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MISIONEROS REDENTORISTAS 1 Misioneros Redentoristas Año 61 / Revista Número 67 Julio - Agosto - Septiembre 2012 - ISSN 1692 - 3391

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M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 1

Misioneros Redentor i s tas Año 61 / Revis ta Número 67 Ju l io - Agos to - Sept iembre 2012 - ISSN 1692 - 3391

M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 3

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REVISTA: EL SEÑOR DE LOS MILAGROS EDICIÓN TRIMESTRAL DE LOS MISIONEROS REDENTORISTAS

CARRERA 14 No 3-62PBX (2) 228 2823 FAX 227 1021BUGA-VALLE- COLOMBIA

AÑO 61 / NÚMERO 67Julio - Agosto - Septiembre 2012

Director:Pbro. Gustavo Arias Gó[email protected]

Consejo Editorial:Equipo de Comunicaciones de la Basílica

Colaboraron en este número:P. Renato ÁlvarezP. Alberto AyerbeMons. Arcadio BernalP. Aicardo AlzateP. Rafael Prada

Fotografía:Archivo Comunicaciones Basílica de BugaLic. Fernando Leyes

Diseño: Alexander García RestrepoImpresos Richard

Casa Editora:Impresos RichardCalle 56 No. 5N - 59 Cali - ValleTel: 485 1683

Distribución:Comunicaciones Basílica de BugaTeléfono: 2282823

Visítenos en Internet:www.milagrosodebuga.com

Los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores

EDITORIAL

Basílica del Señor de los Milagros Buga - Valle

Colombia

testimonios de La Misericordia de dios

Mi testimonio Misionero

el año de la Fe

Homenaje al Padre Miguel Ferrero Aparicio

¿Mimar o castigar?

27 consejos para ver televisión

La misión itinerante

Las Manos del Abuelo

Rasgos Reveladores de LA Amistad

comunicaciones Basílica de Buga

Pasajes Bíblicos en verso ( caín y Abel)

Los Movimientos Fundamentalistasen la iglesia

¿cómo educamos a nuestros Hijos?

¿Se alejan los Jóvenes de la iglesia?

notibasílica

Xii congreso nacional de teología Moral

Píldoras de Sabiduría

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Me complace compartir con usted la edición 67 de la revista trimestral “El Señor de los Milagros”. Es nues-tro deseo y compromi-so desde la Basílica de Buga, apoyarle en su crecimiento espiritual y mantenerle informado del acontecer del San-tuario a través de este medio. Y a su vez, dar testimonio de la miseri-cordia del Señor con la publicación de algunos milagros que devotos y peregrinos han querido publicar.

Uno de los temas de Iglesia que profun-

dizaremos en la revista es el AÑO DE LA FE, que inicia el 11 de Octubre. Este tiempo ha sido propuesto por el Papa Benedicto XVI para que miremos la FE como la respuesta del creyente a la invitación que Dios le hace para relacionar-se con Él (Catecismo de la Iglesia Católica No. 1814).

Nuestra tarea y compromiso de cada día consistirá en descu-brir la fe como una res-puesta de amor al Hijo de Dios, quien “me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal 2,20).

El poder de la fe hace del corazón des-confiado un corazón abierto y dócil en las ma-nos de Dios; Recorde-mos que nada hay impo-sible para el que cree, la medida de los milagros es la medida de nuestra fe: si tienen fe como un

grano de mostaza, dirán a este monte “despláza-te de aquí allá, y se des-plazará” (Mt 17,20). La fe es un acto de confian-za absoluta en el Señor que logra dar sentido a la existencia aun en me-dio de las dificultades y del mismo pecado.

Jesús ha venido a recrear, a renovar y a liberar a la humanidad, por eso uno de sus sig-nos es la victoria sobre el mal, así nos lo cuen-tan algunos testigos de la misericordia del Se-ñor en las páginas inícia-

P. Gustavo Arias Gómez, CSsR.Director ejecutivo Comunicaciones Basílica de Buga

les de la revista.Sea el año de la

fe un formidable tiem-po de gracia para rea-vivar nuestra confianza en Dios nuestro Padre y vivir una espiritualidad más centrada en Jesu-cristo nuestro Señor de los Milagros, quien nos ha mostrado ese amor misericordioso de Dios.

Dios le bendiga y que disfrute, aproveche y comparta el contenido espiritual de esta edi-ción.

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DE LA MISERCORDIA DE DIOS

En el año de los 60 tenía el lado derecho paralizado, pagué una promesa de limosna y al otro día de pagar la promesa me alivié.

Tenía un hijo alcohólico y muy infiel con su esposa y cuando vine el año pasado (2011) a pagar la promesa al poco tiempo se regeneró.

Y un nieto que estaba en peligro salió ileso.

Estaba muy enferma, mi vida era imposible no podía ni caminar, me dolían las rodillas y me asfixiaba, un brazo que no podía mover, ni dormir, ni comer. Llegó mi hija y me dijo, madre vamos a la iglesia y como pude nos fuimos. Estando allá nos dieron un librito de 6 páginas para ayudar a la ceremonia, yo lo recé 3 veces y también recé el rosario 3 veces. Estando rezando sentía que me chuzaban la espal-da, como si lo hicieran con una cuchilla y le dije a mi hija, las señoras que están atrás me están chuzando, pero ella me sobó la espalda y me dijo que no, ellas están sentadas y no le estaban recostando nada. Pero esto siguió, entonces le pedí a papá Dios ayuda, me arrodillé, así no pueda pararme más, y luego estando arrodillada en la cara y los brazos me picaban como zancudos y le dije a mi hija por qué hay tantos zancudos si aquí hacen aseo todos los días, qué raro y ella me dijo no hay nada mami.

Terminada la misa le dije ayúdame a pararme hija que no creo poder hacerlo, y ella me cogió a levantarme, cuando estuve de pie ya no tenía nada, estaba totalmente curada.

GRACIAS MILAGROSO POR LOS FAVORES RECIBIDOS

GRACIAS SEÑOR PORQUE TÚ ME CURASTE

GRACIAS SEÑOR POR LA SANACIÓN DE MI NIETADoy gracias al Señor de los Milagros por la sanación de mi nieta, Leidy Giraldo de 11 años que tras un año de exámenes, los médicos descubrieron que tenía PTI (Purpura Trombocitopenia Idiopática). Una semana antes de entregar los resultados de los últimos exámenes para descar-tar una Lupus o Leucemia, asistimos a Buga a pagar la promesa que habíamos ofrecido por la sanación de la niña; a la semana siguiente que se llevó al médico para estudiar el resultados de los exámenes tuvimos la gran alegría que el médico informara que todos los exámenes eran negativos y declaró a la niña totalmente curada. Hoy damos testimonio del milagro recibido.

Abuela, Ligia ParraPalmira (Valle)

Abigail de Jesús Velásquez de Álvarez

Barbosa (Antioquia) B/ El Progreso

Enelia Sauca

Tampa Florida (Estados Unidos)

Leidy Giraldo

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Era una mujer estéril, no podía tener familia, pero le pedía al Señor de los Milagros con mucha fe que me ayudara y me regalara una hija o un hijo. Él me escuchó y me regaló una hermosa hija a los 44 años, nació el 4 de junio de 1997 a quien llamé Marly Guzmán Ortiz. Y cumpliendo los 3 años de edad vine a presentársela y a darle las gracias y hoy 17 junio con sus 15 años volví a presentársela y a darle muchas gracias por este regalo tan precioso que es la vida.

GRACIAS AL SEÑOR DE LOS MILAGROS POR MI HIJA

GRACIAS SEÑOR POR CURAR MIS ENFERMEDADES

GRACIAS SEÑOR DE LOS MILAGROS POR EL REGALO DE NUESTROS HIJOS

Soy fiel y devota al Señor de los Milagros. Te alabo y te bendigo por tantas bendiciones recibidas, por perdonarme mis pecados y curarme todas mis enfermedades. Fui curada de artrosis en mi rodilla derecha, curada del hueso rotador del hombro derecho, curada de la vejiga, curada de gastritis crónica con reflujo gástrico y de artritis deformativa de los dedos de la mano izquierda y mano derecha y pie derecho. Todos con diagnóstico por especialista. El día miércoles 6 de junio de 2012 me caí de una buseta cuando me fui a bajar y caí sobre el hombro derecho y sobre el brazo que estaba sano. Cuando me paré del suelo sentí que mi brazo se había zafado del hombro y el dolor muy fuerte y el brazo era como suelto, yo me asusté mucho pero vine pidiéndole al Señor de los Milagros que me favoreciera de una fractura, llegué a la casa que estaba más bien cerca me arrodillé y le pedí al Señor de los Milagros que me sanara mi bracito y me unté aceite del milagroso y el dolor fue pasando, gracias al Señor de los Milagros estoy sana, Él escuchó mis oracio-nes y me concedio todo lo que le pedi. Una hija no podía quedar embarazada y ya con 42 años, yo le pedí al Señor de los Milagros y a Santa Ana, madre de María, ya la niña nació tiene 9 meses goza de salud, yo le pedí al Señor de los Milagros que me concediera la gracia de ir a conocer a la niña. Viajé el 14 de diciembre de 2011, regresé el 14 de marzo del 2012 a Cali

Mi nombre es Marly Rocío Galindo Prieto tengo 31 años, soy Auxiliar de Enfermería y Laboratorio Clínico. Hace aproximadamente 5 años que vine a Buga a visitar al Señor de los Milagros con mi esposo para pedirle al Milagroso la gracia de ser madre, porque los médicos me habían diagnosticado esterilidad y la única forma de ser madre era por medio de la inseminación artificial e in-vitro; al mes de haberle pedido con mucha fe, quedé embarazada a la edad de 27 años y actualmente tengo dos hijos: uno de 4 años y el otro de 2 años, hermosos y maravillosos llenos de vida y salud y siempre los tenemos encomendados al Milagroso. Y es por este milagro que damos testimonio para que muchas personas de poca fe se den cuenta que hay un Dios vivo que todo lo puede y lo único que hay que tener es mucha fe y esperanza; gracias papito Dios “Señor de los Milagros” te amamos mucho.

María Limbania Ortiz

Florencia – Caquetá

María Eveth Gallego

Santiago de Cali

Marly Rocío Galindo

Teruel (Huila)

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Doy fe, yo, Consuelo Carmona Salazar, sufría según los médicos de Párkinson, siguiendo un tratamiento durante 8 años me libré de una operación, hice todos los exámenes con los médicos especialistas y me dijeron que ya no hay necesidad de cirugía porque la enfermedad desapareció; me dio mucha alegría escuchar este resultado. Le doy gracias al Señor de los Milagros cumpliendo con la promesa de agradecimiento.

GRACIAS SEÑOR DE LOS MILAGROS POR MI SALUD

EL SEÑOR ME REGALÓ UN CORAZÓN NUEVO

Consuelo CarmonaHéctor Flores

Sabaneta AntioquiaSantiago de Cali

Este año estoy cumpliendo dos años de trasplante de corazón, gracias a que Dios me lo regaló de un niño de 16 años, esto se lo debo al Señor de los Milagros de Buga.

Las Bodas de Oro Sacerdotales son para mí un motivo especial de ACCION DE GRACIAS. Gracias, en primer lugar a Dios lleno de bondad y misericordia que se dignó escogerme

y llamarme al Sacerdocio en Jesucristo. En efecto Dios es el origen y fuente de todo bien.

Gracias a la Comunidad de Misioneros Redentoristas que me dieron acogida y me prodigaron los estudios religiosos en Sevilla, Popayán Cuenca y Bogotá, donde recibí

la Ordenación Sacerdotal el 25 de abril de 1962. Gracias a mi familia que fue una escuela de fe, de responsabilidad y aceptó desde un principio mi decisión de ingresar al seminario. A todos mis formadores y compañeros mil gracias en el Señor.

El Papa Benedicto XVI nos dice en su Encíclica SPE SALVI No.1 “Nuestro Señor Jesucristo es la “Esperanza fiable para afrontar nuestro presente, aunque sea fatigoso” con tal de lograr la meta de la redención del mundo “.

“Nos llamó para ser profetas en medio de las naciones y nos consagró con la fuerza del Espíritu Santo para configurar-nos con Cristo, hacer la voluntad del Padre y salvar a la humanidad. Por eso el Presbítero participa de la vocación de Jesús: fortificar, santificar, orientar y enseñar al Pueblo de Dios en el camino de la salvación”.

Lo reconoció Pablo “Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mi a su Hijo, para que le anunciase entre los hombres” Gal 1,15. Para Pablo fue un imperativo: “¡Ay de mí si no evangeli-zare!” 1Co 9,16 Desde el Seminario de Sevilla yo tenía muy claro que la vocación era un don gratuito de Dios para ser sacerdote, misionero, redentorista.

Tres aspectos de un mismo don que gracias a Dios, a mi familia, a mis formadores, a la Comunidad Redentorista he logrado realizar con alegría y entusiasmo durante toda mi vida.

BODAS DE ORO SACERDOTALES

Mons. Álvaro Efrén Rincón AL SEÑOR DE LOS MILAGROS DE BUGA

Primero en Manizales como profesor durante 5 años y uno de Rector.En Bucaramanga como Párroco llevando una obra muy satisfactoria en pastoral social, pastoral con la Legión de María, celebración de los sacramentos.

En San Gerardo 1971 en compañía del ahora Monseñor Arcadio Bernal.Pero llegó el día añorado siempre: las misiones entre indígenas.

El Padre Provincial, Hernán Arboleda me mandó al Vicariato del Putumayo el 4 de enero de 1974. Me dijo: “vaya por seis meses”. Monseñor Mantilla me recibió con cariño y me asignó la Parroquia de Santiago, alto Putumayo, como el lugar de mi apostolado. Los indígenas Ingas eran la mayoría de los habitantes. Me dije: “Aquí es mi sitio de misionero”. En todo sentido. La pobre planta eléctrica daba luz para unas pocas bombillas, No había TV, no tenía carro, sino un caballo llama-do “Huracán” para ir a las veredas. Una buena cristiana me llevaba la comida en un portacomidas. Sin sacristán, sin secretaria, pero con mucha alegría porque los indígenas me llevaban, con mucho cariño, “los camaricos”: huevos, papas y frutas, con beso y bendición incluidos.

Dos años maravillosos y comencé a rodar por todo el Putumayo desde Sibundoy hasta Mayoyoque la cola del Vicariato. Recuerdos en San Francisco, Mocoa, Villa Garzón, Puerto Asís, La Hormiga, Villalobos. Los seis meses se convirtieron en 24 años pasados con mucha alegría.

Pero los designios de Dios son inescrutables. El 22 de diciembre de 1999 el Santo Padre, Beato Juan Pablo II, me nombró Vicario Apostólico de Puerto Carreño (Vichada). Mi vida cambió totalmente. Los Llanos Orientales fueron mi misión con el mismo entusiasmo y empeño. Encontré gente maravillosa, acogedora, cariñosa, colaboradora, para iniciar la funda-ción del nuevo Vicariato encomendado por el Papa a la Comunidad Redentorista. Allí cumplí los 50 años de sacerdocio que ahora celebro con una acción de gracias a Dios y a todos mis amigos. En la Comunidad de Buga encontré acogida fraternal, y a los pies del Milagroso que me sanó de un cáncer en el colon. Doy este testimonio con toda mi gratitud al Milagroso de Buga. Ahora estoy muy bien.

El Beato Juan Pablo II en su visita a Ars, decía: “El sacerdote realiza una parte esencial de su misión en el confesionario”. Por este motivo me siento muy complacido y realizado como Obispo y sacerdote en la atención misericordiosa de los peregrinos con el amor perdonador de Jesús. Es una misión continuada con los más pobres y necesitados a los pies del Señor de los Milagros de Buga.

Pendiente de esa cruz ensangrentada te encuentras ¡Oh! Jesús, mi Dios clemente,

viendo a tu pueblo con fe acrisolada en actitud humilde y reverente, elevar hoy al cielo su plegaria de amor y gratitud ferviente.

Señor de los Milagros, buen Rabino,con tus brazos inmensamente abiertosprotege a Colombia, señálale el camino

no dejes que se nuble su destino.

DOLORES UNIGARRO DE CHAMORRO

Cuánta falta le hace a tu pueblo Rey Divino,esa paz de que fue cuna en otros tiempos,

tus labriegos Señor, tu gente buena: sólo esperán de ti, misericordia.

Permíteles Señor, reclinar sobre tús pies la frente

a quienes te quieren sin medida, y guárdalos en tu costado para siemprehasta que llegue la eterna despedida.

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Mi nombre es Ca-mila Andrea Rodríguez Socha, tengo 9 años de edad. Vivo en Bogotá, con mi papá mi mamá y mi hermana mayor. Al poco tiempo de nacida mis pa-dres me llevaron a bauti-zar y como ellos son laicos redentoristas, desde muy pequeña mi hogar era y es la Iglesia, por lo cual siem-pre he estado rodeada de muchas personas que en su corazón llevan a Jesús y me han ayudado a vi-virlo a lo largo de mi vida. En mi parroquia se vene-ra la imagen del Señor de los Milagros de Buga, y se celebra con gran alegría los días 14 de cada mes, desde pequeña he amado a Jesús en esta hermosa imagen, a quien con cariño le digo mi Negrito.

Pertenezco a la In-fancia Misionera de la pa-rroquia San Alfonso María de Ligorio, desde el año 2008 y quiero compartir

con ustedes misioneros mi testimonio de vida. En la revista de la Infancia Misionera de Julio/Agosto del año 2009, escribí, para contar que el Señor de los Milagros me amaba y que por eso estaba viviendo su amor en la enfermedad y que me había permitido recibirlo en la Sagrada Eu-carística, a mi corta edad. Hoy, agradecida quiero de-cirles que Dios me ha dado una madre que ha sido en mi enfermedad un ángel que me ha ayudado a so-brevivir aquí en la tierra., junto con mi padre.

Cuando tenía 3 años, muchas veces me enfermé y mis padres me llevaron a muchos médi-cos hasta que un día les dijeron que yo tenía Leu-cemia o cáncer en la san-gre, en ese momento yo dije a mi mamá que si ella lloraba yo lloraba y eso no estaría bien, que ¿dónde estaba nuestra fe?

Esta enfermedad hizo que mi papi, mi mami, mi hermana mayor, mis abuelos, tíos y yo nos unié-ramos mucho a Jesús, así que cuando estaba muy mal, tomaba agua bendita, rezaba el rosario y mejora-ba, después decía: “gra-cias a Dios, Amén, Dios me ama y yo también”. “Señor, si quieres puedes

curarme.” Ya me sabía todas

las oraciones inclusive el credo, lo cual admiraban todas las enfermeras. Me pusieron en el pecho un aparato llamado catéter por el que me hicieron muchas quimioterapias. Aprendí que solo estando en Cristo se pueden supe-rar las dificultades, solo aceptando su voluntad y esperando de su inmenso amor; y así aprendí que no hay que temer a la muerte porque ese día veré a DIOS y allí junto con él viviré la eternidad.

Al mirar la imagen del Señor de los Milagros, ver sus llagas, los clavos, pensar en todo el dolor que Jesús experimentó con su muerte en la cruz, me ayudaba al ver que mi dolor era muy poco, o me-jor no era nada, compara-do con todo lo que él ha-bía sufrido por el perdón de nuestros pecados.

Estando hospitaliza-da aprendí a leer y a escri-bir, que son 2 de mis activi-dades preferidas. Cuando podía ir al colegio no era fácil porque mis profeso-ras, unas me cuidaban y otras no me tenían pacien-cia, y mis compañeras me molestaban mucho por-que estaba calva, por eso mis padrinos me regalaron

una peluca la cual tuve que usar mucho tiempo.

Esta linda experien-cia de sentir tan cerca a Jesús en mi enfermedad, me hizo dar muchas ganas de recibirlo en la Eucaris-tía, yo era muy pequeñita, pero sentía la necesidad de tenerlo en mi corazón, así que el provincial de los redentoristas y el párroco de San Alfonso María de Ligorio me concedieron el permiso para preparar-me a recibir a Jesús Euca-ristía cuando solo tenía 5 años de edad y ese día de mi primera comunión no usé peluca, porque me presentaría ante Dios tal como él quería que yo es-tuviera, calva.

En la Infancia Misio-nera me enseñaron a ofre-cer mi dolor por tantos ni-ños y niñas del mundo que están en peores condicio-nes que yo, que Jesús no solo iba a estar en mi cora-zón, sino que también en el de muchos niños y que yo los podía ayudar con mi sufrimiento y mi oración.

Muchas veces en mi oración le dije a Jesús “Señor si quieres puedes curarme” y hoy con ale-gría quiero contarles que el Señor de los Milagros de Buga me ha dado la opor-tunidad de seguir vivien-do mi vida de misionera,

porque ya los médicos han dicho que estoy bien y que requiero de contro-les médicos pero ya no tengo más medicamentos. Con inmensa alegría pue-do decir que ha sido Jesús quien con su amor me ha sostenido y acompañado y quien ha curado mi cuerpo y mi alma, dándome así la oportunidad de estudiar y ser una niña normal como tantos niños y niñas del mundo.

Mi gran deseo es hacer que muchos conoz-

Señor de los Mila-gros, tú me diste la salud y te doy gracias por todo lo que me das y por todo lo que me has enseñado en mi enfermedad, conocer que la confianza y solo la confianza en ti, es lo que nos da la tranquilidad para soportar el dolor, y las difi-cultades, yo sé que todos merecemos una segunda oportunidad y tú me la diste Señor, yo sé que tú siempre estas a mi lado y de cada uno de mis herma-nos, te amo Señor, porque comprendí que esta opor-tunidad es para conocerte más y darte a conocer a mis hermanos especial-mente los enfermos y los que sufren; Señor de los Milagros te quiero, de-cir que, te doy gracias por todo, porque en el dolor aprendí que somos débiles pero que tú nos fortaleces.

Coro: Te dije mu-chas veces ¨Señor si quie-res puedes curarme¨ y hoy puedo decir a todos, Jesús tú me diste la salud,

Gracias por haber-te presentado a mi lado y compartir conmigo mi do-lor y hoy quiero compartir con todos la alegría de re-cibirte en la Eucaristía, por-que Señor de los Milagros tú eres la fuente del agua viva, solo así compren-dí que no hay temor a la muerte porque ese día me encontraré contigo para vi-vir la eternidad.

Madre del Perpetuo Socorro, gracias por estar junto a mí, como con tu hijo en la cruz, compartiste mi dolor y ahora mi alegría de vivir mi compromiso de ser discípula y misionera de tu hijo por siempre.

can a Jesús y no le aban-donen. La experiencia de Jesús en mi vida se puede resumir en que solo acep-tando la voluntad de DIOS en nuestras vidas encon-traremos la razón de vivir y de servir a los que nece-sitan de nuestro trabajo, que en la oración dialoga-mos con Jesús y él con su palabra nos guía en cada instante de la vida sea di-fícil o no.

Hoy y siempre le daré gracias al Señor de los Milagros de Buga por

haberme sanado, por mi familia, por el mundo, por todas las cosas bellas que ha creado, por mi vida por-que aún me la conserva y me tiene aquí para seguir ayudando a muchos niños que sufren y haciendo que muchos le conozcan.

Queridos niños, ni-ñas, adolescentes y adultos misioneros, amemos a Je-sús Misionero y a nuestra Madre del Cielo, Nuestra Señora del Perpetuo Soco-rro. Los invito a orar para que haya muchos misione-

ros que anuncien el evange-lio y para que nosotros no tengamos miedo de hacer todo por y para Jesús y para que lo recibamos siempre en la Eucaristía, porque Él es el alimento que nos sos-tiene y que da Vida Eterna.

Muchas gracias Se-ñor de los Milagros, te amo con todo mi corazón.

Jesús Tú Me Diste La Salud

Mi TestimonioMisionero

ORACIÓN

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El 11 de octubre de 1962 el Papa Juan XXIII in-auguraba solemnemente el Concilio Vaticano II, el acontecimiento más im-portante de la Iglesia Ca-tólica en los últimos siglos, incluyendo el Concilio Va-ticano I, celebrado el siglo XIX bajo el pontificado de Pío IX. Como lo había ex-presado Juan XXIII, se tra-taba del “aggiornamento” de la Iglesia, de ponerla al día, de acuerdo a los signos de los tiempos. A pesar de haber pasado 50 años, podemos decir que el Concilio no se aplicado en toda su riqueza; más aún, la mayoría de los ca-tólicos poco o nada lo co-nocen.

El Papa Benedicto XVI quiere conmemorar estos cincuenta años ce-lebrando el Año de la fe, que irá del 11 de octubre de 2012 hasta el 24 de no-viembre de 2013, fiesta de Cristo Rey. El comienzo de este Año de la fe coin-

cidirá con el Sínodo de los Obispos, cuyo tema será La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, tema que quiere responder sobre todo al alejamiento de la fe en te-rritorios que en otro tiem-po florecieron y dieron maravillosos frutos de vida cristiana y de expansión misionera, como varios países de Europa Occiden-tal (Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, España, Austria, etc.) y que ahora sufren los rigores de un in-vierno en su vida cristiana.

Si a ello unimos la Conferencia de Aparecida del año 2007, enfocada toda ella a despertar la fe del pueblo católico latino-americano para que sus miembros sean discípulos y misioneros de Jesucris-to, vemos un conjunto de esfuerzos de la Iglesia por la renovación de su vida y misión ante una cultura cada día más alejada de Dios.

Podemos afirmar que el deseo del Papa es que vayamos al centro, al núcleo de la vida cristiana, que es Jesucristo, Camino, Verdad y Vida para la hu-manidad. Para celebrar el Año de la Fe, el Papa ha publicado la Carta Apostó-lica Porta fidei (La puerta de la fe), pues ésta “intro-duce en la vida de comu-

nión con Dios y permite la entrada en su Iglesia… Se cruza este umbral cuando la Palabra de Dios se anun-cia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma” (n. 1). Este camino tiene su comienzo en el bautismo, pero, por desgracia, este sacramen-to no ha significado para muchos una vivencia de la fe; al contrario, terminan viviendo en una cultura alejada de la fe. Quizás se preocupan mucho en tra-bajos sociales, pero no ex-perimentan la centralidad

de Jesucristo, no escuchan su Palabra ni se alimentan de la Eucaristía. “La pre-gunta planteada por los que escuchaban a Jesús es también hoy la misma para nosotros: ¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?” (Jn 6,28). Sabemos la respuesta de Jesús: “La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado” (Jn 6,29). Creer en Jesucristo es, por tanto, el camino para po-der llegar de modo defini-tivo a la salvación” (n. 3).

En el Documento de Aparecida se insiste en “la experiencia personal de Jesucristo” como fuente indispensable para vivir como discípulos y misione-ros suyos. Pero esta expe-riencia personal no es una simple emoción o un mero sentimiento. Supone y exi-ge un conocimiento de su persona y una aceptación de su Palabra en comu-nión con los otros discípu-los y misioneros, es decir, de la Iglesia. Por eso, en el Año de la Fe se insistirá mucho en el Credo o Sím-bolo de los Apóstoles y en el Catecismo de la Iglesia Católica, fruto del Concilio Vaticano II. Ya Pablo VI, en el Año de la Fe, en 1967, a los 19 siglos del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo, había proclamado el Credo del Pueblo de Dios, que muchos critica-ron porque pensaban que, después del Vaticano II ya no existían contenidos in-mutables de fe (n. 5).

No se trata de leer y aprender una serie de doctrinas religiosas, sino de aceptar a Cristo como fruto de la admiración y el amor que nos produce,

y por lo mismo, conocer y aceptar con alegría su Palabra y sus enseñanzas, que la Iglesia ha meditado y transmitido. Sin amor, nuestra fe será árida y estéril. La fe es la acepta-ción gozosa de Jesús y de su mensaje, que la Iglesia procura conservar íntegro y fecundo.

El Credo o Símbolo de los Apóstoles es el resu-men de lo que creemos, y la Iglesia lo ha conservado igual a lo largo de los siglos como muestra de fideli-dad amorosa a su Señor y Salvador. Por eso, es muy importante que lo conser-vemos y lo proclamemos tal como es. Por desgra-cia, no pocos ministros de Dios acuden a otras propuestas, que pueden ser muy buenas, pero que muchas veces no pasan de ser opiniones o realidades que comprobamos sin ne-cesidad de tener fe. Con razón advertía el Cardenal Ratzinger en 1990: “La opi-nión sustituye a la fe. Y de hecho en las jornadas de fe originadas autónoma-mente que yo conozco, el significado de la expresión “creo” no va más allá del

significado de “nosotros pensamos”.

Siguiendo el ejem-plo de la Carta a los He-breos en el capítulo 11, donde presenta una se-rie de testigos de la fe en el Antiguo Testamento, el Papa trae en su Car-ta Apostólica una serie de testigos de la fe en el Nuevo Testamento: “Por la fe, María acogió la pa-labra del ángel […], siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario […]. Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro. […]. Por la fe, fueron por el mundo entero, siguien-do el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura […]. Por la fe, los discípu-los formaron la primera comunidad […]. Por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio […]. Por la fe, hombres y mujeres han consagrado su vida a Cristo […]. Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nom-bres están escritos en el libro de la vida (cf. Ap 7,9; 13,8), han confesado a lo largo de los siglos la belle-

za de seguir a Cristo Jesús allí donde se les llamaba a dar testimonio de su ser cristianos: en la familia, la profesión, la vida pública y el desempeño de los caris-mas y ministerios que se les confiaban” (n. 13). Contem-plando a estos testigos, comprendemos mejor qué es la fe y cómo ella unifica y orienta toda la vida.

La fe auténtica se manifiesta en el amor a los hermanos, especialmente a los pobres; de lo contra-rio, es una fe muerta. Se ratifica en el testimonio: “Tratando de percibir los signos de los tiempos en la historia actual, nos com-promete a cada uno a con-vertirnos en un signos vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo. Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que, iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son ca-paces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, esa que no tie-ne fin” (n.15).

M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S 11

EL AÑO DE LA FELA VOZ DEL PAPA

Mons. Arcadio Bernal

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Vino, vio y cre-yó en el Señor de los Milagros de Buga, y se entregó durante 9 años, como rector de la Basílica, a poner el actual piso, hizo la cripta y modernizó todo el convento de la comunidad redento-rista.

Nacido en Espa-ña en Zuares(sic) del Páramo el 7 de octu-bre de 1921, pronun-ció sus votos como redentorista el 24 de agosto de 1940, y fue ordenado sacerdote el 3 de febrero de 1946. Después de agotarse literalmente en ser-vicio del Señor de los Milagros, los superio-res lo trasladaron a Valencia, Venezuela, en donde murió a los 71 años el 8 de marzo de 1992. Sus restos, por su expresa volun-tad, están en la cripta

por él mismo construi-da bajo el camarín del Señor de los Milagros.

En abril de 1960 se había creado la Provincia redentorista colombiana, uniendo todas las casas que había en la nación. El Padre Miguel Aparicio, quien vino de Europa como profesor del Se-minario Menor, reci-bió orden de traslado a Buga, y llegó con el entusiasmo que lo ca-racterizaba y con to-das las cualidades que le había dado el Señor. Su desilusión al ver la santa imagen del Mi-lagroso fue grande, pues él pensaba hallar una obra de arte y de belleza física, y no la negrura de los críme-nes y pecados de toda la humanidad, cubier-ta por la sangre divina de Jesús que bajó del cielo para perdonar-nos y salvarnos. Hasta pensó y propuso llevar la imagen sagrada a la capilla interna, y traer de Europa un Cristo hermoso, físicamente hermoso.

Pero el mismo Señor de los Milagros tenía que convencerlo y convertirlo, para que

fuera su ferviente de-voto.

Al mes de haber llegado el Padre Apa-ricio, llegó un pobre muchacho de unos 14 años, venido de Alma-guer – Cauca, llamado Aldemar Valencia. Una de sus piernas era del-gadita y caminaba en muletas, sosteniéndo-se en una sola pierna, pues la otra no le ser-vía sino para moverla al aire. Traía sobre el pecho un hoja papel oficio, enmarcada con vidrio en la que el al-calde de Almaguer certificaba la pobre-za del muchacho, hijo único de una mujer viuda. Se le dio, pues, hospedaje gratuita-mente y Aldemar se confesó con uno de los Padres de la Basíli-ca. Al día siguiente, día ordinario de semana, oyó las dos Misas que se celebraban en ese entonces a las 7 y a las 8 de la mañana, y co-mulgó en una de ellas. Después de la segun-da Misa, el Hermano Domingo, que así se llamaba el sacristán de ese entonces, abrió el camarín para que los devotos del Mila-groso subieran a ve-

nerar la santa imagen. Aldemar subió en sus muletas y se echó en el suelo con ellas para rogarle al divino Señor. Pasados unos diez mi-nutos o un cuarto de hora, se oyeron unos gritos:”Milagro, Mila-gro”. Corrí entonces yo que estaba muy cerca de la sacristía y ví a Al-demar andar sin mu-letas perfectamente, pues las había dejado ambas en el camarín, como testimonio del milagro.

Oyendo la grite-ría llegó también el Pa-dre Miguel F. Aparicio, con máquina de foto-grafía y lo primero que hizo fue enfrentarse con el muchacho, Al-demar, para decirle: “Tú eres un farzante, nos estás engañando”. Él le contestó:”Padre, diga lo que quiera, yo vine a pedirle al Mila-groso que me curara porque tengo que tra-bajar por mi madre. Y el Señor me curó”.

Posteriormente el Padre Aparicio es-cribió al párroco de Almaguer para pedirle firmas que certificaran la invalidez comple-ta de Aldemar, y si en

HOMENAJE AL PADRE MIGUEL FERRERO APARICIO

realidad estaba com-pletamente bueno de ambas piernas. Vinie-ron bastantes firmas, atestiguándolo todo. Ese fue el momento en que el Padre Mi-guel Aparicio se volvió fervorosísimo devoto del Señor de los Mila-gros, trabajando por él, por su gloria y ho-nor durante los 9 años en que fue rector de la basílica.

Estando ya en-fermo, muy enfermo en Valencia, Vene-zuela, en la casa de los redentoristas, me escribió una carta, di-ciéndome que lo úni-co que pedía cuando muriera como fiel re-dentorista, era que trajeran a Buga sus restos para ponerlos en la cripta construí-da por él mismo a los pies del camarín del Milagroso. Después de 5 ó 6 años de su fa-llecimiento se pudie-ron traer los restos del Padre Aparicio, para que con otros santos Padres y Hermanos re-dentoristas siga a los pies del Señor de los Milagros, esperando el triunfo glorioso de la resurrección.

Misionero Redentorista y Rector de la Basílica1963 a 1972

Por el P. Alberto Ayerbe, CSsR.

M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 1514

Cuando la mayoría de nosotros fuimos edu-cados, nuestros padres seguramente no se hicie-ron la pregunta de si era mejor educar con mimos, premios y caricias, o mejor utilizar el regaño, el cas-tigo y, a veces, la fuerza. Ellos lo hicieron lo mejor que pudieron, “como les dictaba el corazón”; y mez-claron un inmenso amor con prácticas que hoy en día pueden ser tildadas de violentas y agresivas. El re-sultado fuimos nosotros, tales como somos: con ese gran amor a la familia y al mismo tiempo con una agresividad escondida y un miedo a la autoridad.

¿Qué dicen los estu-dios psicológicos actuales? En cierta manera dan la ra-

zón a la extraordinaria in-tuición de Sigmund Freud, para quien los primeros cinco años de vida eran definitivos en la formación de la personalidad huma-na; sólo que ahora esa afir-mación es sostenida por innumerables estudios de campo y de laboratorio. Sí, los primeros años de vida, especialmente los tres primeros, son la base de nuestra vida futura, y las relaciones que hagamos en ellos son fundamenta-les para nuestro desarrollo como seres humanos.

Esto no significa que el ser humano quede “anclado” irremediable-mente a lo que suceda en esos años, ni que no pue-

da cambiar, o que quede condicionado inexorable-mente a las experiencias vividas en ese tiempo. Sig-nifica solamente que esas experiencias vividas son las más importantes de la vida y que si queremos cambiarlas debemos hacer un gran esfuerzo ayudados expresamente por un nue-vo ambiente favorable.

Bien. Vamos a distin-guir, para mayor claridad, los tres primeros años de vida y los años siguientes. En los primeros tres años de vida (podríamos decir también cuatro años) es importante que los pa-dres, especialmente la “fi-gura materna”, manifies-ten todo el cariño posible

al niño (a). No hay límite ni exceso en esa época. No es momento para castigar, para amenazar, para gritar, ni para comenzar a educar al niño con privaciones y cosas parecidas. Hay que hacerlo sentir “seguro” o “segura”, esto es, darle la oportunidad de que expe-rimente una relación afec-tuosa con una figura que siempre le esté cercana y le satisfaga sus necesida-des y deseos. Esta expe-riencia de seguridad dará al niño la posibilidad de, más tarde, sentirse seguro él mismo y poder enfren-tarse al mundo con más independencia y sin tantos temores. Parece una pa-radoja: mimar al niño en

este tiempo, es prepararlo para su independencia fu-tura, no es convertirlo en un ser flojo y débil.

Los buenos padres, los que ponen buenas ba-ses, son los que ofrecen una experiencia de “apego seguro”, que en términos sencillos significa tratar de responder a las nece-sidades y deseos del niño y no “a las necesidades y deseos propios”. Un ejem-plo: un buen papá o una buena mamá es aquel o aquella que en medio de la noche responde al llan-to de su hijo de 2 ó 3 años y no lo deja que continúe llorando “porque, como falsamente se supone, hay que acostumbrarlo a que no llore de noche”.

Otra cosa es a par-tir de los tres o cuatro años. Se puede entonces comenzar la educación a base de pequeñas priva-ciones y contradicciones a sus comportamientos no adaptados. Ya el niño ha adquirido la experiencia de “base segura” y aho-ra puede convertirla en

“puerto seguro” al cual referirse, pero del cual ale-jarse para conquistar su individualidad y libertad. Ejemplo: el niño mayor de tres años que se empeña en hacer “berrinches”, y sus padres que, sin herir sus sentimientos, le ponen como “costo de respuesta” el no ver esa tarde su pro-grama televisivo favorito de dibujos animados. De esta manera el niño siente que sus padres continúan siendo “base segura”, pero que él debe adecuar sus comportamientos para adquirir una manera socia-ble, adecuada e indepen-diente de relacionarse con los demás.

Ya el lector se habrá dado cuenta que hemos insistido en no humillar, herir sentimentalmente, golpear físicamente, ni condicionar afectivamen-te el cariño al niño por parte de sus padres. Esto nunca, porque destruye la experiencia de “base se-gura”. Los castigos físicos y emocionales no cambian la conducta desadaptada

sino que retardan su apa-rición. Es mejor utilizar un “costo de respuesta” que consiste en, respetando siempre los sentimientos del niño, hacerle com-prender claramente que su conducta desadaptada tiene un costo y que debe pagarlo para poder vivir en sociedad. Sobra decir que el “costo de respuesta” debe ser proporcional a la conducta desadaptada.

Tal vez sean nues-tros sentimientos de rabia, orgullo herido, fastidio,

cansancio, deseos de “sa-lir con la nuestra” lo que impide, la mayoría de las veces, que nuestros com-portamientos correctivos de adulto tengan un buen resultado al querer cam-biar los comportamientos desadaptados de nues-tros niños. Por eso utilizar el “costo de respuesta” cuando estamos altera-dos, no sirve de gran cosa; y si castigamos ofendiendo a nuestros hijos, en vez de ayudar estamos destru-yendo su futuro.

Bien, resumiendo: amemos y mimemos nues-tros hijos (besos, abrazos, caricias etc.) todo lo que podamos en los primeros años. No hay problema ni exceso en mimarlos. Después de los tres años comencemos a utilizar el “costo de respuesta” fun-damentados en una acti-tud amorosa de respeto y cariño por ellos. Así garan-tizaremos -en lo que está en nuestras manos- una felicidad emocional a los seres que más amamos: nuestros hijos.

¿Mimar o castigar?Hay que hacerlo sentir “seguro” o “segura”, esto es, darle la oportunidad de que experimente una relación afectuosa con una figura que siempre le esté cercana y le satisfaga sus necesidades y deseos.

P. Rafael Prada, CSsR.

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Reproducimos a con-tinuación un documento que consideramos de sumo interés para nuestros lec-tores. La lectura de los 27 consejos nos hace reflexio-nar sobre el uso de la televi-sión. Si los seguimos, logra-remos que la televisión esté a nuestro servicio y no ser esclavos de ese medio de comunicación.

El documento ha sido elaborado por FEDEPA-DRE, asociación que reúne a 150 mil familias chilenas. Aquí, sus 27 consejos para ver TV.

Los padres debemos enseñar a nuestros hijos, tanto a ver espacios televi-sivos enriquecedores, como a no ver aquellos que pue-dan ser inconvenientes o que puedan afectarlos en su desarrollo integral como personas. Si los padres no enseñamos a ver televisión a nuestros hijos, ¿quién lo hará por nosotros?

Podemos enseñar a los hijos a que no hay que “ver televisión”, sino que ver programas de televisión. Así podremos desarrollar la capacidad de selección y de discriminación, que los habilitará para ver aquello que nos conviene y no mi-rar aquello que no nos con-viene ver. Debemos pregun-tar a nuestros hijos ¿Qué programa quieren ver?, en lugar de ¿Quieren ver tele-visión?. No olvidemos que la televisión utilizada con el criterio de ayudar a la edu-cación de los hijos puede ser una herramienta muy eficaz.

Para crear un criterio de selección al momento de ver televisión, es preci-

so evitar tener prendida la televisión cuando no hay nadie viendo un programa determinado. Siempre es positivo preguntarse: ¿Es necesario que en este mo-mento esté prendido el te-levisor?. Cuantas veces la televisión permanece horas funcionando sin que nadie esté realmente viendo un programa determinado. Si la apagamos, cuando no es necesario que esté pren-dida, no solo ahorramos energía y dinero, sino que lo más importante, gana-mos silencio y tiempo para nosotros mismos y para la familia.

Un buen modo de afirmar las ideas anteriores, es no tener a mano el con-trol remoto. El “zapping”, o la costumbre de cambiar permanentemente de ca-nal de televisión, es contra-rio al criterio de selección que debemos desarrollar en nuestros hijos. Por otro lado, “la lucha” por el con-trol remoto muchas veces es injusta e inconveniente, ¿no sería preferible acordar de antemano el programa que queremos ver, para no ser esclavos del control re-moto, que nos lleva por un vagabundeo interminable que no permite concen-trarse ni entender ningún programa?. Si el “zapping” con el control remoto es inevitable, por que se está buscando qué ver, al menos es conveniente enseñar que todos tienen derecho a opi-nión, y que la selección del programa no es monopolio del mayor, el más fuerte o el dueño de la televisión, para así enseñarles a respetar los derechos y los gustos de cada uno de los miembros

de la familia.No es conveniente

que nuestros hijos tengan un aparato de televisión en su habitación. Esta costum-bre incentiva el aislamiento de nuestros hijos, provoca una adicción a la televisión y es contrario a la vida de familia. Tengamos presente que una adicción desorde-nada a la televisión impide el juego de nuestros hijos, el crecimiento de su crea-tividad y afecta inevitable-mente la convivencia fami-liar.

Es siempre conve-niente tener un horario preestablecido para ver programas de televisión. Como todas las cosas, la te-levisión tiene “su lugar” en la vida familiar, junto a otras actividades. En este punto debemos tomar conciencia que nuestro día sólo tiene 24 horas, y si le restamos el tiempo en que dormimos y trabajamos o estudiamos ¿cuánto tiempo libre nos queda?. ¿Es necesario de-dicar el escaso tiempo li-bre que tenemos sólo a la televisión?. ¡Dónde queda el tiempo para el juego, la amistad, la cultura, la ima-ginación y la convivencia familiar!

No usemos la tele-visión como una “niñera electrónica”, dado que ella no cuida verdaderamente a nuestros hijos, especial-mente si los dejamos ver “lo que están dando”. Re-cordemos que la televisión, no puede dar cariño, ni es capaz de advertir a los ni-ños de un eventual peligro. Cuando ambos padres tra-bajan, este criterio es espe-cialmente importante.

No tengamos pren-dida la televisión cuando

almorcemos o comamos en familia. Cuando se está juntos en familia, durante las comidas, toda nuestra atención debemos ponerla en compartir con nuestros hijos y cónyuge, cuidando ese verdadero tesoro que es estar juntos y con tiempo para conversar y conocer-nos mejor. No arruinemos o desperdiciemos los me-jores momentos en familia “metiendo al medio” una intrusa como invitada prin-cipal, que obliga a ser vista y escuchada.

La capacidad de imi-tación que tiene el niño debemos orientarla hacia el conocimiento de perso-najes reales y ejemplares, por ejemplo deportistas, hombres ilustres, héroes de nuestra historia, personas destacadas en la ayuda a los demás, poetas, etcétera, y no hacia “héroes imagina-rios”, “monstruos”, o perso-najes inexistentes. De esta forma, pondremos a su al-cance las vidas de personas que han pasado haciendo el bien, y que merecen ser imitadas.

Los padres debemos tratar de acompañar a nues-tros hijos a ver televisión. De esta forma podremos conocer verdaderamente los contenidos de los pro-gramas para tener juicios más apropiados al momen-to de emitir nuestra opinión sobre la televisión. Mirando televisión con ellos nos po-dremos dar cuenta de sus gustos o preferencias, y los efectos que los distintos programas pueden producir en cada uno de ellos.

Echarle la culpa a la televisión es la salida fácil.

No conviene que los padres renunciemos a la posibili-dad de que en la casa se vea siempre buena televisión, teniendo presente que en la programación de la tele-visión, si buscamos, podre-mos encontrar casi siempre buenos programas, y que nos corresponde a nosotros el deber y la responsabili-dad de ser los principales formadores de nuestros hi-jos.

La experiencia de-muestra que no es conve-niente que los niños y jóve-nes puedan ver el programa que se les antoje, sobre todo los más pequeños. Tampoco conviene dar por sentado que todos los pro-gramas llamados infantiles o de dibujos animados tie-nen un contenido adecuado para su edad.

Los padres debemos informarnos del contenido de los programas de televi-sión. Cualquier espacio que incluya sexualidad, violen-cia, maldad, permisividad, delincuencia, racismo, etcé-tera, no es apto para niños. Y los padres deben saberlo, y evitar que sus hijos los vean. Para lograr esto, se pueden consultar las guías de calificación de la progra-mación de la televisión que se publican a instancias del Ministerio de Educación, del Consejo Nacional de la Televisión, y en revistas es-pecializadas de educación de los hijos, como por ejem-plo Hacer Familia o Educar.

Una vez informados del contenido de los progra-mas de televisión respete-mos la señalización de los programas infantiles: - para todo niño; - para niños ma-yores de 7 años; y para ni-ños mayores de 12 años, es-tablecida por los canales de televisión, y difundida tanto por el Ministerio de Educa-ción como por el Consejo Nacional de Televisión, para el cuidado de los niños.

Hay que tener pre-sente que los hijos deben aprender valores antes que nada en el ámbito de la familia. Cuidemos de ex-plicar a nuestros hijos que los principios e ideales de los héroes o heroínas de la televisión son la mayoría de

las veces difíciles de aplicar en la vida diaria, donde a diferencia de la televisión, cada acto tiene un costo y una consecuencia positiva o negativa para ellos mismos.

Con imaginación y creatividad los padres de familia podemos esforzar-nos en buscar alternativas a la televisión, fomentando el deporte, las visitas a mu-seos y parques naturales, las sesiones de teatro, la proyección de videos, las conversaciones familiares, las prácticas de acciones solidarias a favor de los de-más, etcétera.

La “cultura de la ima-gen” debe llegar a los niños por medios que no sea ex-clusivamente la televisión. Enseñémosles a nuestros hijos que fuera de la panta-lla existen los paisajes, las puestas de sol, los jardines, los museos y exposiciones, los libros, etcétera, que son infinitamente más bonitos y reales que lo que puedan ver en la televisión. En este mundo hay tanto que ver y que mirar, pero, es nece-sario que como padres li-deremos este esfuerzo, no perdiendo la capacidad de admiración, para que nues-tros niños sigan nuestro ejemplo.

Inevitablemente, y no obstante nuestros es-fuerzos, habrá contenidos televisivos contrarios a nuestros valores, que nos parezcan inconvenientes o negativos para nosotros o nuestros hijos. Por ello fomentemos en familia el análisis critico del conteni-do de los programas de la televisión. Para eso, acos-tumbremos a nuestros hijos a saber ver y distinguir lo bueno y lo malo que pueda contener un determinado programa de televisión.

Los padres tenemos que fomentar que los pro-gramas sean analizados y materia de conversación en reuniones de familia, por ejemplo en las comidas. Esto no solo enriquece la comunicación familiar, sino que es una excelente mane-ra de conocer y dar un apo-yo concreto a la educación de los valores de nuestros hijos.

Las familias, de a poco, pueden crear una vi-deoteca con películas y do-cumentales de interés para los niños, que contengan temas variados y entrete-nidos. Esta práctica no solo fomentará el gusto por la cultura y la entretención en familia, sino que les servirá para ir creando un criterio selectivo al momento de ver televisión.

Algunos comerciales pueden ser tan peligrosos como los malos programas de televisión. Los padres debemos estar muy aten-tos para que la televisión no convierta a nuestros hijos en personas superficiales o consumidoras de todo lo que se anuncia. La gran oferta de bienes que existe en la televisión puede ayu-darnos a educar a nuestros hijos en un “consumo inte-ligente”, basado en la satis-facción de las reales nece-sidades, más que la de los gustos. Nunca hay que ha-cer caso de la publicidad de juegos que inciten a la vio-lencia, a la discriminación, y al racismo.

Los padres de fami-lia, tenemos el derecho y el deber de iniciar a nues-tros hijos en una positiva y prudente educación sexual, que evite que una imagen distorsionada del amor humano y del sexo les sea trasmitida a través de cual-quier medio, y en particular los programas o avisos de la televisión.

No podemos dejar que nuestros hijos vean te-levisión de mala calidad. Si estos programas de televi-sión son vistos por nuestros hijos, confundirán la reali-dad con la ficción, se des-orientarán y equivocarán al comprender y valorar el sentido de la vida. Transigir con la mala calidad de aque-llos programas de televisión inadecuados para los niños, dejando que los vean, equi-vale a hacerse cómplice de lo que sabemos distorsio-na los valores que le servi-rán de fundamento para el resto de su vida, y atenta contra los derechos de la infancia.

Hay que evitar a toda costa que el ver o no ver

televisión se convierta para los niños en un premio o castigo.

Los padres de fami-lia podemos organizarnos para exigir una televisión de calidad, especialmente en horarios infantiles. Las actitudes groseras, los há-bitos y comportamientos antisociales, las obscenida-des del lenguaje, la pérdida del sentido de la autoridad, la vulgaridad y la frivolidad, la apología subliminal o di-recta de conductas repro-chables, la discriminación de la mujer o su utilización como objeto sexual y cual-quier menosprecio a la vida humana, deben ser erradi-cados, especialmente de los espacios que tengan a los niños como destinatarios.

Ante una programa-ción infantil con baja, discu-tible y reprobable calidad, los padres de familia tene-mos la ineludible responsa-bilidad de poner en marcha una crítica constructiva, ejerciendo así nuestros de-rechos ciudadanos. Asimis-mo, y como contrapartida al esfuerzo realizado por mu-chos de quienes trabajan en el ámbito de la televisión, es conveniente incentivar una buena televisión, resal-tando y difundiendo entre nuestros amigos los buenos programas de televisión.

El ejemplo es la he-rramienta más eficaz que tenemos los padres en nuestras manos. Si vemos mucha televisión, o poster-gamos nuestros deberes o actividades familiares o re-creativas con nuestros hijos por ver televisión, o vemos televisión de mala calidad, ¿con qué criterio vamos a evitar que nuestros hijos vean aquellos programas negativos para ellos?

Tomado de Valores Humanos No 13

CONSEJOS PARA VER TELEVISIÓN

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M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 1918 M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S

Nunca volveré a ver mis manos de la misma manera.

El abuelo, con no-venta y tantos años, senta-do débilmente en la ban-ca del patio, no se movía. Solo estaba sentado cabiz-bajo mirando sus manos.

Cuando me senté a su lado no se dio por en-terado y entre más tiempo pasaba, me pregunté si estaba bien. Finalmente, no queriendo realmente estorbarle sino verificar que estuviese bien, le pre-gunté cómo se sentía. Le-vantó su cabeza, me miró y sonrió. “Estoy bien, gracias por preguntar”, dijo con una fuerte y clara voz.

No quise molestar-te, abuelo, pero estabas sentado aquí simplemente mirando tus manos y quise estar seguro de que estu-vieses bien”, le expliqué.

El abuelo me pre-guntó: “¿Te has mirado alguna vez tus manos?

Quiero decir, ¿realmente te has mirado tus manos?” Lentamente solté mis ma-nos de las de mi abuelo las abrí y me quedé contem-plándolas. Las volteé, pal-mas hacia arriba y luego hacia abajo.

No, creo que real-mente nunca las había observado mientras inten-taba averiguar qué quería decirme. El abuelo sonrió y me contó esta historia: Detente y piensa por un momento acerca de tus manos como te han servi-do a través de los años.

Estas manos aun-que arrugadas, secas y débiles han sido las he-rramientas que he usado toda mi vida para alcanzar, agarrar y abrazar la vida. Ellas pusieron comida en mi boca y ropa en mi cuer-po. Cuando niño, mi ma-dre me enseñó a plegarlas en oración.

Ellas ataron los cor-dones de mis zapatos y me ayudaron a ponerme mis

botas. Han estado sucias, raspadas y ásperas, hin-chadas y dobladas.

Mis manos se mos-traron torpes cuando in-tenté sostener a mi recién nacido hijo.

Decoradas con mi anillo de bodas, le mostra-ron al mundo que estaba casado y que amaba a al-guien muy especial.

Ellas temblaron cuando enterré a mis pa-dres y esposa y cuando caminé por el pasillo con mi hija en su boda. Han cubierto mi rostro, pei-nado mi cabello y lavado y limpiado el resto de mi cuerpo. Han estado pega-josas y húmedas, dobladas y quebradas, secas y cor-tadas.

Y hasta el día de hoy, cuando casi nada más en mí sigue trabajando bien, estas manos me ayudan a levantarme y a sentarme, y se siguen plegando para orar.

Estas manos son la marca de dónde he esta-do y la rudeza de mi vida. Pero más importante aún,

es que son ellas las que Dios tomará en las suyas cuando me lleve a su pre-sencia.

Desde entonces, nunca he podido ver mis manos de la misma mane-ra.

Pero recuerdo cuan-do Dios estiró las suyas y tomó las de mi abuelo y se lo llevó a su presencia.

Cada vez que voy a usar mis manos pienso en mi abuelo; de veras que nuestras manos son una bendición.

Hoy me pregunto: ¿Qué estoy haciendo con mis manos? ¿Las estaré usando para abrazar y ex-presar cariño o las estaré esgrimiendo para expresar ira y rechazo hacia los de-más?

Hoy demos gracias a Dios por nuestras manos, solo aquellos que no las tienen saben el valor que ellas representan en nues-tras vidas.

Puedes mirar tus manos y darle gracias a Dios a la luz de esta pará-bola.

LAS MANOS DEL ABUELO

El anuncio del Evan-gelio siempre comportará el reto de la actualización del mensaje salvífico de Je-sús a la humanidad y en tal caso, de las formas cómo se anuncia. ¿Las misiones itinerantes o populares, como se conocen, mantie-nen aún su vigencia? Hay quienes las defienden y rescatan su valor, pero por otra parte hay también quienes ven en ellas poca productividad pastoral.

La novedad no es el mensaje porque éste sigue siendo el mismo. Lo nove-doso de la misión Reden-torista es que, aunque es un método que se ha man-tenido por muchos años,

sigue siendo un espacio de integración para los laicos, de familiaridad entre veci-nos, de compromiso en su parroquia y genera sentido de pertenencia a la Iglesia, y en muchos lugares y per-sonas, suscita también un cambio de vida y mentali-dad.

Hoy, cuando se ha-bla de la misión perma-nente, pareciera que la misión itinerante queda obsoleta frente a esta pro-puesta o encajara en esta dinámica de la pastoral parroquial; sin embargo, cada día la experiencia nos demuestra que nuestra labor misionera, lejos de entorpecer estos planes pastorales, son un apo-

yo para los mismos, pues dinamizan los procesos y promueve nuevos agentes para la pastoral.

La misión itineran-te no se limita a un sin-número de actividades pasajeras, sino que tiene su origen y fuente en una espiritualidad que recono-ce el amor de Dios y se ve impulsado a comunicarlo y hacerlo vida en medio de las comunidades que re-ciben el anuncio del Evan-gelio. La misión recuerda, al pueblo evangelizado, que tanto nos amó Dios que envió a su Hijo único, para que quien crea en Él, no muera, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16)

La misión que noso-tros, como MISIONEROS REDENTORISTAS, realiza-mos, se basa en un anun-cio Kerigmático cuyo ejer-cicio busca un encuentro personal con Cristo a tra-vés de actividades propias de la misión. Sirviéndonos de la religiosidad popular, propiciamos momentos para la oración y el en-cuentro con los hermanos, de tal manera que no sólo nos reunamos para “rezar” sino para sentirnos familia y vivir en comunión.

Somos enviados por Jesucristo al mundo entero, aunque nuestra presencia en una dióce-sis o parroquia pasa pri-mero por una invitación expresa que nos hace el Señor Obispo o el párroco del lugar. Agradecemos a quienes nos han invitado. Su confianza y afecto nos estimulan a prepararnos más y mejor para servir mejor a nuestra gente. En la actualidad somos 4 equipos misioneros ubica-dos en: Bucaramanga, Bo-gotá, Manizales y Cali. Es-taremos siempre atentos para atender el llamado de Jesús, para anunciarlo de manera siempre nueva.

ANUNCIAR EL EVANGELIO DE MANERA SIEMPRE NUEVA

LA MISIÓN ITINERANTE

Equipo de Misión Urbana Redentorista con sede en la ciudad de Santiago de Cali

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La amistad es la experiencia humana que nos ayu-da a penetrar en el misterio de Dios y de su amor.

Rasgos reveladores de la amistad:

La amistad supone una elección mutua. Los amigos se eligen libremente, no se imponen.

La elección de la amistad es gratuita. No hay ningún compromiso previo. Aceptación tal y como somos.

El surgimiento de la amistad tiene mucho de mis-terioso ¿Por qué con esta persona y no con otra?.

Cada amistad humana tiene una historia. Corres-ponde a un proceso.

La amistad crea una mutua influencia, y de alguna manera los amigos se van compenetrando y ase-mejándose en muchas cosas.

Una característica de la amistad es que cada amigo es único. No hay rivalidad, ni celos, y el hecho de aumentar los amigos no disminuye la intensidad de las amistades anteriores. Con el número no dismi-nuye lo que es cada uno.

La amistad tiene un valor en sí. Es enriquecedora y liberadora. No interesan en primer lugar la utilidad o la productividad.

Se está con el amigo por estar. Se le quiere por que se le quiere. Se sacrifica por el amigo por pura amistad, sin buscar intereses, ni esperar que el otro devuelva.

EL QUE PONE AMISTAD SACA MÁS AMISTAD.

RASGOS REVELADORES DE LA AMISTAD

HE ENCONTRADO A MI AMIGOJesús: Tú eres siempre una sorpresa,

Eres el amigo que se encuentra sin esperarlo.Y yo te he encontrado.

No esperaba conocerte tan de cerca.Pero llegaste, como a la Samaritana,

Y me has dicho: “Dame de beber”Como a Zaqueo, elevaste los ojos

Hasta el árbol en que estaba, Y me dijiste: “Baja

Que quiero hospedarme en tu casa”.Sabes que te necesito,

Y llegas sin que te llame.Permíteme acompañarte en el camino.Tú me conoces y sabes lo que quiero,

Lo mismo mis proyectos que mis debilidades. No puedo ocultarte nada, Jesús.Quisiera dejar de pensar en mí,

Y dedicarte todo mi tiempo.Quisiera entregarme por entero a ti.

Quisiera seguirte a donde quiera que vayas.Pero ni esto me atrevo a decirte,

Porque soy débil.Esto lo sabes mejor que yo,

Sabes de qué barro estoy hecho,Tan frágil e inconstante.

Por eso mismo te necesito aún más,Para que tú me guíes sin cesar,

Para que seas mi apoyo y mi descanso.

¡Gracias por tu amistad, Jesús!

M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 2322

21. -Al unirse a su mujerDios bendijo aquella unión

Y de esa generación Nacieron Caín y Abel

Que sintieron de Yaveh la presencia permanente.Por eso frecuentemente

le ofrecían sacrificio cada cual según su oficio Y devoción de su mente.

22.- Abel el hijo menor cuidaba de su rebaño y varias veces al año le ofrecía lo mejor

en un altar al Señor:

los corderos más cebadosa Yaveh eran inmolados

quemándolos en el fuegopara que oyera su ruegoprotegiendo su ganado.

23.- Caín que era agricultor

de mente muy egoístaaunque tenía a su vista

frutos que eran un primorofrecía lo peor

en el altar de Yaveh.El sacrificio de Abel

en llamas subía al Cielo;el de Caín hacia el suelo

De humareda sin arder... Causó un negro

sentimiento en su necio corazón

y perdiendo la razón pensó desde

ese momento vengar su resentimiento

y así levantó su manopara matar a su hermano

y al acabar con su vida se hizo el primer fratricida desde que existe el humano...

25. -Después de cumplir su intento

oyó la voz de Yaveh:-“¿Dónde está tu hermano Abel?”

PASAJES BÍBLICOSEN VERSO

CAÍN Y ABEL (Gen. IV.)II Parte

y aquel sin remordimientorespondió con duro acento:

-“¿Acaso soy su guardiánque lo tengo que cuidar?”

”¡Su sangre que regó el suelopide venganza en el Cielo y te habré de castigar!”

26. -“¡Sin duda me matarácualquiera pues yo maté!”

-dijo Caín- mas Yaveh dijo:”¡Te voy a marcar

y así deberás vagar hasta que llegue

el momento de cumplir mi juramento y si

alguien desobedece y por ello tú pereces

sufrirá grave escarmiento!”

M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S 22

P. Renato Álvarez, CSsR. Chile

“El fundamentalismo o integrismo identifica una fe religiosa o política con la forma cultural e institucio-nal que pudo revestir en una época anterior de su historia” Jorge Rampelbergh.

Pensar en fundamen-talismo dentro de la Iglesia aun con la fuerza arrolladora del Concilio Vaticano II y el impulso de la nueva evange-lización que nos dejó Apare-cida puede sonar extraño. ¿Qué sucede, por qué esa ruptura teológico-pastoral en algunos bautizados? ¿Por qué ese anhelo de volver a formas y expresiones me-dievales y a maneras de vivir inspiradas en revelaciones individualistas y en oráculos exclusivos para un grupo se-lecto de “videntes”?

Es maravilloso sabo-rear el carisma de innumera-bles movimientos que con su radicalidad, viven en diálogos

con el mundo, inspirados por el evangelio y deseosos de ser colaboradores en la cons-trucción del Reino. ¡Cuántas personas se han beneficiado gracias a esos movimientos que en profunda comunión con el Papa y los Obispos, de manera creativa y audaz transmiten el gozo de seguir a Jesucristo y el don precioso de la vida!

Pero también con gran preocupación noto que cre-cen (sobre todo en las gran-des ciudades; en los pueblos chicos ni en los territorios de misión nunca se ven) grupos cuyo seguimiento de Jesu-cristo se funda en la visión muy personal y de escasa for-

mación del “fundador-viden-te” con una visión tipo novela policiaca acerca de la Iglesia y de sus pastores. Vocabulario típico de estos grupos fun-damentalistas siempre se-rán palabras como: satanás, exorcismo, herejía, la Virgen dice....pareciera que el prota-gonista de todo fuera el mal y no el plan salvífico de Dios.

Realmente requiere de nosotros los pastores un gran ejercicio de reflexión y de acompañamiento perma-nente a nuestros fieles para que estos fenómenos no des-dibujen el dinamismo de renovación que hoy existe entre los creyentes.

LOS MOVIMIENTOS FUNDAMENTALISTAS EN LA IGLESIA

P. Ramón Zambrano EcheverriTwitter:@Padreramonzam Twitter Cristovisión: @CRISTOVISION

Un niño, que ha sido protegido y se le ha dado todo lo que quería, desarrollará una “mentalidad de derecho” y siempre se pondrá en primer lugar.

M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S 2524

Un joven con un ré-cord académico excelente fue a solicitar un puesto directivo en una gran em-presa.

Pasó la primera en-trevista, el director hace la última entrevista, y es quien toma la decisión fi-nal.

El director descu-brió a partir del análisis del CV que los logros académi-cos del joven fueron exce-lentes en todo momento, desde la escuela secunda-ria hasta la investigación de postgrado, nunca había tenido un año en el que no obtuvo excelentes califica-ciones.

El director le pre-guntó: “¿Obtuviste alguna beca en la escuela?” el jo-ven respondió “ninguna”.

El director le pre-guntó: “¿Fue tu padre quien pagó los honorarios de tu escuela?” El joven respondió: “Mi padre fa-lleció cuando tenía un año de edad, fue mi madre la que pagaba todo”.

El director le pre-guntó: “¿Dónde trabaja su madre?” El joven respon-dió: “Mi madre trabajaba lavando y secando ropa. El director pidió al joven mostrar sus manos. El jo-

ven mostró un par de ma-nos lisas y perfectas.

El director le pre-guntó: “¿Alguna vez ha ayudado a su madre a la-var la ropa antes?” El jo-ven respondió: “No, mi madre siempre quiso que yo estudiara y leyera más libros. Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido que yo”.

El director dijo: “Tengo una petición. Al volver hoy, vaya y limpie las manos de su madre, y luego venga a verme ma-ñana por la mañana .*

El joven sintió que su oportunidad de con-seguir el trabajo era muy alta. Cuando regresó, fe-lizmente pidió a su madre para limpiarle las manos. Su madre se sentía extra-ña, feliz, pero con senti-mientos encontrados, y mostró finalmente sus ma-nos a su hijo.

El joven comenzó a limpiar las manos de su madre poco a poco. Sus lágrimas cayeron a medi-da en que lo hizo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas, y con tan nu-merosas callosidades y

contusiones. Algunos eran tan dolorosos que su ma-dre se estremeció cuando los limpió con solo agua.

Esta fue la prime-ra vez que el joven se dio cuenta de que era este par de manos que lavan la ropa todos los días, los que hacía posible pagar la cuo-ta de la escuela y la uni-versidad. Los moretones en las manos de su madre fueron el precio que pagó por su graduación, por su excelencia académica y su futuro.

Después de termi-nar la limpieza de las ma-nos de su madre, el joven lavó toda la ropa restante.

Esa noche, madre e hijo hablaron durante un tiempo muy largo.

A la mañana si-guiente, el joven fue a la oficina del director.

El Director notando las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: “¿Pue-de usted decirme qué ha hecho y que aprendió ayer en su casa”

El joven respondió: “Yo limpié las manos de mi madre, y también terminé de lavar toda la ropa que aun quedaba”.

El Director le pre-guntó: “por favor, ¿dígame que siente?”.

El joven dijo, Número 1, Ahora sé

lo que es la apreciación. Sin la abnegación de mi madre, no habría tenido hoy éxito.

Número 2, Al tra-bajar juntos y ayudar a mi madre, sólo ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir que se haga algo.

Número 3, He llega-do a apreciar la importan-cia y el valor de la relación familiar.

El Director dijo: “Esto es lo que estoy bus-cando en mis gerentes.

Quiero contratar a una persona que aprecia la ayuda de los demás, una persona que conoce el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no pondría el dinero como su única meta en la vida. Usted está contratado.

Con el paso del tiempo, este joven trabajó muy duro, y recibió el res-peto de sus subordinados. Cada empleado trabajó con diligencia y en equi-po. El desempeño de la empresa mejoró enorme-mente.

ComentarioUn niño, que ha sido

protegido y se le ha dado todo lo que quería, desa-rrollará una “mentalidad de derecho” y siempre se pondrá en primer lugar.

Será ignorante de los es-fuerzos de sus padres.

Cuando comienza a hablar, se supone que cada persona tiene que escucharlo a él, y cuando se convierte en un geren-te, nunca sabe de los su-frimientos de sus emplea-dos y siempre culpa a los demás.

Para este tipo de personas, que pueden ser buenos académicamente, pueden tener éxito por un tiempo, pero finalmente no tendrán sentido de lo-gro. Se quejan y se llenan de odio y luchar por más. Si queremos este tipo de protección de los padres, ¿estamos realmente mos-trando amor o en su lugar estamos destruyendo al niño? *

Usted puede dejar que su hijo viva en una casa grande, comer una buena comida, aprender piano, ver una gran pan-talla de televisión. Pero cuando usted está cortan-do el césped, por favor, deje que lo experimente.

Después de una co-mida, que laven los platos y vasos junto con sus her-manos y hermanas. No es porque usted no tiene di-nero para contratar a una sirvienta, pero es porque quiere enseñarle de una forma correcta.

Usted quiere que entiendan, no importa lo rico que son sus padres, que un día su pelo crece-rá gris, al igual que la ma-dre de ese joven. Lo más importante es que su hijo aprenda a apreciar el es-fuerzo, que experimente la dificultad y conozca la capacidad de trabajar con otros para hacer las cosas.

¿CÓMO EDUCAMOS?A NUESTROS HIJOS?

M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 2726 M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S 27

Es una pregunta que hemos respondido, en muchas ocasiones a la ligera, afirmativamente, sin hacer realmente una valoración más detenida de las últimas reacciones juveniles que han repre-sentado experiencias muy valiosas a nivel espiritual y pastoral en la Iglesia de este siglo XXI.

Ante todo, se puede responder viendo algunos hechos concretos. Si ob-servamos detenidamente los multitudinarios en-cuentros que han tenido los últimos papas con la ju-ventud, desde el pontifica-do del Beato Juan Pablo II hasta el de el santo padre Benedicto XVI nos damos cuenta que la juventud no

se aleja tanto de la Iglesia como pensamos.

En nuestras mismas parroquias encontramos siempre jóvenes que es-tán deseosos de compro-meterse con la pastoral, los ministerios eclesiales, incluso, aunque suene un poco exagerado, están asumiendo el liderazgo en los grupos de oración, que antes se creía que eran propios de personas adultas mayores. Hoy en día encontramos grupos de jóvenes laicos que se están uniendo en el santo

rosario y predican retiros y, lo mejor, es que han logrado atraer a muchos otros jóvenes a la vivencia profunda de la fe.

Desde luego, no po-demos olvidar el gran por-centaje de chicos y chicas que en las últimas déca-das se han apartado de la Iglesia, sobre todo por la influencia de los medios de comunicación. Sin em-bargo, esto no quiere de-cir que la Iglesia los haya perdido. El materialismo y el libertinaje que se acen-túan en nuestra sociedad,

son las principales causas de este alejamiento, pero muchos de ellos logran sa-lir de esa turbulencia y re-gresar a la paz interior.

Es así como nos en-contramos con un factor curioso, dado que los jóve-nes que, en cierta etapa de su existencia dejan de lado la vida en la Iglesia, con el paso del tiempo regresan a ella, al darse cuenta de que no hay otra verdad más que Cristo y su Iglesia.

Podemos decir que el joven, por su dinamis-mo y vitalidad, responde

rápido a la llamada de evangelizar a los que no conocen a Dios. Así, nos encontramos con fuertes y sólidos grupos parroquia-les, misioneros jóvenes, catequistas... aquí hay que tener en cuenta, también, la vida de oración. No se puede ir por la vida sim-plemente con un activis-mo pragmático. Hay que saber compaginar bien la acción con la oración. Esto depende de la Iglesia, y más concretamente del sacerdote. Allí donde hay un sacerdote santo y celo-so, por lógica se encuentra una juventud santa e in-trépida, capaz de olvidarse de sí misma para entregar-se al prójimo sin medida. Pero por el contrario, allí donde parece que la Igle-sia ha perdido a la juven-tud, quizás la clave para superar esta escasez está en intensificar la unión con Dios, para que una vez que el joven llene su corazón de Dios, sienta un fuego que le queme y le haga transmitir su experiencia a los demás.

La Iglesia no ha per-dido a los jóvenes. Sólo habría que recordar Den-

ver, Manila, Santiago de Compostela, y la historia personal de tantos jóvenes que, cansados de una vida sin Dios buscan desespe-radamente alguien que les hable de Él. Basta con ver los encuentros del Papa con los jóvenes para darse cuenta de la sed que ellos tienen de seguir ayudando a la Iglesia.

Más bien sería la ju-ventud la que ha perdido a la Iglesia. Es cierto que en las últimas décadas la sociedad ha sufrido una profunda revolución. Las ideologías materialistas y ateas de principios de siglo, la confusión de los años sesenta, la provocada por algunas interpretacio-nes erróneas del mensaje

del Concilio, los escánda-los de falta de moral en algunos consagrados etc., han ido dando paso a una sociedad cada vez más se-cularizada, en la que Dios ha quedado al margen. Los jóvenes de hoy sufren las consecuencias de esta fal-ta de jerarquía de valores, de la pérdida de lo tras-cendental, y se alejan, en gran parte, efectivamente, de la Iglesia.

Pero también po-demos sentir la nueva primavera de la Iglesia, que viene de la mano pre-cisamente de los jóvenes. Ellos se sienten hastiados de un vacío existencial que no les ha llevado a nada, y se comienzan a volver a la fe en espera de una res-

puesta más trascendental. No debe dejar de llamar la atención los encuentros masivos del Papa con los jóvenes, el incremento de los misioneros y el todavía tímido pero creciente au-mento de las vocaciones a la vida religiosa y sacer-dotal.

Es importante re-vitalizar las comunidades juveniles y ofrecerles un campo de trabajo bien definido, para que desa-rrollen buenos procesos de evangelización y con su estilo juvenil muestren al mundo a Cristo Joven. Creamos más en nuestros jóvenes porque en ellos también hay mucha fe y devoción.

¿SE ALEJAN LOS JÓVENESDE LA IGLESIA?

Están asumiendo el liderazgo en los grupos de oración, que antes se creía que eran propios de personas adultas mayores.

P. Aicardo Alzate, CSsR.

M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 2928

NOTIBASÍLICANOTIBASÍLICA

El sábado 16 de Junio, el Presidente de la Republi-ca de Colombia, Juan Manuel Santos, en compañía del Alcalde local John Harold y algunos ministros de su gabi-nete, oraron ante la imagen del Milagroso; el presidente recibió la bendición después de la consagración y conti-nuó su viaje de retorno a Bogotá.

CURSO DE OFICIALES TOMÁS RUEDA VARGAS CELEBRARON 35 AÑOS EN LA BASÍLICA

LA BASÍLICA CELEBRÓ LA NOVENA Y FIESTA AL PERPETUO SOCORRO

CORAL INFANTIL DE LA IGLESIA DE SAN ALFONSO DE BOGOTÁ LE CANTÓ AL MILAGROSO

El 16 de Junio, al cumplir las “Bodas de Coral-35 años- de haber egresado de la Escuela Mili-tar de Cadetes “General José Ma-ría Córdova”, el Curso de Oficia-les del Ejército Nacional “TOMÁS RUEDA VARGAS”, peregrinó a la Basílica para rendir homenaje al Señor de los Milagros, presentán-

dole con devoción y respeto el escudo de su promo-ción. El grupo fue liderado por Joaquín Franco Luque, presidente de la Asociación.

EL PRESIDENTE DE COLOMBIA Y ALGUNOS DE SUS MINISTROS ORARÓN ANTE EL MILAGROSO

Del 23 de Junio al 2 de Julio y siguiendo la tradi-ción anual, la Basílica celebró la novena y fiesta a la Virgen del Perpetuo Socorro con la predicación de Mons. Ál varo Efrén Rincón y el P. Noel Londoño. Todos los días a las 5:30 a.m. un nutrido grupo de devotos participó del Rosario de la aurora por las calles aledañas a la Basílica, posterior-mente en la Misa la novena y la Predicación. El 2 de Julio fue la fiesta con una procesión por las calles de Buga y luego la solemne Eucaristía presidida por Mons. Fabio de Jesús Morales, así hicimos partícipes a los devotos, pere-grinos y propios de la Bella celebración anual a la Virgen del Perpetuo Socorro.

Los días 23 y 24 de Junio, la coral infantil de la Parroquia San Alfonso de Bogotá, conformada por 30 niños entre los 7 y 16 años, dirigida por la licen-ciada Adriana Marcela Marín, le cantó al Milagroso ante la presencia de centenares de peregrinos en dos Eucaristías presididas por el P. Ramiro Bustamante, párroco de la iglesia San Alfonso de Bogotá. Esta co-ral ya cuenta con un trabajo discográfico de música navideña y próximamente su segunda producción. La Basílica de Buga, les agradece y les desea muchos éxi-tos y bendiciones.

Nos visitó en estos días, Wilmar Roldán, árbitro de fútbol Colombiano. Desde el año 2008 es árbitro internacional. Comenzó a arbitrar a la temprana edad de 14 años, obtuvo la insignia de la FIFA en enero de 2008 a la edad de 28 años y así se convirtió en uno de los más jóvenes árbitros en pitar el torneo de Copa Libertadores y muchos partidos internacionales. Actualmente es considerado el mejor árbitro colombiano, pero lo más especial que Dios le ha dado es su fe, así lo manifiesta en repetidas ocasiones cuando ha visitado la Basílica, sobre todo, cuando tiene a su cargo partidos muy importantes. Que el Señor de los Milagros lo siga bendiciendo abundantemente.

ARBITRO FIFA DEVOTO FIEL DEL MILAGROSO

El 15 de Agosto, en medio de un ambiente fes-tivo y fraterno, la Comunidad Redentorista de la Basí-lica se unió a la celebración jubilar del P. Rafael Prada, actual rector del Santuario del Señor de los Milagros por sus 50 años de profesión religiosa; Mons. Álva-ro Efrén Rincón Rojas, Obispo emérito del Vicariato de Puerto Carreño (Vichada) por sus 50 años de vida sacerdotal y el P. José Vicente Tarazona Celi, actual di-rector de la Fundación Casa del Peregrino por sus 25 años de profesión religiosa. En nombre de los devotos y peregrinos del Señor de los Milagros les felicitamos por su fidelidad al Señor y les auguramos muchas bendiciones materiales y espirituales

CELEBRACIÓN DE REDENTORISTAS JUBILARES DE LA BASÍLICA

El 27 de Agosto, Jac-keline Rentería, junto con su familia, visitó la Basílica de Buga para agradecer al Milagroso su triunfo deportivo en Londres, es la primera mujer del país en conseguir dos bronces olímpicos para Colombia.

Desde el pasado 16 de Mayo, se ha venido tra-bajando en la remodelación de la plazoleta Lourdes de la Basílica, la obra avanza satisfactoriamente y para el 15 de Septiembre se hará la inauguración de esta magnífica obra que se realiza gracias, únicamen-te, a las donaciones de devotos y peregrinos. Después de la novena y fiesta anual del Milagroso, se continua-rá con la remodelación del atrio de la Basílica.

AVANZAN LOS TRABAJOS DE REMODELACIÓN DE LA PLAZOLETA LOURDES Y EL ATRIO DE LA BASÍLICA

JACKELINE RENTERÍA AGRADECE SU TRIUNFO

OLÍMPICO AL MILAGROSO

M I S I O N E R O S R E D E N T O R I S T A S 30 31

1. Los desafíos hacen la vida interesante, sin embargo, superarlos es lo que le da sentido a la vida”. (Mark Twain)

2. Entre más intensamente nos sentimos acerca de una idea o una meta, más seguramente la idea, enterrada profundamente en nuestro subconsciente, nos dirigirá a lo largo del camino a su cumplimiento. (Earl Nightingale)

3. Hay una pequeña diferencia entre personas, pero esa pequeña diferencia hace una gran diferencia. Esa pequeña diferencia es la actitud; la gran diferencia es si es positiva o negativa. (W. Clement Stone)

4. Los años arrugan el cuerpo, pero el rendirnos arruga el alma. (Douglas McArthur)

5. Lancemos el corazón más allá del límite y nuestro cuerpo le seguirá. (Norman Vincent Peale)

6. Más vale que hagamos lo mejor al vivir, actuar y pensar hoy, porque hoy es la segura preparación para mañana y todas las demás mañanas que le seguirán. (Harrie Martineau)

7. El pensar es fácil, actuar es difícil, y el poner nuestros pensamientos en acción es la cosa más difícil en el mundo. (Johann Wolfgang von Goethe)

8. La mejor medida del carácter de una persona es (1) cómo trata a la gente que no le pueden beneficiar

en nada, y (2) cómo trata a la gente que no puede pelear de vuelta. (Abigail van Buren)

9. Aquel que cada mañana planea sus negocios del día y sigue ese plan, lleva un hilo que le guía a través del laberinto de la vida más ajetreada. Pero donde no se planea, donde el uso del tiempo se rinde a lo que venga, el caos pronto reinará. (Victor Hugo)

10. Es en nuestros momentos de decisión cuando se forja nuestro destino. (Anthony Robbins)

11. Si un hombre vacía su cartera en su cabeza, nadie se la puede robar. Una inversión en conocimiento siempre paga el mejor dividendo. (Benjamin Franklin)

12. Arriesgue más de lo que los demás consideren seguro. Interésese más de lo que los demás piensen sabio. Sueñe más de lo que los demás piensen práctico. Espere más de lo que los demás piensen posible. (Claude T. Bissell)

13. Si nuestra imaginación nos lleva a comprender cuán rápidamente la gente nos concede nuestras peticiones cuando las mismas apelan a sus propios intereses, podremos alcanzar casi cualquier cosa que nos propongamos. (Napoleon Hill)

14. Mientras no nos valoremos a nosotros mismos, no valoraremos nuestro tiempo. Mientras no valoremos nuestro tiempo no haremos nada con él. (M. Scott Peck)

M i S i o n e R o S R e d e n t o R i S t A S 31

Del 8 al 12 de Agosto se llevó a cabo el XII Congre-so de Teología Moral a nivel nacional organizado por la Provincia y la Fundación Universitaria San Alfonso con el tema: La objeción de conciencia: ¿un derecho de la per-sona? Se llevó a cabo en el contexto de la celebración del 250 Aniversario de la ordenación episcopal de San Alfon-so María de Ligorio (19 de marzo de 1762) y los 50 Años de la apertura del Concilio Vaticano II (11 de octubre de 1962).

La presencia de monseñor Aldo Cavalli, Nuncio Apostólico en Colombia y de más de 280 participantes; entre ellos, un considerable número de sacerdotes re-dentoristas, religioso(a)s, profesionales y estudiantes, despertó gran interés por el estudio e investigación de la naturaleza de la objeción de conciencia, en los ámbitos del servicio sanitario, militar, jurídico, social y religioso.

Pocos espacios como el de la objeción de concien-cia, para observar de manera clara la insuficiencia del po-der establecido frente al individuo, de las normas positi-vas frente a la libertad y, en últimas, los conflictos eternos entre moral y derecho.

El congreso se desarrolló a través de conferencias centrales: La conciencia ética una realidad fundamen-talmente antropológica, la objeción de conciencia en el campo sanitario, los aportes de las diversas disciplinas científicas al desarrollo del estudio de la conciencia ética, la objeción de conciencia desde la perspectiva jurídica, el conflicto “libertad-ley” desde la conciencia ética, la obje-ción de conciencia frente a las finanzas públicas, la obje-ción de conciencia desde la perspectiva militar, perspec-tivas de futuro de la conciencia ética y una síntesis final.

A estas consideraciones, a estos ámbitos de estu-dio y de desarrollo de la vida social se dedicó este año nuestro ya tradicional Congreso de Moral.

Las sucesivas conferencias, foros y conversatorios que se ofrecieron a los asistentes a este Congreso de Mo-ral, con la valiosa colaboración del P. Stephen Rehrauer (profesor titular de la Academia Alfonsiana de Moral en Roma y ponente principal), dieron oportunidad no solo de beber de la docta exposición de nuestros conferencis-tas, sino de interactuar con ellos sobre los campos enun-ciados y otros, acaso insospechados, pero de palpitante actualidad.

XII Congreso Nacional de Teología Moral

Mesa directiva del XII Congreso de Teología Moral, Agosto 8,9 y 10 de 2012

PILDORAS DE SABIDURIA

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