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Viernes 27 de noviembre de 2015 EL UNIVERSAL E16 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Leonardo Huerta Mendoza [email protected] Sobrepeso y obesidad en adolescentes La Facultad de Medicina de la UNAM invita al seminario de salud pública: “Perímetro de cuello como indicador de sobrepeso y obesidad en adoles- cente s”, el lunes 30 de noviembre, de 11:30 a 13:00 horas, en el Aula principal del Departamento de Salud Pública de la citada facultad, en Ciudad Uni- versitaria. Ponente: María del Carmen Iñárritu. Entrada libre. ESPECIAL Calendario Polínico del Aire de la Ciudad de México El primer Calendario Polínico del Aire de la Ciudad de México fue ela- borado por María del Carmen Cal- derón Ezquerro y sus colaborado- res del Centro de Ciencias de la At- mósfera, para saber cuáles son los principales pólenes que afectan a la población capitalina. Un calenda- rio de este tipo ayuda a determinar la exposición a pólenes y su efecto en la salud humana, una relación que varía por regiones. El trabajo ci- tado resume siete años de monito- reo continuo de los que con mayor frecuencia e intensidad son trans- portados en la atmósfera de la ca- pital del país. Premio Real Academia Española 2015 Beatriz Arias Álvarez, del Instituto de Investigaciones Filológicas, fue reconocida con el premio Real Aca- demia Española 2015, por la reco- pilación, organización y transcrip- ción de la obra Documentos públi- cos y privados del siglo XVI. Textos para la historia del español colonial mexicano I, la cual se publicó en 2014. El jurado considero que se tra- ta de un libro importante para co- nocer el origen del español novo- hispano. La académica universita- ria recibirá el mencionado galardón en 2016, en el marco de la conme- moración del día de la fundación de la Real Academia Española. CORTESÍA UNAM México, origen de los caballos actuales La especie Dinohippus mexicanus, considerada el ancestro del género Equus , es muy abundante en las regiones central y norte del país, en localidades del Henfiliano tardío, es decir, de hace 4.8 millones de años H oy en día, gracias a registros obteni- dos en los estados de Nuevo México, Colorado, Wyoming y Texas, en Es- tados Unidos, está plenamente esta- blecido que los équidos tuvieron su origen en Norteamérica hace unos 55 millones de años. En México, en la re- gión localizada al sur de Punta Prieta, en Baja California, se describió el registro de la especie Hyracotherium seekinsi como un miem- bro de la familia Equidae. La mayoría de los re- gistros más antiguos de este mamífero periso- dáctilo se han encontrado ahí, así como en Nue- vo México, Colorado y Wyoming. “En Baja California se describió un ejemplar fósil del género Hyra c o th e r i u m, uno de los más antiguos que se conocen de la familia de los équidos: tiene 55 millones de años (es decir, co- rresponde al Eoceno). Se trata del ancestro a par- tir del cual evolucionaron diferentes grupos. Sin embargo, el registro fósil más completo de los équidos de los últimos seis millones de años, de la especie Dinohippus mexicanus, lo tenemos en el centro de México, en el estado de Guanajuato, y en el noroeste, en el estado de Chihuahua. Por esta razón me atrevería a afirmar que gran parte de la evolución de los caballos actuales se dio en esas dos regiones”, dice Óscar Carranza Casta- ñeda, responsable del Laboratorio de Paleonto- logía del Centro de Geociencias de la UNAM, campus Juriquilla, en Querétaro, y quien ha des- cubierto los registros de este género en diferente localidades de la región central de México y de- mostrado una sucesión de équidos en el Hen- filiano temprano-tardío y el Blancano (6.9-2.5 millones de años). En la región suroeste del país se han des- cubierto registros del género Merychippus, descrito en Oaxaca, y de los hipariónidos (con tres dedos), que fueron de los primeros équi- dos que emigraron a Europa. Ancestro Aunque descrita por primera vez en Yepómera, Chihuahua, la especie Dinohippus mexicanus es muy abundante en el centro del país, tanto que no hay localidad del Henfiliano (es decir, de hace 4.8 millones de años) en la que no se encuentren res- tos fósiles de ella. Los estudios de sistemática filogenética reali- zados por Bruce MacFadden, de la Universidad de Florida, en Gainesville, y especialista en mamí- feros terrestres, propone que Dinohippus mexica- nus, especie que está ampliamente distribuida en las faunas del Henfiliano en los estados de Gua- najuato, Hidalgo, Jalisco, Aguascalientes, Zacate- cas, Nayarit y Chihuahua, es el ancestro de los ca- ballos actuales. Migración Todos los animales tienden a buscar mejores con- diciones ecológicas, de alimentación, temperatu- ra, competencia, etcétera. Algunos pueden mi- grar grandes distancias, aunque otros no lo hacen porque sus condiciones son adecuadas en un de- terminado sitio. En el caso de los équidos, en el Eoceno, el género Hyra c o th e r i u m estaba presente en América del Norte y Europa, debido a un corredor que comu- nicaba ambos continentes. Esto permitió que hu- biera un intercambio de fauna y que los animales americanos y europeos fueran muy similares. Ahora bien, cuando ese corredor se cerró, el gé- nero Hyracotherium se desarrolló sólo en Amé- rica del Norte y dio origen a varios caballos que evolucionaron gradualmente hasta que surgieron los miembros de la subfamilia An ch i t e r i i n a e. Un o de sus géneros, An ch i t e r i u m , fue el primero en migrar: cruzó el estrecho de Bering rumbo a Eu- ropa, donde habitó durante algunos millones de años hasta que desapareció. “Éste todavía tenía tres dedos —es decir, era un hipariónido—, una característica de los caballos primitivos, aunque en realidad se apoyaba exclu- sivamente en uno, pues los dos restantes eran ves- tigiales, lo cual significa que ya habían perdido su f u n c i ó n”, apunta el investigador universitario. Los hipariónidos se desarrollaron muy bien en Europa; desde ahí migraron a Asia y luego a África, donde dieron origen a muchos de los caballos actuales y a las cebras. “Sin embargo, la mayor migración de caballos ocurrió hace unos 12 mil años, durante las gla- ciaciones, al final del Pleistoceno. A través del es- trecho de Bering llegaron a Asia y Europa. De- saparecieron en América del Norte.” Dos hipótesis intentan explicar esta desapari- ción. Una dice que las glaciaciones modificaron la vegetación, lo cual trajo como consecuencia que los caballos ya no dispusieran de alimento para subsistir. La otra, menos probable y discutible, su- giere que el hombre primitivo llevó a cabo una caza excesiva de esos animales que a final de cuentas hizo que se extinguieran. “Es difícil probar estas hipótesis, pero el hecho es que los caballos desaparecieron de América del Norte. Del hombre primitivo no tenemos ninguna representación de ellos aquí, en nuestro conti- nente, como sí la hay en Europa, en las cuevas de Altamira, España”, indica Carranza Castañeda. Gran variedad de especies Hace cinco millones de años había en México una gran variedad de especies de caballos. Entre ellas destacan la ya mencionada Dinohippus mexica- n u s, el ancestro de los caballos actuales; Nannip- pus aztecus , un caballo muy pequeñito, de tres dedos, del que se han encontrado restos fósiles de hasta 4.8 millones de años de antigüedad; Neo- hipparion eurystyle, que aún tenía tres dedos pero sólo el central era funcional, y cuyo rango de dis- tribución estratigráfica es más amplio: desde el Clarendoniano hasta el final del Henfiliano (9-4.8 millones de años); y Astrohippus stockii. De acuerdo con el registro fósil de las faunas de América del Norte, durante el Blancano, Dinohip- pus mexicanus dio origen a Equus simplicidens, especie que se diversificó durante el Pleistoceno en las especies Equus conversidens, Equus scotti y Equus mexicanus, las cuales finalmente dieron origen a los grupos de caballos que conocemos hoy en día. Por su lado, Bennett (1980) asegura que el gé- nero Dinohippus dio origen a dos grandes grupos. Uno de ellos se diversificó en África durante el Pleistoceno temprano y dio origen a las cebras, los Quaggas y los Grevyi; y en Eurasia, a los Onager, los Quiang y los Hemionus. GABI Hace al menos cinco millones de años, América del Norte y América del Sur eran dos islas gigantes entre las cuales el Pacífico y el Atlántico se co- municaban. En cada una de estas masas de tierra se desarrolló una fauna endémica. “Tenemos un fragmento de caparazón de un gliptodonte, un animal relacionado con los arma- dillos actuales, de 3.9 millones de años de anti- güedad. Lo importante de este fósil no es su edad, sino que se trata de una prueba de que hace 3.9 millones de años se estableció una comunicación eficiente que permitió el comienzo del Gran In- tercambio Biótico Americano (GABI, por sus si- glas en inglés), que unió a Norteamérica con Su- damérica. Este puente representó para los anima- les un paso seguro que les abastecía de agua y alimento durante su migración. De esta manera se inició el mayor intercambio de fauna terrestre entre el norte y el sur de América.” En sus trabajos, los paleontólogos David Webb, Larry Marshall y otros investigadores estadouni- denses afirmaron, con base en su información, que el puente de Centroamérica surgió hace tres millones de años. Sin embargo, en ese entonces las investigaciones en México eran inexistentes. El modelo establecido para explicar el inter- cambio biótico entre el norte y el sur del conti- nente se ajustaba muy bien a la información con que se contaban en ese momento. Los resultados de las investigaciones en San Miguel de Allende, Guanajuato, han contribuido a documentar con mayor precisión el inicio de ese evento. Al comienzo del GABI, entre los primeros mi- grantes estaban los équidos, que se distribuyeron por muchas partes. Se han encontrado fósiles de caballos en Argentina y Uruguay, y en Bolivia se han descrito los géneros Hi p pi d i o n y Onohippi- dium. Pero, al igual que sucedió con los del norte, los caballos de América del Sur también habrían desaparecido, aunque no hay evidencia de esto. Más material fósil “En 1974, cuando se inició este proyecto de in- vestigación, la paleontología de vertebrados en México era casi inexistente. La mayor parte de lo que conocíamos había sido hecha por investiga- dores del Tecnológico de California, en especial en la región de Yepómera, Chihuahua. Los tra- bajos realizados por investigadores mexicanos te- nían información incompleta. Los fósiles no es- taban referidos a un nivel estratigráfico, lo cual impedía su correlación con faunas de México y de otros sitios de América del Norte. La fauna en- contrada en Yepómera era importante porque fue la única que estaba bien estudiada”, comenta Ca- rranza Castañeda. La de Yepómera es la colección de fósiles más grande de México y está alojada en el Museo de Los Ángeles. El investigador universitario ha te- nido la oportunidad de visitarla muchas veces desde el principio de sus investigaciones. “Algunos mexicanos, yo el primero, hemos po- dido estudiar esa colección —la cual está formada por ejemplares encontrados en México— y des- pués comparar los hallazgos del estado de Gua- najuato con los de Yepómera.” El conocimiento y la experiencia obtenidos ahí le permitió a Carranza Castañeda estudiar los fó- siles del centro del país, comparar las faunas, de- terminar los niveles estratigráficos del área y co- rrelacionarlos con los de otros sitios de México. “Poco después empecé a trabajar con Harley Garbani, uno de los grandes prospectores de Es- tados Unidos. Durante dos décadas reunimos material fósil y desarrollamos un proyecto gigan- tesco, cuyos resultados hasta la fecha son unos 20 mil ejemplares, de los cuales la mayor parte fue- ron recogidos en el estado de Guanajuato. En esta labor han participado estudiantes y otros inves- tigadores nacionales y de universidades de Esta- dos Unidos. Todo el material fósil se encuentra en el Instituto de Geología y el Centro de Geociencias de la UNAM”, señala el investigador. Con todo, lo más significativo es que en la re- gión de San Miguel de Allende, Guanajuato —la más importante de México y una de las más im- portantes de Norteamérica— se ha colectado la mayor muestra de équidos fósiles, además de inmigrantes sudamericanos y ejemplares de América del Norte. Carranza Castañeda y sus colaboradores tienen ubicados, en la cuenca de esa localidad, unos 90 sitios en los que hay ma- terial fósil. b “La mayor migración de caballos ocurrió hace unos 12 mil años, durante las glaciaciones, al final del Pleistoceno. A través del estrecho de Bering llegaron a Asia y Europa. Desaparecieron en América del Norte” ÓSCAR CARRANZA CASTAÑEDA Responsable del Laboratorio de Paleontología del Centro de Geociencias de la UNAM ESPECIAL Dibujo que muestra cómo habría lucido un ejemplar de la especie Dinohippus mexicanus.

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Viernes 27 de noviembre de 2015 EL UNIVERSALE16 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Leonardo Huerta Mendoza sabina0210 @hotmail.com

Sobrepeso y obesidad en adolescentesLa Facultad de Medicina de la UNAM invita al seminario de salud pública:“Perímetro de cuello como indicador de sobrepeso y obesidad en adoles-cente s”, el lunes 30 de noviembre, de 11:30 a 13:00 horas, en el Aula principaldel Departamento de Salud Pública de la citada facultad, en Ciudad Uni-versitaria. Ponente: María del Carmen Iñárritu. Entrada libre.

E S P E

C I A L Calendario Polínico

del Aire de laCiudad de MéxicoEl primer Calendario Polínico delAire de la Ciudad de México fue ela-borado por María del Carmen Cal-derón Ezquerro y sus colaborado-res del Centro de Ciencias de la At-mósfera, para saber cuáles son losprincipales pólenes que afectan a lapoblación capitalina. Un calenda-rio de este tipo ayuda a determinarla exposición a pólenes y su efectoen la salud humana, una relaciónque varía por regiones. El trabajo ci-tado resume siete años de monito-reo continuo de los que con mayorfrecuencia e intensidad son trans-portados en la atmósfera de la ca-pital del país.

Premio RealAca d e m i aEspañola 2015Beatriz Arias Álvarez, del Institutode Investigaciones Filológicas, fuereconocida con el premio Real Aca-demia Española 2015, por la reco-pilación, organización y transcrip-ción de la obra Documentos públi-cos y privados del siglo XVI. Textospara la historia del español colonialmexicano I, la cual se publicó en2014. El jurado considero que se tra-ta de un libro importante para co-nocer el origen del español novo-hispano. La académica universita-ria recibirá el mencionado galardónen 2016, en el marco de la conme-moración del día de la fundación dela Real Academia Española.

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México, origen delos caballos actuales

La especie D i noh i p pu sme x ica nu s, c o n s ide rad ael ancestro del géneroE q uu s , es muy abundanteen las regiones central ynorte del país, enlocalidades del Henfilianotardío, es decir, de hace4.8 millones de años

Hoy en día, gracias a registros obteni-dos en los estados de Nuevo México,Colorado, Wyoming y Texas, en Es-tados Unidos, está plenamente esta-blecido que los équidos tuvieron suorigen en Norteamérica hace unos 55millones de años. En México, en la re-gión localizada al sur de Punta Prieta,

en Baja California, se describió el registro de laespecie Hyracotherium seekinsicomo un miem-bro de la familia Equidae. La mayoría de los re-gistros más antiguos de este mamífero periso-dáctilo se han encontrado ahí, así como en Nue-vo México, Colorado y Wyoming.

“En Baja California se describió un ejemplarfósil del género Hyra c o th e r i u m, uno de los másantiguos que se conocen de la familia de loséquidos: tiene 55 millones de años (es decir, co-rresponde al Eoceno). Se trata del ancestro a par-tir del cual evolucionaron diferentes grupos. Sinembargo, el registro fósil más completo de loséquidos de los últimos seis millones de años, dela especie Dinohippus mexicanus, lo tenemos enel centro de México, en el estado de Guanajuato,y en el noroeste, en el estado de Chihuahua. Poresta razón me atrevería a afirmar que gran partede la evolución de los caballos actuales se dio enesas dos regiones”, dice Óscar Carranza Casta-ñeda, responsable del Laboratorio de Paleonto-logía del Centro de Geociencias de la UNAM,campus Juriquilla, en Querétaro, y quien ha des-cubierto los registros de este género en diferentelocalidades de la región central de México y de-mostrado una sucesión de équidos en el Hen-filiano temprano-tardío y el Blancano (6.9-2.5millones de años).

En la región suroeste del país se han des-cubierto registros del género Mer ychippus,descrito en Oaxaca, y de los hipariónidos (contres dedos), que fueron de los primeros équi-dos que emigraron a Europa.

A n cest roAunque descrita por primera vez en Yepómera,Chihuahua, la especie Dinohippus mexicanus esmuy abundante en el centro del país, tanto que nohay localidad del Henfiliano (es decir, de hace 4.8millones de años) en la que no se encuentren res-tos fósiles de ella.

Los estudios de sistemática filogenética reali-zados por Bruce MacFadden, de la Universidad deFlorida, en Gainesville, y especialista en mamí-feros terrestres, propone que Dinohippus mexica-nus, especie que está ampliamente distribuida enlas faunas del Henfiliano en los estados de Gua-najuato, Hidalgo, Jalisco, Aguascalientes, Zacate-cas, Nayarit y Chihuahua, es el ancestro de los ca-ballos actuales.

M i g ra c i ó nTodos los animales tienden a buscar mejores con-diciones ecológicas, de alimentación, temperatu-ra, competencia, etcétera. Algunos pueden mi-grar grandes distancias, aunque otros no lo hacenporque sus condiciones son adecuadas en un de-terminado sitio.

En el caso de los équidos, en el Eoceno, el géneroHyra c o th e r i u m estaba presente en América delNorte y Europa, debido a un corredor que comu-nicaba ambos continentes. Esto permitió que hu-biera un intercambio de fauna y que los animalesamericanos y europeos fueran muy similares.

Ahora bien, cuando ese corredor se cerró, el gé-nero Hyracotherium se desarrolló sólo en Amé-rica del Norte y dio origen a varios caballos queevolucionaron gradualmente hasta que surgieronlos miembros de la subfamilia An ch i t e r i i n a e. Un ode sus géneros, An ch i t e r i u m , fue el primero enmigrar: cruzó el estrecho de Bering rumbo a Eu-ropa, donde habitó durante algunos millones deaños hasta que desapareció.

“Éste todavía tenía tres dedos —es decir, era unhipariónido —, una característica de los caballosprimitivos, aunque en realidad se apoyaba exclu-sivamente en uno, pues los dos restantes eran ves-tigiales, lo cual significa que ya habían perdido suf u n c i ó n”, apunta el investigador universitario.

Los hipariónidos se desarrollaron muybien en Europa; desde ahí migraron a Asia yluego a África, donde dieron origen a muchos

de los caballos actuales y a las cebras.“Sin embargo, la mayor migración de caballos

ocurrió hace unos 12 mil años, durante las gla-ciaciones, al final del Pleistoceno. A través del es-trecho de Bering llegaron a Asia y Europa. De-saparecieron en América del Norte.”

Dos hipótesis intentan explicar esta desapari-ción. Una dice que las glaciaciones modificaron lavegetación, lo cual trajo como consecuencia quelos caballos ya no dispusieran de alimento parasubsistir. La otra, menos probable y discutible, su-giere que el hombre primitivo llevó a cabo unacaza excesiva de esos animales que a final decuentas hizo que se extinguieran.

“Es difícil probar estas hipótesis, pero el hechoes que los caballos desaparecieron de América delNorte. Del hombre primitivo no tenemos ningunarepresentación de ellos aquí, en nuestro conti-nente, como sí la hay en Europa, en las cuevas deAltamira, España”, indica Carranza Castañeda.

Gran variedad de especiesHace cinco millones de años había en México unagran variedad de especies de caballos. Entre ellasdestacan la ya mencionada Dinohippus mexica-n u s, el ancestro de los caballos actuales; Nannip -pus aztecus, un caballo muy pequeñito, de tresdedos, del que se han encontrado restos fósiles dehasta 4.8 millones de años de antigüedad; Neo -hipparion eurystyle, que aún tenía tres dedos perosólo el central era funcional, y cuyo rango de dis-tribución estratigráfica es más amplio: desde elClarendoniano hasta el final del Henfiliano (9-4.8millones de años); y Astrohippus stockii.

De acuerdo con el registro fósil de las faunas deAmérica del Norte, durante el Blancano, Dinohip -pus mexicanus dio origen a Equus simplicidens,especie que se diversificó durante el Pleistocenoen las especies Equus conversidens, Equus scotti yEquus mexicanus, las cuales finalmente dieronorigen a los grupos de caballos que conocemoshoy en día.

Por su lado, Bennett (1980) asegura que el gé-nero Dinohippus dio origen a dos grandes grupos.Uno de ellos se diversificó en África durante elPleistoceno temprano y dio origen a las cebras, losQuaggas y los Grevyi; y en Eurasia, a los Onager,los Quiang y los Hemionus.

GABIHace al menos cinco millones de años, Américadel Norte y América del Sur eran dos islas gigantes

entre las cuales el Pacífico y el Atlántico se co-municaban. En cada una de estas masas de tierrase desarrolló una fauna endémica.

“Tenemos un fragmento de caparazón de ungliptodonte, un animal relacionado con los arma-dillos actuales, de 3.9 millones de años de anti-güedad. Lo importante de este fósil no es su edad,sino que se trata de una prueba de que hace 3.9millones de años se estableció una comunicacióneficiente que permitió el comienzo del Gran In-tercambio Biótico Americano (GABI, por sus si-glas en inglés), que unió a Norteamérica con Su-damérica. Este puente representó para los anima-les un paso seguro que les abastecía de agua yalimento durante su migración. De esta manerase inició el mayor intercambio de fauna terrestreentre el norte y el sur de América.”

En sus trabajos, los paleontólogos David Webb,Larry Marshall y otros investigadores estadouni-denses afirmaron, con base en su información,que el puente de Centroamérica surgió hace tresmillones de años. Sin embargo, en ese entonceslas investigaciones en México eran inexistentes.

El modelo establecido para explicar el inter-cambio biótico entre el norte y el sur del conti-nente se ajustaba muy bien a la información conque se contaban en ese momento. Los resultadosde las investigaciones en San Miguel de Allende,Guanajuato, han contribuido a documentar conmayor precisión el inicio de ese evento.

Al comienzo del GABI, entre los primeros mi-grantes estaban los équidos, que se distribuyeronpor muchas partes. Se han encontrado fósiles decaballos en Argentina y Uruguay, y en Bolivia sehan descrito los géneros Hi p pi d i o n y Onohippi -dium. Pero, al igual que sucedió con los del norte,los caballos de América del Sur también habríandesaparecido, aunque no hay evidencia de esto.

Más material fósil“En 1974, cuando se inició este proyecto de in-vestigación, la paleontología de vertebrados enMéxico era casi inexistente. La mayor parte de loque conocíamos había sido hecha por investiga-dores del Tecnológico de California, en especialen la región de Yepómera, Chihuahua. Los tra-bajos realizados por investigadores mexicanos te-nían información incompleta. Los fósiles no es-taban referidos a un nivel estratigráfico, lo cualimpedía su correlación con faunas de México y deotros sitios de América del Norte. La fauna en-contrada en Yepómera era importante porque fuela única que estaba bien estudiada”, comenta Ca-rranza Castañeda.

La de Yepómera es la colección de fósiles másgrande de México y está alojada en el Museo deLos Ángeles. El investigador universitario ha te-nido la oportunidad de visitarla muchas vecesdesde el principio de sus investigaciones.

“Algunos mexicanos, yo el primero, hemos po-dido estudiar esa colección —la cual está formadapor ejemplares encontrados en México— y des-pués comparar los hallazgos del estado de Gua-najuato con los de Yepómera.”

El conocimiento y la experiencia obtenidos ahíle permitió a Carranza Castañeda estudiar los fó-siles del centro del país, comparar las faunas, de-terminar los niveles estratigráficos del área y co-rrelacionarlos con los de otros sitios de México.

“Poco después empecé a trabajar con HarleyGarbani, uno de los grandes prospectores de Es-tados Unidos. Durante dos décadas reunimosmaterial fósil y desarrollamos un proyecto gigan-tesco, cuyos resultados hasta la fecha son unos 20mil ejemplares, de los cuales la mayor parte fue-ron recogidos en el estado de Guanajuato. En estalabor han participado estudiantes y otros inves-tigadores nacionales y de universidades de Esta-dos Unidos. Todo el material fósil se encuentra enel Instituto de Geología y el Centro de Geocienciasde la UNAM”, señala el investigador.

Con todo, lo más significativo es que en la re-gión de San Miguel de Allende, Guanajuato —lamás importante de México y una de las más im-portantes de Norteamérica— se ha colectado lamayor muestra de équidos fósiles, además deinmigrantes sudamericanos y ejemplares deAmérica del Norte. Carranza Castañeda y suscolaboradores tienen ubicados, en la cuenca deesa localidad, unos 90 sitios en los que hay ma-terial fósil. b

“La mayor migración de caballosocurrió hace unos 12 mil años,durante las glaciaciones, al finaldel Pleistoceno. A través delestrecho de Bering llegaron a Asiay Europa. Desaparecieron enAmérica del Norte”ÓSCAR CARRANZA CASTAÑEDAResponsable del Laboratorio de Paleontologíadel Centro de Geociencias de la UNAM

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Dibujo que muestra cómo habría lucido un ejemplar de la especie Dinohippus mexicanus.