MORFOLOGÍA DE LA CABEZA ÓSEA HUMANA … · numerosos orificios de donde el hueso toma o la...

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1 MONOGRAFÍA MORFOLOGÍA DE LA CABEZA ÓSEA HUMANA ADULTA APLICADA A LA IDENTIFICACIÓN RUBEN MARCELO ACUÑA AÑO 2009

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MONOGRAFÍA

MORFOLOGÍA DE LA CABEZA ÓSEA HUMANA

ADULTA APLICADA A LA IDENTIFICACIÓN

RUBEN MARCELO ACUÑA

AÑO 2009

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MORFOLOGÍA DE LA CABEZA ÓSEA HUMANA ADULTA APLICADA A LA

IDENTIFICACIÓN

ÍNDICE

Página

Introducción ……………………….. 1

Antecedentes históricos de las técnicas

antropométricas ………….........................

1

Morfología craneana ……………………. 3

Huesos del cráneo …………………. 3

Huesos de la cara ………………….. 7

Cráneo en general …………………. 9

Cara en general ……………………. 11

Regiones comunes del cráneo y cara 11

Anatomía antropológica del cráneo …….. 12

Metodología antropológica aplicada a la

identificación ……………………………

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Análisis anátomo-antropológico de

cráneos y piezas óseas …………………..

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Conclusiones ……………………………. 20

Bibliografía ……………………………...

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MORFOLOGÍA DE LA CABEZA ÓSEA HUMANA ADULTA APLICADA A LA

IDENTIFICACIÓN INTRODUCCIÓN Se entiende a la identidad como la cualidad inherente a todo ser humano o animal, de permanecer esencialmente semejante a si mismo, y a su vez, diferenciarse de otros similares a él. La identificación es una operación técnica policial, jurídica o médico-forense, destinada a establecer la identidad de una persona Las técnicas que se utilizan en la identificación de una persona pueden agruparse en científicas y no científicas. En este último caso, la identificación se lleva a cabo a través de malformaciones, marcas, cicatrices, tatuajes que puedan reconocer allegados a la persona. Los métodos científicos son múltiples, entre los que se puede mencionar técnicas antropométricas, papiloscópicas, estomatológicas, fonatorias, etc. Los restos óseos humanos siempre han despertado el interés por la identificación y clasificación según sexo, edad y grupo etario. Los huesos del cabeza y la pelvis son los que han aportados mayores datos. La anatomía aportó la descripción de las estructuras y sus variaciones, conocimientos que tomaron los antropólogos para incorporarlos al reconocimiento de razas, sexo, especies y evolución de las mismas. En el presente trabajo se hará hincapié en la morfología de los huesos cráneo, o de partes de ellos, con motivo de objetivar la pertenencia a un determinado individuo. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LAS TÉCNICAS CEFALOMÉTRICAS Alfonso Bertillón, escribiente en la Prefectura de Policía de París, durante 1878 asistió a un curso sobre las medidas de los segmentos corporales dictado por Paul Broca y su padre Luís Adolfo Bertillón. Su vivencia diaria le mostraba las dificultades que tenía la policía para identificar a los delincuentes asumió que, alguna medidas corporales serían de utilidad para la identificación de las personas. Estudió esa posibilidad y, al año siguiente, ya había esbozado un sistema

que se oficializó en 1885 y fue de uso obligatorio en Francia a partir de 1888. En su libro de 1893 destacó que el método consistía en: 1- mediciones antropométricas donde, entre otras longitudes tomaba en cuenta el diámetro craneal transverso y longitudinal máximo, 2- una descripción de la persona (retrato hablado) y, 3- especificar marcas particulares y localizarlas según las regiones. Posteriormente, surgieron otros métodos cefalométricos como: Método de Matheios (1890), denominado “método geométrico” por el autor. Consiste en comparar fotografías del rostro en posición de frente con fotos anteriores. Matheios trazaba una línea bipupilar y una perpendicular que dividía el rostro en dos mitades simétricas para orientarse en las semejanzas. Método de Luís Anfosso (1896). El autor ideó un aparato, el craneógrafo y obtenía imágenes del perfil craneal sobre una base de que van desde la raíz de la nariz hasta la nuca. Método de Luiz Silva (1944) incluyó a la metodología anterior el perfil del rostro. Métodos cráneo-foto comparativos Método de Piacentino (1953). Lo ideó a partir de las dificultades para la identificación de un cadáver de quien se sospechaba era un delincuente internacional. Piacentino denominó a su método “craneofotográfico” y consistió en comparar a similar escala el cráneo y la fotografía del individuo en estudio en la misma angulación. El autor tuvo en cuenta la cabeza, la cara, los rebordes orbitarios, la relación, en el plano horizontal, de la base de la nariz con el centro del conducto auditivo (plano nasoauditivo), el ángulo nasofrontal, la forma de la nariz, labios, bordes alveolares y dientes insicivos y las regiones genianas en relación a las fosas caninas y el prognatismo. Método de Malinowski y Poranwski (1970). Estos autores desconocían el trabajo de Piacentino e idearon una técnica donde superponen fotografías del rostro y del cráneo. Métodos radiológicos comparativos: requieren de imágenes radiológicas previas. Análisis comparativo de los senos frontales. Aparentemente fue propuesto por primera vez por Schuller (1921) y cráneo selar de Voluter (1959), basado en el rápido crecimiento de la silla turca hasta los 5 años, enlenteciéndose luego. Estableció

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una relación entre la edad y las dimensiones vertical y horizontal de la silla. Método radiológico fotocraneano (Brasch – Glaister) realizado por primera vez en 1935, consiste en superponer una

fotografía y una placa radiográfica a igual escala, obteniendo una imagen sobreimpresa desde las que se buscan concordancias.

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MORFOLOGÍA CRANEANA La cabeza ósea se divide en dos porciones distintas: el cráneo, una caja ósea que contiene el encéfalo y otra, la cara, destinada a alojar la mayor parte de los órganos de los sentidos y dar inserción a los músculos de la mímica y masticación. El límite entre ambos se puede evidenciar con facilidad en un hemicráneo mediante el ángulo esfenoidal de Welcker, el mismo se define por un plano horizontal desde el nasion hasta el canal óptico y un plano oblicuo que va desde el punto anterior hasta el borde anterior del agujero occipital. En un cráneo articulado este ángulo no se puede medir, aproximadamente podría estimarse por una línea que parte desde el nasion y termina en el reborde anterior del agujero occipital. El término cráneo deriva de la palabra griega casco. Está constituido por ocho huesos, cuatro únicos y mediales: frontal, etmoides, esfenoides y occipital y dos pares laterales, el temporal y parietal. Existen pequeños huesos supernumerarios, de número variable, denominados huesos wornianos. Son huesos planos que sobre su tabla externa presentan anfractuosidades para la inserción de los músculos. La masa ósea que forma la cara se divide en dos porciones denominadas mandíbulas, la inferior la constituye el hueso maxilar inferior y la superior consta de trece huesos que se articulan alrededor del hueso maxilar superior. Solo dos son impares y medios, el vómer y el maxilar inferior, los demás son pares y simétricos y se denominan: maxilar superior, cigoma [malar]1, lagrimal [unguis]1, cornete inferior, propio de la nariz, palatino. Considerando que en este trabajo se toma la integridad de la cabeza ósea como estructura para el reconocimiento, se usará el concepto de cráneo como sinónimo de cabeza ósea y se describirán los huesos aislados y el cráneo y cara en general. 1. Huesos del cráneo 1a. Frontal: Tiene una porción vertical y otra horizontal. Se describen una cara externa, una inferior y una interior o cerebral.

1 Entre corchetes se encuentra el término usado

por los anatomistas clásicos que fue

reemplazado por la terminología anatómica.

Vista anterior de un hueso frontal. 1- eminencia frontal, 2-glabela, 3- arcada orbitaria, la misma pieza presenta escotaduras de distintas dimensiones.

La primera es convexa, a sus lados hay dos protuberancias, las eminencias frontales, más destacadas en la mujer y en el feto que en niño o varón adulto. Debajo de las eminencias frontales se hallan las arcadas orbitarias, son curvas y de dirección transversal. Se relacionan con las cejas y su desarrollo es armónico con el de los senos frontales.

Vista endocraneal del hueso frontal. 1- canal y cresta frontal.

La cara inferior es horizontal, corresponde a la orbita y región etmoidonasal. En la parte central tiene una escotadura de concavidad posterior con una apófisis

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larga, la espina nasal del frontal. Se articula por delante con los huesos propios de la nariz y por detrás con el etmoides. La cara interna es cóncava, en la línea media suele apreciarse un canal, que en la parte más inferior, se continúa en una cresta, la cresta frontal Encima de la escotadura nasal están las cavidades de los senos frontales, tienen forma triangular y base superior, generalmente están separados por un tabique óseo. Son más desarrollados en el hombre, miden aproximadamente 20 a 25 mm de alto, 25 a 30 mm de ancho y 10 a 15 mm de profundidad, la variabilidad es amplia. Su desarrollo comienza entre los 4 y 6 años y alcanza, el máximo volumen alrededor de los 20 años. El hueso frontal se desarrolla a partir de dos placas unidas por la sutura metópica, que desaparece en la edad adulta. La persistencia se aprecia en el 1 al 7% de los europeos es y frecuente en cráneos braquicéfalos. Se articula con los huesos parietales, el etmoides, el esfenoides, los cigomáticos, los maxilares superiores, los huesos propios de la nariz y los lagrimales. 1b. Etmoides. Su nombre deriva del griego criba, debido a que una parte del hueso tiene innumerables orificios. Es impar, medial y se ubica por delante del esfenoides. Está compuesto por tres partes: una lámina vertical medial, otra horizontal cercana a su extremo superior y dos masas laterales de forma cuadrangular suspendidas a cada lado de la línea media.

Vista anterior del etmoides. Se aprecia la lámina vertical y las masas laterales.

La porción superior de la lámina vertical protruye en el endocráneo y toma el nombre de apófisis crista galli; la porción horizontal, cercana a la línea media, tiene

numerosos orificios de donde el hueso toma o la denominación de criba. 1c. Esfenoides. Su nombre deriva del griego cuña, al estar enclavado entre los demás huesos del cráneo. Es impar, medial y ocupa la parte anterior y media de la base del cráneo. Se relaciona con el etmoides y el frontal por delante y el occipital por detrás.

Vista posterior del esfenoides. 1- ala menor, 2- ala mayor, 3- apófisis pterigoides, 4- cuerpo

En él se puede describir un cuerpo rectangular dispuesto en forma anteroposterior, de la cara superior nacen dos prolongaciones o alas menores y presenta una excavación, la silla turca que aloja la glándula hipófisis. Desde la cara lateral, se aprecian otras dos prolongaciones de mayor tamaño, denominadas alas mayores; finalmente, de su cara inferior, nacen dos apófisis largas denominadas pterigoides. 1d. Occipital.

Cara externa del hueso occipital. 1- superficie basilar, 2- escama, 3- cresta occipital inferior

Es un hueso impar y medio que ocupa la parte posterior, inferior y media del cráneo. Tiene una forma romboidal, con una cara

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posteroinferior, exocraneana, de forma convexa y otra anterosuperior, endocraneana, de forma cóncava; cercano al sector anterior se observa un orificio, el agujero occipital, de aproximadamente 35 mm en sentido anteroposterior y 30 mm de diámetro transverso.

Vista endocraneal del occipital. 1-agujero occipital, 1- canal del seno sagital superior, 3- canales de los senos transversos.

Por delante del agujero occipital, la cara exocraneana presenta un área cuadrangular, la superficie basilar del occipital, donde se aprecia una tuberosidad, el tubérculo faríngeo para la inserción de la aponeurosis faríngea, más desarrollado en el hombre que en la mujer. Detrás del agujero occipital se observa la porción más ancha del hueso, llamada escama del occipital. En la parte media se aprecia una eminencia rugosa, de diferente desarrollo según los individuos, es la protuberancia occipital externa, que presta inserción al ligamento cervical posterior y algunos músculos de la nuca. En la línea media, entre el agujero occipital y la protuberancia occipital externa, se aprecia una eminencia lineal, la cresta occipital externa. Desde ésta, nacen dos eminencias lineales bilaterales de dirección transversal, denominadas líneas curvas occipital superior e inferior. En ambas líneas, y en las rugosidades que se hallan entre ellas, toman inserción los músculos de la nuca. A cada lado del agujero occipital se encuentran dos superficies articulares de forma elíptica, los cóndilos del occipital.

En la parte media de la cara endocraneal, enfrentada a la protuberancia occipital externa, se advierte una prominencia designada como protuberancia occipital interna; desde allí se extiende una cresta hacia el agujero occipital, la cresta occipital interna. Por encima de la protuberancia occipital interna hay un surco de bordes sobreelevados, el canal longitudinal, y hacia ambos lados se aprecian dos canales de similares características, son los canales laterales, sobre los que se insertan los senos sagital superior y transversos respectivamente. 1e. Temporal. Ocupa la región lateral anterior y baja del cráneo, en el vivo esta cubierto por el músculo homónimo. Se desarrolla a través de tres piezas óseas, denominadas escamosa, petrosa y timpánica, y es posible observar en el adulto la sutura entre ellas. La porción escamosa tiene una posición superior y anterior y un contorno muy irregular; la porción petrosa tiene la forma de una pirámide cuadrangular, dispuesta horizontalmente hacia delante y adentro, solo su base se observa en la parte externa del hueso; la porción timpánica se halla por debajo de la escamosa y tiene forma semicírculo.

Vista externa del hueso temporal. 1- escama, 2- porción petrosa, 3- porción timpánica, 4- apófisis cigomática, 5- apófisis estiloides.

En el adulto pueden describirse una cara endocraneal y otra exocraneal. Visto por la cara interna, la porción petrosa presenta una cara anterosuperior y otra posteroinferior. La superficie es irregular debido a improntas marcadas por las estructuras blandas; en la unión del tercio interno con el medio se abre el agujero

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auditivo interno, que se continúa con el conducto de igual nombre; por detrás, en la porción más posterior, se observa un canal que marca la posición del seno sigmoides. En la región posteroinferior de la cara externa ofrece a la vista una protrusión, la apófisis mastoides y una apófisis en forma de aguja, la apófisis estiloides. Esta apófisis pertenece al aparato hiodes y se suelda aproximadamente durante el decimosegundo año de desarrollo. La escama tiene una forma curva de concavidad interna. En su cara externa, desde el sector inferior se ve nacer una fuerte apófisis denominada cigomática. Por debajo del plano de la apófisis cigomática se aprecia una cresta oblicua de concavidad posterior, designada como cóndilo del temporal y que forma parte de la articulación temporomaxilar; adyacente a ésta hay una cavidad que se articula con el cóndilo del maxilar inferior, llamada glenoidea. En la cara interna se encuentran surcos vasculares pertenecientes a la arteria meníngea media.

Cara endocraneal del temporal en posición anteroposterior. 1- escama, 2- el peñasco paralelo a la incidencia fotográfica se aprecia como un bloque.

El hueso timpánico forma la mayor parte del conducto auditivo externo. En estudios de series de cráneos se han evidenciado variaciones como la ausencia de la porción superior de la escama, que ésta esté dividida en dos porciones por una sutura transversal o que se interponga un hueso worniano entre la escama y el frontal. 1f. Parietal. Su nombre deriva del latín paries (pared) dado que forma la mayor parte de las paredes del cráneo. Tiene forma cuadrilátera, está situado entre el

frontal por delante, el occipital por detrás, y encima del temporal. Se aprecian una cara externa, convexa o exocraneal y una cara interna, cóncava o endocraneal.

Cara exocraneal del hueso parietal. 1- cresta temporal superior, 2- cresta temporal inferior

La cara externa es muy convexa y presenta una eminencia más notable en el niño, la eminencia parietal; por debajo se ésta se destacan dos líneas curvas, las líneas temporales. La inferior da inserción al músculo temporal y la superior a su aponeurosis.

Cara interna del parietal. Se destacan los surcos vasculares

La cara interna es muy cóncava y muestra una fosa, la fosa parietal, que se corresponde con la eminencia homónima y un sistema de surcos que se ramifican correspondientes a ramas de la arteria y venas temporales. La superficie es rugosa, con fosas y depresiones, debido a las impresiones de las circunvoluciones cerebrales, cerca de la línea media pueden

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observarse fositas irregulares que en el vivo corresponden a granulaciones de Pacchioni. El borde superior presenta un canal que se corresponde con el seno sagital superior. Cerca del ángulo posterosuperior se observa un orificio, el agujero parietal, que es atravesado por una vena emisaria por medio de la cual se relaciona la sangre venosa extracraneana con la intracraneana. Este orificio, de aproximadamente un milímetro de diámetro, puede alcanzar los cinco a treinta milímetros. Se han observado huesos parietales formados por dos o tres piezas. 1g. Huesos wornianos. Son piezas óseas supernumerarias que se encuentran ocasionalmente. Se denominan falsos huesos wornianos a aquellos que surgen de una alteración del desarrollo de un hueso normal, tal como el desdoblamiento del hueso parietal, la escama del temporal o el hueso epactal. Por el contrario, los denominados verdaderos huesos wornianos derivan de uno o más puntos de osificación reunidos posteriormente; pueden hallarse en las suturas o en las fontanelas, adquiriendo el nombre de huesos wornianos suturales o fontanelares.

Cráneo vista posterior. 1- hueso worniano occipitoparital

Entre los primeros se destacan los huesos sagitales [sutura parietal), occipitoparietales, frontoparietales, parietoesfenoidales, petroccipitales. Los wornianos fontanelarios adoptan el nombre de la fontanela que los cobija, así se denominarán bregmático, lambdático, astérico, ptérico, orbitario. Las fontanelas anormales también pueden tener huesos supernumerarios, denominándose obélico el que se encuentra en la fontanela sagital,

glabelar el de la frontonasal o metópica cuando se hallan en esas fontanelas. Los huesos que se desarrollan lejos de suturas o fontanelas se denominan insulares, se los ha encontrado en la cortical interna de los huesos frontal, temporal y esfenoidal. 2. Huesos de la cara

Huesos faciales articulados. 1- maxilar superior, 2- cigoma, 3. hueso propio de la nariz, 4- lagrimal, 5- ala esfenoidal

2a. Maxilar superior. Está situado en el centro de la cara y sobre él se implantan las piezas dentarias superiores.

Maxilar superior. Vista lateral externa. 1-apófisis ascendente, su borde se continúa en el reborde orbitario inferior, 2- superficie articular para el cigoma, 3- espina nasal anterior, 4- borde alveolar.

Forma parte de las principales regiones de la cara y cavidades anexas como: la bóveda palatina, las fosas nasales, orbitarias, cigomáticas y pterigomaxilares. Tiene forma cuadrilátera y es ligeramente

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aplanado en sentido trasversal; en su interior se halla excavado el seno maxilar. Se reconocen una cara interna y otra externa; una importante apófisis nace desde el ángulo anterosuperior, se denomina apófisis ascendente del maxilar superior y forma parte del reborde orbitario. En la cara interna se destaca una apófisis ancha y horizontal que se articula con su homologa contralateral, es la apófisis palatina. En la parte anterior y media hay una espina ósea que se articula con la contralateral, llamada espina nasal anterior; por detrás se halla el conducto para el nervio esfenopalatino interno y la arteriola que lo acompaña. En la cara interna, por encima de la apófisis palatina se aprecia el orificio de comunicación con el seno maxilar La parte superior de la apófisis palatina forma parte de las fosas nasales y la inferior de la bóveda palatina. En la cara externa se aprecia de dentro afuera una pequeña fosa, la fosa mirtiforme; hacia fuera y atrás sobresale la eminencia canina, que aloja la raíz de la pieza dentaria homónima; en la misma dirección se destaca una prominencia designada como apófisis piramidal debido a la semejanza con una pirámide de base triangular; encima de ésta se aprecia el agujero infraorbitario. Sobre su borde anterior se aprecia la escotadura nasal. 2b.Hueso cigomático. Está situado en la parte más externa y lateral de la cara. Se articula con el frontal, el ala mayor del esfenoides y la escama del temporal. Tiene forma cuadrangular, con una cara externa, lisa y convexa y una cara interna cóncava que forma parte de la fosa temporal. El borde anterosuperior forma parte del reborde orbitario; del ángulo superior nace una apófisis que se articula con el hueso frontal y del ángulo posterior nace otra que se articula con la apófisis cigomática del temporal 2c. Lagrimal. Es una pequeña lámina ósea ubicada en la parte anterior de la pared medial de la órbita, entre el frontal, etmoides y el maxilar superior. La cara externa u orbitaria muestra una cresta vertical, la cresta lagrimal, que termina en una pequeña apófisis la cual, articulándose al maxilar superior cierra el orificio superior del conducto lacrimonasal. La cara interna se relaciona con las fosas nasales y las celdas etmoidales.

2d. Cornete inferior. Situado en la parte inferior de las fosas nasales. Es una lámina ósea ligeramente convexa en sentido medial, que se articula por su borde superior con la pared externa nasal. Es habitual encontrarlo soldado al maxilar superior o al etmoides en el adulto. 2e. Huesos propios de la nariz. Están situados a cada lado de la línea media, entre el frontal y la apófisis ascendente del maxilar superior. Tienen la forma de una lámina cuadrilátera, algo más ancha por debajo que por arriba. La cara anterior es convexa en sentido transversal y la posterior es cóncava. 2f. Palatino. Los palatinos se encuentran por detrás de los maxilares superiores, de los que parecen ser una continuación. Consta de dos porciones, una vertical y otra horizontal, que se articula con la porción transversal del maxilar superior. Articulados tienen la forma de una U y forman parte de la bóveda palatina. 2g. Vómer. Es un hueso impar y medio que forma la porción posterior del tabique nasal. Tiene forma de lámina cuadrilátera cuyo borde superior se abre en dos delineando un canal para articularse con el cuerpo del esfenoides. 2h. Maxilar inferior. Se halla en la parte inferior de la cara; es un hueso impar y medio donde se describen una parte medial o cuerpo y dos ramas laterales. El cuerpo tiene forma de herradura de concavidad posterior.

Vista anterior del maxilar inferior. 1- vestigio de la sínfisis mentoniana, 2- eminencia mentoniana, 3- agujero mentoniano, 4- línea oblicua externa, 5- apófisis coracoides, 6- cóndilo del maxilar.

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En la parte media se aprecia la sínfisis mentoniana, vestigio de la unión de las dos mitades del hueso; en la parte inferior se observa un a prominencia, mas o menos marcada, llamada eminencia mentoniana, desde allí parte una línea oblicua, la línea oblicua externa del maxilar que termina en el borde anterior de la rama lateral; por encima de esta línea y a la altura del segundo premolar, se aprecia el agujero mentoniano.

Vista lateral del maxilar inferior. 1- eminencia mentoniana, 2- línea oblicua externa, 3- apófisis coracoides, 4- cóndilo del maxilar, 5- línea oblicua interna.

En la cara posterior, a nivel de la línea media se aprecian cuatro pequeñas eminencias denominadas apófisis geni y una línea oblicua interna hacia atrás y arriba, que termina en la rama lateral. Por debajo y afuera de las apófisis geni se encuentra una depresión, la fosita sublingual que aloja a la glándula de igual nombre; a nivel de las dos o tres últimas muelas se halla la fosita submaxilar para la glándula homónima. En el borde superior se encuentran las cavidades para las raíces dentarias, denominadas alvéolos dentarios. La caída de los dientes lleva a la reabsorción de las paredes alveolares, adoptando el borde el aspecto de una cresta. El borde inferior es redondeado y presenta en la línea media una depresión rugosa, la fosita digástrica para la inserción del músculo. La cara externa de las ramas presenta rugosidades para la inserción del músculo masetero; en la cara interna se observa el orificio superior del conducto dentario para el nervio y vasos dentarios inferiores y, nace desde allí el canal del músculo milohioideo, que se dirige hacia el cuerpo del hueso hiodes. Por detrás, la superficie tiene rugosidades para la inserción muscular de pterigoideo interno. El borde

superior de la rama del maxilar tiene dos apófisis, la anterior, la apófisis coracoides y la posterior o cóndilo del maxilar inferior que se articula con la cavidad glenoidea. El cóndilo se une a la rama lateral por medio de una porción más estrecha llamada cuello; en la parte anterointerna se aprecia una depresión marcada para la inserción del pterigoideo externo. En el borde inferior, el punto que se encuentra la rama lateral con el cuerpo de denomina ángulo del maxilar inferior o de la mandíbula.

Vistas comparativas de dos maxilares. A la izquierda están presentes las cavidades alveolares y 2 piezas dentarias, a la derecha, una pieza perteneciente a una persona desdentada antes de morir donde hubo reabsorción ósea.

CRÁNEO EN GENERAL Considerada la cabeza ósea como una sola pieza, se pueden describir una superficie exterior y otra interior, siendo la primera de capital importancia para el reconocimiento de personas. Conformación exterior. Desde este punto de vista se describen tres regiones: de la bóveda, lateral y la base. El límite entre la bóveda y la base lo marca un plano que pasa por la eminencia frontal media y la protuberancia occipital externa y tiene una angulación de 22 a 25 grados con el plano horizontal. Región de la bóveda. En sentido anteroposterior queda limitada por el plano descripto, y lateralmente por la línea temporal superior. Se observa en la línea media, de adelante atrás, la sutura metópica, luego la sagital o biparietal y el agujero parietal a los lados y, en la parte más posterior, la parte alta de la escama occipital. A los lados y en el mismo sentido anteroposterior, se observan las eminencias frontal, parietal y occipital y las suturas frontoparietal y parietoccipital.

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Vista lateral del cráneo. Se ha destacado la línea temporal superior (LT), y la línea arbitraria de dividiría la bóveda de la base (1). F- hueso frontal, P- hueso parietal, T- hueso temporal, Ef- hueso esfenoidal.

Vista exocraneana de la bóveda. 1- sutura frontoparietal, 2- sutura sagital, 3- agujero parietal, 4- sutura parieto-occipital.

Vista endocraneana de la bóveda. F- Frontal, P- parietal, la flecha señala la sutura, O- occipital, la flecha señala la sutura, doble flecha, sutura sagital, la flecha oblicua señala el orificio parietal.

Región lateral. Delimitada adelante por la cresta lateral del frontal y luego por la línea temporal superior, termina en el asterion. Está constituida por los huesos frontal, parietal, temporal y las alas mayores del esfenoides. En la parte baja se aprecia una extensa abertura oval, de diámetro mayor anteroposterior, limitada por la pared lateral por dentro y las apófisis cigomáticas del temporal y el hueso cigomático por fuera. Se aprecian las suturas de los huesos que integran la región. Región de la base. Desde el punto de vista anatómico, para visualizar esta región es necesario cortar la cabeza según el plano mencionado; se crea de este modo una estructura artificial y eso significa: 1. modificar la cabeza ósea, 2. no es la forma en que se la encuentra en una exhumación, 3. y tampoco será el elemento sobre el que se deben llevar adelante las tareas de reconocimiento. Atento a estas consideraciones, se mostrará la región de la base incluyendo los huesos de la cara, que se hallan en su tercio anterior.

Base de cráneo vista exterior, la líneas delimitan tres sectores, a- huesos de la cara ocultando los huesos craneales, b- base de cráneo media, c- base de cráneo posterior, 1- hueso maxilar superior y la sutura entre ambos, 2- hueso palatino y la sutura entre ambos, 3- apófisis pterigoides, 4- foramen redondo, 5- foramen oval, 6-cavidad glenoidea, 7- conducto carotídeo, 8- foramen yugular, 9-superficie basilar del occipital señalando el tubérculo faríngeo, 10-superficie articular del occipital, 11- agujero occipital, 12- apófisis mastoides, 13- cresta occipital inferior.

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Si se trazan dos líneas transversales, una que vaya desde un tubérculo cigomático a otro, y una segunda que una las dos apófisis mastoides, permiten dividir la base en tres regiones, la anterior o facial, la media o yugular y la posterior u occipital La superficie interior se divide en la bóveda y la base. La bóveda esta formada por las caras internas de los huesos frontal, parietal y occipital. En la línea media se observa un canal longitudinal donde corre el seno sagital superior; a los lados se observan las suturas entre los huesos mencionados, las depresiones correspondientes a los corpúsculos de Pacchioni y surcos vasculares. En la base de delimitan tres áreas, la anterior por delante del borde de las alas mayores del esfenoides, la media que se extiende desde el límite anterior hasta el borde del peñasco, y la posterior se halla por detrás. Sus elementos, sin valor para el reconocimiento de las personas, se aprecian en la siguiente imagen.

Vista endocraneal de la base del cráneo. 1- ala esfenoidal, 2- borde del peñasco, 3- apófisis crista galli y área cribosa del etmoides, 4- foramen oval, 5- foramen carotídeo, 6- agujero occipital.

CARA EN GENERAL El esqueleto de la cara se muestra como suspendido de la parte anterior del cráneo; puede exponerse como dos prismas triangulares cuyas bases son anteriores y está representada por las caras externa del hueso cigomático, maxilar superior y la parte lateral y externa del maxilar inferior.

Se puede observar el agujero infraorbitario, la escotadura sigmoidea del maxilar inferior, la apófisis coronoides y el cóndilo del maxilar, además de las suturas entre los huesos mencionados. La cara anterior del maxilar es medial, se relaciona con las estructuras nasales, la fosa canina, la fosa mirtiforme y los bordes alveolares. La cara superior se evidencia en parte en el piso de la órbita, el resto pertenece a la porción más posterior de las fosas nasales. La cara posterior o inferior queda definida por una línea virtual que une ambas cavidades glenoideas y el contorno del borde inferior del maxilar inferior, donde se destacan los orificios posteriores de las fosas nasales. REGIONES COMUNES DEL CRÁNEO Y CARA La articulación de los huesos delimita ciertas regiones o cavidades comunes entre el cráneo y la cara y son:

1. La región temporal que se confunde con el área lateral del cráneo.

2. Las órbitas, dos cavidades paramedianas, con forma de pirámide cuadrangular de base anterior, destinadas a alojar el aparato de la visión, los músculos, vasos y nervios que lo complementan. El plano de la base o abertura anterior esta dispuesta hacia delante y afuera y forma un ángulo obtuso con la abertura contralateral que está representado por el ángulo nasomalar de Flower.

3. Las fosas nasales son dos, están ubicadas simétricamente a cada lado de la línea media y separadas por un tabique medio. Consideradas aisladamente parecen un conducto aplanado en forma transversal, donde desde la pared externa se desprenden los cornetes superior, medio e inferior

4. Fosa pterigoidea. Se localiza en la

cara posterior de la apófisis pterigoides.

5. Fosa cigomática. Es el espacio delimitado por debajo del arco cigomático, entre la apófisis pterigoides y la rama del maxilar inferior.

6. Fosa pterigomaxilar. Esta delimitada entre la tuberosidad del

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maxilar superior y la cara anterior de las apófisis pterigoides.

7. Bóveda palatina. Tiene la forma de herradura de concavidad posterior, en su conformación entran la apófisis palatina del maxilar superior, la porción horizontal del palatino y el borde alveolar. La forma de la bóveda depende fundamentalmente del arco alveolar y da lugar a variaciones con cierto predomino étnico.

ANATOMÍA ANTROPOLÓGICA DEL CRÁNEO Al tratar el tema es necesario señalar: a) los puntos craneométricos, b) los diámetros craneales, c) las curvas craneales, d) los diámetros de la cara, e) la capacidad craneana, f) los índices del cráneo y cara, g) los ángulos craneales y faciales, h) la determinación de raza, especie, sexo y edad de un cráneo. a) Puntos craneométricos Se clasifican en: mediales e impares y laterales y bilaterales. Puntos mediales. Detallados de adelante atrás son:

1. Punto mentoniano, gnation o sinsifisiano.

2. Alveolar o prostion, ubicado en el punto mas anterior del borde alveolar superior, situado entre los dos incisivos.

3. Espinal o subnasal, ocupa la espina nasal anterior.

4. Nasion o punto nasal, situado sobre la raíz nasal, en la sutura nasofrontal.

5. Glabela, ubicada entre las dos crestas superciliares, es un leve protrusión o, en ocasiones, una zona plana o incluso deprimida.

6. Ofrion, situado por encima del anterior.

7. Bregma, situada en el punto de convergencia de las suturas coronal, sagital y metópica.

8. Obelion, ubicado a la altura de los agujeros parietales.

9. Lambda, es el punto donde convergen la sutura sagital y lambdoidea.

10. Inion, se encuentra sobre la protuberancia occipital externa.

11. opistion, ubicado en el borde posterior del agujero occipital.

12. Basion, se halla en el borde anterior del agujero occipital.

Puntos laterales. Siguiendo un orden de adelante atrás son:

1. Gonion, se halla en el ángulo del maxilar inferior.

2. Glenoideo, ubicado en el centro de la cavidad glenoidea del temporal.

3. Yugular, situado en la sutura mastoidoccipital.

4. Malar, es el punto mas destacado del hueso cigomático.

5. Dacrion, es el punto donde la sutura lacrimomaxilar se encuentra con la sutura nasofrontal en la cara interna de la órbita.

6. Estefanion, es el punto donde la sutura coronal cruza la cresta temporal.

7. Pterion, punto de encuentro de las suturas frontal, temporal, parietal y esfenoides.

8. Asterion, punto en que se encuentran las suturas occipital, parietal y temporal.

b) Diámetros craneales Estos diámetros permiten determinar el ancho y largo del cráneo. Los diámetros longitudinales son: el diámetro longitudinal máximo, medido en el plano medial desde la glabela al punto más saliente por encima del agujero occipital, y el diámetro anteroposterior o iníaco desde la glabela al inion. Los diámetros transversales son: el transversal máximo, es la mayor distancia obtenida en este sentido, no debiéndose medir sobre las crestas subtemporales; el frontal mínimo, medido entre las dos crestas temporales del frontal; el frontal máximo, es la mayor distancia medida sobre el hueso frontal; bimastóideo máximo, medido sobre la cara externa a la altura del conducto auditivo externo. Los diámetros verticales son: el diámetro o altura basilobregmática, medidos entre el basion y el bregma y el diámetro o altura auriculobregmática, tomado desde el conducto auditivo externo al bregma. Los diámetros oblicuos son el nasiobasilar medido entre estos dos puntos y el alveolobasilar, desde el punto facial alveolar al basion.

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c) Curvas craneales Se dividen en sagital o anteroposterior, que se extiende desde el nasion hasta el opistion; transversal suprauricular, medido desde una cresta cigomática a otra por encima del conducto auricular externo y la curva transversal total que constituye la circunferencia medida a través de los puntos anteriores; la curva horizontal propiamente dicha o circunferencia máxima pasa, adelante por encima de los arcos superciliares y atrás por el occipital, se descompone en una curva anterior y otra posterior, delimitada por el plano biauricular. d) Diámetros de la cara Se mide tanto el alto como el ancho de la cara; el alto se hace a través de los diámetros verticales y son: nasiomentoniano, tomado entre el nasion y el gnation; el nasioalveolar, medido entre el nasion y el prostion; el espinoalveolar, desde la espina nasal al punto alveolar; alveolomentoniano o diámetro inferior de la cara, tomado desde el prostion al gnation. Los diámetros horizontales son: biorbitario externo o ancho de la cara superior, medido desde una apófisis orbitaria externa a otra; bimaxilar máximo o ancho de la cara media, calculado desde el sector más alejado de una sutura maxilacigomático a la otra, este diámetro puede ser reemplazado por el bimalar (bicigomático); bigoníaco o anchura de la cara inferior, que se extiende desde un gonion a otro. El diámetro bicigomático o anchura máxima de la cara se mide transversalmente desde la cara externa de las apófisis cigomáticas. e) Capacidad del cráneo La capacidad del cráneo puede medirse colocando un material finamente granulado que luego se factible de medir, los volúmenes comúnmente hallados son:

Cráneos Volumen

Macrocéfalos 1950 o más

Grandes 1950 a 1650

Medianos 1650 a 1450

Pequeños 1450 a 1150

Microcéfalos 1150 o menos

Índice cúbico Cuando no es posible determinar la capacidad del cráneo se puede recurrir a la formula de Manouvier, método previamente propuesto por Broca. IC: Long. max. del cráneo x ancho max. x

altura basilobregmática/2

Si se sospecha que es un cráneo masculino se divide el resultado por 1,14, si es femenino se divide por 1,8 y si no se puede determinar se lo divide por 1,12. El autor comparó en un gran número de casos la capacidad craneal y el peso del encéfalo, pudiendo establecer que, se puede estimar el peso del encéfalo multiplicando el índice cúbico por 0,87. f) los índices del cráneo y cara, Los índices son el de longitud y ancho índice cefálico y los índices de altura. Índice craneal o Cefálico de Broca Es la relación centesimal entre el diámetro transverso y anteroposterior máximo

IC= dt/d ap x 100 Broca, en 1872, amplió su clasificación a cinco tipos de cráneos, que son:

Ejemplos de dolicocéfalos son habitantes de Oceanía, negros del África, mediterráneos (corsos, españoles) y braquicéfalos son los asiáticos de Turquestán, Armenia, franceses de Auvernia y Saboya, indios californianos y patagones. La dolicocefalia se acentúa con la altura de la personas. Índices de altura Están revisten solo un carácter más bien individual que étnico al igual que los índices transversos. En cuanto al índice facial, que relaciona centesimalmente el diámetro nasioalveolar y bicigomático y trata de fijar un valor a los

Denominación Índice Forma cráneo

Dolicocéfalo 75 o menor largos y estrechos

Subdolicocéfalo 75.01-77.77

Mesaticéfalo 77.78-80.00

Sub-braquicéfalo

80.01-83.33

Braquicéfalo 83.34 o mayor

cortos y anchos

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distintos tipos de cara, no hay acuerdo entre los distintos autores anulando su utilidad. g) Ángulos craneales y faciales El ángulo craneal occipital es interesante en anatomía comparada. Solo indica la inclinación del agujero occipital. Un ángulo trascendente en la medida del prognatismo. Es el alargamiento y prominencia de la mandíbula. Topinard (1977) estableció diferencias faciales a las que llamo: prognatismo y prognatismo verdadero o propiamente dicho. El primero comprende a la prominencia del macizo facial superior en su totalidad, o circunscrito al plano maxilar superior o plano dental. El prognatismo verdadero (alveolosubnasal) alcanza al macizo facial inferior, en relación al plano dental inferior o maxilar inferior. Es el ángulo que forma el plano de la bóveda palatina y la porción alveolar o vertical del maxilar superior. Este índice da un carácter diferencial a las razas humanas. El prognatismo es habitual en la raza negra.

Raza Índice

Blanca 82º a 76.5º

Amarilla 76º a 68.5º

Negra 69º a 59.5º

Otro método de medir el índice prognático es a través de la Fórmula de Flower. Índice gnotico de Flower = longitud basión-prostion/longitud basion/nasion x 100 Así se pueden agrupar las razas en:

Razas Índice

Ortognatas (blanca) < de 98

Prognatas (negra) > 103

Primitivas (Australia) 98 a 102.9

Otro método de medición es el Ángulo Alveolo-subnasal. Se toma el plano de la bóveda palatina y la porción alveolar vertical del maxilar superior. Los valores estimados son: caucásico 80, mongoloide 75, negroide 60. Índice cefálico de Broca: diámetro transverso máximo/diámetro long anteroposterior clasifica en dolicocéfalo subdolico, mesoticefalo, subraquicéfalo y braquicéfalo.

h) Determinación de raza, sexo y edad El diagnóstico de raza puede hacerse fundamentalmente midiendo el índice craneal y el prognatismo, si bien se detallaran otras mediciones orientativas. El diagnóstico de edad presuntiva puede llevarse a cabo de distintas maneras. La cronología del cierre de las suturas ha llamado la atención de varios autores, Todd y Lyon (1924-1925), afirmaron que el borramiento de las suturas es más precoz en el endocráneo que el exocráneo, y puede esquematizarse del siguiente modo:

Hueso Sutura/años

Esfenoides Esfeno-occipital: 13-20

Occipital Occipitoparietal Tercio superior: endocráneo: 25-45 exocráneo: > 50 Tercio medio: endocráneo:25-45 exocráneo: > 50 Tercio inferior: endocráneo:25-50 exocráneo:25-50 o más

Parietal Frontoparietal Tercio superior: endocráneo:25-40 exocráneo:> 50 Tercio medio: endocráneo:25-40 exocráneo:40-50 Tercio inferior: endocráneo:30-45 exocráneo:30-40 Sagital Tercio anterior: endocráneo:20-35 exocráneo:40-50 Tercio medio: endocráneo:20-35 exocráneo:20-40 Tercio posterior: endocráneo:20-35 exocráneo:30-40

Temporal Temporoparietal: endocráneo: 35-80 exocráneo:30-65

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El esquema del cierre de las suturas tiene un error de +/- 30% y solo debe ser tomado como un indicio de la edad presunta. Georges Voluter (1959), basado en el conocimiento de que la silla turca aumenta de tamaño rápidamente durante los primeros cinco años y luego tiene un crecimiento lento, midió el tamaño sobre una radiografía de perfil tomada a 1,5 metros y luego calculó el volumen. Sus resultados tienen escasa significación para el adulto, ya que el rango etario del adulto es de 20 a 60 años. Finalmente, Belthagard y Lebrun, realizaron estudios de los canales de havers del fémur que escapan al objetivo de esta monografía. El diagnóstico de sexo es particularmente efectivo a partir del estudio de partes óseas como el cráneo, tórax o pelvis. Las características más destacadas del cráneo de cada sexo son:

Carácter Hombre Mujer Capacidad craneal

1400 cc o más

1300 cc

Ap. mastoides Rugosas y prominentes

Poco prominentes

Arco superciliar Voluminoso Suave

Cóndilo occipital

Largos y delgados

Anchos y cortos

Maxilar inferior Peso medio 80 g

Peso medio 63 g

Anatomía antropológica del maxilar inferior El índice de la robustez de la mandíbula es la relación centesimal del grosor del cuerpo mandibular con la altura medida entre los dos premolares.

IR: grosor de mandíbula /altura x 100 Valores indicativos hallados son:

Especie Índice

Gorila 50,3

Neanderthal (distintos autores)

52,9 42,4 44,4

Hombre actual Parisinos Neocaledonios Africanos

40,8 40,9 42,1

Ángulo mandibular o goníaco. Mide la inclinación del borde posterior de la rama lateral respecto del borde inferior del cuerpo. Medido con el goniómetro, en el adulto es de 120º y en el anciano debido a reabsorción ósea es de 130º a 140º. El ángulo es mayor en la mujer que en el

hombre y hay diferencias en distintos grupos étnicos: europeos 128º, africanos 120º, chinos 110º. Anatomía antropológica orbitaria Desde esta perspectiva se consideran: a) la distancia interorbitaria (grosor de la raíz de la nariz): es la distancia entre el punto de encuentro entre la cresta lagrimal posterior y el borde inferior del frontal con el punto contralateral, la longitud oscila ente 14 a 35 milímetros. La diferencia de valores representan más un carácter individual que pertenencia a un grupo étnico; b) ancho orbitario, tomado desde el dacrion a un punto sobre el lado interno del borde externo, donde termina el eje transversal de la órbita. Varía de 32 a 48 milímetros pudiéndose observar algunas variaciones étnicas, con valores menores en españoles (32-44 mm) y mayores en australianos (38,48 mm); c) altura orbitaria, medida desde los bordes superior al inferior de la órbita, debiéndose evitar las escotaduras. Las distancias halladas se encuentran entre 26 a 48 mm, con amplias variaciones individuales en un mismo grupo étnico. Para el mismo grupo, las orbitas femeninas son proporcionalmente más altas y menos anchas, al igual que los niños; d) índice orbitario: es la relación centesimal entre la altura y el ancho orbitario.

IO = alto/ancho x 100

Desde los trabajos de Broca, las orbitas se dividen en: megasemas (índice superior a 89), mesosemas (índice entre 83 y 88,9), microsemas (índice menor a 83). Se observan órbitas megasemas en polinesios, chinos, patagones e indios estadounidenses, en suizos, saboyanos, esquimales, vascos españoles se aprecian órbitas mesosemas y en parisinos, neocaledonios, australianos se reconocen órbitas microsemas; los amarillos son generalmente megasemas, los negros mesosemas y los habitantes de Oceanía microsemas; e) índice cefalo-orbitario, relaciona la capacidad de la orbita con la del cráneo y representa casi la octava parte del cráneo. Anatomía antropológica nasal Se estudia la altura y el ancho de las fosas nasales. La altura es medida desde el nasion hasta una línea transversa que pase por las dos aberturas nasales o, en su defecto, el piso nasal. Esta medida varía mucho en distintos individuos de igual etnia

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o grupos étnicos distintos. El ancho se mide desde los bordes laterales de la abertura nasal en su diámetro horizontal máximo; las distancias oscilan entre 17 y 36 mm y tiene variaciones semejantes a las referidas en cuanto a la altura. A menudo el ancho está en relación inversa a la altura. Índice nasal. Es la relación centesimal entre el ancho y el alto nasal. Se lo considera un elemento anatómico de importancia para la seriación de grupos humanos. Siguiendo a Broca se denominan:

Tipo Nariz Índice Grupo

Leptorrinos Delgada y estrecha

Hasta 47,9

Europeos

Mesorrinos 48 a 52

Amarillos

Platirrinos o comerrinos

Ancha y aplastada

53 o mayor

Africanos y Oceanía

Anatomía antropológica de la bóveda palatina El arco alveolar en concluyente en cuanto a la forma de la bóveda. Se le llama hiperbólica cuando las dos ramas del arco son divergentes en su perímetro, parabólica cuando la divergencia es menor, pero si se prolongan sus ramas acaban por tocarse (estas formas son mas frecuentes en blancos), en épsilon cuando son paralelas entre sí y elíptica cuando convergen una sobre otra (raras, frecuentes en negros). METODOLOGÍA ANTROPOLÓGICA APLICADA A LA IDENTIFICACIÓN El estudio de los restos óseos, en este caso focalizados en el cráneo, comprende el diagnóstico de compatibilidad, probabilidad y la identificación personal. Diagnóstico de Compatibilidad: consiste en identificar la especie, raza, talla, edad y sexo Especie: El cráneo óseo adulto normal tiene diferencias significativas con el de los primates, fundando sus diferencias principalmente en la capacidad craneana y el desarrollo frontal. Para el resto de los huesos, el estudio anatómico más importante esta basado en diferencias en el tamaño y la forma entre el hueso humano y animal, donde las superficies trocleares tienen surcos y aristas marcadas, inexistentes en el hombre; otros métodos como los histológicos, inmunológicos y el

Índice Medular de Profichet exceden la descripción morfológica macroscópica. Raza: El estudio de la raza se realiza a través del cráneo. Los rasgos generales están determinados porque los blancos caucasoides tienen un cráneo redondeado u ovoide y su ancho disminuye hacia la mandíbula, dándole una forma afilada. Los amarillos o mongolides tienen un cráneo largo, ligeramente alto y de contorno redondeado, donde sobresalen los malares, exponiendo una cara ancha en relación al perfil, además de tener órbitas más redondeadas que los caucasoides. Los negros tienen un cráneo largo, ovalado, estrecho y de baja altura. Las órbitas son levemente rectangulares, con mayor separación que en las otras razas. Tienen un pronunciado prognatismo por excesivo desarrollo del maxilar superior, inferior o de ambos, que les da a la cara el aspecto de proyectado hacia delante. Talla: No es posible hacerlo a través del estudio del cráneo. Edad: Se puede determinar a través de las sinostosis craneales. Sexo: para el diagnóstico se puede usar las características orientativas expuestas en el punto h (Determinación de raza, sexo y edad). Estas configuraciones morfológicas del cráneo brindan un dato indicativo acerca de la edad, sexo o raza que se debe analizar junto a otras evidencias. Diagnóstico de probabilidad Consiste en buscar la compatibilidad entre los hallazgos descriptos y los datos aportados por la familia o autoridades en cuanto a fracturas, intervenciones quirúrgicas, prótesis, etc. Identificación personal: Es determinar fehacientemente la identidad a través del cráneo con técnicas de superposición de imágenes del cráneo con radiografías previas, con fotografías y la reconstrucción a partir de fotografías

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ANÁLISIS ANÁTOMO-ANTROPOLÓGICO DE CRÁNEOS Y PIEZAS ÓSEAS A modo de ejemplo se exponen algunas piezas óseas del Museo del Instituto de Morfología J.J. Naón de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Ejemplo 1.

a

b

c

d

e

f Cráneo adulto macrocéfalo, con un diámetro transversal máximo de 18,9 cm, en la vista superior (b) se observa un cráneo braquicéfalo, redondeado, con una circunferencia deformada. Las suturas están visibles. Las arcadas orbitaria son fuertes y gruesas; los cóndilos occipitales son largos y delgados y las mastoides grandes y rugosas. Podría corresponder a un cráneo masculino.

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Ejemplo 2.

a

b

c Cráneo incaico. en la foto a) se aprecia la sutura metópica y marca de un corte horizontal postmortem en un intento de apertura del mismo. El perfil evidencia una deformación de probable origen ritual y que apoya sobre unas apófisis mastoides grandes y rugosas. El detalle de las orbita demuestra bordes gruesos y fuertes.

d

e

f La vista superior (d) evidencia un cráneo esferoide. Se aprecia un defecto de bordes descalcificados, la apertura de la sutura sagital, marca de un corte semejante al del

hueso frontal (*) y una fractura ósea, todos

de apariencia postmortem. Podría corresponder a un cráneo masculino.

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Ejemplo 3.

a

b

c

d

e

f Cráneo esferoide con las suturas parcialmente cerradas y una craneotomía frontoparietal derecha, con reabsoción de los bordes, fusión ósea y cierre parcial de los orificios de trepano. Arcadas orbitarias finas y suaves; apófisis mastoides pequeñas y lisas y cóndilos occipitales alargados. La imagen endoscópica (e) evidencia la fusión de los bordes de la plaqueta ósea y surcos vasculares sin impresiones digitiformes. La radiografía perfil demuestra similares hallazgos. Se trataría de un cráneo femenino sometido a una craneotomía con sobrevida de varios años

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Ejemplo 4.

a

b

c

d Cráneo que evidencia un agujero de trépano en región frontal izquierda, en la vista ampliada (c) se aprecia reabsorción de los bordes y neoformación ósea. Las órbitas son delgadas, las apófisis mastoides cortas pero rugosas, los cóndilos occipitales largos y delgados. Las suturas permanecen sin cerrar. Podría tratarse de un cráneo femenino. La posición del agujero de trépano podría sugerir que se le practicó una ventriculostómía o un agujero de trépano de exploración y sobrevivió al procedimiento. CONCLUSIONES El estudio morfológico de la cabeza ósea o de fragmentos de ésta permite identificar modificaciones que pueden ser naturales y dependientes de la raza, sexo y edad o adquiridas. Las modificaciones craneanas adquiridas pueden ser debidas a enfermedades congénitas, de la niñez y del adulto; ser de origen tumoral o traumático, por acciones criminales o no, socioculturales o por fenómenos peri/postmortem. El conocimiento de la anatomía normal y sus variaciones son de importancia al valorar la estructura y sirve para elaborar una hipótesis acerca de la posible identidad de los restos.

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BIBLIOGRAFIA 1 Bonnet EFP. Medicina Legal. 2ª ed,

Buenos Aires, López Libreros Editores, 1980,

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