Movilidad y migracion en familias jornaleras. Mirada desde genealogías - Sara Lara

7/31/2019 Movilidad y migracion en familias jornaleras. Mirada desde genealogas - Sara Lara

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EMPIRIAREVISTA DEMETODOLOGADE CIENCIAS

S O C I A L E SN 19 - 2010

enero-junio

ISSN 1139-5737

UNIVERSIDADNACIONAL

DEEDUCACINA DISTANCIA

PresentacinAndrs Pedreo e Iaki Garca

ARTCULOSRethinking Transnationalism

Roger WaldingerTransnacionalidad familiar: Estructuras familiares y

trayectorias de reagrupacin de los inmigrantes en EspaaLuis Camarero

Para qu sirve el grupo de discusin?Una revisin crtica del uso de tcnicas grupalesen los estudios sobre migraciones

Colectivo IOCadenas y redes migratorias: propuesta

metodolgica para el anlisis diacrnico-temporal delos procesos migratorios

Claudia PedonePobres en migracin, globalizacin de laseconomas y debilitamiento de los modelos

integradores: el transnacionalismo migratorioen Europa meridional

Alain TarriusMovilidad geogrfica de los rumanos (Estructura

territorial de las migraciones interiores en Espaa)Rafael Viruela

Movilidad y migracin de famlias jornaleras:Una mirada a travs de genealogas

Sara Mara Lara:

NOTA DE INVESTIGACINEl migragrama: una propuesta metodolgicapara el estudio de las remesas econmicas

Jess Sanz

TEXTO CLSICOUna sociologa (de las migraciones) para

la resistencia: seleccin de textos de AbdelmalekSAYAD (Seleccin: Sandra Gil Araujo e IakiGarca Borrego. Presentacin: Sandra Gil Araujo.

Traduccin: Natalia Morales

LIBROS


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EMPIRIA. Revista de Metodologa de Ciencias Sociales. N.o 19, enero-junio, 2010, pp. 183-203.ISSN: 1139-5737

Movilidad y migracin de familias jornaleras:

Una mirada a travs de genealogas

SARAMARALARAFLORESInstituto de Investigaciones Sociales

Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Recibido: 28.01.2010

Aceptado: 24.02.2010

1. INTRODUCCIN

Todos saben que las migraciones han adquirido un gran dinamismo en las l-timas dcadas. Los flujos se han incrementado en toda la orbe1, y hoy observa-mos que el modo como se desplazan los individuos y los colectivos es cada vezms complejo, involucrando no slo lugar de origen y destino sino circuitos que

incorporan diversos lugares; el nmero de migrantes indocumentados se ha in-crementado2, y en estos movimientos las mujeres y los indgenas estn cada vezms presentes. Es comn encontrar que las personas se muevan en grupos y node manera individual, y que su llegada al lugar de destino no signifique que seapara quedarse, aun si establecen all su residencia, de tal manera que el concep-to de movilidad se vuelve ms comprehensivo que el de migracin.

Estos fenmenos se reproducen a escala regional y local3 y nos plantean unreto en trminos metodolgicos: Cmo captar la intensidad de esos movi-mientos?, cmo conocer la manera como se constituyen los circuitos migrato-rios?, cmo dar cuenta del significado que tiene un desplazamiento en el con-

junto de movimientos que tiene un individuo en su trayectoria de movilidad? y

1 La Organizacin Internacional para las Migraciones (OIM) estima que la cifra actual de mi-grantes internacionales en el mundo asciende a 214 millones en comparacin a 176 millones en elao 2000 y que los migrantes los migrantes representan el 3,0 por ciento de la poblacin mundial(http://esa.un.org/migration).

2 La misma OIM calcula en 20 o 30 millones de migrantes ilegales, lo que comprende entre el10 y el 15 por ciento del contingente mundial de inmigrantes

3 El nmero de migrantes de Latinoamrica y el Caribe ha experimentado un incremento con-siderable, habiendo pasado de un total estimado de ms de 21 millones de personas en el 2000 acasi 25 millones hacia el 2005. Al mismo tiempo, los migrantes intrarregionales totalizan ahora cer-

ca de 3 millones de personas (CEPAL, 2006).


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cmo conocer lo que ha sido su proyecto migratorio y el de los miembros de sufamilia o del colectivo al cual pertenece?

El objetivo de este texto es conocer las virtudes del mtodo genealgicocomo instrumento metodolgico para la captacin de la movilidad de un colec-tivo conformado por varias familias jornaleras de una comunidad indgena si-tuada en el sureste de Mxico. Este mtodo nos permite ver la complejidad desus movimientos, en el tiempo, abarcando los individuos de hasta cinco genera-ciones de familias, cuyos recuerdos inician a principios del siglo XX y vanhasta la fecha. Vemos la movilidad diferenciada por generaciones y de cada unode sus hombres o mujeres, quienes cumplen papeles particulares en sus estrate-gias de reproduccin. Al mismo tiempo, nos ayuda a conocer cmo se confor-man las redes que sostienen dicha movilidad y los individuos que fungieron

como pioneros en la migracin hacia ciertos destinos.Iniciamos este artculo con una revisin del desarrollo del mtodo geneal-gico como instrumento de investigacin, sus potencialidades y los obstculosque representa su instrumentalizacin, as como las crticas que se han hecho almismo, con el fin de mostrar su eficacia en el estudio de la movilidad.

En un segundo momento, explicamos la manera como este mtodo de in-vestigacin se puede adaptar al estudio de la movilidad. En particular desarro-llamos u una comunidad indgena, cuyos miembros han dejado de trabajar la tie-rra para convertirse en asalariados agrcolas en grandes empresas hortcolasubicadas al noroeste de Mxico, y cmo esta migracin termina enlazndose re-cientemente con un desplazamiento que se dirige hacia California y Oregon enlos Estados Unidos en donde laboran, tambin, como jornaleros. Ofrecemoslos datos que sistematizamos del conjunto de miembros de una genealoga, yluego describimos la trayectoria migratoria del ncleo familiar del ego de la ge-nealoga que sirve de base al desarrollo de este artculo.

Concluimos con una reflexin relacionada con la pertinencia de buscar nue-vos y originales mtodos de captacin de la movilidad que hoy en da adquierenlos colectivos.

2. ANTECEDENTES DEL MTODO GENEALGICO

El mtodo genealgico ha sido definido como un procedimiento tcnicopor el cual un investigador efecta, mediante entrevista, una recopilacin de cier-tos datos sobre los integrantes tanto ascendientes como descendientes deuna o ms familias y posteriormente los procesa, analiza y expresa grfica-mente en un documento denominado genealoga (Davinson 2006). Para algunos,la genealoga representa la forma social concreta que asume la reproduccin bio-lgica de un grupo (De Teresa, 1991:172).

Quienes se han dedicado al estudio de las genealogas, o las han utilizadocomo mtodo de recopilacin de datos, coinciden en sealar a W.H.R. Rivers,

psiclogo, mdico y antroplogo britnico, como el padre de este mtodo que


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marca un hito en la historia de la disciplina antropolgica. No obstante, la prc-tica de realizar genealogas, como lo menciona Davinson (2006), es ms antigua

que la que se comenz a hacer en el mbito de la antropologa a partir de la se-gunda mitad del siglo XIX y principios del XX, pues ya era comn entre los an-tiguos mayas e incas conocer la historia familiar de sus gobernantes. Tambin se-ala que los textos evanglicos muestran el rbol genealgico de Jesucristo, aligual que los rabes lo hicieron para el caso de Mahoma. Ni que decir del mo-vimiento genealgico en Europa occidental entre la monarqua que deseabamostrar su relacin de sangre con personajes mitolgicos y admirables o paramostrar su linaje.

La aparicin del mtodo genealgico coincide con la consolidacin institu-cional de la antropologa. En su bsqueda por asegurar el carcter cientfico de la

disciplina trata de acercarse a las ciencias exactas, mediante la sistematizacin dedatos recogidos in situ por el etnlogo (Porqueres 2008: 5).Es en el marco de la primera de las grandes expediciones britnicas realiza-

das bajo la iniciativa de la Universidad de Cambridge, que Rivers realiza su pri-mer trabajo etnogrfico entre los pastores Toda del sur de la India y en el estre-cho de Torres. Porqueres seala que a imagen de lo que en Estados Unidosestaba sucediendo en la ltima dcada del siglo XIX con Franz Boas, en elmedio britnico se hace clara la necesidad de realizar la recogida de datos cul-turales a partir de estancias concentradas en un mismo territorio (2008:7).

Cabe mencionar que el inters de Rivers era el de acceder al anlisis del pa-rentesco y de otros aspectos de la vida social de los entrevistados, como son lafamilia y las reglas de matrimonio. Sin embargo, el mismo considera que el m-todo va ms all de la informacin referida al parentesco y que puede ayudar aconocer el registro de los matrimonios que han tenido lugar en una comunidad,retrocediendo quiz ciento cincuenta aos, las leyes que regulan la herencia dela propiedad, el estudio de la organizacin social, e incluso de las emigraciones(197: 89-90). Tambin se seala, entre otros aspectos que destac Rivers: el es-tudio de la magia y de la religin, la proporcin entre los sexos, el tamao de lasfamilias y la herencia gentica (Jociles, 2006: 797).

Son mltiples las ventajas que han sido destacadas en este mtodo de in-vestigacin. Entre otras, el que permite obtener informacin que capta la me-

moria de varias generaciones. Rivers sealaba, tambin, la ventaja que ofrecapara aquellos que no conocan la lengua hablada de los entrevistados, o la posi-bilidad de tener informacin de prcticamente toda una poblacin, cuando se tra-taba de comunidades pequeas, dadas las superposiciones que se podan encon-trar al recoger datos del lado paterno y materno de los entrevistados (1975:94). Otros han mencionado tambin la posibilidad de conocimiento que aportasobre personas que ya han muerto o se fueron del pueblo. Sin embargo, lo quems ha sido destacado, desde el propio Rivers, es la ventaja de contar con unainformacin cuantificable y lograr una aritmtica de hechos sociales basada en latabulacin y clasificacin de los datos que aporta, permitiendo con ello acercarse

a las ciencias exactas (Porqueres 2008:5).


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Es Franoise Hritier quien acua en trmino de encuesta genealgica alsealar la capacidad de este mtodo para someter los fenmenos del parentesco

a cuantificacin y anlisis estadstico, dando cabida a calibrar el grado con queaparecen ciertos elementos de una cultura (tipos de matrimonio, de herencia,etc.). Considera que la encuesta genealgica permite multiplicar por diez el n-mero de personas censadas.

Una buena parte de los estudios sobre genealogas se enfocan a explicar condetalle la tcnica del levantamiento de datos y las formas y smbolos a utilizar. Ala vez, ha sido objeto de discusiones: cmo, qu y a quin preguntar, as como lamanera de evitar los errores en el levantamiento. Por ejemplo, Rivers, en el men-cionado trabajo que realiza en Guadacanal, dedica una parte importante a sea-lar cmo proceder para recoger los datos a partir de Ego4, comenzando por sus

ascendientes ms lejanos, o aquellos que recuerda, la forma de disponer losnombres en el esquema y la manera como no equivocar los trminos usados paradesignarlos:

Mi mtodo consiste en preguntar al informador los trminos que l apli-cara a los distintos miembros de su genealoga y, recprocamente, los trminosque ellos le aplicaran a l... Los trminos que se utilizan para las relaciones deparentesco concretas, consanguneas o afines, tambin suelen aplicarse a otraspersonas con quienes no pueden trazarse esos lazos (Rivers 1975 88-89).

En su propuesta menciona la necesidad de levantar varias genealogas en una

misma localidad para verificar que los nombres dados a las personas sean co-rrectos.Franoise Hritier plantea, con detalle, la tcnica a usar en terreno, desde

cmo seleccionar a las personas a entrevistar hasta la manera de significar a cadaindividuo y de codificar sus datos. Menciona al respecto lo siguiente:

Una vez identificadas las genealogas principales (linajes/cuartas), se in-terrogar al miembro de ms edad de cada una de ellas, alternativamente, so-bre su filiacin ascendente agntica hasta el ms antiguo antepasado conocido.A partir de este antepasado [...] es como se reconstruir la genealoga descen-diendo generacin tras generacin. [...] Se retoma entonces la encuesta a par-

tir de cada uno de ellos, hasta que se haya agotado la totalidad de los cabezade familia o de casa [...]. El censo de la poblacin viva se convierte as en unsub-producto de la encuesta y no en una condicin preliminar. (1981:242-243).

Sin embargo, esto que ha sido considerado como una virtud de la genealo-ga, tambin ha sido estimado como una debilidad o un error grave. Comen-zando por Malinowski, discpulo de Rivers, quien vea como una aberracin elhecho de formular smbolos e incluso ecuaciones, con objeto de lograr la cien-

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EGO se refiere a la persona a partir de la cual se construye el relato genealgico.


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tificidad en la disciplina antropolgica, violentando con ello la naturalezamisma del parentesco ya que, a su modo de ver, el parentesco es una cuestin

de carne y de sangre, el resultado de la pasin sexual y el afecto materno, de lantima y prolongada vida cotidiana, y de un sinnmero de ntimos intereses per-sonales y planteaba la importancia de considerar la dimensin vivida de lasgenealogas5.

Porqueres hace una buena sntesis de lo que han sido las crticas al mtodogenealgico desde distintas escuelas del pensamiento antropolgico, donde en-contramos a Radcliffe-Brown, Kroeber y Levi-Strauss. Sin embargo, va a dete-nerse en la crtica que hace Bordieu al estructuralismo6. Para este autor, el m-todo genealgico no hace sino recoger la versin representativa delparentesco, agregando que es un espacio abstracto que no toma en consideracin

los factores extragenealgicos que la determinan, especialmente de carcter po-ltico y econmico. Por ello, sugiere un trabajo de historizacin del mtodo y desus usuarios, para acceder a sus fundamentos epistemolgicos y al tipo de rela-ciones sociales que se encuentran en su base (2008: 59-60).

En efecto, varios autores toman con precaucin la informacin que ofrecenlas genealogas, en particular porque como el mismo Bourdieu lo seala la ge-nealoga es un saber manipulable y manipulado (Porqueres 2008:60). No obs-tante, es posible considerar la genealoga como lo hace Williams: como una na-rracin que intenta explicar un fenmeno cultural describiendo la manera en queha sucedido, podra haber sucedido o sera posible imaginar que hubiera suce-dido (2006: 31). Es decir, para este autor, la genealoga no es simplemente unasunto que pertenezca a la historia real, sino a una narracin ficticia que puedeexplicar algo en tanto que ofrece una base de veracidad e introduce la idea defuncin donde no se la esperara necesariamente. Tambin resulta sugerente loplanteado por Zonabed (1976: 276, citado por Porqueres 2008:45) quien consi-dera dos fuentes de informacin del etnlogo sobre el parentesco: el de la gene-aloga y el que denomina parler famille. Este segundo mtodo, complemen-tario al primero a travs de entrevistas a informantes, ayuda a captar loscomportamientos frente a los parientes, en donde lo que interesa no es la re-construccin fidedigna de las genealogas sino la experiencia vivida de esasgenealogas. Es decir, estudiar el parentesco como aquel al cual se tiene con-

ciencia de pertenecer y no su parentesco real (1976: 276).En gran medida, las genealogas que reconstruyen nuestros informantes nosmuestran una realidad que es vivida por ellos, un tanto basada en la historia realde la manera como se suceden las generaciones en sus familias de pertenencia, yotro tanto acomodada a lo que esperaran que fuera esa realidad. A veces, porque

5 Malinowski, B. (1929) The sexual life of savages in North-Western Melanesia. An ethno-graphic account of courtshif, marriage and family life among the natives of the trobriand islands,British New Guinea, Londres, Routdledge, (citado por Porqueres, 2008).

6 En Essquisse dune thorie de la practique, 1971, Gnova, Librarie Droz (citado por Por-

queres, 2008 :58).


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existen ciertas prohibiciones rituales, como el tab al que se enfrent Rivers en-tre los Toda para contar con la informacin de los nombres de los individuos ya

muertos (1975:87) o como Franoise Hritier lo seala por la ocurrencia de he-chos familiares recientes y que aparecen en la encuesta como suscitadotes deconflictos, todava actuales, en el seno de la comunidad familiar o rural, o queson recordados dolorosamente (1981:246)7.

Para salvar estas situaciones, los autores mencionan la importancia de apli-car otros mtodos complementarios. Sin embargo, en cualquier caso se reco-mienda ampliar la informacin genealgica con otras fuentes de triangulacin.Por ejemplo, Davinson (2006) al aplicar el mtodo genealgico en una comuni-dad del estado de Tlaxcala, complement la informacin a travs de entrevistasa los miembros de las familias de la localidad estudiada. Hritier (1981:244)

tambin menciona la importancia que tuvo el realizar entrevistas con los indivi-duos captados en sus genealogas, para con la ayuda de personas vivas del mis-mo linaje, reconstruir las historia de las lneas desaparecidas. Igualmente, lo ha-ba hecho Rivers al buscar, con miembros de otras familias, la informacin delos individuos que haban fallecido, y cuya prohibicin para ser nombrados, alinterior de cada linaje, le generaba un hueco informativo que otros individuos dela localidad estudiada le proporcionaron (1975:87).

Porqueres considera que el mtodo genealgico no es autosuficiente...stedebe acompaarse siempre se la utilizacin de otras tcnicas de investigacin,como las historias de vida basadas en la acumulacin de entrevistas, o la des-cripcin y la fotografa de rituales (2008:15). Tambin menciona la observacinparticipante, como un mtodo atribuido a Malinowski, y reformulada ms tardepor Edmund Leach y Max Glukman, as como la importancia de realizar buenasmonografas. Con ello, seala, que Malinowski encontraba la forma de aproxi-marse al espritu de un pueblo a travs de sus formulaciones y el punto devista del nativo (2008:17-21). Otros mtodos complementarios que han sidoutilizados son: el mtodo biogrfico, las etnografas de comunidad, el anlisis deredes, la encuesta por cuestionario, las narraciones (que hoy en da pueden sergrabadas), y el estudio de documentos complementarios (registros parroquialeso municipales, censos, etc.).

Varios investigadores que han hecho uso de este mtodo han puesto nfasis

en la manera como clasificar los datos obtenidos a travs de genealogas o en-cuestas genealgicas. Hoy en da, adems, se cuenta con una serie de programasde software que ayudan no slo a sistematizar la informacin sino a encontrar re-currencias, diferencias y otros aspectos de inters que pueden ser variados, sin li-mitar su uso al estudio del parentesco. En Mxico, por ejemplo, Ana Paula deTeresa (1991) aplica este mtodo al estudio de las unidades domsticas campe-sinas en una localidad de Yucatn al sur del pas, con el fin de dar cuenta de las

7 En estos acontecimientos Hritier considera: suicidios, asesinatos, separaciones conyugales,problemas de paternidad, expulsin de esposas por la familia de origen, fallecimiento por brujera,

entre otros.


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transformaciones internas que sufre la economa campesina a lo largo del tiem-po. As, dedica una parte importante de su trabajo a explicar la manera como se

logra un ordenamiento, por generaciones, de las unidades investigadas y suprocesamiento. Davinson (2006) tuvo como objetivo conocer las fechas en lasque la actividad textil haba sido introducida en la localidad que estudia enTlaxcala, as como para identificar a los iniciadores de dicha actividad. Es decir,los temas que pueden abordarse son variados, y en este sentido, podemos con-firmar lo que Hritier ha sealado, en cuanto a que la encuesta genealgica no esuniversal que sea vlido para cualquier tipo de sociedad,

las modalidades prcticas de la encuesta genealgica varan segn las po-blaciones estudiadas, en funcin de la filiacin, de las reglas de residencia, deltipo de hbitat, del carcter nmada o sedentario de la poblacin, para no citar

sino rasgos discriminatorios elementales. En consecuencia, no es posibleofrecer un mtodo comodn [...] Ante cada caso, el etnlogo de ver obligadoa la innovacin (1981:240).

De acuerdo con este planteamiento, consideramos la validez y la gran flexi-bilidad de este mtodo de investigacin para adaptarse, en nuestro caso, al es-tudio de la movilidad de los trabajadores agrcolas originarios de una localidadindgena del sureste de Mxico, como se presenta a continuacin.

3. APLICACIN DEL MTODO GENEALGICO AL ESTUDIO

DE LA MOVILIDAD

El mtodo genealgico permite dar cuenta de los hechos de movilidad enel sentido que lo ha desarrollado Tarrius (2000). Es decir, ir ms all de la his-toria singular de cada persona y sus desplazamientos para comprenderlos en elmarco de un colectivo que guarda la memoria de sus recorridos a travs devastos espacios migratorios y en un tiempo tan amplio que abarca varias gene-raciones. Permite observar cmo esa memoria agrega lugares apropiados, ocu-pados, o al menos atravesados por dicho colectivo.

Las genealogas articulan trayectorias individuales y destinos colectivos;

historias de vida, tal y como las describe cada interlocutor, y eventos generalesque involucran a un colectivo; hacen visibles las relaciones entre tiempo y es-pacio: ritmos, flujos y secuencias observables a travs de sucesiones generacio-nales; revelan la combinacin entre contigidades espaciales y continuidadestemporales lo que facilita el conocimiento de hechos sociales desde una pers-pectiva procesual y dinmica (Ma Mung 1999; Tarrius 2000).

Es posible, igualmente, comprender la manera como un colectivo hace te-rritorio, en la medida en que se apropia de esos lugares al ocuparlos, o simple-mente atravesarlos a lo largo de sus recorridos, haciendo de ellos su territoriode circulacin (Tarrius 2000 y 2000a; Faret 2001). Pero lo interesante es ver que

este proceso de apropiacin se ejerce a lo largo de varias generaciones, y de pro-


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cesos que suponen instalaciones y desinstalaciones, discontinuidades y frag-mentaciones, formando parte de un proyecto migratorio que articula distintas l-

gicas de movilidad. Lgicas que tienen que ver con diferencias de gnero y ge-neracionales.En el caso que nos ocupa, el mtodo genealgico fue aplicado a los miem-

bros de una comunidad del estado de Oaxaca, llamada Coatecas Altas, ubicadaen el municipio de Ejutla de Crespo, la cual tiene una fuerte tradicin migratoriadesde la dcada de los aos setenta. Inicia con una migracin temporal, de ca-rcter regional, que se dirige al estado colindante de Chiapas, donde la gente sediriga a trabajar en el corte del algodn. Hacia finales de esa dcada este flujo sereorienta hacia el noroeste del pas, para dirigirse hacia las cosechas de hortali-zas en el estado de Sinaloa, y ms tarde se extiende a una amplia zona que abar-

ca los estados de Sonora, Baja California y Baja California Sur. Hacia la dcadadel noventa empieza un tmido movimiento a los campos hortofrutcolas deCalifornia, y al finalizar esa dcada esta migracin se vuelve masiva.

Lo que nos interes al aplicar dicho mtodo fue captar la movilidad de losindividuos por generacin y por sexo, preocupndonos en conocer las distintasoleadas migratorias, los destinos a los cuales se han dirigido y cmo stos se hanido modificando para cada generacin. Tambin ha sido foco de nuestra atencinotros aspectos que nos permiten dar cuenta de la movilidad de los individuos,como es el lugar de nacimiento de cada uno de ellos, y los cambios que ha ha-bido en cada generacin, el lugar de residencia actual, as como los desplaza-mientos que han tenido las personas a lo largo de su vida. Esto ltimo, nospermite, tambin, conocer las diferencias por gnero. Otros datos que se consi-deraron importantes fueron: fecha de nacimiento, escolaridad alcanzada y acti-vidad a la que se dedican. Con ello, logramos conocer el perfil de estos indivi-duos, y cmo ste se ha ido modificando por generacin, as como lasdiferencias encontradas de acuerdo al lugar a donde se encuentran viviendo.

Cabe mencionar que, dada la movilidad que han tenido los miembros de estacomunidad, el mtodo se ha adaptado a ello. Es decir, se levantaron cuatro ge-nealogas en el lugar de origen; se realiz un recorrido por los principales luga-res de destino, en los cuales se han ido quedando algunas familias, y all tambinse levantaron otras genealogas de los miembros de esta comunidad. No obs-

tante, no todas las genealogas nos han servido para profundizar en los aspectosque nos interesan porque hay informacin incompleta, y ello tiene que ver con laconfianza que tiene el entrevistado para proporcionarnos todos los datos que lesolicitamos. Algunas veces, el interrogado no recuerda o no conoce la informa-cin solicitada de todos los miembros de su familia. Pero, lo ms comn, es quejustamente la gran movilidad que ha habido en esa localidad, y la ausencia pro-longada de varias familias que se han ido asentando en los lugares de destino, hi-cieron que algunos informantes, aun con toda la buena voluntad que mostraban,no pudieran responder a todas nuestras interrogantes.

En este artculo retomamos slo una de las genealogas ms completas que

tenemos sistematizada, y la complementamos con el relato de historia de vida de


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nuestro ego, as como con las trayectorias de migracin en su ncleo familiar. Hasido importante el estudio etnogrfico de la localidad, porque esto nos da el con-

texto en el que se desarrolla la movilidad de los individuos de nuestras genea-logas. A la vez, fue interesante contrastar nuestros datos obtenidos a travs delas genealogas con los que nos aport un censo de poblacin levantado por elCentro de Salud de la localidad que estudiamos.

As, la carne y la sangre, que preocupaba a Malinowski, de esta informa-cin sistematizada en una base de datos, la recuperamos a travs de otros mto-dos: etnografa de la localidad, historias de vida y trayectorias de migracin.

4. TRAYECTORIAS MIGRATORIAS EN LA COMUNIDAD

ESTUDIADA

Coatecas es una comunidad indgena zapoteca, enclavada en la regin de losValles Centrales de Oaxaca, perteneciente al Distrito de Ejutla de Crespo. Se en-cuentra ubicada en los lmites con la Sierra Sur y colindando con el distrito deMihuatln8.

La trayectoria migratoria de esta comunidad inicia tarde, al final de losaos 60, cuando declinan una serie de actividades de las que se haba mantenidosu poblacin durante dcadas, como es la produccin agrcola basada en elmaz, frijol, calabaza, garbanzo y cacahuate, la que combinaban con la explota-cin de higuerilla9, as como con el tejido de petates10.

Coatecas fue tambin un pueblo de arrieros, ya que precisamente por su ubi-cacin mantena una fuerte actividad con la Sierra Sur oaxaquea, llevando suspetates, muy apreciados en esa regin para el secado del caf, y trayendo a su re-greso caf y otros productos. Tambin criaban vacas, chivos, burros y caballos.Es un pueblo de indgenas zapotecas11, que cont con terrenos comunales desdeel siglo XV, segn ttulo primordial, y despus se benefici del reparto agrario yde la compra de tierras que haban pertenecido a las haciendas colindantes,gracias a lo cual la agricultura prosper y permiti su crecimiento. No obstante,fue el deterioro ecolgico, en gran parte provocado por la siembra de higuerilla,la cada de los precios agrcolas y artesanales, el incremento demogrfico junto

a la pulverizacin de la propiedad a travs de la herencia de la tierra, lo que em-puj a los jvenes, de esas pocas, a salir de la localidad y a buscar nuevos ho-rizontes.

8 El estudio de esta comunidad, en una versin preliminar fue publicado en Teora y Pequisa,nm. 49, julio-diciembre 2006, Sao Paulo, Brasil, pp. 13-34

9 Nombre cientfico: Ricinus comunis L. Euphorbiaceae, es una planta que se utiliza para laelaboracin de aceites industriales y otros productos.

10 Petate (del nombre nahuatl petatl) son tapetes o esteras elaborados a partir del tejido de pal-ma o carrizo.

11 El ltimo censo de poblacin de 2000 seala que el 90% de los individuos hablan la lengua

indgena zapoteca.


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A diferencia de otros pueblos de los valles oaxaqueos que comenzaronmuy temprano a migrar hacia Estados Unidos, a travs del Programa de Brace-ros12, sea por falta de tierras o por la mala calidad que stas tenan, Coatecaspudo sostener a su poblacin activa en la propia localidad hasta los aos sesen-

ta, cuando la fbrica que les compraba higuerilla quebr y el precio de los peta-tes que elaboraban, as como de los productos agrcolas, declin enormemente.Fue as que cuando llegaron noticias de que se requeran trabajadores para la piz-ca de algodn en Tapachula, Chiapas, salieron los primeros hombres, atendidospor algunas mujeres, pero slo para irse por periodos cortos de tres meses, y re-gresar a la cosecha de maz en su regin. Se trat de una migracin que no dur

12 Este programa funcion en Mxico entre 1942-1964, gracia al cual migraron legalmente poresta va 4.58 millones de trabajadores, sin contar con los ilegales y de esos slo 814 337 optaron por

la residencia estadounidense.


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mucho tiempo, pues al caer el precio del algodn los productores empezaron apagar ms bajos los sueldos, y a contratar guatemaltecos, a quienes se les paga-

ba menos.As, al bajar el precio pagado en Tapachula, para la pizca de algodn se ini-cia una nueva corriente migratoria hacia el Noroeste del pas. En este caso, fueMartn Fidel, un paisano de Coatecas, el primero en irse a Mazatln, Sinaloa, a lafinca Las Carolinas; regres informando que all haba trabajo en el corte de al-godn, y mejor pagado. As es que salieron dos familias, y algunos otros, en tren,pagando el transporte desde Oaxaca hasta Sinaloa, para lo cual tuvieron que pe-dir prestado a los comerciantes del lugar.

Al poco tiempo, se incorporaron a esta ruta entre 200 y 250 hombres, am-pliando sus destinos hacia Los Mochis, Sinaloa de Leyva, Corerepe y Guasave

(en Sinaloa), o hasta la Costa de Hermosillo (en Sonora), siguiendo la ruta del al-godn. Si bien ganaban mejor, cuentan que las condiciones de trabajo y de vidaeran muy duras, pues tenan que cargar los bultos de algodn, y la temporada erade mayo a septiembre, justamente durante los meses de ms calor. Trabajabandesde las cuatro de la maana, para almorzar a las 11 o 12 del da y salir cuandoya anocheca. Se dorman en la calle, pues en ese tiempo no haba albergues nicampamentos para alojarlos.

Al iniciarse la dcada de los setenta empez a irse mucha gente de Coatecasal Noroeste, pues, a pesar de las malas condiciones de trabajo, all pagaban me-jor. El primer corte de algodn se pagaba a nueve pesos y el segundo a catorcepesos, cuando en Oaxaca un pen ganaba cinco pesos al da y las mujeres tar-daban dos das en tejer un petate, por el que reciban de cuatro a seis pesos. Alpoco tiempo, el algodn se acab tambin en el norte, cuando la competencia delas fibras sintticas puso en crisis a este cultivo y se inicia el boom de la pro-duccin de hortalizas, generndose un cambio en el patrn de cultivos en esa re-gin.

Cuando se acab la demanda para la pizca de algodn en el Noroeste, algu-nos jvenes de Coatecas, tomaron rumbo hacia la ciudad de Mxico para traba-jar como albailes en las obras de construccin del Metro, de la Central deAbastos de la Ciudad de Mxico y del estadio Azteca.

Cuentan que fueron Luis y Felix Antonio Vzquez, hijos de Luis Vzquez

que haba sido contratista en Tapachula, quienes regresaron de Sinaloa vistiendopantaln, botas vaqueras y sombrero de ala ancha, como los cow boys de las pe-lculas, cuando la gente de Coatecas vesta calzn de manta y huaraches13. Tra-an dinero que enviaban los patrones para pagar el pasaje de tren para quien qui-siera irse a Sinaloa. Era tanta la necesidad que haba en la regin que muchos seenganchaban con los contratistas. Hombres y mujeres salan junto con sus hijos,tardando hasta una semana en llegar.

13 Los huaraches son sandalias de cuero, confeccionadas artesanalmente. Junto con el calzn

de manta constituy la indumentaria propia de la poblacin indgena masculina.


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Las tierras ya no daban, no haba agua, los conflictos polticos en la comu-nidad y los problemas de tierra empujaban a la gente a salir. A la vez, la de-

manda de mano de obra para las hortalizas iba creciendo, de tal manera que semultiplicaron los contratistas en la regin, ensanchando su radio de accin hacialas rancheras y poblados cercanos. Para facilitar el traslado de la gente, los pa-trones comenzaron a enviar camiones que llegaban al municipio vecino de Eju-tla, a recoger a todos los que quisieran irse. Las condiciones de traslado eran p-simas, al igual que el trabajo y el alojamiento que se les daba al llegar a Sinaloa.Salan de Ejutla en camiones de redilas14, para llegar a Oaxaca y despus a laciudad de Mxico, pasaban por Guadalajara hasta llegar a Sinaloa. All todo erasucio; en los campamentos en donde los alojaban no haba cuartos suficientes, noles ponan agua potable, ni mdulo de salud ni escuela para los nios. Pese a

ello, hacia finales de los aos ochenta y hasta principios de los noventa la mi-gracin hacia el Noroeste se extendi tanto que lleg a haber diecisis contra-tistas operando en Coatecas y sus alrededores. Cada contratista sacaba entre1000 y 5000 gentes de la regin Coatecas-Ejutla, para llevarlas al corte de hor-talizas. Salan desde el mes de noviembre, despus de la fiesta del Da de Muer-tos15, para regresar en abril, antes de que comenzaran las lluvias.

Poco a poco, se fueron quedando algunos a vivir en el Noroeste. Primero, enlos campamentos a donde llegaban. Algunos duraron all hasta veinte aos, tra-bajando para un solo patrn, pero sin tener ningn tipo de seguridad laboral, nide prestaciones sociales y viviendo muy precariamente. En este proceso, 25familias de Coatecas se instalaron en la Colonia Villa Jurez en Culiacn; otrostantos en Nueva Era, en San Quintn, y unas 400 personas en la colonia Oaxaca,en Pesquera, Sonora. Con tierras o sin ellas en su lugar de origen, muchos seiban quedando para mal vivir, pero tenan trabajo seguro, aunque precario. Al-gunos se instalaron bien, pusieron tiendas, compraron camiones para transportara los jornaleros o construyeron cuarteras para alojarlos.

Hacia mediados de los aos noventa la migracin se haba extendido fuer-temente en toda la regin hacia distintos destinos en el Noroeste del pas, invo-lucrando a familias completas. Pero no slo eso, sino que haba dejado de seruna migracin de corta duracin, acotada por los ciclos agrcolas de la produc-cin campesina tradicional en las zonas de expulsin. En poco tiempo, la ma-

yora de las familias de Coatecas tena al menos uno de sus miembros migrandohacia algn lugar, y haban ganado experiencia de movilidad, especialmentecomo jornaleros agrcolas.

Ms tarde, una serie de cambios introducidos por las empresas productorasde hortalizas modificaron fuertemente la demanda de mano de obra, estancaronlos salarios e intensificaron las jornadas de trabajo. Adems, desestacionalizaronsu produccin y extendieron sus operaciones en distintas regiones, dispersndose

14 El camin de redila es el que usa para transportar al ganado.15 Es la fiesta de Todos Santos (1o y 2 de noviembre) en la que, cada familia, recuerda a sus

muertos.


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dicha demanda, lo que llev a las familias a dividirse en distintos lugares. A lavez, la experiencia migratoria y el conocimiento que empez a adquirirse de losespacios fronterizos, sobre todo para aquellos que iban a Sonora y Baja Cali-fornia, permiti que se establecieran los contactos necesarios con los distintosagentes que se dedican a cruzar a la gente en la frontera. As, hacia finales de losaos noventa, comenz un nuevo destino hacia los Estados Unidos que atraeprincipalmente a los jvenes.

Coatecas dej de ser el centro de la vida econmica y social de sus habitan-tes, extendindose hacia los diferentes espacios por los que circulan sus miem-bros en busca de alternativas para la sobrevivencia familiar. A la manera como loanaliza Quesnel y Del Rey (2001), las familias de Coatecas vieron multiplicarsus territorios de circulacin en una especie de economa de archipilago, in-tegrada por pequeos nodos de poblacin que terminan por constituirse en te-rritorios a partir de los cuales logran su reproduccin social y cultural.

Da prueba de ello el censo levantado por el Centro de Salud de Coatecas Al-tas en el ao 2003, se registraron en esta localidad 440 hogares de los cuales en98% haba algn migrante entre sus miembros, lo que muestra un proceso que

afecta seriamente a esta poblacin. El total de individuos que integraron dichos

1,9% 2,0%

59,7%

36,3%

2,5% 2,0%

64,2%

31,3%

0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

PORCENTAJES

DE

IND

IVIDUOS

Hombre

LUGARES A DONDE MIGRAN LOS

HOMBRES Y MUJERES DE COATECAS

Estado de Oaxaca Ciudad de Mxico

Noroeste Estados Unidos

Mujeres

Fuente: Elaboracin propia con base en informacin del censo levantado por el Centro de Salud deCoatecas Altas, Oax.


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hogares asciende a 2294: 1169 hombres y 1125 mujeres, encontrndose que 69%de los individuos migran: 52,7% hombres y 47,3% mujeres.

Si observamos los destinos regionales a los que se dirige esta poblacin, porsexo, vemos que la migracin hacia el Noroeste del pas es la ms importante(Sinaloa, Sonora y Baja California), seguida de varios destinos en Estados Uni-dos16; en menor medida van a algn lugar en el propio estado de Oaxaca o a laCiudad de Mxico. Sin embargo, para las mujeres es relativamente ms impor-tante la migracin al Noroeste que hacia los Estados Unidos, lo que se relacionacon las estrategias de las familias para circular e insertarse en los mercados la-borales, como lo veremos ms adelante, a partir de un estudio de caso.

Los datos que nos proporcionan las genealogas recogidas en el propio pue-blo de Coatecas confirman esta tendencia. Para dar cuenta de los procesos que se

han generado, en este artculo nos limitaremos a dar la informacin que nos pro-porciona una de las genealogas levantada en el lugar de origen, y completada enlos diferentes destinos donde varios de los ncleos familiares que componen estagenealoga se encuentran hoy.

5. ESTUDIO DE CASO

Perfil genealgico

La primera familia que presentamos corresponde a la de Pedro Valtierra, egode la genealoga que aqu presento17. Este grupo familiar se compone de un totalde 123 individuos, representados y distribuidos en 5 generaciones: abuelos, pa-dres, ego, hijos y nietos. De los cuales 67 son hombres y 56 son mujeres. El gru-po esta organizado en 25 unidades domsticas.

La primera generacin es la de los abuelos de ego que nacieron en 1882; lue-go esta la regeneracin de los padres que adems incluye a los tos de ego,conformada por 11 personas que nacieron entre 1929 y 1938; le sigue la gene-racin de ego, en donde integramos a los hermanos de ego y a sus respectivosconyugues, los cules renen un total de 24 miembros, el de mayor edad nacien 1947 y el ms joven en 1975; la generacin de los hijos que tambin integra

a sus respectivos conyugues rene un total de 64 miembros con aos de naci-mientos que van de 1969 al 2005; finalmente la generacin de los nietos sumaun total de 15 individuos, nacidos entre el ao 1992 y 2005.

16 Hoy en da se calcula que viven 250 familias coatecanas en California, la mayora resi-diendo en Madera, desde donde se desplazan cada verano a las cosechas de frutas en Oregon. Otrosse han quedado en Merced y en Fresno y un grupo ms reducido se ha ido a Carolina del Norte ydel Sur.

17 Pedro Valtierra (seudnimo) es ego en una genealoga levantada en Coatecas. Nace en1958 y al momento de las entrevistas, entre 2004 y 2005, tena 46 aos y su esposa 43. Tuvieron

siete hijos que actualmente migran hacia distintos lugares.


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La mayor parte de los miembros de esta genealoga tiene menos de 24 aos(67%). La escolaridad es nula o mnima pues 15% es analfabeta, 25,8% tiene

primaria incompleta y 14,6% primaria completa. Los porcentajes de analfabe-tismo se concentran ms entre las generaciones de los abuelos y padres, pero enla de ego la escolaridad ms alta es la de primaria completa y slo 3 individuosde 21 que componen esta generacin tiene primaria completa. En cambio, en lageneracin de los hijos ya se tiene 25% con primaria completa y 3,6% con se-cundaria incompleta. No obstante 21,4% de los individuos de esta generacin es-tudiaron la primaria en un programa especial denominado monarca18.

En cuanto al lugar de nacimiento, en las generaciones de abuelos, padres yego se observa que la mayora naci en el propio pueblo de origen. En cambio,en la de los hijos 8% naci en otros estados del pas, mientras que en la de los

nietos, de 10 nios slo 3 nacieron en Coatecas, 4 en Estados Unidos y 3 enotros estados de migracin.La migracin ha afectado de manera importante a esta localidad, lo que

puede confirmarse porque 84% de los individuos tuvieron alguna experienciamigratoria y 9,4% que no tuvo esta experiencia es porque nacin en algn lugarde migracin. No obstante, los destinos no han sido los mismos, ni por genera-cin ni por gnero. La generacin de abuelos y padres apenas migr, y lo hizoprincipalmente a Tapachula. En cambio, en la de ego 31% migraron al noroeste(Sinaloa y Sonora) y 40% hacia Estados Unidos (Madera, Fresno, Oregon oWashington) y en la de los hijos 60% migraron alguna vez al noroeste y 36% alos Estados Unidos. Pero si vemos estos datos por gnero vemos que 42,7% delos hombres migr a algn lugar del noroeste y 44,8% a Estados Unidos, en tan-to que en el caso de las mujeres, 57,5% migr hacia el noroeste, apenas 27,5% aEstados Unidos. Esto muestra que si bien la migracin hacia los Estados Unidosse ha ido ampliando desde la generacin de ego, las mujeres han permanecidoms desplazndose hacia algn lugar del noroeste.

Tambin se observa que los lugares de migracin se han ido desplazando delnoroeste hacia algn lugar de Estados Unidos, pues viendo las trayectorias dehombres y mujeres, encontramos que stas integran hasta cinco lugares dife-rentes, predominando primero los destinos hacia el noroeste y actualmente haciaEstados Unidos. Pero mientras en los hombres estos destinos cambiaron entre la

primera y la ltima migracin de la siguiente manera: 53,8% al noroeste y26,5% a E.U. en la primera, y 39% al noroeste y 56,4% a E.U. en la ltima.Mientras en el caso de las mujeres estos porcentajes pasaron de 70% al noroes-te y 10% a E.U. en la primera y 43% al noroeste y 56,4% en la ltima.

Finalmente un aspecto importante que muestra la genealoga es que 64,9%de los hombres y 65,6% de las mujeres migraron para trabajar como jornaleros,sea en el noroeste o en E.U. De tal modo que es y ha sido la actividad principal,

18 Hace referencia a las mariposas monarca que migran de Mxico a Canad. Se trata de unprograma especial de educacin para nios migrantes que toman cursos en los campamentos de jor-

naleros y en las comunidades de origen. Pertenece a la Secretara de Educacin Pblica.


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pero entre los hijos, y sobre todo en los nietos se incrementa el nmero de indi-viduos que ya no trabajan sino estudian y ms mujeres que se dedican a labores

del hogar. Esto muestra la importancia que puede estar teniendo el envo de re-mesas.

Trayectorias migratorias

Tomado como ejemplo solamente el ncleo familiar de mi ego, observoque los primeros individuos que migran en esta familia lo hacen a finales de losaos sesenta para irse hacia Tapachula, Chiapas a trabajar en el corte de algodn.El pionero de esta migracin, en el grupo familiar es un to abuelo, quien des-

pus de haber ido a ese lugar algunas temporadas se vuelve enganchador19

, lle-vando entre 300 a 400 hombres y nios a trabajar, pero slo por temporadas cor-tas de tres meses, ya que la mayora de los hombres tena tierra en Coatecas. Estasituacin marc la trayectoria de Pedro, quien a los 10 aos empieza a migrar.

Cuando el precio del algodn declina en Chiapas, Pedro, se va a la ciudad deMxico a trabajar en las grandes obras de construccin junto con hermanos, pri-mos y amigos. Puros hombres solos que se quedaban a vivir en las obras. Pedrose haba casado a los 16 aos y su familia empieza a crecer, el sueldo que gana-ba en la ciudad de Mxico result insuficiente, por ello, cuando se inicia el flu-jo hacia Sinaloa, se integra a l junto con su esposa e hijos.

Segn observamos en el ncleo familiar de Pedro, toda la familia, que in-cluye a siete hijos, viaj a Sinaloa, enganchados por algn contratista, paraparticipar en las cosechas de hortalizas durante ms de quince aos, en un ir yvenir. Con el tiempo, algunos parientes suyos se instalaron en una colonia peri-frica a las zonas agrcolas del Noroeste, lo que le permiti a la familia de Pedroampliar sus redes de relaciones. Durante varias temporadas de ir a Sinaloa y aSonora a trabajar como jornaleros, trabajando toda la familia, reunieron el dineronecesario para pagar a un pollero20, quien cruz hacia Estados Unidos al hijomayor de Pedro, llamado Ignacio. Ignacio llega a Madera, en California, a vivircon su hermana mayor, quien aos atrs haba llegado all siguiendo a su marido.Estando en Madera este hijo mayor tuvo la obligacin de enviar dinero para ayu-

dar a pagar el cruce de la frontera de dos de sus hermanos. Mientras tanto, todala familia sigui yendo a trabajar a Sinaloa cada invierno, para vivir y ayudar apagar el traslado de estos dos hermanos.

Antes de cruzar la frontera, Ignacio se cas con Virginia y la dej a vivir enSinaloa, con un to hermano de Pedro, hasta que pudo ir por ella y llevarla a Ma-dera. All nacieron sus dos hijos que ya tienen nacionalidad norteamericana. Ig-

19 Se llama enganchador a la persona que se dedica a contratar gente en sus lugares de ori-gen, para llevarla a trabajar a las empresas.

20 Es el nombre que se da despectivamente a la persona que se dedica al trfico ilegal de per-

sonas hacia los Estados Unidos.


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nacio logr convertirse en contratista de una granja, a pesar de que no cuenta conpermiso de trabajo, pero gracias a ello sus hermanos llegaron all y no slo tu-

vieron donde alojarse sino donde trabajar.Pedro se qued en Coatecas, pero cada ao sigui viajando a Sinaloa con sumujer y los tres hijos menores: Estrella, Marcela y Pablo. Con el dinero que en-viaban los hijos que estn en Estados Unidos fue construyndoles su casa en Co-atecas y comprando tierras, que si bien dan poco, les ayuda a sembrar el mazque utilizan para comer una parte del ao en Coatecas. Gracias a que Pedro, suesposa y los tres hijos menores siguieron trabajando como jornaleros, el Pro-grama de Atencin a Jornaleros Agrcolas les ayud a construir un pie de casa,los nios recibieron apoyo del Programa Monarca que les permita estudiar enCoatecas y en los campamentos donde se alojaban estando en Sinaloa, a la vez

que recibieron un apoyo del gobierno federal, a travs del programa Oportuni-dades que ofrece becas a los nios de familias de escasos recursos. No obstante,a los 14 aos, Estrella dej de estudiar y la enviaron a vivir en Pesqueira, Sono-ra, con la familia de uno de sus tos, esperando a que sus hermanos pudiesen pa-gar su traslado hacia los Estados Unidos. Mientras tanto, ella trabajaba de jor-nalera y ayudaba a la familia de los tos en las labores domsticas.

Los hijos menores de Pedro: Marcela y Pablo vivieron entre Coatecas y Si-naloa, estudiando y trabajando en los campos agrcolas con su mam. Marcelaayudaba a su madre en la casa y Pablo cuidaba los animales (chivos, un burro ygallinas) que tienen en el pueblo.

En 2006, Pedro se fue una temporada de ao y medio a Madera, para alcan-zar a sus hijos y trabajar un tiempo con la idea de ganar un dinero para invertir-lo en tierras y en ganado menor. Este ao, Estrella y Marcela cruzaron el desiertode Altar junto con otros paisanos, para, por fin, reunirse con sus hermanos, cu-adas y sobrinos. Slo queda Pablo estudiando la escuela secundaria, viviendocon sus padres, y encargado de pastorear los chivos que han ido comprando conlo que reciben de ayuda de sus hermanos. Sin embargo, en el proyecto migrato-rio de la familia, cuando termine los estudios de secundaria se ir a Madera.

Lo que es claro en esta familia es que la movilidad se convirti en una formade vida que ha involucrado a todos sus miembros desde la infancia, sobre todo apartir de la generacin de Pedro. Pero mientras que para l, y los de su genera-

cin, la migracin hacia los campos algodoneros de Tapachula y despus de Si-naloa, era necesaria para complementar los ingresos provenientes de una parce-la, en el caso de la generacin de sus hijos se ha convertido en una necesidadimprescindible para la sobrevivencia de ellos y sus familias, mientras que tra-bajar la tierra ha dejado de ser un objetivo. De esta manera, vemos que la re-produccin econmica de la familia funciona como una estructura en forma dearchipilago (Quesnel y Del rey, 2001). Es decir, como sistema de lugares in-terconectados, a travs de los cuales circulan los recursos generados por cadauno de sus miembros.

La migracin hacia el noroeste del pas (Sinaloa o Sonora) y luego hacia Ma-

dera, California, fragmenta el espacio de reproduccin social y econmica de la


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familia. Sin embargo, esos desplazamientos no son aleatorios, sino que formanparte de un proyecto comn que corresponde al posicionamiento de cada indi-

viduo con respecto al ncleo familiar, a la familia extensa, e incluso a la comu-nidad. Ya que las posibilidades que tienen de ir a uno u otro lugar est vinculadaal conjunto de redes que se establecen entre los distintos miembros de la familiaextensa, o entre estos y otras familias de la comunidad y de la regin. As, las re-des pueden ser consideradas como el elemento base de este sistema territorial, ylo que liga a los lugares con los individuos, como actores que aseguran la co-municacin en funcin del factor distancia (Offer, 1996)

6. CONCLUSIONES

Apoyndome en un estudio de comunidad, as como en el anlisis geneal-gico de la familias y en la historia familiar de Pedro, en este artculo muestro lacomplejidad que hoy en da adquiere la movilidad de los miembros de una lo-calidad rural de Mxico, quienes se han dedicado al trabajo como jornaleros, tan-to en el noroeste de Mxico como en el sureste de los Estados Unidos.

De campesinos, anclados en mundos rurales bien delimitados, de origentnico, estas familias jornaleras han debido convertirse en caminantes, bus-cadores de empleo, salvando la precariedad mediante estrategias de movilidadque los lleva a escindirse en espacios geogrficamente dispersos, pero formandoparte de un mismo territorio migratorio (Faret, 2001).

La movilidad de los jornaleros que salen de Coatecas en busca de oportuni-dades laborales contempla un territorio que est integrado tanto por su lugar deorigen como por un amplio campo migratorio que surge en torno a un mercado detrabajo agrcola que crean las empresas agroexportadoras en el Noroeste del pasy del sureste de los Estados Unidos. Esos lugares se vinculan entre s gracias a re-des sociales que se establecen entre familiares y paisanos, permitiendo el inter-cambio de la informacin necesaria para insertarse en dicho mercado de trabajo.

Faret (2001) plantea que los grupos con intensa movilidad ponen en prcti-ca estrategias residenciales que contribuyen a una calificacin relativa atribuidaa los lugares, produciendo prcticas y reconocimientos colectivos. Son estrate-

gias basadas en lgicas que permiten sacar ventaja de las desigualdades espa-ciales, en donde a cada lugar se le atribuye una utilizacin potencial en fun-cin de un cierto nmero de informaciones, donde se combinan datos factuales,percepciones, grado de accesibilidad fsica y tambin social y simblica. Setrata, dice, de una calificacin de los lugares, incluso antes de ser vividos. Unasignificacin que no es individual, sino que resulta de procesos colectivos deasignacin de sentido.

Todo candidato a un desplazamiento se coloca frente a un conjunto de al-ternativas en las cuales la variable esencial es el grado de familiaridad del lu-gar contemplado en relacin al grupo al cual pertenece ese individuo (Faret,

2001: 3).


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Se trata de una movilidad que integra a la mayor parte de los miembros delas familias de Coatecas, poblado que ha dejado de producir lo necesario para re-

tener a su poblacin, llevando a sus miembros a vincularse en circuitos de mi-gracin, en torno a un conjunto de lugares que componen un amplio territorio demigracin.

Si tuviramos solamente el dato de los lugares de destino al momento del le-vantamiento de una encuesta podramos considerar que se trata de lugares don-de los miembros de esta localidad se han ido quedando, de tal manera que ten-dramos un lugar de origen y otro de destino, sea en Mxico o en los EstadosUnidos, para cada individuo. Como hemos visto, muchos llevan aos residiendoen estos lugares. No obstante, el anlisis genealgico nos permite observar queesta movilidad no es individual, sino de grupo, y que se ha ido modificando a lo

largo de las generaciones. Lo que para los abuelos y padres y de ego fueran des-plazamientos temporales, de corto plazo, hoy se ha ido prolongando y enlazan-do con nuevos destinos de carcter internacional.

Las cinco genealogas que hemos analizado nos ofrecen informacin que ve-rifica los datos obtenidos a travs de un censo levantado por el Centro de Saludde la localidad, en 2003. Confirmamos cmo la migracin involucra a la mayorparte de las familias, e incluye tanto a hombres como a mujeres. Observamos losdestinos principales, tanto en el Noroeste como en los Estados Unidos. Pero, unamirada de cada genealoga, generacin por generacin, nos permite ver la ma-nera como se han ido modificando esos destinos desde los ancestros de ego has-ta sus nietos. De tal manera, que en la generacin de ego, se generalizaron losviajes al noroeste involucrando a sus hijos. Pero en la generacin de los hijos co-mienza a hacerse ms importante la migracin hacia Estados Unidos, y los nie-tos nacen en algn lugar del noroeste del pas o en los Estados Unidos, si bien semantiene un patrn endogmico. Tambin podemos ver diferencias no slo porgeneracin sino por gnero, dando cuenta de la importante participacin de lasmujeres en la movilidad, pero aun limitada hacia el noroeste.

Pese a que Pedro, como cada uno de nuestros ego, cuentan la historia de sufamilia que les gusta dar a conocer, seguramente llena de ausencias y mediasverdades, ello no resta validez a los resultados que de sus relatos hemos obte-nido, sobre todo, porque al contrastarlos con otras historias, recogidas en la lo-

calidad o fuera de ella, confirman que las estrategias de movilidad de las familiasde esta comunidad son mltiples y complejas.En sus ires y venires por los distintos lugares por donde han circulado se ha

ido construyendo una relacin con el espacio, basada en hechos que se vuelvensignificativos para cada generacin. El Noroeste, por ejemplo, ha sido un lugarlleno de oportunidades de trabajo en los campos agrcolas, aun si se trata de em-pleos precarios (de carcter temporal, discontinuo, itinerante, mal pagado ysin prestaciones sociales) para la generacin de ego. Para los hijos, es donde hanaprendido, desde nios, a viajar, a trabajar y, desde donde se ve ms cerca la po-sibilidad de irse al otro lado. Para esta generacin de los hijos, al traspasar la

frontera se encuentra el lugar emblemtico del xito que est en su imaginario.


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Por su parte, Coatecas es el pueblo. Para la generacin de ego es donde resi-den los ancestros (padres, abuelos, bisabuelos), donde algunos todava tienen

una parcela, aun si sta ya no la cultivan, es el lugar a donde se naci, el de lasfiestas patronales, el de los paisanos y a donde piensan ir a morir y ser enterra-dos. Mientras para la generacin de los hijos es un lugar de reconocimiento co-lectivo, un referente simblico de pertenencia tnica, pero al cual puede ser queno regresen, menos aun si los nietos han nacido en el noroeste o en Estados Uni-dos.

Quesnel y Del Rey (2001) sealan al respecto que estos lugares representanun espacio de posible acogida o de recibimiento para toda la dispora, son lasede de numerosos intercambios de personas, pero sobre todo de la informacinnecesaria para el funcionamiento de una economa de archipilago. El mtodo

genealgico, permite reconstruir esta economa de archipilago y su historicidad.

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RESUMEN

En este artculo se analiza la pertinencia del mtodo genealgico en el estu-dio de la movilidad de familias de jornaleros agrcolas originarias de una co-

munidad indgena del estado de Oaxaca, en Mxico.Se busca mostrar la riqueza que ofrece este mtodo, institucionalizado porRivers, en el anlisis de la movilidad que presentan grupos domsticos empa-rentados entre s, y cmo esta movilidad va modificndose en el curso de variasgeneraciones tanto en lo que se refiere a los destinos que emprenden los indivi-duos que componen dichos grupos, como en la modalidad de sus movimientos.A la vez, es un mtodo que permite reconstruir las redes que sostienen los indi-viduos que migran y el papel diferencial de hombres y mujeres en estas migra-ciones.

PALABRAS CLAVE

Mtodo genealgico, movilidad, familias jornaleras, indgenas.

ABSTRACT

This paper analyzes the relevance of the genealogical method in the study ofmobility of migrant farm worker families from an indigenous community of thestate of Oaxaca, Mexico.

The richness of the method institutionalized by Rivers is shown in the analy-sis of the mobility of household groups related to each other by kinship and thechanges it undergoes through several generations, with reference to both whereand how individual members of the groups move. In addition, the method alsoallows reconstruction of the networks that sustain migrants and reveal the dif-ferential roles of men and women in these migrations.

KEYWORDS

Genealogical method, mobility, farm worker families, indigenous.

Movilidad y migracion en familias jornaleras. Mirada desde genealogías - Sara Lara

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