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¿Qué es?La dramatización de situaciones, el juego de roles, o en inglés

role-playing, como método de aprendizaje a través de la expe-

riencia, puede defi nirse como: “un instrumento de aprendizaje

y perfeccionamiento de las relaciones humanas, una iniciación

a la solución de confl ictos ulteriores por la solución de confl ic-

tos fi cticios y la representación de diferentes roles, generalmen-

te tradicionales, familiares y profesionales” (Schutzemberger,

1979, citado en López, Población, y Cols, 2000: 29). “Los ejerci-

cios de simulación e interpretación de roles son uno de los mé-

todos educativos más antiguos, usados para el entrenamiento

en muchísimas disciplinas e incluso en ámbitos profesionales”

(Solís, 2012: 1).

En el juego de roles los participantes llevan a cabo una dra-

matización, pero a diferencia del teatro, en este caso, los ac-

tores se basan en la improvisación delimitada por una serie

de condiciones previamente establecidas. La situación fi cticia

permite prever, modifi car, corregir y evaluar interacciones so-

ciales, ideando argumentos y ejercitando conductas efi caces

que permitan afrontar de mejor manera las situaciones reales.

Otra defi nición de este método señala que “el role-playing peda-

gógico es una vía de adquisición de experiencia en el espacio de

las interacciones de roles entre seres humanos y de éstos con

seres animados y objetos inanimados. La fi nalidad es aprender,

y aprender a aprender” (López, Población, y Cols, 2000: 30-31).

Las raíces del juego de roles pueden encontrarse en la aporta-

ción de Jacob Levy Moreno (1892-1974) psiquiatra, psicosoció-

logo y educador, que se considera el padre del psicodrama,

método que se ha extendido al campo educativo. Una de las

cualidades de este método práctico consiste en lograr un cam-

bio más profundo que si sólo se usa la palabra. En el juego de

roles se actúan modos de relación en los que se activan aspec-

tos cognitivos, emocionales, éticos y comportamentales, todo

en un contexto determinado. La utilidad de representar un

rol específi co consiste en la posibilidad de cambiar, ajustar o

perfeccionar un rol, e incluso crear uno nuevo, buscando el

mejoramiento de las habilidades de los participantes, y la sen-

sibilización e incremento de su autoconfi anza.

La utilidad del juego estriba en que es una vía a través de la cual las

personas se ocupan de explorar e intercambiar información,

lo cuál implica necesariamente la acción, la interrelación y la

improvisación, desde la espontaneidad y la curiosidad, lo que

facilita la integración de esquemas de adecuación funcional

aplicables en su entorno; por tanto, el juego puede ser herra-

mienta para el aprendizaje y el crecimiento vital en cualquier

etapa de la vida.

En el role-playing pedagógico se pone el acento en un rol deter-

minado y se analizan sus aspectos insufi cientes o necesarios

como, por ejemplo, cuando se ejecuta “como si” se fuera ya un

profesional actuando en el campo laboral (López, Población,

y Cols, 2000: 55-57).

El uso del método del juego de roles con jóvenes es relevante

pues la dramatización permite interpretar las características

histórico-sociales de su contexto y llevar el trabajo del aula

a su familia y comunidad, favoreciendo la integración de sus

dimensiones cognitiva, afectiva y axiológica, potenciando

su autoestima, pues la resolución dramática de situaciones

o confl ictos, alimenta su confi anza y su autocrítica (Leyva,

2014: 60).

Método de juego de roles6F

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¿Cómo se organiza?Para la aplicación del juego de roles, el docente actúa como un

monitor y, dependiendo del objetivo didáctico, pueden asignar-

se observadores de la situación.

A continuación se describe una manera de organizar el juego

de roles (Leyva, 2014: 62-64; López, Población, y Cols, 2000:

61-70, Solís, 2012: 71):

1. La primera etapa incluye la planeación, momento en el que

se defi nen los objetivos, el contexto, el contenido que se

manejará y la utilidad que tiene usar el role-playing para el

logro de los objetivos.

Es conveniente que el profesor plantee el juego de roles de

manera motivante, como un reto, en el que todo el gru-

po tiene una participación signifi cativa. En este momento

inicial se debe crear un escenario creíble, para lo cual se

requiere realizar una búsqueda de información previa; el

docente puede facilitar medios y fuentes confi ables para

examinar los contenidos necesarios.

2. En la siguiente etapa, el docente-monitor explicará que se

trata de una situación fi cticia en la que se experimentará

el desempeño de determinados papeles o roles, en la que

se usará la palabra, la acción y la interacción; se pondrá

énfasis en la cualidad vivencial que permite integrar el

pensamiento, el afecto y la conducta.

Se destacará que es posible experimentar o reexperimen-

tar situaciones con el fi n de activar habilidades y también

aplicar la autocrítica, con el fi n de mejorar los propios

recursos. Se especifi cará que no se trata de un espacio

terapéutico y que para el éxito del trabajo todos deben

colaborar activamente.

3. Posteriormente se pasa a la encomienda, que es la etapa de

defi nición de roles, la creación del vestuario y del ambien-

te, o sólo los accesorios (si no se cuenta con amplios recur-

sos: una bata blanca, por ejemplo, si se va a desempeñar el

rol de un médico). Se debe defi nir el espacio y el tiempo en

que ocurre la acción: institución, empresa, colegio, fábrica,

centro comunitario, despacho privado, etcétera.

En el caso de que se hayan designado observadores, es im-

portante indicarles qué aspectos atenderán, a fi n de que

al fi nalizar puedan aportar una retroalimentación prove-

chosa. Es preciso también acordar criterios de evaluación

que puedan aplicarse a la experiencia globalmente.

4. La siguiente etapa consiste en la realización de la dramati-

zación en sí, para lo cual es posible añadir recursos multi-

media u otros apoyos para dar verosimilitud a la acción. El

tiempo debe ser sufi ciente para expresar la situación que

se desea ejercitar, de modo que sea evidente la interacción

relacional y sus posibles posturas, confl ictos o aspectos

disfuncionales, en su caso.

Es factible, dependiendo de los objetivos, que se pueda re-

petir la escena, pero esta vez, con el propósito de corregir

o matizar algunos aspectos como el lenguaje verbal o no

verbal, o la fuerza argumentativa de una propuesta.

Lo anterior, es de utilidad pues los actores en ese momento

seguramente se habrán dado cuenta de sus fallos y podrán

superarlos. Otra variante puede ser que en una segunda

ocasión se añadan elementos que impliquen mayor difi cul-

tad, por ejemplo, una actitud hostil o crítica de uno de los

actores; por ello, en el caso del manejo de confl ictos este

método es idóneo.

5. La última etapa debe orientarse hacia una refl exión fi nal que

incluya lo que se ha movilizado cognitiva y afectivamente, y

en la que todos puedan compartir sus aprendizajes. En este

momento se puede hacer una evaluación cualitativa, cuyos

elementos se han indicado desde el inicio.

Método de juego de roles

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¿Qué aprendizajes o habilidades fomenta?El Método de juego de roles fomenta las siguientes habilidades

y actitudes:

• Habilidades expresivo-comunicativas

• Habilidad para analizar y sintetizar

• Empatía

• Creatividad

• Sentido de autoefi cacia

• Capacidad argumentativa

• Sensibilización

• Autocrítica

• Habilidad para resolver confl ictos

• Trabajo en equipo

• Toma de desiciones

• Respeto

• Tolerancia

Referencias:

Leyva, E. R. T. (2014). El trabajo educativo con los adolescentes del nivel de educación preuniversitaria. Recuperado de: <https://ebook-

central.proquest.com>. Consultado el 1 de noviembre de 2017.

López, B. E., Población, K. P., y Cols, E. (2000). Introducción al role-playing pedagógico (2a. ed.). Recuperado de: <https://ebook-

central.proquest.com>. Consultado el 1 de noviembre de 2017.

Solís, M. (2012). Role playing como herramienta de enseñanza.

Refl exión Académica en Diseño y Comunicación. No. xix, Año XIII,

Vol. 19, agosto. Recuperado de: <http://fi do.palermo.edu/servi-

cios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articu-

lo=8308&id_libro=380>. Consultado el 1 de noviembre de 2017.

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