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Modelación de los patrones de circulación oceánica a niveles de submesoescala en el Mar Caribe Colombiano Juan José Guerrero Gallego, I.C. Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente Medellín, Colombia 2016

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Modelación de los patrones de

circulación oceánica a niveles de

submesoescala en el Mar Caribe

Colombiano

Juan José Guerrero Gallego, I.C.

Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín

Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente

Medellín, Colombia

2016

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Modelación de los patrones de

circulación oceánica a niveles de

submesoescala en el Mar Caribe

Colombiano

Juan José Guerrero Gallego, I.C.

Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:

Magister en Ingeniería – Recursos Hidráulicos

Director:

Ph.D. Francisco Mauricio Toro Botero

Línea de Investigación:

Oceanografía

Grupo de Investigación:

OCEANICOS

Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín

Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente

Medellín, Colombia

2016

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“Investigación es lo que hago cuando no sé qué es que es lo que hago”

Werner von Braun

“El poder de un hombre son sus medios presentes para obtener algún aparente bien futuro”

Thomas Hobbes

"¡Oh!, qué muchacho gracioso, gozoso, mimoso, cariñoso

y endemoniado es el océano, ¡oh!

el viento rompe las velas,

pero él sus labios cierra,

para catar la cerveza.

¡Oh!, qué muchacho gracioso, gozoso, mimoso, cariñoso

y endemoniado es el océano, ¡oh!”

Cap. CXIX. Moby Dick. Herman Melville

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Agradecimientos

“No todo lo que puede ser contado cuenta, ni todo lo que cuenta puede ser contado.”

Albert Einstein

Agradecer siempre es necesario, aunque no sencillo, y más en situaciones en las que la contribución

tanto directa como indirecta al resultado de un trabajo de un largo, larguísimo tiempo es de gran

significado.

Quiero empezar por agradecer a mi madre, porque realmente es la única persona que siempre ha

estado de lleno en medio de las noches más oscuras y los días más lúgubres al igual que en los días

de efímeras y fugaces felicidades. Siempre ha sido una guía incondicional y espero sepa entender y

perdonar los momentos de humores agrios y distantes derivados de este ciclo.

Agradezco a las instituciones que aportaron para mi educación y el financiamiento en todos los

proyectos de los que fui parte en este periplo. A la Facultad de Minas y la Universidad Nacional de

Colombia, por ser mi Alma Mater. A COLCIENCIAS por la Convocatoria Nacional 566 de 2012 –

“Jóvenes Investigadores e Innovadores”. A ECOPETROL y el Instituto Colombiano del Petróleo

por varios proyectos desarrollados con ellos.

Al Profesor Mauricio Toro, por permitirme trabajar con él y abrirme camino en las ramas asociadas

con la Mecánica de Fluidos y así poder encontrar cosas sublimes en esta rama del conocimiento.

Al profesor Andrés Osorio y al grupo OCEANICOS, por haberme dado un espacio de trabajo y de

enriquecimiento en muchas capas de la vida. Muchas experiencias vividas en este tiempo no tendrían

sentido sin ese espacio.

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A la Universidad de Medellín, por poner a mi disposición su Clúster computacional para la ejecución

de gran cantidad de pruebas de modelación y los proyectos que allí se desarrollaron. Al profesor

Rubén Montoya, sin su apoyo en los momentos más áridos de inspiración, hubiese tirado la toalla

mucho tiempo atrás. Igualmente, a Juan Camilo Hernández por el apoyo en el trabajo desde el

aspecto de cómputo.

A mis jurados, el profesor José Fernando Jiménez Mejía, de la Universidad Nacional de Colombia y

al profesor Luis Javier Montoya Jaramillo, por su aporte desde la evaluación.

A esos amigos que siempre estuvieron dispuestos aguantarme mis escapes retóricos debidos a la gran

carga existencial que parece pender cual nube negra sobre mi cabeza. A Mauricio Molano y a D.

Alejandro Castañeda. Gracias por estar ahí parceros, así fuera en la distancia. Por la compañía, la

bohemia, los tragos y sobre todo por las anécdotas, que quedarán hasta el final.

A todos mis compañeros del PARH y a los compañeros de la carrera de ingeniería civil, muy

especialmente a aquellos con los que compartí oficina en estos largos años. Alejo “Chelo” C, Ricardo

R, Alejo H, Gabriel B, Alejandro J., Oscar Á., Arlex M, Julián U., María Ligia B, Natalia B y a los

demás. Se les agradece por las tertulias extendidas, las “polas”, los rones y los momentos de

relajación breve e intensa procrastinación en medio de la turbulencia que ha acompañado toda esta

experiencia de vida universitaria.

A los asociados en el “arte de botar escape”, German, Dayerson, J. C. y P. Laverde y los demás, se

les agradecen los ratos de “tiempo no productivo” y salvavidas de cordura.

Se me hace necesario agradecer incluso a los escollos que aparecieron en el camino. A la Ker, la

negra Fatalidad, como diría Homero en sus obras. Sin la motivación y la “malparidez existencial”

que generaron, no sería la persona que soy hoy.

Finalmente, y no puede faltar… agradezco a la cerveza las felicidades burbujeantes y efímeras.

“And we are grateful for our iron lung…”

“My Iron Lung” - Radiohead

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Resumen

La comprensión de los procesos asociados a la circulación oceánica en cualquier zona marina

es de gran relevancia debido a que diversos procesos físicos que se dan en el océano, como

procesos de transporte (nutrientes, sedimentos o contaminantes) y la morfodinámica de

ambientes costeros, dependen en gran medida de los patrones de circulación oceánica, tanto

de su configuración espacial, como de su variabilidad temporal. Para el mar Caribe

Colombiano está afirmación tiene gran pertinencia, dado que en los últimos años se han

hecho esfuerzos significativos con miras al aprovechamiento de ambientes costeros y

oceánicos, por lo que su estudio es de gran utilidad. En este aspecto la modelación numérica

es una herramienta de gran versatilidad y aplicabilidad para estudiar estas dinámicas, ya que

permite plantear una gran variedad de escenarios, en múltiples escalas espaciales y

temporales, que difícilmente podrían estudiarse de otras formas. En este estudio se trabaja

con el modelo ROMS- AGRIF, el cual es un modelo hidrodinámico ampliamente utilizado

para este tipo de estudios, particularmente para aplicaciones de alta resolución. En este

trabajo se apunta a calificar el desempeño del modelo y su capacidad para representar la

circulación en el Caribe Colombiano, a niveles espaciales de submesoescala, es decir, a

resoluciones espaciales de O(1km). Se propone además la generación de una base

metodológica para el estudio de la circulación a estos niveles espaciales, la cual consiste en

la aplicación de técnicas de separación de escalas y análisis espectral para una evaluación

objetiva de los resultados de modelación desde la perspectiva de las dinámicas asociadas a

los procesos que se generan en estas escalas. Las pruebas realizadas con ROMS de las

variables oceánicas como temperatura, salinidad y velocidad de las corrientes, sugieren que

éste es capaz de representar adecuadamente la variabilidad temporal y espacial de las mismas.

Palabras clave: Circulación oceánica, procesos de submesoescala, modelación numérica, ROMS-

AGRIF, Mar Caribe

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Abstract

The understanding of dynamical processes associated with the oceanic circulation in any

marine locality is a topic of great relevance due to several physical processes that occur in

the coastal and oceanic zones such as transport processes (e.g. sediments, pollutants,

nutrients) and coastal morphodynamics, which depend largely on the oceanic circulation

patterns, on its spatial configuration and temporal variability. On the Colombian Caribbean

Sea this statement is of great importance because in recent years significant effort have been

made towards the harnessing of the resources in coastal and marine environment and, because

of this, the study related to the ocean is of great usefulness. On this regard, numerical

modelling is an effective tool, with great versatility and applicability to study these dynamics,

which allows posing a wide variety of settings, with multiple spatial and temporal scales, that

could be more difficult to study by other approaches. In this study, we use ROMS-AGRIF

model, which is extensively applied for this type of studies, especially for high resolution. In

this research the aim is to qualify the model performance and its capability to represent the

circulation in the Colombian Caribbean Sea in scales in ranges of O(1km), which is defined

as submesoscale. We propose a methodological base to study the oceanic circulation in these

spatial scales, based on the scale separation techniques and spectral analysis to pose an

objective evaluation of the modelling results from the dynamical perspective of the processes

that arise in these spatial scales. The tests performed with ROMS-AGRIF regarding oceanic

variables such as temperature, salinity and current velocity suggest that the model is able to

represent suitably the spatio-temporal variability.

Keywords: Oceanic circulation, submesoscale, numerical modeling, ROMS-AGRIF, Caribbean Sea

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Contenido

1. Introducción .............................................................................................................................. 16

1.1. Generalidades .................................................................................................................... 16

1.2. Justificación ....................................................................................................................... 18

1.3. Objetivos ........................................................................................................................... 19

1.4. Antecedentes: Estudio de patrones de circulación ............................................................ 19

1.5. Marco Teórico ................................................................................................................... 23

1.5.1. Modelación oceánica: Ámbito................................................................................... 23

1.5.2. Modelación Oceánica: Análisis de Corrientes Oceánicas a diferentes escalas ......... 24

1.5.3. Modelación Oceánica: Submesoescala ..................................................................... 25

1.5.4. Modelo ROMS .......................................................................................................... 27

1.5.5. Comentarios sobre la Aproximación Hidrostática .................................................... 29

2. Datos y Métodos........................................................................................................................ 30

2.1. Área de Estudio ................................................................................................................. 30

2.2. Información Usada ............................................................................................................ 31

2.3. Métodos ............................................................................................................................. 33

2.3.1. Análisis Comparativo ................................................................................................ 33

2.3.2. Análisis de Escalas .................................................................................................... 34

2.4. Herramientas Computacionales Usadas ............................................................................ 39

3. Configuración del Modelo ROMS - AGRIF ............................................................................. 41

3.1. Introducción ...................................................................................................................... 41

3.2. Configuración Geométrica: Resolución en la horizontal .................................................. 42

3.2.1. Introducción .............................................................................................................. 42

3.2.2. Diseño de mallas ....................................................................................................... 42

3.2.3. Configuración de Coordenadas Verticales ................................................................ 44

3.3. Condiciones de Entrada ..................................................................................................... 45

3.3.1. Forzamiento Superficial y Condiciones de Frontera ................................................. 45

3.3.2. Inicialización del modelo .......................................................................................... 46

3.3.3. Ríos ........................................................................................................................... 47

4. Resultados de Modelación: Comparación ................................................................................. 50

4.1. Introducción ...................................................................................................................... 50

4.2. Análisis Comparativo: Resultados de Modelación sin Ríos.............................................. 50

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4.2.1. Superficial ................................................................................................................. 50

4.2.2. Vertical ...................................................................................................................... 53

4.3. Análisis Comparativo: Resultados de Modelación con Ríos ............................................ 55

4.3.1. Superficial ................................................................................................................. 55

4.3.2. Vertical ...................................................................................................................... 57

4.4. Resumen y Discusión ........................................................................................................ 58

5. Análisis de Escalas .................................................................................................................... 61

5.1. Análisis Espectral .............................................................................................................. 61

5.1.1. Introducción .............................................................................................................. 61

5.1.2. Espectros de energía cinética .................................................................................... 62

5.2. Separación de escalas ........................................................................................................ 65

5.3. Resumen y Discusión ........................................................................................................ 69

6. Conclusiones Generales, Recomendaciones y Trabajo Futuro ................................................. 71

6.1. Conclusiones Generales .................................................................................................... 71

6.2. Recomendaciones y Trabajo Futuro .................................................................................. 73

7. Referencias ................................................................................................................................ 76

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Lista de Figuras

Figura 1-1. Corrientes superficiales en el Mar Caribe. Las flechas solidas corresponden a las

corrientes en abril y las huecas al caso de octubre. Valores de velocidad en nudos. Tomado de Gordon,

(1967). ............................................................................................................................................... 20

Figura 1-2. Comparación de los transportes de masa en, hacia y desde el Mar Caribe obtenidos por

medio de simulaciones (primer panel) y por mediciones (segundo panel). Transportes dados en Sv.

Tomado de Johns et al (2002). .......................................................................................................... 21

Figura 1-3. Trayectorias de los derivadores en la zona del giro Panamá-Colombia. Puntas de los

vectores espaciadas en intervalos de 1día. Tomado de Richardson (2005) ...................................... 22

Figura 1-4. – Diagrama de los regímenes dinámicos importantes característicos por escala y de los

procesos de conversión de energía total que conectan las diversas escalas para una circulación

oceánica en equilibrio. Tomado de Capet et al (2008c). ................................................................... 25

Figura 1-5. Vista general de los procesos dinámicos existentes según la escala espacial de análisis. Se

hace hincapié en la definición de los rangos espaciales definidos dentro de la submesoescala como

una “zona gris” desde el punto de vista de la aproximación hidrostática. Tomado de Marshall et al,

(1998). ............................................................................................................................................... 27

Figura 2-1. Mar Caribe, con énfasis en la zona de la Cuenca Colombia. Se resaltan las isobatas de

200m, 500m, 1000m y 2000m. La escala de colores indica los valores de la batimetría (Datos de

ETOPO2)........................................................................................................................................... 30

Figura 2-2. Espectro 2D de varianza para la energía cinética a 10m de profundidad para la zona del

Mar Caribe para los resultados de simulación con ROMS-AGRIF para el mes de enero

(climatológico), obtenido aplicando la transformada del coseno discreto (DCT). Los contornos

representan anillos elípticos para el número de onda normalizado, α. .............................................. 36

Figura 3-1. Casos evaluados de dominios padre para la simulación de corrientes en el Mar Caribe.

Paneles A y C incluyen los subdominios propuestos para el anidamiento. ....................................... 44

Figura 3-2. Resultados de modelación anidada con datos climatológicos del mar Caribe para la

componente zonal de la velocidad en el mes de febrero del período final de simulación. Panel

Superior: Salinidad. Panel Inferior: Componente zonal (u) de la velocidad. En el recuadro negro se

resalta la ubicación del dominio anidado. ......................................................................................... 47

Figura 3-3. Ciclo anual de los ríos con caudales más notables con descarga al Mar Caribe según Dai

et. al (2009) ....................................................................................................................................... 48

Figura 3-4. Esquema de la malla del dominio externo, con énfasis en la zona de la desembocadura del

Río Orinoco. En el panel derecho se resaltan las celdas consideradas para la especificación de caudal.

........................................................................................................................................................... 49

Figura 4-1. Comparación de los resultados de corrientes y superficie libre para los trimestres

diciembre-febrero (DEF) y junio-agosto (JJA). Derecha: datos de altimetría satelital (AVISO).

Izquierda: resultados de ROMS-AGRIF. Las escalas de colores representan la variación de la

superficie libre, mientras los vectores indican los patrones de corrientes. ........................................ 51

Figura 4-2. Diferencias relativas en la TSM para todos los trimestres del año (diciembre-febrero,

marzo-mayo, junio-agosto y septiembre-noviembre) de los resultados de modelación con ROMS-

AGRIF con respecto a los datos de AVHRR-Pathfinder. La escala de colores representa el error

relativo y se presenta en porcentaje. .................................................................................................. 53

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Figura 4-3. Mapa de perfiles elegidos para la comparación entre GLORYS y los resultados obtenidos

de ROMS-AGRIF. ............................................................................................................................ 54

Figura 4-4. Perfiles en profundidad para salinidad y temperatura para el punto (81,75°W, 10,25°N).

Se muestra la comparación para trimestres DEF y JJA de los perfiles modelados con ROMS (P1 a

P10) contra los perfiles de referencia (línea negra punteada; GLORYS 2v3) .................................. 54

Figura 4-5. Comparación visual de los resultados de corrientes y superficie libre para el caso de

modelación RIV2, para los trimestres DEF y JJA. Derecha: datos de altimetría satelital. Izquierda:

resultados de ROMS-AGRIF. Las escalas de colores representan la variación de la superficie libre,

mientras los vectores indican los patrones de corrientes. .................................................................. 55

Figura 4-6. Diferencias relativas en la TSM para todos los trimestres del año (diciembre-febrero,

marzo-mayo, junio-agosto y septiembre-noviembre) de los resultados de modelación con ROMS-

AGRIF con respecto a los datos de AVHRR-Pathfinder. La escala de colores representa el error

relativo y se presenta en porcentaje. .................................................................................................. 57

Figura 4-7. Perfiles en profundidad para salinidad y temperatura para el punto (81,75°W, 10,25°N)

para el caso de simulación RIV2. Se muestra la comparación para trimestres DEF y JJA de los perfiles

modelados con ROMS (P1 a P10) contra los perfiles de referencia (línea negra punteada; GLORYS

2v3 ..................................................................................................................................................... 58

Figura 5-1. Zonas definidas para el análisis espectral de la energía cinética en la región del Mar

Caribe. El campo graficado es de la batimetría del Mar Caribe de ETOPO2 (profundidad en m). .. 62

Figura 5-2. Espectros de energía cinética 1D obtenidos aplicando la DCT-II (C2O). Panel A: Espectro

promedio anual para dominio completo (Figura 5-1) . Panel B: Espectro promedio anual para la

ZGPC. Panel C: Espectros para cada trimestre del año en la ZGPC para todas las pruebas efectuadas

(riv2, riv1 y nriv), para el dominio padre (prt_*) y para los datos de altimetría satelital (aviso). .... 63

Figura 5-3. Espectros de energía cinética para los resultados de simulación RIV1 a una profundad de

10m para las zonas de análisis para el trimestre diciembre-febrero. Se muestra un zoom para los

rangos espaciales entre 6 y 20km aproximadamente. ....................................................................... 64

Figura 5-5. Comparación de la fracción de tierra para varias capas de profundidad. Los colores

representan las capas en profundidad que se podrían escoger como capa profunda (profundidades de

200, 300 y 500m) para comparar contra una capa superficial (20m). ............................................... 66

Figura 5-6. MAE normalizado entre las capas a 20m y 500m para los cuatro trimestres del año para

las componentes horizontales de la velocidad y la vorticidad vertical. Se resaltan como longitudes de

onda de referencia los valores de 40, 50, 60, 70 y 100km. ............................................................... 67

Figura 5-7. Valores de las métricas MAE y RMSE para la comparación entre una capa a 20m y una

a 500m de la componente u de la velocidad para filtros basados en la función sinc con las ventanas

de Blackman (en la leyenda b), de Kaiser con β = 14 (k14) y Kaiser con β = 6 (k6) ....................... 68

Figura 5-8. Campo de velocidades horizontales en la capa más superficial para el modelo ROMS (5m

de profundidad) filtrada para km35 (izquierda) y para km70 (derecha) para el trimestre

diciembre-febrero. Las barras de color representan la magnitud de la velocidad en cada caso en m/s.

........................................................................................................................................................... 69

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Lista de Tablas

Tabla 2-1. Bases de datos revisadas para la información de interacción atmósfera - océano ........... 32

Tabla 2-2. Bases de datos revisadas para la información de información oceánica .......................... 33

Tabla 2-3. Módulos del lenguaje Python usados para el desarrollo de las técnicas mostradas en las

secciones 2.3.1 y 2.3.2....................................................................................................................... 40

Tabla 3-1. Parámetros para la configuración de las coordenadas S para la vertical.......................... 45

Tabla 3-2. Variables de entrada para el modelo ROMS-AGRIF de condiciones de forzamiento

superficial y de frontera..................................................................................................................... 45

Tabla 4-1. Métricas globales para TSM y OSPD para el caso de modelación con ROMS-AGRIF sin

ríos (NRIV) ....................................................................................................................................... 52

Tabla 4-2. Métricas globales para TSM y OSPD para el caso de modelación con ROMS-AGRIF con

ríos ..................................................................................................................................................... 56

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1. Introducción

"El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.” ― Leonardo da Vinci

1.1. Generalidades

El océano es un fluido estratificado en un planeta que está rotando, movido desde su superficie

superior por patrones de momentum y densidad, cuyas dinámicas son descritas de forma precisa por

las ecuaciones de Navier-Stokes. Según lo reflejado por estas ecuaciones, el océano contiene una gran

variedad de fenómenos en un amplio rango de escalas espaciales y temporales (Marshall et al, 1998).

El entendimiento de la forma que exhiben los patrones de la circulación oceánica y cómo éstos

cambian en función de los procesos que la ponen en marcha ha sido estudiado para diversas escalas

espaciales, debido a las diversas configuraciones que se pueden encontrar al variar el rango espacial

de estudio. Para escalas globales se han hecho un sinnúmero de estudios, los cuales van desde

aproximaciones numéricas basadas en simplificaciones de las ecuaciones primitivas del movimiento,

hasta modelos numéricos complejos de circulación general global (OGCM, por sus siglas en inglés;

McWilliams, 1996). Para el caso de escalas regionales o de mesoescala los estudios han sido

enfocados principalmente desde la modelación hidrodinámica, con discusiones aún abiertas sobre

algunos tópicos como la representación de vórtices de mesoescala (mesoscale eddies) e

inestabilidades de escalas muy finas para las capacidades actuales de cómputo, (subgrid scale;

Griffies et al, 2009).

En el caso de las dinámicas de corrientes a niveles submesoescala, definida como una escala justo

más pequeña que la mesoescala, es decir una escala de O(1km), en la actualidad se tiene un

conocimiento limitado debido especialmente a limitaciones de carácter instrumental y a las

capacidades de cómputo (Capet et al, 2008a). Si bien en los últimos años se han hecho avances en el

frente instrumental, implementando técnicas de medición basadas tanto en medición in situ (e.g.

Scherbina et al, 2013) como en sensores remotos (e.g. Gurova & Chubarenko, 2012, Corgnati et al,

2015), la implementación de estas mediciones no está completamente extendida, por lo que el uso de

modelación hidrodinámica sigue siendo la alternativa usual para este tipo de estudios. Y esto es

porque ésta permite plantear gran cantidad de escenarios, que pueden servir para la prueba de

hipotesis y para el entendimiento de las relaciones causa-efecto en los sistemas dinámicos de interés.

Adicionalmente, también permite la “extrapolación” espacial y temporal de la información obtenida

a partir de mediciones de campo, pudiendo obtener una perspectiva más amplia de los fenómenos de

estudio (Griffies et al 2009; Hodges, 2009). Sin embargo, la implementación de modelos numéricos,

tanto hidrodinámicos como de dispersión puede suponer una tarea compleja, debido al número de

procesos que interactúan en el océano. Por esta razón y para hacer un uso apropiado de los modelos

es necesario comprender cuales son las dinámicas que éstos pretenden representar (STOWA/RIZA,

1999).

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La importancia de comprender las dinámicas asociadas con la circulación oceánica a niveles

espaciales de submesoescala radica en poder cuantificar el efecto que tienen los procesos de escalas

de O(1km) en los procesos que se dan en escalas menores (resoluciones espaciales más altas, en

adelante microescalas), comparado con la influencia de fenómenos de escalas mayores como las

globales y las mesoescalas (Capet et al, 2008a, Griffies et al, 2009). Esto es debido a que estas

dinámicas pueden tener impactos en la configuración de la estructura vertical de muchas

características del agua del océano como la temperatura y la salinidad (Klein & Lapeyre, 2009), las

cuales condicionan los patrones de circulación. Este efecto se debe principalmente a la transición que

se da los regímenes de flujo de las grandes escalas hacia las escalas de más alta resolución. En las

grandes escalas, el flujo es primordialmente bidimensional, al ser las longitudes características en la

dirección vertical considerablemente menores que en las direcciones horizontales, mientras que en

las pequeñas escalas1, los flujos son completamente tridimensionales, dado que las escalas verticales

son comparables a las horizontales (Mahadevan, 2006, Mahadevan & Tandon, 2006, Thomas et al,

2008, Capet et al, 2008a). De esta forma, se puede tener una definición adicional para la

submesoescala como un rango espacial de transformación de los regímenes de flujo, por lo cual es

necesario entender los procesos dinámicos que se desarrollan en estas escalas con el objeto primordial

de comprender las transformaciones de energía entre macro y microescala y como es la

retroalimentación entre los diversos rangos espaciales.

Por esta razón es necesario llevar a cabo estudios de la circulación oceánica a estos niveles espaciales,

para comprender mejor las dinámicas y así tener nociones más completas del comportamiento del

océano, dando así una base más sólida a las aplicaciones. Con el objetivo de tener una correcta

representación de las dinámicas de circulación oceánica en el sector del Mar Caribe, se realizó

modelación anidada empleando el modelo ROMS (Regional Ocean Modeling System) el cual es un

modelo tridimensional, con coordenadas que se adaptan al fondo marino (terrain-following

coordinates) que resuelve las ecuaciones de Navier-Stokes con promediado de Reynolds (RANS,

Reynolds-averaged Navier-Stokes equations), usando las aproximaciones hidrostática y de

Boussinesq y en un marco de referencia con un sistema de Tierra en rotación (Shchepetkin y

McWilliams 2005). Se utilizó la variante ROMS-AGRIF (Penven et al, 2006, Debreu et al, 2011), la

cual implementa el algoritmo AGRIF (Adaptative grid refinement in Fortran; Debreu y Blayo 2008),

el cual es apropiado por ser aplicado en casos donde se requiere el uso de modelación anidada.

Con este interés, en Colombia se han hecho esfuerzos para estudiar ambos mares territoriales. En el

Pacífico Colombiano los estudios oceanográficos se han realizado principalmente a partir de análisis

estadístico de datos y cálculos matemáticos (Devis-Morales et al, 2008; Rodríguez-Rubio et al, 2003)

y con modelos bidimensionales en el caso de los estudios de circulación (Otero, 2005). En el Mar

Caribe Colombiano los estudios se han enfocado principalmente en variables como la temperatura

superficial del mar (Ruiz-Ochoa et al, 2012; Bernal et al, 2006), y las variaciones del patrón de vientos

(Poveda y Mesa, 1999; Amador, 1998). Para el caso de la modelación tridimensional de corrientes

marinas, efecto de la marea y los forzadores climatológicos que se desarrollan en el Caribe

Colombiano, los estudios se han enfocado principalmente en procesos que ocurren en

1 La definición de pequeñas escalas puede variar según la aplicación. Para casos oceánicos se pueden considerar

pequeñas escalas aplicaciones a escala de costa, playas, estuarios, desembocaduras, etc.

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desembocaduras de ríos al mar y en procesos costeros (Álvarez-Silva et al., 2010; Montoya y Toro,

2006)

1.2. Justificación

El desarrollo de un marco de trabajo para un mejor entendimiento de los procesos oceánicos es

esencial para la atención de las necesidades humanas que comprenden temas relacionados con el

océano tales como el clima, comportamiento del océano, funcionamiento de ecosistemas, procesos

biogeoquímicos, entre otros, con el desarrollo de herramientas eficaces y confiables para lograr estos

objetivos (Holland & Capotondi, 1996; Griffies et al, 2009). Se ha demostrado la necesidad que tienen

las sociedades humanas de contemplar en sus planes de contingencia y de gestión el uso de técnicas

y de herramientas adecuadas para un mejor aprovechamiento de los recursos que se tienen a mano y

para proporcionar una mejor calidad de vida a la población y controlar los impactos que las

actividades humanas tienen en los diversos componentes del sistema Tierra.

Parte del conocimiento que debería ser tenido en cuenta es el de los procesos dinámicos asociados

con el movimiento del agua en el océano, los cuales tienen un amplio rango de variabilidad, tanto

espacial como temporal. Para el muestreo de los ambientes marinos con énfasis en la exploración y

explotación de recursos, los niveles espaciales están situados por debajo de las escalas de carácter

regional. La importancia de comprender las dinámicas espaciales de meso y submesoescala radica en

cuantificar el efecto que tienen los procesos de escalas intermedias para aplicaciones de escalas más

reducidas en comparación con los procesos de escalas mayores (Capet et al, 2008a; Griffies et al,

2009), debido a que estas dinámicas pueden tener impactos en la configuración de la estructura

vertical de muchas características del agua del océano como la temperatura y la salinidad (Klein &

Lapeyre, 2009), lo cual puede ser de suma importancia para múltiples aplicaciones de ingeniería,

como la exploración y explotación de recursos y la generación de energía.

Para el caso de aplicaciones que se conciben para escalas espaciales de O(1km) - e.g. el estudio del

transporte y destino de sustancias (contaminantes, nutrientes, etc)- las cuales se definen como niveles

espaciales de submesoescala, definida a grosso modo, como una escala justo más pequeña que la

mesoescala, en la actualidad se tiene un conocimiento reducido debido fundamentalmente a

limitaciones de carácter instrumental y de capacidades de cómputo. (Capet et al, 2008a). Si bien en

los últimos años se han hecho avances en el frente instrumental, implementando técnicas de medición

apoyadas en radar, la implementación de estas mediciones no está completamente extendida en todas

las zonas del mundo, por lo que es necesario recurrir a métodos como la modelación numérica

En este contexto es claro que la hidrodinámica marítima se presenta como un tema fundamental,

debido a que diversos procesos físicos que se dan en el océano, como el transporte de sustancias como

nutrientes, sedimentos o contaminantes, dependen en gran medida de ésta. Se puede observar que el

conocimiento que la modelación tridimensional puede aportar sobre la circulación oceánica puede ser

de gran utilidad como complemento a la información de campo la cual, en general, para niveles de

submesoescala puede ser escasa tanto espacial como temporalmente, debido fundamentalmente a

limitaciones en cuanto a capacidades instrumentales y logísticas. Es por eso que es necesario

emprender el uso de la modelación hidrodinámica, como ventana a la obtención de nociones del

funcionamiento de las dinámicas del océano, tales como las corrientes superficiales, finalmente

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llevando vía este entendimiento a mejores resultados a la hora de ejecutar aplicaciones tales como el

montaje de sistemas oceanográficos operacionales o la explotación de recursos que están en el océano.

1.3. Objetivos

Objetivo General

Evaluar las dinámicas asociadas con la circulación oceánica superficial para niveles de submesoescala

en el Mar Caribe Colombiano.

Objetivos Específicos

Caracterizar la variabilidad temporal y espacial de los forzadores físicos que influencian la circulación

oceánica en el Mar Caribe Colombiano.

Determinar la configuración de los patrones de circulación a niveles de submesoescala, usando el

modelo hidrodinámico ROMS-AGRIF para el Mar Caribe Colombiano.

Identificar la influencia de los forzadores físicos presentes en el Mar Caribe sobre la variabilidad de

las corrientes oceánicas a nivel de submesoescala.

1.4. Antecedentes: Estudio de patrones de circulación

El estudio de los procesos físicos que influencian la circulación oceánica se ha centrado

fundamentalmente en comprender la forma que exhiben los patrones de circulación, los forzadores

que los influencian, (particularmente la interacción del océano con la atmósfera y con la tierra) y la

forma en cómo se da la interacción entre los diversos sistemas de circulación que se pueden encontrar

en los océanos.

Gordon (1967) comenta que los estudios oceanográficos del Mar Caribe hasta principios de la década

de 1960 han sido netamente descriptivos, citando trabajos de importancia para la oceanografía

descriptiva de esta zona, particularmente el libro escrito por Wüst en 1964, el cual da una descripción

muy detallada de las condiciones generales de la circulación y la configuración de la estratificación

de la columna de agua en el mar Caribe. En este trabajo, Gordon (1967), aborda la física de los

procesos que hasta ahora solamente habían sido descritos, realizando cálculos de magnitud de las

corrientes con base en balance geostrófico, cálculos de surgencia, topografía de la superficie del mar

e influencia del viento en las corrientes, generando un precedente para el estudio de las corrientes en

el Caribe con base en datos de mediciones realizadas en cruceros oceanográficos. En la Figura 1-1 se

muestra uno de los resultados que obtuvo Gordon (1967), donde se muestran las direcciones y las

magnitudes de las velocidades de las corrientes superficiales en el mar Caribe utilizando balances

geostróficos como aproximación para el cálculo de dichas velocidades. Estos resultados dieron noción

del comportamiento de las corrientes dentro del mar Caribe, que han sido validados en estudios

posteriores.

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Figura 1-1. Corrientes superficiales en el Mar Caribe. Las flechas solidas corresponden a las corrientes en abril

y las huecas al caso de octubre. Valores de velocidad en nudos. Tomado de Gordon, (1967).

Con un enfoque alternativo y usando datos de estaciones hidrográficas como Gordon, Roemmich

(1981), plantea el uso del método del problema inverso como alternativa a los cálculos hechos con

balances geostróficos. En su trabajo, Roemmich ilustra cómo el método inverso permite, partiendo

de información in situ, obtener una descripción de los procesos físicos acertada, en comparación con

trabajos anteriores como el de Gordon (1967), obteniendo resultados similares en cuanto a los valores

de los flujos de agua en el Mar Caribe permitiendo, además, determinar tendencias en el

comportamiento de los patrones de velocidad y los transportes de masa.

Estudios posteriores al de Gordon (1967) como Mazeika (1973), Morrison & Nowlin (1982), Wilson

& Johns (1997), Johns et al (2002) examinan de forma más directa y con más detalle los flujos que

circulan hacia y desde el Mar Caribe, por donde ingresan y salen, en que cantidades y cuáles son las

condiciones dinámicas que los afectan. Estos estudios a pesar de ser de carácter descriptivo, parten

de un mejor entendimiento de los procesos físicos, una mejora notable en las técnicas de medición y

una mayor disponibilidad de datos comparados con los realizados antes de la década de 1960, citados

por Gordon (1967).

Los trabajos de Gordon (1967) y Mazeika (1973) son estudios de circulación oceánica y masas de

agua enfocados en la zona hacia el Este de las Antillas Menores, las cuales forman una frontera natural

entre el Atlántico y el Mar Caribe, y en el Caribe Oriental respectivamente. En el primer trabajo se

analizan los flujos en la zona de entrada hacia el Caribe con base en mediciones realizadas en los años

1967 y 1969 para tres épocas climáticas, obteniéndose valores de los flujos, direcciones y las

características del agua de mar en la vertical (salinidad, temperatura y contenido de oxígeno disuelto

(OD)). En el segundo se hace un trabajo análogo con datos obtenidos en el invierno boreal del 1972

y en el otoño de 1973, con un enfoque hacia los pasos que comunican el Océano Atlántico con el Mar

Caribe.

El trabajo realizado por Morrison & Nowlin (1982) es una versión mejorada de los anteriormente

mencionados, debido a que se cuenta con datos en mayor cantidad y de mejor calidad en cuanto a la

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medición, lo cual permitió hacer una mejor descripción de la estructura de la velocidad en la zona de

los pasos de las islas de Barlovento (Antillas Menores más septentrionales; en inglés Windward

Islands Passages).

El trabajo de Johns et al (2002) lleva la descripción de los flujos de entrada a un estado más avanzado

al hacer una comparación con una versión del modelo oceánico de capas del NRL (Naval Research

Laboratory Layered Ocean Model) para la cuenca Atlántica. En la Figura 1-2 se muestran algunos

resultados obtenidos en este trabajo, los cuales muestran que con el estado de conocimiento a la fecha

de este trabajo era posible tener un modelo conceptual que podría explicar de forma aproximada las

dinámicas de flujo desde y hacia el mar Caribe, dado que las capacidades instrumentales y de cálculo

habían avanzado notablemente hacia fines del siglo XX. Estos resultados son tomados como punto

de partida para los trabajos que se han hecho en los últimos años, como es el caso de Mertens et al

(2009), en el cual se estudia la variabilidad interanual de los flujos de entrada al mar Caribe,

relacionada con la variabilidad regional de variables como la salinidad y la temperatura y con

procesos de gran escala como son las corrientes que integran los giros oceánicos que se dan en el

Océano Atlántico, particularmente la corriente del Norte de Brasil (NBC; North Brazil Current). El

transporte de agua cálida por efecto de los anillos de aguas cálidas de la NBC ha sido ampliamente

estudiado desde su comportamiento y estructura (e.g. Fratantoni et al, (1995); Nof (1996)), su

variabilidad, (e.g. Garzoli et al (2003)) hasta su efecto en los eventos de huracanes (e.g. Ffield, 2007).

Figura 1-2. Comparación de los transportes de masa en, hacia y desde el Mar Caribe obtenidos por medio de

simulaciones (primer panel) y por mediciones (segundo panel). Transportes dados en Sv2. Tomado de Johns et

al (2002).

Estudios recientes también se han concentrado en estudiar los efectos que tienen procesos externos,

tales como la descarga de ríos de caudales considerables como son, para el caso de la zona de estudio,

el río Amazonas y el río Orinoco. Estudios como el de Hellweger & Gordon (2002) han permitido

encontrar indicios de que las aguas del Río Amazonas pueden llegar hasta zonas hacia al norte tales

como Barbados, al estudiar las correlaciones cruzadas de los campos de salinidad, con varios meses

de desfase. Este estudio en particular estableció que hay correlaciones significativas (R2 = 0,92) para

2

6 31 1 10Sv m s

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el caso en que hay dos meses de desfase, el cual es el tiempo promedio de viaje entre la

desembocadura del río Amazonas y Barbados.

En los últimos años ha estado en boga el uso de nuevos métodos de recolección de datos,

particularmente el uso de sensores remotos como es el caso de altímetros satelitales y radiómetros de

alta resolución, con el fin de tener mejor resolución espacial y temporal, obteniendo así mejores

resultados y nociones del comportamiento de los procesos físicos del océano. Trabajos como los

realizados por Carton & Chao (1999), Andrade & Barton (2000) y Richardson (2005), tratan de

describir las dinámicas de formación de vórtices, las direcciones y magnitudes de las corrientes por

medio de información de altimetría satelital (los dos primeros trabajos) y usando derivadores

rastreados satelitalmente (el último). En la Figura 1-3 se muestra un esquema del estudio de

Richardson, en el cual se presentan las trayectorias que siguen los derivadores en el mar Caribe, dando

la idea de cuáles son las direcciones de las corrientes en dicho mar, particularmente en la cuenca

Colombiana.

Una alternativa a los estudios basados a mediciones in situ también es la modelación hidrodinámica,

la cual se presenta como una herramienta de gran utilidad para conocer estas dinámicas y comprender

las causas y efectos de los procesos naturales y antropogénicos. Esta técnica permite plantear multitud

de escenarios y extrapolar espacial y temporalmente la información obtenida a partir de mediciones

de campo, pudiendo obtener una perspectiva más amplia de los fenómenos de estudio.

Figura 1-3. Trayectorias de los derivadores en la zona del giro Panamá-Colombia. Puntas de los vectores

espaciadas en intervalos de 1día. Tomado de Richardson (2005)

En el mundo en general el uso de los modelos se ha venido implementando con desarrollos

importantes desde la década de 1970. Tal y como se comenta en Killworth et al (1991), numerosos

esquemas de modelos de circulación oceánica general han sido desarrollados, como los trabajos de

Sarkisyan (1962) y de Crowley (1968), teniendo, entre todos, más relevancia el planteado por Bryan

(1969), siendo éste el modelo estándar de facto para numerosas aplicaciones, el cual fue modificado

para ampliar su aplicabilidad, tal y como se hace en Killworth et al, (1991).

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Los estudios de modelación en el mar Caribe se han hecho precisamente con el fin de aprovechar sus

bondades a la hora de permitir el entendimiento de los procesos más allá de las limitaciones que pueda

ofrecer un enfoque netamente instrumental. Trabajos como los realizados por Sheng & Tang (2003),

Chérubin & Richardson (2007) y Lin et al (2012) examinan cómo es la variabilidad de las condiciones

de circulación en el Mar Caribe. El primer y último trabajo se enfocan en la variabilidad temporal de

la circulación, con un mayor énfasis en el caso del primer trabajo en el sector occidental del mar

Caribe y del último en observar la influencia que tienen los remolinos de mesoescala existentes en el

Mar Caribe sobre la circulación. El segundo trabajo se centra más en el estudio de la corriente del

Caribe y en la influencia que tiene sobre ésta los ríos con importancia dinámica en la región, el

Amazonas y el Orinoco. Sheng & Tang (2003) también resaltan la importancia dinámica del río

Magdalena, sobre todo para la circulación del sector suroccidental del Mar Caribe, llegando a

interactuar con el giro Panamá – Colombia, el cual es una fuente importante de variabilidad para la

circulación del mar Caribe.

A tono con los estudios de variabilidad regional de la circulación, el trabajo de Jouanno et al (2008-

2009), hace una revisión con más detalle de los procesos que dan forma a los patrones observados.

Estos estudios numéricos destacan las diferencias dinámicas de importancia entre las cuencas

oceánicas que conforman al mar Caribe, el cual siempre había sido concebido como una entidad

homogénea. Los resultados diagnósticos de las modelaciones permiten comprender que las corrientes

en el Caribe son intrínsecamente inestables. La naturaleza de esta inestabilidad varía espacialmente

debido a las diferencias entre cuencas. También se permite establecer que los procesos locales tienen

importancia dinámica, al ser capaces de generar inestabilidades considerables, aunque no tan

energéticas como las de mesoescala.

En Colombia se han hecho esfuerzos para estudiar ambos mares territoriales. En el Pacífico

Colombiano los estudios oceanográficos se han realizado principalmente a partir de análisis

estadístico de datos y cálculos matemáticos (Rodríguez-Rubio et al, 2003; Devis-Morales et al, 2008)

y con modelos bidimensionales (Otero, 2005) y tridimensionales (Guerrero-Gallego et al, 2012) en

el caso de los estudios de circulación. En el Mar Caribe Colombiano los estudios se han enfocado

principalmente en variables como la temperatura superficial del mar (Bernal et al, 2006); Ruiz-Ochoa,

2008; Ruiz-Ochoa et al, 2012 y la surgencia costera (Andrade & Barton, 2005). Para el caso de la

modelación tridimensional de corrientes marinas, efecto de la marea y los forzadores climatológicos

que se desarrollan en el Caribe Colombiano, los estudios se han enfocado principalmente en procesos

que ocurren en desembocaduras de ríos al mar y en procesos costeros (Montoya y Toro, 2006;

Álvarez-Silva et al., 2010).

1.5. Marco Teórico

1.5.1. Modelación oceánica: Ámbito

La modelación numérica oceánica se ha constituido en la actualidad en un soporte para la

oceanografía y las ciencias climáticas, debido a que provee herramientas para interpretar el

comportamiento del océano, investigar hipótesis experimentales sobre diferentes procesos, generar

escenarios posibles, tales como los de cambios antrópicos globales e incluso hacer predicciones de

condiciones oceánicas desde escalas semanales hasta decadales (Griffies et al, 2009). Una razón

alternativa para que las metodologías que incluyen la modelación numérica tengan tanta relevancia

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es la comprensión de las limitaciones que tienen las metodologías de realizar mediciones in situ y

desarrollar teorías analíticas para comprender el comportamiento altamente no lineal que tiene el

océano (McWilliams, 1996).

Willebrand & Haidvogel (2001) comentan que hacia la década de 1980 el desarrollo de los modelos

oceánicos tenía dos corrientes de desarrollo casi que, en direcciones mutuamente exclusivas, que

eventualmente se unirían hacia principios de la década de 1990. Por un lado, estaban los modelos

basados en la aproximación cuasi-geostrófica, con un pequeño número de capas adiabáticas y

configuración geométrica idealizada, los cuales eran usados básicamente para el estudio de aspectos

dinámicos del océano a una escala de cuenca oceánica, enfocados principalmente en la resolución

analítica de los procesos de inestabilidad y vórtices de mesoescala, pero excluyendo procesos

diabáticos, como la circulación termohalina. La otra corriente fue desarrollada partiendo del Sistema

completo de Ecuaciones Termodinámicas Primitivas (ETP), los cuales eran utilizados

fundamentalmente para la simulación de circulación de escala con geometrías más realistas, y para

estudiar la importancia del océano en los procesos climáticos globales. Las resoluciones gruesas de

los modelos ETP hacían que su uso para resolver problemas a escalas menores a la de las cuencas

oceánicas, estuviese restringido. Como anteriormente se dijo eventualmente estas dos corrientes de

desarrollo convergieron en un solo enfoque, al completarse el WOCE Community Modelling

Experiment (Bryan & Holland, 1989).

En la década de 1990 de nuevo se distinguen dos corrientes de desarrollo de modelos oceánicos, esta

vez ambas basadas en los modelos ETP, Modelos de alta resolución y modelos de clima oceánico.

Los primeros se pueden hacer en resoluciones del orden O(10km) o menos, los cuales se usan para el

estudio de la resolución de los problemas de corrientes de energía de frontera, con los procesos de

instabilidad asociados para escalas desde la escala de cuenca oceánica hasta la escala global, lo cual

describe bastantes aspectos de los procesos de circulación oceánica. Sin embargo, su mayor

restricción es la capacidad de computo necesaria para resolución las dinámicas modeladas, por lo que

están limitados a tiempos cortos de integración y cuencas unitarias, lo que hace que su uso para

problemas de largo plazo y escenarios climáticos no tengan tanta aplicabilidad como la segunda

familia de modelos. Esta última en la actualidad conserva esquemas muy similares a los desarrollados

anteriormente, pero con mejoras en la resolución (100 – 400km), con parametrizaciones de los

procesos de mezcla a un nivel de resolución menor al de la malla usada (subgrid-scale) y de los

vórtices de mesoescala moderadamente mejoradas. Son usados primordialmente para simulaciones

climatológicas, es decir, de largo tiempo para propósitos descriptivos del clima marítimo, así como

en conjunto con modelos atmosféricos o biogeoquímicos, dando lugar a los modelos acoplados. Estos

modelos son capaces de reproducir las condiciones generales de gran escala, sin embargo, carecen de

la posibilidad de representar de forma convincente los procesos de escalas pequeñas (microescala) y

medianas (submesoescala y mesoescala), por lo que no son los más indicados para comparaciones

directas con mediciones de campo.

1.5.2. Modelación Oceánica: Análisis de Corrientes Oceánicas a diferentes

escalas

Las escalas temporales y espaciales en las que se pueden ubicar los movimientos en el océano son

variadas y con particularidades asociadas a cada una de ellas. Dichas particularidades están enfocadas

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hacia los efectos que tienen mayor importancia y a los regímenes dinámicos que caracterizan los

movimientos para cada escala. El entendimiento de cuáles son las transformaciones que sufre la

energía total a medida que los procesos cambian de escala es esencial para poder comprender cómo

funciona la circulación oceánica. En la Figura 1-4 se muestran las diversas escalas que se consideran

en el estudio de los movimientos oceánicos y las dinámicas que caracterizan dichos movimientos,

observándose que a medida que la escala disminuye los procesos más generales, como los forzadores

climáticos, pierden importancia con respecto a la importancia que van ganando los procesos

generados localmente, como la turbulencia. (Capet et al, 2008c).

Figura 1-4. – Diagrama de los regímenes dinámicos importantes característicos por escala y de los procesos de

conversión de energía total que conectan las diversas escalas para una circulación oceánica en equilibrio.

Tomado de Capet et al (2008c).

Willebrand & Haidvogel (2001) comentan que para que los modelos hidrodinámicos puedan resolver

las ecuaciones que gobiernan el movimiento de los fluidos, es necesario integrarlas en intervalos

discretos de espacio y tiempo (tamaño de celda y paso de tiempo). De esta manera, se tienen tres

aspectos a considerar: la escogencia del sistema de ecuaciones que representan apropiadamente los

movimientos a describir para las escalas de trabajo, las parametrizaciones que es necesario incorporar

para los procesos que no se resuelvan explícitamente con el modelo (procesos de escalas menores a

la de trabajo o de subgrid-scale) y la selección de esquemas numéricos y algoritmos apropiados.

1.5.3. Modelación Oceánica: Submesoescala

Las corrientes costeras responden a procesos locales tales como forzamiento por el viento y las mareas

e influencias remotas transmitidas desde aguas profundas o desde la línea de costa. Las corrientes

alejadas de la costa tienen una variabilidad intrínseca de mesoescala, inducida por las inestabilidades

debidas a las corrientes persistentes que se dan a lo largo de las costas. Estas corrientes son generadas

como parte de la circulación existente a gran escala o surgen desde zonas cercanas a la costa

(Marchesiello et al, 2001).

Un paradigma común es que los procesos turbulentos en el océano superior están regidos

fundamentalmente por tres clases de movimiento, vórtices geostróficos de mesoescala (eddies), ondas

internas y turbulencia tridimensional de microescalas (Lévy et al, 2012). Las corrientes inducidas por

el viento muestran inestabilidades de mesoescala y los vórtices resultantes son del tipo de flujo con

mayor energía cinética en el océano junto con las mareas. (Capet et al, 2008a). Los vórtices de

mesoescala son omnipresentes y normalmente están caracterizados por escalas espaciales

horizontales de 1 – 10km. Estos vórtices han sido ampliamente estudiados por sus contribuciones

dinámicas al transporte lateral de calor, momentum y trazadores. De manera similar, los procesos

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hidrodinámicos que se desarrollan en escalas de 0,1 – 100m, la llamada microescala, también han

sido estudiados por su contribución a la disipación de energía y a la mezcla, por ejemplo, en procesos

de rotura de ondas internas o la capa límite turbulenta. Sin embargo, en las escalas que yacen justo

entre las pequeñas escalas y la mesoescala, i.e. escalas espaciales de O(1km), llamada submesoescala,

en la zona cercana a la superficie tienen una gran relevancia por lo que el paradigma común se

modifica para admitir una cuarta clase de movimiento que rige los procesos asociados con las

transformaciones de energía: los mecanismos frontales de submesoescala (Lévy et al, 2012). Estos

niveles espaciales han sido menos estudiados alrededor del mundo, contándose unos pocos casos en

la actualidad. Esto es principalmente debido a restricciones de tipo instrumental y computacional,

particularmente en este último ítem debido a que son resoluciones numéricas que exigen gran costo

computacional. (Capet et al, 2008a, 2008c; Guoquiang et al, 2010).

Los estudios de la física detrás de los procesos y estructuras espaciales asociados con los niveles de

submesoescala revelan que éstos se distinguen por números de Rossby (relación entre la vorticidad

planetaria y la vorticidad relativa) y de Richardson (cuantificación de efectos de densidad vs. los

efectos del movimiento) del orden de O(1). Los mecanismos son distintos, tanto de los flujos

mayormente cuasi-geostróficos de mesoescala, como de los flujos totalmente tridimensionales

generados por procesos de pequeña escala los cuales son responsables, en gran parte, de la

variabilidad de la parte superficial del océano, a la cual están asociados flujos verticales de masa,

densidad y trazadores (Thomas et al, 2008). Dada la intensificación de los procesos en la vertical, la

cual está ligada a un aumento considerable de la componente vertical de la velocidad, hay una

correlación directa con altas tasas de deformación lateral, vorticidad relativa y pérdida del balance

geostrófico (Mahadevan & Tandon, 2006). Para este último efecto un resultado importante es la

generación de una “ruptura” en la aproximación hidrostática, dado que el balance existente en escalas

mayores entre los efectos de rotación de la tierra y los gradientes de presión se pierde, debido

fundamentalmente a que en los niveles a partir de la submesoescala, la escala vertical es comparable

con la horizontal. Por esta razón la submesoescala, se consideran de transición de procesos

prácticamente bidimensionales a procesos tridimensionales (ver Figura 1-4).

Por su característica de zona transicional, la submesoescala se configura, como se muestra en la

Figura 1-5, como una “zona gris”, dado que hay una confluencia de procesos cuasi-hidrostáticos y no

hidrostáticos en estos rangos espaciales (Marshall et al, 1998). Si bien desde el punto de vista de la

modelación numérica, hay diferencias notables en costo computacional y de procedimiento en el uso

de modelos basados en las ecuaciones primitivas hidrostáticas y modelos con componentes no

hidrostáticos, los resultados han demostrado, que aunque hay diferencias notables en las estructuras

verticales instantáneas, los flujos medios en dirección vertical no se ven afectados significativamente

por la elección de modelos, lo cual no permite hasta ahora identificar diferencias categóricas entre

estos tipos de modelos (Mahadevan, 2006). Se han identificado, además, algunos mecanismos que

generan estructuras de submesoescala, entre los cuales se pueden contar procesos ligados a la

generación de frentes oceánicos (frontogénesis) y los efectos friccionales en los mismos,

inestabilidades en la capa de mezcla, efectos no lineales de Ekman (Mahadevan & Tandon, 2006),

procesos de filamentogénesis asociados con la mezcla y deformación de los vórtices de mesoescala

(Gula et al, 2014).

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Figura 1-5. Vista general de los procesos dinámicos existentes según la escala espacial de análisis. Se hace

hincapié en la definición de los rangos espaciales definidos dentro de la submesoescala como una “zona gris”

desde el punto de vista de la aproximación hidrostática. Tomado de Marshall et al, (1998).

1.5.4. Modelo ROMS

ROMS (Regional Ocean Modeling System) es un modelo de circulación oceánica de nueva

generación diseñado especialmente para realizar simulaciones en una gran variedad de regiones. Es

un modelo tridimensional, con coordenadas que se adaptan al fondo marino (terrain-following

coordinates), llamadas coordenadas S, las cuales son una forma modificada de las coordenadas sigma

(Shcheptkin & McWlliams, 2005), que pueden ser expresadas de la siguiente forma:

ChyxhhyxS cc ,,,

Donde S es el valor de la coordenada, que es función de la ubicación en la horizontal (x, y) en el

dominio de cálculo y de que es una coordenada fraccional de “estrechamiento” en la vertical,

cuyos valores están entre -1 y 0; hc es llamada “profundidad crítica”, la cual es un espesor para

controlar la estrechez de las coordenadas S en aguas someras, h(x, y) es la columna de agua no

perturbada en cada punto del dominio de cálculo y C es una función monótona adimensional

para el estrechamiento de las coordenadas S, cuyos valores están entre -1 (fondo oceánico) y 0

(superficie libre) y se puede definir, en las configuraciones aplicadas en este trabajo como:

5,0

5,0tanh2

5,0tanh

sinh

sinh1

s

s

b

s

s

bC

Donde b y s son parámetros de control para el fondo y la superficie libre respectivamente,

controlando la cantidad de niveles sigma que se asignan en cada caso. Dado que ROMS trabaja con

un esquema de mallas escalonadas (en inglés staggered grids) tipo Arakawa C, se puede definir,

en función del nivel sigma k y el número total de niveles sigma N, según la malla en la que se requiera

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información, es decir información de variables definidas en dirección vertical (w) o para variables en

las direcciones horizontales (malla ), como:

mallaen puntos para 5,0

mallaen puntos para

N

Nk

wN

Nk

k

k

El modelo ROMS resuelve las ecuaciones de Navier-Stokes con promediado de Reynolds (RANS,

Reynolds-averaged Navier-Stokes equations), usando la aproximación hidrostática y de Boussinesq

y en un marco de referencia con un sistema de Tierra en rotación (Shchepetkin y McWilliams 2005).

ROMS usa un esquema explícito de división de pasos de tiempo, que permite la separación de los

componentes baroclínicos y barotrópicos de las ecuaciones de momentum con pasos de tiempo

externos e internos. Los pasos de tiempo cortos se usan para avanzar en el cálculo de la elevación de

la superficie y del momentum barotrópico; los pasos de tiempo más largos se usan para el cálculo de

la temperatura, la salinidad y momentum baroclínico (Penven et al, 2010). ROMS emplea, además,

un procedimiento especial en dos direcciones para el promediado del tiempo para el modo

barotrópico, el cual satisface la ecuación de conservación de masa y un algoritmo de paso de tiempo

especialmente diseñado, del tipo predictor-corrector, que permite un incremento sustancial del

tamaño del paso de tiempo permisible (Shchepetkin y McWilliams 2005). Para la parametrización de

los procesos físicos no resueltos (subgrid-scale) se utiliza el esquema de capa límite no local, perfil

planetario K propuesto por Large (1994). Si una frontera limita con el océano abierto, una condición

de radiación activa, implícita y sesgada corriente arriba conecta al modelo al entorno (Marchesiello

et al, 2001). ROMS ha sido diseñado, además, para ser optimizado en arquitecturas de cómputo

paralelas con memoria compartida. La paralelización se hace con la división bidimensional de los

dominios de cálculo en subdominios, los cuales son asignados a cada procesador disponible, para

optimizar el uso de la memoria caché del procesador. (Penven et al, 2010).

El uso de modelación anidada es necesario debido a que, como sugiere Penven et al (2006), este

enfoque permite abordar el problema de cerrar la brecha entre las dinámicas de zonas near-shore y

offshore, las cuales están ampliamente relacionadas cuando se plantean actividades de exploración y

explotación de recursos en zonas marítimas. En principio, se analizan las escalas espaciales de

carácter regional (mesoescala), dado que las corrientes alejadas de la costa tienen una variabilidad

intrínseca asociada con estas escalas. Estas corrientes son generadas como parte de la circulación

existente a gran escala o surgen desde zonas cercanas a la costa (Marchesiello et al, 2001).

Teniendo en cuenta que las corrientes en zonas costeras responden a procesos locales tales como

forzamiento por el viento y mareas e influencias remotas transmitidas desde aguas profundas o desde

la línea de costa, la reducción de escala (en inglés downscaling) generado vía el anidado, permite,

con base en las dinámicas de escalas mayores, inferir el comportamiento a medida que se entra en las

dinámicas de zonas costeras. Las configuraciones de anidado se pueden hacer de forma independiente

(en inglés offline nesting) o acopladamente (en inglés online nesting). Si bien con ambos enfoques se

pueden obtener resultados de alta resolución de forma apropiada, que permiten estudiar problemas a

escalas más altas, la diferencia radica en la frecuencia con que se pueden actualizar las condiciones

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de frontera que se le suministran al modelo, siendo éstas más altas para el caso acoplado. De acuerdo

a las condiciones que se tengan y a los recursos computacionales disponibles, puede ser más eficiente

el uso de una u otra forma (Mason et al, 2010). Para este trabajo se hizo uso del método de anidado

acoplado. Este método tiene a su vez dos formas de hacer el acople, en una vía (en inglés one-way

nesting) y en dos vías (2-way nesting). Para el caso del anidado en dos vías se involucra, además, el

efecto de las soluciones de escalas más finas en las escalas más gruesas (Penven et al, 2006). Dado

que esta forma de anidado está un paso más cercano a la realidad, dado que la influencia entre escalas

espaciales es en doble vía, es el que se implementa en este caso.

1.5.5. Comentarios sobre la Aproximación Hidrostática

Como se mencionó en la sección 1.5.3, los niveles de submesoescala pueden ser vistos como niveles

espaciales de transición o de transformación del régimen de flujo, pasando de flujos de grandes

escalas y mesoescala, los cuales son fundamentalmente bidimensionales, a flujos que se desarrollan

de forma totalmente tridimensional en las escalas micro. En esta transición, desde el punto de vista

de las aproximaciones que se tienen para explicar los procesos dinámicos sobresale el caso de la

aproximación hidrostática.

Del trabajo de Mahadevan (2006) se pudo establecer, que si bien existen diferencias en los resultados

de modelación aplicando modelos con aproximación hidrostática vs modelos no hidrostáticos, las

diferencias no son totalmente concluyentes. Por esta razón los trabajos de modelación que se realizan

en la actualidad (e.g. Marchesiello et al (2011), Gula et al (2014), ) continúan usando modelos con

aproximación hidrostática aprovechando el concepto expuesto por Marshall et al (1998), en el que se

afirma que los niveles de submesoescala son una zona “gris” donde, hasta donde llega nuestro

conocimiento actualmente, realmente no se ha podido comprender completamente el rol de los efectos

no hidrostáticos en los procesos que aparecen en estas escalas.

Por estas razones, se considera que para el caso de este trabajo, la falta potencial en que se está

incurriendo al utilizar el modelo ROMS-AGRIF, el cual bajo las versiones usadas en el desarrollo de

este trabajo (de la v2.x hasta la v3.1.1 que es la distribuida actualmente), no tiene el módulo no

hidrostático), no afectará significativamente los resultados potencialmente obtenidos de cara a la

determinación en primera instancia de rasgos asociados con la submesoescala.

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2. Datos y Métodos

2.1. Área de Estudio

La zona de estudio para este trabajo es la zona del Mar Caribe, con énfasis en la cuenca Colombia

(sector occidental del Mar Caribe; ). El mar Caribe limita al sur con Suramérica, al oeste con Centro

América y al norte con las Antillas Mayores. Está conectado con el Golfo de México por medio del

canal de Yucatán en su lado noroeste y está ligado con el Atlántico Norte tropical en el Este.

Figura 2-1. Mar Caribe, con énfasis en la zona de la Cuenca Colombia. Se resaltan las isobatas de 200m, 500m,

1000m y 2000m. La escala de colores indica los valores de la batimetría (Datos de ETOPO2).

Los factores principales que controlan las dinámicas hidroclimáticas de las zonas del norte de

Suramérica, Centro América y el Caribe son la migración meridional de la Zona de Convergencia

intertropical (ZCIT), los vientos alisios, la celda de circulación de Hadley y las interacciones tierra-

atmosfera en escalas variadas de tiempo. Recientemente se ha estudiado también la interacción

océano-atmosfera, dado que los gradientes de las temperaturas superficiales del mar (TSM)

representan un importante forzador para los chorros de viento superficiales (Lindzen & Nigam, 1987

en Whyte et al, 2007). Estudios recientes han demostrado que el gradiente zonal en TSM entre el

Océano Pacifico tropical y el océano Atlántico es un importante generador de anomalías climáticas

de verano en la zona denominada los mares de Intra-Américas o IAS (Intra-Americas Seas; Amador,

2008). Además, la zona se ve afectada es afectada en escalas interanuales por forzadores más remotos.

En el Atlántico Tropical un evento similar al ENSO ocurre, pero es mucho más débil que el sistema

ENSO que se desarrolla en el Océano Pacífico (Ruiz-Ochoa et al, 2012).

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Es necesario entonces estudiar las corrientes superficiales dado que tienen un efecto notable sobre los

patrones climáticos en las zonas adyacentes a los mismos. El interés que se tiene para estudiar el

chorro superficial del Caribe, llamado también Chorro Superficial de San Andrés en Poveda y Mesa

(1999) y en Poveda et al (2006), es precisamente por su carácter modulador de los procesos

climáticos, sobretodo en Centro América y, particularmente, los procesos relacionados con el

transporte de humedad (la sequía de verano, mid-summer drought, MSD) que desarrollan en esta

región y el comportamiento bimodal de la precipitación en la zona.

Como se resalta en la sección 1.4, desde el punto de vista oceánico el Mar Caribe está afectado por

la entrada en la zona de vórtices producidos por la retroflexión de la Corriente del Norte de Brasil

(NBC; Fratantoni et al, 1995, Garrafo et al, 2003, Garzoli et al, 2003), los cuales tienen influencia en

el comportamiento medio de la circulación oceánica del Mar Caribe y en la formación de vórtices en

el mismo (Mertens et al, 2009, Jouanno et al, 2009, Jouanno et al, 2012). Además de las dinámicas

propias de la corriente del Norte de Brasil, también se tiene que las descargas de los grandes ríos del

norte de Suramérica como el Amazonas, el Orinoco y el Magdalena tiene influencia en las procesos

físicos en el mar Caribe, como la circulación oceánica (Sheng & Tang, 2003, Cherubin & Richardson,

2007, Grodsky et al, 2015), la configuración de los patrones de salinidad, temperatura y otras

variables (Hellweger & Gordon, 2002, Hu et al, 2004), así como en la formación de tormentas

tropicales y huracanes (Ffield, 2007).

2.2. Información Usada

Se tiene que las corrientes costeras responden a procesos locales tales como forzamiento por el viento

y mareas e influencias remotas transmitidas desde aguas profundas o desde la línea de costa. Las

corrientes alejadas de la costa tienen una variabilidad intrínseca de mesoescala, inducida por las

inestabilidades debidas a las corrientes persistentes que se dan a lo largo de las costas. Estas corrientes

son generadas como parte de la circulación existente a gran escala o surgen desde zonas cercanas a la

costa (Marchesiello et al, 2001). Las corrientes inducidas por el viendo muestran inestabilidades de

mesoescala y los remolinos resultantes son del tipo de flujo con mayor energía cinética en el océano

junto con las mareas (Capet et al, 2008a). Debido a las condiciones anteriormente expuestas, para la

modelación numérica de dinámicas asociadas con la circulación oceánica es necesario tener datos de

entrada que den una visión de cuáles son las condiciones generales desde el punto de vista dinámico

que se tienen en la región de estudio y que de acuerdo a la configuración que se haga para el modelo,

se obtengan los resultados más cercanos a lo que se puede observar en la realidad.

Se pueden identificar entonces tres frentes de información requerida. En primer lugar, información

para la interacción océano –atmósfera, dado que el “límite” entre la atmósfera y la superficie libre del

océano se comporta como una interfaz para múltiples procesos de intercambio de energía y

momentum, e.g. la variabilidad de la superficie libre asociada con los vientos (oleaje, corrientes,

storm surges) o los procesos de flujos de calor que se dan desde y hacia el océano. En segundo lugar,

se requiere la información del comportamiento interno del océano, cuya realidad se puede ver tanto

en superficie como en profundidad, e.g. los vórtices de mesoescala o los frentes oceánicos. Finalmente

se requiere información que permita establecer la relación tierra-océano. Esta relación se puede ver

desde la formación de “límites duros” para las cuencas oceánicas, hasta la contribución por parte de

los cursos de agua dulce que descargan en la costa.

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En la Tabla 2-1 se muestran las bases de datos consideradas en este trabajo para la alimentación de

datos de forzamiento superficial para el modelo ROMS-AGRIF. Estas bases de datos se tuvieron en

cuenta debido a su uso extendido en la comunidad científica para temas que van desde la modelación

hasta los estudios de variabilidad climática en todo el planeta. Para el modelamiento de condiciones

medias, usando datos climatológicos (i.e. promedios de largo plazo), se emplea la base de datos

COADS05 (da Silva et al, 1994), debido a que el enfoque final de estas pruebas es verificar el

funcionamiento del modelo para condiciones medias. El resto de bases de datos se usa para la

verificación y estudio del comportamiento de los forzadores del movimiento en el océano.

Tabla 2-1. Bases de datos revisadas para la información de interacción atmósfera - océano

En la Tabla 2-2 se resumen las bases de datos consideradas en este estudio para la definición de

condiciones iniciales y de frontera del modelo, las cuales forman parte de información del

comportamiento interno del océano. Para el modelamiento de condiciones medias, se usan las

climatologías del World Ocean Atlas (WOA), en sus versiones de 2005 y 2009 (Locarnini et. al, 2009,

Antonov et. al, 2009). Para la verificación de resultados se utiliza la base de datos AVISO, cuyos

datos son generados y distribuidos con el apoyo del Centre National d’Etudes Spatiales (Cnes;

http://www.aviso.oceanobs.com/duacs/). Al igual que en el caso de las variables atmosféricas, las

otras bases de datos se destinan para la construcción de casos de modelación en tiempo variable.

Por último, se tiene que para el caso de la definición de los “límites duros” de los dominios con los

que se realizan las pruebas, se utiliza la información de la configuración de fondo oceánico de la base

de datos ETOPO1 (Amante. & Eakins, 2009), la cual tiene datos tanto de topografía como de

batimetría a una resolución de 1’ de arco (~1,9km), de la cual se elige la batimetría para ser

interpolada a la resolución de las mallas de los dominios computacionales definidos.

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Tabla 2-2. Bases de datos revisadas para la información de información oceánica

2.3. Métodos

2.3.1. Análisis Comparativo

El análisis comparativo tiene como objeto establecer si el modelo está representando adecuadamente

los procesos dinámicos que se quieren estudiar. Este análisis se puede hacer tanto de forma cualitativa,

lo cual usualmente se hace de forma gráfica para aplicaciones de modelación hidrodinámica, como

de forma cuantitativa, lo cual se hace definiendo criterios numéricos objetivos, haciendo uso de

métricas para cuantificar la desviación del modelo frente a los datos de referencia (e.g. Willmott,

1982, Willmott & Matsuura, 2005) o usando parámetros y modelos estadísticos para hacer la

calificación de esta desviación.

En este trabajo se hace uso principalmente de forma cualitativa, aunque se definen algunas métricas

de calificación del modelo, con base en la comparación de los resultados del modelo contra bases de

datos de información secundaria, la cual en éste caso es información proveniente de sensores remotos

y resultados de modelos de reanálisis global.

El análisis se divide en dos frentes, comparaciones en la superficie libre y comparaciones en la

vertical. Esta división se debe principalmente a la disponibilidad de datos con que realizar la

comparación para escenarios de climatologías (promedios de largo plazo). En el primer caso se tiene

que hay mayor disponibilidad de información, Para el caso superficial se puede contar con

información medida por sensores remotos, en el caso del Mar Caribe es principalmente información

obtenida con satélites. Para el dominio de la profundidad, la información medida es particularmente

escasa en el Mar Caribe, dado que los esfuerzos de medición puntual son escasos, existiendo datos

de campañas oceanográficas y experimentos oceanográficos (ver por ejemplo Richardson, 2005), los

cuales desde el punto de vista de estudios de patrones de circulación para niveles espaciales de

submesoescala, en el marco de las climatologías, no son suficientes. Por esta razón se recurre a

información proveniente de modelos de reanálisis que, si bien están pensados para dinámicas globales

y regionales, pueden dar una buena aproximación a los patrones que se esperarían encontrar en

general.

Para las comparaciones en superficie libre consideran dos tipos de análisis:

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Métricas globales: Esta comparación se hizo empleando algunos parámetros de comparación

siguiendo los trabajos de Willmott (1982) y Willmott & Matsuura (2005), como son el índice de

concordancia (index of agreement, d), el error medio cuadrático (Root mean square error, RMSE)

y el error medio absoluto (Mean Absolute Error, MAE). Estas métricas se definen de la siguiente

manera:

OPN

MAE

OPN

RMSE

1

1 2

10 1

2

2

d

OOOP

OPd

Donde P corresponde a los resultados de la modelación, O a los datos de referencia, N el número de

datos y O es la media de los datos de referencia.

Métricas Locales: Comparación “punto a punto”, encontrando entonces diferencias absolutas y

diferencias relativas entre los resultados obtenidos por modelación y los datos referencia.

2.3.2. Análisis de Escalas

a. Análisis Espectral

Las técnicas de análisis espectral de campos geofísicos, e.g. campos atmosféricos, son usadas

frecuentemente como herramientas de diagnóstico (Denis et al, 2002). Para el caso de los estudios

encaminados al entendimiento de los procesos de flujos geofísicos, el estudio del comportamiento en

el dominio espectral de la energía cinética es bastante útil, dado que permite observar las

transformaciones a las que la energía está sometida en diversas escalas espaciales, lo cual para el caso

del trabajo presente es de gran utilidad para detectar rasgos característicos de regímenes de

submesoescala que pueden no ser visibles en el dominio espacial.

El enfoque usual viene dado por la obtención de espectros unidimensionales (1D) a partir de la

aplicación de técnicas de integración de espectros bidimensionales (2D), los cuales se calculan

aplicando alguna transformada al campo espacial de la(s) variable(s) de análisis. La transformada más

familiar para el análisis de señales es la transformada de Fourier, específicamente la Transformada

Discreta de Fourier (DFT por sus siglas en inglés). En trabajos como los de Capet et al (2008c),

Marchesiello et al (2011), Rocha et al (2014), Callies et al (2015) se aplica la DFT para el cálculo de

los espectros para análisis de regímenes de submesoescala. La integración de espectros 2D para la

obtención de espectros 1D, para facilitar el análisis, se obtiene realizando el promediado

radial/azimutal del espectro, aprovechando las características simétricas de los espectros de Fourier

y en los trabajos mencionados, la aparente isotropía horizontal de los campos de flujo evaluados.

Si bien su uso está ampliamente extendido, la DFT no necesariamente es la mejor opción para el

análisis de resultados de modelación de área limitada (LAM por sus siglas en inglés), dadas las

limitaciones de la DFT, las cuales van ligadas a los requerimientos mismos del método (Denis et al,

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2002). Estás limitaciones vienen primordialmente de los requerimientos de periodicidad del campo a

analizar y de la inexistencia de tendencias en el mismo. Los problemas surgen por que dado que los

campos LAM, además de que en general tienen un comportamiento espacial aperiódico, están

dominados por rasgos de gran escala, los cuales se configuran en tendencias espaciales y además

están situados en longitudes de onda mayores que el tamaño mismo del dominio. Esta última

condición hace que los coeficientes de Fourier correspondientes a números de onda mayores

(longitudes de onda pequeñas) estén forzados a igualar a las condiciones frontera del dominio, lo cual

puede generar una proyección de la varianza asociada con la gran escala en rangos de escalas

menores, efecto que se conoce como aliasing, lo cual finalmente genera distorsiones en el resultado

deseado. (Denis et al 2002).

La limitación en la periodicidad de la DFT se puede sortear vía un tratamiento en las fronteras del

dominio, el cual se puede hacer de múltiples maneras, siendo la más común la aplicación de funciones

de suavizado (en inglés tapers o weighting functions) como la ventana de Hanning, para disminuir el

efecto que puedan tener las fronteras en el resultado final. Para el caso de las tendencias, el enfoque

habitual es removerlas, al menos las de carácter lineal, con base en un ajuste de una función lineal al

dominio, para cuantificar su efecto (Denis et al, 2002, Capet et al, 2008c).

Otra forma de evitar los problemas asociados con la aplicación de la DFT es cambiando

completamente de transformada. En Ahmet et al (1974) se demuestra, que vía un proceso de

“simetrización” del campo a analizar para volverlo periódico, se genera un caso especial de la

transformada de Fourier, la cual es llamada Transformada del Coseno Discreto (DCT en inglés), la

cual fue generada inicialmente para procesamiento digital de imágenes, pero por sus propiedades se

ha trabajado con otros fines (Denis et al, 2002). Por sus propiedades permite tratar campos aperiódicos

y además tiene la característica de generar espectros donde la gran mayoría de la varianza (potencia

del espectro) está concentrada en pocos coeficientes espectrales, esta última propiedad de mucha

utilidad para aplicaciones de compresión de imágenes.

En este trabajo se implementan dos tipos de DCT, las cuales se denominan como tipo II y tipo III. Se

definen, en sus versiones unidimensionales, como

1

0 2

12cos

N

n N

knnxkkF

DCT – Tipo II

1

0

5.0cos

N

n N

nknxkkF

DCT – Tipo III

Donde k, es el número de onda, N es el número total de puntos en la serie analizada y

0 si 2

0 si 1

kN

kN

En ambos casos.

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Obtención de espectros 1D a partir de espectros 2D

Si bien habitualmente el enfoque de cálculo de los espectros 1D a partir de espectros 2D consiste en

hacer un promediado azimutal, Denis et al (2002) proponen un algoritmo para generación de espectros

1D a partir los espectros 2D obtenidos sea por la aplicación de la DFT o de la DCT (y por demás

comparar los resultados de ambas transformadas), el cual consiste en tres fases:

Determinación de número de onda normalizado: Para poder hacer la reducción dimensional,

se debe calcular en primera instancia los números de onda que estén asociados con los números

de onda en las direcciones x y y. Este se calcula de la siguiente manera

22

N

n

M

m

Donde m, n son los números de onda en las direcciones x y y respectivamente y M y N son el tamaño

del dominio en las direcciones x y y respectivamente. Se puede ver de la ecuación que la forma que

tiene la distribución de α es elíptica para el caso de un dominio rectangular y circular para el caso de

un dominio cuadrado. En la Figura 2-2 se muestra un espectro de varianzas resultado de la aplicación

de la DCT superpuesto a la distribución de α para el dominio en que se calcula el espectro.

Figura 2-2. Espectro 2D de varianza para la energía cinética a 10m de profundidad para la zona del Mar Caribe

para los resultados de simulación con ROMS-AGRIF para el mes de enero (climatológico), obtenido aplicando

la transformada del coseno discreto (DCT). Los contornos representan anillos elípticos para el número de onda

normalizado, α.

Determinación de los anillos para hacer la integración: Para generar el espectro 1D se hace la

integración en anillos elípticos (circulares para dominios cuadrados), para un número de onda

normalizado dado. Los espesores de los anillos se pueden calcular así:

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NM

k

NM

kkk

,min

1;

,min1

Si DFT

NM

k

NM

kkk

,min

2;

,min

121

Si DCT

La diferencia radica, en que si bien tanto la DFT como la DCT tienen exactamente la misma

información, la DFT está compuesta por dos componentes de información, términos de senos y

cosenos (o también amplitud y fase), mientras que la DCT solo está compuesta por cosenos, por lo

que es necesario hacer los cálculos de α en esta forma para poder hacer la comparación entre

resultados de una u otra transformada

Agrupación: Agregar todas las contribuciones de varianza (potencia) que se encuentren en cada

anillo de α calculado. Se restringe la agrupación a valores de α menores a 1, dado que

componentes frecuenciales más allá de este punto constituyen ruido (criterio de Nyquist).

b. Análisis de Separación de Escalas

Con el fin de poder analizar de una forma objetiva los rasgos asociados con los niveles espaciales de

submesoescala, que están presentes en la zona de estudio, es necesario hacer procesamiento de los

resultados de modelación, de tal manera que se pueda visualizar correctamente las señales en los

niveles espaciales en los que existen. Por esta razón es necesario implementar métodos de separación

de escalas.

Con base en las técnicas que se emplean en la actualidad para este fin se pueden identificar, al menos,

las siguientes

Descomposición basada en aplicación de filtros espaciales: Bien sea por concatenación en el

dominio del espacio e.g. Mensa et al, (2013) o por aplicación en el dominio espectral (espacio de

número de onda) e.g. Denis et al, (2002). Estas técnicas consisten en el diseño de un filtro digital

de paso bajo para un número de onda (longitud de onda) tal que permita separar de las señales de

niveles espaciales de gran escala y mesoescalas las señales de interés, las que en esta investigación

serían las señales de submesoescala. Estos filtros incluyen funciones como el seno cardinal (en

el argot matemático y de procesamiento de señales digitales se le conoce como sinc) modificado

con alguna función de ventana, ventanas de Tukey, entre otras.

Descomposición basada en propiedades de los flujos: Generalmente esta descomposición se

hace con base en las componentes que integran el flujo totalmente desarrollado. La técnica que

más se usa para esto es la descomposición de Helmholtz y su modificación, la descomposición

de Helmholtz-Hodge. La premisa de esta técnica es que un campo tiene tres componentes:

Donde ξCF es la componente libre de rotacional, ξDF es la componente libre de divergencia, y ξHR

es la componente armónica. Autores como Biswaroop (2005) y Gula et al (2014) han aplicado

esta técnica para la detección de rasgos en campos de flujo. El primero aplicando una versión de

la técnica llamada Discrete Helmholtz-Hodge Decomposition (DHHD), con un algoritmo de

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resolución basado en elementos finitos, mientras que el segundo aplica la forma básica de la

descomposición de Helmholtz (no se tiene en cuenta la componente armónica) para la detección

de procesos de filamentogénesis en la zona de la Corriente del Golfo (Costa Este de los Estados

Unidos).

Descomposición basada en aplicación promediado espacial y suavizado horizontal: Esta

técnica es empleada en el trabajo de Capet et al (2008a). Consiste en la combinación de

promediado global (en el tiempo) y aplicaciones sucesivas de operadores de suavizado, los cuales

se diseñan según la resolución espacial del dominio a descomponer. Con base en este método se

puede descomponer un campo V así,

Donde V es la media (temporal) global del campo, la cual se asume incluye todos los rasgos de

grandes escalas; V’, que es la componente de mesoescala y V’’ que es la componente residual,

que sería en este caso la componente de submesoescala. Si bien, para poder hacer la división de

forma adecuada entre gran escala y mesoescala un requerimiento es conocer una longitud de onda

límite (o número de onda) donde se pueda hacer la división. La metodología implementada por

Capet et al sugiere un “atajo práctico” con la aplicación de suavizado horizontal en varias pasadas.

El número de pasadas estará en función de la resolución horizontal del dominio de cálculo, que

para el caso del trabajo referenciado es una función de la forma 2n, con una relación inversa para

n y la resolución de la malla.

Si bien estas tres técnicas tienen sus fundamentos matemáticos, al pensar en una metodología objetiva

es necesario conciliar los métodos numéricos con la física de los procesos que se requieren

representar. En este caso, la técnica de separación de escalas basada en aplicación de filtros espaciales

ofrece una mayor flexibilidad de ejecución desde múltiples aspectos, partiendo desde la concepción

misma del tipo de filtro a seleccionar, las frecuencias espaciales base para hacer dicho diseño hasta

el acople eficaz con métodos para encontrar dichas frecuencias. Esta flexibilidad puede llevar hacia

una mejor verificación de las hipótesis y teorías que se tienen para los procesos a niveles espaciales

de submesoescala.

Para hallar las frecuencias espaciales (i.e. los números de onda) para realizar la separación de los

procesos de diferentes escalas, se propone el uso de la técnica expuesta en Mensa et al (2013), con

ciertas modificaciones realizadas para este trabajo. La técnica consiste en la definición de una métrica

de diferencia entre un campo lo suficientemente superficial para estar afectado por procesos de

submesoescala y un campo a una profundidad tal que esté lo suficientemente alejado de las mismas.

Siguiendo lo expuesto en la Sección 1.5.3, las dinámicas de submesoescala son predominantemente

superficiales, estando confinadas en la zona de la capa de mezcla. Para el caso de campos en una zona

de aguas profundas se espera que las dinámicas asociadas con las corrientes sean dinámicas en niveles

espaciales de escalas regionales e incluso globales (e.g. circulación termohalina). Por estas razones

las diferencias entre un campo superficial y un campo de aguas profundas podrían resultar en

circulaciones residuales o secundarias que corresponderían a efectos localizados y/o de procesos de

submesoescala.

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Para ésta técnica se tienen tres fases, las cuales son:

Filtrado del campo superficial: Se aplica un filtro de paso bajo al campo para un rango de

longitudes de onda (números de onda) con el fin de obtener una serie de mapas en múltiples

niveles de filtrado de las dinámicas de alta frecuencia espacial.

Comparación con el campo de aguas profundas: Para esta fase la comparación se hace usando

métricas globales. Para este trabajo se siguieron las definiciones de Willmott & Matsuura (2005),

aplicando las métricas RMSE (en inglés para error cuadrático medio) y MAE (en inglés para error

medio absoluto), las cuales se calculan como se sigue

prof

prof

VVM

MAE

VVM

RMSE

sup

2

sup

1

1

Donde supV es el campo de aguas superficiales filtrado para la longitud de onda (número de

onda) y profV es el campo de aguas profundas sin filtrar. Dado que se aplica el filtro para una

serie de longitudes de onda (números de onda), se obtienen series de métricas.

Detección de Puntos de inflexión: En la fase final, con base en las series obtenidas para las

métricas se busca encontrar puntos donde haya cambios significativos en la serie, como posibles

valores de la frecuencia espacial para la separación de escalas. Criterios como el de la primera y

el de la segunda derivada pueden ser usados en condiciones en las que no sea evidente de forma

la frecuencia límite (e.g. un punto de mínimo).

Para la última fase se acompaña el análisis de criterios físicos, que usualmente están dictados por

parámetros relevantes desde las dinámicas. Para el caso de las dinámicas de submesoescala se tiene,

por ejemplo, que el primer radio de deformación de Rossby puede ser un buen indicador para algunas

zonas de esta frecuencia espacial límite para la separación (Capet et al, 2008, Mensa et al, 2013).

2.4. Herramientas Computacionales Usadas

En este trabajo se utilizaron una serie de herramientas computacionales con el fin de ejecutar todas

las fases de procesamiento de información, desde el pre-procesamiento de la información para la

implementación del modelo ROMS (Sección 2.2) hasta el pos-procesamiento para todos los cálculos

relacionados con los análisis de la información obtenida de la modelación.

En el caso de la fase de pre-procesamiento se utilizaron las ROMSTOOLS (Penven et al, 2010) las

cuales son una toolbox de scripts y funciones escritas en MATLAB, las cuales consisten en

herramientas para la generación de los archivos de entrada para el modelo ROMS, en su variante

AGRIF y también para algunos análisis básicos de visualización de los resultados obtenidos. Para la

fase de pos-procesamiento, aparte de las mencionadas ROMSTOOLS, se usaron algunos módulos

para el lenguaje Python, los cuales se describen en la Tabla 2-3.

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Tabla 2-3. Módulos del lenguaje Python usados para el desarrollo de las técnicas mostradas en las secciones

2.3.1 y 2.3.2.

Modulo

Python Observaciones Referencia

Numpy

Paquete de cálculos

numéricos para

Python

Stéfan van der Walt, S. Chris Colbert and Gaël

Varoquaux. The NumPy Array: A Structure for Efficient

Numerical Computation, Computing in Science &

Engineering, 13, 22-30 (2011)

Scipy

Paquete de cálculos

cientíticos para

Python

Jones E, Oliphant E, Peterson P, et al. SciPy: Open

Source Scientific Tools for Python, 2001-,

http://www.scipy.org/

Matplotlib Paquete de

visualización

John D. Hunter. Matplotlib: A 2D Graphics

Environment, Computing in Science & Engineering, 9,

90-95 (2007)

Pandas Paquete para manejo

de datos

Wes McKinney. Data Structures for Statistical

Computing in Python, Proceedings of the 9th Python in

Science Conference, 51-56 (2010)

IPython Shell interactivo para

Python

Fernando Pérez and Brian E. Granger. IPython: A

System for Interactive Scientific Computing, Computing

in Science & Engineering, 9, 21-29 (2007)

Seaborn Paquete de

visualización

Michael Waskom

http://stanford.edu/~mwaskom/software/seaborn/

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3. Configuración del Modelo ROMS - AGRIF

3.1. Introducción

En general para la implementación del modelo se debe contar con la información relevante para los

procesos físicos a representar, de manera que se obtengan resultados coherentes al poner en marcha

los diversos métodos numéricos que le dan forma al modelo. Esta información consta usualmente de

la representación geométrica del cuerpo de agua a estudiar y de la información de forzamiento, que

para el caso de los modelos de corrientes oceánicas viene dado en dos grupos, 1) la información

atmosférica, que da cuenta de las interacciones entre el océano y la atmósfera a través de la interfaz

que forma la superficie libre del mar y 2) la información oceánica, que da cuenta de la las condiciones

de frontera del modelo, tanto en superficie como en los bordes del dominio. Por ser ROMS-AGRIF

un modelo tridimensional, estas condiciones de frontera se dan en toda la vertical, de acuerdo a la

discretización de la geometría que se haga.

Con base en lo que se mostrará en la sección 3.2 y al objetivo de este trabajo, se apunta a la resolución

de los procesos en los rangos espaciales de submesoescala implementando modelación anidada, es

decir la modelación de dominios de cálculo de alta resolución espacial, incrustados dentro de

dominios mayores, con resoluciones espaciales menores. Para la construcción del dominio se

verifican múltiples criterios como la conservación de volumen, dado que se está aumentando la

resolución eso debe garantizarse para una correcta transición entre resoluciones espaciales, la

inclusión completa de todos los rasgos dinámicos notables que estén presentes en la zona de estudio,

e.g. giros como el Giro Panamá-Colombia, y finalmente un tamaño apropiado de la malla, para un

correcto funcionamiento desde el punto de vista de la eficiencia de cómputo y la representación

correcta de los procesos a estudiar.

Se trata de establecer una resolución para el dominio de estudio tal que se logre, en los dominios

anidados, una resolución horizontal que permita ver características que estén incluidas en las escalas

de mayor detalle, requeridas para diversas aplicaciones (estudio de transporte de contaminantes,

estudios de exploración submarina, entre otros). Con base en lo que se explicará en la sección 3.2.2,

se escoge para las actividades de simulación que se analizarán en este trabajo los dominios

computacionales mostrados en el panel C de la figura Figura 3-1. Estos dominios se configuran con

resoluciones horizontales de 1/12° (~9km) para el caso del dominio externo (padre) y 1/36° (~3km)

para el dominio anidado (hijo), usando un coeficiente de refinado de 3 para este caso. Para el caso de

la vertical se utilizan 35 niveles en la vertical, generando las coordenadas S con los parámetros

resumidos en la Tabla 3-1.

Para la modelación se alimenta el modelo con condiciones de forzamiento superficial de la base de

datos COADS05, condiciones de frontera del World Ocean Atlas (WOA) y datos de los ríos relevantes

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para el dominio de la climatología elaborada por Dai et al (2009), esto con el fin de tener las

condiciones que se pueden observar en las grandes escalas y por medio del modelo estimar el

comportamiento de los procesos dinámicos asociados con la circulación oceánica a escalas de mayor

detalle a la que las bases de datos actuales pueden reproducir en la zona de estudio.

3.2. Configuración Geométrica: Resolución en la horizontal

3.2.1. Introducción

Thomas et al (2008) proponen la definición de una longitud característica para los procesos de

submesoescala, analizando los procesos de mayor relevancia dinámica para estos rangos espaciales.

Esta escala espacial está definida como:

Donde L es la longitud característica para la submesoescala, Lml la longitud característica para la capa

de mezcla, Nml es la frecuencia boyante característica de la capa de mezcla, hml es la profundidad de

la capa de mezcla y f es el parámetro de Coriolis. Esta definición se desprende del hecho de que en

los rangos de submesoescala se cumple que el número adimensional de Burger es de O(1), es decir

que para estas escalas hay una tendencia al balance entre los efectos de rotación terrestre y los efectos

asociados con la estabilidad de la columna de agua, como explican Thomas et al (2008).

Siguiendo la definición propuesta y tomando valores típicos para el Mar Caribe para Nml de 10-3 s-1,

para hml de 40m y para f para el caso de zonas tropicales de 10-5 s-1 se obtiene que L es 4km, lo cual

es algo mayor que los valores esperados para zonas subtropicales, que puede llegar hasta L de 1km

para valores de profundidad de la capa de mezcla de 100m.

Si bien las resoluciones usualmente empleadas para este fin son de 2km o menores en la mayor parte

de los estudios consultados (e.g. Capet et al 2008a, b, c, Mensa et al, 2013, Gula et al, 2014), se resalta

que estos estudios son en zonas subtropicales, cumpliendo con lo propuesto por Thomas et al (2008).

Basados en los resultados obtenidos por Marchesiello et al (2011), cuya zona de estudio está ubicada

en la zona central del Océano Pacífico Tropical, se obtuvo que con una resolución horizontal de 4km

se observaron características propias de los regímenes de flujo asociados con la submesoescala, lo

cual cumple con los valores estimados bajo condiciones típicas de zonas tropicales de la formulación

propuesta.

3.2.2. Diseño de mallas

El diseño de las mallas consiste en acotar un dominio adecuado para representar apropiadamente las

condiciones de forzamiento que afectan las dinámicas asociadas con la circulación oceánica en la

zona de estudio. Se hacen pruebas en varios dominios espaciales, con el fin de encontrar una

configuración adecuada donde se tengan los rasgos más relevantes de la circulación de escalas

mayores y a partir del cual se empezaría a aumentar la resolución para la aproximación hacia zonas

más cercanas a la costa de Colombia y así tener resultados del comportamiento de las corrientes con

mejor grado de detalle.

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En la Figura 3-1 se muestran tres casos evaluados, tratando de acotar la zona del Mar Caribe para

captar las señales asociadas con la mesoescala para la circulación oceánica. El caso A se usó para

pruebas preliminares de reconocimiento del modelo y determinación de las capacidades de

simulación en el dominio del Mar Caribe, teniendo en cuenta las zonas con las que está en contacto.

Para los casos B y C se realizaron las pruebas de inspección con miras al anidamiento de dominios,

tratando de encontrar la mejor configuración para el nivel cero de anidamiento (dominio padre), para

así poder obtener mejores resultados a medida que se implemente el anidado. Para las resoluciones

propuestas en los tres casos para el dominio anidado donde se propone el estudio de las condiciones

de submesoescala se buscan valores cercanos a las longitudes características que representan los

procesos de estos rangos espaciales, como se vio en la sección 3.2.1. Por esta razón se trata de trabajar

con un coeficiente de refinamiento que permita hacer la transición entre niveles de anidamiento de

forma tal que no haya problemas de carácter numérico y que el modelo de resultados que se acerquen

a procesos y configuraciones espaciales esperadas, teniendo en cuenta además la eficiencia de

computo (tiempos y capacidad de cálculo)

Se definen las resoluciones horizontales para los dominios mostrados en la Figura 3-1 para tratar de

representar los rasgos generales de las corrientes superficiales en la región del Mar Caribe, los cuales

han sido observados con mediciones in situ (e.g. Richardson, 2005) o a través de altimetría satelital

(base de datos AVISO, Carton & Chao, 1999). Para observar el comportamiento del modelo ROMS-

AGRIF se plantea inicialmente el uso del dominio A, el cual incluye no solo el mar Caribe, sino

algunas áreas colindantes que tienen importancia dinámica y desde el punto de vista de la verificación

de resultados. Esto es la inclusión de las dinámicas del Golfo de México y la corriente de Lazo y al

sur la zona cercana a la desembocadura del río Orinoco, una zona donde se observan corrientes

entrando al mar Caribe provenientes de la Corriente del Norte de Brasil.

Para el caso A, se tiene que el dominio padre tiene una resolución horizontal de 1/8° (~13km) y se

configura un primer nivel de anidamiento (dominio hijo) con una resolución de 1/40° (~2.7km), es

decir implementando un coeficiente de refinamiento de 5, que también se tendrá en cuenta para los

pasos de tiempo en el modelo. En este caso se utiliza el anidado online de una sola vía. Si bien se

pudo constatar que el modelo reproduce adecuadamente los rasgos característicos para la zona de

estudio y algunas de sus zonas adyacentes, se plantea modificar el dominio padre, dado que el caso

del dominio A es un domino relativamente grande y que tiene dinámicas que finalmente no son de

interés para el estudio. Además de un dominio computacional de menor tamaño se evalúa el aumento

en la resolución espacial del dominio padre, lo que permite reducir el coeficiente de refinamiento para

el anidamiento de un valor de 5 a 3, sin perder alcance en la resolución final a la que se desea llegar.

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Figura 3-1. Casos evaluados de dominios padre para la simulación de corrientes en el Mar Caribe. Paneles A

y C incluyen los subdominios propuestos para el anidamiento.

Para analizar el comportamiento del modelo se realizaron una serie de pruebas iniciales sobre el

dominio mostrado en el panel B de la Figura 3-1. Para este caso se implementó una discretización

con celdas de ~13 km de lado (al igual que el dominio A). La batimetría fue interpolada y suavizada

usando varios valores para el filtro de Shapiro con un factor de suavizado, con valores entre 0,25 y

0,35 (Penven et al., 2008). El dominio C de la Figura 3-1 es un refinamiento del dominio B, realizando

la expansión de la frontera sur. Esto se hizo con el fin de obtener una mejor representación de las

dinámicas de corrientes regionales en el sector del Mar Caribe, dado que con la apertura de la frontera

sur se pueden capturar adecuadamente la entrada de las dinámicas asociadas con la corriente del Norte

del Brasil, como se menciona en la sección 1.4.

De las pruebas realizadas para las mallas se considera entonces, siguiendo lo mencionado en la

sección 3.2.1 que con la resolución horizontal con la que se diseñó el dominio de cálculo empleado

finalmente (1/36° ~ 3,1 km) se pueden capturar ciertos rasgos presentes en niveles submesoescala,

aunque éstos no se resuelvan completamente.

3.2.3. Configuración de Coordenadas Verticales

El modelo ROMS-AGRIF como se mencionó en la sección 1.5.4 utiliza coordenadas S (terrain-

following coordinates) para establecer la discretización en la vertical y cuyas ecuaciones se muestran

en dicha sección. En la Tabla 3-1 se muestran los valores usados para los parámetros que definen la

configuración de estas coordenadas para las pruebas realizadas en este trabajo. Los valores de los

parámetros en este trabajo se escogieron con miras a tener una mejor representación de los procesos

asociados con la circulación oceánica cerca de la superficie, principalmente la capa de mezcla, que

es donde se dan los procesos asociados con los niveles espaciales de submesoescala, lo cual explica

que el valor de b sea considerablemente menor que el valor para s .

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Tabla 3-1. Parámetros para la configuración de las coordenadas S para la vertical

Parámetro Valor

θs 5

θb 0,2

hc (m) 5

Número de Niveles S 35

3.3. Condiciones de Entrada

3.3.1. Forzamiento Superficial y Condiciones de Frontera

Con base en lo mencionado en la sección 2.2, se definen los campos que sirven como información

dinámica al modelo, lo cual permite obtener los resultados para los rangos espaciales propuestos. En

la Tabla 3-2 se resumen las variables con las que se alimenta el modelo. Todas las variables están

especificadas a una resolución mensual.

Tabla 3-2. Variables de entrada para el modelo ROMS-AGRIF de condiciones de forzamiento superficial y de

frontera

Tipo de Entrada Base de Datos Variable

Forzamiento

Superficial COADS 05

Componentes del Esfuerzo

Cortante del Viento

Flujo de Calor Neto

Radiación Solar

Flujo de Agua Dulce

Temperatura Superficial del Mar

Salinidad Superficial del Mar

Condiciones de

Frontera WOA

Temperatura

Salinidad

Componentes de la velocidad

Nivel del Mar

Componente de la velocidad

barotrópica

Las variables consideradas para el forzamiento superficial tienen en cuenta los procesos más

relevantes en los intercambios energéticos en la interfaz océano-atmósfera, representados por la

trasmisión de momentum vía el efecto del esfuerzo cortante de los vientos y los intercambios de calor.

Para este último grupo de proceso se tiene en cuenta el flujo neto de calor, el cual está representado

como

senlatrolrocnet

Donde ϕroc corresponde a los flujos por radiación de onda corta, ϕrol a los flujos netos por radiación

de onda larga (el balance entre la fracción incidente y la emitida), ϕlat al calor latente y ϕsen al calor

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sensible. En cuanto a los flujos de calor, para las modelaciones con ROMS-AGRIF se consideran

también la radiación solar y una corrección de los flujos de calor por la sensibilidad a la temperatura

superficial del mar, siguiendo el trabajo de Barnier et al, (1995). Además, se tienen en cuenta las

diferencias entre evaporación y precipitación (llamado flujo de agua dulce), el cual sirve en el caso

de condiciones oceánicas para controlar los valores de salinidad superficial, para que los valores

modelados no presenten diferencias exageradas con respecto a los valores que se tienen de la

información de entrada. Adicional a la información de los procesos relevantes a los intercambios en

la interfaz océano-atmósfera, se especifican los campos de salinidad y temperatura superficial como

referencia de corrección para el modelo.

Para las condiciones de frontera, se consideran las variables relevantes a los procesos oceánicos que

se van a resolver, en este caso salinidad y temperatura para el cálculo de la densidad, el nivel medio

de la superficie del mar y las velocidades de flujo horizontal. Las velocidades se especifican como

los campos completos tridimensionales y como la componente barotrópica de estas velocidades, las

cuales se definen como los valores promediados en la vertical y que se pueden entender como las

corrientes asociadas al balance geostrófico i.e., gradientes de presión y efecto de la rotación terrestre

(Shchepetkin & Mc Williams, 2005).

3.3.2. Inicialización del modelo

Para el desarrollo de las simulaciones en este trabajo se consideran dos fases, las cuales se pueden

definir como

a. Fase de calentamiento: Esta fase tiene como objetivo lograr un comportamiento estable desde

el punto de vista numérico de la solución, dado que el modelo está comenzando inicialmente

desde un estado que se puede considerar como de “energía cero”, dado que no hay movimiento

en el dominio antes de iniciar (se puede describir también como un arranque “en frío”). Debido a

esto se define un periodo de simulación para que el modelo adquiera un estado de energía tal que

no haya cambios bruscos, los cuales podrían generar problemas numéricos como difusión

numérica o valores exagerados para algunas variables. Para esta fase solo modela en el dominio

padre, para evitar fallos numéricos en las transiciones en el proceso de anidamiento. Para este

caso el calentamiento del modelo se realiza una corrida de 5-7 años, para garantizar que el modelo

se estabilice adecuadamente.

b. Modelación anidada: Luego del periodo de calentamiento inicial, se implementa el anidamiento.

Luego de comprobar que el dominio padre tiene estabilidad numérica, se plantea la construcción

de un dominio anidado. Partiendo de un calentamiento previo (7 años) de la malla padre, se

generó una climatología de 25 años para el caso del anidado, el cual se realiza aplicando el

anidamiento online en dos vías.

En la Figura 3-2 se muestran un ejemplo de los resultados obtenidos de la modelación anidada, en

este caso en la superficie libre de salinidad (panel superior) y la componente zonal (u) de la velocidad

en el mes de febrero del último año de simulación. Se reseña (recuadro negro en la figura) el dominio

anidado. En general no se observan discontinuidades en los patrones de las variables evaluadas en las

fronteras del dominio anidado, ni tampoco valores alejados, sino por el contrario una solución

continua, que no tiene cambios debido al downscaling realizado al hacer el anidamiento. La solución

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es estable desde sus inicios y se consolida en el tiempo, sin exhibir comportamientos por fuera de la

variabilidad estacional.

Figura 3-2. Resultados de modelación anidada con datos climatológicos del mar Caribe para la componente

zonal de la velocidad en el mes de febrero del período final de simulación. Panel Superior: Salinidad. Panel

Inferior: Componente zonal (u) de la velocidad. En el recuadro negro se resalta la ubicación del dominio

anidado.

3.3.3. Ríos

Para las simulaciones teniendo en cuenta el efecto de los ríos se revisa cuáles son los ríos más

relevantes para el dominio considerado, tanto para el dominio padre como para el dominio anidado.

Con base en los datos de la climatología realizada por Dai et al (2009) se puede determinar que los

ríos cuyo caudal es apreciable en escalas regionales son el Río Orinoco y el Río Magdalena como se

puede ver en la Figura 3-3, donde se nota que los valores de caudal de estas dos corrientes fluviales

sobrepasan con creces a los otros dos ríos con caudales importantes en la zona, que según los datos

de Dai et al (2009) son el río Grande de Matagalpa y el río San Juan, ambos en Nicaragua. Se tiene

que en general los ríos que descargan en el Mar Caribe no tienen caudales medios anuales que superen

los 1000 m3/s, siendo entonces el río Magdalena y el río Orinoco casos excepcionales, con caudales

medios anuales de 7200 m3/s y 33000 m3/s respectivamente (valores aproximados). En el trabajo

hecho por Grodsky et al (2015) se determinó que la extensión en área de la pluma de agua dulce

aportada por el sistema Amazonas-Orinoco puede ser tan grande como 106 km2, por lo que el efecto

en los procesos superficiales es de una relevancia notable, particularmente para el caso de procesos

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de circulación oceánica superficial. Para el caso del río Magdalena, si bien tiene un caudal medio

anual aproximadamente 4 veces menor que el río Orinoco, queda por determinar si tiene efectos a

niveles espaciales de submesoescala y superiores, dado que los trabajos hechos para este río se han

enfocado en dinámicas de tipo costero e.g. Restrepo et al (2005), Restrepo et al, (2006).

Figura 3-3. Ciclo anual de los ríos con caudales más notables con descarga al Mar Caribe según Dai et. al

(2009)

Una vez elegidos la información del forzamiento fluvial, la configuración de las simulaciones con

ríos se hace siguiendo dos fases:

a. Rampa: Este período de modelación se considera como un calentamiento del modelo para que

las condiciones dinámicas en los dominios se adapten a la entrada de los ríos como condiciones

de forzamiento, los cuales modificarán las condiciones de densidad y de momentum en las zonas

en las que su efecto sea importante.

Para este estudio se diseña una rampa de la forma

QdttatQ tanh

Donde t es el tiempo de simulación, dt es el paso de tiempo usado para el modelo, en ambos casos

en segundos. Q es el caudal medio del río en m3/s y a es un coeficiente para modificar la tasa de

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cambio de la rampa implementada. Para este estudio se utiliza 3a , en concordancia con el

coeficiente de refinamiento que se utiliza para el anidamiento.

b. Modelación con ciclo anual de caudales: Una vez el modelo se ha estabilizado con el caudal

medio de los ríos, se realiza la modelación usando el ciclo anual de la variación de los caudales

de los ríos considerados, la cual se hace con base en los datos de la climatología de Dai et al

(2009).

Para el caso del río Orinoco, por la extensión de su sistema deltaico, se divide su flujo en las celdas

costeras que la conforman, que para el caso de la resolución del dominio padre son 9 celdas (ver

Figura 3-4). Para el caso del río Magdalena, debido a la extensión de su desembocadura, el caudal se

asigna a una sola celda en el dominio hijo

Figura 3-4. Esquema de la malla del dominio externo, con énfasis en la zona de la desembocadura del Río

Orinoco. En el panel derecho se resaltan las celdas consideradas para la especificación de caudal.

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4. Resultados de Modelación: Comparación

4.1. Introducción

En este capítulo se muestran los resultados obtenidos para las pruebas de simulación efectuadas en el

domino de Mar Caribe propuesto, realizando modelación tanto sin ríos (en adelante NRIV) como

considerándolos. Estas diferentes pruebas se hacen con el fin de determinar la influencia que pueden

tener los grandes ríos del norte de Suramérica en los patrones de circulación oceánica superficial,

sobre todo con miras a la determinación de rasgos que puedan caracterizar los rangos espaciales de

submesoescala. El objetivo de este capítulo es entonces determinar si los resultados de simulación

tienen el potencial de representar las condiciones climatológicas que se esperan en el mar Caribe, en

la zona del anidamiento. Estas actividades se centraron en los resultados tanto para la superficie libre

como en la vertical.

Para el primer caso se tiene que en general hay mayor disponibilidad de información para la

comparación. Se tomaron como variables de comparación la temperatura superficial del mar (TSM)

y las magnitudes de la velocidad de las corrientes en superficie (OSPD). Para la comparación se

usaron datos de AVHRR Pathfinder v5 (Kilpatrick et al, 2001) para el caso de la TSM, de altimetría

satelital producidos por Ssalto/Duacs y distribuidos por AVISO, con apoyo del Cnes

(http://www.aviso.altimetry.fr/duacs/) y datos de vientos de Scatterometer Climatology of Ocean

Winds (Risien & Chelton, 2008; SCOW ), estas dos últimas bases de datos para las corrientes

geostróficas y por transporte de Ekman respectivamente.

Para el segundo caso, dado que la información recogida por mediciones en in situ en general no tienen

la suficiente longitud de registros como para obtener promedios de largo plazo y generar una

climatología. Por esta razón se recurre al uso de datos obtenidos de reanálisis, dado que estos modelos

sí cuentan con la suficiente longitud de registros para la generación de una climatología. Para el

trabajo presente se hacen comparaciones de los resultados obtenidos con ROMS-AGRIF con dos

modelos de reanálisis, el reanálisis SODA (Carton & Giese, 2007) y el reanálisis GLORYS (Parent

et al, 2013), los cuales son modelos que contienen información de grandes escalas dado sus

resoluciones espaciales, 0,5° y 0,25° respectivamente y algunos rasgos pertenecientes a la

mesoescala, sobretodo en el caso de GLORYS. Si bien los reanálisis son otros modelos, estos son

frecuentemente usados para la descripción de las condiciones generales de la circulación oceánica,

por lo que pueden servir para dar una noción de la estructura vertical del océano en la zona de análisis.

4.2. Análisis Comparativo: Resultados de Modelación sin Ríos

4.2.1. Superficial

En la Figura 4-1 se puede observar un paralelo visual de los resultados de modelación (corrientes

superficiales y superficie libre del mar) y los datos de altimetría satelital (corrientes geostróficas y

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topografía dinámica absoluta). La comparación se hace trimestralmente (y así se hará en adelante),

debido a que la variabilidad climática del Mar Caribe está modulada en el ciclo anual por el

desplazamiento meridional de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), resultando para esta

zona un comportamiento bimodal, el cual puede ser observado en la variabilidad de los vientos, cuyo

efecto se ve reflejado en el comportamiento de las corrientes superficiales.

Figura 4-1. Comparación de los resultados de corrientes y superficie libre para los trimestres diciembre-febrero

(DEF) y junio-agosto (JJA). Derecha: datos de altimetría satelital (AVISO). Izquierda: resultados de ROMS-

AGRIF. Las escalas de colores representan la variación de la superficie libre, mientras los vectores indican los

patrones de corrientes.

Al hacer una comparación general entre los resultados de modelación y los datos de altimetría se

puede observar que los rasgos característicos de la circulación oceánica superficial en la zona del Mar

Caribe se representan adecuadamente. Se observan rasgos característicos como la corriente del Caribe

fluyendo en dirección noroeste (hacia Yucatán y posteriormente la zona del Golfo de México), el

Giro Panamá – Colombia, un giro cuasi-permanente y altamente variable, presente en la zona

comprendida aproximadamente entre los 82°W y 80°W en longitud y los 10°N y 12°N en latitud y la

contracorriente paralela a la costa Caribe Colombiana.

Se realiza además una validación primaria siguiendo lo indicado en la sección 2.3.1

Métricas globales: En la Tabla 4-1 se pueden observar algunos valores de los índices

mencionados anteriormente para el caso de TSM y OSPD para los cuatro trimestres del año

(diciembre-febrero, marzo-mayo, junio-agosto y septiembre-noviembre).

Para el caso de la comparación entre las velocidades modeladas y las velocidades referencia,

siguiendo lo mencionado anteriormente con respecto a la altimetría satelital, se calculan además la

componente de las corrientes asociadas con el efecto del viento, también llamado Transporte de

Ekman, las cuales pueden ser calculadas (siguiendo lo propuesto por Cushman-Roisin, 1994), como

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Ekman

xEkman

Ekman

y

Ekman

fdv

fdu

f

dEkman

4,0

Donde x y y son las componentes del esfuerzo cortante del viento sobre la superficie del mar en

direcciones zonal y meridional, y es su magnitud; es la densidad del agua de mar y f es el

parámetro de Coriolis.

Tabla 4-1. Métricas globales para TSM y OSPD para el caso de modelación con ROMS-AGRIF sin ríos

(NRIV)

Métrica DEF MAM JJA SON

MAETSM (°C) 0,31 0,20 0,28 0,09

RMSETSM (°C) 0,50 0,32 0,40 0,15

dTSM (adim) 0,49 0,87 0,93 0,99

MAEOSPD (m/s) 0,06 0,06 0,06 0,06

RMSEOSPD (m/s) 0,09 0,09 0,10 0,11

dOSPD (adim) 0,50 0,34 0,50 0,61

En general se puede observar que hay cierta influencia estacional para el comportamiento de las

métricas, obteniéndose valores de error más alto en el trimestre diciembre-febrero, donde para el caso

del mar Caribe la magnitud de los vientos es la más alta del año.

Métricas Locales: Comparación “punto a punto”, encontrando entonces diferencias absolutas y

diferencias relativas entre los resultados obtenidos por modelación y los datos referencia.

En la Figura 4-2 se muestra un ejemplo de estas comparaciones con diferencias relativas para el caso

de la TSM en los cuatro trimestres del año. Se puede observar al igual que en el caso de las métricas

globales que hay una relación de la magnitud de los errores con la época del año, siendo los errores

mayores, en general en este caso también, para el trimestre diciembre-febrero. Se nota además que el

error tiene una estructura espacial definida, siendo consistentes las zonas de mayor error alrededor de

la Península de la Guajira, la zona del Golfo de Morrosquillo y la zona de la costa de Costa Rica,

donde está ubicado parte del Giro Panamá Colombia. En las 2 últimas zonas hay una subestimación

de la temperatura superficial hasta de un 5%, mientras que en la zona de la Guajira hay una sobre-

estimación de hasta alrededor de un 6%. Si bien los valores de error no se pueden considerar

totalmente despreciables, están en un rango que permite considerar que los resultados del modelo no

están totalmente alejados de la realidad y pueden dar cierta perspectiva sobre las dinámicas de la

zona.

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Figura 4-2. Diferencias relativas en la TSM para todos los trimestres del año (diciembre-febrero, marzo-mayo,

junio-agosto y septiembre-noviembre) de los resultados de modelación con ROMS-AGRIF con respecto a los

datos de AVHRR-Pathfinder. La escala de colores representa el error relativo y se presenta en porcentaje.

4.2.2. Vertical

Dado que el régimen de submesoescala es de transición hacia las microescalas, donde como se dijo

anteriormente se tiene un carácter tridimensional en las condiciones de flujo, y a que la frontogénesis

superficial y los procesos ageostróficos asociados actualmente son mejor resueltos vía modelación

numérica, debido a que esta tiene dentro de sus capacidades la resolución de remolinos turbulentos

de mesoescala, los estudios de las condiciones verticales de flujos han cobrado una importancia

notable, resaltándose por ejemplo las dinámicas de flujo vertical asociados con procesos frontales de

submesoescala que afectan las capas superiores del océano hasta ~500m de profundidad (Klein &

Lapeyre, 2009). Esto es importante de cara a las aplicaciones de exploración oceánica en profundidad,

para poder dar información de las condiciones de los ambientes en que se va a operar.

Para establecer la capacidad del modelo de reproducir adecuadamente la estructura vertical del océano

se realizan comparaciones puntuales, en este caso la temperatura y la salinidad. Se eligen perfiles

tanto del reanálisis SODA como de GLORYS y se encuentran los perfiles más cercanos de los

resultados de ROMS, en este caso se hace la búsqueda en un radio de 1/18° (el doble de la resolución

del dominio de cálculo) a partir de cada punto, con el fin de tener suficientes puntos de comparación.

En la Figura 4-3 se muestran algunos los puntos elegidos para la comparación para el reanálisis

GLORYS.

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Figura 4-3. Mapa de perfiles elegidos para la comparación entre GLORYS y los resultados obtenidos de

ROMS-AGRIF.

En la Figura 4-4 se pueden observar en un punto en particular (81,75°W, 10,25°N) los perfiles de

temperatura y salinidad para el caso de ROMS y para el caso de GLORYS 2V3 para los trimestres

diciembre-febrero (DEF) y junio-agosto (JJA). En general se pueden observar dos detalles a simple

vista, el primero es que la variabilidad espacial de los perfiles es relativamente baja (los perfiles

quedan superpuestos) y el segundo es que, si bien hay diferencias en los valores, sobre todo en los

puntos de inflexión de los perfiles (más notables en el caso de la salinidad), la tendencia general se

representa de una forma que puede considerarse en general con una buena aproximación, sobre todo

para el caso de la temperatura. Se nota además que en la época del año donde hay mayor actividad

superficial asociada con los vientos, el trimestre diciembre- febrero, es donde el modelo representa

mejor la estructura en la vertical, sobretodo la estructura térmica.

Figura 4-4. Perfiles en profundidad para salinidad y temperatura para el punto (81,75°W, 10,25°N). Se muestra

la comparación para trimestres DEF y JJA de los perfiles modelados con ROMS (P1 a P10) contra los perfiles

de referencia (línea negra punteada; GLORYS 2v3)

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4.3. Análisis Comparativo: Resultados de Modelación con Ríos

Cómo se mencionó en la sección 3.3.3, los ríos con mayor importancia en el contexto de las dinámicas

asociadas con las corrientes oceánicas para niveles espaciales de mesoescala y submesoescala son los

ríos Orinoco y Magdalena. Por esta razón se realizan pruebas de simulación teniendo en cuenta

solamente el río Orinoco (en adelante RIV1) y teniendo en cuenta ambos ríos (en adelante RIV2).

Estas pruebas se hacen para verificar la influencia en la configuración de los patrones de circulación

oceánica superficial de estos grandes ríos. Como reportan Grodsky et al (2015), el sistema Amazonas-

Orinoco tiene gran influencia en los procesos de flujo a través del Mar Caribe, lo cual se puede pensar

cómo forzamiento para los niveles de mesoescala, mientras que el río Magdalena , si bien no presenta

caudales de las magnitudes registradas para el río Orinoco, puede tener un efecto localizado en la

zona de la Cuenca Colombia del Mar Caribe, lo cual podría incidir en las configuraciones asociadas

con los procesos de circulación secundaria que se presentan en rangos de submesoescala.

4.3.1. Superficial

En la Figura 4-5 se muestra al igual que antes el paralelo visual de los resultados de modelación para

el caso de modelación RIV2 y los datos de altimetría satelital (corrientes geostróficas y topografía

dinámica absoluta). Si bien se observan diferencias notables en los patrones entre los tres casos de

modelación, estas tienen rasgos que llevan a pensar que producto de procesos locales, que se dan a

escalas inferiores a la regional, además de procesos más regionales como los vientos o el sistema

Amazonas-Orinoco.

Figura 4-5. Comparación visual de los resultados de corrientes y superficie libre para el caso de modelación

RIV2, para los trimestres DEF y JJA. Derecha: datos de altimetría satelital. Izquierda: resultados de ROMS-

AGRIF. Las escalas de colores representan la variación de la superficie libre, mientras los vectores indican los

patrones de corrientes.

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Al igual que en el caso NRIV, en los casos con ríos se puede observar una variabilidad bimodal, lo

cual implica que el efecto de los vientos tiene una influencia marcada en el ciclo anual para todos los

casos, lo cual puede indicar el dominio de los vientos para el rango de la mesoescala (espacios

regionales). Si bien en este caso se observa al igual que en el caso sin ríos que hay una

correspondencia espacial entre los campos de velocidad (campo de vectores), la configuración

espacial de los patrones que exhibe la superficie libre difieren notablemente, sobre todo en los

trimestres de mayor actividad de los vientos (diciembre-febrero y junio-agosto).Cabe resaltar de igual

manera que en el caso sin ríos se pueden observar los rasgos característicos de la mesoescala presentes

en esta zona del Mar Caribe, como es el caso del Giro Panamá-Colombia y la entrada de la Corriente

del Caribe por el lado este del dominio considerado.

Siguiendo lo indicado en la sección 2.3.1, para este caso de modelación se obtienen las métricas de

comparación, tanto globales (ver Tabla 4-2) como las locales (ver Figura 4-6).

Tabla 4-2. Métricas globales para TSM y OSPD para el caso de modelación con ROMS-AGRIF con ríos

R. Orinoco (RIV1)

R. Orinoco y R. Magdalena

(RIV2)

Métrica DEF MAM JJA SON DEF MAM JJA SON

MAETSM (°C) 0,32 0,22 0,29 0,08 0,30 0,20 0,28 0,07

RMSETSM (°C) 0,49 0,35 0,42 0,13 0,46 0,31 0,41 0,13

dTSM (adim) 0,50 0,85 0,92 0,99 0,52 0,87 0,93 0,99

MAEOSPD (m/s) 0,13 0,10 0,09 0,09 0,10 0,08 0,09 0,08

RMSEOSPD (m/s) 0,15 0,12 0,11 0,12 0,12 0,10 0,11 0,10

dOSPD (adim) 0,45 0,37 0,62 0,64 0,50 0,44 0,56 0,70

Para este caso de modelación se nota que al igual que para el caso de modelación sin ríos hay un

comportamiento estacional para las métricas. Al igual que antes, se tienen desviaciones con respecto

a los datos de referencia más altas en el trimestre diciembre-febrero para el caso de la temperatura

superficial del mar. Para el caso de las velocidades se nota que para este caso las métricas no tienen

variaciones tan fuertes como para el caso sin ríos, particularmente el MAE tiene variaciones menos

marcadas, sobre todo para la simulación RIV2. Al comparar entre las simulaciones RIV1 y RIV2, se

nota que, si bien en los valores para las métricas no hay diferencias considerables, la prueba RIV2

tiene valores mayores para el índice de concordancia, lo que puede indicar que el río Magdalena, si

bien no presenta caudales de las magnitudes del río Orinoco, puede tener un papel importante para

las dinámicas asociadas con la circulación oceánica para la zona occidental del Mar Caribe.

Análogo a lo hecho para el caso de modelación sin ríos, en la Figura 4-6 se muestra un ejemplo de

estas comparaciones con diferencias relativas para el caso de la TSM en los cuatro trimestres del año

para el caso de RIV2. Se puede observar al igual que en el caso sin ríos que hay una relación de la

magnitud de los errores con la época del año, teniéndose las mayores magnitudes de

sobreestimaciones (diferencias absolutas positivas) para el trimestre diciembre-febrero. Para el caso

de los valores subestimados se nota una mayor proporción (en área) para el trimestre marzo-mayo.

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Se puede observar que las desviaciones de los valores modelados con respecto a los valores de

referencia, al igual que en el caso del modelo sin el forzamiento fluvial, tiene una estructura espacial,

siendo consistentes las zonas de mayores diferencias las zonas costeras, alrededor de la Península de

la Guajira, la zona del Golfo de Morrosquillo. Para el caso de la prueba RIV1 se observan

comportamientos similares espacialmente, manteniéndose las zonas de subestimación en la zona del

Golfo de Morrosquillo y hacia Centro América y de sobreestimación en la zona de la Península de la

Guajira.

Figura 4-6. Diferencias relativas en la TSM para todos los trimestres del año (diciembre-febrero, marzo-mayo,

junio-agosto y septiembre-noviembre) de los resultados de modelación de la prueba RIV2 con ROMS-AGRIF,

con respecto a los datos de AVHRR-Pathfinder. La escala de colores representa el error relativo y se presenta

en porcentaje.

4.3.2. Vertical

Siguiendo lo planteado en la sección 4.2.2, se realizan las comparaciones puntuales para las pruebas

con ríos, tanto RIV1 como RIV2, usando datos de los reanálisis SODA y GLORYS como referencia.

Se usan los puntos mostrados en la Figura 4-3, teniendo de esta manera diez perfiles modelados para

comparar contra los perfiles de referencia, en este caso del reanálisis GLORYS.

En la Figura 4-7 se observan los perfiles de temperatura y salinidad en comparación visual en el

mismo punto que la Figura 4-4. Se nota para este caso de modelación que la dispersión entre los

perfiles modelados se mantiene relativamente baja (los perfiles quedan superpuestos), aunque en

algunos perfiles se puede notar una mayor dispersión que en el caso de modelación sin ríos. En este

caso, aunque se presentan diferencias en los valores de temperatura y salinidad, especialmente donde

las razones de cambio son más elevadas, se conservan la tendencia de la estructura vertical, de manera

que se puede considerar que se obtiene una buena aproximación, sobre todo para el caso de la

temperatura, que se mantiene como variable más estable que la velocidad y la salinidad para ambos

casos.

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Figura 4-7. Perfiles en profundidad para salinidad y temperatura para el punto (81,75°W, 10,25°N) para el caso

de simulación RIV2. Se muestra la comparación para trimestres DEF y JJA de los perfiles modelados con

ROMS (P1 a P10) contra los perfiles de referencia (línea negra punteada; GLORYS 2v3

4.4. Resumen y Discusión

En las Figuras 4-1 y 4-5 se observan ciertas diferencias entre los patrones de corrientes simulados y

los descritos por altimetría satelital. Las corrientes oceánicas son la respuesta del sistema océano a la

acción de las fuerzas internas (gradientes de presión y efecto Coriolis), fuerzas externas (como el

efecto gravitacional) y al forzamiento externo, manifestado principalmente en el esfuerzo cortante del

viento en la superficie del océano (Sudre et al, 2013) y en los casos considerados en este estudio, del

efecto de la entrada de los grandes ríos que existen en el norte de Suramérica.

En la zona comprendida entre los ~79°W y ~76°W de longitud y alrededor de los 12,5°N hay

diferencias en las direcciones de las corrientes y en los patrones espaciales que exhiben las aguas

superficiales (descrito en este caso con la altura de la superficie libre). Estas diferencias se pueden

explicar debido a que las corrientes de altimetría son corrientes geostróficas, es decir solo tienen en

cuenta los efectos de los gradientes de presión y el efecto de la rotación de la Tierra (balance

geostrófico). Se sigue entonces que, dado que en los datos de altimetría no se tiene en cuenta el efecto

del viento (corrientes de Ekman), localmente los patrones modelados pueden diferir. Como se

mencionó en la sección 2.1 en la zona está presente el Chorro Superficial de San Andrés (Poveda y

Mesa 1999, Poveda et al 2006) o Caribbean Low-level Jet (Amador, 1998, Wang et al, 2007, Whyte

et al, 2007). La presencia de este chorro de vientos, cuyo foco de acción esta alrededor de los 12 –

12,5°N (Amador, 1998, Wang et al, 2007), es tenida en cuenta en la modelación. Cabe resaltar que,

si bien los datos por balance geostrófico pueden dar una idea general de los patrones de circulación,

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dado que este explica una notable cantidad de la variabilidad de las corrientes (Sudre et al, 2013),

para ciertas zonas donde el forzamiento externo reviste de mayor importancia, es necesario recurrir a

la modelación numérica para describir completamente los patrones de circulación oceánica, dado que

se resuelven las ecuaciones del movimiento de una forma más completa, donde se tienen en cuenta

los términos del forzamiento externo que tienen relevancia para los procesos de mesoescala y

submesoescala, dándose de esta forma una respuesta con mayor validez que la que puede dar el

modelo de balance geostrófico, el cual desde las escalas menores a las grandes escalas es una

simplificación.

Para el caso de la zona alrededor de la Península de la Guajira se pueden observar también algunas

diferencias en la configuración de los patrones espaciales, tanto de corrientes como de la superficie

libre en ambos casos de modelación. Análogo a lo mencionado para el caso de la zona del Giro

Panamá-Colombia, en la zona de la Península de la Guajira hay un efecto marcado de la acción del

viento, lo provoca procesos de surgencia en la zona (Andrade & Barton, 2005). Además del efecto de

los vientos en la zona, se debe tener en cuenta la entrada en la zona de las aguas dulces provenientes

del sistema Amazonas-Orinoco y en algunas épocas del año las aguas del Río Magdalena,

transportadas por la contracorriente que fluye por la costa Caribe Colombiana. Es entonces la

superposición de estos efectos lo puede estar haciendo que los patrones de circulación en esta zona

también tengan desviaciones notables de los patrones reproducidos solamente por el balance

geostrófico.

Se tiene entonces que los resultados aquí obtenidos no presentan desviaciones significativas en cuanto

a los patrones generales reconocidos de la zona. Trabajos como los de Sheng & Tang, 2003, Jouanno

et al (2009) y Lin et al, (2012), apuntan a la modelación numérica de las dinámicas superficiales en

la cuenca del Mar Caribe a niveles de mesoescala y reportan patrones comparables a los obtenidos en

este trabajo. Dichos trabajos, además, están sustentados en una serie de trabajos realizados en la zona

con mediciones tanto de altimetría (Carton & Chao, 1999), mediciones directas (Fratantoni, 2001,

Richardson, 2005) o una combinación de ambos (Torres & Tsimplis, 2012). Teniendo esto presente

y, con miras a la recreación de las dinámicas en niveles espaciales inferiores a la mesoescala, se tiene

entonces que los resultados obtenidos no distan significativamente de lo observado en escalas más

grandes y da una perspectiva hacia como se configuran las corrientes en escalas inferiores

En las secciones 4.2.1 y 4.3.1 se muestran además las comparaciones de los resultados de modelación

de TSM y Velocidades utilizando métricas globales y métricas locales como se explicó en la sección

2.3.1. Como se mencionó antes se puede notar un comportamiento de las desviaciones del modelo

con respecto a las referencias utilizadas en este trabajo que está ligado a las variaciones estacionales

de las dinámicas del Mar Caribe, teniéndose en general mayores desviaciones en el trimestre

diciembre-febrero. Se puede observar también que las diferencias globales de los casos de modelación

tienden a ser mayores para el caso sin ríos. Aunque las diferencias no son tan significativas, sí aportan

a la discusión en el sentido de la importancia del efecto de los ríos sobre la circulación oceánica. Se

tiene que, si bien los efectos de estos pueden cobrar mucha importancia para análisis locales, para

efectos de descripción global de las dinámicas asociadas con la circulación superficial no supera los

efectos del forzamiento asociado con los vientos.

En las secciones 4.2.2 y 4.3.2 se inspecciona en dirección vertical la capacidad del modelo de

reproducir la estructura de la columna de agua. Al observar las figuras 4-4 y 4-7 se puede observar

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que el modelo capta de forma aproximada las condiciones representadas por el reanálisis SODA. Este

reanálisis por su resolución espacial de 0,5° (~55km) tiene la capacidad de captar las condiciones de

grandes escalas de la estructura vertical del océano, más no de representar escalas espaciales más

finas como es el propósito de este trabajo. No obstante, ya que las condiciones de océano profundo

no son tan volátiles como las condiciones superficiales, se considera que la representación de los

modelos de reanálisis puede dar una muy buena idea de la estructura vertical de la zona de estudio.

Por tanto se puede observar que en general la estructura termohalina no difiere significativamente en

cuanto a la configuración que exhibe en los perfiles de los puntos escogidos para la revisión (ver

Figura 4-3) Se presentan diferencias notables no obstante en los puntos de inflexión, tanto por la

profundidad a la que estos se presentan como por los valores de temperatura o salinidad que tienen.

El análisis que se puede hacer en este punto es que las diferencias se pueden deber a varios efectos,

como el efecto de la escala espacial representada, dado que el modelo puede reproducir las

inestabilidades y perturbaciones presentes en escalas más finas que el reanálisis no logra resolver, las

cuales se dan principalmente en niveles cercanos a la superficie, dentro de la capa de mezcla

principalmente como resaltan trabajos como Mahadevan & Tandon (2006), Thomas et al, (2008) o

Mensa et al (2013). Otro efecto que cabe destacar es el de las parametrizaciones implementadas por

cada modelo, dado que la forma en cómo se concibe dentro de cada modelo la forma de representar

determinado efecto por ejemplo los procesos de dispersión o los procesos advectivos pueden incidir

notablemente en los resultados que se obtienen. Por esta razón se elige un modelo de reanálisis cuyos

datos han sido ampliamente probados en múltiples zonas, con resultados muy cercanos a lo que puede

ser observado in situ.

A pesar de las restricciones en comparación que se tienen para la zona del Mar Caribe, se tiene que

en general con base a la información disponible, el modelo ROMS-AGRIF tiene la capacidad de

reproducir con buena aproximación las condiciones de los procesos dinámicos asociados con la

circulación oceánica en el Mar Caribe.

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5. Análisis de Escalas

El análisis de escalas sirve como herramienta para la descripción de los posibles rasgos característicos

del régimen de submesoescala para el Mar Caribe Colombiano y en este trabajo se ha dividido en dos

componentes. Una primera componente que trata con el análisis espectral de los campos de los

resultados del modelo, para observar detalles adicionales del comportamiento de los procesos

dinámicos en el Mar Caribe, cotejando con los comportamientos reportados en la literatura.

La segunda componente consiste en un análisis de separación y filtrado, en donde se pretende

posibilitar la extracción de la información de altas frecuencias espaciales (permisibles por la

resolución horizontal aplicada), las cuales están asociadas en este caso con la submesoescala, y la

cual está inmersa en medio de las señales de escalas más grandes.

5.1. Análisis Espectral

5.1.1. Introducción

De acuerdo a los análisis realizados en el Capítulo 4 se pueden distinguir algunas zonas con

características notables para el Mar Caribe Colombiano. Por esta razón para el análisis espectral se

definen dos zonas de interés, las cuales son la zona de influencia del Giro Panamá-Colombia (en

adelante ZGPC) y la zona adyacente a la Península de la Guajira (ZG). Estas zonas se muestran en la

Figura 5-1. Estas zonas se eligen en razón de los procesos dinámicos en cuanto a circulación oceánica

que las caracteriza: la ZGPC caracterizada por un régimen dominado por un giro cuasi-permanente y

la ZG caracterizada por los procesos de surgencia y los procesos asociados con la advección

horizontal de las aguas transportadas por las corrientes del Caribe, entre ellas las aguas de los ríos

Amazonas y Orinoco

Para la obtención de los espectros se aplican los métodos discutidos en la sección 2.3.2a. Para una

correcta implementación del análisis espectral, debido a la notable presencia de tierras en el domino

elegido, es necesario reemplazar estos datos “faltantes”. Las opciones usuales de rellenado de datos

faltantes, como son el reemplazo por una medida de tendencia central (e.g. media o mediana) o la

“extrapolación” de los datos a partir de la información en la línea de costa, son exploradas. No

obstante, la extrapolación se descarta, ya que con esta opción se genera información que realmente

no existe y eso puede reflejarse en rasgos espaciales que son completamente artificiales. La opción

de rellenado con la media se implementa, pero puede dar resultados de potencia para las componentes

de gran escala mayores de lo que son en realidad.

Siguiendo lo expuesto en la sección 2.3.2a se aplican la transformada de Fourier (DFT) y la

transformada del Coseno Discreto (DCT), aplicando para esta última dos tipos de transformada que

habitualmente se usan, la tipo II y la tipo III, obteniendo espectros 2D, de los cuales se puede obtener

espectros 1D, siguiendo el algoritmo de Denis et al (2002).

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Para el caso de la DFT, se tiene que la transformada funciona correctamente en casos donde la señal

a analizar no presenta tendencias lineales. Por esta razón se analizan tres casos para a la aplicación

de la DFT, para el campo original, para el campo de anomalías y para el campo al removerle las

tendencias lineales. El segundo caso se implementa para eliminar el efecto de la gran escala,

presentado en la media global del dominio. Para el caso de la aplicación de la DCT, en los dos tipos

evaluados, se evalúa solo para los campos originales, dado que esta transformada no tiene

restricciones desde el punto de vista de tendencias y de medias como es el caso de la DFT.

Figura 5-1. Zonas definidas para el análisis espectral de la energía cinética en la región del Mar Caribe. El

campo graficado es de la batimetría del Mar Caribe de ETOPO2 (profundidad en m).

5.1.2. Espectros de energía cinética

En la Figura 5-2 se pueden observar los espectros de energía cinética obtenidos. Se presentan los

espectros para los cuatro trimestres del año y para el caso del promedio anual para el dominio

completo y para la ZGPC, mostrándose en este caso los espectros obtenidos aplicando la DCT-II. Se

comparan estos espectros con varias tendencias exponenciales con el fin de verificar los cambios de

pendiente (en el campo logarítmico) que presenta la cascada de energía en las transformaciones que

ésta experimenta a lo largo de los rangos espaciales considerados, en este caso con tendencias k-3,

k-2.5 y k-1.6. En esta figura se muestran los espectros para las pruebas con y sin ríos (NRIV, RIV1 y

RIV2) para el caso del dominio anidado y para el caso del dominio sin anidar y también para los datos

de altimetría satelital. En general se puede notar que las formas en la parte superior del espectro,

correspondientes a las grandes escalas, tienden a ser muy similares, registrándose cambios ligeros en

los valores para la energía. Para el caso de los espectros que se obtienen para en el caso del dominio

anidado (hijo), además de que se tiene mayor alcance en el dominio de los números de onda, se puede

observar de una forma más completa las transiciones entre los regímenes de grandes escalas,

mesoescala y submesoescala.

Se pueden notar varios rasgos presentes en todos los casos, observándose que el contenido energético

para los trimestres diciembre-febrero y junio-agosto es mayor que en los otros dos trimestres, lo cual

puede explicar la estrecha relación que hay entre los vientos y las corrientes superficiales. Además,

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se puede notar el efecto de las escalas de tiempo más pequeñas, al notarse un espectro más suavizado

para el caso de los campos de energía cinética del promedio anual.

Figura 5-2. Espectros de energía cinética 1D obtenidos aplicando la DCT-II (C2O). Panel A: Espectro

promedio anual para dominio completo (Figura 5-1) . Panel B: Espectro promedio anual para la ZGPC. Panel

C: Espectros para cada trimestre del año en la ZGPC para todas las pruebas efectuadas (riv2, riv1 y nriv), para

el dominio padre (prt_*) y para los datos de altimetría satelital (aviso).

Se verifica además la cascada de energía, es decir las transformaciones que sufre la energía (ver

Figura 1-4) a medida que los flujos están afectados por procesos en escalas cada vez más reducidas.

A.

B.

C.

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En este caso, siguiendo las comparaciones hechas en otros trabajos como Capet et al, (2008c) o

Marchesiello et al, (2011), se pueden observar los cambios en las tendencias de variación del espectro,

siguiendo la forma de perfiles k-3 (k: número de onda) y aproximadamente k-2.5 para el caso de grandes

escalas y la mesoescala. Para el caso de escalas menores (números de onda mayores), se empieza a

notar lo que llaman algunos autores, un “asomeramiento” (en inglés shoaling) del espectro,

modificándose las tendencias a perfiles con exponentes inclusive menores a -2. Este efecto se puede

ver mejor en la Figura 5-3. También en esta figura se pueden se pueden observar diferencias en las

dos zonas de análisis, sobre todo en los rangos de escalas mayores (números de onda bajos), esto se

podría explicar desde los diferentes forzamientos que hay en cada zona: surgencia, efecto de la

corriente del Caribe y la advección de agua dulce desde el Amazonas y el Orinoco para ZG (la cual

aunque no se especifica directamente está tenida en cuenta en las condiciones de frontera del dominio

padre) y los efectos del Giro Panamá-Colombia y la influencia del Chorro de Bajo Nivel del Caribe

para el caso de ZGPC.

Figura 5-3. Espectros de energía cinética para los resultados de simulación RIV1 a una profundad de 10m para

las zonas de análisis para el trimestre diciembre-febrero. Se muestra un zoom para los rangos espaciales entre

6 y 20km aproximadamente.

En la discusión desde lo numérico, siguiendo lo expuesto por Denis et al (2002) se pueden ver algunas

diferencias en los espectros producidos por la DFT y por los dos tipos de DCT aplicados. Como se

puede apreciar en la Figura 5-3, se puede observar en la parte final del espectro, justo en el límite de

representatividad espacial del modelo (frecuencia de Nyquist), una distorsión de la cola del espectro.

Si bien como se ha discutido previamente esto hace parte de las transformaciones de energía al

cambiar de escala los regímenes de flujo, hay una componente numérica en esa distorsión, la cual

puede ser más significativa para el caso de la DFT, debido a sus hipótesis de trabajo (Sección 2.3.2a),

los cuales se pueden reducir para el caso de la remoción de tendencias lineales, pero estas

modificaciones pueden inducir efectos artificiales en el espectro, que no estén asociados más que a

procesos netamente numéricos. Sin embargo, se observa que en general ambos tipos de transformada

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tienden a representar de forma similar los rasgos de la energía cinética en todas las escalas que hay

disponibles desde el modelo.

5.2. Separación de escalas

Siguiendo la sección 2.3.2b, se aplica una modificación de la técnica implementada en Mensa et al

(2013), basando el análisis en la aplicación de métricas globales de comparación entre capas

superficiales y capas profundas para encontrar frecuencias espaciales (longitudes de onda) a partir de

las cuales sea posible hacer la extracción de las componentes de la circulación oceánica asociadas

con la submesoescala. Estas técnicas se implementan para el caso de modelación sin ríos, debido a

que si bien se presentan diferencias en la configuración de algunos patrones y en las magnitudes

obtenidas para las diferentes variables evaluadas, como se mencionó en la sección 5.1.2 en el dominio

espectral no se detectan cambios notables que hagan pensar en diferencias significativas al aplicar

estas metodologías.

En la Figura 5-4 se observa una comparación de las fracciones de tierra entre una capa superficial

(20m) y capas profundas (200, 300 y 500m). Esta comparación se hace con el fin de verificar que si

bien hay diferencias notables en área no disponible para la comparación entre una capa profunda y

una capa superficial (~14% de diferencia entre los niveles de 20 y 500m), la disponibilidad de áreas

relativamente equivalentes de aguas alejadas de la costa y la configuración de la batimetría (se pueden

observar grandes pendientes en el talud continental para este sector del Mar Caribe, evidenciado en

las diferencias relativamente bajas en porcentajes de tierra, ~1% en niveles de profundidad sucesivos),

se puede asumir que las métricas globales pueden dar una respuesta aceptable a la hora de determinar

una frecuencia espacial para la separación de regímenes de flujo. Bajo este análisis se hace la

selección de una capa profunda de 500m, porque, además que las diferencias en cuanto a fracción no

mojada con respecto a niveles superiores (200m y 300m) no es altamente significativa, mientras más

alejada de la superficie libre, idealmente se pueden obtener mejores resultados, dado que las

condiciones de fondo tendrán la tendencia a comportarse bajo los regímenes de grandes escalas

principalmente.

La elección de la profundidad de la capa superficial se hace con base en dos criterios. En primer lugar,

se elige con base en su ubicación enmarcada dentro de la capa de mezcla, lo cual se hace a partir de

los resultados obtenidos por Montoya-Sánchez, (2013). El segundo criterio es con respecto a la

“pureza” de las señales, dado que, en superficie, por efectos de la interacción océano-atmosfera puede

haber señales espurias adicionales por el forzamiento directo del viento. Bajo estos dos criterios

entonces se hacen pruebas para las profundidades de 20m y 40m.

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Figura 5-4. Comparación de la fracción de tierra para varias capas de profundidad. Los colores representan las

capas en profundidad que se podrían escoger como capa profunda (profundidades de 200, 300 y 500m) para

comparar contra una capa superficial (20m).

En la Figura 5-5 se puede ver el resultado de la aplicación de la técnica de separación para la capa de

20m, mostrando los resultados del MAE para las componentes horizontales de la velocidad y la

componente vertical de la vorticidad. Las métricas se normalizan de 0 a 1 para facilitar la

comparación. Para este caso en particular se muestran los resultados para un filtro construido con la

función sinc, afectada con una ventana tipo Kaiser con parámetro β = 14. Se puede observar que el

comportamiento es similar para estas tres variables, con la métrica aproximándose asintóticamente a

0 a medida que la longitud de onda crece, lo cual implica que a medida que se dejan presentes

dinámicas de grandes escalas las variables son, en una visión global, más concordantes. Para estas

gráficas las tendencias no se notan puntos de inflexión fácilmente identificables a simple vista, aunque

al revisar las gráficas hay ciertos indicios de que algún punto en un rango entre los 30 y 70km podría

ser un punto de inflexión. Revisando la segunda derivada de estas tendencias, bajo niveles de

tolerancia de 10-2, 10-3 y 10-4 las longitudes de onda que cumplirían como puntos de inflexión son

respectivamente 37, 70 y 120km.

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Figura 5-5. MAE normalizado entre las capas a 20m y 500m para los cuatro trimestres del año para las

componentes horizontales de la velocidad y la vorticidad vertical. Se resaltan como longitudes de onda de

referencia los valores de 40, 50, 60, 70 y 100km.

Se hacen pruebas también de otras ventanas para la función sinc con el propósito de ver si hay

diferencias en los efectos. Se aplican las ventanas de Blackman y una ventana Kaiser con parámetro

β = 6, la cual se considera prácticamente equivalente a una ventana de Hanning. Los resultados para

la componente u de la velocidad se muestran en la Figura 5-6. Se observa en general que la tendencia

reflejada por los tres filtros es similar para el caso de las grandes escalas, aunque no tanto para el caso

de las escalas más pequeñas, existiendo por ejemplo en el caso de la ventana de Kaiser con parámetro

β = 6 unas ondulaciones notables, aunque pequeñas, en el rango de submesoescala. A pesar de estos

comportamientos en los extremos, los puntos de inflexión parecen moverse en los tres casos en un

rango entre 30 y 70km.

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Figura 5-6. Valores de las métricas MAE y RMSE para la comparación entre una capa a 20m y una a 500m de

la componente u de la velocidad para filtros basados en la función sinc con las ventanas de Blackman (en la

leyenda b), de Kaiser con β = 14 (k14) y Kaiser con β = 6 (k6)

Dado que desde el punto de vista numérico no hay un valor claro para hacer la división se acopla el

análisis con la parte física. Mensa et al (2013) en el desarrollo de su técnica, argumentan como criterio

de decisión el valor del radio de deformación de Rossby, el cual es una longitud característica que

relaciona los efectos por rotación con el efecto boyante, cuantificando la escala a la cual ambos

efectos sobre un flujo revisten la misma importancia en las fluctuaciones que éste pueda tener.

Revisando los valores para el este radio de deformación, usando los datos del Global Atlas of the

First-Baroclinic Rossby Radius of Deformation and Gravity-Wave Phase Speed (Chelton et al, 1998),

los valores para este radio en general están en el orden de 50-70km. Partiendo entonces de esta

referencia, se hacen el filtrado de los campos de velocidad como se muestra en la Figura 5-7. En la

figura se muestran los campos filtrados para km35 y km70 . En general se observan patrones

similares en ambos casos, variando en la magnitud de la velocidad de los campos filtrados y los

residuales, que en este caso serían las corrientes por circulación secundaria, en gran parte asociadas

con los procesos de submesoescala.

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Figura 5-7. Campo de velocidades horizontales en la capa más superficial para el modelo ROMS (5m de

profundidad) filtrada para km35 (izquierda) y para km70 (derecha) para el trimestre diciembre-

febrero. Las barras de color representan la magnitud de la velocidad en cada caso en m/s.

5.3. Resumen y Discusión

En este capítulo se mostraron los resultados del análisis de escalas aplicado a los resultados obtenidos

con el modelo ROMS-AGRIF para la zona del Mar Caribe Colombiano. En general se pueden

observar los procesos de transformación de la energía, verificando que bajo los cambios de régimen

que se dan en la transición entre la mesoescala y la submesoescala hay cambios en la forma que

exhibe el espectro de energía, hecho que se traduce en el cambio en la pendiente del espectro. Si bien

en la literatura no se ha hecho un seguimiento a que fracción de este cambio se debe a los métodos

numéricos aplicados a la hora de obtener los espectros.

Para este fin en este trabajo se propone la evaluación de dos transformadas para obtener dichos

espectros, la Transformada Discreta de Fourier (DFT) y la Transformada del Coseno Discreto (DCT).

En la sección 5.1.2 se observan algunos resultados, comparando tanto las transformadas como los

casos de modelación considerados en este trabajo, específicamente la inclusión o no del forzamiento

de por parte de los ríos presentes en la zona de estudio (ver sección 3.3.3). Para el caso de la

comparación entre la inclusión o no de los ríos se observa que, si bien hay diferencias visibles en el

campo espectral, estas son más que todo de la potencia representada en el espectro, pero que en

general la forma de los espectros no cambia notablemente en el rango de número de onda evaluado.

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Para el caso de la elección de la transformada para hacer el análisis si bien se observan algunas de los

rasgos mencionados por Denis et al (2002) para el caso de la DFT, no hay indicadores que permitan

detectar consistentemente errores inducidos por el uso de la DFT o de la DCT.

En la sección 5.2 se presentó la aplicación de uno de los métodos para la separación de escalas

presentados en la sección 2.3.2b, en este caso el método aplicado en el trabajo de Mensa et al (2013).

Para este trabajo se amplió el método al calcular no solo una métrica tipo RMSE sino también una

métrica tipo MAE, que en trabajos como Willmott y Matsuura (2005) se propone como un indicador

que puede tener mejor desempeño que el RMSE. Se aplican además a los filtros tipo sinc tres tipos

de ventana, con el fin de evaluar en un rango más amplio las posibles opciones que se pueden tener a

la hora aplicar estos filtros, con el fin de obtener de una forma más objetiva la longitud de onda a la

que se puede hacer la separación entre los regímenes de grandes y meso escalas y el residuo, que en

este caso representaría los patrones de circulaciones secundarias asociadas con la submesoescala.

Con base en los resultados obtenidos y teniendo en cuenta algunos características propuestas en la

literatura con base en el análisis dimensional, como el primer radio de deformación de Rossby, se

realiza el procedimiento de separación de escalas para km35 y km70 , como se mostró en la

Figura 5-7. Lo que se observa en este caso es que los patrones de circulación secundaria no presentan

diferencias significativas para ambos casos espacialmente, aunque si en términos de las magnitudes

de las velocidades residuales. Lo que esto indicaría entonces es que la longitud de onda km70

puede servir para hacer la estimación de las corrientes secundarias asociadas con la submesoescala

siguiendo lo indicado por el valor del primer radio de deformación de Rossby, que es un valor que se

ha utilizado en otras zonas como la zona de la Corriente del Golfo (ver Mensa et al, 2013). No obstante

por ser una zona tropical y en la que las condiciones de escalas difieren en algunos aspectos con

respecto a las zonas subtropicales (ver sección 3.2.1), este valor puede estar por encima de un valor

más apropiado, lo que estaría generando que se haga una sobreestimación de los valores de las

corrientes secundarias.

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6. Conclusiones Generales, Recomendaciones y

Trabajo Futuro

6.1. Conclusiones Generales

De acuerdo con las pruebas realizadas se puede observar que el modelo ROMS-AGRIF tiene gran

potencial de aplicación para el caso del mar Caribe Colombiano, dado que es capaz de representar

adecuadamente los rasgos generales de las condiciones dinámicas que pueden ser observadas a través

de datos en dicha región, información que se ve reflejada en condiciones de modelación

climatológica. Se observa también que ROMS-AGRIF posee la capacidad de reproducir procesos

dinámicos adecuadamente en altas resoluciones, los patrones medios de las condiciones

oceanográficas. Se aplicó tanto el anidamiento online de una vía como el de dos vías, sin embargo,

dado que el anidamiento de dos vías ofrece una visión más cercana a la realidad de la física de los

mecanismos en el océano (retroalimentación entre todas las escalas espaciales), se prefiere finalmente

para desarrollar este trabajo. Además, que, al hacer tanto downscaling como upscaling, garantiza

soluciones continuas entre niveles de anidamiento. Es necesario resaltar que, a pesar de sus

capacidades para representar apropiadamente las condiciones oceanográficas de la región de estudio,

no se debe tratar como si fuera un modelo caja-negra. Esto quiere decir que el uso de este modelo

debe ir acompañado de un estudio serio de la información a utilizar y la forma de configurar el

modelo, tanto en su configuración física y numérica como en su configuración computacional. Por

esta razón en el marco de este trabajo se desarrolla una metodología que combina técnicas de

procesamiento numérico con postulaciones físicas, con el fin de sacar el mayor provecho a una

herramienta con un gran potencial de aplicación para gran cantidad de proyectos en el tema marítimo

y costero.

El enfoque metodológico en este trabajo apunta a las tres fases definidas para cualquier trabajo de

modelación numérica, pre-procesamiento, procesamiento y post-procesamiento. Para el pre-

procesamiento es fundamental tener una noción de las dinámicas presentes en la zona de estudio, al

menos a grosso modo, lo cual es totalmente dependiente de la información disponible (primaria y/o

secundaria), la cual a su vez es una limitante del alcance que los resultados obtenidos al final de

proceso puedan tener. Esto da una mejor posición desde lo físico para un diseño de mallas que sea

integral y objetivo, con el fin de obtener los resultados que resulten más adecuados para múltiples

aplicaciones. Para la fase de procesamiento es necesario tener claras las hipótesis de trabajo, para que

estas sean concordantes con los métodos a utilizar y con resultados esperados. Debido a la gran

cantidad de técnicas numéricas disponibles en la actualidad es necesario recurrir a las que

posiblemente aportan la mayor cantidad de información, de forma certera y objetiva, partiendo de lo

que en la comunidad académica y científica se propone. En general los métodos aquí expuestos

cumplen con el cometido de generar una base objetiva y que permita un acople directo con la física

de los procesos, lo cual es algo muy útil a la hora de garantizar certeza para las aplicaciones.

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El análisis de los regímenes de flujo para niveles espaciales de submesoescala es un tema que en la

actualidad ha cobrado una importancia notable, desde lo netamente físico hasta la mejora potencial

que se pueden tener en las aplicaciones en ambientes donde hay una superposición de procesos de

zonas de altamar (offshore) con procesos en zonas de influencia costera (near-shore). La zona de

transición que se configura en los niveles de submesoescala, como es descrita por varios autores

(Marshall et al, 1998, Capet et al, 2008a) aun en la actualidad está afectada, desde el punto de vista

de mediciones directas, de un vacío de información instrumental y dada la configuración misma de

los mecanismos, en los cuales los procesos asociados con la submesoescala están “incrustados” dentro

de señales de gran escala, captadas por grandes arreglos de mediciones o por sensores remotos, por

lo que se hace necesario la extracción de dichas estructuras espaciales a partir de información

derivada, en este caso se implementa la modelación con el modelo hidrodinámico ROMS-AGRIF.

Los resultados aquí obtenidos para el Mar Caribe demuestran, en principio, la conexión directa entre

forzamiento externo y respuesta del sistema océano y como existe una transformación de las

dinámicas hacia escalas más finas. En los resultados se puede en primer lugar, en comparación con

datos de modelos de reanálisis y con datos de sensores remotos, que si bien tienen mayor utilidad

para el caso de estudios de gran y mesoescala, se representan adecuadamente las señales de estos

niveles espaciales, tanto en superficie, donde se espera mayor volatilidad en los resultados por la

superposición de mecanismos presentes en todas las escalas espaciotemporales, como en profundidad,

donde se puede apreciar que la estructura vertical en términos de salinidad y temperatura se reproduce

con una buena aproximación (sección 4.2). Se puede observar además como efectivamente el modelo

tiene la capacidad de producir resultados en rangos de submesoescala, a pesar de que esta no es

completamente representada por la resolución espacial implementada (1/36° ~ 3.1km). Siguiendo lo

expuesto en Marchesiello et al, (2011) vía análisis espectral se puede demostrar que en efecto hay

transformaciones en el régimen de flujo, notándose cambios en la tendencia del perfil del espectro

1D de la energía cinética, pasando de perfiles con formas de k-3 y k-2 hasta perfiles de decaimiento

con exponentes menores a -2 (ver Figura 5-2). Si bien existen ciertos niveles de incertidumbre para

separar los efectos netamente numéricos de los procesos con un significado físico, la base

metodológica desarrollada en este caso es lo suficientemente objetiva debido a que está apoyada en

criterios y preceptos de la física de los procesos presentes en el océano y los métodos numéricos

elegidos permiten acoplarse adecuadamente a este requerimiento.

Se puede entonces afirmar que para las escalas modeladas actualmente (~3km), si bien gran parte de

los rasgos de niveles espaciales de mesoescala y superiores son observados, también se puede

observar cierta desviación del comportamiento de las grandes escalas, el cual puede ser observado

por altimetría satelital. Y es por que los rangos espaciales de submesoescala pueden ser caracterizados

como de transición en los procesos de transformación de la energía, entre los procesos de gran escala

donde lo que domina es el efecto de rotación de la Tierra y los procesos pueden ser considerados de

carácter geostrófico y los procesos en las microescalas, donde los procesos son dominados netamente

por la advección y la difusión y el régimen de flujo es completamente tridimensional, característico

de flujos en un régimen no rotativo. La transición en la submesoescala se da por el debilitamiento de

las restricciones del régimen geostrófico y una transición hacia una turbulencia de carácter isotrópico

(Mensa et al, 2013).

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6.2. Recomendaciones

Durante el desarrollo de este trabajo se encontraron algunas restricciones y limitaciones en múltiples

frentes, desde lo netamente numérico hasta consideraciones de carácter físico, que acotaron el alcance

de los estudios aquí realizados. Por esta razón a continuación se enuncian algunas recomendaciones

para generar puntos de partida para el análisis y la concepción de trabajos en la línea de trabajo aquí

tratada

Durante el desarrollo del análisis se pudo comprobar la importancia del diseño de la discretización

del dominio, sin embargo, el énfasis usualmente se pone en el diseño en la dirección horizontal, que

es el que determina la resolución posible que se puede usar y los procesos que se pueden representar.

No obstante, los criterios de diseño de la discretización en la vertical hasta la fecha han tenido un

papel secundario, usualmente generándose ésta más por recomendaciones de la literatura

especializada o por conocimiento de otros autores. Para una zona como el Mar Caribe Colombiano,

donde hay gradientes fuertes en la batimetría hacia las zonas costeras esto es de vital importancia,

dado que el uso de coordenadas sigma (S para el caso de ROMS-AGRIF) es totalmente dependiente

de la forma en que se genere la batimetría para los dominios computacionales considerados. Una

discretización deficiente puede generar problemas numéricos que pueden afectar los resultados del

modelo, generando problemas no solo numéricos sino de representatividad del modelo de las

condiciones de la estructura vertical de la zona de estudio.

Esto cobra importancia también para trabajos que busquen estudiar las relaciones dinámicas entre

los regímenes offshore y near-shore, como se dan las transiciones y transformaciones de flujo y

como afectan los flujos en grandes y meso escalas a los flujos a escalas más reducidas como las

escalas costeras.

Si bien en el proceso de diseño de mallas se hicieron pruebas de inspección con dos coeficientes de

refinamiento, 3 y 5, estas pruebas no se expandieron para verificar si la transición en el anidamiento

con coeficientes de refinamiento mayores es totalmente viable desde el punto de vista numérico y

de representación por parte del modelo. Es recomendable entonces en este caso verificar los valores

del coeficiente de refinamiento con miras a tener resoluciones espaciales idóneas para la captura

completa de los mecanismos que se quieren representar, para eso es necesario tener en cuenta las

longitudes características (ver sección 3.2.1).

6.3. Trabajo Futuro

Como comentarios finales, si bien este trabajo permitió obtener nociones de las dinámicas asociadas

con la circulación oceánica en rangos espaciales de la submesoescala, este campo está en desarrollo

y se considera que este trabajo puede servir como punto de partida para futuras investigaciones

relacionadas con este tema. Por ello se listan a continuación algunos ítems que se consideran son

importantes para su revisión de cara a la comprensión de cómo se desarrollan algunos procesos físicos

en el océano, lo cual es completamente necesario para las múltiples aplicaciones de ingeniería y

ciencias que se adelantan en la actualidad.

• Análisis de sensibilidad al modelo: Si bien en el desarrollo de este trabajo de investigación se

hicieron algunas pruebas para determinar una configuración adecuada para el modelo, de forma que

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se obtuviesen resultados coherentes, no se realizó un análisis de sensibilidad completo, por lo que

es necesario hacerlo, para tener un configuración eficiente y apropiada para la zona del Mar Caribe,

cuyas características difieren significativamente de otros lugares de aplicación del modelo ROMS,

usualmente zonas extra-tropicales. Se identifican dos grupos de variables para revisar la

sensibilidad:

• Geometría

• Horizontal: Desde el punto de vista físico las resoluciones adecuadas para

representar apropiadamente los rangos de submesoescala teniendo un desempeño

eficiente desde lo computacional y que las hipótesis empleadas en el modelo no

vayan en contravía de la realidad de los procesos.

• Vertical: en este punto en este trabajo se trabajaron con valores recomendados de

la literatura para los parámetros de las coordenadas S, modificando solamente el

número de niveles S. No obstante, queda pendiente un diseño formal para las

condiciones de batimetría específicas que se tienen en el Caribe, sobre todo por los

cambios bruscos de pendiente que hay en zonas costeras y con miras al desarrollo

de modelos de interacción entre las zonas costeras y las zonas de altamar.

• Parámetros físicos incluidos en el modelo: En el desarrollo de este trabajo se utilizaron

muchos de los parámetros físicos del modelo en sus configuraciones por defecto y si bien

se obtuvieron resultados razonablemente buenos en superficie y en la representación de las

condiciones oceanográficas en la vertical, el encontrar las parametrizaciones indicadas, por

ejemplo para el caso de la mezcla vertical o lateral, podría mejorar significativamente los

resultados y tener nociones mucho más exactas de las condiciones de circulación oceánica

en el Mar Caribe Colombiano.

Modelación de escenarios temporales específicos (time dependent): Debido a las limitaciones de

información de carácter climatológico en el mar Caribe por longitud de registro, queda la

posibilidad de generar casos de condiciones en tiempo variable, es decir para periodos específicos

de tiempo. Esto con el fin de evaluar de una forma más rigurosa los resultados del modelo en cuanto

a representatividad

En el tema de modelación en tiempo variable se podría plantear además la evaluación de los rangos

asociados con las submesoescalas no solo en el espacio, sino en el tiempo, dado que la limitante de

este trabajo es de escalas temporales menores al mes. Muchos de los procesos asociados con la

submesoescala en el espacio son bastante volátiles, al estar asociados con procesos como el viento,

el cual puede tener una variabilidad temporal en escalas temporales muy finas. Se enumeran a

continuación algunos puntos clave de análisis basados en la modelación time-dependent

• Disponibilidad de información para comparación: Verificación completa y validación

directa de los escenarios de modelación

• Análisis de variabilidad temporal: Se pueden obtener resultados en los órdenes de

magnitud apropiados para el análisis completo de la submesoescala, tanto en el espacio con

el tiempo, que en este caso sería O(<mes)

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• Análisis completo de procesos: En este trabajo solo se hizo el análisis de los rasgos característicos

de los espectros de energía cinética y las transformaciones en los cambios de régimen en la

submesoescala, buscando verificar que lo reportado en zonas extra-tropicales no difiere en general

de las condiciones de zonas tropicales como el Mar Caribe. Sin embargo, otros análisis de carácter

dinámico podrían ser útiles para la caracterización más completa de los fenómenos propios de los

rangos espaciales de submesoescala. Se enumeran algunos:

• Análisis de vorticidad y deformación de los campos de flujo

• Análisis de frontogénesis y filamentogénesis

• Implementación de otras formas de descomposición de flujo, como se mencionó en la

sección 2.3.2b

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