músicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

download músicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

of 22

Transcript of músicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    1/22

    19Musiker. 20, 2013, 19-40

    Msicas populares urbanas en losespacios industriales rehabilitados(Urban popular musics at industrial rehabilitated spaces)

    Gonzlez Sierra, AmayaC/ Larraina 4, 1-izda. 31011 Pamplona. [email protected]

    San Miguel lvarez, IvnConservatorio Superior de Msica de Navarra.P Antonio Prez Goyena, 1. 31008 Pamplona. [email protected]

    Recep.: 14.11.2012

    BIBLID [ISSN: 1137-4470, eISSN: 2174-551X (2013), 20; 19-40] Acep.: 24.06.2013

    Los cambios econmicos de las ltimas dcadas han dejado un paisaje sembrado de espaciosproductivos abandonados, muchos de ellos rehabilitados con fines culturales. Nuestro propsito es

    situar la relacin que este fenmeno ha tenido con las msicas populares urbanas, a la vista de queotras reas artsticas (teatro, plsticas) han dado seales ms evidentes y prematuras de ello.

    Palabras Clave: Msicas populares urbanas. Escenarios. Rehabilitacin. Ciudades creativas.Produccin musical. Salas de concierto. Locales de ensayo.

    Azken hamarkadetako aldaketa ekonomikoen ondorioz, asko izan dira abandonaturik utzitakoekoizpen-espazioak. Horietako asko birgaitu egin dira kulturalki erabiltze aldera. Gure asmoa feno-meno horrek hiri musikekin izan duen lotuta zehaztea da, ikusirik beste arlo artistiko batzuetan (an-tzerkigintza, arte plastikoak, etab.) horren zantzu nabariak azaldu direla aurretiaz.

    Giltza-Hitzak: Hiri musikak. Agertokiak. Birgaitzea. Hiri sortzaileak. Musika-ekoizpena. Kontzer-tu-aretoak. Entsegu-lokalak.

    Les changements conomiques des dernires dcennies ont laiss un paysage jonch despa-ces productifs abandonns, beaucoup dentre eux restaurs des fins culturelles. Notre but est deplacer la relation que ce phnomne a eue avec les musiques populaires urbaines, tant donn quedautres domaines artistiques (thtre, arts plastiques...) en ont donn des signes plus vidents etantrieurs.

    Mots-Cls : Musiques populaires urbaines. Scnes. Rhabilitation. Villes cratives. Productionde musique. Salles de concert. Salles de rptition.

    mailto:[email protected]:[email protected]
  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    2/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    20 Musiker. 20, 2013, 19-40

    1. INTRODUCCIN

    El objetivo del presente artculo es situar la relacin que tiene y ha tenidoel reciclaje de antiguos espacios de uso industrial con las msicas popularesurbanas en Espaa, tanto en su faceta de ejecucin pblica, como en su pro-

    duccin (ensayo y grabacin). El asunto es tan dinmico, como actual y com-plejo, por lo que no se pueden establecer tipologas estancas, sino ms biense pretende hallar las similitudes y diferencias en proyectos muy recientes ytratar, por tanto, de ordenar los ejemplos en tiempo y forma. Los proyectosrecogidos gozan de cierta continuidad temporal y han requerido un plan yuna inversin, desechando las iniciativas puntuales, que no modifican ni eluso, ni la estructura del edificio. Debido a la ausencia de precedentes y a laactualidad del fenmeno, no tratamos de profundizar en todos los aspectosimplicados (edificacin, gestin, estilos, cuestiones sociales, urbansticas).En su lugar, presentamos un estado de la cuestin del fenmeno.

    Desde un punto de vista amplio, entendemos por uso industrial todasaquellas actividades manufactureras (fbricas), de extraccin (minas, cante-ras), de almacenaje (naves, almacenes), de energa y aguas (subesta-ciones elctricas, depsitos) e incluso de transporte (estaciones1, garajes,cocheras)2. Como msicas populares urbanas entendemos un grupo demsicas caracterizadas por su gran aceptacin, que abarcan una gran varie-dad de estilos musicales que han sido diseminados por los media comoun producto a travs de la publicacin, grabacin y emisin radiofnica(Kronenburg, 2011: 138). Tradicionalmente las msicas populares urbanas,o modernas, o simplemente msicas populares en la tradicin anglosajona,se han definido en negativo: aquellas que no son ni cultas, ni folclricas

    (Mart, 1998: 8). No es nuestra intencin crear estrictas fronteras estilsti-cas, pero s que hemos de diferenciar msicas populares y msica clsicaporque aquellas necesitan amplificacin, lo cual implica muchas connotacio-nes tcnicas. Asimismo, aunque tradicionalmente las msicas populares sehan diferenciado por el tipo y edad del pblico y por su funcin en la socie-dad clase culta vs. pueblo llano, ste es un aspecto cambiante desde quegran parte de los aficionados al rock ya superan la sesentena, y gneroscomo eljazzestn plenamente integrados en los conservatorios. De acuerdocon Gnter Mayer, admitimos que es conflictivo adscribir una msica con untipo de sector de la poblacin (citado en Mart, 1998: 9). La relacin con lamsica folclrica est tambin abierta, puesto que si bien est originalmente

    ligada a las zonas rurales y a la transmisin oral, actualmente el folkes unamsica urbana ms.

    1. Muchos de los ejemplos citados estn en la frontera entre los edificios del sector servi-cios y los del sector productivo. No obstante, tanto una vieja estacin, como una fbrica, ambasabandonadas por el desarrollo urbanstico, el cambio productivo, o la decadencia de ciertas reas,tienen mucho en comn como para separarlos. Hemos optado por el trmino industrial -o produc-tivo-, como paraguas bajo el que se cobijan antiguos edificios no residenciales, administrativos,militares o de culto, que forman parte del patrimonio edificado de la sociedad industrial moderna.

    2. Para profundizar en los espacios baldos disponibles en los procesos urbansticos actua-les, merece la pena la consulta del captulo 4.1.6. del Libro verde del medio ambiente urbano(AA.

    VV., 2007).

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    3/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    21Musiker. 20, 2013, 19-40

    Hoy en da, las msicas populares requieren espacios especficos, perola historia nos indica que no siempre ha sido as: tras la divisin entre msi-cas populares y cultas, slo las segundas, por su especial relacin con elpoder, requirieron escenarios exclusivos (Goycoolea, 2007: 15). Las tresinfraestructuras requeridas como servicio bsico para el desarrollo de lasmsicas populares urbanas son los locales de ensayo, los estudios de gra-bacin y los espacios de exhibicin. De manera general, se asume que lasmsicas populares requieren un tipo de espacio diferente al de los teatros yauditorios convencionales de butacas donde, no obstante, se llevan a caboespectculos de este tipo con frecuencia.

    2. EL RECICLAJE INDUSTRIAL, LA CIUDAD CREATIVA Y LAREHABILITACIN SOCIAL

    Durante los aos 70 y 80 el modelo productivo reinante fordismo entraen quiebra. La globalizacin, la deslocalizacin del capital y su rpido movi-miento en bsqueda de mayor rentabilidad, las polticas neoliberales y la altatecnificacin de las nuevas formas de produccin, llevan en los pases tradi-cionalmente industriales a la desinversin, cierre de empresas, degradacinmedio ambiental, desempleo masivo y aumento de la pobreza y marginali-dad (Rodrguez, 1998: 149). Se necesita menos mano de obra y ms tcni-cos e inversin en competitividad. Las consecuencias son, desde el punto devista social, el surgimiento de ciudades y comarcas deprimidas a la esperade reconversin, y desde el fsico, la aparicin de grandes reas en desuso(baldos industriales).

    Comienza una nueva etapa de competitividad entre ciudades para lograrel afianzamiento de una nueva economa basada en la atraccin de capital yempresas tecnolgicas, mano de obra especializada ingenieros, diseado-res, arquitectos, etc. y de alto valor aadido artistas, profesores, investi-gadores, etc. generando un clusterque tericamente contribuye a generarla riqueza de la ciudad creativa3. Este concepto, surgido a finales de los80 por diversas fuentes y desarrollado por Charles Landry (2000) y RichardFlorida (2002, 2005), hace referencia a la capacidad de las ciudades (msbien grandes y medianas que pequeas) de inventar nuevos artefactos de laeconoma globalizada. Se produce de este modo una paradoja: en el mundo

    globalizado, las ciudades emergen como actores estratgicos (Rodrguez -Vicario, 2005: 263), producindose una dinmica glocalizadora4. En el con-texto de las ciudades creativas los proyectos artsticos y la reutilizacin de

    3. Existen numerosos anlisis de este fenmeno aplicados a ciudades concretas, comoes el caso de Bilbao (Rodrguez, 1998; Rodrguez y Vicario, 2005), Bristol (Griffiths, 1995), Turn(Vanolo, 2008), Austin (Long, 2009), Osaka (Nakagawa, 2010) y diversas ciudades niponas(Sasaki, 2010).

    4. La glocalizacin es un trmino que hace referencia a la adaptacin de los fenmenosglobalizados a la escala local. Un ejemplo en el mbito de la msica sera la mezcla del jazz(fenmeno globalizado), con el flamenco (fenmeno local), formando un nuevo estilo llamado

    jazz-flamenco.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    4/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    22 Musiker. 20, 2013, 19-40

    viejos edificios son especialmente significativos (Landry, 2000: xxii), por loque los baldos industriales pasan a ser una posible fuente de riqueza y unnuevo atractivo.

    La temprana reforma del puerto interior de Baltimore (desde 1958)

    tiene una gran repercusin en otras ciudades europeas y norteamericanas(Rodrguez, 1998: 151), teniendo en Bilbao un ejemplo claro en nuestrasfronteras. Las iniciativas de regeneracin son, por regla general, pblicas yde largo alcance (Benito, 2010: 360).

    Esta dinmica viene emparejada con un cambio de actitud hacia el patri-monio industrial5. Desde finales de los aos 90 se observa una crecientesensibilidad, que viene seguida de un nuevo enfoque normativo perfecta-mente sintetizado por Paz Benito (2010: 354-357).

    Si a las actuaciones sobre edificios de valor patrimonial en ocasiones

    muy simblicos, sumamos la promocin urbana en el mercado internacio-nal, podemos entender por qu han sido tan abundantes los proyectos degrandes dimensiones promovidos con dinero pblico, inmersos en un pro-ceso de planificacin. Gracias al requisito legal del 1% cultural, el Ministeriode Fomento, a travs de la Direccin General de la Vivienda, la Arquitectura yel Urbanismo, promueve la restauracin de recintos fabriles obsoletos, esta-ciones de ferrocarril fuera de uso o antiguas instalaciones mineras (Brdalo,2003: 43). Los diecisis proyectos que se encontraban en ejecucin odesarrollo en 2003 son grandes obras de inters arquitectnico y cultural:estacin de Canfranc, la Tejera de Palencia, la fbrica de paos de Bjar, elmatadero de Valladolid, etc.

    Como veremos en este trabajo, no slo son ciudades grandes las quetienen un espacio fabril que salvar, sino que tambin existen medias ypequeas (Benito, 2010: 364). De igual modo, existen rehabilitaciones queabarcan desde grandes espacios fabriles de significacin histrica, hastapequeos reciclajes de promocin privada de garajes, o almacenes, cuyomayor atractivo es su bajo precio y/o su ubicacin. Segn Checa, a pesar delo relevante de ciertos proyectos la mayora de las acciones en el mbitoprivado han pasado desapercibidas, puesto que la mayora se han hechosobre pequeas piezas insertadas dentro de la trama urbana (2007: 1).

    Los espacios industriales reciclados tienen a menudo un destino mlti-ple, ya que suelen ser suficientemente grandes como para conjugar diversasfunciones. De igual modo, acuden generalmente a la frmula hbrida paralograr financiacin, mezclando actividades que generan ingresos (venta oalquiler), con servicios gratuitos. Los destinos ms habituales tienen que vercon nuevas actividades productivas (ferias de muestras, sedes de empresas,co-working, nuevas tecnologas, nuevas fbricas), centros educativos y de

    5. La UNESCO introduce por vez primera un espacio industrial en la lista de PatrimonioMundial en 1978. En 2003, an se percibe su discriminacin, siendo tan slo 25 de 690 (Benito,

    2002: 220), aunque en 2012 suman ya 37.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    5/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    23Musiker. 20, 2013, 19-40

    investigacin, hoteles y restaurantes, centros comerciales, de ocio o depor-tivos, centros administrativos y dotaciones culturales (museos, bibliotecas,centros culturales, centros de creacin)6.

    En el salto desde la economa fabril, hacia la economa creativa, la cul-

    tura se erige como elemento clave, por lo que las rehabilitaciones con esefin son, desde luego, las ms destacables (Benito, 2010: 359). La cultura esel sustituto mgico para todas las fbricas y almacenes perdidos, y es unaherramienta para crear una nueva imagen de la ciudad (Gospodini, 2006:317). La rehabilitacin con fines culturales, cuya modalidad ms destacablees el museo (Casanelles, 1998: 17), se ha visto beneficiada por la generali-zacin del turismo (Fernndez, 2002: 90). La bibliografa sobre la relacin dela cultura con los espacios industriales hace caso omiso a la msica, a suadecuacin fsica, a su capacidad de regeneracin social, a su distribucingeogrfica, a los problemas de cambio de licencias, a su repercusin econ-mica, etc.

    Un aspecto comn a muchas de las grandes obras es el propsito deregeneracin social que acompaa a la regeneracin fsica. Los trabajossobre Turn (Vanolo, 2008), Osaka (Nakagawa, 2010; Sasaki, 2010), Bristol(Griffiths, 1995), Bilbao (Rodrguez, 1998; Rodrguez y Vicario, 2005) y NuevaYork (Foulkes, 2010)7tratan el uso de la cultura como medio de rehabilita-cin urbana, poniendo nfasis en sus aspectos sociales. Las dotaciones cul-turales estn muy relacionadas con el propsito de renovacin social, puestoque tratan de ser, al menos en el proyecto, alternativas a la decadencia delos barrios que les rodean. Sin embargo, estos procesos no estn exentosde polmicas, ya que suelen encerrar oscuros intereses, como revalorizar el

    suelo y acabar con un perfil de residente no deseable, provocando situacio-nes de gentrificacin.

    3. LOS ESPACIOS PARA LA MSICA

    Al investigar sobre los espacios para la msica, lo primero que encon-tramos es, aparte de escasa bibliografa, cierta identificacin genrica dela palabra escenario con escenario para la msica clsica. La obra deMichael Forsyth Buildings for music (1985), la ms profunda y prestigiosaobra sobre el punto de contacto entre la msica y la arquitectura, no hacereferencia a las msicas populares, y toda consideracin acstica est plan-teada desde los criterios de la audicin de la msica clsica. Por su parte,Roberto Goycoolea (2007) analiza los espacios para la msica culta,entendidos como resultado de las interacciones entre la msica y los esta-

    6. Como catlogo de edificios reutilizados podemos mencionar los trabajos de Henry (2010),Checa (2007), Sobrino (2007), Benito (2002, 2010), el catlogo de Metamorfosis arquitectnicadel Artium (2012) y el blog de Diana Snchez (2012).

    7. En este artculo se analiza la influencia de la msica, en dos auditorios neoyorquinos,sobre el entorno inmediato y cmo las programaciones pueden acercar o alejar a la poblacin. Sin

    embargo, no corresponden con rehabilitacin industrial, sino con dos teatros al uso.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    6/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    24 Musiker. 20, 2013, 19-40

    mentos del poder poltico y/o econmico que los han promovido en la ciudadoccidental moderna (2007: 13). Aunque su anlisis llega hasta el momentopresente, nos deja hurfanos de reflexiones sobre los espacios dedicados aotras msicas, sus peculiaridades y necesidades. Siguiendo esta tendencia,nos encontramos con varios artculos que identifican de igual modo espa-cio para la msica con espacio para la msica clsica (Carls - Palmese,2005; Lpez, 2002; Marco, 2008).

    Ms recientemente, Robert Kronenburg realiza la ms importante aporta-cin hasta el momento sobre la msica popular urbana desde la perspectivade los escenarios (2011, 2012).

    La actuacin musical, al margen de si est o no en asociacin con un edifi-cio, transforma el espacio, interno y externo, en un lugar identificable limitadopor la experiencia visual y de sonido de estar all. La arquitectura de una sala deconciertos puede tener un efecto muy significativo en el carcter, impacto y rele-vancia de la actuacin, aadiendo capas de significado y expresin, tanto para elmsico como para el espectador. (Kronenburg, 2011: 137)8

    Las salas de conciertos son muy variadas en cuanto a sus fuentes deinspiracin y rutas de realizacin (Kronenburg, 2011: 138). Sin embargo,Kronenburg categoriza los escenarios de la siguiente manera:

    - Adoptados. El ms antiguo de todos, consistente en ubicar un escena-rio de conciertos en un espacio con otro uso diferente. Con pocasmodificaciones, se puede albergar un espectculo en una plaza, unaiglesia, o un bar.

    - Adaptados. Aquellos que cambian profundamente su utilidad para aco-ger de manera permanente la msica en vivo. Es la tipologa quecorresponde con el objeto de nuestro trabajo. La frontera con losadoptados no siempre est clara. En estos espacios, tras la funcinel lugar puede recuperar su aspecto y funcionamiento habitual, peroel salto a adaptados se suele dar cuando se les comienza a exigirciertas normas de seguridad y licencias (Kronenburg, 2011: 141).

    - Dedicados. Son aquellos construidos ex profesopara el servicio musi-

    cal. Tienen la ventaja de que el proyecto se adecua a las necesida-des exactas de estos eventos, pero el inconveniente de un mayorcoste econmico frente a los espacios adoptados y adaptados.Habra que sumar, a su vez, el sobrecoste energtico y de sostenibili-dad de la obra nueva sobre la rehabilitacin (Luxn, 2012: 1).

    - Mviles. En anteriores trabajos, Kronenburg estudia la arquitectura deescenarios itinerantes, tan importantes en la cultura de festivales.Los locales de ensayo y grabacin son o bien adaptados, o bien dedi-

    8. Todas las traducciones a cargo de los autores.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    7/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    25Musiker. 20, 2013, 19-40

    cados. Sin embargo, como casi siempre, encontramos ejemplos quenos demuestran que la realidad es ms compleja que la categori-zacin: en Extremadura han construido un centro de creacin jovenmvil, para llevar el servicio a pequeos ncleos de poblacin que nose pueden permitir una obra de ese calibre.

    4. CONSIDERACIONES ECONMICAS

    La rehabilitacin de espacios para uso y desarrollo de las msicas popu-lares, trae consigo consideraciones referentes al coste de la adquisicin yadecuacin del espacio baldo y reflexiones sobre la economa de la msicaen vivo, su sostenibilidad y su estudio.

    Durante el periodo de anlisis, diversos recortes en cultura y el recienteaumento del IVA de entradas a espectculos al 21%, traen al primer plano

    el debate y la investigacin sobre la economa de la msica en vivo, prc-ticamente inexistente en Espaa. Los descensos en los ingresos de lamsica en directo, el descalabro de las ventas de discos, el abandono dela inversin pblica, junto con la creciente demanda de actividades de ocio,nos lleva a plantear nuevas salidas y alternativas que conjuguen sostenibili-dad econmica para el promotor, ingresos para los msicos y accesibilidadpara el pblico un pblico que dispone en muchos casos de ms tiempo ysensibilidad, pero menor capacidad adquisitiva. A su vez, la rehabilitacinimplica, en la mayora de las ocasiones, un abaratamiento de los costes deconstruccin, al no tener que buscar terreno y utilizarse las infraestructurasya existentes, y un ahorro de recursos de hasta el 60% (Luxn, 2012: 1). A

    esto, se suma el menor precio en el mercado de los baldos industriales.Este ltimo factor es importante en una poca donde a la sostenibilidad delos recursos naturales y energticos, hay que sumar la sostenibilidad de lascuentas, pblicas y privadas.

    Las ms recientes y revolucionarias aportaciones a la economa de lamsica en vivo provienen del mundo anglosajn. No es de extraar, debidoa su gran tradicin musicolgica, su especial sensibilidad a las msicaspopulares urbanas y las enormes dimensiones que ha llegado a alcanzardicho sector econmico. Martin Cloonan examina el impacto de la msicaen directo en Reino Unido desde los aos 50, denunciando la escasa inves-

    tigacin sobre este sector de la industria musical, sobre todo en trminospolticos (2011: 405). Shane Homan (2008, 2011) dedica dos artculos a lasconsecuencias de la regulacin sobre la msica en vivo en Australia. Hemosde superar los antiguos prejuicios que identificaban industria discogrficacon industria musical. De hecho, se discute la existencia de una industria,en vez de varias industrias musicales, una de las cuales sera la msica envivo (Cloonan - Williamson, 2007). Por su parte, Will Page (2009) analiza elvalor de la msica en directo dentro de los ingresos totales del sector. Pageconcluye que los ingresos de la msica en directo crecen en Gran Bretaa de2007 a 2008 un 13%, lo cual compensa la cada de las ventas da msica gra-bada del 6%, dejando el consumo musical total con un alza del 3% (2009: 2).

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    8/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    26 Musiker. 20, 2013, 19-40

    En nuestro pas, cabe destacar que, en plena crisis, ha habido un mode-rado descenso de conciertos de msica popular y su recaudacin, pero esespecialmente acusado en teatros y auditorios. En 2011, el nmero de con-ciertos realizados en salas, bares, pubs y similares, creci en 12.842 (SGAE,2012: 29) con respecto a 2010, alcanzando una cuota del 74% del total,frente al 60% de antes de la crisis. En el mismo periodo, hubo un incrementodel 0,4% en salas de concierto. Esto demuestra que se est produciendoun cambio en el mundo de la msica popular en directo hacia una mayorimportancia de los locales ms pequeos (entre los que se encontraran lamayora de los espacios reciclados que veremos) frente a los grandes audi-torios; a su vez, los datos son indicativos de que los tiempos de los grandescachs han dado paso a una poca de mayor supervivencia y que las admi-nistraciones pblicas programan cada vez menos.

    Entre 2005 y 2011, la venta de cedes en Espaa desciende desde424 millones a 139 (SGAE, 2012: 31). Por su parte, en el mismo periodo

    se registra un descenso de un 4% en el nmero de conciertos de msicapopular (SGAE, 2012: 15), prueba de la mayor resistencia de la msica endirecto. Estos datos estaran en consonancia con lo dicho acerca del ReinoUnido.

    5. LAS MSICAS POPULARES URBANAS Y SU RELACIN CON LOSESPACIOS INDUSTRIALES RECICLADOS. CLASIFICACIN DE ESPACIOS

    El propsito de este apartado es presentar la forma que ha asumido

    la relacin entre msicas populares urbanas y rehabilitacin industrial ennuestro pas. Siguiendo la categorizacin de Kronenburg, reciclar antiguosedificios de uso industrial en espacios escnicos sera un fenmeno deadaptacin, puesto que para mantener una programacin estable y no deun da, como sera el caso de los espacios adoptados, sus promotores seven forzados a realizar determinadas obras: salud, seguridad, iluminacin,amplificacin y acstica, salubridad, etc. Esto no niega el hecho de que casicualquier espacio puede ser, por un da, sede de un concierto, ya sea en unpatio de un edificio administrativo o en una sala de un museo.

    El reciclaje de antiguos espacios industriales como escenarios musicalesha dado muchos ms ejemplos relacionados con las msicas populares quecon la msica clsica. Comparado con la gran cantidad de salas de conciertoexistentes, casos recientes de rehabilitacin industrial como la sede de laOrquesta Filarmnica de Sao Paulo (antigua estacin), La Hall Aux Grainsde Toulouse (mercado de cereales), el Arsenal de Metz (almacn), TheaterFabriek de Amsterdam (fbrica de motores) y el Teatro Federico Garca Lorcade Getafe (fbrica de harinas), constituyen ejemplos minoritarios.

    En este punto surge la siguiente cuestin: las autoridades desprecianel reciclaje para la construccin de grandes auditorios de msica clsica pormotivos tcnicos y de adaptabilidad, o es que acaso prefieren la construc-cin de nuevos edificios con gran repercusin? En nuestra opinin, ambas

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    9/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    27Musiker. 20, 2013, 19-40

    razones coexisten. En cuanto al primer supuesto, hay que destacar que loscondicionantes acsticos son diferentes a los de las salas de msicas popu-lares. La msica clsica no se apoya en amplificacin, de modo que la acs-tica cobra una importancia mayscula. La mayora de las fbricas, almacenesy dems edificios industriales no aportan soluciones a estos requerimientos,o al menos, precisaran una intervencin muy profunda. En cuanto al tamao,un auditorio de msica clsica (y pera) necesita tener mucho ms espaciopara albergar las escenas, mayor nmero de camerinos, tramoyas, un esce-nario y bastidores mucho mayores, un receptculo inmenso para instalar1.000 1.500 butacas, etc. Hallar un baldo industrial que cumpla estascaractersticas es bastante difcil, sobre todo si aadimos el ltimo condi-cionante: la ubicacin. Los grandes auditorios, presentados como buqueinsignia de la cultura de una ciudad, se sitan mayoritariamente en lugarescntricos, o de gran visibilidad, como las playas y costas (San Sebastin,Santander, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife). Encuanto al segundo supuesto, la relacin de la msica clsica con el poderno es nueva. Los grandes teatros-auditorios son, desde mediados del sigloXVIII, edificios singulares por su arquitectura y ubicacin (Goycoolea, 2007:19). El autor, haciendo referencia a la situacin actual de los auditorios,destaca que se estn utilizando como elementos mediticos de revaloriza-cin urbana. El caso del Palau des Arts de Valencia, diseado por SantiagoCalatrava, parece ser paradigmtico: En su construccin, a los promotorespolticos parece no haberles importado el presupuesto del edificio9, si hayuna demanda cultural insatisfecha o si existe un proyecto de gestin sosteni-ble a largo plazo. Lo importante es llamar a un arquitecto estelar (2007:35). Al ejemplo valenciano, Goycoolea suma el del auditorio Miguel Delibesde Valladolid y el descomunal proyecto frustrado de Alcorcn, lista que en2013 desgraciadamente se ha quedado escasa (Auditorio Al-ndalus deSevilla, Ciudad de la Cultura de Galicia). Antiguamente se creaban los audi-torios para satisfacer una demanda, como es el caso de las actuales salasde conciertos, pero hoy se tiende a que una infraestructura espectacular seala que genere la necesidad (2007: 36).

    Como ya hemos comentado, el fenmeno es muy complejo y dinmico, locual sumado a que muchas soluciones son hbridas (mezclas de usos), hacemuy difcil la categorizacin y clasificacin. Sin embargo, podemos establecerunas tipologas de espacios recurrentes en los que las msicas popularesurbanas tienen un mayor o menor desarrollo.

    5.1. Centros Culturales y espacios multiusos

    Debido a sus caractersticas (superficie, volumen, ubicacin, precio,propiedad, etc.), numerosas antiguas industrias, estaciones, o almaceneshan sido propicias para la implantacin de estas tipologas por parte de lasinstituciones pblicas. Muchas de ellas incorporan salones de actos donde

    9. Lpez destaca que tan slo nueve auditorios inaugurados entre 1999 y 2002 suman 600

    millones de inversin (2002: 114).

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    10/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    28 Musiker. 20, 2013, 19-40

    las msicas populares urbanas pueden tener su desarrollo. No obstante, laactividad musical es minoritaria, espordica y hasta residual10. Estas refor-mas son muy habituales en poblaciones pequeas y medianas: en 2011, seinauguran las Atarazanas de Benicarl, espacio multiusos municipal; en Oluladel Ro (Almera), nos encontramos con un espacio escnico en el AntiguoMercado de Abastos; en Montellano (Sevilla), con una fbrica de harinareconvertida en espacio para proyecciones, exposiciones, teatro y pequeosconciertos; en Cieza (Murcia), en 1986 se inaugura otro centro multiusoscon auditorio, en una antigua textil. Estas obras son una forma relativa-mente asequible de conjugar la recuperacin del patrimonio, con la rehabili-tacin fsica de la localidad y la oferta de servicios culturales mltiples a losciudadanos.

    En capitales de provincia tambin encontramos centros culturales conauditorios, como en el Matadero de Huesca. En Santa Cruz de Tenerife, nosencontramos con el caso de El Tanque, una antiguo depsito de petrleo

    reconvertido en centro cultural y multiusos artstico, estudiado en profun-didad por Xerach (2011). La msica no es una actividad permanente, perotodos los aos desde 2009 realizan un festival, de mes y medio de duracin,con medio centenar de conciertos de grupos, deejaysy proyectos experimen-tales. Una perspectiva ms popular tiene La Nave Espacio Joven, en Murcia,en el que conciertos espordicos y certmenes de bandas locales se mezc-lan con talleres de todo tipo. Paradigma de la mezcla de usos, productivosy culturales es la Alhndiga de Bilbao, donde conviven las actividades cultu-rales con bares y restaurantes, cines, piscina, gimnasio y tiendas. En estalnea se inserta la posible futura rehabilitacin de la Fbrica de Tabacos deSevilla como centro de da, centro comercial, espacio para el arte multimedia

    y sala de conciertos (sin especificar ms detalles). Constatamos un conflictorecurrente en las capitales: los vecinos prefieren dotaciones culturales, mien-tras que las instituciones apuestan por viviendas.

    5.2. Espacios de creacin

    Sin duda, los artistas plsticos han fundido su actividad ms profun-damente con el reciclaje de espacios industriales. Durante las dos ltimasdcadas del siglo pasado, pero sobre todo en los primeros aos del pre-sente, por todo el mundo se han desarrollado espacios para la creacin

    artstica, con artistas residentes, que frecuentemente cohabitan con activi-dades de formacin, exhibicin, etc. En Espaa esta tendencia ha tomadoforma a travs de las fbricas de creacin, abundantes en la provinciade Barcelona. En el Pas Vasco se est desarrollando un plan similar albarcelons en Zorrozaurre (Bilbao), al que habra que sumar el proyecto dela Tabacalera de San Sebastin, o el ya existente Arte Leku de la capitalguipuzcoana.

    10. No es el caso de otros centros culturales europeos reciclados, como los parisinos PointEphmre, 104 y La Grande Halle de la Villette, el Lieu Unique de Nantes o el Kultur Brauerei de

    Berln.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    11/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    29Musiker. 20, 2013, 19-40

    La msica ha permanecido ajena a ese fenmeno hasta hace unadcada, con la aparicin de los espacios para la creacin joven, donde elcaso de Extremadura es especialmente destacable. En 2003 en dicha comu-nidad comienza un programa, auspiciado por el Instituto de la Juventud, defomento de espacios para la creacin joven en diversas localidades cabecerade comarcas, con presupuestos generalmente en torno a los 300.000 euros.La msica entra en estos espacios a travs de salas de ensayo y grabacin,y pequeos auditorios, que funcionan en red para que los grupos presen-ten sus trabajos por toda la comunidad. Es destacable, en relacin al temaobjeto de este artculo, ya que en su propio espritu se encuentra la voluntadde reciclar viejos espacios de uso industrial, entre otros. De hecho, de losveintids espacios existentes en la actualidad, nos encontramos con mata-deros (Castuera, Miajadas y Moraleja), silos (Coria y Valencia de Alcntara),molinos (Cceres y Plasencia), naves (Almendralejo y Montehermoso), uncentro de tabaco (Don Benito) y un depsito (Villanueva de la Serena)11.El modelo extremeo de espacios para la creacin ha sido alabado por laUnin Europea, examinado en detalle por otras comunidades y ha recibidoel premio Ricardo Marn de la Asociacin por la Creatividad. En 2005, elInjuve promueve una Red Nacional de Espacios para la Creacin, similar ala extremea, de la que ya en 2009 formaban parte ms de medio centenarde centros. El modelo sigue con la multiplicidad de usos artsticos, comolos audiovisuales, plsticos, escnicos, etc. pero la msica sigue teniendoun papel importante. La mayor parte de estos espacios de la Red Nacionalse han inaugurado en el ltimo lustro. De nuevo el reciclaje industrial estpresente en mataderos (Elche y Quart de Poblet), instalaciones de servi-cio de aguas (Marmolejo y Mahn), depsitos ferroviarios (Len y Burgos),fbricas (Avils), lonjas (Puente Genil), etc. Este modelo se ha instaurado deigual forma en las grandes urbes, como demuestra la creacin de El Tnel12(Zaragoza, de 2010) y la antigua hilatura Fabra i Coats (entre las Fbricas deCreacin de Barcelona, la nica con produccin musical, de 2011).

    Merece especial mencin, por su funcin, el recientemente inauguradoHangar de Burgos, centrado exclusivamente en la msica, y la Nave deMsica en el Matadero de Madrid, que alberga toda la actividad musical delcentro cultural ubicado en Legazpi (salas de ensayo, artistas residentes,estudio de grabacin, pequea sala de conciertos, etc.). Estos dos ejemplos,de 2010 y 2011, son los ms representativos de una frmula emergente ennuestro pas de espacios centrados en la produccin musical, que son frutode la rehabilitacin de antiguas industrias.

    11. Otras tipologas quedan fuera de nuestra seleccin: cuarteles, iglesias y crceles, comola de Navalmoral de la Mata. Los centros penitenciarios abandonados estn en primera lnea parasu reutilizacin para usos culturales. Algunas ciudades han optado por ello (Oviedo, Segovia, Lugo,Ourense), otras estn en debate (Mlaga, A Corua) y otras no han dado pie al clamor popularpor ofrecer servicios culturales (Pamplona).

    12. Es discutible la adscripcin de esta obra a los espacios industriales reciclados. Aprovechaun tnel y el espacio que qued libre tras el levantamiento de las antiguas vas del ferrocarril asu paso por el barrio de Oliver. Por su intervencin, se puede hablar de reciclaje espacial, pero no

    tanto de rehabilitacin de un edificio una instalacin.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    12/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    30 Musiker. 20, 2013, 19-40

    5.3. Teatros con compaa residente y centros autogestionados

    El colectivo teatral lleva dos dcadas de ventaja al musical en cuanto alreciclaje de antiguos espacios industriales para la produccin y/o exhibicin.Es conveniente mencionarlo en este trabajo dado que, bien por inters cul-

    tural, bien por necesidades econmicas, muchos de estos locales autoges-tionados dan paso habitualmente a la msica. Este modelo tiene un claroprecedente en Die Fabrik (Hamburgo), reformado en 1971 y en el que convi-ven el teatro y la msica, junto con diversas actividades.

    En nuestro pas encontramos numerosos ejemplos en los que unapequea compaa de teatro independiente, en un momento dado, adquierepor su menor precio y grandes posibilidades un antiguo espacio produc-tivo en desuso. En un proceso denominado bottom-up, es habitual que aposteriori las administraciones pblicas ayuden econmica o logsticamentea esas iniciativas privadas. En la mayora de los casos, mezclan la produc-

    cin con los talleres y la exhibicin. Este tipo de teatros, con sus pequeasvariantes, se ubican en antiguos almacenes (Sala Tribuee de Madrid,La Taperola de Fuenlabrada), naves (La Nau Ivanow de Barcelona, CarmeTeatro de Valencia, La Nave del Duende de Casar de Cceres, Sala NASA deSantiago de Compostela, Sala Teatro Clsico y hasta 2011 La Imperdiblede Sevilla), fbricas (El Montacargas de Madrid, La Fbrica de Chocolatede Zaragoza, La Fundicin de Sevilla), e incluso mataderos (La Nave delCambaleo en Aranjuez) y muelles de carga (Teatro la Estacin de Zaragoza).

    La produccin musical est ausente de este modelo; tan slo hay cabidaa la puntual exhibicin, con la limitacin de que son, por regla general, tea-

    tros muy pequeos y de butacas fijas, lo que les priva de ser un espacioidneo para conciertos de pop, rock, metal, etc. Las necesidades de insono-rizacin tampoco son las mismas, por lo que en ocasiones se prefieren losconciertos acsticos y de pequeo formato que eviten problemas de conta-minacin acstica. Con todo, hay dos ejemplos de locales que actualmenteestn ofreciendo grandes posibilidades a los grupos musicales: La Hacera(en una antigua nave industrial de Zorrozaurre, Bilbao) y el Caf de las Artes(antiguo garaje y almacn elctrico junto al Barrio Pesquero de Santander).Ambos lugares son autogestionados (con algunas ayudas de las institucio-nes locales y estatales) y tienen la peculiaridad de que no tienen filas debutacas fijas, con lo que se pueden adecuar al tipo de espacio requerido por

    las msicas populares urbanas; han invertido en insonorizacin para sopor-tar altos niveles acsticos y en equipo de sonido; su aforo es intermedio,propicio para conciertos de grupos independientes y emergentes; con res-pecto a otros tipos de locales, son ms sostenibles y soportan menores gas-tos de servicio (seguridad, camareros, limpieza), contando exclusivamentecon el trabajo de las personas implicadas en el proyecto; no tienen licenciade bebidas de alta graduacin, pero ofrecen en el ambig ciertos consumosque lo sitan a medio camino de las salas al uso; su programacin es muyflexible e independiente y su gestin no burocratizada. Aunque no disponende locales de ensayo, estn propiciando la grabacin de discos y videosmusicales, por lo que realizan adems aportes en la produccin; la cohabita-

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    13/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    31Musiker. 20, 2013, 19-40

    cin de actores, msicos y artistas plsticos est llevando a proyectos multi-disciplinares, como los musicales Puerto Fanfarria del local santanderino ySo in Love del bilbano. Por su parte, La Hacera es sede de un club dejazzque organiza conciertos y jam sessionssemanales. Para muchos msicos,el inconveniente de este modelo es la inexistencia de cachs establecidosy su sistema de pago a travs de recaudacin de entradas. Sin embargo,comparndolo con los locales de titularidad pblica en los aos duros de lacrisis, han demostrado una mayor resistencia y flexibilidad, manteniendo unaprogramacin bastante estable y arriesgada13.

    5.4. Discotecas y salas de concierto

    Este tipo de espacios para la msica privados difieren por su mayor omenor vinculacin con la msica en vivo, pero ambos tienen una orienta-cin musical obvia, destinada al pblico joven y al rock, pop, tecno, etc. En

    ambos casos, los espacios escnicos son difanos y frecuentemente deun aforo medio o alto. De nuevo, han encontrado en los ltimos aos undesarrollo econmico y espacialmente asequible en antiguas naves y fbri-cas. En cuanto a su ubicacin, podemos distinguir entre las que quedansituadas en polgonos industriales zonas actualmente de uso industrialque ofrecen un precio por metro cuadrado ms bajo alejados del centro,que requieren transporte pero que cuentan con la ventaja del aparcamientoy de la minimizacin de las molestias, y aquellas otras rehabilitaciones deespacios industriales antiguos que hoy en da quedan relativamente cntri-cos. En cuanto al primer modelo hallamos las salas de concierto Vivero enMlaga que adems ofrece salas de ensayo, Sala A en Vigo, Sala The One

    en San Vicente del Raspeig, Sala Custom en Sevilla, entre otras. En cuantoa discotecas en pleno casco urbano, es destacable el caso de Barcelona(Razzmatazz, Otto Zutz y Oven) y la Faktoria DArts de Tarrasa (con una salade 1.000 m2).

    La empresa de cervezas Heineken, en sus vaivenes para hallar un espa-cio apropiado en Valencia para su festival de msica, nos da varios ejemplosde la bsqueda de espacios industriales. Entre 2005 y 2008 el EspacioHeineken se ubica en las naves de Juan Verdaguer, trasladndose en 2009al Tinglado 2, ambas en el puerto. Ese mismo ao se anuncia el proyecto,no llevado a cabo, de la rehabilitacin de la cntrica Imprenta Vila como sala

    de conciertos. ste es un espacio cuya rehabilitacin ira a costar 3 millonesde euros y que podra albergar hasta 1.500 espectadores, lo cual lo hacepropicio para conciertos de importante repercusin. Las reservas de los veci-nos, durante la temporada en que el proyecto estuvo latente, son una buenamuestra de por qu este tipo de salas se suelen ubicar en espacios de usono residencial. Los reparos no son tan slo por la contaminacin acsticaque puede generar la amplificacin lo cual siempre es manejable con lainsonorizacin, sino por el trasiego de cientos de jvenes en horas noctur-

    13. En conversacin personal con los autores, el gerente del Caf de las Artes reconoce que

    buscan programar proyectos con una bsqueda artstica.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    14/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    32 Musiker. 20, 2013, 19-40

    nas. De nada sirvi la promesa, por parte de la empresa holandesa, de quesu actividad acabara a las 23:30. Otra empresa cervecera, San Miguel, usuna vieja nave en Zorrozaurre para un concierto secreto de la banda Keane,para 1.200 espectadores en 2009. Por su no continuidad, podemos conside-rarlo un espacio adoptado y no adaptado, pero es otra muestra de la prefe-rencia por este tipo de espacios.

    5.5. Salas de concierto pblicas: salas B

    Los propios ayuntamientos van siendo conscientes, desde hace pocotiempo, de la necesidad de ofrecer un espacio pblico para la realizacin deconciertos de msicas populares urbanas. Poco a poco, se va aceptando lamsica en vivo como una industria cultural importante, asunto tratado en pro-fundidad por Cloonan y Williamson (2007), Page (2009), Oliver (2010), Long(2011), Cloonan (2011) y Anderton (2011); al tiempo que crece la preocupa-

    cin sobre los aspectos normativos, como en los artculos de Homan (2008,2011). Las grandes inversiones en auditorios, palacios de congresos y dedeportes, no han logrado adaptar con xito el tipo de espectculo que trata-mos, tanto por cuestiones acsticas, como por la propia naturaleza del espa-cio. Los consistorios han ensayado la localizacin de lo que denominamossalas B. Podemos definir este tipo de salas como aquellas alternativas que lasautoridades pblicas han promovido para una mejor adaptacin de los concier-tos de msicas populares. Son salas que requieren flexibilidad, debido a queno toda la msica popular es igual, de modo que un concierto de rock, pop,indie, etc. requiere un espacio difano, para albergar a un nmero considera-ble de espectadores y con cierta movilidad para bailar y acceder a las barras;

    por su parte, un concierto dejazz, cancin de autor, folk, u otras msicas msminoritarias pueden requerir la comodidad de situar al pblico en sillas entorno a mesas; las salas B requieren a su vez cierta insonorizacin y equipoestable de sonido; son de tamao intermedio (en ningn caso para soportarartistas de mxima repercusin meditica), situndose en torno a 700-1.000espectadores en modo difano y 300 sentados. Como veremos en los ejem-plos, la mayora de las intervenciones en este tipo de salas, de nuevo vuelvena recurrir a la adaptacin de espacios industriales.

    El citado recurso de la flexibilidad lo utiliza La Fbrica de Tornillos deMiranda de Ebro, reinaugurada en 2008, tras una inversin de menos de

    medio milln de euros, con el objetivo de convertirla en sala permanente:escenario, camerinos, equipo de sonido y accesos. La fbrica fue cedidaal ayuntamiento tras el cese de la actividad y usada para diversos eventosdesde los aos 90. La fase de actuacin finalizada en 2008 es un claroejemplo del salto de espacio adoptado a espacio adaptado, siguiendo laterminologa de Kronenburg. Este recinto es cedido por el consistorio a aso-ciaciones que organizan sus certmenes, modelo denominado tap-down.De este modo, el festival de El Chantre se realiza en modo difano, apro-vechando un aforo de 800 espectadores, mientras que Mirajazz (organizadopor una asociacin homnima) ocupa todo el espacio con 300 sillas en tornoa mesas. Esta adaptabilidad es clave para el xito del espacio, pudiendo

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    15/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    33Musiker. 20, 2013, 19-40

    albergar conciertos de pop, rock, etc. de tamao considerable, conciertosms ntimos e incluso teatro, coros, etc. En el recinto se pueden adquirirrefrescos y bebidas que, a diferencia de las discotecas, han de ser de bajagraduacin. Debiramos preguntarnos, en todo caso, si esta restriccinsupone un inconveniente y si es tan necesario para organizar conciertos.

    Una ciudad pionera en la rehabilitacin de un espacio industrial comosala de conciertos es San Sebastin. En 1997 se inaugura Gazteszena enla antigua fbrica de Jareo, en Egua. Espacio cultural multidisciplinar, nosinteresa por la sala de conciertos flexible, que ofrece 264 espectadores sen-tados o 700 en modo difano.

    El Espacio Musical el Hangar (Burgos), mencionado en su faceta de pro-duccin musical, difiere del resto de espacios creativos por su especificidadmusical y por disponer de una gran sala de conciertos difana, con capaci-dad para 1.200 personas y una activa programacin, desde su inauguracin

    en septiembre de 200914. Es destacable que el Hangar se inaugur conmeses de diferencia del nuevo auditorio de la ciudad, lo cual es muestra deque las autoridades fueron conscientes de que la msica moderna necesi-taba un espacio propio (sala B) ya que encaja deficientemente en los gran-des teatros de butacas fijas. Otros centros similares, que ofrecen salas deensayo y grabacin, pero no son exclusivos para la msica, disponen desalas de concierto mucho ms pequeas, como es el caso del Espacio Jovende Valladolid (70 espectadores). El caso de Las Cigarreras de Alicante, definales de 2010, es un estadio intermedio, con 350 espectadores en mododifano y 250 sentados, caso parecido al del Espacio Vas de Len (anti-guas cocheras de Feve inaugurado en abril de 2010) y el Tnel en Zaragoza.

    En esta misma ciudad se present en 2008 un proyecto, no concretado almenos de momento, para adaptar una cntrica fbrica de cervezas comosala de conciertos. Por su parte, en Barcelona se han realizado grandes con-ciertos en el entorno de la fbrica Damm, sin adaptar su interior a sala.

    Un caso peculiar va a suponer la Papelera de Zorrozaurre15, con una salamultiusos con capacidad para ms de 700 personas de pie y con un ambigcontiguo, similar al modelo de las salas B, pero con ciertas diferencias. Elproyecto se adscribe a las ayudas de la Consejera de Cultura del GobiernoVasco para fbricas de creacin, aunque lo gestiona la asociacin ZAWP(Zorrozaurre Art Work in Progress). Como fbrica de creacin, su principal

    cometido ser la de ser un espacio para la produccin, pero compaginar estafaceta con la exhibicin, entre otras razones por ser una fuente de financia-cin. Por lo tanto, hay dos aspectos que una vez ms nos muestran la comple-jidad del fenmeno que analizamos y la heterogeneidad de sus ejemplos:

    14. Es destacable por su similitud el Espacio Cultural para las Artes Musicales de Santander(2011), con sala multiusos de ms de 1.200 espectadores de pie 336 sentados. En este casohan optado por la obra nueva, con un presupuesto de cuatro millones y medio de euros, un sobre-coste de un 50% con respecto a la rehabilitacin burgalesa, con similares dotaciones.

    15. En verano de 2013 el proyecto se encuentra parado, tras la culminacin de la primera

    fase de las obras.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    16/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    34 Musiker. 20, 2013, 19-40

    - Aunque es una sala comparable a las anteriores por tamao y otrosaspectos, como el acceso directo a barra, en esencia es un espaciode creacin con una relacin ocasional con la msica, tal y como seha proyectado.

    - Si bien las obras estn auspiciadas por el Gobierno Vasco, quienadems fiscaliza las actividades para que sean de acuerdo al con-trato, la gestin es totalmente privada. En el caso de la Fbrica deTornillos, el espacio es cedido para actividades concretas, mientrasque en la Papelera y en los dems proyectos del ZAWP la cesin esduradera en el tiempo. Corresponde, por tanto, a un modelo msautntico de gestin tap-down.

    La filosofa del proyecto conlleva que la sala no tenga una programacinpreestablecida; ms bien plantea que sea la demanda la que vaya llenando

    la cartelera de proyectos culturales, incluyendo conciertos. No obstante,mientras no hagan las inversiones adecuadas en insonorizacin y acondicio-namiento acstico esta ltima incluida en los planes de futuro, equipo desonido, camerinos, etc. corre el riesgo de no pasar de ser un espacio adop-tado circunstancialmente para conciertos.

    El modelo de sala de conciertos que hemos visto desarrollarse, enningn caso abarcara un tipo de concierto de media-alta repercusin, comoartistas nacionales reconocidos, bandas independientes, certmenes, etc.La alta repercusin16no ha encontrado sustituto en la rehabilitacin a losestadios de ftbol, plazas de toros y escenarios al aire libre, ni en nuestro

    pas, ni fuera de sus fronteras. Podemos hallar escassimos casos, comoel 02 de Dubln (antiguo Point Theatre). Este espacio de conciertos, antiguodepsito ferroviario, alberga conciertos de hasta 13.000 espectadores. Otrasrehabilitaciones de grandes espacios provienen de viejos teatros, como elBrixton Academy de Londres (para 4.921 espectadores). Sin embargo, losmayores espectculos musicales cerrados suelen realizarse en los arenadeportivos y plazas de toros.

    6. CONCLUSIONES

    Desde el terreno de la arquitectura y el urbanismo, ya existen lneasde investigacin sobre el reciclaje de antiguos espacios para nuevos usos,con especial nfasis en el patrimonio industrial. Las consecuencias sobreel mundo cultural estn empezando a esbozarse, como muestra la exposi-cin Metamorfosis arquitectnica. Nuevos usos culturales para viejos edi-ficios, ubicada en el Artium vitoriano entre 2009 y 2010. Sin embargo, las

    16. No es fcil hacer categoras al respecto, pero podramos considerar de dicha manera lasgiras de Bruce Springsteen, Madonna, Coldplay, Radiohead, etc. La cuenta de espectadores se

    hace en miles, no en cientos.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    17/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    35Musiker. 20, 2013, 19-40

    consecuencias sobre la msica es un terreno completamente virgen, quese debiera abarcar desde la musicologa, pero en colaboracin con otrasdisciplinas (arquitectura y urbanismo, sociologa y economa). Dado que lamayora de los proyectos son muy recientes, haran falta unos aos paravalorar el xito y aceptacin de los espacios reciclados; sera interesantehacer un estudio comparativo de su sostenibilidad econmica frente a lade los auditorios al uso, ya sea en cuanto a construccin y mantenimiento,ya sea en cuanto a programacin y recaudacin; se ha de evaluar de igualmodo la sostenibilidad de los locales autogestionados frente a los pblicos;asimismo, puede arrojar relevantes conclusiones la comparativa de diversosgneros musicales, dado que estilos diversos pueden tener diferente gradode adaptacin: se adapta el jazzde igual modo que el rocka una sala B?,qu se ha programado ms y qu ha tenido mayor aceptacin?; se ha devalorar la repercusin de las salas de concierto populares sobre la comu-nidad en la que su ubican, as como sobre el colectivo de msicos locales:ha tenido ms repercusin sobre las bandas locales o sobre los artistas engira?, se cumple la pretensin de acercar la cultura al espacio en el que seubican?; desde el plano artstico, la cohabitacin de artistas diversos en losrecientes centros de creacin musical y espacios multidisciplinares estnpromoviendo sinergias entre msicos, actores, artistas plsticos, etc.?, tie-nen consecuencias en la produccin musical de los artistas locales?; desdeel plano arquitectnico y urbanstico, han conseguido rehabilitar los barriosen los que estn inmersos?, ha llevado el proceso a un fenmeno de reva-lorizacin con la consiguiente problemtica degentrificacin?, son todos losbaldos industriales iguales en cuanto a sus condiciones de rehabilitacin yadaptacin?

    En este artculo hemos decidido centrarnos en el reciclaje de espaciosindustriales debido a la cantidad de ejemplos aparecidos durante los ltimosaos. Del anlisis se pueden extraer varias conclusiones.

    1. El fenmeno es tan amplio como la propia naturaleza de los res-tos industriales. Hallamos desde pequeas lonjas de escaso valorcomercial, que ofrecen espacios para la autogestin y posibilidadesde exhibicin musical puntual, hasta grandiosos proyectos pblicoscuya programacin est expuesta a vaivenes polticos (elecciones,recortes, etc.); los locales se encuentran tanto en grandes capita-

    les sobre todo aquellas con un pasado industrial considerable,como en pequeos pueblos que encuentran en un antiguo mataderoo almacn, una forma econmica de ofrecer servicios culturales; encuanto a las ciudades, existen rehabilitaciones tanto cntricas, comosituadas en polgonos industriales, ms baratas y sin grandes proble-mas de contaminacin acstica.

    2. La msica ha quedado algo relegada a un segundo plano frente alas rehabilitaciones para centros culturales, museos, salas de expo-siciones, bibliotecas, e incluso fbricas de creacin artstica y sedesde compaas de teatro. Las instituciones promotoras han prefe-

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    18/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    36 Musiker. 20, 2013, 19-40

    rido la construccin de auditorios musicales al uso generalmentepequeos, para la realizacin de todo tipo de actividades.

    3. Durante la ltima dcada han comenzado a surgir iniciativas con con-secuencias en las msicas populares urbanas, muestra de un cam-bio en su consideracin social y econmica. La msica clsica no seha beneficiado de igual manera de la rehabilitacin industrial, debidoa que tiene sus centros de creacin y difusin tradicionales (conser-vatorios y auditorios), preferidos por las instituciones, y a que lascondiciones de adaptacin son, como ya mencionamos, ms comple-jas. A su vez, los conciertos de gran repercusin siguen su desarrolloen estadios, plazas de toros y festivales al aire libre. Dos fenmenosson destacables por su potencial y actualidad:

    a) El primero de ellos es la extensin de las fbricas de creacinadaptadas a la msica, en forma de centros de creacin musicalintegral, con salas de ensayo y estudio de grabacin. Destaca elcaso, por la repercusin y su adaptabilidad al reciclaje de espa-cios industriales, de los centros acogidos a la Red de Espaciospara la Creacin Joven de Extremadura (desde 2003). Ms tarda,pero con no menores consecuencias, es la Red Nacional deEspacios para la Creacin Musical. Con todo, los centros crea-tivos de grandes capitales son destacables por su mayor inver-sin y posibilidades de crear viveros de artistas conectados. Elfenmeno es tan reciente como que los principales ejemplos quehemos hallado (la Nave de Msica del Matadero de Madrid, elHangar de Burgos, el Tnel de Zaragoza), no tienen an el lus-tro de existencia.

    b) En segundo lugar, es de destacar que las instituciones comienzana tomar en serio la disponibilidad de salas de concierto difa-nas, pero suficientemente flexibles para instalar sillas y mesas,para la realizacin de conciertos de rock, festivales, concursosde bandas, jazz, etc. Excepto unos pocos casos, estas salas seubican en construcciones industriales. Aquellas por encima de600 espectadores permiten un tipo de concierto de considerablerepercusin (Miranda de Ebro, Burgos, Zaragoza, San Sebastin);las ms pequeas (Len, Valladolid, Alicante, espacios de crea-cin de pequeas localidades) quedan ms reservadas a even-tos o estilos minoritarios, conciertos exclusivos y certmenesde msicos locales. An est por constatar la consecuencia deestas iniciativas sobre la sostenibilidad de las salas de conciertoprivadas y discotecas de msica en vivo, en ciudades donde dosespacios similares son muchos, y tres son multitud.

    4. Con menos pretensiones, las rehabilitaciones que implican espaciospara la msica moderna suponen un mayor desarrollo del entorno,

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    19/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    37Musiker. 20, 2013, 19-40

    mayor integracin social y un servicio, sobre todo, a los jvenes17.Las grandes obras implicadas en grandes proyectos suelen provo-car fenmenos de gentrificacin y no siempre logran establecer alciudadano como la base de sus objetivos. Sin embargo, las salasde concierto son la primera referencia cultural y de encuentro de losjvenes msicos; los locales de ensayo ofrecen una plataforma logs-tica a los grupos locales y los estudios una toma de contacto, quizsno definitiva, con la produccin. Por su parte, tambin hemos dedestacar el valor de aproximacin y rehabilitacin social del entornode aquellos locales autogestionados dedicados al teatro y, en menormedida, danza o circo, donde la msica popular tiene un fcil acceso.En palabras del gerente del Caf de las Artes, nos interesa elentorno en el que estamos () y nuestro objetivo es crear un nuevofoco cultural en la ciudad, unindonos con otras entidades culturalesde la zona (correo electrnico, 05/11/2012).

    5. En los ltimos aos, ha habido un repunte en el nmero de concier-tos en salas pequeas, lo cual supone un contrapeso al descalabrode la industria discogrfica. Hemos de destacar que este auge coin-cide con la reciente creacin de la mayor parte de salas recicladasque hemos mencionado. Las propias autoridades van siendo cons-cientes de la importancia de la economa de la msica en vivo.

    6. La mencionada divisin de Kronenburg entre espacios adoptados yadaptados se ve superada por la realidad. Hay algunas rehabilitacio-nes que en realidad son pensadas para la creacin plstica y talle-res de todo tipo, por lo que la ocasional organizacin de conciertosrozara la adopcin. Sin embargo, son espacios no definidos de raz,donde dan cabida a cualquier manifestacin artstica sin prioridadsobre otras. Son adems espacios flexibles que permiten, con unapequea intervencin fsica, cambiar su aspecto en poco tiempopara convertirse en salas de concierto. El pblico, tras unas cuantasactuaciones, termina por identificar el local como sala de conciertos.Por lo tanto, rozaran la categora de adaptados. Proponemos la cate-gora de espacios flexibles.

    7. Al contrario de los auditorios tradicionales, proyectados en sumayora por arquitectos de renombre (Moneo, Calatrava, Bofill) ysustentados en grandes presupuestos, las salas de conciertos prove-nientes de rehabilitaciones son obras ms econmicas, realizadas ensu mayora por estudios ms modestos.

    8. Las pequeas obras de rehabilitacin son de iniciativa pblica o pri-vada. No obstante, las obras de tamao y presupuesto medio o alto

    17. Las rehabilitaciones industriales quedan generalmente ubicadas en barrios degradados,y pasan a ser un elemento integrador. Otros centros de obra nueva, como el recientemente inau-gurado en Santander, en un inmenso parque entre la ciudad y un barrio dormitorio, no ofrecen esa

    posibilidad, amn de un mayor coste econmico y medioambiental.

  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    20/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    38 Musiker. 20, 2013, 19-40

    son siempre de iniciativa pblica, a pesar de que a posteriori sepuedan gestionar, total o parcialmente, con colectivos o empresasprivadas.

    9. La comparacin con otras artes, nos lleva a interesantes reflexionessobre la naturaleza y desarrollo de la msica. El fenmeno de loscentros de creacin musical ha sido posterior y de menor repercusinque el de las artes escnicas y plsticas. Los grupos de teatro sonms estables por naturaleza que las bandas musicales y, al igual quelos artistas plsticos, estn ms ligados con el espacio de creacin(residentes en un teatro propio), de donde con frecuencia extraen elnombre. La rehabilitacin de espacios autogestionados por los pro-pios msicos es difcil desde la naturaleza de la msica: una com-paa de teatro puede estar meses representando la misma obra enel mismo espacio, mientras que un grupo musical no soportara unaspocas funciones seguidas. La nica va posible parece ser la rehabili-tacin de un espacio baldo para escenario musical gestionando con-ciertos de diversos grupos.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS

    AA.VV. (2007). Libro verde del medio ambiente urbano. Tomo 1. Barcelona: Ministeriode Medio Ambiente y Agencia de Ecologa Urbana de Barcelona.

    ANDERTON, Chris (2011). Music festival sponsorship: between commerce and carni-val. In:Arts Marketing: An International Journal, 1 (2); pp. 145-158.

    ARTIUM (2012). Metamorfosis arquitectnica: nuevos usos culturales para viejosedificios. On line in: catalogo.artium.org/book/export/html/1298

    BENITO, Paz (2002). Patrimonio industrial y cultura del territorio. In: Boletn de laAsociacin de Gegrafos Espaoles (34); pp. 213-227.

    (2010). Industria y patrimonializacin del paisaje urbano: la reutilizacin de lasviejas fbricas. In CORNEJO, C., MORN, J. y PRADA, J. (Coord.), Ciudad, territorioy paisaje: reflexiones para un espacio multidisciplinar;pp. 354-366.

    BRDALO, Soledad (2003). Fbricas de cultura. In: Revista del Ministerio de Fomento(517); pp. 42-47.

    CARLS, Jos Luis; PALMESE, Cristina (2005). Espacios para la msica. In:

    Scherzo: Revista de msica, 21 (203); pp. 122-125.CASANELLES, Eusebi (1998). Recuperacin y uso del patrimonio industrial. In:

    baco (19); pp. 11-18.

    CHECA, Martn (2007). Geografas para el patrimonio industrial: el caso deBarcelona. In: Scripta Nova. Revista electrnica de geografa y ciencias sociales, XI(245/32), On line in: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-24532.htm

    CLOONAN, Martin (2011). Researching live music: some thoughts on policy implica-tions. In: International Jounal of Cultural Policy, 17 (4); pp. 405-420.

    ; WILLIAMSON, John (2007). Rethinking the music industry. In: Popular Music, 26(2); pp. 305-322.

    http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-24532.htmhttp://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-24532.htm
  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    21/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    39Musiker. 20, 2013, 19-40

    FERNNDEZ, Mara Fernanda (2002). El paisaje de la industria: un nuevo horizontedel Patrimonio cultural. In: baco (34); pp. 79-92.

    FLORIDA, Richard (2002). The rise of the creative class. And how its transformingwork, leisure, community, and everyday life. New York: Basic Books.

    (2005). Flight of the creative class: the new global competition. New York: HarperCollins.

    FORSYTH, Michael (1985). Buildings for music: Cambridge University Press.

    FOULKES, Julia L. (2010). Streets and stages: urban renewal and the arts afterWorld War II. In:Journal of Social History, 44 (2); pp. 413-434.

    GOSPODINI, Aspa (2006). Portraying, classifying and understanding the emerginglandscapes in the post-industral city. In: Cities, 23 (5); pp. 311-330.

    GOYCOOLEA, Roberto (2007). Papel y significacin urbana de los espacios para lamsica en la unidad occidental. In: Poltica y Sociedad, 44 (3); pp. 13-38.

    GRIFFITHS, Ron (1995). Cultural strategies and new modes of urban intervention.In: Cities, 12 (4); pp. 253-265.

    HENRY, Phillipe (2010). What does the future hold for arts factories in France?.Art Factories, (Texts, reports); pp. 1-14. On line in:http://bit.ly/RpfiWU

    HOMAN, Shane (2008). A portrait of the politician as a young pub rocker: live musicvenue reform in Australia. In: Popular Music, 27 (2); pp. 243-256.

    (2011). I Tote and I Vote: Australian live music and cultural policy. In: ArtsMarketing: An International Journal, 1 (2); pp. 96-107.

    KRONENBURG, Robert (2011). Typological trends in contemporary popular music per-formance venues. In:Arts Marketing: An International Journal, 1 (2); pp. 134-144.

    (2012). Live architecture: popular music venues, stages and arenas . Oxford:Routledge.

    LANDRY, Charles (2000). The creative city: a toolkit for urban innovators. London:Comedia.

    LONG, Joshua (2009). Sustaining creativity in the creative archetype: the case ofAustin, Texas. In: Cities (26); pp. 175-232.

    LONG, Paul (2011). Student music. In: Arts Marketing: An International Journal, 1(2); pp. 121-135.

    LPEZ, Francisco (2002). Los espacios para la msica en Espaa: gestin, progra-macin y pblico. In: Scherzo: Revista de msica (169); pp. 114-119.

    LUXN, Margarita de (2012). Construccin sostenible. Cap.3: Introduccin a la reha-bilitacin sostenible. On line in: https://bit.ly/SHQTAy

    MARCO, Toms (2008). Claroscuros: Espacios para la msica. In: Melmano: Larevista de msica clsica, 13 (137); pp. 76-77.

    MART, Josep (1998). Msicas Populares. In: Eufona: Didctica de la Msica (12);pp. 7-14.

    NAKAGAWA, Shin (2010). Socially inclusive cultural policy and arts-based urban com-munity regeneration. In: Cities (27); pp. s16-s24.

    http://bit.ly/RpfiWUhttp://bit.ly/RpfiWU
  • 7/26/2019 msicas populares urbanas en espacios industriales rehabilitados.pdf

    22/22

    Gonzlez, A.; San Miguel, I.: Msicas populares urbanas en los espacios industriales rehabilitados

    40 Musiker 20 2013 19-40

    OLIVER, Paul G. (2010). The DIY artist: issues of sustainability within local musicscenes. In: Management Decision, 48 (9); pp. 1422-1432.

    PAGE, Will (2009). Adding up the music industry for 2008. In: Economic Insight (15);pp. 1-7.

    RODRGUEZ, Arantxa (1998). Continuidad y cambios en la revitalizacin del Bilbaometropolitano. In: Ekonomiaz: Revista vasca de economa (41); pp. 148-167.

    ; VICARIO, Lorenzo (2005). Innovacin, competitividad y regeneracin urbana: losespacios retricos de la ciudad creativa en el nuevo Bilbao. In: Ekonomiaz:Revista vasca de economa (58); pp. 262-295.

    SNCHEZ, Diana (2012). Patrimonio industrial arquitectnico. On line in: patrindus-trialrquitectonico.blogspot.com.es

    SASAKI, Masayuki (2010). Urban regeneration through cultural creativity and socialinclusion: Rethinking creative city theory through a Japanese case study. In:Cities (27); pp. s3-s9.

    SGAE (2012). Anuario SGAE de las artes escnicas, musicales y audiovisuales 2012.Msica grabada.On line in: http://www.anuariossgae.com/anuario2012/frames.html

    VANOLO, Alberto (2008). The image of the creative city: some reflections on urbanbranding in Turin. In: Cities (25); pp. 370-382.

    XERACH, Dulce (2011). El Tanque: la batalla en silencio. Los espacios industriales, suvalor arquitectnico y patrimonial y su reconversin para nuevos usos. Madrid:Universidad Europea de Madrid.

    http://www.anuariossgae.com/anuario2012/frames.htmlhttp://www.anuariossgae.com/anuario2012/frames.htmlhttp://www.anuariossgae.com/anuario2012/frames.htmlhttp://www.anuariossgae.com/anuario2012/frames.html