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Índice

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La Revista latinoamericana de estudios sobre lahistorieta es el órgano oficial del Observatorio per-manente sobre la historieta latinoamericana. Superiodicidad es trimestral: sale el 15 de marzo, el15 de junio, el 15 de septiembre y el 15 de diciem-bre de cada año. El precio de cada ejemplar es de 10$MN en Cuba, de 3 US$ en los demás países. Lasuscripción anual individual cuesta 40 $MN para elenvío en Cuba, 12 US$ para el envío a los demáspaíses. La suscripción anual para las institucionescuesta 20 US$ sea en Cuba sea en los demás países.

©2009 Revista latinoamericana de estudios sobre lahistorieta / Observatorio permanente sobre la histo-rieta latinoamericana.

© Las ilustraciones que aparecen en este número sonpropiedad de sus autores.

Fotomecánica e impresión: Departamento técnicode la Editorial Pablo de la Torriente.

ISSN: 1683-254X

PANORÁMICA

Kenneth D. Mac FarlaneLeupinCómics chilenos del 1990 al2007 181

REVISTAS

Mauricio GarcíaMampato: «el hijo deArmstrong» 207

PERSONAJES

Antonio LobosMarginalidad, carnaval y humor.Tres personajes chilenosde la década del noventa 212

ESTILOS

Vicente PlazaLa idea de los tres dibujosy su transformación en loscómics de la década del ochenta 227

Carlos Reyes G.La novela gráfica en Chile 233

ESPECIAL CHILENúmero al cuidado de

Carlos Reyes G.

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ResumenUna mirada sucinta a un período concreto de producción de historieta chilena, contada por la

presencia de autores independientes, la presencia en periódicos, la explosión de internet y la apari-ción de algunas obras fundamentales.

AbstractA brief look at a specific period of Chilean comic book production, as seen through the production

of independent authors, the presence in newspapers, the internet explosion, and the appearance ofsome fundamental works.

Para Pilar, por su amory comprensión, y para Amanda

y Cristóbal, de modo que comprendaneste otro amor de su padre.

Palabras iniciales1

Los cómics históricamente han de-mostrado ser producto de un largoavance en lo referido al uso conjuntode textos e imágenes gráficas con ob-jetivos de carácter narrativo. No envano su desarrollo tiene –y hay con-senso en ello– más de 110 años2. Eltambién denominado noveno arte esantiguo y moderno a la vez. En efecto,se encuentra profundamente relacio-nado con el nacimiento y evoluciónde los grandes diarios y revistas masi-

vas, con la evolución de las técnicasde impresión, con los cambios de lasformas gráficas, y además en el centrodel desarrollo, cruce e influencia múl-tiple de los modernos medios de co-municación como es el caso de laWorld Wide Web. Atendido lo dicho,es que las historietas contemporáneasde tanto avance científico, viajes alespacio, desarrollo informático, enpalabras de Oscar Masotta: «se fundaen una elemental necesidad expresi-va: la de contar con imágenes, la demedir el poder de la imagen en rela-ción con la palabra, la de descubrir enla escritura las potencias visuales quela alejan de la palabra fonética y quela fijan a una hoja de papel o al silen-cio de los muros»3, o la vemos en lapantalla de un computador.

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Cómics chilenos del 1990 al 2007

Kenneth D. Mac Farlane LeupinEstudioso y coleccionista de historietas, Santiago, Chile

PANORÁMICA

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Cómics chilenosde 1990 en adelante

Sin duda, el hecho de que la historie-ta chilena tuvo su época de oro en el si-glo XX, más específicamente desde ladécada del cincuenta hasta mediados dela del setenta4, pesa a la hora de hacerun balance de la producción comiqueranacional, aunque sea parcial. Sin em-bargo, ello debe servir de incentivo,puesto que la realidad indica que se si-guen produciendo revistas y libros dehistorietas en Chile, por vía marginal oempresas familiares, amén de fanzines,páginas web diversas, eventos variadosen torno al cómic y su estudio en diver-sas instituciones de educación supe-rior5. Además, la producción de fanzi-nes y revistas es una prolongación de loque comenzó en la década del ochentadel pasado siglo, cuando publicacionescomo Tiro y Retiro, Beso Negro, Trau-ko, Bandido, Ácido, Matucana, El Cue-te y diversos fanzines de breve existen-cia –a excepción Trauko y Bandido–mostraban lo que se había incubado enlos últimos años de la dictadura militar.Asimismo, mantienen su vigencia–hasta el presente– las historietas Con-dorito6, Barrabases7, Pepe Antártico8 yMampato9, cuyos análisis merecen unespacio mayor10. Las líneas que siguen,buscan profundizar, por vía ejemplar,sobre la producción nacional realizadaen los últimos dieciocho años11.

En los diarios de Chile

El origen de la historieta, como biensabemos, se confunde con la historia delos grandes cotidianos de información.Ello no solo en Estados Unidos, sinotambién en Chile. No en vano Jorge

Montealegre ha afirmado que «siemprese dice que hay historia a partir del mo-mento que hay escritura. Ahora, paralos efectos del cómic, esta expresiónsiempre ha estado muy ligada a la pren-sa, como que nace con la prensa, su lu-gar natural de difusión es ese, la revista,los diarios»12. Por lo mismo, y si bienlos medios impresos ya no publican nila cantidad ni la calidad que se veíaantaño, podemos ver y leer casos degran interés. Así, y solo como botonesde muestra de tiras nacionales que sehan publicado en los diarios naciona-les en el período que se comenta13,destacamos:

«Mariano Lince, detective» de Val-derrama: una versión muy chilena de uninvestigador privado, vestido a la usan-za de «The Spirit» de Will Eisner. Sepublicó durante el 2003 en el diario LaNación. Colaboró en algunas de sus ti-ras el dibujante Christiano.

«Don Artemio» de Pepe Huinca, enla revista Ya de El Mercurio de Santia-go. Se trata del recordado Artemio,treinta años después, ahora como ge-rente de una empresa. Lamentablemen-te solo duró un corto tiempo.

«Palomita» de Eduardo de la Barra,que por más de una década se publicaen La Cuarta, tanto como tira diaria co-mo también en un suplemento de jue-gos e historietas de sábado. La chica pí-cara partió muy tímidamente, pero conel tiempo su actuar ha ido liberalizán-dose.

«El antipoeta Sanhueza» de Christia-no y los chistes de Lungenstrass que sepublicaron durante el 2002 en el diarioPublimetro.

«Sam Kudo» de Rubén Bastías abor-da las reflexiones sobre el acontecer lo-cal, nacional e internacional a través de

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Kenneth D. Mac Farlane Leupin

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dos zancudos. Se publica ininterrumpi-damente desde hace más de diez añosen el diario La Estrella de Valparaíso.

«Juanelo» de Marco Canepa, quedesde el 2007 se publica en Publimetro,mostrando el fariseo actuar del perso-naje.

«Canal 76» de Rodrigo Salinas parala revista Wiken de El Mercurio de San-tiago, una parodia del ambiente del es-pectáculo nacional14.

«Es lo que hay» de Jimmy Scout so-bre el acontecer local y nacional, en elcuerpo C de El Mercurio de Santiago.Se publica desde el 2007.

«El Cucho y la Cata» de Christiano,tira humorística que siguió brevementea la de «Mariano Lince» en el diario LaNación.

Por último, si bien no es una tira, sinouna revista de orientación infantil estáTimón, que se publicó desde el 2005hasta diciembre de 2006 como suple-mento de los viernes de El Mercurio deSantiago. De 36 páginas en colores, ta-maño comic book, albergó, entre otros,a Pedro Peirano («Timón el legenda-rio» y «El computador loco»), RodrigoSalinas («Perro con chaleco») y MarkoTorres («Pronto aventuras»).

Revistas de historietas

Este canal gráfico ha sido el principalsoporte que han tenido los cómics –enel que Chile no es la excepción– pues seha publicado una enorme cantidad derevistas en el período que nos ocupa. Escaracterístico, más allá de la calidad, lacorta duración de estas experiencias,debido a la falta de financiamiento odistribución, y por qué no decirlo, al es-caso interés de los lectores. Sin embar-go, y pese a las dificultades, estas revis-

tas de historietas siempre vuelven a laslibrerías especializadas y/o a los quios-cos, lo que revela el estable interés porcultivar este arte y de que hay un mer-cado (pequeño al menos) para estas pu-blicaciones. Dejando de lado las publi-caciones más conocidas, destacadas ycomentadas como Kichos, Pimpín yotras15, destaquemos por lo menos a:

La revista Trauko. La primera mitadde la década del noventa verá la últimaandadura de esta revista de formato ma-gazine y representativa de todo un pe-ríodo. Creada por los españoles PedroBueno y Antonio Arroyo, buscaroncrear un producto adulto. Allí se dierona conocer muchos de los nuevos crea-dores chilenos. Lo mismo sucede con la

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Cómics chilenos del 1990 al 2007

Figura 1: «El agente Bolsa», personaje de larevista El Cuete (década del ochenta).

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revista Bandido, creación de Javier Fe-rreras que en julio de 1990, en su no.17,aumenta su tamaño de comic book aformato magazine. Con la intención deser mensual, durará hasta principios de1993, con 34 números. Allí destacan,entre otros: Ferocius, un siempre vi-gente Máximo Carvajal, Udo Jacobsen(Udok), Roberto Alfaro, Martín Cáce-res, Gonzalo Martínez, etc.

Oxígeno, con dos números publica-dos (en 1993 y 1996) como suplemen-tos de la revista Bandido. Son obra deun grupo de apasionados de la cienciaficción: Los Ficcionautas Asociados.El eje y mentor de sus historietas, y es-pecialmente del segundo ejemplar, es elconocido dibujante Roberto Alfaro.

Artenueve, la Nueva Historieta Chi-lena, dirigida por Lito Méndez. Cuatronúmeros publicados en 1995, en los quedieron a conocer sus trabajos Christia-no y Martín Cáceres, entre otros.

Javier Ferreras, director de la desta-cada revista Bandido, crea a mediadosde la década del noventa Visual Edicio-nes. Con el propio Ferreras (Ferre) en ladirección y guión, y Mauricio Herreraen el dibujo (más la colaboración en elentintado del dibujante uruguayo afin-cado en Chile Diego Jourdan) crean elsuperhéroe chileno Diablo, que comobien señala Mauricio García: «es unahistorieta muy relacionada con lo de-moníaco»16. Es una revista bimensual,de 24 páginas, a todo color, en formatocomic book que se publica irregular-mente y con largos baches temporaleshasta el día de hoy.

Los jóvenes Jorge (Zombie) David yKuanyip Tangol crean Dédalos Edicio-nes, que da vida a Sicario (1998), don-de se narran las vicisitudes de un jovenasesino a sueldo, con guión de Miguel

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Kenneth D. Mac Farlane Leupin

Figura 2: Udo Jacobsen y sus historietas su-rrealistas en Beso Negro (década del ochenta)

Figura 3: «Palomita» de Eduardo de la Barra.Sensual por siempre.

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Higuera y dibujos de Diego Jourdan.Previo a ello, en 1997, Visual Edicionesya había presentado al mismo personajeen «Sicario. Bocetos de una historia»,con guiones de Miguel Higuera y dibu-jos de Jourdan, Kampf, Carlitro, Ficum,Christiano y Félix Vega. Dédalos públi-ca también la serie Rayen, un policialsobrenatural de Jorge David y KuanyipTangol, más los números únicos de Sa-lem, historieta que narra las aventurasde tres jóvenes y sensuales aspirantes abrujas17 con Francisco Amores (guión)y Mauricio Herrera (dibujos); «Tiro degracia», «1/2 Noche» y «Kat Boxing».

Juan Carlos Cabezas Fuenzalida(Jucca), autor de «Anarko» (historietaque continúa reditándose hasta el día dehoy), crea en Valparaíso la EditorialMontealegre y publica parodias de pelí-culas: «Star mal» (referida a «La guerrade las galaxias»); «Harry Potto de Bote-lla» (por «Harry Potter»); «Los guare-nes ninja» (por «Las tortugas ninjas»);«Matutex» (por «Matrix»); «SpuberMan, el hombre a rayas» (por «Spider-man») y «Scremen» (por «X-Men»).En algunas de estas parodias colaboranMarco Torres (Marko), Máximo Kalfu-man y Romina Toro.

Marko Torres, también desde elpuerto, comienza su exitosa serie «Loshermanos Rata». De esta misma ciu-dad, que a decir del poeta Osvaldo Gita-no Rodríguez «amarra como el ham-bre», brota la revista Catalejo y sus tresúnicos números, todos con diversos ar-tistas de la zona.

También desde la joya del Pacífico,Cristian Díaz (Tec) comienza a publicaren formato fanzine, desde 1999 a la fe-cha, el superhéroe «Capitán Chile».

Christian Gutiérrez (Christiano) creaun notable personaje, un delincuente

marginal llamado Pato Lliro del que pu-blicará diversos fanzines y revistas co-mo Saltando Paredes, Pateando Pie-dras (1995), además de una recopila-ción de historias inéditas en 1996. Enmarzo de 1999, vía Editorial Dédalos,publica «Pato Lliro. Recuerdos de ca-bro chico».

Germán Miranda (Asterisco), quienya venía trabajando desde fines de losochenta el fanzine Pichikata, comienzaen 1994 a publicar en la Editorial ElMutante, material de dicho fanzine.Posteriormente da vida a «La AbuelaFuentes» creada como personaje secun-dario en 1994 e «identificada como la

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Figura 4: «El Antipoeta Sanhueza» de Chris-tiano: Humor y sátira sobre el artistoide chi-lensis.

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sex-simbol de los noventa en su pre-sentación»18, publicada por El Mutanteen agosto de 1997. Asimismo nacenpersonajes secundarios como el nietode la Abuela –Luchito, el bobo– quetermina robándose la película y el gatoChafloja.

«Santomas» de Andrés Lozano(guiones) y Víctor Calderón (dibujos).Se trata de una autoedición del 2003. Sepublicaron solo dos números formatocomic book, en colores. Un superhéroesin poderes, que es en realidad un sacer-

dote católico, que defiende a los po-bres y oprimidos. Es un claro homena-je a aquellos curas de población queconviven con los sectores populareschilenos22.

Durante 2006 y 2007 se publica Tin-ta Negra,, obra de un grupo de creado-res liderados por Ariel Cid, Felipe Vi-llarroel y Fernando Espejo. Publicaronsolo cinco números, pero sus historietasfueron un aporte real19.

Informe Meteoro es una revista basa-da en una idea original de Esteban Cha-cón y José Huichaman, en la que cola-boran: Ángel Bernier, Ricardo Vega,Melina Rapiman, Carlos López, CarlosReyes B. y Carlos Reyes G., entre otros.Desde el verano del 2005 han publica-do hasta la fecha diez números ininte-rrumpidamente. Es publicada porEditorial Irenkomics en formato ma-gazine20.

Hombre Cordillera (2006), de LuisZúñiga Zambrano, es una revista publi-cada por Editorial LZZ. Desde Antofa-gasta llega este singular superhéroe,que hasta hoy nos ha entregado solo dosnúmeros.

Igual caso tenemos con los dos ejem-plares de la revista Héroes (2006), pu-blicada por CSMedia. Claudio Sar-miento (director), Rodrigo Sarmiento(editor), Carlos Badilla (coordinador),Mauricio Menares, Marcelo Ramírez,Iván Llanos, Eduardo Bromhbley, Kar-la Díaz, Reinaldo Morales, OrlandoOhmke, Javier Bahamonde, SebastiánFranchini, Joaquín Zamora, DieterBrandau y Eduardo Rojas son algunosde sus miembros.

Comic9 (marzo 2007), publicada porel Grupo Editorial Arte9, es una crea-ción de Alvaro Martínez (editor gene-ral), Fernando Vergara (director creati-

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Kenneth D. Mac Farlane Leupin

Figura 5: La eterna búsqueda del superhéroe.Portada de Diablo en la década del noventa.

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vo), Ricardo Cifuentes y Eduardo Escu-dero. Publican sus trabajos: Juan Vás-quez, D. Bautista, Víctor Reyes e IvánTroncoso.

Histocomix – Héroes de Chile (2007)de Editorial Florencia Ltda. Colecciónde cómics para niños y jóvenes sobrelas vidas de Prat, O’Higgins y Lautaro.Los guiones e ilustraciones son deChristian Olivares Salas21.

Platino (2007) es una publicación delos dibujantes Juan Vásquez y RodrigoElgueta, en formato magazine con có-mics e ilustraciones de ambos creado-res y de un invitado por número.

Salvador Arenas, en guión y dibujos,nos sorprende con dos números unita-rios en formato fanzine: «Con Dios denuestro lado» y «Crónicas de ciudad»(2007), realizadas con un marcado esti-lo realista que aborda en forma notabletemas de la realidad nacional.

Makabro, revista de terror editadapor el siempre vigente dibujante Santia-go Peñailillo («Dr. Mortis», «Dimen-sión cero», etc.), que alcanzó a publicarcuatro números de la revista junto a lasmagistrales plumas del citado Peñaili-llo, Máximo Carvajal y Ferocius, entreotros.

Por último y de manera destacada te-nemos a Caleuche Cómic de EditorialCíclope. Creada por dos hijos de Talca,los hermanos Luis y Miguel Contreras.Desde el 2006 ya cuentan con veintenúmeros a su haber. La revista se hadestacado por albergar, en colores, yluego en blanco y negro, a los más di-versos creadores de cómics de la actua-lidad: Felipe Villarroel, Alex López,Ángel Bernier, Jaime Castro, AmancayNahuelpan, Richard Meyer, Carlos Sil-va y Alan Robinson. El eje de las histo-rias son la aventura y la fantasía.

La presencia femenina

Es un lugar común señalar que loscreadores de cómics en general, y caside forma excluyente, son hombres. Sibien dicha afirmación en otras latitudessuena algo falaz, como en Estados Uni-dos y algunos países de Europa o prin-cipalmente Japón, en Chile la realidadno anda lejos de lo señalado. Como loindica la dibujante Marcela Trujillo, «el

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Cómics chilenos del 1990 al 2007

Figura 6: «Sicario. Bocetos de una historia».Guiones de Miguel Higuera y dibujos de FélixVega, Diego Jourdan, Jucca, Martín Cáceres yChristiano, entre otros (1997).

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cómic es un oficio ejercido mayorita-riamente por hombres. A pesar de quehay cada vez más mujeres dibujantes, elmundo del cómic aún es tierra con olora hombre. La sensibilidad masculina esmás infantil, tiene relación con la fan-tasía, la ciencia ficción y con el niñoque no quiere crecer, son perfectos pa-ra construir situaciones nuevas con re-ferentes ajenos y nacionales, mundosbasados en ideas más que sentimien-tos, para hacer analogías y moldearpersonajes y situaciones completa-mente ficticias»23.

Sin embargo, el presente y el futurocercano se muestran más optimistas enlo referente a presencia femenina ennuestro país. Por lo mismo destacamosdos casos emblemáticos.

El primero, referido a la ya mencio-nada Marcela Trujillo que desde su es-

tancia en la ciudad de Nueva York, pu-blicó una serie de excelentes historietasautoconclusivas con fuertes caracteresautobiográficos en la revista The Cli-nic: «Maliki Cuatro Ojos. Crónicas ín-timas de una chilena en la Gran Manza-na». En ella desarrolló su historia per-sonal en la ciudad con un dibujo realistay un envidiable y preciso manejo de lostiempos narrativos, y como ella mismaafirma: «Las mujeres somos más auto-referentes, más conectadas con nuestrointerior en un sentido orgánico, másblandas, podemos ir de un tema a otrocon más fluidez, podemos usar nuestrosconflictos para comunicar una idea uni-versal. En la práctica, todo se mezcla unpoco, si no sería una lata y tampoco nin-guno (hombre y mujer) es mejor que elotro, los individuos son mejores artistasque otros, no importa su sexo. Pero son

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Figura 7: «Capitán Chile» de Cristián Díaz (Tec) (1999).

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sensibilidades con diferentes poderes.Como lectora, diferencio perfectamen-te un cómic hecho por una mujer a unohecho por un hombre. Yo creo que senecesitan ambos géneros para que todala nación se identifique con un medio(el cómic)»24.

El otro caso es el de Francisca Salo-món que ha publicado en diversos me-dios nacionales y ha participado en la 1ªExposición «Las mujeres creadoras y elarte de la caricatura» que circula porIberoamérica. De su producción25 des-tacamos su tira «Paz» que se publica enel suplemento Mujeres del diario Publi-metro. Con una gran dosis de humorhace una reflexión personal sobre lamujer y su actual rol en la sociedad, através de los ojos de una niña por cu-ya vía realiza comentarios y reflexio-nes. Puede visitarse su página weben: www.rudy.cl

En la web

Como ya se había adelantado, tam-bién vemos y leemos cómics a través deinternet. Y es que si hay un lugar al cualse ha ido recurriendo con mayor fuerzay frecuencia para publicar historietas,estudios, comentarios y todo tipo derealizaciones relativas al tema, es en laweb. Algunas de las razones son de ín-dole económica, ya que resulta menosoneroso que la publicación de libros yrevistas; además se deja de lidiar con lacensura y la autocensura, tan comunesen los medios impresos, y cesa la ince-sante búsqueda de lugares en que loscreadores y artistas buscan dar a cono-cer sus obras. A lo anterior se agrega lacreación de los sitios personales llama-dos blogs, que incorporan un nuevo es-pacio para provecho del llamado nove-

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Figura 8: Informe Meteoro: Humor extrate-rrestre en este fanzine editado por el colectivoIrenkomics (2005).

Figura 9: Portada de Tinta Negra (2006).

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no arte. Por lo mismo, y teniendo siem-pre presente que este es un sector enor-me de desarrollo, nos detendremos ensolo algunos ejemplos para destacar:

Guillo fue uno de los primeros crea-dores en instalar una página oficial enla web –www.guillo.cl– como una ne-cesaria vía de humor político libre decensura y poder de expresión sin res-tricciones.

Juan Carlos Cabezas (Jucca) tienedos sitios destacados: www.jucca.cl ywww.comicchile.cl, este último con lafinalidad de promover a los autores na-cionales.

Cristián Díaz (Tec) tiene varios si-tios, tanto para conocer su obra, co-mo para revisar su labor de investiga-ción respecto de la historieta chilena:www.capitanchile.cl.kz, y www.patri-moniocomicchileno.blogspot.com

Rodrigo Salinas, editor y gestor dela agrupación La Nueva Gráfica Chi-lena dirige: www.lanuevagraficachile-na.blogspot.com.

Renzo Soto con su página www.ren-zosoto.blogspot.com nos presenta sunotable y variada producción.

Marko Torres, muestra su trabajo yotras colaboraciones en www.nalgaco-mics.blogspot.com y www.markoto-rres.cl.

Christian Gutiérrez (Christiano) has-ta el 31 de diciembre del 2007 tuvo unadestacada página de humor fundamen-talmente político y de crítica social:www.lamomia-roja.blogspot.com. Sinembargo, no se da por vencido y lanzaConfuso y Ofuscado en: http://christia-no-g.blogspot.com

Leonardo Villagrán (Yonofui) esdesde 1999 el creador de dos sitios fun-damentales del cómic chileno actual:www.porotos.cl: una historieta sobre

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Figura 10: «Hombre Cordillera» de Luis Zú-ñiga (2006).

Figura 11: Viñeta de la revista Platino de losdibujantes Juan Vásquez y Rodrigo Elgueta(2007).

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unos porotos que ironizan sobre la rea-lidad actual, los historietistas, su am-biente y el entorno del espectáculo chi-leno. Yonofui es el autor de los guionesy César Mejías, Gatón, es el dibujante.Ya en el 2006, Villagrán crea tambiénwww.legion.cl, junto a Roberto León,Mauricio Vega, el mencionado Gatón,Ariel Cid y Christian Ortega, con el finde difundir sus trabajos y al mismotiempo, entregar información sobre có-mic nacional, de superhéroes (USA) yde manga y animé26.

Germán Miranda (Asterisko) tieneun recomendable sitio de su nueva re-vista: www.elmalhumor.blogspot.com.Humor crítico y reconocible.

Ana Norambuena, una joven autodi-dacta crea su tira «Anita» y la difundeen su sitio: www.dibujosdeanita.blogs-pot.com.

Esteban Chacón y José Huichaman,coautores de «Informe meteoro» man-tienen: http://irenkomics.blogspot.com,para difundir su trabajo.

Roberto Alfaro, cofundador en 1991del Círculo Juvenil de Fantasía y Cien-cia Ficción –el mismo que desde finesde 1992 pasa a llamarse FiccionautasAsociados– crea: http://ficcionautas.blogs-pot.com para difundir sus trabajos, asícomo interesantes artículos y estudiossobre historieta y cine.

Rodrigo Adaos, cofundador de la de-saparecida revista Kiltraza27, tiene losllamativos sitios: www.adaos.blogs-pot.com y www.kiltraza.blogspot.com .

Mención especial en el uso de la redmerecen un grupo de jóvenes historie-tistas que ofrece sus cómics para serdescargados en los celulares. «Cazado-ra de demonios» es un ejemplo de ello.Esta idea es de la agrupación Multiver-ze Studio, integrada, entre otros por:

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Figura 13: Caleuche Comics. Fracasado in-tento de revista periódica que buscó conquis-tar nuevos públicos (2006).

Figura 12: Salvador Arenas y su fanzine Fin-demilenio.

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Kóte Carvajal, Andrés Daza y DiegoToro. El servicio es ofrecido a través dewww.comicmovil.cl.

Y por último, el mejor sitio web chi-leno: www.ergocomics.cl. Este es desa-rrollado académicamente por MauricioGarcía, Antonio Lobos, Carlos ReyesG.., Carlos Gática, Gonzalo Martínez,Jaime Lagos, Christian Gutiérrez, Ma-riano Ramos, Rudy Morales, Udo Ja-cobsen y Ricardo Vega. Lo integró tam-bién el destacado artista Máximo Car-vajal (QEPD). Si bien las siguientes lí-neas no hacen total justicia sobre sugran aporte, dejemos establecido queesta página de la red contiene excelen-tes estudios, artículos y comentarios so-bre los cómics que se hacen en Chile ynuestro continente, además de publicarhistorietas por esta misma vía. Igual-

mente editan libros y otros textos so-bre el noveno arte, referentes obliga-dos para cualquier estudio sobre él.Como ellos mismos han señalado, «so-mos el Colectivo de Cómic Chileno yLatinoamericano [...] (con) más deocho años como grupo de autogestióneditorial y más de diez años como uninformal grupo de amigos». Lo ante-rior, ante «la desesperada necesidad deexpresarnos a través del lenguaje delcómic y el placer de publicar nuestrasvisiones de la realidad. [...] Así fue co-mo empezamos, creando primero sobreel papel, para más tarde hacerlo desdela virtualidad de la pantalla del compu-tador». En definitiva, precisan que«Ergocomics es hoy un puñado de di-bujantes, guionistas, colaboradores, ensu mayoría unidos por la labor docenteen varias instituciones de educación dela capital y algunas de provincia, y otropuñado arrancado de sus trabajos en te-levisión, arquitectura y programación,y que roban tiempo a sus días y noches,a sus obligaciones, esposas e hijos, parallevar la doble vida del amante comi-quero. [...] Deseamos entregar, connuestro esfuerzo, un mayor protagonis-mo a nuestra propia voz latinoamerica-na y ofrecer un sitio con la calidad y elcuidado que el trabajo de nuestros crea-dores se merecen»28.

Presencia de chilenosen el extranjero

Un hecho que siempre debe ser to-mado en cuenta es el trabajo que handesarrollado creadores chilenos enotras latitudes del planeta, aunque solosean algunos casos ejemplares. Paraello nos parece correcto comenzar conun gran artista del cómic mundial –fa-

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Figura 14: Una muestra del talento de Maliki,Marcela Trujillo.

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llecido en 1992– Arturo del Castillo,quien dio a conocer su trabajo desdeArgentina, país donde vivió hasta sumuerte, y que lo llevó a ser muy conoci-do en Europa. Es famoso por sus có-mics ambientados en el lejano Oestenorteamericano, un maestro del blancoy negro. Títulos como «Randall, the ki-ller», «Garret», «Dan Rover», «Sha-ron», «Ralph Kendall», «Ringo», «ElCobra» y un largo etc. dan cuenta de unbrillante de la pluma, pero casi un des-conocido en nuestra patria29.

Otro caso destacable es el de Alejan-dro Jodorowsky Prullansky (Tocopilla,1929), cuyo aporte no solo al cómic, si-no al cine, teatro, literatura y otras ex-presiones artísticas son reconocidashoy en Chile y el mundo. Este espaciono puede dar cabida a toda su obra; sinembargo, señalemos a modo de ejem-

plo que como guionista de historietascomenzó su carrera al salir de Chile, es-pecíficamente en México, a sus 37años, con la creación del agente secreto«Aníbal 5» con ilustraciones de ManuelMoro. Tuvo la oportunidad de dibujarsu propia tira semanal, llamada «Fábu-las pánicas» que apareció en el periódi-co El Heraldo de México. Después desu cuarta película –«Tusk»– comenzó«El Incal» (1980-1988) en colabora-ción con Jean Giraud (Moebius). Estahistorieta hunde sus raíces en el tarot ysus símbolos. Por ejemplo, John Difoolestá vinculado a la carta de el loco. Estacreación sería la primera de una serie devarios cómics ambientados en el parti-cular universo de ciencia ficción de Jo-do30. Como él mismo ha señalado, bus-ca que su creación «no sea solo de en-tretenimiento o de autoafirmación, sino

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Figura 15:Chilenos en el extranjero: Palomo, un maestro indiscutido.

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que ayude a los demás». Y agrega: «enel cómic, aunque son historias de ac-ción en universos de ciencia ficción,utilizo siempre elementos propios:utilicé la Cábala en “Alef-Thau”(1983-1998), ahora estoy haciendo unaserie que se inspira en el bushido de lossamurais»31.

Otro caso emblemático es el de JoséPalomo Fuentes (Santiago de Chile,1943), quien trabaja en el medio desde1963 y ha colaborado en diversas publi-caciones del país como El Pingüino,Can Can. Fundó junto a otros creado-res, la famosa revista La Chiva. En1973, producto del golpe de Estado seexilia en México, lugar donde residehasta la fecha. Allí ha tenido una prolí-fica producción publicando en diversosdiarios mexicanos y de otros países, in-cluso en el diario La Nación en Chile.Dentro de su producción destaca «Elcuarto reich»” (tira recopilada en ochovolúmenes) y su libro «Literatos». Haexpresado que si el humor es la mani-festación más alta de la inteligencia, en-tonces «no puede surgir de una pasión

tan enana como el rencor. Si eres capazde hacer humor sobre algo, situación,circunstancia o problema, que te afectadirectamente, quiere decir que ya lo co-menzaste a superar». Consultado sobrequé lo mueve a dibujar, afirma que «nolo puedo determinar. Es algo que estáantes de la voluntad. Hay algo allí, an-tes de la sinapsis que activa cualquierdecisión racional, voluntaria, que mehace jugar con la línea o buscar algoque se pueda decir gráficamente. He te-nido muchos trabajos; pero todos tie-nen un elemento que los une, el dibujo.Desde que vi una ilustración de Stein-berg en que se ve a un dibujante deli-neando su propia figura, creo en eso. Almover la línea uno se va modificando,ya no es el mismo. Si al dibujo se leagrega el humor, tenemos dos herra-mientas fundamentales para indagar enel fondo de lo aparente, comentar lo queno se ve, investigar las relaciones de laforma y contenido, la ética y estética olas relaciones de lo presentable y lo im-presentable»32.

De las nuevas generaciones, sin lu-

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Figura 16: Félix Vega edita en España, su obra «Juan Buscamares».

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gar a dudas, Félix Vega (1968) brilla sindiscusión por sus propios méritos.Afincado en Barcelona, este hijo del re-cordado Oscar Vega (QEPD), y que ensus comienzos firmó como Entes, se hadestacado por su trabajo desarrolladoen Europa, tanto para las revistas Play-boy de España como la Heavy Metal deFrancia. Conocida es su notable obra«Juan Buscamares» publicada en cua-tro volúmenes y subtitulada con losnombres de los cuatro elementos de lanaturaleza: agua, tierra, fuego, aire. Laserie se inició en Chile, en blanco y ne-gro, en la editorial de Javier Ferreras(Visual Ediciones). La saga terminó pu-blicándose en colores en España por laprestigiosa Editorial Norma33. Asimis-mo ha sido publicada en Alemania,Bélgica y Estados Unidos. Como bienseñala Udo Jacobsen, el autor «ha intro-ducido un elemento de renovación den-tro de la tradición del cómic chileno»34.

Nelson Castillo (1970), radicado enRepública Dominicana, se destaca enel mercado francés con la serie de cien-cia ficción «Peter Rob», con guionesde Romuald Pistis. Junto al guionistaestá desarrollando la serie «FortunaChance» para la editorial gala Clair deLune: trata de una joven mujer que secaracteriza por los talismanes que por-ta para la suerte y los accidentes que asu alrededor ocurren y que afectan aotras personas35.

Gabriel Rodríguez (1974) es un ar-quitecto seducido por el noveno arte,que desde Chile y junto al guionistanorteamericano Chris Ryall trabaja pa-ra la Editorial IDW (USA). Juntos rea-lizan la versión gráfica de la serie detelevisión sobre investigadores foren-ses «CSI. Escena del crimen». Desdeel 2005 vienen realizando adaptacio-

nes a cómic de la película «La tierra delos muertos», de George Romero; de lanovela de Clive Barker «The Great andSecret Show»36 y más recientementedel filme «Beowulf» de Robert Ze-meckis.

Por último, en el 2005 desde Chillán,Alan Robinson (1978), emprende enconjunto con el guionista estadouni-dense Chris Kirby, la publicación en elmercado norteamericano de «Lost

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Figura 17: Gabriel Rodríguez (junto a ChrisRyall ) adaptó la novela de Clive Barker «TheGreat and Secret Show» para el mercado nor-teamericano.

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Squad» para la editorial Due’s Devil, enla que cuentan la historia de un escua-drón especial de Estados Unidos que seenfrenta a fuerzas paranormales de losnazis durante la segunda guerra mun-dial37.

Publicaciones de investigacionesdel noveno arte

Un aspecto extraordinario del perío-do en estudio es que comenzó a desa-rrollarse en Chile, lenta pero sostenida-mente, un movimiento en orden paraestudiar, reflexionar, analizar, criticar ocomentar el noveno arte, cómic o histo-rieta y su desarrollo tanto en Chile co-mo en el mundo. Ya hemos destacadoaquí el trabajo permanente y de alto ni-vel del colectivo Ergocomics, cuyos es-tudios hoy son fuente de consulta obli-

gatoria sobre la materia y cita necesariapara todo estudio de rigor. A continua-ción damos algunos botones de muestrade aquello:

«El que ríe último... Caricaturas ypoesías en la prensa humorística chile-na del siglo XIX» de Maximiliano Sali-nas, Daniel Palma, Christian Báez yMarina Donoso, Editorial Universita-ria, Corporación del Patrimonio Cultu-ral de Chile, Centro de InvestigacionesDiego Barros Arana, Santiago, Chile,1ª edición, octubre del 2001. Los auto-res, con la guía del primero, un especia-lista del tema, presentan un estudio dela prensa popular del período citado.

«¡Ya no hablan de Jesucristo! Las sá-tiras al alto clero y las mentalidades re-ligiosas en Chile a fines del siglo XIX»por Maximiliano Salinas Campos, LomEdiciones, Santiago, Chile, 2002. Estu-dio del autor de la cultura y religiosidadpopular en un sector poco analizado: elhumor religioso gráfico.

«Prehistorieta de Chile: (del arte ru-pestre al primer periódico de caricatu-ras)» de Jorge Montealegre Iturra, RilEditores, Santiago, Chile, 1ª edición,2003. Su autor indaga sobre los vesti-gios más remotos de una historia propia–iberoamericana y chilena– de la histo-rieta cómica, hecha desde el períodoprecolombino hasta las primeras déca-das de la República.

«¿Quiénes fueron los vencedores?Elite, pueblo y prensa humorística de laguerra civil de 1891» por MaximilianoSalinas, Tomás Cornejo y Catalina Sal-daña, Lom Ediciones, Centro de Inves-tigaciones Diego Barros Arana, Santia-go, Chile, 1ª edición, 2005.

«Leyendo cómics» de Udo Jacob-sen, Ergocomics Editor, Santiago,Chile, 1ª edición, 2003. Un pequeño

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Figura 18: Jorge Montealegre y su incansableestudio de los albores de la historieta chilena.

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volumen, pero un gran texto académi-co de indagación en el lenguaje de lahistorieta. Su intención es servir deguía para todos aquellos que se intere-san tanto en la lectura como en la crea-ción de cómics.

«Caricaturistas y dibujantes de Chi-le» de Ismael Espinosa, edición delmismo autor, Santiago, Chile, 12 deagosto del 2006. En esta voluminosa ydetallada obra Espinosa buscó realizaruna recopilación histórica de todo loque se ha publicado en diarios y revis-tas de nuestro país.

«Breve historia del cómic en Chile.Dibujantes, revistas y personajes» deOmar Pérez, Editorial Universidad Bo-livariana S. A., Colección Cultura Po-pular, Santiago, Chile, 1ª edición, sep-tiembre del 2007. Este pequeño libroquiere ser un compendio histórico de lanarrativa gráfica chilena.

El estudio ya citado de Carlos ReyesG. «Breve e incompleta mirada a la anti-gua-nueva historieta independiente chi-lena», publicado en Revista de Teoríadel Arte, nos. 14 y 15, Departamento deTeoría de las Artes, Facultad de Artesde la Universidad de Chile, Santiago,Chile, pp. 215-233.

Este breve muestrario no puede dejarde citar el anuario del Día de la Histo-rieta, publicado por el colectivo Ergo-comics y que contiene estudios, entre-vistas a artistas del medio e historietas.Se han publicado a la fecha cuatro nú-meros: el primero, del 2003, dedicadoprincipalmente al creador del Dr. Mor-tis, Juan Marino Cabello (QEPD),juntoa una serie de otros artículos sobre his-torieta chilena. El segundo, del 2005 esun homenaje a los cincuenta años de larevista Barrabases, creación de GuidoVallejos, y a la historieta deportiva en

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Figura 19: Mario Silva Ossa: «Coré» (1913-1950).

Figura 20: «Checho López», creación de Mar-tín Ramírez.

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su conjunto. El tercero, del 2006, unhomenaje a las historietas chilenas deaventuras y los héroes que las protago-nizaban, y el cuarto, del 2007, un ho-menaje a las revistas e historietas pica-rescas.

Obras destacadas

Desde 1990 han dejado su huella unaserie de publicaciones que llaman laatención por su buen nivel y calidad deimpresión. Algunas pueden ser asimila-das a lo que hoy se denomina novelagráfica, otras a un álbum del tipo euro-peo y en algunos casos a recopilacionesde humor gráfico, pero, sin lugar a du-das, sus autores, quizás sin buscarlo,han dejado una huella indeleble y sustrabajos se han tornado imprescindiblespara comprender el período en estudiopor su notable aporte a la creación deuna historieta chilena. Se reconocen enello influencias e inspiraciones realiza-das abierta o soslayadamente, a partirde un ser nacional, lo que se agradece.He aquí una muestra de algunos deellos:

«Von Pilsener. Primer personaje dela historieta chilena», recopilación y es-tudios de Jorge Montealegre y HéctorMorales, Editorial Asterión, Santiago,Chile, 1993. Publicación de rescate delnotable aporte de Pedro SubercaseauxErrázuriz (Lustig: seudónimo que sig-nifica divertido o chistoso, en alemán),considerado el padre de la historietachilena, por haber creado a este perso-naje de un hombre robusto, con cara deviejo pascuero, gorro, anteojos y cha-qué, acompañado de un perro salchichallamado Dudelsackpfeifergeselle. Sepublicó principalmente en la revistaZig-Zag entre 1906 y 1907. Su autor lo

presentó como «Don Federico Von Pil-sener, sabio alemán, comisionado por elgobierno de su país para estudiar lascostumbres salvajes de una lejana re-gión llamada Chile»38.

«Coré», Ediciones B, Santiago, Chi-le, 1ª edición, septiembre del 2006. Estacompilación del docente y fotógrafoJuan Domingo Marinello, muestra unconjunto de trabajos realizados porel gran artista Mario Silva Ossa(1913-1950) para la recordada revistainfantil El Peneca (1908-1960)39.

«1986. Recuerdos subversivos» deJuan Vásquez Pastene, Visual Edicio-nes, Santiago, Chile, 2006. Este álbumes una recopilación de ilustraciones ycómics de su autor, realizados durantela dictadura militar chilena. Vásquez esun destacado exponente de los creado-res que se dieron a conocer en la décadadel ochenta.

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Figura 21: La enigmática «Lebbeus Rahn»,de Martín Cáceres.

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«Checho López» de Martín Ramírez,Editorial Trauko Fantasía, Santiago,Chile, abril de 1990. Recopilación de lahistorieta homónima que se publicó enla revista Trauko. Una ingeniosa mira-da al Chile de los últimos años de la dic-tadura militar a través de un ebrio conempleos esporádicos.

« E l h u m o r e s m á s f u e r t e ,1973-1991» de Guillermo Bastías, Gui-llo, Ediciones del Ornitorrinco, Santia-go, Chile, 1991. Selección de humorpolítico del autor en que el personajecentral es un reyezuelo con la figura dePinochet.

«Lebbeus Rahn. Llaves y dioses»”por Martín Cáceres, Visual Ediciones,Santiago, Chile, 1ª edición, 1995. Eneste año ven la luz dos de los mejorescómics de aquel período (el otro sería«Pato Lliro. Crónicas del Barrio Sur»)Cáceres en este álbum da lugar a una

excelente historia compleja, de exigen-te lectura, con caracteres copulativos defantasía heroica, suspenso, aventura,misterio, mitología y ciencia ficción. Eshasta hoy la primera parte de una sagainconclusa.

«Pato Lliro. Crónicas del BarrioSur» de Christiano (dibujos) y los her-manos Miguel y Rodrigo Higuera(guión), autoedición, Santiago, Chile,1995. Una excepcional recopilación demuy bien elaboradas historias cortas entorno a un delincuente común de origenmodesto y su entorno, y que en clavehumorística nos muestra paralelamenteuna realidad: la injusta realidad de lapobreza.

«Juan Buscamares. El agua» de FélixVega, Visual Ediciones, Santiago, Chi-le, 1996, primera edición, en formatoálbum blanco y negro de la excelentehistoria fantástica. La saga completa se

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Figura 22: «Buscamares. El agua», obra deFélix Vega, su puerta de entrada a Europa.

Figura 23: La obra colectiva del grupo Ergo-comics en 3 volúmenes: «La ruta de los arca-nos».

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publicó en España por Editorial Normay luego reditada en otros países40.

«Puro Chile. Sátira humorística y(anti) patriótica», edición y prólogo deJorge Montealegre, Lom Ediciones,Santiago, Chile, s.f.41, recopilación dehumor gráfico político de los iniguala-bles Hervi, Rufino, Eduardo de la Barray Palomo realizada durante la décadadel noventa.

«La ruta de los arcanos», varios auto-res, Ergocomics Ediciones, Santiago,Chile, tres tomos, 1999-2000. Esta obracuenta con la colaboración de los

miembros de Ergocomics e invitados:Martín Cáceres, Daniel López, CésarFernández, Pía Montealegre, Félix Ve-ga, Mariano Ramos, etc. Sus creadorestoman los 22 arcanos mayores del Taroty los utilizan como motivo de inspira-ción de historias fantásticas, terrorífi-cas, humorísticas, de ciencia-ficción yaventura42.

«Sistema/Concierto» de Vicente (Vi-cho) Plaza, publicación especial en for-mato álbum de la Revista de Cine delDepartamento de Teoría de las Artes,Facultad de Artes de la Universidad deChile, Santiago, Chile, agosto del 2004.Dos historietas del autor, publicadasinicialmente en la desaparecida revistaTrauko a las que se agrega una intere-sante entrevista realizada por Vicho aJorge Montealegre: «Cuidar el fuego.Conversación sobre las historietas chi-lenas».

«Chao no más» de Hernán Vidal(Hervi), Ediciones Aplapac, Santiago,Chile, 2006. Recopilación de las páginasde humor político realizadas por su autoren la desaparecida revista de actualidadHoy. Ha sido un éxito de ventas.

«Hijos de p» de Amancay Nahuelpán(guión y dibujo) y Daniel Bernal (co-lor), Editorial Cíclope, Talca, Chile,2006. Publicada por primera vez comosuplemento de la revista Caleuche. Lahistorieta en formato comic book y encolores, que no tiene nada que envidiara una obra europea o norteamericana deautor, fue la gran revelación en el añode su publicación. Está dirigida a un pú-blico adulto y versa sobre la venganzade un delincuente –El Chocho– en con-tra de otro –El Bicho. Sus entornos sonla cárcel y los bajos fondos de la urbe.Su éxito mereció su recopilación enformato de álbum en el 2007.

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Figura 24: «Hijos de p» de Amancay Nahuel-pán.

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«Bilis negra» de Mario Markus(guión) y Marcos Borkoski, Fyto Man-ga (dibujos), J. C. Sáez Editor, Santia-go, Chile, 2006. Basado en un cuentohomónimo del guionista, es una histo-ria de ciencia ficción ambientada en el2045 y que aborda las implicancias dela teleportación y los efectos sobreaquello que llamamos alma43.

«Máximo Carvajal: maestro de laaventura», Ergocomics Editor, Santia-go, Chile, 1ª edición, diciembre del2006. Esta obra recopila, con carácterde justo homenaje, parte de los extraor-dinarios trabajos de este autor comple-to. Incluye estudios, entrevistas, testi-monios, fotografías e historietas.

«Monos chistosos. Dibujantes hu-moristas chilenos del 90 al 2007», re-copilación de Carlos Reyes G. y Vicen-te (Vicho) Plaza, edición especial de laRevista de Cine, Departamento deTeoría de las Artes, Facultad de Artesde la Universidad de Chile, Santiago,Chile, 1ª edición, abril del 2007. Estegrueso volumen recopilatorio realiza-do por los citados investigadoresmuestra a los nuevos dibujantes de hu-mor gráfico e historietas de humor denuestro país.

«Road Story» de Gonzalo Martínez,Editorial Alfaguara, Santiago, Chile,octubre del 2007. Novela gráfica basa-da en el relato homónimo. Alberto Fu-guet, aborda el viaje de un chileno queintenta encontrarse a sí mismo en me-dio de despoblados parajes fronterizosde México y Estados Unidos44.

Reflexiones finales

La narración gráfica, cuya fecha denacimiento mundial es el 25 de octubrede 1896 –1906 en el caso de Chile– de-

muestra a la luz de estos precedentes al-gunas características claves dignas deseñalar. En primer lugar, los trabajosque se dan a conocer desde principiosde la década del noventa con el adveni-miento de la democracia son la conti-nuación de lo que se comenzó a desa-rrollar en la década anterior, si bien conelementos diferenciadores con lo que sehacía hasta fines de la década del seten-ta. Como señala Udo Jacobsen, «está-bamos descubriendo tantas cosas queno podíamos parar. Queríamos que to-do el mundo se enterara de que estába-mos ahí y que teníamos algo que decir,

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Figura 25: Uno de los mejores humoristas gráficos de Chi-le: Hernán Vidal (Hervi).

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aunque ni siquiera nosotros tuviésemosdel todo claro qué es lo que queríamosdecir. Entonces optamos por decirlo to-do, de una vez y agolpado, remedandotodo tipo de estilos y discutiendo entrenosotros (como si valiera mucho la pe-na) sobre escuelas e influencias. Erauna manera de entusiasmarnos y darnosánimo para emprender proyectos queno tenían parangón en Chile»45.

Parte de esa búsqueda creativa se tra-duce en una serie de personajes, en sumayoría marginales, de escasos recur-sos y/o ilegales. Ejemplos emblemáti-cos son «Anarko» de Jucca, «Pato Lli-ro» de Christiano y «La Abuela Fuen-tes» de Asterisko. El tratamiento de sushistorias se desarrolla mayormente en

formato humorístico, con dibujos cari-caturescos y solo excepcionalmentecon formas realistas. Es una forma deretratar al país tal como, pero no de ma-nera grave, lo que se logra de maneraplena. Un aspecto que revela una conti-nuidad histórica es que el humor gráfi-co en sus diversos aspectos se mantienepresente en la historieta chilena. Losnuevos autores de este período persis-ten en esta línea como una buena mane-ra de ver y comentar la realidad nacio-nal. Es como señala Hervi: «Yo creoque esta cuestión es como el desiertoflorido, caen unas gotitas de agua y salela flor... es curioso que sea aquí, porquehay países donde son tan escasos los di-bujantes. No sé, es una cuestión cultu-ral, yo creo que verlo es algo parecido ala producción de poetas. Va por ese la-do, no se porqué acá se dan [...] más di-bujantes humorísticos, quiere decir queaquí las cuestiones están muy malas (ri-sas)»46.

Quizás por esto es que el humor grá-fico predomina holgadamente. A dife-rencia de otros períodos, son muy po-cos los cultores de los guiones y dibujosde tipo realista, con figuras humanas yentornos desarrollados con rigor y to-mando en cuenta los vestuarios, loca-ciones y actitudes de la realidad, aun-que solo sea para ambientar historias deciencia ficción o terror. Por ello traba-jos como «Lebbeus Rahn», «Juan Bus-camares», «Road Story», la obra com-pleta de Máximo Carvajal, los trabajosde Salvador Arenas o las historias delas revistas Makabro, Artenueve, Ban-dido y otras destacan por sus esfuerzos.Por las razones que sean esta es una ta-rea pendiente de los recientes y futuroshistorietistas chilenos. Desde otro án-gulo, al ir desapareciendo, al inicio de

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Figura 26: Recopilación de la obra del desa-parecido dibujante Máximo Carvajal.

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la década del noventa, la mayoría de laspublicaciones independientes que sedieron en la década anterior, un seg-mento importante de los creadores seorganiza y forma comunidades de tra-bajadores gráficos para desarrollar susobras y estudios. Casos destacados sonlos de Kiltraza y su derivado, La NuevaGráfica Chilena, Tinta Negra, Legión,El Informe Meteoro y Ergocomics, en-tre otros. Todos ellos demuestran que elviejo adagio «la unión hace la fuerza»ha permitido seguir desarrollado el có-mic en nuestro país. Un hecho sorpren-dente es la enorme oferta de cómics quese ha ido generando en el tiempo, ya seavía tiras cómicas en los diarios (no po-cas como podría creerse y permanentesen su presencia), revistas (en todos lostamaños, páginas y coloridos, aunquepredomina el blanco y negro) y el usode internet, amén de eventos relativosal noveno arte en diversas ciudades delpaís año tras año, así como el aumentode lectores de estas narraciones gráfi-cas, ya sean chilenas o extranjeras.También se observa que comienzan adestacarse, lenta pero sostenidamente,en un ámbito cultural tan masculino, jó-venes mujeres, que no solo desarrollanhistorietas con contenidos claros, sinoque además dan una clara lección al in-corporar elementos autobiográficosmuy poco habituales en la producciónlocal. Asimismo, y con la misma velo-cidad de la presencia femenina, exis-ten autores que comienzan a publicar ya trabajar para casas editoriales extran-jeras y desarrollan una reconocida ca-rrera en latitudes europeas y/o nortea-mericanas. El caso emblemático deAlejandro Jodorowsky, que ha desa-rrollado toda su obra fuera de Chile,impresiona por su calidad y constan-

cia. No puede dejar de mencionarseotro hecho formidable que comenzócon seriedad en este período: el estu-dio riguroso de los cómics, tanto desdeel punto de vista histórico, como de susautores y obras. Lo que se ha ido ges-tando en diversas publicaciones, tantoen papel como por vía electrónica, co-mo lo acredita el trabajo de diez añosdel colectivo Ergocomics y algunosotros libros de investigación sobre lamateria. Pero persiste una situaciónvergonzosa que sucede con algunosde nuestros artistas de la época de orode la historieta chilena: parten de estavida sin que reciban un reconocimien-to oficial más que merecido. Así puesel Estado y la sociedad chilena tienenaún una deuda pendiente con sus crea-dores: Arturo del Castillo (1992); Jor-ge Pérez del Castillo (1997); RenéRíos Boettiguer (Pepo) (2000); JuanBley (2002); Carlos Sotomayor (Car-so) (2003); Alberto Lungenstras, ilus-trador de El Peneca (2004); Renato

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Figura 27: La fundamental «Road Story» deldibujante Gonzalo Martínez, adaptación de lanouvelle homónima de Alberto Fuguet. El co-mienzo de la novela gráfica en Chile.

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Andrade (Nato) (2006); Máximo Car-vajal (2006), y Oscar Vega, Juan Ma-rino y Ernesto López (2007) son soloalgunos de ellos. Esto puede ser unaqueja gratuita, pero no es así, puestoque un porcentaje importante de estose debe a la actitud negativa de algu-nos círculos intelectuales, así como auna ignorancia voluntaria y equivoca-da respecto a nuestra historia comi-quera, así como al desconocimientoefectivo de lo que sucede en el presen-te en otros países más respetuosos desu cultura gráfica47.

Por último pido disculpas a todosaquellos creadores y obras que no semencionan en este trabajo, pues la can-tidad es impresionante y el espacio,breve. No obstante, señalo mi optimis-mo respecto del panorama del novenoarte a través de los autores y trabajos ci-tados en este texto. Los cómics o histo-rietas son factibles y pueden, son y hansido desarrollados con calidad en nues-tro país. Felizmente, por lo visto, la his-torieta continuará.

Notas1. La bibliografía consultada se señala en sus

respectivas citas. Asimismo, aprovecho paraagradecer sinceramente la información queme remitieron Mauricio García y RobertoAlfaro, verdaderas bibliotecas humanas enlo que a cómic se refiere.

2. Coma, Javier: «1996. Centenario de los có-mics», Zona 84, no. 68, Toutain Editor, Bar-celona (España), s/f: pp. 65-68.

3. Masotta, Oscar: «La historieta en el mundomoderno», Editorial Paidos, Buenos Aires(Argentina), 1970: p. 119.

4. Pérez, Omar: «Breve historia del cómic enChile. Dibujantes, revistas y personajes», 1ªed., Editorial Universidad Bolivariana, San-tiago (Chile), septiembre de 2007.

5. Reyes, Carlos: «10 desmentidos para dejarde llorar», Anuario 4° - Quinto Día de la His-torieta, Ergocomics Editor, Santiago (Chile),noviembre de 2007 o en: http://www.ergoco-

mics.cl/sitio/index.php?idele=20071106215334.

6. El conocido personaje creado y desarrolladopor René Ríos –Pepo– tiene tres revistas pro-pias, editadas por Televisa de México que essu actual propietaria. Se publica regularmen-te su tira cómica en el diario Las Últimas No-ticias.

7. La creación de Guido Vallejos, que va en sucuarta etapa de publicación, sigue aparecien-do en quioscos con cierta periodicidad, edita-da por su autor.

8. La creación de Percival Eaglehurst no tienehoy una revista propia, pero su tira cómicaaparece todos los días en el diario La Cuarta.

9. La creación de Eduardo Armstrong y OscarVega fue plenamente desarrollada por The-mo Lobos en la revista Mampato. Durantelas décadas del ochenta y noventa se publicóla revista Cucalón; en ella Themo Lobos re-copiló gran parte de su trabajo con Mampato,Alaraco y su amplia galería de inolvidablespersonajes. Recientemente se realizó la pelí-cula de animación: «Ogú y Mampato en Ra-panui». Asimismo las historietas clásicas deMampato por Themo Lobos han sido publi-cadas regularmente en formato de álbum.

10. Una razón es justamente el enorme conjuntode producción gráfica que se ha lanzado almercado en el período al que nos abocamosaquí, y cuyas diversas aristas de análisis nopretenden ser agotadas en este artículo.

11. Al respecto véase: Reyes, Carlos: «Breve eincompleta mirada a la antigua-nueva histo-rieta independiente chilena», Revista Lati-noamericana de Estudios sobre la Historieta,vol. 8, no. 29, Editorial Pablo de la Torriente,La Habana, marzo de 2008: pp. 19-38. Tam-bién los numerosos, detallados y completosestudios de Mauricio García y otros enwww.ergocomics.cl.

12. «Cuidar el fuego», entrevista de Vicente Pla-za a Jorge Montealegre, en «Sistema/Con-cierto», publicación especial de la Revista deCine, Departamento de Teoría de Las Artes,Facultad de Artes de la Universidad de Chile,Santiago de Chile, 2004: p. 67.

13. Hemos omitido ex profeso las tiras de origenextranjero publicadas en revistas o libros.

14. Para un estudio más detallado del trabajo deRodrigo Salinas y la agrupación que integra,denominada La Nueva Gráfica Chilena, ver aReyes, ob. cit., notas 11 y 19 y en:http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=20060528144533

204 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Kenneth D. Mac Farlane Leupin

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15. Ver los estudios publicados en la citada pági-na web de Ergocomics, tanto por Carlos Re-yes G., Mauricio García y otros colaboradores,y nuestra nota 11.

16. García, Mauricio: apuntes inéditos. Además,se sigue publicando nuevamente desde sep-tiembre del 2006 hasta la fecha con el título«Diablo crónicas»”, por Berserker Cómic,cuyo director es Mauricio Herrera, y ya hapublicado tres números a la fecha. Entre susguionistas cuenta con el citado director Mau-ricio Ahumada, José Luis Flores, FranciscoAmores, y entre los dibujantes el menciona-do Herrera, a Sergio Quijada, Gonzalo Ordó-ñez, Gabriel Rodríguez y Dan Dreg.

17. Ídem.18. Ídem.19. Un interesante análisis de sus trabajos pue-

de verse en: Reyes, Carlos: «Apuntes sobrela historieta chilena: La historieta indepen-diente en Chile, 1ª parte, El comienzo deuna buenísima idea» en: http://www.ergoco-mics.cl/sitio/index.php?idele=20060528144533

20. Reyes, Carlos: ob. cit. y Martín Cáceres: «Lacreación es un acto de tolerancia», en:http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=20050428152714

21. Esta editorial, en un esfuerzo destacable, tie-ne también en formato álbum europeo la co-lección Histocomix. La historia de Chile,dentro de ella, dividida en cuatro etapas yveinte títulos: «La guerra de Arauco», «Laindependencia», «La república» y «La gue-rra del Pacífico», además de otro llamadoHistocomix. La vida de Jesús, en tres álbu-mes («El nacimiento», «Las enseñanzas» y«Pasión, muerte y resurrección»).

22. Leer entrevista a los autores, en: Lobos,Antonio: «Comentando publicaciones.“Santomas, la amenaza del Señor”, la úl-tima historieta de acción chilena», en:http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=20031109010019

23. Entrevista de Christiano a Marcela Trujillo:«Maliki. Una chilena en New York», en:http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=20030705010256

24. Ídem. Las palabras entre paréntesis son nues-tras.

25. Más detalles sobre la creadora, en: Reyes,Carlos y Vicente Plaza: «Monos chistosos.Dibujantes humoristas chilenos. Del 90 al2007», publicación especial de la Revista deCine, Departamento de Teoría de las Artes,

Facultad de Artes, Universidad de Chile,abril de 2007, pp. 65-68 y 187.

26. En este sitio pueden verse las historietas «Po-rotos: el cómic on line» (Yonofui), «El Chis-pa» (de los argentinos Secreti y Lucero) y«Melomaníacos» (del destacado Mac), «Ca-pitán Chile» (de Tec), «César & Friends» (deCésar González), etc.

27. Un interesante estudio sobre este grupo decreadores puede leerse en: Christiano:«Apuntes sobre la historieta chilena. Revis-tas alternativas y colectivos de arte»,http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=19690709000027

28. Para ver la presentación del colectivo remi-tirse a http://www.ergocomics.cl/si-tio/index.php?idarea=20000101000009.Se recomienda ver esta página web en pro-fundidad para corroborar nuestras afirmacio-nes.

29. Al respecto, leer: García, Mauricio: «Apun-tes sobre la historieta chilena. Arturo delCastillo», http://www.ergocomics.cl/si-tio/index.php?idele=20040620202533. So-bre el particular recomendamos estudiar laposibilidad de editar en Chile una seleccióndel notable trabajo de este admirable artista.

30. La lista de historietas es muy larga. Por víaejemplar, mencionemos entre muchas, a:«Los ojos del gato» (1978), con Moebius;«Aníbal Zinq» (1990), con George Bess; «Lacasta de los Metabarones» (1992 -2002), conJuan Giménez; «Bouncer» (2001 – 2004),con François Boucq, y «Los Borgia» (2006),con Milo Manara.

31. Jodorowsky señala que Moebius lo conociódurante la preparación de la película«Dune»: «la película que íbamos a hacer ba-sada en el libro de Frank Herbert. Como elproyecto no salió adelante, decidimos crearjuntos una serie de cómic en el mismo estilo.Así nació “El Incal”, que se convirtió en unéxito. [...]. No he parado de colaborar con di-bujantes como Arno, Beltrán y otros. Lo queno me gusta del cómic es que hay pocas mu-jeres. Hay alguna muy buena, pero es comosi les interesara menos». Ver las entrevistasde Jesús Palacios en www.generacion.com;la de Marcela Mazzei en www.clarin.com. yla de http://inalambrico.reuna.cl, más los re-portajes y entrevistas aparecidos en www.an-troposmoderno.com.

32. Entrevista hecha por el diario mexicano ElUniversal, reproducido en http://achirem.orgy http://comicperu.blogspot.com. Se reco-

vol. 9, no. 36 205

Cómics chilenos del 1990 al 2007

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mienda leer la excelente entrevista de Chris-tiano «José Palomo. Boceteando el paisajecon lucidez» en http://www.ergoco-mics.cl/sitio/index.php?idele=20030330211204. De Susana Freire puede verse en el dia-rio La Nación «El humor en Chile es paraazotarse. Dibujante José Palomo habla de larisa de todos estos años».

33. Si bien su obra está dispersa en diferentes re-vistas y países, podemos destacar azarosa-mente su portada para el tercer tomo de «Laruta de los Arcanos», el cómic «Puppet City»en la revista Bandido no. 27 y su aporte en«Sicario» con guión de Miguel Higuera.

34. Ver a Félix Vega ocupando el tercer lugar enel reportaje «Diez líderes emergentes (unamirada al futuro)» de la revista Sábado de ElMercurio de Santiago, no. 200, editado porEl Mercurio S. A. P., 19 de julio del 2002: p.28.

35. Ver la entrevista de Javier Rojahelis al citadocreador en El Mercurio de Santiago, 20 demayo del 2007, p. E 11.

36. Ver el artículo de Javier Rojahelis «Novenoarte. Dibujante chileno triunfa en CSI», en ElMercurio de Santiago, 17 de abril del 2006,p. A 8.

37. Ver el artículo de Javier Rojahelis «Novenoarte. Comiquero chileno será el primero enser adaptado por Hollywood» en El Mercu-rio de Santiago, 11 de septiembre del 2006,p. A 8.

38. Mauricio García, citando al autor, señala a suvez que este aclaró en sus memorias que loque pretendía con esta historieta era «resal-tar, en forma humorística, nuestros propiosdefectos, exponiéndolos a la crítica de unimaginario observador europeo». Ver Gar-cía, Mauricio: «Apuntes sobre la historietachilena. Dibujantes de Zig Zag. La historiade una editorial» en http://www.ergoco-mics.cl/sitio/index.php?idele=20050323104517.

39. Si bien, en rigor, se trata solo de notablesilustraciones del insigne creador, nadie pue-de negar que él constituye uno de los padreshistóricos del noveno arte desarrollado enChile, y ello justifica su presencia en estaenumeración.

40. Leer la entrevista al autor, en: Reyes, Carlos:«Félix Vega. La provocación de Juan Busca-mares», http://www.ergocomics.cl/sitio/in-dex.php?idele=19980101000003.

41. Pese a no indicar su fecha de edición, se lan-zó al mercado con posterioridad al año 1998.

42. La mencionada agrupación también ha pu-blicado otros títulos como: «Ojo bizarro»y«El antipoeta Sanhueza» de Christiano; «Ladispersión del afekto» de varios autores;«Horacio y el profesor» de Gonzalo Martí-nez que reúne en este álbum una selección desus tiras cómicas que tuvieron cabida en eldesaparecido suplemento de El Mercurio deSantiago, Siglo XXI Ciencia y Tecnología.

43. Leer la entrevista al dibujante en Reyes, Car-los: «Análisis de obras y autores. Entrevista aFyto Manga. Bilis Negra y los peligros de lateleportación», http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=20060708205824

44. Leer la entrevista a los autores por Reyes,Carlos: «Fuguet y Martínez: El largo caminode “Road Story”», http://www.ergoco-mics.cl/sitio/index.php?idele=20071030103803 y Rojahelis, Javier: «Alberto Fuguet,ahora en versión cómic», El Mercurio, San-tiago, Chile, 14 de octubre del 2007, p. E13.Sobre la incursión de otro escritor en el nove-no arte no podemos dejar de citar el álbum«Roma la Loba» de Enrique Lihn (1992) quecontiene la historieta inconclusa del citadopoeta acompañada por una interesante con-versación de artistas locales con AlejandroJodorowsky.

45. Jacobsen, Udo: «Apuntes sobre la historietachilena. Mirando atrás»,”http://www.ergo-comics.cl/sitio/index.php?idele=19690709000028.

46. Leer la entrevista a Hernán Vidal por Reyes,Carlos y Christiano: «Hervi. Este desiertoflorido», http://www.ergocomics.cl/sitio/in-dex.php?idele=20030907190148.

47. Una perla de muestra es el debate desatadopor el hecho inédito de la iniciativa guberna-mental que incluía, dentro de un conjunto delibros para repartir gratuitamente a sectoresde escasos recursos, tres álbumes de historie-tas: «Asterix» de Goscinny y Uderzo, «Tin-tín» de Hergé y «Ogú y Mampato» deThemo Lobos. Esta iniciativa, denominadaEl Maletín Literario, tuvo detractores, quie-nes lamentablemente demostraron un nuloconocimiento del noveno arte. A vía ejem-plar, ver: 1. En contra: Blanco, Marta:«Algunos de los libros escapan a la intenciónoriginal», El Mercurio, Santiago, 7 de octu-bre del 2007, pp. E 2-E 3; 2. A favor: Fuguet,Alberto: «Regalar mundos» y Bisama, Álva-ro: «Pestes negras», ambas en El Mercurio,Santiago, 14 de octubre del 2007, pp. E 25 yE 22, respectivamente.

206 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Kenneth D. Mac Farlane Leupin

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ResumenMampato es una de las revistas infantiles más populares de Chile. Este artículo aborda la histo-

ria, los inolvidables personajes y la ineludible influencia de Mampato hasta el día de hoy en las gene-raciones de guionistas y dibujantes chilenos.

AbstractMampato is one of the most popular infantile magazines of Chile. This article approaches the his-

tory, the unforgettable prominent figures and the unavoidable influence of Mampato until today in thegenerations of scriptwriters and Chilean draftsmen.

La revista que me marcó, como a mu-chos de mi generación, fue Mampato.Su ayuda fue incuestionable en el cole-gio de aquellos años en que no existíainternet y encontrar material de estudioera cosa difícil. Años en que las fotoco-pias eran escasas, inexistentes o caras.Pero, por sobre todo, años que nos ma-racaron porque nos hicieron conocer alos mejores dibujantes chilenos y ex-tranjeros del momento y nos deleitaroncon grandes series de historietas queprobablemente no hubiéramos llegadoa conocer de otra manera.

Mampato fue el gran esfuerzo, enmateria de revistas infantiles, de Edito-rial Lord Cochrane dedicada a las revis-tas del grupo El Mercurio. Las caracte-rísticas de la revista eran, generalmente:52 páginas en colores, más portadas y en

formato de 28 x 21 centímetros. La re-vista fue creada y dirigida por EduardoArmstrong Aldunate, quien fue tambiénsu portadista e ilustrador en sus primerosaños. El número uno se lanzó el 30 deoctubre de 1968, hace cuarenta años.Inicialmente tuvo una periodicidadquincenal. Se volvería semanal solo des-de marzo de 1971, cuando sus ventas al-canzaron cifras cercanas a los cien milejemplares por edición. Sin perjuicio delinnegable valor de toda su acción cultu-ral y de apoyo a las tareas escolares consus biografías, artículos, actualidad, jue-gos y sus múltiples cuentos y novelas,siempre ilustradas por grandes dibujan-tes, nos centraremos esta vez en uno solode sus aportes: las historietas.

El nombre de la revista ya era sinóni-mo de historieta en esos años, ya que así

vol. 9, no. 36 207

Mampato

«el hijo de Armstrong»

Mauricio GarcíaInvestigador, editor de Ergocomics, Santiago, Chile

REVISTAS

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se llamó, en el diario El Mercurio, a unantiguo suplemento dedicado al tema.La empresa cedió el nombre a la edito-rial Lord Cochrane, para evitar el engo-rroso tema de registro de las marcas. Larevista incluyó, en sus casi diez años deexistencia, a muchos personajes de his-torieta, los que con el clásico continuarádel folletín, nos deleitaron semana trassemana con el suspenso de lo porvenir.Inicialmente contó con material nortea-mericano, pero luego se inclinó por laproducción historietística franco-belga.No obstante, fue una fuente de trabajopermanente para los autores chilenosdesde fines de la década del sesenta y de

casi toda la del setenta. Grandes dibu-jantes nacionales publicaron sus propiashistorietas e ilustraron profusamente no-velas, cuentos y artículos.

El personaje principal de la revista eraun niño llamado Mampato, creación deEduardo Armstrong en el guión y del jo-ven Óscar Vega (Oskar), a quien le ofre-cieron un promisorio trabajo en Televi-sión Nacional, hecho que lo decidió a de-jar el personaje. Themo Lobos asumiócomo nuevo dibujante y guionista de laserie y será quien daría forma definitva alpersonaje, creando el cinto espacio tem-poral y a sus más famosos compañeros deaventuras, el simpático Ogú, un caverní-cola, y Rena, una telépata del siglo XL.

De series y personajes

Entre 1968 y 1970, la revista Mampa-to publicó a personajes como «MáximoChambónez», el deportista estrella deThemo Lobos, que debió esperar largosaños luego del cierre de Barrabases. Lo-bos publicó además a «Cicleto»,«Cucu-fato», «Ferrilo», «Nick Obre» y diversosunitarios como «Extraño crack»; «Bru-jerías», «Fútbol en la selva», «Box me-tálico», etc. Mención especial merece eldibujante Juan Cano, que creaba chistesy rotulaba casi todas las historietas, conexcepción de la serie de «Mampato».Era un experto en titulares, filetes y di-bujos que no llevaban firma.

Se publicaron también innumerablesseries extranjeras como «Agente True-no», un superhéroe dibujado por Walla-ce Word; «Agente Submarino» y «DanCooper» de Albert Weinberg; «LosFranval», familia de periodistas dibuja-da por Aidans; se presenta «Alerta enBorneo»; «Tippy Teen», aventuras juve-niles; «Howard Flyn», un marino en el

208 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Mauricio García

Figura 1: Portada de Eduardo Armstrong,creador de la revista Mampato (no. 11 de1969).

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siglo XVIII de William Vance y Ray Rin-go; «Corentín y su amigo Kim», aventu-ras de un joven blanco en el Oriente, se-rie ya conocida en El Peneca. El humorestuvo presente con los simpáticos mos-queteros «Flordelis y Patracac» en dosseries de una página cada una: «La tributerrible» de Beas y «Max, el explorador»,dibujado por Bara.

Padrastos y madrastas

La revista Mampato se mantuvo conlas mismas características hasta princi-pios de la década del setenta, pero en no-viembre de 1973 el lamentable decesode Eduardo Armstrong dejó a Mampatosin padre. El cargo fue asumido por lasubdirectora de la publicación, la perio-dista y escritora Isabel Allende. Luegode un año como directora, la mujer dejósu puesto. Según Oscar Vega, ella erauna feminista feroz y pretendió cambiarel estilo de la revista remplazando aMampato por un personaje femenino.Oskar, por respeto a la memoria deEduardo Armstrong, se negó. En di-ciembre de 1974 asumió como nuevodirector Vittorio Di Girolamo, con loque la publicación recuperó el espíritude su creador y otorgó una mayor pre-sencia a Oskar, tanto en historietas comoen portadas. En agosto de 1975 Di Giro-lamo fue remplazado a su vez por otrogrande, el dibujante Renzo Pecchenino(Lukas), quien se hizo cargo de las por-tadas y de ilustrar la novela continuadade cada número, con lo que logró nota-bles resultados. Después del período deLukas, asumieron la dirección figurascomo Isabel Wechholtz y el subdirectorMiguel Arteche. El último director inte-rino fue Nicolás Velasco del Campo.

Durante la década del setenta se conti-

nuó publicando la magnífica historieta de«Mampato» en episodios semanales decuatro páginas, dibujados por Themo Lo-bos y ocasionalmente por Oskar. La dura-ción de cada episodio era de 12 a 24 capí-tulos, salvo los de Oskar que normalmen-te no iban más allá de los seis. A princi-pios de la década del setenta dibujaronocasionalmente los humoristas gráficosNéstor Espinoza y Resto de la tribu, seu-dónimo del dibujante Raúl Menjíbar. Elfolletín «Páginas brillantes de la historia»dibujado por Luis Ruiz Tagle, abordabatemas históricos de nuestro país, hacien-do que muchos de nosotros aprendiése-mos más de sus dibujos que de nuestras

vol. 9, no. 36 209

Mampato: «el hijo de Armstrong»

Figura 2: Themos Lobos dio forma definitivaal universo de Mampato, creado previamentepor Eduardo Armstrong y Oskar Vega.

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clases en el colegio. Destacables sontambién los dibujantes Manuel Cárde-nas, Lincoln Fuentes, Juan Francisco Jaray el notable Jorge Pérez Castillo. Serieschilenas dignas de mención son: «Dina yNino en la tierra perdida de Mu» de Má-

ximo Carvajal, que narra las aventuras dedos niños en un mundo fantástico; «Loscuatro de La Alborada» de Germán Ga-bler sobre las correrías de un grupo de jó-venes en un yate en la zona sur de Chile;«Tolak», un joven guerrero maya creado

210 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Mauricio García

Figura 3: Themo Lobos cuenta «Cómo se hace esta revista» en una historieta del no. 93 de Mam-pato, fechado en 1971.

Figura 4: Ilustración de Lukas para Mampato no. 289 de 1975.

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por el increíble Julio Berríos, y «Martín yDiana» de Santiago Peñailillo en que elautor abordaba el género de la ciencia fic-ción. Otra figura relevante de la revistafue el llamado Principe negro, el dibu-jante Mario Igor y el guionista AdriánRocca, quienes unieron sus talentos paracrear la extraordinaria serie «Yudex»,inspirada en las novelas de E. Rice Bu-rroughs y la serie «Kío», un joven blancoen la selva amazónica en constante luchacon ambiciosos exploradores.

Entre 1971 y 1978 se publicaron seriesextranjeras de primer nivel como «Ber-nard Prince», con guiones de Greg y di-bujos de Hermann; «Tunga», un guerrerode la edad de piedra, realizado por Ai-dans. También hubo numerosas adapta-ciones como «Cyrano de Bergerac»,«Robin de los Bosques» y «Thor», elaventurero de la edad de piedra. Pudimosdisfrutar también del espionaje y la aven-tura de la serie «Bruno Brazil» y su «Co-mando Caimán», así como de la saga deciencia ficción «Luc Orient» de EddyPaape y guiones de Greg. Mampato tam-bién publicó dos clásicos de la historietafranco-belga: «Blake y Mortimer: Las tresfórmulas del profesor Sato» de E. Jacobs ydos historias del Tin Tin de Hergè: «El la-go de los tiburones» y «La isla negra».

En enero de 1978 Mampato cesó supublicación abruptamente, dejando in-conclusas las historietas «Asterix» deUderzo y Goscinny y «Michael Vai-llant», entre otras series. Se dijo queMampato acabó debido a sus bajas ven-tas y gracias al floreciente negocio deeditar guías telefónicas, labor que co-menzó a ocupar, con mayores gananciaspor cierto, el trabajo de la editorial. Asíacabó la vida de una revista, tal vez laúnica que junto con El Peneca se haconstituido en la mejor publicación in-

fantil que Chile haya producido hasta lafecha. Pese a la realización de un filmede animación sobre el personaje, lasmultiples rediciones de las historietas deThemo Lobos y la revisitación-homena-je del personaje («Mampato viejo») amanos de Rodrigo Salinas, el cinto espa-cio temporal del inolvidable Mampatopermanece inactivo hasta la fecha.

BibliografíaConversaciones con Máximo Carvajal, Manuel

Cárdenas, Lincoln Fuentes y Germán Gabler.Díaz, Iñigo: «Mi hijo Mampato», entrevista a

Themo Lobos, Las Últimas Noticias, 16 de ju-lio de 1995.

Huerta, Jaime: «Themo Lobos, dibujante de his-torietas», Image&Art.

vol. 9, no. 36 211

Mampato: «el hijo de Armstrong»

Figura 5: Portada del gran Mario Igor, sobreYudex, personaje creado por él y el guionistaAdrián Rocca (Mampato, no. 337 de 1976).

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ResumenEl autor aborda un profundo estudio sobre tres emblemáticos personajes chilenos de historieta

humorística. Una trilogía de antihéroes creados por estos dibujantes nacidos bajo la dictadura de Pi-nochet en Chile.

AbstractThe author approaches a deep study about three emblematic Chilean prominent figures of humo-

ristic comic. An antiheroes’ trilogy created by this draftsmen born under the dictatorship of Pinochetin Chile.

Los autores

A fines de la década del ochenta yprincipios de la del noventa, aparecie-ron tres publicaciones que muy prontose convirtieron en un referente de lacultura de la época. Las tres publicacio-nes –La Abuela Fuentes, Anarko y PatoLliro– eran producto de la autogestiónde sus respectivos creadores –GermánMiranda (Asterisko), Juan Carlos Ca-bezas (Jucca) y Christian Gutiérrez(Christiano)– y circulaban en edicioneslimitadas artesanales o semiartesana-les, de venta mano por mano o en las es-casas tiendas de historietas de esosaños.

Los tres autores, nacidos entre 1965y 1968, son herederos de la cultura con-testataria de la década del sesenta y pa-

decieron los rigores de la dictadura mi-litar de nuestro país, durante su infanciay adolescencia.

Chrstian Gutiérrez (Christiano) na-ció el 26 de noviembre de 1965 enSantiago. Oriundo de la Comuna deSan Miguel, empezó a publicar a finesde la década del ochenta el fanzineBarrio Sur, junto con los hermanosHiguera, Miguel y Rodrigo. Esta ini-ciativa se concretaba gracias a la co-yuntura de aquel momento, en que co-menzó una fuerte actividad historie-tística, con la publicación de las revis-tas Trauko, Matucana y Ácido, estaúltima con el proyecto más serio, se-gún el mismo Christiano. Así, Chris-tiano, alrededor de 1987, toma la de-cisión consciente de dedicarse al di-bujo y la historieta, con «Pato Lliro»

212 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA

Marginalidad, carnaval y humorTres personajes chilenos de la década

del noventa

Antonio LobosDocente y guionista de historietas, Santiago, Chile

PERSONAJES

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guionizado habitualmente por él y loshermanos Higuera, como su caballitode batalla, su personaje más popularde la época. El fanzine Barrio Sur te-nía una edición limitada de más o me-nos cien ejemplares, reproducidos enblanco y negro en fotocopias. Chris-tiano reconoce como primera influen-cia los trabajos de los chilenos Palo-mo y Hervi, a los que accedió graciasa la revista La Chiva, y la preocupa-ción por la historia de la historieta hu-morística chilena que le asaltó desdemuy temprano. Conoció también,bastante joven, los trabajos de Alber-to Breccia y Mandrafina, otras in-fluencias importantes. Luego, ya ma-yor, con la aparición en nuestro paísde la revista argentina de historietasFierro, su interés se volcó a lo que ha-cían otros autores trasandinos, comoFontanarrosa y Rep. Algún tiempodespués se sumó a las influencias desu trabajo parte de la vanguardia his-torietística latinoamericana, con auto-res como Patricia Breccia, Podeti yFayó.

Reconoce como influencias extrahistorietísticas el cine de ciencia ficciónde la década del setenta (como «Elhombre Omega» o «El planeta de los si-mios») y el de terror; la literatura fan-tástica; Julio Verne, Alejandro Dumas,Mark Twain, Allan Poe, Salgari; la poe-sía en general, y en especial la poesíachilena. Christiano comparte la ideapropuesta por el dibujante Hervi, queseñala que el humor gráfico surge siem-pre en un ambiente que le es propicio,donde todo está mal. Es difícil hacerhumor en situaciones donde las cosasmarchan bien, mientras que en un am-biente adverso el humor en general, y elgráfico en particular, surge sin proble-

mas, naturalmente, y se hace contesta-tario, rebelde, disconforme con lo quesucede. La ideología de Christiano, apesar que no tener compromiso partida-rio alguno, siempre le ha identificado,entre sus lectores, como de izquierda,precisamente por su propuesta provo-cadora.

Christiano funda su trabajo en la his-torieta sobre la base de sus propias ex-periencias de vida, porque un humoris-ta gráfico –dice él– debe ser un gran ob-servador. Precisamente esta capacidadde ser un espectador consciente de suentorno social le permite extraer de él aeste personaje: Pato Lliro. Se trata deun delincuente, un pato malo, un nihi-lista (porque no tiene ningún discurso,solo le preocupa beber, drogarse y asal-tar o colgar a alguien para conseguir di-nero que pague sus otras dos preocupa-ciones). Como se sitúa en el terreno dela actividad ilícita se transforma en unmarginal y, en esa época de finales de ladécada del ochenta y principios de ladel noventa, que aún vive los enconosde la dictadura militar, lo que está almargen de lo establecido vende, es po-pular. Christiano buscó explorar la vidade un personaje marginal y, al propo-nerse también que fuera lo más chilenoposible, surgió este Pato Lliro.

A pesar de lo anterior, de esta aparen-te popularidad de la cultura marginal, laque se mostraba en las revistas y perió-dicos chilenos oficiales de comienzosde la década del noventa, era una espe-cie de marginalidad con condón, comola llama Christiano. Había en los me-dios un dejo, un atisbo de preocupaciónpor la marginalidad, pero la de este per-sonaje, Pato Lliro, era total y profunda,verdadera; venía del conocimiento deesa realidad que tenía su autor, ya que

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gran parte de su infancia y adolescenciala vivió en un barrio antiguo, dondeabundaban los tipos como Pato Lliro,producto indeseado de las políticaseconómicas del régimen militar. Estacondición de su personaje lo llevó a te-ner problemas, ya que fue más de unavez censurado, porque a los editores dela prensa oficial de la transición les pa-recía demasiado marginal. Ahora, enestos tiempos que corren –meditaChristiano– los cumas son divertidos ypermitidos, y aparecen en los mediossin problemas. Es cuestión de observarel éxito de algunos de estos personajes,como los de la película chilena «Taxi

para tres» o «El malo», personaje habi-tual de un programa de la televisiónabierta de nuestro país.

Juan Carlos Cabezas (Jucca), por suparte, nació el 19 de septiembre de1966 en Valparaíso. En el transcurso desu paso por el servicio militar obligato-rio (SMO) crea el seudónimo con el quelo conocemos. Durante el año 1987 co-mienza la publicación de Trashcomic,una autoedición ligada al movimientometalero. En los años siguientes apare-cerán autoediciones de su personajeAnarko y a principios de la década delnoventa sus parodias de diversas pelí-culas: de «Batman», «Barsaman»; de«Las tortugas ninja», «Los guarenesninja»; y de la serie de películas de «Laguerra de las galaxias», comenzandocon «La guerra de la gallá». Algunosde estos trabajos se publicaron tam-bién en revistas, como Trauko y Ban-dido, aunque en general aparecieronpor primera vez en autoediciones reali-zadas en offset, con matriz de papel,que abarataba los costos de la impre-sión en fotocopias.

Jucca también sintió la influencia dela aparición de las revistas chilenas dehistorietas Trauko, Bandido y Ácido,aunque piensa que el hito fundamentalde su vida lo constituye el paso por elSMO, en la Infantería de Marina. Susinfluencias historietísticas pasan por laslecturas de «El siniestro doctor Mor-tis»; las colecciones mexicanas de su-perhéroes, como «Batman» y «El Hom-bre Araña»; la revista MAD, donde viouna parodia a James Bond, realizadapor Nelson Soto, que le impactaría pro-fundamente; las historietas europeas,empezando por el trabajo de Moebius;y el cine y la televisión, con la trilogíade «La guerra de las galaxias» por un

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Figura 1: El fanzine Barrio Sur, la primeracasa del personaje Pato Lliro, creado porChristiano y los hermanos Higuera.

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lado, y con los personajes de RobertoGómez Bolaños, el Chavo del Ocho y elChapulín Colorado, por otro. Anarko(que en su postura de antihéroe se em-parenta con los personajes de GómezBolaños, admirados en su infancia porel autor) es un personaje marginal, peri-férico, contestatario, manifiesta algodel descontento acumulado de la juven-tud, consume marihuana y solucionagran parte de sus conflictos a golpes. Sudiscurso es anarquista y no trash, preci-samente por la búsqueda de trascenden-cia de su trabajo –confiesa Jucca. Liga-do a cualquier tendencia de la época, elpersonaje habría muerto junto con lamoda, pero con su discurso disconfor-me respecto a la sociedad, va metiéndo-se en la perspectiva y en la posibilidadde provocar la identificación de cadanueva generación de jóvenes. Jucca ex-presa su propio descontento respecto ala realidad a través del discurso de supersonaje. Se manifiesta contra los po-líticos, por la gran contradicción que veentre lo que dicen y lo que hacen. Anar-ko se pronuncia contra ese doble stan-dard, diciendo lo que los demás callan,porque no se atreven a decirlo o porqueusufructúan de ese mismo ethos. En po-lítica la sinceridad debería ser una vir-tud natural –medita Jucca.

Expresar esas ideas a través del dibu-jo, a través de su personaje, mantiene acubierto a su autor. Es Anarko el queconsume droga, el que es violento, elque habla contra la máquina de la so-ciedad, y es un personaje en un mundode tinta y papel, no es ni representa ne-cesariamente al autor, el que solo reali-za un trabajo.

Germán Miranda (Asterisko) nace enla Comuna de San Ramón, en Santiago,el 19 de diciembre de 1968. A finales de

la década del ochenta edita el fanzinePichikata, fundamentalmente medianteel expediente del offset con matriz depapel, aunque algún número se hayahecho con mimeógrafo. En dicha publi-cación colaboran varios dibujantes. Lostrabajos iniciales de Asterisko en elmundo de la historieta son bastante másoficiales de lo que podría pensarse: unpar de campañas de prevención del siday del consumo de drogas.

A mediados de la década del noven-ta aparece La Abuela Fuentes, laSex-Simbol de los 90’, y Luchito el Bo-bo, su nieto. Según cuenta el propioAsterisko, la Abuela era un personajesecundario de una historieta de super-

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Figura 2: Pato Lliro es un joven delincuente,un cuma, un marginal.

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héroes que él realizaba, pero se «robóla película» y terminó golpeando a to-dos los demás personajes, incluyendoal supuesto héroe de la aventura. Lainspiración de la Abuela Fuentes, unaanciana mentirosa, enojona, enamora-diza, buena para repartir golpes a dies-tra y siniestra, que maneja una motoci-cleta y escucha personal stereo, es laabuela de un amigo del autor, aunqueasegura que el modelo original es unadulce anciana y que solo le tomó presta-do el apelativo familiar y el apellido.Luchito el Bobo, que se llama en reali-

dad Chulifredo, es un alcohólico rema-tado, al que no se le conoce trabajo fijo,de una flojera contumaz y que lo únicoque querría es deshacerse de su parien-te, que lo golpea con frecuencia. Vivehuyendo de los carabineros, un par depacos no muy inteligentes que soniguales de borrachos que quienes persi-guen. Luchito tiene un par de compañe-ros de aventuras, con los que flojea ybebe en la plaza cercana a su casa, y ungato de nombre Chafloja.

Los referentes del trabajo de Asteris-ko en la historieta se vinculan a las re-vistas chilenas Barrabases y Condoritoy la argentina Paturuzú. Luego rescatavarias revistas de la editorial Quimantú,como El Manque y Far West; algunalectura asistemática de poesía y cuento,especialmente los escritores nacionalesTellier y Donoso; y también el cine.Posteriormente, se encuentra con el hu-mor que aparece en las revistas Traukoy Bandido, de corte más adulto. Con elpersonaje Artemio del autor chilenoJorge Vivanco (más conocido como Pe-pe Huinca) se enfrenta a un humor unpoco más intelectual, lo mismo que leocurre con los trabajos de Quino y loque apareció de Fontanarrosa en la re-vista Fierro.

Los trabajos de Asterisko son autoe-diciones en offset de matriz de papel,con historietas en blanco y negro y por-tadas en colores en papel couché. Habi-tualmente se producían 300 ejemplares,de los cuales 150 se vendían por manocon ayuda de los amigos, y el resto sedaba como pago por la ayuda prestadaen compaginación, corcheteo, recorte yventa de la publicación. También se re-partían algunos ejemplares en las yamíticas revisterías Krazy All Comic yMega Krazy de Santiago, y se aprove-

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Figura 3: Portada de Pato Lliro: «Recuerdosde cabro chico», historia que narra las aventu-ras infantiles del personaje.

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chaban los festivales y encuentros dehistorietistas para vender algunos ejem-plares más.

Para Asterisko el humor per se esirreverente y trae consigo algo de críti-ca social. Enfrentados a la rudeza de larealidad podemos volvernos pesimistaso buscarle la vuelta humorística a la vi-da. Esto último es mucho más entreteni-do, porque –para Asterisko– dibujar esante todo diversión, es esa vocaciónque lo hace sentirse satisfecho. Su ideaha sido siempre hacer historieta de hu-mor, por supuesto no el humor ingenuode Condorito, sino un humor que refle-je el contexto en que se vive, que mues-tre el ambiente del colegio, del barriomarginal, de la realidad cotidiana delchileno medio, que vive en un barrio, yque es capaz de reconocerse en los per-sonajes.

Marginalidad

Uno de los elementos que aparececomo constante en los trabajos de estostres autores es el tema de la marginali-dad. Claramente la extracción social(pobreza extrema de Pato Lliro), la si-tuación geográfica (la Abuela Fuentes,aparte de ser atípica, rara, vive en unbarrio marginal) o la posición ideológi-ca (Anarko es, ante todo, un anarquistaque está contra la sociedad), hacen con-fluir a las tres instancias en torno a esteconcepto.

Pero ¿qué es la marginalidad? Así,desde la sociología, se pone énfasis enla relación entre el Estado central y loque podríamos llamar la periferia”. Ve-kemans, tal como se expresa en el tra-bajo de los profesores de la Universi-dad de Santiago, Samaniego y Ruiz,propone que «la marginalidad sería la

situación del individuo que no recibeservicios y beneficios sociales (falta departicipación pasiva) ni participa en latoma de decisiones (falta de participa-ción activa) [...]. La línea divisoria en-tre los grupos marginales y la sociedadcomo un todo está constituida por lafalta de participación que se deriva dela falta de pertenencia, producto, a suvez, de la falta de receptividad, es decir,del rechazo por parte de la sociedad ins-talada»1.

Si algo caracterizó a la juventud pos-dictadura fue una actitud de inconfor-mismo, un nihilismo acérrimo, que setradujo en el noestoyniahísmo ante una

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Figura 4: Portada de Asterisko para el fanzinede La Abuela Fuentes.

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democracia que ofreció mucho y cum-plió muy poco con las expectativas quese formó dicho grupo. La política eco-nómica de los primeros años de la de-mocracia en Chile, esa transición tandenostada, no produjo cambios sustan-ciales en la repartición de la riqueza nien la percepción de quienes eran partede las clases dirigentes, que continua-ban siendo más o menos las mismas delperíodo predictatorial y dictatorial. Pe-ro el enemigo, que era absolutamenteconcreto e identificable en el gobierno

de facto, en democracia tenía un rostrocada vez menos definido y claro, la ju-ventud pareció no tener más remedioque aislarse del proceso que se llevabaa cabo, dejando de inscribirse en los re-gistros electorales y asumiendo unapostura escéptica ante los posibles cam-bios que se anunciaban. Nuestra socie-dad como un producto de las relacionessociales establecidas en el período de ladictadura estaba marcada por las mis-mas polarizaciones con que suele iden-tificarse el período inmediatamente an-terior al golpe de Estado de 1973. Sien-do herederos de tal ethos, no es raro queesas prácticas se extendieran a la transi-ción democrática de nuestro país.

No es raro por lo tanto que, si no haycambios sustanciales y apreciables enla estructura social, se mantenga ese es-píritu de época que mencionábamos, yque va a expresarse en la superficie tex-tual de las historietas (amalgama deimagen secuencial y de texto lingüísti-co) con personajes marginales, enten-didos en la dirección que propone la de-limitación del concepto: el delincuente,parte de la fauna de la zona más margi-nal de la ley, del territorio de la ciudady de los medios de subsistencia (PatoLliro); el personaje que salta al primerplano de la historia en que se le suponesecundario (vide supra), desde una si-tuación inicialmente marginal; precisa-mente por su rareza, el margen de lanorma: una anciana que trata mal a sunieto, que garabatea y utiliza la violen-cia en sus relaciones con el otro, cual-quiera que este sea, que ve programasinfantiles, escucha música en un perso-nal stereo y que puede ser sex-simbol(la Abuela Fuentes); el anarquista, consu discurso contestatario y autocons-ciente (debe ser uno de los personajes

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Figura 5: Las historias de «La abuela Fuen-tes» ocurren también en una población margi-nal de Santiago de Chile.

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con más conciencia de sí mismo, comopersonaje, y de su creador de todo eluniverso historietístico chileno), con-sumidor de marihuana, que se pasea porlos menos vistosos y menos turísticoscallejones de los cerros porteños (la pe-riferia; recordemos que el centro es elplan, la zona plana de Valparaíso y,además, esta ciudad forma parte de laperiferia respecto a la capital, Santia-go), enfrentados a esos otros habitantesde los márgenes: los delincuentes y lostraficantes, pero también es parte de esegrupo del margen: cuando los persiguela ley, la policía, los persigue a todos,no percibe diferencias (Anarko).

Humor

El humor, es una forma de comunica-ción verbal y no verbal, cuya intenciónprincipal y básica es el divertir... la RealAcademia define el humor (en su se-gunda acepción) como genio, índole,condición, especialmente cuando se daa entender con una demostración exte-rior. La estudiosa María Moliner defineel humor como una cualidad en descu-brir o mostrar lo que hay de cómico y ri-dículo en las cosas o en las personas,con o sin malevolencia. Humorismo–explica– es una aptitud para ver omostrar las cosas por su lado gracioso oridículo. Constituye una retórica delpensamiento. Manuel Seco, en su se-gunda acepción define humor comouna actitud o tendencia que consiste enver el lado risueño o irónico de las co-sas. En la pagina web Tebeosfera, Mor-dillo, el célebre dibujante argentinoafirma que «el humor es la ternura delmiedo». El humor en general, y el hu-mor gráfico en particular, contiene ele-mentos de actividad intelectual que im-

plican un cierto nivel de reproducciónartística de la realidad, mimesis creati-va, que abre una brecha a través de lacual podemos volver a mirar el entornosocial y otorgarle sentido. Arrancar unasonrisa o una carcajada es la misión delhumorista, porque esa es la mejor ma-nera de burlar al poder, de negar lamuerte, de esquivar la pena cotidiana.La risa es un acto de fe y de esperanza,porque si hoy podemos reír de estasdesgracias, tal vez mañana tales desgra-cias puedan esfumarse. Si reímos ahora,tal vez nuestra risa socave el trono de los

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Figura 6: Otra página de «La abuela Fuen-tes».

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tiranos. Si nos reímos todos juntos, de lomismo, si llegamos al menos a eseacuerdo, tal vez podamos pensar que po-damos construir, también juntos, un fu-turo mejor.

El humor tiene ese poder encantadorde permitirnos romper las reglas, las dela gramática, las del pudor, las de lasbuenas costumbres, las de la realidad,las del respeto, etc. Pero es una rupturapermitida, posible, que nos mantiene asalvo de la herejía, del castigo de las le-yes, de sanción de las normas sociales o

de la ira de los poderosos2 ...casi siem-pre. Tenemos tantos casos, no solo ennuestro país, en que los poderes fácti-cos arrojan sus perros feroces tras laspisadas de los creadores en general, yde los humoristas gráficos en particular.Tal vez, a diferencia del chiste que cir-cula de boca en boca sin autor reconoci-ble, la materialización de la broma entinta y papel se hace más expuesta a lamanifestación de la sanción, a la ira delos tiranos. O será que los tiranos tienensencillamente mal humor.

Los trabajos que analizamos son ex-presión de este humor corrosivo, quepone en escena al marginal y su caracte-rística forma de hablar, la del ciudadanomedio, no la del de cuello y corbata o ladel de mangas de camisa o sudaderacuando habla con su patrón, sino alhombre corriente que habla con suigual, y eso le permite hablar libremen-te, ser grosero o vulgar si es preciso, ha-cerse cargo de la jerga, limítrofe, juve-nil, delictual, coprolálica. Y esta mira-da sobre la realidad no es autocompla-ciente. Es una mirada analítica que,muchas veces, nos ayuda a mirar larealidad con ojos nuevos, con ojoscreativos y críticos.

Maximiliano Salinas, en un interesan-te trabajo titulado «Risa y cultura enChile»3, propone que la aceptación delhumor y de la risa en el pensamiento cul-tural, en la escritura literaria, en las leyeseclesiásticas y laicas de nuestro país, esun hecho más bien tardío, a pesar de locomún que es en las culturas originariasque nos constituyen y en la cultura có-mica popular. Hemos tenido un clero,una política y una literatura seria hastabien avanzado el siglo XIX, cuandoirrumpe el proyecto cultural y literariode José Santos González Vera, que in-

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Figura 7: Portada que parodia el conocido es-cape de presos políticos desde una cárcel dealta seguridad chilena.

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corpora a la literatura seria los elemen-tos de esa cultura cómica popular –diceSalinas. Por tanto, esta cultura cómicasolo alcanza a las instituciones, por de-cirlo de algún modo, a finales del sigloXIX y principios del XX, pero ha estadodesarrollándose desde los comienzos denuestra vida como país, e incluso desdemucho antes.

Esa es la tradición en la que se en-marca el trabajo de nuestros insignescreadores. Tal vez con mayores raícesprecisamente en esa cultura popularmarginal, ya que, como hemos visto,los medios de circulación inicial de es-tas publicaciones han sido más bien in-formales, casi todo por mano. Por másque se recurra a las tecnologías de laimpresión y de la reproducción de losoriginales, mantienen su raigambre po-pular, donde popular significa margi-nal, al menos respecto a los sistemasformales de producción y de los canalesde distribución institucionalizados delas revistas de historietas.

Carnaval

Esta relación entre el humor y la cul-tura popular nos pone de inmediato an-

te las consideraciones teóricas relativasal carnaval, que tienen su origen en losextraordinarios estudios de Mijaíl Baj-tín4. No nos remitiremos ahora a ese en-sayo, sino a un texto de Umberto Ecoque aparece en el libro «Carnaval»5,donde se exponen consideraciones enla misma dirección. Allí Eco elaborauna interesante propuesta con el fin dedefinir lo cómico en el entendido que locómico y la idea de carnaval están rela-cionadas, de modo que la definición delprimer concepto conlleva la delimita-ción del segundo.

Desgraciadamente, el desarrollo dela teoría de la comedia por parte deAristóteles se ha perdido en la bruma delos tiempos. Sin embargo, Eco proponeque podemos intentar extrapolar dichateoría de lo que el mismo Aristótelespropone acerca de la tragedia. De estemodo, el autor propone que el efectotrágico se realiza cuando «i) hay unaviolación de una regla –sea un código,un marco social, una ley, un conjuntode premisas sociales–; que ii) es come-tida por alguien con quien podemossimpatizar, dado que es un personaje denoble condición, no tan malo para serrepulsivo, no tan bueno para escapar a

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Figura 8: «Anarko» de Jucca.

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la identificación; y iii) reconocemosque la regla ha sido transgredida porqueo bien la consideramos aún válida –“Nomatarás a tu padre”– o, por lo menos,suficientemente justificada por el con-texto –en la “Biblia”: “No olvidarás lasórdenes de Dios”–; frente a tal viola-ción, iv) estamos de acuerdo en que fuemala; v) sufrimos con el héroe porquecomprendemos, de alguna maneracompartimos su remordimiento y parti-cipamos en su propia expectativa delcastigo posible o necesario –compasióny temor–; y vi) nos sentimos tranquiloscuando nos damos cuenta de que el pe-cador ha sido adecuadamente castigadoy que de alguna manera ha aceptado sucastigo –disfrutamos en el acto de lareafirmación del poder de la regla–»6.

Por otro lado, siguiendo al mismoEco, el efecto cómico se produciríacuando: «i) hay la violación de una re-gla –preferible, pero no necesariamen-te, una menor, como una regla de eti-queta–; ii) la violación es cometida poralguien con quien no simpatizamosporque es un personaje innoble, infe-rior y repulsivo –animalesco–; iii) porlo tanto, nos sentimos superiores a su

mala conducta y a su pena por habertransgredido la regla; iv) sin embargo,al reconocer que se ha roto una regla,no nos sentimos preocupados; al con-trario, de alguna manera damos la bien-venida a la violación; podría decirseque nos sentimos vengados por el per-sonaje cómico que ha desafiado el po-der represivo de la regla –lo cual no im-plica riesgo para nosotros, ya que solocometemos la violación indirectamen-te–; v) nuestro placer es mixto porquedisfrutamos no solo la violación de laregla, sino la desgracia de un individuoanimalesco; vi) al mismo tiempo, no es-tamos preocupados por la defensa de laregla ni nos sentimos obligados a com-padecer a un ser tan inferior. Lo cómicosiempre es racista: solo los otros, losbárbaros, deben pagar»7.

Pensemos en el ejemplo más cercanoque tenemos en nuestra época del mo-dus operandi del efecto cómico, un pa-yaso o, sin ir más lejos, el Che Copete,un conocido personaje de un programade la televisión chilena. Che Copeteviola una regla que podemos considerarmenor: bebe o ha bebido en exceso, loque a veces le hace cometer otras viola-

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Figura 9: El cabello largo y las botas son parte de la identidad del personaje.

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ciones a diversas reglas de etiqueta; laopinión generalizada es que es un per-sonaje chabacano, por lo mismo inno-ble, inferior y repulsivo; la verdad esque muy poca gente reconoce que elpersonaje le sea simpático (recordemosque simpatía viene del griego sympá-teia, comunidad de sentimientos:¿quién podría aceptar que Che Copetele es simpático sin admitir al mismotiempo que ha pecado de los mismosexcesos?); nos sentimos superiores a sumala conducta y a su eventual pena («sila cago, me avisan» dice el personaje, yestamos seguros que nadie le avisará);no nos sentimos preocupados por laruptura de la ley, de algún modo damosla bienvenida a la violación (nadie leavisaría a Che Copete que está hacien-do un numerito y que mejor se vaya aacostar, queremos ver que siga en suenvilecimiento paulatino y constante),tal vez nos gustaría romper la regla anosotros también, pero el disfrute de to-dos modos no implica riesgo, comete-mos la violación de la regla indirecta-mente, solo lo vemos y disfrutamos portelevisión; y disfrutamos doblemente,tanto de la violación de la (o las) regla(s) como de la desgracia del individuoanimalesco (o que se vuelve animales-co con el exceso de alcohol: no es raroque termine en cuatro patas o arrastrán-dose por el piso); no nos preocupamospor la defensa de la ley ni nos sentimosobligados a compadecer a un ser tan in-ferior.

Podemos comprender, a propósito deestas reflexiones de Eco, que lo cómicose relacione directamente con el carna-val, ya que es precisamente en el carna-val donde encontramos esas situacionesen que no nos preocupan las reglas: elcarnaval es el lugar y el tiempo en que se

establece el mundo al revés. Poniéndo-nos la máscara carnavalesca podemoscomportarnos como esos personajes ani-malescos de la comedia, nos sentiríamoslibres tanto por el componente sádico delo cómico, como porque nos liberamosdel temor impuesto por la regla. Sin em-bargo, el mismo Eco nos advierte de laingenuidad de esta postura, ya que, sifuera cierta sería imposible explicar laexpresión tan antigua pan y circo; el po-der siempre ha usado lo circense paraaplacar a la multitud: «el humor es sos-pechoso pero el circo inocente»8. Por-que, si el carnaval medieval, como ten-dencia hacia la liberación, estaba restrin-gido al tiempo (justo antes de la cuares-ma, cuando viene la más fuerte prohibi-ción), el carnaval moderno, la carnavali-zación de la vida, se restringe al espacio,al espacio de los mass media.

Precisamente, visto desde otro puntode vista, asalta a la consideración mássuperficial el que la tragedia aparezcacomo más universal que la comedia.Ocurre la catarsis cuando asistimos auna tragedia o un drama, de cualquierhorizonte cultural o geográfico; sin em-bargo, no comprendemos la comediagriega, ni sabemos de qué se ríen exac-

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Figura 10: Las callejuekas de Valparaíso y lasincrepaciones a su creador, son habituales enlas páginas de «Anarko».

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tamente las personas de otras culturasno occidentales. «Lo trágico parece tra-tar con problemas eternos (vida y muer-te, amor y odio), mientras que la come-dia parece estar estrechamente ligada acostumbres sociales específicas»9. Elefecto trágico en verdad –proponeEco– se debe a que todo texto de estanaturaleza no cuenta solamente la his-toria de la violación de una regla, sinoque reafirma la validez de esa regla, larefuerza. Solo después de que la obraha hecho explícita la regla, el especta-dor puede compenetrarse del destinotrágico del héroe. Por el contrario, en lacomedia la regla transgredida debe es-tar presupuesta, pero nunca se hace ex-plícita. El espectador, el lector, debe co-nocer desde antes la prohibición o lanorma que se rompe con el efecto cómi-co. Eco propone, entonces, que los re-quisitos de un «buen carnaval son: i) laley debe estar tan penetrante y profun-damente introyectada que esté abruma-doramente presente en el momento desu violación (esto explica por qué la co-

media bárbara casi no es comprensi-ble); ii) el momento de la carnavaliza-ción debe ser muy breve y debe permi-tirse solo una vez al año [...]; un carna-val eterno no funciona: todo un año deobservancia ritual es necesario para quese goce la trasgresión. El carnaval pue-de existir solo como una trasgresión au-torizada»10.

Esta visión del carnaval como ele-mento de refuerzo de la ley social, enfin de control social, puede parecer untanto pesimista. No es muy agradablepensar que se nos da un espacio o untiempo limitado para el ejercicio de unailusión óptica de libertad, para que des-pués soportemos el peso de la ley du-rante cada día, todas las semanas, el res-to de la semana, por años y años. Sinembargo, el mismo Eco propone queesta forma de comprender el efecto có-mico describe fundamentalmente la co-media antigua. Esta expresa el modo enque las clases más bajas eran pensadaspor las clases más altas, a través de unapoesía que los animalizaba y que les per-

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Figura 11: Anarko y sus características diatribas contra la sociedad.

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mitía, en los carnavales, expresarse li-bremente de la manera en que eran re-presentados en las comedias, como ani-males. El mundo al revés era expresiónde lo marginal (se representó en las mi-niaturas medievales en los marginalia,–márgenes– de los manuscritos), perosolo en el sentido que señalamos aquí.

Pero lo cómico tiene otras manifesta-ciones: «Luigi Pirandello decía que silo cómico es la percepción de lo opues-to, el humor es el sentimiento de loopuesto»11. De alguna manera, en el hu-mor, estamos a medio camino entre latragedia y la comedia, porque nos reí-mos, pero percibimos, adivinamos, sen-timos, la tragedia que se esconde detrásde la situación graciosa, lo que nos per-mite sonreír, pero también simpatizarcon el personaje. La Abuela Fuentes,Pato Lliro, Anarko se transforman, porsus modos de ser, en la expresión deciertas situaciones sociales llevadas allímite. Si el uso de la violencia en susrelaciones interpersonales es lo opuestoa lo que debiera ser, lo que quisiéramos(donde se instala el carnaval), podemoscomprender por qué (que es el territoriodel humor) ese uso de la violencia ex-trema: más de una década de violenciainstitucionalizada se expresa a través desus actos, sus dichos, sus reacciones, sumordacidad, porque de algún modoesos años de autoritarismo los (nos) hanmoldeado.

El humor no intentaría restablecer elmarco roto, no nos quiere volver a po-ner, cuanto antes, en el imperio de laley. De este modo el humor alcanza unestatus mayor que el de la comedia,porque permite que se exprese la críticasocial, en la medida en que es capaz, através de un determinado sistema designos (verbales, icónicos, icónico-ver-

bales, etc.), de poner en duda otros sis-temas culturales.

Algunas conclusiones

Cuando se me pidió la realizaciónde este artículo sobre personajes señe-ros de la historieta de la década del no-venta me pregunté ¿qué tienen en co-mún estos tres personajes? Había quepensar más allá de lo obvio: los treshan logrado posicionarse en la memo-ria colectiva de los que compartimoscon ellos momentos históricos impor-tantes, sin apoyo gubernamental, sinrecurrir a los grandes capitales, sindejarse tentar (demasiado) por los sis-temas más institucionalizados de laproducción historietística. Lograron loque desearía cualquier creador respec-to a su obra, hacerla a puro pulso. Esoera lo evidente.

Meditando acerca de los elementosmás estructurales de estas creaciones,me encontré con esos tres conceptosque, me parecía, los unían más allá dela mera apariencia: la abuela sex-sim-bol, el pato malo, el anarquista por vo-cación, se unían en nuestras propiascavilaciones, desvelos, protestas inter-nas, inconformidades, a través de laexpresión de un mundo marginal, eldel margen, el de la periferia de la ca-pital, el de la periferia del poder. Lostres nos hacían mirar la vida a travésdel humor, ese carnaval frío del quehabla Eco. El humor reflexivo, que noes fácil, que nos hace reír o sonreír, pe-ro luego gravita en nuestro espíritu, demodo que levantamos la mirada porsobre el hombro, más allá de la revistade historietas, nos hace mirar el mundode nuevo, de verdad, profundamente;esa es la característica que hace que

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Marginalidad, carnaval y humor

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una obra artística se haga eterna, tras-cendente.

Los elementos carnavalescos estánpresentes. Hemos hablado de la propo-sición del carnaval como el imperiodel mundo al revés. Y aquí tienen, enestos extraordinarios trabajos, que losantihéroes son nuestros héroes: PatoLliro es un marginal en todo el sentidode la palabra; un delincuente que asal-ta para pagarse sus vicios, el alcohol yla marihuana; que anda con la quisca(arma blanca) siempre a mano; que essuperado por sus instintos; al que lefalta educación; pero que tiene valoresentrañables, como la amistad; seránesas historias las que nos cuenta su au-tor. La Abuela Fuentes comenzó sien-do un personaje marginal de una histo-rieta de superhéroes –nos ha contadoel autor–, la anciana rescatada para ellucimiento del héroe tradicional, perose transformó en la verdadera protago-nista de esa historia y de varias más;Anarko, la revolución permanente he-cha personaje, que una y otra vez noshabla desde su mundo de tinta y papele increpa a su creador, en la tradiciónde «Niebla» de Unamuno (recordemosque uno de los personajes, alter egodel creador, escribía no una novela, si-no una nivola, a contrapelo de la nor-ma... otra vez carnaval, se carnavalizael género, el modo de escritura... sos-pecho que algo parecido hace Juccacon su Anarko).

En eso se parecen, estructuralmente,estas tres obras y por ello, justamente,es que se han instalado en nuestro in-consciente colectivo. Los tres autores–Christiano, Jucca, Asterisko– fueroncapaces de exponer en sus trabajos elpaisaje humano (la delincuencia, nues-tra orilla más monstruosa, la violencia

contenida que sale a borbotones de lospersonajes de Pato Lliro, de Anarko yde La Abuela Fuentes) y geográfico(miren las callejuelas de los cerros deValparaíso, hechas por Jucca, son ver-daderas postales de un puerto de ver-dad) de lo que sentíamos más propio denuestro ser nacional. Claro, porque se-guíamos sin sentirnos identificados conlas instituciones y sus símbolos.

Carnavalescamente, buscamos losantihéroes, los espacios y seres margi-nales: los encontramos en estas histo-rietas. No nos queda más que vernos yver nuestra realidad a través de la ven-tana de las viñetas de Abuela Fuentes,Anarko y Pato Lliro.

Notas1. Citado en: El Institut de Governabilitat de

Catalunya Augusto Samaniego y CarlosRuiz Rodríguez, en «La cuestión mapucheen la segunda parte del gobierno de EduardoFrei Montalva y las transformaciones en elagro, Problemáticas, discursos y prácticas»(1967-1970). Disponible en línea en:http://www.archivochile.com/Gobiernos/gob_edo_freim/sobre/GOBsobre-freim0001.pdf

2. Cfr. Durand, Jacques: «Retórica e imagenpublicitaria», en «Comunicaciones. Análisisde las imágenes», E. Tiempo Contemporá-neo, Buenos Aires, 1973.

3. Salinas, Maximiliano: «Risa y cultura enChile». Disponible en formato rtf en: bi-bliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/chile/ar-cis/ salinas.rtf

4. Cfr. Bajtín, Mijaíl: «La cultura popular en laEdad Media y el Renacimiento», Ed. Barral,Barcelona, 1974.

5. Eco, Umberto; V. V. Ivanov; Mónica Rector:«¡Carnaval!», Fondo de Cultura Económica,México, 1989.

6. Eco, U.: Op cit.: p. 9 y ss.7. Ídem: p. 10.8. Ídem: p. 12.9. Ídem: p. 13.

10. Ídem: p. 16.11. Ídem: p. 18.

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ResumenEl siguiente artículo, de carácter intuitivo, habla del mundo del dibujo, más que del temático. La

idea del primero de ellos, a partir de los dos grandes géneros históricos del cómic: humor y aventura,traducidos como dibujo cómico y dibujo serio, y en medio de ellos dos, un tercer estilo intermedio quetiene algo de ambos. Estos tres estilos de dibujo se han disgregado desde los cómics de las décadasdel sesenta y setenta. Aparecieron nuevas maneras de dibujar. Ya en la década del ochenta aparecenexpresiones idiosincráticas, rasgos de subjetividad distintiva, entronizadas también por la anarquíade la situación real de la producción.

AbstractThe following article, of intuitive character, speaks about the world of the drawing more than of

the thematic one. The idea of the drawing, from both big historical genres of the cómic: humor andadventure, translated as comical drawing and serious drawing, and in the middle of both, the third in-termediate style that has something of both. From the cómics of the 60-70, these three styles of dra-wing have disintegrated. New ways of drawing appeared. In the eighties expressions appearidiosincráticas, features of distinctive subjectivity, pushed also by the anarchy of the real situation ofthe production.

En el lenguaje coloquial de los histo-rietistas chilenos, hasta hace algunosaños se hablaba de tres estilos o génerosprincipales que conformaban el univer-so artístico de las historietas: uno era elde las historietas de dibujo serio, quequiere decir la representación realistadel mundo, cuyo pivote central estabaen la figura humana, el verdadero rase-ro de la calidad y del talento en este gé-nero, con la referencia permanente aHal Foster, Alex Raymond o Hogart,entre los muchos artistas que tanto in-fluyeron en los niños que serían nues-

tros propios dibujantes serios: Julio Be-rríos, Arturo del Castillo, Máximo Car-vajal, entre otros tantos, como LincolnFuentes o Juan Francisco Jara. Otro: eldibujo humorístico, las historietas dehumor, fueran para niños o adultos, enla línea de Mutt and Jeff, Don Fausto oDisney, y de las cuales tenemos tam-bién muchos y capaces autores en Chi-le. El más popular y vasto de los estilos,el más flexible y versátil respecto a sucapacidad de sostener ideas comunica-tivas distintas, desde la inocencia infan-til hasta la seriedad de algunas caricatu-

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La idea de los tres dibujosy su transformación en los cómics

de la década del ochenta

Vicente PlazaDiseñador, dibujante de historietas y editor independiente, Santiago, Chile

ESTILOS

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ras políticas, o la acidez adulta del hu-mor picante, negro o sardónico. Entreestos dos grandes estilos, se hablaba deun tipo de dibujo intermedio, como elde la revista Barrabases de la primeraépoca, o el de la escuela del dibujanteMario Silva Ossa (Coré), si se me per-mite tal adjudicación, y que por algunarazón, ya que es difícil pensar en la me-ra casualidad en el pensamiento o en ellenguaje, solía llamársele dibujo estili-zado, como si los otros dos fueran en-tendidos –de algún modo– como dibu-jos naturales a la mano o al ojo. Si sepiensa en el estilo japonés, en el «Tin-tín» de Hergé, o tal vez en los dibujosde la serie infantil chilena «Quintín elaventurero», creada por Lukas, se en-tiende perfectamente la pertinencia quetenía este tercer término, que era el hijoo la hija autónoma de los otros dos esti-los basales o parentales, creando ungran tercer mundo en las historietas1.

Huelga decir que, a pesar de que nohabía una construcción teórica concretadetrás de estos nombres, ellos compren-dían con necesaria flexibilidad los con-tenidos y universos semánticos ligados acada tipo de representación en dibujo,los lectores afines a cada una, los forma-tos editoriales y el mercado en los quefuncionaban. Todo lo que implicaba unamanera de entender, a partir de su visua-lidad, lo que hoy llamaríamos el campode este arte popular. Las notables reno-vaciones y ampliaciones que se gestaronentre fines de la década del sesenta yprincipios de la del setenta en las histo-rietas y en el humor gráfico de nuestropaís no desmantelaron esta concepción,sino que –visto desde esta perspectiva–expandieron las posibilidades de cadaestilo, actuando en terrenos tan fasci-nantes e inéditos hasta entonces como la

decisión de mirarnos como somos, dehablar como hablamos, y hasta inclusola loca idea de dibujar como dibujamos2.

Más tarde, en un proceso de asimila-ción y de actualización, la clara concep-ción visual, que no consideramos inge-nua, fue cediendo su lugar a una nuevaconfiguración, basada mayormente enconceptos, pero que ya no implicabanla solidaridad de las partes, sino másbien su fragmentación, consecuencia delas ampliaciones de formas y conteni-dos en los cómics internacionales, y lainfluencia de las brillantes teorizacio-nes que venían publicándose desde ha-cía décadas sobre su estética, sus es-tructuras, su historia, y su condición deproducto de consumo, o de arte de lacultura de masas, según el caso. Duran-te la década del ochenta, como ya esta-ba ocurriendo en los países hispanopar-lantes, se impuso masivamente el térmi-no estadounidense comic, y en conse-cuencia este fue el nombre con el quefueron conocidas las nuevas historietasque empezaron a llamar la atención enChile a partir de la segunda mitad deesa década3. El campo, que en gran par-te sigue siendo el actual, se diseminó enuna profusión de conceptos, que defi-nen los múltiples subgéneros del có-mic. Es decir: hoy hablamos del cómico del cómix; del cómic femenino o delfeminista; de los cómics de género: so-cial, sátiras, terror, infantil, policial, deautor, militante, rosa, etc.; hablamos delos cómics ligados a estilos editoriales yepocales: DC, manga, europeo, inde-pendiente, Zig-Zag, Quimantú, Nova-ro, underground norteamericano, se-sentismo, ochentismo, ¿noventismo?,¿dosmilismo?, etc. Igual que los estilosanteriores, cada concepto implica unaserie de antecedentes sobre lo que es

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posible y lo que no es posible encontrarallí, en materia gráfica y de contenidos;y cada uno se refiere también, con ma-yor o menor nitidez, a un universo vi-sual y literario, un universo ideológicoy artístico; y finalmente, al menos enteoría, los tres anteriores estilos de di-bujo pueden ser practicados en los dis-tintos subgéneros conceptuales. Recor-demos que la mayoría de los cómics ac-tuales trabajan confundiendo o mez-clando los géneros ya reconocibles.

Pero, aunque útil, la importación y eluso un poco a priori de conceptualiza-ciones antes elaboradas en otros luga-res, simplifica y oculta la índole másprofunda de los cambios, ya sean losque se dan en esos otros lugares, o losnacionales. Quiero decir que se dieronen este período algunas transformacio-nes importantes en nuestras historietas,y quisiera detenerme un momento so-bre ellas. Esas transformaciones, comoocurre en todo arte –y como de hechohabía ocurrido antes con el humorismode La Chiva, por citar un ejemplo nota-bilísimo– consisten por lo común en laentrada de lo que hasta ahí no se habíadicho, en la aparición de lo que no cupoen los estilos anteriores, y que se co-rresponde con un público simpatizante.Si se me permite el ejemplo, diría queRobert Crumb, años antes, no impusoni trajo en primer lugar un nuevo con-cepto del cómic, sino que trajo a este ununiverso inédito. Trajo, aunque suenacomplicado decirlo así, comportamien-tos y realidades que siendo ya más omenos conocidos en el mundo real(aunque no por conocidos, aceptados),no tenían cabida en los comics nortea-mericanos, y, perfectamente conscientede su originalidad lo llama comix, o esllamado así por sus amigos o sus enemi-

gos, como ha ocurrido en otras circuns-tancias, dando cuenta de que la traduc-ción a conceptualizaciones no puededarse propiamente sin previa compren-sión, o si se quiere sin previa lectura deuna obra o de un acontecimiento queprovoque su necesidad. Un proceso in-verso al que se enseña con pretensiónde validez general en nuestros institutosde diseño y publicidad, que tiene perti-nencia respecto a la publicidad y elmarketing, pero no respecto al arte4.

En ese sentido, se produjo una confu-sión entre los propios cultores, los lecto-res y los periodistas, al identificar el con-

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La idea de los tres dibujos

Figura 1: Pichinauel de julio Berríos, ejemplode dibujo serio, la representación realista delmundo, cuyo pivote central estaba en la figurahumana.

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cepto de cómic con lo nuevo, y las histo-rietas con lo pasado; o identificar el có-mic con lo adulto, y lo adulto con lo se-xual, dejando un espacio a los discursosserios o artísticos, y las historietas, yasea con el mundo infantil y juvenil, ocon la producción en masa, la produc-ción industrial para públicos alienados,etc., aunque la realidad es que ambostérminos siempre designaron lo mismo,y ambos son insuficientes para englobarla compleja variedad de lo que nombran.

La constatación de cuáles fueron lospúblicos reales aclara en buena parte lasconfusiones. Es cierto que en Chile el es-pectro nuevo no se dirigió especialmentea los niños chicos5 y abusaba con fre-

cuencia de los recursos calientes, pero elpúblico que lo acogió estaba compuestode una cantidad enorme de adolescentes,es decir, de niños todavía, liceanos y li-ceanas que diferenciaron perfectamenteel sexo y los trabajos de raíz tradicional,que podían muy bien gustarles mucho,con los trabajos o los elementos de fuerteexpresividad subjetiva e idiosincrásica,que les interesaron vivamente, los cualeseran muy indefinibles, dispersos y con-trapuestos entre sí, pero que fueron losque a fin de cuentas, y pese a su propiairregularidad, realizaron esta entrada deasuntos no reconocibles bajo las com-prensiones anteriores, y que, sin necesi-dad de forzarse a una teorización previa,se parangonaban con la evolución inter-nacional de los cómics, guardando todaslas distancias y diferencias necesarias aldecirlo. La tendencia nueva era esencial-mente juvenil, y esa verdadera eclosiónoriginal de lo que antes no habíamos vis-to o hecho, quedó oculta debajo del brilloy la moda del término cómic, que indicauno de los problemas que hemos tenidopara entender nuestra propia historia delas historietas.

Rasgos idiosincrásicos, en el sentidodel carácter chileno, el lenguaje chile-no, los tics de la sicología colectiva y declases, ya eran usados habitualmente enlas historietas, como es de suponer. Porotro lado, aunque de ello se ha habladomenos, rasgos sicológicos personales yautorreferentes ya habían sido trans-puestos, en el sentido, por ejemplo, dehacer nacer, o buscar la historia y lospersonajes en uno mismo, ejemplo no-table de ello es el «Artemio» de Pe-pehuinca. ¿Pero qué era lo que irrumpíaal interior de las historietas entre la se-gunda mitad de la década del ochenta ylos primeros años de la del noventa, si

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Figura 2: El dibujo intermedio de la revistaBarrabases de la primera época.

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pudiéramos poner entre paréntesis elcontexto cultural y político excepcio-nal, y la moda del cómic de ese perío-do? Dicho con inseguridad todavía,probablemente se trataba del reconoci-miento, por parte del lector, de relatos ydibujos que encarnaban la propia situa-ción existencial del sujeto firmante, unyo transpuesto o metaforizado en la pá-gina, que ponía por tema manifiesto olatente la propia angustia, el descrei-miento, la rabia, o también la burla alsistema por un lado, o la fascinaciónpor aspectos del mismo sistema, las for-mas perfectas y la modernización por elotro. La identificación de ese yo en unrelato gráfico, ya sea por simpatía o an-tipatía, se da también en el coautor quees el lector, como diciendo: «El arte soyyo». Fue una trasformación germinadaen los largos años del terror y el apagóncultural, y que, en un sentido muy deci-dor, era fruto del individualismo exacer-bado durante todos esos años.

Asociadas con estos elementos, sehicieron habituales las experimentacio-nes o mezclas con elementos de la pin-tura y el grabado, la fotografía o las fo-tocopias. En La Chiva ya hubo prece-dentes de estas mezclas, por ejemplo,en parodias de la superioridad de la altacultura sobre la cultura popular. En losaños siguientes hasta hoy esta línea, lla-mada experimental o contemporáneasegún el caso, ha seguido un curso inte-resante, planteando su no afiliación aninguna bandera o género, formando supropio territorio según las tendenciasde las artes contemporáneas de la diso-lución de los formatos tradicionales, yel rechazo a la especialización artística.Sabemos que la vitalidad cultural y po-lítica de la época citada tuvo por finalsu desarticulación, intencionada en mu-

chos casos con la excusa o la razón delequilibrio entre civiles y militares. Porotro lado, lo que no fue desarticuladopolíticamente, se dejó librado a sobre-vivir o morir compitiendo en el llamadomercado abierto. Por lo menos sabe-mos que la revista Matucana cerró porfalta de lectores. Con el tiempo, a pesarde haber ahora más dinero en el país, yde los crecimientos macroeconómicos,tanto el público masivo como las élitespolíticas y económicas tienen un interésdemasiado inestable, ya sea por la cul-tura alta o la cultura popular nacional, yal interior de la misma actividad se re-producen, como en otras áreas, las gran-des disparidades sociales, y los proble-mas estructurales de nuestros países.

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La idea de los tres dibujos

Figura 3: Clamton, una buena muestra de lairrupción del comix en la historieta chilena.

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En el mundo de las historietas chile-nas no circulan intereses ni dinero, adiferencia del cine o la música popular,que se apoyan en algunos casos en la in-fluyente industria publicitaria. La foto-grafía, por otro lado, ha remplazado enmuchos campos profesionales a la ima-gen dibujada o la ilustración. La discu-sión de estos temas ha llenado muchaspáginas del nuevo circuito de autoedi-ciones de los dibujantes, en papel y eninternet, con lo que se han ido inaugu-rando las nuevas etapas durante los últi-mos quince años, aproximadamente,aunque ahora con la indiferencia delcontexto y los medios. Es indudableque en ese proceso de intentos y esfuer-zos han aparecido talentos y discursosrenovadores que han revitalizado laexistencia de una tradición anterior, re-memorando aportes de las épocas lla-madas clásicas, y que han logrado le-vantar proyectos de géneros según mo-delos industriales, y obviamente hanabierto el campo con aportes inéditos.

El aislamiento o la indiferencia delsistema, que es asumido por muchos co-mo el centro o la fuente existencial dedonde provienen su imaginación y suhumor, es absolutamente correspon-diente con la falta o el no hay chileno,tan típico. Falta mercado, no hay indus-tria, no hay distribución, etc. A la vezque dentro del sistema nada depende delindividuo y de su sola fuerza, contradic-toriamente es cierto a la vez que todo de-pende de ella o él, de su talento, su fuer-za de ánimo y su capacidad de contactar-se. Se vive una situación que todavía po-dría entenderse como el conflicto del ar-te inútil frente a la sociedad capitalistadel siglo XIX, o los deseos románticos yegotistas de los artistas contra lo prag-mático del sistema. Naturalmente hay

grupos y no solo individuos, pero la co-lectividad desarticulada es la de la socie-dad media y popular chilenas, no afortu-nadamente la de los grupos de amigos.

Por supuesto que estas afirmacionesson intuitivas, se trata de hipótesis lan-zadas con el fin de saber si andan o nobien encaminadas. Son ideas sobre al-gunos de los procesos que se han dado,y se siguen produciendo, en la historiade la historieta chilena.

Notas1. Esta división no es la misma que plantea el

teórico y dibujante norteamericano Scott McCloud para el universo del cómic, graficadoen una pirámide o triángulo de dos secciones,en cuyos vértices coloca el plano del dibujo,la realidad y el lenguaje, o la abstracción noicónica, el realismo y la caricatura. Podría-mos decir que la nuestra se mueve en la hori-zontal de ese triángulo.

2. Materia de discusión, por supuesto, porqueallí aparece la lucha ideológica, menoscaba-da hoy. Por ejemplo, las propuestas de hablaren chileno se dieron de un modo interesantí-simo en la reaparición de la revista Barraba-ses, cosa que luego fue morigerándose hastala neutralidad debido a reclamos de los lecto-res (me incluyo siendo niño), que no enten-díamos la intención.

3. Se encontraron con un público despierto de-seoso de poner fin al apagón cultural de ladictadura, y se beneficiaron también de losintereses de los medios de comunicación,porque fue un tiempo en que se puso de modael cómic. Todos entendemos que la impor-tancia alcanzada por ese fenómeno se explicaen buena parte por los procesos políticos queestaban teniendo lugar, y por el sentido de in-minencia que había alrededor del año 89.

4. La conceptualización actúa a posteriori, esun trabajo de crítica, o de teoría, bien lo hagael mismo artista en tales funciones, o el pú-blico.

5. Aunque esto ya fue contrapesado por el bellointento de Alfonso Godoy con su revista Ki-chos, cabe la suposición de que tal vez el terre-no que mantiene hasta hoy cierta continuidadcon las antiguas definiciones sea el de las histo-rietas para niños, los monitos, a los cuales en elfuturo esperamos poder dedicar atención.

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Vicente Plaza

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ResumenBajo la denominación de novela gráfica, Chile está produciendo una importante cantidad de li-

bros de historietas que indican un lento avance en la creación de una incipiente producción local ca-paz de interesar a nuevos públicos.

AbstractUnder the denomination of graphic novel, Chile is producing an important quantity of co-

mic-books that indicate a slow advance in the creation of an incipient local production capable ofbeing interested to new public

Literatura dibujada rezaba haceunos pocos años atrás una de las catego-rías del llamado Fondo del Libro, uno delos financiamientos concursables delgobierno de Chile. Parecía ser que laúnica forma para que un jurado de escri-tores (ya que no eran historietistas) pre-miara alguna obra del género, era usareste impreciso eufemismo como si en lu-gar de las palabras historieta o cómicúnicamente el poder vivificador de la li-teratura, aunque dibujada, la convirtieseautomáticamente en algo más digno deinterés. Tal vez el término anglosajóngraphic novel (novela gráfica) que hoyse ha puesto de moda en todo el mundo yque parece gustar tanto a escritores, edi-tores y periodistas, funciona de la mismamanera: convence, prestigia. El nuevotérmino pareciera otorgarle un pedigrí a

algo que lo necesitara con urgencia, co-mo si le otorgara densidad a algo que nolo posee. Si hasta algunos dibujantes yahablan pomposamente de novela gráficacuando perpetran alguna obra que so-brepase ligeramente las 30 páginas. Lointeresante del fenómeno, por más difu-sa y contradictoria que parezca esta nue-va noción marketinera, es que ha permi-tido que ciertas obras de calidad, antesconocidas simplemente como cómics ohistorietas, se cuelen en las vitrinas delas librerías no especializadas y lo másdeseable, en las bibliotecas de nuevoslectores.

Para quienes aman la historieta, fu-metti, fumetto, bande dessinée, qua-drinhos, tebeos, tirillas, comiquitas,manga, los nombres poco importan a lahora de medir calidad y valor artístico.

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La novela gráfica en Chile

Carlos Reyes G.Comunicador audiovisual, docente, guionista de historietas y editor, Santiago, Chile

ESTILOS

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Desde esa óptica podríamos decir queChile (junto a otros países hermanosdel cono sur) está viviendo un intere-sante fenómeno de revaloración y posi-cionamiento del arte de la narrativa grá-fica (término que creo, expresa en me-jor medida, más que el peyorativo nom-bre de historieta o el reduccionista decómic, lo que los creadores hacen al

mezclar imágenes y palabras sobre elpapel1.

No es motivo central de este textosubsanar el tema de la correcta denomi-nación de este arte, sino más bien hablardel fenómeno de cómo un país que hastahace poco parecía no tener ojos para estanarrativa, ahora parece comenzar a des-cubrirla con ojos expectantes.

Antecedentes

La aparición de la novelagráfica en las grandes ligasya venía incubándose hacíadécadas en los trabajos deautores tan disímiles y dis-tantes temática y geográfi-camente como Muñoz ySampayo, Christin y Bilal,Breccia y Sasturain, WillEisner, Jacques Tardi, FrankMiller, Hermann, Moebius,Alan Moore, Oesterheld, Ji-ro Taniguchi o Chris Ware,por mencionar solo a algu-nos de los creadores que co-menzaron, amén de una in-negable calidad gráfica y ar-gumental, a abordar otras te-máticas, tildadas de madu-ras y que a menudo soslaya-ban la mera entretención in-fanto-juvenil, karma que lahistorieta mundial ha debidocargar por años, empujandoasí el mundo de la historietahacia nuevos derroteros.Como afirma Diego Marine-lli: «destacados críticos lite-rarios internacionales hanllegado al extremo de seña-lar que las novelas gráficasestán desplazando hoy a la

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Carlos Reyes G.

Figura 1: Gonzalo Martínez abordó en «RoadStory» nuevas temáticas con una madurez ynarración grafica de primer nivel.

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novela convencional en la tarea de cap-tar el espíritu de la época, argumentan-do que el lenguaje de la historieta con-temporánea se ajusta como un guante ala cultura visual y fragmentada que ennuestras vidas impusieron internet y susderivados. Por eso no es casual que“Jimmy Corrigan, el chico más inteli-

gente del mundo”, un vanguardista co-mic book del norteamericano Chris Wa-re haya sido elegido como el libro delaño del Guardian Book Award, el pres-tigioso galardón británico que en el pa-sado han obtenido pesos pesados comoel escritor J. G. Ballard. Y ese es solo unejemplo entre tantos de la legitimación

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La novela gráfica en Chile

Figura 2: Romo y Figueroa crearon en «Informe Tunguska», una obra de ciencia ficción política,una ucronía asfixiante y pesadillesca.

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que la historieta está teniendo dentrodel territorio de la literatura»2.

Una edición en un formato de mayorextensión que el de la historieta habi-tual, una historia autoconclusiva o queal menos cierra limpiamente un arco ar-gumental autosuficiente, unido a unadensidad narrativa que una mayor can-tidad de páginas propicia, son algunosde los requisitos que se piden a la asíllamada novela gráfica.

«Road Story»: un nuevo comienzo

En el 2007, la multinacional Alfa-guara editó en Chile la notable «RoadStory», adaptación de Gonzalo Martínezsobre la nouvelle homónima del escritorAlberto Fuguet. Su aparición marcó elcomienzo de algo. Las grandes editoria-les notaron que algo nuevo se estabagestando sobre las mesas y las paletas dedibujo de los artistas gráficos.

«Road Story» se publicitó como laprimera novela gráfica chilena, lo quees cierto en tanto fue la primera que lu-ció esa denominación, pero que no lo essi tomamos en cuenta importantes ante-cedentes. Hay otras obras anterioresque, si bien no fueron concebidas conlas características formales del términonovelas gráficas (pues esta reciente de-nominación aún no había sido creada oporque todavía no hacía su aparición enel léxico editorial local) ingresan holga-damente en la categoría en cuestión porposeer algunas de las características ba-rruntadas en párrafos anteriores. Me re-fiero a modo de ejemplo a las recopila-ciones de los populares personajes chi-lenos Ogú y Mampato de Themo Lo-bos; a «Clamton», único libro del míti-co y desaparecido autor Claudio Galle-guillos; «Blondie» de Lautaro Parra; la

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Figura 3: «Tauca» de López y Nangarí narralas aventuras de un joven indígena Selknam,en una clara vertiente de fantasía épica.

Figura 4: Gonzalo Martínez adapta la popularnovela policial del personaje juvenil QuiqueHache de Sergio Gómez.

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inconclusa saga «Lebbeus Rhan» deMartín Cáceres; el tomo uno de «JuanBuscamares» de Félix Vega; «Sistema»de Vicente Plaza (Vicho); «Rokunga»de Erwin Gómez y Dan Rodríguez; y«Bilis negra» del dibujante Fyto Mangay el guionista y científico Mario Mar-kus, por mencionar tan solo unos cuan-tos trabajos.

«Road Story» consiguió, dados susméritos artísticos y a que es la adapta-ción de un reconocido escritor nacio-nal, una importante presencia en la feriadel libro de ese año y contó incluso concierta presencia mediática, aunque lomás importante es que fue la primeraobra de este tipo que se atrevió con unahistoria diferente a las habituales en elmundo de la historieta local. Un dramaíntimo, potente, sin escenas de acciónni de dientes apretados en furiosa ver-borrea, ni usó superhéroes sacados de lamitología indígena, tampoco era un su-cedáneo del manga ni exhibió páginasllenas de viñetas traslapadas a lo Image,llenas de decoración gráfica sin voca-ción narrativa alguna. «Road Story»abordó temas nunca antes contados enviñetas chilenas y con una madurez ynarración de primer nivel.

Tunguska: el horror cósmico

La obra señera de Gonzalo Martínezmarcó el inicio de la publicación de otrasnovelas gráficas, tanto por parte de lasgrandes editoriales como de las novelescasas independientes. Un caso notablees el del trabajo experimental «InformeTunguska», editado durante el 2008 porLOM ediciones, dibujado por ClaudioRomo (ganador por dos años conse-cu t ivos de l p remio Amster-Coré alDiseño y la Ilustración Editorial) y escri-

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La novela gráfica en Chile

Figura 5: Rodrigo Salinas aborda la sátira y elhumor negro en «Una Novela Ecuestre...»,creada a partir de su popular personaje televi-sivo.

Figura 6: Barros y Babul adaptan «Las playasdel Otro Mundo»”, novela de Antonio Gil ymezclan ciencia ficción, historia y magia deAmérica Latina y Europa en uno de los traba-jos más interesantes del año.

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to por Alexis Figueroa. «Informe Tun-guska» es una obra de ciencia ficción detintes políticos, cuyos textos, a ratos oní-rico-poéticos, de Figueroa refieren lahistoria de un extraño meteorito que caeen el sur de Chile, y cuya presencia creaun nuevo universo que rozando la ucro-nía, desmantela el tinglado de la realidadconsensuada, remplazándola por una vi-sión pesadillesca: «Una pieza colectiva–dice el propio Alexis Figueroa, refi-riéndose a la historieta– que funcionacomo los engranajes de un reloj y quenos plantea una horrible sociedad estra-

tificada y especializada don-de el común de los mortaleses mantenido en la desinfor-mación, siendo el “InformeTunguska” una suerte dearchivo desclasificado acer-ca de los horribles y misterio-sos acontecimientos que aso-laron la ficticia localidad deun Chile sacado de una reali-dad paralela»3.

El año que editamos sintemor

Durante el 2009 se produ-jo una importante avalanchaeditorial que abarcó diversospúblicos y géneros: «Tauca,la era de Hay’n». El guión deGonzalo López y los dibujosde Rafael Nangarí confluye-ron en una lujosa edicióneditada por Visuales y queaborda la primera aventuradel joven Tauca, un indígenade la desaparecida etniaSelknam, trabajo que se ins-cribe en la vertiente de lamejor fantasía épica.

«Quique Hache detective» es el segundotrabajo de Gonzalo Martínez para Alfagua-ra; lo volvió a poner al frente de la adapta-ción de una novela, esta vez la del popularpersonaje Quique Hache, obra policia-co-juvenil creada por Sergio Gómez.

«Una novela Ecuestre: la verdaderahistoria de Ratoncito» de Rodrigo Sali-nas, y bajo el sello independiente de Fe-roces Editores, abordó el género de lasátira y el humor negro a partir de Ra-toncito, el popular personaje televisivodel conocido dibujante y devenido ac-tor de comedia. «El cómic publicado

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Figura 7: Una página del thriller «Me llamanPulp!» de Claudio Muñoz, Caoz.

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por Feroces Editores –escri-be Gonzalo Maier en su co-lumna crítica– puede ser leí-do como una venganza deli-rante y sangrienta contra unapintora siútica, arribista y re-presentante de la política-mente correcta oficialidadartística»4.

«Las playas del OtroMundo» fue la última novelagráfica editada en el 2009.El guión del escritor CristianBarros y los dibujos de De-metrio Babul adaptan (ytransforman libertinamente)la novela homónima deAntonio Gil en un librocomplejo, que no subestimaal público y le exige una lec-tura atenta y comprometida.La confluencia de tres tem-poralidades, un notable usonarrativo del color, cienciaficción y un viaje por partede la historia mágica deAmérica Latina y Europa laconvierten en una obra sóli-da, recomendable, y junto con «Infor-me Tunguska», en uno de los trabajosmás interesantes del año.

El panorama del 2009 se completacon otras historietas seriadas y librosrecopilatorios de obras que se editaronpreviamente en formato de revista. Lalista comienza con el thriller «Me lla-man Pulp!» de Claudio Muñoz (Caoz),Mythica Ediciones; «Las aventuras decapitán Chile», un peculiar superhéroeporteño creado por Cristian Díaz(Tec), autoedición gestionada confondos gubernamentales; «Cenit. Laaventura tiene nombre de mujer», fan-tasía y acción con guiones de Javier

Ferreras y Rafael Nangarí (Bade), Vi-suales; «El siniestro Dr. Mortis», seriede volúmenes recopilatorios del anti-guo personaje de terror creado porJuan Marino, Arcano Cuarto; «Arav-co», la saga histórica de Mirko Vuka-sovic, Julián Figueroa y Cristián Esco-bar, Editorial Planeta; los volúmenesde humor gráfico «¡Ay Tierra!» deHernán Vidal (Hervi), Feroces Edito-res; «Civiles no identificados» de Ale-jandro Montealegre (Rufino), MidiaEditores; sin olvidar el volumen del2008 «Pinochet ilustrado» de Guiller-mo Bastías (Guillo), dedicado exclusi-vamente a los mejores chistes que el

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Figura 8: Una deuda saldada, las reedicionesdel clásico de terror de Juan Marino: «El si-niestro Dr. Mortis».

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autor perpetrara en contra del fallecidodictador, Editorial Genus. Todo estoseguido por un largo etcétera.

El 2010 ya se abre auspicioso conalgunas anunciadas publicaciones co-mo «Celeste Buenaventura» de MarcoRauch y Gonzalo Martínez que ofrece-rá las aventuras de una joven poco co-mún en la fascinante isla de Chiloé,Mythica Ediciones; «Arcano XIII»,con guión de Miguel Ferrada y dibujosde Ítalo Ahumada y que narra el retor-no y la puesta al día del Dr. Mortis,Arcano Cuarto; «Heredia detective»,un volumen de historietas del popularpersonaje del escritor Ramón Díaz

Eterovic y que contará con trabajos deun nutrido grupo de guionistas y dibu-jantes, LOM ediciones; y sendos volú-menes recopilatorios de la obra deChristian Gutiérrez (Christiano) y de ladibujante Marcela Trujillo (Maliki),Feroces Editores.

Esta incipiente producción es lamuestra de que la narrativa gráfica (ocomo queramos llamarla) surge enChile con nuevos bríos y está am-pliando su oferta en un país que hastahace poco no editaba historieta y quehoy lo hace, aunque todavía para unreducido universo lector. Un públicoque sin embargo ya está dando formaun nuevo grupo de seguidores que secodean con el término novelas gráfi-cas, obras que ya empiezan a ser co-mentadas en los medios de comunica-ción y que comienzan a ser leídas concreciente interés.

Notas1. La denominación de historieta pareciera ser

una hermana no deseada de historia, suertede bastardía o cruza incompleta de carácterinferior. De otra forma, la palabra inglesa co-mic, de amplio uso en nuestro idioma, pare-ciera reducir todo el género a la noción decómico e infantil, orígenes de la tira periodís-tica norteamericana, pero que a mi juicio yano da cabal cuenta de las proyecciones ni delas posibilidades expresivas alcanzadas porlas prácticas contemporáneas de este com-plejo lenguaje.

2. Marinelli, Diego: La revolución de la histo-rieta, Ñ, Revista de Cultura de Clarín, no.278, Buenos Aires, 2008: p. 6.

3. Fragmento de un texto leído por Alexis Fi-gueroa el 31 de julio de 2009, en el lanza-miento de Informe Tunguska, eventorealizado en el festival Viñetas del Fin delMundo en el auditorium del Centro Culturalde España en Santiago de Chile.

4. Maier, Gonzalo, Qué Pasa, no. 28, Santiago,Chile, noviembre de 2009.

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Figura 9: «Aravco», la saga histórica de Mir-ko Vukasovic, Julián Figueroa y CristiánEscobar.

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