MULTIPLICAR LOS GRUPOS PEQUEÑOS PARA INVADIR AL MUNDO

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MULTIPLICARLOS GRUPOS PEQUEÑOS PARA

INVADIR AL MUNDO

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MULTIPLICARLOS GRUPOS PEQUEÑOS PARA

INVADIR AL MUNDOPr. Edwin F. Regalado L.

INTRODUCCIÓN

Saludos

El sábado 26 de junio celebramos el Día Nacional de Identificación de los GP (DNI-GP) hoy estamos realizando el Día FORMA, que tiene como objetivos fortalecer los grupos pequeños, para el cumplimiento de su misión.

Los desafíos que la Iglesia tenía hace dos mil años, siguen siendo los mismos hoy. La explosión demográfica del mundo cada vez es mayor y pareciera inal-canzable evangelizar a más de cinco mil millones de habitantes alrededor del mundo. Hablando de este tema el Pr. Alejandro Bullón dijo: “El problema de la iglesia adventista no es cómo evangelizar al mundo, (porque Dios tiene resuelto este problema) nuestra pregunta debiera ser. ¿Qué estoy haciendo para evangeli-zar mi territorio, barrio, urbanización y el entorno donde vivo?” Ésta es la pregunta que queremos responder es este seminario.

¿Qué ventajas tenemos al multiplicar los grupos pequeños? La respuesta es: Si multiplicamos los grupos pequeños, multiplicamos las casas-iglesias, propicia-mos la multiplicación de líderes y de parejas misioneras; se captan más estudi-antes de la Biblia y, como consecuencia, los bautismos se multiplican. Al tener más bautismos nacen nuevos grupos pequeños, nuevas iglesias y nuevos distri-tos misioneros y, de esta manera, estaremos respondiendo a la pregunta ¿Qué estoy haciendo para evangelizar el entorno donde vivo? En la zona urbana o rural donde vives ya no habrá cuatro o diez grupos pequeños, sino habrá veinte, treinta grupos pequeños, más iglesias organizadas y más distritos misioneros y, de esta manera, invadiremos a las pequeñas y grandes ciudades a través de los grupos pequeños.

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Finalmente, simbólicamente hablando, multiplicar los grupos pequeños en la comunidad es como tender más redes para pescar más personas.

La iglesia apostólica nos sigue dando ejemplos en cada detalle de evangelización que hoy necesitamos saber y hacer.

I. MULTIPLICACIÓN EN LA IGLESIA APOSTÓLICA

La multiplicación de la iglesia apostólica se debió a los siguientes factores:

a. Se reunían en casas. El crecimiento explosivo de la iglesia apostólica no se debió a los majestuosos templos o a mega iglesias. El crecimiento se debió al sistema de las casas-iglesia que Jesús instituyó. Los estudios ar-queológicos iluminan el escenario del tamaño de las casas. El promedio de las casas del primer siglo podía cobijar de 10 a 12 personas. Las casas de las personas acomodadas podían albergar un promedio de 30 a 35 personas, aunque eran muy pocas las personas que podían hacer esto. Un prominente arqueólogo de la ciudad de Corinto afirma: “Las casas fueron los primeros centros privados de la vida de la iglesia. El cristianismo en el primer siglo, d.C y mucho tiempo después, no tuvo el estatus de una religión reconocida, de tal manera que no se podían reunir públicamente como los judíos en la sinagoga”.

b. Un concepto diferente de iglesia. En el cristianismo primitivo las casas-iglesia fueron de vital importancia para el funcionamiento de la iglesia y el avance del evangelio, porque el concepto de iglesia no eran edificios, templos con bancas y todo lo que constituye una iglesia, sino eran el conjunto de perso-nas. Las personas eran la iglesia. Asimismo, en donde iban las personas iba la iglesia; esta iglesia era móvil. La iglesia “caminaba”, la iglesia hablaba y en donde habían dos o tres cristianos se constituía la iglesia. La iglesia era adaptable y versátil a cualquier circunstancia del lugar, ubicación o de circunstancia, especialmente en persecuciones.

La iglesia sin catedral llegó a ser la iglesia viviente. Cada miembro estaba consciente que era parte de la iglesia de Cristo. La misión que Jesús había encomendado estaba delante de ellos. Cada quien era equipado para servir mejor. El único objetivo de la iglesia era conquistar el mundo para Cristo, por medio de la predicación. El apóstol Pablo declaró: “… de manera que desde Jerusalén, y por todos los alrededores hasta Ilirico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo”. (Romanos 15:19)

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c. Bautismos permanentes. “… Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que debían de ser salvos” (Hechos 2:47). El crecimiento numérico que la iglesia experimentaba a través de los grupos pequeños, llenaban con brevedad las casas-iglesias que tenían una capacidad de 10 a 12 personas y, en el mejor de los casos de 30 a 35 personas. Las casas-iglesia se llenaban y tenían que multiplicarse en otras casas-iglesias, y así sucesivamente el cristianismo iba tomando posesión de las pequeñas y grandes ciudades. En las palabras mis-mas, con las que los sacerdotes de Jerusalén increparon a Pedro diciéndole “… ¿no os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre” (Hechos 5:28), se muestra el crecimiento avasallador de la iglesia.

d. Vivían en comunidad. La iglesia apostólica se fortaleció porque tenían un sen-tido de vivir en comunidad. Practicaban el compañerismo en cada reunión. Esto era con el propósito de sociabilizar y estrechar más la familiaridad entre los hermanos. En los ritos de la Cena del Señor y de lavamiento de los pies sólo los bautizados tomaban parte, pero después de cada servicio practica-ban el comer juntos, todos eran invitados a sentarse a la mesa y compartir los alimentos y experimentar la presencia de Jesús. Era costumbre que cada miembro trajera sus alimentos y los compartiera con todos en el grupo. Ésta era una ocasión para hablar del evangelio por medio del testimonios personal con los no creyentes. Muchos de los que asistían a estas reuniones nunca habían experimentado comer juntos en una misma mesa. La Sagradas Es-crituras da testimonio de esto cuando dice: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en la oraciones”. (Hechos 2:42)

Del mismo modo, hoy debemos practicar como iglesia, por lo menos, un almuerzo por trimestre, juntamente con nuestros invitados.

II. POR QUÉ DEBEMOS MULTIPLICAR LOS GRUPOS HOY

A. Razones para multiplicar los grupos pequeños

1. Porque es una orden divina. La iglesia apostólica que Jesús dejó se multipli-caba y crecía cada día. (Hech 5:42; 6:7)

2. Porque es la característica de una iglesia saludable. A toda iglesia saludable no le queda otra opción que multiplicarse.

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3. Porque es la característica de una iglesia que conoce su misión.

4. A mayor cantidad de Grupos Pequeños, las posibilidades de crecimiento y de plantar iglesias serán mayores.

5. Porque fortalece el liderazgo. A más Grupos Pequeños, más hermanos invo-lucrados ejerciendo el liderazgo.

6. Porque es la mejor manera de cómo inundar e invadir al mundo con el evan-gelio. (Hech 5:28)

7. Porque es la práctica de una iglesia que está expandiéndose.

B. Estrategias y detalles para multiplicar los GP

1. Se recomienda que se realice cuando el GP tenga un promedio de 12 o más miembros de asistencia continua.

2. Cuando el espacio de la sala de la casa-iglesia queda reducido por el cre-cimiento del GP.

3. Donde hay familias de iglesia que viven lejos de un GP, debe organizar en su casa un grupo pequeño; es decir; convertir su casa en una casa-iglesia con su placa respectiva de identificación.

4. Cuando en el GP hayan personas que están preparadas para ejercer lider-azgo de otro grupo. Aunque en el grupo siempre hay personas que pueden asumir el liderazgo. Esto puede ocurrir aunque en el grupo no se tenga más de 15 integrantes. Lo importante es el liderazgo consagrado que pueda asumir un hermano o hermana del GP.

5. En las iglesias donde hay hermanos que no están integrados a los GP, pero que llegan a entender y aceptan el organizarse como tales.

6. Cuando haya la intención de plantar una iglesia en un distritito político, zona rural, urbanización, barrio o pueblo joven, sin presencia adventista, lo mejor será iniciar con un GP y proyectarlo como una futura iglesia.

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C. Proceso para multiplicar los GP.

Pasos para multiplicar los grupos pequeños.

Paso 1. Aceptar. Sólo los que aceptan los desafíos de multiplicarse los harán. Nada sucede si primero no se acepta.

Paso 2. Decidir. La decisión de dividirse es tomada en consenso por el grupo.

Paso 3. Organizar. El grupo organiza los datos de identidad del nuevo grupo pequeño y nombran a los líderes.

Paso 4. Comunicar. El líder de GP, comunica al director de MIPES de iglesia.

Paso 5. Aprobar. La junta de iglesia aprueba la multiplicación del grupo y acepta el nacimiento del nuevo grupo pequeño. El informe del director de MIPES será suficiente para respaldar la decisión. (no se necesita una comisión para evaluar)

Paso 6. Multiplicar. En el día de multiplicación de los grupos pequeños u otro sábado se multiplica el grupo y se da origen y la bienvenida al nuevo grupo pequeño.

Paso 7. Recibir. La comisión misionera (primer anciano, MIPES, secretario, co-ordinador de interesados, escuela sabática) recibe y da la bienvenida al grupo pequeño, lo presenta al pleno de la iglesia y lo apoya.

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CONCLUSIÓN

La pregunta que iniciamos este seminario fue ¿Qué estoy haciendo para evange-lizar mi territorio, barrio, urbanización y el entorno donde vivo?” la iglesia apos-tólica lo sabía muy bien. Debía ser hecha a través de los grupos pequeños y te-niendo discípulos comprometidos. Esta buena práctica no ha cambiado, el mundo ha cambiado pero la estrategia de Dios sigue siendo la mismas.

Multiplicar grupos pequeños para invadir el mundo es organizar, direccionar y movilizar a todos los miembros, a través de los grupos y así cumplir con la misión de manera efectiva.

Hoy en toda la Unión Peruana del Norte tenemos diez mil grupos pequeños y estamos bautizando un promedio de veinte siete mil personas por año. Nuestro desafío es tener en el año 2010, veinte mil grupos pequeños y bautizar cincuenta mil personas, para la gloria y honra de nuestros Dios.

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