Nietzsche vs Kant

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Serie: Pensamiento (CXXII) Nietzsche vs. Kant Andrea Díaz Genis Se suele decir que para entender una filosofía, es preciso por lo menos llegar a comprender cuáles son los interlocutores a los que su interlocutor hace alusión o se opone, y en tal sentido son reiteradas las veces que, en su obra, Friedrich Nietzsche se refiere a las concepciones de Immanuel Kant. Lo hace sobre todo para oponerse a ellas, apuntando a las "Críticas" y alcanzando tanto a la teoría del conocimiento como a la postura ética y la postura estética de Kant. Consideraremos aquí el Kant de Nietzsche, figura que por cierto es resultado de una interpretación, de una perspectiva que "da mucho que pensar". No es un tema menor analizar tal oposición, puesto que gran parte de la filosofía contemporánea es deudora de estos filósofos. Diríamos que los continuadores de Kant hoy día, como por ejemplo la ética comunicativa de Apel-Habermas, pretenden mantenerse dentro de los parámetros de la Ilustración, mientras que los seguidores de Nietzsche se nos presentan como "posmodernos" o "postilustrados", como es el caso de Gianni Váttimo con su pensiero débole, Michel Foucault, o Gilles Deleuze, por mencionar sólo algunos. LEJANIAS Se presume, al parecer con cierto fundamento, que Nietzsche no leyó directamente los textos de Kant, y que los conoce a través de sus intérpretes, principalmente Arthur Schopenhauer y Friedrich Albert Lange (como también Gustav Teichmuller, Otto Leibman, Kuno Fischer). Sin embargo, hasta intentó hacer una tesis sobre Kant sobre el tema "El concepto de lo orgánico a partir de Kant", influido por la lectura del Kant de Fischer. Pueden ser muchos los motivos de esta carencia de lectura directa, no especularemos sobre eso ahora. La cuestión es que Nietzsche pone a Kant ante sí como a uno de sus rivales fundamentales, porque es conciente de la importancia y la

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Filosofía Ensayo

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Serie: Pensamiento (CXXII)

Serie: Pensamiento (CXXII)

Nietzsche vs. KantAndrea Daz Genis Se suele decir que para entender una filosofa, es preciso por lo menos llegar a comprender cules son los interlocutores a los que su interlocutor hace alusin o se opone, y en tal sentido son reiteradas las veces que, en su obra, Friedrich Nietzsche se refiere a las concepciones de Immanuel Kant. Lo hace sobre todo para oponerse a ellas, apuntando a las "Crticas" y alcanzando tanto a la teora del conocimiento como a la postura tica y la postura esttica de Kant.Consideraremos aqu el Kant de Nietzsche, figura que por cierto es resultado de una interpretacin, de una perspectiva que "da mucho que pensar". No es un tema menor analizar tal oposicin, puesto que gran parte de la filosofa contempornea es deudora de estos filsofos. Diramos que los continuadores de Kant hoy da, como por ejemplo la tica comunicativa de Apel-Habermas, pretenden mantenerse dentro de los parmetros de la Ilustracin, mientras que los seguidores de Nietzsche se nos presentan como "posmodernos" o "postilustrados", como es el caso de Gianni Vttimo con su pensiero dbole, Michel Foucault, o Gilles Deleuze, por mencionar slo algunos.

LEJANIAS

Se presume, al parecer con cierto fundamento, que Nietzsche no ley directamente los textos de Kant, y que los conoce a travs de sus intrpretes, principalmente Arthur Schopenhauer y Friedrich Albert Lange (como tambin Gustav Teichmuller, Otto Leibman, Kuno Fischer). Sin embargo, hasta intent hacer una tesis sobre Kant sobre el tema "El concepto de lo orgnico a partir de Kant", influido por la lectura del Kant de Fischer.

Pueden ser muchos los motivos de esta carencia de lectura directa, no especularemos sobre eso ahora. La cuestin es que Nietzsche pone a Kant ante s como a uno de sus rivales fundamentales, porque es conciente de la importancia y la influencia de su pensamiento en la filosofa alemana. Y lejos de pensarlo como un mal menor, le parece muy peligroso: lo cierto es que Kant es peligroso para Nietzsche y Nietzsche para Kant. Nietzsche "detesta" a Kant (aunque a veces muestre ciertos atisbos, siempre muy contradictorios, de admiracin por l), y gran parte de su obra se construye en oposicin a este filsofo.

Autores como, por ejemplo, el espaol Jess Conill, quieren acercar a Kant y Nietzsche, en el entendido de que ambas filosofas constituyen los dos grandes paradigmas de la filosofa crtica. En este sentido, dice Conill que Nietzsche lleva hasta el lmite la crtica kantiana, para preguntarse no solo por los lmites de la razn formal, sino tambin por las condiciones reales y valorativas que hacen posible interpretar al mundo como perspectiva, y hacerlo accesible a una razn corporal y hermenutica (Conill, 1997: 20). Pero lo que ocurre es exactamente lo contrario: la crtica nietzscheana podra entenderse, lo dice Deleuze, como una "crtica a la razn impura", y no se trata de que Nietzsche "ample" el criticismo kantiano, dando cuenta de lo "otro de la razn", sino que lo desborda. En Nietzsche el "timn" de la crtica es genealgico y apunta a ser una critica histrica del valor a partir de su procedencia , y a partir de una serie de criterios que valoran el valor, en tanto estimulen o no la voluntad de poder, la afirmacin de la vida entendida como voluntad de poder, ltimo y primer criterio desde el cual se asume la crtica total, que pasa por ser una crtica a la misma voluntad de verdad (a travs de la "mxima prueba", que es la prueba del eterno retorno).

Dice Nietzsche: "La falsedad de un juicio no es para nosotros ya una objecin contra l(...).La cuestin es saber hasta qu punto favorece la vida, conserva la vida(...) y nosotros estamos inclinados por principio a afirmar que los juicios ms falsos (de ellos forman parte los juicios sintticos a priori) son los ms imprescindibles para nosotros, que el hombre no podra vivir si no admitiese las ficciones lgicas, si no midiese la realidad con el metro del mundo puramente inventado de lo incondicionado(...). Admitir la no-verdad es condicin de la vida: esto significa, desde luego, enfrentarse de un modo peligroso a los sentimientos de valores habituales; y una filosofa que osa hacer esto, se coloca, ya solo con ello, ms all del bien y del mal" (Nietzsche, Ms all del bien y del mal: 25-26).

Estaramos totalmente de acuerdo con Gilles Deleuze y con Olivier Reboul (Deleuze, 1971, y Reboul, 1993) en que la crtica nietzscheana, lejos de acercarlo a Kant, le permite superarlo totalmente. Kant es el primer filsofo que entiende la exigencia de que la crtica ha de ser total ("no se le debe escapar nada"), en tanto que es crtica, y se vale para ello de la razn, pero ese es su lmite. Para Nietzsche, en cambio, el criterio fundamental para la crtica no es racional; su crtica "total" no parte de la razn, sino que devela las fuentes mismas de ese valor de lo racional, que en el marco de la ilustracin permanece incuestionado. Es capaz de ver, como dice M. Foucault, que a travs de la voluntad de saber, que tanto marc Occidente, hay una voluntad de poder, o una voluntad de poder-saber o de saber-poder.

El pensamiento en Nietzsche supera la esfera de lo racional, no la complementa. Su pensamiento deja de ser una ratio, para estar al servicio de la vida, y la vida deja de ser una simple reaccin para pasar a ser accin, voluntad de afirmacin, voluntad de poder. El poder sera el elemento gentico y diferencial de la voluntad (Deleuze:121) y por ello la voluntad de poder sera fundamentalmente creadora. Es el querer lo que libera en Nietzsche, y no el deber, sustentado en la razn. Segn Nietzsche, filosofa y crtica son la misma cosa, y Kant nos ha hecho perder la crtica y por lo tanto la filosofa. Y esto Nietzsche no solo se lo dice a Kant, sino a toda la descendencia, desde Hegel hasta Feuerbach.

POR EL PODERQuin ha de conducir la crtica entonces? No es la Razn, no es el Espritu. La crtica kantiana no ha sabido encontrar la instancia realmente activa de la crtica para Nietzsche; no ha sido capaz de conducirla hasta su lmite, que implica la crtica a la misma razn que la conduce. No ha sabido hacer una crtica a las fuerzas reactivas que se expresan en el hombre, en su razn, su moral y su religin. Para Deleuze es Nietzsche, y no Kant, el gran filsofo crtico.

Kant denuncia la ilusin que proviene de la propia razn, la de un saber que se presenta como absoluto. Quiere fundar la verdadera ciencia, la verdadera moral, pero no pone en duda a la propia verdad en un sentido racional.

Para Nietzsche, de lo que se trata es sentar la crtica sobre su verdadera base. En ese sentido, la relacin de Kant con Nietzsche es anloga a la de Marx con Hegel (aunque sus resultados no lo acercan para nada a Marx). La importancia de los juicios sintticos a priori, para Nietzsche, no tienen que ver con su verdad (como mencionaba el autor al que nos referimos en el texto antes citado). Lo importante es que sean necesarios desde una ptica perpectivista de la vida. La verdad es para Nietzsche una ilusin que se ha olvidado que lo es, es una perspectiva, la perspectiva es una forma de interpretacin y la interpretacin es una forma de la voluntad de poder. La fuerza del poder del conocimiento debe ser entendida hermenuticamente; est en la capacidad que tiene de "someternos" a su punto de vista o a su ngulo.

Dice Nietzsche: "La voluntad de verdad, que todava nos seducir a correr ms de un riesgo, esa famosa veracidad de la que todos los filsofos han hablado hasta ahora con veneracin : qu preguntas nos ha propuesto ya esa voluntad de verdad!(...) Quin es propiamente aqu el que nos hace preguntas? Qu cosa existente en nosotros es lo que aspira propiamente a la "verdad"? (...) Suponiendo que nosotros queramos la verdad: por qu no, ms bien, la no-verdad? Y la incertidumbre? Y aun la ignorancia?" (Nietzsche, Ms all del bien...:22). Para qu agregar ms? Esta es, en definitiva, la gran crtica a la crtica y a todas las crticas que se mantengan dentro del proyecto de la razn ilustrada.

Para Nietzsche, Kant no es un verdadero filsofo, sino un "trabajador de la filosofa", como aquellos que se contentan con hacer un inventario de los valores en curso, lo contrario de los filsofos del futuro, que son los verdaderos legisladores, los creadores de valores, aquellos que son capaces de ver la voluntad de verdad como lo que es, voluntad de poder. Para Kant, efectivamente, lo que legisla es la razn, el buen uso de las facultades. Somos legisladores siempre y cuando obedecemos a la razn, pero Nietzsche va ms all, y se pregunta a qu obedecemos cuando obedecemos a la razn. Qu se esconde detrs de esa "fuerza"? Y cuestiona el hecho de obedecer. Por qu obedecer, cuando lo valioso es precisamente mandar? Cuando dejamos de obedecer al Estado, a Dios, a nuestros padres, aparece la razn para convencernos de ser dciles. La gran crtica nietzschena a Kant es principalmente moral, porque detrs de toda filosofa hay una moral, y detrs de una moralidad est la persona del filsofo, su personalidad, una "semitica de los afectos".Incluso prescindiendo del valor de afirmaciones tales como "dentro de nosotros hay un imperativo categrico", siempre es posible preguntar todava: una afirmacin as, qu dice acerca de quin la hace? "Hay morales que deben justificar a su autor delante de otros (...); otros, acaso precisamente tambin Kant, dan a entender con su moral: lo que en m es respetable es el hecho de que yo pueda obedecer, -y en vosotros las cosas no deben ser diferentes que en m!`- en una palabra, las morales no son ms que una semitica de losafectos" (Ms all...:,126)

Lo que es respetable para Kant, lo que es "valioso" para nuestro autor (debido quizs a su educacin cristiano- pietista), es obedecer y nos pide que todos hagamos lo mismo. Lo que realmente le importa a Nietzsche a la hora de sopesar el valor es, como manifiesta en La Genealoga de la moral: (...)en qu condiciones invent el hombre esos juicios de valor que son las palabras bueno y malvado? y qu valor tienen ellos mismos? Han frenado o han estimulado hasta ahora el desarrollo humano? Son un signo de indigencia, de empobrecimiento, de degeneracin de la vida? O, por el contrario, en ellos se manifiestan la plenitud, la fuerza, la voluntad de la vida, su valor, su confianza, su futuro?"(: 24).

Estas son las preguntas claves de la Genealoga nietzscheana: en qu condiciones se crearon esos juicios? Qu valor tienen? Han favorecido el desarrollo humano? Son seales de escasez o por el contrario de fuerza, valor, etc.? Estas ltimas preguntas, por supuesto, nos develan que la forma en que juzgar el filsofo el valor; tienen que ver con toda una concepcin acerca de las cualidades "valiosas". Estas son las verdaderas preguntas de una crtica de la moral, de una estimacin del valor, que deben ir, para Nietzsche, en el sentido de la fuerza, de la afirmacin de la vida (amor fati), de la voluntad de poder.

El criterio final de valoracin parece ser, en ltimo sentido fisiolgico; pero aunque tenga expresiones "fisiolgicas", es moral tambin (una moral fisiolgica, o una fisiologa moral, o mejor aun una especie de medicina moral o una moral mdica). Se resalta el valor de la fuerza sobre la debilidad; de la salud sobre la enfermedad (no entendemos aqu la salud fsica, sino la voluntad de poder, la "gran salud"); de lo fuerte sobre lo dbil; de lo activo sobre lo pasivo o reactivo.

La moral de Kant es reactiva y est en el marco del ideal asctico. Esto significa, entre otras cosas, que es una moral cristiana. Una moral decadente, que esconde una profunda negacin a la vida, al placer, al cuerpo, a la fuerza, a la vitalidad. Lo que en esta moral aparece bajo el signo de "lo bueno" es en realidad lo malo; implica una "transvaloracin" a travs de la cual lo bueno se trastoc y se torn malvado en la historia, y lo malo, bueno; es decir, el triunfo del ideal asctico en el contexto judeocristiano. Lo bueno, lo "valioso" para Nietzsche son precisamente los ideales perpetuados por el hroe homrico (pre-socrtico) o latino, que tienen que ver con la fuerza, la vitalidad, el orgullo, el ideal dionisaco que integra y no separa, que afirma la vida como voluntad de poder (ver La Genealoga de la Moral y El Anticristo). En el fondo, todo lo que la moral de tipo judeocristiana trata de fundamentar -de la que Kant forma parte-, va en contra de la fuerza y busca consuelo en un ms all ideal que puede entenderse como una forma de nihilismo pasivo y decadente.

Contra Kant como moralistaDice Nietzsche en un texto en que sintetiza, a nuestro entender, su crtica a la tica kantiana, ms especficamente a su imperativo categrico: Una palabra todava contra Kant como moralista. Una virtud tiene que ser invencin nuestra, personalsima defensa y necesidad nuestra: en todo otro sentido es meramente un peligro. Lo que no es condicin de nuestra vida la daa: una virtud practicada meramente por un concepto de "virtud", tal como Kant lo quera, es daosa. La "virtud", el "deber", el "bien en s", el bien entendido con un carcter de impersonalidad y de validez universal -ficciones cerebrales en que se expresan la decadencia, el agotamiento ltimo de las fuerzas de la vida, la chinera konisberguense. Lo contrario es lo que ordenan las leyes ms profundas de la conservacin y el crecimiento: que cada uno se invente su virtud, su imperativo categrico. Un pueblo perece cuando confunde su deber con el concepto de deber en general. Nada arruina ms profunda, ms ntimamente que los deberes "impersonales", que los sacrificos hechos al Moloch de la abstraccin.- Qu la gente no haya sentido como peligroso para la vida el imperativo categrico de Kant!...El instinto propio de los telogos fue el nico que tom bajo su proteccin! - Una accin que el instinto de la vida nos compele a realizar tiene en el placer su prueba de ser una accin correcta: y aquel nihilista de vsceras dogmtico-cristianas entendi al placer como una objecin...Qu destruye ms rpidamente que trabajar, pensar, sentir, sin necesidad interna, sin una eleccin profundamente personal, sin placer? Como un autmata del "deber"? Esta es precisamente la receta de la decadencia, del idiotismo... Kant se volvi idiota. (El Anticristo: 40-41; cursivas del autor).

Qu quiere decir esto de que Kant es un idiota? Nietzsche tambin lo dice de Jesucristo. Entre otras cosas, volverse idiota quiere decir volverse cristiano. Pero en realidad el adjetivo aparentemente descalificador, usado tanto para Cristo como para Kant, es ambiguo, pues hace alusin al Idiota de Dostoiewski (lectura que haba hecho Nietzsche en los momentos en que escribi El Anticristo). Y significa cosas contradictorias, como que alguien es genial pero torpe, alguien que est por encima de todos, pero tambin por debajo, alguien genuino, soberbio, pero intil, etc. Eso es Kant para Nietzsche. Y no termina aqu su crtica personal (como todo lo que asume Nietzsche) a Kant: "El instinto que yerra en todas y cada una de las cosas, la contranaturaleza como instinto, la dcadence alemana como filosofa-eso es Kant!"(:41)

Kant pertenece a la "raza de telogos" en la cual han mamado la mayora de los filsofos alemanes. No es filosofa lo que crean; en el fondo es teologa, porque no hacen ms que afirmar los ideales de la decadencia judeocristiana, que pretenden afirmar un sobremundo "ms valioso" que este que tenemos.

Dejando de lado las "des-calificaciones", el texto del Anticristo no tiene desperdicio, y contiene en una forma hiperconcentrada lo que nos parece lo central de la crtica nietzscheana a la moral kantiana, ms especficamente a su "imperativo categrico".

En su Metafsica de las Costumbres (1977), Kant defiende la posicin de que lo moral debe surgir por deber, es decir, con fundamento racional, y no por inclinacin. La ley moral, para valer moralmente debe llevar consigo una necesidad absoluta, y esta solo puede ser dada a priori, exclusivamente en conceptos de la razn pura. La accin moral debe ser hecha por deber, y no por el propsito que en ella se quiere realizar, sino por la mxima a travs de la cual ha sido resuelta. Obedecer al deber y no a la inclinacin implica someterse al imperativo categrico. Veamos lo que dicta el imperativo categrico, en una de sus formulaciones: "obra slo segn una mxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal" (Kant, 1977:78). Se trata de que la mxima, es decir, el principio subjetivo de la voluntad, se convierte en principio objetivo, o sea en regla prctica, principio vlido para todo ser racional. Actuar como si la mxima de tu obrar pueda, por tu voluntad, convertirse en ley universal de la naturaleza.

La posicin de Nietzsche pretende ser opuesta al imperativo categrico: "la virtud", "el bien", "el deber"(como resultados de la aplicacin del imperativo categrico) son ficciones cerebrales que dan muestra del agotamiento de la voluntad. Son formas de nihilismo pasivo. Trasmundos inventados, que ocultan la debilidad del poder, y el instinto de rebao que busca y prioriza, en su conducta, "obedecer". En el Zaratustra "De las alegras y de las pasiones", Nietzsche dice: "Este es mi bien, y eso es lo que yo amo, as me agrada del todo, nicamente as quiero yo el bien.

No lo quiero como ley de un Dios, no lo quiero como precepto y forzosidad de los hombres: no es para m una gua hacia las super-tierras y hacia parasos"(: 67, las cursivas no son nuestras).

Este es mi bien, mi virtud, esto es lo que quiero para m y sobre todo para mi placer. Porque es el placer el quiere la eternidad, en Nietzsche solo el placer quiere el retorno. No por deber, sino por placer. No por obediencia a una ley universal e impersonal, sino personalisima, y que ni siquiera tengo necesidad de nombrar (puedo "balbucear" mi virtud, tengo derecho). Lo importante es que es bueno, porque lo amo; y no es la razn de todos, sino mi razn. Porque nada arruina ms profundamente, ms ntimamente que los deberes impersonales, que los sacrificios hechos en virtud de la abstraccin. En oposicin total a Kant, Nietzsche dice: lo que verdaderamente importa es lo personal y no otra cosa. Lo que importa es lo que amo. Es la total coincidencia entre existencia y valor, y esto es lo que muestra la idea del eterno retorno de lo mismo. Esta, y no el imperativo categrico, es la gran prueba del valor. Hay un dilogo posible entre estas dos ideas, que marca la diferencia profunda entre el pensamiento tico de Nietzsche y el de Kant, y a ello nos referiremos en lo que sigue.

ETERNO RETORNO VERSUS IMPERATIVO CATEGORICOGianni Vttimo hace referencia al hecho de cmo se ha querido ver al eterno retorno nietzscheano como una "nueva formulacin" del imperativo categrico kantiano: "Cul es el problema que plantea el fragmento de La Gaya Ciencia? No es el que ha menudo se ha querido ver, el de entender el eterno retorno como un posible criterio moral de tipo kantiano, una especie de nueva formulacin del imperativo categrico. Adems, la conclusin del aforismo es muy explcita en este punto: no se trata de actuar de tal modo que se quiera que una accin determinada se repita eternamente (como actuaba el hombre moral kantiano, de modo de querer que la mxima de su obrar pudiese convertirse en principio de una legislacin universal)"(1998:186).

El aforismo al que hace referencia Vttimo es el 341 de La Gaya Ciencia, donde aparece por primera vez anunciada la idea del eterno retorno de lo mismo. All vemos un dilogo implcito con el imperativo categrico kantiano, que nos muestra la clave de la diferencia rotunda entre ambas ideas. Vamos a citar simplemente la ltima parte de dicho texto, que muestra lo que estamos diciendo:

"Si aquel pensamiento cobrase poder sobre ti, transformara al que ahora eres y quizs te despedazara; la pregunta "quieres esto una vez ms, e incontables veces ms?", referida a todo y a todos, gravitara sobre tu actuar como el peso ms abrumador! Pues cmo podras llegar a ver la vida, y a ti mismo, con tan buenos ojos que no deseases otra cosa que esta confirmacin y ese sello ltimos y eternos?" (:330, cursivas en el original)

La cursiva que introduce Nietzsche ("no deseases otra cosa") tiene para nosotros una funcin explcitamente antikantiana. No le interesa a Nietzsche que haga referencia a ninguna idea trascendental, no le importa que la posibilidad del eterno retorno pueda ser elevada a ley universal, sino esta confirmacin nica, personal, este sello eterno, esta decisin en el aqu y ahora, en el instante, que abarca todo su significado. En la primera parte de este pasaje (no citada) aparece la idea de "qu te sucedera si...", el eterno retorno planteado como una conjetura, como posibilidad; y sigue diciendo: "Esta vida, tal y como t la vives y la has vivido, tendrs que vivirla una vez ms e incontables veces ms; y no habr en ella nada nuevo, sino que todo el dolor y todo el placer, y todo el pensamiento y suspiro, y todo lo indeciblemente pequeo y grande de tu vida tiene que volver a ti, y todo en el mismo orden y secuencia..."(: 330).

"Quin sera capaz de soportar la idea del eterno retorno?, algunos se arrojaran al suelo y haran rechinar los dientes y maldeciran a quien sustentase esta idea, otros no seran capaces de pensar otra idea ms divina" (dem)

En La Voluntad de Poder nos encontramos con la idea de que el eterno retorno de lo mismo selecciona tipos humanos. El eterno retorno del imperativo categrico kantiano sera el eterno retorno del deber, una vida absolutamente impersonal, desgastante y desgastada ad infinitum. Nietzsche nos advierte que la idea del eterno retorno le puede dar a muchos la razn del suicidio. Sera el caso del tipo kantiano? Un kantiano nos podra decir que si todos tendisemos a aplicar el imperativo kantiano (como "idea regulativa"), la vida sera para todos mejor (no ms feliz).Pero mejor en qu sentido? Ms racional, ms justa, ms virtuosa.

Lejos est Nietzsche de considerar que una vida buena es la ms racional, la ms impersonal, la que se conduce por deber. La vida mejor es toda la vida (no hay un criterio trascendente y racional que la juzgue, el criterio del eterno retorno es inmanente), es esta vida, la que elijo a cada instante, aquella en la que aplico toda mi fuerza y mi valor, la que va en el sentido de la voluntad de poder, aquella en la que decido y pongo todo mi ser, y en la que no busco otra cosa "que esa confirmacin y sello eterno". No busco mejorarla a travs de criterios racionales que me conduzcan a "supertierras" o parasos, es esta la vida que gan el "premio" (no hay una "recompensa" ms all que nos distraiga y debilite), es esta la que decido querer, que decido honrar, amar, asumiendo todas sus consecuencias.

La aceptacin de la doctrina del eterno retorno supone un nuevo tipo de ser humano y una nueva relacin con el tiempo(concepto que no podemos desarrollar aqu). Lo que s est claro es que no promueve el tipo humano que desarrolla el "ideal asctico" del imperativo categrico, sino un ser humano que se deje llevar por su instinto, que le ponga una marca personal y afirmativa a la vida, que le ponga voluntad de poder. Como dice Nietzsche: "pues cmo podras llegar a ver la vida y a ti mismo con tan buenos ojos que no deseases otra cosa que esta confirmacin y ese sello ltimos y eternos? ".Este es el gran desafo del eterno retorno como idea o posibilidad, y su nexo con la idea del "superhombre": producir una nueva humanidad capaz de querer el eterno retorno de todas las cosas; en definitiva, querer, elegir, amar la vida tal cual es, AMOR FATI.

REFERENCIASDeleuze, Gilles, 1971: Nietzsche y la Filosofa, Barcelona, Anagrama.Conill, Jess, 1997: El poder de la Mentira. Nietzsche y la poltica de la transvaloracin, Madrid, Tecnos.Foucault, Michel, 1988: Nietzsche, la Genealoga, la Historia, Espaa, Pretextos.Kant, I.,1977: Metafsica de las Costumbres, Buenos Aires, Austral.Nietzsche, F., (traducciones utilizadas):1972: As habl Zaratustra, Madrid, Alianza1972: Ms all del bien y del mal, Madrid, Alianza1973: Crepsculo de los dolos, Madrid, Alianza1974: El Anticristo, Madrid, Alianza1971: Ecce Homo, Madrid, Alianza1932: Obras completas, Madrid, Aguilar.2002: La gaya ciencia, Espaa, Edaf.2000: La voluntad de poder, 2000, Madrid, Edaf.Reboul, Olivier, 1993: Nietzsche, crtico de Kant, Mxico, Anthropos, UAM.Vttimo, Gianni, 1998: El sujeto y la mscara, Barcelona, Pennsula