SEGUNDO NIVELQUINTA HABITACIÓN

Beatitud sin miedo

La beatitud se define como un estado de paz, de felicidad, de tranquilidad.

Imagina que no tienes miedo a la vida; que eres libre de todas tus preocupaciones respecto a tu supervivencia. Imagina que estas satisfecho con tu vida.

Imagina que tienes la valentía de vivir tu vida de forma plena, dejando a un lado las necesidades y las heridas, las humillaciones y aprovechando el poder y la energía de tu creatividad.

Imagina que tienes el coraje de arriesgarte, de jugar la carta más difícil, de ser la persona que invierte en lo desconocido y sale ganando.

Estas son descripciones de beatitud sin miedo, un estado de conciencia que se alcanza de manera gradual cuando uno se deshace del miedo a cómo puede cambiarle la vida si entra en una relación intima con su alma.

Una vida profundamente activa con el alma no supone el fin de la vida física normal.

Al desprendernos del miedo, ganamos beatitud, no perfección ni acabar con los problemas, conflictos o dificultades, porque esas cosas forman parte de la vida.

Pero incluso en medio de todos los problemas que conforman la vida, es posible conocer la beatitud, es posible vivir sin miedo.

Trabajo para el alma:

¿Qué es la beatitud par ti?

(pausa)

Cuando te imaginas a ti mismo como una persona sin miedo ¿cómo cambia este pensamiento la perspectiva de tu vida?

(pausa)

Examina el poder que tiene sobre ti el miedo de la supervivencia ¿tienes miedo incluso de la beatitud y tal vez piensas que no sirve para nada?

(pausa)

¿Te da miedo descubrir las muchas limitaciones que te has impuesto a ti mismo? Haz una lista de esas limitaciones, platica con tu alma al respecto y anota los resultados en tu cuaderno:

Limitaciones emocionales:

Limitaciones intelectuales o mentales:

Limitaciones físicas:

Limitaciones sexuales:

Limitaciones creativas y espirituales:

(pausa)

Ahora subraya las que te parezcan más importantes en este momento de tu vida y… ¡SUELTALAS! Sencillamente, suéltalas

(pausa)

A partir de aquí, tú eres el único que se limita a sí mismo.

Si consideras que aún queda trabajo por hacer, regresa a esta habitación las veces que consideres necesario hasta que el pensamiento de que tengas algo que te limita lo hayas soltado.

Ponte de pié y da las gracias a tu alma por sus maravillosas revelaciones, repitiéndote a ti mismo que tu vida es fantástica, libre de obstáculos y limitaciones.

Sal al patio de tu castillo y de ahí vas a la puerta de salida:

Soy un canal para la graciaAl abandonar mi castilloLa gracia me rodea y me protegeEntro en mi vida

Con la bendición de DiosY permanezco abiertoA los consejosQue pueda darme mi alma