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  • LOS MUSEOS

    El Museo es una Institucin, sin fines de lucro, abierta al pblico, cuya finalidad consiste en laadquisicin, conservacin, estudio y exposicin de los objetos que mejor ilustran las actividades delhombre, o culturalmente importantes para el desarrollo de los conocimientos humanos

    La Historia nos relata que el primer museo se origin en Grecia, justamente en la ciudad de Alejandr-a,Egipto, que era un centro intelectual y comercial muy importante, adems era culturalmente muy rica puesen ella viv-an egipcios, romanos, griegos, rabes, sirios, persas y jud-os. Hab-a sido creada por elemperador Alejandro Magno quien la hab-a planeado para ser la mejor ciudad del mundo. A la muerte deAlejandro, el emperador Ptolomeo hered Egipto y Alejandr-a fue la capital de su imperio. l mismofund una escuela que fue la primera universidad tal y como hoy las conocemos. Llev a trabajar a ella alos mejores filsofos, mdicos, astrnomos, poetas, gegrafos y matemticos de su poca y lallam el MUSEO, palabra griega que significa "lugar donde habitan las musas".

    La escuela ten-a dos bibliotecas, una para uso exclusivo de los acadmicos, que contaba con 500,000volmenes y otra que pod-a ser consultada por cualquier ciudadano que ten-a solamente 43,000ejemplares. Ten-a, adems, un centro de historia natural con especies disecadas, un zoolgico para elestudio de animales vivos, salas de diseccin, un jard-n botnico, un observatorio, talleres en los que sediseaban y constru-an aparatos e instrumentos para facilitar la investigacin en astronom-a y engeograf-a patios, salones de estudio, salas de msica y cuartos donde los acadmicos estudiaban,conviv-an y en algunos casos viv-an.

    En su obra Turismo y cultura la Seora Margarita Barretto nos hace una resea histrica de los museoscomentando: Los museos han pasado por grandes modificaciones a partir de la segunda mitad del siglo XX,en que sufrieron una severa crisis econmica y de desvalorizacin social. Muchos son, en la actualidadatractivos tur-sticos, lo que redunda en beneficios para propias comunidades receptoras, ya que sus museosson revitalizados y hasta mantenidos por la actividad tur-stica. Los cambios se realizaron en el contenido yen la forma, en el papel social y en los espacios utilizados.

    Tanto el Museion de la Grecia antigua, como las colecciones surgidas en oriente en el siglo X y en occidenteen el siglo XVI fueron creados por las clases dirigentes: ciudadanos, aristocracia, clero, burgues-a, deacuerdo a su padrn esttico y a sus necesidades e ideolog-a. El museo era el guardin de los tesoros dela clase dominante, principalmente obras de arte y objetos exticos resultado de botines de guerra o de viajesde descubrimiento.

    En el siglo XVII solamente viajeros distinguidos y cient-ficos pod-an apreciar las colecciones y jardinesbotnicos de los pr-ncipes europeos. A partir de 1700 la Galer-a Imperial de Viena, el Palacio Quirinalde Roma y el Escorial de Espaa permit-an la entrada del pblico mediante pago de una tasa y laGaler-a de la Corte de Dresden (actual Alemania) facilit las visitas a partir de 1746. El Asmolean, enInglaterra, considerado un museo pblico, permit-a la entrada de especialistas, estudiosos y estudiantesuniversitarios, mientras que los museos que depend-an de la Iglesia solo permit-an la entrada de invitadosespeciales, artistas y la elite gobernante.

    Las colecciones reflejaban la vanidad de sus dueos, mostrando riquezas, en la forma de obras de arteamontonadas. Ya los llamados gabinetes de curiosidades acumulaban cosas exticas, raridades _algunasfalsificadas_ como la sirena o el unicornio marino. Hasta el siglo XVI los museos funcionaron en viejoscastillos o edificios cerrados. La primera construccin especial para museos fue a Galer-a Ufizzi elFlorencia donde estaba previsto el funcionamiento del centro administrativo de la ciudad (las oficinas) en laplanta baja y un primer piso para exhibir las obras de arte de la familia Mdici.

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  • Entre 1795 y 1799 el Louvre innov en la forma de relacionarse con el pblico. Este museo surgi comoresultado de la estatizacin de colecciones de la realeza y el clero despus de la revolucin francesa, yfue aumentado con los botines de guerra de Napolen. Fue considerado desde el principio un museo delpueblo donde cualquier persona pod-a entrar sin pagar. Su objetivo fundamental era educar a las personas enel sentido de inculcarles los valores burgueses despus de la revolucin.

    En Inglaterra, la situacin no era la misma. Hasta el siglo XIX el Estado no apoy los museos,argumentando que no era de incumbencia del gobierno de Su Majestad dar lujos al pueblo (Hudson 1987: 48).Esta situacin solamente cambiar-a a partir de la Gran Exposicin de productos industriales de 1851, lacual tuvo dos grandes consecuencias, una fue la creacin del Museo de South Kensingston y, la otra, la deacabar con el mito de que los obreros no estaban interesados en actividades culturales. El suceso de laexposicin entre la clase trabajadora fue de fundamental importancia porque los dueos de coleccionesalegaban que no permit-an la entrada del pueblo porque las personas eran analfabetas, no ten-aneducacin, eran propensas a la bebida y a los excesos y asociaban las exposiciones a ferias y circos, de formaque, si visitaban sus colecciones inevitablemente habr-a griter-o y bullicio (Hudson 1987: 11).

    De cierta forma es comprensible que una exposicin sobre las ltimas novedades tecnolgicas tuvierams sentido para la clase trabajadora que obras de arte que estaban lejos de su comprensin, o que losmontones de objetos apiados en las salas de los museos, sin lgica o esttica. Es preciso tener encuenta que recin en 1884 el museo de Historia Natural de Londres hab-a implantado un sistema declasificacin basado en las investigaciones cient-ficas de Linneaus y hab-a ordenado la coleccin dehistoria natural de acuerdo con la teor-a de Darwin.

    A partir de la dcada de 1930, con los cambios antes mencionados en el concepto de historia y con larevisin de mtodos de trabajo en la antropolog-a, los museos entraron en un per-odo de crisis.

    La antropolog-a se hab-a apoyado durante muchos aos en las evidencias de la cultura material,guardada en los museos. Cuando empez el inters por la cultura simblica y por las tcnicasetnogrficas de campo, los museos dejaron de ser necesarios. A no ser para los estudios de arqueolog-a, lascolecciones dejaron de ser importantes para la investigacin antropolgica (Stocking Jr. 1985: 9).

    A su vez, la historia pas a dar importancia a grupos sociales antes ignorados, y las innovaciones empezaronpor el redimensionamiento de la funcin pedaggica y social de la institucin muse-stica, buscando unaruptura con lo tradicional, y una intensificacin de las relaciones con el pblico.

    En 1946 se constituy dentro de la Unesco el Consejo Internacional de Museos (ICOM), con sede en Par-s,con la misin de discutir los rumbos de la museolog-a, donde la actuacin de los franceses Georges HenriRivire, Hugues de VarineBohan Germain Bazin y Marcel Evrard en el cuestionamiento de los modelostradicionales fue decisiva.

    Esta institucin, entre otras tareas, analiza y determina cuales fueron los museos paradigmticos en elpasado y cuales lo son en el presente. De acuerdo con la ltima definicin de la institucin el Museo esuna institucin sin finalidad lucrativa, permanente, a servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta alpblico, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone, para fines de estudio, educacin y disfrute,evidencia material del hombre y de su ambiente (ICOM 2001).

    Se agrega en el mismo documento que esta definicin de museos es independiente de quien lo administra,del territorio donde est, de la estructura funcional o de las colecciones.

    Dentro de esta definicin de museos el ICOM, adems, encuadra:

    institutos de preservacin y galer-as de exposicin permanentes de bibliotecas y centros de

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    Angeles Vzquez

    Angeles Vzquez

  • documentacin, sitios y monumentos y sitios arqueolgicos, etnogrficos y naturales, sitios ymonumentos histricos que tengan naturaleza de museo que adquieran, conserven y comuniquen evidenciamaterial de la gente y su ambiente; instituciones que tengan y muestren colecciones de especies vivas deplantas y animales, tales como zoolgicos y jardines botnicos, acuarios y viveros; centros de ciencia yplanetarios; galer-as de arte no lucrativas; reservas naturales; organizaciones muse-sticas internacionales,nacionales, regionales o locales, ministerios, departamentos o oficinas pblica responsables por museos [...];organizaciones no lucrativas dedicadas a la conservacin, investigacin, educacin, capacitacin,documentacin y otras actividades relacionadas con museos y museolog-a; centros culturales y otrasentidades que faciliten la preservacin, continuidad y administracin del patrimonio tangible o intangible(viviente y creado por actividad digital); otras instituciones que el Consejo Ejecutivo [...] considere que tienencaracter-sticas de museo [...] (ICOM 2001).

    Los cambios empezaron a implementarse en la dcada de 1970, tanto en la museologia como en lamuseografia (tcnicas de exposicin). Los museos de arte, por su propia especificidad fueron los primerosen darse cuenta de la necesidad de educar para ver. Fueron introducidas experiencias innovadores en el MuseoNacional de Cuba, en La Habana y en el Museo de los Nios, creado en una sala del Museo de Bellas Artesdel Palais de Longchamp, en Marsella (Francia). Despus de familiarizarse con las tcnicas art-sticas,con la ayude de profesores, los visitantes pod-an tocar las obras y realizar trabajos manuales as- comodiscutir sobre las obras expuestas. Otra de las de las innovaciones fue informar sobre la vida del artista y lastcnicas e instrumentos de trabajo. El pionero fue el Museo David DAngers, en el valle del R-o Loire(Loira) en Francia, donde se muestra el proceso de elaboracin de las obras de arte, las herramientas, losmoldes y hasta los recibos de pago del artista.

    Lo que se espera en la actualidad es que los museos de arte no sean ms templos para connaiseurs (delfrancs que significa conocedor) sino que sean lugares de formacin, informacin y placer esttico.

    Los museos de ciencia, cuyas colecciones primeramente eran didcticas y despus pasaron a serilustrativas, con dioramas (cuadros e imgenes) y, ms adelante, mecanizadas, pasaron a transformarse enlugares de experimentacin cient-fica. Se constituyeron las llamadas exposiciones hands on en las que elpblico puede manipular elementos, teniendo como pionero al Deutsches Museum de Munich. Tambinse pas a contar la historia social de la industrializacin del lugar donde el museo estaba localizado.

    Los museos de historia tuvieron cuatro etapas desde sus inicios hasta la dcada en estudio. Primeramente,en los siglos XVIII y XIX, el inters reca-a sobre la historia de Grecia, Roma y el Oriente Medio de lostiempos b-blicos. Despus vino la poca del nacionalismo caracterizada por una actitud romnticapara con las guerras. Despus de la segunda guerra mundial es la etapa en que el hombre comn empiezaa salir de las sombras y finalmente se llega a la etapa actual donde existe la conviccin de que todo lo quesucedi, los grandes hechos, la pequea historia, los detalles de lo cotidiano de la aristocracia tanto comola de sus sirvientes es importante no solo para entender el pasado sino para planificar el futuro, sobre todoevitando que males se repitan.

    En esto su evolucin fue muy semejante a la de los museos de antropolog-a, que pasaron a mostrar lascontradicciones entre los diferentes grupos humanos, en lugar de restringirse a mostrar el aura de gruposexticos.

    La dcada de 1970 marca, as-, el comienzo de los museos pluralistas donde todos los segmentos de lasociedad podr-an estar representados, inclusive las minor-as histricamente silenciadas, cuidando de norepetir el modelo de reificacin de los objetos o de las culturas, sino de mostrar sus relaciones dialcticasy conflictivas. Los museos pasan a ser zonas de contacto, donde la estructura organizacional de la coleccinse transforma en una relacin histrica, pol-tica y moral, una serie de intercambios cargados de poder yde tensin (Clifford 1997: 192).

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  • A pesar de que todav-a hay en el mundo muchos museos tradicionales en los moldes del siglo XIX, se puedeafirmar que, en general, est habiendo cambios que integran a los museos dentro de la dinmicacontempornea, como equipamientos educativos y tambin de recreacin.

    Existen en este momento diferentes tipolog-as de museos, algunas oficialmente reconocidas, otraspropuestas. Se pueden clasificar los museos cuanto a su arquitectura. Hay nuevos paradigmas en cuanto a larelacin con el pblico, a la museograf-a (tcnicas de exposicin) y, lo ms importante, en cuanto alpapel social que los museos deben desempear.

    Desde el punto de vista de la arquitectura, estn los museos interiores, y los que funcionan al aire libre. Losprimeros estn en edificios construidos o en edificios de valor histrico adaptado y van de instalacionesmuy sofisticadas especialmente planificadas, a los galpones simples de los museos comunitarios.

    No existe un paradigma arquitectnico de museos, pero existen ciertas normas m-nimas dictadas por elICOM. La arquitectura ideal es la que se proyecta en funcin de las necesidades espec-ficas de la(s)coleccin(es) del museo. La orientacin bsica es que existan salas de exposicin, por lo menos una paraexposiciones permanentes y otra para temporales, o un circuito principal de exposiciones y otro secundario,reservas tcnicas adecuadas a los objetos, laboratorios de restauro y preparacin, salas de investigacinsalas de administracin, auditorio para actividades de extensin, espacios para descanso y cafeter-a(Giraudy et Bouillet 1990 apud Barretto 2000:57)

    Los museos que se encuentran en reas externas ocupan grandes extensiones de terreno y generalmenteestn fuera de los centros urbanos. Pueden ser subdivididos en ecomuseos, museos al aire libre, sitemuseums y museos jard-n. Estos ltimos abarcan todas las modalidades de zoolgicos, jardinesbotnicos y similares, tales como parques con esculturas.

    Los museos al aire libre (open air museums) son reas en las cuales se reconstruyeron escenarios de granrealismo, en tamao natural, se reconstruyeron casas, ciudades, villas. El pionero fue Skansen, en Suecia,fundado en 1891 por el profesor Arthur Hazelius, especialista en lengua escandinava, que viajaba mucho porel interior de su pa-s en funcin de sus investigaciones y empez a detectar que las costumbrestradicionales se iban olvidando frente al desarrollo industrial. Empez a comprar objetos de arte tradicional yartesan-as, organizando pequeas exposiciones en Estocolomo y, en la Exposicin Internacional de Parisde 1878 introdujo una innovacin a la que llam cuadros vivos, donde las personas representaban escenascotidianas de la vida rural sueca. Skansen ha recibido elogios y cr-ticas. Elogios por mostrar de formaamena el pasado de la cultura rural sueca y cr-ticas por parte de muselogos e historiadores sociales quedicen que se trata de un museo que solo folkloriza, mostrando apenas parte de la vida de las personas,mostrando las costumbres del campo de una forma romntica, sin tocar en los problemas de salud, o en lasarduas condiciones de trabajo que eran enfrentadas. Tambin se dice que realiza un recorte artificial porquela realidad es que ciudad y campo tuvieron y tienen una interaccin de la que surgen permanentes cambiosque retroalimentan ambos sectores.

    Cr-ticas aparte, el modelo cundi rpidamente por Europa. En la dcada de 1920 la idea fue importadapara Estados Unidos, donde el primer museo al aire libre, Greenfield Village fue fundado por Henry Ford en1929.

    Un modelo diferente de museo al aire libre, calcado en la escuela francesa y no en la sueca es el del MuseoNacional de Niger, localizado en la capital del pa-s, Niamey, que fue usado para apoyar la accin delgobierno en pro de la unidad nacional (Toucet 1975: 35 apud Barretto 2000: 58).

    Niger es un pa-s africano de 1.200 km2 localizado al sur de Argelia y al norte de Nigeria, que fue coloniafrancesa entre 1922 y 1960. La construccin del museo, en 1958, sigui los moldes de Skansen. En unterreno de 24 hectreas se reconstruy el pa-s en todos sus aspectos, tnico, cultural, art-stico con un

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  • zoolgico y un jard-n botnico. No obstante, fue concebido y organizado con dos objetivos: completar yampliar la enseanza de la escuela primaria y hacer con que los habitantes tomaran conciencia de su ricopasado.

    En la actualidad el museo abriga una cooperativa de trescientos artesanos, que dan continuidad a lastcnicas tradicionales, hay talleres de teatro, seminarios y otras actividades educacionales y recreativas. Eneste caso, hay una continuidad entre pasado y presente, con lo cual este museo no puede ser criticado porhaber hecho un corte en el tiempo como los dems.

    Inspirados en los museos al aire libre en lo que respecta al espacio, los ecomuseos, creados en Francia, fueroncambiando de caracter-sticas con el pasar de los aos. En su formato original, concebido en Francia,propon-an una administracin compartida entre autoridades oficiales y comunidad local, con lacolaboracin de expertos contratados por el poder pblico; pero en la actualidad son museos tradicionalesdesde el punto de vista administrativo y la denominacin est siendo usada asociada a la ecolog-a, paramuseos que tienen alguna propuesta de educacin ambiental, como el Ecomouseo de Itaipu, de gestincompartida entre Brasil y Paraguay. Este tipo de museos tuvo sus bases en la dcada de 1950 cuandoGeorges Henri Rivire planific el Museo de Bretaa, en Rennes, con la base conceptual de la petithistoire y de la etnograf-a y tomando algunas ideas de los museos al aire libre de Skansen y de otros lugaresde Europa. Rivire defin-a al ecomuseo como siendo un instrumento concebido, moldado y operadoconjuntamente por el pblico (autoridades y poblacin local) [...] es un espejo donde la poblacin local seve para descubrir su imagen y en el cual busca una explicacin para el territorio del que hace parte.[...] Es unespejo que la poblacin muestra a los visitantes para ser mejor comprendida, de manera que su industria,costumbres e identidad inspiren respeto (Hudson 1992:29).

    El primer ecomuseo que recibi esa denominacin fue el de Le Creusot, pero las experiencias pionerasfueron en Marquze y Camargue. El museo de Marquze, un museo al aire libre al estilo de Skansen estlocalizado dentro del Parque Nacional de Gascogna, donde se reconstruyeron casas de madera, se trajoganado, implementos agr-colas usados en el pasado, artesan-as y se mostraba al visitante un retrato delpasado histrico y de la degradacin del medio ambiente.

    El Museo de Camargue est dentro del Parque Regional del mismo nombre y su finalidad era mostrar a losvisitantes la originalidad y la riqueza natural y cultural de Camargue, as- como la necesidad de protegerlas yconservarlas. Toda esta informacin deber-a ser dada por miembros de la comunidad local que deber-ansentir que aquel museo les pertenec-a.

    El ecomuseo de Le Creusot surgi por iniciativa de Marcel Evrard y Hugues de Varine, en una regin quehab-a sido, desde el siglo XVIII, una de las ms prsperas de Francia, donde estaba instalada la industriade armas y locomotoras de la familia Schneider, cristaler-as, cermicas y carboneras. Esta familia dioquiebra despus de colaborar con los nazis durante la segunda guerra mundial, llevando a varios municipiosde la regin a un grave declino econmico. Al principio la idea era que el museo sirviera como terapia paraelevar la moral de la gente y crear nuevas fuentes de trabajo. Fue definido por Rivire y Varine como unmuseo atomizado (clat ), interdisciplinar, que muestra al hombre en el tiempo y el espacio, en suambiente natural y cultural, invitando a toda la poblacin a participar de su desarrollo por diversos medios deexpresin basados esencialmente en la realidad de los sitios, los edificios, los objetos, las cosas reales mselocuentes que las palabras e imgenes que invaden nuestra vida (http://www.ecomuseecreusotmontceau.fr/).

    El ecomuseo ocup un rea de 500 km2, mitad urbana y mitad rural, con 150 mil habitantes en doscomunidades, la de Le Creusot y la de MontcleaulesMines, dentro de la cual toda planta, todo animal ytodo objeto eran considerados patrimonio. Era un museo atomizado en cuyo centro estaba el castillo antesocupado por la familia Schneider, en el cual se guardaban colecciones de objetos que contaban la historialocal. El personal de este museo estaba constituido por un cuerpo de profesionales permanentes y de

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  • tcnicos, investigadores, animadores culturales y otros que deber-an vivir en la comunidad e integrarse aella. La comunidad participaba dando ideas sobre la programacin, pero, por diversas razones, la experienciano dur mucho.

    Le Creusot tuvo ocho aos dorados [...] alrededor de 1986 estaba virtualmente en colapso [...] no obstantefuncion como uno de los ms productivos laboratorios experimentales de museolog-a del siglo (Hudson1992: 28).

    A pesar del desaparecimiento de la filosof-a original, el ecomuseo fue la mayor innovacin de los ltimos50 aos y contribuy para mejorar la propuesta de muchos museos al aire libre. Sembr tambin laidea de que los museos pueden ser foros de discusin de los problemas del presente y no apenas vidrieras delpasado y pas a ser descrito como un museo comunitario (Varine 1993) identificado con una poblacin enun determinado territorio, que utiliza un legado cultural comn para su desarrollo.

    Estos museos comunitarios provenientes de la escuela francesa han tenido como carcter distintivoexpl-cito, su pertenencia a la comunidad y su desinters en promover la visitacin tur-stica.

    El primer museo de este tipo fue el de Anacostia, localizado en un distrito de Washington poblado por afrodescendientes, que depende de la Smithsonian Istitution responsable por doce museos en aquella ciudad. Eneste museo, que funciona en una casa, fueron utilizadas tcnicas muse-sticas para educar a la poblacinen el combate a las ratas, que eran el principal problema del barrio. La segunda exposicin fue sobrecriminalidad. En la actualidad puede decirse que el museo de Anacostia es un centro cultural de celebraciny preservacin de la cultura afroamericana.

    Otra experiencia interesante de la poca pero con diferente final fue el anexo del Museo Nacional deAntropolog-a de Mxico conocido como Casa del Museo en el barrio de emergencia de Tacubaya, abiertoen 1972 dentro de un proyecto de antropolog-a social aplicada. Fue montada una casa con tcnicastradicionales del local y las exposiciones pensadas para una comunidad con muy baja tasa de alfabetizacin.Para que las personas se sintieran a gusto en el local y como eran en su mayor-a jvenes y nios, sepermit-a correr, jugar, entrar con animales domsticos, fumar Cumpli la funcin de ser un centrointegrado donde las personas del barrio iban a tratar de solucionar sus problemas y ese carcter asistencial esuna de las razones por las cuales el proyecto no tuvo continuidad. Sumado a problemas de orden financiera ylog-stica el museo cerr en 1975. Le sigui un segundo proyecto Casa del Museo en Pedregal de SantoDomingo de los Reyes que dur solo de 1976 a 1979 (Hauenschild, 1988).

    Esta y otras experiencias relatadas por la autora en museos de Canad parecer-an demostrar que el papel delos museos no es exactamente el de solucionar problemas socio econmicos del lugar. Aquellos, que, alcontrario apostaron a proyectos educativos si han tenido continuidad.

    Del otro lado del espectro, un tipo de museo que viene perfilndose hace treinta aos como exitoso de todopunto de vista es el site museum que rene las preocupaciones con patrimonio, revitalizacin,museolog-a, museograf-a y turismo. La expresin puede ser traducida como museos de sitio o museos enel lugar, y son definidos por el ICOM como concebidos e implantados para proteger la propiedad natural ocultural, mvil o inmvil, en su lugar original, o sea, preservada en el lugar en que tal propiedad fue creadao descubierta (Hudson 1987:144). Se considera pionero de este tipo de museo al Museo de Farnham, enDorset, Inglaterra, implantado en una propiedad heredada por Pitt Rivers (August Henry Lane Fox) en 1880en la cual realiz excavaciones durante los veinte aos siguientes. Empezaron en Europa y fueronadoptados inmediatamente en Estados Unidos, donde tuvieron gran suceso comercial. Se han multiplicadorpidamente en el mundo entero porque son ms fciles de mantener sin ayuda del estado que los museostradicionales, gracias a la gran aceptacin por parte del pblico.

    En los site museums las actividades museolgicas transcurren en forma de representaciones de lo cotidiano

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  • de un determinado momento histrico elegido para ser congelado en el tiempo, dentro de un espaciodelimitado en funcin de los vestigios preservados (edificios, calles, casas, etc.).

    Esto solo es posible si hay, previamente, un trabajo de restauro del patrimonio, seguido de unaresignificacin del mismo y de su utilizacin, en el presente, para fines didcticopedaggicos,culturales, de entretenimiento, o mixtos. Adems del obvio beneficio que esto trae para la comunidad, existeel beneficio oriundo de la llegada de numerosos turistas, millones por ao, atra-dos por este tipo depropuesta diferenciada.

    En el continente europeo la visita a los museos, as- como a cementerios e iglesias, se practica desde elGrand Tour. A pesar de ser un equipamiento sub utilizado en Amrica del Sur, tanto para la educacincomo para la accin comunitaria o para la recreacin, en el resto del continente americano la importanciade los museos en el contexto cultural y tur-stico crece d-a a d-a. Se puede afirmar que, actualmente, enEuropa, los museos y el patrimonio son atractivos tur-sticos por excelencia y esto por dos razonesinterligadas: el cambio de mentalidad de los muselogos y las consiguientes modificaciones en lamuseograf-a.

    Durante muchos aos los muselogos tuvieron una actitud que Hudson (1987: 194) llam de purista,posicionndose contra las nuevas tecnolog-as y contra todo lo que significara una alianza con la esferacomercial. Entend-an que utilizar recursos de interpretacin interfer-a con la lectura del objeto (queten-a su propio lenguaje), que los auspicios de la empresa privada transformar-an la exposicin en unaferia y, el turismo, en un parque de diversiones. De a poco algunos curadores se fueron dando cuenta de que sicontinuaban al margen de la econom-a de mercado, esperando subsidios del estado, provocar-an el cierrede los museos, una vez que ya no hay mecenas como en el pasado.

    El Metropolitan Museum de Nueva York fue pionero, en 1870, al crear un sistema de socios. Hoy en d-a esconsiderado un paradigma del museo empresa, lo que tambin recibe cr-ticas por parte de la comunidadacadmica que dice que el museo pas a ser un anexo de su boutique (Hudson, 1987: 57).

    Por otro lado, la experiencia de acudir a patrocinadores mostr ser peligrosa porque en algunas ocasiones elmuseo ten-a que seguir las orientaciones de la empresa que estaba pagando, que no por casualidad, eningls se define como paymaster, el amo que paga (Hudson, 1987:107). Esto gener en algn momentodependencia ideolgica, lo que obviamente no puede suceder en un museo.

    Demasiados elementos para vender y el museo se transforma en una galer-a de arte o un anticuario o, peor,en una tienda de aeropuerto; demasiada injerencia de los patrocinadores, se transforma en la voz del sistema.En la actualidad crece el nmero de museos que buscan la auto sustentacin, equilibrando la cobranza deentradas, con la venta de souvenirs , reproducciones, catlogos, ofreciendo cursos, conferencias, recitales yotros eventos art-sticos; con la instalacin de cafeter-as y restaurantes, que atraen gran cantidad depblico, en su mayor parte, turistas.

    Los turistas, a su vez, van a los museos motivados por las nuevas formas de exhibicin, que les permitenacceso a informaciones sobre la realidad del lugar que estn visitando, de una forma amena, pero con cuocient-fico, lo que no se obtiene en un parque temtico por ejemplo, donde, de acuerdo con algunoscr-ticos, se muestra lo que se ha dado en llamar Distory, una historia para fines tur-sticos(KirshenblattGimblett 1997: 171)24.

    Actualmente, en los museos, los visitantes se integran en los escenarios montados, interactan con elementosrobotizados, experimentan sensaciones, hacen experiencias cient-ficas, juegan.

    En lugar de intentar competir con las ciencias de la comunicacin y la informtica, los musegrafos lasusan en beneficio propio, as- como usan mucha tecnolog-a de parques de diversiones.

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  • Las tcnicas de reproduccin de lo real, tales como la holografia, pasaron a ser utilizadas para preservarobjetos raros y para crear efectos especiales.

    Las exposiciones se complementan con actividades paralelas, talleres de manipulacin, de est-mulo a lacreatividad, videos informativos, teatralizaciones, experimentos. Hay actividades esencialmente ldicasdirigidas a nios, tales como juegos, teatros de t-teres, rompecabezas o esculturas comestibles y se haincorporado a los museos desde la dcada de 1990 la actividad de contar historias. (Middleton 1992: 39apud Barretto 2000: 68).

    Los museos que ms permiten la manipulacin de objetos son los de ciencias. Al pionerismo deOppenheimer, que fund el Exploratorium, en San Francisco (California, Estados Unidos) en 1969 para quelos estudiantes pudieran ver el lado divertido de la ciencia, se siguieron centenas. El ms grande ydiversificado en este momento es la Ciudad de las Ciencias y de las Industrias de La Villette, Paris.

    En los museos de historia la gran modificacin fue que los objetos no se muestran aleatoriamente, sinocontando una historia, ilustrndola. En este sentido es emblemtico el museo de la dispora deJerusaln, que primero pens en la historia que iba a contar y despus fue a buscar los objetos. Lainnovacin en la museograf-a fue llegando de a poco a museos tradicionales. El Museo de Historia Naturalde Londres, por ejemplo, recin en 1992 coloc aparatos de televisin, video juegos interactivos ydinosaurios robotizados (The Guardian 25/04/92 apud Barretto, 2000: 71).

    A pesar de las cr-ticas realizadas por autores como Hewison a lo que l denomina industrializacin delpasado en Inglaterra, ese pa-s es pionero en la asociacin exitosa entre museos y turismo desde 1992(Robinson, 1999:4), asociacin esta que permite la sustentabilidad econmica de los museos y la prcticade un turismo histrico responsable.

    La Oficina Inglesa de Turismo (Tourism English Board) se ha transformado en mayor inversor en los museosy publica anualmente un Manual de Patrimonio Ingls. En una palabra, el turismo mantiene los museos(Hewison 1987, Horne 1984, Urry 1995). A su vez, los museos, especialmente los site museums y museos alaire libre son la principal atraccin tur-stica de Inglaterra.

    El trabajo realizado por el National Trust de aquel pa-s en la gestin del patrimonio cultural est siendoconsiderado un modelo en todo el continente europeo. En segundo lugar, est Australia.

    Los site museums y museos al aire libre han tenido gran aceptacin por el pblico en general y por losturistas en particular. Esto se debe a que renen, al mismo tiempo, investigacin cient-fica rigurosa,contextualizacin histrica y espacial y el elemento del placer esttico y paisaj-stico, ya quenormalmente las exposiciones estn pensadas para ser muy accesibles a la interpretacin del pblico,posibilitando al visitante el contacto directo con los objetos y sus funciones. Al mismo tiempo, por estar enlugares amplios, generalmente en las afueras, permiten actividades informales en contacto con la naturaleza.

    Ironbridge Gorge, un sitio de arqueolog-a industrial compuesto de 35 sitios histricos declaradospatrimonio de la humanidad y diez museos, situado sobre el R-o Svern, en Inglaterra, es considerado el sitemuseum ms grande del mundo. Fue el primero a combinar la prctica museolgica con los conceptos derentabilidad que hasta la dcada de 1970 eran tab en el rea. En la actualiad recibe alrededor de 300 milvisitas anuales.

    Machu Pichu es considerado uno de los site museums ms importantes del mundo, as- como Ratnagiri, enJaipur, India.

    Algunas casas donde vivieron personas clebres han sido transformadas en museos, y puede decirse queson tambin museos de sitio. En Canad est la cabaa del Reverendo Josiah Henson, que inspir la

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  • novela La Cabaa del T-o Tom; en la ciudad de Alta Gracia (Crdoba, Argentina) la casa donde vivisus ltimos aos el compositor espaol Manuel de Falla, en Valpara-so (Chile) la casa de Pablo Neruday en La Habana, la de Ernest Hemminway.

    Los museos en Honduras

    En Honduras segn la obra Literaria de Juan Manuel Aguilar Los museos se dieron despus de una seriede exposiciones y eventos a continuacin relatados:

    A principios del S. XVIII, se estableci en Espaa el sistema de intendencias que ocasiono cambios en losramos de la administracin, finanzas, justicia y guerra. Espaa de manera progresiva traslado dicho sistemaa Amrica a mediados del mismo siglo.

    Una de las muchas funciones de los intendentes fue tener exacto conocimiento de la jurisdiccin a su cargo,informndose de las producciones en los ramos vegetal, animal y mineral, y tambin de todo lo relativo ala industria comercio y agricultura. En la intendencia de Comayagua creada en 1784, se encontraba a cargoDon Ramn Anguiano en 1801, quien envi un censo a la Junta Superior de Guatemala que ademsdetallaba la variedad de flora existente en la provincia de Honduras.

    La Junta Superior envi dicho informe a Espaa, en donde ya se hab-a despertado el inters por elestudio de la variedad de flora de estas regiones, con el fin de distribuir especies en otros territorios deultramar.

    En Guatemala en el ltimo tercio de s. XVIII, el Franciscano Fray Jos Antonio de Liendo y Goicocheafue nombrado colector de plantas y semillas para enviar al Jard-n Botnico de Madrid. a finales del s.XVIII y a principios del s. XIX, la corana espaola, envi al nuevo mundo muchas expedicionescient-ficas con el fin de ampliar mas el estudio de la historia natural y otros ramos.

    Las expediciones a Centroamrica dieron lugar a que en Guatemala se inaugurar el nueve de Diciembrede 1796 el Gabinete de Historia Natural y Jard-n Botnico ubicados en una sala del palacio de losCapitanes Generales. El Gabinete de Historia Natural ten-a muestrarios de fauna y flora coleccionesmineralgicas y antigedades.

    Los env-os de muestra a Espaa quedaron prohibidos a partir de la independencia de 1821 reanudndosea mediados del mismo siglo.

    La Federacin Centroamericana suscribi tratados internacionales con otras naciones vecinas (Colombia,Estados Unidos de Amrica, Per), posteriormente en la ciudad de Guatemala (capital de la nuevaFederacin) se acreditaron cnsules de naciones Europeas (Inglaterra, Francia, Pa-ses Bajos, Alemania yBlgica)

    Los tratados de paz, confederacin y comercio y navegacin dieron oportunidad a que la flora y fauna yminerales de Centroamrica se conocieran aun ms en el exterior.

    A finales de 1874 Honduras recibi invitacin para presentar en Chile y Filadelfia (Estados Unidos deAmrica) productos naturales, industriales y dems artefactos que merezcan figurara en las exposiciones.

    En los Gobiernos del Dr. Marco Aurelio Soto (18771881) y sus sucesores, existi un marcado inters porexhibir muestras minerales y productos agr-colas en vista de la gran reactivacin de la miner-a y otrasactividades en el exterior.

    El env-o de las muestras mineras y agr-colas al lugar de la exposicin no fue problemtica, ya que se

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  • utilizaron los vapores con ruta hacia los Estados unidos. Las exposiciones en el extranjero motivaron a losinversionistas a formar sociedades mercantiles y comerciar con nuestros productos, muy en especial con losrecursos no renovables oro, plata, platino, bismuto. antinomio, estao, cobre, plomo, hierro y carbn.

    En 1878 se realizo en nuestro territorio una exposicin a nivel nacional a fin de conocer la variedad deproductos minerales y agr-colas existentes en el suelo.

    La exposicin dio la pauta para que de manera progresiva se diera a conocer una serie de curiosidadesregionales.

    A finales de la dcada de los aos 70 por encargo del Dr. Soto llego a nuestro territorio el minerolgo ygelogo alemn Fritz Gaertner. En los tres aos y medio que permaneci en Honduras visito los r-osaur-feros y las antiguas y abandonadas minas en nuestro territorio. A l se le deben los primeros para laclasificacin de las muestras mineralgicas.

    Las muestras se custodiaron en algn local u oficina pblica, pero este lugar no debe considerarsepropiamente museo, ya que la actividad profesional que desarrollo el Sr, gaertner no le daba el suficientetiempo para la formacin de un museo mineralgico propiamente dicho.

    Las exposiciones internacionales dieron la pauta para realizarlos a nivel Centroamericano y Honduras fueescogida como sede para instalar una exposicin que tendr-a carcter industrial, comercial y agr-cola.Sin embargo por algn motivo desconocido la asamblea nacional constituyente mediante decreto N 55 del28 de Junio de 1895 dejo sin validez tal acuerdo.

    Aos ms tarde en 1898 el gobierno de Honduras, conociendo los fines de las exposiciones en las cualesya hab-a participado y a las que posteriormente se presentar-a, reconoci la imperiosa necesidad de: crearuna numerosa comisin compuesta por personas de elevada posicin social, y muy expertos y competentesen la materia, colocando al frente de ellos como presidente al excelent-simo Ministro de Fomento DonFrancisco altschul.

    En la comisin fue tomada en cuenta el Clero de Comayagua y Tegucigalpa, el cual con sus filiales en todoel pa-s formo en sus respectivas jurisdicciones las juntas locales que cooperaran para tal fin. Contndosecon el recurso humano y natural, pero faltaba solamente el inmueble apropiado donde guardar las variadasmuestras a recolectarse. El gobierno no desconoc-a esta situacin y en tal sentido expidi el decreto N198 del 18 de Marzo de 1898: Que por falta de un establecimiento donde sea recogidos y clasificados losproductos naturales y art-sticos que hayan de enviarse a los certmenes que se verifiquen en el extranjero oen Centroamrica Honduras se haya imposibilitado para ocupara en ellos el puesto que le corresponde porla variedad, calidad y valor de los productos de su suelo fundase un museo nacional en Honduras

    Es decir que en un inicio el Museo Nacional solo era lugar para almacenar las muestras que deber-anrepresentar a Honduras en las exposiciones internacionales. Aun as-, el primer paso de un largo camino sehab-a dado.

    Nuestro pa-s al igual que muchos de Latinoamrica recibieron anticipadamente invitaciones paraparticipar en la gran exposicin panamericana realizarse en la ciudad de Buffalo, estado de Nueva York. Laexposicin se inaugurar-a el primero de Mayo y clausurar-a el el primero de Noviembre de 1900 eincluir-a exhibiciones de lartes, industriales, manufacturas, productos naturales y artificiales.

    La participacin de nuestro pa-s en la exposicin obligo al ministro de Fomento a publicar el siguienteanuncio: Para enviar a la exposicin de Buffalo se desea comprar u obtener prestado objetos antiguos o deltiempo de la conquista, lo mismo que obras de arte nacionales, como joyas, cuadros, etc. tambin se solicitamonedas de oro y plata nativas as- como piedras preciosas del pa-s, para las condiciones se servir

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  • entenderse con Ministro de Fomento

    Tomando en consideracin lo anterior, se notara los apuros en que se involucraba el gobierno de Honduras,al aceptar invitaciones a exposiciones internacionales y no tener disponible el suficiente material a exhibir ycarecer del local apropiado y necesario para depositarlo, custodiarlo y conservarlo.

    La situacin continuaba as- aun en las primeras dcadas del presente siglo, cuando nuestro pa-s fueinvitado a la exposicin universal de Bruselas a realizarse el primero de Mayo a Diciembre de 1910 en elcontinente Europeo. Para lo cual se xito a los hondureos y extranjeros residentes en el pa-s para quese enviaran al Ministerio de Fomento y Obras Publica los productos naturales y agr-colas, artefactosnacionales, obras literarias, cient-ficas y art-sticas, tambin se propon-a la organizacin de unComit Central, mas departamentales y seccionales que se encargaran de dictar las medidas necesarias parala recoleccin y clasificacin de los productos a exhibirse en la exposicin Universal. Existen referenciasacerca de que los comits enviaron ejemplares de L-tica, piezas Oseas, petrificaciones, objetoshistricos, arqueolgicos, etc., las colecciones probablemente se custodiaron en algunas oficinas delgobierno o local rentado por el ministerio respectivo, ya que aun no se contaba con un inmueble para taldestino.

    A partir de ao de 1882 Honduras inicia una nueva etapa en la historia de los museos hondureo alconstruirse el Museo de mineralog-a, Zoolog-a y Jard-n Botnico, la cual est relacionada con laconstruccin del edificio que en 1882 formo parte del Hospital General de la Repblica en Tegucigalpa(conocido hoy como el MIN) EN 1881 el Presidente, Dr. Marco Aurelio Soto, cumpliendo con disposicionesdel cdigo de instruccin pblica , expidi el decreto consignado la construccin de un edificio frente alHospital General donde funcionaba la Escuela de medicina, actualmente Correo Nacional.

    En dicho inmueble a parte de los cub-culos para la enseanza y prctica de la medicina, hab-a localespara laboratorio, Museo de mineralog-a, Zoolog-a y Jard-n Botnico. El museo costaba de una solapieza, constituyendo un recinto de exposicin y enseanza estudiantil para los alumnos de primer curso.

    La escuela de medicina fue desalojada del edificio en 1903, haciendo caso omiso a las protestas de losestudiantes y en 1910, la facultad de medicina ya encontraba instalada en el costado sur del edificio de launiversidad central de Honduras en la plaza la merced, sin embargo no hay indios de que el museo haya sidotrasladado a este centro universitario.

    El decreto N 198 del 18 de marzo de 1898 se toma como la primera referencia de la fundacin del Museoen Tegucigalpa, denominado, Museo Nacional de Tegucigalpa, su inauguracin coincidi con la fechac-vica del 15 de Septiembre de 1932.

    El museo Nacional se instalo en un edificio al costado norte de la Catedral Metropolitana (actualmente zonapeatonal) El museo contaba con colecciones de fsiles, objetos arqueolgicos, flora, fauna, muestra demadera preciosa y minerales. Tambin contaba con un taller de restauracin y otro de taxidermia.

    El edificio que ocupa el museo nacional y algunas oficinas del estado fue cerrado en 1958 por constituir unpeligro ya que sus paredes mostraban grietas. Un grupo de personas solventes de esta capital, interesados en lacultura, y apenados por la circunstancia de que sea Tegucigalpa la nica capital de Centroamrica quecarece de un museo nacional, se movilizaron para lograr el apoyo en la formacin de un patronato para lacreacin de un museo. En el patronato participaron instituciones del gobierno central, en especial elMinisterio de Educacin pblica y la UNAH, esta ultima seder-a el edificio del antiguo paraninfocontiguo a la iglesia La Merced, por un plazo de 15 aos prorrogables a conveniencia de ambas partes; elMinisterio de educacin Pblica contribuir-a con colecciones arqueolgicas y con el personal que seencargar-a del montaje.

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  • Se estipulo que el museo comenzar-a a funcionar en 1969, pero ambas instituciones incumplieron elconvenio firmado por lo que no llego a concretarse el museo nacional.

    El 22 de agosto de 1974, falleci Doa Laura Vij-l Lozano, esposa del ya fallecido ex presidente JulioLozano D-az. En su testamento Doa Laura de lozano donaba la residencia conocida con el nombre deVilla Roy para instalar en ella el Museo nacional. Este inmueble fue construido en 1938, hab-a sido casa dehabitacin del matrimonio Lozano Vij-l hasta su fallecimiento.

    En 1975 miembros de la Unidad Cultural de la OEA se reunieron con el gerente de IHAH, Dr. Jos AdnCueva, a fin de agilizar todo lo concerniente al museo

    Ese mismo ao el IHAH inicio las gestiones necesarias para la remodelacin y acondicionamiento deledificio Villa Roy

    El Museo Nacional por fin fue inaugurado oficialmente el 04 de Febrero de 1981.

    El 04 de Septiembre de 1946 se emiti el acuerdo N 257 que condujo a la creacin del museo de ArteColonial y Religioso de Comayagua, el cual actualmente se encuentra en el edificio que ocupa el colegio deTridentino (1735) y es manejado por la iglesia.

    En 6 de Junio de 1968 se inauguro el museo de arqueolog-a de Comayagua con la iniciativa de CoronelGregoriano Sanabria en el ao de 1945,el cual fue inaugurado por el entonces ministro de educacinpblica Prof. Rafael Bardales.

    En 1938 fue inaugurado el Museo y Parque Arqueolgico de Copan, el cual se construyo ante la imperiosanecesidad de tener un lugar adecuado y seguro para exhibir y guardar los cientos de piezas que se obten-andurante cada temporada de trabajos.

    Bajo el patrocinio de la OEA en 1972, el Comandante Juan manuel Zapatero y el arquelogo German Tellezcompletaron un estudio histrico y arquitectnico del complejo colonial de la Fortaleza de san Fernando deOmoa, previos a los trabajos de restauracin y reconstruccin del IHAH, siguiendo recomendaciones deZapatero y Tellez, en donde se instalar-a el Museo Regional de Omoa.

    En 1975 por iniciativa del alcalde municipal Sr, Gonzalo Lobo Sevilla se inauguro el Museo Municipal dedanl-.

    El 24 de Julio de 1983 se inauguro el Museo Pablo Zelaya Sierra en honor a uno de los menos conocidospintores modernistas de Honduras.

    El museo arqueolgico de la Entrada, comenz en 1984 con un recorrido del area donde se han identificadoun sinnmero de sitios arqueolgicos y concluyo con la restauracin del sitio El puente.

    El IHAH mediante el departamento de Museo y en colaboracin con los departamentos de investigacinantropolgica e investigaciones histricas, diseo e instalo El Museo de Roatn, el cual fue inauguradoen Noviembre de 1991, se encuentra en las instalaciones del Hotel Antonys Key en la comunidad de SandyBay.

    Con la iniciativa del ex presidente Ricardo Maduro (20022006) El Museo para la Identidad Nacional abrisus puertas el d-a 19 de Enero del 2006.

    Tambin existe en Honduras una modalidad denominada CasasMuseos, que segn el glosario detrminos muse-sticos este tipo de museos son Casa que se encuentra como la dejo su ultimo morador y se

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  • expone al publico

    En Honduras existen tres Casas Museos: la del Prcer Jos Cecilio del Valle en la ciudad de Choluteca;la casa de la familia Fort-n en la ciudad de Yucarn y la casa del Presidente Miguel paz Barahona en eldepartamento de santa Brbara.

    Tambin existen otros museos Privados y Gubernamentales como el Museo del Banco Atlntida ubicadoen la plaza BANCATLAN, que posee una coleccin de monedas coloniales y del periodo independiente; y elmuseo Histrico militar de las Fuerzas Armas de Honduras, con exhibiciones de objetos personales deilustres militares hondureos.

    Bibliograf-a:

    Barretto, Margarita (2007) Turismo y Cultura. Relaciones, Contradicciones y Expectativas. Tenerife.Editorial Aca y Pasos RTPC, Edicin N 1. Museos y Turismo, pg. 137154.

    Barahona, M. (2002). Evolucion Historica de la identidad Nacional. Tegucigalpa: Guaimuras.

    Castillo, M. F. Honduras: Cultura e Identidad. Tegucigalpa: Libreria Paradiso.

    Real Academia Espaola (1992), Diccionario de la Lengua Espaola, Espaa, editorial Espasa Calpe S.A., vigsimo primera edicin.

    (http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar2008/educontinua/mate/nombres/mate1h.htm) Red Escolar.

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    Aguilar, Juan Manuel (1991) Museo y Parques Arqueolgicos Breve S-ntesis Histrica. Tegucigalpa,Editorial IHAH, Primera edicin, pg. 871.

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