MODULO VI Desarrollo Competencias. (1)

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Desarrollo de competencias para la intervención Módulo VI ANA MARÍA MILÁN M. Psicóloga. Postítulo Terapia de Pareja Sistémica en el Instituto de Terapia Familiar de Santiago. CLAUDIA REYES Q. Asistente Social, Universidad de Concepción. Master en Justicia Criminal, Washington State University. Ph. D. en Ciencia Política, Washington State University. Académico y Coordinadora de Extensión y Comunicaciones de la Escuela de Trabajo Social, Pontificia Universidad Católica de Chile.. Material de apoyo / Educación a distancia Diplomado en intervención con adolescentes infractores de ley con consumo problemático de drogas, alcohol y/o problemas de salud mental, estrategias de intervención para Trabajadores Sociales ORGANIZAN: Facultad de Ciencias Sociales UC, Escuela de Trabajo Social Vicerrectoría de Comunicaciones y Educación Continua UC

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Mdulo VI

    ANA MARA MILN M.

    Psicloga.

    Posttulo Terapia de Pareja Sistmica en el Instituto de Terapia Familiar de Santiago.

    CLAUDIA REYES Q.

    Asistente Social, Universidad de Concepcin.

    Master en Justicia Criminal, Washington State University.

    Ph. D. en Ciencia Poltica, Washington State University.

    Acadmico y Coordinadora de Extensin y Comunicaciones de la Escuela de Trabajo Social, Pontificia Universidad Catlica de Chile..

    Material de apoyo / Educacin a distanciaDiplomado en intervencin con adolescentes infractores de ley con consumo problemtico de drogas, alcohol y/o problemas de salud mental, estrategias de intervencin para Trabajadores Sociales

    ORGANIZAN:

    Facultad de Ciencias Sociales UC, Escuela de Trabajo SocialVicerrectora de Comunicaciones y Educacin Continua UC

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    NDICE1. Tcnicas de Intervencin en crisis con adolescentes con consumo de drogas 1.1 Tipos de crisis 1.2 Desequilibrio y respuesta a hechos estresantes 1.3 Contexto de la atencin e intervencin en crisis 1.4 Intervencin en situaciones de crisis de consumo 1.5 Trabajo con el craving 1.6 Abordaje general de la crisis 1.7 Cultura de prevencin 2. Uso de herramientas diagnsticas que permitan identificar los factores que inciden e inhiben la conducta 2.1 rea de salud fsica y mental 2.2 rea de consumo de drogas 2.3 rea psicosocial 2.3.1 Familia 2.3.2 Entorno y grupo de pares 2.3.3. Reparacin 2.3.4 Responsabilizacin y reparacin de la conducta infractora 2.3.4. Integracin social y contexto obligado 2.4 Diagnstico de situaciones de riesgo que inciden en la conducta3. Tcnicas de conduccin de entrevista con adolescentes con consumo problemtico de drogas y alcohol, y su grupo familiar 3.1 Principios 3.2 Condiciones para la entrevista 3.3 El espacio normativo y de control 3.4 La entrevista propiamente tal 3.4.1. Entrevista con los padres 3.4.2 Entrevista familiar 3.5 La estructura de una entrevista familiar 3.6 La entrevista individual con el adolescente 3.6.1 El espacio de intervencin individual 3.6.2 Relativa concentracin en las drogas 3.6.3 Consejera 3.6.4 Adherencia teraputica 3.6.5 Lenguaje 3.7 La entrevista y la etapa adolescente del desarrollo 3.7.1 Construccin de futuro 3.7.2 Relacin vincular con el joven. 3.8 La entrevista de psicoterapia individual 3.9 Entrevistas especficas de abordaje del tema drogas 4. Tcnicas de trabajo grupal 4.1 Actividades grupales informales 4.2 Actividades grupales organizadas desde el equipo de tratamiento 4.3 Criterios para la inclusin de jvenes en el trabajo grupal 4.4 Criterios para la conformacin de grupos 4.5 Abordaje de los procesos socio-afectivos 4.6 Integracin del grupo 4.6.1 Fase individualista 4.6.2 Fase de identificacin 4.6.3 Fase de integracin 4.7 Consolidacin del grupo 4.8 Evolucin y trmino del grupo 4.9 Contenidos a trabajar 4.9.1. Terapia grupal 4.9.2 Terapia formativa5. Trabajo de equipo, supervisin y auto cuidado > Referencias bibliogrficas

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    1. Tcnicas de Intervencin en crisis con adolescentes con consumo de drogasLa intervencin en crisis permite interrumpir una serie de acontecimientos que alteran el funciona-miento normal de las personas. Aportan a esta comprensin la psicologa del yo, la comprensin del fenmeno del estrs, la teora del aprendizaje, la teora del rol, la teora de sistemas y el concepto de homeostasis, entre otras.

    La crisis es un estado de conmocin, de parlisis, en que una persona sufre un gran shock. Sobrevie-ne cuando el estrs acta sobre una persona y requiere un cambio que se sita fuera del repertorio habitual de respuestas. La persona o la familia se encuentran ante un obstculo que no pueden superar por sus propios medios.

    1.1 Tipos de crisisLas crisis se definen en dos categoras: previsibles e imprevisibles.

    Las crisis previsibles son tambin denominadas crisis normativas, ya que se relacionan con el paso de una condicin evolutiva, que implica una reorganizacin personal o grupal, a la cual an no se est completamente adaptado. Son las crisis de madura-cin o transicin. La adolescencia es una de ellas, donde se presentan comnmente muchas de estas situaciones.

    Las crisis imprevisibles son las provocadas por situaciones inesperadas como muertes, catstrofes o crisis econmicas; y otros eventos semejantes, como violencia o inminen-cia de violencia.

    1.2 Desequilibrio y respuesta a hechos estresantes

    En las crisis siempre hay un factor desencadenante que rompe el estado de equilibrio de la persona o la familia, y aparecen la tensin y el estrs.

    Se puede reaccionar de distintas maneras a las crisis, segn el tipo de acontecimiento, las caracte-rsticas de las personas y sus experiencias anteriores.

    Hay factores desencadenantes asociados a problemas sin resolver que aumentan la tensin y causan un estado de trastorno. Seguido de un aumento de la ansiedad, lo que agudiza la percepcin de amenaza y trae ms ansiedad, configurndose as un crculo vicioso.

    Una persona en situacin de estrs debe realizar las siguientes tareas para evitar la crisis:

    Percibirelacontecimientoylossentimientosquestesuscita. Buscarapoyoadecuadoenelentorno. Ponerenaccinsuscapacidades.

    Si se apoya al joven en estas tareas, se puede prevenir que la situacin percibida lo desestabilice y se evita una crisis.

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    Las figuras vinculantes son claves en las crisis, y el profesional con mejor vnculo con el joven ser la persona ms indicada para realizar este trabajo. A su vez, el resto del equipo ser un apoyo para quien est ayudando al joven y a su familia a enfrentar la crisis.

    Cuando se requiera, se deber recurrir a procedimientos judiciales, mdicos o administrativos.

    La situacin de crisis es un momento para la reorganizacin personal y/o colectiva, por lo tanto, es una oportunidad para el crecimiento, al activar mecanismos protectores y resiliencias individuales y colectivas.

    1.3 Contexto de la atencin e intervencin en crisisSe debe diferenciar dos contextos muy distintos, el contexto ambulatorio y el contexto residencial.

    Ellos determinan tipos de crisis distintas segn el contexto, en tanto el abordaje tambin difiere, de acuerdo a los participantes en la situacin, tipos de problemtica y los agentes teraputicos que actuarn en ella.

    En el contexto ambulatorio surgen episodios de crisis por expulsin escolar o laboral, detencin por delito, violencia intrafamiliar, crisis familiar, abandono, embarazo, vc-tima de agresin o de violacin, hechos de violencia en grupos de pares, intentos de suicidio, crisis de consumo, entre las principales.

    En el contexto residencial y por el hecho de permanecer viviendo en un mismo recin-to, pueden ocurrir crisis relacionadas con situaciones de peligro por fuga, de conflicto, de agresin a otros, de agresin a s mismos, de dao a objetos, de alteracin del fun-cionamiento, de motn, situaciones colectivas de peligro, etc.

    Adems de presentarse crisis como intentos de suicidio, violacin o violencia de cual-quier tipo, igual que en el medio ambulatorio.

    Es frecuente que los jvenes entren en situacin de crisis en fechas significativas, como festividades de la cultura nacional, y especialmente aquellas simbolizadas dolorosamente, como fallecimiento de figuras vinculares, el da de la madre, o su propio cumpleaos, cuando se encuentran en situa-cin de abandono.

    Esto puede generar distintas reacciones, siendo una de las ms comunes las crisis de consumo de sustancias.

    1.4 Intervencin en situaciones de crisis de consumo Eventos como los enumerados anteriormente podran desencadenar crisis de consumo en los jve-nes. De acuerdo al conocimiento de las caractersticas individuales de cada uno, se puede prever esa posibilidad y actuar a tiempo.

    El terreno que se transita suele ser no objetivo, ms an cuando es la propia persona con problemas de drogas quien es la experta en sus sntomas o debiera serlo, por lo cual la funcin de los terapeutas es diagnosticar la situacin con precisin para intervenir.

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    En este punto es relevante:

    Atencinbio/psico/socialapropiada Manejodelcravingoansiedaddeconsumo. Conexinconlostemasrelevantesdeladolescenteojoven. Abordajedelosaspectossistmico-familiaresquepredisponenlacrisis. Manejodelasituacincontextualpararesolvertemaspuntuales

    1.5 Trabajo con el craving

    El craving o ansia de consumo es un tema concreto que debe ser abordado con las tcnicas cognitivo conductuales, que permiten bloquear el aumento de la apetencia antes de que se desencadene la urgencia que lleva a la conducta de consumo.

    El joven puede aprender las claves previas e identificar los pensamientos que aparecen, y ser ayu-dado a provocar el bloqueo del mecanismo completo.

    Un joven que evita una crisis de consumo gana en auto eficacia, autoestima y autodeterminacin, lo que tiene un impacto incalculable en su vida y en su entorno.

    1.6 Abordaje general de la crisis

    Todo equipo debe contemplar procedimientos generales para saber cmo actuar ante una situacin de crisis y no improvisar, a fin de que el abordaje se haga con mejores y oportunos recursos.

    Fuente: Dr. Martn Arcila, 1999

    Urgencia

    Susp

    ensi

    n d

    el C

    onsu

    mo

    Apetencia Hay que actuar

    Aumentoapetencia

    Pensamientos

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    Para esto podemos diferenciar los siguientes aspectos en la intervencin en crisis:

    Planificar y prevenir: Definir previamente situaciones crticas que requieren ser abor-dadas con un plan preventivo.

    Actuar y proteger: Implica detener la crisis ya ocurrida, protegiendo y cuidando a los involucrados y a los dems a su alrededor. Actuar con una visin integral y compren-siva, y recogiendo puntuaciones diversas de los hechos acontecidos. Aplicar procedi-mientos que cautelen la no exposicin de los afectados a la fuente de peligro. Definir claramente quines actuarn en la situacin.

    El apoyo personal a los afectados puede canalizarse a travs de las siguientes accio-nes:

    - Crear un clima de confianza y seguridad.- Establecer una buena comunicacin.- Apoyar y reforzar la respuesta de relajacin.- Fomentar el respeto y la tolerancia.- Brindarapoyoemocional.- Entender y aliviar sntomas.- Reforzar la autoestima.- Elaborar los duelos.- Referir oportunamente a profesionales especialistas.

    Evaluar y aprender: Pasada la crisis, adoptar medidas de cuidado y acompaamiento. Esto es muy importante debido a la fragilidad emocional en que quedan las personas, luego de vivir situaciones intensas emocionalmente.

    Como situacin de aprendizaje, reflexionar acerca de los patrones de creencias, emociones y con-ductas que han quedado en evidencia en la situacin, a fin de que cada uno aprenda algo valioso de lo ocurrido.

    1.7 Cultura de prevencin

    Cada vez que se pueda visualizar con antelacin un riesgo o sufrimiento, ste debe ser evitado, con la participacin colectiva de todos los involucrados.

    Por otro lado, cuando hechos dolorosos ya han ocurrido, se puede tener un rol de orientacin para mirar de manera reflexiva la situacin, aportando al crecimiento de todos, y desarrollando formas para que los adultos protejan a sus jvenes.

    Esto implica el desarrollo de una cultura de prevencin que siempre est mirando hacia el futuro, focalizada en la reduccin de los factores de riesgo y en la promocin de los factores de proteccin, relacionados con la salud mental o los problemas de conducta, con el objetivo final de reducir su incidencia.

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    2. Uso de herramientas diagnsticas que permitan identificar los factores que inciden e inhiben la conductaEn el marco de la implementacin del trabajo de los equipos en los estndares nacionales, es nece-sario recordar algunos de los compromisos tcnicos, es decir, aqullos que regulan el tratamiento de adolescentes infractores de ley con consumo problemtico.

    En este sentido, la Norma Tcnica N 85 seala que la atencin clnica debe cumplir con los si-guientes principios:

    Abordajebiopsicosocial. Preferentementeambulatorio. Enfoqueintegralcomunitario. Asegurarlacontinuidaddeltratamiento. Realizadaporunequipointerdisciplinario. ArticuladaconelPlandeIntervencinIndividualdelSENAME. Evaluadaperidicamente.

    Si bien el diagnstico es la puerta de entrada al tratamiento, al mismo tiempo se est interviniendo y co-construyendo. Asimismo, en la etapa de tratamiento se est evaluando constantemente si los modos de intervencin son los apropiados, o si los nfasis son los requeridos. Se trata entonces de un proceso dinmico que no sigue una lgica lineal.

    La misma Norma Tcnica N 85 seala que la Evaluacin Diagnstica Integral del Adolescente incluye las siguientes reas:

    readesaludfsicaymental. readeconsumodedrogas. reapsicosocial.

    2.1 rea de salud fsica y mentalLa mayor cantidad de adolescentes en situaciones de alta vulnerabilidad y con consumo de sus-tancias presentan graves carencias, tanto en su salud fsica como mental, o estn en el lmite de adquirirlas: desnutricin, infecciones, patologa bucal, afecciones respiratorias y traumatolgicas, entre otras.

    La experiencia muestra que tanto el diagnstico como el tratamiento en esta rea es muy bien re-cibido por los jvenes, en tanto ha sido un aspecto muy postergado y que impacta mucho en su condicin general y su autoestima. Implica la estrecha coordinacin con los Servicios de Salud.

    En cuanto a la salud mental, la investigacin establece que hay una alta relacin entre consumo de drogas con otros trastornos mentales en los adolescentes.

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    Aproximadamente la mitad de todos los jvenes, receptores de servicios de salud mental, exhiben una comorbilidad, principalmente, trastornos conductuales y la depresin.

    En el rea de salud mental se aprecian las evaluaciones psicolgicas que aporten al auto conoci-miento, sobre todo de sus potenciales, por ejemplo una mirada desde las inteligencias mltiples ms que desde el CI.

    En este eje se incluye la evaluacin del desarrollo de las etapas y tareas evolutivas en la que se en-cuentre el adolescente, incorporando la mirada desde el enfoque de la adolescencia en el proceso teraputico. Esto permitir que la intervencin se centre en el desarrollo de habilidades, compe-tencias, actitudes y valores como parte del desarrollo integral, y en rescatar los recursos y carac-tersticas de resiliencia, desarrolladas por estos adolescentes, ms que en las carencias y fracasos. Especficamente conviene conocer:

    Elprocesodeidentidad,conperspectivadegneroysexual. Caractersticasdesuautoestimayautoimagen. Procesodeindividuacin,autonomaeintegracinalgrupodeparesyfactoresquelo

    obstaculizan. Habilidadesycompetenciasasociadasconlaresiliencia. Procesodeindividuacinenrelacinalafamilia,comoparteimportantedelproceso

    de desarrollo de identidad en el adolescente. Posibilidadesdedesarrollarunproyectodevida.

    Varios de estos puntos son trabajados por el equipo de Sename, que realiza el trabajo socioeduca-tivo y psicosocial, por lo cual coordinarse es crucial para enriquecerse de los diferentes nfasis que cada equipo aporta.

    2.2 rea de consumo de drogasEl diagnstico de la dimensin ligada al consumo, de acuerdo al Protocolo Operativo Conace-Fonasa-Minsal, considera las variables (ver tabla 1):

    Edaddeiniciodeconsumo. Sustanciaodrogaconsumida. Frecuenciadelconsumoactual. Continuidaddelconsumo. Socializacindelconsumo. Vadeadministracin. Consecuenciasdelaintensidaddelconsumo. Criteriosdedependencia. Motivacinalconsumo.

    Junto con lo anterior, se debe realizar el diagnstico del comportamiento clnico de la variable sociocultural, vinculada al consumo de drogas y/o alcohol, que dar los aspectos cualitativos y de contexto de este consumo, y que permite:

    Comprenderlasdiversasidentidadesycosmovisionessocioculturalesasociadas:gne-ro, condiciones socioeconmicas, pertenencia territorial, y/o comunitaria del adoles-cente y de la familia.

    Sentidosysignificadosdelconsumirdrogasparaeladolescenteysufamilia. Significados y sentidosdel tratamiento en drogas para el adolescente y su familia,

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    obligatoriedad del mismo, experiencias anteriores de tratamiento, vinculacin con la institucionalidad.

    Esta variable se puede diagnosticar a travs de grupos conversacionales, lo que permite que el pro-ceso grupal genere conocimiento de cada uno y para el joven, de s mismo.

    El siguiente aspecto es la motivacin, tanto en sentido amplio como en sentido especfico, respecto de su participacin en el programa de drogas:

    Deacuerdoalascaractersticasdelaadolescencia. Deacuerdoalascaractersticasdelosadolescentespresentes. Deacuerdoasuscontextosdevida. Yasusparticularidades.

    Al ingreso al programa, los casos pueden presentar los siguientes escenarios:

    Jvenes que se encuentran consumiendo sustancias en forma activa. Corresponden a programas ambulatorios, donde acceden a las sustancias con facilidad. Aqu el diag-nstico permitir indicar una combinacin simultnea de estrategias mdicas y psico-sociales, que se apoyarn mutuamente con la finalidad de disminuir y suspender la ingesta de sustancias, junto con otras conductas asociadas.

    Jvenes que han interrumpido recientemente el consumo por motivos forzados (de-tencin o internacin en sistema residencial). Dependiendo de la edad, pueden pre-sentarse o no sintomatologas fsicas, psicolgicas y conductuales relacionadas con la suspensin del consumo.

    Algunos jvenes pueden presentar sndrome de dependencia y otros no, por lo cual se debe estar atento a identificar la respuesta especfica en cada uno, a fin de orientar la intervencin.

    Si lo presentan, el sndrome de dependencia a sustancias tiene caractersticas clnicas diferentes entre adolescentes y adultos (Minsal 2007). Se evidencia que:

    - El sndrome de abstinencia a alcohol es raro en este grupo etario.- La tolerancia tiene baja especificidad para el diagnostico de la dependencia.- Los problemas de salud fsicos, asociados al uso de sustancia, no son tan fre-

    cuentes como en los adultos dependientes a alcohol.- El abandono de las actividades habituales para utilizar alcohol puede no estar

    presente en adolescentes dependientes.

    En este escenario se observarn alteraciones conductuales, junto con una condicin fsica afectada por el uso de la droga, que requerirn de medidas y cuidados especficos en la lnea mdica, nutri-cional, de higiene, y emocional.

    Jvenes que encontrndose sin consumo, se enfrentan a condiciones de riesgo de consumo. Es el caso de jvenes que retornan a su medio natural, luego de egresar de algn sistema residencial o privativo de libertad. Tambin es el caso de jvenes que enfrentan situaciones de crisis familiar o personal, que generan episodios de consumo y otras conductas riesgosas que pueden resultar muy peligrosas en todo sentido.

    Para obtener una visin integrada y expresada grficamente, puede ser de mucha utilidad usar al-gn registro que vincule las sustancias consumidas por el joven con su historia vital, y los eventos significativos de su vida.

    Esto permite comprender distintos mbitos que incluso el joven puede no haber descubierto.

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    Tabla N 1: Dimensiones ligadas al consumo de alcoholy drogas para diagnstico integral en adolescentes

    con consumo perjudicial / dependencia

    TIPO DE CONSUMO

    Inicio consumo

    Sustancia o droga consumida

    Frecuencia del consumo actual

    Consumo Sostenido

    Consumo Socializado o no

    Va de Administracin

    Consecuencias de la intensidad de consumo

    Criterios de dependencia

    CONSUMO DE BAJO RIESGO

    A partir 14 aos

    Alcohol o marihuana

    Ocasionalmente, los fines de semana en espacios recreativos

    Menos de 3 meses

    Solamente en grupo, con significantes a lo experimental o recreativo

    Una va, oral

    Sin consecuencias evidentes

    Sin criterios de dependencia

    No existen

    RelajacinPlacer o disfruteEvasinDesinhibicinAlerta(Existe slo una motivacin)

    Mejorar rendimiento en mbitos puntuales

    Aceptacin grupo de pares

    Relacin con sexo opuesto

    CONSUMO DE RIESGO MODERADO

    Entre 12 y 14 aos

    Alcohol y marihuana con asociacin ocasional a otras drogas

    Habitualmente los fines de semana.

    De 3 meses a 6 meses

    En grupo y solo

    Una va, no inyectable

    Primer episodio evidente de: accidente, violencia, auto agresin.

    Con criterio de consumo abusivo, Sin criterios de dependencia

    Evitar hambre y froDormirBajar de pesoAumentar masa muscular

    Las indicadas en consumo con bajo riesgo, adems de:Ansiedad y AngustiaEfecto de anestesia emocionalAumentar Animo(En asociacin, 2 o ms)

    Integracin social, en distintos mbitos

    CONSUMO DE ALTO RIESGO

    Antes de 12 aos

    Policonsumo ( > de 3 drogas)PBC, Herona, Inhalantes

    Todos los fines de semana y/o diario.

    Ms de 6 meses

    Mayor tendencia al consumo solitario

    InyectableMs de una va

    Accidentes reiterados. Violencia reiterada. Auto agresiones frecuentes. Coma etlico y/o por consumo de otra sustancia. Intoxicacin por drogas

    Existen criterios de dependencia

    Dependencia fsicaEvitar dolores fsicos

    Conjunto de motivaciones con significacin patolgica o con relacin a conductas antisociales.

    Realizar desempeos que infringen la ley

    Cuando el uso de la droga deja de ser efectivo para el objetivo o significado pensado.

    Fisiolgicas

    Emocionales

    De desempeoyAdaptacin

    MOTIV

    ACI

    N AL

    CON

    SUMO

    Fuente: PROTOCOLO OPERATIVO CONACE-FONASA-MINSAL 2006

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    2.3 rea psicosocialEsta rea contiene aspectos muy complejos, que se especificarn segn el orden establecido por la Norma Tcnica:

    2.3.1 Familia

    2.3.2 Entorno y grupo de pares

    2.3.3 Reparacin

    2.3.4 Responsabilizaciny reparacin de la conducta infractora

    2.3.5 Integracin social y contexto obligado

    2.3.1 Familia

    Aunque se discute la posibilidad de cambio en los casos ms complejos, se coincide en que se debe realizar el esfuerzo de incorporar a la familia en todo el proceso, sobre todo cuando el adolescente es menor, ya que aqu el rol de la familia es gravitante para completar su desarrollo.

    De cualquier modo, sea que se trabaje o no con la familia, esta rea involucra varias e importantes acciones que dan sentido a toda la intervencin, siendo transversal a ella.

    El abordaje se inicia con la elaboracin de un diagnstico familiar, que permita construir una hip-tesis de lo que ocurre con la familia en relacin con el consumo problemtico de drogas y la con-ducta infractora, que se comprobar o modificar durante el tratamiento. Aqu es posible observar los siguientes aspectos:

    Sieladolescentecuentaonoconuna(oms)figuraprotectoraensufamiliadeori-gen.

    Conqufamiliaresoadultossignificativossecuentaparagarantizarsutratamiento.

    Gradodeirreversibilidaddelasituacinfamiliar.

    Cuando existe familia y es posible intervenir con ella porque accede al tratamiento, se sugiere co-nocer y proyectar el trabajo en los siguientes aspectos:

    Visualizarlosdistintostiposdevnculosexistentesenlasfamilias,distinguiendoaque-llos que son protectores o contenedores, de los que son significativos para el adoles-cente, aunque no necesariamente pro-sociales.

    Conoceryfavorecereldesarrollodelashabilidadesparentales,relacionadasconlaadecuada proteccin, grado de empata y vinculacin con el hijo.

    Comprenderlasdinmicasdeconflictoenlasrelaciones,tendienteafavorecerlare-vinculacin positiva.

    Conocerlasvivenciastraumticasquehavividoeladolescenteenlafamiliayproyec-tar su re-significacin, para la reparacin del vnculo (cuando sea posible).

    Se recomienda realizar entrevista familiar durante la fase de diagnstico, propiciando la participa-

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    cin de todos los miembros de la familia actual, ya sea en terreno o en el programa. De no ser posi-ble contar con la presencia de la familia, se recomienda contactar a figuras vinculares significativas del joven, y operar con perspectiva familiar con los miembros ms motivados.

    En una primera sesin se requiere conocer ciertos aspectos esenciales del sistema familiar con el que se va a trabajar:

    Culeseldeseodeatencinquelafamiliapresentayculessonlaspreocupacioneso problemas en que quieren ser ayudados, sea ste el problema de consumo de drogas del joven u otro.

    Cmodefinenelproblemadesdecadauno/a,detallandoloquedeseancambiarqueles produce dolor en sus vidas. Esta descripcin es desde cada uno de los participantes, e implica no operar con categoras diagnsticas. Tambin permite definir aquello que quieren conservar en su estilo de vida.

    Saberquindefinielproblema,assecomprenderelsistemamsampliodelcualelproblema es parte. Esto puede incluir o no al sistema judicial.

    Realizarunadescripcindetalladadelasexplicacionesdecadauno/aparaelproble-ma. Hacemos la distincin entre la descripcin y la explicacin del problema. Esta distincin constituye una poderosa intervencin, al diferenciar las percepciones y no confirmar la realidad como algo fijo, ayudando a la no-manutencin del problema.

    Situarlaintervencinenelcontexto obligado. Se incluir as al sistema judicial y al sanitario como partes de los sistemas ms amplios donde se inserta el tratamiento. Consensuar la definicin externa del problema como parte del problema.

    Este abordaje constituye a la vez diagnstico e intervencin, y permitir iniciar un vnculo y una alianza teraputica slida con la familia, posibilitando entrar en los temas de fondo del tratamiento.

    Luego de esto, es necesario conocer los siguientes aspectos:

    Estadodelproblemadelconsumodedrogasrealizadoporlafamilia.

    Motivacindelafamiliahaciaeltratamiento.

    Proyeccindesuadherenciaylosposiblesobstculosaella.

    Descripcindetalladadelassolucionespreviasintentadas.

    Descripcindetalladade lasdiversasexplicacionesqueellosdandelconsumodeladolescente. Recoger particularmente las explicaciones de consenso que surjan en ellos.

    Dinmicadelafamiliaenrelacinconelconsumodedrogasdeladolescente,ypatro-nes colectivos asociados al consumo, donde aparecern otros miembros de la familia como parte del patrn de consumo del joven. Tambin aparecern otros miembros del sistema familiar con historias de consumo y problemas asociados. Esto permitir obtener mucha informacin acerca de las pautas de manutencin del problema.

    El diagnstico familiar al final de la primera entrevista: Al final de la primera entrevista se podr tener claridad sobre los siguientes elementos:

    Descripcindelafamilia.

    Aclaracindelosproblemasquelafamiliadeseacambiar,quepuedennoserelpro-blema del consumo/delito.

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    Patronesdeinteraccinquemantienenelproblema.

    Explicacionesdelafamiliaparaelcomportamientoproblemtico.

    Expectativasensuvinculacinalprogramadetratamiento.

    Con estos puntos se estar en condiciones de elaborar un diagnstico familiar respecto del pro-blema que trae a la familia al tratamiento, que debe contener por lo menos los siguientes puntos (Barrientos,2005):

    Descripcindelospatronesdeinteraccionesmantenedorasdelconsumodedrogas.

    Descripcindelassolucionesintentadasporlafamiliaparasolucionarelproblemadeconsumo de drogas.

    FormulacindeunaHiptesisFamiliar.

    Este diagnstico familiar puede verse enriquecido con la descripcin de:

    Elclimaemocionalgeneraldelafamilia,y

    ladescripcindeotrasreasproblemaafectadas,comoconsecuenciadelconsumodedrogas de uno de sus integrantes.

    Tambin se requerir una descripcin de las competencias parentales, identificando la presencia de otras figuras que juegan un rol clave en la proteccin del adolescente. Esta rea ser abordada ms adelante.

    En el diagnstico de la familia el objetivo fundamental no ser la descripcin de la problemtica en s, sino que contar con elementos para modificar la situacin.

    As, se establecer la relacin existente entre el consumo problemtico de drogas y la familia, con-siderada sta en su organizacin, sus procesos y sus visiones de realidad, de manera de propiciar los cambios que les permitan desarrollarse como familia sin la presencia del consumo de drogas del joven.

    Todo esto permitir determinar:

    El tipo de familia actual: nuclear (bi-parental, monoparental), extensa (tri-generacional o ms), familia simultnea (hijos provenientes de dos, tres o ms uniones), etc. Usar genogramas de momentos claves del desarrollo, que entregarn elementos valiosos para el anlisis e hiptesis.

    Determinar qu tipo de organizacin tiene la familia respecto de la droga. Se puede describir al menos los siguientes:

    - Familias en que el consumo de drogas es un problema nuevo en su historia.- Familias en que el consumo de drogas es un problema que se repite en otros

    miembros. - Familias en que el consumo de drogas est relacionado con trfico de drogas y

    problemas de delitos.- Familias en que los padres presentan graves problemas de consumo y trasgresio-

    nes a la ley.- Familias ausentes o inexistentes, con parentalidad mal tratante en lo actual o en

    la historia, que brindan al joven condiciones proclives a la presentacin de la problemtica asociada droga/delito.

    Conocer la dinmica de la familia en relacin con el consumo de drogas del adolescente:

  • 162

    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    - Patrones colectivos asociados al consumo problemtico. - Saber si el consumo se relaciona con otras problemticas, muchas veces ocul-

    tas: duelos no elaborados, adaptacin adversa al entorno, contextos de peligro-sidad, patrones de guerra en la relacin de pareja de los padres.

    - Cules son los mecanismos productores y mantenedores sistmicos del consumo. - Determinar en qu aspectos se requiere re-historiar la familia1, tanto si se trabaja

    o no directamente con ella, o el trabajo se hace con algunos miembros o slo con el adolescente.

    El trabajo familiar se ver favorecido si se opera con una visin sistmica, al comprender los proce-sos de interaccin y colectivos que ocurren a la base. Por esto es relevante trabajar con la familia a lo largo de todas las fases del proceso de atencin.

    En la medida de lo posible, entrevistar a la familia completa ser de gran valor, tanto para el diag-nstico como para el proceso de tratamiento, recomendndose hacerlo al menos en momentos claves como:

    - En la fase de diagnstico.- Al principio de cada fase de la atencin que defina el PTI2.- En momentos de crisis, con el fin de ampliar la visin y comprender lo que est

    ocurriendo en el contexto familiar.

    La experiencia indica que el consumo puede tener un rol mantenedor dentro de las dinmicas familiares de cada joven y cumple una funcionalidad en su familia, lo cual genera oposicin a los intentos por eliminar el consumo.

    En el enfoque sistmico familiar no existe el concepto de resistencia, sino el de cooperacin, donde cualquier modalidad de respuesta es vista como una forma de colaborar y orienta sobre las pres-cripciones futuras.

    La tarea consiste, por lo tanto, en conocer la situacin familiar para intervenir apropiadamente en su dinmica, pues el cambio y el no-cambio de un miembro individual es parte del sistema familiar al que pertenece.

    El sntoma como una comunicacin til de la familia. Un sntoma es un mensaje comunicacional que se observa en un miembro y que es funcin de toda la familia.

    Se observa que el sntoma es la nica posibilidad de reaccin de un sistema, ya que la pauta de interaccin es rgida y no cambia.

    Cuando operamos con este tipo de mirada, definimos el para qu del sntoma, que corresponde a lo que el sntoma permite en el conjunto, como unirse por la preocupacin; pelearse en vez de deprimirse, etc.

    2.3.2 Entorno y grupo de pares

    La juventud que permanece en entornos de calle suele consumir alcohol y drogas para hacer frente a experiencias comunes de violencia familiar y a vivencias de infortunio que comparten juntos. Comparten tambin un abanico amplio de problemas asociados al consumo excesivo de drogas, incluidos problemas de trabajo, legales, psicosociales, educativos y de salud.

    1 Rehistoriar significa cmo construir una historia mejor con las mismas piezas de la historia.

    2 Plan de Tratamiento Integral

  • Mdulo VI

    163

    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Intentando determinar el tipo de actividades que realizan en su entorno y grupo de pares, la evi-dencia no es concluyente. Por ejemplo, la participacin de los jvenes en actividades fsicas tendra un efecto anlogo al de su participacin en bandas o pandillas, slo que en una versin positiva, pues encuentran aqu tambin la misma excitacin, sentido de pertenencia, estatus, proteccin e identidad que las actividades grupales antisociales (OPS, 2008), lo que indica que el participar en actividades deportivas no necesariamente es un factor protector si coexiste la participacin en gru-pos de pares con actividades de consumo de drogas y otras conductas riesgosas.

    El deporte y la actividad fsica tienen dos aspectos colaterales que son clave para contribuir a la prevencin de la violencia en adolescentes y jvenes:

    Disminuireltedioporfaltadealternativasdetiempolibre,puesevitarelaburrimientoes importante debido a sus vnculos con la depresin y la soledad, como tambin por la falta de estmulo y de opciones atractivas para el tiempo libre, que conlleva a buscar actividades fsicas y emocionantes, muchas veces antisociales.

    Reducirlacantidaddetiempolibresinsupervisin.

    La participacin estructurada en organizaciones juveniles parece tener muchos beneficios para los jvenes en trminos de auto-eficacia, competencia social, identidad, pertenencia y apoyo. Sin em-bargo, estos logros pueden ser obtenidos tanto en pandillas como en grupos de trabajo comunitario. Por lo cual valen los mismos aspectos sealados anteriormente.

    En la evaluacin de este aspecto se podr mirar la participacin del joven en actividades de su entorno y con grupos de pares. Puede hacerse a travs de grupos pequeos de jvenes, donde podrn sentirse ms libres de expresar sus reales motivaciones en estos temas, que en un abordaje individual. Tambin ayudar el uso de instrumentos grficos como el eco-mapa, por ejemplo, am-pliamente conocidos en las disciplinas del rea social.

    El modelo de los factores de riesgo y factores protectores permitir tambin comprender esta dimen-sin. Estos factores se expresan del siguiente modo (Conace, 2009):

    Fuente: Modelo de Interven-cin en Sectores Focaliza-dos, Conace 2009

    FACTORES DE RIESGO

    Excesiva dependencia del grupo.

    Inclusin en grupo proclive a la trasgresin y con actitudes positivas hacia el consumo de drogas.

    Oportunidades para incurrir en conductas problemticas.

    Exposicin a modelos que manifiestan conductas de riesgos (amigos o consumidores).

    Dificultad para establecer relaciones personales.

    Dificultad para identificarse con otros grupos no relacionados con el consumo.

    Escaso desarrollo de habilidades sociales.

    FACTORES DE PROTECCIN

    Capacidad crtica y desarrollo del criterio propio.

    Inclusin en grupos con ausencia de conductas desadaptativas.

    Toma de decisiones personales.

    Modelos de amigos no consumidores de drogas.

    Red amplia de amigos, competencia social para las relaciones personales.

    Participacin en grupo de carcter positivo (asociaciones, clubes deportivos, etc.).

    Desarrollo adecuado de habilidades sociales.

    Tabla N2: Relaciones con grupo de pares

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    FACTORES DE RIESGO

    Sin estructura social, situacin socioeconmica precaria

    Problemas de integracin e inclusin social

    Ausencia de apoyo social: escasos recursos comunitarios

    Degradacin de la zona (barrios conflictivos del entramado urbano)

    Accesibilidad a las sustancias y trfico de drogas

    FACTORES DE PROTECCIN

    Organizacin social adecuada. Cohesin social en el barrio

    Relaciones positivas de vecindad. Integracin e inclusin social

    Apoyo social y proteccin a los adolescentes

    Recursos comunitarios suficientes para el adolescente, conocimiento y accesibilidad a los mismos

    Dificultades de acceso a las sustancias

    Tabla N3: Los factores protectores y de riesgo en la vida de la comunidad

    COMUNIDAD Y BARRIO

    Fuente: Modelo de Interven-cin en Sectores Focaliza-dos, Conace 2009

    FACTORES DE RIESGO

    No estructurado.

    Implantacin del modelo del tiempo libre (carretes y diversin) asociado al consumo de drogas y alcohol.

    Pautas culturales de diversin asociadas a descontrol.

    Escasez de alternativas de tiempo libre.

    FACTORES DE PROTECCIN

    Organizado.

    Ausencia de asociacin: diversin = consumo de drogas. Actitud crtica ante el modelo de ocupacin de ocio.

    Inquietud cultural, deportiva, recreativa, etc. Aficiones diversas.

    Acceso a actividades y recursos positivos para el ocio y otras actividades informales.

    Tabla N4: Factores protectores y de riesgo asociados al uso del tiempo libre y los momentos de ocio

    OCIO Y TIEMPO LIBRE

    Fuente: Modelo de Interven-cin en Sectores Focaliza-dos, Conace 2009

    2.3.3. Reparacin

    Debe conocerse el dao psicosocial y la correlacin existente entre la historia de vulneraciones de derechos, consumo de drogas y conducta infractora de ley en este eje.

    Es vital hacerlo desde un enfoque que evite el sobre diagnstico y la sobre intervencin, evitando la victimizacin secundaria. Para esto es necesario contar con los informes que han hecho otras instancias, y mantener en mente esa informacin para comprender cmo es que esos antecedentes pueden seguir siendo vividos en el presente.

    Debemos recordar que en el mbito humano nada es objetivo en esencia, sino que las experiencias son significativas de un modo personal.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Situaciones graves de vulneracin de derechos que pueda haber tenido el adolescente:

    Problemaseconmicos,habitacionales,deaccesoaserviciosdesaludyserviciosengeneral.

    Negligencia,abandono. Maltratograve. Abusosexual. Violenciaintrafamiliar. Peoresformasdetrabajoinfantil. Explotacinsexualcomercialinfantil(ESCI). Problemasrelacionadosconelsistemalegal/criminal. Otra(especificar)

    En el diagnstico de esta rea ser fundamental conocer y coordinar con programas especializados de reparacin de Sename u otros, si se ha hecho all un trabajo de reparacin. Y vincular estos he-chos con la comprensin de la conducta de consumo o infractora.

    2.3.4 Responsabilizacin y reparacin de la conducta infractora

    El trabajo de diagnstico en esta rea requerir de un trabajo asociado y complementario con el equipo Sename, de manera de compartir las visiones en el caso a caso, de acuerdo a la especifici-dad de cada equipo.

    El aspecto clave para realizar este diagnstico es el conocer la capacidad de empata del joven, que es la llave de las relaciones armoniosas.

    2.3.5. Integracin social y contexto obligado

    Lo primero a considerar es la exclusin social en la que se pudieran encontrar el joven, determinan-do su participacin en los siguientes:

    Escolarizacinynivelacindeestudios. Insercinenelentornocomunitarioylasredeslocales. Recreacinytiempolibre. Capacitacinlaboral. Insercinlaboral.

    El hecho de que los adolescentes que participan en el programa se encuentran all por una decisin judicial y sujetos a una sancin, hace que su participacin est en contexto obligado, contexto del cual el tratamiento es parte.

    El tema del contexto obligado debe trabajarse explcitamente desde el principio. Para su diagnstico se debe determinar:

    Cmoserelacionael tratamientodedrogascon losdemsmbitosde lasmedidasadoptadas.

    Losmotivosporloscualeselsistemajudicialconsideranecesarioel tratamiento, loque incluye al equipo.

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    Loscriteriosparaelaltaclnicaquedetermineelequiposanitario,yquecomunicaroportunamente al tribunal correspondiente, a travs del equipo Sename con la infor-macin entregada por el equipo de drogas.

    Deben revelarse especialmente los aspectos sanitarios, a la base de la decisin de ingresar al joven al tratamiento en drogas. De este modo, se podr trabajar desde el principio consensuando las mo-tivaciones que las distintas instancias comparten, con el fin de que tenga un bienestar integral en su proceso evolutivo, esencial para su positiva integracin.

    Dicha explicacin permite integrar esta importante rea del contexto obligado con todo el conjun-to, favoreciendo su avance y su insercin social. Esto es parte del trabajo en Contextos Obligados, y la respuesta obtenida en estas conversaciones son una importante fuente de informacin para el proceso que se est desplegando (Miln, 1993).

    2.4 Diagnstico de situaciones de riesgo que inciden en la conductaDurante todo el tiempo que dure la intervencin con el joven, y a travs de todas las etapas del pro-ceso, debern tenerse presentes los aspectos descritos para el diagnstico en su fase inicial, debido a que en cualquier momento de la intervencin pueden presentarse situaciones que precipiten crisis conductuales, ya sea en la variable delito o en la variable droga, u otras conductas asociadas, como es la violencia hacia s mismo o los dems, incluso riesgo de presentar trastornos mentales.

    El rpido y preciso diagnstico e intervencin de estas situaciones de riesgo permitir abordar la situacin sosteniendo el proceso.

    Una de las situaciones ms concretas con alto impacto en los jvenes son las crisis familiares, que tienden a generar episodios de consumo y otras conductas riesgosas, que pueden resultar muy dra-mticas y peligrosas en todo sentido.

    Otra situacin vinculada a lo anterior, pero que se vive de modo ms personal en los jvenes, son las fechas significativas, donde sienten con mayor fuerza las prdidas, los abandonos de la historia vivida, y pueden reaccionar con intensidad en conductas de consumo, delito o agresin, sin que den previamente signos evidentes.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    3. Tcnicas de conduccin de entrevista con adolescentes con consumo problemtico de drogas y alcohol, y su grupo familiarUna singular forma de intervencin en los programas de tratamiento es la entrevista. En ella se unifican visiones y acciones, entendimientos y aplicaciones prcticas, que sintetizados de manera coherente permiten el logro de los objetivos planificados.

    Mucho de lo que aqu se expondr ha surgido de la experiencia directa en programas de interven-cin con adolescentes infractores en este medio, durante ms de una dcada, con referentes en poblacin Sename y Conace.

    Las tcnicas de conduccin de entrevista que se desarrolla en estas pginas incluirn mltiples ni-veles de trabajo, desde entendimientos generales hasta tcnicas especficas, todo lo cual aportar al logro de los objetivos en el tema.

    Las revisiones de la literatura no entregan informacin concluyente respecto de las tcnicas espec-ficas a seguir en esta poblacin de jvenes, por lo cual la labor ser brindar guas para la accin.

    3.1 Principios El punto de partida es considerar jvenes a quienes estn cursando su desarrollo evolutivo dentro de la etapa adolescente, o si tienen ms edad, como adultos jvenes.

    Ello pone un primer contexto al tema (evolutivo personal). Implica asumir que el joven est an en formacin en sus diversas reas de desarrollo, y permite proyectar las intervenciones fortaleciendo una construccin personal positiva, an cuando los hechos que originan la intervencin hayan sido problemticos.

    Las definiciones de self tienen un particular impacto en los jvenes en cualquier estadio del de-sarrollo,porlocualesunaposturadeprincipioselnuncadefinircomodrogadictosaquienesconsumen o hayan consumido sustancias txicas.

    Al contrario, de-construimos esta definicin en s mismo/a o en sus redes. Ello aportar una cons-truccin de auto imagen ms integradora, que contenga elementos normales y positivos. Esto es vlido tambin para todos los rtulos estigmatizadores a los que han sido expuestos en su historia.

    Tambinsedebeconsiderarquealtrabajarenentrevistaserealizaintervencin,aunqueformal-menteseestrealizandodiagnstico.

    Intervencin es un concepto operativo y se refiere a las acciones realizadas por los equipos de tratamiento de programas pblicos para promover el cambio en los usua-rios de acuerdo a objetivos.

    Es posible afirmar que el concepto de intervencin incluye al de co-construccin o construccin conjunta, aunque son dos conceptos clnicamente diferentes. La diferencia radica en quin define lo que el usuario debe cambiar. Desde la intervencin, las definiciones son externas al sujeto.

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    En esta rea, la participacin del joven ha surgido desde la instancia judicial, por lo tanto, el con-texto del tratamiento es propiamente lntervencin (Miln, 1993).

    En la co-construccin las definiciones surgen dentro del proceso de creacin de realidades en el lenguaje o conversacin teraputica. Para nuestros fines, se comprende que la intervencin incluye a la co-construccin y se dan en forma articulada, aunque a veces nos referiremos a ellas separa-damente.

    Finalmente, se seala que las tcnicas de entrevista estn en el terreno de la conversacin. Sin duda, sta ser la tcnica primordial desde donde surgirn todas las estrategias especficas que utilicemos, por lo cual es imprescindible observar las conversaciones que se realiza con los usuarios, recono-ciendo e identificando elementos y patrones que podr cambiar y optimizar.

    Si se mejora la conversacin teraputica, indudablemente se mejora los resultados, en un dominio donde opera lo humano (Muoz, 1995).

    3.2 Condiciones para la entrevistaPara que puedan desarrollarse tcnicas efectivas de entrevista profesionales, el equipo debe tener claridad de cmo se relacionan con el tema de la droga en general, y especialmente con adolescen-tes infractores con consumo.

    Esto es lo que se denomina tema de contacto con el problema de la droga. Define cul es la ideolo-ga de quien interviene, surgida de una red de conversaciones de equipo. Muchas veces los equipos no han explicitado la ideologa con que operan, actuando desde sus propios modelos, lo que debi-lita e incluso arriesga las estrategias de trabajo en su conjunto (Miln, 2001).

    Este conjunto de ideas puede definir el consumo de drogas como algo fatal, imposible de escapar, o como algo superable, transformable. Si se da poder a la droga e implcitamente se la define como algo fatal, difcil de modificar, que requiere de mucho tiempo y esfuerzo para salir de ella, esto pue-de provocar una excesiva focalizacin en las sustancias y en el consumo y no resolver el problema, perpetundolo. Se transformar en un obstculo a la propia intervencin.

    Tambin es importante conocer los supuestos con que los usuarios y sus familias se relacionan con la droga, y con la droga como problema, todo ello es parte del tema de contacto respecto de la droga.

    Se sabe que las sustancias producen efectos placenteros directos o por disminucin de malestares. Desde nuestra posicin de no-consumidores estamos conscientes del dao, y muchas veces empu-jamos al otro hacia un comportamiento de disminucin o abstinencia del consumo. Pero si el otro no es parte de este objetivo, se queda afuera sin colaborar, sobre todo si ese otro es un adolescen-te.

    Si las respuestas del otro muestran que el consumo responde a problemas de la vida cotidiana, se ir por un camino; si responde a una cultura a la que pertenece, se ir por otro; si es un/a adolescente autnomo de una familia rgida, se tomar otro camino.

    H. Maturana ha escrito mucho respecto de este proceso y pueden revisarse sus mltiples textos para profundizar en ello: Maturana 1987, 1988, 1995a, 1995b, 2002, 2004.

    Lo invitamos a reflexionar Cules son sus creencias en relacin al consumo de drogas? Qu hace que un joven consuma txicos que daan diferentes zonas de su organis-mo, daan sus relaciones afectivas y su proyeccin personal?

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Aspectos de una avenida con bastantes curvas, donde permanentemente se est escogiendo opcio-nes de entendimiento de tipo comprensivo, elecciones donde el otro cuenta.

    Este abordaje requiere de un trabajo de especialista, con habilidades clnicas y de consejera, as como de intervencin teraputica, integrando tanto elementos epistemolgicos como tcnicos y prcticos en su accin.

    3.3 El espacio normativo y de control

    Cuando un joven se ve sometido a un sistema normativo y de control (que puede adop-tar muchas formas), tiende a producir respuestas similares a las que usa habitualmente en sus espacios de trasgresin.

    Vive las normas como la obligacin a someterse a ellas, y desencadena reacciones de oposicin e incluso violencia.

    Maturana (1995) seala que una cultura centrada en la dominacin y el sometimien-

    to, en las jerarquas, en la desconfianza y el control, en la lucha y la competencia, es

    una cultura generadora de violencia porque vive en un espacio relacional inconsciente

    de negacin del otro. (...) En el espacio psquico de la violencia el nio aprende sin

    darse cuenta a negar al otro y a no mirarse a s mismo en el apego a sus certidumbres.

    El otro no tiene presencia salvo en la oposicin que se vive cuando ste se somete.

    Una de las caractersticas de esta poblacin es su necesidad de trasgresin, y tendencia a los com-portamientos transgresores (Arbex, citado en Conace, 2004), dados fuertemente por la cultura que los sustenta.

    Podemos preguntarnos cunto de los sistemas normativos y de control surge de nuestra necesidad de control, y cunto control efectivamente necesitan los jvenes en su tratamiento.

    La entrevista en el tratamiento de drogas se da en un contexto judicial, por lo cual ase dan con-juntamente elementos de control, representados por el tribunal; y de ayuda, representados por los programas de tratamiento.

    Desde un punto de vista jerrquico, el tribunal est ubicado en un plano superior a los programas de tratamiento que cumplen una funcin de ayuda (Cirillo, 1994). Al situarse en un contexto judicial, los jvenes se encuentran muy sensibles al uso de mecanismos de control, y pueden responder so-bredimensionadamente ante las normas, rechazndolas, y desafiando innecesariamente al sistema sanitario,sobretodocuandoseidentificanengrupocomoiguales,atravsdelacategoradelic-tiva que los identifica en este espacio.

    Cunto es el control mnimo que se requiere para mantener las condiciones de fun-cionamiento? Cunto es el control del que podemos prescindir sin afectar la es-tructura de funcionamiento? En sntesis, cunta es la normativa que ellos realmente requieren para que se alcancen los objetivos?

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    Para evitar las dinmicas asociadas a la autoridad y al control y generar un contexto propicio para la entrevista, las regulaciones internas que establezca el centro pueden girar en torno de los siguientes principios:

    BuenTrato Proteccinycuidado(propio,delosdemsydelentorno) Respetorecproco

    Esto implica privilegiar el fin superior de su tratamiento, cuidando tambin el tratamiento de los dems y el entorno donde se realiza.

    Como seala Maturana (1995b), para que los miembros de una cultura reflexionen

    sobre sus conductas en ella, se requiere un conflicto en el emocionar que genere con-

    ductas contradictorias suficientemente intensas, como para que stos suelten su natu-

    ral certidumbre sobre la legitimidad de sus acciones..

    Es decir, se cambia el esquema relacional y se favorece la conversacin teraputica.

    La entrevista en este contexto tiene objetivos que se insertan tambin dentro del tratamiento en su conjunto. Estos objetivos permiten a los jvenes y sus familias:

    Materializarlosprocesosdemotivacin, vnculo, alianza teraputica y adherencia al tratamiento, vehculos del logro de objetivos.

    Contarconunaestructura concreta de apoyo al tratamiento que confa en la solucin al problema de las drogas.

    Establecerlmites claros y consistentes que se asocien a los objetivos formulados.

    Desarrollarestrategias especficas de afrontamiento del consumo y otros problemas asociados.

    Detectarriesgos a tiempo y ayudar a resolver las consecuencias del consumo.

    Apoyaraljovenyatodalafamiliaensuproceso de recuperacin de los efectos del consumo y otros problemas asociados.

    3.4 La entrevista propiamente tal

    La entrevista es una herramienta clnica muy importante, es un espacio bsico de comunicacin y conversacin de influencia mutua. Entrega gran cantidad de informa-cin a todos los participantes y genera tambin muchos cambios en mltiples domi-nios de accin.

    Toda entrevista se desarrolla en etapas o fases, en que se puede identificar las siguientes:

    Fasedeacoplamientoofase social, que es donde se inicia el contacto, supone el conversar acerca de contenidos que parecen triviales, y a travs de esto se genera o reafirma la confianza que permitir el flujo de informacin que acceder a la conver-sacin.

  • Mdulo VI

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Fase intermedia: Es donde se entra en los temas ms estructurados y se definen los problemas a trabajar.

    Fase de cierre: Antes del trmino de la entrevista, se formulan los acuerdos y conclu-siones logrados en relacin con los problemas que fueron tratados, establecindose los pasos a seguir.

    3.4.1. Entrevista con los padres

    Conversar con los padres sin el adolescente tiene beneficios y objetivos especficos, como obtener antecedentes del desarrollo de la familia y del hijo, conocer algunos detalles de los padres y la pa-rentalidad que ejercen.

    La precaucin que se debe tener es que pueden surgir problemas del mbito conyugal, de la pareja de los padres. Si es as, mencionar y registrar esto como algo que est ocurriendo, conversar cmo afecta su rol dentro de la familia, y volver a la parentalidad, que es el mbito pertinente al caso.

    3.4.2 Entrevista familiar

    La entrevista familiar es una excelente manera de ver cmo interactan los distintos miembros de la familia, y de auto conocimiento de ellos mismos. Entrega una rica informacin acerca de los mitos familiares, los acuerdos y desacuerdos entre los integrantes, las visiones y acciones de todos ellos.

    Los integrantes de la familia desarrollan su rol de observadores de las distintas realidades y percep-ciones, y comprenden que los dems tambin tienen ese rol, lo que los sorprende de manera posi-tiva. Se obtendr una imagen de la familia que permitir ampliar la visin del problema y adecuar la capacidad de intervencin a esta realidad.

    Se recomienda que sea conducida por un profesional del equipo especializado en trabajo con fa-milias, dada la complejidad de este trabajo y los beneficios de hacerlo con estndares de calidad. A la inversa, la escasa formacin y especializacin en esta rea del trabajo pueden afectar negati-vamente el proceso del caso.

    Otra recomendacin es realizar la entrevista de familia en duplas, lo que trae todos los beneficios de la co-terapia. De esta forma adems puede incorporarse a ella un profesional no especializado.

    3.5 La estructura de una entrevista familiar Alinicio,realizarelcontactosaludandoacadaunodelosmiembrosdelafamiliade

    manera agradable. Se sugiere seguir un orden jerrquico social en el saludo: el padre, la madre, y los hijos en orden de edad.

    Iniciarlaentrevistaidentificndosecomoprofesional.Silaentrevistaesconducidapordos personas, cada uno se presenta a s mismo.

    Preguntarelnombredecadaunodelosintegrantesdelafamilia,incluidoeladoles-cente, de manera que cada uno se presente a s mismo. En ningn momento permitir que alguien hable por otro.

    Esteeselmomentode laetapasocial,por locualsepuedeconversarbrevementeacerca de temas neutros.

    Alconversardelosmotivosdeconsultaoproblemasconvienehacerpreguntasabier-

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    tas que invitan a hablar. Qu piensan, cmo lo ven, qu sienten al respecto, etc.

    Enestoesmuyimportantehacerpasarlapreguntaporcadaunodelosintegrantesde la familia, pues se est conociendo al conjunto y de esa manera se podr acceder al nivel sistmico de informacin. Esto significa que la misma pregunta es respondida porcadaunodeellos.Porejemplo:porquestnaqu,qulespreocupa;porqucreenquepasaloquepasa,etc.

    Enlafasedecierreyluegoderedondearlosacuerdos,laprincipalconclusinqueseaconseja sealar es definir a esta familia como una buena familia. Esta definicin se denominaconnotacin positiva del sistema,yconstituyeunapoderosaintervencinque siempre debe realizarse al trmino de una entrevista, especialmente si se trata de la primera entrevista.

    Ladespedidaserealizademaneraagradableyenelmismoordenjerrquicoqueelsaludo al inicio.

    Respecto de los contenidos de la conversacin, tanto en las entrevistas de familiacomo las individuales, es necesario considerar tambin lo sealado en las acciones de diagnstico, junto con lo que se describe a continuacin.

    3.6 La entrevista individual con el adolescente

    3.6.1 El espacio de intervencin individual

    En general en esta poblacin de usuarios el espacio individual no resulta fcil de implementar, tanto por temas vinculares como porque la conversacin con el mundo adulto est muy fuera de sus intereses y capacidades, especialmente cuando la invitacin a conversar sea en un box o lugar cerrado.

    Ellos probablemente huirn inicialmente el contacto, con el paradojal resultado de que cuando tengan esta conversacin individual la valorarn enormemente y ser muy significativa. Cuando un joven tiene una experiencia positiva en el espacio individual, ste deber ser cuidado especialmen-te.

    Para crear este espacio individual de conversacin se sugiere:

    Consistencia. Al brindarle un espacio individual, que se cumpla su uso especial y per-sonal.

    Realizar entrevistas breves en general. La dimensin del tiempo es para ellos muy diferente que para los adultos.

    Tratar temas acotados y explcitos.

    3.6.2 Relativa concentracin en las drogas

    Se requiere modular con gran flexibilidad el nfasis explcito que se le dar al tema de la droga como tema. Ello sin duda va a depender de los niveles de riesgo que tenga el consumo en un momento determinado.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    En muchos casos de jvenes y adolescentes se da la paradoja de que cuando el tema de los con-sumos de sustancias no es tomado explcitamente, los resultados suelen ser mejores que cuando el consumo de drogas se trabaja en forma directa (Miln, 2002).

    3.6.3 Consejera

    Es una forma de entrevista que permite generar una comunicacin efectiva que con-duzca a promover conductas saludables y el cambio de hbitos.

    En la atencin individual o grupal, la consejera reconoce en el usuario el papel de protagonista o conductor de la adopcin de nuevas conductas y en los cambios de hbito a travs de herramientas educativas prcticas que fomenten el auto cuidado.

    Es una estrategia de entrevista que puede brindar muchos beneficios, aplicada en diferentes mo-mentos durante el tratamiento. En ella el profesional facilita el proceso de toma de conciencia, decisin y accin en el joven.

    En la consejera se reconocen las preocupaciones del usuario de una manera reflexiva, en un am-biente clido, receptivo y de estilo horizontal, con bastante uso de preguntas abiertas.

    Implica:

    Escuchar activamente, demostrando que se est escuchando realmente a travs detodo el lenguaje no verbal.

    Seremptico,comprendiendolossentimientosqueeljovenmanifiesta,sinvalidarlosactos que de ellos se desprenden, que muchas veces son justamente lo que se quiere modificar.

    Resumirysintetizar, locualpermitesituarpuntosdeanclajequepermitandara lacomunicacin un sentido de proceso y de avance, junto con asimilar en forma clara los temas y mensajes contenidos en la conversacin.

    3.6.4 Adherencia teraputica

    Es un aspecto central de la entrevista con los jvenes. La adherencia es una conducta compleja que consta de una combinacin de aspectos propiamente conductuales, unidos a otros relacionales y volitivos que conducen a la participacin y la comprensin del tratamiento, y del plan por parte del usuario para su cumplimiento, que se expresa en una respuesta modulada por una bsqueda activa y consciente de recursos que logren el resultado esperado.

    En este proceso se conjugan tanto acciones del usuario como del equipo, a travs de las conversa-ciones.

    Adherencia al espacio. Hay un primer perodo en que los/las jvenes necesitan fami-liarizarse con el lugar fsico y tambin con los otros usuarios presentes en el recinto. Excepciones a este aspecto lo constituyen jvenes con mucha experiencia en centros, oconmarcadaparticipacinenpandillas,quepuedenapropiarserpidamentedellugaryarriesgartransformarloencaleta.

    Adherencia al equipo de atencin. Implica familiarizacin y conocimiento de las di-ferentes personas que laboran en el recinto, con quienes el joven se relacionar en el programa.Seincluyelaadherenciaconsuterapeutadecabecera,dondelaconver-sacin formal y la informal tendrn un balance.

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    Adherencia al tratamiento propiamente tal. La aceptacin y la participacin activa del joven en el tratamiento, es un paso que se da posteriormente al logro de los aspectos anteriores, e incluso depende de stos.

    3.6.5 Lenguaje

    Es central en la entrevista clnica ir poniendo en palabras los contenidos expresados por el adolescente, a travs de definiciones simples y positivas.

    De esta forma podr expresar sus vivencias con nuevas palabras y significados que aportarn a su auto concepto, tanto para ayudar a su formacin como para cambiar conceptos negativos de s mismo.

    Para ello:

    Incluirdistintoscanalesdecomunicacinparaaportarasuautoconocimiento,atra-vs de mltiples actividades, especialmente ldicas.

    Propiciarunlenguajeclaro,sindoblesmensajes.

    3.7 La entrevista y la etapa adolescente del desarrollo Incluirtodoloqueeljoventrae,aportandoconelloasuprocesodeformacincomo

    persona.

    Hacercomosieljovenfueramayoryautnomo,sinperderlanocindelaetapaenque realmente se encuentra.

    Apoyarelautoconocimientoatravsdecualquieraccinoactividad.

    Promoverprocesosdecambiodemanerasimple,enbaseaqueeladolescenteestcambiando de manera natural.

    Usaralgunasestrategiasparadojales,comopedirquecambielentamente,oquenocambie.Ellorefuerzanelcambio.Esindicadohacerlosloenloscasosconactitudoposicionista, y requiere de un muy buen manejo por parte de quien la aplique.

    Generarcompromisopreviendoenconjuntoposiblesriesgos.

    Bsquedadeformasalternativasdeplacer.

    Enrelacinalosproblemas,lomenosquequierenlosusuariosdenuestrosprogramases tenerlos, por lo tanto, la estrategia ser:

    - Nocentrarlaentrevistaenproblemas(estrategiaparadojal),sinoqueenlascompetencias del joven para enfrentarlos.

    - Evitar designar los problemas como tales antes de que el problema est definido por otros. Abordar ms bien reas de desarrollo, en las cuales los problemas suelen no estar.

    - Ante problemas definidos por otros, adoptar una estrategia de reflexin acerca de los distintos puntos de vista ante una misma situacin.

    - Planear juntos soluciones posibles si es que l visualiza problemas, ofrecindole ayuda en concreto.

    Humor,comoplataformaenlacualbasartodalaconversacin:nosertan serios, lo cual no se contrapone a lo serio que es el problema.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    3.7.1 Construccin de futuro

    Fuerte nfasis en construir futuros posibles. Avanzar paso a paso hacia stos de manera concreta y pragmtica, con acciones que minimicen la posibilidad de frustracin y le permitan vivir la sensa-cin de logro.

    Ponertantolosproblemascomolassolucionesendominios positivos de sentido, de este modo.

    - Escoger dominios de sentido positivos como futuros posibles donde no se perju-dica a otros ni a s mismo

    - Propiciar la toma de decisiones a travs del uso de alternativas.

    3.7.2 Relacin vincular con el joven

    En la entrevista, el vnculo ser la base para trabajar:

    Laalianza: disposicin para el cambio, objetivos y metas teraputicas.

    Habilitacin. Todas las conversaciones que propendan a descubrir y desarrollar ha-bilidades en los jvenes, desde el diagnstico en adelante, enriquecern las visiones alternativasdesmismo,yayudarnade-construirrtuloscomodrogadicto,de-lincuente,ytodassusvariantesyconductasasociadas.Estoseligaconlatareadeformacin de su identidad, por lo cual es clave.

    Reparacin. Permite la elaboracin de las graves problemticas que han vivido. Para algunos casos, la entrevista permitir la reparacin mediante la elaboracin subjetiva, emocional y cognitiva; y en otros, la reparacin objetiva, a travs de los procesos de habilitacin y reinsercin que se promocionan en el tratamiento.

    Enlossereshumanoslahistoriacuenta.Laentrevistapermitere historiar armar la historia de una manera mejor lo cual es esencial en el trabajo de reparacin.

    3.8 La entrevista de psicoterapia individual Es la terapia realizada por profesionales psiclogos. Si se trabaja en dupla, esta forma de entrevista se puede trabajar junto con un psiclogo.

    DeacuerdoconlaGuaClnicaparalaatencindelConsumoPerjudicialyDependenciadeAl-cohol y Drogas en Menores de 20 aos del Ministerio de Salud (2007), se encuentra indicada para esta poblacin:

    Lapsicoterapiaexpresivadeapoyo Lapsicoterapiainterpersonal Laterapiacognitivo-conductual

    3.9 Entrevistas especficas de abordaje del tema drogas Estas entrevistas son esenciales en los procesos de atencin. Para realizarlas, los profesionales deben conocer y aplicar las tcnicas cognitivo conductuales que se han desarrollado para el trabajo de prevencin del consumo.

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    Estrategiasde Intervencin

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    Sociales

    Estas tcnicas no pueden dejar de usarse en esta poblacin, por lo cual estas entrevistas son un instrumento clave en los procesos de atencin.

    Los programas de prevencin de recadas se basan en el modelo de Marlatt y tambin incorporan elementosdelmodelodeBeck,entreotrosautores.Conacehasistematizadoestetemaendocu-mentos ad hoc (2005). Una breve resea:

    Prevencin de recadas. Son herramientas que le permiten a los pacientes disminuir la probabilidad de recaer, y cumplir los siguientes objetivos:

    - Aprender a identificar las situaciones que incitan deseos de consumir.- Definir y aprender a controlar las situaciones de riesgo.- Incorporar habilidades asertivas frente a situaciones de probable riesgo.- Aprender pautas de afrontamiento ante eventuales consumos.- Conocer estrategias que permitan intervenir una vez que se ha presentado la

    recada.

    Control de deseos. Las tcnicas cognitivo conductuales proveen maneras de identifi-car los deseos desde el nivel mental (pensamientos), emocional, el nivel del craving o apetencia o deseo intenso, hasta el nivel conductual.

    Desintoxicacin ambulatoria. En caso de presentarse apetencia y desencadenarse el consumo en jvenes con consumos no graves, la desintoxicacin ambulatoria puede implementarse en programas ambulatorios, y el espacio para hacerlo es la entrevista:

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    4. Tcnicas de trabajo grupalLos grupos de pares cumplen un papel afectivo y socializador fundamental.

    Krauskopf (citada por Andr, 2002) destaca la importancia del contacto entre pares para los adoles-centes.Sealaquelosamigossonfundamentalesparalaelaboracindedimensionesdeidentidadtales como el enriquecimiento interpersonal, los valores, los papeles sexuales, el reconocimiento de destrezas,laampliacindelasopcionesylaparticipacinsocial.

    Parainiciarestetema,sedebereflexionarsobreelconceptodegrupo,entendindolocomounaunidad colectiva dinmica, que se puede observar directamente. Se funda sobre la base de actitu-des colectivas continuas y activas. Tienen una obra comn que realizar, hacia la cual se dirigen de manera unificada las actitudes de sus componentes. Sus obras y conductas constituyen un marco social, tendiendo a una cohesin relativa de las manifestaciones de la sociabilidad (Daz y cols., 2000).

    El grupo presupone la existencia de varias dimensiones: objetivos, organizacin, funcionamiento, tarea y productividad; y al ser dinmico, constantemente est en vas de evaluacin para lograr las metas establecidas.

    Como grupo dinmico da soluciones, logrando as cristalizar el objetivo comn a todos sus miem-bros. En la medida en que plantean metas, objetivos y tareas que llenen las aspiraciones de los miembros del grupo, el inters de los integrantes persiste hasta el logro del objetivo final.

    Dadas estas caractersticas que permiten comprender qu es un grupo, podemos visualizar que exis-tirn diversos grupos segn sean los objetivos comunes que sus integrantes persiguen. De acuerdo con esta visin, es posible conformar grupos operativos con los chicos, para el trabajo con objetivos formativos y de tratamiento.

    Adems de lo recin sealado, los pares en los centros conformarn grupos espontneamente (de los cuales los miembros de los equipos tcnicos quedarn excluidos) con objetivos centrados sin duda en las identidades que los renen: trasgresin, delito, consumo.

    Por esto, es necesario contemplar esta contradictoria realidad como el piso en el cual se sita la intervencin grupal en esta poblacin, y ser capaces de minimizar al mxi-mo la incidencia de la asociacin espontnea de los pares hacia objetivos antisocia-les.

    En Chile ha sido tradicional realizar variados trabajos de tipo grupal en centros de atencin hacia nios, adolescentes y jvenes. Sin embargo, la investigacin sobre sus resultados no es concluyente respecto de la validacin de estrategias grupales a seguir, para el trabajo con la poblacin de jve-nes que atendemos, por lo cual se hace necesario recabar informacin relevante a partir de la propia labor del profesional, sistematizando la accin.

    Por otro lado, es de consenso la idea de que las actividades grupales de tipo recreativas, ldicas, deportivas y culturales favorecen la motivacin, y desarrollan la adherencia al espacio, al grupo de pares, al equipo y, lo ms importante, tambin al tratamiento.

    Por estas razones su realizacin es importante, aunque requiere que sea un trabajo planificado y con objetivos claros para que pruebe su efectividad y minimice sus efectos adversos.

    En el desarrollo de este tema se revisaran estrategias grupales para el trabajo con jvenes, yendo

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    Sociales

    desde lo general a lo particular, en el entendido de que es positivo aprovechar los contextos de inte-raccin entre pares, que se dan en la permanencia de los jvenes en los centros de tratamiento.

    Ello requiere considerar de manera muy especial la iatrogenia3 que puede generar lo grupal. Por esto, se deben tomar todos los resguardos a fin de evitar los efectos adversos de la interaccin entre los pares, que refuerzan los patrones que se pretende intervenir.

    4.1 Actividades grupales informalesDe todas las estrategias de trabajo grupal, la estrategia madre ser el poder desarticular los grupos naturales que los jvenes constituirn durante su permanencia en los centros, basados en las iden-tidades transgresoras que traen.

    El trabajo a realizar aqu es la base para las dems intervenciones, incluyendo tambin las interven-ciones individuales y familiares, las cuales pueden fracasar si no se logra neutralizar las dinmicas grupales que ellos organizan espontneamente.

    Se sugiere:

    Visualizar a cada joven en su individualidad.Ellonoimplicaunavisinindividualis-ta,sinounaquerealcesurealidadexistencialcomoindividuo.Dadoquedesdeahsurgen todos los dems espacios vitales, los que pueden sintonizar con sus sentidos, propsitos y perspectivas de vida. La personalizacin de su proceso deber ser siempre el principal parmetro de la atencin.

    Cuandoemerjandinmicasgrupalesdetipotrasgresor,nunca visualizarlos como gru-po. Esta estrategia es fundamental para el trabajo, y tiene el poder de desarticular la constitucindedosgrupos:ellosynosotros(losjvenesporunlado,yelequipopor otro). Si se es coherente con esto en la visin y en la accin, se evitarn muchas situaciones, y se resolvern muchas otras.

    Algunos de estos ejemplos de abordaje se dirigen a ellos como grupo y otros no. Los jvenes son altamente sensibles a ser tratados como grupo y se aglutinarn rpidamen-te como un conjunto si perciben esa imagen, esto los pondr en actitud defensiva u ofensiva ante los adultos, al generar en ellos comportamientos aprendidos.

    La estrategia de nunca visualizarlos como grupo, implica la capacidad permanente de todos los miembros del equipo de observar y monitorear la interaccin entre ellos, no desde el control, sino desde la proteccin y el cuidado de cada uno como personas individuales; y del proceso de tratamiento en el que participa.

    3 Iatrogenia. Se denomi-na iatrogenia a cualquier tipo de alteracin del es-tado del paciente produ-cida por el tratamiento al que es sometido, o los ele-mentos de ste. Se deriva de la palabra iatrognesis, que tiene por significa-do literal provocado por el mdico o sanador. Se refiere a un estado, enfer-medad o afeccin causado o provocado por los equi-pos humanos de atencin, los tratamientos mdicos o los medicamentos propor-cionados en el proceso de tratamiento.

    Si hay cuatro jvenes en una sala esperando que comience una actividad y se escu-chan gritos y golpes con fuerza a los muros. De qu forma usted y/o su equipo abor-dan esta situacin?

    a) Les preguntan qu estn haciendo? b) Ordenan que no griten ni golpeen los murosc) Les recuerda las normas del recintod) Se acerca a uno de ellos y le dice directamente, y sin amenaza, que mantenga el silencio.e) Conduce a cada uno a diferentes actividades a otros lugares o a espacios de conversacin individual.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Si se pesquisa actividades transgresoras o violentas, se recomienda llevar a cada joven a una vinculacin individual, y conversar eliminando cualquier referencia a un ustedes.

    Elequipodebetenerlaconviccindequecadavezquesepiensaomencionaelus-tedes,esarealidademergeyserefuerza.Evitarelusodelpronombreustedesesunallave de oro.

    No olvidar que el lenguaje genera realidades (vanse los textos de Humberto Matura-na).Losgruposnoexistenens,porlotanto,noexisten.Ellossurgen, lo cual es algo muy distinto de lo anterior y es, positivamente, una situacin abordable.

    Tener un marco de entendimiento de estas dinmicas colectivas, sin rechazarlas sino que encauzndolas hacia relaciones entre pares, en que el objetivo comn sea el tra-tamiento y la genuina superacin personal.

    Para que se pueda implementar esta estrategia de trabajo, se requiere revisar aspectos institucionales y organizativos, a fin de que la intervencin sea posible y no se produzcan descoordinaciones o contradicciones en el operar.

    4.2 Actividades grupales organizadas desde el equipo de tratamiento Siguiendo pautas dadas por Daz et. al. (2000), se definen algunos aspectos generales para el trabajo con grupos, como parte de los planes de tratamiento de los jvenes.

    El punto de partida es definir el objetivo comn a todos sus miembros que se convoque a participar en un grupo. En la medida en que planteen metas, objetivos y tareas que llenen las aspiraciones de los miembros del grupo, el inters de los integrantes persistir hasta el logro del objetivo final. Estos objetivos adems deben ser explcitos y estar acotados a un tiempo.

    La duracin de las actividades debe ser breve, y estar monitoreadas a fin de garantizar el desarrollo de las tareas. Debe observarse especialmente los procesos de interaccin, esencia del espacio grupal.

    Para el logro de objetivos, el equipo debe definir en forma clara los criterios de pertenencia al grupo, y si ste va a ser cerrado o va a permitir ingresos y egresos de miembros durante su permanencia. La estabilidad de los participantes aportar a la cohesin del grupo, por lo tanto, tiene gran impor-tancia.

    Si el objetivo est centrado en la realizacin de tareas ms que en crear una dinmica grupal, las entradas y salidas de miembros al grupo no afectarn su objetivo.

    Si el equipo quiere crear un grupo que se mantenga estable por un tiempo, deber definir los crite-rios de participacin y a los integrantes de l con los mtodos que estime pertinentes.

    Las funciones que asumirn los miembros dentro del grupo les permitirn mantener ciertas afinidades, coordinando sus acciones en la tarea que realizan, y en este proceso se generarn sentimientos de pertenencia a l.

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    Estrategiasde Intervencin

    para Trabajadores

    Sociales

    Es necesario sealar que un grupo de estas caractersticas genera mecanismos de identidad en sus miembros, por lo cual deber cuidarse lo que ocurra en este mbito. Se producirn definiciones y atribuciones internas entre sus miembros, como as tambin por parte de los jvenes que no par-ticipan en l. Por ejemplo, denominarlo con nombres peyorativos que insultan a sus miembros; o proclamarsecomolomejordelostiempos.

    En el tipo de grupo que tiene permanencia en el tiempo, es posible que emerjan valores y normas definidas espontneamente por sus integrantes. Dado que la existencia de cualquier grupo est en funcin de su aporte al proceso de tratamiento, deber cuidarse que el impacto que tenga en sus miembros el participar o pertenecer a un grupo sea monitoreado en el plano individual, por tratarse de aspectos que requieren orientacin, muy vinculados a cmo viven las tareas de la adolescen-cia.

    La toma de decisiones es muy importante en la existencia de un grupo. En los adoles-centes, y especialmente en la poblacin infractora con consumo de drogas, suele ser un tema muy sensible.

    La toma de decisiones determina el grado de democratizacin del grupo. Dependiendo del estilo que defina en esto el equipo, se sugiere dar participacin a todos los miembros del grupo cuando haya que decidir algo que sea de competencia de todos. Al expresar sus opiniones en un clima de acogida y respeto, se logran importantes consensos, an cuando haya disparidad de criterios entre ellos.

    El liderazgo es una de las dinmicas frecuentes que surgen en su interior, cuando uno de los miembros establece ciertas relaciones ya sea de autoridad, de poder, de coordi-nacin, o de prestigio entre el grupo.

    Puede emerger en forma espontnea o impuesto por el grupo en funcin de su popularidad, o de su valor. En trminos generales concerta las opiniones y conductas del grupo, por lo cual el lder ser alguien con quien indudablemente hay que trabajar.

    Ser motivo de fuerte conflicto la presencia de ms de un lder dentro del grupo, lo que puede in-dicar que el sistema de vinculacin informal de los jvenes se ha hecho presente al interior de la dinmica grupal, contraponindose a los objetivos de tratamiento.

    Los miembros del equipo debern despejar esta situacin, haciendo prevalecer los objetivos de tra-tamiento y desarticulando el grupo informal a travs de las estrategias desarrolladas anteriormente.

    4.3 Criterios para la inclusin de jvenes en el trabajo grupal La decisin de cundo un joven ser incluido en actividades grupales, va a depender de diversos criterios clnicos de tipo individual a decidir por el equipo y a la oferta de actividades grupales con que cuente el programa.

    Se puede sealar los siguientes criterios:

    Grado de vinculacin crimingena o experiencia delictiva

    A mayor grado, ms nfasis en el trabajo individualizado que grupal. Salvo excepcio-nes. Jvenes con marcada experiencia transgresora y/o de consumo pueden perjudicar fuertemente al grupo en su conjunto, incluso haciendo peligrar los logros alcanzados.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    Se recomienda en este caso no agrupar a los jvenes segn la variable crimingena, sino realmente enfatizar en esos casos lo personalizado al mximo, evitando su par-ticipacin en grupos, hasta lograr alcanzar objetivos claros de compromiso con su tratamiento.

    Dificultades para la adherencia

    A mayor dificultad, poner nfasis en el acompaamiento individual a fin de que se familiarice con el espacio, el equipo, los pares, y su tratamiento. Participacin asistida en actividades grupales de tipo recreativo.

    Historiapreviaencentrosdetratamientoinfanto-adolescentes

    Una historia previa en centros de proteccin puede facilitar su incorporacin y apro-vechamiento en el mbito grupal.

    Nivel de deterioro por el consumo

    Se deber estabilizar y recuperar al/la adolescente hasta que alcance una situacin que le permita beneficiarse de lo grupal.

    Etapa del desarrollo

    En general, se estima que la convivencia entre adolescentes y jvenes de diferentes etapas de desarrollo, favorece las experiencias de aprendizaje de cada uno/a.

    Estado de la motivacin

    - En relacin con el problema de drogas, manifiesta motivacin para el cambio, lo que favorece su participacin en el mbito grupal.

    - Manifiesta motivacin para participar grupalmente, lo que favorece el aprendi-zaje de habilidades sociales en si existe un contexto propicio para ello.

    La no-insercin en lo grupal como eje motivacional.

    La no participacin de un joven en el mbito grupal por los criterios sealados prece-dentemente, pueden actuar como fuerte motivador para generar los cambios requeri-dos y lograr acceder a la participacin en los grupos.

    Un trabajo individual orientado a apoyar al adolescente para que genere esos cambios e incorporarse a los grupos, puede ser una interesante estrategia en aquellos casos en que no presentan condiciones para participar en el trabajo grupal, o sean contraindi-cados para ste.

    En dichos casos, se recomienda evitar los mecanismos emocionales relacionados con los sentimientos de exclusin que pueden experimentar, a travs de un fuerte trabajo de logros en los planos individual y familiar.

    4.4 Criterios para la conformacin de gruposLa conformacin de un grupo de jvenes puede hacerse recurriendo a un esquema estructurado de trabajo, o a un esquema no estructurado.

    Utilizar un esquema estructurado

    Significa que los miembros del equipo definen un programa de trabajo que contiene actividades y ejercicios previstos, cuya finalidad ser resolver los aspectos de conoci-miento mutuo, integracin, uniformacin de objetivos, diseo de estructura y adop-cin de normas grupales.

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    para Trabajadores

    Sociales

    Los adolescentes participantes se incorporan a este esquema predeterminado, dejando para una fase posterior o para el perodo final de la fase grupal el inicio del ejercicio de la autogestin por parte del grupo.

    Este sistema envuelve el peligro de reprimir las energas y potencialidades del grupo, creando una dependencia muy fuerte de los miembros con el equipo, o bien su recha-zo a ste.

    Unesquemanoestructurado

    Es aquel en que los miembros del equipo no parten de un plan de trabajo previamente definido, el que debe ser desarrollado por los participantes.

    Se espera que los propios adolescentes vayan superando los problemas propios de esta fase, para lo cual los monitores ejercen una labor de asesora tcnica, proponiendo ante cada situacin especfica algunas actividades o ejercicios que ayuden a los jve-nes a superar los problemas que vayan apareciendo en el transcurso del proceso.

    El inconveniente de este esquema no estructurado es que puede representar una ma-yor lentitud para llegar a constituirse el grupo, frustrar a sus participantes, aumentar la posibilidad de conductas disruptivas, aunque eleva la probabilidad de que el grupo alcance luego un estadio autogestionado.

    4.5 Abordaje de los procesos socio-afectivosEste abordaje comprende las acciones y reacciones afectivas o emocionales que se originan entre los participantes en el grupo.

    Se requerir capacidad de manejo de estas situaciones a fin de canalizarlas y que no se transformen en obstculo.

    Daz y cols. (2000) sealan que estos procesos se pueden dar en dos niveles:

    ELjovenqueseexpresaatravsdeactitudesocomportamientosquefacilitanuobsta-culizan la ejecucin de las acciones, por ejemplo, puede ser indiferente, dominante, etc.

    Enelmbitogrupallosindividuosinteractanentrminosporejemplodecompeten-cia, colaboracin, etc.

    4.6 Integracin del grupoSi se trata de un grupo que tiende a mantenerse como tal durante un tiempo, y/o ello se espera como objetivo para ste, el grupo de trabajo debe seguir un proceso hacia la integracin atravesando por tres fases.

    Cada una de estas fases plantea problemas especficos. Adems, el paso de una fase a otra depen-der del clima de grupo que se logre crear.

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    Desarrollo de competencias para la intervencin

    4.6.1 Fase individualista

    Esta fase es identificada al inicio de la conformacin del grupo y su duracin es variable.

    Independientemente de la naturaleza de la tarea y de las estructuras de la organizacin formal del grupo, los individuos que se agrupan con el fin de realizar juntos un trabajo, tienen tendencia, al comienzo y durante algn tiempo, a querer afirmarse como individuos, ms an cuando se trata de adolescentes.

    Esta fase durar hasta que cada uno de los miembros haya logrado ser aceptado como individuo ante los dems.

    A pesar de que da la impresin de que esta fase moviliza a los miembros del grupo hacia preocu-paciones que les alejan de la tarea y de su ejecucin, se comprueba, despus, que es esencial para su integracin.

    Los miembros del grupo no se comprometern en la tarea, sino a partir del momento en que se sientan plenamente aceptados.

    El rol del lder no debe frenar ni acelerar esta fase, sino sensibilizar a los miembros del grupo a que saquen partido de estas primeras confrontaciones, objetivndose unos respecto a los otros.

    De este modo ayuda a que se conozcan mejor y se aceptan recprocamente; tendrn probabilidades de descubrir los recursos de cada uno en funcin de la tarea que eventualmente debern cumplir juntos.

    Los papeles aparentemente negativos que pueden asumir ciertos miembros, como monologar o complacerse en detallar su biografa, que parece ser muy distractor del grupo en su tarea, son fun-cionales en la medida que responden a necesidades de seguridad en los miembros.

    Esta es una ocasin privilegiada para reconocer que la primera tarea que deben realizar los miem-bros de un grupo de trabajo es la de aprender a aceptarse mutuamente.

    4.6.2 Fase de identificacin

    La segunda fase es conocida como la fase de identificacin, que es donde sus inte-grantes asumen ser parte del grupo. Cuanto ms heterogneo e