histórica, ynosotros debemos declararlo solemnemente. Sonpiadosas meditaciones de Cuaresma de una reli-giosa devota, narradas sin arte y escritas con sen-cillez, según su relación, y que las comunicó porobediencia y por orden reiterada de sus respeta-bles directores espirituales.

Esta religiosa fue un alma extraordinaria, quemereció ser objeto por parte de Dios de singularesdones y espirituales carismas. Sea cuál fuere elpunto de vista que se adopte respecto de almasmísticas como la de Ana Catalina Emmerick, yrelativamente a sus particulares revelaciones, unacosa es indudable, á saber, que éstas, resultansumamente interesantes, instructivas y edificantes.

Ana Catalina Emmerick, mística Alemana vivióen el siglo XVIII; desde muy niña creció en unatmósfera de sobre naturalidad ya que poseíadones excepcionales como: la Ciencia Infusa,tenía visiones de los sucesos del mundo, cercanosy lejanos, de peligros, de robos, de naufragios, deenfermos impacientes, de prisioneros afligidos, deviajeros extraviados, de moribundos abandonadospor los que oraba fervientemente para que Dios lossocorriera.

A esta religiosa Agustina Dios le dio el donextraordinario de la visión y pudo vivir lapasión de nuestro Señor Jesucristo, además detener Sus estigmas, todo ello a quedado impre-so en unos escritos maravillosos de los cualesqueremos tomar lo referente a la agonía en elHuerto de los Olivos en la que sobresale espe-cialmente el dolor interior por nuestros peca-dos que sufrió nuestro Divino Salvador.

Después de haber instituído la Eucaristía,Jesús salió del cenáculo con los once Apóstoles,su alma estaba turbada y su tristeza se iba aumen-tando. Condujo a los once por un sendero aparta-do, al valle Josafay, atravesaron el torrente cedróny se dirigieron a Getsemaní que era un huerto,lugar de recreo y oración; el Huerto de los Olivosestaba separado del de Getsemaní por un caminoy era más pequeño, había en él grutas y muchosolivos y fácilmente se encontraban sitios para laoración y la meditación. Jesús fue a orar al másretirado de todos. Eran cerca de las de las nuevede la noche cuando Jesús llegó a Getsemaní con

violenta repugnancia de la naturaleza humana con-tra el dolor y la muerte, que hace parte de todopadecimiento, fue permitido al tentador hacer conél lo que hace con el hombre que quiere sacrificar-se por una causa santa.

En la primera agonía, Satanás presentó alSeñor la enormidad de la deuda que quería satis-facer y llevó la audacia hasta buscar culpas en lasobras mismas del Salvador. En la segunda agonía,Jesús vio en toda su extensión el padecimientoexpiatorio necesario para satisfacer a la justiciadivina: esto le fue presentado por los ángeles,pues no pertenece a Satanás hacer ver que laexpiación es posible, el padre de la mentira y de ladesesperación no puede mostrar las obras de lamisericordia divina.

Jesús que había resistido victoriosamente atodos estos combates por su abandono completo ala voluntad de su Padre Celestial, hubo de versede nuevo en círculo de horribles visiones que lefueron presentadas. La duda y la inquietud que

CONTENIDO“SAN MIGUEL”

marzo - abril 2005 Página

Te Adoramos, ¡Oh Cristo! y te Bendecimos . . . 1-2La Agonía de Jesús, Jesús en el Monte . . . . . . 3-4 Mensaje del Santo Padre, J.P.II para Cuaresma.. 5Etica y Economía. La Injusticia Institucionalizada.. 6-7En esta Era de bundancial . . . . . . . . . . . . . . . . . 8-9Lo Social en el Catecismo de la Iglesia . . . . . . . 10-11 Tiendas llenas, bolsillos vacíos en Madagascar.. 12-13Globalización y Nueva Evangelización . . . . . . . 14 Sacerdota para la eternidad . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Dolorosa de Quito, Reina del Ecuador . . . . . .

por edición 5 March - April 2005

Date of issue: February 2005

marzo - abril 2005 Publicado 5 veces al año

Impreso por:Instituto por La Justicia Social Louis EvenJefe de Edición:Thérèse TardifRedacción y traducción: (edición en español)Carlos Reyes (Canadá), Patricia Beltràn & NemilizAmeyali Gutièrrez Arroyo (México), A. A. (Ecuador).Oficina Principal y Dirección de Correo:

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“LA AGONÍA DE JESÚS”JESÚS EN EL MONTE DE LOS OLIVOS

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Ana Catalina Emmerick, campesina iletrada,nacida en Westfalia, en una aldea cerca a lapequeña ciudad de Coesfeld en el año de1774.

Cerro Huitzilac mz 738, lt.6Fracc. Jardines de Morelos, Ecatepec

Edo. de Mèxico. CP. 55070

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preceden al sacrificio en el hombre que se ofrecepor víctima asaltaron el alma del señor, que sehizo esta terrible pregunta: ¿cuál será el fruto deeste sacrificio? Y el cuadro más terrible, vino aoprimir su amante corazón.

Apareciéndose a los ojos de Jesús todoslos padecimientos futuros de sus Apóstoles,de sus Discípulos y de sus amigos; vio a laiglesia primitiva tan pequeña, y a medida queiba creciendo, vio las herejías y los sistemasasaltarla, y renovar la primera caída del hom-bre por el orgullo y la desobediencia. Vio lafrialdad, la corrupción y la malicia de unnúmero infinito de cristianos; la mentira y laastucia de todos los doctores orgullosos; lossacrilegios de todos los sacerdotes viciosos;las funestas consecuencias de todos estosactos, la abominación y la desolación en elReino de Dios, en el santuario de esta ingratahumanidad, que él quería rescatar con su san-gre al precio de padecimientos indecibles.

Vio los escándalos de todos los sigloshasta nuestro tiempo y hasta el fin del mundo,todas las formas del error, del fanatismo furio-so y de la malicia; todos los apóstatas, losherejes, los reformadores con la apariencia desantos. Los corruptores y los corrompidos loultrajaban y lo atormentaban como si a susojos no hubiera sido bien crucificado, nohabiendo sufrido como ellos lo entendían o selo imaginaban; muchos lo maltrataban, lo insul-taban, lo renegaban: muchos, al oír su nombre,alzaban los hombros y menaban la cabeza enseñal de desprecio; evitaban la mano que lestendía, y volvían al abismo donde estabansumergidos. Vio infinidad de otros que no seatrevían a dejarlo abiertamente, pero que sealejaban con disgusto de las plagas de suIglesia, como el levita se alejó del pobre asesi-nado por los ladrones. Se alejaban de suEsposa herida, como hijos cobardes y sin feabandonan a su madre cuando llega la noche,cuando vienen los malhechores, a los cuáles lanegligencia o la malicia han abierto la puerta.

Jesús vio a todos esos hombres, tan prontoseparados de la verdadera viña y teñidos entre losracimos silvestres, tan pronto como un rebañoextraviado, lloró por ellos, quiso sufrir por todos losque lo ven y que no quieren llevar su cruz con Él ala ciudad edificada sobre la piedra, a la cual se hadado en el Santísimo Sacramento, y contra la cuallas puertas del infierno no prevalecerán nunca.

En estas pinturas dolorosas que pasabandelante del alma de Jesús, Satanás le arrancabacon violencia una multitud de hombres rescatadoscon su sangre y ungidos con su Sacramento. ElSalvador vio con amargo dolor toda la ingrati-tud, toda la corrupción de los cristianos detodos los tiempos. Todas estas apariciones, enla que la voz del tentador repetía sin cesar:"¿Quieres Tú sufrir por estos ingratos?", vení-an sobre Jesús con tanta impetuosidad, que unaangustia indecible oprimía su humanidad.Jesucristo, el Hijo del Hombre, luchaba y juntabalas manos; caía como abrumado sobre sus rodi-llas, y su voluntad humana libraba un combate tanterrible contra la repugnancia de sufrir tanto poruna raza tan ingrata, que el sudor de sangre caíade su cuerpo a gotas sobre el suelo Jesús elevó lavoz y dio gritos dolorosos, las imágenes horrendasde la ingratitud de los hombres futuros, cuya deudatomaba sobre sí, eran cada vez más terribles.

En medio de estas apariciones Satanás semovió bajo diversas formas horribles, que repre-sentaban diferentes especies de pecados, eransímbolos de abominación, de discordia, de contra-dicción, de pecado; en fin, formas de demonio.Estas figuras diabólicas empujaban, arrastra-ban, laceraban, a los ojos de Jesús, una multi-tud de hombres, por cuya redención entraba enel camino doloroso de la cruz. Era un horribleespectáculo, pues lo llenaban de ultrajes, demaldiciones; lo herían, lo golpeaban.

En medio de estas legiones furiosas, Jesúsestaba herido como si realmente hubiera experi-mentado sus golpes; vacilante en extremo, tanpronto se levantaba como caía; y la serpiente, enmedio de esa multitud que gritaba sin cesar contraJesús, batía acá y allá con su cola, despellejandoa todos los que derribaba.

Estos enemigos del Salvador eran los quemaltrataban a Jesucristo cuya presencia es realen el Santísimo Sacramento, estaban entreellos todas las especies de profanadores de laSagrada Eucaristía, todos los ultrajes, desde lairreverencia, la negligencia, la omisión, hasta eldesprecio, el abuso y el sacrilegio; desde laadhesión a los ídolos del mundo, a las tinieblasy a la falsa ciencia, hasta el error, la increduli-dad, el fanatismo y la persecución.

Gotas de sangre caen sobre la pálida faz delSalvador, sus cabellos estaban pegados y erizadossobre su cabeza, y su barba ensangrentada y endesorden, como si lo hubieran querido arrancar.Salió fuera de la caverna y volvió hacia los discípu-los, su modo de andar era como el de un hombrecubierto de heridas, cargado con una mole inmen-sa, tropezaba a cada paso. Encontró a losApóstoles con la cabeza cubierta, doblegadossobre las rodillas, en la misma posición que teniala gente de ese país cuando esta de luto o quiereorar.

Jesús temblando y gimiendo, se acerca a ellos,pero cuando a la luz de la luna lo vieron delante, depie, con la cara pálida y ensangrentada, el pelo endesorden y los ojos cansados, no lo conocieron depronto, pues estaba muy desfigurado. Al verle jun-tar las manos, se levantaron, lo tomaron por losbrazos, lo sostuvieron con amor y Él les dijo contristeza que lo matarían al día siguiente, que loaprenderían dentro de una hora, que lo llevaríanante un tribunal, que sería maltratado, azotado yentregado a la muerte más cruel. Les rogó queconsolasen a su madre, los Apóstoles creían queestaba delirando. Cuando quiso volver a la grutano tuvo fuerzas para andar, Juan y Santiago locondujeron y volvieron cuando entró en ella.

Jesús continuaba orando, luchando contra larepugnancia de su naturaleza humana y abando-nándose a la voluntad del Padre. Aquí el abismo seabrió delante de Él y los primeros grados del limbose le presentaron en donde estaban, Adán y Eva,los Patriarcas, los Profetas, los justos, los parien-tes de su madre y Juan Bautista que estaban espe-rando su llegada con un deseo tan violento, queestá vista fortificó y animó su corazón lleno deamor. Su muerte debía abrir el Cielo a estos cauti-vos. Cuando Jesús hubo mirado con emoción pro-funda estos Santos del mundo antiguo, los Ánge-

les le presentaron todos los legiones de losBienaventurados futuros que juntando sus com-bates a los méritos de su pasión, debían unirsepor medio de Él al Padre Celestial. Era ésta unavisión bella consoladora. Vio la salvación y la san-tificación saliendo como un río inagotable delmanantial de redención, abierta después de sumuerte.

La acción y la influencia reciprocas que todosesos santos ejercían unos sobre otros; el modocomo participaban de la única fuente, delSantísimo Sacramento y de la Pasión del Señorofrecían un espectáculo tierno y maravilloso.Nada de ello parecía casual: sus obras, su marti-rio, sus victorias, su apariencia y sus vestidos,todo, aunque bien diverso, se confundía en unaarmonía y unidad infinitas; y esta unidad en ladiversidad era producida por rayos de un solúnico, por la Pasión del Señor, del Verbo echohombre, en quien estaba la vida, luz de los hom-bres, que brilla en la tinieblas y que las tinieblasno han comprendido.

Era la Comunión de los Santos futuros quepasaba ante el espíritu del Salvador, el cual esta-ba entre los deseos de los Patriarcas y el ejército

triunfante de los bienaventurados futuros; estasdos muchedumbres, completándose la una a laotra, rodeaban al Corazón amante del Redentorcomo una corona. Este espectáculo tierno dió alalma de Jesús un poco de alivio y de fuerza.

Amaba tanto a sus hermanos y a sus criatu-ras, que hubiera aceptado gustoso todos lospadecimientos que iba a sufrir por la redenciónde una sola alma.

Pero estas imágenes consoladoras desapare-cieron y los Ángeles le presentaron su Pasión, quese acercaba. Vió desde el beso de Judas, hasta lasúltimas palabras sobre la Cruz. Aceptó todo volun-tariamente, y a todo se sometió por amor de loshombres. Vió y sintió también del dolor actual desu Madre, a quien la unión interior con sus padeci-mientos había hecho caer sin sentidos en los bra-zos de sus amigas.

Al fin de las visiones sobre la Pasión, Jesúscae sobre su rostro como moribundo: los ángelesdesaparecieron, el sudor de sangre corrió con másabundancia y atravesó sus vestidos. La más pro-fundo oscuridad reinaba en la gruta. Un Ángel bajóhacia Jesús, estaba vestido como un sacerdote ytraía en sus manos un pequeño cáliz semejante alde la Cena; en la boca de este cáliz se veía unacosa ovalada que esparcía una luz rojiza. El Ángel,sin bajar hasta el suelo, extendió la mano derechahacia Jesús, que se enderezó; le metió en la bocaeste alimento misterioso y le dio de beber en elpequeño cáliz luminoso. Después desapareció.Habiendo Jesús aceptado libremente el cáliz desus padecimientos y recibiendo nueva fuerza,estuvo todavía algunos minutos en la gruta enmeditación tranquila, dando gracias a su PadreCelestial. Estaba todavía afligido, pero confortadonaturalmente hasta el punto de poder ir al sitiodonde estaban los discípulos, sin caerse y sinsucumbir bajo el peso de su dolor. Estaba pálido,como siempre, pero su paso era firme. Habíaselimpiado la cara con un sudario y compuesto loscabellos que le caían sobre las espaldas empapa-dos en sangre.

Cuando Jesús llegó a sus discípulos, losencontró dormidos, les dijo no es tiempo de dormirque debían despertarse y orar. "Ved aquí la horaen que el Hijo del Hombre será entregado enmanos de lo pecadores, les dijo; levantáos y ande-mos. El traidor está cerca: más le valdría no habernacido". Les habló todavía con serenidad, salió delHuerto de los Olivos con sus tres discípulos y vinoal encuentro de los soldados en el camino queestaba entre aquél y Getsemaní.

Las huellas del cuerpo y manos de Jesús que-daron estampadas en la piedra y fueron veneradasmás tarde, pero no se sabe en que momento serealizó este prodigio.

4 † “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcángel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 marzo - abril 2005

JJEESSÚÚSS EENN EELL MMOONNTTEE DDEE LLOOSS OOLLIIVVOOSS

Nuestro Señor Jesús, es consolado por unÁngel, en el huerto de los olivos.

por Vilma Landazuri

La Cuaresma, con su fuerte llamada a la con-versión y a la solidaridad, nos ayuda este añoa reflexionar sobre estos importantes temasque atañen a todos. ¿QUÉ SUCEDERÍA SI ELPUEBLO DE DIOS CEDIERA A UNA CIERTA MENTALIDADACTUAL QUE CONSIDERA CASI INÚTILES A ESTOS HER-MANOS NUESTROS, CUANDO MERMAN SUS CAPACIDA-DES POR LOS ACHAQUES DE LA EDAD O DE LA ENFER-MEDAD? ¡Qué diferentes serán nuestras comu-nidades si, a partir de la familia, trataremosde mantenernos siempre con actitud abierta yacogedora hacia ellos!

4Queridos Hermanos y Hermanas,durante la Cuaresma, ayudados por laPalabra de Dios, meditemos cuán

importante es que cada comunidad acompañecon comprensión y con cariño a aquellos herma-nos y hermanas que envejecen. Además, todosdebemos acostumbrarnos a pensar con con-fianza en el misterio de la muerte, para que elencuentro definitivo con Dios acontezca enun clima de paz interior, en la certeza que nosacogerá Aquel "que me ha tejido en el vientrede mi madre" (Sal 139,13b), y nos ha creado"a su imagen y semejanza" (Gn l, 26).

María, nuestra guía en el itinerario cuares-mal, conduzca a todos los creyentes, espe-cialmente a las personas ancianas, a unconocimiento cada vez más profundo deCristo muerto y resucitado, razón última denuestra existencia. Ella, la fiel sierva de sudivino Hijo, junto a Santa Ana y a SanJoaquín, intercedan por cada uno de noso-tros "ahora y en la hora de nuestra muerte."

Con afecto os imparto mi Bendición.

marzo - abril 2005 “Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcángel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 879 5 †

no se sientan un peso para la comunidad o,incluso, para sus propias familias, y evitará quevivan en una situación de soledad, que los expo-ne fácilmente a la tentación de encerrarse en símismos y al desánimo.

Hay que hacer crecer en la opinión públi-ca la conciencia de que los ancianos consti-tuyen, en todo caso, un gran valor que debeser debidamente apreciado y acogido. Debenser incrementadas, por tanto, las ayudas eco-nómicas y las iniciativas legislativas que evi-ten su exclusión de la vida social. Es justoseñalar que, en las últimas décadas, la sociedadestá prestando mayor atención a sus exigencias,y que la medicina ha desarrollado terapias palia-tivas que, con una visión integral del ser huma-no, resultan particularmente beneficiosas paralos enfermos.

3El mayor tiempo a disposición en estafase de la existencia, brinda a las per-sonas ancianas la oportunidad de

afrontar interrogantes existenciales, que quizáshabían sido descuidados anteriormente por laprioridad que se otorgaba a cuestiones conside-radas más apremiantes. La conciencia de lacercanía de la meta final, induce al anciano aconcentrarse en lo esencial, en aquello que elpaso de los años no destruye.

Es precisamente por esta condición, que elanciano puede desarrollar una gran función en lasociedad. Si es cierto que el hombre vive de laherencia de quien le ha precedido, y su futu-ro depende de manera determinante de cómole han sido transmitidos los valores de la cul-tura del pueblo al que pertenece, la sabiduríay la experiencia de los ancianos pueden ilu-minar el camino del hombre en la vía del pro-greso hacia una forma de civilización cadavez más plena.

¡Qué importante es descubrir este recíprocoenriquecimiento entre las distintas generaciones!

¡QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS!

1Cada año, la Cuaresma nos propone untiempo propicio para intensificar la ora-ción y la penitencia y para abrir el cora-

zón a la acogida dócil de la Voluntad Divina. Ellanos invita a recorrer un itinerario espiritualque nos prepara a revivir el gran Misterio dela muerte y resurrección de Jesucristo, antetodo mediante la escucha asidua de laPalabra de Dios y la práctica más intensa dela mortificación, gracias a la cual podemosayudar con mayor generosidad al prójimonecesitado.

Es mi deseo proponer este año a vuestraatención, amados Hermanos y Hermanas, untema de gran actualidad, ilustrado apropiada-mente por estos versículos del libro delDeuteronomio: "En Él está tu vida, así como laprolongación de tus días" (Dt 30,20). Sonpalabras que Moisés dirige al pueblo invitándoloa estrechar la alianza con el Señor en el país deMoab, "Escoge la vida, para que vivas, tú y tudescendencia, amando al Señor tu Dios,escuchando su voz, viviendo unido a Él" (Dt30, 19-20). La fidelidad a esta alianza Divina,constituye para Israel una garantía de futuro,"mientras habites en la tierra que el Señorjuró dar a tus padres Abrahám, Isaac yJacob" (Dt 30,20). Llegar a la edad madura es,en la visual bíblica, signo de la bendición y de labenevolencia del Altísimo. La longevidad se pre-senta de este modo, como un especial don divi-no.

Desearía que durante la Cuaresma pudiéra-mos reflexionar sobre este tema. Ello nos ayuda-rá a alcanzar una mayor comprensión de la fun-ción que las personas ancianas están llamadas aejercer en la sociedad y en la Iglesia, y, de estemodo, disponer también nuestro espíritu a laafectuosa acogida que a éstos se debe. En lasociedad moderna, gracias a la contribución dela ciencia y de la medicina, estamos asistiendo auna prolongación de la vida humana y a un con-siguiente incremento del número de las personasancianas. Todo ello solicita una atención másespecífica al mundo de la llamada "terceraedad", con el fin de ayudar a estas personas avivir sus grandes potencialidades con mayor ple-nitud, poniéndolas al servicio de toda la comuni-dad. El cuidado de las personas ancianas,sobre todo cuando atraviesan momentos difí-ciles, debe estar en el centro de interés detodos los fieles, especialmente de las comu-nidades eclesiales de las sociedades occi-dentales, donde dicha realidad se encuentrapresente en modo particular.

2La vida del hombre es un don precio-so que hay que amar y defender encada fase. El mandamiento "No mata-

rás", exige siempre el respeto y la promoción dela vida, desde su principio hasta su ocaso natu-ral. Es un mandamiento que no pierde su vigen-cia ante la presencia de las enfermedades, ycuando el debilitamiento de las fuerzas reduce laautonomía del ser humano. Si el envejecimien-to, con sus inevitables condicionamientos, esacogido serenamente a la luz de la fe, puedeconvertirse en una ocasión maravillosa paracomprender y vivir el Misterio de la Cruz, queda un sentido completo a la existencia huma-na.

Es en esta perspectiva que el anciano nece-sita ser comprendido y ayudado. Deseo expresarmi estima a cuantos trabajan con denuedo porafrontar estas exigencias y os exhorto a todos,amadísimos hermanos y hermanas, a aprove-char esta Cuaresma para ofrecer tambiénvuestra generosa contribución personal.Vuestra ayuda permitirá a muchos ancianos que

MENSAJE DEL SANTO PADRE, JUAN PABLO IIPARA LA CUARESMA 2005

TIEMPO DE ORACIÓN, AYUNO Y CARIDADLa Cuaresma, tiempo" fuerte" de oración, ayuno y atención a los necesitados, ofrece a todo cris-tiano la posibilidad de prepararse a la Pascua haciendo un serio discernimiento de la propia vida,confrontándose de manera especial con la Palabra de Dios, que ilumina el itinerario cotidiano delos creyentes. Este año, como guía para la reflexión cuaresmal, quisiera proponer aquella frase de los Hechosde los Apóstoles: "Hay mayor felicidad en dar que en recibir" (20,35). No se trata de un simple lla-mamiento moral, ni de un mandato que llega al hombre desde fuera. La inclinación a dar estáradicada en lo más hondo del corazón humano: toda persona siente el deseo de ponerse en con-tacto con los otros, y se realiza plenamente cuando se da libremente a los demás.

En un recorrido por la historia del hombre,encontramos que siempre la injusticia ha hecho delas suyas en el convivir de los seres humanos, éstaha existido y existe en medio de nuestra sociedad.Su causa principal es el pecado; la desobedienciaa los mandatos de Dios. El pecado, ayer y hoy estáen que el hombre sigue su propio criterio y dicta supropia ley, sin guiarse por la Ley de Dios (manda-mientos), queriendo ser para sí mismo el criterioúnico, exclusivo y absoluto de su comportamiento,del conocimiento del bien y del mal: el hombrequiere ser Dios al hacer y deshacer con todo lo quele rodea y consigo mismo. El hombre es libre paraaceptar ó rechazar la Ley de Dios y, desde esalibertad nos exige reconocer que el hombre salióde las manos de Dios muy bien; porque así fuecreado; a imagen de Dios y todo lo que había cre-ado era bueno (Gn 1,31). El egoísmo, el orgullo, lasoberbia han trastornado aquel "Dios todo lo hizobueno en su origen".

El hombre desde su comienzo, rechazó elamor de su Dios. No tuvo interés por la comunióncon El, quiso construir un reino en este mundoprescindiendo de Dios. No amó al Dios verdadero,adoró a falsos ídolos, a las obras de sus manos, alas cosas que el mundo puede ofrecer; se adoró así mismo. Por eso el hombre se desgarró interior-mente y en la vida social. Entraron en el mundo elmal, la muerte, la injusticia, la violencia, el odio y elmiedo. Se destruyó la convivencia fraterna (cfPuebla, 185)

El pecado por lo tanto es un rechazo a Dios;cuando uno rompe la relación con Dios su padrecreador, y por ende no puede amar verdaderamen-te a Dios sin amar al mismo tiempo al hermano quele rodea, y viceversa, porque al pecar no negamosa Dios; es en el hecho que lo negamos. ¿Cuándo?decidimos por nosotros mismos, prescindiendo deDios, siendo El nuestro camino a la felicidad.Cuando con los hechos odiamos a los hermanos,"el que dice: yo amo a Dios, y odia a su hermano,es un mentiroso" (1 Jn 4,20), porque todo el quecomete pecado es un esclavo, esclavo de su pro-pia corrupción. No quiere reconocerse como cria-tura delante del Creador, quiere ser como Dios,considerándose independiente y valioso, que nodesea rendir cuentas a nadie de su vida personal ysocial.

Es muy importante que enfoquemos la causade la injusticia que viene acarreando el pecado,porque no es solamente un asunto entre tú y Dios,el pecado cometido tiene una retribución: "debilitaentre los hombres; el amor, la alegría, la justicia ytodas las virtudes". La mayor parte de los malesque existen en el mundo son causados por elpecado de los hombres y de ahí que se bloquea lagracia para el progreso, el desarrollo espiritual,personal y social. Lo contrario exige para una con-vivencia digna de ser hijos de Dios.

Hacia el año 1200 antes de Cristo, nos narrael Antiguo Testamento; los descendientes deAbraham viven en Egipto. Llega un momento enque son humillados; condenados a trabajos forza-dos como esclavos (Ex 1,8-12;11-15). Eran muyprolíficos, nacían muchos niños, y los egipciosempiezan a tener miedo y establecen un control denatalidad arbitrario e inhumano: decretan matar atodos los niños varones hebreos que nazcan: (Ex1,15-22). La venta de personas debió ser normalen los tiempos más antiguos; el Profeta Amós pro-clama que Yavhé será flexible con su pueblo "porqué venden al inocente por dinero y al pobre porun par de sandalias?" (Amós 2,6; cf 8,6). Diosjamás ha olvidado a su pueblo, lo liberó de la

esclavitud de Egipto, por pura bondad y misericor-dia (cf Dt 26,5-10), a pesar del auxilio patente deDios, el pueblo fabricó un becerro de oro a Baal, loadoró, desobedeciendo así el primer y gran man-damiento (cf Ex 32,1-4).

Hoy, 2000 años después de Cristo, quien vinoa dar su vida para redimirnos del pecado, liberar-nos de las injusticias, opresiones, esclavitud delpecado, y la Buena Noticia ha llegado a todos losrincones del mundo, vivimos igual ó peor?.Abiertamente denunciamos al pecado que vive hoyel hombre, por no corresponder a las gracias san-tificantes en los Sacramentos y fundamentalmenteen los Mandamientos. Repetidas veces se confir-ma la situación en que vivimos como "injusticia ins-titucionalizada" ó también llamada "violencia insti-tucionalizada", es el más devastador y humillanteflagelo, la situación de inhumana pobreza en queviven millones de seres humanos; la mortalidadinfantil, problemas de salud, desempleo, migracio-nes masivas forzadas por la situación económica,drogadicción, alcoholismo, etc… "Jesucristo, nosofrece su gracia, más abundante que nuestropecado" (cf Rm 5,20).

La sociedad moderna está excesivamente teñi-da de materialismo, en ella se compra y se vende,a todo se le pone precio; incluso a aquellas reali-dades que por su propia naturaleza no deberíacomercializarse, más se resisten a ello. Pero elcaptar estos excesos no puede llevarnos a cerrarlos ojos ante ese dato de la realidad a que hemosaludido; el mundo de lo económico factor importan-te que debería ponerse al servicio del más pobrecon una moral solidaria, como madre que cuida detodos sus hijos, sin que uno se quede sin llevar unpan a su boca, por el contrario es austera e inhu-mana.

La materia económica no aporta una dimen-sión de realismo; ejercicios puramente técnicos,cálculos fríos, bajo una concepción despiadada,porque no se preocupa del más pobre. La econo-mía se ha vuelto una limitación para el hombre, entodos los campos entorpece su desarrollo perso-nal, espiritual, socio-comunitario, una materia demoral económica injusta puesta al orden de lahumanidad, quién ordena en el mundo a que seincremente ó bajen los precios de; petróleo, gaso-lina, servicios básicos, alimentos etc… ocasionan-do mayores problemas sociales de pobreza, ham-

bre, desempleo?. Es cierto que tenemos mandata-rios en todas la naciones, acaso se fían delTodopoderoso, Dios único dueño de la creación,para llevar a cabo su mandato? Qué difícil es miraral pobre como un hermano, hijo de Dios que nece-sita lo dispensable para sobrevivir.

Puede abrumar al lector la enumeración detantas injusticias institucionalizadas, sin embargoenunciamos algo de lo que se ha convertido en uninconsciente aceptar diario, nos hemos acostum-brado a ver la injusticia sin reaccionar, nos queda-mos en un letargo que hoy estamos cosechandouna sociedad manchada por la iniquidad, creo queun futuro nos costará mucho lamento el no haberreaccionado cuando aún había la oportunidad deaportar con un granito de arena para construir unmundo donde reine la justicia para todo ser huma-no.

La situación se ha agravado tanto que, la tec-nología en comunicaciones siendo un medio quecircula en las masas y que se prestaría para laevangelización y portador de buenas noticias parahacer el bien a la humanidad, por lo opuesto estáacabando con ella; llevando al caos la vida espiri-tual, se propicia abiertamente, sin pudor; la porno-grafía, el paganismo, la seducción, la lujuria, elmaterialismo, el consumismo, etc... un pecadosocial que afecta a todo nivel de la sociedad, másaún aporta a que reboce la copa de la justísima irade un Padre que ama a sus hijos y quiere el biende las almas para la eternidad, de regreso a casa.

El P. Haring narra en una conferencia enBukavu, Zaire; un grupo de mujeres rusas le con-taban el número de abortos que cada una de ellashabía tenido: una decía que cinco, otra que cator-ce, etc. Estaba tan asombrado por el hecho, por lanaturalidad con que lo decían, él preguntó: ¿uste-des no saben que eso es pecado?. Ellas respon-dieron: ¿qué es pecado?. Era la época del stalinis-mo cuando en Rusia se promovía el aborto, habí-an sido educadas en la fábrica del hombre nuevo,donde no se da el conocimiento de Dios y la pre-gunta no tenía significado alguno para aquellasmujeres, no existía el sentido del pecado a nivel dela fe, pero su conciencia lo decía todo en sus ros-tros transformados en dolor, angustia, opresión.Estamos atestados de instituciones que; "se hanincrementado los medios de planificación familiarque dañan seriamente la salud, y aún más, el abor-

“Michael” Journal: 1101 Principale St., Rougemont QC, J0L 1M0, Canada, Fax:(450)469-2601"Peregrinos de San Miguel Arcángel" - Casilla Postal 17-21-1701 Quito-Ecuador, Tel.: 099 707 8796 † marzo - abril 2005

U n a p o r t e al necesario diálogo entre ética y economía

"Hacer justicia y derecho es más agradable a Yahvé que los sacrificios" (Pr 21,3)

Injusticia es, no reconocer a Dios como nuestro creador y dejar de cumplir sus mandamientos.

La Injust ic ia Inst i tucional izada

por A.A.

necesidad, en que viven muchos de nuestros her-manos, es el mismo Señor Jesús quien viene ainterpelarnos (cf. Mt 25,31-46).

Llamamos injusticia institucionalizada a todasituación que va en contra del ser humano en cual-quier estado o condición que éste se encuentre, seha comprobado que las ideologías liberales, socia-listas, marxistas, comunistas, etc., no son mas queun lobo disfrazado como un cordero que en reali-dad van mutilando al ser humano, pretendiendodar soluciones a la vida social, mientras que enmuchos casos han empeorado y entorpecido elsistema de vida social - comunitaria, porque susprincipios se han basado en ideologías puramentehumanas, dominados por una lógica y razón queva en contra de la fe, sin pedir el auxilio de suCreador para regir a una sociedad. La verdad esque estas ideologías hay que mirarlas desde elpunto de vista de la fe, lo importante y esencial nolo toman en cuenta, jamás encontramos los valo-res evangélicos en sus ideologías aún ser aplica-dos, Cristo el único que nos deja claramente lamisión del servicio al bien común. Como conse-cuencia la vida del hombre recto en justicia, ama alprójimo como a sí mismo, quien presenta lo contra-rio está atentando a la dignidad del ser humanoporque es hijo del Padre Creador, Dios dueñoabsoluto de todo lo creado.

Nuestro Dios, el Dios de Jesucristo, es un Diosque está involucrado en todo problema de la vidahumana, en la historia humana, en este irsehaciendo el mundo y la vida de los hombres, quienes el único que sigue siendo fiel, que no aborrecenada de lo creado. Decíamos como un padre, "Elsiente ternura por sus hijos, siente el Señor ternu-ra por sus fieles, porque El conoce nuestra masa,y se acuerda de que somos barro" (cf Sal 102, 13)Dios Jesucristo que vino al mundo en una pobrezaextrema, sufrió injustamente, murió en la cruzcomo un bandido ante el desconcierto e impoten-cia de todo un Dios, difícil entender en nuestracapacidad humana, pero ahí está Jesús siendo elportador del Amor del Padre, por eso creemos queexiste un Dios misericordioso, bondadoso, aunqueel mal también exista, sin desanimarnos por talescircunstancias de corrupción, pecado - injusticia,exhortamos a creer fielmente que podemos llegara ver el Reino de Dios aquí en la tierra, porqueJesús anunció un Reino para esta vida, El curómuchos enfermos, prefirió al pobre, al marginado(cf Mt 11,4-6), se enfrentó con los hipócritas, ambi-ciosos, injustos (cf Mt 23; Jn 2, 15-16). En las pará-bolas nos dice Jesús que el Reinado de Dios seinicia ya aquí, la semilla se lanza aquí, y es algoincontenible que nada ni nadie puede parar, aun-que parezca pequeño e insignificante como ungrano de mostaza o un poco de levadura, porquetodo lo que es grande nace pequeño y el futuronace en el presente (cf Mc 4,30-32 Mt 13,31-33).

DICHOSOS LOS QUE TIENEN HAMBRE YSED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS ERANSACIADOS

to, mata directamente al ser que ya ha venido a lavida (desde el primer instante de su concepción esuna persona con derecho y dignidad), es moral-mente ilícito, es un crimen abominable" (Vat. IIConstitución sobre la Iglesia en el mundo actual.51).

La situación de inhumana de pobreza, cuantasfamilias no tienen qué comer, no conocen el pandiario; la muerte de tantos niños con desnutricióncrónica, cientos de hospitales están repletos deenfermos por falta alimentación, ¿acaso Dios quie-re esa vida para sus hijos?. Estas situaciones quese viven a diario se hacen rutina y algo normal anuestros ojos, no hay dolor por el hermano quesufre ante el hambre y la enfermedad, ¿por qué nodespertar de este letargo? La falta de viviendas,que es un problema en sí grave, hasta en los paí-ses desarrollados presentan el triste espectáculode individuos y familias que se esfuerzan porsobrevivir, sin techo o con uno tan precario que escomo si no tuviera. Esta verdad es enfocada comoresultado del orden social vigente, de una estructu-ra, de un conflicto estructural, cuya gravedad loseñaló el Papa Juan Pablo II cuando afirmó enPuebla que "la riqueza creciente de unos pocossigue paralela a la creciente miseria de las masas"(Discurso Inaugural, Puebla, III 4; ver Nº. 1209).

La distorsión entre naciones, por el desenfre-nado abuso del poder en política, ha conllevado aconstruir armamento bélico, invirtiendo millones dedinero e intelecto humano, para destruir al prójimo,sus bienes, a la naturaleza, con la justificación dederecho y defensa de sus ideales. Por qué no sepreocupan por invertir en producción de alimentos,viviendas, hospitales, etc., ésta sería la verdaderasolidaridad con los más necesitados, para alivianarla miseria que viven muchos hermanos en elmundo. Un poder que es más fuerte que el hombrees el mal, son las "múltiples estructuras de pecadoen las que está envuelta nuestra vida personal,familiar y social" (S.S. Juan Pablo II, Homilía enZapopan). El que no ama, no ha conocido a Dios;pues Dios es Amor (1 Jn 4,8). Cuando Dios ocupeel centro de nuestro ser íntimo, el hombre sí podráexclamar con todo su corazón: hermanos queri-dos, conocemos a Dios que es el Camino, laVerdad, la Vida, en donde reina la Luz, el Amor y laJusticia.

La injusticia se ha implantado como un biencomún para quienes no tienen conciencia delsanto temor de Dios; la justicia humana va másallá, destruye al inocente, al débil, al explotado, alpobre, al humilde mientras que engrandece y favo-rece al egoísta, al que compra las conciencias conchantajes y dinero. Quien actúa sin conciencia a lomalo lo ve como un bien, y a lo bueno lo ve comoun mal; no hay distinción del pecado en sus actos.A dónde hemos llegado al aceptar esta estructurade pecado?, acaso debemos seguir callando anteesta destrucción espiritual, corporal y material?,no, cada uno de nosotros en algún momento ten-drá que dar cuentas de todo lo que pudo haberecho y no lo hizo, nuestro comportamiento ante lasociedad, como ciudadano, como hermano enCristo; ante estos dramas de total indigencia y

Partiendo de la realidad de la vida, confiemosen Dios, uniendo la oración y la acción, porque notodo el que diga; "Señor, Señor, entrará en elReino de los Cielos, sino el que haga la Voluntadde mi Padre Celestial" (Mt 7,21), Decir Señor,Señor es fácil, pero la fidelidad a Dios se demues-tra en nuestras actividades, ante los problemasreales que enfrenta diariamente es ahí el compro-miso a cumplir.

Tener fe en Dios, Sabio y Bueno, no significacruzarnos de brazos ante las fuerzas del mal quepretenden presidir en nuestra sociedad, Dios quie-re que venzamos nuestra soberbia, egoísmo ynuestra pasividad, para reconocer que sin Diosnada podemos, hay tantos medios en nuestraIglesia Católica para salir de este sistema de injus-ticia institucionalizada, unamos fuerza con la ora-ción para que el Espíritu Santo nos asista paraactuar según la Voluntad de Dios para construir unmundo mejor, es nuestro deber como cristianosaplicar la Buena Nueva en nuestras vidas para viviren común unidad como hijos de un mismo Padre,tome en serio su responsabilidad personal conDios por justicia a hacer realidad estas frases ensu vida personal y comunitaria; vivir, servir, anun-ciar y establecer.

Vivir como Jesús nos ha enseñado: "ámenseunos a otros como yo los he amado" (Jn 15,12)

Servir en el lugar que te encuentres: "a imita-ción del Hijo del Hombre que no vino para que losirvan sino para servir y para dar su vida como pre-cio por la salvación de todos" (Mt 20,28)

Anunciar y establecer el Reino de Dios enmedio de nuestros hermanos, siendo portadoresde la justicia como Dios quiere que vivan sus hijos.

Convencidos de que las enseñanzas delEvangelio, del Magisterio y de los Santos Padres,nos exhortan a cambiar las estructuras del pecado,hacemos un llamado a la conciencia de cada unode lo laicos, a aportar con un compromiso serio decambio de vida; somos responsables de los malesque sufre la humanidad, queremos construir la feli-cidad, para hacer realidad este sueño en primerlugar tomemos en cuenta a Dios, al Creador detodo el universo, y segundo a cumplir el primermandamiento; amar a Dios sobre todas las cosasy al prójimo como a ti mismo. Si no cumplimos coneste principal mandamiento jamás podremos cum-plir los demás, nuestro fin será aspirar con laayuda de Dios cambiar este mundo de inmundiciapor una vida más digna donde reine la justicia, elverdadero amor y la paz, construyamos el Reinode Dios en medio de nuestros hermanos aquí en latierra como es en el Cielo.


ÉTICA Y ECONOMÍA - LA INJUSTICIA INSTITUCIONALIZADA

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La distribución delnuevo dinero medianteel dividendo nacionales por tanto un mediopara incrementar laprovisión de dinero delpaís cuando es nece-sario y de ponerlodirectamente en lasmanos de los consumi-dores.

Pero, para benefi-cio del consumidor,esta distribución de

dinero debe constituir un incremento real en elpoder adquisitivo del consumidor.

Ahora, este poder adquisitivo depende de dosfactores: de la cantidad de dinero en manos delcomprador y del precio de los productos en venta.

Si el precio de los productos disminuye, elpoder adquisitivo del consumidor se incremen-ta, aún sin que aumente el dinero. Ahora, yotengo $10.00 para comprar mantequilla, si elprecio de la mantequilla es de $2.50 por libra,tengo en mis manos el poder de comprar 4libras, si el precio de la mantequilla se reduce a$2.00, mi poder adquisitivo crece y así podrécomprar entonces 5 libras.

Si el precio sube, afecta desfavorablemen-te el poder de compra del consumidor y, eneste caso, incluso un incremento de dineropuede perder su efecto. De este modo, si untrabajador que ganaba $200.00 en 1967 y des-pués $400.00 en 1987, estaría perdido ya queel costo de la vida se ha incrementado más deldoble en esos veinte años. Eran necesarios, almenos $772.00 en 1987 en Canadá para com-prar lo que se adquiría por $200.00 en 1967.

El consecuente incremento en el precio de losproductos es la razón por la que se incrementanlos salarios, lo cual además no es una soluciónadecuada. Los empleadores no fabrican el dineroy si necesitan gastar más para pagar a sus obre-ros están obligados a vender sus productos a pre-cios más altos para evitar la bancarrota.

El dividendo nacional no está incluido en losprecios, dado que está formado por dinero nuevo,distribuido, independientemente del trabajo, porel Gobierno.

Sin embargo, con más dinero en las manosdel público, los minoristas tenderían a incremen-tar los precios de los productos aunque éstos noles costaran más en su producción.

Igualmente, una reforma monetaria que, almismo tiempo, no toma las riendas para impe-dir el alza injustificada de precios, sería unareforma incompleta. Se volvería una catástro-fe que provocaría una tremenda inflación.

El establecimiento arbitrario de los precios, unlímite general, o un congelamiento de los mismos,también puede tener efectos perjudiciales quedesalentarían la producción. Ahora la reducciónde la producción es la forma más segura para elincremento de los precios. El legislador, enton-ces, obtiene lo opuesto a lo que busca: provoca lainflación cuando trata torpemente de combatirla;para evitar las sanciones, la inflación hace suaparición, por medio del mercado negro.

El Crédito Social lanza una técnica queautomáticamente combate la inflación: es latécnica propuesta del "ajuste en el precio", odel "descuento compensatorio", que seríanparte de la forma en que el dinero es emitidopara colocar al poder adquisitivo total a nivelde la oferta total de producción.

El precio justoDado que los productos son hechos para el

consumidor, es claro que, para alcanzar su obje-tivo, los productos deben ofrecerse a éste a unprecio que le permita adquirirlos. En otras pala-bras, en todo tiempo, debe haber un equilibrioentre los precios colectivos y el poder colectivo decompra de todos los consumidores.

Para establecer el precio de venta al público,los productores o los comerciantes calculan elcosto de lo que se ha manufacturado y le agreganlos costos por manejo, transportación, almacena-miento y las utilidades necesarias para los dife-rentes intermediarios. Pero nada asegura que elprecio marcado corresponda al poder de compradel consumidor.

El precio marcado, deberá ser atribuido, porel minorista, sin ocasionar bancarrotas en la líneaentre minorista y productor. Además el precio apagar por el comprador debe ser tal que corres-ponda al poder adquisitivo del consumidor. Deotro modo, los productos no podrán venderse apesar de las necesidades reales.

He aquí la necesidad del ajuste de los precios

La técnica monetaria del Crédito Social seasegura de esto.

En el vocabulario del Crédito Social, le lla-mamos "precio justo" al precio que corres-ponde exactamente al consumo.

Cuando hablamos de "precio justo" no quere-mos decir lo que es honesto o justo. El preciomarcado por el vendedor puede ser completa-mente honesto, completamente justo, pero contodo, puede no ser el precio exacto.

Durante la Depresión los precios marcadospudieron haber sido honestos y justos, pero noeran exactos, no correspondían al consumo.Cuando la producción total de artículos requeri-dos excede el total del consumo, estos precios noson ciertamente exactos, dado que el consumode un cierto período muestra, concluyentemente,los gastos reales en los que incurrió la produccióndurante este mismo período.

El precio honesto es una cuestión moral;el precio exacto o "justo" es una cuestiónmatemática.

El precio exacto, el "precio justo" del sistemade Crédito Social, se logra a través de una reglaaritmética. Así no existe una fijación arbitraria deprecios, o de techos, ni las restricciones, recom-pensas o castigos - sino simple aritmética.

La técnica del Crédito Social involucra doscifras, que son hechas por el pueblo mismo y queno se fijan arbitrariamente por algunos hombresque tienen la manía de imponer su voluntad aotros:

1. La cifra expresada por la suma total de losprecios (establecida por los mismos productores)

2. La cifra expresada por el poder de comprade los consumidores (establecida por los deseosde los consumidores en relación a cómo quierengastar el dinero del que disponen)

Para poder poner el signo de (=) entre estasdos cifras, el Crédito Social baja el primero alnivel del segundo.

Permítasenos explicarlo, primero presentan-do algunas ideas poco familiares pero que tienenconsecuencias de gran alcance.

El costo real de la producciónEl costo real de un producto es la suma del

total de gastos en los que se incurrió para su pro-

ducción. Esto es cierto si contamos en dólares,horas-hombre, o cualquier otra unidad de medida.

Digamos que un trabajo requiere de cuatrohoras, diez onzas de sudor, la comida del tra-bajador, el desgaste de la herramienta. Si laenumeración es completa, el precio exacto deeste trabajo es: cuatro horas, diez onzas desudor, la comida del trabajador y el desgastede la herramienta - ni más ni menos.

Como uno está acostumbrado a evaluar loscostos en dólares en Canadá y como tambiénestamos acostumbrados a evaluar el trabajo de lamisma forma, tanto el desgaste junto con losotros elementos que forman los gastos, resultaposible establecer una relación entre ambos, entérminos de dólares.

Si, con todo, los gastos de material, el traba-jo, la energía, el desgaste, suman $100.00, elprecio exacto, el costo real del producto es de$100.00.

Pero también está el precio contable, el costofinanciero. Durante la producción de un artículoen una fábrica, se lleva una cuenta sobre la mate-ria prima que se compró, los costos de procesa-miento, los sueldos y salarios, los costos de capi-tal, etc. Todo esto constituye el costo financierode la producción del artículo.

¿Son el precio contable y el precio exactolos mismos? Aunque, incidentalmente lo sonen algunos casos, es fácil probar que, en sutotalidad, no lo son.

Tomemos un pequeño país que suministra enun año, bienes capitales y bienes de consumo,para una producción total evaluada en 100 millo-nes de dólares. Si, durante ese tiempo, el total degastos de los habitantes del lugar son evaluadosen 80 millones de dólares, uno puede admitir quela producción del país durante ese año ha costa-do exactamente 80 millones, dado que fueron 80millones los que consumió la población que hizola producción. El costo financiero de la produc-ción ha sido evaluado en $100.00 millones, perosólo fueron 80 millones en gastos reales. Este esun hecho inevitable: ambos totales están ahí.

El precio exacto de la producción de 100millones ha sido entonces de 80 millones.

En otras palabras, mientras se han producido100 millones de riqueza, se han consumido 80millones de la misma. El consumo de 80 millonesde la producción es el precio real de la producciónde 100 millones.

El precio real de la producción es el consumo.

Como hemos dicho anteriormente, si la pro-ducción existe para el consumo, el consumo debeser capaz de pagar por la producción.

En el ejemplo anterior, el país merece su pro-ducción. Si, gastando 80 millones, se producen100 millones de bienes y servicios, debe ser posi-ble obtener estos 100 millones de la producciónmientras se gastan los 80 millones. En otras pala-bras, pagando 80 millones, los consumidoresdeben obtener los 100 millones de la producción.Si no, los 20 millones de la producción quedaríanpara su contemplación, hasta que se diera sudestrucción, frente a los indigentes y desespera-dos ciudadanos.

El incremento y reducción de la riquezaUn país se enriquece en bienes cuando desa-

rrolla sus medios de producción: sus máquinas,fábricas, medios de transporte, etc. Estos sonllamados bienes de capital. O cuando produceartículos para su consumo: trigo, carne, muebles,ropa. Estos son llamados bienes de consumo.

También lo hace cuando obtiene bienes delexterior. De este modo Canadá se enriquece enfrutas cuando compra sus plátanos, naranjas ypiñas. Esto se llama importación.

EN ESTA ERA DE ABUNDANCIALOS BIENES AL SERVICIO DE LAS NECESIDADES A TRAVÉS DEL CRÉDITO SOCIAL

Louis Even

Capítulo 15El Dinero y los Precios

Capítulo 16El Ajuste en el Precio


venta en el mercado, simplemente no los compra-rán y los productores dejarán de fabricarlos dadoque no son riqueza en sí mismos pues no satisfa-cen las necesidades de los consumidores.

Los comerciantes obtendrán de los compra-dores únicamente el 75% de sus precios. Nopodrían subsistir a menos que obtengan de otrafuente el 25 % que les hace falta.

Esta otra fuente puede ser solamente, laOficina Nacional de Crédito encargada de ponerel dinero en relación a los requerimientos.Mediante la presentación de las notas adecuadas(vales), comprobando la venta y el descuentonacional permitido, los comerciantes obtendrán,de dicha oficina, el dinero que representa ese25% faltante.

El objetivo se alcanzará. Todos los consumi-dores podrán comprar los bienes producidos porel país de acuerdo a sus necesidades. Loscomerciantes y, a través de ellos, los productores,obtendrán las cantidades necesarias para cubrirsus costos de producción y de distribución.

No habrá inflación dado que no habrá esca-sez de productos frente a la demanda. Este dine-ro nuevo es creado únicamente cuando se quiereun producto y se compra.

Además, esto no se incluye en el precio de lafactura, dado que no es ni sueldo ni salario, niinversión: viene después de que el producto esfabricado, valuado y vendido.

Otra forma de llegar al mismo resultado seríahacer que el comprador pagara por el precio total.El vendedor le daría un recibo certificando lacompra. Mediante la presentación de dicho reciboen la Oficina Nacional de Crédito, el compradorobtendría el 25% del total de la compra.

El primer método es un descuento compensa-torio, un descuento otorgado por el vendedor ypagado a éste último por la Oficina Nacional deCrédito.

El segundo método es un reembolso hecho alcomprador. El resultado es exactamente elmismo.

En cualquier caso, el precio pagado por elconsumidor debe ser la fracción del precio marca-do expresado por la proporción del total del con-sumo y el total de la producción. De otro modo, laproducción sería únicamente accesible de formaparcial para los consumidores, para quienes estáhecha.

Es muy agradable decir que cada hombre,mujer y niño, como miembros de una sociedadorganizada, tienen derecho a los beneficios deasociación. También es exacto señalar queestos beneficios deben garantizar por lo menos

Los bienes de un país se reducen cuando haydestrucción o desgaste de los medios de produc-ción: cuando se queman las fábricas, se descom-ponen las máquinas, etc. Esto se llama depre-ciación.

Los bienes de un país también se reducencuando son consumidos. Los alimentos ingeridos,la ropa desgastada, etc. que no están disponiblespor más tiempo. Esto es destrucción a través delconsumo. Esta reducción de bienes también seda cuando dejan el país: por ejemplo, habránmenos manzanas, mantequilla y tocino enCanadá si los enviamos a Inglaterra. Esto sellama exportación.

A partir de esto podemos concluir:

Mientras el país se enriqueció con $12 billo-nes de producción, únicamente consumió oexportó $9 billones.

El costo real de la producción de $12 billoneses de $9 billones. Si le cuesta al país $9 billonesproducir $12 billones de bienes y servicios, elpaís debe ser capaz de disfrutar sus $12 billonesde producción mientras gasta únicamente $9billones.

Con $9 billones uno debe ser capaz de pagar$12 billones. Pagar 12 con 9. Esto requiere unajuste del precio: bajar el precio contable, 12, alnivel del precio real, 9, y esto hacerlo sin violen-tar a nadie ni perjudicar a nadie.

Frente a este balance la siguiente conclusiónresulta lógica en una economía donde la produc-ción existe para el consumo: Dado que el consu-mo de $9 billones de producción, tomando encuenta ya el desgaste de la maquinaria, permitió$12 billones de producción, incluidas ya las mejo-ras, $9 billones es el precio real de la producción.Para que el país sea capaz de usar esta produc-ción, siempre que sea deseable, debe ser capazde obtenerla a su precio real, $ 9 billones, lo queno impediría que los comerciantes se viesen obli-gados a reclamar $12 billones.

Por un lado, los consumidores del país debenpoder comprar 12 con 9. Deben ser capaces deconsumir la producción del país pagando por ella9/12 del precio marcado.

Por otra parte, los comerciantes deben recu-perar la cantidad total: 12, de otro modo nopodrían cubrir sus costos y obtener sus ganan-cias, que son el salario por sus servicios.

El descuento compensatorioEl comprador pagará únicamente 9/12 del

precio marcado, si se le otorga un descuento de3/12, ó 25%.

El valor de una mesa es $120.00, y será ven-dida al comprador a $90.00. Unas medias cues-tan $4.00, serán vendidas a $3.00.

Del mismo modo, esta misma tasa se aplica atodos los productos en venta en el país, porquees un descuento nacional decretado por la OficinaNacional de Crédito, para así lograr el objetivopara lo que ésta fue establecida.

Si todos los bienes consumibles del país sonpagados al 75% de su precio marcado, los consu-midores podrán obtener toda la producción de$12 billones con los $9 billones que gasten parasu consumo. Si no desean algunos productos, de

las necesidades básicas de la vida a todos ycada uno, desde la cuna hasta la tumba, en unmundo donde sobreabunda la riqueza, dondesu mayor problema es precisamente ver quéhacer con ella.

Y hemos visto que la expresión práctica de lagarantía de las necesidades básicas de la vida,es en la moderna economía distributiva, la garan-tía a un periódico poder adquisitivo suficientepara obtener el mínimo necesario para la sobrevi-vencia.

Este poder de compra es presentado de dosmaneras: un dividendo directo en dinero, y lareducción de los precios de los productos en elmomento de su compra por el consumidor final.

En ambos casos, la Oficina Nacional deCrédito necesita una fuente de dónde echar manopara distribuir los dividendos a todos los ciudada-nos; de dónde echar mano para compensar a losvendedores por las reducciones de los preciosdecretadas a favor de los compradores.

Esta fuente recae en el crédito nacional.

Dos clases de créditoDos clases de créditoLa idea de crédito es sinónimo de la idea de

confianza. Uno le da crédito a alguien solamentesi se confía en esa persona.

Toda confianza descansa en algo, en unabase. Y este objeto de confianza puede variar.

Así, las predicciones climáticas puedendarme la confianza necesaria de que mañanaserá un hermoso día. El carácter de mi amigo mepermitirá confiar que siempre me será leal. Misestudios me permitirán confiar en que tendrééxito en el examen.

En todo esto el dinero no es el asunto. Esla confianza.

Si soy un comerciante y le vendo a un clienteque promete pagarme en tres meses, mi confian-za estará influenciada en la capacidad de pago dedicho cliente. Le otorgo un crédito porque confíoen que encontrará el dinero necesario para regre-sármelo en ese tiempo. Esta confianza también leconcierne a las finanzas.

Los Creditistas Sociales distinguen entre cré-dito real y crédito financiero.

Crédito realCuando los franceses del siglo diecisiete lle-

garon a colonizar las orillas del Río San Lorenzo,en lo que después sería conocido como Canadá,no lo hicieron sin la confianza de que podrían viviren este país. Su confianza se basaba en la capa-cidad atribuida al Nuevo Mundo en que éste lesproporcionaría lo necesario para satisfacer susnecesidades de vida. Este era el crédito real delNuevo Mundo.

El colonizador que llega al Norte de Quebectiene confianza en esa área. Cree que tanto elbosque como el suelo de la zona le permitiránvivir y criar a su familia. Este es el Crédito real delNorte de Quebec.

La competencia del médico le da la confianzanecesaria al paciente que lo consulta. Este es elcrédito real del médico.

El crédito real surge de la capacidad paraproducir bienes o servicios de acuerdo a lasnecesidades.

El crédito real de Canadá es la habilidad queeste país tiene para producir y entregar bienes yservicios donde y cuando se requiere.

El crédito real crece con el desarrollo de lacapacidad productiva del país. La diferencia entreel Canadá de hoy y el Canadá habitado solamen-te por los indios hace cuatro siglos, marca el cre-cimiento del crédito real de Canadá durante elcurso de estos años.

El crédito real es la riqueza del país expre-sada en posibles bienes y servicios.

......continúa en nuestra próxima edición


Capítulo 17El Crédito Nacional

Calculando el precio justoSupongamos que el balance

de un año es el siguiente:Producción de bienes de capital……...$3 billones

Producción de bienes de consumo.….$7 billones

Importación……………….......................$2 billones

Total de adquisiciones………………….$12 billones

Además de:

Depreciación de bienes de capital…..$1.8 billones

Consumo……………………..................$5.2 billones

Exportaciones………............................$2.0 billones

Reducción total………..................…....$9.0 billones

El precio justo = precio de venta X consumoproducción

YY aún dudan en cambiar la ruedaaún dudan en cambiar la rueda

EL QUINTO MANDAMIENTO2258 "La vida humana es sagrada, porque

desde su inicio comporta la acción creadora deDios y permanece siempre en una especial rela-ción con el Creador, su único fin. Sólo Dios esSeñor de la vida desde su comienzo hasta su tér-mino; nadie, en ninguna circunstancia, puede atri-buirse el derecho de matar de modo directo a unser humano inocente" (CDF, instr. "Donum vitae",22).

I. EL RESPETO DE LA VIDA HUMANA2259 La Escritura, en el relato de la muerte de

Abel a manos de su hermano Caín (cf Gn 4,8-12),revela, desde los comienzos de la historia humana,la presencia en el hombre de la ira y la codicia,consecuencias del pecado original. El hombre seconvirtió en el enemigo de sus semejantes. Diosmanifiesta la maldad de este fratricidio: "¿Qué hashecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar amí desde el suelo. Pues bien: maldito seas, lejosde este suelo que abrió su boca para recibir de tumano la sangre de tu hermano" (Gn 4,10-11).

2260 La alianza de Dios y de la humanidadestá tejida de llamamientos a reconocer la vidahumana como don divino y de la existencia de unaviolencia fratricida en el corazón del hombre:

2269 El quinto mandamiento prohíbe haceralgo con intención de provocar indirectamente lamuerte de una persona. La ley moral prohíbe expo-ner a alguien sin razón grave a un riesgo mortal asícomo negar la asistencia a una persona en peligro.

La aceptación por parte de la sociedad dehambres que provocan la muerte sin esforzar-se por remediarlas es una escandalosa injusti-cia y una falta grave. Los traficantes cuyasprácticas usureras y mercantiles provocan elhambre y la muerte de sus hermanos los hom-bres, cometen indirectamente un homicidio.Este les es imputable (cf. Am 8,4-10).

2273 El derecho inalienable a la vida de todoindividuo humano inocente constituye un elementoconstitutivo de la sociedad civil y de su legislación:

"Cuando una ley positiva priva a una cate-goría de seres humanos de la protección que elordenamiento civil les debe, el Estado niega laigualdad de todos ante la ley. Cuando el Estadono pone su poder al servicio de los derechosde todo ciudadano, y particularmente de quienes más débil, se quebrantan los fundamentosmismos del Estado de derecho...

II. EL RESPETO DE LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS

2284 El escándalo es la actitud o el compor-tamiento que llevan a otro a hacer el mal. El queescandaliza se convierte en tentador de su próji-mo. Atenta contra la virtud y el derecho; puedeocasionar a su hermano la muerte espiritual. Elescándalo constituye una falta grave, si por acciónu omisión, arrastra deliberadamente a otro a unafalta grave.

2285 El escándalo adquiere una gravedad par-ticular según la autoridad de quienes lo causan ode la debilidad de quienes lo padecen. Inspiró anuestro Señor esta maldición: "al que escandalicea uno de estos pequeños que creen en mí, más levale que le cuelguen al cuello una de esas piedrasde molino que mueven los asnos y le hundan en loprofundo del mar" (Mt 18,6; cf 1 Co 8,10-13). Elescándalo es grave cuando es causado porquienes, por naturaleza o por función, estánobligados a enseñar y educar a los otros.Jesús, en efecto, lo reprocha a los escribas y fari-seos: los compara a lobos disfrazados de corderos(cf Mt 7,15).

2286 El escándalo puede ser provocado por laley o por las instituciones, por la moda o por la opi-nión.

Así se hacen culpables de escándalo quie-nes instituyen leyes o estructuras sociales quellevan a la degradación de las costumbres y a

la corrupción de la vida religiosa, o a "condicio-nes sociales que, voluntaria o involuntariamen-te, hacen ardua y prácticamente imposible unaconducta cristiana conforme a los mandamien-tos" (Pío XII, discurso 1 Junio 1941). Lo mismoha de decirse de los empresarios que imponenprocedimientos que incitan al fraude, de loseducadores que "exasperan" a sus alumnos (cfEf 6,4; Col 3,21), o los que, manipulando la opi-nión pública, la desvían de los valores morales.

2287 El que usa los poderes de que disponeen condiciones que arrastran a hacer el mal sehace culpable de escándalo y responsable del malque directa o indirectamente ha favorecido. "Esimposible que no vengan escándalos; pero, ¡ayde aquel por quien vienen!" (Lc 17,1).

2288 La vida y la salud física son bienes pre-ciosos confiados por Dios. Debemos cuidar deellos racionalmente teniendo en cuenta las necesi-dades de los demás y el bien común.

El cuidado de la salud de los ciudadanosrequiere la ayuda de la sociedad para lograr lascondiciones de existencia que permiten crecer yllegar a la madurez: alimento y vestido, vivienda,cuidados sanitarios, enseñanza básica,empleo, asistencia social.

III. LA DEFENSA DE LA PAZ2304 El respeto y el crecimiento de la vida

humana exigen la paz. La paz no es sólo ausen-cia de guerra y no se limita a asegurar el equi-librio de fuerzas adversas. La paz no puedealcanzarse en la tierra, sin la salvaguarda delos bienes de las personas, la libre comunica-ción entre los seres humanos, el respeto de ladignidad de las personas y de los pueblos, lapráctica asidua de la fraternidad. Es "tranquili-dad del orden" (S. Agustín, civ. 19,13). Es obrade la justicia (cf Is 32,17) y efecto de la caridad(cf GS 78, 1-2).

2317 Las injusticias, las desigualdades excesi-vas de orden económico o social, la envidia, ladesconfianza y el orgullo, que existen entre loshombres y las naciones, amenazan sin cesar lapaz y causan las guerras. Todo lo que se hace parasuperar estos desórdenes contribuye a edificar lapaz y evitar la guerra:

EL SÉPTIMO MANDAMIENTONo robarás (Ex 20,15; Dt 5,19).

No robarás (Mt 19,18).2401 El séptimo mandamiento prohíbe tomar o

retener el bien del prójimo injustamente y hacerdaño al prójimo en sus bienes de cualquier mane-ra. Prescribe la justicia y la caridad en la gestión delos bienes terrenos y los frutos del trabajo de loshombres. Con miras al bien común exige el respe-to del destino universal de los bienes y del derechode propiedad privada. La vida cristiana se esfuerzapor ordenar a Dios y a la caridad fraterna los bie-nes de este mundo.

I. EL DESTINO UNIVERSAL Y LAPROPIEDAD PRIVADA DE LOS BIENES

2402 Al comienzo Dios confió la tierra y susrecursos a la administración común de la humani-dad para que tenga cuidado de ellos, los dominemediante su trabajo y se beneficie de sus frutos (cfGn 1,26-29). Los bienes de la creación están des-tinados a todo el género humano. Sin embargo, latierra está repartida entre los hombres para darseguridad a su vida, expuesta a la penuria y ame-nazada por la violencia. La apropiación de bieneses legítima para garantizar la libertad y la dignidadde las personas, para ayudar a cada uno a atendersus necesidades fundamentales y las necesidadesde los que están a su cargo. Debe hacer posibleque se viva una solidaridad natural entre los hom-bres.

2403 El derecho a la propiedad privada, adqui-rida o recibida de modo justo, no anula la donaciónoriginal de la tierra al conjunto de la humanidad. Eldestino universal de los bienes continúa siendo pri-mordial, aunque la promoción del bien común exija

el respeto de la propiedad privada, de su derechoy de su ejercicio.

2404 "El hombre, al servirse de esos bienes ,debe considerar las cosas externas que poseelegítimamente, no sólo como suyas, sino tambiéncomo comunes, en el sentido de que han de apro-vechar no sólo a él, sino también a los demás" (GS69,1). La propiedad de un bien hace de su dueñoun administrador de la providencia para hacerlofructificar y comunicar sus beneficios a otros, antetodo a sus próximos.

2405 Los bienes de producción -materiales oinmateriales- como tierras o fábricas, profesiones oartes, requieren los cuidados de sus posesorespara que su fecundidad aproveche al mayor núme-ro de personas. Los poseedores de bienes de usoy consumo deben usarlos con templanza reservan-do la mejor parte al huésped, al enfermo, al pobre.

II. EL RESPETO DE LAS PERSONASY DE SUS BIENES

2407 En materia económica el respeto de ladignidad humana exige la práctica de la virtud dela templanza, para moderar el apego a los bienesde este mundo; de la justicia, para preservar losderechos del prójimo y darle lo que le es debido; yde la solidaridad, siguiendo la regla de oro ysegún la liberalidad del Señor, que "siendo rico,por vosotros se hizo pobre a fin de que os enrique-cierais con su pobreza" (2 Co 8,9).

2411 Los contratos están sometidos a la justi-cia conmutativa, que regula los intercambios entrelas personas y entre las instituciones, en el respe-to exacto de sus derechos. La justicia conmutativaobliga estrictamente; exige la salvaguarda de losderechos de propiedad, el pago de las deudas y laprestación de obligaciones libremente contraídas.Sin justicia conmutativa no es posible ninguna otraforma de justicia.

2414 El séptimo mandamiento proscribe losactos o empresas que, por una u otra razón, ego-ísta o ideológica, mercantil o totalitaria, conduce aesclavizar seres humanos, a menospreciar su dig-nidad personal, a comprarlos, a venderlos y a cam-biarlos como mercancía. Es un pecado contra ladignidad de las personas y sus derechos funda-mentales reducirlos por la violencia a un objeto deconsumo o a una fuente de beneficio. S. Pabloordenaba a un amo cristiano que tratase a suesclavo cristiano "no como esclavo, sino...como unhermano...en el Señor" (Flm 16).

El respeto de la integridad de la creación2415 El séptimo mandamiento exige el respeto

de la integridad de la creación. Los animales, comolas plantas y los seres inanimados, están natural-mente destinados al bien común de la humanidadpasada, presente y futura (cf Gn 1,28-31). El usode los recursos minerales, vegetales y animalesdel universo no puede ser separado del respeto alas exigencias morales. El dominio concedido porel Creador al hombre sobre los seres inanimados ylos seres vivos no es absoluto; está regulado por elcuidado de la calidad de la vida del prójimo com-prendidas las generaciones venideras; exige unrespeto religioso de la integridad de la creación (cfCA 37-38).

III. LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA2419 "La revelación cristiana...nos conduce a

una comprensión más profunda de las leyes de lavida social" (GS 23,1). La Iglesia recibe del evan-gelio la plena revelación de la verdad del hombre.Cuando cumple su misión de anunciar el evange-lio, enseña al hombre, en nombre de Cristo, su dig-nidad propia y su vocación a la comunión de laspersonas; y le descubre las exigencias de la justi-cia y de la paz, conformes a la sabiduría divina.

2420 La Iglesia expresa un juicio moral, enmateria económica y social, "cuando lo exijan losderechos fundamentales de la persona o la salva-ción de las almas" (GS 76,5).

2421 La doctrina social de la Iglesia se desa-


LLoo SSoocciiaall eenn eell CCaatteecciissmmoo ddee llaa IIgglleessiiaa CCaattóólliiccaa

realidades terrenas en el espíritu de Cristo.

2428 En el trabajo, la persona ejerce y aplicauna parte de las capacidades inscritas en su natu-raleza. El valor primordial del trabajo pertenece alhombre mismo, que es su autor y su destinatario.El trabajo es para el hombre y no el hombrepara el trabajo (cf LE 6).

Cada uno debe poder sacar del trabajo losmedios para sustentar su vida y la de los suyos, ypara prestar servicio a la comunidad humana.

2429 Cada uno tiene el derecho de iniciativaeconómica, y podrá usar legítimamente de sustalentos para contribuir a una abundancia prove-chosa para todos, y para recoger los justos frutosde sus esfuerzos. Deberá ajustarse a las regla-mentaciones dictadas por las autoridades legíti-mas con miras al bien común (cf CA 32; 34).

2431 La responsabilidad del Estado. "Laactividad económica, en particular la economíade mercado, no puede desenvolverse en mediode un vacío institucional, jurídico y político. Porel contrario supone una seguridad que garanti-za la libertad individual y la propiedad, ademásde un sistema monetario estable y serviciospúblicos eficientes. La primera incumbenciadel Estado es, pues, la de garantizar esa segu-ridad, de manera que quien trabaja y producepueda gozar de los frutos de su trabajo y, portanto, se sienta estimulado a realizarlo eficien-te y honestamente...Otra incumbencia delEstado es la de vigilar y encauzar el ejercicio delos derechos humanos en el sector económico;pero en este campo la primera responsabilidadno es del Estado, sino de cada persona y de losdiversos grupos y asociaciones en que se arti-cula la sociedad" (CA 48).

2434 El salario justo es el fruto legítimo del tra-bajo. Negarlo o retenerlo puede constituir unagrave injusticia (cf Lv 19,13; Dt 24,14-15; St 5,4).Para determinar la remuneración justa se han detener en cuenta a la vez las necesidades y las con-tribuciones de cada uno. "El trabajo debe serremunerado de tal modo que se den al hombreposibilidades de que él y los suyos vivan digna-mente su vida material, social, cultural y espiritual,teniendo en cuenta la tarea y la productividad decada uno, así como las condiciones de la empresay el bien común" (GS 67,2). El acuerdo de las par-tes no basta para justificar moralmente el importedel salario.

V. JUSTICIA Y SOLIDARIDAD ENTRE LAS NACIONES

2437 En el plano internacional la desigualdadde los recursos y de los medios económicos es talque crea entre las naciones un verdadero "abismo"(SRS 14). Por un lado están los que poseen ydesarrollan los medios de crecimiento, y por otro,los que acumulan deudas.

2438 Diversas causas, de naturaleza religiosa,política, económica y financiera, confieren hoy a lacuestión social "una dimensión mundial" (SRS 9).La solidaridad es necesaria entre las nacionescuyas políticas son ya interdependientes. Es toda-vía más indispensable cuando se trata de acabarcon los "mecanismos perversos" que obstaculizanel desarrolla de los países menos avanzados (cfSRS 17; 45). Es preciso sustituir los sistemasfinancieros abusivos, si no usureros (cf CA 35), lasrelaciones comerciales inicuas entre las naciones,la carrera de armamentos, por un esfuerzo comúnpara movilizar los recursos hacia objetivos dedesarrollo moral, cultural y económico "fijando denuevo las prioridades y las escalas de valores" (CA28).

2439 Las naciones ricas tienen una responsa-bilidad moral grave respecto a las que no puedenpor sí mismas asegurar los medios de su desarro-llo, o han sido impedidas de realizarlo por trágicosacontecimientos históricos. Es un deber de soli-daridad y de caridad; es también una obliga-ción de justicia si el bienestar de las nacionesricas procede de recursos que no han sido

rrolló en el siglo XIX cuando se produce el encuen-tro entre el evangelio y la sociedad industrialmoderna, sus nuevas estructuras para producciónde bienes de consumo, su nueva concepción de lasociedad, del Estado y de la autoridad, sus nuevasformas de trabajo y de propiedad. El desarrollo dela doctrina de la Iglesia en materia económica ysocial da testimonio del valor permanente de laenseñanza de la Iglesia, al mismo tiempo que delsentido verdadero de su Tradición siempre viva yactiva (cf. CA 3).

2423 La Doctrina Social de la Iglesia propo-ne principios de reflexión, extrae criterios dejuicio, da orientaciones para la acción:

Todo sistema, según el cual las relacionessocia les estarían determinadas enteramentepor los factores económicos es contrario a lanaturaleza de la persona humana y de susactos (cf CA 24).

2424 Una teoría que hace del lucro la normaexclusiva y el fin último de la actividad econó-mica es moralmente inaceptable. El apetitodesordenado de dinero no deja de producirefectos perniciosos. Es una de las causas delos numerosos conflictos que perturban elorden social (cf GS 63,3; LE 7; CA 35).

Un sistema que "sacrifica los derechosfundamentales de la persona y de los gruposen aras de la organización colectiva de la pro-ducción" es contrario a la dignidad del hombre(cf GS 65). Toda práctica que reduce a las per-sonas a no ser más que medios de lucro escla-viza al hombre, conduce a la idolatría del dine-ro y contribuye a difundir el ateísmo. "Nopodéis servir a Dios y al Dinero" (Mt 6,24; Lc16,13).

2425 La Iglesia ha rechazado las ideologíastotalitarias y ateas asociadas en los tiemposmodernos al "comunismo" o "socialismo". Por otra parte, ha reprobado en la práctica del"capitalismo" el individualismo y la primacíaabsoluta de la ley de mercado sobre el trabajohumano (cf CA 10, 13.44). La regulación de laeconomía únicamente por la planificación cen-tralizada pervierte en la base los vínculossociales; su regulación únicamente por la leyde mercado quebranta la justicia social, porque"existen numerosas necesidades humanas queno tienen salida en el mercado" (CA 34). Espreciso promover una regulación razonable delmercado y de las iniciativas económicas,según una justa jerarquía de valores y aten-diendo al bien común.

IV. LA ACTIVIDAD ECONÓMICAY LA JUSTICIA SOCIAL

2426 El desarrollo de las actividades económi-cas y el crecimiento de la producción están desti-nados a remediar las necesidades de los sereshumanos. La vida económica no tiende solamentea multiplicar los bienes producidos y a aumentar ellucro o el poder; está ante todo ordenada al servi-cio de las personas, del hombre entero y de toda lacomunidad humana. La actividad económica dirigi-da según sus propios métodos, debe moversedentro de los límites del orden moral, según la jus-ticia social, a fin de responder al plan de Diossobre el hombre (cf GS 64).

2427 El trabajo humano procede directamentede personas creadas a imagen de Dios y llamadasa prolongar, unidas y para mutuo beneficio, la obrade la creación dominando la tierra (cf Gn 1,28; GS34; CA 31). El trabajo es, por tanto, un deber: "Sialguno no quiere trabajar, que tampoco coma" (2Ts 3,10; cf. 1 Ts 4,11). El trabajo honra los donesdel Creador y los talentos recibidos. Puede sertambién redentor. Soportando el peso del trabajo(cf Gn 3,14-19), en unión con Jesús, el carpinterode Nazaret y el crucificado del Calvario, el hombrecolabora en cierta manera con el Hijo de Dios ensu Obra redentora. Se muestra discípulo de Cristollevando la Cruz cada día, en la actividad que estállamado a realizar (cf LE 27). El trabajo puede serun medio de santificación y una animación de las

pagados justamente.

2440 La ayuda directa constituye una respues-ta apropiada a necesidades inmediatas, extraordi-narias, causadas por ejemplo por catástrofes natu-rales, epidemias, etc. Pero no basta para repararlos graves daños que resultan de situaciones deindigencia ni para remediar de forma duradera lasnecesidades. Es preciso también reformar lasinstituciones económicas y financieras interna-cionales para que promuevan mejor relacionesequitativas con los países menos desarrollados(cf SRS 16). Es preciso sostener el esfuerzo de lospaíses pobres que trabajan por su crecimiento y suliberación (cf CA 26). Esta doctrina exige ser apli-cada de manera muy particular en el ámbito deltrabajo agrícola. Los campesinos, sobre todo en elTercer Mundo, forman la masa preponderante delos pobres.

2442 No corresponde a los pastores de laIglesia intervenir directamente en la actividad polí-tica y en la organización de la vida social. Estatarea forma parte de la vocación de los fieleslaicos, que actúan por su propia iniciativa consus conciudadanos. La acción social puedeimplicar una pluralidad de vías concretas. Deberáatender siempre al bien común y ajustarse al men-saje evangélico y a la enseñanza de la Iglesia.Pertenece a los fieles laicos "animar, con sucompromiso cristiano, las realidades y, enellas, procurar ser testigos y operadores de pazy de justicia" (SRS 47; cf 42).

VI. EL AMOR DE LOS POBRES2443 Dios bendice a los que ayudan a los

pobres y reprueba a los que se niegan a hacerlo:"a quien te pide da, al que desee que le prestesalgo no le vuelvas la espalda" (Mt 5,42). "Gratis lorecibisteis, dadlo gratis" (Mt 10,8). Jesucristo reco-nocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho porlos pobres (cf Mt 25,31-36). La buena nueva"anunciada a los pobres" (Mt 11,5; Lc 4,18) es elsigno de la presencia de Cristo.

2445 El amor a los pobres es incompatiblecon el amor desordenado de las riquezas o suuso egoísta:

Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dadalaridos por las desgracias que están para caersobre vosotros. Vuestra riqueza está podrida yvuestros vestidos están apolillados; vuestro oro yvuestra plata están tomados de herrumbre y suherrumbre será testimonio contra vosotros y devo-rará vuestras carnes como fuego. Habéis acumula-do riquezas en estos días que son los últimos.Mirad: el salario que no habéis pagado a los obre-ros que segaron vuestros campos está gritando; ylos gritos de los segadores han llegado a los oídosdel Señor de los ejércitos. Habéis vivido sobre latierra regaladamente y os habéis entregado a a losplaceres; habéis hartado vuestros corazones en eldía de la matanza. Condenasteis y matasteis aljusto; él no os resiste (St 5,1-6).

2446 S. Juan Crisóstomo lo recuerda vigo-rosamente: "No hacer participar a los pobresde los propios bienes es robarles y quitarles lavida. Lo que tenemos no son nuestros bienes,sino los suyos" (Laz. 1,6). "Satisfacer ante todolas exigencias de la justicia, de modo que no seofrezca como ayuda de caridad lo que ya sedebe a título de justicia" (AA 8):

Cuando damos a los pobres las cosasindispensables no les hacemos liberalidadespersonales, sino que les devolvemos lo que essuyo. Más que realizar un acto de caridad, loque hacemos es cumplir un deber de justicia(S. Gregorio Magno, past. 3,21).

2449 En el Antiguo Testamento, toda una seriede medidas jurídicas (año jubilar, prohibición delpréstamo a interés, retención de la prenda, obli-gación del diezmo, pago del jornalero, derecho derebusca después de la vendimia y la siega) res-ponden a la exhortación del Deuteronomio: "

LLoo SSoocciiaall eenn eell CCaatteecciissmmoo ddee llaa IIgglleessiiaa CCaattóólliiccaa


editado por U.M.P.

las clases matutinas se suspendían para que losestudiantes pudieran escuchar a los dos visitan-tes de Canadá y Suiza. Se notaba gran interésentre todos los jóvenes pues acababan de descu-brir esta luz que les transformaba su visión de laeconomía. Ellos están conscientes de que a supaís no le hace falta recursos naturales, sinodinero a su gente. El rector de la universidadestuvo muy contento al ver el interés de los estu-diantes, nos agradeció por haberlos visitado ynos dio todo su apoyo para continuar con nuestrotrabajo.

En la tarde del sábado, tuvimos una reuniónmuy interesante con algunos Sacerdotes y laicospertenecientes a la Diócesis del ObispoRaymond. El Vicario General y otras personasnos dieron sus impresiones: "¡Estuvo excelente!,¡Magnífico!". Todos estaban felices. Una joven,Dina, que acababa de recibirse como economistay que fue especialmente invitada por el ObispoRaymond, nos dijo que en esa tarde, durante lastres horas de conferencia, había aprendido másque en los tres años de su carrera. Al día siguien-te, celebraron el sexto aniversario del ObispoRaymond como cabeza de la diócesis con unamisa solemne, la cual duró cuatro horas y fuerealzada por hermosos himnos. La gente partici-pó activamente en estas celebraciones y habíamuchas que no tenían presión de tiempo. ElVicario General nos presentó con muchos elo-gios, que fueron apoyados con gran intensidadpor el Obispo. Después de la Misa, todos los queestaban ahí reunidos (los Sacerdotes, las religio-sas y los laicos), nos ayudaron a repartir circula-res y ya por la noche, de regreso al centro de losObispos, una religiosa habló por teléfono parainvitarnos a dar una conferencia frente a las reli-giosas de su comunidad, las Hermanas de laCaridad de San Luis.

Después de la misa, fuimos invitados a formarparte del gran banquete que se ofreció en honordel Obispo Raymond. El señor de Siebenthal yyo, nos sentamos uno a cada lado del Obispo. ElVicario General tomó mi boina y la puso en sucabeza, presentándonos a la gente en malgash ynos pasó el micrófono después. Él estuvo tradu-ciendo lo que decíamos al malgash. El señor deSiebenthal y yo, tuvimos una participación deaproximadamente una hora y media cada uno.Excelentes comentarios le siguieron a nuestraplática.

En el campoDespués, la secretaria del Obispo nos condu-

jo hacia el campo en el vehículo "4 x 4" delObispo. Fuimos invitados por el SecretarioGeneral de la Comisión de Justicia y Paz, elseñor Jean Marie, padre de ocho niños, quienparticipa en las actividades de la Iglesia y quereunió a mucha gente.

Se inició con el Rezo del Santo Rosario ydespués dimos una charla: "Las causas de lapobreza y cómo salir de ella", comentándoles quelo ideal es el establecimiento de un sistema demoneda local (como se ha realizado en Suiza yen Argentina), la cual es llamada "créditos socia-les". Les platicamos acerca de la posibilidad decrear su propio dinero para el desarrollo de suregión, sin pedir prestado al Fondo MonetarioInternacional, al Banco Mundial y a todos aque-llas casas de crédito que no hacen otra cosa másque explotarlos. Y es así como hemos fundado enesta región, -el primer banco del Crédito Social-,tal como los personajes de "La Isla de losNáufragos" lo hicieron. Toda esta gente trajo todolo que tenía para que este nuevo proyecto seechara a andar. Fue realmente impresionante.Son todos muy buenas personas. El ObispoRaymond nos comentó que en menos de un año,habrían más de 500 pequeños bancos comoeste.

Nuestro peregrino canadiense de tiempocompleto, Marcel Lefebvre y nuestro buen amigode Suiza, el señor François de Siebenthal, econo-mista y Cónsul General de Las Filipinas enSuiza, fueron a Madagascar en mayo del añopasado a presentar a los Obispos el proyecto delCrédito Social para aplicar dichos principios eneste país. Presentamos a continuación un repor-te de este interesante viaje:

Por: Marcel Lefebvre

La recepción en el aeropuertoPrimeramente, le hicimos una sugerencia al

Obispo Raymond, Presidente de la ComisiónEpiscopal para la Justicia y Paz en Madagascar;reunirnos con él y hablar acerca de la propuestaque nosotros tenemos para terminar con el pro-blema de la pobreza en dicho país. Nos llevamosuna gran sorpresa, pues él mismo nos estabaesperando en el aeropuerto para recogernos -apesar de la hora de llegada de cada uno- (yo lle-gué a las 9:30pm y el señor de Siebenthal a las4:30am) y, a pesar de la distancia, (pues el lugardonde el Obispo vive se encuentra verdadera-mente lejos del aeropuerto un aprox. 100km.). Asíque, comprenderán ustedes por qué nos senti-mos profundamente conmovidos en ese momen-to con esta recepción.

El Obispo Raymond nos condujo directamen-te hacia al Centro de la Conferencia Episcopal enAntananarivo, capital de Madagascar, donde fui-mos recibidos para comer y alojarnos. Toda lagente encargada de la Iglesia en Madagascarvino a este lugar: Obispos, Sacerdotes,Religiosas, misioneros laicos, etc. y los que estánencargados del centro, nos presentaban a tantosque llegaban para comentarles nuestra propues-ta de solución para el problema de la pobreza.

Unos días después de nuestra llegada, cono-cimos al Sacerdote Jaozandry Venance, queestaba sorprendido de ver a dos representantesdel periódico San Miguel en Madagascar, pues haleído nuestra publicación en la Residencia de losObispos desde tiempo atrás, poniendo especialinterés en los artículos sobre el Crédito Social.Nos dio mucho gusto que nos apoyara de mane-ra incondicional organizando conferencias y con-venciendo a otras personas de la importancia denuestro trabajo.

Encuentros extraordinariosNuestra primera reunión tuvo lugar con los

miembros de la Comisión Episcopal para laJusticia y la Paz en Madagascar, en presencia delObispo Raymond, -su distinguido presidente-.Conocimos mucha gente en este lugar y varios deellos estuvieron con nosotros durante nuestraestancia. Esto nos permitió hablar con Obispos,sacerdotes y misioneros laicos quienes, conmucho entusiasmo, recibieron nuestro mensajepues entienden verdaderamente la causa de lapobreza en el mundo.

El Sacerdote Venance organizó un increíbleencuentro con la gente encargada de "Caritas"de cada diócesis en Madagascar, el cual fueigualmente precedido por el Obispo Raymond.Recibimos muchas otras invitaciones para ir aotras diócesis y presentar nuestro mensaje, peropor motivos del corto tiempo en el país, nos fueimposible atender todas las llamadas.

El Sacerdote Venance, organizó también unaconferencia con economistas y profesores dediferentes universidades que trabajan en laIglesia. Estaban muy entusiasmados.

Después de esta reunión con los economistasy profesores, tuvimos otra conferencia en laUniversidad Católica frente a 135 estudiantes decuarto año. El director de la universidad dijo que

Así pues, repartimos un Rosario a cada fami-lia que contribuyó a la fundación de este bancocreditista, haciéndoles prometer que lo rezaríantodos los días para el éxito de esta nueva empre-sa. Después de la fundación del nuevo banco, elSacerdote comprendió la importancia de estaspropuestas en donde ya no habrá que pagar másintereses, al contrario, se repartirán los dividen-dos a cada miembro y sin duda, se desarrollarásu región de una manera impresionante.

Y bueno, pues no creo que exista otro bancoen el mundo en donde los miembros del mismooren en familia diariamente. Este banco es muyespecial y sin duda, el rezo del Santo Rosario,será la base más sólida para el desarrollo deMadagascar.

Una excelente Cruzada del Rosario Les encomendamos infinitamente en sus ora-

ciones a Madagascar y a su gente, para que seiluminen más y más con la luz del Crédito Socialy así mismo, para que la hagan brillar a lo largode su país, que será transformado en poco tiem-po. La liberación de esta gente se dará con laayuda del Cielo y con la luz del Crédito Social ysin duda, también en otros países. Muchos dele-gados de Madagascar irán al Congreso deJusticia y Paz en África en donde los represen-tantes de cada país de dicho continente estaránpresentes. Y no están solos pues esta es nuestraprioridad: La de liberar a los países africanos dela dictadura bancaria, y para que esto termine,queridos lectores de San Miguel, les pedimos queno se olviden de orar todos los días para el éxitode esta importante misión.

Con nuestras propias fuerzas no podremoshacer gran cosa, pero con el poder del SantoRosario y Nuestra Virgen María que intercedesiempre, la victoria está asegurada.

La verdad une Las dos organizaciones que trabajan por la

caridad: "Caritas" y "Justicia y Paz", hasta estemomento trabajaban separadas en Madagascar,cada grupo por su lado. Les dijimos que no debe-rían trabajan separadas, pues lo que el Enemigoquiere es "Dividir para vencer". En una reunión lecomentamos al Obispo Raymond y al SacerdoteVenance nuestro sentir y dijeron que estaban deacuerdo con nosotros. Ellos comentaron:"Estamos convencidos que lo que ustedes estándiciendo es verdad y todos debemos trabajar uni-dos -para terminar el escándalo de la pobreza-".

El buen Padre Venance dijo: "Tendremos unaconferencia en julio con todos los países africa-nos y le pidieron a Madagascar que enviara dosrepresentantes". El acuerdo final fue que elObispo Raymond enviará un representante porparte de Caritas, y otro de Justicia y Paz.

Por otro lado, le pregunté al Obispo Raymondsi sería posible imprimir un documento emitidopor la Comisión Episcopal de Justicia y Paz quehabla de justicia social (como el que publicaronen 1997 con respecto al problema de la deuda).Le dije que nosotros lo podríamos imprimir enCanadá y enviarlo junto con las circulares que lesenviaremos a su país ("La Isla de los Náufragos"y "Terminar con el escándalo de la pobreza esurgente"). Nos dijo que los costos de imprenta enMadagascar son muy altos y por esto no impri-mieron muchas copias de su documento nuevosobre justicia social; sin embargo, el ObispoRaymond aceptó gustoso nuestra oferta.Queremos recalcar que el mensaje de laComisión Episcopal de Justicia y Paz, es respeta-da por todos los sectores de la sociedad enMadagascar.

Y con respecto a la señorita Dina, arriba men-cionada, el Obispo quiere mandarla a que tomeun curso avanzado de Crédito Social en nuestra

¡Tiendas llenas, bolsillos vacíos en Madagascar!Gente inocente explotada por estructuras de pecado


El padre Venance jamás interrumpió las char-las que tuvimos con la gente. Cuando alguientenía alguna duda, se acercaba después con lapersona y les decía: "He visto que grandes eco-nomistas los han escuchado y aprueban lo queellos están diciendo". Como hemos visto, tuvimosoportunidad de ganar más personas por estemedio, en vez de argumentar y pelear para quepor consiguiente, se logre la paz y la justicia.

El señor de Siebenthal explicó que un interésque se presta a 50 años, nos obliga a pagar esepréstamo 117 veces. Todos estaban sorprendidosal escucharlo y más cuando les dijimos queCanadá tiene una gran deuda nacional, y que losEstados Unidos posee la más grande del mundo.

oficina general en Rougemont, Canadá, en el"Instituto Louis Even", para que ella tambiénpueda transmitir estos conocimientos y se apli-quen en su país. También conocimos a una jovenmaestra de inglés en la universidad que está bas-tante interesada en nuestro trabajo y es posibleque el Obispo también la mande a tomar un cursocon nosotros. Estas personas son verdaderasjoyas, así que oremos para que perseveren y libe-ren su tierra natal de la dictadura bancaria.

El pobre es explotadoNunca perdemos la oportunidad de denunciar

al Fondo Monetario Internacional, al BancoMundial y a los bancos concesionados. Durantenuestro viaje a Madagascar conocimos que las"Casas Populares" (uniones de crédito) deQuébec, se encuentran también en este país bajoel nombre de "Sociedades de beneficio mutuo",que prestan dinero con 3% de interés por mes,que hace un total de 36% de interés por año. ¡Yno contentos con estar en Canadá, van aMadagascar a explotar al pobre!.

Los habitantes de Madagascar me dijeronque realmente es un privilegio para ellos el pagarsólo el 36% de interés por año, pues en otrasáreas pagan arriba de 1000% de intereses poraño. ¡Sin importarles que éste sea uno de los paí-ses más pobres en el mundo!.

El cultivo del arroz es una práctica muy cono-cida a lo largo del territorio nacional; sin embargo,para sembrarlo, los granjeros necesitan las semi-llas para producir más arroz y cuando no tienen,las compran de los grandes productores: les com-pran tres costales y deben regresar nueve, estosignifica que estarían pagando un interés del1200%. ¡Con este sistema, no hay manera deque puedan salir de la pobreza!.

Gente letradaAlgo que me sorprendió es que la gente letra-

da en este país, estuvo de acuerdo inmediata-mente con nuestra propuesta de solución delCrédito Social. Muchos me dijeron: "Esté segurode que antes de su partida, se habrán realizadomuchas cosas con respecto al Crédito Social ".

Y para dejar la llama encendida enMadagascar, les enviaremos nuestras circularessin duda alguna: un contenedor con 700,000 cir-culares en malgash. Gracias a Dios durante elviaje, me encontré con un conductor de un trailerque llevará la carga del puerto al Centro de losObispos que se encuentra en Antananarivo, lacapital. No hay otro lugar mejor que la capital parala distribución de nuestras circulares. Tambiénconocí a un hermano encargado de los asuntos dediferentes parroquias, aún de las más alejadasque se encuentran en el monte. Cuando él ve lle-gar el jeep que llega al centro de los Obispos,llena la camioneta con varios productos y de hoyen adelante, incluirá también las circulares que lemandaremos y así, se enviarán hasta los lugaresmás alejados de las islas.

El señor de Siebenthal realizó una aportaciónconveniente citando la Carta Encíclica VixPervenit que denuncia los contratos injustos yque remarca de manera tajante que "el interésque se aplica al dinero, es un robo y se debesuprimir". Después de haber leído nuestro mate-rial, la gente entendió esta afirmación y compren-dió por qué realmente es una injusticia.

El 21 de mayo de este año, estando todavíaen Madagascar, un Simposium organizado por elConsejo Pontifico para la Justicia y la Paz, sellevó a cabo en Roma, con el tema del desarrolloeconómico y social en África. El Cardenal Agré deCosta de Marfil, quien fue presentado en el sim-posium, dijo que "el sistema bancario es unabarrera infranqueable". A día siguiente, le dimoseste mensaje del Cardenal a un Sacerdote natalde la Gran Bretaña y nos dijo: "Mándenle esteartículo al Padre Vincent, pues es el editor de larevista La Croix. ¡Debe publicar este texto!".

No lo podían creer, pensaban que América delnorte nadaba en dinero. Finalmente, quisiera dejaren claro que el Crédito Social está basado en trespuntos:

1) emisión de dinero de acuerdo a la produc-ción,

2) financiamiento de nueva producción concréditos nuevos y,

3) un dividendo social para cada individuo.Estos tres principios pueden solucionar el proble-ma de la pobreza, no solo en Madagascar sino enel mundo entero.

Que Dios bendiga Madagascar a su gente,cuyas cualidades apreciamos sobremanera.

..MADAGASCAR


El 21 de mayo del 2004, un simposio orga-nizado por el Pontificio Consejo para laJusticia y la Paz tuvo lugar en Roma, conel tema, “ El Desarrollo Social yEconómico de Africa en la Era de laGlobalización”. Presentamos aquí el discur-so dado, por tal motivo, por Bernard CardenalAgré, Arzobispo de Abidian, Costa de Marfil ymiembro del Ponficio Consejo para laJusticia y la Paz:

Su Eminencia, CardenalMartino, Presidente delConsejo, damas y caba-lleros, El Africa endesarrollo, el conti-nente olvidado, uncontinente saturadode malas noticias,como dicen, consti-tuye un problemade rara compleji-dad. Y, con todo,no faltan los recur-sos naturales: hayabundantes produc-tos en la tierra ydebajo de ella, asícomo la presencia deuna élite intelectual yuna notable economía…Esta élite proviene de lasuniversidades y de las prepa-ratorias locales y también de lasuniversidades y de las escuelas másimportantes del Occidente. Muchos de susmiembros ganaron fama en Europa yAmérica gracias a sus habilidades y creativi-dad.Estos talentosos y motivados africanos estánlistos, muy frecuentemente, para llevar acabo diversos programas de desarrollo enAfrica. Pero, además de los problemas pro-pios del mercado que frecuentemente actúancomo freno para sus espíritus debido a la tre-menda competencia extranjera, agravada porlas sacrosantas leyes de la globalización,estos desarrolladores africanos generalmentetienen que enfrentarse al sistema bancarioque constituye una infranqueable barrera. Escomún el acusar a los africanos de un malmanejo financiero, pero existen, como en todocontinente, refrescantes excepciones.Actualmente, en Africa, hay muy buenosadministradores, buenos empresarios. Sinembargo, ¿cómo pueden ellos tener acceso alos créditos, que son, como en todo el mundo,una importante palanca para impulsar tanto alas empresas como al desarrollo? Los ban-cos, generalmente, tienen su base en Europay primariamente están al servicio de estasnaciones. Aún cuando los empresarios africa-

EL SISTEMA BANCARIO:“UNA BARRERA INFRANQUEABLE”

nos presentan valiosos y confiables proyectos alas sucursales de dichos bancos en otros paí-ses, se siguen enfrentando a los diplómaticospero categóricos rechazos debido a las priori-dades en los intereses nacionales.Debemos notar también que las tasas de inte-rés impuestas en Costa de Marfil, por ejemplo,-para utilizar un modelo del país que conozco

como la palma de mi mano- son muyaltas. El capital nunca es prestado

a una tasa menor del 17 o20%. ¿Quién puede lidiar

con tales tasas, que oca-sionan que el préstamo

base se duplique cadacinco años? Obligar ala gente a pedir prés-tamos en tales con-diciones es suma-mente descorazo-nador. Tambiéndebemos notar que,con mucha frecuen-cia, los bancos nocorren ningún riesgoya que, antes de

prestar cualquiercantidad exigen bas-

tantes garantías paracubrir el monto del capi-

tal prestado. Este sistemadebe revisarse y corregirse

si queremos darle a la gentebuena la oportunidad de transfor-

mar en su lugar, en su propio país, lasmaterias primas de las que nos enorgullecemosde ser los primeros o segundos productores enel mundo y darles, al mismo tiempo, un incre-mento a su valor. Africa parece ya estar cansa-da de ser únicamente productor de materias pri-mas.

Yo invito a todos aquellos que puedan contribuira darle a este estado de cosas una soluciónmás humana y provechosa, darse la mano unosa otros, para ayudar a Africa a sobrellevar estacarga por sí misma.

Cuando hablamos de Africa, es preciso ir másallá de conversaciones ideólogicas y moverse acompromisos concretos. Las conversacionessólo mantienen a Africa en el subdesarrollo eincluso, en la degradación. Los verdaderoscompromisos les liberan y les convierten enauténticos socios. De este modo, las nacionesoccidentales y Africa dejarán de tener el tipo derelaciones existentes entre un caballo y su jine-te - Africa siempre es el caballo - para tenerrelaciones de respeto mutuo y de amistad efec-tiva. Gracias.

Bernard Cardenal Agré

...El principio de subsidiariedad. Segúnvimos en la edición No. 11 del periódico de SanMiguel, el bien común es tarea del sector público y delos ciudadanos, cada uno según la naturaleza de sufunción. Hay cosas que son competencia propia de laorganización pública de la comunidad política, como,por ejemplo, dar leyes, administrar justicia, la defen-sa armada, etc. Existen otras que corresponden a losparticulares: por ejemplo, lo referente a la familia.

Hay, en cambio, un amplio sector de actividadesen las que confluyen los sectores público y privado,como posibles sujetos de ellas: por ejemplo, produc-ción y distribución de bienes, fomento de la investiga-ción y de las artes, etc. En este ámbito rige el princi-pio de primacía de la iniciativa ciudadana. En sustan-cia este principio quiere decir que tales actividadescorresponden primordialmente a las personas, porser parte constitutiva de sus fines naturales y, en con-secuencia, por ser medios a través de los cuales lapersona se perfecciona y colabora en el perfecciona-miento de los demás.

La comunidad política se ordena a la perfecciónde las personas y, por tanto, la organización públicano está para quitar a las personas los cauces de superfección y realización personales -lo cual las empo-brecería-, sino para coadyuvar en ellas y potenciar-las. La misión del Estado es la de fomentar, ayudar y,cuando sea menester, suplir la iniciativa de los ciuda-danos. A este principio le llama la Doctrina Social dela Iglesia principio de subsidiariedad (QA, 80).

La formulación mas conocida de este principio sedebe a Pío XI: "Permanece, sin embargo, estable yfirme en la filosofa social un gravísimo principio quenadie puede mover o alterar: como no es lícito quitara los individuos lo que ellos pueden realizar con suspropias fuerzas o industria para confiarlo a la comuni-dad, de la misma manera es injusto, y además grave-mente perjudicial y perturbador para el recto ordensocial, entregar a una sociedad mayor y mas elevadaaquellas cosas que las comunidades menores e infe-riores pueden hacer, porque cualquier acto social, porsu propia fuerza y naturaleza, debe servir de ayuda alos miembros del cuerpo social, pero nunca destruir-los ni absorberlos" (QA, 79).

El principio de subsidiariedad se puede desglosaren otros tres principios: 1o. La persona y las comuni-dades menores deben gozar de la autonomía necesa-ria para poder realizar por sí mismas los fines y lasactividades de que son capaces. 2o. Las comunidadessuperiores deben ayudar a la iniciativa particular decuantos se desenvuelven bajo su autoridad, sin des-truirlos ni absorberlos. 3o. Las sociedades superioresdeben suplir las deficiencias de las personas y de lascomunidades menores, en cuanto su capacidad resul-te insuficiente para promover el bien común y mientrasperdure tal situación.

Para que este principio se aplique correctamentehacen falta dos condiciones. Primera, que la iniciativaciudadana tenga sentido social, esto es, que sea cons-ciente de su responsabilidad social y actúe en conse-cuencia. Segunda, que el Estado no limite su accióncon perjuicio de los más débiles (QA, 78; MM, 11) yque garantice y ayude a las iniciativas ciudadanas.

Las leyes. Las leyes son las normal de actuaciónobligatoria por cuyo medio se regula la organizaciónde la comunidad política y se asigna a cada uno aque-lla parte que, en justicia, le corresponde en orden albien común. El cumplimiento de las leyes constituyeuna parte de la justicia llamada justicia legal.

La estructura fundamental de la sociedad y losprincipios básicos de la conducta de los hombres pro-ceden de la ley eterna, que es la razón divina en cuan-to gobierna todo el universo (L, 6). Esta ley eterna estáimpresa -participada- en el corazón de los hombres(Rom 2, 14-15) y bajo este aspecto recibe el nombrede ley natural o derecho natural (L, 6). El derechonatural está grabado en la naturaleza humana (PT, 6)y consiste en los dictados de la razón natural del hom-bre, que manda hacer el bien y prohíbe obrar el mal.Aunque con frecuencia se usan como sinónimos,derecho natural es la parte de la ley natural que serefiere a las relaciones entre los hombres.

Los preceptos de la ley natural no son una simpleguía moral o un ideal que conviene alcanzar.Constituyen el núcleo central del ordenamiento jurídi-co, el criterio para la interpretación de las leyes positi-vas dadas por el hombre y norma de su validez en

conciencia (RN, 35; MBS, 35).La ley natural es patri-monio común de toda la humanidad y a todos obliga(L, 18): es ley universal, dada para todos los hombressin distinción alguna.

La ley natural solo regula el núcleo central de lavida humana, pues, junto a sus mandamientos y pre-ceptos, Dios ha otorgado al hombre la facultad deautorregularse. Por eso, fundado en la ley natural, lasociedad tiene el poder de dar leyes, que reciben elnombre de leyes positivas o derecho positivo. La leypositiva tiene por función regular las relaciones socia-les, completando el orden social en aquello acerca delo cual la naturaleza calla (Pío XII, IL programma, 16).A las leyes positivas, por ser actos del poder, se apli-can los mismos principios que a la autoridad civil.

IV. MATRIMONIO Y FAMILIA

La familia. Tanto el individualismo como el colec-tivismo afirman que la comunidad política se formacomo un agregado de personas humanas, considera-das solo individualmente, al modo como se formanmuchas asociaciones. La comunidad política estaríacompuesta por individuos humanos, sin cuerpos oestratos sociales intermedios. La Doctrina Social dela Iglesia considera esta tesis como un error. El hom-bre, al ser creado por Dios como un ser de fines -lla-mado a unos fines naturales-, fue creado solidario enorden a estos fines, con vínculos sociales anterioresy distintos a los propios de la comunidad política. Poruna parte, el Estado no es solo una sociedad conven-cional (fruto del pacto) limitada a defender los dere-chos e intereses individuales (tesis del individualismoliberal); por otra parte, no absorbe en sí toda ladimensión social humana (colectivismo y totalitaris-mo).

La comunidad política, a la vez que representasolo una dimensión de socialidad del hombre, es frutode la más alta dimensión de socialidad: aquella quese refiere al bien común antes descrito. Así pues, lacomunidad política se forma por la unión de los hom-bres ya agrupados en cuerpos sociales. Los hombresse presentan ante esa comunidad, en parte indivi-dualmente, como ciudadanos singulares; y en parte,como personas unidas por vínculos de sociedad, for-mando comunidades, empresas y cuerpos sociales.

De entre esas comunidades, la más fundamentale importante es la familia, o comunidad de padres ehijos. Dios, al crear al hombre y bendecirlo con labendición del trabajo (señorío y dominio sobre la tie-rra), no lo creó y lo bendijo individualmente, sino for-mando la unión de varón y mujer. Es esta unión laque recibe esa bendición junto con la de la propaga-ción de la especie (Gen. 1, 27-28) (LE, 4), señalandoasí a la familia como la estructura social primaria dela humanidad: la célula fundamental de la sociedad(QA, 2). Por lo tanto, la comunidad política consta depersonas y de familias, como el cuerpo consta de susmiembros (CC, 37).

Una vez nacido, el hombre se integra en la comu-nidad de vida que forman sus padres, de los que reci-be crianza y educación. Por lo tanto, la familia es laprimera y más radical manifestación de la socialidadhumana, siendo cada hombre fruto de una unión devarón y mujer -el matrimonio- de origen natural. Porser el hombre persona, cuyos aspectos específicos -aquellos en los que se realiza como tal- son el conoci-miento y el amor; la socialidad humana, en su másprofundo sentido, no es simple unión en la actividad,sino relación social de conocimiento del otro comopersona y de amarle como tal, a la vez que se esconocido y amado como persona. Pues bien, el hom-bre, al mismo tiempo que es fruto de aquel actoengendrador por el que el padre y la madre se cono-cen y se aman como tales, encuentra en la unión conellos y, en general, en la familia, la más natural y fun-damental experiencia de la sociedad como realizaciónen el conocimiento y en el amor recíprocos (FC, 18 y21). La familia, fundada en el matrimonio, es, portanto, el núcleo fundamental de la socialidad humana,prevista por la misma naturaleza para el desarrollopersonal y la mutua ayuda.

El matrimonio. El principio y fundamento de lafamilia y, por lo tanto, de la comunidad humana, es elmatrimonio (CC, 1). Por el matrimonio, el varón y lamujer forman una sola carne (Gen 2, 24; cfr. GS, 48),mediante un vinculo que une sus almas, por el deberde amarse, y sus cuerpos, por el derecho sobre ellosen orden a los actos propios de la vida conyugal.

Varón y mujer se unen en matrimonio por un actolibre de mutua entrega, que por su naturaleza es irre-vocable (GS, 48). El autor del matrimonio es elmismo Dios, de quien proceden sus fines y propieda-des esenciales (GS, 48); esto es, se trata de una ins-titución de derecho natural. Aunque cada alianzamatrimonial -que da origen a la intima comunidad devida y amor que comporta el matrimonio (GS, loc.cit.)- procede del consentimiento mutuo, el vinculomatrimonial es de derecho natural, porque el consen-timiento no hace más que actualizar lo que potencial-mente está en la naturaleza por creación (CC, 6). Porlo tanto, el vínculo matrimonial, sobre la base delmutuo consentimiento, viene establecido por el dere-cho natural, esto es, por Dios mismo (Mt 19, 6). Dedonde se sigue que el matrimonio es indisoluble. Ycomo Dios hizo una sola carne de dos-un varón yuna mujer-, el matrimonio es monogámico, esto es,de un hombre con una mujer.

Al crear al hombre, nos dice el Génesis, Dios loscreo varón y mujer y les dio su bendición: "creced ymultiplicaos". La bendición primordial señala aquellafinalidad por la cual existe la distinción entre varón ymujer y la mutua unión, como expresión primordial dela socialidad humana: engendrar y educar a los hijos.En otras palabras, por su índole natural, la mismainstitución del matrimonio y el amor conyugal estánordenados a la procreación y a la educación de loshijos (GS, 48). En el matrimonio, los espososencuentran el cauce para vivir su específica castidadconyugal y la mutua ayuda (fines personales, llama-dos también secundarios), todo lo cual deben ponera disposición -ése es el orden natural- de la bendiciónprimordial recibida; esta regla fundamental se haexpresado con el término subordinación de los finespersonales al fin primario de la procreación y educa-ción de la prole (Pío XII, disc. 29-X-1951, nn. 31 ss.).

De ahí se infiere que la actitud antinatalista (anti-concepción) supone una grave alteración del ordende la vida conyugal, a la que degrada y corrompe. Nose reduce esto a una cuestión de medios. Cualquiermedio por el cual se obre con mentalidad anticoncep-cionista es malo, al menos por razón del fin, aunquese trate del uso de los días agenésicos (Pío XII, disc.29-X-51, 23). En otras palabras, la mentalidad anti-concepcionista es siempre viciosa y moralmentemala, con independencia de los medios. Distinta,tanto moral como antropológicamente, es la actitudde quienes, aceptando con sinceridad la dimensiónfecundativa del matrimonio, se encuentran objetiva-mente con causas justas -de salud, eugenésica, eco-nómicas o sociales- que desaconsejen tener máshijos, temporal o definitivamente; en estos casos eslicito recurrir a los periodos agenésicos o continenciaperiódica (FC, 32) -no a otros medios-, si bien puedehaber razones que aconsejen la continencia total.

El problema demográfico. Estrechamenterelacionado con el matrimonio está el llamado proble-ma demográfico, o aumento de la población hastaniveles que, desde perspectivas económicas y socia-les, pudiesen considerarse nocivos. Sobre esta cues-tión la Doctrina Social de la Iglesia ha adoptado unapostura a la vez realista y de confianza en la provi-dencia divina. Se reconoce que hay zonas superpo-bladas, que padecen hambre y dificultades verdade-ras, sobre todo en naciones subdesarrolladas (MM,190). Pero tales dificultades tienen su raíz en las defi-cientes estructuras económicas y en la insolidaridadde los pueblos (MM, 190 y 198).

Visto en el conjunto de todo el planeta, Dios hapuesto bienes suficientes a disposición de los hom-bres y existe capacidad para aumentar esos bienes(MM, 188, 189 y 199).

Para superar este problema en las zonas dondeexista, deben ponerse las soluciones verdaderas yjustas: cambio de los sistemas financieros, desarro-llo económico y progreso social; cooperación entrelos pueblos; reconocimiento de que la vida del hom-bre es sagrada y que se deben respetar las leyesdivinas y educación de los jóvenes para la constitu-ción de la propia familia. Aparte de otras considera-ciones, resulta sumamente injusto que las nacionesgasten cantidades ingentes en la carrera de arma-mentos y se oriente la técnica a mejorar las armas,mientras faltan recursos para alimentar y ofrecer unavida digna a todos los hombres (MM, 198).

GLOBALIZACIÓN Y NUEVA EVANGELIZACIÓN


Significado de las Siglas - ver periódico No. 10...continua en nuestra próxima edición

Sacerdote hay que ver siempre solamente a Cristo ytener para él una veneración única y extraordinaria.

El Sacerdote bendice, también Dios bendice; per-dona y Dios perdona; reza y Dios atiende. He aquí alSacerdote, sin El no nos podemos salvar. SantoTomás de Aquino en sus escritos enseña: "la dignidaddel Sacerdote supera a la de los Ángeles".

Sacerdote, Tu eres el más grande de todos losde la tierra. Si Tú lo pudieras entender… Eres gran-de no cuando haces tus quehaceres y tu voluntadsino, cuando permaneces durante horas delante delTabernáculo hablando con Dios de todos los pecado-res y necesitados; cuando está en el Altar para cele-brar devotamente el mismo sacrificio del calvario quenos obtiene el perdón del Padre; cuando permane-ces en el confesionario para ayudar y absolver aaquellos que están encadenados por el pecado. Túhablarás dignamente a los hombres de Dios sola-mente después de haber hablado convenientementea Dios de los hombres. Tú eres siempre grande acada instante de tu vida. Eres siempre el mismoJesús que pasa, y Jesús siempre escucha, mira conamor, comprende y salva.

Sacerdote en Ti todo es sagrado. Tú, Sacerdoteeres el hombre sobrenatural. Tú eres un Dios terre-nal y sin embargo vives como si no lo fueras, es ver-dad, eres un hombre como los demás, con sus idén-ticas miserias, por el Amor y misericordia de Dioseres poderoso… ¿Lo has olvidado?.

Tú sabes muy bien como Jesús es misericordio-so, pero contigo en el juicio será muy exigente, por-que te ha constituido como Su representante. Te haescogido entre muchos, te ha enviado por el mundopara repetir Sus mismas palabras, y te ha confiado unencargo muy delicado. "Poneos pues en camino,haced discípulos en todos los pueblos y bautizadlospara consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,enseñándoles a poner en obra todo lo que Os hemandado" (Mt. 28,19-20). Pero para hacer lo queJesús ha ordenado, Tú primeramente tienes queponer en práctica lo que enseñas.

El amigo del Santo Cura de Ars, el venerablePadre Chevrier, decía a los teólogos que estaba for-mando para el Sacerdocio: "El Sacerdote tiene que serotro Cristo. Pensando en el pesebre tiene que serhumilde y pobre, y más será tal y más gloria dará aDios y será útil al prójimo: El tiene que ser un hombredespojado de todo. Al recordar el calvario tiene quepensar inmolarse a sí mismo para dar la vida. ElSacerdote tiene que ser un hombre crucificado.Pensando en el Tabernáculo tienen que acordarse quetiene que entregarse continuamente a sí mismo a losdemás, tienen que llegar a ser un buen pan para lasalmas: el Sacerdote tiene que ser un hombre comido".

En efecto, si el Sacerdote es otro Cristo, para vivirdignamente su sublime vocación, tiene que obrar yamar como lo ha echo Jesús. No hay alternativa a lacuestión: Con Jesús ó contra El. Debe preocuparse yentregarse con gran espíritu de servicio para servir alprójimo. Jesús antes de realizar dos extraordinariosmilagros - ordenar a Sacerdotes a los Apóstoles e ins-tituir la Eucaristía - lavó los pies a los doce. El Dioseterno, lava los pies a hombres rudos y sencillos."Después echó agua en un recipiente y comenzó alavar los pies de los discípulos y a secárselos con latoalla que llevaba en la cintura" (Jn.13, 5). Es paraquedar verdaderamente asombrados! Sin embargo,Jesús ha hecho un acto que acostumbraba a hacerun siervo. Entonces, el Sacerdote tiene que aprendera ser el primer siervo voluntario en llevar a los otrosayudas espirituales y materiales; deberá tener un cui-dado muy particular por los más débiles, desprecia-dos y rechazados por la sociedad. Deberá amar alos últimos, aquellos que la sociedad considerarechazo y desecho, inútiles e improductivos. Elmundo pervertido considera últimos a los enfermos, alos ancianos, a los drogados, a los pobres, a losenfermos terminales, a los encarcelados, a los margi-nados y a todos los que sufren en el cuerpo como enel espíritu. Pero, para Jesús los últimos son sus pre-dilectos, y les espera en el Cielo recompensas subli-mes felicidad y gozo, gloria eterna y la corona deltriunfo. Jesús mismo se hizo el último: nació, vivió ymurió como "último".

"Como Padres en Cristo, tengan cuidado de losfieles, los que han engendrado a través del bautismoy de la enseñanza", Decreta la "Lumen Gentium"(28).

Sacerdote, tus manos cada día están en la cunade Jesús; a través de esas manos Jesús cambia lasustancia del pan y del vino en Carne y Sangre; através de esas manos se recibe la absolución de lospecados más horrendos, son manos que liberan a lasalmas de las cadenas del pecado, alejan a todos losdemonios de ese cuerpo y derriban los vicios supli-cando misericordia.

Con razón, San Ambrosio decía que: "la dignidaddel Sacerdote difiere de aquella del Rey, como difiereel oro del plomo". Y es famosa aquella frase de SanFrancisco de Asís: "Si tuviese que ver a un Ángel delparaíso y a un Sacerdote, antes doblaría mi rodillaante el Sacerdote, luego al Ángel".

El sacerdote es único e importante, es más nece-sario que los jueces, los generales del ejército, losdiputados, los senadores, etc., porque el hombre en lasociedad no puede vivir sin religión, ni la religión sinsacerdotes. Cuando los sacerdotes ya no estuvierenpresentes para predicar la verdad, para proclamar losmandamientos de Dios, para conferir la gracia en lossacramentos, entonces será el triunfo de la anarquía,bien lo saben los enemigos del orden, y por eso com-baten al sacerdote y quieren suprimir su influencia.Monseñor de Segur, en su opúsculo "Los enemigos delos curas" refuta las objeciones levantadas contra lossacerdotes, aquí unos extractos; "hay en cada parro-quia un hombre que no tiene familia, pero es familia detodos", "a quien los mismos desconocidos llamanpadre", "un hombre que por su ordenación, es el con-solador de todas las penas del alma y del cuerpo".

El Sacerdote ha sido colocado por el Señorsobre la tierra para tratar en su lugar los interesesdivinos. ¡Qué confianza pone Dios en el Sacerdote!Ciertamente, también para quien ve en él la imagende Su Hijo, en cuanto que el Sacerdote está configu-rado a través de la Ordenación a Jesucristo únicoRedentor: ayer hoy y siempre.

De los muchos Sacerdotes Santos que viven ocul-tos, en el silencio, en la continua y dulce unión conJesús y la Virgen casi no se habla de ellos, mientrasque hacen noticia aquellos que se comportan comoJudas, que estaba con Jesús y al mismo tiempo lo trai-cionaba y preparaba su muerte. Hoy también Jesús estraicionado por nuevos Judas, pero hay que dejar aDios el juicio. A nosotros nos corresponde solamenteorar e invocar la infinita Misericordia de Dios.

Con respecto a los Santos Sacerdotes, es ver-dad, estos buenos Sacerdotes huyen de los aplau-sos, tienen un concepto muy bajo de sí mismos y noquieren que se hable de ellos, pero en realidad elmundo corrupto no quiere hablar de ellos porque sonejemplos, reprochan sus conciencias malvadas ypérfidas. Estos Sacerdotes son anacronísticos, estoes, considerados fuera de moda por el mundo corrup-to, porque este mundo inmoral quiere que elSacerdote siga la moda, y ya no a Jesucristo. ¿Seráposible que un Sacerdote siga la moda de estemundo y se considere Sacerdote de Jesucristo?.

El Sacerdocio es un misterio de la fe en cuantoque la razón no puede explicar lo que la Iglesia Madrey Maestra, nos trasmite a través de la SantaTradición. No es una profesión, no es una vocacióncualquiera, sino que la dignidad Sacerdotal es la pri-mera dignidad aquí en la tierra, porque el Sacerdotees realmente otro Cristo, y Socio de Cristo. En laordenación es dado al Sacerdote el poder de actuaren la persona de Cristo, y así continuar visiblementesobre la tierra su misma visión. "Gracias a la consa-gración realizada por el Espíritu Santo en la efusiónsacramental del Orden, la vida espiritual delSacerdote es plasmada, caracterizada por esas acti-tudes y comportamientos que son propios deJesucristo Cabeza y Pastor de la Iglesia que secompendia en su caridad pastoral", tomado de"Pastores dabo vobis" (12). Con razón, en el

El sacerdocio es un don extraordinario, no es unlujo. No es colocar a un hombre sobre el candeleropara que sea visto sino, para que se consuma por lasalvación de los hermanos. El sacerdocio es don quese recibe no para sí; para los demás. El que se reser-va el don para sí, se empobrece, más aún, corre elriesgo de perderlo, de deteriorarlo. El sacerdocio esdon que no se puede retener; puede venir la tentaciónde adherirse a los dones que Dios concede, como sifuesen privilegios personales, prerrogativas prove-chosas, situaciones para explotar. Se debe tenerclaro que el llamado al sacerdocio, precisamente envirtud de la voluntad de Dios que llama, se convierteen el hombre de Dios, para los demás.

El programa para el que acoge la voz y sigue alMaestro, es "darse". El don de sí es un arte que hayque aprender. El egoísmo innato del hombre lo llevaa replegarse sobre sí mismo, a complacerse. ElEspíritu Santo "urge" nuestra voluntad a la entrega ya la donación. No es suficiente hacer donación de laspropias fuerzas al Ministerio Sacerdotal que se reci-be; es preciso hacer donación de la propia vida y dela propia sangre. La vida y la sangre "se dan" por unideal. Es preciso tener en el corazón un fin mayor ymás válido que la propia vida para tener el coraje y laalegría de sacrificarse para dedicarse a la salvacióndel hombre -como ministro del anuncio y de la graciade los sacramentos- vale más que la vida. "Yo hevenido para dar mi vida por la redención de muchos:"El acto supremo de la donación de Cristo ha sido sumuerte. Muriendo no ha dado algo de sí mismo, sinoa sí mismo. Ha amado al hombre no sólo "haciendo yhablando", sino muriendo.

La vida del sacerdote es ir muriendo día a día atodo aquello que no es propio del don recibido deDios. No se puede decir: " ya llegué a la meta, ahoraa descansar y a vivir tranquilo". Eso sería ser traidordesde el primer día del sacerdocio. En el instante dela ordenación sacerdotal se comienza un camino deentrega total, de servicio y sin descanso dentro de laIglesia, con disponibilidad absoluta las veinticuatrohoras del día, y terminará cuando el Señor quiera lla-mar a Su presencia.

Jamás se busquen las cosas fáciles, huyendo delas difíciles, Aceptar en todo momento lo que elministerio sacerdotal pida, sin olvidar que la vidacomo la de Cristo, es cargar con la cruz hasta llegara la cima, sin miedo a que los demás no compren-dan, pues no se va a complacer a los hombres sino aDios. No se conforme la vida a los criterios delmundo, vengan de quien vengan, pues aquellos quepiensan con el mundo nunca comprenderán que tuvida es renuncia, el sacerdocio es mostrar a los jóve-nes, de una manera particular, a Cristo, como lo hizoMaría en las Bodas de Caná: "haced lo que él osdiga" Así no seguirán al hombre, sino a Cristo. Noolvides tampoco "que nadie da lo que no tiene". Si entu vida no está Cristo, ¿cómo puedes darlo a losdemás?

Si se vive esto no tengas miedo, camina conserenidad y tu vida será alegría y paz. Serás feliz.Nunca lleves una doble vida, pues tu vida será "uninfierno", aunque no lo demuestres y quieras callar lavoz de tu conciencia. Si eres fiel serás feliz. "No ten-gas miedo que contigo estoy yo parasalvarte..."(Jeremías 1,8). Estas palabras que elSeñor dirige a Jeremías, cuando lo llama a ser su pro-feta, las dirige a quien recibe la ordenación sacerdo-tal, son palabras que deben llenar de confianza puesel Señor que llama , estará siempre a tu lado y nada,ni nadie podrá destruirte, pues él será tu fuerza y tualegría.

Recordar que se ha recorrido desde que comen-zó la andadura por los caminos del Señor, para serdefinitivamente de El, camino largo y difícil. La Iglesiano quiere sacerdotes "a medias" tampoco el Señor.Es tiempo de vivir plenamente el sacerdocio comoJesús y la Iglesia nos lo pide. No olvides que no "fuis-te tú quien eligió al Señor, sino que El te eligió a ti".Por eso siempre serás fiel por la confianza que Eldepositó en ti.

Seguir a Cristo, cuando él llama, como sacerdotesupone una gran alegría, lástima que muchos loentiendan de una forma equivocada y piensen queser sacerdote supone subir de estatus social y, queser sacerdote es tener la vida asegurada económica-mente. Ser sacerdote es ser el último, el servidor detodos, de ricos y pobres, sanos y enfermos. Y sobretodo de aquellos que más lo necesiten.

SACERDOTE PARA LA ETERNIDAD


II PARTEpor A. A.

El sacerdocio es un don extraordinario, pero no esun lujo. No te coloca sobre el candelero para queseas visto, sino para que te consumas por la salva-ción de los hermanos. El sacerdocio es don que serecibe, no para sí; para los demás. El que se reservael don para sí, se empobrece. Más aún, corre el ries-go de perderlo, de deteriorarlo. El sacerdocio es donque no se puede retener.

Ecuador fue la primera nación que se consa-gró oficialmente al Sagrado Corazón de Jesús el25-3-1874, y el 6-8-1892 al Inmaculado Corazónde María.

En la solemne consagración de 1874, leídapor el máximo representante de la Iglesia,Arzobispo Checa y Barba, y a continuación por elPresidente de la nación Gabriel García Moreno,se sellaba un pacto irrevocable: "Postrados antevuestra divina presencia, todos los poderes públi-cos de la Iglesia y del Estado os ofrecemos yconsagramos desde hoy para siempre laRepública del Ecuador como cosa y posesiónexclusiva vuestra". Pacto rubricado con la sangredel Presidente, asesinado el 6-8-1875, primerviernes, en el mismo templo de la consagración yel mismo día que el había anotado en su diarioespiritual: "Señor, Jesús, indicadme lo que debohacer hoy por vuestro amor". También en elmismo templo, el jueves santo de 1877 moríaenvenenado el Arzobispo.

A la muerte de García Moreno fue elegido unliberal moderado, Antonio Barrero, pero se suble-vo el general Veintimilla, liberal radical, quien fuevencido en 1883. Hubo un periodo legal modera-do hasta 1895 en que se sublevo el general EloyAlfaro, liberal radical, que llevaba 20 años toman-do parte en revoluciones. Fue dictador del 1895al 1901 y del 1906 al 1911 gracias a otra subleva-ción; finalmente se volvió a sublevar contra susucesor en 1911, pero fue vencido y linchado en1912. Del 1901 al 1905 gobernó el generalLeonidas Plaza, compañero del anterior, que volvióa ocupar el poder en 1912-16 por otra subleva-ción... y continuaron las incontables sublevaciones.

En 1895 Alfaro prometía a León XIII conservarla buena armonía con el Vaticano, pero ya al añosiguiente prescinde del Concordato, "padrón deinfamia". Expulsa a los jesuitas de la región ama-zónica, donde habían fundado 152 poblaciones.Prohíbe el establecimiento de nuevas congrega-ciones religiosas en el país.

En 1900 el Congreso decreta la secularizaciónde los conventos. Restringe la libertad de ense-ñanza, los colegios no pueden examinar; en lasescuelas estatales se suprime la enseñanza de lareligión. Se deroga el decreto de la ConsagraciónNacional al Sagrado Corazón de Jesús.

En 1901 el gobierno incauta parte del ColegioSan Gabriel, de los jesuitas. Al año siguiente,Plaza instaura el matrimonio civil y el divorcio. En1904 se prohíben los noviciados, y se priva a losinstitutos religiosos de sus bienes, la consigna es:"Independizados de España, independicémonosde Roma". En 1906 Alfaro llega a la rotura total conla Iglesia. Prohíbe a Monseñor Riera, consagradoObispo de Portoviejo, entrar en su diócesis. La per-secución constante fuerza que el número de alum-nos del Colegio de San Gabriel se vaya reducien-do de 400 a 150; pero no contentos con eso, estaya preparado el decreto de expulsión de los jesui-tas del colegio que regentaban desde 1862, y erauno de los pocos colegios católicos que quedaban.(La técnica infernal de siempre: que los jóvenes noreciban una enseñanza y formación católica, comola mejor manera de descristianizar el país.)

Intervención de la VirgenLa Virgen escogió el mismo colegio dedicado a

uno de sus Arcángeles, San Gabriel.

El local fue el comedor de los internos, la ima-gen, una lámina de color de (52x40 cm de ancho),del Corazón Doloroso de María (la Dolorosa con elCorazón traspasado por siete espadas), impresaen Francia.

La hora: las ocho de la noche del 20 de abril de1906, viernes de Pascua.

Los protagonistas: 35 alumnos internos, entrelos 11 y 17 años, procedentes de todas las comar-cas del Ecuador; el Padre prefecto, AndrésRoesch, francés, el hermano coadjutor inspector,Luís Alberdi, español, y tres empleados. (Era elrector del colegio el Padre Andrés Machado deCuenca - Ecuador-, luego Obispo de Guayaquil.)

Los chicos charlan a voz en cuello. En frentedel cuadro de la Dolorosa tres niños de 11 años,que el jueves santo de la semana anterior hanhecho la primera comunión: Jaime Chávez, CarlosHerrmann y Pedro Donoso. A Donoso le llama elpadre prefecto. Herrmann sigue con Chávez,mirando a la Virgen, cuando..:

"Acabamos de tomar el café, y vino elHermano Alberdi y nos contó el terremoto deCalifornia, y nos pusimos a hablar de la Virgen. Yodije que las siete espadas eran clavadas por nues-tros pecados; y la vi, y mueve los párpados; y yocreía que era imaginación mía; vio después el otroy me dijo: "Ve a la Virgen", y contemplamos.Viendo que seguía nos hincamos, rezamos unpadrenuestro y un avemaría. Estábamos viendoque seguía; yo le llame a Pedro Donoso: "Ven yverás esta cosa chusca"; tres veces le llamé;movía los ojos, el izquierdo y después el derecho;la primera vez movía poco más ligero; después derepetir dos o tres veces cerraba ambos".

El prefecto, P. Roesch, declara a su vez: "Congran empeño vino otro muchacho a instarme a quefuera a ver lo que sucedía. En un principio rechacéal que me llamaba diciendo que se dejara de dis-parates, porque me parecía ilusión de los niños;pero al fin, instado y llamado por todos los queestaban presenciando el prodigio, me dirigí a lamesa que se encuentra más cerca de la imagen,con la resolución formada de desvanecer la idea.Me cercioré con mucho empeño que las lámparaseléctricas no se movían, o si algún rayo se refleja-ba en la efigie; nada de esto aparecía.

Puesto en frente de la imagen rodeado de losniños, clavé en ella los ojos, sin pestañear, y notéque cerraba la Virgen Santísima los párpados conlentitud; pero no creyendo aún que fuera cierto, meaparte del lugar; viendo lo cual el Hermano Alberdi,que se hallaba mas cerca que yo, me dijo, extraña-do de lo que hacía: "Pero padre, si esto es un pro-digio, si esto es un prodigio"... Volví de nuevo alpuesto que ocupaba al principio; entonces sentícomo un frío que me helaba el cuerpo, viendo, sin

poder dudar, que la imagen cerraba efectivamen-te y abría los ojos. Cuando esto sucedía todos losniños que presenciaban el hecho clamaban auna sola voz: "Ahora cierra; ahora abre; ahora elizquierdo. El hecho se repitió varias veces y durócomo quince minutos poco más o menos. Cesócuando viendo que ya era muy tarde para la ora-ción de la noche, y temiendo siempre llamardemasiado la atención, di para los alumnos laseñal de retirarse; lo cual hicieron ellos muy apesar suyo, pues querían arrodillarse y rezar;rehusé toda manifestación ruidosa por no alboro-tar, pues me parecía que si el hecho era maravi-lloso no faltaban testigos para comprobarlo. Enun principio sí creí que era ilusión, y después dehaber visto me retiré sin dar crédito todavía; ins-tado de nuevo por el Hermano, regresé, y meconstó el parpadeo con tanta claridad, que medió la sensación de escalofrió, y permanezco enesta convicción".

Comprobación de los testimoniosPues eso hizo la autoridad eclesiástica, y con

todo el rigor del "abogado del diablo". Siete díasdespués del suceso inició el proceso canónico,nombró una junta de nueve teólogos, sin partici-pación de ningún jesuita, una comisión de cientí-ficos y otra de médicos. Ellos tomarían declara-ción minuciosa a cada uno de los 40 testigos, y

bajo juramento.

Resolución Pastoral"1. El hecho, verificado el 20 de abril en el

Colegio de los Padres Jesuitas, esta comprobadocomo históricamente cierto. 2. Este hecho, en lascircunstancias en que acaeció, no puede explicar-se por las leyes naturales. 3. Este hecho, por losantecedentes y consecuencias, no puede atribuir-se a influjo diabólico. Por tanto, puede creerse confe puramente humana; y por lo mismo puede pres-tarse a la imagen que lo ha ocasionado el cultopúblico permitido por la Iglesia, y acudir a. ella conespecial confianza. Dado en el Palacio Arzobispalel 31 de mayo de 1906". La autoridad eclesiásticaautentifico oficialmente la imagen el 10 de junio.

El mismo 31 de mayo el Vicario Capitulartuvo una exhortación a los fieles:

"El acontecimiento de que tratamos, decía, seha presentado con tantos y tan serios motivos decredibilidad racional que aun que se puede dejarde creerlo sin pecado, parece que difícilmente sepuede no aceptarlo sin faltar a las normas de lamas rigurosa criteriología".

Y comentaba: " No es posible pasar en silencioalgunas circunstancias. Lo presencian jóvenes queempiezan a vivir en un mundo empeñado en negarlo sobrenatural y precisamente cuando se hacenesfuerzos para arrancar del corazón de la juventudtodos los elementos de la fe".

"Por otra parte el fenómeno portentoso es pro-ducido por una sencilla y piadosa imagen de laVirgen de los Dolores, advocación favorita para losecuatorianos, y que sobre todo en tiempo de cala-midades atrae la devoción y simpatías de todocorazón creyente. Dios ha querido patentizar queno es inútil, sino que es oída hasta materialmenteaquella suplica con que tantas veces interesamosal Corazón de Maria diciéndole: "Vuelve a nosotrosesos tus ojos llenos de misericordia". Los ha dirigi-do en efecto, llorosos, tiernos; se ha mostradoMadre, porque las madres poseen este secreto decomunicarse con la mirada, de hablar con los ojosa sus hijos, de enseñarles, de alentarles, de recon-venirles, con una sola mirada. ¿Será mirada deafecto o de presagios tristes la que María ha dirigi-do a nuestros jóvenes?".

Editado por U.M.P.

LALA DOLOROSADOLOROSA DE QUITDE QUITOO-REINA DEL ECUADOR--REINA DEL ECUADOR-


Vamos a relatar un hecho prodigioso ocurrido el 20 de abril de 1906 en la capital del Ecuador, y el cual la autoridad eclesiástica, tras minuciosoexamen, declaró como Milagro. Pero antes, para comprenderlo mejor, recordemos las circunstancias históricas.

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