Mónica Quijada

10
Mónica Quijada INDÍGENAS: VIOLENCIA, TIERRAS Y CIUDADANIA En los años de 1806 y 1807 el territorio de Bs As sufrió las «invasiones inglesas, una escuadra de esa nacionalidad ocupó el puerto y tomó la ciudad en un intento por combatir el monopolio comercial del imperio español y adquirir nuevos mercados para la producción británica. En ambos episodios los invasores fueron rechazados y vencidos por milicias locales improvisadas al efecto. Estas tropas fueron organizadas étnicamente por contingentes de españoles, criollos, negros e indios. Los indígenas se incorporaron a partir del apoyo brindado por varios caciques al Cabildo de Bs As , en cuyas sesiones hicieron acto de presencia ofreciendo gente como soldado, q fueron recibidos con agrado Al producirse el movimiento que condujo a la formación de la Primera Junta de gobierno primero y a la Independencia después, los líderes patriotas mantuvieron contactos con caciques indígenas y obtuvieron su apoyo. En las subsiguientes guerras por la independencia, numerosos contingentes indígenas dividieron sus apoyos entre los bandos enfrentados, el realista y el independentista. Este tipo ele participación se prolongaría durante los largos años de anarquía, guerras civiles y enfrentamientos internos q sobrevinieron con posteridad a la Independencia. La facción federal (enfrentada a los centralistas) buscó establecer alianzas con los indígenas. De hecho, estos últimos supieron sacar partido de las luchas intestinas en el seno de la sociedad mayoritaria, y nada temían tanto como el final de las contiendas civiles q implicaría la unión de las fuerzas que antaño estuvieron enfrentadas, y q entonces se mancomunarían para acabar con la autonomía indígena. Los episodios mencionados tienen, un doble denominador común: los hechos a los que se hace referencia son hitos bien conocidos por la memoria colectiva y forman parte del aprendizaje de la histona argentina en todos los niveles de escolarización. Por otro, la participación indígena en ellos ha sido absoluta y sistemáticamente silenciada. La memoria histórica argentina ha vinculado su devenir a la población de origen europeo («criollos de estirpe hispana primero, inmigrantes europeos después), en tanto que la circunstancia indígena se ha reducido a la imagen de un “enemigo” secular conformado por grupos «primitivos y salvajes», cuya desaparición paulatina se habría producido al ritmo del avance bélico de las tropas de la «civilización» sobre las hordas de la «barbarie. 1

description

Mónica Quijada

Transcript of Mónica Quijada

Mnica Quijada

INDGENAS: VIOLENCIA, TIERRAS Y CIUDADANIA En los aos de 1806 y 1807 el territorio de Bs As sufri las invasiones inglesas, una escuadra de esa nacionalidad ocup el puerto y tom la ciudad en un intento por combatir el monopolio comercial del imperio espaol y adquirir nuevos mercados para la produccin britnica. En ambos episodios los invasores fueron rechazados y vencidos por milicias locales improvisadas al efecto. Estas tropas fueron organizadas tnicamente por contingentes de espaoles, criollos, negros e indios. Los indgenas se incorporaron a partir del apoyo brindado por varios caciques al Cabildo de Bs As, en cuyas sesiones hicieron acto de presencia ofreciendo gente como soldado, q fueron recibidos con agradoAl producirse el movimiento que condujo a la formacin de la Primera Junta de gobierno primero y a la Independencia despus, los lderes patriotas mantuvieron contactos con caciques indgenas y obtuvieron su apoyo. En las subsiguientes guerras por la independencia, numerosos contingentes indgenas dividieron sus apoyos entre los bandos enfrentados, el realista y el independentista. Este tipo ele participacin se prolongara durante los largos aos de anarqua, guerras civiles y enfrentamientos internos q sobrevinieron con posteridad a la Independencia. La faccin federal (enfrentada a los centralistas) busc establecer alianzas con los indgenas. De hecho, estos ltimos supieron sacar partido de las luchas intestinas en el seno de la sociedad mayoritaria, y nada teman tanto como el final de las contiendas civiles q implicara la unin de las fuerzas que antao estuvieron enfrentadas, y q entonces se mancomunaran para acabar con la autonoma indgena. Los episodios mencionados tienen, un doble denominador comn: los hechos a los que se hace referencia son hitos bien conocidos por la memoria colectiva y forman parte del aprendizaje de la histona argentina en todos los niveles de escolarizacin. Por otro, la participacin indgena en ellos ha sido absoluta y sistemticamente silenciada. La memoria histrica argentina ha vinculado su devenir a la poblacin de origen europeo (criollos de estirpe hispana primero, inmigrantes europeos despus), en tanto que la circunstancia indgena se ha reducido a la imagen de un enemigo secular conformado por grupos primitivos y salvajes, cuya desaparicin paulatina se habra producido al ritmo del avance blico de las tropas de la civilizacin sobre las hordas de la barbarie. Siglos de intercambios y complejos fenmenos de aculturacin e influencias reciprocas han quedado barridos de la memoria colectiva y de la construccin identitaria nacional. La transicin que va desde la percepcin cotidiana del indgena a su esfumacin absoluta, de la memoria histrica y la identidad de la sociedad mayoritaria hasta consagrar la construccin de una autoimagen nacional definida como de raza blanca y cultura europea, constituye un proceso ideolgico complejo.

La introduccin de dos Sociedades en el territorio argentinoHasta finales dei s1glo XIX el territorio de lo q hoy es la Repblica Argentina estuvo dividido por una lnea imaginaria que separaba dos sociedades distintas: un mundo mayoritariamente blanco sujeto a la jurisdiccin colonial primero y republicana despus. La segunda, donde la presencia blanca era solo espordica y contingente, se mantena autnoma del dominio mayoritario.En el primero de esos mbitos pueden reconocerse dos desarrollos d la interaccin entre la poblacin de origen europeo y los indgenas. Por un lado, en un rea situada al noroeste y que abarcaba parte de las actuales provincias de Salta, Jujuy y Tucumn, se produjo una Integracin temprana de las etnias locales a las formas institucionales de la colonizacin espaola. Se trataba de grupos indgenas de economa predominantemente agrcola, que ya haban sido parcialmente colonizados en poca prehispnica por el imperio Inca, sobre todo a partir de grupos de mitimaes. Este sistema favoreci ms tarde la fragilidad de la resistencia de las etnias locales a los espaoles.Hacia el sur y el este de ese territorio, los colonizadores hispanos hubieron de enfrentarse a una resistencia por parle de grupos indgenas que en poca prehispnica haban permanecido independientes de la autoridad incaica. Esto dio lugar a la configuracin de una frontera blica.Al finalizar el periodo colonial un vasto territorio s haba configurado como na frontera agrcola basado en un sistema de estancias o haciendas, as como de reducciones indgenas y en general en la incorporacin del indio sometido al sistema productivo de la regin. En todos los casos las etnias locales quedaron sujetas a la sociedad mayoritaria en diversos grados de integracin.Entre estos territorios y los ocupados por la sociedad mayoritaria s extendan FRONTERAS INTERIORES: la primera (de este a oeste) desde el sur de Mendoza hasta el ocano atlntico y q aislaba a la Patagonia y parte de los territorios del norte. Al sur de esta lnea se extiende el desierto. La segunda frontera situada al noreste circundando la zona de chaco reducto de grupos indgenas q consiguieron mantener su autonoma hasta comienzo del siglo XX.Las fronteras eran reas de interrelacin en las q s operaban procesos econmicos sociales, polticos, y culturales. Un mundo de criollos, indgenas y mestizos cruzados por multiples lneas de interaccin, aculturacin e influencias reciprocas. Desde la perspectiva indgena la situacin de contacto hizo de la incorporacin de elementos hispnicos no fuera ni inducida ni forzada, sino CONSECUENCIAQ DE UN PROCESO DE SELECCIN PROPIO. El eje principal entre las dos sociedades fue el comercio integrado en los mercados regionales y por parte indgena aprovechando las contradicciones de intereses entre distintos sectores de la colonia y posteriormente de la Repblica. El servicio de las armas desde el siglo XVIII es un mbito tb de comunicacin: los borbones los usaron para defensa de la frontera y el periodo republicano como indios amigos (regalos a cambio de proteccin de las fronteras de indios enemigos).Muchos miembros de la sociedad blanca vivieron en territorio indgena y algunas tribus se establecieron en territorio huinca: los trasvasamientos culturales y las acciones reciprocas fueron multiples y afectaron particularmente a las tribus indias pero tb a los blancos en las fronteras.Se sucedieron periodos de paz y de violencia: en este ltimo las razzias indgenas contra las estancias criollas (malones) combinaban la captura de cultivos con robos de ganado. (Conduccin trasncordillerana a Chile del ganado robado. Proceso de ARAUCANIZACION de las Pampas (a partir del siglo XVII) sustitucin gradual de las antiguas culturas pampeanas por la araucana o mapuche. Tienen lugar difusin de elementos culturales araucanos y esto est relacionado con el proceso de diferencia interna de las sociedades pampeanas: a travs d mecanismos como las relaciones de intercambio y el establecimiento de redes de parentesco tnicas.Durante el siglo XVIII y XIX el viaje a las pampas significo ganados, cautivas y gloria obtenido mediante malones o malocas: ataques sorpresivos realizados a las estancias. El maloqueo era una estrategia y un medio. Desde el ltimo cuarto de siglo XVIII los malones dejaron de ser aisladas y espordicas para convertirse en empresas planeadas en las q a veces participaban distintas etnias.La repblica intento controla la violencia maloquera mediante la asignacin a los indgenas de anualidades en forma de ganado, prendas d vestir, bebidas y vveres pero no siempre evitaron las incursiones a las estancias.La violencia maloquera aumento en la segunda mitad del siglo XIX cuando llegaron al territorio nuevos grupos araucanos empujados por las acciones militares chilenas q entre 1869 y 1881 llevaron a delante la ltima etapa de la conquista de la Araucaria. En el siglo XIX los periodos ms agudos de acometida militar fueron: 1821-22, 1833-34 (Rosas) y 1878-1885, esta ltima fase termino con el sojuzgamiento de las tribus pampeanas y patagnicas. Tb se efectuaron acciones contra los indgenas chaqueos. Este largo periodo de ofensiva milita fue conocido por la sociedad mayoritaria como conquista del desierto, con ella se puso fin a la interaccin de las dos sociedades y al cabo de ella pampas y chaqueos perdieron su autonoma y el control de territorio .La culminacin de la integracin territorial argentina tuvo para la sociedad mayoritaria implicancias en la conformacin como estado-nacin: La eliminacin de las fronteras interiores consolido y unifico el territorio nacional q quedaba sujeto entonces a una nica autoridad y a nico sistema legal y productivo Al finalizar la campana losa indgenas q tradicionalmente habitaban la regin quedaron dentro de ese espacio nacional unificado como consecuencia la cuestin de Qu hacer con el indio? Es decir, la inclusin o no en la nacionalidad estuvo en el primer plano de los debates.

Qu hacer con el indio?El que dos grupos compartan territorio del Estado no conduca a una perspectiva de inclusin. En la segunda mitad del siglo XIX la visin tradicional de algunos indgenas como barbaros se solapo con conceptos del pensamiento occidental decimonnico como el de primitivos: esta conceptualizacin tenia connotaciones, el avance sobre de la civilizacin se crea incontenible y q como formas fsiles vivientes solo podan preservarse en el aislamiento.Pese a saber sobre las complejidades d las sociedades indgenas ha sido hegemnica la imagen colectiva d ellos como grupos nmades y salvajes. La q opinan sobre la cuestin del indio tienen 3 premisas: La necesidad de hacer la guerra total al indio para eliminar definitivamente las fronteras interiores, afirmando la soberana argentina y abriendo espacios a la civilizacin La aspiracin a construir una nacin homognea y moderna El convencimiento de que una condicin sine qua non para cumplir este objetivo era la desaparicin d los elementos retardatarios, es decir, de aquellos grupos humanos q no compartan las supuestas premisas de la vida civilizadaPara fines del siglo XIX lo q se impona era drstica dinmica de exclusin, el interrogante era cuales eran los mecanismos y los limites q daban contenido a esa exclusin La opinin mayoritaria era integrar a los indgenas pero a condicin de q incorporen la vida civilizada asumiendo forzosamente usos, formas reglas y moral. Lo q implicaba anular/borrar identidades y modos de vida especficamente indgenas, eso como precio para concederles derechos de ciudadana.El consenso se rompa respecto al tema de los medios d como lograrlo. el idelogo d la conquista del desierto, militar y poltico lvaro Barros planteaba la necesidad d una guerra ofensiva contra el indio pero defenda su derecho a la vida y a perpetuarse fsicamente, esto lleva a pensar q las fronteras de la exclusin no afectan al indio biolgico sino a su forma tradicional de vida La inclusin asimilacionista es una estrategia q tienen base en el pensamiento ilustrado q concibi una forma de tratamiento de los indgenas de frontera basado en lograr q estos se convirtieran en subditos tiles de la Corona a partir de un procedimiento q combinaba la presin militar con el comercio. En el contexto de la construccin nacional argentina la pulsin asimilacionista s vinculo al problema de la conversin del indio brbaro en ciudadano del estado-nacin.

Ciudadanizacin y poltica de tierrasLa situacin estatutaria y jurdica del indio en el marco del estado-nacin son elementos del debate general. Las leyes de la nacin prescriban una perspectiva territorial de la ciudadana segn la cual el indio nacido en la repblica argentina por la constitucin es ciudadano por el hecho d haber nacido en nuestro territorio La sujecin a un concepto exclusivamente territorial de la nacin contribuyo a la puesta en marcha de un modelo ASIMILACIONISTA que fue llevado a la prctica mediante la aplicacin de diferentes propuestas La escolarizacin de los nios. En 1885 es ley que las flias indgenas que estaban asentadas ruralmente deban enviar a sus hijos de ambos sexos entre 8 y 12 aos La adscripcin inmediata de cada indgena a una situacin laboral para convertirle en un elemento activo de trabajo que contribuya a la riqueza pblica y se reforme asociando su existencia a los centros de poblacin y educando a su flia en los hbitos que la sociedad. Este imperativo no tiene que ver con los intereses de mano de obra barata d la elite porque ella quera inmigrantes europeos.El indio deba trabajar para subsistir y para ello el estado deba darle recursos en ese sentido se orienta la poltica de concesin de tierras. La LEY ARGENTINA DEL HOGAR en conjunto con otras disposiciones estaba destinada al asentamiento de colonias agrcolas pastoriles de base mixta o estrictamente indgenas. Esto se haca mediante la entrega de tierras a grupos de dimensiones diversas que estaban al mando de uno o ms caciques La ley estableca la entrega de semillas, herramientas y animales de cra y de labor para favorecer el asentamiento inicial. Lo mismo se asignaba a los inmigrantes con la diferencia de que estos ltimos adquiran una deuda con el Estado que deban saltar en un nmero de aos, mientras que los indgenas reciban dichos elementos sin cargo alguno.El estado as se quita de encima las vituallas para los indgenas que resultaban costosas y estos se aseguraban un medio de subsistencia, no significa un acto de justicia. De este modo se crearon varias colonias agrcola-pastoriles como por ejemplo la de General Emilio Mitre en La Pampa central habitada en su mayora por indios ranqueles.En los centros urbanos alejados de los territorios recientemente conquistados como la propia Bs As el asentamiento de los indgenas en las nuevas tierras como un primer paso para convertirlos en ciudadanos de provecho fue recibido con entusiasmo y como una muestra de que el avance de la civilizacin era inexorable. La sociedad urbana aceptaba la entrega de tierras a los indgenas pero no dejaba de sealar la enorme distancia evolutiva que separaba a esas formas culturales inferiores del propio y glorioso estadio de civilizacin.Aunque tb en los nuevos territorios no parece inusual la resistencia de la poblacin blanca a los asentamientos indgenas. Esto junto con el planteamiento de CIVILIZACION A MARCHA FORZADA q constitua la respuesta mayoritaria al problema de qu hacer con el indio, fue lo que inspiro el SISTEMA DE DISPERSION por distintos puntos de la Repblica.La aplicacin de esta medida tuvo como resultado la dispersin de grupos familiares indgenas y ello suscito crticas por parte de individuos y de instituciones como la IglesiaA pesar de las crticas el sistema de dispersin contino a lo largo de toda la campaa de la Patagonia. A medida que iba ocupando el nuevo territorio el General Vintter aplica la poltica de dispersin hasta el punto de embarcar tribus completas con destino a Bs As Vitter luego sugiri que las flias aborgenes del Rio Negro fueran distribuidas en aquellos puntos fueran reclamadas por el trabajo y un nuevo gnero de vida. Esto fue bien recibido por Roca y lo puso en prctica: as grupos enteros de indgenas acostumbrados a las nieves y los fros del sur fueron transportados a los climas tropicales del norte y puestos a trabajar en los ingenios azucarero en un rgimen de semi-esclavitud. Pocos sobrevivieron a la experiencia.En la regin nortea del Chaco ltimo escenario de la conquista del Desierto, se utilizo el sistema tradicional de la conquista hispana: establecimiento de misiones. En donde la funcin de los misioneros era mantener al indio constantemente ocupado en tareas de labor y trabajo directamente corporales reservando para ms tarde las tareas espirituales.El recurso de las misiones para el tratamiento de la cuestin indgena fue muy minoritaria en la Pampa y la Patagonia mientras que por el contrario en la ocupacin del Chaco, episodio final de la conquista del Desierto, tales instituciones se convirtieron en los pilares de las polticas aplicadas a las poblaciones aborgenes.El asentamiento de indios en poblaciones se hizo en muchos casos a travs de la entrega de tierras a frailes franciscanos. El poder ejecutivo estaba representado en la misin por un comisionado especial que ejerca funciones militares y policiales y dependa administrativamente del gobernador del territorio nacional A pesar de la concesin de tierras y presupuesto para el establecimiento de misiones, este sistema de asentamiento de indgenas tuvo detractores en la poca: muchos consideraban que no haba medio para civilizar a los indgenas del chaco ms efectivo que su colocacin como trabajadores en ingenios y obrajes y que el sistema de misiones estaba desfasado de una poca en la que era mucho ms lo que poda hacer la escuela el arado y el intercambio as como el mestizaje. Por ello se mantuvo aqu establecer indgenas en colonias como se haca en las tierras del sur.En el largo plazo la poltica de asentamiento en tierras otorgadas en propiedad o en usufructo fue menos exitosa de lo que se espero: parte de esas tierras fue a parar a manos ajenas, por presin permanente de de la poblacin blanca, eran adems parte de la poblacin indgena se incorporo a la sociedad de modo individual en calidad de servidores domsticos, de peones de estancias ganaderas q s fueron estableciendo al ritmo de la enajenacin de las nuevas tierras en los territorios meridionales y como trabajadores sobreexplotados en los ingenios y obrajes del norte. Indgenas varones en cantidad tb fueron enganchados a la polica, el ejecito y la marina con bastante xito de integracin.En el tratamiento legal de la cuestin indgena s dio un juego pendular entre el reconocimiento d una situacin diferencial d precariedad ante los usos y abusos del sistema y el imperativo d ciudadanizar a cualquier precio a los aborgenes hasta alcanzar su total disolucin en la sociedad mayoritaria.La primera tendencia tuvo alguna expresin menor en el estatuto legal de los indgenas y en la cotidianidad se expreso en la permanencia fsica aunque empobrecida del indio como colectivo. La segunda tendencia fue prioritaria en el desarrollo de un imaginario que acabo por eliminar la precepcin consciente de la presencia indgena en el conjunto poblacional.La ciudadanizacin del indio sometido supuso su consiguiente integracin como campesino, peones de estancias o de obrajes, miembros de las fuerzas armadas, efectivos del servicio domestico y otros destinos ms vinculados a la estratificacin de clase que a la diferencia tnica.La ciudadanizacin del indio no significo concederles el reconocimiento como argentinos. Ese reconocimiento lo tenan a priori a partir de su propia condicin de nacidos en el territorio nacional y debido al concepto territorial de nacin que fue caracterstico de la construccin nacional argentina.Lo q la elite discuti y puso en marcha fue el inicio de un PROCESO DE INTEGRACION del indio como ciudadano d la nacin, a partir d la concesin de derechos (posesin de tierras, la adscripcin a situaciones laborales, la escolarizacin) q deban facilitar su conversin simblica y practica desde un estadio d barbarie a otro d civilizacin. La profundizacin d este proceso contribuyo al desarrollo de un imaginario q acabo por eliminar a los indgenas de la construccin identitaria nacional y de la percepcin de su misma existencia

De la integracin jerarquizada al mito de la nacin blancaLa incorporacin aborigen al aparato productivo y a las formas institucionales d la sociedad argentina fue un proceso doloroso q implico la perdida d su cultura y de su estilo de vida y su admisin en la nacionalidad a partir de un sistema de integracin jerarquizada. Wiviorka plantea q una forma de tratamiento d la diversidad s produce a partir de un principio de inferiorizacon q propicia la inclusin del otro a condicin d q esta s realice en los estratos inferiores de la estructura social. La eleccin de una poltica hegemnica de asimilacin del indgena en Argentina decimonnica solo puede entenderse teniendo en cuenta ciertos condicionamientos ideolgicos: Es posible q influyeran las prcticas tradicionales de tratamiento d la cuestin indgena afianzado a lo largo d la poca colonial como la evangelizacin y su incorporacin al aparato productivo y su sujecin al sistema institucional d la colonia. Tradicionalmente el sistema espaol de tratamiento con la diversidad hizo ms hincapi en las diferencias culturales y religiosas q en las diferencias fenotpicas. En la Argentina decimonnica la sociedad mayoritaria continua conceptualizando a los indgenas como barbaros o infieles. La medida de la diferencia est dado por la imagen de atraso cultural y no por la distancia fenotpicoEl rechazo al principio d diferenciacin a favor d una poltica integradora (asociada a un principio d inferioridad) s vinculaba con la importancia simblica q asumi el territorio en la construccin nacional argentina. En ese proceso opera aun un concepto d nacin q s asociada a la patria y esta a la tierra, esta asociacin es antigua en la tradicin cultural hispnica. La independencia s hizo en nombre d la patria o sea el territorio, elementos sobre el cual s define la continuidad d la nacin en el tiempo como su singularizacin de las restantes naciones.TERRITORIO COMO FUNDAMENTO PRIMORDIAL DE LA NACION: esta nocin formo parte del discurso destinado a dirimir el problema de la inclusin y/o exclusin del indio en la construccin nacional argentina. En las propuestas para la asimilacin del aborigen aparecen referencias legitimadoras de la inclusin basada en su pertenencia al territorio patrio.En Bs As a lo largo del siglo XIX a lo largo del siglo XIX surgieron elaboraciones q establecan una continuidad entre el habitante original del territorio patrio y la nacin republicana. Pero con la llegada d los inmigrantes y la ampliacin de la base poblacional debido a esos flujos, fue favorecido el afianzamiento en el imaginario de una auto-percepcin colectiva como nacin blanca de cultura europea y comenz a desaparecer la conceptualizacin q situaba las esencias originales d la nacin en el elemento pre-europeo.Si triunfo la construccin simblica de la argentina como de raza blanca y cultura europea eso est relacionado con q tempranamente las clases dirigentes aspiraron a su construccin porque era el camino hacia el progreso (Alberdi- sarmiento).Se da un doble discurso y eso parece simbolizar la relacin ambigua q la sociedad argentina tiene con el indgena y q s apoyo en construcciones ideolgicas relacionadas entre s: El complejo sistema de interrelaciones y las fronteras como mbito de relacin es escondido tras el concepto de desierto La segunda construccin s refiere al indio: cambia su imagen segn quien a el s refiera lo haga desde una idea abstracta de indio o a partir de una experiencia directa con grupos y caciques.A pesar del proceso de asimilacin de la poblacin nativa la combinacin d las construcciones ideolgicas ha tenido una derivacin: la consagracin en el imaginario colectivo d q la resolucin final d la Conquista del Desierto fue el exterminio de la raza indgena entendida esa expresin en el sentido de su desaparicin por medios violentos. 5