Mitos y Leyendas Urbanas de Argentina

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Mitos y leyendas urbanas de Argentina “hombresgato" Esta extraña enumeración de apariciones de seres con un comportamiento y una morfología que los identifica más como “elementales” o producto de una actividad goética que como animales o humanoides de origen y evolución netamente natural no puede quedar completa sin la mención de lo que entonces conmocionó a una populosa localidad del sur del conurbano bonaerense: la ciudad de Quilmes, extendiéndose hasta San Francisco Solano y Rafael Calzada. Se trata de la aparición de los que fueron llamados, en su momento, “hombres gato”. La historia comenzó en realidad en las páginas policiales de los periódicos, cuando se informó de ataques sexuales a varias jóvenes de la zona por parte de “uno o más individuos disfrazados”; altos, de más de ciento ochenta centímetros estando, al parecer, cubiertos de pelaje oscuro, y además lo que llamaba la atención de los investigadores era la increíble agilidad de que hacían gala. En efecto, cuando las tropelías se sucedieron en demasía, la policía comenzó a tender los cercos con vistas a capturarlos. Pero esto sólo evidenció la habilidad de que eran poseedores, pues sus escapes de redadas prácticamente perfectas eran impresionantes. En ocasiones, se afirmaba que uno de estos seres había sido rodeado en un terreno baldío, aparentemente escondido entre los matorrales, pero cuando treinta o cuarenta hombres cargaron sobre ese punto se encontraron con la sorpresa de que el ente se

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Mitos y leyendas urbanas deArgentina

“hombres­gato"

Esta extraña enumeración de apariciones de seres con un comportamiento yuna morfología que los identifica más como “elementales” o producto de unaactividad goética que como animales o humanoides de origen y evoluciónnetamente natural no puede quedar completa sin la mención de lo queentonces conmocionó a una populosa localidad del sur del conurbanobonaerense: la ciudad de Quilmes, extendiéndose hasta San Francisco Solanoy Rafael Calzada. Se trata de la aparición de los que fueron llamados, en sumomento, “hombres gato”. La historia comenzó en realidad en las páginas policiales de los periódicos,cuando se informó de ataques sexuales a varias jóvenes de la zona por partede “uno o más individuos disfrazados”; altos, de más de ciento ochentacentímetros estando, al parecer, cubiertos de pelaje oscuro, y además lo quellamaba la atención de los investigadores era la increíble agilidad de quehacían gala. En efecto, cuando las tropelías se sucedieron en demasía, la policía comenzóa tender los cercos con vistas a capturarlos. Pero esto sólo evidenció lahabilidad de que eran poseedores, pues sus escapes de redadasprácticamente perfectas eran impresionantes. En ocasiones, se afirmaba queuno de estos seres había sido rodeado en un terreno baldío, aparentementeescondido entre los matorrales, pero cuando treinta o cuarenta hombrescargaron sobre ese punto se encontraron con la sorpresa de que el ente se

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había esfumado. A medida que pasaba el tiempo las apariciones se multiplicaron. Lo que dio lapauta de que se lidiaba con un número significativo de seres –se habló dehasta un centenar– era que en una misma noche eran múltiples lasobservaciones en puntos muy alejados. Los vecinos, al observar la impotenciapolicial, comenzaron a tomar sus propios recaudos, se armaron, y laemprendieron a tiros con todo bulto que se moviera en la noche. Algunos de estos casos son interesantes. En una ocasión, por ejemplo, unafamilia escuchó aterrada cómo algo golpeaba y arañaba su ventana. Sus gritosalertaron a algunos vecinos, quienes salieron a la calle con tiempo de observarcómo una delgada silueta peluda y negruzca ganaba la oscuridad. Dos deestos observadores estaban armados, por lo que se echaron en persecucióndel ser, disparándole a distancias no superiores a cinco metros. Dos veces,según los testimonios, el ente cayó al suelo por el impacto de los balazos peroen ambos casos se levantó y continuó corriendo como si nada le hubieseafectado. Corría 1985 y por ese entonces me encontraba yo dictando cursos para variosalumnos que tenía en la zona, por lo que no pude permanecer ajeno a loshechos. Consulté a la policía local, pero ante la imposibilidad de obtener mayorinformación (había, según me informaron, órdenes expresas de que ningúncivil participara en las redadas, aun en el caso de que fuese periodista oinvestigador) me resigné a enterarme de más por los canales convencionales.El tiempo, sin embargo, me reservaba una sorpresa. Un hecho sugestivo que ocurría en la zona por ese entonces era eldesmesurado incremento de lo que la gente del lugar llamaba “posesiones”.Sacerdotes católicos, pastores evangelistas y oficiantes umbandistas (que en ellugar pululan) recibían una media muy superior a lo normal de solicitudesdiarias para exorcizar personas o viviendas. Creía yo entonces que el fenómeno de los “hombres gato” se debía quizás aun grupo bien organizado y entrenado de individuos que buscaban aterrorizaresos parajes con fines desconocidos. O quizás no tanto: había recibidoinformaciones de buena fuente de que en las cercanías del epicentro delfenómeno se habían instalado recientemente varios “terreiros” de una nuevaagrupación de Umbanda cuyos integrantes directivos acababan de llegar de lahermana república del Uruguay. Incluso se me acercaron –atemorizados– testigos de extraños ritos enbosquecillos aledaños a los centros poblados como, por ejemplo, el llamado“Monte de los Curas” en San Francisco Solano. Y como el “exorcismo” –adecuadamente arancelado– era el negocio principal de esta gente, pensabayo que todo muy bien podía deberse a una táctica genialmente montada conmiras a asegurarles dividendos por largo tiempo. Pero entonces ocurrió algo que me obligó a cambiar mis puntos de vista. Unade estas familias con “poseídos” en su seno, a quienes les fui recomendado,requirieron mi opinión. En este caso debía ocuparme de una niña, hija de losdueños de casa que todas las noches, exactamente a las dos de la mañanacomenzaba con sus crisis caracterizadas por gritos ininteligibles, llanto,convulsiones y taquicardia. Los médicos y un psiquiatra consultados habíanarriesgado los diagnósticos convencionales, pero hasta ese momento habíanfracasado en la terapéutica. De allí, la intención de los directos afectados enconsultar a un parapsicólogo. Así es que una noche decidí montar guardia en la vivienda de la familia "C."(guardo reserva sobre sus nombres por su expreso pedido) junto a los padresde la muchacha y otros dos hombres, tíos de ésta. A las once de la noche laniña se dirigió al humilde dormitorio y concilió rápidamente el sueño. Losdemás, en tanto, permanecimos en la cocina, conversando, bebiendo café yturnándonos en vigilar a la aparente afectada. A medida que nos acercábamos a las dos de la mañana la tensión, aunquedisimulada en los comentarios, indudablemente iba en aumento. Exactamentea las dos, la niña comenzó a gritar. Y en tropel nos dirigimos los cinco aldormitorio. Elena (uso su nombre de pila) dormía y gritaba en sueños. Pero mi atenciónfue capturada en realidad por lo que ocurría fuera de la casa o, mejor dicho,sobre ella; en el techo se escuchaban pesadas pisadas como si un hombre

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caminara en círculos. Uno de los hombres corrió a buscar un arma, mientraslos demás hicimos lo propio hacia la única ventana de la habitación. En aquel momento, “eso” (lo que fuera) aparentemente se dejó caer desde eltecho al suelo, frente a esa pequeña ventana y muy cerca de ella; tan cercaque yo mismo, circunstancialmente a la cabeza del grupo, sólo vi una sombraque cubría las estrellas –lo único visible en una noche oscura como la tinta– yun gran cuerpo peludo cubriendo la misma. Mi reacción fue absolutamente instintiva: diez años de práctica en artesmarciales hacen que muchos reflejos sean condicionados y ante el peligro elinstinto de huída se transforma en un instinto de ataque: me tendí haciadelante, descargando con mi puño izquierdo un golpe sobre ese torso oscuro.Hoy, en situación de frío observador, entiendo que lo mío fue una estupidez. Lo cierto es que bajo mi mano sentí una sensación repugnante; era un cuerpomuy frío, mucho más de lo que su presunción de mamífero daba a suponer,increíblemente blando; en este sentido la imagen táctil más aproximada quepuedo dar es una bolsa de cuero rellena con gelatina. Las cerdas eran duras, ycasi perpendiculares a la piel, o al menos así me pareció. Sorpresivamente, elser se desplazó hacia una esquina de la casa, de forma que al asomarnos porla ventana ya le habíamos perdido de vista. Salimos a la carrera. Yo me asomé por la ventana, pero el verdadero barrialque rodeaba a la vivienda –hacía varios días que llovía intermitentemente– nopermitía distinguir huella apreciable alguna. En ese momento comprendí que, fuese lo que fuera el extraño ser, estabaestrechamente ligado a los pensamientos de Elena y, quién podía dudarlo,nadie podía estar tranquilo respecto de su seguridad. Pero hay algo más. En esos días, pobladores de la zona completamenteaterrorizados y desilusionados por los fracasos en la investigación policialcomenzaron a solicitar en gran número el apoyo de profesionales enparapsicología, buena parte de ellos provenientes de localidades muy alejadasdel epicentro de los hechos (lo que invalida la suposición de que los propioscolegas zonales incentivaran los rumores con fines monetarios). Me consta que muchos de ellos también interpretaron a los “hombres gato”como subproducto o consecuencia de actividades goéticas (obsérvese quetenían, morfológicamente y en cuanto a sus conductas, gran parecido asúcubos, los demonios medioevales que se materializaban para atacarsexualmente o perturbar la paz espiritual de los hombres): la violentadesaparición de los fenómenos unos días más tarde, casi tan violenta como fuesu irrupción en las vidas de estas gentes sencillas, me ha convencido de quefue el esfuerzo psíquico conjunto de un número grande de entrenadosexpertos lo que puso fin a esta pesadilla.

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Terror en la ruta

Una de las historias populares más macabras entre las creadas en el siglo XXes la que hace referencia a un conductor que en el último momento decide norecoger a un viajante. Generalmente el narrador comienza diciendo: "¿Teconté lo que le ocurrió a mi amigo? Bueno, de hecho fue a su primo..." Ycontinúa así: Un automovilista va conduciendo por una carretera, cuando ve aun hombre joven con el pulgar levantado. Al disminuir la velocidad pararecogerlo queda consternado al ver que detrás de los arbustos o árboles de lacarretera asoman dos o tres compañeros suyos.

Considerando quizá que están abusando de su generosidad, o tal vezalarmado ante la posibilidad de que se trate de una banda de ladrones, elconductor decide en el último momento no recogerlos. Los viajantes seencuentran ya bastante cerca del coche, pero el conductor pisa el acelerador afondo y se aleja tan rápido como puede. Los viajantes parecen enojados: gritany chillan mientras el automovilista se aleja. Feliz de haber logrado escapar atiempo, el conductor sigue su camino unos kilómetros sin detenerse. Después,al comprobar que el indicador de la gasolina se acerca al cero, se para en unaestación de servicio. Acto seguido observa que el operario de la estación de servicio, lívido como lacera, se aparta horrorizado del coche. El conductor baja para ver qué es lo quepasa, y queda paralizado de horror ante lo que ven sus ojos.

Atrapados en una de las manijas de la puerta hay cuatro dedos humanos.

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El colectivero

Una noche en Rosario (provincia Argentina), enfrente del cementerio "ElSalvador", un colectivero (chofer de ómnibus) de la línea "114" iba conduciendode noche medio dormido, de pronto, ve impotente como una chica se le cruzavelozmente frente al ómnibus y este la arroya.

El colectivero asustado por lo sucedido y lo tétrico de el lugar decideretroceder, esquivar el cadáver de la chica y escapar. Luego de unos minutosde ir a toda velocidad y no detenerse en sus paradas normales,completamente histérico ve por el espejo retrovisor, que la chica que habíaarrollado está sentada en el ultimo asiento mirándolo fijo y llorando.

El Diablo en El Espejo

Esta historia ocurre en Villa Carlos Paz, y quien la cuenta afirma que le ocurrióal amigo de un primo suyo.

Estábamos todos tomando unas cervezas en un bar de mi ciudad. estábamosentre risas y tomando lo normal, cuando apareció un flaco moreno, convestimenta gótica, de unos 21 años, como nosotros. Pablo, uno de mis amigosque allí se encontraban, lo saludó, puesto que eran amigos. Se sentó con

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nosotros y hablamos durante unas horas.

Al cabo de unas, más o menos, 3 horas, el tema de conversación pasó a serhistorias de miedo, como que ya había anochecido y nos encontrábamos ahoraen un descampado. Nos contábamos historias terroríficas y acabamosrealmente asustados. Entonces Geronimo, el pibe gótico, dijo que conocía unaforma de ver al Diablo. Lo escuchamos, la verdad, con la misma atención decuando te cuentan un chiste. El procedimiento que hay que seguir es elsiguiente:

(Textualmente)"En Nochebuena, justamente a las 12 de la noche, el Diablohace la inspección en la Tierra, la única en el año, así que si queremos verlotiene que ser ese mismo día a esa misma hora. Vete al baño, puesto que es ellugar más propicio para realizar el evento, y cerra la puerta. Encendé 12 velas,al poder ser negras, y cuando quede poco para que sean las 12, cerras losojos y te paras frente al espejo. Manténlos cerrados hasta que quede solo unacampanada de las doce que debe sonar. En ese segundo verás al Diablo en elespejo"

Todos nos lo tomamos en joda, pero David, otro amigo, dijo que lo haría sinproblema. estábamos a 20 de Diciembre, así que en cuatro días lo haría, solopedía que hubiese un testigo, y que sería en su casa. Ese testigo fui yo.

24 de Diciembre, las 23:55. Todo estaba preparado y nadie nos molestaría.Entró David solo, yo tengo mucho miedo a esas cosas. Se cerró la puerta yesperé sentado afuera. Las campanadas sonaron, y yo estaba al acecho deque alguien estuviese espiando para darme un susto, pero no pasó nada.Suspiré, aliviado, llamé a David. No contestó. Atemorizado, abrí la puerta de ungolpe, y lo encontré en el suelo, agarrándose el corazón. Y en el aire se olía elinconfundible rastro del azufre. Llamé a la ambulancia y se lo llevaron alhospital.

Le diagnosticaron un infarto al corazón a causa de un sobresalto, una crisisnerviosa. Yo no pude dormir durante meses, hasta que fui tratado por unpsicólogo. Cuando por fin David se recuperó, me dijo a mí sus primeraspalabras:

"Lo vi. . . Tengo mucho miedo"

Ahora ya conseguí dormir, pero David no es ya el mismo. Recuperó algo de suvitalidad, pero aún se le nota muy apagado, triste. Dicen que es porque elinfarto lo deja a uno mal. No fue eso: fue lo que vio en el espejo. Y estará asíhasta que se muera.

El Hombre sin Ojos

Relatan algunos habitantes que hace tiempo solía verse a un hombre sinpárpados deambular por los vagones de la línea de ferrocarril Mitre.Numerosos testimonios daban cuenta de que siempre subía o bajaba del trenen la Estación Coghlan.

Sobre su aspecto circulaban distintas explicaciones. Según algunos, se tratabadel alma de un muerto que se había suicidado arrojándose a las vías. Segúnotros, era un hombre de la zona que al momento de morir padecía una terribleinfección ocular. Más allá de estas discrepancias, todavía muchos vecinos dellugar buscan en el andén los ojos del hombre sin párpados, a los que se leatribuyen poderes mágicos

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Este es el final...y que piensan ahora?? Parece que no existe un solo lugar ennuestro pais en el que no exista un mito... ¡¿Creer o no creer?!

leyendas

La Dama del Cementerio

Es un caso parecido es aquél que cuenta que un hombre quedó encerrado enel cementerio al terminar el horario de visitas. Inquieto comenzó a dar vueltaspor el lugar en busca del sereno para que le abriera la puerta. No lo encontrópero advirtió que frente a una tumba estaba una mujer de pie (según lasvariantes del relato, puede tratarse de una niña, una adolescente o una mujeradulta). El hombre se le acercó entonces y le contó su situación, alegrándosede ver a alguien más por allí. La mujer le respondió que a ella le había ocurridolo mismo y que no se preocupara, ya que conocía un lugar desde dondepodrían salir.

Con la dama como guía, el sujeto la siguió entre las lápidas, hasta que ella sedetuvo indicándole una de las paredes perimetrales del cementerio. Alcomprobar que no había ninguna puerta, el hombre le preguntó cómo hacerpara salir por ese lugar inaccesible. –Así le respondió la mujer mientrasatravesaba el muro.

El Dientudo de Ranelagh

Ubicamos esta increíble historia en la ciudad bonaerense de Ranelagh, a diezkilómetros de la Capital Federal, en febrero de 1963; un poblado de bajasconstrucciones, de muchas calles aún sin pavimentar, de arroyueloscontaminados y alrededores oscuros por las noches. Un poblado que duranteocho días con sus noches fue asolado por las terroríficas visitas de un entebautizado por la prensa como “el dientudo”. La descripción es significativa: alto (un metro ochenta centímetros, o más),delgado, cubierto de un vello parduzco, ojos muy brillantes (diríamos,¿fosforescentes?) y dos colmillos extraordinariamente largos que le dan suapodo. Visto por numerosos testigos en horas de la noche, en las cercanías de undesvencijado puentecillo de las proximidades, hirió en sus ataques a un par delugareños. Pero su objeto de especial atención eran los perros: mató a varios,aparentemente para devorarlos, según evidenciaban sus restos y una noche,un agente de policía apostado de vigilancia (pues superando la aparenteincredulidad oficial y periodística, la policía no podía ignorar la masa detestimonios) logró avistarlo y abrir fuego sobre él con su arma reglamentaria.En la mañana siguiente los investigadores hallaron junto a las huellas del serrestos de sangre, indicio de que había sido herido. A partir de entonces, jamás volvió a ser visto. Y es válida la presunción de lagente del lugar de que fue herido de muerte, cayendo al apestoso arroyo encuya agreste ribera se cobijaba, para desaparecer.

Fantasmas

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Los Fantasmas del Subte

Varias historias circulan en torno a los subterráneos de la ciudad de BuenosAires, que tienen como escenario principal las estaciones de la línea A, laprimera de la red inaugurada en 1913, que actualmente une Plaza de Mayocon Primera Junta.

Una de ellas cuenta que un antiguo operario de la estación Sáenz Peñaconcurrió a los sanitarios en horas de servicio y encontró en ellos a un hombredegollado sobre un charco de sangre. De inmediato el atribulado empleado dioel alerta al personal de seguridad de la estación, quien acudió rápidamente ainspeccionar el lugar, encontrando el sitio en perfectas condiciones y sin ningúnrastro de violencia. El veredicto fue unánime: se trataba de una alucinación.

Al día siguiente, volvió a repetirse la situación, aunque el protagonista fue estavez otro empleado. Durante largo tiempo, muchos fueron los trabajadores queafirmaban haber visto al degollado en el baño de esa estación.

Otra historia de aparecidos tiene como escenario el tramo comprendido entrelas estaciones Alberti y Pasco, aunque su figura central esta vez es unaextraña mujer en traje de novia. Cuentan los dichos que se trata del fantasmade una joven a la que su prometido abandonó ante el altar, circunstancia por lacual la muchacha habría salido intempestivamente de la iglesia y se habríaarrojado a las vías del tren. Otra versión, más romántica aún, señala que laceremonia del casamiento se realizó pero al tratarse de una unión concertadapor los padres de los novios, la muchacha prefirió suicidarse al salir de laiglesia antes de contrariar su propia voluntad.

La Dama Vestida de Negro

En San Gregorio, localidad cercana a Venado Tuerto, Provincia de Santa Fe,sus pobladores relatan que una mañana de cerrada llovizna, un abastecedordel frigorífico Maru de Rufino encontró en la ruta 14 a una mujer vestida denegro que hacía el tradicional gesto de autostop.

La llevó hasta la ciudad y cuando la dama se bajó, tras agradecerle por haberlaacercado hasta escasa media cuadra de su casa, le dijo su nombre: NancyNúñez. Poco después, el hombre se enteró de que Nancy Núñez habíafallecido un año y medio atrás en un extraño accidente, cuando la avioneta quepiloteaba su marido había perdido una de sus ruedas impactando en el auto

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que ella conducía, lo que le había causado la muerte instantáneamente.

El sorprendido abastecedor descubrió también que el lugar en donde habíaparado para levantar a la mujer, entre Cristophersen y San Gregorio, eraexactamente el sitio donde había ocurrido la tragedia que poco antes habíaconmocionado a la localidad. Otros testimonios dan cuenta de la mismaaparición, en la misma ruta, a la altura del lugar del accidente

El Familiar

Según se dice, el Familiar es el demonio mismo, y por lo general se lo ha vistoo se tiene conocimiento cabal de él en zonas de grandes establecimientosfabriles o ingenios. Es comentado que los dueños de estas fábricas, realizan un contrato con elDiablo por el cual éste puede comerse unos cuantos peones para que laindustria tenga un año próspero. Mucha gente asegura que el familiar, la mayoría de las veces con forma degigantesco perro negro sin cabeza y que arrastra una pesada cadena, sepasea por las noches en medio de los cañaverales a la espera del que será supróxima víctima. En otras provincias se dice que el Familiar tiene también forma de víbora negray con pelos o tal vez de persona.

Como a la mayoría de estos seres, la forma de contrarrestar su ataque es conun rosario, una cruz, mucha valentía o Fe.

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La Luz Mala

Nuestro interior provinciano es muy lindo en paisajes y bellezas naturales, peromás bondadosa ha sido la naturaleza con el hombre que habita en esas"soledades"; en esa eterna quietud y paz. Soledad que se convierte encompañía para el espíritu, que le infunde melancolía y le fortifica el alma. Perono siempre hay tranquilidad en esos parajes; las corridas, los velorios, lasfiestas religiosas y las supersticiones mantienen inquieto al hombre de cerro yde campo y le tornan divertida su monótona vida. La riqueza cultural de nuestra gente es inimaginable; resultado de la fusión delas antiguas culturas aborígenes, del cristianismo, de las soledades ydesventuras que en el marco geográfico se desarrollaron a través de años yaños. Un tesoro que el hombre de la ciudad por su vida agitada y sofocantemuchas veces no conoce, y que forma parte de nuestra tradición.

Entre las supersticiones y leyendas de la gente del campo o de los cerros estála de la "luz mala" o "Farol de Mandinga", mito con trascendencia religiosa quese extiende por casi todo el Noroeste Argentino. En algunas épocas del año (generalmente las más secas) se suelen ver deentre las pedregosas y áridas quebradas de los cerros del oeste tucumano(Mala Mala, Nuñorco, Muñoz, Negrito, Quilmes, etc), a la oración ­ de tarde ­, ocuando los últimos rayos del sol iluminan las cumbres de los cerros y el intensofrío de la noche va instalándose en los lugares sombreados, una luz especial,un fuego fatuo; producto de gases exhalados por cosas que se hallanenterradas conjugados con los factores climáticos; a ella ­ con terror ymorbosidad ­ los lugareños denominan "luz mala" o el "farol del diablo". El día de San Bartolomé (24 de agosto) es el más propicio para verlos, ya quees cuando parece estar más brillante el haz de luz que se levanta del suelo yque, por creencia general, se debe a la influencia maligna, ya quepopularmente estiman que es el único día en que Lucifer se ve libre de losdetectives celestiales y puede hacer impunemente de las suyas (Ambrosetti,"Supersticiones y leyendas" .

La luz es temida también por que imaginan ver en ella el alma de algún difuntoque no ha purgado sus penas y que, por ello, sigue de esa forma en la tierra. Generalmente nadie cava donde sale la luz por el miedo que ésta supersticiónles ha producido, los pocos que se han aventurado a ver que hay abajo de laluz siempre han encontrado objetos metálicos o alfarería indígena ­ muchasveces urnas funerarias con restos humanos, lo que aumentó el terror­ que alser destapada despide un gas a veces mortal para el hombre, por lo que loslugareños aconsejan tomar mucho aire antes de abrir o sino hacerlo con unpullo ­ manta gruesa de lana ­ o con un poncho, de suerte que el tufo no lleguea ser respirado. Debido a la continua migración a las ciudades y centros poblados, y porconstante progreso estas leyendas van quedando reservadas solo para losmayores; la juventud se preocupa por otras cosas que estima más importante.­

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El Basilisco

Es un animal muy extraño, semejante a un reptil con un solo ojo en la frenteredondo y sin párpados. Dice la leyenda que nace de los huevos pequeños ysin yema que ponen algunas gallinas y en algunas regiones se comenta que delos huevos puestos por gallos viejos. El basilisco puede esconderse en cualquier recoveco de la casa y la personaque lo vea al ojo puede morir de inmediato o quedar ciega. Una forma decombatir a este prodigio es lograr que se observe en un espejo y muera delespanto.

Hay que tener cuidado de destruir los huevos antes de que el animal nazca,pues su gestación dura alrededor de un día.

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El Pombero

Es muy parecido al Duende, pero a diferencia de aquel, se lo ha visto muypocas veces. Tiene los pies al revés para dificultar su búsqueda. Puede tomar la forma decualquier animal. Según Bossi, a la distancia parece un carpincho parado enlas patas traseras, sus ojos no son como los nuestros, sino chatos, como losdel sapo, y con cejas de pelo largo. Mira fijo igual que las lechuzas. Tiene la boca grande y alargada y sus dientesson muy blancos. Se dice que es el dueño de los pájaros y del sol y señor de la noche. sale a pasear en los meses de Octubre y Noviembre, cuando empieza el calor

Cuentan que una vez, el Pombero se enojó con un hachero de la provincia deFormosa: Marco Gavasa, lo sacó del rancho con cama y todo durante la nochey lo dejó en medio del monte. Esto mismo se repitió durante varias nocheshasta que una vuelta lo golpeó y lo dejó paralítico. Marco Gavasa murió a los86 años en el año 1972. Quiere a los chicos buenos y golpea a los malos. Cuando uno le imita el grito oel silbido, éste le contesta en forma enloquecedora. Dicen que se lo ahuyentacon ajo.

La leyenda de la llorona.(de todos lo países)

Consumada la conquista y poco más o menos a mediados del siglo XVI, losvecinos de la ciudad de México se recogían en sus casas con el toque dequeda, avisado por las campanas de la primera Catedral; a media noche yprincipalmente cuando había luna, despertaban espantados al oír en la calle,tristes y prolongadísimos gemidos, lanzados por una mujer a quien afligía, sinduda, honda pena moral o tremendo dolor físico. Un Alma en Pena

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Las primeras noches, los vecinos se resignaban a santiguarse por el temor queles causaban aquellos lúgubres gemidos, que según ellos, pertenecían unánima del otro mundo; pero fueron tantos y tan repetidos y se prolongaron portanto tiempo, que algunos osados quisieron cerciorarse con sus propios ojosqué era aquello; y primero desde las puertas entornadas, de las ventanas obalcones, y enseguida atreviéndose a salir a las calles, lograron ver a la que,en el silencio de las oscuras noches o en aquellas en que la luz pálida de laluna caía como un manto vaporoso lanzaba agudos y agónicos gemidos.

Vestía la mujer un traje blanco y un espeso velo cubría su rostro. Con lentos ycallados pasos recorría muchas calles de la ciudad, cada noche tomabadistintas calles, pero siempre pasaba por la Plaza Mayor (hoy conocida como elZocalo de la Capital), donde se detenía e hincada de rodillas, daba el últimoangustioso y languidísimo lamento en dirección al Oriente; después continuabacon el paso lento y pausado hacia el mismo rumbo y al llegar a orillas del lago,que en ese tiempo penetraba dentro de algunos barrios, como una sombra sedesvanecía entre sus aguas.

“La hora avanzada de la noche, – dice el Dr. José María Marroquí­ el silencio yla soledad de las calles y plazas, el traje, el aire, el pausado andar de aquellamujer misteriosa y, sobre todo, lo penetrante, agudo y prolongado de sugemido, que daba siempre cayendo en tierra de rodillas, formaba un conjuntoque aterrorizaba a cuantos la veían y oían, y no pocos de los conquistadoresvalerosos y esforzados, quedaban en presencia de aquella mujer, mudos,pálidos y fríos, como de mármol. Los más animosos apenas se atrevían aseguirla a larga distancia, aprovechando la claridad de la luna, sin lograr otracosa que verla desaparecer llegando al lago, como si se sumergiera entre lasaguas, y no pudiéndose averiguar más de ella, e ignorándose quién era, dedónde venía y a dónde iba, se le dio el nombre de La Llorona.”

El Origen de La Llorona El antecedente mas conocido de la leyenda de la llorona tiene sus raíces en lamitología Azteca. Una versión sostiene que es la diosa azteca Chihuacóatl ,protectora de la raza. Cuentan que antes de la conquista española, una figurafemenina vestida de blanco comenzó a aparecer regularmente sobre las aguasdel lago de Texcoco y a vagar por las colinas aterrorizando a los habitantes delgran Tenochtitlán.

“Ay, mis hijos, ¿dónde los llevaré para que escapen tan funesto destino?”, selamentaba.

Un grupo de sacerdotes decidió consultar viejos augurios. Los antiguosadvirtieron que la diosa Chihuacóalt aparecería para anunciar la caída delimperio azteca a manos de hombres procedentes de Oriente. La apariciónconstituía el sexto presagio del fin de la civilización.

Con la llegada de los españoles al Continente Americano, y una vezconsumada la conquista de Tenochtitlan, sede del Imperio Azteca, años mastarde y después de que murió Doña Marina, mejor conocida como la“Malinche” (joven azteca que se convirtió en amante del conquistador españolHernán Cortés), se decía que esta era la llorona, la que venía a penar del otromundo por haber traicionado a los indios de su raza, ayudando a losextranjeros para que los sometieran.

Las “Otras” Lloronas Esta leyenda se extendió a otros lugares del País, manifestándose de diversasmaneras. En algunos pueblos se decía que la llorona era una joven enamoradaque había muerto en vísperas de la boda y traía al novio la corona de rosasblancas que nunca utilizó.

En otras partes, se creía que era una madre que venía a llorarle a sus hijoshuérfanos. Algunos afirman que es una mujer que ahogó a uno de sus hijos y por la noche

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lo busca a lo largo de los riachuelos o quebradas, exhalando prolongadoslamentos.

Otra descripción de la llorona es la siguiente: Mujer de figura desagradable, alta y desmelenada, de vestido largo y rostrocadavérico. Con sus largos brazos sostiene a un niño muerto. Pasa la nochellorando, sembrando con sus sollozos lastimeros, el terror en los campos,aldeas, y aún en las ciudades.

Se hace referencia a este personaje acorde con la tradición oral, donde se ledefine como una madre soltera que decidió no tener a su hijo y por eso aborta,acarreándole esto el castigo de escuchar permanentemente el llanto de suniño. Este castigo la desesperó y la obligó a deambular por el mundo sinencontrar sosiego, llorando, gimiendo e indagando por el paradero de sumalogrado hijo.

El Pitayovai

Llamado también Talonyovai, son genios malignos que tienen el aspecto deindiecitos y habitan en las selvas del Alto Paraná, en el litoral argentino,

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también en el Chaco paraguayo y se dice que son antropófagos. Tienen los pies sin dedos y los talones para adelante (su nombre en guaranísignifica: talón frente a frente), de esa manera desconcierta a todo aquél queintenta huir de él. Poseen como arma hachas de doble filo, y subiendo en los árboles, esperan aque alguien pase para tirarse encima y matarlo. Ahorcan, muerden, destrozany devoran a la gente que atrapan. Como comenta Elena Bossi, aún se recuerda cómo durante la guerra delParaguay con Bolivia, en 1932, el Pitayovai mató a muchos soldadosdestinados al monte.

La Umita

Está historia es conocida mayormente en el noroeste argentino, con menosinfluencia en el norte de Jujuy. Entre varias versiones (Colombres, Coluccio,etc.), transcribiré la de Paleari, que en cierto modo comprende a las otras... Se cree que el nombre de Umita es un diminutivo castellanizado del vocabloquichua UMA que significa cabeza y, efectivamente, la leyenda se refiere a unacabeza de hombre (algunos obvian el sexo) con abundante y larga cabellera,ojos desorbitados, y tremenda dentadura que flota en el aire por las noches,gimiendo, llorando y provocando el terror entre quienes tienen la triste suertede encontrarla. Es un "alma en pena", sin duda, que paga sus culpas con el errabundo yeterno vagar por los caminos solitarios. Nadie sabe por qué fue condenada alPurgatorio, ni por qué se empeña en provocar el susto. Alguna vez un paisanovaleroso la enfrentó y lucharon toda la noche, hasta el alba. Ganó y la Umita setransformó en toro o en ternero. Previamente narró su culpa al vencedor peroéste, a sus vez, no pudo contarle a nadie, pues como precio a su hazañaperdió el habla para siempre.

La leyenda del coronel fantasma que recorre La Pampa argentina

Bueno, todo empieza en un viaje que hago a La Pampa (Argentina), másprecisamente a Carro Quemado. Una noche salí a cazar al monte con unamigo y guía de la zona, y luego de haber caminado por más de una hora,decidimos parar al costado de un alambre para tomar un trago de licor parapasar el frío. De repente escucho el galopar de un caballo, me doy vuelta y veoque el caballo se dirigía hacia nosotros con su respectivo jinete, por lo cual me

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tiro al piso para que no me vea ya que estábamos en un campo sin permiso.La cuestión es que a poco menos de 20 metros de nosotros desaparece.

Mi amigo y guía me pregunta qué estaba haciendo, que por qué me habíatirado al piso y cuando le conté lo que había visto (el no vio, ni escuchó nada)me dijo: "Por fin alguien más lo vio" y pasó a contarme que hace unos años el tambiénhabía visto lo mismo y en el mismo lugar.

Le leyenda del lugar cuenta que es un coronel o algo asi que sale a buscar asus soldados muertos a manos de los indios que allí habitaban.

Cabe destacar que esos campos estaban en las rutas de la famosa batalla deldesierto encabezadas por el ex presidente argentino, Rosas (con miles deindios muertos).

Bueno, espero puedan creer lo que les cuento porque realmente me sucedió.

EL AHORCADO DEL CEMENTERIO – CHACARITA

Cuenta la leyenda que alrededor del cementerio de la chacarita (Tambiénconocido como el cementerio del oeste) suele encontrarse durante las nochesde los jueves de luna llena una extraña y muy curiosa visión. Precisamente enla calle Jorge Newbery, a metros de la intersección con las vías, colgado deuno de los árboles mas cercanos al muro del antiquísimo cementerio, unextraño espíritu apenas perceptible de un hombre ahorcado en una de lasramas mas altas del árbol. Algunos testigos que dieron testimonio afirman queel espíritu pose un cuerpo semitransparente con un avanzado estado deputrefacción. Muchos lo describen con ropas antiguas y sucias.

Esto último nos lleva a pensar que puede ser un alma en pena de aquellostiempos negros del año 1871 donde buenos aires sufrió la horrible fiebreamarilla. Ya que no hay documentos de aquellos tiempos que abarquenjustamente sobre un suicidio así en la zona nos basamos en las habladurías delos pocos testigos de la aparición. Muchos sostienen que era una personavictima de dicha nefasta enfermedad. Otros muchos dicen que la expresión dedolor de su rostro es por la perdida de algún familiar.

En verdad, poco se sabe sobre este fantasma de buenos aires. Sobre estemuerto que aun hoy, después de casi 150 años sigue deambulando por laciudad sin querer pasar del otro lado. ¿Verdad? ¿Mentira? ¿Fabulación deunos pocos? Nadie lo sabe. Solo resta acercarse al lugar.

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EL ERRANTE DE LAS VIAS

Cuenta la leyenda que en algunas noches sin luna, entre las estaciones dePlaza Constitución y Temperley varios individuos del personal del Rocainforman la aparición de una extraña persona en los trenes que comprendenese trayecto.

Durante meses, solo el personal ferroviario pudo distinguir por momentos auna persona de sexo masculino de unos 23 años de edad ya sea en los trenes,las estaciones o al costado de las vías que comprenden esos kilómetrosrecorrido.

El individuo es describió como demasiado alto para su edad, poseedor de unosojos negros e inexpresivos y claramente distinguible por su tezextremadamente blanca.

Lo curioso del asunto es que solo el personal y con una cierta antigüedad en lalínea puede observar al extraño visitante por unos segundos antes de que estedesaparezca del lugar.

Los rumores cuentan de asesinatos en las vías, un suicidio que dejo un almaen pena sobre la tierra o antiguos maquinistas. Pero es algo sin confirmar aun(Ya que no se pudo determinar la identidad del ente).

Solo una vez, la constante de ser vislumbrado por los trabajadores se quebrócuando una chica que viajaba de noche lo distinguió subiendo las escalerasque llevaban al anden medio de la estación avellaneda.

Cabe destacar que por la poca información y reducido cantidad de testigos laleyenda no es tomada como verdadera. Pero si alguien es de manejarse porestas estaciones por las noches…

leyendas

LA LEYENDA DE RANELAGH – BERAZATEGUI

En el año 1939 (28 años después de la creación del pueblo) la población deRanelagh crecía en forma vertiginosa, obligando asi, a aumentar el tamaño dela capilla y colegio “Nuestra señora de la Merced” al actual templo parroquial.El dinero para la construcción fue donado por la Sra. Adela A. de Ayerza cuyomarido, Abel Ayerza, fue muerto trágicamente. Esto genero que el templo fuerabendecido en memoria del difunto señor de Ayerza.

Cuenta la leyenda. Que una de las primeras misas nocturnas posteriores a laexpansión del templo unos feligreses vieron una sombra oscura deslizarse pordetrás del altar que, unos segundos después de ser divisada, desaparecíaentre las paredes del recinto.

Hoy en día, una gran cantidad de testigos de Ranelagh hablan sobre unespectro que se desplaza por los terrenos de la parroquia bajo la mortecina luzde la luna. Siempre de negro y siempre desapareciendo entre las sombrascuando alguien se percata de su presencia.

Estos mismos testigos, cuyos nombres no se dieron a conocer destacan lasfacciones (Si se podrían llamar facciones) de dicho ente y, misteriosamente, nosolo concuerdan entre las facciones dadas entre los mismos testigos sino conla del fallecido Abel Ayerza. Quien, sin saber que está muerto aun o sin

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terminar algo sobre este mundo terreno decidió deambular sobre la tierra de los vivos en vez de pasar a ser parte del mundo de losmuertos.

“La Dama de Blanco” (RECOLETA)

Rufinita Cambaceres, era una joven aristócrata hija de Eugenio Cambaceresun escritor de la década del 1800 y Luisa Baccini, al morir su padre deTuberculosis, su madre paso a ser la “favorita” de Hipólito Yrigoyen (nuestroúnico Presidente soltero). Para ese entonces Rufina ya había cumplido catorce años, era muy agraciaday cantidad de mozos rondaban la antigua casona de Montes de Oca, sinobtener no obstante sus favores. Ella sabía a quién amaba, con ese silencioque la caracterizaba. Corría el año 1902, algunos hablan de 1903…, pero fue el día 31 de mayo enque Rufina cumplía sus diecinueve años, y Luisa había dispuesto unaimportante celebración para terminar luego la noche en el Teatro Colóndisfrutando de una función lírica. Tales eran los planes. Sin embargo, el destinomovió los hilos en un sentido diferente. Según cuentan, ese día del cumpleaños diecinueve de Rufina, recibió de labiosde su amiga íntima una revelación que desencadenaría los hechossubsiguientes. Pues que el mismísimo novio de la niña mantenía relacionescon su bella madre, que eran amantes. El impacto que le produjo estaconfidencia ocasionó a Rufina tal lacerante dolor, que su corazón literalmentese destrozó y le provocó la muerte en el acto.

Uno de los médicos presentes diagnosticó un síncope. Tres médicoscertificaron que Rufina había muerto. Hipólito Yrigoyen se cuidó de acompañar a Luisa e inhumar sus restos en laRecoleta. Sin embargo, esta funesta historia no había acabado aún; el espanto reciéncomenzaba.

Un par de días más tarde, el cuidador de la bóveda de los Cambaceres debiócomunicar a Luisa que descubrió abierto y con la tapa quebrada el féretro deRufina. El cajón se había movido; y cuando lo abrieron, encontraron a la jovencon el rostro y las manos arañados y amoratados. Se cuenta que Rufina habría sido víctima de un ataque de catalepsia ydespertó en la oscuridad del sepulcro para rendirse y volver a morir despuésde una desconsolada y estéril pelea. Oficialmente se manifestó que se había tratado de un hurto, dado que la niñahabía sido enterrada con sus joyas más lucidas; no obstante, a Luisa le tocóvivir el resto de su vida remordida por el conocimiento y certidumbre de que suhija había padecido un ataque de catalepsia por lo que fue sepultada viva.

Se dice que la joven Rufina, vaga entre las bóvedas por las noches, llorandopor amor con su corazón destrozado…

Fantasmas

FANTASMAS EN EL MUSEO

El Museo de Arte Hispanoamericano "Isaac Fernández Blanco" es quizás unode los más interesantes paseos que nos ofrece la nutrida agenda cultural de laciudad de Buenos Aires. Allí se exhibe la colección pública de platería colonialde origen altoperuano, peruano y rioplatense más importante de Iberoamérica.

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Se destaca también el patrimonio de pintura de las escuelas altoperuana ycuzqueña, de imaginería quiteña y jesuítica, de mobiliario lusobrasileño, y deartes decorativas del período republicano. Su acervo comprende objetos de lasartes mayores y decorativas desde el período colonial hasta los siglos XVI yXX. Entre las colecciones menores se destacan la de grabados, la depeinetones de carey de tamaño desmesurado que caracterizaron la modarioplatense hacia 1830, y la de cerámica española de los centros de Talaverade Reina, Puente del Arzobispo, Alcora y Manises.

A principios del siglo XVII, el solar donde hoy se levanta el museo era ocupadopor una compañía importadora de esclavos, y luego pasó al dominio de laParroquia del Socorro. Hacia 1920, el arquitecto Martín Noel (1888­1963)construyó un complejo de estilo neocolonial que conjuga jardines andaluces,techos jesuitas, balcones miradores, y hermosas cerámicas españolas. En1936, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires adquiere el "Palacio Noel"junto con la colección de arte del arquitecto, y en 1937 se crea el primer"Museo de Arte Colonial". En 1943 se trasladan allí las importantes coleccionesdonadas por Isaac Fernández Blanco, y en 1947 la institución toma sudenominación actual. Si bien hacía ya varios años que se tenía conocimientode los extraños sucesos que tenían lugar en la residencia, fue a fines de ladécada de 1920 que se confirmaron estos informes. Herbert Hoover,presidente electo de los Estados Unidos, visitó Buenos Aires en 1928 y fuealojado en la Mansión Noel. Algunos integrantes de su comitiva denunciaronhaber visto una misteriosa figura que se paseaba por los jardines, y el propioHoover se quejó de no poder dormir debido a los lamentos y ruidos de puertasque se escuchaban por la noche. En la década de 1940, el poeta Oliverio Girondo y su esposa vivían en lacasona contigua a la mansión principal. Allí solían reunirse escritores y poetas,y no era infrecuente que en las noches percibieran una extraña presenciafemenina en los patios de andaluces. Algunos llegaron a sostener que habíanintercambiado algunas palabras con la espectral dama, y Manuel Mujica Láinezsolía trasladarse de un salón a otro de la casa porque decía que una joven loperseguía. Sobre la base de las supuestas comunicaciones con el fantasma,este pudo ser identificado como una joven de 17 años muerta de tuberculosis,hecho que pudo ser confirmado por los antiguos registros parroquiales.

En Enero de 1989 la Argentina se encontraba en medio de una grave crisisenergética, lo que obligaba a realizar interrupciones programadas delsuministro eléctrico. A últimas horas de una de esas tardes de Enero, mientrasel Ballet Hispania de Graciela Ríos Sáiz ensayaba las coreografías del showque días después presentaría en los jardines del museo, se produjo uno deestos cortes y se decidió suspender las actividades hasta que se restituyese elservicio. La directora del ballet y algunas de las bailarinas se quedaron conversando enuno de los patios del complejo, pero de pronto observaron algo que les llamópoderosamente la atención. Sobre uno de los grandes maceteros del jardínvieron una figura femenina blanca y muy alta en la que no pudieron reconocerun rostro, y se percataron que tenía una consistencia similar a una nube oniebla espesa, aunque no era transparente. Primero pensaron que podía ser un reflejo pero no había ninguna fuente deiluminación y, además, la figura no resaltaba por su luminosidad sino por suextrema blancura. La observaron por unos minutos y se sorprendieron cuandose desvaneció para reaparecer segundos más tarde en el otro extremo deljardín. Ninguna sintió miedo o ansiedad frente a esta experiencia, perodecidieron retirarse del lugar y dar por terminados los ensayos. Al díasiguiente, cuando comentaron lo ocurrido a las autoridades del museo,tomaron conocimiento de la historia del fantasma del Fernández Blanco. perdonen pero para este no conseguí imagen, si les gusto comenten y si meayudan a se nfu copense amigos