Nazarín Diez años sin Paco Rabal - El palco de Julieta · como una tapia, aragonés hasta la...

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Joven electricista en los estudios de cine Chamartín –quizá su único papel fuera de la cción–, señor, se- ñorito, primo rico que llega de Amé- rica. Galán y truhán. Santo y peca- dor. Alcalde, capellán, sacerdote, minero, escritor, torero, centurión romano... y dragón. Goya, Salzillo y hasta el Che, pero también Lázaro de Tormes, Max Estrella y don Juan. Personaje nacido del talento de Pé- rez Galdós, Delibes, Quevedo, Ja- cinto Benavente y Valle Inclán, y cre- ación ‘manejada’ por Buñuel, Al- modóvar, Carlos Saura, Antonioni, Claude Chabrol y Visconti. Las mil vidas del aguileño Fran- cisco Rabal –Paco, Paquico, el de la Cuesta de Gos– se esfumaron con él hace casi diez años. Fue el de agos- to de , en un avión que le traía de Burdeos, junto a su mujer, Asun- ción Balaguer, y con una copa de champán en la mano. Le faltó el aire a miles de metros de altura. Su muerte soñada la vivió en la c- ción, en ‘Pajarico’ –«...un día me sentaré, la cara al viento, aquí junto a la mar que vi de niño, y aquí bajo el sol, bajo este cielo y oyendo vues- tros pasos por mi lado, me dejaré dor- mir un largo sueño», escribió el ac- tor murciano–, aunque sí tuvo en la realidad un nal tranquilo e inespe- rado, como él quería. Niño de la guerra, de la pobreza –contaba que de su casa se vendió casi todo, excepto algún cazo, el ori- nal y poco más, al marcharse de Águilas– pronto sedujo a la cámara con su rostro y su voz grave. Luis Bu- ñuel, desde México, vio en él a su per- fecto Nazarín y la película logró el Premio del Jurado en el Festival de Cannes de . Dicen que Rabal es- tuvo a punto de llevarse el premio de interpretación y, aunque no fue así, el papel de humilde cura le abrió las puertas del cine internacional. Sus posteriores trabajos con su ‘tío’ Bu- ñuel le dieron el espaldarazo deni- tivo y a sus órdenes participó en el ‘ménage à trois’ más ingenioso y surrealista –jugando al tute y jugan- do con la censura–, con su prima Vi- ridiana y la criada Ramona. Buñuel fue su maestro y su gran amigo. Siempre fueron tío y sobrino y no dejaron de cartearse durante más de veinte años, hasta que el ara- gonés falleció. La última misiva que el cineasta le envió a Rabal rezaba así: «Lástima que ya no tenga fuerzas para hacer más cine. Moriré sin ha- ber hecho otra película contigo. Las que hice me han dejado un gratísi- mo recuerdo, de amistad verdadera. Un abrazo enorme de tu tío, Luis». El actor murciano nunca dejó de ado- rar a ese hombre «inteligente, culto, gracioso, lleno de historias y de re- cuerdos. Un gran personaje, sordo como una tapia, aragonés hasta la médula, con un acento puro aún –que Rabal imitaría en reuniones y entrevistas– y muy simpático». Así es como se lo denió a su esposa, Asunción Balaguer, tras el primer día de rodaje de Nazarín, a nales de los años . La pose de galán con personalidad del aguileño le hizo ganarse una fama de mujeriego –muchos dicen que justicada– que le acompañó hasta su muerte. Cuando su cara ya estaba marcada por el grave acci- dente de tráco que sufrió en , seguía dándole pellizcos en el culo a más de una. Carmen Sevilla lo re- cordaba entre risas, y él nunca ocul- tó su pasión por las mujeres guapas. Con muchas compartió escena: la hermosa Charo López, una joven Ana Belén, Concha –Conchita– Ve- lasco, la gélida Catherine Deneuve... Y también lo hizo con su mujer, su amor, Asunción Balaguer. «Paco ha sido el novio de la vida», dijo su gran amigo Fernando Fernán Gómez después de su muerte. Siem- pre «generoso con la gente y con la vida», no dudó en compartir sus ve- ladas con grandes intelectuales y también con personas humildes. Hasta ladrones recien salidos de la cárcel pasaron por su casa, siempre abierta, a la que volvía a menudo, de madrugada, acompañado de escri- tores, poetas y amencos. Y no du- daba entonces en levantar a sus dos hijos –Benito y Teresa Rabal– para que les escucharan, sin importar la hora, consciente de la sabiduría que encerraban sus palabras. Contaba que no fue al colegio hasta los seis años, pero que antes ya le quitaba los libros a su hermano para inventarse su propio pupitre bajo un árbol del paisaje murciano. Inventor de historias para su madre –quizá de ahí nació su vocación–, fue Dámaso Alonso quien le convenció de que podía ser actor... el mejor, y cuando su hija quiso seguir sus pa- sos, el consejo que le dio fue ser «una PANTALLA Chanquete, el adiós más recordado La muerte del marinero de ‘Verano azul’, interpretado por Antonio Ferrandis, lidera el televisivo ranking realizado por Vanity Fair > PÁG 11 Verano Domingo, 28 de agosto, 2011 LITERATURA El mexicano Carlos Fuentes recibe el Premio Formentor de las Letras por su carrera «Soy muy anticuado. Escribo a mano y no he ido más allá del fax», confiesa el autor > PÁG 3 SUPLEMENTO DE CULTURA Y OCIO http://sinfin.laopiniondemurcia.org laopiniondemurcia.cultura.epi.es Julia Albaladejo SIGUE EN LA PÁGINA 2 Diez años sin Paco Rabal

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Joven electricista en los estudiosde cine Chamartín –quizá su únicopapel fuera de la !cción–, señor, se-ñorito, primo rico que llega de Amé-rica. Galán y truhán. Santo y peca-dor. Alcalde, capellán, sacerdote,minero, escritor, torero, centuriónromano... y dragón. Goya, Salzillo yhasta el Che, pero también Lázarode Tormes, Max Estrella y don Juan.

Personaje nacido del talento de Pé-rez Galdós, Delibes, Quevedo, Ja-cinto Benavente y Valle Inclán, y cre-ación ‘manejada’ por Buñuel, Al-modóvar, Carlos Saura, Antonioni,Claude Chabrol y Visconti.

Las mil vidas del aguileño Fran-cisco Rabal –Paco, Paquico, el de laCuesta de Gos– se esfumaron con élhace casi diez años. Fue el de agos-to de , en un avión que le traíade Burdeos, junto a su mujer, Asun-ción Balaguer, y con una copa dechampán en la mano. Le faltó el

aire a miles de metros de altura. Su muerte soñada la vivió en la !c-

ción, en ‘Pajarico’ –«...un día mesentaré, la cara al viento, aquí juntoa la mar que vi de niño, y aquí bajoel sol, bajo este cielo y oyendo vues-tros pasos por mi lado, me dejaré dor-mir un largo sueño», escribió el ac-tor murciano–, aunque sí tuvo en larealidad un !nal tranquilo e inespe-rado, como él quería.

Niño de la guerra, de la pobreza–contaba que de su casa se vendiócasi todo, excepto algún cazo, el ori-

nal y poco más, al marcharse deÁguilas– pronto sedujo a la cámaracon su rostro y su voz grave. Luis Bu-ñuel, desde México, vio en él a su per-fecto Nazarín y la película logró elPremio del Jurado en el Festival deCannes de . Dicen que Rabal es-tuvo a punto de llevarse el premio deinterpretación y, aunque no fue así,el papel de humilde cura le abrió laspuertas del cine internacional. Susposteriores trabajos con su ‘tío’ Bu-ñuel le dieron el espaldarazo de!ni-tivo y a sus órdenes participó en el

‘ménage à trois’ más ingenioso ysurrealista –jugando al tute y jugan-do con la censura–, con su prima Vi-ridiana y la criada Ramona.

Buñuel fue su maestro y su granamigo. Siempre fueron tío y sobrinoy no dejaron de cartearse durantemás de veinte años, hasta que el ara-gonés falleció. La última misiva queel cineasta le envió a Rabal rezaba así:«Lástima que ya no tenga fuerzaspara hacer más cine. Moriré sin ha-ber hecho otra película contigo. Lasque hice me han dejado un gratísi-mo recuerdo, de amistad verdadera.Un abrazo enorme de tu tío, Luis». Elactor murciano nunca dejó de ado-rar a ese hombre «inteligente, culto,gracioso, lleno de historias y de re-cuerdos. Un gran personaje, sordocomo una tapia, aragonés hasta lamédula, con un acento puro aún–que Rabal imitaría en reuniones yentrevistas– y muy simpático». Así escomo se lo de!nió a su esposa,Asunción Balaguer, tras el primer díade rodaje de Nazarín, a !nales de losaños .

La pose de galán con personalidaddel aguileño le hizo ganarse unafama de mujeriego –muchos dicenque justi!cada– que le acompañóhasta su muerte. Cuando su cara yaestaba marcada por el grave acci-dente de trá!co que sufrió en ,seguía dándole pellizcos en el culo amás de una. Carmen Sevilla lo re-cordaba entre risas, y él nunca ocul-tó su pasión por las mujeres guapas.Con muchas compartió escena: lahermosa Charo López, una jovenAna Belén, Concha –Conchita– Ve-lasco, la gélida Catherine Deneuve...Y también lo hizo con su mujer, suamor, Asunción Balaguer.

«Paco ha sido el novio de la vida»,dijo su gran amigo Fernando FernánGómez después de su muerte. Siem-pre «generoso con la gente y con lavida», no dudó en compartir sus ve-ladas con grandes intelectuales ytambién con personas humildes.Hasta ladrones recien salidos de lacárcel pasaron por su casa, siempreabierta, a la que volvía a menudo, demadrugada, acompañado de escri-tores, poetas y )amencos. Y no du-daba entonces en levantar a sus doshijos –Benito y Teresa Rabal– paraque les escucharan, sin importar lahora, consciente de la sabiduría queencerraban sus palabras.

Contaba que no fue al colegiohasta los seis años, pero que antes yale quitaba los libros a su hermanopara inventarse su propio pupitrebajo un árbol del paisaje murciano.Inventor de historias para su madre–quizá de ahí nació su vocación–, fueDámaso Alonso quien le convencióde que podía ser actor... el mejor, ycuando su hija quiso seguir sus pa-sos, el consejo que le dio fue ser «una

PANTALLA

Chanquete, el adiós más recordado La muerte del marinero de ‘Verano azul’, interpretado por AntonioFerrandis, lidera el televisivo ranking realizado por Vanity Fair > PÁG 11

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LITERATURAEl mexicano Carlos Fuentes recibe el PremioFormentor de las Letras por su carrera«Soy muy anticuado. Escribo a mano y no heido más allá del fax», confiesa el autor > PÁG 3

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Julia Albaladejo

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Diez añossin PacoRabal

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Sinfin CineLaOpinión DOMINGO, 28 DE AGOSTO, 20112

DIEZ AÑOS SIN PACO RABAL

buena compañera». Gracias a esa ge-nerosidad, a esa bondad, sus hijos ysus nietos –lo rememoraba LibertoRabal– crecieron «sintiendo que elmundo es bueno»; un privilegio.

Actor sin escuela pero con gran in-tuición y perseverancia –capaz de pa-sarse días buscando la ‘sonrisa delobo’ que debía tener su personaje–,interpretaba desde el corazón. Qui-zá es esa la única manera de crear se-res puros como Azarías –Los santosinocentes, –, un papel con elque encandiló al mundo y al juradode Cannes, donde logró el premio ala Mejor Interpretación Masculina. Elúnico premio de la Academia deCine Español se lo dio su admiradoGoya –a quien dio vida en tres oca-siones, la última a las órdenes de Sau-ra en este Goya en Burdeos–; unpersonaje que pasea entre la genia-lidad y la locura. El disputado voto delseñor Cayo, Juncal, Truhanes, ¡Áta-me!, Epílogo, Tormento, La colmena...fueron otras de las películas quemás satisfaciones le dieron.

Medalla de Oro de la Academia deCine, Doctor Honoris Causa por laUniversidad de Murcia, Premio Na-cional de Cinematografía, Medalla alMérito en el Trabajo... La muerte lesorprendió regresando del Festival deMontreal, donde recibió el premio es-pecial del certamen y con otro ho-menaje en el horizonte, en San Se-bastián. Sin embargo, aseguran que,por muchos premios y mundo re-corrido, siempre siguió siendo «unniño de pueblo que descubría lavida a cada momento»; un niñogrande a quien se le desbordaban lasemociones y que, cuando no podíadormir, pensaba y hablaba con losque se le habían ido. Ahora, desde elotro lado, cara a cara, seguirá con-versando cada noche sobre la vida;diez años después.

La honradez de la cerradura (LuisEscobar, 1950)

Historias de la radio (Sáenz deHeredia, 1955)

Amanecer en puerta oscura (JoséMª Forqué, 1957)

Nazarín (Luis Buñuel, 1958)Viridiana (Luis Buñuel, 1961)Llanto por un bandido (Carlos

Saura, 1963)Belle de jour (Luis Buñuel, 1966)Las brujas (Visconti, 1966)Tormento (Pedro Olea, 1974)La colmena (Mario Camus, 1982)Epílogo (Gonzalo Suárez, 1984)Truhanes (Miguel Hermoso, 1983)Los santos inocentes (Mario Ca-

mus, 1984)El disputado voto del señor Cayo

(Antonio Giménez Rico 1986)Divinas palabras (José Luis García

Sánchez, 1987)¡Átame! (Almodóvar, 1989)El palomo cojo (Jaime de Armi-

ñán, 1995)Siempre hay un camino a la dere-

cha (José García Sánchez, 1997)El evangelio de las maravillas (Ar-

turo Ripstein, 1998)Pajarico (Carlos Saura, 1998)Goya en Burdeos (Saura, 1999)Divertimento (José García Her-

nández, 2000)

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FILMOGRAFÍA BÁSICA

Tiene la voz tierna, dulce y relaja-da de una mujer mayor y curtida.Parece como si las prisas no se hu-bieran hecho para ella. Habla conparsimonia, tranquilidad y muchaeducación, en un tono tan pausadoy característico que parece que separa el tiempo cuando recuerda asu «querido Paco». Por momentos,se le hace un nudo en la gargantairremediable y difícil de soportar,pero ella suspira, guarda unos se-gundos de silencio y continúa char-lando de su «Paco» mientras se ríecuando recuerda anécdotas del quefue su marido durante cincuentaaños, y uno de los actores españo-les más admirados y queridos: Fran-cisco Rabal.

Diez años después de la muertede su esposo, la actriz de cine y de te-atro Asunción Balaguer (Barcelona,) reconoce que todos los días lorecuerda con mucha tristeza. Con éltuvo dos hijos a los que adora, Benitoy Teresa. A sus años, sigue ha-ciendo teatro con la misma ilusiónde alguien que empieza en este di-fícil mundo de la interpretación.

Paco fue profeta en su tierra,¿qué relación tenía con Murcia?

Águilas, su pueblo querido. En to-das sus películas sale el nombre deÁguilas o de Murcia. Siempre teníaque tener en su camerino algunapostal o alguna foto de su tierra; eraalgo que no le podía faltar nunca. Lallevaba siempre en mente. Tanto esasí que la última carta que me es-cribió comenzaba diciendo: «Que-rida Asunción, prepara el coche quenos vamos 'pa' Águilas...» (risas).

¿Cómo es su relación con Águi-las? ¿Sigue viniendo a Murcia?

Águilas me enternece. Cuandovoy me da mucha melancolía, peroal mismo tiempo me alegra mucho.Cada vez que puedo me escapo aÁguilas para pasar unos días de re-lajación. Este verano he estado allíy, si puedo, me gustaría volver pron-to a aquella tierra tan hermosa queme pone triste y muy contenta a lavez.

¿Cree que se guarda un buenrecuerdo de su esposo o deberíanrendirle más tributos?

Siempre le agradeceré a Murciatodos los homenajes que le han he-cho a mi marido; y a Águilas, muchomás. Hace poco le hicieron uno allado del monte donde fue enterra-do. Fue muy bonito... hasta pusie-ron botellas de vino en su memoria

porque a Paco le gustaba mucho...(risas). Pero quisiera que, cuando yome vaya, mi familia le siga agrade-ciendo a Murcia todos los homena-jes que le han hecho.

Usted se dejó el teatro durantemucho tiempo. ¿Le animaba Pacopara que volviera a trabajar?

Paco sabía perfectamente queme gustaba mucho mi profesión,pero él me necesitaba en casa. Si no

hubiera sido así, nuestro matrimo-nio se hubiera roto, porque cadauno en una punta de España... noayuda a que una relación funcione.Por eso nunca le dije a Paco lo quetenía que hacer. Estar en mi casa erami lugar, era donde yo tenía que es-tar. Ahora me siento muy feliz. Vol-

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Asunción BalaguerActriz. Esposa durante cincuenta años del actor aguileño Francisco Rabal. Ha participado en diversas películas y obras teatrales que la han consagrado como una gran artista de nuestro país. A sus 86 años sigue en activoparticipando en el reparto de Gran Hotel, que compagina con la obra de teatro El pisito, con Pepe Viyuela.

La actriz Asunción Balaguer. EFE

Defina a su marido enpocas palabras.Paco era un hombre genero-so y muy bueno. Lo quería

muchísimo. A veces era un pelínsinvergüenza, pero era muy leal.

¿Cuál es la frase que másveces repetía Paco?Cuando se enfadaba por algoo con alguien siempre solta-

ba: «‘Jodío’ fumeque».

¿Qué momento de su vidavolvería a vivir junto a él?

Todos los momentos que vivícon él. Pero cuando le premia-

ron por Los santos inocentes fue me-morable. No paré de llorar mientrasveía la gala por televisión. No pudeestar allí presente, pero me hubieraencantado.

En estos momentos, ¿cuáles su mayor deseo?

Me gustaría que mi familia si-guiera recordando a Paco

toda la vida, y que sean buenos.

¿Cuándo se acuerda más desu marido?Me acuerdo de él siempre. Ysé que él, desde arriba, me

ayuda mucho a seguir adelante.

¿Qué han heredado sushijos de su padre?Teresa y Benito son muydistintos. Lo que tienen en

común con Paco es el espíritu detrabajo que poseen.

¿Cómo era Paco fuera delterreno profesional?Un niño. Aunque tuvieraese vozarrón, en el fondo

era un niño travieso.

¿Qué es lo que más echa demenos de Paco?

Le echo de menos a él, perosobre todo me gustaba mucho

hablar con él, que me contara suscosas. Echo mucho de menos lasconversaciones que tenía con él.

¿Qué hizo Paco para queusted se enamorara de él?Lo conocí durante un rodaje,me invitó a bailar y a los po-

cos días me enamoré de él.

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Nito Rock

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«Paco era un niño en el fondo,aunque tuviera ese vozarrón»

EN CORTO

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LaOpinión DOMINGO, 28 DE AGOSTO, 2011 3

SinfinCineDIEZ AÑOS SIN PACO RABAL

«Él me necesitaba encasa. Si no hubiera sido así, nuestro matrimonio se habría roto»

«Cuando hacía de galánen las películas me dabamucha rabia porque sabíaque podía dar más de sí»

ver a trabajar ha sido lo mejor queme ha pasado desde que mi mari-do se fue. Él me ayuda mucho des-de ahí arriba; me da mucha fuerzatodos los días para seguir adelante.

A sus años sigue trabajandoen el teatro, ¿qué obra está repre-sentando ahora?

Ahora estoy trabajando en unaserie de Antena que se está gra-bando en Santander. Se llama GranHotel. Y, además, sigo haciendo Elpisito, con Pepe Viyuela, pero creoque la obra va a terminar pronto,porque llevamos mucho tiempo re-presentándola, casi dos años. Y unaya no está para muchos trotes.

¿Tiene futuros proyectos profe-sionales?

(Risas). Tengo años, así queeso de pensar en el futuro... Lo quesi voy a retomar es un monólogo deRafael Álvarez ‘El Brujo’, que cuentauna experiencia que me ocurrió conPaco en una determinada época.Fueron momentos muy difíciles,pero en esos casos no hay que tirarla toalla.

Su marido hizo un sinfín de pe-lículas y obras de teatro, ¿cuál creeque ha sido su mejor interpreta-ción?

Creo que Nazarín, Los santos ino-centes y Goya son tres obras funda-mentales del legado que nos dejóPaco. Me gustaba mucho su formade trabajar. Yo no sé cómo lo hacíaque vivía los personajes que inter-pretaba y, hasta que no terminabael rodaje de la película, él seguía me-tido en el papel donde estuviera. Re-cuerdo que una vez hizo de ciego ytuve que decirle una noche: «Paco,ya está bien, que ya ha terminado elrodaje de la película». (Risas).

Fuera del terreno personal yconyugal, ¿qué opinión le merecePaco Rabal como actor?

Es imposible que, habiendo vivi-do durante tantos años a su lado,pueda verlo sin tener en cuenta queha sido mi esposo. Paco es un actoral que he admirado mucho, con susdefectos y con sus virtudes. CuandoPaco hacía de galán en las películasy en el teatro me daba mucha rabiaporque yo sabía que él podía darmuchísimo más de sí. Por eso, cuan-do se dejó los papeles de galán fuecuando realmente me gustó. Ade-más, él coordinaba todo muy bien,y lo más curioso es que lo que pen-saba cuando era joven, lo pensabaigual cuando era viejo. Recuerdoque en la época del destape un ita-liano le ofreció hacer una películapornográ$ca, y Paco se indignó. Ledijo a aquel hombre que lo que másamaba en este mundo era su profe-sión, y que ese cine era basura.

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n un mundo tan compli-cado e imprevisiblecomo es el cinematográ-

!co no resulta frecuente encon-trar creadores o actores que semantengan en activo durante va-rias décadas, y mucho menos quetengan la oportunidad de demos-trar su talento y dedicación. Loscambios en los gustos del público,las modas, el paso inexorable deltiempo y sus estragos en la ima-gen pública, entre otros motivos,nos han acostumbrado al brillofugaz de muchas de sus estrellasque terminan por apagarse antela indiferencia o el olvido de susantes devotos seguidores.

No ha sido el caso de Paco Ra-bal, que en su más de medio siglode vida profesional participó encasi películas, entre ellas va-rias obras maestras del séptimoarte –ahí están Nazarín (),Viridiana () y Belle de Jour(), de Buñuel, Los santos ino-centes () de Camus o El evan-gelio de las maravillas () deRipstein, entre otras–, y fue reco-nocido en vida con las más altasdistinciones y premios, entre ellosel Doctor Honoris Causa de la

UMU. En el caso concreto de estatierra, no podemos negarle el or-gullo que le inundaba al recono-cerse en ella y la ‘murcianía’ quepublicitaba en cuanto tenía oca-sión, incluso cambiando frases yparentescos de las películas queinterpretaba. No les negaré a us-tedes que para un servidor la pelí-cula que mejor recoge y re+eja loque es este trozo de tierra españo-la, sureña y mediterránea, es Pa-jarico (), de Saura, dondePaco introducía al !nal una de lasfrases más memorables que le oíjamás: «¡Que bien se está cuandose está bien!».

Siempre me intrigó de formaespecial la relación que mantuvocon Buñuel y con Saura, y la de-voción que sentían los tres por elinmortal Goya. Si bien la amistadentre Rabal y Buñuel es bastanteconocida, no ocurre lo mismocon este particular trío de creado-res bajo la advocación del genialpintor aragonés.

La amistad entre ambos cine-astas y el actor no comenzaríahasta , tras presentar Sauraen Cannes su opera prima, Losgolfos. De esta amistad surgiría la

colaboración de Buñuel en Llan-to por un bandido, segundo lar-gometraje de Saura protagoniza-do por Paco Rabal, donde encar-na a un verdugo de garrote vil enla secuencia inicial del !lme mu-tilada por la censura y cuyo ori-gen iconográ!co se encuentra endos famosos grabados de los De-sastres de la guerra. Con el tiem-po, Saura de!niría a Buñuelcomo «un hombre honesto, vital,poderoso y sensible a la vez, quese enfrentó a los tópicos, que utili-zó la imaginación como arma po-derosa. Un buceador de nuestrasprofundidades que nos mostró elcamino de un arte nuevo, renova-dor y personal», lo cual es perfec-tamente aplicable tanto a Goyacomo a Rabal. Aunque es el pro-pio Carlos Saura quién estableceese vínculo entre pintor, cineastay actor al a!rmar: «Buñuel teníaesa cosa que es muy aragonesa, yyo no sé si también muy españo-la, que tiene por ejemplo Goya,que es una especie de mezcla en-tre violencia y sensibilidad...Cuando rodé Goya en Burdeos, aPaco Rabal, cuando me pregunta-ba cómo podía hacer su persona-je, yo le decía muchas veces:«Pues mira, no tienes más queimitar a Buñuel». Y hay trozos dela película en que es realmenteBuñuel, porque Paco, además,imitaba muy bien a Buñuel».

Y sin lugar a dudas, Goya en

Burdeos () es la culminaciónde esa relación tan fructífera parael arte. La película está planteadacomo una re+exión en torno alacto de la creación y a la miradadel pintor en su vejez cuando re-capitula su vida pasada, mostrán-donos la fascinación que el cine-asta siente por el pintor aragonésen toda su complejidad y riqueza,con Paco Rabal como gran prota-gonista. Su mirada acuosa, su vozquebrada y su cuerpo maltrechorepresentan con fuerza y noblezala pasión arrolladora de un hom-bre vehemente y entregado.

El legado de Paco Rabal es detodo los amantes del cine, y muyespecialmente de los murcianos,no en balde la Filmoteca Regionallleva su nombre. Paco fue unpoco como don Rodrigo Díaz deVivar, El Cid Campeador, que des-pués de muerto siguió ganandobatallas, en este caso concretopara bien del cine. Así lo entendiónuestro presidente Ramón LuísValcárcel cuando tomó la impor-tante decisión de recuperar la Fil-moteca Regional, que andaba enel limbo de los desaparecidos, do-tarla de un edi!cio que acaba deser restaurado y rehabilitado yhonrar su memoria con lo quemás le gustaba a don Francisco: elcine. Esperemos que la nueva an-dadura de la Filmoteca no defrau-de su memoria y a los murcianos.Salud, don Francisco.

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EL LEGADO DE PACO

Joaquin Cánovas BelchíCatedrático de Historia del Cine y director de la Filmoteca de Murcia

Cuenta Asunción Balaguer queuno de los primeros recuerdosque tiene de Paco Rabal es verlosiempre escribiendo y era habi-tual que sus vecinos aguileños lodescubrieran ‘peleándose’ conlas palabras a las puertas de sucasa. Novelistas y poetas eran suscamaradas, sus compañeros develadas interminables, y quizá deellos aprendió a dar forma a pen-samientos, vivencias, sueños... yraro era el homenaje –propio oajeno– al que acudía y no acaba-ba recitando unos versos. Él de-cía, siempre con humildad, queescribía sus «cosillas», aunquellegó a publicar en diarios y libros.Y también prestó su voz a GarcíaLorca y a otros muchos Queridospoetas con cuyas palabras sedujodesde las tablas de los teatros.

Poema recopilado en el libroMis versos y mi copla. (ed. Akal):(…)Y trabajé con los grandesdirectores más selectos:Armiñán, Forqué, Bardem,Camús, Visconti, Regueiro,Carlos Saura, Pedro Olea,con Almodóvar, don Pedro, Paco Rovira Beleta,con Ruiz Castillo el primero, con Chabrol y Pontecorvo,con Antonioni y Herrero,

Rivette, Giuliano Montaldo,Torres Nilson y ese geniopoeta que fue Glauber Rocha,el director Brasileño.Lucas Demaré, Lazaga y muchos que fueron nuevosy con quien repetiríay han quedado en el recuerdo.Pero, aunque a todos les quise

y les guardo mucho afecto,fue el preferido Buñuelpor cálido parentescoque los dos nos inventamosal conocernos en México.

Versos escritos sobre los azulejoscolocados a la entrada de su casaen Ciudad Lineal:

Pensé ponerle a mi casaDe campo un nombre: ‘El olvido’.Pero pensé: ¡Qué buen nombrePara los que mal me quierenY se llaman mis amigos!.Le di otro nombre, ‘El recuerdo’,Y di el olvido al olvido.

Poema que $gura en la tumba deRabal, junto a la paloma que di-bujó su amigo Rafael Alberti:Lo tengo bien pensado, amigos míos,Un día me sentaré,la cara al viento,Aquí, junto a este mar que vi de niñoY aquí, bajo este sol,bajo este cieloY oyendo vuestros pasos a mi ladoMe dejaré dormir un largo sueño.

Otro de los escritos de Rabal enlos que habla de la muerte:Pienso que la muerte un díaPor todas las puertas pasa.Yo la dejaré pasar,Caminando hacia la nadaY me quedaré sereno;Aire, fuego, tierra y agua.

* Selección de poemas realizadapor Miguel Ángel Blaya, presidente

de la Asociación Milana Bonita.

J. A. S.

Pensamientos, sueños.... «cosillas»El actor aguileño siempre amó la poesía y dejó un gran número de versos escritos!

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DIEZ AÑOS SIN PACO RABAL

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RECUERDOS EN IMÁGENES. En estas fotografías se hace un breve repaso por algunos de los momentos de la vida del actor aguileño. Con Catherine Deneuverodó Belle de Jour. Rabal y su gran amigo Rafael Alberti. Con otro buen amigo, el también actor Fernando Rey. Junto a su mujer, Asunción Balaguer, recitósobre los escenarios a sus Queridos poetas. Carmen Sevilla también fue una de sus compañeras de reparto. El único premio Goya de su carrera lo logró conGoya en Burdeos, de Saura. Rabal, en un cariñoso gesto con su padre. Portada del single que grabó en 1967. El murciano fue portada de numerosas revis-tas como Nuestro cine. Con el cineasta Luis Buñuel, su ‘tío’. Un fotograma de la película Pajarico (1998), película rodada en Murcia. L. O. 11

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iez años sin Paco Ra-bal. ¿Parece que fueayer o se nos figura ya

una eternidad? A veces, en al-gunas ocasiones, puede pare-cer que nos ha dejado hacenada de tiempo. Y por otrasconnotaciones podemos lle-gar a pensar que hace ya unaeternidad que estamos huér-fanos de él. Unos lo sentimoscerca, muy cerca; otros, unpoco más allá; otros, ni lo no-tan; y otros...

Todavía conservo en mioído su ronca y rota voz en laúltima conversación telefóni-ca que mantuve con él. Fueun par de meses antes deaquél fatídico agosto del, y a propósito de unaentrevista que le hicieronpara un periódico de ámbitonacional y cuyo título era unafrase textual suya: «Este paístodavía huele a Franco».

Paco tenía incontinenciaverbal. Raramente se despa-chaba con tres o cuatro mi-nutos de conversación telefó-nica. Mucho menos si era enpersona, de tú a tú. Y a vuel-tas con lo que él pensaba y susabiduría le daba a entender,cuarenta y tantos minutos es-tuvo explicándome, que noconvenciéndome, por quédijo aquello; sus teorías noeran de cartón piedra. Paro-diando el título, aunque ennegativo, de otra gran pelícu-la suya, Paco fue el hombreque nunca perdió su sombra.

Parece que fue hace unpar de meses y han pasadoya... diez años. Y una eterni-dad se me figura cuando veo,observo y siento, sobre todosiento, el olvido. O la indife-rencia que le profesa unaparte, fútil pero incómoda,de esa sociedad (paisanos,amigos –tal vez no de ley sinocoyunturales–, compañerosde trabajo, camaradas y alle-gados en general) que jamáspodrá pagar o devolver aPaco Rabal lo que él la quisoe hizo por ella.

También es verdad quePaco no hacía las cosas delcorazón para asentarlas en elhaber a su favor. Ahí no pre-dicó con el ejemplo; estuvotoda su vida agradeciendo laayuda, el apoyo y todo buencomportamiento para con él.Eso, entre otros muchos as-pectos, cualidades y condi-ciones era, y será siempre, sugrandeza.

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UNA DÉCADA... YA OSOLAMENTE?

Presidente de la asociación Milana Bonita. Paco

Rabal en el recuerdo

Miguel Ángel Blaya2

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