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Maestria

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UNIVERSIDAD SAN PEDROVICERRECTORADO ACADMICOESCUELA DE POSTGRADO

FACULTAD DE EDUCACIN Y HUMANIDADES

Maestra en Educacin

Mencin en Docencia Universitaria y Gestin Educativa

MDULO DE PEDAGOGA UNIVERSITARIA

Autor: Mg. Carlos Caballero Alayo

CHIMBOTE PER

2015TABLA DE CONTENIDOS

PresentacinRecomendaciones MetodolgicasContenidos:Lecturas Preliminares: L-1, L-2, L-3Reflexiones sobre Pedagoga UniversitariaPedagoga Universitaria ContemporneaInnovaciones Pedaggicas

Anexos

PRESENTACIN

Uno de los cinco objetivos prioritarios del Informe Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas es el mejoramiento de la calidad de la educacin superior para el 2020. Propsito utpico o no, lo relevante radica en la urgencia de Investigaciones en el contexto universitario.Diez aos despus de la publicacin de dicho informe y en un pas beneficiado por la cooperacin internacional, resulta particularmente significativo que el Plan de Estudios del programa de maestra de la Universidad San Pedro consigne el curso de PEDAGOGA UNIVERSITARIA, toda vez que los egresados de la Escuela de Post Grado tendrn como lnea de investigacin el hecho educativo en la universidad.Hasta el momento creo haber sustentado la pertinencia del curso, pues al hacerlo, justificamos tambin, implcitamente, la utilizacin de este material, para lo cual recomendamos a cada uno de los maestristas una lectura atenta y cuestionadora de las temticas abordadas. La atencin nos proveer de la capacidad intelectiva; en tanto que el cuestionamiento nos permitir acercarnos a la verdad o al juicio de valor acorde y coherente.

El docente

RECOMENDACIONES METODOLGICAS

El abordaje metodolgico del curso tiene dos fases: una presencial y otra virtual. En la fase presencial, se har uso de metodologas participativas como trabajo en equipo, talleres, exposiciones grupales, Philips 66, etc. En tanto que para la fase virtual se utilizar el correo electrnico con el fin de apoyar los procesos de autoaprendizaje y desarrollo de las competencias propuestas en el slabo.

De esta forma, los maestristas pueden poner en prctica y demostrar los conocimientos adquiridos a travs de los diversos espacios que brindar el docente, as como enriquecer sus aprendizajes mediante el intercambio de ideas y experiencias con sus compaeros.

Del mismo modo, el curso plantea un conjunto de actividades calificadas que le permitirn al estudiante verificar sus aprendizajes respecto a los temas planteados en el mdulo, entre las cuales se considerarn evaluaciones, informes colaborativos, foros de discusin, entre otros.

Fase PresencialLa Fase Presencial siempre se iniciar con la exposicin del docente, con la finalidad de precisar los aspectos ms importantes del material. Adems, al final de cada sesin, el docente expondr en forma sucinta, nuevamente, los conceptos e implicancias en el contexto inmediato. Otro acpite importante en esta fase es la Lectura Individual, la que requiere de parte del maestrista el procesamiento de informacin, punto fundamental en todo proceso de aprendizaje, as la extraccin de los conceptos e ideas ms relevantes asegurar el buen desempeo del estudiante de postgrado. La lectura individual corroborar los contenidos vertidos por el profesor.Asimismo, en esta fase, la planificacin del Trabajo en Equipo servir para desarrollar las actividades propuestas por el profesor. Estas actividades estarn ligadas, no solo a la lectura del material, sino tambin recogern la experiencia de cada miembro del equipo. Este trabajo colaborativo se extender hasta la segunda exposicin grupal, en la que cada equipo en el marco de una sana competencia, expondr los resultados de sus tareas asignadas. La idea de estos trabajos es que todos los miembros participen.En forma individual, cada participante responder un conjunto de preguntas sobre los contenidos expuestos en los materiales.Esta fase finaliza con una evaluacin de todos los contenidos abordados durante la primera sesin as como las ideas centrales del primer control de lectura.

Fase VirtualLa Fase Virtual tiene dos aspectos primordiales. El primero es el foro virtual y la segunda actividad es el levantamiento de observaciones al trabajo final. El foro virtual constituye un espacio privilegiado para la reflexin de los temas relacionados al abordaje metodolgico en la investigacin en Pedagoga Universitaria.

Lecturas preliminares

Primera Lectura (L-1)

En la actualidad el trmino pedagoga resulta un punto de controversia entre educadores, pedagogos y filsofos, ya que es tratada desde diferentes puntos de vista, sin embargo todos apuntados hacia el mbito educativo. Ante ello, diversos son los autores que definen la Pedagoga. As, para Bernal (2002) es un conjunto de saberes que buscan tener impacto en el proceso educativo [] as como en la comprensin y organizacin de la cultura y la construccin del sujeto, es decir, la autora propone una Pedagoga encargada de influenciar el proceso de la educacin.

Tal aseveracin la constatan Ubal y Priz (2009), los cuales instan que la pedagoga se encuentre en el marco de la que opera sobre la identidad de lo educativo, lo que toma significancia al tomar en cuenta a una pedagoga como hilo conductor del quehacer educativo, siendo ste un escenario donde entran en juego entes humanos (docentes y estudiantes) y el conglomerado de saberes cientficos.

As pues, es en esa realidad de lo educativo donde tiene relevante significancia la Pedagoga, ya que sta es o debe ser reflexin e investigacin acerca de la praxis socioeducativa (Ortega, 2005), y ello implica una puesta en accin de elementos conjuntos donde cada integrante del proceso de enseanza-aprendizaje se vea beneficiado ante la adquisicin de los saberes cientficos; lo que se ha de lograr utilizando la Didctica, la cual propiciar los medios adecuados de enseanza y aprendizaje.

Ahora bien, existen autores que toman a la Pedagoga como un arte, debido a que es ella la que propone medios visuales, plsticos, lingsticos y sonoros que apoyan el servicio docente dentro del aula; y como una tcnica, gracias a que es la encargada de emanar los diversos mtodos, procedimientos, recursos y corrientes de pensamiento referidos a la enseanza y al aprendizaje (Bernal, 2002).

Sin embargo, Ubal y Priz (2009) alegan insistentemente que la Pedagoga es una ciencia puesto que teoriza sobre una construccin especfica: la educacin; posee un conjunto de concepciones y de fines previos que, como toda ciencia, no la hacen neutral; y posee una comunidad de profesionales y pedagogos que tienen a su cargo la generacin de conocimientos sobre lo educativo.

As entonces, se ha de ver y concebir hoy en da una Pedagoga, sin duda, intrnseca en el marco de lo educativo, siendo a su vez arte y ciencia de todo lo que concierne a los procesos que integran una realidad escolar dentro del aula y fuera de ella, propiciando as tanto teoras como elementos concretos que ayuden a forjar cada vez mejor un escenario educacional donde sean los y las estudiantes quienes aprendan del saber general de las ciencias.

Fuentes:Bernal, Daisy (2002).Arte y Pedagoga.Departamento de Docencia del Hospital Peditrico Universitario William Soler.

Ortega, Jess (2005).Pedagoga Social y Pedagoga Escolar: La Educacin Social en la Escuela.Revista de Educacin, nm. 336.

Ubal, Marcelo y Priz, Silvia (2009).De qu hablamos cuando decimos Pedagoga?.

Segunda Lectura (L-2)

Nuestra tesis de partida es como sigue: a la pedagoga no se le puede negar su carcter cientfico propio, ni tampoco se le debe quitar la historicidad como punto determinante. La razn es muy sencilla: la pedagoga es, a la vez, ciencia y arte de la educacin. Partimos as del hecho cierto de que la educacin toma esencialmente parte en la historicidad que separa la existencia humana de la animal y queda histricamente determinada en todas sus metas, en sus formas de verificacin y contenidos.Adems, debemos tomar muy en cuenta que toda tarea educativa acontece en el suelo histrico de la actualidad de vida concreta y social, est ya determinada en sus impulsos desde la tradicin, se contempla vinculada o conformada en su realizacin de fuerzas e influjos superindividuales histricamente acuados, se sirve del lenguaje transmitido, se remite a instituciones a su vez histricas, encuentra en horizontes perfilados contenidos espirituales que deben ser transmitidos. Por eso, una pedagoga cientfica en cuanto ciencia del hombre no puede prescindir de su historia.Algo ms todava: tomemos como nuestra la definicin dada por el Dr. Juan Jos Arvalo, cuando habla de la pedagoga, y lo hace en un sentido amplio y profundo. "La Pedagoga afirma Arvalo a diferencia de otros rdenes del saber universal, no puede olvidar ni por un momento la realidad social circundante. Sin confundirse con la medicina ni con la religin (urgencia y trascendencia), la pedagoga recoge el saber de los siglos para aliviar en lo posible la penuria espiritual de las multitudes, en apostlico propsito de convertir la horda en comunidad y el individuo en persona quitando al "yo" zoolgico las speras aristas hasta diluirlo en la onda espiritual del "nosotros". Sin confundirse con la sociologa, la pedagoga supone suficiente comprensin de la economa social contempornea; esa comprensin de lo actual, aliada con la experiencia secular de otros pueblos, se fusiona en la piadosa preocupacin pedaggica, que no es precisamente postura acadmica sino realizacin inmediata en la comunidad.Sin confundirse con la filosofa, la pedagoga supone una visin panormica de pensamiento universal y un criterio propio que permita mirar desde lo alto el camino que se sigue y aconsejarlo con profunda conviccin. Sin confundirse con psicologa, la pedagoga supone a la vez contacto social, constante y avisado con las masas populares, con los jvenes de las escuelas, con la niez de los campos, con los hombres de gobierno, con familias de todas las situaciones y contrastar con frecuencia los propios mediante recursos cientficos, a fin de explorar en todas sus manifestaciones la realidad psquica sobre que se quiere operar.Sin confundirse con la poltica, la pedagoga entraa clara conciencia de los fines supremos de la nacionalidad, cierto conocimiento de los factores que concurren a su vida y no poca sensibilidad y para adivinar las causas de su relajamiento en el engranaje legal y politico vigente. Y compartiendo todo eso, la pedagoga es, adems, lo que no es ninguna de las mencionadas disciplinas, pues por esencia propia ella estudia la naturaleza de la proyeccin espiritual formativa, proyeccin que se verifica de hecho como consejo y previsin que los adultos alojan en la inexperta conciencia de las nuevas generaciones".No obstante, los sealamientos pedaggicos del Dr. Arvalo, reconocemos incluso, que la Ciencia de la Educacin, como ciencia del ptimo alcance de las metas de enseanzas dadas, puede ser por principio utilizada para bien o para mal en funcin de cualquier fin poltico. La Ciencia de la Educacin como instrumento valorativamente neutro, puede estar al servicio tanto del capitalismo, como del comunismo o socialismo; tanto al servicio de la democracia como al de la dictadura. El problema de quin utiliza este instrumento, no es problema cientfico, sino poltico. Ahora bien, el concepto "ciencia" ha adquirido sin duda en la conciencia de la poblacin un significado especial: el significado de la verdad y la objetividad, de aqu que esta palabra se convierta en un efectsimo instrumento en la lucha poltica, en cuanto que es utilizada para vender e imponer programas polticos, bajo la etiqueta de verdad y objetividad cientficas.Despus de lo expuesto, queda claro que el propsito que nos anima no es slo el de dar una introduccin sistemtica a la pedagoga como ciencia y arte de la educacin, sino tambin el de desenmascarar e inutilizar el abuso poltico del que este concepto ha sido objeto.Este breve y simplificado esbozo pone de manifiesto, sin ms, el carcter cientfico, la dimensin histrica y los problemas decisivos de la pedagoga. Pone, tambin, en evidencia, que la historia del problema pedaggico, y slo ella, es por dems fundamental para el descubrimiento de la realidad educativa.Fuente:Manual de Pedagoga. Ezequiel Ander Egg. 2004.Tercera Lectura (L-3)

El carcter decienciao deartede la pedagoga es un dilema que histricamente ha sido objeto de debate. Sobre todo desde que la pedagoga, desgajada de la filosofa, se viste con las ropas de las ciencias experimentales, y en sus desarrollos didcticos pretende dictar prescripciones de carctercientficocomo orientaciones ciertas y universales (o incluso si se plantean como adaptadas a contextos) para el ejercicio de la enseanza.Al hablar dearteno hay que referirse a los conceptos clsicos deartes liberaleso el deartes vulgares, sino a una acepcin muy comn que entiende por arte un saber hacer, un conjunto de habilidades y de conocimientos que nacen de la experiencia prctica y se nutren de ella. Esteartees propio de un oficio (el de maestro), que remite a artesana. Es, en fin, un concepto al que se aproximan acepciones recogidas en el diccionario de la RAE:Virtud, disposicin y habilidad para hacer algo.Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo.Maa, astucia.Este asunto, si la pedagoga esarteociencia, no es cuestin balad, ya que profundizar en ese problema implica abordar sin prejuicios y sin doctrinas comnmente admitidas cuestiones como la de la relacin entre teora y prctica pedaggicas, la formacin del profesorado, la naturaleza del saber-poder pedaggico o la naturaleza de las relaciones maestro-alumnos en la prctica escolar, entre otras.Las inquietudes sobre la pedagoga-cientfica vienen de lejos. Pero el debate, en pleno desarrollo, hunde sus races en el conglomerado de ideas y autores que se importan bajo el rtulo de la Escuela Nueva. En esa amplia corriente ya se introducan la psicologa experimental, lasciencias del nioy las propuestas de metodlogos o pedagogos que alcanzaron fama universal.Posteriormente, desde los aos 40 del siglo XX, con Victor Garca Hoz a la cabeza, una nueva ola deciencismopresidi la pedagoga acadmica espaola. No obstante, esta corriente se vio confrontada (aunque no fuese directamente) por no pocosviejos pedagogoshispanos, entre los que se cuentan Adolfo Mallo, J. A. Onieva, Santiago Hernndez, Virgilio Hueso, etc.Un ltimo exponente de la cuestin se puede decir que es el aplastante triunfo de paradigmas cientificistas a partir de un modo de educacin tecnocrtico de masas, cuyo inicio formal puede situarse en la Ley General de Educacin de 1970, que ha permanecido hasta nuestros das, en continuidad con distintas reformas educativas.Pero los modelos pedaggicos dominantes no lo son por la fuerza de los argumentos. Su hegemona, al menos simblica, su legitimacin o naturalizacin viene determinada por el desarrollo material, las demandas sociales, los procesos de escolarizacin en trminos reales, los espacios y funciones de los que detentan el saber-poder en el campo de lasciencias de la educacin. As, durante los aos 90, se produce en Espaa cierto cambio en los modelos pedaggicos, que son indicativos de un progresivo apoderamiento del cientificismo en la pedagoga. De unos fundamentos organizacionales se pas a otros psicolgicos.Finalmente, conviene sealar tres principios o premisas que permiten poner bajo sospecha tanto lasilusiones psicopedaggicascomo lasilusiones epistemolgicas. Dicho de otra forma: se alerta tanto frente al idealismo pedaggico como a la otra cara de la moneda, la tradicin anti-pedaggica. Aqullas son:Negar el carcter cientfico de la pedagoga no puede entenderse como negacin de la pedagoga como conocimiento, como campo de estudio.Distinguir entre lo que, en este terreno, sonobjetos de conocimientoycomponentesideolgicos.Distinguir entre la reflexin y el estudio (histrico, sociolgico, cultural o institucional, etc.) sobre el complejo y largo fenmeno social de la educacin y lo que son propuestas pedaggicas, normas, metodologas y doctrinas didcticas. Distinguir entre reformas e innovaciones y cambios reales, que pueden coincidir o no.Tales son las principales tesis sostenidas y cuestiones tratadas en la conferencia Pedagoga: arte o ciencia? Un viejo debate inacabado, impartida el 20 de febrero de 2013 por Julio Mateos (Federacin Icaria FEDICARIA), en el Saln de Actos de la EUE de Palencia (Universidad de Valladolid), enmarcada en el II Seminario de Especializacin Docente y Acadmica (octubre de 2012-mayo de 2013), tituladoLa educacin ante la historia, ante s misma y ante el futuro.

Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=n-jGmTRw6OQ&feature=youtu.be

UNIDAD I

REFLEXIONES DESDE LA PRCTICA

REFLEXIONES SOBRE PEDAGOGA UNIVERSITARIA

Agustn GRIJALVA ResumenLos fundamentos de la pedagoga universitaria son la crtica y la creatividad, cualquiera que sea el mtodo o tcnica didctica que el docente adopte. La crtica y la creatividad del docente deben incluso aplicarse a estos mismos mtodos y complementarse con su experiencia e intuicin. Para mejorar efectivamente la calidad de la educacin, la formacin pedaggica debe ser incluida como componente fundamental de la capacitacin y perfeccionamiento docente.La pedagoga universitaria tampoco puede desvincularse de la realidad social, tecnolgica y cultural en que opera, pues estas realidades tienen directa relacin con su sentido crtico y creativo y adems son dimensiones definitorias de los fines fundamentales de la Universidad. El rol pedaggico del docente universitario es fundamental para que los educandos pasen de la asimilacin o uso puramente instrumental de informacin y habilidades a verdaderos procesos de desarrollo del conocimiento que formen profesionales eficientes, tica y socialmente responsables.La pedagoga universitaria en Latinoamrica debe adems contribuir a nuevos desarrollos metodolgicos y tcnicos por los que el esfuerzo cientfico u otros procesos de conocimiento desarrollados en la universidad respondan a los urgentes problemas de la realidad regional. Esta respuesta es incluso condicin metodolgica para la produccin original de ciencia y otras formas de conocimiento en la universidad latinoamericana.Palabras claves: Creatividad, crtica, didctica, pedagoga

RFLEXIONS SUR LA PGAGOGIE UNIVERSITAIRE

Les fondements de Ja pdagogie universitaire sont la critique et la crativit, quelle que soit la mthode ou la technique didactique adopte par le professeur. La critique et la crativit de l'enseignant doivent mme s'adapter a ces mthodes et se complter grce a son exprience et a son intuition. Pourrellement amliorer laqualit de l'ducation, la formation pdagogique doit tre l'lment central de la formation et du perfectionnement des professeurs.La pdagogie universitaire doit rester lie a Ja ralit sociale, technologique et culturelle dans laquelle elle s'insere, tant donn que ces ralits sont en relation directe avec son sens critique et sa crativit. En outre, ces dimensions sont celles qui permettent de dfinir les buts principaux de l'universit. Le role pdagogique de l'enseignant d'universit est fondamental pour que les leves passent de l'assimilation ou de l'usage purement instrumental de l'information a de vritables processus de dveloppement des connaissances qui permettent la formation de spcialistes efficaces, thiquement et socialement responsables.La pdagogie universitaire en Amrique Latine doit en outre contribuer a l'apparition de nouvelles approches mthodologiques et techniques pour que l'effort scientique, ou d'autres processus de connaissance dvelopps au sein de l'universit, rpondent aux problemes urgents de Ja ralit rgionale. Cet lment est mrne une condition de type mthodologique pour obtenir une production originale en sciences, ou autres formes de connaissance, au sein de l'universitlatinoamricain. Mots cls : Crativit, critique, didactique,

REFLECTIONS ABOUT UNIVERSITY PEDAGOGY

Critique and creativity are the basis of university pedagogy within any method or technique employed by faculty members. Professorial critique and creativity must be applied to the pedagocical methods themselves, which should become complementary to professors experience and intuition. As a consequence, pedagogical training of university faculty should be included in order to effectively improve the quality of education.University pedagogy must also be linked to social, technologcal and cultural contexts. These realities have direct relationshp with a critica! and creative sense which is essential to the university as an nstitution. The pedagogical role of profesors is crucial to enable students generate a true process of developing of knowledge and not just assimilation or instrumental use of information or ski lis. In this sense, adequate pedagogy helps to generate efficent professionals who are ethically and socially.responsible.University pedagogy in Latn Amerca must also contribute to new methodological and techncal development based on local scientific endeavors and other academic efforts. These should respond to urgent problems present in the local and regional reality. This response is a methodological condition for original scientific production and other forros of knowledge in Latin American universities.

Key words: Creativity, critique, didactic methods, pedagogy.

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INTRODUCCINCircula por all la idea de que en las universidades latinoamericanas se encuentran frecuentemente profesores sabios que son, al mismo tiempo, psimos maestros. La paradoja no debera sorprender si consideramos que en nuestra regin se tiende a considerar la pedagoga y el perfeccionamiento docente como materia exclusiva de la educacin de prvulos y adolescentes. En la universidad, por obra y arte de la rutina y quiz de la vanidad, se da por descontado que el que sabe de una disciplina puede ensearla y el que quiere puede aprenderla inclusoa pesar de sus maestros. Personalmente no logro entender cmo puede ser ms difcil el que un nio aprenda a escribir que el que un adulto domine, por ejemplo, el mtodo cientfico en una determinado campo. Se trata de situaciones distintas, pero en ambas el aprender y el ensear son procesos complejos merecedores por igual de atencin y esfuerzos creativos.Sin embargo, y en contraste, siempre han existido maestros que han vuelto la conciencia sobre su propio quehacer. Algunos han llevado al extremo la crtica considerando que ensear es un "acto contra natura", mientras que aprender por s es acto normal y digno del hombre. Le hace aos esta incendiaria frase al inicio de un artculo sobre autodidactismo, escrito por una maestra: Gabriel a Mistral (1964 ). Ella, a su vez, haba tomado la idea de los escritos de otro maestro, alguien que haba enseado por medio siglo: Don Miguel de Unamuno. Recuerdo que el artculo elogiaba la brillante voluntad, entusiasmo y libertad del autodidacto contrastndola con el gris ambiente autoritario que, lamentablemente, a veces inunda los salones de clase. Quiz estos dos insignes maestros exageran, vistos desde hoy, en su reaccin a la enseanza vertical de su poca, quiz opacan su propia y larga labor de maestros en el afn de sealar el sentido protagnico que debe tener el aprendizaje. Quiz el autodidacto es tan buen alumno porque es tambin un excelente maestro de s mismo y, por ello, el ltimo fin de un verdadero maestro es hacer de su alumno un autodidacta.

De todas maneras en nuestros das se tiende a revalorizar y redimensionar el rol del docente. Hoy hemos visto pasar numerosos cuestionamientos pedaggicos y didcticos por nuestras aulas y universidades y volvemos a hablar deel valor de educar, de los peligros de un falso aprendizaje espontneo, del riesgo cierto de formacin hueca y dbil que puede dejar tras de s la ausencia de un maestro orientador y motivador (Savater, I 997). Empero, aquel escepticismo estratgicamente saludable de los maestros Unamuno y Mistral sigue siendo vlido: es posible ensear y, sobre todo, cmo es posible hacerlo de la mejor forma? Porque, paradjicamente, estas preguntas, si la docencia ha de ser algo valioso, no pueden jams evadirse o separarse. No slo los especialistas en educacin deben reflexionar sobre cmo se ensea y cmo se aprende, somos quienes enseamos los que, incluso para dar verdadero sentido al trabajo de aquellos y, por supuesto, al nuestro, debemos volver la vista no slo sobre lo que enseamos sino sobre cmo enseamos. Slo entonces podremos saber si lo estamos haciendo bien e, incluso, si lo hacemos en absoluto.Ensear es una pasin, una virtud, casi una actitud, cuyo nico sentido es el aprendizaje del otro. No recuerdo ningn verdadero maestro, ni creo que lo haya, que no se alegre ante el progreso y la creatividad de sus alumnos, cuando sabe que los ha propiciado. Para ello es necesario observar aguda y permanentemente aquel progreso y aquella creatividad, sus mecanismos, trabas y posibilidades. El autntico docente, an sin los sofisticados instrumentos conceptuales del especialista en educacin, es y debe ser un tenaz observador y estudioso de cmo se aprende y cmo se ensea. Estos no son slo procesos a observar sino preguntas a realizarse cotidianamente. Las respuestas a tales interrogantes, empero, han venido a hacerse cada vez ms complicadas. Diversas y a veces contrapuestas metodologas, desconcertantes recursos tecnolgicos, inditos horizontes sociales y econmicos parecen tornar a veces aquellas preguntas en complicados enigmas. Las preguntas difciles, empero, como sabemos quienes enseamos o buscamos hacerlo, no tienen la vocacin de derrotarnos sino la de sacar nuestras mejores capacidades de respuesta.En este artculo, por supuesto, no podemos ms que bosquejar algunas reflexiones sobre tan graves problemas. El valor primero de estas lneas es el de la provocacin, y su fuente no es la formacin de un especialista en educacin sino la vivencia de algunos aos en la ctedra, algunas lecturas y sobre todo aquel escepticismo creativo mencionado al inicio de este escrito. Para hablar de lo que ms hemos vivido, nos centraremos en la enseanza-aprendizaje en el nivel universitario.

Exploraremos primero la nocin e importancia de la pedagoga universitaria, para luego relacionarla con la investigacin y los cambios econmicos, tecnolgicos y culturales que hoy la desafan, especialmente en el contexto ecuatoriano y andino.

NOCIN Y NECESIDAD DE UNA PEDAGOGA UNIVERSITARIA

Aunque definir es, paradjicamente, siempre tomar el riesgo de excluir caractersticas que pueden ser definitorias, la amplia y rica nocin que Arturo Andrs Roig nos trae sobre pedagoga universitaria es especialmente til; dice el profesor Roig (1998):"La pedagoga universitaria podra ser definida diciendo que es la conduccin del acto creador, respecto de un determinado campo objetivo, realizado con espritu crtico entre dos o ms estudiosos, con diferente grado de experiencia respecto de la posesin de aquel campo."Reflexionemos sobre algunos elementos de esta nocin. Respecto al carcter creativo y crtico de la pedagoga universitaria habra que decir que ella deja fuera de las aulas universitarias el memorismo mecnico y el autoritarismo docente. No hay universidad donde slo se producen repeticiones de repeticiones: profesores que repiten textos, alumnos que repiten lo que dicen o escriben los profesores y evaluaciones de esta capacidad de repeticin mediante exmenes. Este proceso no produce conocimiento sino mera transmisin temporal de informacin incomprendida y muchas veces intil. Segn los datos disponibles en 1994, en las universidades ecuatorianas los mtodos activos, a excepcin del taller, son poco usados. Prevalece la exposicin magistral (Rodrguez, 1994).El conocimiento, por el contrario, no es mera informacin sino una actividad, un "estado del entendimiento" construido activamente por el sujeto que conoce, sobre la base de anteriores conocimientos y con la mediacin de categoras lingusticas, culturales y sociales. En este marco, el docente es un efectivo coordinador y colaborador en el proceso de conocimiento del estudiante (Ander-Egg,).Cuando el maestro Roig se refiere a "dos o ms estudiosos con diferente grado de experiencia" se refiere a una relacin entre docente y dicente en que se destaca esta labor mutuamente creativa de generacin de conocimiento. Es mutua porque los recursos e innovaciones pedaggicas no dependen slo de los maestros; tales cambios pueden tener un efecto nulo si los estudiantes no pueden o quieren contribuir en ellas (Silvio, 1988). Es creativa porque, avanzando mucho ms all de la reproduccin mecnica de informacin, busca su fuente y destino en el ser humano; su objetivo es, en las palabras de Jos Ingenieros: "formar hombres" (Roig, 1998).En efecto, la mayora de las nuevos enfoques pedaggicos, plantean el desarrollo de capacidades especficas en los educandos. Para la pedagoga basada en el mtodo cientfico como mtodo didctico, por ejemplo, el objetivo pedaggico es formar profesionales capaces de hallar soluciones serias a los problemas de la sociedad en Ja que viven. El propsito no es repetir teoras sino poder rechazarlas, aplicarlas crticamente o crear otras nuevas para resolver problemas concretos (Jaramillo, 1999). En este caso, por ejemplo, el docente requerira un adecuado conocimiento no slo de su campo profesional sino del mtodo cientfico. La inclusin de este mtodo como recurso directo del currculo replantea la tradicional relacin entre docencia e investigacin. Ya no se trata de que la docencia se alimente con resultados de la investigacin, sino de estructurar dicha docencia en torno a la lgica misma de la investigacin.Pero la universidad no puede ni debe aspirar a formar slo intelectualmente. Adems de un saber de lo que es hay tambin un deber ser moral y un deber ser social al cual el docente universitario debe atender si se pretende realmente potenciar las capacidades humanas de los educandos y no slo formar profesionales con ciertas capacidades tcnicas (Roig, 1998). De hecho, no se puede jams renunciar a esta dimensin tica y social pues todo acto pedaggico necesariamente, de forma ms o menos implcita o explcita, las incluye. El ignorarlas slo suele esconder la enseanza del conformismo, el cientificismo, la falsa neutralidad, en el fondo una falta de espritu crtico que mina las propias bases de la universidad.Cul es la pedagoga universitaria que puede responder a estos desafos de formacin intelectual, tica y social? Para comenzar, opino que no existe una panacea pedaggica. Existen decenas de mtodos y tcnicas que enfatizan, sea en el programa, en los educandos o en su capacidad de transformacin social. Cada enfoque tiene ventajas y desventajas (Forero & Gonzlez). Corresponde alas instituciones universitarias y al propio docente enriquecer, mediante una seleccin coherente de mtodos y tcnicas, su propia experiencia pedaggica. Una didctica muy til para la enseanza de una disciplina puede no serlo para otra (Silvio, 1998). Una tcnica aplicable en un contexto puede ser ineficiente en otro. Adems, no se trata de que el docente se convierta necesariamente en experto pedagogo, su recurso a la pedagoga es o debe ser funcional, es decir acorde a las necesidades concretas de su docencia, a lo cual debe aadirse el asesoramiento permanente de pedagogos profesionales (Silvio, 1998). Es esta docencia, por cierto, la principal fuente para aprender cmo ensear, pues de su ejercicio diario puede extraer tambin el docente, mediante la observacin y la intuicin, las capacidades no slo tcnicas sino interpersonales y diramos artsticas que implica la enseanza. (Savater, 1997). Creo, en definitiva, que los mtodos deben en cada caso ajustarse a las disciplinas, fines y condiciones concretas, aunque criterios generales como los del auspicio de la crtica y la creatividad deben siempre estar presentes.En segundo lugar, cualquier mtodo o tcnica pedaggica requiere ser usada efectivamente para ser fructfera. Una exposicin magistral bien lograda, lo cual exige sobresalientes capacidades didcticas, puede ser mejor recurso pedaggico que recursos ms innovadores como el trabajo en grupos o el seminario, cuando stos son organizados de forma desastrosa. Esta es, al menos, la experiencia de innumerables estudiantes. Un uso adecuado de la exposicin magistral, empero, puede ser ms adecuada a nivel del pregrado que del postgrado, donde el seminario debera prevalecer. Los mtodos en s no nos aseguran nada si no los usamos adecuada e incluso creativamente.A propsito del postgrado, hallamos aqu una nueva paradoja. El nfasis en la importancia econmica del conocimiento ha llevado tambin a destacar el del postgrado, pues all se debera generar la innovacin cientfica y tecnolgica. El postgrado, empero, tiene tambin como propsito formar docentes universitarios. Sorprendentemente, en esta formacin el componente de capacitacin pedaggica suele ser marginal o estar totalmente ausente, al menos en la universidad ecuatoriana.

Por supuesto, la capacitacin en mtodos y tcnicas pedaggicas es slo un componente de la formacin y el perfeccionamiento docente. A la capacitacin pedaggica debe agregarse la actualizacin en la disciplina especfica del docente y la permanente articulacin de su trabajo a la concepcin y ejecucin de los planes acadmicos generales (Rodrguez, 1994).Tambin merece aclararse que la calidad de la docencia universitaria est vinculada a muchos otros factores como los recursos de los programas, el crecimiento de la matrcula, las polticas de admisin, la remuneracin y tiempo de dedicacin de los acadmicos (Rodrguez, 1994).Al evaluar la situacin de la pedagoga universitaria en Ecuador, el ConsejoEcuatoriano de Universidades y Escuelas Politcnicas (1994) expresa:

"Las prcticas de enseanza y aprendizaje son a menudo rutinarias y memorsticas. Al carecer de informacin actualizada, docentes y estudiantes repiten conocimientos tcnicos obsoletos. Gran parte de la informacin que aprehenden los estudiantes tiene poco contacto con la realidad.En algunas carreras, se ha 11egado a una excesiva parcelacin del saber, Jo que dificulta que los profesionales egresados puedan adaptarse a las rpidas fluctuaciones de las demandas que se realizan en campos profesionales afines."

Pese a su importancia para una verdadera reforma, la formacin y perfeccionamiento docente son marginales en la vida universitaria ecuatoriana. En 1994 slo un 38,1 % de docentes universitarios reciban capacitacin "permanente", entendida sta como eventos de capacitacin realizados en promedio cada 1,5 aos y que, en general, no significaron cambios cualitativos. Un 33,3 % nunca recibieron tal capacitacin y un 28 % la recibieron espordicamente (Rodrguez, 1994).

2. EL VALOR DEL CONOCIMIENTONo existen universidades fuera de la sociedad; un poco de historia enseguida nos revela que sta siempre ha influido sobre los objetivos, intereses y acciones de la universidad. En Latinoamrica la universidad ha sido marcada sucesivamente por modelos como el desarrollista y el dependentista. El presente no es la excepcin. Las crisis fiscales latinoamericanas han generado, a su vez, una crisis de Ja universidad pblica y un incremento de universidades privadas e incluso de la educacin universitaria a distancia. Lo que se ensea y cmo se ensea, obviamente, ha sufrido el impacto de las exigencias del mercado laboral, de las necesidades de las empresas privadas y del redimensionamiento del sector pblico.Hoy, es tambin ya un lugar comn el valorar el conocimiento como un factor productivo. Se ha reiterado hasta el cansancio la importancia actual de la ciencia y la tecno- loga en la economa y, por tanto, el rol de la universidad en la produccin. Sin embargo, el conocimiento es mucho ms que un factor productivo, pues sus complejas funciones en la sociedad le imputan un valor en trminos de apreciacin colectiva (Albornoz, 1992). La dimensin compleja y multifuncional del conocimiento es pedaggicamente relevante porque lo que se ensea y aprende y cmo se ensea y aprende no puede estar dictaminado exclusivamente por el mercado. Aunque launiversidaddebe tambin considerar al mercado al disearse a s misma, sus ideales y compromisos son ms amplios y complejos pues abarcan la formacin humana, la equidad social, la sustentabilidad y la cultura.

Frente al mercado, la universidad corre grandes riesgos y tiene tambin grandes oportunidades. Uno de los riesgos es noasumir el mundo, darle las espaldas a la realidad, que es una forma embozada de someterse a ella en lugar de transformarla, y dejar a la universidad sin respuesta, alelada o recitando una retrica intil frente a la realidad econmica. Defender el sentido humanista, tico y social de la universidad no significa negarle la necesidad imperiosa de incorporrse al ritmo, aceleracin, competencia y calidad que la economa y los cambios sociales imponen (Roig, 1998). Esta incorporacin, sin embargo, no puede ser ni pasiva, ni acrtica, ni puede reducir a la universidad a simple empresa de provisin de recursos humanos para el sector privado.Por su propio carcter crtico y creativo y en vista de su afn de formar seres humanos y contribuir positivamente a la sociedad, la Universidad no est slo para adaptarse al mercado sino para colaborar en la transformacin de ste y de la sociedad en su conjunto. Siendo el conocimiento, es decir el trabajo humano calificado, tan importante en la produccin, el rol de la universidad puede ir ms all del simple aumento de la productividad. En la relacin universidad-empresa, por ejemplo, el tipo de profesionales que la universidad provea puede contribuir no slo a una mayor produccin sino tambin a una dinmica de las empresas sensible a la participacin, las tecnologas sustentables y la equidad.Un efecto particularmente perverso que el mercado puede operar sobre algunas universidades, especialmente privadas, es el de su total mercantilizacin, su reduccin a empresa. En lugar de propiciar mayor eficiencia profesional y desarrollo investigativo, la persecusin de ttulos universitarios como puros smbolos de status para acrecentar ingresos puede marginar el compromiso de la universidad con el conocimiento y la excelencia. Esta mercantilizacin puede destruir lo que son condiciones pedaggicas bsicas, disminuir escandalosamente tiempos de estudios, reducir niveles de ingreso y condiciones de egreso, proveer informacin puramente utilitaria; ahorrar, para aumentar ganancias, en la inversin en docentes, bibliotecas, laboratorios y dems personal e infraestructura necesaria. Sistemas efectivos de acreditacin son fundamentales para controlar la calidad de la educacin universitaria.Los recursos pedaggicos que se usen o no se usen en la universidad pueden contribuir mucho a la formacin de profesionales acrticos, individualistas, puramente funcionales y productivos o profesionales no slo eficientes sino crticos y creativos, imbuidos de una valoracin de los intereses de la comunidad y del pas en que vi ven, que no slo se ajusten y cumplan tareas productivas sino que realicen valiosos aportes en su trabajo mediante sus capacidades profesionales y humanas. En otras palabras: los perfiles profesionales y acadmicos que la universidad puede efectivamente generar dependen de una serie de complejas condiciones entre las cuales no es posible olvidar la pedagoga universitaria y en general la capacitacin docente.

3. USO PEDAGGICO DE NUEVAS TECNOLOGASLa enseanza programada y el uso de tecnologa informtica en la educacin presentan, como todos los modelos educativos, ventajas y desventajas. Algunas ventajas del uso de programas informticos consisten en su adaptacin al ritmo del estudiante y en las posibilidades de ordenacin de la informacin y de evaluacin inmediata, as como en la familiarizacin con estas tecnologas. Entre las desventajas estn la relacin, de todas formas mecnica, del alumno con la mquina, lo cual limita tanto el ejercicio crtico como lo que puede ser enseando por este medio, as como la socializacin a nivel interpersonal. Las dificultades econmicas de acceso a esta tecnologa pueden ser tambin un problema (Forero & Gonzlez).Pero adems, estas nuevas tecnologas plantean nuevos problemas sobre la cantidad y calidad de informacin. Hoy ms que nunca la informacin puede convertirse rpidamente en una inmanejable avalancha y apoyar o distorsionar la enseanza y el aprendizaje. El desarrollo de la informtica y las comunicaciones hace que los estudiantes tengan mayores posibilidades que antes en la recopilacin de un mayor volumen de informacin. Es esencial proveer a los educandos de las condiciones para que desarrollen las habilidades para manejar los instrumentos que les permitan este acceso. Quien hoy no maneja Internet, correo electrnico, discos compactos, bases de datos, programas informticos adecuados a su rea, etctera, soportar, simplemente, una abrumadora desventaja comparativa en sus. investigaciones y estudios en general.Por otro lado, la cantidad y desigual calidad de la informacin accesible por estos nuevos medios requiere un mayor afinamiento de la capacidad crtica, criterios adecuados y creativos para evaluar su pertinencia y para organizar y asimilar estas fuentes. En Internet, por ejemplo, no slo se produce una ruptura del tiempo que acelera el acceso a informacin, sino adems una ruptura del espacio que crea el permanente riesgo del desajuste de esa informacin con el contexto del alumno. Si toda la informacin que circula por los nuevos medios tecnolgicos, aunque ms voluminosa, actual o sofisticada que antes, no es procesada por el alumno con el apoyo del docente, el aprendizaje no se produce, pues tal aprendizaje no se reduce a una compilacin de informacin electrnica, por ms amplia que fuere. Este criterio me parece fundamental para que, paradjicamente, las nuevas tecnologas no nos lleven de regreso -o nos mantengan- en el modelo pedaggico tradicional de transmisin y acumulacin acrtica de informacin.Para el docente estas nuevas tecnologas son por tanto un desafo. Hoy la revista ha sido ya desplazada como la fuente ms reciente, pues la informacin en lnea y las bases de datos le han ganado la carrera en la provisin de informacin. La presentacin de informacin en el aula puede ser realizada por sofisticados medios tecnolgicos, lo cual puede facilitar pero no asegura el aprendizaje. En definitiva, si al docente le corresponde buscar las estrategias ms adecuadas para posibilitar el acceso al conocimiento por parte de los alumnos (Raza, 1999), ciertamente las nuevas tecnologas han complicado esa bsqueda, aunque bien utilizadas puedan mejorar en muchos casos los resultados. Esa complicacin tambin exige mayor formacin pedaggica y didctica de los docentes.A parte de su valor didctico, el otro gran problema al que nos enfrentan estas nuevas tecnologas es el de la reiteracin de la inequidad social. Pese a su potencial democratizador, bien sabemos que el acceso a estas tecnologas es muy desigual, lo cual puede contribuir a aumentar la brecha en la calidad educativa entre las universidades que cuentan y no cuentan con tales recursos, entre lo que pueden y no pueden hacer los docentes en estas instituciones. Las polticas nacionales de desarrollo tecnolgico deberan considerar y modificar tal situacin.

4. PEDAGOGA UNIVERSITARIA Y CULTURAPara cumplir con su misin social, la universidad debe comunicar a la realidad nacional en la que vive con el mundo, pero debe tambin responder a esa realidad nacional y local. No es necesario recurrir a nacionalismos o fundamentalismos para mantener esta insercin nacional, que enriquece a la universidad con sus mejores tradiciones culturales (Roig, 1988). Tal insercin contribuye por cierto al desarrollo de una pedagoga universitaria que responda concretamente a la realidad que nos circunda, una suerte de antdoto contra el desarraigo acadmico y cultural. Un primer compromiso con la propia realidad que es condicin de su capacidad de transformarla.Si se admite que el conocimiento siempre requiere una mediacin lingustica, cultural y conceptual (Ander-Egg, ) las ciencias, incluso las naturales y exactas, no pueden ni deben ser estudiadas de forma absolutamente idntica en todo tiempo y lugar. La universalidad y abstraccin del mtodo cientfico, no lo libra de la constante confrontacin con lo particular y lo concreto de las realidades a que se aplica. Por otra parte, no todo conocimiento ni todo saber se desarrolla por esta va metodolgica, como en el caso de la Filosofa y las Artes.El autoexilio intelectual de nuestros acadmicos es no slo un problema cultural, sino epistemolgico y pedaggico, en cuanto constituye un obstculo al desarrollo del conocimiento en la regin. Orlando Albornoz (1992), por ejemplo, nos plantea la imposibilidad de que la universidad latinoamericana, y especialmente su nivel de postgrado, produzca nuevo saber mientras no independice su agenda acadmica de la de los pases desarrollados y recree su propia mecnica del saber -destrezas y habilidades para hacer ciencia- acorde a sus intereses. Es imperativo abordar en forma cientfica nuestros propios problemas, desde una agenda y tcnicas propias. Albornoz aclara que tal proceso no cuestiona la globalizacin conceptual de la ciencia, sino el reconocimiento de que sta puede partir de realidades empricas diversas.Un ejemplo muy interesante de esta saludable, y yo dira entraable, conexin entre terruo y academia, lo hallamos en las potencialidades del dilogo entre los mtodos y ciencias occidentales y los saberes tradicionales andinos. Una experiencia que conozco personalmente al respecto, por ser parte de su planta docente, es la de la Universidad Andina (organismo creado por la Comunidad Andina de Naciones). En esta Universidad se ha instaurado un dilogo a nivel de postgrado entre medicina occidental y tradicional; tambin en programas de maestra como los de Letras, Estudios Latinoamericanos o Derecho, la dimensin de lo andino ha ido ganando espacio en los programas y en las inquietudes de docentes y educandos de varios pases de la regin.

Referencias citadas

ALBORNOZ, Orlando, 1992 - La mecnica del saber. La Produccin de conocimientos en Amrica Latina y el Caribe. In: Villegas, Abelardo: Posgrado y Desarrollo en Amrica Latina: 37-51; Mxico: Unin de Universidades de Amrica Latina.ANDER-EGG, Ezequiel, La Planificacin Educativa.FORERO, Enrique & GONZLEZMENDEZ, Heriberto, - Enfoques Metodolgicos en EducacinSuperior. Antropogoga Profesional. s/a.JARAMILLO, Manuel, 1999- Lalnvestigacin Cientfica como Medio de Enseanza-Aprendizaje en la Educacin Universitaria. Enfoques, Revista de Docencia e Investigacin Universitaria, 1: 45 - 50; Quito: Pontificia Universidad Catlica del Ecuador.MEC-CONUEP, 1994-Misin de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI. Conclusionesy Propuestas, ; Quito.MISTRAL, Gabriela, 1964-Algo sobre AutodidactismoJn: Enciclopedia Universitas, tomo 15; Barcelona: Salvat Editories.RODRGUEZ, Jaime, 1994 - La estructura de los programas de pregrado en las universidades y escuelas politcnicas. In: MEC-CONUEP, Misin de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI, volmen V: 39-58; Quito: Calidad Acadmica en la Educacin Superior.RODRGUEZ, Nelson, 1994 - La estructura de los programas de postgrado en las universidades y escuelas politcnicas.In: MEC-CONUEP, Misin de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI, volmen V: 59-124; Quito: Calidad Acadmica en la Educacin Superior.ROIG, Arturo Andrs, 1998 -La Universidad Hacia la Democracia, 338p., Mendoza: Ediunc. SAVATER, Fernando, 1997 -El Valor de Educar, 222p.; Barcelona: Ariel.SIL VIO, Jos, 1998 - Ideas pare! Desarrollo de la Formacin y el Perfeccionamiento Pedaggico de Docentes de Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe.In: UNESCO, Formacin Pedaggica de Docentes de Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe; Caracas: Cresalc.VILLEGAS, Abelardo (compilador), 1992-Postgrado y Desarrollo en Amrica Latina, Mxico: Unin de Universidades de Amrica Latina.

Actividades Los(as) alumnos(as) leen detenidamente el material propuesto y, a partier de la reflexin conmjunta desarrolan las siguientes actividades.

Expliquen la expression En Latinoamrica hay eruditos que no son profesores. Formulen ejemplos de acuerdo a las diferentes disciplinas universitarias.Elabora un cuadro comparativo sobre las ventajas y desventajas del uso de los medios informticos al trabajo universitario.Redacta una reflexin sobre el planteamiento de Orlando Albornoz sobre la imposibilidad de los pases latinoamericanos de crear nuevo conocimiento, en tanto no se independice el modelo latinoamericano.Cul es la postura del grupo sobre las experiencias compartidas en torno a la Universidad Andina? Consiras viable tal experiencia en nuestro pas? Por qu?

UNIDAD IIHORIZONTES CRTICOS Y PERSPECTIVAS DE LA PEDAGOGA UNIVERSITARIA

Pedagoga Universitaria Contempornea en la Perspectiva del DesarrolloHumano: Sus Horizontes Crticos.

Angel Delgado Torres

Abstract

A systematic framework for analysis is proposed to facilitate deliberations. It highlights the principal subsystems to be taken into consideration, such as missions entrusted to higher education institution in Colombia, structures, organizational culture, their system of curriculum development that characterize their Mission and Vision.

The paper emphasizes the fact that these subsystems closely interact with an environment marked by a series of phenomena including democratization, globalization, fragmentation, progressive encroachment by the new information and communication technologies, students aspiration for material comfort, decent living and more responsible solidarity and interiority.

At this dawn of the 21st Century, Colombia, higher education needs to develop a forward-looking quality management that will nurture high quality products to be used in promoting the continent's development in a spirit of equity and responsible solidarity.

A higher educational institution may be considered as a system composed of interacting subsystems that could depend, in several respects, on a larger entity but which can also influence such an entity in a relatively conscious and voluntary manner.

The need for major role of university pedagogy is so real, specially from social and human development points of view. Higher education is one of the most durable forms of education. Universities have a long history and one in which their continued survival and, frequently their flourishing, is a remarkable story. It is doubtful if they have been through more difficult times over their many centuries than at present.

Much of the emphasis of this memory is to look at how our Colombian university pedagogy should adjust in order to function effectively, in this new century. A major role for higher education in this period will relate to its contribution to education as a whole.

In a fundamental sense, the requirement to adjust is true of all areas of education, as the various sectors, institutions and systems try to cope with unprecedented challenges. We will not understand the needs of higher education in a vacuum, but as part of an interconnected system where the changes in one part intimately affect all the other parts.

It is worth taking a little time to consider the impact of change on education and the ways in which the area as a whole seeks to respond. To assess realistically the contribution of university pedagogy to the development of education systems as a whole demands a careful look at the needs of those systems.

Key Words: University Pedagogy, higher education, knowledge and understandings, and also the new paradigms, cognition, comprehension and human development.

Resumen

Una prospectiva para el anlisis del futuro de la pedagoga universitaria facilitar las orientaciones y profundizacin de las deliberaciones que se hagan al respecto. Esto orientar los principales subsistemas a considerar, relacionados con la calidad y veracidad de la misin de las Instituciones de Educacin Superior en Colombia, su estructura funcional, la cultura organizacional, y el sistema de desarrollo curricular que caracteriza su Visin y su Misin.

Esta memoria enfatiza en el hecho de cmo estos subsistemas interactan estrechamente con un ambiente caracterizado por una serie de fenmenos que incluyen democratizacin, globalizacin, fragmentacin, progresiva imbricacin en nuevas tecnologas de informacin y comunicacin, aspiraciones de los estudiantes por un mayor nivel de bienestar y solidaridad.

En el despertar de este nuevo milenio, las necesidades de desarrollo de la educacin superior colombiana visionadas desde un manejo cualitativo capaz de nutrir una produccin de alta calidad que promueva la capacidad de desarrollo Latinoamericano en un espritu de equidad y solidaridad conceptuadas con mayor grado de responsabilidad social.

Una institucin de educacin superior puede ser considerada como un sistema compuesto de subsistemas cuya interaccin puede depender, en varios respectos, que puede influenciar grandes entidades de manera voluntaria y en un proceso de relativa conciencia para el cambio.

La necesidad de una mayor evolucin de la pedagoga universitaria es real, especialmente desde la perspectiva de su compromiso con lo social y el desarrollo humano. La educacin superior es una de las formas ms antiguas de la educacin. Las universidades tienen una larga historia caracterizada, en general, por un creciente xito. No obstante, nos preguntamos si sta ha tenido tiempos tan exigentes en materia de su calidad de formacin de los seres humanos, como en poca.

El mayor nfasis de esta memoria es observar cmo nuestra pedagoga universitaria colombiana debe realizar ajustes para ganar mayor efectividad en su funcionamiento en el presente milenio. La mayor contribucin de la educacin superior en este perodo est relacionada con su capacidad de contribucin al desarrollo de la educacin colombiana conceptuada como un todo.

En un sentido fundamental, los requerimientos para estos ajustes es verdadero para todas las reas del currculo, como lo hacen los diversos sectores, instituciones y sistemas en su esfuerzo por nivelarse al ritmo de los cambios sin precedentes en otras pocas. No se conceptualizan las necesidades de la pedagoga universitaria en escenarios inexistentes, sino como una parte interconectada en un sistema donde los cambios en algn sector afectan la integridad de todo el sistema.

Es realmente muy valioso disponer de un espacio de tiempo para reflexionar sobre el impacto del cambio en la educacin y las diferentes vas por las cuales el rea, como un todo, busca generar respuestas apropiadas. Para evaluar en una forma real la contribucin de la pedagoga universitaria al desarrollo del sistema educativo como un todo, exige observar cuidadosamente las necesidades que presentan todos esos sistemas que integran el desarrollo.

Palabras clave: Pedagoga universitaria, educacin superior, conocimiento y comprensin, nuevos paradigmas, comprensin, cognicin y formacin.

Introduccin

Muchas veces se ha sealado la tremenda paradoja referida a la universidad como centro del conocimiento y de la investigacin, siendo ella misma una de las instituciones menos investigadas y peor conocidas de la sociedad contempornea.

La universidad, cuna y fuente de la ciencia y de la tecnologa, aplica muy poco del saber que produce para evaluar y transformar sus propias actividades educativas.Por qu? Por algn motivo la docencia universitaria es una actividad muy conservadora, que reproduce sus ritos y algoritmos dcada tras dcada, resistindose al cambio a tal punto que se ha llegado a decir que hacer cambios en las universidades es como remover cementerios.

Cuando se intenta abordar el estudio de innovaciones pedaggicas en la educacin universitaria Latinoamericana, se observa que es muy poca la informacin disponible sobre la pedagoga universitaria. Si bien es indudable que muchas de las universidades pblicas y privadas tienen una historia rica en experiencias, iniciativas y logros que han ido definiendo su bagaje y su perfilAcadmico, son muy pocos los testimonios y menos los informes de estudios sistemticos realizados para dar cuenta de ellos y de su impacto.

La comunidad acadmica de nuestro pas, en general, recoge y escribe poco de lo que hace, y publica mucho menos; es el caso de la pedagoga universitaria donde tambin se comprueba que muchas y buenas experiencias se han guardado en el silencio del olvido.

A diferencia de aquello que sucede en el campo de la educacin bsica, que en los ltimos aos ha sido tema de un nmero creciente aun cuando todava insuficiente- de estudios, eventos y publicaciones, la realidad de la educacin universitaria casi no ha sido objeto de estudio sistemtico, reflexin colectiva y menos de publicaciones seriadas.

En este contexto, se podra especular que la pedagoga universitaria est todava por perfilarse y tomar cuerpo como campo de investigacin y disciplina de conocimiento, comprometida ampliamente con el desarrollo humano significativo y solidario y capaz de mostrar horizontes verdaderos para el desarrollo personal, desde el cual la autoestima de los profesionales egresados los convierta en agentes dinmicos para la investigacin cientfica y el avance de las tecnologas bsicas al desarrollo de nuestros pueblos.

Este articulo plantea, en su estructura ms general, algunas preguntas como punto de partida tendentes a la bsqueda de un proceso de reflexin sobre el cometido central de la pedagoga universitaria, y fundamentalmente sobre su compromiso con el desarrollo del hombre Colombiano y Latinoamericano.

Entre estas preguntas estn: Por qu y para qu son necesarias las innovaciones pedaggicas en la educacin universitaria? Qu condiciones de los cambios son fundamentales para generar una innovacin pedaggica? Cmo surgen las innovaciones pedaggicas? Cules polticas y estrategias institucionales promueven el desarrollo y aplicacin de innovaciones pedaggicas en la educacin universitaria? Qu tipo de innovaciones en las pedagogas universitarias potencian el desarrollo curricular, evaluativo, investigativo y de extensin a la comunidad? Qu exigencias de carcter universitolgico soportan la hiptesis de la necesidad de una pedagoga para reflexionar la pedagoga, una metapedagoga?

El neokantismo represent una enrgica pedagoga capaz de orientar al hombre, de transformarlo segn un ideal, que no fue otro que el ideal kantiano de una humanidad cosmopolita. La concepcin neokantiana del hombre como realidad cultural implica que el verdadero desarrollo personal est en la conformacin del hombre a los ideales; en el ajuste de los comportamientos a las normas, al debe ser hecho; normas que, a su vez, tienen una validez universal. Lo biolgico, lo instintivo tiene que estar sometido a lo superior, al ideal. La libertad no es espontneidad, no es apetito, no es capricho, sino reflexin y educacin, es decir, conformacin activa por valores universales, Ortega (1940)

Esta filosofa de la cultura y de la educacin que promueve la bsqueda de lo objetivo, de lo universal, de lo genrico, le pareci a los filsofos y pedagogos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX el sistema de pensamiento que poda orientar la solucin de los problemas educativos de Europa..

En contraste con esa cultura, en Amrica Latina an predomina lo espontneo, lo subjetivo, los particularismos y los sectarismos que han conducido a perder las energas en enfrentamientos internos, en gestas solitarias y en deshacer unos lo que otros han hecho; de ah la lamentable situacin de varios de los pases Latinoamericanos, incluyendo a Colombia, por supuesto.

La meta es la transformacin de la realidad colombiana en el sentido de alcanzar unas formas de cultura donde el desarrollo de las comunidades sea lo prioritario y naturalmente donde la universidad, en su funcin de agencia cultural, investigadora, formadora de profesionales capaces de compromiso con las necesidades reales y futuras de la sociedad, sea la misin soportada por una pedagoga universitaria capaz de movilizar la institucin en la sociedad del saber, de las nuevas tecnologas de informacin y comunicacin, y en la era de los sistemas computacionales.

En el proceso para alcanzar esa transformacin cultural es donde se sita la educacin. Los latinos llamaban eductio o educatio a la accin de sacar una cosa de otra, o la accin de convertir una cosa menos buena en otra mejor. Un concepto de educacin que tenga su raz en educatio, el cual en nuestros das es bsicamente aceptado; entiende por educacin el conjunto de actos humanos que tienden a transformar la realidad dada en el sentido de un ideal.

Docencia Universitaria, un Concepto en Reconceptualizacin Permanente?

En la dcada de 1980 a 1990 se reconoci en Amrica Latina que la funcin docente universitaria implica, adems de los procesos de enseanza y aprendizaje que se dan en la sala de clases, un conjunto complejo de procesos y acciones que incluyen: la formulacin de polticas docentes, la definicin de concepciones curriculares, la definicin de los perfiles profesionales y del campo ocupacional de los egresados, la seleccin de los estudiantes, la evaluacin y supervisin de los aprendizajes y del proceso educativo en su conjunto y, naturalmente, el perfeccionamiento y actualizacin de los profesores.

Posteriormente, y como resultado del intercambio y la sistematizacin de experiencias de universidades latinoamericanas, se reconocen los siguientes siete rubros de la gestin de la docencia:

La gestin del currculo: comprende el desarrollo curricular (concepcin, perfiles, planes de estudio, programas o slabos, evaluacin y actualizacin de perfiles, planes y programas) y la accin pedaggica (metodologas centradas en el estudiante, integracin entre teora y prctica, focalizacin en el aprendizaje).

Gestin de asuntos estudiantiles: tareas asociadas a la atencin del estudiante en su paso por la universidad (difusin de programas, seleccin, registro y control de avance individual, orientacin y tutora vocacional y personal, otorgamiento de certificados, grados y ttulos, determinacin de calendarios y horarios, apoyo a actividades extraprogramticas, apoyo a organizaciones estudiantiles, bienestar estudiantil).

Gestin de personal docente: tareas propias del desarrollo del cuerpo docente (criterios de contratacin, procesos de seleccin, definicin de carga horaria, perfeccionamiento pedaggico, evaluacin del desempeo y carrera acadmica).

Gestin de los recursos materiales: determinar las necesidades, asegurar la disponibilidad y lograr el buen uso de los recursos de infraestructura, de equipamiento y de apoyo para la docencia.

Gestin de recursos de informacin: especificar las demandas y lograr el acceso y uso de los recursos de informacin (bibliotecas y recursos informticos, acceso a redes interactivas -telfono, correo electrnico- y de sistematizacin de informacin bases de datos).

Gestin del funcionamiento administrativo y de organizacin de apoyo a la docencia: aplicacin de mtodos de planificacin, administracin y evaluacin organizacional.

Planificacin y evaluacin global de la docencia: gestin globalizada de la docencia (definir polticas, metas, responsabilidades, normas y reglamentos, evaluacin de la funcin docente).

A estos siete rubros debe agregarse la gestin de la investigacin para la docencia, como actividad transversal y permanente, indispensable para proveer los conocimientos que permiten innovar y tambin para validar los procesos y procedimientos en relacin con cada uno de los rubros mencionados.

Cabe preguntarse si la pedagoga universitaria est implicada en cada uno de estos rubros de la gestin docente, entre los cuales la accin pedaggica propiamente tal est considerada slo como un aspecto del primero de ellos: la gestin del currculo.

En la visin actual de la docencia es muy difcil separar los aspectos curriculares y didcticos de los referidos a la gestin y la administracin, en la medida que todos ellos inciden sobre la naturaleza y efectividad de los procesos de enseanza y aprendizaje y tienen sustento en un enfoque pedaggico, ya sea que ste sea explcito o no.

La comprensin holistica de la funcin docente llev a una nueva definicin de la calidad de la docencia universitaria, en la cual se adoptan ciertas dimensiones y componentes comunes; pero a la vez se concluye que su concrecin y evaluacin debe darse de acuerdo con los valores y criterios de excelencia acadmica propios de cada institucin. El contexto institucional es reconocido como un factor crucial de la calidad, por ello, en los aos siguientes se otorga una importancia creciente a los procesos de autoevaluacin y de acreditacin institucional.

Por otro lado, el concepto de docencia universitaria tambin ha cambiado en los ltimos aos como consecuencia de las nuevas demandas del contexto econmico y social a los egresados de la educacin superior y por el rpido desarrollo y generalizacin de las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin.

Las nuevas exigencias del mundo del trabajo y de la convivencia social, obligan a repensar los planes de estudio, con nfasis en la formacin de personas creativas y capaces de seguir aprendiendo y renovndose. A la vez exige que se sustituya el modelo de docencia centrado en la clase expositiva tradicional, por otro en el cual los alumnos acceden a un sistema diverso y complejo de informacin y comunicacin multimedia, en el cual se combinan situaciones presenciales y no presenciales, en tiempo real y en tiempo diferido.

La Declaracin Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI de la UNESCO contempla en sus diversos artculos los siguientes desafos para una docencia universitaria proyectada para el siglo que comienza:Creacin y adaptacin permanente de programas de formacin de profesionales en respuesta a las necesidades presentes y futuras.Funcionamiento de un sistema para el aprendizaje permanente con flexibilidad en los tiempos y rutas de formacin profesional y post profesional.Evaluacin constante de la pertinencia social de los programas y actividades formativas.Funcionamiento de programas y oportunidades para el aprendizaje en el trabajo o compatibles con la actividad laboral, as como mecanismos de evaluacin y reconocimiento de conocimientos adquiridos en el trabajo.Servicios de apoyo al estudiante, considerado como el centro de las actividades docentes.Renovacin curricular, didctica y de mtodos y medios para el aprendizaje con base en el desarrollo de la pedagoga.Elaboracin de materiales didcticos consistentes con los nuevos enfoques didcticos, y Funcionamiento de un sistema de evaluacin de los aprendizajes, entre otros.

Los retos y lineamientos aprobados en Pars en 1998 tienen un contenido genrico y universal, los cuales necesitan ser adecuados a la realidad concreta de cada pas. Qu significado particular deben tener, estos retos y lineamientos, para la Amrica Latina? Cul es el rol que necesitan desempear las universidades Colombianas en el contexto actual? Cmo se expresa la definicin de este rol en el mbito de la pedagoga universitaria? Es necesario reconocer, reflexionar y delimitar el aporte que la pedagoga universitaria puede hacer a la realizacin de las grandes tareas nacionales, entre las cuales es necesario destacar: la consolidacin de una identidad nacional pluricultural; la superacin de la exclusin y de la pobreza extrema; la construccin de una convivencia democrtica sustentada en la tica y en el ejercicio de deberes y derechos; el desarrollo cientfico y tecnolgico; el crecimiento de la capacidad productiva y el mejoramiento de la calidad de vida y la superacin del conflicto interno y de las diversas formas de violencia que azotan a nuestra nacin.

Es necesario considerar la disyuntiva que se plantea frente al proceso de la globalizacin y el cmo enfrentarlo, entendida sta, como lo dijeron los Ministros en Sintra, Portugal, como un proceso amplio, contradictorio, heterogneo y profundo de cambio en las relaciones entre sociedades, naciones y culturas que ha generado una dinmica de interdependencia en las esferas econmica, poltica y cultural en las cuales se desenvuelve el actual proceso de mundializacin(Sintra, 1998).

Igualmente, es indispensable reconocer en profundidad la existencia de este proceso de globalizacin como un hecho de la realidad que se inscribe con fuerza en la historia contempornea, y quiz estar presente por mucho tiempo en el futuro de la humanidad. Es una evidencia que no podemos soslayar, y frente a la cual debemos pensar estrategias que favorezcan el autntico desarrollo de nuestras universidades.

Buscar respuestas alternativas en la pedagoga universitaria, innovadoras y creativas, es quiz el gran desafo que tiene la regin en el marco de la globalizacin y el futuro. Desarrollar la persona humana de manera integral, incluir las competencias de distinta naturaleza (personales, de autoaprendizaje permanente, de interaccin social, de conocimientos y tcnicas o instrumentales, investigativos y de gestin profesional), hechas actualidad en cada persona, adecuada a las necesidades y expectativas educativas existentes en la comunidad, es otro de esos desafos.

Estamos entrando en una nueva era, la era del conocimiento, o mejor la era de la sociedad del conocimiento. La sociedad del conocimiento es el producto combinado de tres fuerzas maravillosas e implacables: las comunicaciones, el saber y el computador. La revolucin del saber es el motor principal de la nueva era.

Si en dcadas anteriores la influencia transnacional no pareca ser un asunto prioritario para la pedagoga universitaria y la calidad de la educacin, hoy el mapa de las competencias humanas y culturales de las generaciones que estamos formando se define desde la aldea global en la cual se ha convertido, se visiona y se concepta el mundo.

Resulta evidente que en el mundo contemporneo ya se sienten los cambios que indican el nacimiento de una nueva etapa histrica la cual ya estamos transitando, y difcilmente puede ser definida hoy da con toda claridad por la magnitud de los cambios en cuestin. Uno de ellos, y quiz el de mayor importancia para este tema, es la tendencia a caracterizar con mayor precisin cul es el sentido que debe prevalecer en las orientaciones generales de dichos procesos.

Se trata de la pedagoga universitaria y de la filosofa educativa que oriente explcitamente hacia el tipo de persona y sociedad justa, democrtica y equilibrada que buscamos con nuestras acciones.

Las nuevas formas de integracin econmica, la supuesta apertura de los mercados de todo tipo, la influencia educativa y de las recientes tecnologas de comunicacin e informacin, entre otras, han producido nuevas realidades sociales y demogrficas, las cuales han establecido nuevos compromisos a la pedagoga universitaria y al conocimiento, subrayando los conceptos de exigibilidad, si la visin se dirige a la denominada globalizacin de la cultura.

En los ltimos tiempos, la educacin ha experimentado cambios numerosos y especficos en los contextos local, regional y nacional. De diversas maneras, la diversificacin de las estructuras universitarias, los programas y las formas de estudio, y las enormes restricciones financieras estn influyendo poderosamente en la misin de los quehaceres de la vida universitaria.

La pedagoga est abordando encuentros frontales con los calificados desafos de su tropiezo a diario, los cuales corresponden a las marejadas de un mundo que se transforma. An cuando se observan progresos en muchas esferas de las actividades humanas, los problemas del mundo hoy son graves y tenaces.

...se observa una serie de procesos simultneos y algunas veces contradictorios de democratizacin, mundializacin, regionalizacin, polarizacin, marginacin y fragmentacin. (UNESCO, 1995) Todos ellos inciden en el desarrollo de la educacin y exigen de sta respuestas adecuadas. Los imperativos actuales del desarrollo econmico y tcnico tienen tanta importancia para el desarrollo humano sostenible que las exigibilidades a la pedagoga universitaria son cada vez mayores.

La bsqueda de soluciones a los problemas derivados de estos procesos depende de la pedagoga, y especficamente a la pedagoga universitaria. La calidad de la educacin superior se ha convertido en una preocupacin fundamental en el mbito generalizado de la pedagoga. La satisfaccin de las necesidades de la sociedad y las expectativas que suscita la formacin de profesionales, depende en ltima instancia de la calidad del personal docente, de los contenidos que se manejan, de los estudiantes tanto como de las infraestructuras y de los medios universitarios.

La segunda mitad del siglo XX pasar a la historia de la educacin como un perodo de gigantesca expansin y transformaciones cualitativas. Estamos viviendo una poca en la cual sin educacin e investigacin pertinente y satisfactorias no podr aspirarse a ningn progreso compatible con la calidad de las necesidades, que son cada vez mayores y ms exigentes. Toda educacin en su conjunto est llamada a ajustarse y responder mejor a las exigencias de los tiempos en los cuales las nuevas oportunidades van acompaadas de nuevos desafos y conmociones.

El final del siglo XX nos dej claro que la pedagoga universitaria est obligada a examinarse nuevamente, con miras a sus relaciones con la sociedad, su estructuracin institucional y su organizacin curricular, tanto de los modelos metodolgicos que est empleando como de los conceptos de antropologa y epistemologa que est desarrollando.

Estas y otras circunstancias son inherentes a la universidad como lugar de formacin y relacionan el rol de los educadores con las preocupaciones actuales de la sociedad colombiana. Es indispensable, en consecuencia, ahondar la reflexin y ganar mxima apertura posible, para que los profesores universitarios tengamos mejor conciencia de pas y de continente.

Las aceleradas transformaciones que producen los avances de la ciencia y la tecnologa, la inmediatez en las comunicaciones, la abundancia de informacin, la calidad de nuestra pedagoga y el nivel de conocimientos que estamos manejando en el aula convocan a evaluar nuestra competencia profesional.

En realidad, vivimos una etapa de turbulencias y cambios que disean un tiempo de incertidumbre sobre el futuro inmediato. El futuro se perfila con un alto nivel de requerimientos para la poblacin en su conjunto, considerndose el conocimiento como el principal factor de desarrollo (Bar, 2000).

Es indispensable que la educacin desarrolle una conciencia crtica sobre este fenmeno condicionante de las percepciones que las personas y los grupos sociales tienen sobre la realidad, desarrollando competencias de lectura y un anlisis crtico de los medios de comunicacin e informacin.

La educacin, los desafos del desarrollo de su calidad, su equidad y gestin participativa llaman a reflexionar acerca de qu y cmo hacer para que nuestra educacin genere mayores y mejores niveles de sintona con los relevantes cambios que tienen lugar en el mundo actual y, a su vez, posibilite y oriente, en la medida de sus posibilidades, el desarrollo de stos.

No hay que olvidar que hace ya mucho tiempo Jos Mart advirti que es criminal el divorcio entre la educacin que se recibe en una poca y la poca. Por dcadas el sistema pedaggico universitario se fue separando de las demandas reales de la sociedad, entre otras razones, por la escasa vinculacin de sta con el desarrollo de la comunidad y de los sistemas productivos. Las reformas universitarias educativas que tienen lugar en la regin buscan saldar esta ruptura histrica y todos los esfuerzos deben orientarse a superar este dramtico divorcio.

La pedagoga universitaria necesita cumplir una serie de funciones en los nuevos contextos vinculados al desarrollo. Hoy se pide, entre otras cosas, una nueva ciudadana para los contextos polticos de creciente participacin y apertura. Una formacin bsica que ofrezca fundamento para la integracin social y la insercin en nuevos y cambiantes ambientes productivos. Una educacin que afirme crticamente los valores de la propia cultura e identidad, a la vez que permita una apertura a los procesos de integracin y mundializacin en curso.

Esto implica una universidad renovada e innovadora, que trabaje con un currculo pertinente a su propia realidad, considerando la perspectiva de grados crecientes de complejidad (local, departamental, provincial, nacional, regional), con una accin pedaggica consecuente con lo que se quiere lograr.

Frente al desafo de la globalizacin actual, en relacin al desarrollo de la competitividad, la pedagoga debe estar signada por los valores de la solidaridad y la hermandad como una respuesta de las instituciones universitarias que tienen la posibilidad de cambiar el rumbo de sus historias, humanizndolas.

Se ha discutido ampliamente qu se entiende por calidad de la educacin con igualdad de oportunidades. Este concepto puede ocultar discriminaciones si no se toman en cuenta los diferentes puntos de partida del proceso de aprendizaje, porque los estudiantes presentan diferentes saberes previos al llegar a las aulas universitarias.

Segn afirma Cullen (1992) el verdadero punto de partida de todo aprendizaje es aquello que ya saben los estudiantes, tal como lo haba explicado Ausubel en su teora del Aprendizaje Significativo, es necesario conocer ese marco previo para poder desencadenar estrategias socio-educativas que promuevan la verdadera igualdad de oportunidades.

Para afirmar que se ha logrado igualdad de oportunidades en el punto de llegada, las personas debieran tener las mismas posibilidades de poder desempearse con eficacia en todas las dimensiones de la vida. Ahora bien, la necesidad de poner el acento en la calidad y equidad del trabajo universitario como lo seala Filmus (1995), evidencia por una parte, el deterioro que atraviesa el sistema educativo en las ltimas dcadas y por otra, el grito de las poblaciones que no han alcanzado ciertas competencias, conocimientos y valores que la educacin promete; y todos ellos, generalmente en un estado desesperante de miseria y abandono, reclaman mejoramiento.

En el Primer Estudio Internacional Comparativo, realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluacin de Calidad de la Educacin en un grupo de pases de esta regin, se puso de manifiesto que la calidad de la educacin est asociada ntimamente a factores tales como el clima universitario, las condiciones sociales y econmicas de la familia, su nivel de escolaridad sobre todo el de la madre, y el compromiso educacional familiar; la atencin educativa temprana de los nios; la disponibilidad de libros de texto y materiales de trabajo.

Asimismo, el grado de satisfaccin del profesor universitario con su labor, los aos de experiencia, la calidad de su formacin y la posterior superacin, y una supervisin de gestin, rendimiento profesional e investigativo que sea percibida como adecuada en el desarrollo de los horizontes de los profesionales que est formando.

Como es comprensible, no puede lograrse calidad y equidad educativa sin la adopcin de polticas que dirijan sus acciones a la potenciacin de todos los factores asociados que influyen decisivamente en el proceso educativo. Una calidad y equidad de la educacin que no se limite a la produccin de conceptos, habilidades y capacidades, sino aquella que posibilite la integracin de los valores propios que caracterizan las diferentes profesiones puestas todas ellas al servicio del desarrollo comunitario.

Una pedagoga universitaria que no sea slo responsabilidad de los centros de educacin superior, sino aquella donde estn inmersos todos los factores comprometidos en su concepcin, en su proceso de desarrollo y en sus resultados: el alumno, su familia, el profesor universitario y la comunidad educativa, los diferentes estamentos directivos universitarios y el microcosmos institucional, las autoridades pblicas y el macrocosmos social, las organizaciones polticas, laborales y sociales integrantes de la sociedad y los medios de comunicacin. En otras palabras, la calidad y equidad de la educacin universitaria implican participacin en su diseo y gestin por parte de los actores incluidos.

Una calidad y equidad de la educacin universitaria a la cual tengan acceso todos los educandos, sin discriminacin de ningn tipo, como reflejo de un deber y un derecho de todos, que surja de una oferta amplia del servicio educacional, de la participacin de todos los ciudadanos, ser promotora de paz.

No se puede hablar, por lo mismo, de una calidad educativa que se caracterice por su elitismo, donde la concepcin del hombre y el profesional que es necesario formar, el proceso para su desarrollo y el resultado esperado est impuesto por grupos tecnocrticos o polticos cerrados. La participacin democrtica en los diseos y gestin de los sistemas educativos es un imperativo de la calidad y equidad educativa universitaria.

La calidad y equidad de la educacin que se exprese en los cambios cualitativos generados en las formas de pensar, sentir y actuar de la comunidad, en los efectos positivos evidentes de las acciones educativas en cada individuo y en el grupo de individuos que la forman, est elevando la visin del desarrollo humano sostenible, prioridad central de la pedagoga universitaria.

Se trata es de una concepcin pedaggico-universitaria con calidad en la educacin, capaz de formar profesionales, que comprenda los desafos que tiene la humanidad ante s, con arraigados conceptos ticos y morales que estn asociados a lo mejor del desarrollo de s misma y su sociedad, que domine los recursos de la ciencia y la tcnica contemporneas y que est en capacidad de actuar con competencias y valores propios a estas circunstancias, que le permitan trascenderse y hagan que ella sea un sujeto constructor protagnico y no un objeto de la historia.

Se observa, segn lo anterior, cmo los retos y exigibilidades a la pedagoga vienen desde distintos frentes. Es indispensable revisar toda esa gama de conceptos, principios y contenidos que denominamos discurso pedaggico. El establishment y las rutinas persistentes en aquello que sera el rea de la pedagoga universitaria no es suficiente ni ha podido responder a las exigencias de la sociedad.

Sin embargo, diversas propuestas pedaggicas que se podran denominar clsicas, por ser estructurales y visionarias, en trminos del ascenso del hombre, tienen alternativa y son posibilitadoras, obviamente, si las actualizamos en su discurso y en sus tendencias, como es el caso de Rousseau, si lo analizamos con un semitica sin prejuicios.

Eisner, (1981) dice que la mayora de las lecciones ms importantes que los alumnos aprenden en la universidad no estn integradas en el currculo explicito. El propsito de la pedagoga universitaria no se restringe a las conductas manifiestas, a los resultados a corto plazo, ni a los resultados previsibles o previstos en el programa. Los efectos secundarios y a largo plazo son tanto o ms significativos que los inmediatos o planificados.

La educacin superior necesita ms capacidad de respuesta a los problemas generales y especficos con los cuales se enfrenta la humanidad y a las necesidades de la vida econmica y cultural. Necesitamos mayor pertinencia de la pedagoga de la enseanza a la especificidad de los problemas regionales, esa es la misin de la misin de la pedagoga universitaria.

Cmo podemos desde el currculo universitario contribuir al cambio socioeconmico y a la promocin del desarrollo humano sostenible? Cmo podemos los profesores universitarios, y en particular la pedagoga y el conocimiento contribuir a la organizacin de la sociedad moderna, y participar de modo ms estrecho en actividades encaminadas a reducir la pobreza, proteger el ambiente, mejorar la organizacin de los servicios sanitarios y la alimentacin, fortalecer los principios de la sociedad civil y crear otros niveles y formas de educacin? Cmo puede la pedagoga universitaria adaptarse a los cambios del mundo del trabajo y de la cultura? En sntesis, cul es o cul debera ser la funcin de la pedagoga universitaria en la sociedad presente y futura?

La enseanza tiende a transformarse en un sistema de escolarizacin de masas a medida que las economas modernas pasan a utilizar de modo ms intensivo el conocimiento y necesitan, por lo tanto, mayores competencias en los seres humanos que constituyen la fuerza de trabajo. El mundo del trabajo est experimentando una transformacin radical, y gran parte de los conocimientos especficos que adquieren los estudiantes durante su formacin profesional pierden rpidamente actualidad.

Es necesario considerar prioritarios los cursos que contribuyen al desarrollo de las capacidades intelectuales de los alumnos y les permitan adaptarse razonablemente a los cambios. Los cursos que desde la escuela primaria trabajan sobre el desarrollo de cualidades para el espritu de iniciativa y de empresa y la capacidad de adaptacin, producen excelentes resultados en el desenvolvimiento de los ciudadanos, como lo han demostrado diversos estudios. Es necesario atender mejor al desarrollo personal del alumno, adems de su preparacin para la vida.

Cada casa de estudios superiores por si sola no puede generar estrategias para garantizar la calidad y neutralizar todas las diferencias que acosan a la vida regional y nacional, pero tambin es cierto que en la visin y misin de cada institucin de educacin superior, en particular, la calidad y la visin de futuro son sus ms exigentes variables.

Sabemos que el proceso pedaggico es un proceso social y como tal tiene que ser visualizado en el contexto de esa funcin asignada en un momento histrico determinado, en el cual est definido el perfil del ciudadano y el proyecto de pas al cual se aspira.

El proceso de globalizacin que tiene lugar en el mundo actual es la consecuencia de un desarrollo nunca visto antes, tanto por sus adelantos como por el ritmo en que se presenta, pero que de hecho expresa tambin la necesidad de un uso y control social de esos progresos, en funcin de la preservacin de la humanidad y la continuidad de la vida.

La idea integracionista viene desde el fondo de la historia. Los siglos compartidos, los procesos de liberacin que han vivido los pases, constituyen un mandato de unidad que se debe recuperar en momentos en que el mundo marcha hacia una unidad fundamental, que no necesariamente representa nuestros propios intereses. Mediante el proceso de integracin de los pases de Amrica Latina, rescataremos la propia memoria cultural que poseemos y que muchas veces se olvida como trasfondo histrico de nuestras identidades.

La integracin supone, por lo mismo, la identificacin clara de los intereses que son comunes, porque no slo basta el legado histrico, que sin duda se posee y que se presenta como un imperativo histrico. Es necesario, adems, identificar esos intereses y parmetros comunes de beneficios para los pueblos, que los impulsen efectivamente hacia una integracin latinoamericana, no slo en el campo educacional universitario, sino en otras esferas de la vida de las sociedades imbricadas (Ottone, 1998)

La renovacin y mejoramiento del discurso pedaggico son una responsabilidad que nos concierne a todos los profesores universitarios. Es necesario convocar los principales interesados: padres, profesores, estudiantes, empresarios, partidos polticos, iglesia, medios de comunicacin, sindicatos, y asociaciones profesionales, tanto para adquirir conciencia de las exigencias pedaggicas universitarias de la actualidad como para estudiar las alternativas viables de solucin.

Una de las constantes en una visin de la pedagoga universitaria y el conocimiento en este siglo, es la necesidad de favorecer el desarrollo de los conocimientos y competencias para la formacin en valores, principios ticos, capacidades intelectuales, habilidades instrumentales y favorecer el acceso a la informacin socialmente necesaria para desempearse con eficiencia en los diferentes mbitos de la vida social.

Entonces, constituye una prioridad el desarrollo de capacidades pedaggicas centradas en los esfuerzos para el logro de horizontes que atiendan a la calidad de los resultados educativos, el mejoramiento del ambiente y de las condiciones de aprendizaje. El profesor universitario es el actor principal en el proceso de mejoramiento de la calidad educativa, es el nexo entre los procesos de aprendizaje de los alumnos y las modificaciones en la organizacin institucional. Las r