MÁSTER EN GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN...
Transcript of MÁSTER EN GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN...
MÁSTER EN GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
TRABAJO DE FIN DE MÁSTER
La Participación Electoral de los Ecuatorianos en el Exterior: El Caso Español
Autora:
Andrea Becdach Salvatore
Tutora: Dra. Esther del Campo
Septiembre 2013
Índice
Resumen Ejecutivo 1
PRIMERA PARTE: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1. Introducción 3 2. Migración y Elecciones en Ecuador 5
2.1. Antecedentes 5 2.2. Migración en Ecuador 6 2.3. Política Migratoria en Ecuador 10 2.4. Voto de los Ecuatorianos en el Exterior 12
3. Definición del Problema 14 4. Diagnóstico de la Situación 17
4.1. Desencanto, Irregularidad y Pertenencia 18 4.2. Organización Electoral 20
5. Justificación de la Intervención 23 6. Objetivos 25
6.1. Objetivo General 25 6.2. Objetivos Específicos 25
7. Metodología 26 8. Marco Teórico 28
8.1. Democracia y Participación 28 8.2. El Derecho al Voto 31 8.3. Transnacionalismo Migratorio 33 8.4. Voto en el Exterior 35
SEGUNDA PARTE: PLAN DE MEJORA
9. Contexto Electoral Ecuatoriano 41 10. Marco Normativo e Instituciones Involucradas 44 11. Rediseño del Sistema de Voto en el Exterior 47
11.1. Modelos de Voto en el Exterior 47 11.2. Modelo Español de Voto en el Exterior 49 11.3. Aplicación del Modelo en Ecuador 51
12. Plan de Incentivo a la Participación Ciudadana 56 13. Efectos Previstos para la Intervención 60
13.1. Análisis FODA del Voto por Correo Postal 61 13.2. De la Participación Ciudadana 64
14. Conclusiones 67 15. Recomendaciones 70 16. Bibliografía 73 ANEXOS 77
Universidad Complutense de Madrid 1
Resumen Ejecutivo A finales de la década de los noventa, Ecuador vivió la peor crisis
financiera y política de su historia. El colapso de la economía del país, en 1998,
tuvo graves consecuencias sociales, entre ellas el masivo éxodo de
ecuatorianos hacia distintas partes del mundo, especialmente España, Italia y
los Estados Unidos. A la fecha, se estima que uno de cada diez ecuatorianos
reside de manera permanente e indefinida en el exterior.
Transcurrida casi una década, gracias a las remesas que se convirtieron
en la segunda fuente de ingresos del Estado y al desarrollo de las nuevas
tecnologías de la información, que permitían mantener permanente contacto
entre los migrantes y su patria, el fenómeno migratorio alcanzó una relevancia
significativa en la política ecuatoriana. En 2006, aquellos ecuatorianos que
migraron en busca de mejores condiciones de vida para ellos y los suyos,
tuvieron la oportunidad de participar, por primera vez, en un proceso electoral
de su país de origen, llevado a cabo en su país de acogida.
Sin embargo, luego de ya seis procesos electorales en el exterior, los
índices de participación electoral distan mucho de ser los óptimos. El complejo
sistema de voto en el exterior actual, sumado al desencanto con la política
ecuatoriana, al status migratorio y a la crisis de identidad y pertenencia, propia
de quienes han migrado, han sido señaladas como las principales causas para
la baja participación en las urnas.
Basado en la concepción del derecho al voto, como el mecanismo de
participación ciudadana pilar fundamental de las democracias contemporáneas
y en las teorías de transnacionalismo, que estudian las relaciones entre los
migrantes, su país de origen y su país de acogida, el presente trabajo hace un
estudio de la participación electoral de los ecuatorianos en España, con el
propósito de elaborar un plan de mejora a dicha participación. Este plan incluye
no solo un proyecto de rediseño del actual sistema de votación en el exterior,
sino también un plan de incentivo a la participación ciudadana, que surja de la
acción conjunta del gobierno ecuatoriano y sus ciudadanos en el exterior.
Universidad Complutense de Madrid 2
PRIMERA PARTE: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Universidad Complutense de Madrid 3
1. Introducción
Cuando Lincoln pronunció su breve y célebre discurso en Gettysburg,
Pensilvania, en 1863, nadie podía siquiera imaginar el impacto que su idea del
“gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo” tendría, un siglo y medio
después en el mundo entero, ni de cómo esta idea se ha convertido en los
fundamentos básicos sobre los cuales las democracias modernas se asientan.
Poco a poco, los gobiernos del hemisferio occidental han buscado la manera
no solo de acercarse a sus ciudadanos y sus necesidades, a través de políticas
públicas de diversa índole, sino también de garantizar el acceso de la
ciudadanía al proceso mismo de la toma de decisiones sobre los temas que le
afectan, mediante los llamados mecanismos de participación ciudadana, más
en boga que nunca antes en la historia republicana.
El mecanismo histórico de participación ciudadana por excelencia,
requisito indispensable en los estados democráticos, consagrado, además,
como un derecho civil inalienable, es el ejercicio del voto de los ciudadanos
dentro de un territorio definido (Estado) para elegir a sus representantes. Sin
embargo, a pesar de que históricamente este derecho estaba reservado
exclusivamente a aquellos ciudadanos residentes en territorio nacional, hoy en
día, este requisito ha sido desafiado por un fenómeno de alcance global de
grandes proporciones: la migración. Actualmente, se estima que alrededor de
214 millones de personas en el mundo entero (OIM, 2010) han dejado sus
países de origen en busca de mejores condiciones de vida para ellos y los
suyos. Ante esta ola migratoria, que crece día a día, los gobiernos han debido
replantearse no solo el concepto tradicional de ciudadano, sino todo el modelo
democrático, de manera que pueda ser extendido a ese grueso de
conciudadanos que, por motivos de fuerza mayor, han debido migrar fuera de
su país natal, pero que todavía mantienen distintas formas (familiares,
remesas, negocios, etc.) de vínculos estrechos con él. Así, los gobiernos de
115 países (IDEA, 2010) han incorporado nuevas provisiones para garantizar el
derecho al voto a los ciudadanos que se encuentran lejos de su país de origen,
a través de diversos mecanismos como el voto personal, voto postal, voto
Universidad Complutense de Madrid 4
“delegativo” e incluso en algunos países se ha introducido ya el voto
electrónico.
En este contexto y, dentro de este grupo de países, se encuentra
Ecuador que, luego de caer en la más profunda crisis financiera y política de su
historia, a finales de la década de los noventa, sufrió, como consecuencia, el
éxodo masivo de sus ciudadanos a distintas partes del mundo, especialmente
España, Italia y los Estados Unidos. Debido al elevado número de ecuatorianos
residiendo fuera del país, el Estado ecuatoriano decidió extender los derechos
civiles y políticos más allá de sus fronteras territoriales y, en 2006, se llevó a
cabo el primer proceso de voto de ecuatorianos en el exterior. A partir de ese
momento, los migrantes ecuatorianos han tenido la oportunidad de participar
en cinco procesos electorales más, hasta ahora, incluidas las Elecciones
Generales de febrero 2013.
Sin embargo, esta novedosa extensión de derechos políticos a los
ecuatorianos residentes en el exterior no ha estado exenta de dificultades. La
baja participación en los procesos electorales, los altos costos logísticos que
implica el voto personal, la diversidad de ciudades y países donde residen y el
tiempo de permanencia en el exterior presuponen los desafíos más importantes
que, de no ser superados, podrían llevar al fracaso del Estado ecuatoriano para
garantizar los derechos de un importante grupo de sus ciudadanos.
Por este motivo, este trabajo, cuyo objeto de estudio es la participación
electoral de los migrantes ecuatorianos, pretende establecer un plan de mejora
de los actuales mecanismos de participación electoral, con el fin de elevar los
relativamente bajos niveles de concurrencia. Para ello, este plan se divide en
dos partes: En esta primera parte, se analizará la problemática de la
participación ciudadana entre los ecuatorianos residentes en España para
definir el problema y determinar sus posibles causas a partir de un diagnóstico
situacional. Una vez identificado el problema y justificada su relevancia, se
establecerán los objetivos de este plan de mejora, así como la metodología
apropiada para llevarlo a cabo y, por último, el marco teórico en el cual éste se
desarrollará.
Universidad Complutense de Madrid 5
La segunda parte consiste en el plan de mejora como tal. A partir del
problema planteado y el diagnóstico realizado, se pretende elaborar un plan de
mejora que eleve los índices de participación electoral en dos ejes: Un eje
técnico donde lo que se planteará es el cambio del sistema actual de votación
por otro que se ajuste más a las características y condiciones de la población
migrante ecuatoriana. Para ello, se revisará la normativa existente así como las
instituciones involucradas. Posteriormente, se describirán los actuales modelos
de votación con el fin de establecer cuál es el que mejor se ajusta a la realidad
ecuatoriana y, una vez hecho esto, se replicará el modelo en Ecuador,
tomando en cuenta los ajustes que sean necesarios para que sea aplicable al
contexto ecuatoriano. El segundo eje tiene que ver con un plan de incentivo a
la participación ciudadana más allá de los procesos electorales, con el objeto
de crear una cultura de participación política en los asuntos que son de su
interés y para su propio beneficio.
Finalmente, se establecerán los efectos previstos para la intervención
que aquí se propone, tanto del modelo alternativo de votación, como del plan
de incentivo a la participación ciudadana. Posteriormente, se establecerán las
conclusiones de este trabajo y las recomendaciones necesarias para garantizar
el éxito del proyecto propuesto.
2. Migración y Elecciones en Ecuador 2.1. Antecedentes
A finales de los años noventa, Ecuador vivió una de las peores crisis de
su historia cuando los efectos acumulados de la vulnerable situación
económica del país y su alto endeudamiento progresivo llegaron a su límite en
1998. Por un lado, el fenómeno del Niño causó el estancamiento de la
producción agrícola, mientras que los precios del petróleo cayeron en picada.
Por otro, la recesión de la economía hizo que las obligaciones vencidas se
acumularan, lo que aumentó el endeudamiento de los empresarios con créditos
internacionales. Estos factores empujaron a que, entre los años 1999 y 2000, el
sistema financiero ecuatoriano se viera afectado por el cierre de más de la
Universidad Complutense de Madrid 6
mitad de los bancos del país, lo que tuvo consecuencias negativas para la
estabilidad económica ya debilitada.
Con el fin de evitar el total colapso financiero, el gobierno de turno tomó
la decisión de congelar las cuentas de los depositantes, con lo que la actividad
financiera real se vio totalmente arrinconada. El resultado fue una situación de
insolvencia en la mayor parte del sistema financiero, acompañada de una total
desconfianza en la moneda nacional, el sucre, lo que a su vez originó una
especulación en torno al dólar insostenible (Cerdas, Jiménez y Valverde,
2006). Este derrumbamiento del sistema económico-financiero agravó,
además, la crisis institucional que el país venía arrastrando desde mediados de
los noventa 1 , con serias consecuencias políticas que culminaron con el
derrocamiento del entonces presidente Dr. Jamil Mahuad.
En resumen, el país se sumió en una severa crisis político-económica,
con indicadores macroeconómicos negativos, desconfianza en el sistema
financiero, un descontento generalizado de la población, recesión en el
aparato productivo y aislamiento internacional. Esto obligó al gobierno a poner
en marcha un nuevo sistema monetario: la dolarización. Como consecuencia,
muchos de los ecuatorianos que tenían sus fondos en sucres, con una
conversión de 25.000 sucres x 1 dólar de los Estados Unidos, vieron que éstos
se desvanecían de la noche a la mañana. Esta situación ha repercutido en un
elevado costo social en términos de incremento de la desigualdad, la pobreza y
el desempleo, que desencadenó en una masiva migración de ecuatorianos
hacia múltiples destinos, concentrándose en España, Italia y los Estados
Unidos.
2.2. Migración en Ecuador
Para entender el fenómeno migratorio que tuvo lugar a partir de 1998 en
Ecuador, hay que mirar hacia atrás, a la primera ola migratoria de la década del
cincuenta, proveniente especialmente de la Sierra sur de Ecuador. Esta
1 A partir de 1996, Ecuador llegó a tener en diez años siete Presidentes de la República.
Universidad Complutense de Madrid 7
primera ola tenía como destino principal Estados Unidos, mientras que los
flujos de la segunda ola de la década de los novena se dirigieron
mayoritariamente a Europa, especialmente a España e Italia (Secretaría
Nacional de Migración, 2007). Actualmente, la diáspora ecuatoriana, que
asciende a 1.187.715, según datos estimados de la SENAMI, se encuentra
presente en 55 países alrededor del mundo, en los cinco continentes (Herrera,
Carrillo, Torres, 2005: 13). Solamente en España se encuentran alrededor de
700.000 ecuatorianos, principalmente en las ciudades de Madrid, Murcia,
Barcelona. Para algunas regiones del país, particularmente de la Sierra sur, “la
migración ha constituido una estrategia de supervivencia y reproducción social
desde hace más de 30 años” (Herrera, Carrillo, Torres, 2005: 13).
La salida masiva de ecuatorianos a estos destinos no se puede entender
sin tomar en cuenta “las redes establecidas por los primeros migrantes quienes
prepararon el camino para sus parientes y amigos” cuando la economía
ecuatoriana se deterioró a finales del siglo pasado (SENAMI, 2007). La
demanda española de mano de obra femenina, así como de gente que se
dedicara a la actividad agrícola, por un lado y, por otro, al sector de la
construcción, boyante en ese momento, incentivaron de manera particular la
salida hacia ese país. Por otra parte, la idea del “sueño americano” hizo que
muchos ecuatorianos opten por Estados Unidos como lugar para (re)iniciar sus
actividades laborales, aprovechando los vínculos económicos-comerciales con
esa nación, reforzados con el “vigente proceso de apertura y globalización de
las economías” (SENAMI, 2007)
Esta segunda ola migratoria de 1998 no solo destaca por el volumen de
ecuatorianos que se fueron, sino también porque el cambio de destino
preferido –de Estados Unidos a Europa-, lo que representa “un giro
fundamental en los perfiles migratorios”, convirtiéndose en “un hecho nacional,
multiclasista, multigeneracional y [que] se feminiza” (Herrera, Carrillo, Torres,
2005: 13). Se debe tomar en cuenta que una de las características que
distingue a los migrantes ecuatorianos de aquellos de otras nacionalidades es
su nivel de escolaridad. Según la Secretaría Nacional de Migración (2007: 5),
los migrantes ecuatorianos tienen en promedio estudios secundarios, siendo
Universidad Complutense de Madrid 8
las mujeres aquellas con mejor nivel educativo en comparación con los
hombres. Por otra parte, puesto que para migrar se requieren ciertos recursos
mínimos previos a la salida (ahorros, bienes hipotecables, etc.), así como
capacidad de endeudamiento, quienes más salen del país en busca de nuevas
oportunidades laborales no son los más pobres. Así lo demuestran los estudios
realizados que indican que “los individuos del quintil más rico emigran dos
veces más que los del quintil más pobre” (SENAMI, 2007: 6). Estas
características propias del migrante ecuatoriano medio se explican,
principalmente, dado el repentino colapso económico en Ecuador que afectó a
un grupo particular de la población perteneciente a la clase media urbana que,
hasta ese momento, contaba con educación, experiencia laboral y “un buen
conocimiento del mundo” (Gratton, 2005: 40). Apenas el 9% de quienes
migraron provenía de hogares cuyas cabezas de familia carecían de educación
formal (Gratton, 2005: 40). Esta característica ha permitido a los ecuatorianos
residentes en el exterior mejores perspectivas de inserción en sociedades muy
ajenas a aquellas a la que estaban acostumbrados en casa.
A pesar de que los ecuatorianos que migraron en su mayoría han
logrado paulatinamente integrarse a la sociedad de los países de acogida y de
que, a través de las remesas enviadas, han conseguido mejorar su estatus
económico y el de su familia, su situación en muchos casos dista de ser ideal.
La migración en sí implica un doloroso proceso de desarraigo de todo aquello
que se conoce y se considera como propio con la idea de un mejor futuro en
medio de la incertidumbre.
Uno de los puntos críticos de la migración es la ruptura del núcleo
familiar. Esto se vuelve más grave si se toma en cuenta que, según los datos
del Sistema Integrado de Encuestas a Hogares (SIEH), las familias de las
personas migrantes son más numerosas que el promedio nacional, al estar
compuestas por un promedio de cinco miembros. En esta misma línea, la
misma fuente indica que, en promedio, un 38% de las mujeres que migraron
dejaron a sus hijos (dos y tres en promedio) al cuidado de los abuelos. En el
caso de los hombres, un promedio del 38%, para migrar dejaron sus hijos
(entre uno y dos hijos en promedio) al cuidado de su madre o del segundo
Universidad Complutense de Madrid 9
perceptor. Esto, sumado al hecho de que alrededor de un 43% de las personas
migrantes eran jefes de familia, pone en evidencia la problemática migratoria
en términos de alteraciones en la composición familiar, con las consecuencias
que eso conlleva especialmente para los hijos menores de edad que
representan el 44% de los casos.
Otro de los efectos de la migración es la llamada “fuga de cerebros”.
Como se mencionó en lo anterior a propósito de las características de las
personas que migran, muchas de ellas poseen estudios superiores, 28% en el
caso de los hombres y 23% en el caso de las mujeres (FLACSO-UNFPA,
2005). Debido a la falta de empleo y oportunidades laborales, estas personas
salieron del país con la esperanza de obtener mejor remuneración por su
profesión, sin embargo, las labores que han debido realizar en el país de
destino nada ha tenido que ver con ésta. Con tal de percibir un sueldo que les
permita subsistir y a la vez enviar dinero a la familia en Ecuador, han
desarrollado actividades más precarias como albañilería y de construcción en
general o recolectores en zonas agrícolas como Murcia, España en el caso de
los hombres, mientras que las mujeres han sido requeridas para labores
domésticas y cuidado de niños y ancianos.
Aunque no es una consecuencia derivada directamente del acto
migratorio, las personas que migran se encuentran en una situación de
vulnerabilidad en el país de destino debido a su condición foránea,
especialmente aquellos cuyo estatus de residencia es ilegal. No solo están
expuestos a la explotación laboral y a la discriminación sino que, incluso
aquellos en mejores condiciones, dependen de la buena salud económica del
país que los acoge. A partir del colapso financiero de 2007 en lo Estados
Unidos, la crisis se extendió rápidamente por todo el mundo, particularmente
por toda Europa, siendo España uno de los países más afectados. Con un paro
que actualmente alcanza a las seis millones de personas, lo que implica una
tasa récord de 27%, y considerando que casi el 50% de la población migrante
ecuatoriana se encuentra en este país, este grupo ha sido uno de los más
afectados por la crisis y el subsecuente desempleo.
2.3 Política Migratoria en Ecuador
Universidad Complutense de Madrid 10
Hasta finales de la década de los noventa, la migración ecuatoriana era
un tema marginal o causal, raramente discutido tanto en el ámbito político
como académico y social. Sin embargo, debido a la magnitud que éste alcanza
a comienzos del nuevo siglo, y a su cada vez más complejo y heterogéneo
perfil, pasa a “constituirse en una fuente de debate cotidiano en los medios de
comunicación, la literatura académica y el público en general” (Herrera, et. al.,
2005: 14). El eco de esta nueva problemática de interés público llegó
finalmente al gobierno, pero de manera muy leve. Gracias a la presión ejercida
por la Federación de Entidades Ecuatorianas en el Exterior (FEDEE),
denominada como la “gestora de la doble nacionalidad y el voto en el exterior”,
y, posteriormente, por la Asociación Mundial de Ecuatorianos Residentes en el
Exterior (ERE), creada en 1997, los migrantes ecuatorianos lograron sus
primeras y más trascendentales conquistas políticas: el derecho a tener doble
nacionalidad (1994) y la posibilidad de ejercer el derecho al voto (1998), ambas
contempladas en la Constitución Política de la República de 1998. Sin
embargo, aunque la aplicación de la primera fue inmediata, el voto en el
exterior no fue implementado sino hasta 2006. Esto último confirma así, por un
lado, “la escaza prioridad y mínima consistencia con que el Estado ecuatoriano
ha actuado frente al ‘problema migratorio’ en su política internacional” (Ramírez
Gallegos y Boccagni, 2009: 8) y por otro, la relevancia de las asociaciones de
migrantes que poco a poco se han ido consolidando y tomando fuerza,
ejerciendo creciente presión en el gobierno para la adopción de políticas
destinadas al bienestar de las comunidades migrantes ecuatorianas alrededor
del mundo. Como ha sucedido ya en otros países, lo que en Ecuador motivó al
gobierno a concretar sus ofrecimientos a favor de sus migrantes más allá de
sus asociaciones, fue el descomunal envío de remesas (Ramírez Gallegos y
Boccagni, 2009: 8) que llegó a convertirse en la segunda fuente ingresos del
país luego del petróleo.
Las elecciones generales de 2006 marcaron un hito histórico en las
relaciones entre los migrantes ecuatorianos y su gobierno en Ecuador. Por
mandato constitucional, los ecuatorianos en el exterior podían ejercer
Universidad Complutense de Madrid 11
voluntariamente2 su derecho al voto para “elegir Presidente y Vicepresidente de
la República, en el lugar de su registro o empadronamiento” (Constitución
Política de la República del Ecuador de 1998, Título III, Capítulo 3, artículo 27).
Con la victoria de Rafael Correa y su “Revolución Ciudadana” en 2006 la
promesa de una política migratoria se materializó en la Asamblea
Constituyente de 2008 en la que:
“por primera vez en la historia latinoamericana y mundial, un país incluye
de manera significativa el tratamiento constitucional de la movilidad
humana, y lo hace transversal en todo el diseño jurídico - político; desde
una perspectiva integral de derechos, abordando la emigración,
inmigración, refugio - asilo, desplazamiento interno, trata y tráfico de
personas; y, lo hace reconociendo al Ecuador como un país de origen,
tránsito, destino y retorno migratorio” (Acosta, 2009).
Establecido el marco jurídico, el gobierno ecuatoriano inició una serie de
acciones y políticas orientadas a la protección de los derechos de los migrantes
ecuatorianos fuera del territorio nacional, así como a su progresiva
participación e inclusión en el quehacer político ecuatoriano. Como paso
previo, se creó la Secretaría Nacional del Migrante (SENAMI), con el objetivo
principal de “definir y ejecutar las políticas migratorias, encaminadas al
desarrollo humano de todos sus actores, sirviendo de enlace en las acciones
de atención, protección y desarrollo de las personas migrantes” (SENAMI, Sitio
Web). Este organismo cuenta con oficinas en las nueve principales ciudades
destino de los migrantes ecuatorianos: tres en España, tres en Italia, una en
Reino Unido, una en Estados Unidos y una en Venezuela.
En consecuencia, a esta apuesta del gobierno de Rafael Correa de
“transformar integralmente la sociedad para la consecución de un buen vivir
para todos y todas” (SENAMI, 2007: 3), la SENAMI desarrolló el “Plan Nacional
de Desarrollo Humano para las Migraciones”, concebido como una política de
Estado, bajo el precepto de que un Plan de Desarrollo Humano implica
2 En Ecuador, el voto es obligatorio y su incumplimiento conlleva una sanción pecuniaria.
Universidad Complutense de Madrid 12
“recuperar la centralidad de la persona en la planificación de las políticas
públicas” (SENAMI, 2007: 5). Como política de Estado, el Plan se basa en el
presupuesto de la reivindicación del derecho a migrar, por ello, busca
“garantizar el derecho a quedarse, que es el derecho al desarrollo personal,
[…] y el derecho a volver de una manera voluntaria, digna y sostenible en el
tiempo” (SENAMI, 2007: 5). Así, la política migratoria ecuatoriana se enfoca en
dos ejes principales de acción: El primero es el diseño de políticas
encaminadas a proteger los derechos de los ecuatorianos en sus países de
acogida. El segundo y más importante es el diseño de políticas orientadas a la
facilitación del retorno de los migrantes ecuatorianos al país de manera
“voluntaria, digna y sostenible”, a través del llamado Plan Retorno Bienvenid@s
a Casa, bajo el lema “estamos arreglando la casa para que vuelvan”.
De esta manera, el Estado ecuatoriano pasó de una postura más bien
pasiva respecto de sus ciudadanos en el exterior, a una de actividad intensa,
con el fin de recuperar el tiempo perdido y acercar a sus ciudadanos en el
exterior a su país de todas las formas posibles. En este esquema se inserta
nuevamente el voto en el exterior, como el termómetro gubernamental para
medir su eficacia en la política migratoria.
2.4 Voto de los Ecuatorianos en el Exterior
Como hemos visto, el 2006 fue crucial para la los migrantes
ecuatorianos, quienes por primera vez tuvieron la oportunidad de participar
masivamente en los procesos electorales que, hasta ese momento, eran
llevados a cabo exclusivamente en territorio nacional. Estas primeras
elecciones en el exterior contaron con una participación de 87.513
ecuatorianos que representan el 61% de 143.352 registrados previamente para
votar.
Bajo el gobierno de Rafael Correa se han llevado a cabo ya cinco
procesos electorales más en el exterior, con una frecuencia de entre uno y dos
años entre cada uno: Asamblea Constituyente 2007; Referéndum Aprobatorio
Universidad Complutense de Madrid 13
Constitución 2008; Elecciones Generales 2009; Consulta Popular 2011; y
Elecciones Generales 2013.
El proceso electoral de 2007 para elegir a los miembros de la Asamblea
Constituyente tiene especial relevancia, puesto que implicó la ampliación de los
derechos políticos de los migrantes ecuatorianos otorgándoles la posibilidad de
elegir por primera vez representantes de circunscripciones en el exterior en una
Asamblea en territorio ecuatoriano. Así, se elegían dos representantes por la
circunscripción de América Latina, El Caribe y África; dos por la circunscripción
de Estados Unidos y Canadá; y dos por la circunscripción de Europa, Asia y
Oceanía. Consecuentemente, los ecuatorianos residentes en el exterior
adquirieron, además, el derecho a aprobar o rechazar el nuevo texto
constituyente. La nueva Carta Magna aprobada en 2008 consolidó los
derechos de participación política de todos los ciudadanos ecuatorianos, por
consiguiente los residentes en el exterior en los artículos 62, 63, 102, 103, 104,
105, 109, 110, 113 y 118. En estos artículos se garantizan los derechos a elegir
y ser elegidos; a participar en los asuntos de interés público; a presentar
proyectos de iniciativa popular normativa; a ser consultados; a fiscalizar los
actos del poder público; a revocar el mandato que hayan conferido a las
autoridades de elección popular; a desempeñar empleos y funciones públicas;
a conformar partidos y movimientos políticos, afiliarse o desafiliarse libremente
de ellos y participar en todas la decisiones que éstos adopten (Acosta, 2009).
Estas acciones, sumadas a las frecuentes visitas tanto del Presidente de
la República, como de funcionarios del gobierno y la apertura de una serie de
nuevos Consulados y Casas del Migrante con el respaldo de la SENAMI, han
fortalecido los vínculos de los migrantes ecuatorianos con su país de origen. Al
mismo tiempo, se ha activado su potencial de participación ciudadana no solo
como electores sino también como líderes, candidatos y representantes de
estos en la formulación de políticas y leyes en beneficio de la comunidad
migrante ecuatoriana, especialmente aquella radicada en España que es la
más numerosa. Tal es la influencia, que la comunidad de migrantes en España
es una de las más, sino es que la más influyente de todas, siendo, además, la
Universidad Complutense de Madrid 14
que ha puesto a los dos representantes de la circunscripción europea, asiática
y de Oceanía en todos los procesos de elecciones pluripersonales. 3. Definición del Problema
La extensión de los derechos políticos para los migrantes ecuatorianos,
concretamente el derecho al voto en el exterior, no solo ha brindado a los
ecuatorianos en el extranjero la posibilidad de sentir que son tomados en
cuenta y, por tanto, siguen siendo parte de su país natal, sino que ello,
además, ha significado importantes avances en el fortalecimiento de la
democracia ecuatoriana. Sin embargo, los resultados en cuanto a la respuesta
ciudadana esperada todavía distan mucho de ser los óptimos.
Pese a la experiencia de haber llevado a cabo ya seis procesos
electorales extraterritorialmente, corrigiendo errores pasados en cada evento y
coordinando de mejor manera en términos de eficiencia y eficacia la logística
de los mismos y, a pesar del creciente número de ciudadanos que acuden a
registrarse para poder votar, el mayor obstáculo al que se enfrenta el derecho
al voto en el exterior, ha sido, desde sus inicios, la baja participación electoral.
Aunque esta problemática se reproduce casi a nivel global, el caso que mejor
ejemplifica este desafío es el de los ecuatorianos que residen en España. En
concordancia con el hecho de que la última ola migratoria tuvo como principal
destino la Península Ibérica, el mayor número de registrados para ejercer el
voto se encuentra en ese país. Sin embargo, en términos porcentuales,
veremos que ese número de registrados es bastante bajo en relación a la
población que reside en este país. Esta situación empeora cuando se miran las
cifras de los ciudadanos registrados que efectivamente votaron.
Universidad Complutense de Madrid 15
Cuadro 1. Participación Electoral de Ecuatorianos en España
PROCESO ELECTORAL ELECTORES VOTANTES % ABSTENCIÓN
Elecciones Generales 2006 90.476 - - 40%
Asamblea Constituyente 2007 92.315 19.770 79%
Referéndum 2008 92.766 21.617 77%
Elecciones Generales 2009 102.999 40.879 60%
Consulta Popular 2011 110.464 20.988 81%
Elecciones Generales 2013 136.079 60.241 56%
Fuente: Consejo Nacional Electoral Elaboración: Propia
En los primeros comicios en el exterior, celebrados en 2006, se
registraron 143.352 ecuatorianos –más de 90.000 sólo en España- de los
cuales 87.513 acudieron a votar. Si bien puede decirse que la participación fue
significativa para ser la primera vez, el número de votantes correspondió
únicamente al 1.5% del padrón electoral. Los analistas atribuyeron que estos
resultados se debieron a la complejidad de la organización, falta de claridad y
la mala información o incluso desinformación sobre el procedimiento para
votar, especialmente sobre el carácter facultativo del voto (Ramírez Gallegos y
Boccagni, 2009: 10). Esta situación cambiará con los siguientes procesos
electorales.
A partir de 2006 en adelante, se puede observar que el número de
personas que se han registrado, de manera previa a cada proceso electoral, ha
aumentado gradualmente, no así el porcentaje de votantes que, aunque
también ha ido en aumento, el grado de participación en las urnas no ha sido
proporcional. Así, vemos que en tan solo un año, de 2006 a 2007, aunque el
número de registrados no tuvo un aumento significativo, el nivel de ausentismo
se elevó casi al doble. Recién para las elecciones de 2009, tres años más
tarde, el número de electores aumentó en un 10% mientras que el número de
votantes se duplicó, lo que se tradujo en una disminución del ausentismo en un
17%. Para la Consulta Popular que tuvo lugar dos años después, el registro
electoral en España se incrementó apenas en un 7% y, por el contrario, el
ausentismo volvió a dispararse 21 puntos porcentuales. El avance más
significativo, sin embargo, se dio en las últimas elecciones generales de 2013,
Universidad Complutense de Madrid 16
donde no solo el Registro Electoral se incrementó casi en un 20% sino que el
porcentaje de votantes aumentó en un 25%.
Más allá de los meros datos estadísticos, estas cifras reflejan patrones
de participación que llaman la atención. El Cuadro 1. demuestra que los
ecuatorianos que residen en el exterior consideran más importante la
participación en elecciones generales, especialmente las presidenciales, en las
cuales los niveles de ausentismo han resultado ser los menos altos. No así los
procesos consultivos como el Referéndum 2008 o la Consulta Popular de 2011,
inclusive la elección de asambleístas constituyentes en 2007 superaron el 75%
de ausentismo. Esto reflejaría que, aunque los ecuatorianos residentes en el
exterior mantienen todavía, o han retomado, un cierto grado de vinculación con
su país de origen, éste no es lo suficientemente fuerte como para movilizar a
los migrantes a votar por asuntos que tienen una implicación más territorial que
extraterritorialmente.
Por otra parte, respecto del número de electores, que ha ido creciendo
con cada proceso electoral, su aumento resulta mínimo comparado con todos
los esfuerzos del gobierno ecuatoriano, a través de sus Consulados para
incentivar a los ciudadanos a que se registren. Cabe decir que el Registro
Electoral, a partir 2009 se encuentra abierto permanentemente y se cierra
únicamente seis meses antes de las elecciones. Adicionalmente, con el fin de
facilitar el proceso de registro, los Consulados despliegan permanentemente
brigadas móviles hacia distintos puntos del país donde se encuentra asentado
un importante número de ecuatorianos, de esta manera, el migrante no debe
desplazarse hacia el Consulado sino que es éste el que va hacia el migrante.
No obstante todo esto, muchos ecuatorianos siguen reacios a registrarse, así
que el porcentaje de electores registrados en el exterior frente al Registro
Electoral Nacional alcanza apenas el 1.5%. Prueba de ello es, además, que de
500.000 ecuatorianos residentes en España, hoy a 2013, siete años más tarde,
el número de registrados es sólo de 136.079 o el 34%.
Un dato revelador en este sentido, es el que proporciona el Consulado
General de Ecuador en Madrid, a través de su máxima autoridad, Gustavo
Universidad Complutense de Madrid 17
Mateus (2013), quien afirma que la cifra de 500.000 ecuatorianos en España,
proporcionada por el gobierno español, contempla únicamente aquellos que
poseen tarjeta de residencia española pero que son ecuatorianos, a ellos se
debe sumar alrededor de 250.000 ecuatorianos que, al haber obtenido la doble
nacionalidad, salieron del registro de residencia español. Este dato lo confirma
Vladimir Paspuel (2013), Presidente de la Asociación Rumiñahui Hispano
Ecuatoriana en Madrid, quien, además, agrega a esta ya importante cifra, el
número de indocumentados, elevando el número total de ciudadanos a casi
800.000 de 2005 a 2006. En esta línea, tanto Mateus (2013) como Paspuel
(2013) aseveraron que los ecuatorianos con doble nacionalidad son aquellos
con menos interés en participar en los procesos electorales y, en general, en el
quehacer político de Ecuador.
Finalmente, hay un elemento sobre la participación ciudadana y el voto
en el exterior que los resultados electorales no arrojan a simple vista.
Normalmente, cuando hablamos de participación electoral, tendemos a mirar a
la participación únicamente desde la perspectiva del número de votantes y las
cifras de ausentismo, sin embargo, ¿qué hay de los ciudadanos que no buscan
participar como votantes sino como representantes? Ramírez Gallegos y
Boccagni (2009) reflexionan sobre la importancia de tomar en cuenta la
cantidad de movimientos políticos creados para representar a los ecuatorianos
en la Asamblea Constituyente y, posteriormente, en la Asamblea Legislativa en
la participación ciudadana. Esto presupone una visión más amplia de la
participación que merece ser tratada en este trabajo, con el fin de encontrar
alternativas que mejoren la participación política de los ecuatorianos que
residen en el exterior. A continuación, veremos cuáles serían las posibles y
más importantes causas de la baja participación electoral de los migrantes
ecuatorianos.
4. Diagnóstico de la Situación
Para hacer un diagnóstico apropiado, que determine las razones para la
baja participación de los ecuatorianos en el exterior en los procesos
Universidad Complutense de Madrid 18
electorales, hay que diferenciar entre las causas atribuibles al modelo de
votación en el exterior, adoptado por el gobierno ecuatoriano, y aquellas
causas que se encuentran en los mismos migrantes.
La prolongada ausencia de una política migratoria que proteja los
derechos políticos de sus expatriados y la compleja organización y logística de
los procesos electorales en el exterior suponen, en muchos casos, un
obstáculo para que el ciudadano pueda ejercer su derecho al voto y han
acrecentado aún más la ya existente apatía de los migrantes por los asuntos
políticos en Ecuador. Por otra parte, el Servicio Jesuita a Refugiados y
Migrantes (SJRM, 2007) han identificado tres factores claves que afectan la
participación electoral en el exterior: el desencanto, la situación de irregularidad
y la crisis de identidad y pertenencia. Estos tres aspectos han jugado un papel
determinante en el deseo de partición de los ecuatorianos que residen fuera de
su patria.
4.1. Organización Electoral
La responsabilidad del gobierno respecto de la baja participación de sus
ciudadanos en los procesos electorales está en su organización misma. El
modelo de voto en el exterior ecuatoriano es personal, llevado a cabo en
recintos electorales previamente adaptados para ello (CNE, 2009). Para
acceder al derecho al voto, los ecuatorianos deben llenar un formulario en línea
y presentarlo personalmente con su documento de identidad en el Consulado
ecuatoriano más cercano a su residencia. Al momento, España cuenta con 13
Consulados, los más grandes: Madrid, Barcelona, Murcia, Valencia y Málaga.
Para poder llevar con éxito un proceso electoral, cada Consulado debe remitir
un presupuesto de los costos al Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE)
incluyendo gastos de contratación de personal adicional al Consulado, local,
seguridad, alimentación, retribución económica a Miembros de las Juntas
Receptoras del Voto (MJRV), bodegaje de los paquetes electorales, materiales
de oficina envío de paquetes electorales, campaña de incentivo al voto,
transporte, etc.
Universidad Complutense de Madrid 19
El marco legal respecto del voto de los ecuatorianos en el exterior se
encuentra, como hemos visto, contemplado en primera instancia, en la
Constitución del Ecuador de 2008. Las provisiones sobre cómo deben llevarse
a cabo las elecciones tanto en territorio nacional como en el exterior en
términos de la elección de los MJRV, gasto electoral, horario de los comisión,
etc. están especificadas en el Código de la Democracia. Otros aspectos de
logística se enmarcan en Reglamentos o Planes ad hoc elaborados antes de
cada proceso electoral.
Con el fin de facilitar el proceso de registro de ecuatorianos, varios
meses previos al evento electoral, los Consulados organizan brigadas llamadas
Consulados Móviles, que tienen la misión de trasladarse por uno o dos días –
generalmente en fin de semana- a poblaciones aledañas donde residen los
ecuatorianos y motivarlos así a que se registren para votar en los siguientes
comicios. Esta iniciativa, aunque de gran utilidad, no tiene mayor impacto en el
día mismo de las votaciones puesto que el voto debe ejercerse en el recinto y
no hay Consulados Móviles que se desplacen para que los ciudadanos voten,
de tal manera que, aunque el ciudadano no debió trasladarse para registrarse,
sí debe hacerlo para votar. De la misma manera, en el afán de facilitar la
movilidad de los ecuatorianos a los recintos electorales, el CNE dispuso que
los Consulados creen las zonas que estimen convenientes para la ubicación de
recintos cercanos a los lugares de residencia de los migrantes ecuatorianos.
No obstante, estas nuevas facilidades son en vano cuando lo migrantes deben
cumplir con obligaciones laborales.
Una de las razones por las que el modelo no se adapta bien a la realidad
migrante ecuatoriana se debe a que en todas las reuniones mantenidas para
organizar los procesos electorales en el exterior, aunque se hablaba en nombre
de la ciudadanía, nunca se tomó en cuenta la opinión pública de los
ciudadanos en el exterior. Según Vladimir Paspuel (2013), ni la asociación a la
que él representa ni ningún otro grupo de migrantes fue nunca consultado
sobre cuáles serían los mecanismos que ellos consideraban más idóneos para
que los conciudadanos en el exterior ejerzan el derecho al voto que ellos
mismo consiguieron como grupo de presión. Por tal motivo, dentro de la
Universidad Complutense de Madrid 20
comunidad migrante ecuatoriana, nunca ha existido ni siquiera debate alguno
al respecto, por lo cual las apreciaciones de las autoridades en Ecuador
podrían ser erróneas. En este sentido, este dirigente de una de las
asociaciones más grandes e importantes de migrantes ecuatorianos plantea la
necesidad de ser incluidos en este tipo de decisiones transcendentales para
ellos.
4.2. Desencanto, Irregularidad y Pertenencia
Al mirar hacia los factores llamados “expulsores” que ocasionaron la
segunda y más importante ola migratoria, nos encontramos con una coyuntura
política, social y económica, basada en el modelo estructural neoliberal de
desarrollo y un estado de crisis recurrente en todos los ámbitos de la vida
pública agudizados en 1998 y constantes escándalos de corrupción que
“minaron la confianza de los ecuatorianos respecto al país” (SJRM, 2007: 9) y
determinaron su masivo éxodo hacia Europa, especialmente hacia España,
Italia y los Países Bajos. Con el tiempo, estos factores de expulsión
característicos del hecho migratorio ecuatoriano, han calado en el imaginario
que tienen los migrantes ecuatorianos sobre el país que dejaron atrás,
generando un fuerte rechazo a la clase política en general, vista como la gran
causante de su migración y una sensación de desencanto respecto de la
participación política (SJRM, 2007: 9).
Por otra parte, la condición de indocumentados de muchos de los
migrantes ecuatorianos ha sido otro factor que ha alejado a los ecuatorianos de
las urnas en el exterior (SJRM, 2007: 9). Su situación irregular, mayoritaria en
los Estados Unidos, aunque en España también está presente, los hace
vulnerables e indefensos por el miedo a ser identificados por las autoridades
locales al momento de acudir a votar. Conscientes de este hecho, las
autoridades ecuatorianas han buscado, a través de las campañas de incentivo
al voto en el exterior, garantizar a sus ciudadanos la no intervención de las
fuerzas de seguridad locales en los procesos electorales ecuatorianos. Sin
embargo, los ecuatorianos indocumentados prefieren “no arriesgarse” a ser
deportados.
Universidad Complutense de Madrid 21
El tercer factor tiene que ver con los sentidos de identidad y pertenencia
de los migrantes respecto al país de origen como al de acogida. Cuando
migran, las personas
“construyen una nueva identidad, producto de mixturas entre una corriente
evocadora y nostálgica de su país y elementos de su nuevo contexto de
vida, una hibridación que por mucho tiempo le impedirá identificarse con
cualquiera de las identidades entre las que se mueve: las lejanas (las que
se quedan en el Ecuador) y las ajenas (las del país de destino)” (SJRM,
2007: 4).
De esta manera, el migrante, a la hora de decidirse por ir o no a
registrarse y/o sufragar, se debate entre su sentido de pertenencia respecto de
los afectos hacia el Ecuador y sus intenciones de radicarse de manera
permanente en el país de acogida. En este sentido, las asociaciones de
migrantes ecuatorianos y ONG dedicadas a la migración han planteado que
“mientras más integrados y estabilizados están [los migrantes] en la sociedad
receptora, y más garantizados sus derechos básicos, menor es el interés que
suscita la lucha reivindicativa, y mayor el desinterés y la pasividad frente a la
realidad social, económica y política del Ecuador” (SJRM, 2007: 36). Esta idea
es reforzada por Ramírez Gallegos y Boccagni (2009: 13) quienes plantean la
hipótesis de que “el interés por sufragar es más fuerte en aquellos lugares
donde la migración es reciente y donde se tiene una migración madura, de
larga data, se va perdiendo el vínculo con el país de origen”. Este
planteamiento podría ser cierto si consideramos que la población migrante
ecuatoriana más grande se encuentra en los Estados Unidos -primer destino
de los ecuatorianos hasta 1998- con un estimado de alrededor de 600.000
ecuatorianos3, de los cuales al momento se encuentran registrados para votar
únicamente 71.854 entre ese país y Canadá. Este número representa apenas
el 12% frente al 34% de ecuatorianos registrados en España de una población
de 700.000. Esta idea refuerza lo dicho anteriormente, en cuanto al hecho de
3 Se estima que el número real de ecuatorianos residentes en Estados Unidos asciende a un millón si se considera el elevado número de indocumentados que ahí se encuentran.
Universidad Complutense de Madrid 22
que los ecuatorianos, al adquirir la doble nacionalidad dejan de interesarse por
lo que sucede en su país de origen.
Paradójicamente, los autores encontraron que, en Estados Unidos,
donde, como vemos, la participación es más baja, no obstante la pérdida de
interés de los migrantes pioneros con su lugar de origen, éste ha sido
recuperado por la segunda y tercera generación (Ramírez Gallegos y
Boccagni, 2009: nota al pie 11). Esto puede ser corroborado con mi experiencia
personal como coordinadora por parte del Tribunal Supremo Electoral de
Ecuador del proceso electoral Asamblea Constituyente 2007 en Murcia. En
dicha ocasión tuve contacto con varios jóvenes ecuatorianos de segunda
generación, quienes asistieron como MJRV o como votantes, quienes
expresaban que, aunque tenían planes de adquirir una vivienda en España, su
deseo era el eventual retorno al Ecuador, de ahí su deseo de participar en
aquel proceso electoral.
Otro aspecto que puede resultar determinante en la decisión de los
migrantes ecuatorianos de participar políticamente, es el grado de contacto que
mantienen con los familiares y amigos que se quedaron en Ecuador. Para el
SJRM (2007: 36) el papel que juegan las redes y vínculos con familiares y
amistades en los procesos participativos, como son las elecciones, es
fundamental como fuentes de información e incluso de influencia respecto de
las decisiones sobre si votar o no y por quién se debe o no votar. Se podría
plantear entonces, como otra hipótesis, que aquellos migrantes que han
logrado la reunificación familiar en el país de acogida pierden el único vínculo
fuerte con su país de origen y por tanto el interés en los asuntos políticos de
este último.
Estos elementos analizados como potenciales causas de la baja
participación electoral de los ecuatorianos residentes en el exterior permiten
determinar la importancia y necesidad de tomar acciones y qué acciones
tomar, con el fin de revertir esta situación. En lo que sigue, se establece la
justificación y objetivos sobre los que se asentará el presente plan de mejora.
Universidad Complutense de Madrid 23
5. Justificación
Una de los aspectos que más caracteriza al mundo occidental en la
actualidad es la consolidación de la democracia, a través del fortalecimiento de
sus principales pilares, entre ellos el derecho al voto. En este contexto, el
incremento del fenómeno migratorio a nivel global ha puesto sobre la mesa la
situación de aquellas personas que, por diversas circunstancias, han debido
salir de su país de origen indefinidamente, lo que deja en el limbo su condición
de ciudadanos y, por consiguiente, el ejercicio de los derechos políticos que
como tales les pertenecen. Por tal motivo, los gobiernos de muchos países se
han visto avocados a buscar la manera de hacer efectivos esos derechos
extraterritorialmente, fomentando la participación política de sus conciudadanos
de diversas maneras, siendo la implementación del voto en el exterior la más
común entre todas. Esto pone en evidencia la creciente relevancia que tiene el
tema de la ampliación de los derechos más allá de las fronteras territoriales, no
solo para los gobiernos y políticos en general, sino también, como veremos
más adelante, a un importante número de académicos que han bautizado a
este fenómeno como transnacionalismo migratorio.
Uno de estos países es Ecuador que, a partir de 1998 y, por casi una
década, ha visto emigrar a casi tres millones de ciudadanos; sólo en España se
encuentran al momento alrededor de 700.000 ecuatorianos. Sin embargo,
ciñéndonos al caso español, al cabo de siete años desde que se puso en
marcha el primer proceso electoral en el exterior, los índices de participación,
aunque han aumentado gradualmente, no han alcanzado aún niveles que
podrían ser considerados óptimos. No solo que los ecuatorianos no acuden a
votar por diversos motivos, sino que la cantidad de ciudadanos que se registra
para votar, pese a todas las facilidades que las autoridades gubernamentales
han puesto para ello, no llega ni siquiera al 50% de los ciudadanos que residen
en España. Esto implica que para encontrar soluciones efectivas se debe ir
más allá de la logística electoral relativa al día mismo de los comicios.
Las causas para este déficit participativo son variadas pero todas ellas
guardan relación entre sí. Entre ellas se pueden identificar dos fuentes:
Universidad Complutense de Madrid 24
Aquellas causas que tienen que ver con las falencias del modelo de
participación electoral que el gobierno ecuatoriano ha adoptado y aquellas
atribuibles a los migrantes como la apatía, la desconfianza y la desvinculación
con la vida política dentro de su país de origen. Esto presupone un obstáculo
importante en esa consolidación de la democracia con la que el gobierno
ecuatoriano se ha comprometido.
Llevar a cabo elecciones en el exterior, por su complejidad, exige un
altísimo nivel de organización y una gran cantidad de recursos que lo
convierten en un proceso que puede resultar muy costoso. Si a esto se le
añade el hecho de que el número de ciudadanos que efectivamente ejercen su
derecho al voto es bajo, tenemos una problemática aún mayor que nos obliga a
revisar el modelo actual y realizar los ajustes que sean necesarios, a fin de
mejorar los niveles de participación política de los ecuatorianos en el exterior.
De esta manera, no solo se fortalece la democracia evitando así que elementos
tan claves como la representatividad y la legitimidad se vean afectadas en el
futuro, sino que además se logra la reivindicación de un grupo por mucho
tiempo excluido de la política ecuatoriana. A la vez se restablecen y fortalecen
los vínculos de los migrantes con su patria, recuperando así el sentido de
identidad y pertenencia.
Bajo estas premisas, se vuelve urgente, entonces, la necesidad de una
intervención en la política migratoria ecuatoriana con el fin de que se revierta
esta situación de participación deficitaria mediante acciones encaminadas por
un lado, a (re)avivar el interés y el deseo de los ecuatorianos de participar en
las actividades políticas ecuatorianas y por otro lado, corregir las falencias del
actual modelo de voto en el exterior adoptado por las autoridades ecuatorianas
en los últimos años.
La importancia de esta intervención no solo tiene que ver con las
posibles consecuencias negativas que históricamente acarrea el limitar los
derechos políticos de grupos minoritarios y vulnerables, como lo son los
constituidos por migrantes, sino también y ,en mayor medida, con los
beneficios que representa para la salud democrática del Estado ecuatoriano.
Universidad Complutense de Madrid 25
Adicionalmente, la mejora en el sistema de votación en el exterior se puede
traducir en la reducción de costos organizativos que pueden ser mejor
invertidos en otros aspectos débiles de la política migratoria ecuatoriana como
el mismo Plan Retorno, fuera del alcance de esta investigación.
Por otro lado, para que las instituciones y los mecanismos de
participación electoral funcionen es fundamental que la ciudadanía se sienta y
sea parte de ese proceso de fortalecimiento institucional, a través de sus
iniciativas y propuestas. Por este motivo, es vital el planteamiento de un plan
de incentivo a la participación de los migrantes ecuatorianos con el fin de que
las políticas que se adopten en su beneficio sean consensuadas y coherentes
con sus necesidades.
6. Objetivos 6.1. Objetivo General
Considerando la problemática aquí expuesta respecto de la baja
participación ciudadana de los ecuatorianos residentes en España y sus
posibles causas, este plan de mejora se ha planteado el siguiente objetivo
general con los respectivos objetivos específicos:
Incrementar el nivel de participación ciudadana de los ecuatorianos residentes
en el exterior de manera sostenida y sustentable, reflejada en la disminución
del ausentismo en los procesos electorales y el incremento en el interés en la
política ecuatoriana en general.
6.2. Objetivos Específicos
- Mejorar la organización de los procesos electorales: optimizando los
recursos destinados para ellos, haciéndolos más accesibles para los
ciudadanos, garantizando su seguridad respecto de su status migratorio,
así como la transparencia en el proceso y el secreto del voto.
Universidad Complutense de Madrid 26
- (Re)establecer los vínculos de los migrantes con su país de origen en lo
político, económico y social mediante la creación de espacios de
encuentro entre ciudadanos en los que se resalte la cultura ecuatoriana.
- Mejorar la mala imagen que los migrantes ecuatorianos se han forjado
respecto de la política ecuatoriana y su prolongado olvido para con ellos.
- Fomentar la coordinación entre organismos del Estado y organizaciones
de migrantes ecuatorianos con el fin crear una cultura de participación
ciudadana en la que los ciudadanos tengan voz y voto sobre las políticas
que son de su incumbencia.
7. Metodología
Este trabajo tiene como objeto de estudio la participación electoral de los
ciudadanos ecuatorianos residentes en el exterior. Por tanto, el Plan de Mejora
está encaminado a mejorar esta participación, teniendo en cuenta los objetivos
arriba planteados. Aunque la diáspora ecuatoriana se encuentra esparcida por
todo el mundo, con tres focos principales de asentamiento, España, Estados
Unidos e Italia, este trabajo se centrará únicamente en la población ecuatoriana
residente en España. Esta selección no ha sido al azar sino que responde al
hecho de que, en la segunda ola migratoria de 1998, España se convirtió en el
primer destino de los ecuatorianos que decidieron emigrar de Ecuador;
consecuentemente, aquí se encuentra el mayor número de ciudadanos
registrados para votar. Por otra parte, la accesibilidad a los datos e información,
en general, es otro factor determinante para la elección del país. No obstante el
estudio se hará en base a un país en particular, España, el propósito de este
Plan de Mejora es que tenga alcance global y que el modelo de votación en el
exterior que aquí se propone no sea aplicado únicamente en España sino en el
resto de países donde residen los ecuatorianos.
Este Plan de Mejora está fundamentado en literatura tanto académica
como técnica. En cuanto a la literatura académica, este trabajo se asienta, por
Universidad Complutense de Madrid 27
un lado, en los enfoques de democracia participativa clásica de Rousseau y
contemporánea de Dahl, Pateman y Rueschemeyer, quienes exaltan la
importancia de la participación de la ciudadanía como un derecho inherente al
ser humano y pilar de la democracia. Estos enfoques, además, introducen el
voto como el mecanismo por excelencia de participación ciudadana.
Por otro lado, el Plan de Mejora aquí planteado acude a enfoques sobre
migración y derechos ciudadanos, específicamente aquel que habla del
transnacionalismo migratorio. Esta corriente estudia los procesos que vinculan
a las sociedades de origen y de destino de los migrantes mediante el
establecimiento de relaciones de todo tipo, incluyendo aquellas de carácter
político. Bajo esta corriente, el voto migrante es un elemento claro de este
transnacionalismo migratorio que vincula políticamente y de manera directa a
los ciudadanos con su país de origen desde su país de destino.
Finalmente, la literatura técnica en la que se apoya este trabajo es
proporcionada por el Manual de Voto en el Exterior del Instituto para la
Democracia y Asistencia Electoral. Este texto compilatorio de diez capítulos
recoge exhaustivamente todos los aspectos técnicos que implica la
organización de un proceso electoral extraterritorialmente en perspectiva
comparada: modelos de votación, ciudadanos habilitados para votar,
legislaciones, tipos de elecciones, aspectos logísticos y el estudio de casos
particulares. Adicionalmente, se revisarán varias normativas existentes sobre
voto en el exterior con el fin de tener una visión clara del funcionamiento de
métodos diferentes de votación.
A más del apoyo literario y, con el fin de que este Plan de Mejora sea
coherente con las necesidades de la población migrante ecuatoriana, se realizó
un trabajo de campo con entrevistas a los principales actores del proceso
electoral ecuatoriano en el exterior: el señor Vladimir Paspuel (2013),
presidente de una de las organizaciones más representativas de migrantes
ecuatorianos alrededor del mundo, la Asociación Rumiñahui Hispano-
Ecuatoriana (ANEXO A), sede Madrid y el señor Gustavo Mateus, Cónsul
General de Ecuador en Madrid (ANEXO B). A esto me he permitido sumar mi
Universidad Complutense de Madrid 28
propia experiencia personal como ex funcionaria del Consejo Nacional
Electoral responsable del voto en el exterior de 2007 a 2009; delegada del CNE
en el proceso electoral Asamblea Constituyente 2008 en Murcia, España; y
como observadora independiente del proceso electoral Elecciones Generales
2013 en Madrid, España.
La elaboración del Plan de Mejora como tal consistirá en la comparación
de los diferentes modelos de votación existentes, personal, postal, delegativo y
electrónico, a más de sus posibles combinaciones en los llamados modelos
mixtos o combinados. Una vez analizados los pros y contras de cada uno, se
establecerá cuál es el más apropiado para el caso ecuatoriano. De entre un
grupo de países con el modelo escogido, se elegirá aquel del país que más se
ajuste a la realidad ecuatoriana y de sus migrantes. Posteriormente se replicará
el modelo al caso ecuatoriano tomando en cuenta las modificaciones que sean
necesarias realizar, con el fin de que el modelo sea perfectamente aplicable en
el contexto ecuatoriano.
Para la elaboración del plan de mejora al incentivo a la participación
ciudadana se tomarán en cuenta también las entrevistas realizadas, así como
los sistemas y mecanismos de participación ciudadana establecidos por el
Consejo de Participación Ciudadana y Control Social de Ecuador.
8. Marco Teórico 8.1. Democracia y Participación
Uno de los conceptos fundamentales para esta investigación es el de
democracia, pero para entender su importancia debemos dar una mirada más
profunda a este concepto que, por un lado, ha estado en continua evolución y
transformación y, por otro, se ha ido expandiendo gradualmente hasta
adaptarse a la era contemporánea. Por tal motivo, se puede decir que la
democracia no es estática sino que, al contrario, es muy dinámica por lo que
existen tantas clasificaciones como enfoques teóricos. Debido a su extensión,
Universidad Complutense de Madrid 29
nos centraremos en aquellas perspectivas aplicables a este trabajo:
democracia desarrollista y democracia participativa.
Utilizando como punto de partida el republicanismo, Held (2006)
diferencia dos orígenes principales de la democracias: por un lado, la Grecia
Antigua de la que se deriva el republicanismo desarrollista, que pone “énfasis
en el valor intrínseco de la participación política para el realce del proceso de
toma de decisiones y el desarrollo de la ciudadanía” (Held, 2006: 37); y, por
otro lado, la democracia de Roma que da origen al republicanismo protector4
que, por motivos de espacio, no vamos a tratar aquí. Siguiendo esta división
llegamos a la democracia liberal con sus correspondientes variantes: la
democracia desarrollista y la democracia protectora.
La democracia desarrollista promueve la participación ciudadana en la
política; entre sus más destacados proponentes clásicos encontramos a
Rousseau, Bentham, James Mill y J. S. Mill. Para Rousseau (2004), “El
Contrato Social” establece un sistema de cooperación entre los ciudadanos, a
través un cuerpo de legisladores, por un lado, y ejecutores de esa ley, por otro.
Establece además que la soberanía, que no es sino “el ejercicio de la voluntad
general” (Rousseau, 2004: 31), es intransferible, inalienable e indivisible
(Rousseau, 2004: 31-34). La soberanía, por tanto, tiene su origen en el pueblo
y se queda en el pueblo y debe responder siempre a la voluntad general y
perseguir el bien común.
El siglo XX trajo consigo una gran ola de nuevas corrientes sobre la
democracia basadas en las descritas anteriormente. De la democracia
desarrollista se derivaron el pluralismo y la democracia participativa. Uno de los
máximos exponentes de estas corrientes ha sido Robert Dahl. En su obra
maestra, “Poliarquía” (1956), Dahl (1971: 3) establece que las ocho garantías
institucionales que un Estado debe proveer para ser considerado democrático,
4 La democracia romana da origen al llamado republicanismo protector cuya preocupación primaria es el valor instrumental de la participación política de los objetivos e intereses ciudadanos (Held, 2006: 37).
Universidad Complutense de Madrid 30
con la oportunidad de tener preferencias ponderadas equitativamente en la
conducta del gobierno son:
1. Libertad de asociación y organización
2. Libertad de pensamiento y expresión
3. El derecho de sufragio activo y pasivo
4. El derecho de ser elegido para cargos públicos
5. El derecho a competir por el apoyo electoral
6. Fuentes alternativas de información accesibles
7. Elecciones libres, periódicas y justas, que produzcan mandatos limitados
8. Existencia de instituciones que controlen
Basado en estos ocho principios, Dahl construyó un modelo de dos ejes:
X = Inclusión (participación) y Y = Liberalización (debate público). La situación
ideal para Dahl es aquella en la que altos niveles de liberalización alcancen
altos niveles de inclusión, a esto, Dahl lo llamó “poliarquía”. Para el autor, “las
poliarquías son regímenes que han sido sustancialmente popularizados y
liberalizados, esto es, altamente inclusivos y extensamente abiertos al debate
público” (Dahl, 1971: 8).
Adentrándonos en el campo de la democracia participativa, nos
encontramos con los enfoques pluralistas. De manera general, estos enfoques
defienden la inclusión de las minorías en los procesos de toma de decisiones y
fortalecen los derechos ciudadanos como el voto, la libertad de expresión y/o
asociación (Held, 2006: 173). De acuerdo con Macpherson y Pateman (Held,
2006: 215) respecto de la democracia participativa:
“un derecho igualitario a la libertad y el auto-desarrollo sólo puede lograrse
en una ‘sociedad participativa’, que fomente un sentido de eficacia política,
nutra la preocupación por los problemas colectivos y contribuya a la
formación de una ciudadanía bien informada capaz interesarse de manera
sostenida en el proceso de gobernar”.
Un enfoque mas instrumentalista es el propuesto por Huber,
Rueschemeyer y Stephens (1997). A partir de la combinación de las tres
Universidad Complutense de Madrid 31
características más relevantes de la democracia formal -elecciones libres y
regulares, sufragio universal, rendición de cuentas y garantías efectivas para la
libertad de expresión (Huber et. al., 1997: 323)-, los autores añaden una cuarta
dimensión que consiste en altos niveles de participación política involucrando a
todas las categorías dentro de la sociedad (clases, minorías étnicas, género).
Una diferencia importante con otros enfoques sobre participación es que ésta
no se limita al mero hecho de acudir a votar: a pesar de que el voto es una
herramienta esencial de la democracia participativa, éste no es suficiente por
cuanto, como ocurre generalmente, las iniciativas de referéndums y consultas
populares vienen del gobierno y no de los ciudadanos comunes (Barczak,
2001). Sin embargo, el derecho ciudadano al voto es el principio del ejercicio
de la participación, vale decir que si este derecho no es garantizado de forma
adecuada, cualquier otro mecanismo de participación que se busque
implementar estará condenado al fracaso.
8.2 El Derecho al Voto
Tres cuartos de siglo atrás, Ortega y Gasset determinó la estrecha
relación entre democracia y elecciones afirmando que: “La salud de las
democracias, cualesquiera que sea su tipo y grado, dependen de un mísero
detalle técnico: el procedimiento electoral. Todo lo demás es secundario. […]
Sin el apoyo auténtico del sufragio las instituciones democráticas están en el
aire” (Ortega y Gasset, 1958 en Nohlen, 1998: 19). La adopción de la
democracia como sistema de gobierno, basado en la elección de
representantes por parte de la ciudadanía, implica que los estados están
obligados a proporcionar y garantizar el derecho de todos sus ciudadanos, a
votar libremente por las dignidades que sean de su preferencia. Así,
únicamente cuando las personas, autorizadas formalmente para sufragar,
pueden participar de forma efectiva en los procesos electorales, se puede
hablar de un verdadero sufragio democrático (Nohlen, 2000: 279-283).
Sin embargo, este criterio no es suficiente. Se debe considerar que en el
desarrollo de la democracia moderna, “el proceso de mayor extensión del
sufragio estuvo acompañado por el desarrollo del estado de derecho, […] del
Universidad Complutense de Madrid 32
pluralismo político, de la competencia entre individuos y grupos y la
persecución del bien común para toda la sociedad” (Nohlen, 2000: 279-283).
Este proceso lleva intrínseco el desarrollo del sufragio universal, definido como
aquel que no se restringe ni por razón de riqueza ni de la capacidad intelectual,
lo que quiere decir que “el cuerpo electoral está compuesto por todos los
ciudadanos –sin discriminación de grupos sociales específicos- que cumplen
determinadas condiciones [como] nacionalidad, edad, goce de los derechos
civiles y políticos e inscripción en el censo” (Alcubilla, 2000: 433, énfasis
añadido). Hoy en día, la universalidad del sufragio se constituye una conquista
irrenunciable de los Estados democráticos (Alcubilla, 2000: 433).
La teoría del sufragio, entendido como un derecho, se vincula con la
concepción rousseauniana de soberanía popular, vista anteriormente,
entendida, a su vez, como “la suma de las fracciones de soberanía que
corresponden a cada ciudadano” (Alcubilla, 2000: 433). De aquí se puede
deducir que el sufragio es “un derecho preestatal, innato a la personalidad”
(Alcubilla, 2000: 433, énfasis añadido). Lo que es más, para Rousseau, el
derecho al voto se deduce por el mero hecho de ser ciudadano, por lo que
nadie podrá quitar este derecho a los ciudadanos. Entonces, si el derecho al
voto es intrínseco de los ciudadanos de un Estado, inalienable e irrenunciable,
¿qué pasa con aquellos ciudadanos que por diversos motivos se encuentran
indefinidamente fuera del territorio de su ciudadanía? ¿Cómo se conjuga el
derecho de migrar con el derecho a votar? ¿Anula la migración la posibilidad
de los ciudadanos de participar políticamente en sus países de origen? Más
adelante analizaremos estas cuestiones.
Por su parte, ¿qué mueve a los Estados a expandir el derecho al voto a
los expatriados? Una razón de peso es que el voto de los migrantes tiene el
significado simbólico de mantener los lazos políticos con aquellos que
migraron, pero que aún conservan su ciudadanía (Bauböck 2005; Collyer y
Vathi, 2007). Factores como el envío de remesas (Itzigsohn, 2000; Collyer y
Vathi, 2007), el desarrollo tecnológico de las telecomunicaciones (internet,
televisión satelital, medios de comunicación y redes sociales) y las bajas tarifas
de los billetes de avión han facilitado enormemente que los migrantes estén
Universidad Complutense de Madrid 33
conectados y bien informados políticamente sobre el acontecer de su país de
origen (Bauböck, 2005: 683).
Por otra parte, ¿qué mueve a los migrantes a participar activamente en
los asuntos políticos de su país de origen? La respuesta sencilla a esta
pregunta sería, por un lado los estrechos vínculos familiares con aquellos que
se quedaron, que muchas veces incluye a cónyuges, hijos y padres, motiva a
los migrantes a buscar mejores condiciones de vida para los suyos a través del
voto en el exterior. Por otro lado, gran parte de esa población migrante,
especialmente la más reciente, aunque está consciente de que su estadía en el
exterior puede ser indefinida, también es consciente de su deseo de volver “en
algún momento” a su país natal, cuando las condiciones sean más propicias
para ello (Gallegos y Boccagni, 2009). La respuesta más compleja incluye
también las motivaciones del Estado que tienen su origen en la globalización y
el transnacionalismo. Levitt y de la Dehesa (2003) hacen referencia a las
“políticas de naciones globales” cuando tratan de explicar las acciones que
llevan a cabo los Estados en su intento de fomentar el continuo sentido de
pertenencia de sus migrantes. Adicionalmente, como ya lo mencionamos, Levitt
(2001) destaca la capacidad de los migrantes de organizar influyentes lobbies
para defender los intereses políticos de sus países de origen, las grandes
contribuciones hechas por migrantes en campañas políticas y su significativa
influencia en sus familiares en la manera de votar.
8.3. Transnacionalismo Migratorio
Aunque existen varias definiciones, todas están de acuerdo en que el
transnacionalismo es una forma de describir los intercambios o conexiones
transfronterizas. Estas conexiones pueden afectar a varios Estados y tienen la
característica de que suelen ser generadas desde abajo por las comunidades
de migrantes (Portes, 2004: 173). Una de las definiciones más frecuentes de
transnacionalismo migratorio es proporcionada por Basch, Glick Schiller y
Blanc-Szanton (1994 en Martiniello y Lafleur, 2008: 648) quienes lo definen
como:
Universidad Complutense de Madrid 34
“el proceso por el cual los migrantes forjan y sostienen relaciones sociales
multiramales que vinculan a sus sociedades de origen y de destino.
Nosotros llamamos a este proceso transnacionalismo para enfatizar que
muchos migrantes en la actualidad construyen ámbitos sociales que
atraviesan fronteras geográficas, culturales, y políticas”.
Esta definición general contiene tres elementos principales acerca del
transnacionalismo migratorio. La primera implica que los vínculos entre los
individuos y los Estados no son exclusivos, sino que al contrario, son múltiples.
Segundo, el espacio en que los migrantes trabajan, conducen sus vidas en lo
social, lo político y/o lo religioso, o incluso en el que forman una familia, no
pueden ser distinguidos claramente entre el país de origen y el de destino.
Tercero, esta definición implica que el transnacionalismo afecta potencialmente
a todos los aspectos de la vida del migrante, su vida familiar, el trabajo, la
participación política y actividades asociativas, es decir, que todas pueden
tener implicaciones transnacionales (Martiniello y Lafleur, 2008 :648-649).
Centrándonos de nuevo en el aspecto político, Ostergaard-Nielsen
(2001: 4) define a las “prácticas políticas transnacionales” como: “varias formas
de participación directa transfronteriza en la política del país de origen por parte
de los migrantes […], así como su participación indirecta mediante las
instituciones políticas del país de acogida (u organismos internacionales)”. Para
el autor, en este último caso, el elemento transnacional se refiere a la forma en
que la participación política en un país, como los patrones de voto o de
cabildeo, es informado por los acontecimientos políticos en otro (Ostergaard-
Nielsen, 2001: 4). Entre los tipos de prácticas políticas transnacionales,
aquellas que conciernen a este trabajo son las políticas de inmigrantes
(Inmigrant Politics) y políticas patrióticas (Homeland Politics). Las primeras se
refieren a las actividades políticas que los (in)migrantes realizan en el país de
acogida con el fin de mejorar su situación, como mejorar sus derechos
políticos, sociales o económicos o combatir la discriminación. Estas prácticas
se vuelven transnacionales cuando el país de origen decide involucrarse o
incluso intervenir para ayudar a sus ciudadanos en el exterior a mejorar su
situación legal y/o socio-económica en el país de acogida. La segunda, en
cambio, tiene que ver con las actividades políticas que realizan los migrantes
Universidad Complutense de Madrid 35
en relación con la política doméstica y/o exterior de su país de origen. Esto es,
en oposición o a favor del régimen político de turno en el país de origen, así
como los objetivos de su política exterior (Ostergaard-Nielsen, 2001: 5).
Así pues, vemos cómo la expansión extraterritorial de los derechos
ciudadanos se inserta en un sistema de alcance transnacional donde
interactúan las comunidades migrantes con sus países tanto de origen como
de acogida, con el fin de mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias.
Dentro de este complejo sistema se encuentra el voto en el exterior como el
acto donde el deseo de inclusión y participación política por parte de los
migrantes para con su país de origen se materializa en una primera pero
fundamental instancia. Sin embargo, como veremos a continuación, la
organización de los procesos electorales en el exterior es mucho más compleja
que aquella desarrollada en el territorio nacional, puesto que requiere de una
normativa adicional, altos niveles de coordinación logística y, sobre todo, una
gran cantidad de recursos para su óptima puesta en marcha. En lo que resta
de esta sección veremos los aspectos más importantes de lo que significa la
implementación del voto en el exterior.
8.4. Voto en el Exterior
Como hemos visto, el derecho al voto ha sido considerado
históricamente como el núcleo de la ciudadanía democrática. Aunque en la
visión tradicional la residencia no es una condición suficiente para el ejercicio
de los derechos de participación política, ésta es todavía una condición
necesaria. Esta visión histórica, sin embargo, ha sido desafiada por un gran
número de Estados con la extensión de estos derechos ciudadanos más allá
de las fronteras territoriales, a través de la implementación del voto en el
exterior.
Históricamente, el voto en el exterior es un fenómeno relativamente
nuevo. Las primeras provisiones de voto en el exterior tuvieron lugar en los
países anglosajones con el fin de garantizar el derecho al voto a los soldados
que iban a la guerra. Luego, este derecho se extendió en algunos países a los
Universidad Complutense de Madrid 36
funcionarios diplomáticos como Francia en 1975. Poco a poco y por razones
diversas, otros países como India (1950), Indonesia (1953), Colombia (1963) o
España (1978) adoptaron esta modalidad. El voto en el exterior se fue
acentuando durante las transiciones democráticas de la década de los noventa
como Namibia (1989) y Sudáfrica (1994). Sin embargo, lo que ha hecho que el
voto en el exterior sea un tema cada vez más prioritario en las agendas
gubernamentales en el mundo ha sido el aumento brusco de la migración en
los últimos cincuenta años (Nohlen y Grotz, 2007: 65). En este sentido, las
crecientes comunidades de expatriados suelen buscar la participación en sus
países de origen, ya sean trabajadores migrantes buscando conservar sus
vínculos con su patria, miembros de comunidades de diásporas de largo plazo
que se oponen al régimen de turno, o expatriados que envían remesas a sus
familiares. Este tipo de comunidades pueden ser en sí mismas un grupo de
presión muy influyente para la introducción del voto en el exterior (Ellis, 2007:
44).
La creciente relevancia del voto en el exterior se vio reflejada en la
Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de 1990 que al respecto
establece que:
“Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a participar
en los asuntos públicos de su Estado de origen y a votar y ser elegidos en
elecciones celebradas en ese Estado, de conformidad con su legislación.
Los Estados interesados facilitarán, según corresponda y de conformidad
con su legislación, el ejercicio de esos derechos” (Convención
Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, Documento de la ONU
A/RES/45/158, 18 de diciembre de 1990, artículo 41).
Cuando se pretende analizar el voto en el exterior, la simple presencia o
ausencia de éste, es una medida demasiado simplista para todo lo que éste
implica. Alrededor del mundo, son 115 países y territorios los que permiten el
voto en el exterior, por tanto, existe gran variación respecto a quienes están
autorizados para votar, bajo qué circunstancias, qué se requiere para acceder
Universidad Complutense de Madrid 37
a este derecho, dónde y cómo pueden/deben ser emitidos los votos y cómo se
cuentan. Una vez que se tienen claro estos aspectos, la implementación del
voto en el exterior es complicada por factores como el número de votantes,
dónde se encuentran ubicados, las distancias, los costos y la complejidad del
sistema de votación (Braun y Gratschew, 2007: 4). Respecto al marco legal del
voto en el exterior, existen tres tipos de provisiones legales para tal efecto: las
constituciones, las leyes electorales y las regulaciones administrativas, siendo
la provisión constitucional la que menos se utiliza (Nohlen y Grotz, 2007: 67).
En lo concerniente a la organización misma del proceso electoral en el
exterior, existen cuatro procedimientos básicos que pueden ser combinados
entre sí. Estos son:
Voto personal: El votante debe acudir a sufragar a un lugar específico,
generalmente una misión diplomática o un centro electoral. Este es el método
más utilizado puesto que garantiza la transparencia y que el voto sea secreto.
Voto por correspondencia: El votante llena la papeleta en el lugar que prefiera y
luego el voto es remitido por correo ordinario al país de origen. A veces, este
procedimiento requiere de un testigo que confirme la identidad del votante y
que la papeleta fue llenada libremente y en secreto.
Voto delegativo: Un ciudadano que vive en el exterior puede estar habilitado
para votar delegando a otra persona a que vote por él en el país de origen.
Voto electrónico: El votante puede utilizar el internet, asistentes digitales
personales, teléfonos o móviles para votar. Son pocos los países que han
implementado esta opción, pero se espera que en el futuro sean más los que lo
adopten.
En cuanto a quiénes tienen derecho a votar en el exterior, el Manual de
Voto en el Exterior del Instituto para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA
por sus siglas en inglés) y el Instituto Federal Electoral de México (IFE)
distingue cuatro grupos principales: a) trabajadores migrantes; b) refugiados; c)
Universidad Complutense de Madrid 38
individuos en determinados grupos profesionales (militares, diplomáticos,
funcionarios públicos); y d) todos los ciudadanos de un país que residan y
permanezcan en el extranjero de forma temporal o permanente (Braun y
Gratschew, 2007: 4). Adicionalmente, el derecho a votar en el exterior puede
estar supeditado al tiempo de permanencia en el país de acogida. Así, mientras
que algunos países no hacen provisión alguna respecto del tiempo que deben
residir afuera, otros pueden limitar el derecho a un mínimo o un máximo de
años (Navarro Fierro, Morales y Gratschew, 2007: 19-20).
Uno de los requisitos indispensables para ejercer el derecho al voto, no
solo en el exterior sino también en territorio nacional, es estar registrado en el
padrón o registro electoral. Mientras que en territorio nacional este
procedimiento es muchas veces automático, en el caso de los ciudadanos en el
exterior, son estos los que deben realizar todo el trámite personalmente. El
procedimiento, usualmente, requiere que el elector presente su documento de
identidad –normalmente el pasaporte- y llene un formulario que luego será
procesado por la autoridad encargada del registro electoral (Green, 2007: 97).
El mayor problema que representa este procedimiento es que muchas veces el
lugar de residencia del elector no es el mismo de registro y, dado que en
países como México, Ecuador o España, dicho formulario debe ser entregado
en las oficinas consulares, el elector puede verse limitado por la imposibilidad
de trasladarse al lugar de registro.
El voto en el exterior puede ser aplicado para varios tipos de elección:
nacionales y/o locales o puede ser usado para referéndums y elecciones sub-
nacionales. Lo más común, sin embargo, son las elecciones presidenciales y
legislativas. Por consiguiente, entre los elementos importantes para definir el
tipo de proceso que se llevará a cabo en el exterior es el sistema electoral y la
representatividad. La provisión institucional para la asignación de los votos en
el exterior es clave en la medida que define la forma en la los votos se traducen
en asientos parlamentarios o legislativos. Por tanto, estas regulaciones
decidirán el alcance de influencia del voto en el exterior en la política doméstica
(Nohlen, 2007: 69). En este sentido, dos opciones sobresalen: La creación de
distritos o circunscripciones extraterritoriales o la asignación de los votantes en
Universidad Complutense de Madrid 39
el exterior a distritos o circunscripciones ya existentes dentro del territorio
nacional, generalmente aquél en el que solía residir. Por otro lado, donde se
han creado circunscripciones en el exterior, la asignación de escaños puede
ser fija, es decir que, sin importar los resultados de las elecciones en el
exterior, el número de escaños será siempre el mismo; o proporcional, los
resultados electorales serán determinantes del número de escaños en
representación de los votantes en el exterior (Navarro Fierro et. al. 2007).
Finalmente, es necesario mencionar los obstáculos que afronta la
organización de procesos electorales en el exterior, una vez superados todos
los aspectos ya mencionados. Garantizar la transparencia y la libertad de
influencia por partes interesadas representa un problema en países que
enfrentan problemas de elecciones legítimas, especialmente si tienen un
elevado número de ciudadanos que no solo viven en el exterior sino que
además se concentran en un solo país de acogida (Nohlen, 2007: 73). Por otro
lado, la posibilidad de interferencia por parte de actores políticos que no se
sujetan a las leyes del país de origen agrava el peligro de que la competencia
equitativa entre partidos se vea afectada (Nohlen, 2007: 73). Por último, el reto
más grande es el incremento real de la participación de los ciudadanos en el
exterior a la hora de votar, puesto que de ello dependerá el éxito o fracaso de
los estados en su intento de garantizar los derechos políticos de un grupo
importante de ciudadanos.
Universidad Complutense de Madrid 40
SEGUNDA PARTE: PLAN DE MEJORA
Universidad Complutense de Madrid 41
9. Contexto Electoral Ecuatoriano
Una vez que hemos revisado la principal literatura sobre democracia,
participación ciudadana, transnacionalismo migratorio y derecho al voto en el
exterior, así como los principales aspectos de la migración en Ecuador y cómo
se han extendido los derechos políticos a este importante grupo de la
población, ahora es momento de pasar a la segunda parte de este trabajo: el
plan de mejora de los mecanismos de participación ciudadana de los
ecuatorianos residentes en el exterior respecto a su país de origen.
Antes de continuar, se hará una breve descripción del sistema de
votación ecuatoriano en territorio nacional. En las palabras de Simón Pachano
(2004: 7), basado en el concepto de sistemas electorales, como el conjunto de
procedimientos por los cuales los electores expresan su voluntad y de la forma
en que sus votos se transforman en puestos en las instancias de
representación y toma de decisiones, “se puede sostener que desde 1979 [el]
Ecuador ha contado con un sistema electoral mixto, conformado por tres tipos
de procedimientos de selección”. El primer tipo es el de elección presidencial,
regido por una fórmula de mayoría absoluta, con el recurso de la “segunda
vuelta” para lograrla. El segundo tipo es la elección de autoridades locales,
para la que se utiliza la fórmula de mayoría simple. En tercer lugar, las
elecciones para asambleístas, consejeros provinciales y concejales
municipales rige una fórmula de representación mixta (Pachano, 2004: 7).
La forma de votación que tiene lugar en Ecuador es personal y de
carácter obligatorio. Previo al día de las elecciones, se eligen, aleatoriamente,
a los que fungirán de Miembros de las Juntas Receptoras del Voto (MJRV). Por
tanto, las Juntas Receptoras del Voto tienen carácter temporal y se integran
con un mínimo de tres vocales y un máximo de cinco, según lo determine el
CNE, dependiendo del grado de complejidad del proceso electoral (Miranda
Camarena y Ruiz Pérez, 2012: 214). Para poder ejercer su derecho al voto, los
ciudadanos deben acercarse, en el día y horario establecido por el CNE, al
recinto electoral asignado según su domicilio electoral, con su cédula de
identidad. Una vez que han sufragado, el Presidente del JRV hace firmar al
Universidad Complutense de Madrid 42
sufragante el Registro Electoral, como constancia de su voto y procede a
entregarle el certificado de votación. A las cinco de la tarde se cierra el proceso
de votación y se procede al escrutinio. Los MJRV cuentan los votos, llenan las
actas y proclaman los resultados ante la presencia de los delegados de los
partidos políticos y los observadores electorales. Una vez computados los
resultados, estos son publicados por el CNE. Hasta el momento, este
procedimiento se ha reproducido en el exterior, con las adaptaciones
necesarias para que sea aplicable al contexto internacional.
En años anteriores a la elaboración de la actual Ley Orgánica de
Elecciones, Código de la Democracia, donde consta toda la normativa respecto
de la organización y ejecución de los procesos electorales en el exterior, los
lineamientos y procedimientos a seguir, desde el registro hasta la proclamación
de resultados, eran el producto de continuas reuniones entre las áreas
operativas del Tribunal Supremo Electoral (TSE), posteriormente CNE, el
Ministerio de Relaciones Exteriores y luego también la SENAMI. El documento
resultante era un “Plan Operativo de Voto en el Exterior” que tenía más un
carácter normativo y administrativo que legal. En dichas reuniones, en las que
tuve participación activa, cuando se discutían y decidían cuáles serían las
mejores alternativas para llevar a cabo las elecciones en el exterior y porqué,
siempre se concluía que el voto personal “es la única forma de garantizar el
secreto y la transparencia del voto”. Entre los argumentos en contra se
encontraba la lejanía de los recintos electorales de muchas localidades con alto
número de ecuatorianos, el miedo de aquellos indocumentados de ser
detenidos y la ausencia de varios MJRV debido a la no obligatoriedad del voto.
Para superar estos inconvenientes se crearon nuevas zonas de votación, se
procuró garantizar la seguridad de los indocumentados mediante convenios
intergubernamentales con los países de destino y se optó por entregar una
remuneración económica a quienes participaban como MJRV. Entre los
argumentos a favor del voto personal se aducía que los ciudadanos desconfían
de su sistema electoral y, por tanto, había que garantizar, por sobre todo, la
transparencia y el secreto del voto y eso solamente se lograba con el voto
personal. A partir de que el Código de la Democracia entró en vigencia en
2010, el modus operandi organizativo no cambió, la única diferencia sustancial
Universidad Complutense de Madrid 43
fue que ahora existe un marco legal que norma los procedimientos de voto en
el exterior. Bajo este esquema se han venido llevando a cabo los procesos
electorales en el exterior hasta 2012.
El hecho de que se dieran continuas reuniones abría la puerta a la
discusión de nuevas alternativas para la forma de votación de los migrantes
ecuatorianos. Lamentablemente, ya sea por el temor que se suele tener al
cambio o por falsas presunciones sobre lo que ecuatorianos afuera desean,
hasta ahora ese debate no se ha dado. Hasta ahora, todos los intentos y
esfuerzos de mejora han estado encaminados a corregir errores y realizar
mejoras al sistema actual sin modificarlo. Al dejar de lado la opinión del público
afectado, en este caso la ciudadanía migrante ecuatoriana, se han perdido
valiosas oportunidades de discusión sobre nuevas formas de votación. En este
trabajo, se ha querido evitar caer en el mismo error y, en la entrevista realizada
al líder de la Asociación Rumiñahui se le preguntó sobre la posible reacción
que tendrían los ecuatorianos respecto de un cambio en el modelo actual de
votación. Vladimir Paspuel (2013) indicó que dicha reacción sería muy
favorable ante cualquier iniciativa que facilite su participación electoral. Al
preguntarle qué opinaba él sobre mecanismos alternativos como la ampliación
del período de votación en el exterior y/o incluso, sobre la posibilidad de
implementar un voto postal, método mixto que actualmente funciona en
España, Paspuel (2013) no sólo manifestó que apoyaba estas formas de
votación sino que fue más allá. Por un lado, sugirió que, ante la falta de más
recintos electorales que faciliten el acceso a un mayor número de ciudadanos,
ya sea por los altos costos que suponen o por los permisos que se requieren,
se utilicen las instalaciones de las asociaciones como recintos donde los
ecuatorianos puedan acudir a votar. Por otro lado, el dirigente, evocando las
bondades de las nuevas tecnologías con las cuales los migrantes ecuatorianos
están muy familiarizados, propuso la implementación del voto electrónico.
Estas declaraciones nos dan la pauta de que sí existiría una apertura por parte
de la comunidad migrante ecuatoriana ante una reforma del actual sistema de
votación en el exterior en su beneficio.
Universidad Complutense de Madrid 44
10. Marco Normativo e Instituciones Involucradas
Con el objeto de trazar un plan de mejora para incrementar la
participación electoral y política, en general, en los ciudadanos ecuatorianos
residentes en el exterior, es necesario revisar el marco jurídico y normativo en
el cual este plan se asentará. Para ello, se revisará la normativa ecuatoriana
existente en materia de migración y participación electoral en el exterior.
La Constitución ecuatoriana en su artículo 11 establece que el Estado
deberá garantizar la plena vigencia de todos aquellos derechos consagrados
en ella, a todos sus ciudadanos por igual sin importar su condición migratoria.
Entre esos derechos se encuentran el derecho a elegir y ser elegido en
igualdad de condiciones respecto de sus conciudadanos dentro del territorio
nacional. Concretamente, con respecto al voto de los ecuatorianos en el
exterior, la Constitución estipula que:
“[…] El voto será facultativo para las personas entre dieciséis y dieciocho
años de edad, las mayores de sesenta y cinco años, las ecuatorianas y
ecuatorianos que habitan en el exterior […]” (Constitución del Ecuador
2008, Título II, Capítulo Quinto, Artículo 62).
Respecto de las dignidades a elegirse en el exterior expresa que:
“Las ecuatorianas y ecuatorianos en el exterior tienen derecho a elegir a la
Presidenta o Presidente y a la Vicepresidenta o Vicepresidente de la
República, representantes nacionales y de la circunscripción del exterior; y
podrán ser elegidos para cualquier cargo” (Constitución del Ecuador 2008,
Título II, Capítulo Quinto, Artículo 63).
Con las reformas constitucionales e institucionales que han tenido lugar
a partir de la aprobación del nuevo texto Constitucional en 2008, el organismo
electoral fue elevado a la categoría de “función electoral” convirtiéndose así en
el quinto poder del estado; siendo el cuarto el de “participación ciudadana y
control social”. En esta línea de cambios, la normativa electoral también fue
Universidad Complutense de Madrid 45
modificada y unificada en un solo texto, el Código de la Democracia. En él se
recogen lo que antiguamente fueron la Ley de Elecciones, la Ley de Gasto
Electoral, Ley de Partidos Políticos y otras normativas particulares como las
que regulan el funcionamiento del voto en el exterior. A partir de este cuerpo
legal, el CNE antes de cada proceso ha elaborado un Plan Operativo de Voto
en el Exterior ad hoc. Este documento recoge todas las instrucciones y
procedimientos que los Cónsules deben realizar con el fin de organizar los
procesos electorales en sus respectivas jurisdicciones, desde el proceso del
registro electoral hasta el escrutinio y envió del material electoral de retorno al
Ecuador. Se contempla además asuntos como la conformación de Juntas
Receptoras del Voto, misiones de capacitación por parte del personal del CNE
a los diferentes Consulados en las tres circunscripciones existentes,
presupuestos, inscripción de candidaturas y determinación de zonas y recintos
electorales.
Por mandato constitucional, la realización de los procesos electorales,
tanto en territorio nacional como en el exterior, los lleva a cabo el Consejo
Nacional Electoral. Por tanto, la Ley Orgánica Electoral - Código de la
Democracia, establece que el encargado de “dirigir, vigilar y garantizar, de
manera transparente y eficaz los procesos electorales, convocar a elecciones y
realizar los cómputos electorales, proclamar los resultados y posesionar a
quienes resulten electos” es el CNE. Sin embargo, debido a las dificultades que
implica la organización de procesos electorales fuera del territorio nacional, el
CNE a firmado sendos convenios interinstitucionales de colaboración con el
Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana (MREMH) y la
Secretaría Nacional del Migrante (SENAMI). La colaboración del MREMH es
crucial puesto que la máxima autoridad electoral en el exterior es el Cónsul
(Miranda Camarena y Ruiz Pérez, 2012: 215). Adicionalmente, con la
implementación, en los próximos meses 5 , de los llamados Consulados
Virtuales, consistentes en una plataforma de servicios consulares online, la
colaboración del MREMH será más importante todavía para optimizar partes
5 Por disposición del Ejecutivo en enlace sabatino de 15 de junio de 2013, la Cancillería dispone de seis meses para implementar el servicio de Consulado Virtual y así dejar un solo Consulado General por país (Andes, 15 de junio de 2013).
Universidad Complutense de Madrid 46
fundamentales del proceso electoral como la del registro de electores en el
corto plazo, puesto que éste podrá ser realizado virtualmente sin necesidad de
acudir a las oficinas consulares para realizar el trámite. Por su parte, la
SENAMI ha estado a cargo de todas las actividades de la difusión y la
información y la promoción del voto en el exterior a través de sus oficinas en
las principales ciudades y más recientemente en sus Casas del Migrante.
Pese a que el mencionado Código de la Democracia contempla cada
parte del proceso electoral adaptado al exterior, precisamente esa “adaptación”
ha dejado de lado una de las partes claves del proceso: la campaña de
incentivo al voto como primera medida para fomentar y garantizar la
participación de la mayor cantidad de ciudadanos posibles en cada proceso;
aunque el CNE contempla esto dentro de sus actividades y, pese a que los
Cónsules llevan a cabo acciones en este sentido, éstas no están contempladas
formalmente en los documentos oficiales del CNE. Dado que en territorio
nacional el voto es obligatorio, la legislación electoral da por sentada la
participación casi automática de los ciudadanos, pues de no hacerlo, son
sancionados. En el exterior, sin embargo, el voto es facultativo, lo que obliga al
Estado a promover campañas que incentiven a la población a votar como
sucede en todos aquellos países donde votar es un acto voluntario. Por tanto,
la primera modificación que debe hacerse, con el fin de resaltar y atender la
calidad especial del voto en el exterior, es la formulación de una disposición de
incentivo a la participación ciudadana de los migrantes ecuatorianos.
El Código de la Democracia dispone que el CNE está encargado de
promover y organizar no solo el proceso electoral como tal, sino también el
registro electoral como parte esencial de tal proceso. En este sentido, como
hemos visto, el organismo electoral a través de los Consulados ha puesto
especial empeño en ello. En primer lugar, a través del despliegue de un
operativo de consulados móviles con el fin de facilitar el acceso a los migrantes
ecuatorianos al registro. Adicionalmente, el CNE dispuso la apertura
permanente del Registro Electoral para que los ciudadanos puedan registrarse
cuando más les convenga. Estas iniciativas sin duda han sido determinantes
en el incremento de ciudadanos registrados para votar en el exterior en los
Universidad Complutense de Madrid 47
últimos comicios de febrero de 2013. Si a esto se suma la facilidad electrónica
de los Consulados Virtuales, tenemos garantizado así el pleno acceso de todos
los ecuatorianos que se encuentren lejos al registro electoral en el exterior. El
problema se da cuando estos nuevos potenciales electores no acuden a votar
porque las mismas facilidades que obtuvieron para registrarse no están ya
presentes a la hora de ejercer el voto. Por esta razón se hace no solo
necesario sino urgente la revisión del actual sistema o modelo de votación en
el exterior adoptado por el Estado ecuatoriano; el nuevo modelo deberá en
primera instancia ser normado para luego aplicarlo.
11. Rediseño del Sistema de Voto en el Exterior 11.1. Modelos de Voto en el Exterior
Este trabajo, basándose en los hechos descritos en la primera parte, la
literatura existente en materia electoral en el exterior, experiencias en otros
países y en las entrevistas realizadas, propone cambiar la actual modalidad de
voto personal por una modalidad mixta postal/personal. Al momento, de los 115
países que permiten votar a sus ciudadanos en el exterior, la mitad de ellos,
incluido Ecuador, han adoptado el método de votación personal, lo que es
consecuente con el hecho de que este mecanismo garantiza la máxima
transparencia y asegura que los votantes puedan ejercer su derecho a votar de
manera libre y secreta (Navarro Fierro et.al., 2007: 11-34). Estas cualidades
son extremadamente importantes si se toma en cuenta que la mayoría de
países que, además poseen un gran número de expatriados y/o refugiados
como son los países africanos, de Medio Oriente y latinoamericanos, se
caracterizan por su inestabilidad política y severos problemas de corrupción.
Al voto personal le sigue el voto por correo postal. Su principal ventaja
sobre el voto personal es que los votantes no tienen que trasladarse hasta las
oficinas consulares o recintos electorales para sufragar (Navarro Fierro et.al.,
2007: 11-34). En el caso de Ecuador, donde la población votante en el exterior
es bastante más grande en comparación a las comunidades de otros países
(Paspuel, 2013), pese a las diferentes iniciativas gubernamentales para
procurar el mayor número de votantes, el factor distancia en relación al centro
Universidad Complutense de Madrid 48
de votación no ha dejado de ser un gran inconveniente para los posibles
votantes. Por otra parte, aunque al tratarse de un derecho ciudadano, este
trabajo no pretende realizar un estudio de costo-beneficio de la implementación
del voto en el exterior, no se puede ignorar que un sistema de voto postal
debidamente organizado representa un ahorro considerable de costos y
recursos respecto del voto personal (Navarro Fierro et.al., 2007: 11-34). Sin
embargo, este mecanismo exige un alto nivel de confianza de los ciudadanos
en su sistema electoral, especialmente fuera del territorio nacional donde los
organismos de control no tienen la misma presencia que en el interior del país.
Por tal motivo, el voto postal es preferido por Estados con democracias más
sólidas y estables como Estados Unidos, Italia o Alemania, e incluso México,
cuya experiencia electoral data desde 2006, mismo año donde se celebraron
las primeras elecciones ecuatorianas en el exterior. Es importante destacar, en
este sentido, que Ecuador, en la actualidad, se encuentra en una fase de
reforzamiento de sus instituciones democráticas en la que, poco a poco, sus
ciudadanos han comenzado a recuperar la confianza en ellas.
Otro método utilizado por los gobiernos de varios países es el voto
delegativo. Esta forma de votación consiste en que un ciudadano que reside en
el exterior estaría facultado para votar nombrando a un delegado para que vote
por él en un recinto electoral dentro del país de origen o en el exterior (Navarro
Fierro et al., 2007: 11-34). Los únicos cuatro países que utilizan este método lo
hacen en combinación con otro personal o postal. Las ventajas principales de
esta forma de votación es su simplicidad técnica y que no implica grandes
costos financieros ni administrativos. Sin embargo, este método tiene una
característica que puede ser problemática: la persona escogida como delegada
podría utilizar este procedimiento para obtener un voto adicional para sí mismo,
lo que infringe el principio de sufragio igualitario, sin la posibilidad de que las
autoridades electorales pudieran intervenir (Thompson, 2007: 114). En Ecuador
este sistema de votación contraviene deliberadamente de por sí el principio del
secreto al voto, por tal motivo es inaplicable.
Como otra opción, el voto electrónico o e-voting propone la alternativa
más avanzada de votación. Existen dos métodos de voto electrónico: voto
Universidad Complutense de Madrid 49
electrónico en recinto electoral y voto electrónico remoto. Aunque el primer
método es más común en el territorio nacional, en el exterior la forma preferida
es la remota, puesto que lo que se trata es de evitar el traslado del votante a un
recinto electoral o Consulado. Pese a las bondades de esta alternativa de
sufragio, en la que los votantes únicamente deben tener acceso a un
computador con internet para ejercer su voto, son muy pocos los países que
tienen una provisión legal al respecto como Austria, Francia, los Países Bajos o
Suiza. Los problemas más relevantes que presenta el voto electrónico es el
elevado costo que se requiere para montar la infraestructura tecnológica con
las seguridades necesarias para garantizar que funcione correctamente (Braun,
2007: 217-222).
Finalmente, hay países que han adoptado sistemas mixtos entre dos
métodos de votación: voto personal/postal en España, Portugal o Australia;
voto, personal/delegativo en Francia; postal/delegativo en India; o incluso entre
tres métodos como en Bélgica (personal/postal/delegativo) o los Países Bajos
(personal/delegativo/e-voting). La combinación de métodos ofrece la mejor
alternativa para promover la participación electoral y/o compensar las
limitaciones o inadecuaciones que surgen de utilizar un solo método de
votación en términos de cobertura, certidumbre o confiabilidad (Navarro Fierro
et. al., 2007: 25). Puesto que en Ecuador el sistema de voto personal ha dado
buenos resultados pero no han sido óptimos, mi propuesta para mejorarlo es
implementando el sistema mixto de voto personal/postal.
11.2. Modelo Español de Voto en el Exterior
De los países que han combinado el método personal con el postal,
debido a la relación histórica existente entre Ecuador y España, la lengua en
común y, como vimos anteriormente, la familiaridad que tienen ya la mayoría
de los ecuatorianos que ahí residen con el sistema español, este trabajo
propone replicar el modelo español mixto de voto en el exterior, realizando las
modificaciones necesarias para que se ajuste al contexto ecuatoriano.
En el caso de España, los ciudadanos españoles que residen en el
Universidad Complutense de Madrid 50
exterior pueden solicitar el voto por correo inscribiéndose como residentes en
el Registro de Matrícula de la Oficina Consular correspondiente rellenando un
impreso oficial del Censo Electoral y hacer constar, entre otras cosas, su
domicilio en el extranjero (Sitio Web MAEC). Una vez registrados,
“las Delegaciones Provinciales de la Oficina del Censo Electoral remitirán a
la dirección de la inscripción del elector las papeletas y el sobre o sobres
de votación, dos certificados idénticos de estar inscrito en el Censo de
Residentes Ausentes, así como un sobre en el que debe figurar la
dirección de la Junta Electoral competente y otro con la dirección de la
Oficina Consular de Carrera o Sección Consular de la Misión Diplomática
en la que están inscritos.
Dicho envío debe realizarse por correo certificado y no más tarde del
trigésimo cuarto día posterior a la convocatoria, en aquellas provincias
donde no hubiese sido impugnada la proclamación de candidatos, y en las
restantes, no más tarde del cuadragésimo segundo” (Ley Orgánica 5/1985,
de 19 de junio, del Régimen Electoral General, Capítulo VI, Sección 10,
Artículo 75, numeral 3-4).
Una vez recibido el paquete electoral y luego de haber votado, los
electores deberán introducir su voto en el o los sobres de votación e
introducirlo/s en el sobre dirigido a la Junta Electoral junto con una copia del
documento de identidad y uno de los certificados de inscripción en el censo.
Una vez sellado el sobre, los electores tendrán dos opciones de consignar su
voto:
• Por correo postal certificado, remitiéndolo en el sobre dirigido a la
Oficina Consular de Carrera o Sección Consular de la Misión
Diplomática a la que el elector esté adscrito, no más tarde del quinto día
anterior al día de la elección (MAEC, Sitio Web).
• Depositando el sobre personalmente, previa la presentación del
documento de identidad y el certificado de inscripción en el censo
electoral, en una de las urnas correspondientes, ubicadas en aquellas
Oficinas o Secciones Consulares en las que estén inscritos o en los
Universidad Complutense de Madrid 51
lugares que a tal efecto se habiliten para ello, entre el cuarto y el
segundo día anterior a la votación. A este fin, las dependencias
consulares habilitadas dispondrán de una urna o urnas custodiadas por
un funcionario consular. El sobre será depositado en la urna luego de
que el funcionario consular estampe en dicho sobre el sello de la Oficina
Consular en el que conste la fecha de su depósito (MAEC, Sitio Web).
Finalizado el plazo del depósito del voto en urna, el funcionario consular
expide un acta con el número de certificaciones de inscripción recibidas, las
incidencias que hubieran podido producirse, así como el número de sobres
recibidos por correo hasta la finalización del depósito del voto en urna. Al día
siguiente, los sobres depositados por los electores y los recibidos por correo,
junto al acta expedida por el funcionario consular, son remitidos, mediante
envío electoral, al Ministerio de Asuntos Exteriores, que, a su vez, procede al
envío urgente de dichos sobres a las Juntas Electorales correspondientes (Ley
Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, Capítulo VI,
Sección 10, Artículo 75, numeral 5-8).
El día del escrutinio general y antes de proceder al mismo, la Junta
Electoral competente, se constituye en Mesa Electoral, a las ocho horas de la
mañana, con la presencia de los Interventores que para ello hayan designado
las candidaturas concurrentes. A continuación, su presidente procede a
introducir en la urna o urnas los sobres de votación de los residentes ausentes
recibidos hasta ese día y el secretario anota los nombres de los votantes en la
correspondiente lista. Acto seguido, la Junta escruta todos estos votos e
incorpora los resultados al escrutinio general (Ley Orgánica 5/1985, de 19 de
junio, del Régimen Electoral General, Capítulo VI, Sección 10, Artículo 75,
numeral 9-11).
11.3. Aplicación del Modelo en Ecuador
Aunque aquí no se haya tomado en cuenta el proceso de registro
electoral español por su complejidad, la reforma al modelo actual ecuatoriano
de votación que aquí se plantea sí incluye el registro electoral, puesto que éste
Universidad Complutense de Madrid 52
debe ser aún más simplificado para evitar que los ciudadanos se queden sin
votar por falta de facilidades en el proceso de registro.
Como hemos visto, para constar en el Registro Electoral ecuatoriano, los
ciudadanos deben rellenar un impreso, adjuntar la fotocopia de su documento
de identidad, sea la cédula de ciudadanía o el pasaporte y llevar la
documentación al Consulado correspondiente a su lugar de residencia. Esto
implica la necesaria movilización de los ciudadanos para acceder al derecho al
voto. Con la pronta implementación de la plataforma digital de Consulados
Virtuales del Ministerio de Relaciones Exteriores, aquí se propone que, entre
los servicios que se deben poder realizar en línea, esté el de registro electoral.
Para tal efecto, el ciudadano deberá rellenar el formulario online incluyendo un
casillero con una dirección de correo electrónico, sin la necesidad de imprimirlo,
y anexar una fotocopia del documento de identidad. Una vez enviada la
solicitud, el Consulado deberá tramitarla y, si todo está correcto, se enviará a la
dirección de correo electrónico del ciudadano el comprobante de registro
electoral. Caso contario, deberán notificarse, a la misma dirección, el o los
inconvenientes surgidos, con el propósito de que el ciudadano rectifique el
error y realice el trámite nuevamente.
Para poder implementar el voto por correo postal, lo primero que debe
hacer el gobierno ecuatoriano, a través del CNE y con ayuda de las Embajadas
Ecuatorianas existentes alrededor del mundo, es contratar los servicios
nacionales de correo postal de lo países donde se ejerza el voto de
ecuatorianos. El tipo de servicio que se debe contratar es el de correo
franqueado, es decir que el envío de vuelta del sobre está lo paga el organismo
electoral y no el elector, y certificado, lo que significa que el sobre debe ser
entregado en las propias manos del elector, quedando su firma como
constancia de la recepción del mismo.
El paquete electoral que se remita a los electores desde las Oficinas
Consulares deberá contener:
• Papeleta/s y sobre/s de votación que correspondan a cada papeleta;
Universidad Complutense de Madrid 53
• Un certificado de votación con talonario desprendible para el elector y
para el CNE;
• Un sobre con cinta de inviolabilidad dirigido al dirección del Consejo
Nacional Electoral en Ecuador;
• Un sobre dirigido al Consulado o Embajada de Ecuador en el país de
residencia del elector; y
• Un instructivo del procedimiento de cómo votar.
Puesto que, bajo la norma constitucional ecuatoriana, los ecuatorianos
en el exterior podrán votar únicamente por Presidente y Vicepresidente de la
República, así como para asambleístas nacionales y del exterior, los sobres
deberán dirigirse directamente al Consejo Nacional Electoral y no a las Juntas
Provinciales Electorales como en el caso de España.
El Consejo Nacional Electoral deberá regular los plazos de envío de los
paquetes electorales a los electores, según el cronograma establecido para el
envío del material electoral a cada Consulado, quien se encargará del envío de
los sobres a cada elector, asegurándose de que ningún paquete llegue a
destiempo a su destino, ocasionando que el ciudadano se quede fuera del
proceso electoral.
Una vez que el elector haya llenado la/s papeleta/s con su voto, deberá
introducirla/s en el sobre correspondiente, cerrarlo e introducirlo, a su vez, en el
sobre dirigido al Consejo Nacional Electoral junto con el talonario desprendible
para el CNE y procederá, luego, a sellar el sobre con la cinta de inviolabilidad.
A partir de este momento, el elector tendrá dos opciones:
• Enviar su voto por correo postal introduciendo finalmente, el sobre
sellado en aquel dirigido al Consulado o Embajada de Ecuador y
llevándolo al buzón u oficina de correo más cercanos a su domicilio, en
un plazo no más tarde del séptimo día anterior al día de la elección; o
Universidad Complutense de Madrid 54
• Depositar personalmente el sobre del CNE en una de las urnas ubicadas
en el Consulado o Embajada correspondiente, entre el sexto y el
segundo día anterior a la votación, previa la presentación de un
documento de identidad y su firma en el registro electoral impreso para
tal efecto.
Durante los días señalados para el depósito del voto en urna, las
autoridades consulares deben encargarse de establecer las medidas que sean
necesarias para facilitar el ejercicio del mismo por los electores, así como de
procurar la correcta guarda y custodia tanto de los sobres enviados
anteriormente por correo, como de las urnas incluyendo el precintado de las
mismas al finalizar cada jornada. Los delegados de los partidos políticos
participantes en las elecciones, así como los observadores electorales podrán
estar presentes en las dependencias consulares habilitadas durante ese
periodo.
Finalizado el plazo del depósito del voto en urna, el Cónsul, como
autoridad máxima electoral, deberá expedir un acta con el número de votos
depositados en urna, las incidencias que hubieran podido producirse, así como
el número de sobres recibidos por correo hasta la finalización del depósito del
voto en urna. Al día siguiente, los sobres depositados por los electores y los
recibidos por correo junto al acta deberán ser remitidos, mediante valija
diplomática con carácter urgente, al Consejo Nacional Electoral, para lo cual el
CNE deberá prever las seguridades y bodegaje necesarios para recibir todos
los paquetes electorales que llegarán indistintamente, a más tardar un día
antes de las elecciones.
El día de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral deberá conformar
Juntas de Escrutinio especialmente creadas para el conteo de votos del
exterior. El número de juntas dependerá de la cantidad de registrados por zona
electoral, bajo los mismos criterios que se utilizan para determinar el número de
Juntas Receptoras del Voto en territorio nacional. Dicho escrutinio, que
consistirá en la apertura de los envoltorios, separación de sobres de votación
según las dignidades a elegir y los certificados de votación de quienes han
Universidad Complutense de Madrid 55
sufragado, empezará a la misma hora del comienzo de las elecciones en
territorio nacional, y contará con la presencia de los delegados de los partidos
políticos participantes, observadores electorales y autoridades del CNE. Una
vez escrutados los votos, se realizarán las actas correspondientes con los
resultados que luego serán incorporados a los resultados generales. Cabe
señalar que los resultados no podrán ser divulgados hasta las cinco de la tarde,
hora en la que comienza el escrutinio en el territorio nacional.
Aunque éste no es un paso en sí mismo, para legitimar estos cambios,
se deberá reformar el Código de la Democracia. Los cambios deberán ser
sustanciales puesto que, al momento, las disposiciones buscan normar la
forma de votación personal. Con este nuevo modelo aquí propuesto, dicha
normativa deberá constar en una sección apartada, correspondiente al voto en
el exterior. En la misma, deberán enumerarse los pasos a seguir para llevar a
cabo el proceso de votación de los ecuatorianos residentes en el exterior.
Finalmente, la experiencia aquí revisada nos enseña la importancia de
mantener a la ciudadanía debida y oportunamente informada, con el fin de
evitar situaciones de confusión que puedan llevar al fracaso de la
implementación de nuevos procedimientos pensados para su propio beneficio.
En este caso en particular, es fundamental que el gobierno, a través de la
SENAMI y en colaboración directa con las organizaciones y asociaciones de
migrantes ecuatorianos, ponga en marcha una campaña de promoción e
información del nuevo sistema de votación adoptado. Para ello, se debe
especificar claramente las ventajas y beneficios que ofrece esta nueva
alternativa, pero sobre todo, los procedimientos a seguir para ejercer su
derecho al voto.
A continuación se desarrollará la segunda parte del plan de mejora que
consiste en promover la participación ciudadana desde las bases. En un
enfoque bottom-up, la idea es que la ciudadanía en el exterior se interese en
participar en los asuntos que son de su interés con el fin de crear poco a poco
una conciencia de participación que llegue hasta el gobierno en forma de
peticiones formales que, a su vez, materialice esas peticiones en políticas
Universidad Complutense de Madrid 56
públicas dirigidas a este grupo de la población. Al final, con una población bien
informada e involucrada, se fortalecerán los cimientos de la democracia, lo que
deberá traducirse en una mayor afluencia de votantes en los procesos
electorales.
12. Plan de Incentivo a la Participación Ciudadana
Una vez establecido el plan de mejora para el sistema electoral
ecuatoriano en el exterior, debemos enfocarnos en el segundo eje de acción
planeado en este trabajo: incentivar la participación ciudadana entre los
migrantes ecuatorianos, resaltando aquellos elementos identificados por las
teorías de la transnacionalidad política migratoria, que mueven a los
ciudadanos expatriados a querer participar e involucrarse en las actividades
políticas desarrolladas por su país de origen. En el caso ecuatoriano, más allá
del real interés político que pueden tener los migrantes, lo que verdaderamente
los motiva es el aferramiento a mantener una identidad y un sentido de
pertenencia (Boccagni, 2008). Una de las características más llamativas de los
procesos electorales en el exterior, en mi experiencia personal, es la exaltación
de los ecuatorianos de sus símbolos patrios. Los ecuatorianos acuden con
banderas y banderines ecuatorianos, camisetas con los colores patrios. En las
afueras de los recintos electorales, tanto de Murcia como de Madrid, se puede
ver a varios vendedores de comida típica ecuatoriana y, al igual que en
Ecuador, el acto de votar incluye a toda la familia acompañando al votante. En
un estudio realizado por Paolo Boccagni (2008) sobre el voto de los
ecuatorianos en Italia en las Elecciones Generales de 2006, el autor percibe
que los ecuatorianos se comportan de esta manera “como si el sentirse casi
como estar en Ecuador al menos por un día tuviese un valor intrínseco más allá
del resultado de la elección en curso” (Boccagni, 2008: 51). Estos
comportamientos no son exclusivos de los eventos electorales, sino que son
reproducidos una y otra vez en cada mitin político organizado con motivo de las
esporádicas visitas de las autoridades gubernamentales ecuatorianas que
coinciden con los tiempos de campaña electoral.
Universidad Complutense de Madrid 57
Entonces, si partimos de que la primera fuente de motivación que tienen
los ecuatorianos para votar en el exterior es el sentimiento de añoranza
respecto de su patria natal, con la cual se sienten identificados, es necesario
delinear un proyecto de campaña de identidad y patriotismo nacional que
mantenga vivos esos sentimientos de identidad y les recuerde con frecuencia
de dónde vienen y a dónde pertenecen. Deben crearse espacios alternativos
donde puedan congregarse los ecuatorianos de la misma manera que lo hacen
el día de las elecciones o los mítines, pero dejando de lado el componente
político y centrándose en la reavivación de las costumbres que los identifican
como ecuatorianos como la música, la comida e incluso la celebración de
fiestas nacionales. Esto, con el objeto primero de fortalecer los sentidos de
identidad y pertenencia necesarios para que, en una segunda instancia, se
trasladen en deseos de participación política.
La realización de estos eventos congregacionales de alto contenido
simbólico, que pueden incluir peñas, conciertos, charlas, seminarios,
festividades cívicas o celebraciones en general, deberá estar a cargo de las
organizaciones y asociaciones de migrantes ecuatorianos y auspiciadas por la
SENAMI y sus Casas del Migrante como entidad gubernamental responsable.
Dado que el papel de dichas asociaciones es fundamental, éstas deberán, en
lo posible, ser respaldadas por la SENAMI en aras de su mayor legitimidad y
poder de convocatoria. Al momento, pese a la buena predisposición y al
compromiso existente por parte de la asociaciones para colaborar en este tipo
de actividades, como lo afirma Vladimir Paspuel (2013), a los organismos
Estatales, en este caso la SENAMI, no les interesa el acercamiento con las
organizaciones sociales en general, para el presidente de la Asociación
Rumiñahui ésta primera: “ve con desconfianza a las asociaciones, como si
fuéramos competencia”. Por otra parte, la gran cantidad de asociaciones
existentes, muchas de ellas con serios problemas de liderazgo, debilita su
capacidad efectiva a la hora de convocar a la ciudadanía y animarla a participar
en las actividades que se organizan, minando así su legitimidad ante los
órganos de gobierno.
Universidad Complutense de Madrid 58
Una vez que hemos conseguido que la ciudadanía en el exterior se
involucre frecuente y masivamente, primero en actividades enfocadas a
promover sus sentimientos de patriotismo e identidad nacional como
ecuatorianos, es momento de trabajar en la exaltación de la importancia de la
participación política. Si en un principio, cuando se llevaron a cabo las primeras
elecciones ecuatorianas en el extranjero y la existencia de una política
migratoria por parte de los gobiernos ecuatorianos era prácticamente nula, los
ecuatorianos acudían a votar mayoritariamente movidos por un sentimiento de
identidad nacional, la llegada del nuevo gobierno de Rafael Correa trajo
consigo nuevas motivaciones para revitalizar la participación electoral en el
exterior. Al establecer una política migratoria completa, que abarca todos los
aspectos de la movilidad humana, políticos, económicos, sociales y culturales,
se otorgó a los migrantes ecuatorianos una razón para la participación política:
el cumplimiento, ampliación o modificación de esas políticas en su propio
beneficio. Esto explicaría porqué los procesos electorales de Referéndum y
Consulta Popular no tienen tanta acogida como aquellos que involucran la
elección de dignidades que podrían o no, dar continuidad o mejorar a esos
derechos adquiridos a través de las políticas creadas. Así se entiende que,
pese a que en las primeras elecciones el candidato ahora presidente no fue
electo como tal en ninguna de las circunscripciones en el exterior, a partir de su
victoria en 2006 y la puesta en marcha de su proyecto de gobierno en materia
migratoria, el partido de gobierno a vencido en todos las elecciones en el
exterior con un 80% de la votación. Paradójicamente, como hemos
evidenciado, el impacto de estos nuevos derechos no ha tenido un efecto
verdaderamente significativo en los niveles de participación ciudadana electoral
en el exterior.
Para mejorar esta situación es necesaria la colaboración en conjunto,
una vez más, de las organizaciones y asociaciones de migrantes ecuatorianos
y la SENAMI pero esta vez bajo la dirección de la Dirección Nacional de
Participación y Control Social del Consejo de Participación Ciudadana y Control
Social (CPCCS).
Universidad Complutense de Madrid 59
Esta entidad, parte de la cuarta función del Estado, la de Participación y
Control Social, “es la instancia encargada de difundir hacia la ciudadanía […],
los mecanismos e instancias de participación, y generar las condiciones
institucionales para promover y facilitar la participación ciudadana y el control
social” (CPCCS, Sitio Web). Entre las funciones más destacables de esta
Dirección y que sirven para nuestros propósitos están:
• Capacitación a la ciudadanía en derechos y mecanismos de
participación.
• Seguimiento, monitoreo, acompañamiento y apoyo a todas las entidades
del Estado para que pongan en marcha los mecanismos de
participación.
• Fortalecimiento de capacidades organizacionales y ciudadanas para la
incidencia en lo público.
Según éste, “los derechos de participación pueden ser ejercidos de
forma individual y colectiva, por las ciudadanas y los ciudadanos ecuatorianos,
dentro y fuera del país, y las personas extranjeras en lo que les sea aplicable”
(CPCCS, Sitio Web). La promoción de la participación se establece a nivel de
los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs) con los objetivos, entre
otros, de participar en el ciclo de las políticas públicas, tratar temas específicos
a través de grupos ciudadanos de interés y promover la participación en
involucramiento de la ciudadanía. En el territorio nacional, los sistemas de
participación son integrados por las autoridades locales electas, los
representantes del régimen dependiente y representantes de la sociedad.
Finalmente, los mecanismos de participación ciudadana, aquellos que pueden
ser implementados en el exterior son: los Consejos Ciudadanos Sociales,
Consejos Consultivos, Audiencias Públicas y, el más importante, las
Asambleas Públicas. Todas estas formas y mecanismos de participación
ciudadana requieren altos niveles de coordinación y cooperación entre los
ciudadanos a través de las asociaciones, donde se pretende que se lleven a
cabo las reuniones, y los organismos del Estado en el exterior para que éstos
avalen y recojan las ideas e inquietudes ciudadanas.
Universidad Complutense de Madrid 60
Estas formas de participación ciudadana servirán para que la comunidad
de ecuatorianos puedan expresar sus ideas y, más que nada, sus demandas y
necesidades ante los organismos del Estado de manera que las políticas que
se adopten en materia migratoria respondan a esas peticiones. De todos
modos, más allá de las propuestas que surjan, lo que aquí interesa es la
participación en sí y el progresivo incremento de los ciudadanos que se
interesen y busquen involucrarse en la política de su país de origen. Esto no
quiere decir que para elevar los niveles de participación electoral, todos los
ciudadanos en el exterior deban participar activamente los programas que
organice el CPCCS, la SENAMI o las mismas asociaciones. La idea es que, a
medida que más ciudadanos se involucren, se activen, en forma de cascada,
los mecanismos de difusión “boca a boca” que promuevan, poco a poco, el
interés de cada vez más personas por cultivar una cultura de participación
político-electoral evidenciable en las próximas elecciones. De esta manera,
además de conseguir mejores niveles de participación electoral, podremos
contar con una ciudadanía en el exterior que se interesa activamente por la
política del país y, puesto que comienza a tomar parte de los procesos de toma
de decisiones, aumenta también su confianza en la política.
13. Efectos Previstos de la Intervención
Una vez que se han establecido los nuevos mecanismos de
participación política de los ecuatorianos en el exterior, se debe examinar los
posibles efectos que tanto el cambio de sistema electoral, como el plan de
incentivo a la participación ciudadana tendrían en el corto, mediano y largo
plazo. Con el fin de prever los efectos que tendría la aplicación del voto por
correo postal se ha elaborado una matriz FODA que permitirá tener una visión
clara de aquellas ventajas que ofrece el nuevo modelo, así como los aspectos
negativos que deberán ser considerados para llevar adelante con éxito este
proyecto.
Universidad Complutense de Madrid 61
13.1. Análisis FODA del Voto por Correo Postal
Cuadro 2. Matriz FODA del Sistema de Votación por Correo Postal
FORTALEZAS
• La experiencia en la organización de ya varios
procesos electorales llevados a cabo en el exterior
permite a las instituciones involucradas, CNE,
MREMH y SENAMI adelantarse a los
acontecimientos y prever con antelación los posibles
obstáculos que se puedan presentar durante la
organización de un nuevo modelo de votación en el
exterior.
• Puesto que el CNE depende de otras instituciones
para el desarrollo de los procesos electorales en el
exterior, la coordinación y colaboración constante del
Ministerio de Relaciones Exteriores y de la SENAMI
representan una fortaleza importante para la
implementación del nuevo modelo.
• El voto por correo postal requiere una logística
organizativa más sencilla, que implica el envío de
paquetes electorales desde Ecuador a todos los
países donde votan los ecuatorianos; el envío de los
sobres a cada elector y, posteriormente; el envío de
los sobres con los votos de regreso a Ecuador para
su escrutinio; y la conformación de Juntas de
Escrutinio. Esto reduce considerablemente los
recursos que tradicionalmente se han requerido, en
cuanto a personal y recursos materiales.
• Este método implica, consecuentemente, la
reducción de costos operativos. Puesto que ya no se
requiere la contratación de locales que funcionen
Universidad Complutense de Madrid 62
como recintos electorales, esto representa un ahorro
de recursos que pueden ser destinados en otros
proyectos de incentivo a la participación política.
• Con la implementación del sistema de votación por
correo postal los electores no necesitan movilizarse
para ejercer su derecho al voto, eliminando así el
principal obstáculo para la participación electoral.
• Finalmente, la aplicación de un modelo de votación
mixto permite a los ciudadanos decidir cómo
prefieren votar. Si en las primeras opciones no existe
la confianza necesaria en el sistema de voto postal,
pueden acercarse al Consulado a votar.
OPORTUNIDADES
• La confianza que los ciudadanos tienen por su
institución electoral ayuda a que la implementación
de un método de votación por correo sea acogido sin
tanta resistencia.
• El interés de las asociaciones y agrupaciones de
migrantes ecuatorianos representa una oportunidad
para promocionar y promover el nuevo sistema de
votación.
• La utilización de este método de votación en otros
países permite que el CNE se nutra de otras diversas
experiencias y asesoramiento, especialmente se
valora la experiencia española.
DEBILIDADES • Para poder poner en marcha un proceso electoral
fuera del territorio nacional, el CNE es altamente
dependiente de otras instituciones en el exterior. Si la
Universidad Complutense de Madrid 63
comunicación interinstitucional no es la adecuada, se
pone en peligro el éxito de sistema electoral a
implementar.
• Un cambio de procedimiento radical como es del
voto personal al voto por correo postal conlleva una
masiva campaña de difusión e información a la
ciudadanía. Hasta ahora, la experiencia nos indica
que en esta área la labor del Organismo Electoral ha
sido poco eficiente y efectiva.
• El sistema en sí no ofrece plena garantía del secreto
al voto; está en manos del elector que su derecho a
un voto secreto se cumpla.
AMENAZAS
• La principal amenaza que afronta la implementación
del voto por correo postal es la dependencia de un
sistema de correo lo suficientemente eficiente y
eficaz. Éste debe garantizar que la correspondencia
llegue a su destino y que lo haga en los tiempos
establecidos, tanto a cada elector, como a cada
Consulado. Caso contrario, el modelo estaría
condenado al fracaso.
• La segunda gran amenaza está representada por
aquellos ciudadanos que sean reacios, por diversos
motivos, a un cambio en el modelo de votación en el
exterior. Si bien el cambio puede ser bien visto por la
mayoría de los ecuatorianos, se debe siempre tomar
en cuenta que habrán sectores de la población que
se opongan a él.
Fuente: Elaboración propia
Universidad Complutense de Madrid 64
Bajo el esquema de esta matriz FODA se constatan las bondades de la
implementación del voto por correo y los (potenciales) obstáculos que éste
podría afrontar. Es importante recalcar que la sustitución del modelo de
votación en el exterior podría no arrojar los resultados esperados en cuanto al
incremento de los niveles de participación electoral en el corto plazo. La
adaptación de los ciudadanos a una nueva forma de votación requiere tiempo y
experiencia proceso tras proceso. Si consideramos que los ecuatorianos en el
exterior votan cada cuatro años, esto alarga el tiempo de espera hasta que se
puedan visibilizar resultados positivos.
De todos modos, una vez que se han superado las dificultades típicas
del periodo de adaptación a un nuevo modelo, lo que se espera del cambio de
modelo de votación personal a uno mixto postal/personal aquí propuesto, es
que el número de registrados y, principalmente, de votantes se incremente
gradualmente.
13.2. De la Participación Ciudadana
La aplicación de un plan de incentivo a la participación ciudadana de los
ecuatorianos residentes en el exterior, aunque no requiere de mayores
elementos técnicos, tiene sus propias complicaciones.
Como se vio en la primera parte de este trabajo, el olvido prolongado de
los gobernantes de turno para con sus ciudadanos en el exterior empujó a los
migrantes a labrarse su destino solos. En este sentido, lejos de buscar el
acercamiento con su país de origen, al menos en lo que al aspecto político se
refiere, los migrantes ecuatorianos han buscado formar parte de la sociedad de
su país de acogida. Esto se vio reflejado con la petición al gobierno ecuatoriano
por aprobar una ley que permita la doble nacionalidad. Ante el desapego que
inevitablemente trae consigo el paso de los años fuera, el gobierno ecuatoriano
necesita estrechar los lazos con su gente y la mejor manera de hacerlo es a
través de las agrupaciones sociales ecuatorianas en el exterior. Bajo el modelo
que aquí se plantea, se espera que las organizaciones, poco a poco,
establezcan redes que incluyan no solo a las grandes agrupaciones como la
Universidad Complutense de Madrid 65
misma Asociación Rumiñahui, con sedes en las principales ciudades de
destino de los ecuatorianos, sino también de las pequeñas agrupaciones que,
por su falta de dirección, no han podido crecer. Al tener redes asociativas
fuertes, se espera que la ciudadanía se involucre en las actividades que las
diferentes agrupaciones llevan a cabo. La participación no tiene porqué, desde
un inicio, ser de carácter político. Si lo que se trata de recuperar los lazos que
unen a los ecuatorianos con su país de origen, el revivir las costumbres
nacionales es un buen primer paso.
Por otra parte, la creciente crisis económica que está afectando a varios
países europeos, especialmente España, y el crecimiento económico del que
goza actualmente el Ecuador, abren una gran ventana de oportunidad para
fomentar la participación ciudadana de los migrantes ecuatorianos con su país
de origen. Si a esto sumamos el interés del actual gobierno por promover una
política migratoria en su propio beneficio, los ecuatorianos que residen e n el
exterior tienen mayores incentivos para participar activamente, creando y
mejorando aquellas políticas que son de su interés.
Finalmente, la inclusión del Consejo de Participación Ciudadana y
Control Social, como organismo oficial promotor de la participación, representa
la apertura de un canal adicional por el cual los ciudadanos afuera pueden
vincularse de manera activa en los procesos de formulación de las políticas
públicas. Sin embargo, puesto que este organismo lo que pretende es que los
ciudadanos expresen sus demandas y necesidades a nivel comunitario, es
probable que entre los efectos que deban preverse estén el que las políticas
que éstos planteen no estén dirigidas a gestiones en el país de origen sino,
más bien, en el país de acogida. Esto no es necesariamente algo negativo,
puesto que si el Estado ecuatoriano lo que busca, como fin último, es el
bienestar y satisfacción de sus ciudadanos a través del fortalecimiento de la
democracia, los planteamientos que surjan por parte de los migrantes
ecuatorianos no tienen porqué limitarse al ámbito nacional. Adicionalmente,
como sostienen las teorías sobre el transnacionalismo migratorio, el que los
gobiernos en el país de origen procuren mejorar las condiciones de vida de sus
Universidad Complutense de Madrid 66
ciudadanos en el exterior es parte de este transnacionalismo que caracteriza al
mundo actual.
En general, la introducción de mecanismos de participación ciudadana
entre las comunidades migrantes ecuatorianas, al no requerir de mayores
recursos técnicos, logísticos, económicos y, sobre todo, temporales y
espaciales, los resultados pueden empezar a notarse en el corto plazo. Si
consideramos que las próximas elecciones que se llevarán a cabo en el
exterior serán en 2017, cuatro años es un tiempo razonable para que el
gobierno nacional, de la mano de las asociaciones de migrantes, trabajen
conjuntamente en la creación y desarrollo de espacios necesarios para
promover la participación ciudadana. De esta manera, se espera que para el
primer proceso electoral llevado a cabo por correo postal, la población
ecuatoriana en el exterior esté ya familiarizada con la importancia e
implicaciones que conlleva la participación electoral y ciudadana en general y
esto motive a un mayor número de ciudadanos a votar.
En cuanto a la participación electoral, tomando en cuenta que en 2013 el
porcentaje de ausentismo fue del 44%, se espera que en los próximos comicios
ese nivel de ausentismo se reduzca al menos al 30% gracias a la nueva forma
de votación y a los mecanismos de participación ciudadana introducidos. En el
mediano y largo plazo, se espera que la participación electoral alcance un 75%
de los registrados para votar, coincidiendo con los índices de participación
promedio en territorio nacional. Respecto del número de registrados, se espera
que éste también se incremente al menos en un 50% respecto del número de
registrados actualmente en España (136.000 aproximadamente).
Con el tiempo, se espera que las comunidades de migrantes
ecuatorianos alrededor del mundo desarrollen una cultura de participación
ciudadana transnacional, que tenga efectos no solo en su país de origen sino
también en el país de acogida. Con ello no solo que se fortalecen los pilares
democráticos sobre los que se asientan los Estados occidentales, sino que
también se fortalece en cada persona, que se encuentra fuera de su país de
Universidad Complutense de Madrid 67
origen, sus propios sentidos de identidad y pertenencia, tanto en relación a su
madre patria, como a su país de acogida.
14. Conclusiones
La nueva configuración global contemporánea, caracterizada por el
masivo desplazamiento de personas desde su país de origen hacia nuevos
destinos, en busca de mejores condiciones de vida, ha obligado a los
gobiernos, ya desde hace varios años, a extender los derechos políticos a sus
conciudadanos más allá del territorio nacional. Al otorgar a los ciudadanos que
han emigrado de su patria la oportunidad de participar en los procesos
electorales de su país de origen, no solo que los gobiernos garantizan el pleno
uso de los derechos ciudadanos sino que también fortalecen sus sistemas
democráticos, haciéndolos más inclusivos y legítimos. Entre los Estados que
han implementado sistemas de votación en el exterior se encuentra Ecuador,
que, desde 2006, ha permitido a los ciudadanos ecuatorianos residentes en el
exterior participar en los procesos electorales que se han llevado a cabo en
territorio nacional.
En la primera parte de este trabajo hemos revisado las causas que
llevaron al exilio a casi un 10% de la población total ecuatoriana y cómo, poco
a poco, esta gran comunidad ha ido recuperando y ganando derechos que les
fueron negados cuando decidieron abandonar el país. Asimismo, hemos visto
cómo se ha ido desarrollando la participación electoral en el exterior al cabo de
siete años desde su implementación. En este punto, hemos determinado el
problema, objeto de estudio y mejora de este trabajo: los bajos índices de
participación electoral registrados a lo largo de este lapso.
Al estudiar, en el diagnóstico de la situación, las posibles causas para
tan baja participación, hemos encontrado que gran parte de las razones se
encuentra en el modelo mismo de votación en el exterior. En este sentido,
hemos visto que el modelo de voto personal, que implica la movilización del
ciudadano hacia un lugar de votación en un día y horario específico, limita a
muchos potenciales electores para acudir a sufragar. Por otra parte, hemos
Universidad Complutense de Madrid 68
identificado una serie de causas que tienen más que ver con las motivaciones
personales que tienen los migrantes ecuatorianos para acudir a votar o no.
Específicamente, determinamos que el desencanto, el status migratorio y el
débil sentido de pertenencia representan las principales causas
desmotivadoras para que los ecuatorianos que viven en el exterior concurran a
votar.
Una vez establecida la relevancia que justifica la importancia de la
realización de un plan de mejora, que reduzca considerablemente, en el
mediano y largo plazo, las altas tasas actuales de ausentismo, se establecieron
sus objetivos y la metodología, así como el marco teórico en el que este plan
se fundamenta. Empezando por las teorías de democracia y participación, se
estableció la estrecha relación que existe entre ambos conceptos. Como
consecuencia, analizamos algunas teorías sobre el derecho al voto y la
expansión de éste fuera de los límites territoriales gracias, en gran parte, al uso
de las nuevas tecnologías de la información que permiten a los ciudadanos
expatriados mantener contacto permanente con su país de origen. Siguiendo
esta línea, revisamos las ideas más fundamentales sobre el llamado
transnacionalismo migratorio y sus consecuencias en las relaciones entre los
migrantes, su país de origen y su país de acogida. Finalmente, nos centramos
en el aspecto transnacional del voto en el exterior desde la perspectiva teórica-
práctica de cómo se ha llevado a cabo esta forma de votación en varios países
y los diferentes aspectos que ésta conlleva.
En la segunda parte de este trabajo nos centramos en el plan de mejora
en sí mismo. Luego de analizar la legislación vigente en materia de voto en el
exterior y de las instituciones implicadas, se definió qué papel cumple cada una
de ellas en la organización de los procesos electorales en el exterior. Luego, se
estudiaron todas las posibles formas de voto fuera del territorio nacional,
personal, postal, delegativa, electrónica y mixta, con el fin de determinar cuál
es la que mejor se aplica al caso ecuatoriano, siendo ésta la forma de votación
mixta postal/personal.
Universidad Complutense de Madrid 69
Al considerar el pasado histórico en común, el idioma, el acceso a la
información y la familiaridad que tienen los ecuatorianos residentes en España
con su sistema electoral, se creyó que lo más conveniente era adoptar el
modelo de votación español en el exterior que combina el voto postal con el
personal. Este modelo ofrece la opción a los electores de votar desde sus
hogares y enviar su/s voto/s por correo postal certificado al Consulado más
cercano o, si prefieren, podrán depositar los sobres con el voto, personalmente,
en una urna en el mismo Consulado. Una vez estudiado el modelo, procedimos
a replicarlo realizando todos los ajustes necesarios para que guarde
coherencia con el contexto ecuatoriano. De esta manera, se evita el traslado
del elector hacia un recinto electoral, facilitándole el ejercicio de su derecho,
aumentando así el número de posibles electores.
Posteriormente, se realizó un plan de incentivo a la participación
ciudadana aprovechando, por un lado la buena predisposición de las
agrupaciones de ecuatorianos migrantes para fomentar el sentido de identidad
y pertenencia de los ciudadanos con su país de origen y, por otro lado, la
creación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que
pretende incentivar a los ciudadanos a que participen en los procesos de
formulación de políticas públicas que sean de su interés. Al combinar gobierno-
sociedad civil en un trabajo conjunto de incentivo a la participación se busca
crear una cultura de participación que lleve a los ecuatorianos, dondequiera
que estén, a involucrarse políticamente, ya sea como electores, candidatos o
líderes, con el fin último de lograr su propio bienestar ya sea en el país de
acogida en el que se encuentren o en su país natal.
La última sección de esta segunda parte estuvo dedicada a la revisión y
análisis de los efectos previstos de la intervención. Para ello, se realizó una
matriz FODA que permitió mirar en perspectiva cuáles eran las principales
ventajas, en términos de fortalezas internas y oportunidades externas de la
aplicación de un modelo mixto de votación postal/personal, así como sus
desventajas en términos de debilidades internas y amenazas externas que
podrían poner en peligro el éxito del proyecto. Se evidenció así que las
ventajas superan a las desventajas, pero que estas últimas no deben ser
Universidad Complutense de Madrid 70
subestimadas. Dada la complejidad que implica un cambio del sistema de
votación, se espera que los resultados en el corto plazo no sean significativos,
no así en el mediano y largo plazo, donde la experiencia de procesos
anteriores juega un rol determinante.
Del plan de incentivo a la participación ciudadana, por el contrario, sí se
esperan resultados visibles en el corto plazo. La sencillez del plan y los pocos
recursos que requiere, hacen que en un lapso de cuatro a cinco años se
puedan observar cambios en la conducta de los ecuatorianos residentes en el
exterior en relación a la participación ciudadana.
A manera de conclusión general, se puede decir que el plan de mejora
que aquí se plantea para elevar los índices de participación ciudadana, con
miras al desarrollo de una cultura participativa entre la comunidad de migrantes
ecuatorianos, es un plan con alta viabilidad y altas probabilidades de éxito. Sin
embargo, es importante recalcar que, al final, la decisión última de votar o no
votar, participar o no, involucrarse o no, es únicamente de cada elector. Con
este plan de mejora lo que se pretende es brindarle todas las facilidades al
ciudadano para que ejerza su derecho a votar y participar libre y, sobre todo,
voluntariamente. Aunque es deber del Estado y sus gobiernos brindar todas las
facilidades a los ciudadanos para el ejercicio de sus derechos, está en cada
individuo establecer su postura en un escenario político determinado.
15. Recomendaciones A lo largo de este trabajo, se ha buscado cubrir todos los aspectos que
implica la elaboración de un plan de mejora para incrementar los niveles de
participación electoral y ciudadana de los ecuatorianos residentes en el
exterior. Sin embargo, por cuestiones de tiempo, espacio y ámbito, no ha sido
posible desarrollar ciertos temas, que, si bien no modifican la esencia de lo
aquí propuesto, es necesario tener en cuenta, con el fin de que el proyecto de
cambio del modelo de voto en el exterior e incentivo a la participación
ciudadana tengan el éxito que se espera. Por tal motivo, a continuación se
realizarán las siguientes recomendaciones:
Universidad Complutense de Madrid 71
• Se ha hablado, una y otra vez, de la importancia que tienen las
asociaciones y demás agrupaciones sociales de ecuatorianos en el
exterior para incentivar a la ciudadanía a participar, tanto en los eventos
electorales, como en otras actividades de índole política. Sin embargo,
hemos mencionado que, debido al gran número de organizaciones
existentes y a la distancia que separa unas de otras alrededor del
mundo, se recomienda el planteamiento de proyectos de cohesión entre
asociaciones, con el fin de hacerlas más fuertes y efectivas a la hora de
atraer a los migrantes a participar en ellas y/o en sus actividades.
Aquellas agrupaciones más grandes, más organizadas y más
estructuradas podrían acoger a otras más pequeñas y menos
experimentadas y realizar talleres de liderazgo y participación
ciudadana.
• Por otra parte, el gobierno deberá establecer como prioritaria la inclusión
de las asociaciones en los proyectos que tengan que ver con la política
migratoria que se está llevando a cabo, a través de las instituciones
gubernamentales ecuatorianas con jurisdicción extraterritorial como el
Ministerio de Relaciones Exteriores y la SENAMI.
• En concordancia, se esperaría que, para los procesos electorales
venideros, la SENAMI tenga una participación más activa, en lo que
tiene que ver con la campaña de incentivo al voto, difusión de
información e instrucción del procedimiento para ejercer el voto. Con la
inminente implantación de los Consulados Virtuales, son las Casas del
Migrante de la SENAMI las llamadas a actuar ante la posibilidad del
cierre de varias oficinas consulares, puesto que están más próximas a
las zonas con alto número de ecuatorianos. La SENAMI tiene, además,
la tarea pendiente de trabajar conjuntamente con las organizaciones y
asociaciones de migrantes ecuatorianos con el objeto de transmitir la
información al mayor número de personas. Como lo afirma la SJMR
(2007: 7), entre las comunidades de migrantes el “boca a boca” es la
herramienta de difusión más importante con la que se cuenta para
Universidad Complutense de Madrid 72
mantener informada a la comunidad. Por tanto, es importante que la
SENAMI formalice sus compromisos con los ecuatorianos firmando
acuerdos con las organizaciones y asociaciones más representativas,
con el fin de garantizar que la información oficial se reproduzca de
manera apropiada, veraz y oportuna desde el gobierno a las
agrupaciones formales y de éstas a la ciudadanía y, por último, entre
ciudadanos.
• En cuanto a la adopción del nuevo modelo de votación para los
ecuatorianos en el exterior que aquí se propone, es necesario aclarar
que un cambio de semejantes dimensiones extraterritoriales, pensado
para ser aplicado a nivel global no solo implica el cambio de modelo en
sí, sino que conlleva un cambio en el modo de organización, de
logística, pero sobre todo, de mentalidad, tanto de los organizadores
como de los votantes. Hasta que todos se adapten deberá pasar un
tiempo considerable, con varios procesos electorales. Dada esta
complejidad se recomienda la organización de un plan piloto que tenga
lugar en España, como el destino con el mayor número de ciudadanos
ecuatorianos registrados oficialmente. De esta manera, se podrá testar
el modelo y medir su efectividad inmediata, antes de expandirlo por todo
el mundo. Dicho plan piloto debería llevarse a cabo en las próximas
elecciones generales de 2017, para lo cual, el CNE dispondría de cuatro
años para tomar las provisiones y acciones necesarias para su
ejecución.
Universidad Complutense de Madrid 73
16. Bibliografía Acosta, A. (2009) “Migración y Constitución en Montecristi”, América Latina en
Movimiento en http://alainet.org/active/29519&lang=es acceso: 15 de julio de 2013.
Arnaldo Alcubilla, E. (2000) “Sufragio”, Diccionario Electoral Tomo II, San José:
Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 433-436. Barczak, M. (2001) “Representation by Consultation? The Rise of Direct
Democracy in Latin America”, Latin American Politics and Society, 43 (3): 37-60.
Barona J. (6 de junio de 2013) “Consulados del Ecuador tienen seis meses
para convertirse en Entidades Virtuales”, Agencia de Noticias del Ecuador y Suramérica ANDES, en http://www.andes.info.ec/es/actualidad/consulados-ecuador-tienen-seis-meses-convertirse-entidades-virtuales.html acceso: 10 de agosto de 2013.
Bauböck, R. (2005) “Expansive Citizenship: Voting beyond Territory and
Membership”, Political Science and Politics, 38 (4): 683-687. Boletín Oficial del Estado (2001) “Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero, por las
que se modifica la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en http://www.boe.es/boe/dias/2011/01/29/pdfs/BOE-A-2011-1639.pdf acceso: 21 de julio de 2013.
Braun, N. (2007) “E-voting And External Voting” en International IDEA Intitute
for Democracy and Electoral Assistance, Instituto Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Cerdas, E., F. Jiménez y M. Valverde (2006), Crisis de Ecuador en los años
1999-2000, Sitio Web Aula de Economía, http://www.auladeeconomia.com/articulosot-14.htm acceso el 28 de junio de 2013.
Collyer, M. y Z. Vathi (2007) “Patterns of Extra-territorial Voting”, Development
Research Centre on Migration, Globalization and Poverty, Brighton: 1-36. Consejo de Participación y Control Social, Sitio Web Oficial,
http://www.participacionycontrolsocial.gov.ec/
Universidad Complutense de Madrid 74
Consejo Nacional Electoral (2009) “Plan de Voto en el Exterior” en http://www.cne.gob.ec/images/articulos/Plan%20Operativo%20de%20Voto%20en%20el%20Exterior%20aprobado%20por%20el%20Pleno.pdf, acceso: 2 de agosto de 2013.
Dahl, R. (1971) Poliarchy. New Haven and London: Yale University Press. Ellis, A. (2007) “The History and Politics of External Voting”, International IDEA
Intitute for Democracy and Electoral Assistance, Instituto Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Escudero Durán, L. (2007) Plan Nacional de Desarrollo Humano para las
Migraciones 2007-2010, Quito: Secretaría Nacional del Migrante. Gobierno de España (2013) Participa en las Elecciones, publicación en Sitio
Web Oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en: http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/ServiciosAlCiudadano/SiEstasEnElExtranjero/Paginas/ParticipaEnLasElecciones.aspx acceso: 21 de julio de 2013.
Gratton, B. (2005) “Ecuador en la historia de la migración internacional
¿Modelo o aberración?” en Herrera, G., M.C. Carrillo y A. Torres (2005) La Migración Ecuatoriana Transnacionalismo, Redes e Identidades, Quito: FLACSO Sede Ecuador.
Green, P. (2007) “Entitlement to Vote”, International IDEA Intitute for
Democracy and Electoral Assistance, Instituto Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Held, D. (2006) Models of Democracy. Cambridge: Polity Press. Herrera, G., M.C. Carrillo y A. Torres (2005) La Migración Ecuatoriana
Transnacionalismo, Redes e Identidades, Quito: FLACSO Sede Ecuador. Huber, E., D. Rueschemeyer y J.D. Stephens (1997) “The Paradoxes of
Contemporary Democracy: Formal, Participatory and Social Dimensions”, Comparative Politics, 29 (3): 323-342.
International IDEA Intitute for Democracy and Electoral Assistance, Instituto
Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Universidad Complutense de Madrid 75
Itzigsohn, J. (2000) "Immigration and the Boundaries of Citizenship: The Institutions of Immigrants' Political Transnationalism", International Migration Review 36 (4): 1126-1154.
Martiniello M. y J.M Lafleur (2008) “Towards a transatlantic dialogue in the
study of immigrant political transnationalism”, Ethnic and Racial Studies, 31 (4):645-663.
Mateus, G. Entrevista realizada el día martes, 13 de agosto de 2013, en el
Consulado General de Ecuador en Madrid. Miranda Camarena, A. Y J.J. Ruiz Pérez (2012) “Ecuador” en Corona
Nakamura, L.A. y A. Miranda Camarena (compiladores) Derecho Electoral Comparado, Madrid: Marcial Pons, 201-225.
Moncayo, M.I. (2001) El Plan Bienvenid@s a Casa: Estudio sobre la
experiencia del fondo “El Cucayo”, Fundación Carolina – FLACSO Ecuador. Navarro Fierro C. I. Morales y M. Gratschew (2007) “External Voting: A
Comparative Overview”, en International IDEA Intitute for Democracy and Electoral Assistance, Instituto Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Levitt, P. y de La Dehesa, R. (2003) “Transnational Migration and the
Redefinition of the State: Variations and Explanations”, Ethnic and Racial Studies, 26: 587-611.
Levitt, P. (2001) “Transnational Migration: Taking Stock and Future Directions”,
Global Networks: A Journal of Transnational Affairs, 1: 195-216. Nohlen D. Y F. Grotz (2007) “The Legal Framework and Overview of Electoral
Legislation”, en International IDEA Intitute for Democracy and Electoral Assistance, Instituto Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Nohlen, D. (2000) “Democratización del Sufragio”, Diccionario Electoral Tomo I,
San José: Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 279-283. Nohlen, D. (2005) “Prólogo” en D., D. Zovatto, J. Orozco y J. Thompson
(compiladores), Tratado de Derecho Electoral Comparado de América Latina, México: Instituto Interamericano de Derechos Humanos.
Universidad Complutense de Madrid 76
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, Documento de la ONU A/RES/45/158, 18 de diciembre de 1990, en http://www2.ohchr.org/spanish/law/cmw.htm acceso: 20 de julio de 2013.
Ostergaard-Nielsen, E.K. (2001) “The Politics of Migrants’ Transnational
Political Practices”, Transnational Migration: Comparative Perspectives, Princenton University, 1-29.
Pachano S. (2004) “El Proceso Electoral de Ecuador”, mimeo, FLACSO, Sede
Ecuador, 1-38. Paspuel, V. Entrevista realizada el día lunes, 5 de agosto de 2013, en las
instalaciones de la Asociación Rumiñahui Hispano – Ecuatoriana, sede Madrid.
Portes, A. (2004) “El desarrollo futuro de América Latina. Neoliberalismo,
clases sociales y transnacionalismo”, Colección En Clave de Sur. 1ª ed. ILSA, Bogotá D.C., pp. 173-197.
Ramírez Gallegos, J. Y P. Boccagni (2009) Voto a la Distancia: análisis de la
participación política de los ecuatorianos en el exterior, en: http://migrantologos.mx/articulos_maestros/Voto%20Migrante%20Ecuador.pdf acceso: 20 de julio de 2013.
República del Ecuador Asamblea Constituyente (2008) Constitución del
Ecuador, archivo digital. República del Ecuador Asamblea Nacional (2009) Ley Orgánica Electoral y de
Organizaciones Políticas de la República del Ecuador Código de la Democracia, archivo digital.
Rousseau, J. (2004) El Contrato Social, Madrid: Ediciones Istmo. Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes – Ecuador (SJRM) (2007), El
Proceso Electoral de los Ecuatorianos en el Exterior: Reflexiones para un Debate sobre la Participación en Contextos de Migración, ILDIS Ecuador.
Thompson, J. (2007) “The Implementation of External Voting” en International
IDEA Intitute for Democracy and Electoral Assistance, Instituto Federal Electoral de México IFE (2007) “Voting from Abroad”, The International IDEA Handbook, Estocolmo – México D.F.: International IDEA – IFE México.
Universidad Complutense de Madrid 77
Anexos ANEXO A Cuestionario de Entrevista al señor Vladimir Paspuel, Presidente de la Asociación Rumiñahui Hispano – Ecuatoriana
1. ¿Cuántos Ecuatorianos se encuentran residiendo actualmente en el exterior? ¿En España?
2. ¿Cuántos de aquellos residiendo en España han regresado? ¿Porqué? 3. ¿Cómo evaluaría usted la participación electoral entre los ecuatorianos
residentes en España? 4. ¿Cómo evaluaría usted la organización de los procesos electorales
llevados a cabo en España por el gobierno ecuatoriano? 5. Según su apreciación, ¿cuál o cuáles serían los fallos de los que
actualmente adolece el modelo actual de votación? 6. ¿Qué considera usted que es lo que más motiva o desmotiva, a los
compatriotas a votar? 7. ¿A qué atribuiría usted los bajos índices de participación electoral, tanto a
la hora de registrarse, como a la hora de votar? 8. ¿Cómo cree usted que se podría mejorar o incluso cambiar el modelo? 9. ¿Acogerían con agrado, los migrantes ecuatorianos en España un modelo
de votación diferente, como el voto por correo postal, ampliación del plazo de sufragio, o una combinación de métodos de votación?
10. Hablando de la participación ciudadana en general, ¿qué papel han jugado
las asociaciones y organizaciones de migrantes ecuatorianos en la promoción de la participación ciudadana?
11. ¿Cómo se podría fomentar el sentimiento de identidad de los ecuatorianos
como tales en el exterior e incentivar el deseo de participación ciudadana? 12. ¿Cómo trabajan ustedes como asociación en este sentido? ¿Qué se podría
mejorar?
Universidad Complutense de Madrid 78
13. A criterio suyo, la nueva política migratoria del gobierno ecuatoriano actual ¿ha influido de alguna manera en la participación político-electoral de los ecuatorianos residentes en España?
14. ¿Sienten los ecuatorianos que residen actualmente en España que el
gobierno ha captado sus deseos y demandas en esa política migratoria? 15. ¿Cómo describiría usted la relación entre las asociaciones y
organizaciones de ecuatorianos en España con el gobierno y sus instituciones?
16. ¿Cómo calificaría usted la gestión de las instituciones gubernamentales
ecuatorianas en el exterior? Particularmente, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Secretaría Nacional del Migrante?
17. ¿Qué acciones debería tomar el gobierno para incentivar una mayor
participación política de los ciudadanos en el exterior?
Universidad Complutense de Madrid 79
ANEXO B Cuestionario de Entrevista al señor Gustavo Mateus, Cónsul General de la República de Ecuador en Madrid – España. 1. ¿Cuántos Ecuatorianos se encuentran residiendo actualmente en el
exterior? ¿En España?
2. ¿Cuántos de aquellos residiendo en España han regresado? ¿Porqué? 3. ¿Cómo evaluaría usted la participación electoral entre los ecuatorianos
residentes en España? 4. ¿Cómo evaluaría usted la organización de los procesos electorales
llevados a cabo en España por el gobierno ecuatoriano? 5. ¿Qué considera usted que es lo que más motiva o desmotiva, a los
compatriotas a votar? 6. ¿A qué atribuiría usted los bajos índices de participación electoral, tanto a
la hora de registrarse, como a la hora de votar? 7. ¿Cómo cree usted que se podría mejorar el modelo actual de voto en el
exterior? 8. ¿Cree usted que sería factible cambiar el actual modelo por otro diferente
como el voto por correo postal, ampliación del plazo de sufragio, o una combinación de métodos de votación?
9. ¿Me podría hablar de los Consulados virtuales y su funcionamiento? ¿Se
cerrarán consulados en España? ¿Cómo afectaría esta nueva plataforma a la organización de procesos electorales?
10. ¿Me podría hablar de la gestión de las instituciones gubernamentales
ecuatorianas en el exterior respecto de la participación? Particularmente, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Secretaría Nacional del Migrante.
11. ¿Cómo se podría fomentar, en este sentido, el sentimiento de identidad de
los ecuatorianos como tales en el exterior e incentivar el deseo de participación ciudadana desde la acción gubernamental?