A finales de los años 60´s, una tendencia cultural –conocida como Nueva Era- ha influido de manera constante en nuestra sociedad. Según una concepción astrológica contemporánea, la era que está por venir, será conocida también como la “era de acuario”. Después de un período de 2000 años de era cristiana, la “era de piscis”, ha influido o configurado la historia y cultura humanas, pero ahora se supone que estamos delante del inicio de una nueva era.

¿Cuál es esta nueva era por venir y como los cristianos debemos afrontar las enseñanzas de la nueva era?

Se considera que la Nueva Era traerá paz y armonía al mundo. Toda forma de división será superada,

Asimismo, todas las naciones se reunirán dentro de una religión mundial, habrá una sola gran nación bajo el mando de un solo gran gobierno,

Habrá una sola religión en la que confluirán las diversas tradiciones religiosas y espirituales y todas se integrarán en un todo unido,

Después de la era influida por la fuerza masculina, vendrá una nueva más gentil, influida por una espiritualidad femenina,

El hombre y la naturaleza vivirán en una nueva armonía, la naturaleza será reconocida nuevamente en su divinidad. En una nueva ecología se tomará en cuenta la santidad de la naturaleza,

No habrá más dogmas ni verdades absolutas, cada uno seguirá su propia verdad, En el marco de la Nueva Era, las antiguas ideas y prácticas esotéricas se convertirán en

propiedad común del público en general, La iluminación racional, dedicada al pensamiento intelectual, será superada. La

intuición y los sentimientos estarán por encima de todo, El arcoíris es el símbolo de la Nueva Era, el cual une

en sí mismo todos los colores del espectro.

La percepción de la Nueva Era es que todo está vivo y posee conciencia de sí mismo; incluso se dice que el agua tiene la habilidad de entender un diálogo e interpretarlo. Se asegura que esto se constata en las formas de los cristales de hielo.Bajo la influencia del movimiento Nueva Era, mucha gente recurre a las antiguas culturas y religiones pre cristianas, con la intención de revivirlas. Los emplazamientos de culto celta gozan ahora de gran popularidad.

Nueva Era

1. La visión de Nueva Era

2. Conceptos sobre Dios y el hombre Los pensadores de la Nueva Era prefieren una visión panteísta de Dios. El universo

mismo es divino. Absolutamente todo es uno dentro de este cosmos divino. La tierra misma es un organismo viviente “Gaia” y la humanidad que vive en ella es

como las células de su cuerpo. La Nueva Era proclama al “nuevo hombre”, el

hombre ilustrado que reconoce su propia divinidad.

Cuanta más gente sea consciente de su naturaleza divina y comience a vincularse mentalmente unos con otros, más pronto será la llegada de la Nueva Era.

Dentro del entorno ambiental de la Nueva Era, muchos creen en la reencarnación. A lo largo de muchas reencarnaciones en la tierra el hombre ha llegado a ser un súper hombre divino.

Nueva Era no es una religión sino un movimiento. Elementos de las más diversas religiones se mezclan y fusionan. Creencias orientales como el budismo, el taoísmo, el hinduismo, pero también otros como espiritismo, religiones hindúes, gnosis, cábala y muchas más ejercen sobre ella una gran influencia. Con la llegada de la Nueva Era todas las tradiciones paganas, activas en la Europa anterior al cristianismo, se revitalizarán otra vez.

3. ¿Quién está detrás de las tendencias de la Nueva Era?

La idea de una época dorada que se acerca no es nueva porque ya se conocía en el mundo antiguo. En la raíz del moderno movimiento de la Nueva Era, destaca sobre los demás la sociedad teosófica, la cual fue fundada en 1875 por Helena Petrovna Blavatsky cuando los estímulos principales se pusieron en marcha y que están aún vigentes en nuestros días. El objetivo de este grupo y otros similares es transformar la sociedad en consonancia con el pensamiento de la Nueva Era. El pensamiento de la Nueva Era se introduciría subliminalmente en la sociedad, así se convertiría en la visión del mundo determinante.

En el medio ambiente de la Nueva Era, algunas prácticas, ligadas a importantes filosofías, son las preferidas y con mayor difusión. Esto sucede en todas las áreas de la vida diaria: salud, carrera, educación, tiempo libre, mediante prácticas como Tai Chi, Qi Gong, Mandalas, homeopatía, terapia floral de Bach, terapia de piedras preciosas, quinesiología, meditación trascendental, yoga, zen, reiki y muchos más.Algunos de sus representantes más importantes son: Marilyn Ferguson, Fritjof Capra, Ken Wilbur, David Spangler.

Esta imagen de la antigüedad, representa la fe de la iglesia sobre Jesús y significa, “Jesús, el Cristo, Hijo de Dios y Salvador”. Por tanto, los cristianos creemos que con la llegada de Jesús, el fin de los tiempos ha comenzado. Nosotros no esperamos una Nueva Era, sino la seguna venida del Señor.

4. La Nueva Era y el Cristianismo

En el cristianismo no hay lugar para la forma de pensar de la Nueva Era porque ellos rechazan toda forma de enunciado dogmático de la verdad. Para los cristianos no es posible creer en una Nueva Era, porque con Jesús el tiempo ha llegado a su plenitud, el cristiano sabe que vive en los últimos tiempos y solo aguarda la consumación de la historia con la venida de Jesús.

Por un lado, la Nueva Era significa un retorno a las viejas ideas gnosticas con sus formas de auto-redención y por otro, promueve una indiferencia de la fe cristiana desde el momento en que alientan y acogen la mezcla de religiones y cultos. Sin embargo, no son pocos los cristianos que han sucumbido ante esta tendencia.

El cristiano no busca el modo de ascender hacia lo divino dado que cree en Dios, quien ha descendido hasta ellos en la persona de Jesús, el Cristo. El cristiano tampoco cree en medios te autosalvación a

través de técnicas espirituales, sino que cree en el don de la salvación a través de la cruz de Cristo.El cristiano cree que hay una substancial diferencia entre Dios, el creador y sus creaturas. La máxima aspiración del hombre no es desarrollar su potencial divino, sino vivir el perfecto amor en su plenitud; el cristiano se sabe llamado a un eterno diálogo de amor.El cristiano no puede estar de acuerdo con una relativismo religioso, dado que está comprometido con Aquél que dijo: “ Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede venir al Padre si no es por mí” (Jn 14, 6).