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modas de la antiguedad

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    SI HEMOS de creer en las teoras de Darwin en su versin contempornea, nuestra apa-riencia es fundamental para lograr reprodu-cirnos y as pasar los genes que portamos a la siguiente generacin. De manera anloga al intrincado plumaje del pavorreal y la abundante melena del len, nuestros ropa-jes serviran de anuncio de nuestra salud y posicin social. En buena parte del mundo animal, los machos son notoriamente ms llamativos y discutiblemente ms bellos que las hembras. Ser mi condicin de portador de un cromosoma Y, pero creo que en el caso de Homo sapiens la cosa es al contra-rio: las hembras de la especie humana no nicamente estn dotadas de singular her-

    MoDaDDVctimas de la

    Miguel Rubio Godoy

    Las tendencias en el vestir y los

    ideales de belleza o atractivo que las

    sustentan pueden entrar en conflicto

    con nuestra salud. Aqu, una lista de

    lo que es mejor evitar y por qu.

    DDctimas de la ctimas de la ctimas de la ctimas de la ctimas de la

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    mosura, sino que invierten mucho tiem-po y recursos en incremen-tarla.

    El propsito de este artculo es analizar cmo

    algunos de los cnones de

    l a m o d a pueden ser nocivos para la

    salud. Para

    beneficio de los escpticos, des-de ahora advierto que mis argumen-tos provienen de la asptica me-dicina, no de la

    asctica biologa Y reparto parejo a

    ambos gneros. Veamos una lista alfab-tica de algunas prendas que podran ser peligrosas:

    BrasieresLos brasieres son un artefacto con el que las damas pretenden oponerse no a una sino a dos leyes de la fsica: al desa ar la gravedad intentan que el paso del tiempo se detenga o, cuando menos, se retrase. Pero imposi-bilidades tericas aparte, un sostn de la talla incorrecta puede acarrear una letana de malestares: dolor y quistes en los senos, di cultad para respirar, irritacin de la piel y dolor de espalda. Entonces, de dnde viene la idea de usar esta prenda? El brasier, sostn, corpio o sujetador es un heredero directo del cors. Esta infame prenda del siglo antepasado era definitivamente la responsable de los frecuentes desmayos de las damas que la portaban, pues se usaba tan apretado que impeda respirar adecua-damente tal vez tambin sea parcialmente responsable de la caza de ballenas, pues en los das previos al plstico se usaban las barbas de los cetceos como varillas para este implemento destinado simultneamen-

    te a re-saltar los

    senos y reducir la cintura. En estos tiempos

    de miniaturizacin, digamos que los sostenes son la ver-sin reducida de un cors; y no slo disminuyeron en talla sino tambin en peligrosidad, pues oprimen una porcin menor del cuerpo femenino. Aun as, es cierto que cuando un sujetador o sostn no se limita ni a sujetar

    ni a sostener, sino ms bien aprieta, puede daar la salud. Todo en la vida es relativo, y la corsetera no es la excepcin: la proba-bilidad de dao depende de la magnitud de la presin ejercida y las caractersticas de la prenda utilizada. La cuestin de la presin es evidente: un brasier debera sostener, no sojuzgar. En cuanto a su tipo, mientras menos complicado y ms respetuoso de las sinuosidades naturales, mejor. As, es ms saludable una prenda con ajuste perfecto y pocos artilugios metlicos o plsticos destinados a exaltar los senos, pues estos aditamentos en general oprimen tejidos. A veces, el dolor de senos y espalda expe-rimentado por algunas mujeres es simple-mente consecuencia de la presin ejercida por el uso constante de un brasier demasiado constrictor. Aparte de malestar, la presin innecesaria y prolongada sobre los pechos puede provocar la aparicin de quistes pues restringe el ujo de linfa. Hay numerosos conductos y ndulos linfticos en las axilas, y abajo y entre los senos. Normalmente la linfa sirve para lavar los desechos y otros sustancias txicas. Los brasieres muy apre-tados llegan a inhibir este ujo lo que puede resultar en la acumulacin de compuestos dainos en el tejido mamario y, a su vez, conducir a la formacin de quistes.

    Calzones femeninosLos calzones femeninos demasiado apre-tados tambin pueden causar problemas de salud. Aunque los indicios no son con-cluyentes, se estima que las prendas muy justas, particularmente las fabricadas con materiales sintticos, no permiten una buena ventilacin y fomentan un ambiente dema-siado hmedo en la vagina y las ingles. En

    este inverna-dero privado crecen feliz-mente varios hongos como la Candida e infinidad de bac t e -rias que no slo pueden ocasionar comezn y otras moles-tias, sino que adems pue-den modi car la acidez vagi-nal, tornando a este rgano ms susceptible a infecciones. En cuanto a las tangas o calzones de hilo dental, al estar cercanos al ano podran facilitar el paso de bacterias fecales a la uretra y de ah a la vejiga, con lo que aumenta el riesgo de desarrollar molestas infecciones como la cistitis. La recomendacin mdica es utilizar calzones de algodn de la talla adecuada.

    CorbatasUna corbata demasiado apretada no slo hace del sufrido portador un aprendiz de ahorcado, sino que en casos extremos podra provocar ceguera. Un estudio cl-nico reciente demostr que pocos minutos despus de llevar una corbata desagrada-blemente ceida, la presin intraocular de la vctima aumentaba de manera anormal. Se piensa que esto se debe a que la corbata oprime y constrie la vena yugular, dismi-nuyendo el volumen de sangre que regresa de la cabeza al corazn. Probablemente es el desequilibrio entre la cantidad de lquido que entra y el que sale lo que resulta en un incremento de la presin dentro del ojo y el resto de la cabeza: explicacin de algunas jaquecas?. Un exceso constante de presin intraocular puede daar a la re-tina y conducir al glaucoma, la causa ms

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    a este rgano ms susceptible a infecciones. En cuanto a

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    El propsito de este artculo es analizar cmo

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    te a re-saltar los

    senos y reducir senos y reducir la cintura. En estos tiempos

    de miniaturizacin, digamos que los sostenes son la ver-sin reducida de un cors; y no slo disminuyeron en talla sino tambin en peligrosidad, pues oprimen una porcin menor del cuerpo femenino. Aun as, es cierto que cuando un sujetador o sostn no se limita ni a sujetar

    ni a sostener, sino ms bien aprieta, puede daar la salud. Todo en la vida es relativo, y la corsetera no es la excepcin: la proba-MoDa

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    frecuente de prdida irreversible de la vis-ta a nivel mundial.

    PantalonesSuena raro, pero en nuestros

    das los pantalones son la prenda de vestir que con mayor frecuencia puede daar nuestra salud: los ingleses tienen una ex-traa fascinacin por las estadsticas, y un censo o cial reporta que en Gran Bretaa cada ao unas 3 700 personas son atendidas en los nosocomios despus de un encuentro cercano con un pantaln. Durante 1999, 530 hombres acudieron a los servicios de emergencia de algn hospital despus de haber descubierto demasiado tarde que es preferible utilizar pantalones con botones que con cremallera. Indudablemente es bas-tante ms inocuo un pellizco que descubrir que, en las prisas, nuestras partes pudendas pueden quedar dolorosamente atrapadas entre las fauces de un zper

    Otras vctimas de la moda incluyeron a aquellos contusionados despus de haber tropezado con las excesivamente anchas prendas en boga y, sobre todo, a los usuarios de los pantalones de paracaidista. La gran cantidad de tiras que cuelgan de este tipo de vestimenta hacen de su uso un asunto que a veces es casi tan peligroso como saltar de un avin: se han reportado in nidad de accidentes despus de que las mentadas tiras quedaron atoradas en escaleras elctricas, puertas de coches, trenes o elevadores.

    Los pantalones casi literalmen-te pegados a la cadera y favorecidos por las jvenes que emulan a Britney Spears y otras estrellas (fugaces) tambin han des-pertado preocupacin en el mundo mdico. Se ha reportado que este tipo de prendas pueden ocasionar un problema semejante al sndrome del tnel carpal. Este sndrome ocurre cuando se apachurra un nervio que va del antebrazo a la mano a travs de un tnel en la mueca. La base y las pare-

    des de este tnel estn formadas por hueso y un ligamento funge como tapa. El nervio comparte el tnel con los nueve ligamentos y tendones encargados de mover los dedos de la mano. Los tendones estn recubier-tos por una membrana lubricante llamada sinovio, que se puede in amar y aumentar de tamao en ciertas circunstancias. Todo esto es para explicar que cuando algunos movimientos repetitivos y forzados de la mano y la mueca (por ejemplo, el uso excesivo del mouse de la computadora) ocasionan que se hinche el sinovio, de paso se comprime el nervio dentro del tnel. El apretujamiento nervioso resulta en una sensacin de tener la mano dormida, hor-

    Los prctica de tatuarse tiene una larga historia y ha aparecido en diversas culturas. Hay evidencia de que los pictos, quienes habitaron las islas britnicas durante la Edad de Bronce, utilizaban una planta emparentada con la mostaza para teirse la piel: el arbusto llamado pastel (Isatis tinctoria). Por cierto, esta planta fue durante milenios la nica fuente de colorante azul y ello le vali un importante papel en la historia del mundo, pero esa es harina de otro costal.

    Las diversas perforaciones corporales que hoy en da se podran englobar bajo el trmino piercing en el mundo occidental tambin han sido muy comu-nes en otras sociedades y pocas: recordemos, por citar slo unos cuantos casos, los besotes de los pueblos mesoamericanos, los anillos de madera empleados por distintas etnias africanas en los lbulos de las orejas o los labios, o las incisiones autoin igidas con distintos tipos de ganchos por los practicantes de algu-nas religiones (el cristianismo, entre otras) como muestra de fe.

    Tatuajes y piercing

    frecuente de prdida irreversible de la vis-ta a nivel mundial.

    Suena raro, pero en nuestros

    des de este tnel estn formadas por hueso y un ligamento funge como tapa. El nervio

    Los tatuajes y el piercing implican afectar la integridad de la piel y la introduccin de cuerpos ajenos al organismo, y por ello conllevan el riesgo de infecciones: stas pueden variar desde pequeas complicaciones locales hasta abscesos que requieren hospitalizacin, y claro, en estos tiempos, pueden ser una manera de contagiarse con virus que causan enfermedades serias como el VIH o el de la hepatitis C. Por lo tanto, si se decide aadir un tatuaje o un adorno metlico al organismo, hay que hacerlo con todas las precauciones: acudir a un especialista re-conocido, cerciorarse de que todos los instrumentos necesarios hayan sido esterilizados y que se utilicen agujas estriles desechables para inyectar la tinta y perforar los tejidos antes de insertar el talismn

    elegido, etc. Y quiz obvie decirlo, pero tambin es necesario tomar en cuenta que los tatuajes se hacen al inyectar tinta en la capa dermal de la piel y por ello son permanentes: realmente les gusta el motivo que quieren ponerse?, y realmente les seguir gustando en 30 aos?

    migueo, debilidad y dolor. Pues bien, se ha reportado que cuando los ajustados pantalones en boga oprimen un nervio sensorial localizado en los huesos que

    forman la cadera, sus portadoras exhiben sntomas muy semejantes a los que acabo de describir: piernas adormiladas, hormi-gueo y una anormal sensacin de calor. Por ello algunos galenos han formulado recomendaciones que no prometen ganarse la admiracin de los gurs de la moda y sus seguidores: han tenido la osada de proponer que los pantalones entallados a la cadera no son saludables para las mujeres rollizas y que, de hecho, sera recomenda-ble regresar a la anticuada nocin de los pantalones que llegan a la cintura y los vestidos holgados.

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    TrusasAquellos varones que pretendan ser padres debieran desechar sus trusas, jeans enta-llados y todo tipo de shorts deportivos que brinden soporte a sus partes nobles, y optar por los calzoncillos de manga larga o boxers, o mejor incluso, irse por la libre. Esto porque las vestimentas que aprietan demasiado los genitales masculinos pueden causar infertilidad.

    Los testculos cuelgan en el escroto fuera del cuerpo del hombre porque necesi-tan estar un par de grados centgrados ms fros que ste para funcionar correctamen-te. Si se mantienen demasiado prximos al cuerpo, el exceso de temperatura hace que los testculos no produzcan normalmente ni espermatozoides ni la hormona mascu-lina testosterona; dos condiciones que son causa comn de infertilidad. Aparte de que esta ntima constriccin es desagradable, hay cierta evidencia de que puede au-mentar el riesgo de cncer testicular. Dos datos curiosos al respecto: los campesinos rusos del siglo XVI empleaban unos muy ceidos calzoncillos confeccionados con piel de oso como mtodo anticonceptivo; y en frica, la introduccin europea de las sillas acerc a los pobladores locales a las usanzas occidentales pero alej sus genitales del caliente suelo y se piensa que contribuy a elevar la tasa de natalidad del continente.

    Las trusas masculinas son un invento reciente. Antao, los varones se abrochaban los extremos de las camisas en la entre-pierna, y fue hasta 1932 que se inventaron las trusas para los jugadores de bisbol, mientras que los boxers aparecieron como

    parte del uniforme de los soldados de la Segunda Guerra Mundial.

    ZapatosEs curioso percatarse de que, a pesar de que la mayora de las mujeres occidentales con-siderara una barbaridad la antigua usanza china de amarrarse los pies para limitar su crecimiento, no chistan demasiado en mon-tarse en un aparato de tortura semejante: los zapatos de tacn alto. stos lastiman o daan los pies y deforman la columna vertebral. Al elevar la parte trasera del pie se cambia el centro de gravedad del cuerpo y esto se compensa al sacar las nalgas y proyectar el busto hacia el frente, lo que a la larga produce varios problemas: la aparicin de callos y las deformaciones de los pies conocidas como juanetes, dolor de espal-da y distorsin de la columna vertebral, as como acortamiento y excesiva tensin de la pantorrilla, lo que potencialmente afecta al arco del pie y a las rodillas. Obvia decir que entre ms agudo el tacn, ms agudo el problema.

    Es justo decir que tambin los zapatos completamente planos pueden lastimar, pues no soportan el arco del pie: un grupo de tejidos conocidos como la fascia de la planta deben cargar todo el peso del cuer-po y al hacerlo se pueden daar (en los debiluchos seres civilizados que nunca hemos aprendido a andar descalzos). Los zapatos sin correa posterior, tambin conocidos como chanclas o sandalias segn el grado de presuncin, tampoco cuentan con el visto bueno de los podia-tras y quiroprcticos, pues obligan al pie a literalmente agarrarse al caminar: los dedos de los pies intentan clavar las escasas o no tanto garras para evitar que el zapato salga volando.

    Segn los entendidos, es conveniente variar el tipo de zapato y la altura de los tacones de vez en cuando; y limitar la al-tura de los tacones a unos modestos cuatro centmetros. Y siempre y cuando se ventilen ocasionalmente para no convertirlos en fuentes ambulantes de hongos y e uvios malignos, los mejores zapatos son los de-portivos, pues soportan bien al pie, absorben los golpes, tienen agujetas que no permiten que bailen (los zapatos; no los usuarios) y tienen un tacn bajo.

    Persecucin de la bellezaRepasando este catlogo de artilugios estoi-camente sufridos en aras de la apariencia, salta a la vista que la mayora comparte la caracterstica de ejercer demasiada presin sobre alguna regin anatmica. Podra pen-sarse que la incomodidad sera su ciente para evitar su uso Pero basta recordar los crneos voluntariamente deformados de los pueblos mesoamericanos, los diminutos pies de las mujeres chinas y los cuellos jira-fescos a punta de insertarles anillos de algu-nas damas asiticas y africanas para darse cuenta de que la persecucin de la belleza es un estmulo cultural muy poderoso. As pues, quisiera concluir embelleciendo (o sea apretando y deformando) un par de refranes: est bien que uno se d su manita de gato (para vencer en las lides de amor y con ello lograr pasar nuestros genes, etc.), pero recordando que no por vestirnos de seda hay que quedar como monos.

    Miguel Rubio Godoy obtuvo su licenciatura en investi-gacin biomdica bsica en la UNAM y el doctorado en la Universidad de Bristol, Inglaterra. Es un colaborador habitual de esta revista.