multi-2010-05

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  • multidisciplina

  • Dr. Jos Narro RoblesRECTOR

    Dr. Sergio M. Alcocer Martnez de CastroSECRETARIO GENERAL

    Lic. Enrique Del Val BlancoSECRETARIO ADMINISTRATIVO

    Mtro. Javier de la Fuente HernndezSECRETARIO DE DESARROLLO INSTITUCIONAL

    M.C. Ramiro Jess SandovalSECRETARIO DE SERVICIOS A LA COMUNIDAD

    Dr. J. Alejandro Salcedo AquinoDIRECTOR

    Dr. Daro Rivera VargasSECRETARIO GENERAL

    Lic. M. Marcial Prez y PrezSECRETARIO DE LA DIRECCIN

    Mtro. Adalberto Lpez LpezSECRETARIO DE ESTUDIOS PROFESIONALES

    Lic. Rubn Ortiz FrutisSECRETARIO DE EXTENSIN UNIVERSITARIAY VINCULACIN INSTITUCIONAL

    C.D. Amada Lpez TamanajaSECRETARIA ADMINISTRATIVA

    Fs. Mat. Jorge Luis Surez MadariagaCOORDINADOR DE SERVICIOS ACADMICOS

    CONSEJO EDITORIAL

    Dr. J. Alejandro Salcedo AquinoPresidente

    Dr. Mario Camacho CardonaDra. Ana Mara Cardero GarcaDr. Gabino Eduardo Castrejn GarcaDr. Sergio Chapa VergaraMtra. Mara del Rosario Dosal GmezDr. Hctor Fix FierroDra. Alicia Gojman GoldbergMtra. Mara Isabel Hernndez GuerraArq. Agustn Hernndez NavarroDr. Pedro Irigoyen ReyesDra. Yolanda Guillermina Lpez FrancoDra. Elizabeth Guadalupe Luna TraillDr. Roberto Meli PirallaDr. Dieter RallDr. Antonio Ruezga BarbaDr. Carlos Tello MacasDra. Mara Teresa Uriarte CastaedaDr. Diego ValadsIng. Jos Pedro Agustn Valera Negrete

    COMIT EDITORIAL

    Dr. Daro Rivera VargasPresidente

    Mtro. Adalberto Lpez LpezDr. Guillermo Gonzlez RiveraDr. Eduardo Torres EspinosaDr. Enrique Garca y MoissMtra. Mara Cristina Hernndez MoralesLic. Luis Felipe Estrada CarrenLic. Evangelina Guadalupe Guerrero SeplvedaMtro. J. Arturo Salcedo MenaLic. Ariadna Uribe Ortiz

    multidisciplina

  • 4Editorial

    Nuestra Universidad acaba de cumplir 100 aos de ser la Universidad de la Nacin. Como seal el Rector Jos Narro Robles, se trata de una Institucin que es verdaderamente nacional por los lazos indisolubles con todos los sectores del pas y por el arraigo que tiene con la sociedad, por formar un mosaico representativo de nuestra realidad, por atesorar parte del patrimonio nacional y prestar servicios nicos a todo el pas, por tener el orgullo de seguir gestando proyec-tos cientficos y culturales nicos en nuestro medio, por ser la mejor de Mxico, y una de las mejores del mundo; en fin, por gozar de la confianza de amplios y diversos sectores de la nacin, adems de tener presencia directa e indirecta en todo el territorio nacional.

    La Facultad de Estudios Superiores Acatln, como parte de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, a 35 aos de existencia, refrenda su compromiso de impulsar en la zona noroeste del Estado de Mxico las funciones sustan-tivas de docencia, investigacin y extensin de la cultura. La investigacin es una de las actividades que se ha ido con-solidando cada vez ms en nuestra Facultad, como eje ar-ticulador de la docencia en licenciatura y posgrado, a la vez que est orientada a la solucin de problemas de carcter local, nacional e internacional. Algunos de los resultados de esta labor son difundidos en Multidisciplina, la cual forma parte del Catlogo de revistas cientficas y arbitradas 2010 de la UNAM, una compilacin de una centena de fichas de re-vistas peridicas que componen el acervo de publicaciones cientficas de la Mxima Casa de Estudios del pas.

    En este sexto nmero de Multidisciplina, en el rea de humanidades, la doctora Patricia Andrew Zurlinden aborda, desde una perspectiva social, el tema de la identidad y la relacin de interdependencia e influencia mutua que tiene sta con el aprendizaje; la doctora Svetlana Iakovleva pre-senta un estudio de la dinmica de los significados lxicos de los nahuatlismos polismicos en el habla culta de la Ciudad

    de Mxico a lo largo del siglo XX; el doctor Ignacio Pineda Pineda trata el tema de la educacin y la ciudadana en la era del conocimiento, en donde la sociedad, los adultos, los padres y los profesores se han convertido en informadores, ms all de propiciar el pensamiento y la aprehensin de los saberes.

    En el rea de ciencias socioeconmicas, el doctor Jos Eusebio Salgado y Salgado estudia, desde la geopoltica, el aprovechamiento que tiene Mxico de sus mares; por su par-te, la psicloga Mariana Tarragona Roig y la maestra Nora Hil-da Trejo Durn indagan las causas que motivan a los jvenes profesionistas mexicanos a buscar trabajo en el extranjero, as como los factores que determinan el proceso de desarraigo cultural que paulatinamente se va dando en ellos.

    El licenciado Jos Mara Sinz y Gmez Salcedo, en el rea de ciencias jurdicas, reflexiona en torno a si se puede considerar a la Roma republicana como democrtica y so-bre si se puede aplicar a la Roma republicana el concepto moderno de Estado.

    Los doctores Jos Mara Chvez Aguirre y Ricardo En-rique Ortiz Hermosillo estudian el papel del mortero de inyec-cin en el relleno de minas subterrneas (cavidades) y la pre-sin que se debe generar para establecer el estado de esfuerzos inicial que tena el suelo antes de la excavacin de la mina.

    Finalmente, en la seccin Letrillas, el maestro Luis Antonio Velasco Guzmn resea el texto Cartesian Meta-physics. The Late Scholastic Origins of Modern Philosophy de Jorge Secada, el cual es una invitacin a recorrer los caminos que hicieron posible la solidificacin del proyecto filosfico cartesiano. El doctor Enrique Garca Moiss presenta el ms reciente texto del economista Carlos Tello Macas, Sobre la desigualdad en Mxico.

    Comit Editorial de la revista Multidisciplina,Tercera poca

  • Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

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    Humanidades

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    Ciencias Socieconomicas

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    Ciencias Juridicas

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    Matemticas e Ingeniera

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    Letrillas 103

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    La identidad y el aprendizaje: una perspectiva socialPatricia Andrew Zurlinden

    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico:resultados de una investigacinSvetlana Iakovleva

    Educacin y Ciudadana en la sociedad del conocimientoIgnacio Pineda Pineda

    El poder del mar sobre la tierraJos Eusebio Salgado y Salgado

    Emigracin de jvenes profesionistas mexicanos Mariona Tarragona Roig yNora Hilda Trejo Durn

    El Estado romano: sistema poltico y jurdicoJos Mara Sainz y Gmez Salcedo

    Estudio preliminar sobre la caracterizacin de morteros para la inyeccin de minasJos Mara Chvez Aguirre yRicardo Enrique Ortiz Hermosillo

    Cartesian Metaphysics. The Late Scholastic Origins of Modern PhilosophyLuis Antonio Velasco Guzmn

    Sobre la desigualdad en MxicoEnrique Garca Moiss

    Comit editorial fundadorde la revista multidisciplina,tercera poca

    Mtra. Hermelinda Osorio CarranzaDr. J. Alejandro Salcedo AquinoMtro. Adalberto Lpez LpezDr. Guillermo Gonzlez RiveraDr. Eduardo Torres Espinosa

    Lic. Ariadna Uribe OrtizEDITORA

    Traducciones realizadas porCintya Guzmn Camacho,Responsable del rea de Traducciones del CEI de la FES Acatln

    [email protected]

    Revista Multidisciplina de la Facultad de Estu-dios Superiores Acatln es una publicacin cua-trimestral, editada por la Facultad de Estudios Superiores Acatln de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Av. Alcanfores y San Juan Totoltepec S/N, Santa Cruz Acatln, C.P. 53150, Naucalpan, Estado de Mxico.www.acatlan.unam.mx

    La responsabilidad de los artculos publicados en Multidisciplina recae, de manera exclusiva,en sus autores, y su contenido no reflejanecesariamente el criterio de la institucin.

    Multidisciplina es nombre registrado en la Direccin de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor. Reserva del ttulo 04-2008-111212225300-102.

    Nmero de Certificado de Licitud de ttulo en trmiteNmero de Certificado de Licitud de Contenido en trmiteISSN en trmite, folio 00000052.

    D.G. Rafael Velzquez Martnez Diseo Grfico y formacinPublicyn ImpresoresImpreso en Publicyn Impresores, tel. 50773726

    multidisciplinaINDICE

  • Patricia andrew zurlinden

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    La identidad y el aprendizaje: una perspectiva social

    Identity and learning: a social perspective

    Patricia Andrew Zurlinden

    RESUMENEn este trabajo, se hace una reflexin sobre la construccin de la identidad y la relacin que tiene con el aprendizaje, visto desde una perspectiva social. Se analiza la identidad a partir de la teora del posicionamiento y con un enfoque post-estructuralista para destacar el papel fundamental que tiene la interaccin discursiva en su construccin. Posteriormente, se aborda el tema del aprendizaje como un fenmeno sociocultural, apoyndose en la nocin de las comunidades de prctica para resaltar su carcter eminentemente social. Se pretende elucidar cmo la interrelacin dinmica, que existe entre la identidad y el aprendizaje, genera la transformacin mutua del individuo y la sociedad.

    PALABRAS CLAVEIdentidad, aprendizaje, construccionismo social, post-estructuralismo, comunidades de prctica

    ABSTRACTThis paper reflects on the social construction of identity and its relation to learning, as considered from a social perspective. Positioning theory and a poststructuralist approach to identity highlight the fun-damental role of discursive interaction in identity construction. The topic of learning as a sociocultural phenomenon is then addressed, based on the notion of communities of practice in order to point up its fundamentally social character. The aim is to establish that the dynamic interrelation existing between identity and learning brings about the mutual transformation of the individual and society.

    KEYwORDS Identity, learning, social constructionism, poststructuralism, communities of practice

    nm. 6, 2010, pp 5-13multidisciplina

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    La identidad y el aprendizaje: una perspectiva social

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    Introduccin

    El tema de la identidad y la relacin que puede tener con el aprendizaje levanta un nmero vasto de pregun-tas. En el presente trabajo se aborda este tpico desde una perspectiva social. Se parte desde un enfoque del construccionismo social y del post-estructuralismo para la construccin de la identidad, y desde una pers-pectiva sociocultural en el caso del aprendizaje, para afirmar que existe una relacin de interdependencia e influencia mutua entre la identidad y el aprendizaje.

    Primero, se considera a la construccin de la identidad como un proceso que es mltiple, variable, y entrelazado con otras dimensiones sociales. Despus se trata el tema del aprendizaje como un proceso so-ciocultural. Especficamente se toma el enfoque de las comunidades de prctica para ilustrar cmo el apren-dizaje se sita en el contexto de nuestra experiencia vi-vencial de participacin en el mundo, del tal forma que es fundamentalmente un fenmeno social, reflejando nuestra condicin de seres sociales capaces de conocer. Finalmente, se enfatiza la interrelacin dinmica que existe entre la identidad y el aprendizaje.

    La construccin social de la identidad

    El construccionismo social es una perspectiva sobre la realidad, una manera de ver al mundo y a nosotros mismos.1 Desde esta perspectiva, la realidad se cons-truye a travs del discurso y la interaccin discursiva. Se sita en contraposicin a la teora de que el len-guaje es un retrato o espejo que refleja la realidad tal como es. Para el construccionista, el mundo no es simplemente como es, sino lo que nosotros hacemos de l mediante el lenguaje.2 Esto quiere decir que no 1 No es la intencin ofrecer aqu un tratamiento completo del tema sino de tocar aquellos aspectos que son importantes para entender la construccin de la identidad. Para una discusin ms extensa del construccionismo social, se puede consultar, por ejemplo, a Berger, Peter L. y Thomas Luckmann, The Social Construction of Reality: A Treatise in the Sociology of Knowledge, New York, Anchor Books, 1966; Latour, Bruno, Science in Action, Cambridge, MA, Harvard University Press, 1987; Shotter, John, Conversational Realities: Constructing Life through Language, London, Sage, 1993; y Hacking, Ian, The Social Construction of What?, Cambridge, MA, Harvard University Press, 1999.2 Los construccionistas sociales cuestionan varios supuestos tradi-cionales acerca de la realidad, tales como las creencias del ilumi-nismo en la existencia de la mente individual, la racionalidad, la objetividad y la verdad. Refutan la idea del occidente moderno que el conocimiento del mundo tal como realmente es se puede lograr a travs de mtodos objetivos, cientficos y empricos. De la misma manera, rechazan las grandes narrativas del pasado en favor

    hay significado fuera del lenguaje; esto es la clave para formar y crear nuestro mundo social y nuestra identi-dad. La centralidad del lenguaje y de la interaccin so-cial en el marco conceptual construccionista significa que el conocimiento y la comprensin estn anclados histrica y culturalmente.

    El anti-esencialismoDesde esta perspectiva, la naturaleza humana no tiene una esencia, ni tampoco los atributos biolgi-cos, como son el sexo, la edad, la etnicidad, y la clase social, poseen un significado natural inherente. Estos parmetros sociales, que convencionalmente se han considerados constituyentes de la identidad de un individuocategoras nicas, estticas y no-cambia-blesahora se estn redefiniendo y replanteando en trminos ms dinmicos y flexibles, como algo construido por medio de la interaccin discursiva en contextos comunicativos especficos. Es decir, sus significados, que son muy variados, se producen den-tro de un rango de discursos3, entrelazados y, a veces, opuestos entre s.

    En otras palabras, la identidad de gnero o sexo, por ejemplo, no gira alrededor de su realidad biolgi-ca y material sino de la manera en que se entiende o se le da significado a travs de los discursos que existen en una cultura particular. As que gnero se entiende como algo ms que sexo, que es simplemente un de-terminante biolgico que denota diferencias anatmi-cas o fisiolgicas entre hombres y mujeres. Para los construccionistas sociales y los post-estructuralistas, el gnero enfoca a las dimensiones socioculturales de personas masculinas y femeninas, es decir, a las dife-rencias psicolgicas, sociales y culturales entre ellas.

    Ms que una clasificacin binaria en la cual la feminidad y la masculinidad son opuestos polares,

    de narrativas locales, en las cuales las pretensiones de poseer la ver-dad son ms cautelosas y moderadas. Al mismo tiempo, los cons-truccionistas sociales critican al enfoque en el individuo como un ser conocedor, racional y autnomo. Tales puntos de vista ubican al construccionismo social dentro del movimiento posmoderno (Burr, Vivien, Social Constructionism, 2 ed., London, Routledge, 2003). 3 Discursos se entiende como conjuntos de relaciones entre un grupo de personas y las varias maneras en que estn unidos entre s por medio de metas, valores, creencias, prcticas y actividades compartidos. Se manifiestan en las maneras de hablar, escuchar (. . . leer y escribir), actuar, interactuar, creer, valorar, y utilizar herramientas y objetos, en contextos particulares y en momentos especficos, para proyectar y reconocer una identidad social parti-cular (Gee, James Paul, Social Linguistics and Literacies: Ideology in Discourses, 3ra ed., London, Routledge, 2008, p. 128).

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    stas se consideran dimensiones separadas a lo largo de un continuo. Tampoco existe un conjunto de ras-gos que encarnan la masculinidad o la feminidad pues no son constructos monolticos. Ms bien se recon-oce una gran diversidad entre hombres y mujeres, que les ha llevado a un cuestionamiento sutil y complejo de cmo las personas utilizan los recursos lingsticos para producir diferenciacin de gnero, o sea, para construir sus identidades, y cmo crean maneras dife-renciadas de experimentar la vida, la cultura y la socie-dad para hombres y para mujeres.

    El enfoque relacionalLa tradicin individualista occidental, si bien reco-noce que los seres humanos viven y actan dentro de contextos sociales, ha enfocado en primer trmino al individuo autnomo para poder comprender la mente humana y su funcionamiento, y en segundo trmino, como consecuencia de lo primero, al mundo social. En contraste marcado con esta postura que da preeminencia al individuo, el construccionismo so-cial minimiza el individualismo y, ms an, rechaza la dicotoma entre el individuo y la sociedad que ha penetrado en este tipo de pensamiento. Los constru-ccionistas sociales niegan la posibilidad de disociar al individuo artificialmente de lo social y, en cambio, sostienen que los seres humanos son lo social. Son individuos y sociedad al mismo tiempo (Burr 1997: 1). Como entidades relacionales (relational integers), forman parte de una visin ms colaborativa de la vida humana, en la cual cada persona es a la vez constituida por, y constituye a la otra (Gergen 1996; 1999).

    En este sentido, la identidad se entiende como un producto de las relaciones sociales. Vivien Burr sostiene que:

    Nuestra identidad surge de las interacciones con otras personas y se basa en el lenguaje. Podemos decir ahora que nuestra identidad se construye a partir de los discursos disponibles culturalmente, y a los cuales recurrimos en nuestra comunicacin con otras personas.4 (Burr 1995: 51)

    Perspectivas post-estructuralistas versus humanistas sobre la identidadTanto los construccionistas sociales como los post-estructuralistas ponen de relieve la naturaleza mltiple y fragmentada de la subjetividad, su mutabilidad en el tiempo, su dependencia cultural e histrica, as como

    4 Las traducciones al espaol son de la autora.

    el papel fundamental del lenguaje en su constru-ccin. Esta perspectiva se opone diametralmente a la versin liberal-humanista o esencialista de la identi-dad, la cual teoriza a un sujeto unificado, consciente y racional, poseedor de una esencia nica que permane-ce constante en todos los contextos.5 Para los post- estructuralistas, la identidad no es algo que las perso-nas tienen o son, sino ms bien algo que ejecutan o hacen (Butler 1990; Baxter 2003; Cameron 1999).

    Esto se puede apreciar en el caso de gnero en donde la gran diversidad de masculinidades y femi-nidades que se da entre hombres y mujerese incluso entre los miembros de un mismo sexorequieren diferentes actuaciones lingsticas. Las identidades que se construyen y se reconstruyen van variando de acuerdo con las concepciones de masculinidad y femi-nidad que se tengan y dependiendo de las exigencias contextuales e interaccionales en un momento dado.

    Lo atractivo de la explicacin esencialista de la identidad es que pretende ofrecer acceso a la verdad, basado en una comprensin de sentido comn de lo que es natural y del lenguaje como un medio trans-parente que expresa verdades ya fijas acerca del mundo, la sociedad y las personas (weedon 1997: 74). Adems, la nocin esencialista de la naturaleza humana como algo universal e invariable sustenta las teoras basadas en la biologa, en las cuales ciertos significados son considerados los verdaderos ya que estn determinados por fuerzas naturales fuera de nuestro control.

    Sin embargo, para los post-estructuralistas, la na-turaleza humana no es esencial ni tampoco los atribu-tos biolgicos tienen significado natural o social inherente. Sus significados, lejos de ser uniformes, se producen dentro de una gama de discursos en con-flicto. Dado que la produccin social de significado y la construccin de la persona siempre ocurren dentro de contextos discursivos especficos, el lenguaje nun-ca puede estar libre de valores. As que, un pronuncia-miento de sentido comn o razonado de lo que es natural o bueno invariablemente representa valores e intereses especficos. Para los post-estructuralistas, entonces, el lenguaje no es un sistema abstracto, sino algo siempre situado social e histricamente en dis-cursos, y el significado no est predeterminado y fijo en el lenguaje como lo es para los humanistas.

    5 Segn Chris weedon, los discursos humanistas presuponen una esencia en el corazn de la persona que es nica, fija y coherente y que le hace ser lo que es (Feminist Practice and Poststructuralist Theory, 2 ed., Oxford, Blackwell, 1997, p. 32, nfasis en el original).

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    Caractersticas de la subjetividad 6 y las posiciones de sujeto (subject positions)El acercamiento construccionista a la identidad ha encontrado un fuerte sustento terico en las diferen-tes corrientes del post-estructuralismo, en especial el post-estructuralismo feminista. Los enfoques post-estructuralistas al estudio de gnero y las relaciones de poder han servido como un modelo eficaz para la investigacin no slo de gnero sino tambin de otras dimensiones sociales.7

    Los post-estructuralistas definen la subjetividad como nuestro sentido de nosotros mismos, nuestros pensamientos y emociones conscientes e inconscien-tes, y nuestras maneras de entender nuestra relacin al mundo. La subjetividad se forma en las relaciones con otros a travs de la identificacin con determinadas posiciones de sujeto8, o maneras de ser de un indi-viduo dentro de los discursos, en un proceso conti-nuo que se reconstituye constantemente en el discurso cada vez que pensamos o hablamos (weedon 1997: 32). La gama de posiciones de sujeto disponibles para un individuo est necesariamente limitada por las condiciones culturales, sociales, y lingsticas es-pecficas que imperan en un momento dado.

    El posicionamiento se produce discursivamente, se incrusta en las prcticas discursivas de una cul-tura particular, y cada persona puede adoptar una

    6 Aunque se respeta la preferencia de los post-estructuralistas fe-ministas por el trmino subjetividad, y se concuerda con las dis-tinciones importantes que conlleva con respecto a las nociones tradicionales esencialistas de la identidad, hay que reconocer que el trmino identidad es todava empleado ms comnmente, incluso entre los post-estructuralistas. Por lo tanto, se ha optado por utilizar identidad y subjetividad indistintamente en este artculo, al me-nos que se indique lo contrario.7 Vase, por ejemplo, Norton, Bonny, Identity and Language Lear-ning: Gender, Ethnicity, and Educational Change, Harlow, Longman, 2000, y Blackledge, Adrian y Aneta Pavelenko, Negotiation of Identities in Multilingual Contexts, en International Journal of Bi-lingualism, vol. 5, nm. 3, 2001, pp. 243-257.8 Los conceptos de posiciones de sujeto y posicionamiento vie-nen de la teora desarrollada ampliamente por Rom Harr y Luk van Langenhove (vase Harr, Rom y Luk van Langenhove (eds.), Positioning Theory: Moral Contexts of Intentional Action, Oxford, Blackwell, 1999. El posicionamiento es el proceso por el cual las personas construyen conjuntamente sus historias personales de tal manera que hagan que sus acciones sean inteligibles y relativa-mente definidas como actos sociales, y que los participantes tengan lugares especficos dentro de ellas. Estos lugares se conocen como posiciones de sujeto, un trmino similar a, pero ms dinmico que el de papel, en el sentido de que permite el posicionamiento fluido de una diversidad de identidades en las interacciones discursivas de un individuo con otros.

    posicin activamente, probar otras, y aceptar, recha-zar o impugnar las posiciones que le son conferidas por otros. Adems, dado que las posiciones de sujeto frecuentemente estn en conflicto entre s, la subjeti-vidad se percibe como un sitio de lucha entre discur-sos entrelazados y en competencia. Es precisamente la atencin trascendental que dirigen los post-estructu-ralistas feministas a las tensiones, las perspectivas en competencia, los cambios de poder, las ambigedades y las contradicciones inherentes a todos los textos (Baxter 2003: 2) que distingue su tratamiento de la identidad de la perspectiva anloga de los constru-ccionistas sociales.

    MultiplicidadLos post-estructuralistas conciben la subjetividad como algo producida discursivamente en un proceso continuo en el cual el individuo est situado de forma mltiple en un nmero de discursos diferentes, en lugar de poseer una nica identidad unitaria (Baxter 2003). Por lo tanto, hay que hablar de identidades de la persona. Por ejemplo, en el caso del gnero, existe una gran diversidad de masculinidades y feminidades que se da entre hombres y mujeres, la cual tambin existe entre los miembros de un mismo sexo. Inclu-so, la misma persona puede mostrar una variedad de identidades de gnero, dependiendo de las demandas contextuales e interaccionales. Distintos papeles o posiciones de sujeto y distintos contextos requieren diferentes actuaciones lingsticas, as que las iden-tidades se construyen y se reconstruyen de acuerdo con concepciones de masculinidad y feminidad que van variando.

    FlexibilidadAdems, se considera que la subjetividad va ms all de las dimensiones inconscientes y subconscientes del ser, como lo explica Chris weedon:

    Mientras que todo lenguaje est estructu-rado por los aspectos tanto simblicos como semiticos del discurso, el lenguaje racional margina los aspectos semiticos, en un in-tento de preservar la estabilidad aparente del sujeto unitario y as fijar los significados del orden simblico. (weedon 1997: 85-86)

    Es precisamente la imposibilidad de mantener a un sujeto estable con una identidad fija lo que hace que la subjetividad sea un proceso eminentemente cambiante. Dado que el ser (self) est construido por medio del lenguaje y la interaccin social, el significa-do siempre es especfico a los discursos particulares,

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    histrica y culturalmente situados, en que se produce; por consiguiente, slo puede ser fijado temporal-mente. Haciendo alusin a los principios de diffrance y diferimiento de Jacques Derrida, weedon explica que, en vista de que el significado nunca puede fijarse una vez por todas, cualquier significado o verdad ab-soluto es constantemente postergado. Lo importante es reconocer las implicaciones polticas de las mane-ras particulares de fijar la identidad y el significado (weedon 1997: 168).

    El concepto de un ser (self) que se encuentra en flujo constante, cambiando de acuerdo con las circun-stancias especficas en las cuales se sita una persona, parecera poner en peligro el sentido de la continuidad y la coherencia que asociamos con la identidad. ste es uno de los puntos ms difciles que se derivan de las ex-plicaciones post-estructuralistas de la subjetividad. En vista de que niegan la existencia de una esencia invaria-ble, han pretendido ofrecer una explicacin de la auto-continuidad en trminos de las prcticas discursivas. Ann weatherall y Cindy Gallois mantienen que el sen-tido de s mismo (self) surge no de un ncleo interno sino de un complejo de prcticas y procesos histricos, culturales, y polticos (2003: 496).

    Por un lado, el punto medular es explicar cmo las personas conservan el sentido de una identidad continua y, por el otro, reconocer la naturaleza transi-toria de las posiciones de sujeto que ocupan a travs del transcurso de la vida. En parte, se puede aclarar si se sostiene que el cambio nicamente se puede en-tender en trminos de la continuidad, es decir, que el resultado del cambio nunca es algo totalmente nuevo y diferente sino una transformacin de lo viejo (Cil-liers 1998). La continuidad, entonces, se logra al co-nectar nuestras personas (selves) pasadas y presentes, o dicho de manera ms precisa, nuestras personas en-carnadas en el espacio y a travs del tiempo, por me-dio de procesos discursivos.

    Para Anthony Giddens, esta continuidad es el re-sultado del proyecto reflexivo del ser (self), lo cual con-siste en sostener narrativas biogrficas coherentes y, a su vez, reconstruidas continuamente (1991: 5). Esto quiere decir que:

    El sentido de la continuidad que tene-mos en relacin al ser una persona particular se compone de la encarnacin continua y por ende de la continuidad espacio-tempo-ral y de las interpretaciones compartidas de las posiciones de sujeto y los argumentos (storylines) disponibles dentro de ellas.

    (Davies y Harr 1999: 50)

    Otros mantienen que es la memoria la que nos da el sentido de auto-consistencia. Sin embargo, la memoria puede ser poco confiable en la medida en que estemos sujetos a la memoria selectiva, el relleno de lagunas, y la reinterpretacin de eventos pasados. Una explicacin mejor sera que la construccin de la identidad, como lo propone Giddens, es un proyecto narrativa en curso, en el cual los relatos que conta-mos acerca de nosotros mismos, producidos conjun-tamente en la interaccin con otros, nos proporciona nuestro sentido de continuidad.

    ComplejidadNuestras identidades estn entretejidas, es decir, la identidad de gnero, por ejemplo, estar matizada por otras identidades de la persona, como son la edad, la etnia, y la clase social, entre otras. Las interconexiones entre ellas varan de acuerdo con el contexto social. En consecuencia, resulta difcil pensar en el gnero como algo independiente o aislado de otras dimensio-nes sociales. Por otro lado, las diferentes posiciones de sujeto con que nos identificamos frecuentemente se encuentran en tensin o en competencia entre s. Podemos apreciar esta potencialidad de conflicto si consideramos, por ejemplo, algunas de las posiciones disponibles para mujeres en los discursos de nuestra cultura occidental contempornea: profesionista exi-tosa, estudiante, herona romntica, esposa dedicada, buena madre, objeto sexual, entre otras. Es evidente en el caso de las mujeres que provienen de la comunidad externa y cuyas posiciones de estudiantes de ingls en el Centro de Enseanza de Idiomas estn supeditadas a sus posiciones de esposas y madres. En vista de que los roles de los miembros de la familia en Mxico siguen divididos estrictamente por gnero, el conflicto reside en que sus ambiciones personales y deseos de supe-rarse, generalmente se consideran subordinados a sus responsabilidades primarias a sus familias. En este sentido, la construccin de la identidad implica una lu-cha que invariablemente involucra relaciones de poder ya que los discursos que compiten en un contexto dado representan valores e intereses de fuerza poltica desigual. El acceso individual a las posiciones o identi-dades de gnero culturalmente disponibles est afecta-do por cuestiones de poder, ya que algunas personas es-tn mejores colocadas que otras para beneficiarse de las experiencias, intereses y metas de un contexto particu-lar, en virtud de ocupar una posicin ms privilegiada dentro de una combinacin de discursos dominantes (weedon 1997; Baxter 2003).

    Por ltimo, hay que recalcar que, en la visin del construccionismo social y del post-estructuralismo, la

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    La identidad y el aprendizaje: una perspectiva social

    construccin de la identidad es un proceso continuo, flexible y dinmico que atae a los seres humanos du-rante toda su vida.

    El aprendizaje: un proceso sociocultural

    Desde una perspectiva sociocultural, el que aprendeque se llamara el aprendiz, por falta de un trmino mejorse considera un ser social que participa acti-vamente en interacciones con otros en prcticas co-municativas socialmente constituidas. De esa manera, el aprendiz no se concibe como una mente individual que, como si fuera una computadora, intenta asimilar informacin, sino como un ser social y cultural cuyos procesos psicolgicos se experimentan como procesos sociales de interaccin con otros. As, la perspectiva sociocultural se distingue de los enfoques cognitivos dominantes en el sentido de que se considera que el proceso de aprendizaje tiene su origen en la interaccin social y no en la mente del individuo.

    Por lo tanto, el proceso de aprendizaje se entiende como la aculturacin de la persona en las redes de prcti-cas comunicativas socialmente constituidas. En vista de ello, de los diferentes enfoques socioculturales sobre el aprendizaje9, se considera de mayor relevancia el de las comunidades de prctica. Este trmino se asocia con Jean Lave y Etienne wenger (1991), quienes lo definen como un conjunto de relaciones entre personas, actividad y el mundo, a travs del tiempo y en relacin con otras comu-nidades de prctica tangenciales. La comunidad de prc-tica es un grupo de personas que, al trabajar juntos para lograr una meta comn, es unido en su empresa por creen-cias, valores, y formas de hablar y actuar. Por ejemplo, los msicos, los estudiantes de un curso, o los juga-dores de bisbol pertenecen a diferentes comunidades

    9 Otros acercamientos socioculturales al aprendizaje incluyen la teora de la actividad (vase Vygotsky, Lev S., Mind in Society: The Development of Higher Psychological Processes, Cambridge, MA, Har-vard University Press, 1978; wertsch, James V., Voices of the Mind: A Sociocultural Approach to Mediated Action, Cambridge, MA, Har-vard University Press, 1991; y Cole, Michael, Cultural Psychology: A Once and Future Discipline, Cambridge, MA, Belknap Press of Harvard University Press, 1996); las orientaciones sociocognitivas (vase Atkinson, Dwight, Toward a Sociocognitive Approach to Second Language Acquisition, en Modern Language Journal, vol. 86, nm. 4, 2002, pp. 525-545; y Atkinson, Dwight, Eton Churchill, Takako Nishino, y Hanano Okada, Alignment and Interaction in a Sociocognitive Approach to Second Language Acquisition, en Modern Language Journal, vol. 91, nm. 2, 2007, pp. 169-188); y las perspectivas de socializacin y lenguaje (vase Schiefflin, Bambi B., y Elinor Ochs (eds.), Language Socialization Across Cultures, New York, Cambridge University Press, 1986), entre otros.

    de prctica en las cuales los miembros novatos van desa-rrollando y perfeccionando sus habilidades, y participan-do con mayor destreza en las prcticas socioculturalesincluyendo el uso del lenguajede una comunidad, sea una orquesta, un saln de clases, o un equipo atltico.

    Desde esta perspectiva, en vez de recibir cono-cimiento de tipo informativo, los aprendices desa-rrollan por s mismos las habilidades necesarias para actuar al tomar parte activa en el proceso, es decir, participan con un grado de maestra cada vez mayor en las prcticas socioculturales de una comunidad dada, acercndose progresivamente a una partici-pacin plena como miembros de ella.

    Esta perspectiva tiene el mrito de ofrecer un pano-rama ms amplio del aprendizaje como una prctica social compleja, que no equivale a la instruc-cin formal realizada en una institucin educativa (aunque puede ocurrir all). La nocin de las comu-nidades de prctica nos ayuda a comprender cmo el aprendizaje, visto como una actividad situada en circunstancias especficas, habilita a las personas a participar tanto en los contextos de su aprendizaje como en el mundo social ms amplio dentro del cual estos contextos se producen. As, el aprendizaje se entiende en trminos de las interconexiones entre personas, sus acciones, y el mundo ms amplio.

    En este sentido, el aprendiz llega a ser una per-sona diferente con respecto a las posibilidades ha-bilitadas por este sistema de relaciones. Es decir, el aprendizaje significa un cambio en la persona, no slo epistemolgico, sino ontolgico; significa la construccin de una identidad nueva. Segn Mar-tin Packer y Jessie Goicoechea, el aprendizajela adquisicin de conocimiento o comprensines una parte integral de cambios ontolgicos que se de-rivan de la participacin en una comunidad y por eso, siempre implica la participacin en relaciones y comunidades y la transformacin tanto de la perso-na como del mundo social (2000: 134 y 139). Por lo tanto, la cuestin de identidad es medular dentro del marco de las comunidades de prctica ya que el aprendiz es, en el sentido ms amplio, una persona entera, con mltiples identidades, que participa en la interaccin social del mundo dentro de diversas comunidades de prctica.

    La interrelacin entre la identidad y el aprendizaje

    Esto conduce a la siguiente reflexin: La identidad y el aprendizaje son interdependientes y ejercen una in-fluencia mutua entre ellos. Una persona trae consigo

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    Patricia andrew zurlinden

    un complejo de identidades o posiciones de sujeto cuando se une a una comunidad de prctica. Estas identidades enriquecen o limitan sus esfuerzos de integrarse y de adquirir las destrezas que le permiten participar plenamente en el grupoen otras palabras, de aprender. Conforme va logrando ms habilidades y conocimientos, puede participar con mayor dominio en la comunidad de prctica, y sus identidades se van modificando. Es decir, los cambios que resultan de su acrecentada destreza lo transforman como individuo en un sentido amplio, extendindose a su partici-pacin en otras comunidades de prctica de las cuales es miembro. Al mismo tiempo, estas mismas comuni-dades de prctica son transformadas por los cambios en sta y las dems personas que participan en ella, de tal suerte que existe una dinmica constante e intensa entre ellas.

    Dado su carcter eminentemente social, la adquisicin de una lengua extranjera sirve para ilus-trar la interrelacin entre el aprendizaje y la identidad. Un estudiante de idiomas intenta adquirir las habili-

    dades y el dominio que le permiten participar exitosa-mente no slo en su clase de idiomas sino tambin en las comunidades reales e imaginarias donde se habla esa lengua. Esto lo logra a travs de una participacin activa, y cada vez ms acertada, en su interaccin con los dems miembros de la clase.

    Para ejemplificar, la Figura 1 muestra la confor-macin de una comunidad de prctica (CdeP), en este caso, una clase de ingls. Los estudiantes, o par-ticipantes (P1, P2Pn), se encuentran en una red de interrelaciones dentro de esta comunidad de prctica. Cada uno de los participantes (crculos medianos) apa-rece con sus mltiples identidades o diferentes posi-ciones de sujeto ( ), tales como edad, gnero, profesin y otras. Estas personas interactan, afectando y siendo afectados por su participacin mutua en la clase de len-guas. A la vez, el grupo de alumnos y su maestro, como una comunidad de prctica, interactan con el ambi-ente a su alrededor, transformndolo y siendo transfor-mada por l, por medio de la participacin concurrente en otras comunidades de prctica.

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    La identidad y el aprendizaje: una perspectiva social

    Aqu se observa cmo un miembro de la clase (P1) es representado como integrante de otras comu-nidades de prctica, quizs en el trabajo, en casa, en la escuela, en su colonia, y en otras relacionadas con sus intereses cvicos o de tiempo libre. Podra ser, por ejemplo, un joven, estudiante de ingeniera, alumno de ingls del Centro de Enseanza de Idiomas, que tiene alrededor de veintids aos, vive con sus padres y her-manos, y tiene un trabajo en las tardes. Este alumno es integrante de una generacin universitaria, un equipo de futbol, un conjunto musical y un grupo de chat. s-tas son algunas de las comunidades de prctica a que pertenece, y sus diferentes identidades o posiciones de sujeto como joven adulto en cada una de ellas son distintas: a lo mejor es el lder en su equipo de futbol, pero reservado en las clases de su carrera. Existe una confluencia de sus mltiples posiciones de sujeto, as que viene a la clase de ingls con una identidad com-pleja y matizada. All interacta con sus compaeros y el maestroy va transformando su identidad de acuerdo con las nuevas experiencias que tiene como miembro de esta pequea comunidad. Quizs toma una posicin de sujeto o identidad un poco apartada del grupo por ser reservado o porque tiene miedo de cometer un error en ingls o quizs adopta la misma posicin de lder que tiene en su equipo de deporte y quiere demostrar a sus compaeros su fa-cilidad para expresarse en ingls. Es en la interaccin entre los miembros del grupoprincipalmente en las actividades de aprendizajeque l y sus compaeros van posicionndose como miembros de esta comuni-dad de prctica. Al mismo tiempo, su membresa en la clase de ingls repercute en las otras comunidades de prctica a las cuales pertenece.

    Si el aprendizaje, como lo hemos definido aqu, significa el proceso continuo y progresivo de conver-tirse en un miembro de una comunidad de prctica, entonces la participacin en la clase de lenguas puede considerarse la construccin continua de identidad. Evidentemente, la grfica (Figura 1) no puede proyec-tar el carcter dinmico de estos procesos ni la per-meabilidad que existe entre las varias comunidades de prctica. Sin embargo, se puede apreciar cmo, desde esta perspectiva, el aprendizaje y el sentido de identi-dad estn entrelazados; finalmente son aspectos de un mismo fenmeno.

    Por ltimo, vale la pena recalcar que el apren-dizaje transforma tanto a la persona como al mundo social. El concebir al aprendizaje en trminos de par-ticipacin, enfoca nuestra atencin a la manera en que nosotros estamos vinculados con nuestras acciones y

    con el mundo en un conjunto de relaciones continu-amente evolucionando y renovndose. Es importante sealar que estas relaciones siempre van a ser espe-cficas al contexto histrico y cultural en que se pre-sentan. Por medio de la interaccin comunicativa, las personas activamente construyen su mundo social, crean y proyectan versiones de sus identidades, y dan significado a su experiencia. La investigacin de la identidad y el aprendizaje dentro de estos contextos, abordada a partir de un enfoque social, puede ofrecer-nos una visin ms clara y ms rica de ambos.

    BibliografaAtkinson, Dwight, Toward a Sociocognitive Ap-

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    Patricia andrew zurlinden

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    Patricia Andrew Zurlinden es profesora titular, adscrita al Departamento de Ingls del Centro de Ense-anza de Idiomas de la FES Acatln. Es doctora en educacin por la Universidad de Londres. Imparte socio-lingstica en la Licenciatura en Enseanza de Ingls. Es autora de diversas publicaciones.

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico:

    resultados de una investigacinAbout Nahuatlisms in the Spanish from Mexico:

    results of a research

    Svetlana Iakovleva

    RESUMENEl problema de la descripcin lxica de la dinmica de prstamos lingsticos es una parte integral de la descripcin sistemtica de una lengua. La diacrona del surgimiento de nuevos significados propor-ciona la posibilidad de entender el mecanismo del crecimiento y desarrollo de cualquier lengua, el perfeccionamiento de su aparato de denominacin, de revelar tendencias principales y perspectivas de la modificacin de vocabulario. Es por eso que actualmente se presta mucha importancia al anlisis de diccionarios como depsitos del principal tesoro lingstico.

    En la lingstica mexicana existe una slida opinin sobre la situacin y las tendencias en el desa-rrollo de los indigenismos y los nahuatlismos, como parte de este grupo, en el espaol de Mxico. El estado actual de los nahuatlismos se analiza solamente desde el enfoque de tendencias negativas, es decir, de desaparicin de los nahuatlismos de la lengua; por otro lado, no se encontraron estudios que investiguen los procesos internos relacionados con las modificaciones en los significados lxicos de este grupo de prstamos lingsticos, al anlisis de qu adquirieron o qu perdieron los nahuatlismos y cmo se transformaron a lo largo de los ltimos 100 aos.

    El propsito del presente estudio es investigar la dinmica de los nahuatlismos, en especial los que presentan polisemia, en el habla culta de la ciudad de Mxico a lo largo del siglo XX.

    PALABRAS CLAVEPrstamo lingstico, nahuatlismo, sincrona, diacrona.+

    ABSTRACTThe problem of the lexical description of the dynamics of loanwords is an integral part of the systema-tic description of a language. The diachrony of the emergence of new meanings provides the possibility to understand the mechanism of growth and development of any language, the improvement of their denomination system, of revealing leading trends and prospects of the modification of vocabulary. That is the main reason why nowadays, a great importance is given to the analysis of dictionaries as storage units of the main linguistic treasure.

    nm. 6, 2010, pp 14-30multidisciplina

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    Svetlana Iakovleva

    In Mexican linguistics there is a strong opinion about the status and trends in the development of Indigenisms and Nahuatlisms, as part of this group, in the Spanish from Mexico. The current status of Nahuatlisms is only analyzed from a negative trends approach, that is to say, from the disappearance of Nahuatlisms in the language; on the other hand, studies that investigate the internal processes associa-ted with changes in the lexical meanings of this group of loanwords could not be found, nor the analysis of what was acquired or lost by Nahuatlisms and the way they were transformed over the last 100 years. The purpose of this study is to investigate the dynamics of Nahuatlisms, especially those with polyse-my, in the educated speech in Mexico City throughout the twentieth century.

    KEYwORDSloanword, Nahuatlism, synchrony, diachrony

    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin.

    Toda lengua natural, siendo un fenmeno histrico, posee una capacidad a desarrollarse que se refleja particularmente en actos de denominacin. Para esto cada idioma utiliza, con el fin de reflejar nociones que surgieron como resultado del desarrollo de la socie-dad, del progreso en la ciencia, tcnica, cultura, etc., tres posibilidades: 1. Creacin de una palabra nueva, 2. Ampliacin de la estructura semntica de una palabra ya existente, 3. Diferenciacin de significados entre las palabras ya existentes, es decir, reduccin de la es-tructura semntica de la palabra.

    ltimamente se ha prestado mucha atencin al anlisis de nuevas palabras y significados, sin embargo estas investigaciones abarcan casi nicamente el pla-no sincrnico. Por lo tanto, en el campo del desarrollo de nuevos significados en las palabras ya existentes se ha formado un cierto vaco a nivel de investigacin. No obstante, este tema tiene una gran importancia no solamente para estudios hispnicos, lingstica aplica-da, traduccin, enseanza de lenguas extranjeras, co-municacin intercultural, sino tambin para las cien-cias relacionadas, como son ciencias de la educacin,pedagoga, sociologa, comunicacin, periodismo. La diacrona del surgimiento de nuevos significados proporciona la posibilidad de entender el mecanismo del crecimiento y desarrollo de cualquier lengua, el perfeccionamiento de su aparato de denominacin, de revelar tendencias principales y perspectivas de la modificacin de vocabulario. Es por eso que actual-mente se presta mucha importancia al anlisis de dic-cionarios como depsitos del principal tesoro lingstico.

    El problema de la descripcin lxica de la din-mica de prstamos lingsticos es una parte integral de la descripcin sistemtica de una lengua. Hace fal-ta mencionar que hasta hoy da se ha prestado poca atencin a la investigacin de las modificaciones de significados lxicos en diacrona. No hemos encon-trado ninguna investigacin sobre el tema al cual est dedicada esta investigacin, es decir, al aspecto men-cionado de la lexicografa en relacin a los nahuatlis-mos en la variante mexicana de la lengua espaola. Entre tanto, este trabajo permitira entender mejor el carcter de la nominacin y tambin las tendencias del desarrollo dinmico de una capa determinada del lxico que es importante y actual para la descripcin de la variabilidad en una lengua.

    El objeto de estudio el cuerpo de nahuatlismos descrito es una parte de los prstamos del idioma nhuatl en la variante mexicana de la lengua espaola obtenido por medio de la seleccin mediata del pri-mer Diccionario de aztequismos de C.A. Robelo publi-cado en el 1904 y que se caracteriza por la polisemia y la participacin en la formacin de los fraseologismos estables.

    El objetivo de la presente investigacin es el es-tudio de la dinmica de los significados lxicos de los nahuatlismos polismicos para definir modificaciones cuantitativas y cualitativas tanto en sus significados, como en los registros de diccionarios, el uso en el ha-bla culta segn la edad y sexo, tambin la elaboracin de mtodos para su descripcin lexicogrfica con el propsito de calificar modificaciones en significados lxicos de las palabras estudiadas desde la perspectiva de las tendencias lingsticas generales y en el aspecto de las unidades lxicas concretas.

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

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    DESLos mtodos y procedimientos del anlisis lings-

    tico incluyeron el anlisis experimental, estadstico, cuantitativo, distributivo y constitutivo (de compo-nentes); mtodos sustanciales de la comparacin de significados con la ayuda de los informantes; tambin el mtodo de la descripcin diacrnica y sincrnica de las unidades lxicas y el anlisis de las definiciones en los diccionarios.

    El material de la investigacin fue extrado de los seleccionados diccionarios monolinges de la len-gua espaola editados a lo largo del siglo XX, a saber: el Diccionario de aztequismos de Cecilio A. Robelo, el Diccionario de aztequismos de Luis Cabrera, el Diccio-nario de mejicanismos de Francisco J. Santamara, el Diccionario del espaol usual en Mxico, el Diccionario de la Real Academia Espaola en sus dos ltimas edi-ciones, de 1992 y 2001; tambin los datos obtenidos por medio de la encuesta de informantes.

    En la lingstica contempornea existe un nmero considerable de trabajos dedicados al problema de prs-tamos lingsticos, por ejemplo, los trabajos de Casares, Guzmn Betancourt, Lope Blanch, Lzaro Carreter, Reformatski, etc., sin embargo, no existe un consenso sobre lo que es un prstamo. Estas diferentes interpreta-ciones del trmino prstamo lingstico surgen gracias a diferentes enfoques y evaluaciones de las palabras desde los puntos de vista diacrnico o sincrnico. El enfoque diacrnico consiste en que cualquier palabra de origen extranjero independientemente del grado de su asimilacin y percepcin por los hablantes nativos, se considera como un prstamo y se distingue clara-mente de las palabras del origen nativo que integran las fuentes escritas de esta lengua. El enfoque sincr-nico considera el prstamo lingstico desde el punto de vista de su funcionamiento en el idioma, sus formas grficas, su pronunciacin, frecuencia y de su grado de comprensin por prcticamente todos los hablantes de esta lengua. Aunque el anlisis sincrnico y el diacr-nico tienen objetivos y mtodos diferentes, entre ellos existe una interdependencia: para conocer los cambios hay que detectar los elementos que han cambiado y va-lorar estos cambios en funcin del sistema total.

    Se conocen muchas clasificaciones del concepto prstamo lingstico propuestas por varios lingistas, por ejemplo, por Reformatski, Budagov, Golovin, Efremov, Sauvageot, Martinet, Guzmn Betancourt, etc. Basndose en sus propuestas y para fines que se

    pretenda alcanzar en este trabajo, definimos que los nahuatlismos son prstamos lingsticos de procedencia exterior1, directos, obligatorios en la mayora de los casos, simples (se tratarn solamente palabras) y propensos a las modificaciones en sus significados lxicos.

    En la lingstica mexicana existe una slida opinin sobre la situacin y las tendencias en el desarrollo de los indigenismos y los nahuatlismos, como parte de este grupo, en el espaol de Mxico. El estado actual de los nahuatlismos se analiza solamente desde el enfoque de tendencias negativas, es decir, de desaparicin de los na-huatlismos de la lengua; por otro lado, no se encontraron estudios que investiguen los procesos internos relaciona-dos con las modificaciones en los significados lxicos de este grupo de prstamos lingsticos, al anlisis de qu adquirieron o qu perdieron los nahuatlismos y cmo se transformaron a lo largo de los ltimos 100 aos.

    El presente estudio tena como propsito investi-gar la dinmica de los nahuatlismos, en especial los que presentan polisemia, en el habla culta de la ciudad de Mxico a lo largo del siglo XX. Se decidi considerar como punto de partida el Diccionario de aztequismos de Cecilio A. Robelo (1912). Se hizo un anlisis detenido de esta obra que arroj los siguientes resultados:

    la cantidad de palabras registradas como az-tequismos es de 2252; la lista de los aztequismos (con sus variantes ortogrficas y los derivados) es de 1560; las restantes 692 palabras son nombres geo-grficos de procedencia nhuatl.

    Luego de descartar los topnimos se hizo una se-gunda depuracin en la que se excluyeron:

    trminos relacionados con flora y fauna siempre y cuando no tuvieran ms de un signi-ficado; gentilicios; trminos relacionados con deidades aztecas; nombres propios; palabras que el mismo autor marca como en desuso; etimologas dudosas para el autor.

    1 A diferencia de los prstamos internos, cuando una palabra ya existente en la lengua, pasa a designar un nuevo concepto, por ejemplo: pluma de un pjaro pluma para escribir.

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    Svetlana Iakovleva

    Para tener la seguridad de que las palabras in-cluidas en el corpus tuvieran etimologa nhuatl, fueron verificadas en las siguientes fuentes biblio-grficas2:

    Diccionario de aztequismos de RobeloVocabulario en la lengua Castellana y Mejica-na de MolinaDictionaire de la Langue Nhuatl o Mexicaine de SimenDiccionario de mejicanismos de SantamaraDiccionario de aztequismos de CabreraDiccionario Crtico Etimolgico de CorominasDRAE (1992)DRAE (2001).

    Al terminar la investigacin bibliogrfica en los diccionarios mencionados y definir el corpus de in-vestigacin (91 nahuatlismos) se hizo la seleccin de 24 informantes: 12 hombres y 12 mujeres, distribui-dos en tres generaciones3:

    4 hombres y 4 mujeres de la primera genera-cin (22-34 aos) 4 hombres y 4 mujeres de la segunda gene-racin (35-50 aos) 4 hombres y 4 mujeres de la tercera genera-cin (mayores de 50 aos)

    Anlisis de los significados lxicos de los nahuatlismos en diacrona (segn los datos de los diccionarios)

    Registro de los nahuatlismos en los diccionarios (corpus - 91 palabras: 81 sustantivos, 6 verbos, 4 ad-jetivos)

    El registro de los nahuatlismos en los diccionarios es variable: 54 (59% del corpus) nahuatlismos estn registrados en todos los diccionarios investigados, es decir, a parte de los mencionados, tambin en los diccionarios DEUM y DRAE 1992 y 2001; 37 (41%) nahuatlismos del corpus presentan variaciones en sus registros en los diccionarios (grfica 1). 2 La etimologa de algunas palabras result ser todava discutible, pero las incluimos por inclinarse a que las etimologas de nhuatl parecen razonables.3 Para la seleccin y distribucin de los informantes me bas en la metodologa mencionada por Juan M. Lope Blanch. (1979:75)

    Grfica 1. Registro de los nahuatlismos en diccionarios.

    Las diferencias cuantitativas que reflejan la presen-cia del corpus en los ltimos, son las siguientes:

    DEUM registra 57 (63%) nahuatlismos del corpus, DRAE 92 registra 79 (87%) nahuatlismos del corpus. DRAE 01 registra 86 (94,6%) nahuatlismos del corpus.

    La correspondencia de los registros del corpus in-vestigado en los diccionarios est presentada en la gr-fica 2.

    Grfica 2. Registro del corpus investigado en diccionarios.

    Es menester hacer un comentario sobre la au-sencia de varios nahuatlismos en el DEUM y en los dos ltimos DRAE: esta diferencia en el registro radica en los objetivos bsicos de estos dicciona-rios, si los DRAE tratan de reunir el conocimien-to general sobre el espaol, la tarea de DEUM se refleja en el mismo nombre de su diccionario, se ocup del espaol usual en Mxico. Es necesario mencionar que conocer un nahuatlismo no signi-

    Registro de los nahuatlismos en diccionarios.

    59% nahuatlismos del corpus estn registrados en todos los diccionarios investigados;

    41% nahuatlismos del corpus presentan variaciones en registros de los diccionarios.

    0%

    10%

    20%

    30%

    40%

    50%

    60%

    70%

    80%

    90%

    100%

    100% del corpus est registrado en Robelo, Cabrera, Santamara

    63% del corpus est registrado en DEUM

    87% del corpus est registrado en DRAE 92

    94,6% del corpus est registrado en DRAE 01

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

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    DESfica su uso constante o, por lo menos, con los mis-

    mos significados que registran los diccionarios.Comparemos los registros del corpus investigado en

    Nahuatlismo DEUM DRAE 92 DRAE 01 InformantesAchichinar No No Si 41 %Achichincle No Si Si 100%Achiote No Si Si 91%Apochinarse No No No 8%Aposcahuarse No No No 33%Cacle No Si Si 87.5%Cuicla No Si Si 16%Cuico No Si Si 66%Chacualear No Si Si 62.5%Chamagoso No Si Si 100%Chimole No Si Si 41%Chinacate No Si Si 4%Chipil No No No 100%Chipote No Si Si 100%Chuchuluco No No No 100%Huehuenches No No Si 25%Itacate Si No Si 100%Macana No Si Si 100%Machincuepa No Si Si 70%Machote No Si Si 100%Matatena No No No 91%Mecapal No Si Si 37.5%Meco No Si Si 75%Molote No Si Si 91%Neja No Si Si 25%Pachon No Si Si 100%Papachos No Si Si 100%Pilmama No No Si 83%Piocha No Si Si 95%Ppila No Si Si 100%Popote No Si Si 100%Talacho, a No Si Si 100%Tata No Si Si 100%Tatemar No No Si 87.5%Tepetate Si No Si 70%Tiza No Si Si 91%Tuza Si No Si 95%

    los diccionarios que presentan variaciones (DEUM, DRAE 92, DRAE 01) y los resultados obtenidos por medio de las encuestas aplicadas4.

    4 El anlisis detallado de las encuestas lo presentaremos ms adelante en el apartado sobre el conocimiento del corpus investigado por los informantes.

    Tabla 1. Tabla comparativa del registro del corpus en los diccionarios y su conocimiento por los informantes.

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    Svetlana Iakovleva

    1. Achichincle

    2. Chamagoso

    3. Chipil

    4. Chipote

    5. Chuchuluco

    6. Itacate

    7. Macana

    8. Machote

    9. Pachn

    10. Papachos

    (Apapachos)

    11. Ppila

    12. Popote

    13. Talacha

    14. Tata

    De los 37 nahuatlismos de esta lista:

    en DEUM estn registrados 3 (8%) nahua-tlismos: itacate, tepetate, tuza. en el DRAE 92 estn registrados 25 (67,5%) nahuatlismos: achichincle, achiote, cacle, cuicla, cuico, chacualear, chamagoso, chimole, chinacate, chipote, macana, machincuepa, machote, mecapal, meco, molote, neja, pachn, papachos, piocha, ppi-la, popote, talacho, tata, tiza. en el DRAE 01 estn registrados 32 (86,7%) nahuatlismos: achichinar, achichincle, achiote, ca-cle, cuicla, cuico, chacualear, chamagoso, chimole, chinacate, chipote, huehuenches, itacate, macana, machincuepa, machote, mecapal, meco, molote, neja, pachn, papachos, pilmama, piocha, ppila, popote, talacho, tata, tatemar, tepetate, tiza, tuza.

    Pero, como muestra la tabla de comparacin, el conocimiento de estos 37 nahuatlismos por los infor-mantes es diferente:

    a) 14 (37%) nahuatlismos son conocidos por 100% de los informantes:

    b) 10 (28%) nahuatlismos son conocidos por 75- 95% de los informantes:

    1. Achiote

    2. Cacle

    3. Matatena

    4. Meco

    5. Molote

    6. Pilmama

    7. Piocha

    8. Tatemar

    9. Tiza

    10. Tuza

    c) 4 (11%) nahuatlismos son conocidos por 50 74% de los informantes:

    1. Cuico

    2. Chacualear

    3. Machincuepa

    4. Tepetate

    d) 6 (16,2%) nahuatlismos son conocidos por 25 49% de los informantes:

    1. Achichinar

    2. Aposcahuarse

    3. Chimole

    4. Huehuenches

    5. Mecapal

    6. Neja

    e) 3 (8,1%) nahuatlismos son conocidos por 0 24% de los informantes:

    1. Apochinarse

    2. Cuicla

    3. Chinacate

    Los 28 nahuatlismos (los apartados a, b, c) de los 37 que presentan variaciones en su registro en los diccionarios deberan ser investigados con ms dete-nimiento, sobre todo en lo que se refiere a su uso en Mxico, son palabras que dicen saber ms de 50% de los encuestados.

    Pasemos ahora al anlisis de los nahuatlismos que segn registros de los diccionarios consultados participan en la formacin de los fraseologismos, lo-cuciones o expresiones fijas. Resultaron ser 29 (32% del corpus] nahuatlismos (28 sustantivos y 1 adje-tivo):

    Atole, ayate, cacao, cacle, camote, cocol, cuate, chichi, chile, chiquigite, chocolate, gua-cal, huaje, mecate, milpa, mitote, mole, nana, papalote, petaca, petate, piocha, popote, tamal, tanate, tecolote, tomate, zacate, meco.

    Pero el registro de los fraseologismos, locuciones o expresiones fijas con estos nahuatlismos dista mu-cho de un diccionario a otro. Se presenta enseguida una tabla comparativa de sus registros.

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

    HUMA

    NIDA

    DES

    Como se puede observar, la participacin de los nahuatlismos mencionados en la formacin de los fra-

    seologismos, locuciones o expresiones fijas a lo largo del siglo XX es variada:

    Nahuatlismo Robelo Cabrera Santamara DEUM DRAE 92 DRAE 01

    Atole X X X X X X

    Ayate X

    Cacao X X X X X

    Cacle X

    Camote X X X X X X

    Cocol X X X X X

    Cuate X

    Chichi X X

    Chile X X X X

    Chiquigite X X X

    Chocolate X X

    Guacal X X X X X X

    Huaje X

    Mecate X X X X X

    Milpa X X X

    Mitote X

    Mole X X X

    Nana X X

    Papalote X

    Petaca X X X

    Petate X X X X X

    Piocha X

    Popote X X

    Tamal X X X X

    Tanate X X X

    Tecolote X X

    Tomate X X X

    Zapote X

    Meco X

    Tabla 2. Registro de los nahuatlismos que forman parte de fraseologismos, locuciones o expresiones fijas en los diccionarios investigados.

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    Svetlana Iakovleva

    1. Tres nahuatlismos estn registrados en todos los dic-cionarios investigados (6) como participantes de fra-seologismos, locuciones o expresiones fijas:

    atole - dar atole con el dedo a alguien Mx. engaarle, embaucarle (Robelo, Cabrera, Santamara, DEUM, DRAE 92, DRAE 01); sangre de atole (sangre de horchata) carc-ter calmoso que no se altera por nada (Robe-lo, Cabrera, Santamara, DEUM, DRAE 01);camote - tragar camote fig. expresarse con dificultad por no saber o no querer hacerlo claramente (Robelo, Cabrera, Santamara, DEUM, DRAE 92, DRAE 01);guacal - pedir o dar el huacal el da de la fiesta del Crpus pedir o dar un huacalito de dulces (Ro-belo, Santamara); salir(se) del huacal fig. salir del comportamiento normal, habitual (Cabrera, Santamara, DEUM, DRAE 92, DRAE 01).

    2. Seis nahuatlismos estn registrados en la mayora de los diccionarios investigados (4-5) como participantes de fraseologismos, locuciones o expresiones fijas:

    cacao no valer un cacao fig. ser de muy escaso valor (Robelo, Cabrera, Santamara, DRAE 92, DRAE 01); pedir cacao rendirse (Cabrera, Santamara, DRAE 01);cocol - irle a alguien, o estar (quedar) del cocol - fig. fam. irle muy mal (Cabrera, Santamara, DEUM, DRAE 92, DRAE 01);chile - hacer chile con el culo fig. fam. aguantar su clera movindose en el asiento (Robelo, Santamara, DEUM); a medios chiles medio borracho (Santamara, DEUM, DRAE 01);mecate - a todo mecate fig. algo muy bueno, a todo dar o a toda velocidad (DEUM); andar como burro sin mecate andar atolondrado, sin atadura, perdido (Cabrera); es un mecate persona lpera, grosera (aludiendo a las asperezas de los me-cates) (Robelo); tener a uno a mecate corto controlar a uno (Santamara, DRAE 01);petate liar (doblar) el petate morir (Ro-belo, Cabrera, Santamara, DRAE 92, DRAE 01); ser un petate ser un desgraciado, des-preciable (Robelo, Cabrera, Santamara);

    tamal - hacer de chivo los tamales pop. en-gaar o defraudar a alguien, ser infiel a su pa-reja (Robelo, Cabrera, Santamara, DEUM).

    3. Once nahuatlismos estn registrados en pocos dic-cionarios investigados (2-3) como participantes de fraseologismos, locuciones o expresiones fijas:

    chichi - pasarla mamando la chiche no tener responsabilidades, ser aprovechado (Santa-mara, DEUM);chiquigite - hacer a uno chiquigite fig. en-gaarlo, no tomar en cuenta (Robelo, Cabre-ra, Santamara);chocolate - dar a alguien sopa de su propio chocolate o agua de su propio chocolate co-loq. hacerle a alguien lo que l hace a otros (Cabrera, DEUM);milpa - llover en su milpita conseguir y conservar un bienestar mediano (Robelo, Santamara); llover en su milpita tener problemas (Cabrera);mole - dar el mero mole fig. ofrecer lo que le gusta a uno (Cabrera, DEUM); ser una cosa el mole de uno - fig. ser de su gusto especial, su tema o pasin favorita (Santamara, DEUM);nana - llamar a nana fig. pedir auxilio (por miedo) (Robelo); ay, nanita! expresin de miedo (Robelo, Cabrera);petaca - echarse uno con las petacas fig. mos-trarse aptico o desidioso, perezoso (Robe-lo, Cabrera, Santamara);popote - no levantar ni un popote ser flojo (Cabrera, Santamara);tanate - cargar uno con los tanates fig. fam. mar-charse, mudarse (Santamara, DRAE 92, DRAE 01); tecolote - cantarle a uno el tecolote andar-le cerca la muerte (Santamara, DRAE 01);tomate - ponerse como tomate fig. fam. sonrojar-se, azorarse (Santamara, DRAE 92, DRAE 01).

    4. Nueve nahuatlismos estn registrados solamente en uno de los diccionarios investigados como participan-tes de fraseologismos, locuciones o expresiones fijas:

    ayate - cara de ayate ser cacarizo (Robelo);cacle - tronar (bufar) el cacle apestar los pies a una persona (Cabrera);

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

    HUMA

    NIDA

    DESmitote - armar un mitote provocar un albo-

    roto; irse al mitote unirse a los rebeldes (Ca-brera);papalote - ponerle zumba al papalote exa-cerbar una discusin con palabras malso-nantes o seales o ademanes indecorosos (Cabrera);zapote - carsele el zapote al mico fig. perder la chamba, una posicin o situacin que se cree segura (Cabrera);piocha - hacer la piocha fig. fam. adular, ha-cer la barba (Santamara);meco - estar uno meco fig. fam. estar sin bau-tizarse (Santamara);cuate - no tener algo o alguien cuate no te-ner comparacin, ser nico en su gnero (DEUM);huaje - hacer guaje a alguien fig. engaarlo (DEUM).

    Por el momento no se comentar ms, ni se darn conclusiones sobre la participacin de los nahuatlis-mos en la formacin de fraseologismos, locuciones o expresiones fijas, porque ms adelante se elaborar un anlisis detallado sobre el conocimiento en este aspecto del corpus investigado por los informantes y la comparacin de los datos obtenidos en los regis-tros bibliogrficos y los que proporcionaron los en-cuestados.

    Anlisis sincrnico de los significados lxicos de los nahuatlismos (segn los datos de las encuestas)

    En este apartado se hace el anlisis cuantitativo de datos proporcionados por los informantes bajo diversos enfoques. Primeramente veamos cul es el conocimiento general del corpus investigado que de-mostraron las personas encuestadas? Los resultados fueron los siguientes:

    1. Nahuatlismos de conocimiento general

    24 PERSONAS (100%) conocen 57 nahuatlismos (63% del corpus), de estos:

    1. Achichincle2. Aguacate3. Atole4. Cacao5. Camote6. Capuln7. Cocol8. Comal9. Coyote10. Cuate11. Chapopote12. Chayote13. Chichi14. Chicle15. Chilaquiles16. Chile17. Chipote18. Chocolate19. Chuchuluco20. Ejote21. Escuincle22. Huacal23. Huachinango24. Hule25. Itacate26. Jacal27. Jcara

    28. Macana29. Machote30. Mecate31. Memela32. Milpa33. Mitote34. Mole35. Nagual36. Nana37. Nene38. Papachos39. Papalote40. Petaca41. Petate42. Ppila43. Popote44. Pozole45. Talacha46. Tamal47. Tata48. Tecolote49. Tianguis50. Tilichis51. Tomate52. Zacate53. Zapote

    Tres son ADJETIVOS (75% de los adjetivos):

    1. Chamagoso2. Chipil3. Pachn

    Uno es VERBO (17% de los verbos):

    1. Pepenar

    2. Nahuatlismos de conocimiento casi general

    16 23 PERSONAS (66 - 99%) conocen 23 nahua-tlismos (25 % del corpus), de estos:

    21 son SUSTANTIVOS (26% de todos los sustantivos) :

    Son 53 SUSTANTIVOS (65% de todos los sustanti-vos):

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    Svetlana Iakovleva

    1. Achiote2. Ayate3. Cacle4. Cuico5. Chachalaca6. Chichicuilote7. Chiquigite8. Huaje9. Jiote10. Machincuepa11. Matatena

    12. Molote13. Ocote14. Pilmama15. Pinacate16. Piocha17. Tanate18. Tepalcate19. Tepetate20. Tiza21. Tuza

    Un ADJETIVO (25%):

    1. Meco

    Un VERBO (17%):

    1. Tatemar

    3. Nahuatlismos de conocimiento medio

    7 15 PERSONAS (26 65%) conocen 6 palabras (7% del corpus), de estos:

    Tres son SUSTANTIVOS (4%):

    1. Chimole2. Mecapal3. Tameme

    Tres son VERBOS (49%):

    1. Achichinar2. Aposcahuarse3. Chacualear

    4. Nahuatlismos de poco conocimiento

    0 6 PERSONAS (0 25%) conocen 5 palabras (5% del corpus), de estos:

    Cuatro son SUSTANTIVOS (5%):

    1. Cuicla 2. Chinacate3. Huehuenches4. Neja

    Un VERBO (17%):

    1. Apochinarse

    En la grfica 3 se presentan resultados generales de forma esquemtica. Los porcentajes indicados corresponden al % de nahuatlismos reconocidos por diversas cantidades de los informantes:

    Grfica 3.

    100% de los informantes conocen 63% de los nahuatlismos del corpus66 99% de los informantes conocen 25% de los nahuatlismos del corpus 26 65% de los informantes conocen 7% de los nahuatlismos del corpus 0 25% de los informantes conocen 5% de los nahuatlismos del corpus

    Las siguientes tres grficas (4, 5, 6) representan el des-glose de esta informacin dividida por clases gramati-cales (sustantivos, adjetivos, verbos).

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

    HUMA

    NIDA

    DES

    Grfica 5.

    100% de los informantes conocen 75% de los adjetivos del cor-pus66 99% de los informantes conocen 25% de los adjetivos del corpus

    Grfica 4.

    Grfica 6.

    Tambin se hizo el anlisis del corpus aplicado en las encuestas desde el punto de vista del conoci-miento por sexo y por generaciones. Aqu se debe mencionar que los datos siguientes no incluyen los nahuatlismos de conocimiento total (apartado 1) ci-tados anteriormente, es decir, en esta parte se inves-tigan 34 nahuatlismos, de los cuales 28 son sustanti-vos, 1 es adjetivo y 5 son verbos (apartados 2, 3, 4). Empezaremos por el anlisis desde el punto de vista del sexo.

    100% de los informantes conocen 65% de los sustantivos del corpus66 99% de los informantes conocen 26% de los sustantivos del corpus26 65% de los informantes conocen 4% de los sustantivos del corpus0 25% de los informantes conocen 5% de los sustantivos del corpus

    100% de los informantes conocen 17% de los verbos del corpus66 99% de los informantes conocen 17% de los verbos del corpus26 65% de los informantes conocen 49% de los verbos del corpus0 25% de los informantes conocen 17% de los verbos del corpus

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    Svetlana Iakovleva

    Basndose en la tabla presentada se puede dedu-cir que el conocimiento del corpus por las mujeres y los hombres tiene las siguientes caractersticas:

    Conocimiento del corpus por mujeres

    Doce (100%) mujeres conocen 6 (6,5% del corpus) nahuatlismos5: achiote, chichicuilote, huaje, matatena, molote, piocha. Once (91%) mujeres conocen 5 nahuatlis-mos 4 sustantivos y 1 verbo (5,4% del cor-pus): ocote, pilmama, tiza, tuza, tatemar. Diez (83%) mujeres conocen 5 nahuatlis-mos (5,4% del corpus): ayate, cacle, chachalaca, chiquigite, jiote. Nueve (75%) mujeres conocen 3 nahuatlis-mos 2 sustantivos y 1 verbo (3,2% del cor-pus): machincuepa, tanate, chacualear. Ocho (66%) mujeres conocen 3 nahuatlis-mos 2 sustantivos y 1 adjetivo (3,2% del cor-pus): pinacate, tepalcate, meco. Siete (58%) mujeres conocen 3 nahuatlis-mos (3,2% del corpus): cuico, chimole, tepetate. Cinco (47%) mujeres conocen 1 nahuatlis-mo 1 verbo (1% del corpus): achichinar. Cuatro (33%) mujeres conocen 2 nahuat-lismos (2,7% del corpus): huehuenches, tameme. Tres (25%) mujeres conocen 3 nahuatlis-mos 2 sustantivos y 1 verbo (3,2% del cor-pus): mecapal, neja, aposcahuarse. Dos (16%) mujeres conocen 1 nahuatlismo (1% del corpus): cuicla. Uno (8,3%) mujer conoce 1 nahuatlismo (1% del corpus): chinacate. Ninguna mujer (0%) conoce 1 nahuatlismo 1 verbo (1% del corpus): apochinarse.

    Conocimiento del corpus por hombres

    Doce (100%) hombres conocen 5 (5,4% del corpus) nahuatlismos: chachalaca, jiote, oco-te, pinacate, tuza.

    5 En el caso cuando no se presenta el desglose en sustantivos, adjeti-vos y verbos, se trata nicamente de los sustantivos.

    Nahuatlismo Mujeres HombresAchichinar 5 5Achiote 12 10Apochinarse 0 2Aposcahuarse 3 5Ayate 10 11Cacle 10 11Cuicla 2 2Cuico 7 9Chachalaca 10 12Chacualear 9 6Chichicuilote 12 10Chimole 7 3Chinacate 1 0Chiquigite 10 10Huaje 12 11Huehuenches 4 2Jiote 10 12Machincuepa 9 8Matatena 12 10Mecapal 3 6Meco 8 10Molote 12 10Neja 3 3Ocote 11 12Pilmama 11 9Pinacate 8 12Piocha 12 11Tameme 4 6Tate 9 11Tatemar 11 10Tepalcate 8 10Tepetate 7 10Tiza 11 11Tuza 11 12

    Tabla 3. Nahuatlismos de conocimiento variado (por sexo).1

    1 Recordemos que la encuesta fue aplicada a los 24 informantes [12 hombres y 12 mujeres].

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

    HUMA

    NIDA

    DES

    Cinco (5,4%) nahuatlismos (4 sustantivos y 1 verbo) resultaron de uso indistinto entre mujeres y hombres: cuicla, chiquigite, neja, tiza, achichinar.

    La grfica 7 refleja las preferencias en el uso de los na-huatlismos por sexo en forma de las correspondencias porcentuales:

    Once (91%) hombres conocen 6 nahuatlis-mos (6,5% del corpus): ayate, cacle, huaje, pio-cha, tanate, tiza. Diez (83%) hombres conocen 9 nahuatlis-mos 7 sustantivos, 1 adjetivo, 1 verbo (9,8% del corpus): achiote, chichicuilote, chiquigite, matate-na, molote, tepalcate, tepetate, meco, tatemar. Nueve (75%) hombres conocen 2 nahuat-lismos (2,7% del corpus): cuico, pilmama. 8 (66%) hombres conocen 1 nahuatlismo (1% del corpus): machincuepa. Seis (50%) hombres conocen 3 nahuatlis-mos 2 sustantivos y 1 verbo (3,2% del cor-pus): mecapal, tameme, chacualear. Cinco (47%) hombres conocen 2 nahuat-lismos 2 verbos (2,7% del corpus): achichinar, aposcahuarse. Tres (25%) hombres conocen 2 nahuatlis-mos (2,7% del corpus): chimole, neja. Dos (16%) hombres conocen 3 nahuatlis-mos 2 sustantivos y 1 verbo (3,2% del cor-pus): cuicla, huehuenches, apochinarse. Ningn hombre (0%) conoce 1 nahuatlis-mo (1% del corpus): chinacate.

    Despus pareci interesante hacer un anlisis para determinar si existen preferencias entre mu-jeres y hombres en el uso de los nahuatlismos in-vestigados, o su utilizacin es indistinta. He aqu los resultados:

    Trece (14,2%) nahuatlismos (11 sustanti-vos y 2 verbos) de la lista tienen el uso prefe-rencial de mujeres: achiote, chichicuilote, chimo-le, chinacate, huaje, huehuenches, machincuepa, matatena, molote, pilmama, piocha, chacualear, tatemar. Diecisis (17%) nahuatlismos (13 sustanti-vos, 1 adjetivo y 2 verbos) de la lista tienen el uso preferencial de hombres: ayate, cacle, cuico, chachalaca, jiote, mecapal, ocote, pinacate, tame-me, tanate, tepalcate, tepetate, tuza, meco, apochi-narse, aposcahuarse.

    Grfica 7.

    Ahora, procedamos al anlisis del corpus desde el punto de vista de edades.

    Conocimiento del corpus por generaciones

    Recordemos que las encuestas fueron aplicadas a personas repartidas en 3 grupos segn su edad:

    Ia generacin personas entre 22 y 35 aosIIa generacin personas entre 36 y 50 aos

    IIIa generacin personas mayores de 50 aos.

    De esta manera, cada grupo est conformado por 8 personas (4 mujeres y 4 hombres).

    Empezaremos por presentar la tabla comparativa de los nahuatlismos de conocimiento variado y lue-go se describen los resultados obtenidos con mayor detalle.

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    Svetlana Iakovleva

    Nahuatlismo I Generacin II Generacin III GeneracinAchichinar 2 4 4Achiote 7 8 7Apochinarse 1 0 1Aposcahuarse 0 5 3Ayate 7 6 8Cacle 7 8 6Cuicla 2 1 1Cuico 4 5 7Chachalaca 8 6 8Chacualear 3 7 5Chichicuilote 7 8 7Chimole 2 4 4Chinacate 1 0 0Chiquigite 6 7 7Huaje 8 7 8Huehuenches 0 2 4Jiote 7 7 8Machincuepa 3 7 7Matatena 7 8 7Mecapal 1 4 4Meco 6 6 6Molote 8 7 7Neja 2 0 4Ocote 7 8 8Pilmama 6 5 8Pinacate 6 7 7Piocha 8 7 8Tameme 2 5 3Tanate 7 7 6Tatemar 5 8 8Tepalcate 3 7 8Tepetate 3 7 7Tiza 8 7 7Tuza 8 8 7

    Tabla 4. Nahuatlismos de conocimiento variado (por generaciones).

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

    HUMA

    NIDA

    DESConocimiento del corpus por las personas de

    la primera generacin Ocho (100%) personas conocen 6 (6,5%) na-huatlismos: chachalaca, huaje, molote, piocha, tiza, tuza. Siete (87,5%) personas conocen 8 (8,7%) nahuatlismos: achiote, ayate, cacle, chichicuilote, jiote, matatena, ocote, tanate. Seis (75%) personas conocen 4 (4,3%) na-huatlismos 3 sustantivos y 1 adjetivo: chiqui-gite, pilmama, pinacate, meco. Cinco (62,5%) personas conocen 1 (1%) nahuatlismo 1 verbo: tatemar. Cuatro (50%) personas conocen 1 (1%) na-huatlismo: cuico. Tres (37,5%) personas conocen 4 (4,3%) nahuatlismos 3 sustantivos y 1 verbo: machin-cuepa, tepalcate, tepetate, chacualear. Dos (25%) personas conocen 5 (5,4%) nahuatlismos 4 sustantivos y 1 verbo: cuicla, chimole, neja, tameme, achichinar. Uno (12,5%) persona conoce 3 (3,2%) na-huatlismos 2 sustantivos y 1 verbo: chinacate, mecapal, apochinarse. Nadie (0%) conoce 2 (2,7%) nahuatlismos 1 sustantivo y 1 verbo: huehuenches, aposcahuarse.

    Conocimiento del corpus por las personas de la segunda generacin

    Ocho (100%) personas conocen 7 (7,6%) nahuatlismos 6 sustantivos y 1 verbo: achiote, cacle, chichicuilote, matatena, ocote, tuza, tatemar. Siete (87,5%) personas conocen 12 (13,1%) nahuatlismos 11 sustantivos y 1 verbo: chiqui-gite, huaje, jiote, machincuepa, molote, pinacate, piocha, tanate, tepalcate, tepetate, tiza, chacualear. Seis (75%) personas conocen 3 (3,2%) na-huatlismos 2 sustantivos y 1 adjetivo: ayate, chachalaca, meco. Cinco (62,5%) personas conocen 4 (4,3%) nahuatlismos 3 sustantivos y 1 verbo: cuico, pilmama, tameme, aposcahuarse. Cuatro (50%) personas conocen 3 (3,2%) nahuatlismos 2 sustantivos y 1 verbo: chimole, mecapal, achichinar. Dos (25%) personas conocen 1 (1%) na-huatlismo: huehuenches.

    Uno (12,5%) persona conoce 1 (1%) na-huatlismo: cuicla. Nadie (0%) conoce 3 (3,2%) nahuatlismos: chinacate, neja, apochinarse.

    Conocimiento del corpus por las personas de la tercera generacin

    Ocho (100%) personas conocen 9 (9,8%) nahuatlismos 8 sustantivos y 1 verbo: ayate, chachalaca, huaje, jiote, ocote, pilmama, piocha, tatemar, tepalcate. Siete (87,5%) personas conocen 11 (13,1%) nahuatlismos: achiote, cuico, chichicui-lote, chiquigite, machincuepa, matatena, molote, pinacate, tepetate, tiza, tuza. Seis (75%) personas conocen 3 (3,2%) nahua-tlismos 2 sustantivos y 1 adjetivo: cacle, tanate, meco. Seis (62,5%) personas conocen 1 (1%) na-huatlismo 1 verbo: chacualear. Cuatro (50%) personas conocen 5 (5,4%) nahuatlismos 4 sustantivos y 1 verbo: chimo-le, huehuenches, mecapal, neja, achichinar. Tres (37,5%) personas conocen 2 [2,7%] nahuatlismos 1 sustantivo y 1 verbo: tameme, aposcahuarse. Uno (12,5%) persona conoce 2 (2,7%) nahua-tlismos - 1 sustantivo y 1 verbo: cuicla, apochinarse. Nadie (0%) conoce el (1%) nahuatlismo: chinacate.

    Preferencias en el conocimiento del corpus por generaciones

    57 (64%) nahuatlismos se usan de manera indis-tinta: son nahuatlismos de conocimiento general. Cuatro (4%) nahuatlismos se usan preferente-mente por la Ia generacin: cuicla, chinacate, molote, tiza. Siete (8%) nahuatlismos (5 sustantivos y 2 verbos) se usan preferentemente por la IIa ge-neracin: achiote, cacle, chichicuilote, matatena, tameme, aposcahuarse, chacualear. 8 (9%) nahuatlismos (7 sustantivos y 1 ver-bo) se usan preferentemente por la IIIa genera-cin: ayate, cuico, huehuenches, jiote, neja, pilma-ma, tepalcate, apochinarse.

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    Svetlana Iakovleva

    1 (1%) nahuatlismo se usa preferentemente por las Ia y IIa generaciones: tuza. 9 (10%) nahuatlismos (7 sustantivos y 2 ver-bos) se usan preferentemente por las IIa y IIIa ge-neraciones: chimole, chiquigite, machincuepa, me-capal, ocote, pinacate, tepetate, achichinar, tatemar. 4 (4%) nahuatlismos se usan preferente-mente por las Ia y IIIa generaciones: chachalaca, huaje, piocha, tanate.

    La grfica 8 presenta la informacin obtenida en la forma esquemtica.

    Grfica 8.

    Conclusiones

    1. La tendencia principal con relacin a los nahuat-lismos como parte de la variante mexicana de la lengua espaola es su disminucin gradual condicionada por los cambios en la vida, eco-noma y educacin en constante modificacin. El desarrollo permanente de la sociedad basado en los avances tecnolgicos ejerce su influencia sobre la lengua de tal manera que los conceptos anticuados tienden a conservarse a modo de his-toricismos o completamente desaparecer de la memoria colectiva.

    2. Existe un grupo estable de los nahuatlismos que forman parte integral de la variante mexicana de la lengua espaola, lo que se prueba con su asimilacin completa en la lengua expresada de las siguientes maneras:

    La dinmica de significados lxicos de los nahuatlismos sucedido en el seno del espaol mexicano;

    la participacin en la formacin de fraseolo-gismos, expresiones y locuciones estables (per-manentes o temporales).

    3. La dinmica de significados lxicos de los na-huatlismos representa un proceso complicado que se caracteriza por varias tendencias.

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    Acerca de los nahuatlismos en el espaol de Mxico: resultados de una investigacin

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