MUSEO DE LAS ARMAS DEL EJÉRCITO MEXICANO

A pesar de su antigüedad, la mayoría de las armas de la colección se encuentra en condiciones de uso porque está en buen estado de conservación, para ese fin se les aplica a las piezas una película de aceite muy fina que impide que la humedad ambiental las corrosiones.

Después del sistema de llave de sílex se inventó el mecanismo de percusión. Este se distingue porque la chispa que produce el disparo la provoca una cápsula de fulminante que al ser golpeada por el martillo produce una llama que a su vez enciende la pólvora. La mayoría de armas del siglo XIX exhibidas en el museo de Churubusco son de este mecanismo, llamado de llave de percusión.

El visitante también puede apreciar cañones de campaña, los cuales se arrastraban con caballos, hay de fabricación mexicana y española, así como cañones de grueso calibre, como el de La Muerte, elaborado en Barcelona en 1767; se trata de una pieza propia para fortalezas u operaciones de sitio. Este cañón procede del fuerte de Loreto, Puebla.

El curador explicó que después de la llave de percusión se pensó en crear armas de disparo más rápido, ya que a los primeros fusiles se les debía colocar la bala y la pólvora por la boca del cañón, lo que hizo el procedimiento más largo, aproximadamente 30 segundos, desde el inicio de la carga hasta producir el disparo.

Entonces se inventaron los cartuchos metálicos con todo integrado: bala, pólvora y fulminante, éstos se introducían por la culata del cañón; al sistema se le llamó de retrocarga, con el cual las armas disparaban en un lapso aproximado de 7 segundos.

Aquino destacó que uno de los principales objetivos de los armeros fue trabajar en el diseño de las armas para reducir el tiempo de disparo, combinando los viejos mecanismos con nuevos elementos. Por ejemplo, hubo fusiles de llaves múltiples, que contenían diferentes sistemas en sus cartuchos.

En México los antiguos armeros sólo estaban especializados en la reparación pero no en la construcción de armas. La fabricación se hacía en los países tecnológicamente avanzados y con gente preparada; sin embargo hubo armeros mexicanos que tuvieron la oportunidad de estudiar en el extranjero, dentro de ellos un capitán mexicano fabricó en Francia un cañón, el arma se estrenó en 1947, pero ese fue un esfuerzo extraordinario, comentó Arnulfo Aquino.

El museo también resguarda el fusil de infantería reglamentaria del ejército porfirista, un Máuser de 1900 inventado por alemanes, considerado como uno de los mejores fusiles de infantería en la historia de las armas. Este es un rifle de repetición, es decir, con depósito para más de un cartucho, el que se exhibe cargaba cinco; fue un sistema posterior al de retrocarga de un solo tiro.

Dentro de las armas interesantes también está una pistola Haston que se usó especialmente durante la Guerra de Secesión norteamericana, así como dos fusiles Mississippi Rifle que los estadounidenses usaron en la guerra de 1847, se trata de un fusil rayado llamado así porque era el arma de los miembros del batallón de Flores del Mississippi; su importancia histórica radica en que durante la Batalla de la Angostura, los rifleros salvaron al ejército norteamericano de ser derrotado por Santa Anna.

El investigador concluyó que en México es difícil rastrear el origen y destino de las armas históricas porque casi no existen documentos, esto se debe a que gran parte de las compras las hicieron los rebeldes de contrabando y por lo tanto no existe documentación en la cual investigar.

Además de los fusiles antes mencionados, el museo exhibe polveras y balas de diversas épocas: la colección incluye armas blancas, entre las que destacan un sable de caballería con hoja y vaina de acero con aplicaciones de cobre, y el sable del General Anaya, del siglo XIX, también de acero forjado, su pomo es una cabeza de águila de plata con aplicaciones doradas.

INTRODUCCIÓN.

La colección de armamento integra el 30 por ciento del acervo total e ilustra la evolución de las armas de fuego militares desde el siglo XVII hasta el XIX.

El historiador Faustino Aquino, curador de la colección, nos ofrece un recorrido por algunas de las salas en las que se encuentran estas piezas para explicarnos la importancia que tienen en un museo como el Nacional de las Intervenciones:

El primer fusil rayado de ordenanza de un ejército recibe a los visitantes a la entrada de las salas de intervenciones; este instrumento, seguramente usado en la guerra de 1862 contra los franceses, fue uno de los mejores fusiles militares del siglo XIX.

Faustino Aquino explicó que lo inventó un inglés y en esa centuria México fue un importante comprador de armas a Inglaterra, incluso la primera gran importación una vez iniciada la Independencia se hizo a dicha nación.

El investigador hace una pausa para explicar que la guerra siempre ha sido una cultura aparte, desde las estrategias y las tácticas hasta los uniformes. “Psicológicamente el arma da sensación de poder, lo que ha jugado un papel importante en la historia, sobre todo antes de que surgieran los estados nacionales consolidados; en los países latinos, las armas también han sido un tributo de virilidad y honor”.

Mientras observa el fusil rayado continúa su discurso: “La soberanía de un país lleva implícito el uso de las armas porque en la medida que se crean fronteras, se establece un territorio que es necesario defender; en la historia de todos los países siempre está presente la defensa del territorio.

”Es así que las armas dentro de un museo, cuyo contenido hace énfasis en los conceptos de intervención, resistencia, soberanía nacional, Estado nacional, y los principios de autodeterminación, no intervención y solidaridad internacional, como este, simbolizan las luchas de resistencia contra las agresiones armadas extranjeras, representan la defensa y creación de la nación y la conservación de la soberanía nacional.”

El historiador, especializado también en temas de diplomacia, comentó que estos instrumentos ayudaron a forjar el sentimiento nacional en el pueblo mexicano, al hacerlo tomar conciencia de que México es una nación independiente.

Otras armas históricas que se pueden apreciar en el recinto son un fusil recortado de llave sílex, el cual funcionaba colocándole un trozo de piedra de sílex; se jalaba el gatillo disparador que al chocar con una batería de acero producía la chispa que encendía la pólvora, siendo el mecanismo más antiguo que se tiene en el recinto. El rifle data de 1835 pero su sistema fue el de todas las armas militares del siglo XVIII, explicó el especialista.