y mística en Africa negra

MIGUEL GunÉRREZ

Los estudios sobre espiritualidad africana son es,casos. Mu­chos creen que Africa es un continente salvaje. Y en esta situa­ción, ¿podría tener Africa sentido oracional? ¿Podría Africa haber subido a las alturas de la mística?

Hasta hace muy poco sólo contábamos con relatos de mi­sioneros y de algún que otro antropólogo. Actualmente las cosas van cambiando. Existen ya revistas africanas y extranjeras que nos acer,canese mundo casi nuevo para Europa *.

Concretamente sobre oración existen ya estudios buenos. La mística africana ha tenido peor suerte. Un ejemplo claro del olvido de la mística africana nos lo da la revista Studia mis­sionalia. En 1975 publicó un volumen sobre la oración en los distintos continentes. Entre los estudios aparecen dos sobre la oración africana 1. En ,cambio,cuando la misma revista dedicó en 1977 otro volumen a la mística, no tuvo ni una sola referen­cia a la mística africana. Y se podrían señalar más ausencias 2.

Hay dos autores que han estudiado profundamente la espi­ritualidad africana: L. V. Thomas y D. Zahan. El primero ha

• Podemos citar, entre las revistas africanas: Cahiers des religions africaines, Telema, Revue ajricaine de tMologie, Etudes dahoméennes, Présence africaine, Cahiers d'études africaines, Calao ... Entre las extranjeras podríamos citar: Lumen vitae, La Maison Dieu, Concilium .. .

1 H. HUBER, Das Gebet in den Naturreligionen. Zeugnisse aus WestafriTca, en Studia missionalia, (1975) 21-25; H. GRAVRAND, La prÜlre africaine, ib., 45-81.

2 B. JIMÉNEZ DUQUE - L. SALA BALUST, Historia de la espiritualidad, Barcelona, 1969. El tomo IV, dedicado a las espiritualidades no cristianas, no menciona para nada la espiritualidad africana. También se nota esta omisión en la obra La mystique et les mystiques, Paris, 1975.

REVISTA DE EsPIRITUALILU>, 38 (1979), 357-379

358 MIGUEL GUnÉRREZ

estudiado la oración 3. Zahan se ha ocupado de la llÚstica 4. En este estudio sobre oración y mística africana seguiré fundamen­talmente a estos autores. Tendré en cuenta, no obstante, a los demás pensadores africanos o a los estudiosos extranjeros que escriben sobre Africa.

l. LA ORACION AFRICANA

La oración pide un diálogo entre dos personas. Si no hay una persona orante y otra que escucha no hay oración. La ora­ción más simple, la petición, está pidiendo alteridad de personas.

El sujeto orante es el hombre. Este se dirige a la divinidad en los momentos de angustia (oración de petición), en los mo­mentos de alegría (oración de alabanza) y en los tiempos fuertes de la vida.

El término de la oración es más complejo. Para un mono­teísta el término de la oración es un Dios personal. Dios es considerado como padre. La oración es un acto de amor.

La dificultad viene en las religiones naturales. Dios no es considerado como padre. El hombre en oración se presenta ante el misterio. Se ha hecho célebre en este sentido el libro de R. Otto, con el título Lo santo. Otto nos presenta al hombre ante el misterio tremendo y fascinante. El hombre queda ano­nadado ante el misterio. La única oración que puede salir en estas circunstancias es la de temor.

No siempre se han dirigido las oraciones a la Divinidad. En casi todas las religiones hay intermediarios. Los santos de la Iglesia católica son intermediarios. Los antepasados de Afri­ca son también intermediarios. A ellos va dirigida muchas veces la oración africana.

1. PRESUPUESTOS DE LA ORACIÓN AFRICANA

Para acercarnos a la oración africana necesitamos adelan­tar algunas reflexiones previas sobre quienes intervienen en la oración: el hombre africano, el Dios africano, los antepasados.

3 L. V. THOMAS y R. LUNNEAU, Les religions de l'Afrique naire, Paris, Fayard, 1979. 4 D. ZAHAN, Sociétés d'initiation Bambara, le N'domo, le Kore, Paris-La Raye,

Mouton, 1960. También del mismo autor: Religion, spiritualité et pensée africaines, Paris, Payot, 1970.

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA 359

Unas ve,ces la filosofía y otras la misma oración -convertida en este primer estadio en fuente de conocimiento- van a des­cubrirnos sus peculiaridades.

El hombre africano. Una de las características de la an­tropología africana es la de considerar al hombre como un ser social. El africano no existiría como individuo. Existe sólo en sociedad. En 1970 Laleye publicaba su tesis sobre los yorubas. Negaba que el africano existiera como individuo. El hombre africano vive en y para la sociedad 5.

El carácter social de la personalidad africana tiene mucha importancia cuando se habla de oración. Una concepción indí vidualista de la vida y de la persona nos lleva a una oración individual, egoísta. El hombre reza solo. Pide para sÍ. En cam­bio, la concepción comunitaria de la persona nos lleva a una oración de grupos. Las peticiones repercuten en bien de toda la comunidad.

Otra de las características de la antropología africana es el monismo. El hombre no es considerado como un compuesto de alma y cuerpo, sino como una totalidad. Esto hace no encon­trar en toda la literatura africana ninguna oración que pida a Dios le libre del cuerpo. Nada tan antiafricano.

Sin embargo, el africano es un ser puesto en un mundo hos­til. Los hechiceros están dispuestos a disminuir su fuerza vital. Las otras personas están ,cargadas de veneno para liquidarle. Amuletos, puestos por todas partes, están amenazando su vida. Este temor a los enemigos que pueden cortar su vida o dismi­nuir su fuerza vital es el origen de las grandes oraciones del africano.

El centro del hombre es su corazón. "El pequeño rey del hombre es su corazón" , dice un proverbio de Rwanda. Lo que más se estima en Africa en una persona es su corazón. Las virtudes en Rwanda y en Burundi no se conocen con nombres abstractos, sino añadiendo el término corazón. Justo nOo es el que tiene o hace justicia, sino el que tiene un corazón justo. Una persona :casta es la que tiene buen corazón, umutima muiza. El impúdico es el que tiene mal corazón, umutiva mubi. El mentiroso tiene dos corazones, imitima ibUi. La persona per-

5 I. P. LALEYE, La conception de la personne dans la pensée traditionnelle yoroba. Aproche phénoménologique, Berna, 1970.

360 MIGUEL GUTlÉRREZ

fecta es la que tiene un corazón de varón, umutima wa kigabo. No es raro encontrar en Africa oraciones pidiendo un co­

razón nuevo. De hecho, las iniciaciones africanas tienden a cam­biar el corazón del hombre.

El medio que emplea el africano para comunicarse es na­turalmente el lenguaje. El lenguaje está cargado de signos y símbolos. En Africa todo habla. Se pone en boca de los anima~ les lo que se quiere decir. Estos símbolos tendrán mucha impor­tancia al tratar del proceso místico africano.

El Dios africano. No intento hacer un estudio detenido so­bre Dios en las religiones africanas. Sólo quiero proponer al­gunos atributos relacionados con la oración y manifestados en la misma oración.

En el coloquio celebrado en Kinshasa el año 1969, sobre las religiones africanas, se admitían como credo común de los africanos estos principios:

a) Se cree en un Dios supremo, creador absoluto de to~

das las cosas, providente y padre. b) Hay un reconocimiento de dependencia del negro afri­

cano respecto a Dios. c) A este ser supremo se le tributa un culto directo, a ve­

ces -como entre los Igbos de Nigeria- el culto es indirecto.

El Dios de la vida

Dios es ante todo vida y la fuente de la vida. Una oración de los Balubas del Kasai indica esta concepción:

"Dame vida, Señor; que sea fuerte, que vea la riqueza, que me case, que engendre, que tenga cabras y gallinas, que tenga dinero y toda clase de bienes, que tenga buena salud y vida. Mis hijos son hijos venidos de Dios. Mis hijos son tus hijos, todo lo mío es tuyo; tú eres el propietario de todo" 6.

6 VAN COENEHEN, Le Dieu des Nkundo, en Aequatoria, 1 (1960), 1-6.

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA 361

Ningún atributo puede ayudar tanto a la oración como el considerar a Dios como padre. En Rwanda se llama a Dios sebantu, padre de los hombres.

El Dios africano se ha ido alejando. En muchas ocasiones tenemos la impresión de ser el "Deus otiosus" de quien tanto habla Mircea Eliade 7. Esto ha hecho que se ponga como in­termediarios a los antepasados.

El Dios poderoso

Oigamos en primer lugar a una mujer mututsi de Rwanda. Es estéril. Sabemos que la esterilidad es el mayor de los males africanos:

"Señor, nos has creado y nos has dado todas las cosas, el toro y su hermana la vaca, el carnero y su hermana la oveja, el gallo y su hermana la gallina. A todos los animales les has dado hermanos y hermanas para que se multipliquen y sean útiles. Te ofrezco, Señor, este don, formado con las cosas que tú nos has dado. Todo lo has hecho, todo lo puedes. Eres el Señor de todas las cosas. Escucha Señor, la oración de tu sierva. Todas las cosas que nos has dado pueden engendrar. Dame también a mí este poder" 8.

La oración que acabo de anotar es de petición y de ala­banza. Por una parte se piden los hijos. Pero también la mujer mututsi hace grandes alabanzas de Dios. Una mujer estéril es despreciada por todos. Su esposo bus,cará otras mujeres para que le den hijos. Estas serán los verdugos de la primera mujer estéril.

Hay una oración Galla que podría ser considerada como el ofrecimiento de obras del africano:

"Dios mío, en paz hemos dormido. Haz que pase en paz este día.

7 M. ELIADE, En Temoinages, 28 (1951). 8 VAN COENEHEN, La notion de Dieu chez les Balubas du Kasasi, Bruxelles, 1956,

p. 114.

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Has preparado en paz el camino que seguiré hoy. Haz que en este camino marche derecho. Si hablo, quita de mis labios la calumnia, si tengo hambre, aparta de mí el descontento, si estoy en la abundancia, destruye en mí el orgullo. Que pase esta jornada invocándote, tú, maestro que no conoces otro maestro" 9.

La oración es de alabanza y de petición. Dios lo sabe todo. Es un gran maestro. Pero un maestro especial. Los maestros de la tierra han tenido a su vez maestros. Su ciencia depende de otros. Dios no ha adquirido la ciencia de otras personas. La tiene por sí mismo.

Pide a Dios que le guarde de la calumnia. El africano ha­bla mucho.

Se ha dicho que el silencio no es africano. Sin embargo, el africano sabe que tiene que medir sus palabras. Durante los períodos de la iniciación se pide al iniciado que refrene su len­gua. Recibirá cientos de latigazos para que sepa sufrir sin ha­blar. Por el campo de la iniciación se pasea un individuo en­mascarado. La máscara de este período de la iniciación no tiene boca. El que no sabe dominar su lengua es como un niño.

La última petición del africano no deja de llamar la aten­ción: "que pase la jornada invocándote". Cuando la desgracia no anubla la existencia de Dios, cuando el orgullo no entra en el hombre, éste puede estar todo el día bendiciendo a Dios.

El Dios perfecto

Estando la familia reunida, el padre o el representante de la casa hace esta oración:

"Dios, joven y anciano, aparta de esta casa todo lo que puede penetrar, los árboles y las piedras, los espíritus que puedo nombrar y los que no puedo nombrar, los espíritus de la tierra. Echalos a todos los que corren durante la noche. Que en esta casa solamente se escuchen las carcajadas, los gritos de alegría, los juegos de los niños. Que en esta casa sólo falte la comida" 10.

9 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. e., p. 38. 10 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. e., p. 121.

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA 363

Hagamos un pequeño análisis de esta oración. Está llena de las verdades más importantes de la religión africana.

Llama la atención el que se llame a Dios joven y viejo. A primera vista diríamos que los africanos no saben 10 que dicen. Sin embargo, creo que esta frase contiene parte de la filosofía africana. El joven tiene sus cualidades, pero tiene también sus defectos. El anciano tiene defectos, pero tiene también cuali­dades buenas. El perfecto será el que tiene las buenas cualida­des del joven y del viejo y que además no tiene los defectos de ambos.

El joven, para el africano, es fuente de vida. Puede comuni­car la vida. Puede engendrar nuevos seres. Siendo la fuerza vital la principal cualidad para los africanos, es natural que se estime a los transmisores de esta fuerza. Dios, a pesar, de su 'ancianidad,está joven. La fuerza vital no le ha dejado. Dios sigue siendo la fuente de la fuerza vital.

Sin embargo, el joven carece de otra cualidad muy estimada por los africanos, la sabiduría. La sabiduría está en los ancia­nos. Parece como si al quitar Dios al hombre la fuerza vital le infundiera la sabiduría.

El africano sabe muy bien que el joven transmite la vida y que el anciano es fuente de sabiduría. Por esta razón atribuye a Dios dos estados contradictorios, juventud y ancianidad.

Hay también en la oración una frase que llama la atención: "Que en esta casa sólo falte la comida". A primera vista puede parecer absurda. ¿Cómo un padre de familia puede pedir que falte la comida en su casa? La explicación es muy africana. Hay que mirar a la escala de valores del hombre africano. La co­mida es un valor muy secundario. Lo que importa es la des­cendencia, tener muchos hijos. Si falta la comida es señal de que hay muchos hijos. La desgracia para un africano es que le sobre la comida. Es señal de que hay pocas personas para comer.

El Dios cercano

Hemos entrado en el ser del Dios africano a través de la oración. Demos un paso más y acerquémonos a ciertas costum­bres que reflejan este mismo ser de Dios. Me voy a fijar en tres objetos que se usan en Rwanda y al este del Zaire:

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1. El agua de Dios: existe la costumbre de dejar agua lim­pia en la choza al irse a dormir. Este agua se llama agua de Dios. Es Dios quien interviene en la generación. Las recién casadas nunca olvidan poner este agua para que Dios, después de realizada la generación, pueda lavarse las manos 11.

2. El fuego de Dios: al irse a dormir, el africano nunca apaga el fuego. Sería una irreverencia. Es Dios el que vigila el sueño de los hombres. Tiene que calentarse al fuego. Ese rescoldo y esas brasas se llaman fuego de Dios.

3. La ventana de Dios: en la parte superior de las chozas afrioanas hay una ventana. Alguien dirá que es la chimenea para que salga el humo. Los africanos saben muy bien para qué han hecho aquella ventana. Es la ventana de Dios. Dios, durante el día y durante la noche, está mirando a los hombres. No les mira para castigarles. Les mira para apreciar sus obras.

Los antepasados. Los antepasados juegan un papel impor­tante en la oración africana. Las oraciones africanas muchas veces están dirigidas a los antepasados. A Dios se dirigen en los momentos más importantes. En las cosas de poca importan­cia o en los asuntos familiares las oraciones van dirigidas a los antepasados.

Los antepasados viven en la ciudad de los muertos. La muer­te es un cambio de lugar. Las oraciones que se hacen a los muertos el día del entierro parecen indicarlo:

"Tú vas delante. Nosotros te seguimos. Vete en paz y di a los míos que voy detrás. Di a los que nos han precedido que nosotros les seguimos. Tú que vas, prepáranos el camino que lleva a nuestros antepasados. Saluda a todo el mundo de nuestra parte. No te olvides de visitarnos" 12.

Las recomendaciones que se hacen al difunto se pueden ha­cer a una persona que marcha a otra ciudad. Tiene que saludar a los otros difuntos. Tiene que contarles lo que pasa en el po­blado. Ahora sólo nos interesa haber captado que el antepasado no es considerado como un pasado desvinculado del presente.

11 V. MULAGO Le Dieu de bantus, en Cahiers des religions africaines (1968), p. 43. 12 H. NrcOD, La vie mysterieuse de l'Afrique noire, Paris, Payot, 1943, 152.

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA 365

2. FORMAS DE ORACIÓN

Existen en Africa varias formas de oración. No todas son de petición. Hay oraciones de alabanza. Oraciones para los tiem­pos fuertes de la vida: nacimiento, iniciación, matrimonio y fu­nerales. El día que se haga una antología de las oraciones afri­canas quedaremos asombrados de la gran riqueza oracional de este pueblo pagano 13.

Oración de petición

En primer lugar tenemos la oraclOn de petición. Es la más frecuente en Africa. Esta abundancia de las oraciones de peti­ción no tiene que sorprendernos. En todas las religiones es la forma más usada.

La oración de petición es buena. No hay que confundirla con la magia 14. Hay muchos que creen que la oración de pe­tición 'africana es pura magia. Creo que es muy interesante ha­cer la distinción entre oración de petición y magia. Se pueden intentar varias vías para hacer esta distinción. He tomado la vía mosófica.

En 1944 el padre Plácido Tempels publicaba un libro en neerlandés sobre la mosofía bantu. En 1948 se traducía al francés 15. Tempels centra toda la filosofía bantu en la fuerza vital. Dios es la fuente de la fuerza vital. Los hombres la reci­ben de Dios. Presentó tres leyes sobre la fuerza vital. Estas leyes pueden ser muy interesantes para hacer la distinción entre oración de petición y magia:

1. Una fuerza superior puede actuar en una fuerza infe­rior. Dios puede actuar en los hombres y en los demás seres de la naturaleza. Dios puede bendecir o maldecir a los hom­bres. Su bendición o maldición siempre tendrá efecto. El hom­bre queda anonadado ante la gran majestad y poderío de Dios. La tesis de atto se vería confirmada en esta ley de las fuerzas africanas.

13 H. MAURIER, Essai d'une théologie du paganisme, Paris, 1965, p. 131. l' J. MARTÍN VELASCO, Introducción a la fenomenología de la religión, Madrid,

Ediciones Cristiandad, 1978, p. 175. Sobre la distinción entre la oración de petición y magia, cfr. J. A. GARCÍA MONGE, La oración de petición. ¿Magia o posibilidad de una relación con Dios?, en Sal Terrae, 63 (1975), 190·202.

15 P. l'EMPELs, La philosophie Bantoue, Paris, Présence Africalne, 1948.

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2. Una fuerza inferior no puede hacer nada en una fuerza superior. El hombre puede bendecir o maldecir a Dios. Nada de esto tiene efecto. Nuestras maldiciones no le hacen ningún mal. Nuestras bendiciones no le hacen ningún bien.

Estas dos leyes no admiten la magia. Por más ora.ciones que hagamos y más ritos que realicemos nunca podremos mani­pular la fuerza superior.

En estas dos leyes entra muy bien la oración de petición. El hombre se considera pobre e indefenso. Toda su fuerza está en Dios o en los antepasados. Ellos, que tienen una fuerza vital superior, le pueden ayudar.

3. Una fuerza puede actuar en fuerzas semejantes o supe­riores mediante amuletos. El hombre no puede actuar por sí mismo en los otros hombres o en los antepasados. Puede actuar mediante los amuletos o los ritos. En esta última ley entra plenamente la magia. La magia no carece de lógica. Sabe de­tectar los elementos que acumulan gran fuerza vital. Pues bien, el oficio de mago es tomar estos elementos y actuar en una fuerza igual y superior.

Algunas veces no podrá actuar con los amuletos en las fuer­zas superiores. Entonces se re.curre a las ofrendas. Saben que Dios no quiere ofrendas ni dones. Dios es insobornable. La ora­ción mágica no tiene sentido frente a Dios. Sin embargo, no es nada difícil sobornar a los antepasados. Con unas cabras y unas gallinas o una botella de cerveza pueden acordar 10 que se les pide. A Dios no se le manipula. A los espíritus sí. De aquí vienen las consecuencias de la oración mágica:

a) Está dirigida a los espíritus de los antepasados. Nunca a Dios.

b) Al estar dirigida ,a los antepasados siempre pide cosas terrenas: cosechas, lluvia, hijos ...

e) Está regida por un mago con cantidad de ceremonias y ritos.

d) Está acompañada de víctimas y ofrendas. Es una ora­ción muy interesada. El mago la hace para manipular a los antepasados. Sobre todo la hace en utilidad propia.

Hay una oración Hotentote en la que se pide a Dios la lluvia:

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA

"Padre nuestro, haz que venga la tormenta, Que llueva. Si quieres haz vivir mis ganados. Haz que vivamos. Estoy muy débil a causa de la sed y el hambre. Estoy en la agonía. Haz que coma los frutos del campo. ¿No eres tú nuestro padre? El padre de los padres. Que podamos glorificarte. Que podamos darte algo, Padre de padres. Tú, nuestro Señor" 16.

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La oraClOn no deja de llamar la atención. Es una oración de petición. Sin embargo, se pide con resignación. No hay ma­nipulación de la divinidad. "Si quieres, puedes salvarme". Este ponerse en las manos de Dios indica un gran avance en la ora­ción africana. Hay que ponerse en el marco de la oración. La lluvia ha ,cesado. Los ganados mueren de hambre y de sed. El hombre que pronuncia la oración está extenuado. El buen Hotentote se tira en las manos de Dios. "Si quieres, ¡puedes salvarme" .

Es rara la finalidad de la oración. No se piden hijos. No se piden bienes materiales. Se pide la salud para glorificar a Dios. i Un pagano que pide salud para glorificar a Dios!

Hay oraciones en Africa para pedir la paz. Están dirigidas a los antepasados. Estos saben muy bien las consecuencias ne­fastas de las discordias familiares:

"Antepasados Estábamos aquí juntos. Vivir juntos quiere decir mutua ayuda. Como un tal N. y un tal N. se han disputado, Han tenido malos propósitos y malas palabras. Como consecuencia de esto nos han sobrevenido grandes males. Pues bien, que haya paz. Aquí está el agua para calmar esto. La paz simple, que nos venga la paz" 17.

Esta oración está recitada por el jefe de la tribu.. Toda la comunidad está presente. Nos enseña una cosa muy importante:

16 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. e., p. 45. 17 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. e., p. 328.

368 MIGUEL GUTIÉRREZ

La dimensión social del pecado. Han pecado dos personas. Los castigos repercuten en toda la comunidad.

Cuando un africano pide a Dios no ofrece nada. Cuando pide a los antepasados siempre tiene que llevar algo como ofren­da. Los antepasados favorecen. Pero siempre piden of.rendas. La oración, más que una súplica, se convierte en un contrato. Te doy para que me des. Los hombres ofrecen con interés y los antepasados dan con interés.

Esta concepción de la oración trae sus consecuencias. Al­guna vez el hombre entrega ofrendas a los antepasados. Estos no conceden los favores que piden los hombres. Entonces vie­nen los improperios. Uno de los fallos de la oración de petición es el ser muy interesada. Pocas veces se habrá visto el que se comercialice tanto la oración:

"Sois inútiles dioses (antepasados). No hacéis más que fastidiarnos. Os ofrecemos sacrificios. Vosotros no nos escucháis. Estamos privados de todo. Estáis llenos de odio. No nos enriquecéis" 18.

En la oración se ve claramente este estado de contrato. Los hombres han ofrecido sacrificios. Los antepasados no responden. Con la lógica de la oración africana los antepasados sólo es­cuoharÍan a los que puedan ofrecer sacrificios.

Oración de alabanza

Cuando he hablado de la oración de petición he tenido que distinguir entre oraciones dirigidas a Dios y oraciones a los antepasados. Con la oración de alabanza no pasa lo mismo. Solamente encontramos oraciones dirigidas a Dios:

"Oh Dios, oh maestro. Señor que no tienes señores. Rico que no tiene pobreza. Omniscente, cuyo saber no es copiado. Rey, cuyo trono no tiene rival" 19.

,. H. A. JUNOD, The lile 01 a South Alrican Tribe, Londres, 1913, p. 368. " L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. c., p. 121.

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA 369

La oramon no puede ser más laudatoria. Se llama a Dios Señor. Un señor puede tener otros señores superiores a él. Al de.cir que Dios no tiene señores le dan la soberanía absoluta. Dios manda a todos y no tiene a nadie que le mande.

Sabio para nosotros es el que conoce muchas cosas. La per­sona que ha tenido buenos maestros y ha frecuentado grandes universidades. Esta sabiduría el africano la despreciaba. Es una sabiduría copiada. No es original. Dios no puede ser sabio como los hombres. La sabiduría de Dios no es copiada. Dios es sabio sin ·copiar.

La oración Galla continúa alabando a Dios:

"Oh Dios. Me has dejado pasar la jornada en paz. Hazme pasar también la noche en paz. Señor, no hay ningún señor superior a ti. Fuera de ti no hay fuerza. Eres el único que no debe nada a nadie. En tu mano paso el día. En tu mano paso la noche. Eres mi padre. Eres mi madre" 20.

Las oraciones de alabanza africanas son sublimes. Toda la vida queda sacralizada. El hombre quiere pasar el día y la noche en las manos de Dios.

3. ORACIÓN PARA TIEMPOS FUERTES

El africano ora en todo tiempo. Tiene, sin embargo, unos tiempos fuertes para la oración:

Nacimiento. En primer lugar se dan gracias a Dios por los nacimientos. El padre Thews nos ha proporcionado la ora­ción de un anciano de Kasai. El orante había estado años y años esperando tener descendencia. En su ancianidad Dios le con­cede un hijo:

"Yo que estaba a punto de morir con el carbón de madera, El padre de la piedad me ha mirado. Dejo un recuerdo en la tierra. Te doy gracias, Señor, mi creador" 21.

20 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. e., p. 122. 21 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. e., p. 122.

370 MIGUEL GUTIÉRREZ

El anciano nos dice que ,estaba a punto de morir con el car­bón de madera. En muchas tribus africanas cuando el hombre muere sin hijos ponen en su mano un carbón. Significa que su vida ha sido inútil. Además, muere para siempre.

Iniciación. A los 14 años aproximadamente los Jovenes africanos tienen que pasar por el rito de la iniciación. La vida es muy dura. Se come mal. Duermen sobre el suelo. Algunos pueden morir. Todos tienen que morir místicamente. Durante el período de la iniciación las oraciones son muy frecuentes. Las madres pasan largas horas rezando a los antepasados para que sus hijos no mueran durante la iniciación.

Hay una raza en Africa despreciada por los otros africanos, los pigmeos. Han sabido hacer una oración preciosa para el tiempo de la iniciación:

''Tú no eres el hijo de la noche De la noche profunda y pérfida Negra como el hollín de la cabaña ahumada Tú no eres el hijo de la noche Tú eres el hijo del día resplandeciente y claro El hijo de la tierra roja y generosa La tierra donde germinan los frutos sabrosos ... Tú eres el hijo del día resplandeciente y claro. No, tú no eres el hijo de la noche" 22.

Los pigmeos han sabido utilizar muy bien el símbolo de la noche y el día. La noche, en la literatura africana, significa muerte y tristeza. Hay que pasar por esta noche de sufrimientos para poder llegar al día claro.

Matrimonio. El matrimonio 'es también muy apreciado en Africa. Es la fuente de la fuerza vital:

"Que Dios haga un matrimonio feliz. Que de él salgan pies y manos (hijos).

Que Dios haga durar el fuego del amor. Que Dios les conceda el amor y la mutua comprehensión" 23.

En la oración podemos ver los fines del matrimonio. El fin principal del matrimonio africano eS la procreación. Además se pide el amor de los esposos. Fruto de estas dos cosas será la felicidad.

22 L. V. THOMAS a R, LUNEAU, O. c., p, 124. 23 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. c., p. 210.

r

ORACIÓN Y MÍSTICA EN ÁFRICA NEGRA 371

Muerte. También las oradones·fúnebres son muy abundan­tes. Los muertos van a una gran dudad. Allí viven bien al prin­cipio. Después van cayendo en un estado comatoso.

CONCLUSIONES

"Grande es la ciudad del mundo infernal A donde hasta los reyes deben ir Para no venir más" 24.

Después de este pequeño recorrido por la oración africana llegamos a las conclusiones siguientes:

1. El hombre africano ha tenido un gran espíritu oracional. 2. Hay muchas oraciones dirigidas a Dios. 3. Hay también oraciones dirigidas a los antepasados. 4. La oración más ,corriente es la de petición. Está dirigida

a Dios y a los antepasados. 5. Recurriendo a la filosofía africana se pueden determinar

los límites entre la oración de petición y la magia. 6. Hay también oraciones de alabanza. Están dirigidas a

Dios. A los antepasados no les dirigen alabanzas. 7. Hay oraciones para los momentos fuertes de la vida

del hombre: Nacimiento, iniciación, matrimonio y fu­nerales.

n. LA MISTICA AFRICANA

La mística africana está cargada de símbolos. En Africa no hay grandes disquisiciones racionales. Prefieren el símbolo. To­dos los habitantes del poblado tienen que saber el significado de los símbolos.

Una prueba de la importancia que en Africa se 'concede a los símbolos es la cuerda de los baregas. Estos hacen exá­menes de: los símbolos cada cierto tiempo. Ponen una cuerda a la entrada del poblado. De ella cuelgan los animales. Hasta 270 símbolos. El número 270 es simbólico. Son los días que pasa el feto en el vientre materno. Cuando el hombre quiere nacer a una nueva vida tiene que saber los símbolos que le ha­cen hombre nuevo. Si alguno no sabe responder tendrá que pasarse la noche o las noches fuera del poblado sin comer.

24 L. V. THOMAS y R. LUNEAU, O. C., p. 123.

37-2 MIGUEL GUTIÉRREZ

La simbología africana está basada en el princlpIo de se­mejanza. Si uno come carne de león se hará fuerte. Si come carne de liebre se hará ágil. Si come carne de tortuga se hará pesado.

Otras veces la similitud no proviene de los alimentos. Se intenta imitar o evitar las cualidades del animal. Si intento ser como la hiena seré estúpido. Si intento ser como el águila seré sublime y de grandes pensamientos. Si intento ser como el sapo tendré dos vidas.

Cuando el símbolo de los animales no sirve, se recurre a las máscaras. Las máscaras africanas no son para los días de carnaval. Están llenas de simbolismo. Cuando se quiere hacer resaltar la unicidad de Dios la máscara tiene un cuerno. La máscara de dos cuernos indica la doble vida del hombre, ma­terial y espiritual. La de siete cuernos indica la perfección bio­lógica. Cuando se quieren hacer grandes elogios del dominio de la lengua y del silencio la máscara no tiene boca.

También hay símbolos cósmicos y humanos en la mística africana. En ciertos momentos salen los maestros del látigo dis­ciplinandocon gran fuerza a los que se inician. El hombre, si quiere venir a la unión con la divinidad, tiene que pasar por el sufrimiento.

Otros hombres representan en la escena las lámparas ar­diendo. Son un símbolo de la iluminación divina. Cuanto más el hombre se acerca a Dios más se va escla.reciendo su vida.

El proceso místico va a llevar al hombre a la unión con Dios mediante el matrimonio. El hombre, en las últimas etapas, va perdiendo su virilidad y convirtiéndose en mujer. Así podrá casarse con la divinidad.

También se habla de la comida de la divinidad. Durante la iniciación bambara la divinidad desciende cubierta con la piel de un asno. Las hienas se la comen. Con la comida de la divi­nidad el hombre adquiere cualidades divinas.

PROCESO DE LA INICIACIÓN BAMBARA

En Africa se están haciendo famosas las iniciaciones bam­bara. Se han hecho estudios sobre otras iniciaciones 25. Después

25 La iniciación baluba ha sido estudiada por MULENGAYI LWAKALE, Initiation alri­caine et inttiation chrétienne, LeopoldvilIe, 1966. La iniciación en el Senegal la ha

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de haber reflexionado sobre todas ellas, la más completa me parece la bambara 26. Encierra un gran proceso místico.

La iniciación bambara tiene bastantes grados. Los más in­teresantes son el N'domo y el Kore. Ambos van en contra de una especie de pecado original africano que los bambara lla­man wazo.

Según la mentalidad bambara el hombre, cuando nace, es biológicamente perfecto. Tiene el número 7. El 3 de la virilidad y el 4 de la feminidad. Esta perfección biológica hace del bam­bara un narcisista. Se encierra en sí mismo. El wazo es el pe­cado original africano. El hombre no se abre ni a la sociedad ni a Dios. La iniciación bambara tendrá por objeto lograr que el hombre se abra a la sociedad y a Dios.

INICIACIÓN N'DoMO

El N'domo está dedicado a los mnos de unos 12 años. A esta edad van al campamento. Allí son recibidos por los inicia­dores. La vida en el campamento es dura. Comen mal. Duermen poco. Es un verdadero noviciado a la antigua.

El N'domo está dividido en diferentes grados. Todos ellos tienen por símbolo un animal: León, sapo, pájaro, pintada y perro.

En primer lugar se pone como ejemplo a los niños el león. El león es fuerte. Tiene garras potentes. Con ellas despedaza a los animales. Con ellas hace zanjas en la tierra.

La fuerza que tiene el león en sus garras la tiene el hom­bre en su 'espíritu. El león hace zanjas en la tierra, el hombre tiene que hacer zanjas en los misterios de la vida.

El león indica el método de entrar en el misterio. El sapo indica el misterio. El sapo tiene dos vidas, una infantil en el agua y otra adulta en la tierra. El hombre tiene también dos vidas, una infantil, antes de pasar por los ritos de la iniciación, y otra adulta, cuando el hombre se abre a la sociedad y a Dios. El sapo está indicando también al hombre que existe una vida

estudiado L. V. TROMAS en Cahiers des religions a/rlcalnes, 1 (1970), pp. 41-75. La /la comparado con las iniciaciones cristianas PASQUIER, Sociedad de iniciación. So­ciedad en busca de iniciación, en Concilium, núm. 142, 1979, pp. 171-187.

,6 D. ZARAN, Sociétés d'initiation bambara, le N'domo, le Kore, París·La Haya, 1960.

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aquí abajo y otra después de la muerte. El estado anfibio del sapo tiene cantidad de aplicaciones durante este período.

Los pájaros nos dan la composición del hombre. Viven en la tierra, pero vuelan en los aires. Simbolizan que el hombre tiene cuerpo, pero también espíritu.

El hombre tiene que ponerse en relación. El narcisista no es un ser relacionado. Tiene que ponerse en relación con el cosmos y 'con los hombres. El símbolo bambara de la relación cósmica es la pintada. La pintada está en relación con el sol y la tierra. Lo mismo tiene que hacer el hombre. Tiene que tener los pies sobre la tierra como la pintada y, sin embargo, volar a las alturas.

El símbolo de la relación con los hombres es el perro. El perro era una fiera. Era como el lobo y el chacal. Ha dejado su condición de fiera. Ha adquirido la sociabilidad. El hombre tiene que dejar sus antiguas posturas nar.cisistas y feroces para abrirse a la sociedad.

Mediante el símbolo de los animales los bambara intentan educar a los jóvenes. Es la pedagogía africana. En el campa­mento les repiten continuamente la lección. Tienes que ahondar en el misterio como el león mete sus garras en la tierra. Tienes una doble vida como el sapo. Tienes cuerpo, pero, sobre todo, tienes espíritu como el pájaro. Tienes que ponerte en relación con los principios de la generación, sol y tierra. Sobre todo, el hombre tiene que imitar la sociabilidad del perro.

EL KORE

El N'domo intenta hacer hombres. El Kore intenta hacer dioses. Un bambara no puede pasar a la categoría de Kore sin haber pasado antes por el N'domo. Para ser divinos antes hay que ser humanos. La simbología Kore es pre:ciosa. No intenta unir a Dios por las grandes meditaciones orientales. Tampoco usa los procesos de la mística cristiana. La mística africana recurre a los animales: hiena, buitre, colobes, león. Otras ve­ces recurre a las espinas (purificación) y al fuego (iluminación).

La hiena.' Los autores espirituales cristianos parten de la noohe. San Juan de la Cruz ha dado mucha importancia a las noches místicas. Al africano la noche cósmica no le dice nada.

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Tiene que buscar modelos concretos de la noche. Recurre a los animales. Para él el símbolo de la noche es la hiena. La hiena es un animal de la noche. Pocas veces se la ve durante el día. Duerme de día y come durante la noche.

La hiena es signo de ignorancia y de estupidez. En todos los cuentos y fábulas africanos es engañada. El mono y la ar­dilla la suelen engañar con frecuencia.

El africano ha tomado el símbolo de la hiena para mostrar el estado negativo del hombre antes de la iniciación. El hall"· bre tiene por meta la unión con la divinidad. Tiene que ir de­jando los defectos de la hiena.

El buitre. El no iniciado está en las tinieblas de la noche. También está cargado de defectos. Ansía los placeres de la tierra. Si hay en Africa un animal ansioso por encima de todos es el buitre. Apenas un animal ha muerto se presenta el buitre para comer. Come mucho. Después de haber comido no puede volar.

El buitre es símbolo del hombre antes de la iniciación Kore. Ha sido creado para volar a las alturas. Sin embargo, está tan apegado a los placeres de la tierra que no puede subir a las alturas.

El buitre simboliza al hombre que se desentiende de lo di­vino. Sólo quiere hablar de 10 terreno. En el saber humano es un maestro. Lleva al cuello un collar de alubias secas, símbolo de la sabiduría humana.

Los colobes. El colobes es el mono más hermoso conocido por los hombres. Se. mueve mucho. Tan pronto está en el suelo como encaramado en una rama. Por esta razón es símbolo de la animalidad y del espíritu.

Los colobes no tienen grandes defectos. Tampoco tienen grandes virtudes. Son el símbolo de un estado intermedio. Ni tiene los defectos de la hiena o del buitre ni las cualidades del león o d~l águila. En los cuentos es considerado como muy inteligente. Siempre sale ganando. Se ríe hasta de los grandes animales.

El mono es símbolo de la astucia. No es estúpido como la hiena. Sin embargo, no tiene la sabiduría divina. Esta no se alcanza con la astucia del mono, sino por un proceso doloroso.

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Los penitentes. Es curioso observar cómo en las religiones africanas entra la ascesis. Los defecíos de la hiena y del buitre hay que purificarlos por el dolor. Por esta razón, durante la iniciación, los hombres tienen que darse fuertes golpes con ra­mas espinosas.

En las religiones africanas no se llega a la muerte de las personas. Ni el Dios de Africa, ni los antepasados admiten vÍc­timas humanas. En Africa sólo puede hablarse de una muerte mística. El cuerpo tiene que estar amaestrado para que no im­pida la ascensión del espíritu.

La palabra Kore indica la muerte mística. Kore significa caracol. Este animalito tiene cuernos. Los cuernos del caracol no matan. Simbolizan que el hombre tiene que matar sus de­fectos TI.

Los maestros del látigo. En Africa también existe la puri­ficación pasiva. En la doctrina de San Juan de la Cruz es Dios el que purifica: Noches pasivas. En Africa la purificación no viene de Dios, sino de los hombres. Salen en escena unos hom­bres enmascarados con ramas d~ espinas. Comienzan a dar fuer­tes golpes sobre ,los que se están iniciando. A veces se les hace pasar por un sendero andando con las rodillas y las manos. Los maestros del látigo están a los lados. Cuando el iniciado pasa enfrente le dan fuertes golpes con las espinas. Los inicia­dos terminan con grandes heridas y cubiertos de sangre.

Con esta mortificación se intenta también el dominio de la lengua. En este período se usa la máscara sin boca, cuyo sig­nificado ya conocemos. El niño dice las cosas sin pensar. El iniciado tiene que saber dominar su lengua para no herir ni ca­lumniar a los otros hombres.

El profesor Griaule nos ha transmitido una oración Dogon para pedir las buenas palabras:

"Amma (Dios), nuestros cuerpos están inclinados ante ti. Nuestras manos están en nuestra espalda. Todos los hombres tienen las manos a la espalda. Sepulta en una tumba las malas palabras. Da a nuestra lengua buenas palabras. Da a la lengua de todos los hombres buenas palabras" 28.

Z7 ZAHAN, O. o., p. 330. '" Citado por GRAVRAND, La priere a/ricalne, en Studia Misslonalla, 24, 1975, p. 78.

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Lámparas de fuego. Cuando el .hombre ha mortificado sus deseos y su lengua entran los portadores de las lámparas de fuego. Están hechas con resina y pajas de mijo. Las lámparas de fuego simbolizan a Dios. Dios es luz y claridad. Esta clari­dad de Dios va penetrando en la noche del hombre. Es el guía del hombre. Los iniciados pueden cantar:

"Tu día es mi luz, Señor. Tu noche es mi luz. En tu luz todo es derecho" 29.

Las esteras desplegadas. El iniciado es un sabio. Tiene que comunicar la sabiduría a los demás. Esta comunicación está simbolizada por la estera.

En Africa hasta hace poco lo único que tenían para cu­brirse durante la nO,che era la estera. Durante el día las esteras estaban enrolladas. Por la noche se desplegaban. Una estera enrollada no sirve para nada. Desplegada sirve para guardarse del frío.

La estera simboliza al iniciado. Si conserva su ciencia para sí su sabiduría no sirve para nada. Si la comunica a los hom­bres será como la estera desplegada.

El león. El africano llega al último grado de la perfección. El símbolo tiene que ser grande. Se fija en los animales para ver cuál tiene las cualidades más sublimes. Ha escogido al león.

La hiena es la personificación de las cualidades negativas. El león es símbolo del día, de la luz, de la fortaleza. Es tran­quilo. No tiene enemigos. Los ha dominado a todos.

El hombre que ha recibido la sabiduría divina es el ser del día. Ya no tiene deseos desenfrenados. Su alma está en paz y tranquilidad 30.

La muerte de la hiena. El hombre no puede ser hiena y león al mismo tiempo. No puede ser noche y día. No puede ser estúpido y sabio. Por esta razón tiene que venir la muerte de todo lo negativo, la muerte de la hiena.

En el campo d~ la iniciación se da muerte a la hiena. Es el hombre viejo el que muere. Sin duda la muerte de la hiena

.9 H. GRAVRAND, O. e., p. 50. 30 D. ZAHAN, O. e., p. 361.

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nos lleva a una gran profundidad. Mircea Eliade nos habla de la muerte y de la resurreoción de los iniciados 31. En la inicia­ción bambara el hombr~ estúpido y vicioso es el que muere. Este hombre no resucita. Queda muerto para siempre. Por las purificaciones místicas 'ha ido cambiando d¡; figura. Se ha hecho un león. Es un s~r qu~ domina las tendencias y deseos de la animalidad 32.

El comerse la divinidad. A la unión con la divinidad se lle­ga mediante la comida. En la iniciación Kore la divinidad se presenta en la escena. ¿Quién se atreverá a comer la divinidad? Hay que cubrirla con algo. Será la divinidad, pero cubierta con la píel de un asno. La carne del asno es muy codiciada por las hienas. Estas se avalanzan sobre el asno. Le matan y se lo comen.

El africano piensa que comiendo carne de liebre se hace veloz. Comiendo carne de león se hace fuerte. Comiendo carne de tortuga o de caracol se hace lento. Comiendo carne de Dios se hace divino. Toma las cualidades divinas.

Zahan advierte la gran pedagogía divina. Para hacerse ape­tecible se conviert~ en lo más ansiado de la hiena, carne de asno 33.

La conversión en mujer. El más alto grado de unión con la divinidad ~s el matrimonio espiritual. Es curioso encontrar en la mística africana este grado de perfe,oción.

El bambara es muy realista. Concibe a Dios como masou­lino. ¿Cómo casarse con ~l hombre? Tendríamos una homo­sexualidad a lo divino. Para poder casarse con la divinidad el iniciado tiene que cambiar de sexo. Se toma el sexo femenino.

Zahan, que ha estudiado el tema con profundidad no duda escribir:

"estamos ante la unión, el matrimonio con Dios, un abrazo amo­roso entre el Creador y la creatura, una especie de identificación de la carne de dos compañeros. El hombre, a esta altura de su ascensión, se convierte en la mujer de Dios, en su esposa" 34.

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31 MIRCEA ELIADE, Iniciaciones m!stieas, Madrid, Taurus, 1975. 32 D. ZAHAN, O. e., pp. 330 Y 360. 33 D. ZAHAN, O. e., p. 192. 34 D. ZAHAN, O. e., p. 361.

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Matrimonio espiritual. El hombre ha ido purificándose. Ha dejado el estado de hiena. Ha sido iluminado por la claridad de Dios. Se ha convertido en mujer. Todos estos pasos tenían una finalidad, la unión con Dios por el matrimonio.

El alma se hace la esposa de Dios. Hay un cambio de atri­butos. El alma queda enriquecida por las perfecciones divinas.

Dios invita al alma a que deje las cosas de la tierra para gozar de su compañía: "Deja el trabajo, deja el trabajo. Vamos a dejarnos deslizar suavemente aquí" 35.

La unión d?l alma con Dios no es estéril. Dios se desposa con el alma para dar fruto. El simbolismo africano es muy realista aquí. Se habla de una defloración del alma por parte de Dios. Fruto de estos amores serán las virtudes, ciencia, pru­dencia, amor ...

LA VUELTA AL POBLADO

En algunas religiones el místico queda incapacitado para la vida práctica. En Africa, quien ha pasado por la vida mís­tica y el matrimonio espiritual vuelve a la vida cotidiana.

Al volver al poblado el iniciado es recibido con grandes pruebas de afecto. El proceso místico de una persona repercute en toda Ja comunidad.

Pasadas las fiestas, el iniciado vuelve al cultivo de sus cam­pos y al pastoreo de sus ganados. Algo lleva en sí. Tiene una personalidad diferente. Los habitantes del poblado le tienen en gran estima.

El iniciado intentará encontrar a Dios en los campos de mijo o en los rebaños de ovejas y de cabras. Siempre tendrá en sus labios aquella oración africana de fe y de paz:

"Los que creen en el Señor están en paz. No tiemblan en el sufrimiento, aunque es la noche" 36.

35 D. ZAHAN, O. o., p. 363. 36 H. GRAVRAND, O. o., p. 78.