Mujer, naturaleza y ciencia - Universidad Nacional de Colombia ... · (la síntesis de la mecánica...

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MONOGRAFIA ___________ ---J{ Mujer, naturaleza y ciencia P ensemos en la asociación anti- quísima que existe entre mujer y naturaleza, y que ha persisti- do en la cultura, el lenguaje y la historia de tantas sociedades. Es esa interrelación antigua la que simultáneamente surge en las últi- mas décadas en el movimiento eco- lógico y en el movimiento de libera- ción femenina. Encontramos en ellos una perspectiva igualitaria; las mujeres luchan por liberarse de limitaciones culturales y económi- * Socióloga, profesora del Departamento de Tra- bajo Social, Universidad Nacional. 90 cas que las mantienen subordina- das a los hombres, en casi todo el planeta. Los ambientalistas nos alertan sobre las consecuencias irreversibles de la explotación am- biental continuada, y se está des- arrollando una ética ecológica que enfatiza la íntima relación entre la naturaleza y el ser humano. Otro aspecto muy importante de la trans- formación cultural que estamos presenciando, al terminar este siglo, son las expresiones yvivencias de la espiritualidad de las mujeres que se fundamentan en una profunda con- vicción ecológica: la percepción MARIA CRISTINA SALAZAR* intuitiva de la unicidad de la vida, la interdependencia de sus múltiples manifestaciones, y sus ciclos de cambios y transformación. Feminismo, espiritualidad yecologia Una feminista (Spretnak 1982) ve en esas expresiones de espirituali- dad una revelación del vínculo cru- cial entre feminismo, espiritualidad y ecología. Su principal enfoque es sobre la espiritualidad. Basándose a la vez en sus estudios sobre diversas tradiciones religiosas y su propia

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MONOGRAFIA___________ ---J{

Mujer, naturaleza y ciencia

Pensemos en la asociación anti-quísima que existe entre mujery naturaleza, y que ha persisti-

do en la cultura, el lenguaje y lahistoria de tantas sociedades. Esesa interrelación antigua la quesimultáneamente surge en las últi-mas décadas en el movimiento eco-lógico y en el movimiento de libera-ción femenina. Encontramos enellos una perspectiva igualitaria; lasmujeres luchan por liberarse delimitaciones culturales y económi-

* Socióloga, profesora del Departamento de Tra-bajo Social, Universidad Nacional.

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cas que las mantienen subordina-das a los hombres, en casi todo elplaneta. Los ambientalistas nosalertan sobre las consecuenciasirreversibles de la explotación am-biental continuada, y se está des-arrollando una ética ecológica queenfatiza la íntima relación entre lanaturaleza y el ser humano. Otroaspecto muy importante de la trans-formación cultural que estamospresenciando, al terminar este siglo,son las expresiones yvivencias de laespiritualidad de las mujeres que sefundamentan en una profunda con-vicción ecológica: la percepción

MARIA CRISTINA SALAZAR*

intuitiva de la unicidad de la vida, lainterdependencia de sus múltiplesmanifestaciones, y sus ciclos decambios y transformación.

Feminismo, espiritualidadyecologia

Una feminista (Spretnak 1982) veen esas expresiones de espirituali-dad una revelación del vínculo cru-cial entre feminismo, espiritualidady ecología. Su principal enfoque essobre la espiritualidad. Basándose ala vez en sus estudios sobre diversastradiciones religiosas y su propia

experiencia de meditación budista,y en el conocimiento experiencialfemenino, Spretnak ha exploradomúltiples facetas de lo que elladenomina la "espiritualidad de lasmujeres".

Según ella,los fracasos de la reli-gión patriarcal se hacen cada díamás evidentes, y a medida que elpatriarcado disminuya, nuestra cul-tura evolucionará hacia formas muydiferentes de espiritualidad post-patriarcal. La espiritualidad de lasmujeres, con sus énfasis en la uni-dad de todas las formas del ser, y enlos ritmos cíclicos de renovación dela vida, se concibe como dirigiendoel camino hacia esa nueva meta.Esta espiritualidad nace de la expe-riencia femenina de una íntimarelación con los procesos esencialesde la vida; se fundamenta en la con-cepción de espiritualidad como unaactitud hacia la vida en la tierra, ycuya expresión politica está consti-tuda por la percepción, manifesta-

ción y uso del poder que surge deesa misma actitud. En consecuen-cia, es profundamente ecológica yse acerca a la espiritualidad de losprimeros habitantes de América, alTaoismo, y a otras tradiciones espi-rituales que son afirmativas de lavida y espiritualmente orientadashacia la Tierra.

No hay nada "natural" en la reli-gión patriarcal, como lo argumentaconvincentemente, Spretnak, hacien-do referencias múltiples a la litera-tura arqueológica y antropológica.Se trata de una invención relativa-mente reciente, precedida por másde veinte millones de religionesbasadas en deidades femeninas enculturas matrifocales. Muestra cómolos mitos griegos clásicos, relatadospor Hesíodo y Homero en el sigloséptimo antes de Cristo, reflejan lalucha entre.la cultura matrifocal y lanueva religión patriarcal y el ordensocial, y cómo la mitología de ladeida (femenina) pre-helénica se

distorsionó y cooptó en el nuevo sis-tema. También señala que las variasdeidades adoradas en lugares di-versos de Grecia deben ser vistascomo formas derivadas de la GranDiosa, la divinidad suprema durantemilenios en la mayor parte delmundo.

Spretnak ve la espiritualidad delas mujeres como el vínculo crucialentre el feminismo y la ecología.Concibe el término "ecofeminismo"para describir la aleación de los dosmovimientos y destacar las profun-das implicaciones de la concienciafeminista en el nuevo paradigmaecológico. Explora con algún deta-lle las significaciones espirituales ypolíticas de la habilidad de la mujerpara "pensar mediante el cuerpo".En su libro The Politics o[ Women'sSpirituality, habla de las experien-cias inherentes a la sexualidadfemenina, embarazo, parto y mater-nidad, como "parábolas corporales"de la esencial interrelación de t~o

Derechos para todos los seres vivientes del ecosistema.

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MONOGRAFIA___________ ----'rlo viviente y del arraigo de toda exis-tencia en los procesos cíclicos de lanaturaleza. También cuestiona laspercepciones e interpretaciones pa-triarcales de las diferencias entrelos sexos y cita investigacionesrecientes sobre las distinciones psi-cológicas reales entre hombres ymujeres, por ejemplo, el predominiode la percepción contextual y dehabilidades integradoras en lasmujeres, frente a la prevalencia decapacidades analíticas en los hom-bres.

De todo lo anterior es posiblereconocer el pensamiento femeninocomo una manifestación del pen-samiento holístico, contrario alreduccionismo positivista, y el co-nocimiento experiencial femeninocomo una fuente principal para laemergencia del paradigma ecoló-gico. Qué interesante sería relacio-nar estas interpretaciones con lasculturas arcaicas de nuestro conti-nente, tener contacto con la inteli-gencia de sus primeros habitantesde expresión tan rica como bella ymisteriosa, donde los mitos y lasdeidades femeninas se relaciona-ban con el agua y el sol y la 1una, conla fertilidad, la medicina y el tejido,con la miel y la benevolencia, en fin,con la vida misma (Rivera Dorado1985).

La evolución de la ciencia

Así, la antigua identidad de la natu-raleza como madre nutriente vin-cula la historia de las mujeres con lahistoria del ambiente y el cambioecológico. Las cosmovisiones dediferentes sociedades han giradoalrededor de imágenes femeninasde la tierra y de la naturaleza, sobretodo antes de la revolución cientí-fica. Pero desde entonces la explo-tación de la naturaleza ha ido de lamano con la explotación de lamujer.

Pues vivimos en un mundo carac-terizado en buena parte por laherencia que nos transmitieronNewton y Leibnitz, no obstante losavances de la ciencia del siglo XX,en especial la relatividad y la teoríacuántica, ya que nuestra realidadestá marcada por el mundo de lafísica clásica. El legado de Newton(la síntesis de la mecánica terrestrede Galileo y la astronomía Copér-

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nico- Kepleriana), y el de Leibnitz (ladinámica, como base para la leygeneral de la conservación de laenergía), contribuyen ambos a ladescripción del universo y se ex-tienden a su totalidad. La física clá-sica y su filosofía estructuran nues-tra percepción de un mundo com-puesto de partes atómicas; decuerpos inertes que se mueven avelocidad uniforme, por caminoslineales y rectos; de objetivos vistospor la luz que frecuencias variadasreflejan; y de la materia en movi-miento como responsable de loscolores, aromas, sonidos y demásefectos sensoriales que apreciamoscomo seres humanos. Dentro deestos parámetros transcurren nues-tras vidas, sin que nos cuestionemoscríticamente sobre sus orígenes osobre los valores que se asocian aellos.

Esas premisas fueron parte de lagran transformación que se operóen la ciencia entre 1500 y 1700. Enesos doscientos años, fue reempla-zado un punto de vista "natural"acerca del universo por la postula-ción de leyes no nacidas de la expe-riencia; la percepción "natural" deun planeta geocéntrico fue reem-plazada por el hecho heterodoxo deun universo heliocéntrico infinito. Yfue sustituida igualmente una eco-nomía de subsistencia, donde losrecursos, los bienes, el dinero y eltrabajo eran intercambiados pormercancías, por un proceso deacumulación de ganancias en unmercado capitalista internacional.Cambios que han sido interpreta-dos por otra feminista como una"muerte de la naturaleza": la natura-leza viviente, animada, murió, mien-tras se dio vida a la moneda, sustan-cia muerta, sin animación (Merchant1979).

Crecientemente, en los siglossubsiguientes, el capitalismo y elmercado asumirían los atributosorgánicos propios de los seres vivos:crecimiento, fuerza, actividad, ferti-lidad, debilidad, decadencia y co-lapso, mistificando por el caminolas nuevas relaciones sociales deproducción y reproducción queposibilitan el actual crecimientoeconómico. En este proceso; lanaturaleza, las mujeres, los gruposétnicos y sociales como los negros,los indígenas, los campesinos, los

obreros, los jornaleros, están colo-cados en una nueva posición: la deser recursos "naturales" y humanossobre los cuales se basa el sistemamundial. Y todo ello se ha hecho,irónicamente, en nombre de unaRazón, la instrumental.

Junto con esta concepción meca-nicista del universo se sintió elimpacto del espíritu baconiano y derenacientes valores patriarcales enel desarrollo de la ciencia moderna yde la tecnología. Si antes el objetode la ciencia era comprender elorden natural y convivir con él enarmonía, en el siglo XVII se convir-tió en finalidad de la ciencia eladquirir dominio y control sobre lanaturaleza. Por lo cual, siguiendoesta tradición, la ciencia modernase ha ido desvirtuando y perdiendosu norte hasta llegar a ser peligrosay profundamente antiecológica.

En la segunda mitad del sigloXVII,mujeres inglesas (yotras) de laaristocracia comenzaron a reaccio-nar frente a los avances económicosy educativos de los hombres, viendoque sus propias oportunidadeshabían estado muy restringidas.Señalaron que las diferencias en loslogros entre los dos sexos no prove-nían de una capacidad intelectualinferior de la mujer, sino de diferen-cias en la socialización y en lasoportunidades de educación. Pe-dían que se les permitiera estudiarfilosofía, idiomas, cuidados médi-cos, y contabilidad; y que se lesenseñara a escribir. Su ideal sobre-pasaba el enfoque moralista quehabía caracterizado la educación dela mujer en el Renacimiento: las vir-tudes cristianas, la castidad y la lec-tura de la biblia.

Aunque siempre hubo entre lanobleza mujeres educadas, queincluso contribuyeron a la ciencia ya las matemáticas desde períodosmuy tempranos, la "mujer cientí-fica" fue un producto de la revolu-ción científica. El caso de MargaretCavendish, duquesa de Newcastle,es de mucho interés. Escribiócatorce tratados científicos, entre1653 y 1671, sobre átomos, la mate-ria y el movimiento, las mariposas ylas moscas, los lentes de aumento,los mundos distantes y la infinitud.Naturalmente que sus conocimien-tos eran eclécticos e inconsistentes,como ella misma lo reconocía, por

su carencia de educación formal.Pero fue muy consciente del dramade las mujeres de su clase, como seve en esta cita de 1653:

«Alas mujeres» se nos aleja detodo poder y autoridad en nom-bre de la Razón; no se nosemplea en asuntos civiles o mili-tares; nuestros consejos no seescuchan y son ridiculizados; lasmejores de nuestras accionesson objeto de burla por parte delos hombres que se nutren de suarrogancia y nos miran condesprecio.La duquesa fue crítica del empi-

rismo y desarrolló una posición filo-sófica materialista; en sus fantasías,poemas y escritos voluminosos,representa una de las primerasperspectivas explícitamente femi-nistas sobre la ciencia. Después deella, en el siglo XVIII se hicieronintentos por educar a las mujeres enla ciencia newtoniana; a veces, sinembargo, más con la intención dehacer de ellas buenas conversado-ras de salón que investigadoras ocientíficas.

A pesar del trabajo de historiado-res y filósofos de la ciencia, en lacomunidad científica se asumeampliamente que la ciencia mo-derna es conocimiento objetivo,libre de valores y que no tiene limi-taciones contextuales. Mientras máspuedan reducirse las ciencias a estemodelo mecanicista, mayor su legi-timidad como ciencias. De aquí quela jerarquía reduccionista de lavalidez de las ciencias propuestasinicialmente por Augusto Comte enel siglo XIX, todavía tenga ampliaaceptación entre los científicos,siendo las ciencias más matemáti-cas y más teóricas, las que ocupanla posición más venerable.

Holismo: ecología y feminismo

Nos parece que uno de los ejemplossobresalientes de holismo lo pre-veen hoy la ciencia de la ecología yalgunas expresiones del feminismo.La ecología, aunque relativamentenueva como ciencia, se basa en esafilosofía de la naturaleza, el holismo,que por el contrario viene de muchotiempo atrás. Históricamente, lassuposiciones holísticas de la natu-raleza han sido asumidas porcomunidades que han logrado vivir

en equilibrio con el ambiente (entreotros, los mayas, los moches, losincas, los arawaks y sus sucesoresen el Vaupés) (Rivera Dorado 1985;Reichel-Dolmatoff 1968). En ellasaparece la idea de procesos cíclicos,de interrelaciones entre todos losseres vivientes, y el supuesto de quela naturaleza como madre nutrientees viva y activa. Por lo mismo nin-gún elemento de un ciclo interrela-cionado puede ser removido sin queéste sufra un colapso. Las partesmismas derivan su significado delconjunto. Cada parte se define porel contexto y depende de él. El ciclomismo es una relación interactiva,dinámica, de todas sus partes, y el

proceso es una continua relacióndialéctica entre la parte y el todo. Laecología necesariamente debe con-siderar las complejidades de la tota-lidad. No puede aislar las partes ensistemas simplificados que puedanser estudiados en un laboratorioporque tal aislamiento significaríadistorsionar la totalidad. Al señalarel rol esencial de cada elemento enun ecosistema, la ecología proponeun nivelamiento de la jerarquiza-ción de valores. Cada parte contri-buye con similar valor al sano fun-cionamiento del conjunto. En con-secuencia, todos los seres vivientescomo partes de un ecosistema via-ble tienen derechos.

Mujer-naturaleza: una relación íntima con los procesos esenciales de la vida.

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La visión del futuro

Esto significa que el movimientoecológico ha vuelto a despertar inte-rés en valores y conceptos asocia-dos históricamente con las visionespremodernas orgánicas del mundo.El modelo que guía al movimientoecológico y su ética posibilitan unainterpretación fresca y crítica delsurgimiento de la ciencia modernaen el período crucial cuando el cos-mos dejó de ser visto en esa forma.La visión del movimiento ecológicoha consistido también en restaurarel balance de la naturaleza, roto porla industrialización y la sobrepobla-ción. Ha insistido en la necesidad devivir dentro de los ciclos de la natu-raleza, como opuestos a una menta-lidad explotadora, lineal, del pro-greso. Enfoca los costos y limita-ciones que conlleva el crecimientoeconómico, las deficiencias y peli-gros del desarrollo tecnológico, y laurgencia de la conservación y reci-clamiento de los recursos naturales.La ecología es considerada poralgunos como ciencia subversivaprecisamente por su crítica de lasconsecuencias del crecimiento in-controlado que se asocia con elcapitalismo.

En forma similar, el movimientode mujeres ha expuesto los costosque significan para todos los sereshumanos la competencia en el mer-cado, la pérdida de roles económi-cos significativos para las mujeresen sociedades capitalistas, y lavisión acerca de la mujer y de lanaturaleza como meros objetos deexplotación. En América Latina elfeminismo socialista y multitud degrupos de mujeres que pregonan la"ciencia para el pueblo" trabajanpor el cambio social y cultural den-tro de la óptica de lograr igualdaden las opciones de empleo mascu-lino y femenino, de reformar el sis-tema capitalista para que no conti-núe expandiéndose a costa de lanaturaleza y de los sectores oprimi-dos. Se reconoce claramente que laigualdad económica en si misma noes equivalente a la liberación social.y hay que destacar que esto signi-fica ir más allá de los diversos socia-lismos que luchan por esa igualdadeconómica.

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Como las mujeres indígenas deBolivia en este siglo, que durante laguerra del Chaco se organizaronpara la defensa y protección de lavida, y para fortalecer sus prácticasde resistencia cultural y social(Rivera et al. 1986),miles de mujeresde diferentes etnias y sociedades lohan hecho para confrontar la opre-sión y luchar contra la injusticia, ypara buscar el equilibrio con lanaturaleza. En toda América Latinalas mujeres se inspiran en viejastradiciones andinas para escribir lanueva historia de nuestras socieda-des: conciben el conocimiento y lahistoria como un tejido, por tantohay que reconocer la trama, laurdimbre, la textura, y los modos derelaciones en la producción y en lareproducción, y saber del envés ydel revés, del valor y significaciónde la filigrana en cada intento deanálisis social. Se trata de leer en ellibro de la vida, atrapar las imáge-nes venidas a la memoria de nues-tras madres y abuelas de manerafulgurante antes de que vuelvan aperderse en la noche del silencio. Setrata de buscar las raíces de nuestraidentidad como mujeres que emer-gen de la noche del pasado a travésde la memoria y de la imagen deotras mujeres del pueblo: indígenas,negras, campesinas, obreras, amasde casa, empleadas domésticas,estudiantes, trabajadoras. Estas sonlas tareas que nos corresponden enlas ciencias sociales.

La "muerte de la naturaleza" se hahecho muy visible con los acciden-tes de reactores nucleares y con tra-gedias como las de Bhopal en laIndia, Jonde los intereses y la ima-gen de las grandes compañías sesitúan por encima de la seguridadinmediata de la gente y de la con-servación de nuestro planeta. Lasmujeres en todo el mundo han res-pondido a la necesidad urgente depreservar la calidad del ambiente, loque significa adoptar nuevos modossociales; gestar procesos de descen-tralización y formas de organizaciónno jerárquicas, asumir modos devida sencillos, exigir menos tecno-logías contaminantes, y métodoseconómicos intensivos en mano deobra y no en capital. Las mujereshan comprendido que la distribu-ción futura de recursos y energíaentre comunidades deberá basarse

en la integración de ecosistemashumanos y naturales. Y saben quetal reestructuración de prioridadespuede ser crucial si han de sobrevi-vir los seres humanos y la na-turaleza.

Estos dos movimientos puedensugerir nuevos valores y estructurassociales, basados no en la domina-ción de la mujer y de la naturalezacomo recursos, sino en el manteni-miento de la integridad ambiental.No desconocemos que se trata demovimientos disímiles, pero cuyaconvergencia histórica en estosaños no puede verse como simple-mente casual. Abren caminos haciael porvenir cuyas característicasquiza aún no podemos percibir. Laconciencia feminista y la ecológicapueden ayudamos a examinar lasrelaciones históricas entre mujer ynaturaleza que se han desarrolladohasta hoy.

Sin vacilaciones, dentro del mo-vimiento de mujeres, tenemos quecontinuar en la amplia búsqueda desoluciones a los problemas de laexistencia, procurando fórmulas idó-neas para ordenar la convivenciaentre todos los hombres y mujeres,cualquiera sea su origen, para sub-sistir materialmente en ecosistemasy situaciones dignas de la condiciónhumana, para vencer la enfermedady el hambre, la tristeza y el miedo.Cada una de nosotras está llamadaa aportar a esta inmensa tarea queya han emprendido millares demujeres en todo este planeta hastaconvertirlo en un mundo verdade-ramente bigenérico y justo.

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