Muralismo

El

• Es el muralismo la máxima expresión del arte a la

que Otazzo dirige sus acciones con todas sus fuerzas: grandioso fatalismo apocalíptico de apasionada violencia de autenticas cualidades, con un talento rico en promesas y sosegada narración, de drástica estructura ideológica, ambicioso por concebir colosales obras que exaltan con un estilo franco, irónico, acucioso, internacional, que invita a la reflexión con la consabida incomodidad de quienes se sienten afectados, logrando salir airoso toda vez que se aparta de la pintura tradicional ilustrativa; decorativa de carácter teocrático, de subasta, elitesco, alcanzando así la consagración de feliz protagonista que plasma para la historia un propósito político-social , cuán épico recuerdo, con la plenitud de sus heroicas pasiones, de firme personalidad y una concepción artística del todo inesperado;

violencia acompañada de generosidad, sensualidad, orgullo, desesperación, osadía, genialidad dentro de la sociedad a la que constantemente reta en todas sus facetas, incluso en las creencias y leyes; cualidad que le obliga a refugiarse en su hegemónico imperio de inigualable vencedor.

Desde semejante punto de vista sus murales se presentan con un resultado seguro en la que confluyen libremente sus múltiples experiencias desde ininterrumpida investigación de laboratorio entre mezclando materiales y técnicas a la fidelidad de sus férreos principios con la mayor amplitud de motivos.

Otazzo el fiel discípulo que más ha contribuido en la manifestación del muralismo mexicano, heredero directo de los otros grandes : Orozco, Rivera y Siqueiros, quienes superaron a todos los murales del mundo, con un plan concreto, bastante bien alejados de las manifestaciones artísticas, aquellas que representaron el más agudo colonialismo intelectual y el dominio de las subastas: por cierto de nada valió el esfuerzo de estos tres grandes héroes revolucionarios de la primera manifestación objetiva a favor de un nuevo y mayor arte de estado en el terreno de la plástica, pues México es el primer y único país en donde los artistas dieron su vida por la determinación de reconquistar las grandes formas sociales de expresión, desaparecidas hoy por cuanto el mensaje patriótico quedó en la historia como un objeto de atracción turística.

David Alfaro Siqueiros nació en 1896 en Chihuahua, su mural “La Marcha de la Humanidad” en la Ciudad de México, Parque Lama Sala de la Unión de Congreso con un tamaño de 4.600 m2 (1964 – 1970), es la pintura más vasta que se haya pintado jamás, las figuras miden siete metros, cubriendo los techos con pinturas y esculturas en alto y en bajo relieve. En esta obra, Siqueiros resume toda su experiencia de vanguardia, libertad, rigor, atrevimiento etc., no es una obra concebida con espíritu contemplativo distribuida estáticamente sobre una superficie frontal por el contrario, son obras que agreden al espectador, le comprometen y establecen en él una estrecha dialéctica, tales son: La Dictadura Porfiriana, La Revolución, Monumento al General Allende; Muerte al Invasor; Cuauhtémoc contra el mito; Victoria contra el cáncer, etc.

Diego Rivera, nacido en Guanajuato 1886, su obra está representada en la

Secretaría de Salubridad; en el Palacio de Cortés; en el Instituto of Art en Detroit; los 21 paneles para la New Worker´s School ; La Decoración del Palacio Nacional y en el Rockefeller Center, que cuando lo pintó por haber puesto a un obrero dueño de la técnica y a su lado la figura de Lenin, provocó que el gesto vandálico de Nelson Rockefeller hizo destruir el mural.

Fue Vasconcelos 1922, siendo rector de la universidad quien iniciara la idea para decorar los edificios públicos con grandes murales; llamó al pintor Rivera quien estaba residenciado en Europa enviándole el dinero para que regresara a México.

A estos grandes muralistas cabe mencionar al pionero José Clemente Orozco nacido en 1883 en Zapotlan, constituye el exponente más significativo de la pintura mural mejicana , surgida de la revolución, inquietudes artísticas y civiles con la exigencia de un cambio profundo en la situación política y económica, en la conciencia de la nueva generación intelectual: sus obras, puedo mencionar: Catarsis alegoría de México; Combate; Trinchera, Lucha Fratricida; en el Palacio de Guadalajara: El Hombre en la cúpula del Hospicio Cabañas de 9´3 m; El Prometeo, símbolo de la humanidad; La Bandera; fresco en el Museo Nacional de Historia dedicado a Juárez; aparecen los soldados de 1857 año de la Constitución liberal de México, dominando a un grupo de sacerdotes instrumentos del poder opresivo al servicio del vaticano.

Son importantes también, como muralista dentro de la escuela mejicana moderna: D´Gorman: Revueltas; Zalcé; González Camarena O´Higgins y Pacheco.

Antonio Otazzo nacido en Valle Guanape 1942, con estos precursores se sintió marcado para tomar las banderas del muralismo y representar en síntesis su visión del mundo que le ha tocado vivir, desde las contradicciones sociales, en lucha contra su destructivo destino, que le obligara a los más desesperados esfuerzos. Todos y cada uno de los detalles de sus obras, son de un gran dramatismo, aunque los temas del amor y del sacrificio son en muchos superiores a los del egoísmo y del instinto de conservación.

La primera manifestación de Otazzo en el muralismo fue una explosión atómica, demostró cuan imprácticos son los prácticos y que potencialidad tienen los frutos del intelecto cognoscitivo, multiplicado por las posibilidades de la constancia y del saber. Los guardianes de viejos valores humanistas de las artes, de la física, de las comunidades académicas, reaccionaron con justa indignación moral, atribuyendo a Otazzo el papel de invocador de demonios que no quiere regresar a su botella Aladina ; y los mismos pintores contralores de las corrientes culturales, científicas, entendieron que el acto de reconocerle es moralmente neutro, pero conscientes de que lo que hace con las posibilidades abiertas es valioso para la ciencia progresista y tecnológica que está en función de las condiciones políticas que impera en las sociedades , en su mayoría aunque bien intencionados, no eludieron la responsabilidad de las nefastas consecuencias de desarrollar las armas atómicas en contra de su intelecto artístico exclusivo, aislado férreamente del poder controlador.

Todo el arte contemporáneo ha llegado a su fin, es en suma una “Naturaleza Muerta” y retornar al pasado, es una decadencia cuya extensa consecuencia seguirá siendo un problema que corre el peligro de ahogarse, por no saber que es arte y que no lo es, por estar inundados de una situación cultural particularmente inadecuada.

Para Otazzo, la tarea de vivir es ahora más difícil, pero no hay manera de evitarlo. Los pintores han llegado al extremo del aburrimiento viciado de repetitivas formas del despotismo de la pedagogía académica inculcada por profesores que no terminan de graduarse pues mientras no hayan buenos profesores no habrán buenos alumnos y menos en el desarrollo del muralismo, ya que muralista no es el que pinta un muro, es necesario ser un obrero artesano para conocer los materiales básicos como lo son: la cal, el cemento, la arena, junto a las experiencias del albañil, referente a las proporciones en la mezcla, sus aglutinantes, el salitre etc.

Así es Otazzo cuando está reflexivo, luchando consigo mismo para expresar sobre el mural la historia de uno de los tantos resultados fatales de la creación, a la que todo pintor debe aspirar con elocuencia social, psicológica, pedagógica, política, que involucra a la afectación humanitaria del espectador, dentro de una plástica integral, mostrando al hombre como tema central en su avance destructivo con la imagen de todo lo que esté sucediendo en el momento de estar ocurriendo los hechos, sus fallas de carácter natural en la sociedad, en la política y en la religión, sin resultado esperanzador posible.

Otazzo ha recorrido un camino duro y pesado, que jamás ni nunca dieron paz a su alma, que estrujó el día al máximo antes de comenzar el venidero, contando con su propia experiencia en relación a su filosofía dentro de la historia.

Sus MuralesTeatro de la Ópera, que en el año 1984, Otazzo se comprometió por encargo de la directora

Mercedes García, pintar para el pueblo y para la cultura de Aragua “Un Sueño de Amor”, mural sobre compuesto de 16mm x300x600 cm, de una sola pieza muy compacta.

Durante la ejecución de la obra el celo se hizo presente y por todos los medios valiéndose de deshonestas influencias, intentaron evitarlo, pero el Gobernador Galindez y su señora en ese entonces presidenta de la Fundación Infantil, apoyaron mi labor y cuatro años más tarde con el cambio de Gobernador, lo taparon con una lona blanca sobre un bastidor de acero, hace más de veinticuatro años durante los directores del teatro José Luis Gómez y después una tal señora Capriles tapadilla, irrespetando el Derecho de Autor del art. 98 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela .

Centro Comercial Plaza las Américas.

En el año 2002, a Otazzo le encargaron un mural para el restaurante La Porta di Roma denominado “El Brindis” de 20m2, cuando se le presentó la factura al encargado Pablo Amenta le dijo: con lo único que yo puedo pagarte es con un plato de espaguetis…Otazzo el maestro, sin pronunciar palabra alguna, recogió y se fue.

Luego de dos años eliminaron el mural con una capa de pintura por autorización de otro vandálico más.

Iglesia de Fátima

Entre sus murales más destacados puedo citar: Desterrados, Esclavos, Castigados, Custodia, Gólgota, Guantánamo, Deslave, Misterio, Moisés en Irak. El Hombre, quedando interrumpida la labor en las bóvedas 2000 m2, por motivo de la ignorancia cultural. Fue una gran oportunidad que no supieron aprovechar mi altruismo.

Museo Alhambra: Asnar, Bler y Bush , Los perros de la Guerra,

Museo Orotava: Cautiverio de un Sudaca en España, Huitzilopochitl entregando a Otazzo la llama de la Sabiduría del Tecolote.

Museo de Cagua: Bóvedas: Creación de la Vía Láctea, La Humanidad perdida en el espacio, Yxtaccihuatl dedicado a la cultura Mexicana.

Museo Tucupido: Inquisición en Sur América, Refugio del Sabio, La razón luchando contra la Hidra Católica, Los Marginados Amantes.

Museo Corinsa: El despertar de los pueblos, La Marcha Voraz de la Humanidad, Familia en Cautiverio, Lucha en el Cielo por el poder endiosado, Otazzo en la Jungla.

Biblioteca de Quibor: El Gobierno y la curia contra los marginales.Plaza Sucre en Cagua: Gloriosa Soledad en San Pedro Alejandrino, mural de 46 m2, sobre

cerámica.

Estos trabajos reflejan la inquietud, la unidad de movimiento, la coalescencia de elementos, la convergencia de lo personal y el punto Omega, el crecimiento polarizado, la ley cósmica con su valor de existencia, la conjunción ciencia política y los ejes de creencias la toma de conciencia reflexiva. Gracias a esta personalidad de Otazzo, sus murales poseen un alto valor social, porque transmite una amplia resonancia cerca de un público que frecuentemente no está en condiciones de captar la vida científica y filosófica, a través de sus murales, que analizó hasta las más remotas parcelas de lo ínfimo y de inmenso, que trabajó con la precisión de las labores psicoanalíticas, supo remontarse hasta las cumbres, desde devastadoras crisis de toda índole para contemplar desde allí de un solo golpe con su mirada saturada de acuidades aguileñas, el panorama espantoso de las intrigas del Universo, junto a sus emociones corporales para aglutinar una síntesis poderosísima que golpea todas las fibras palpitantes de sus grandiosos murales; angustia, soledad contra lo absurdo y los males; consuelo manifestado en todas sus pinturas.

El hombre exceso de derecho y falto de convivencia, se conduce por las cosas que quiere dominar y obedece a la voluntad de creer ser; adquiriendo modalidades de un niño que siempre será: que descubra una actividad científica, que componga una buena música, un bello cuadro, que las organizaciones financieras, que las sociedades y centros comerciales, religiosos, que las democracias estén más o menos bien organizadas. Esto todo esto carece de importancia para un Estrellado Cielo, pero mi ignorancia es tan grande, que nunca me atreveré a considerar de una manera racional este pensamiento, si dentro de mi conciencia por demás decir confusa, no hubiera encontrado no solo un modelo especulativo, sino una realidad lógica que me da ilusión para la creación: Dios me ha hecho para que lo encuentre y cuando creo estar cerca para atraparlo por la espiral de esta angustia, se alarga y distancia cada vez mas entre vueltas y siempre vueltas para comprender y convencerme de que yo, solo se un poco de filosofía pero nada del mundo en que habito.

La conciencia cósmica no se presenta a nuestros ojos finitos como una cosa ya totalmente terminada a la que hay que abrazar, es el eterno crecimiento: “Cuando mas creo aprehenderlo, mas distinto se me revela, cuanto más pienso comprenderlo, mas retrocede atrayéndome a las profundidades de sí mismo, cuanto más me acerco a ese extraño supuesto ser demiurgo de la primigenia materia, por todos los esfuerzos de mi razón, más acrecienta su atracción sobre mi potencia receptiva, como una esencia todo penetrante, como un fuego violento que se alimenta de lo que normalmente debería apagarlo, entre alegrías, desvelos, sueños, bellezas, ofensas, dolor, desesperanzas, comodidad, pobreza…Todo se curva al paso de las Ondas Celestes.

Otazzo

De la pintura de Otazzo se ha escrito positivamente tanto en Venezuela como en el exterior y es admirable observar que estas criticas coinciden en destacar la plasticidad de su pintura como el punto de partida de un impresionismo fresco y lirico, cuyo secreto esta en que estos progresos se han logrado mediante una disciplina sostenida, poniendo mucha ilusión en la obra y no deteniéndose en consideraciones secundarias. Lo esencial en la obra de Antonio Otazzo es el trabajo creador, sin titubeos, comunicación intima con el objeto y su mundo interior, estudio de la luz y el color, seguridad y humanización de la obra para que esta no sea un cuerpo sin vida, sino algo vivo, cuya luminosidad y transparencia afirme la escuela impresionista a la cual se ha adscrito con sus estudios autodidacta y la experiencia del transitar tantos caminos por mucho tiempo en el mundo del arte.

El muralismo que Otazzo nos presenta no es nada común es lo que el denomina el espectáculo de la vida humana, la vida del pueblo, las tragedias del mundo en que vivimos, es como si la realidad y la fantasía, la vida y la muerte, se identificasen para dar la sensación de la belleza plástica del arte y la realidad de la trágica-comedia del mundo como el llama a su mas reciente y espectacular obra el mural de su museo de veinte metros de largo en relieve la “TRAGICOMEDIA”.

La obra de Antonio Otazzo, se sitúa fuera de las corrientes efímeras de la actualidad moderna, se impone por la plenitud de su valor plástico al servicio de una expresión profundamente original. Sylvia Rosa

Producción Diseño y montaje:

Sylvia R P LamasEmbajador Cultural

Asistente Personal de Otazzo