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MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA DE LA CIUDAD EN ESPAÑA

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MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA DE LA CIUDAD EN ESPAÑA

I.- INTRODUCCIÓN

La morfología es la forma de las ciudades, es el 'paisaje urbano'. Es el resultado de la combinación de tres elementos, el plano, los edificios y los usos del suelo. El plano se compone de espacios libres (calles, plazas...) y de superficies construidas (manzanas, parcelas...). Los usos del suelo expresan la diferente utilización del espacio en función de las necesidades y actividades de la población: residencial, industrial, comercial, de infraestructuras, de equipamiento…

Con el estudio de la morfología urbana analizamos el interior de la ciudad. Desde el punto de vista físico, la ciudad se encuentra en un punto geográfico determinado que ha influido en su forma y evolución. La relación entre ciudad y entorno geográfico próximo o distantes también influyen en las funciones urbanas.

En la morfología de las ciudades hemos de tener en cuenta el emplazamiento y la situación.

Emplazamiento. Es el espacio concreto (marco topográfico) sobre el que la ciudad se encuentra desde su origen. El emplazamiento elegido depende de la función para la que la ciudad se crea y de las condiciones naturales más favorables para esa función.

Existen varios tipos de emplazamientos:

Ríos. Es el más frecuentemente elegido por su valor militar y comercial. Muchas ciudades han elegido puntos concretos de un río: estuarios (Bilbao); confluencias de ríos (Cuenca, Segovia); vados (Toledo, Salamanca).

Colinas. Las ciudades aquí emplazadas buscaban una mejor defensa militar, evitar inundaciones o zonas insalubres o pantanosas.

Relieves costeros. Buscan buenas condiciones para establecer fortificaciones militares o controlar una ruta marítima. Ejemplo: Cartagena.

A veces el emplazamiento original no es el idóneo para las necesidades actuales, por haber desaparecido la función para la que se creó o por el crecimiento que han experimentado.

Situación. Es la ubicación de la ciudad en relación con un espacio geográficon más amplio del que depende y al que organiza. Existen varios tipos de situación, que han ido variando a lo largo de la historia. En el pasado se subordinaba la situación de las ciudades a las facilidades de desplazamiento de hombres y mercancías.

Situación de encrucijada: de ríos o rutas terrestres (Zaragoza, Madrid)

Situación de contacto: entre regiones geográficas distintas.

Situación de ciudades marítimas: los puntos privilegiados son aquéllos en los que el interior se abre paso hacia el mar en los estuarios, deltas. A veces se busca un punto defensivo o de control de rutas marítimas.

En la actualidad: por los adelantos técnicos han aparecido ciudades en lugares de explotación de recursos mineros o energéticos.

La morfología urbana es el “paisaje urbano”, la forma externa de las ciudades. Se ve influenciado por el:

● Emplazamiento ( lugar concreto en que se sitúa)

● Trama. Es la manera de ordenarse y agruparse las construcciones en la ciudad. Ha evolucionado según las tendencias urbanísticas, pero lo que más ha influido ha sido la evolución de los transportes. Los tipos de trama son dos:

Orden cerrado. Las construcciones se alinean unas junto a otras de dos formas fundamentales:

Agrupándose unas junto a otras, dejando sólo pequeños patios interiores libres. Es propio de los barrios antiguos de la ciudad.

Construcciones en grandes manzanas en torno a un gran patio central. Es propio de los ensanches de finales del siglo XIX. Ejemplo: Barcelona, Madrid, Bilbao, San Sebastián.

Orden abierto. Las construcciones se disponen en edificios aislados, adosados, pero dejando grandes espacios libres. Pueden formar viviendas unifamiliares con pequeño jardín, o torres aisladas.

II.- RASGOS MORFOLÓGICOS DE LA CIUDAD

● Usos del suelo (urbanizable, no urbanizable, espacios verdes...)Es la diversa utilización que se hace del espacio urbano (comercial y de negocios, residencial y de equipamiento.)(Desarrollado más adelante)

● Vías de comunicación (rondas, circunvalaciones, autovías....)

● Plano urbano (regular, irregular, radiocéntrico…) Es la representación a escala de las superficies construidas y libres (plazas, parques) de la ciudad. Más que de un plano se puede hablar, generalmente de varios planos superpuestos o yuxtapuestos, de lo que resulta una gran diversidad. En ellos se refleja la evoluciónde la ciudad a lo largo del tiempo. Hay varios tipos de planos:

Plano irregular: En la parte antigua de las ciudades, crecimiento anárquico, sin planificación con manzanas irregulares.

Plano Radiocéntrico: Desde el centro parten vías dispuestas en forma radial y cruzadas por otras circulares, así el centro es mucho más accesible, es el núcleo donde convergen las actividades y las comunicaciones.

Plano Ortogonal, en cuadrícula o en damero: Calles cortadas de forma perpendicular. Los ensanches tienen este plano.

Plano de Forma Lineal: A ambos lados de un eje de circulación rápida como la Ciudad lineal de Arturo Soria en Madrid.

● Tipología de los edificios (unifamiliares con jardín, manzanas, bloques...).El aspecto externo de los edificios es parte importante del paisaje urbano. En épocas pasadas daba a las ciudades un sello característico que las diferenciaba de las demás. Actualmente las técnicas constructivas y los materiales nuevos han dado uniformidad a las ciudades de todos los países de distintos continentes.

Hay edificaciones colectivas, que son bloques y torres en altura. Edificaciones individuales, que son viviendas exentas o adosadas en horizontal. También en las ciudades nos encontramos con edificaciones precarias, son los barrios de chabolas.

Los modelos de crecimiento urbano característicos de las ciudades del siglo XX y los inicios del XXI se han basado, en buena parte, en proyectos teóricos surgidos en el siglo XIX, como los que se fundamentaban en el concepto de ciudad jardín, y en las nuevas propuestas de principios del siglo XX que proponían una ciudad funcional y racionalista que respondiera a las nuevas necesidades urbanas.

En 1943 se publica la Carta de Atenas que recoge los principios básicos del funcionalismo y racionalismo arquitectónico, inspirado por Le Corbusier: las viviendas se situaban en bloques aislados separados por zonas verdes y el suelo urbano queda dividido en zonas de diferente utilización. Debido a esto, en la mayoría de ciudades europeas se pueden encontrar polígonos de bloques altos alrededor de los ensanches urbanos. Los “rascacielos” están unidos al empleo de nuevos materiales de construcción y al elevado precio del suelo en el centro de las ciudades.

En el caso de España, se incumplió el modelo inicial de ciudad funcionalista por la especulación y la corrupción urbanística existente en el periodo franquista. Muchos de los barrios o polígonos residenciales de bloques altos son una concentración de edificios sin calidad donde faltan equipamientos y zonas verdes. En el periodo democrático, la calidad de los bloques de nueva construcción y del urbanismo mejoró muy notablemente.

III.- L A ESTRUCTURA URBANA : LOS USOS DEL ESPACIO EN EL INTERIOR DE LA CIUDAD

Se llama estructura urbana a la división de la ciudad en áreas con morfología y funciones características. Como resultado del largo proceso de urbanización la ciudad española tiene una estructura compleja. En ciudades bien individualizadas respecto al campo circundante, estas zonas son: el casco antiguo, el ensanche y la periferia. Sin embargo, la intensidad de la urbanización ha llevado a otras ciudades a conectar con núcleos de población próximos, dando lugar a la formación de aglomeraciones urbanas.

Casco Antiguo y/o CBC

Es la parte de la ciudad urbanizada desde su origen hasta la época industrial. Ocupa una pequeña superficie de la ciudad actual, pero tiene un importante valor, pues suele poseer destacados conjuntos históricos y artísticos. Por su larga historia en el casco antiguo se acumulan elementos muy dispares pertenecientes a diversas etapas, desde el nacimiento de la ciudad hasta hoy.

De modelos distintos, el casco antiguo de las diferentes ciudades tienen algunas características comunes: Murallas (finalidad defensiva, fiscal, garantizaban el cobro de impuestos y sanitaria, aislaban la ciudad en caso de cuarentena), plano irregular (medieval) o radiocéntrico en cuadricula (romano).

En el casco antiguo se reflejan las modificaciones de la ciudad con el crecimiento demográfico a lo largo del siglo XIX y primer tercio del siglo XX. Así ha sido transformado en este periodo con:

● Apertura o ensanchamiento de calles plazas, cuarteles, hospitales, museos…

● Destrucción de las murallas para ensanchar la ciudad y se abrieron grandes vías, como en París, jalonadas por edificios majestuosos.

● La trama se densificó y la edificación se verticalizó con la sustitución de la vivienda unifamiliar por los edificios de tres o más pisos. Las zonas más valoradas se revalorizaron más.

● Políticas de rehabilitación en los casos antiguos, para conservar y revitalizar su morfología tradicional, aunque evitando el conservadurismo a ultranza y la especulación, se peatonalizan calles, se ajardinan espacios.

Los usos actuales en el casco antiguo a destacar son: residencial, comercial, de negocios y actividades turísticas o culturales.

A lo largo de las principales calles se concentran gran número de funciones terciarias y servicios (comercios especializados, edificios de instituciones públicas, sedes bancarias y de compañías de seguros, oficinas, bares y restaurantes) aprovechando y, a la vez, incrementando la centralidad.

Estas actividades se sitúan en el centro debido a su gran accesibilidad: muchos medios de transporte que une distintos puntos de la ciudad, la región o incluso internacionalmente, convergen aquí.

La combinación entre fácil accesibilidad y abundantes actividades terciarias y de servicios produce una gran intensidad de circulación: trabajadores, visitantes o clientes generan grandes flujos de movilidad especialmente durante el horario diurno de la jornada laboral. Mientras, puede suceder que el mismo centro permanezca prácticamente vacío durante la noche o en los días festivos.

Ensanche urbano

Entre mediados del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, el proceso de industrialización atrajo población del campo, ocasionando la expansión urbana más allá de las murallas preindustriales en las grandes ciudades. En las ciudades se rebasó el casco antiguo, creándose, por una parte ensanches para la burguesía, y por otra, en la entonces periferia urbana, áreas industriales, barrios obreros y barrios ajardinados.

El ensanche burgués:

Al derribarse las murallas quedaron paseos de ronda o bulevares. Son barrios residenciales de las clases acomodadas, que se instalan en las zonas mejor comunicadas con el centro. Las zonas peor comunicadas y los pisos superiores y buhardillas fueron ocupados por grupos de clases más baja. En España destacan el ensanche de Barcelona proyectado por Ildefonso Cerdá y el de Madrid por Carlos María de Castro.

Algunos tipos de barrios:

● Barrios ajardinados: A lo largo del siglo XIX se difunden ideas naturalistas e higiénicas (valoración de los efectos positivos del sol y el aire libre) que llevan a acercar el campo a la ciudad. Aparecen a finales de siglo proyectos de ciudad-jardín, que eran barrios ajardinados de vivienda unifamiliar. En la creación de estos barrios tuvo un papel fundamental la legislación de Casas Baratas de 1911 y 1922 que imitando el modelo inglés, trataba de crear barrios obreros y para las clases medias, de viviendas unifamiliares subvencionadas, pero finalmente serían compradas por la burguesía, ya que no era rentable su venta a las clases no pudientes.

La Ciudad Lineal: La Ciudad Lineal de Arturo Soria presenta como aportaciones la incorporación del jardín a la ciudad, la visión del transporte como agente de estructuración del espacio y el intento de superar la segregación social. Se concibió como una larga calle de 40 metros de anchura, bordeada de manzanas formadas por casas unifamiliares con huerto y jardín. Por ella discurrían los servicios básicos (agua, alcantarillado, electricidad) y el transporte (ferrocarriles, tranvía). El proyecto, que pretendía rodera toda la periferia madrileña, sólo se llevó a la práctica parcialmente en la zona del nordeste y se encuentra hoy muy modificado.

Barrios obreros: Los barrios obreros eran un claro contraste con el ensanche burgués, se establecían en la periferia urbana, junto a los principales caminos que conducían a la ciudad, cerca de las industrias o de las estaciones de ferrocarril. Las viviendas eran de escasa dimensión y mala calidad. En la actualidad los antiguos barrios proletarios han sido revalorizados y remodelados, con la consiguiente sustitución de la población residente.

Periferia urbana actual

A partir de 1960 hubo un gran desarrollo urbano y se amplía el área edificable de las ciudades, creándose las grandes periferias a lo largo de las principales vías-ejes de transporte. Surge la franja Periurbana o suburbana donde se mezclan los usos del suelo y formas de vida urbana y rural. En tres áreas se estructure la periferia urbana:

- Barrios residenciales.

- Áreas industriales.

- Áreas de equipamiento.

Barrios residenciales de la periferia

Barrios marginales de infravivienda o chabolas: Surgen sobre suelo ilegal (rústico o verde) sin organización urbanística, viviendas autoconstruidas, con graves deficiencias de cimentación y materiales, sin servicios (agua, luz, saneamiento) alcanzan su máxima difusión sobre los 50, pues no había oferta de vivienda suficiente. En los 60 se inicia un proceso de renovación lento sustituyéndose por bloques de altura. En la actualidad hay campañas de erradicación, realojando a la población en viviendas sociales. Actualmente el problema se centra en grupos de marginados.

Barrios de vivienda de protección oficial: Surgieron entre 1940-1960. Se crearon más de 400.000 viviendas de protección oficial. Barrios de trama cerrada o abierta, viviendas en altura o unifamiliares, pero sin correcto tratamiento urbanístico, pobreza de materiales, baja calidad constructiva ocasionando envejecimiento prematuro. Actualmente se llevan a cabo políticas de rehabilitación y dotación de servicios deportivos, sanitarios, comerciales.

Polígonos de vivienda de promoción privada: Surgen a partir de 1960, aislados. De trama abierta, en bloques o torres con amplios espacios libres, Edificación de tipo internacional, edificios sin fachada tradicional. La parte trasera y delantera iguales. Paisaje urbano monótono, concentrados los servicios en determinadas zonas

Manzanas cerrada: Surgidas en los ochenta y noventa, caracterizadas por la organización en calles, edificios de altura con uso colectivo al patio (jardines, piscinas etc.)

Áreas de vivienda unifamiliar: Proliferan a partir de los ochenta en relación con la difusión entre la clase media de la ideología clorofílica (contacto con la naturaleza) y el crecimiento del uso del automóvil. Trama abierta, viviendas exentas o adosadas. Acogen a las clases medias que buscan espacios más atractivos.

Áreas industriales de la periferia

Surgen en las décadas de los 50 y 60, con la creación de los polígonos industriales junto a las vías de acceso a la ciudad. Los hay bien planificados, pero otros sin control, produciendo impacto negativo en el medio natural y grandes atascos e incomodidades. Actualmente los nuevos espacios industriales que se crean, tratan de tener calidad ambiental con parques empresariales, oficinas, parques tecnológicos para industrias innovadoras.

Áreas de equipamiento:

Colegios, estructuras sanitarias, centros administrativos, servicios... que buscan espacio y suelos más baratos.

De modelos distintos, la periferia de las diferentes ciudades tienen algunas características comunes: Plano irregular debido a que no hay una homogeneidad continuada, ya que ha habido una planificación general, aunque a veces a nivel de pequeñas zonas haya una homogeneidad.

Su trama abierta y cerrada, edificación tanto colectivas y en altura como de baja altura y familiares.

Usos del suelo; residencial, comerciales, industriales y de equipamientos.

IV.- USO DEL ESPACIO EN EL INTERIOR DE LA CIUDAD

Las funciones urbanas son las actividades desarrolladas cotidianamente por la población (residencia, trabajo, transporte, ocio, consumo) que condicionan la utilización del espacio de la ciudad.

Habitualmente las ciudades contienen muchas funciones, casi todas estrechamente relacionadas entre ellas. Cuanto más grande es una ciudad más cantidad de funciones posee y más complejas son.

Para evitar conflictos entre usos y funciones, el planeamiento urbanístico acostumbra a delimitar con gran precisión el destino que se atribuye a cada parte de la ciudad y del territorio: es la especialización funcional o zonning. Tradicionalmente cada uno de estos barrios o zonas urbanas se especializa en una función urbana determinada: comercial y de servicios, industrial, residencial.

Función residencial

La función residencial conlleva necesariamente una serie de equipamientos (escuelas, centros de atención sanitaria, mercados, transporte) e infraestructuras (provisión de agua corriente, de electricidad, recogida de residuos) para asegurar el bienestar y el correcto funcionamiento de la organización de la sociedad urbana.

La función residencial se extiende por toda la ciudad pero puede ser escasa en el área más central y prácticamente nula en las zonas industriales.

El casco antiguo, si no ha sido rehabilitado, acaba siendo un barrio residencial degradado, con pocas comodidades y servicios.

Algunos ensanches edificados durante el siglo XIX y XX siguen siendo extensas áreas residenciales de mayor o menor prestigio. Pero las nuevas clases acomodadas prefieren habitar en nuevos barrios exclusivos a menudo en la periferia, con buenas condiciones de servicios y equipamientos. Sus habitantes pueden solventar la falta de transporte público por la disponibilidad de automóviles privados. Sus antiguas viviendas en el centro van pasando a ser ocupadas por oficinas o por personas de menor poder adquisitivo.

En las zonas más periféricas están los barrios obreros, dado que los precios del suelo suelen ser más bajos. La red de transportes no siempre es buena, lo que dificulta la integración social y cultural con el resto de la ciudad.

Función comercial

Las actividades de intercambios de productos y de servicios son propias de todas las ciudades tanto antiguas como contemporáneas. Así, la importancia de las ferias y de los mercados fue indiscutible en el establecimiento y desarrollo de muchas ciudades medievales. En la actualidad, las actividades comerciales se han multiplicado enormemente y abarcan cada día más productos, aspectos, ámbitos y escalas.

Las funciones comerciales crean, a su vez, muchas actividades derivadas, como las de almacenamiento y distribución, pero también otras muchas estrechamente relacionadas como las compañías de seguros, bancos, gestores, publicidad... a la vez que atrae la localización de industrias.

Función industrial

La industria ha tenido mucha importancia en el desarrollo y la morfología de la ciudad contemporánea. Todavía hoy es posible ver fábricas, talleres y almacenes mezclados con las viviendas en muchas partes de la ciudad: acostumbran a ser actividades limpias, que requieren poco espacio y energía, y mantienen una estrecha relación con otras actividades cercanas de las que son proveedores o clientes.

Las industrias modernas que son contaminantes o ruidosas o las que fabrican en serie y a gran escala, necesitan espacios amplios, terrenos a precios asequibles y bien comunicados. Es por ello que tienden a instalarse en polígonos industriales cercanos a las ciudades.

Función militar

Antiguamente la función militar era el motivo fundacional para muchas ciudades ya que servían de refugio o de base estratégica. Hoy todavía es posible apreciarlo en el plano de algunas ciudades como Ceuta o Toledo. Actualmente algunas ciudades, por el hecho de estar situadas en lugares estratégicos, fronterizos, de paso o ser bases áreas o navales (Ferrol, Rota), se han mantenido activas convirtiéndose en nudos de comunicaciones o sedes de la industria bélica.

Función política y administrativa

Los poderes políticos acostumbran a asignar las funciones políticas y administrativas a ciudades que, en general, tienen muchas funciones económicas, están localizadas en nodos centrales bien comunicados o que, históricamente, han tenido un gran peso en la identidad de un territorio determinado. La capital (de un país, región, provincia o comarca) suele ser un lugar donde abundan los funcionarios públicos, la burocracia y las empresas dedicadas al terciario superior. La cercanía a los poderes políticos es un argumento utilizado por muchas empresas privadas, instituciones públicas y organismos financieros o de gestión para localizarse también en la capital.

Función política y administrativa

Los poderes políticos acostumbran a asignar las funciones políticas y administrativas a ciudades que, en general, tienen muchas funciones económicas, están localizadas en nodos centrales bien comunicados o que, históricamente, han tenido un gran peso en la identidad de un territorio determinado. La capital (de un país, región, provincia o comarca) suele ser un lugar donde abundan los funcionarios públicos, la burocracia y las empresas dedicadas al terciario superior. La cercanía a los poderes políticos es un argumento utilizado por muchas empresas privadas, instituciones públicas y organismos financieros o de gestión para localizarse también en la capital

Función cultural

Algunas ciudades tienen su origen en una función religiosa, al ser considerados santuarios o lugares sagrados. En los lugares donde fieles y peregrinos acuden masivamente para realizar sus prácticas se requiere la organización de transportes, alojamientos, restaurantes, venta de objetos, lo que puede suponer una importante fuente de riqueza. Además, habitualmente la religión tiene notables implicaciones arquitectónicas dado que comporta la construcción de templos y otros edificios específicos cuya singularidad y excepcionalidad les convierte en hitos artísticos. En España hay muchas catedrales y mezquitas que reflejan esta realidad.

Existen también ciudades que se especializan en educación e investigación, al integrar universidades e instituciones relacionadas. A veces las aulas, laboratorios y bibliotecas se concentran en áreas específicas (llamadas campus) y paralelamente hacen que proliferen las librerías y las residencias para estudiantes. Es el caso de Salamanca o Alcalá de Henares.

Función lúdica y turística

Algunas ciudades tienen como función principal el turismo y el ocio, por su atractivo de su patrimonio cultural, como Granada o Tarragona, o por sus elementos naturales, como Santa Cruz de Tenerife o San Sebastián. La actividad turística implica la existencia de una amplia oferta de servicios (hoteles, restaurantes, comercios). Los visitantes incrementan la población temporal y los problemas (provisión de alimentos, de energía, de recogida de residuos, de transporte) pero también los beneficios y la promoción de la ciudad.

Numerosas ciudades, ante el declive de la industria, están intentando atraer turistas a través de campañas de marketing con las que se promocionan y publicitan los atractivos tradicionales de la ciudad. Además, se organizan eventos (desde exposiciones universales hasta ferias medievales) o se construyen edificios espectaculares (por ejemplo museos o estadios) con los que atraer más visitantes.

El centro de la ciudad: función comercial, administrativa y simbólica

El área central de una ciudad acostumbra a coincidir con el casco antiguo y con los primeros ensanches. Al ser la zona más conocida, constituye un referente simbólico para todos sus habitantes, dado que contiene gran parte de los atractivos que caracterizan la ciudad. A lo largo de las principales calles se concentran gran número de funciones terciarias y servicios (comercios especializados, edificios de instituciones públicas, sedes bancarias y de compañías de seguros, oficinas, bares y restaurantes) aprovechando y, a la vez, incrementando la centralidad.

Estas actividades se sitúan en el centro debido a su gran accesibilidad: muchos medios de transporte que une distintos puntos de la ciudad, la región o incluso internacionalmente, convergen aquí. La combinación entre fácil accesibilidad y abundantes actividades terciarias y de servicios produce una gran intensidad de circulación: trabajadores, visitantes o clientes generan grandes flujos de movilidad especialmente durante el horario diurno de la jornada laboral. Mientras, puede suceder que el mismo centro permanezca prácticamente vacío durante la noche o en los días festivos.

Todo ello favorece una gran presión por ocupar el suelo de esta zona, generando una fuerte competencia y, pues, un alza en su valor. Dicha alza expulsa funciones y personas que no pueden asumir los precios; esto explica que acostumbran a ser zonas con escasa densidad residencial.

La ciudad actual ha modificado el uso del espacio urbano debido a:

● Avances en la legislación urbanística

El nuevo marco político, social y económico surgido en España tras la instauración del régimen democrático exigirá una renovación de la legislación de control y gestión del desarrollo urbano. La Ley del Suelo de 1956 será sustituida por la Ley del Suelo de 1976; el nuevo texto pretendía conseguir un crecimiento de las ciudades más ajustado a las necesidades reales, implicando a todos los agentes sociales y económicos en el proceso y flexibilizando los criterios de ordenación urbanística.

● Cambios en el paisaje urbano

El paisaje urbano sufrió también modificaciones importantes, que afectaron al casco antiguo y a los ensanches. Los cascos antiguos o centros históricos de las ciudades españolas se caracterizan por una cierta irregularidad, por calles estrechas de trazado sinuoso y por la escasez de espacios abiertos. Para revitalizarlos se han practicado dos tipos de operaciones urbanísticas: las de renovación y las de rehabilitación.

Las operaciones de renovación fueron importantes, sobre todo, durante la década de los 60 del siglo XX y significaron la sustitución total de la antigua edificación, lo que representó un grave atentado contra el patrimonio arquitectónico de muchas ciudades y conllevó, además, la expulsión de la antigua población residente y el cambio del adicional uso residencial por el terciario o de servicios.

Las operaciones de rehabilitación urbana son propias de los años 80 e intentan combatir y paliar las consecuencias de las operaciones de renovación. Por ello,respetan y se adecuan a las tipologías del entorno y procuran conservar el elemento social y funcional, aunque esto no siempre se consiga.

Desarrollo de las periferias urbanas

Es el resultado del deseo de las familias con ingresos medios o altos de buscar espacios residenciales con una mejor calidad ambiental y de la necesidad de otras muchas familias de conseguir una vivienda de precio más asequible. Partiendo de una demanda diversificada, en las periferias urbanas se desarrollan viviendas unifamiliares o conjuntos residenciales de pisos.

Junto al desarrollo de la función residencial, las periferias urbanas conocen la implantación de nuevos usos como centros y áreas comerciales, zonas de equipamientos públicos (parques periurbanos) y centros industriales (parques tecnológicos y polígonos industriales). El desarrollo de esta área trasciende incluso los propios límites de la ciudad principal, extendiéndose hacia los municipios limítrofes, que se transforman en nuevos centros urbanos; éstos, junto con la ciudad central, constituyen una nueva realidad territorial, conocida como aglomeración urbana. En Andalucía se conciben como centros urbanos las ocho capitales de provincia.