Misal Beatificación OSCAR ROMERO

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BEATIFICACION DEL SIERVO DE DIOS

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Misal Beatificación OSCAR ROMERO23 de marzo de 2015 en El Salvador

Transcript of Misal Beatificación OSCAR ROMERO

  • B E A T I F I C A C I O N D E L S I E R V O D E D I O S

  • 4Perfil biogrfico del Siervo de DiosMons. Oscar Arnulfo Romero y Galdmez

    Arzobispo de San Salvador. Naci en Ciudad Barrios, De-partamento de San Miguel el 15 de agosto de 1917. Ordena-do sacerdote el 4 de abril de 1942 y recibi la Consagracin Episcopal el 21 de junio de 1970, como Obispo Auxiliar de San Salvador. Tom posesin de la sede arzobispal el 22 de febrero de 1977.

    Su martirio aconteci en la Capilla del Hospital Divina Provi-dencia el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la Eucaris-ta justamente al trmino de la homila y cuando se aprestaba a presentar las ofrendas. Aproximadamente a las 18:25 horas, miembros de escuadrones de la muerte lo asesinaban desde un vehculo color rojo estacionado frente a la fachada principal de la Capilla. Se sabe que un hombre barbado con un solo disparo, le provoc una hemorragia interna profusa, acabo con la vida del Pastor.

    Monseor Romero lleg al Arzobispado de San Salvador en medio de un torbellino de violencia causado, en gran parte, a las protestas por las medidas econmicas y sociales inhuma-nas, la privacin del derecho a la libre expresin y una abierta poltica al irrespeto de las exigencias sociales, sobre todo de los ms desposedos y a las organizaciones poltico populares que intentaban ser una respuesta de la izquierda a las necesi-dades del pueblo. Esta realidad, en general, ayud a incremen-tar los niveles de represin, secuestros, asesinatos, torturas, exilios y dems vejaciones humanas.

  • 5Habiendo tomado posesin de la Dicesis el 22 de febrero de 1977, desde marzo de 1977 la Eucarista dominical en Cate-dral, transmitida asimismo por la Radio Catlica YSAX, le dio la ocasin de acercar el Evangelio a la vida de sus dioce-sanos y busc responder a las exigencias del Evangelio, del Concilio y del Magisterio proclamando la fe sin desligarla de la vida, exponiendo la doctrina cristiana de manera acomoda-da a esas necesidades y problemas que agobiaban y angustia-ban al pueblo salvadoreo, de modo particular a los pobres y desposedos. Sus homilas dominicales eran cita obligada para sus fieles y an para los que no lo eran. Se erigi en la voz de

    los sin voz. A travs de sus homilas era implacable defensor de la dignidad humana, hasta llegar a desesperar a los sectores poderosos que, desde la sombra, financiaban el crimen y la

    persecucin. En la predicacin de Mons. Romero haba un intento por evitar que la espiral de violencia derivara en una guerra abierta; buscando la paz exiga a las autoridades y a los poderes del pas, fundado en los principios del Evangelio y el Magisterio Social, un programa de justicia social y de respeto a la persona humana como vivencia de la fraternidad cristia-na. Por ello, tuvo que soportar cuestionamientos negativos y una campaa contra su pastoral hasta que decidieron eliminar-lo para callar su voz, una voz que los llamaba a la conversin y a compartir con sus hermanos.

  • 6Monicin a la Eucarista. Antes de iniciar la procesin

    Hermanos:Puestos de pi iniciamos la celebracin.

    Mientras el Presidente y los concelebrantes se acercan al altar.

    Canto: Vamos todos al Banquete

    Misa Popular SalvadoreaGuillermo Cullar

    RITOS INICIALES

  • 7Hoy me levanto muy temprano,ya me espera la comunidad,voy subiendo alegre la cuesta,voy en busca de tu amistad.

    Dios invita a todos los pobres,a esta mesa comn por la fe,donde no hay acaparadores,y a nadie le falta un con qu.

    Dios nos manda hacer de este mundo, una mesa donde haya igualdad,trabajando y luchando juntos,compartiendo la propiedad.

    Al llegar al altar: inclinacin y ocupar los puestos previstos. Incensacin del altar

    Saludo del Presidente de la celebracin.

    En el nombre del Padre, y del Hijo,

    y del Espritu Santo.

    R/ Amn

    La paz del Seor este con ustedes.

    R/ Y con tu espritu.

  • 8Acto penitencial. Presidente.

    Queridsimos hermanos, nos hemos reunido para celebrar con gozo esta Eucarista y reconocer el testimonio de la vida de Oscar Romero Obispo y Mrtir, que hoy la Iglesia propone como modelo.

    El Seor nos invita a alegrarnos por el don de la salvacin que Dios, Padre misericordioso concede a sus hijos.

    Pidamos humildemente perdn por nuestros pecados para ser dignos de participar en la mesa del Seor.

    Breve pausa de silencio

    Despus, hacen todos en comn la confesin de sus pecados:

    Yo confieso ante Dios todopoderoso

    Y ante vosotros, hermanos, que he pecado muchode pensamiento, palabra, obra y omisin.por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos,y a vosotros, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor.

  • 9Canto: Seor ten piedad

    (Misa Hosanna) Camacho-Aguayo

  • 10

    Sr Obispo de la Dicesis acompaado del Postulador de la Causa se dirige al Sr. Cardenal. Junto a la ctedra. El pueblo, sentados.

    Eminencia: En nombre de la Arquidicesis de San Salvador, pedimos humildemente a Su Santidad el Papa Francisco que se digne inscribir en el nmero de los Beatos a este Venerable Siervo de Dios, Oscar Arnulfo Romero Galdmez

    Arzobispo de San Salvador.

    RITO DE BEATIFICACIN

    Presidente

    Dios Todopoderoso tenga misericordia de nosotros perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

    R/. Amn.Todos se sientan.

  • 11

    Breve biografa de Mons. Oscar Arnulfo Romero Galdmez, por el Postular de la causa.

    PERFIL DE MONSEOR OSCAR ROMERO

    - Oscar Arnulfo Romero naci en Ciudad Barrios, San Miguel, El Salvador, el 15 de agosto de 1917.

    - Ordenado sacerdote en Roma el 4 de abril de 1942.

    - Secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador en 1967.

    - Y, luego Obispo Auxiliar de Mons. Luis Chvez y Gonzlez en la Arquidicesis de San Salvador en 1970.

    - En 1974 fue nombrado Obispo de Santiago de Mara, y el 22 de febrero de 1977 tom posesin de la Sede Arzobispal de San Salvador, Sede que ocup hasta el encuentro con el Padre el 24 de marzo de 1980, cuando sufri el martirio en la Capilla del Hospital la Divina Providencia, en el momento del ofertorio.

    Sr. Cardenal lee la Carta Apostlica

    Por encargo de Su Santidad el Papa FRANCISCO doy lectura a la Carta Apostlica con la cual l mismo ha inscrito en el nmero de los Beatos al Venerable Siervo de Dios, Oscar Ar-nulfo Romero Galdmez

  • 12

    Litterae Apostolicae Nos,

    vota Fratris NostriIosephi Aloisii Escobar Alas,

    Archiepiscopi Metropolitae Sancti Salvatoris in America,necnon plurimorum aliorum Fratrum in Episcopatu

    multorumque christifidelium explentes,de Congregationis de Causis Sanctorum consulto,

    auctoritate Nostra Apostolicafacultatem facimus ut

    Venerabilis Servus DeiANSGARIUS ARNOLFUS ROMERO GALDMEZ, episcopus et martyr,

    pastor secundum cor Christi,evangelizator et pater pauperum,

    testis heroicus Regni Dei:Regni iustitiae, fraternitatis et pacis,Beati nomine in posterum appelletur,

    eiusque festumdie vicesima quarta mensis Martii,

    qua in caelum natus est,in locis et modis iure statutis

    quotannis celebrari posit.

    In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen.

    Datum Romae, apud Sanctum Petrum, die XIV mensis Maii,festo s. Matthiae apostoli, anno Domini bismillesimo quinto decimo,

    Pontificatus Nostri tertio.

    Carta Apostlica NOS,

    Atendiendo al deseo de nuestro hermanoJos Luis Escobar Alas

    Arzobispo metropolitano de San Salvador en AmricaY de todos sus dems hermanos en el episcopado,

    Para colmar la esperanza de muchsimos fieles cristianos,Habiendo hecho la consulta del caso a la Congregacin de los Santos

    En virtud de nuestra autoridad apostlicafacultamos para que

    el venerable Siervo de DiosOSCAR ARNULFO ROMERO GALDMEZ, Obispo y mrtir,

    pastor segn el corazn de Cristo,Evangelizador y padre de los pobres,Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de justicia, fraternidad y paz,

    en adelante se le llame Beato y se celebre su fiesta

    El da veinticuatro de marzo, en que naci para el cielo,

    En el lugar y segn el modo establecido por el derecho.

    En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn

    Dado en Roma, junto a San Pedro, el da catorce de mayo, fiesta de San Matas, Apstol, del ao dos mil quince,

    tercero de mi pontificado.

  • 13

    Carta Apostlica NOS,

    Atendiendo al deseo de nuestro hermanoJos Luis Escobar Alas

    Arzobispo metropolitano de San Salvador en AmricaY de todos sus dems hermanos en el episcopado,

    Para colmar la esperanza de muchsimos fieles cristianos,Habiendo hecho la consulta del caso a la Congregacin de los Santos

    En virtud de nuestra autoridad apostlicafacultamos para que

    el venerable Siervo de DiosOSCAR ARNULFO ROMERO GALDMEZ, Obispo y mrtir,

    pastor segn el corazn de Cristo,Evangelizador y padre de los pobres,Testigo heroico del Reino de Dios, Reino de justicia, fraternidad y paz,

    en adelante se le llame Beato y se celebre su fiesta

    El da veinticuatro de marzo, en que naci para el cielo,

    En el lugar y segn el modo establecido por el derecho.

    En el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo. Amn

    Dado en Roma, junto a San Pedro, el da catorce de mayo, fiesta de San Matas, Apstol, del ao dos mil quince,

    tercero de mi pontificado.

  • 14

    Terminada la lectura mostrar la gigantografa del BeatoMientras se descubre la gigantografa :

    canto de aclamacin de la asamblea:

    Tu reino es vida (Cf. Salmo 71)

    Miguel Manzano

  • 15

    Dios mo, da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud; para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

    Que los montes traigan la paz, que los collados traigan la justicia; que l defienda a los humildes del pueblo, que socorra a los hijos del pobre; que l defienda a los humildes del pueblo y quebrante al explotador.

    Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad; que baje como lluvia sobre el csped, como roco que empapa la tierra. Que en sus das florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna.

    Librar al pobre que suplica, al afligido que no tiene protector; se apiadar del humilde e indigente, y salvar la vida de los pobres; salvar de la violencia sus vidas, pues su sangre es preciosa ante sus ojos.

    En el mismo momento en que comienza el canto Tu reino es vida se inicia la procesin de las reliquias

    Procesin y veneracin de las reliquias. Diconos. - Se llevan en procesin las reliquias del Beato; - Se depositan en una mesa junto al altar, a un lado del altar- Se adornan con velas y flores.

    - El Presidente se acerca y las venera incensndolas.

  • 16

    Agradecimiento del Sr. Arzobispo, con el Postulador.

    Eminencia

    La Iglesia de Dios que peregrina en la Arquidicesis de San Salvador, da gracias al sucesor del Apstol Pedro, Su Santidad

    Oscar Arnulfo Romero Galdmez, que derram su sangre en defensa de la fe.

    Abrazo de Paz

    El Sr. Arzobispo, y tambin el Postulador, intercambian el abrazo de paz con el Representante del Papa.

    En este momento el Representante del Papa entrega al Arzobispo diocesano y al Postulador la copia de la

    Carta Apostlica en latn.

    Gloria

    Francisco Palazn

  • 17

    Por tu inmensa gloriate alabamos, te bendecimos, te adoramoste glorificamos, te damos gracias.

    Seor Dios, rey celestial,Dios Padre todopoderoso.Seor, Hijo nico, Jesucristo.Seor Dios, Cordero de Dios,Hijo del Padre.

    T que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;T que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra splica.T que ests sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros.

    Porque solo T eres Santo, solo T Seor, solo T Altsimo, Jesucristo.Con el Espritu Santo, en la gloria de Dios Padre.Amn.

    Oracin Colecta

    Dios de poder y misericordia, t que concediste al obispo Oscar Romero dar su vida,

    cuando celebraba la Eucarista, en un acto supremo de amor a Ti, concdenos, te rogamos, que as como a l le diste la gracia de imitar con su muerte la pasin de Cristo, alcancemos nosotros, siguiendo las huellas de tu mrtir, la vida eterna. Por nuestro Seor Jesucristo. Amn.

  • 18

    LITURGIA DE LA PALABRA

    PRIMERA LECTURA

    Los recibi como sacrificio de holocausto

    Lectura del libro de la Sabidura 3, 1-9

    Las almas de los justos estn en las manos de Dios y no los alcanzar ningn tormento. Los insensatos pensaban que los

    justos haban muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destruc-cin. Pero los justos estn en paz.

    La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Des-pus de breves sufrimientos recibirn una abundante re-compensa, pues Dios los puso a prueba y los hall dignos de s. Los prob como oro en el crisol y los acept como un holocausto agradable. En el da del juicio brillarn los justos como chispas en su caaveral. Juzgarn a las naciones y dominarn a los pueblos, y el Seor reinar eternamente sobre ellos.

    Los que confan en el Seor comprendern la verdad y los que son fieles a su amor permanecern a su lado, porque Dios ama

    a sus elegidos y cuida de ellos.

    Palabra de Dios.

  • 19

    SALMO RESPONSORIAL

    Sal 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 5)

    R. Los que sembraban con lgrimas cosechan

    entre cantares.

    Cuando el Seor cambi la suerte de Sin, nos pareca soar:la boca se nos llenaba de risas,la lengua de cantares. R.

    Hasta los gentiles decan:El Seor ha estado grande con ellos.El Seor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R.

    Que el Seor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb.Los que sembraban con lgrimas cosechan entre cantares. R.

    Al ir, iba llorando, llevando la semilla;al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. R.

  • 20

    SEGUNDA LECTURA

    Ni muerte, ni vida podr apartarnos del amor de Dios

    Lectura de la carta del apstol

    San Pablo a los Romanos 8, 31b-39

    Hermanos: si Dios est a nuestro favor, Quin estar en con-tra nuestra? El que no nos escatim a su propio Hijo, sino que lo entreg por todos nosotros, cmo no va a estar dispuesto a drnoslo todo, junto con su Hijo? Quin acusar a los elegi-dos de Dios? Si Dios mismo es quien los perdona, Quin ser el que los condene? Acaso Jesucristo, que muri, resucit y est a la derecha de Dios para interceder por nosotros? Qu cosa podr apartarnos del amor con que nos ama Cristo? Las tribulaciones? Las angustias? La persecucin? El hambre? La desnudez? El peligro? La espada?Ciertamente de todo esto salimos ms que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ngeles ni los demonios, ni el pre-sente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podr apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jess.

    Palabra de Dios.

  • 21

    Aleluya

    Alabad al Seor todas las naciones, proclamad sus alabanzas pueblos todos.

    EVANGELIO

    El mundo los ha odiado

    Lectura del Santo Evangelio

    segun San Juan 17, 11b-19

    En aquel tiempo, Jess levant los ojos al cielo y dijo: Pa-dre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdi, excepto el que tena que perderse, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y mientras estoy an en el mundo, digo

    estas cosas para que mi gozo llegue al su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

    Santifcalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. As como t me enviaste al mundo, as los envo yo tambin al mundo.

    Yo me santifico a m mismo por ellos, para que tambin ellos

    sean santificados en la verdad.

    Palabra del Seor.

  • 22

    Homila

    Oracin de los fieles.

    Inicia y concluye el Sr. Cardenal.

    Iluminados con el ejemplo de los santos, que fueron en su vida sal de la tierra y luz del mundo, y uniendo nuestra oracin a la de la inmensa multitud de los que estn en la presencia del Seor,Oremos confiadamente al Seor,

    I. Por todos los creyentes en Cristo; para que como los santos seamos testigos del amor de Dios en el mundo, roguemos al Seor.

    II. Por la Iglesia de El Salvador, de quien recibi la fe quien hoy ha sido inscrito en el libro de los mrtires de Cristo; para que por su intercesin d frutos abundantes de Nueva Evangelizacin, roguemos al Seor. III. Por todos los que sufren a causa de la violencia, la pobreza, la injusticia social y la marginacin, para que se sientan acogidos por nosotros los cristianos, y trabajemos por la transformacin de las estructuras de pecado, roguemos al Seor.

    IV. Por los que rigen las naciones; para que procuren siempre el bienestar y la paz de todos los ciudadanos, roguemos al Seor.

    V. Por nosotros, aqu reunidos, por nuestras familias, por nuestra comunidad para que imitemos la valenta del Beato Oscar Arnulfo Romero y seamos los mensajeros de Cristo, roguemos al Seor.

  • 23

    Dios todopoderoso y eterno, escucha nuestras plegarias y for-talece nuestra voluntad, para que, como el Beato Oscar Arnul-fo Romero, sepamos seguirte con entrega generosa la llamada de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

    Amn.

    LITURGIA EUCARSTICA

    Ritos del Ofertorio

    Presentamos ante el altar:

    - Ramo de flores.

    - El libro de los acuerdos de paz (De la locura a la Esperanza).- Canasta bsica.

    - Pan y vino. Canto de ofrendas

    Vino y pan en oblacin

    Carlos Camacho

  • 24

  • 25

    Oracin sobre las ofrendas

    Santifica con tu bendicin estos dones que te ofrecemos, Se-or, y, por ellos, enciende en nosotros la llama de aquel amor por el cual el beato Oscar Arnulfo Romero venci los tormentos del martirio.Por Jesucristo, nuestro Seor.

    Plegaria eucarstica o Canon Romano

    Prefacio de los santos mrtires II

    V. El Seor est con ustedes. R. Y con tu espritu. V. Levantemos el corazn. R. Lo tenemos levantado hacia el Seor.V. Demos gracias al Seor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario,es nuestro deber y salvacindarte gracias siempre y en todo lugar,Seor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. T eres glorificado por la alabanza de tus santos

    y en su martirio se manifiestan las maravillas de tu poder,

    porque en tu bondad concedes ardor a la feinspiras firmeza en la perseverancia

    y das la victoria en el combate,por Cristo, Seor nuestro.

  • 26

    Por eso, unidos a los coros de los ngeles que te adoran,cantamos un cntico nuevoy te alabamos, proclamando sin cesar:

    SANTO

    Alfonso Luna

  • 27

    Terminado el Santo, slo el celebrante principal, con las manos extendidas dice:

    Padre misericordioso,te pedimos humildementepor Jesucristo, tu Hijo, nuestro Seor,que aceptes y bendigas

    estos + dones,este sacrificio santo y puro que te ofrecemos,

    ante todo, por tu Iglesia santa y catlica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidady la gobiernes en el mundo entero,con tu servidor el Papa Francisco, con mi hermano Jos Luis, Obispo de la Arquidicesis de San Salvador, conmigo, indigno siervo tuyo,y todos los dems Obispos que, fieles a la verdad, promueven

    la fe catlica y apostlica.

    Concelebrante primero. Conmemoracion de los vivos.

    Acurdate, Seor, de tus hijos N. y N.y de todos los aqu reunidos,cuya fe y entrega bien conoces;

  • 28

    por ellos y todos los suyos,por el perdn de sus pecadosy la salvacin que esperan,te ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen,este sacrificio de alabanza,

    a ti, eterno Dios, vivo y verdadero.

    Concelebrante segundo. Conmemoracin de los santos

    Reunidos en comunin con toda la Iglesia, veneramos la me-moria ante todo, de la gloriosa siempre Virgen Mara, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Seor;la de su esposo, san Jos;la de los santos apstoles y mrtires Pedro y Pablo, Andrs,Santiago y Juan,Tomas, Santiago, Felipe,Bartolom, Mateo, Simn y Tadeo; Lino, Cleto, Clemente,Sixto, Cornelio, Cipriano,Lorenzo, Crisgono,Juan y Pablo,Cosme y Damin,y la de todos los santos;por sus mritos y oraciones concdenos en todo tu proteccin.[Por Cristo, nuestro Seor. Amn.]

    Con las manos extendidas, prosigue el Celebrante principal:

    Acepta, Seor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos de toda tu familia santa; ordena en tu paz nuestros das,

  • 29

    Lbranos de la condenacin eterna y cuntanos entre tus elegidos. [Por Cristo, nuestro Seor. Amn.]

    Todos los concelebrantes. Con las manos extendidas hacia las ofrendas, dicen a una pero en voz baja:

    Bendice y santifica, oh Padre, esta ofrenda,

    hacindola perfecta, espiritual y digna de ti,de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de tu Hijo amado Jesucristo, nuestro Seor

    Institucin de la Eucarista.

    El cual, la vspera de su Pasin,tom pan en sus santas y venerables manos,y, elevando los ojos al cielo,hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso, dando gracias te ben-dijo,lo parti,y lo di a sus discpulos, diciendo:

    Tomen y coman todos de l, porque esto es mi Cuerpo, que ser entregado por ustedes.

    Del mismo modo, acabada la cena,tom este cliz gloriosoen sus santas y venerables manos, dando gracias te bendijo,y lo dio a sus discpulos, diciendo:

  • 30

    Tomen y beban todos de l, porque ste es el cliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que ser derramada por ustedes y por muchos para el perdn de los pecados. Hagan esto en conmemoracin ma.

    Luego el Sr. Cardenal dice:

    Este es el Sacramento de nuestra fe.

    Y el pueblo prosigue, aclamando:

    Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurreccin. Ven, Seor Jesus!

    Despus el celebrante y los concelebrantes, con las manos extendidas, dicen:

    Por eso, Padre,nosotros, tus siervos, y todo tu pueblo santo,al celebrar este memorial de la muerte gloriosa de Jesucristo, tu Hijo, nuestro Seor;de su santa resurreccin del lugar de los muertosy de su admirable ascensin a los cielos, te ofrecemos, Dios de gloria y majestad, de los mismos bienes que nos has dado, el sacrificio puro, inmaculado y santo: pan de vida eterna

    y cliz de eterna salvacin.Mira con ojos de bondad esta ofrenday acptala, como aceptaste los dones del justo Abel,el sacrificio de Abrahn, nuestro padre en la fe, y la oblacin

    pura de tu sumo sacerdote Melquisedec.

  • 31

    Te pedimos humildemente,Dios todopoderoso,que esta ofrenda sea llevada a tu presencia hasta el altar del cielo, por manos de tu ngel,para que cuantos recibimosel Cuerpo y la Sangre de tu Hijoal participar aqu de este altar,

    Se endereza y se signa, diciendo:

    seamos colmadosde gracia y bendicin.[Por Cristo, nuestro Seor. Amn.]

    Concelebrante tercero. Conmemoracin de los difuntos

    Acurdate tambin, Seor, de tus hijos N. y N.,que nos han precedido con el signo de la fe y duermen ya el sueo de la paz.A ellos, Seor, y a cuantos descansan en Cristo,concdeles el lugar del consuelo,de la luz y de la paz.

    [Por Cristo, nuestro Seor. Amn.]

    Concelebrante cuarto.

    Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos,que confiamos en tu infinita misericordia,

    admtenos en la asambleade los santos apstoles y mrtiresJuan el Bautista, Esteban,

  • 32

    Matas y Bernab, Ignacio, Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, gueda, Lucia, Ins, Cecilia, Anastasia,

    El Beato Oscar Romero, Obispo y Mrtir

    y de todos los santos;y acptanos en su compaa, no por nuestros mritos, sino conforme a tu bondad.

    Slo el Concelebrante principal

    Por Cristo, Seor nuestro,por quien sigues creando todos los bienes, los santificas, los llenas de vida,

    los bendices y los repartes entre nosotros.

    Todos los concelebrantes dicen:

    Por Cristo, con l y en l,a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espritu Santo, todo honor y toda gloriapor los siglos de los siglos.

    El pueblo aclama:

    R. Amn.

  • 33

    RITO DE COMUNIN

    El Celebrante

    Fieles a la recomendacin del Salvador y siguiendo su divina enseanza,nos atrevemos a decir:

    Padre nuestro, que ests en el cielo,santificado sea tu Nombre;

    venga a nosotros tu reino;hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da;perdona nuestras ofensas,como tambin nosotros perdonamosa los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentacin,y lbranos del mal.

    El Celebrante

    Lbranos de todos los males, Seor,y concdenos la paz en nuestros das, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecadoy protegidos de toda perturbacin, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

  • 34

    La Asamblea

    Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Seor.

    Celebrante

    Seor Jesucristo, que dijiste a tus apstoles: La paz os dejo, mi paz os doy;

    no tengas en cuenta nuestros pecados,sino la fe de tu Iglesiay, conforme a tu palabra, concdele la paz y la unidad.

    T que vives y reinas

    por los siglos de los siglos.

    Amn.

    Celebrante

    La paz del Seor est siempre con vosotros.

    R/ Y con tu espritu.

    Dicono

    Nos damos un saludo de paz

  • 35

    Canto: Cordero de Dios

    Alejandro Meja

  • 36

    Antfona de comunin Cf. Mt 10, 39

    Dice el Seor: el que pierda su vida por m, la encontrar.

    Canto de comunin: Acerqumonos todos al altar

    F. Palazn- E. Pascual

    Celebrante principal

    Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Seor.

    R/ Seor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una

    palabra tuya bastar para sanarme.

  • 37

    Los hebreos en medio del desierto comieron el man nosotros peregrinos de la vida comemos de este pan, los primeros cristianos ofrecieron su cuerpo como trigo noso-tros acosados por la muerte bebemos este vino.

    Como Cristo hecho pan de cada da, se ofrece en el altar no-sotros entregados al hermano comemos de este pan, como el cuerpo de cristo es uno solo por todos ofrecidos nosotros ol-vidando divisiones bebemos este vino.

    Como ciegos en busca de la aurora dolientes tras la paz bus-camos tierra nueva y cielos nuevos comiendo de este pan, acerqumonos todos los cansados porque l es nuestro alivio y siempre que el desierto nos agobie bebamos este vino.

    Oracin despus de la comunin

    Seor nuestro,que los sacramentos recibidosnos concedan aquella fortaleza que dio a tu mrtirel Beato Oscar Arnulfo Romerola fidelidad en tu servicio y la victoria en su pasin.

    Por Jesucristo, nuestro Seor.Amn

  • 38

    Himno del Mrtir Oscar Arnulfo Romero

    Autor: Francisco Andrs Escobar Msica: Salvador Marroqun

    Profeta del pecho herido, siervo de la luz quemante

    no nos dejes pastor nuestro de tu mano venerable.

    No se agoste tu palabra que como roco cae

    sobre nuestra tierra herida que solo florece en sangre.

    Pastor que fuiste cordero y ejemplo de fe admirable, que Dios acoja tu muertey la ofrenda de tu sangre.

    Profeta del pecho herido siervo de la luz quemanteen el altar donde fuiste sacrificio y celebrante.

  • 39

    RITO DE CONCLUSION

    (Espritu Santo)

    Dios, Padre y fuente de toda luz,que ilumin los corazones de los discpulosderramando en ellos el Espritu Santo,los bendiga y les conceda la abundancia de sus dones. R. Amn

    El fuego admirable que apareci sobre los discpulospurifique los corazones de ustedes de todo mal

    y los ilumine con su luz. R. Amn. El Espritu, que por la proclamacin de una misma fereuni a los pueblos de diferentes lenguas,los haga perseverar en esa misma fey llegar, gracias a ella, a la visin que esperan. R. Amn. Y la bendicin de Dios todopoderoso,del Padre, del Hijo + y del Espritu Santo,descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. R. Amn.

    Dicono

    Pueden ir en paz.

    R. Demos gracias a Dios.

  • 40

    HIMNO A NUESTRA SEORA DE LA PAZ

    Mons. Argumedo

    Salve oh Reina de Oriente ensalzada, de tus hijos escucha el clamor; nuestra dulce patrona aclamada, tuyo siempre ser El Salvador.

    Dulce Madre, a tus plantas llegamos con filial entusiasmo vi-vaz, y permite tu frente ciamos como Reina gentil de la paz.

    Con estrellas y lirios tejida te brindamos corona de amor; las estrellas con luz de tu gida y los lirios tu mismo candor.

    Eres pura y que el sol ms hermosa, de esta tierra magnifico honor; Fuiste t entre tantos mortales elegida por el Creador.

    Los rencores, el odio, la guerra, las envidias, el falso disfraz, con tu amor y cario destierra, y en nosotros que reine tu paz.

    MAGNIFICAT

    (Kairoi)

    Proclama mi alma la grandeza de Dios, se alegra mi espritu en Dios mi salvador. porque ha mirado la humildad de su sier-va; desde ahora me felicitarn todas las generaciones.

    Porque el poderoso ha obrado y hace maravillas en nosotros, Grande es su amor para todos, Grande es su amor y por siem-pre, Grande es su amor.

    Hace proezas con su brazo, corrige a los soberbios y con todo el corazn, exalta los humildes, llena de bienes a los pobres.Sus promesas por siempre durarn, como dijo a nuestros padres.

  • 41

    INDULGENCIAS

    Qu son y cmo pueden lucrarse

    La indulgencia es la remisin ante Dios de la pena temporal

    por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consi-gue por mediacin de la Iglesia, la cual, como administradora de la redencin, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos (Pablo VI, Const. ap. Indulgentiarum doctrina, normas 1).

    La indulgencia es parcial o plenaria segn libere de la pena

    temporal debida por los pecados en parte o totalmente (Indul-gentiarum doctrina, normas 2). Todo fiel puede lucrar para s

    mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias (CIC can 994).

    Cfr. Catecismo de la Iglesia Catlica n. 1471

    Norma 6. La indulgencia plenaria solamente se puede ganar una vez al da, salvo lo prescrito en la norma 18 para los que se encuentran in articulo mortis.

    En cambio, la indulgencia parcial se puede ganar muchas ve-ces en un mismo da, a no ser que se advierta expresamente otra cosa.

    Norma 7. Para ganar la indulgencia plenaria se requiere la ejecucin de la obra enriquecida con la indulgencia y el cum-plimiento de las tres condiciones siguientes: la confesin sa-

  • cramental, la comunin eucarstica y la oracin por las in-tenciones del Romano Pontfice. Se requiere adems, que se

    excluya todo afecto al pecado, incluso venial.

    Si falta esta completa disposicin, y no se cumplen las condi-ciones arriba indicadas, salvo lo prescrito en la norma 11 para los impedidos, la indulgencia ser solamente parcial.

    Norma 8. Las tres condiciones pueden cumplirse algunos das antes o despus de la ejecucin de la obra prescrita; sin em-bargo, es conveniente que la comunin y la oracin por las intenciones del Sumo Pontfice se realicen el mismo da en

    que se haga la obra.

    Norma 9. Con una sola confesin sacramental se pueden ga-nar muchas indulgencias plenarias; en cambio, con una sola comunin eucarstica y con una sola oracin por las intencio-nes del Sumo Pontfice solamente se puede ganar una indul-gencia plenaria.

    Cfr. Pablo VI, Const. Ap. Indulgentiarum doctrina, normas 6 -9