Mira Quien

27
SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | LA BIENVENIDA 1 UNIDAD DIDÁCTICA SERIE: MIRA QUIÉN CRECE LA BIENVENIDA Ana Torres Jack Hay un breve capítulo en la historia de la mayoría de niños y niñas que con el tiempo se suele olvidar. Ape- nas dura un rato, pero resume muchas cosas a la vez. Es ese en el que el equipo del hospital en el que ha tenido lugar el nacimiento entrega con una sonrisa a los papás toda la responsabilidad con respecto a su retoño. A partir de entonces ya no dispondrán de un encantador personal técnico que les ayude con sus dudas y vacila- ciones. La familia se despide del equipo de doctores y enfermería y en apenas unos minutos ya está en la calle, puertas afuera del hospital. Es como soltar amarras y empezar una nueva singladura. La ilusión y la alegría se mezclan con algo parecido al vértigo. ¡Bienvenidos a esta sensación! Por muchos ma- pas y herramientas de navegación que madres y padres llevemos a bordo en forma de consejos de familiares y amigos, libros, sentido común, etc., nunca estaremos se- guros de saber hacer las cosas del todo bien. Es decir, de no equivocarnos. Esa mezcla de ilusión, incertidumbre y miedos será ya nuestra compañera para toda la vida. So- bre todo, hasta que ese muñeco que llevamos en brazos se convierta en un adulto probablemente más alto que nosotros. Parece que todavía falta mucho para eso, pero luego el tiempo pasa volando... UN ARTÍCULO PARA CADA ETAPA Este es el primero de una serie de artículos mensuales dedicados a las claves básicas que explican cómo se de- sarrolla y madura el ser humano a lo largo de la infancia. Cada uno de ellos abordará un año de vida (al principio analizaremos también los primeros meses), reseñando los avances físicos, intelectuales y emocionales típicos de cada edad. Será inevitable caer en numerosas generalidades. Para empezar, no todas las niñas y niños crecen al mismo ritmo. Así pues, no debemos considerar que si nuestro pequeño no cumple con todo lo que se apunte para los cuatro años (por ejemplo) es porque sufre un atraso. Ni creernos que si a los tres ya muestra capacidades de cuatro es un fenómeno. Además, no debemos olvidar que todas las personas so- mos, al mismo tiempo que bastante iguales, diferentes. Cada niña y cada niño llegan al mundo con una predis- posición natural hacia un conjunto u otro de habilida- des. Puedes echar un vistazo a la serie INTELIGENCIAS MÚLTIPLES para comprender mejor a qué nos referimos.

description

Mira quien crece

Transcript of Mira Quien

Page 1: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | LA BIENVENIDA 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

LA BIENVENIDAAna Torres Jack

Hay un breve capítulo en la historia de la mayoría de niños y niñas que con el tiempo se suele olvidar. Ape-nas dura un rato, pero resume muchas cosas a la vez. Es ese en el que el equipo del hospital en el que ha tenido lugar el nacimiento entrega con una sonrisa a los papás toda la responsabilidad con respecto a su retoño. A partir de entonces ya no dispondrán de un encantador personal técnico que les ayude con sus dudas y vacila-ciones. La familia se despide del equipo de doctores y enfermería y en apenas unos minutos ya está en la calle, puertas afuera del hospital.

Es como soltar amarras y empezar una nueva singladura. La ilusión y la alegría se mezclan con algo parecido al vértigo. ¡Bienvenidos a esta sensación! Por muchos ma-pas y herramientas de navegación que madres y padres llevemos a bordo en forma de consejos de familiares y amigos, libros, sentido común, etc., nunca estaremos se-guros de saber hacer las cosas del todo bien. Es decir, de no equivocarnos. Esa mezcla de ilusión, incertidumbre y miedos será ya nuestra compañera para toda la vida. So-bre todo, hasta que ese muñeco que llevamos en brazos se convierta en un adulto probablemente más alto que nosotros. Parece que todavía falta mucho para eso, pero luego el tiempo pasa volando...

UN ARTÍCULO PARA CADA ETAPA

Este es el primero de una serie de artículos mensuales dedicados a las claves básicas que explican cómo se de-sarrolla y madura el ser humano a lo largo de la infancia. Cada uno de ellos abordará un año de vida (al principio analizaremos también los primeros meses), reseñando los avances físicos, intelectuales y emocionales típicos de cada edad.

Será inevitable caer en numerosas generalidades. Para empezar, no todas las niñas y niños crecen al mismo ritmo. Así pues, no debemos considerar que si nuestro pequeño no cumple con todo lo que se apunte para los cuatro años (por ejemplo) es porque sufre un atraso. Ni creernos que si a los tres ya muestra capacidades de cuatro es un fenómeno.

Además, no debemos olvidar que todas las personas so-mos, al mismo tiempo que bastante iguales, diferentes. Cada niña y cada niño llegan al mundo con una predis-posición natural hacia un conjunto u otro de habilida-des. Puedes echar un vistazo a la serie INTELIGENCIAS MÚLTIPLES para comprender mejor a qué nos referimos.

Page 2: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | LA BIENVENIDA 2

Tanto esas habilidades, como su entorno y las posibili-dades que tengan de explorar su creatividad y el mundo que les rodea, contribuirán al desarrollo de su persona-lidad. Igual de importante será nuestra comprensión, y nuestro apoyo, y que en cada minuto de su vida sepa que le queremos y respaldamos, sobre todo cuando meta la pata. En ningún momento debe dudar de que siempre nos tendrá a su lado para ayudarles a superar las dificultades.

También será fundamental nuestra firmeza a la hora de enseñarle las claves de la responsabilidad y la disciplina, para extraer lo mejor de sí mismo y aprender a rechazar lo peor. Para irse conociendo, conocer a los demás y, cuando llegue la hora, madurar como persona y afrontar de la mejor manera posible los retos de la vida.

Vamos a ser su madre. Su padre. Su referencia. Su mo-delo. Con nosotros van a aprender, además de a andar, hablar o leer, qué es el apego. Y también a despegar.

MUCHOS AÑOS POR DELANTE

En esta serie no vamos a abordar el ámbito académico y el futuro profesional de nuestros hijos. Nuestro foco de atención va a estar puesto en su evolución personal. En cómo lograr que todos esos talentos innatos con los que los bebés llegan al mundo se desarrollen plena-mente a lo largo de sus primeras dos décadas de vida: la curiosidad, la sociabilidad, la creatividad, la superación personal…

Para eso conoceremos las habilidades físicas, intelec-tuales y emocionales de cada etapa. Y no olvidaremos, y esto es muy importante, que desde su primer día de vida la personita que llevamos en brazos es tan completa y compleja, a su manera, como nunca seremos capaces de imaginar.

Aunque en una serie de artículos como esta es inevita-ble sintetizar, y por tanto simplificar muchos conceptos e ideas, como padres debemos tener siempre muy presen-te que cualquier ser humano, por pequeño, indefenso y aparentemente ajeno a cuanto le rodea que nos parezca, es el más asombroso milagro de la evolución.

¿Disfrutarán otros animales de la compañía de sus cachorros con tanta intensidad como nosotros? No lo sabemos. Pero sí que en una cosa les ganamos a todos: la etapa de niñez y adolescencia de nuestra especie es la más larga de cuantas criaturas existen.

LLEGANDO A CASA

Por fin estáis en casa. ¡Qué lejos parece ahora el hospital! Os hacéis una foto nada más entrar y le mostráis el lugar que le habéis preparado para que esté lo más cómodo posible, ya sea un enorme cuarto repleto de peluches o una cómoda cunita en un rincón de vuestra habitación. Qué más da. Por el momento, el lugar del recién llegado sois la mamá y el papá. Sobre todo, la mamá. No en vano ya lleváis juntos un buen montón de meses. Algunos de sus sentidos ya funcionan muy bien, otros aún están en proceso de desarrollo. Con esas herramientas, y como ya hacía dentro del útero, está investigando su entorno.

Dadle un beso. Cantadle. Acariciadle.

Os dejamos hasta el próximo artículo, que ya estaréis muy ocupados explicándole su primera gran lección: qué es sentirse querido.

Page 3: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | HASTA LOS TRES MESES 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

HASTA LOS TRES MESESAna Torres Jack

Las presentaciones del bebé a las amistades de los papás siempre fueron motivo de alegría. Hasta que uno de ellos, al asomarse al cochecito en el que el rena-cuajo permanecía dormido, hizo ese comentario tan clásico como desacertado: “A esta edad no se enteran de nada, son como un Ficus”. Se refería, claro, a la planta ornamental de interior. La mamá y el papá se cruzaron una mirada cómplice. “¡Te quería ver yo a ti cuidando a esta fiera, y verías lo que se parece a un Ficus!”, exclamó el segundo. “¡No me verás!”, le respondió entre risas su amigo. Y a continuación reflexionó: “Pero lo cierto es que cuando son así de pequeñitos no hacen nada más que comer, hacer sus necesidades, llorar y dormir, ¿verdad?”. Los papás se pasaron el resto del día recordando estas palabras, mientras su hijo mostraba desde la cuna o en sus brazos una vitalidad parecida a la de esos Budas que adornan las repisas de algunas casas.

¿Es verdad eso de que los primeros meses de vida los niños no hacen otra cosa que “vegetar”? Por supuesto que no. Es más: pensar así es una barbaridad.

Ya desde antes de nacer el bebé explora su entorno a través de las ondas de información que le llegan a través de la placenta y el vientre materno. Luego, cuando nace, continúa haciéndolo. Aunque a nosotros nos pueda parecer que “no se entera de nada”, lo cierto es que ya es una asombrosa esponja de información que absorbe mucho de lo que sucede a su alrededor a través de su curiosidad innata, sus sentidos en desarrollo y su cere-bro. No debemos olvidar, precisamente, que el cerebro de un bebé, en tanto que humano, es una de las maravi-llas más asombrosas de la evolución. Ya ensaya con sus emociones, y aprende a relacionarse con su entorno, el familiar y el físico. El cariño que le demos en esta etapa, y cuanto más tiempo dediquemos a estar con él, hablarle o cantarle, redundará en su óptimo desarrollo. Además, ¿no nos encanta mimarle? No es por casualidad, claro. ¡Si la evolución nos ha hecho así de amorosos es porque nuestros cachorros lo necesitan!

Page 4: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | HASTA LOS TRES MESES 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Meencantamiraroslacara.Nosécómoexpre-sároslo, pero os habréis fijado en que os sigo con la mirada.

• Muevopiernasybrazosparamuchascosas,perotodavía no sé darme la vuelta en la cuna.

• Cuandoestoybocaabajolevantocadavezmásloshombros y la cabeza.

• Cuandomeacariciáis,mecantáisohabláis,emitolos sonidos más agradables de que soy capaz. Tam-bién os sonrío.

• Sélloraraunvolumenquehastaamímedamie-do.

• Tambiénestarconvosotros.Enlamismahabita-ción, escuchando vuestras voces.

• Soyespecialistaenescucharsonajerosyendisfru-tar de los colores vivos.

Además de una higiene adecuada y una buena ali-mentación (la leche de mamá es la mejor para mí, sin ninguna duda)...

Estas son el tipo de cosas que necesito de vosotros:

• Sobretodo,muchosmimosyatención.• Tambiénunpaseoaldía,porlomenos.Meencanta

el aire libre.• Recordadestobien:elfríoyelcalorlossiento

igual que vosotros. No me abriguéis de más, sudo, estoy incómodo y me pongo de muy mal humor. ¡Pero tampoco me dejéis pasando frío junto a una corriente de aire!

• Ponedmeropacómoda,amplia,quemedejemo-verme a gusto.

• Dejadmedormirtodocuantopueda.Yoduermounmontón.Másomenos16horasdiarias,aunqueloshay que llegan a 20 (y los menos dormilones con 14estánlistos).Poreldíapuedodormirtressiestasde2a4horascadauna.Yporlanoche...bueno,intento portarme bien y dejaros dormir, pero en-seguida me entra el hambre y me despierto. Tened paciencia conmigo...

• ¡Ah,otracosa!Prefierodormirsiempreenelmismositio.

• Dadmedecomerdespacio,siprisasniruidosalre-dedor.

• Bañadmecadadíaenaguatibia.Elbañoesunodelos momentos del día que más me gustan.

• Alsalirdelagua,acariciadmeconesascremastanestupendas.

• Habladme.Despacito.Contadmequéesloquevoysintiendo, y por qué: dolor, miedo, risa. Qué son esos sonidos que escucho. Los nombres de mis primeros juguetes y de cada miembro de la familia. Habladme también cuando salgamos de paseo. Vuestra voz me tranquiliza y es mi vínculo con el mundo.

• Susurradmecosasbonitasaloído,ycantadme.Nosólo nanas para dormir. Y mecedme.

• Dadmejuguetesfácilesconsonidosyvivoscolores.Movedlosantemíparaquelossiga.Colgadmóvi-les sobre mí para que vea cómo se mueven.

• Vuestrorostromefascina,sobretodocuandolostengo cerca. Así que... acercaos. Dejad que os to-que. Incluso que os tire del pelo. ¡Sois mis papás!

Hola papás. No hablo, claro (qué sorpresa si lo hiciera, ¿eh?), ni hago muchas otras cosas que todavía me queda mucho por aprender a hacer. Debo ir poco a poco. Pen-sad que en seis meses pesaré cerca del doble que cuan-do nací, así que a lo que me dedico ahora, sobre todo, es a crecer. No es poco trabajo, ¿verdad? ¿Os imagináis que esta fuera vuestra tarea para este año?

Como todavía estoy conociendo qué es todo esto que me rodea, vosotros incluidos, y no sé muy bien cómo or-ganizar la información ni qué hacer con ella, lo que por el momento hago es sobre todo mirar, escuchar, succio-nar, tocar… Y aprender cosas como a sostener la cabeza cuando me tenéis en brazos. Cuesta bastante. ¡No me pidáis que además no me babe en vuestros hombros!

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Page 5: Mira Quien

1SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS CUATRO A LOS SEIS MESES

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS CUATRO A LOS SEIS MESESAna Torres Jack

El bebé parece haber descubierto que la boca es el mejor invento del mundo. Todo se lo lleva allí, como si fuera un sofisticado sistema de radar capaz de ayudar-le a comprender mejor cualquier objeto. En paralelo, sus padres han desarrollado un gran aprecio por los mordedores. Son instrumentos mágicos, con los que el renacuajo se entretiene durante largos ratos que ellos pueden así dedicar al tipo de tareas que les ocupaban hace… ¡Parece que hace siglos!

Lo cierto es que se lo pasan todos muy bien. El bebé sonríe cada vez más, y les sigue con la mirada a todas partes. Lo más gracioso es cuando le dejan boca abajo. Entonces, lleno de curiosidad, levanta su cabecita, que tiembla un poco, como la de esos perritos que adornan las bandejas traseras de algunos automóviles. Y les mira, con ojos a la vez atentos y asombrados. Esa fuerza inte-rior por captar y comprender todo es la que más le im-pulsará, desde ahora mismo, hacia su futuro. Es su mayor tesoro. Aquél que todas las madres y padres debemos esforzarnos más por cuidar y alimentar.

Cuando no le hacen caso, ya se enfada. Y es que otra de esas características tan humanas que está aprendiendo a desarrollar es el sentimiento de pertenencia a un gru-po. El suyo, claro, es su familia. Si fuera por él, se pasaría el día bien apretadito a sus papás.

Reírse y refunfuñar son sus estrategias para llamar la atención. Debemos demostrarle que estamos con él, aunque en ese momento tengamos las manos llenas de

harina y clara de huevo. Lo haremos con palabras confia-das y suaves, para no alarmarle, como si le enviásemos un mensaje de contacto: “¡A la escucha!”. Y en cuanto sea posible, lo abrazaremos y acariciaremos. Para él, mamá y papá son las personas más confortables y que mejor huelen y suenan del mundo.

De hecho, ya ha aprendido a identificar a los extraños: “Esta señora es nueva, no la conozco”. Según vaya desa-rrollando su personalidad, y también según la actitud de la persona que se le acerque, ya va decidiendo si sonreír o no. O si retirar la mirada. O si echar a llorar. Ninguna de estas reacciones es mejor o peor que las demás. Son, sencillamente, sus primeros impulsos. Debemos ense-ñarle a interpretarlos con palabras cariñosas.

Y es entonces, y al hablarle, y también al cantarle, cuan-do ya empieza a respondernos. A veces con una pedo-rreta. Otras, con expresiones tan pegadizas como: “da”, que los papás acabamos repitiendo como si fuera el latiguillo de moda.

Aunque aún le queda mucho para echar a andar, sus pies ya le resultan fascinantes. Si está boca abajo, se gira en la cuna para ponerse panza arriba y tocarlos. Su pro-pio cuerpo es otro de esos mundos nuevos que poco a poco va aprendiendo a conocer. Es por eso que, cuando se mira al espejo, se queda patidifuso al reconocerse. “¡Pero si ese soy yo!” Es el primer paso, fabuloso, de una investigación que no terminará nunca, porque, ¿quién se conoce a sí mismo del todo?

Page 6: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS CUATRO A LOS SEIS MESES 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Descubrirmialrededor.Mirando,escuchando,tocando. A veces no me acuerdo de que no me muevo del todo bien, así que no me dejéis solo en-cima de una cama, porque en cualquier momento puedo echar a rodar más rápido de lo que parece.

• Cogercosasconlasmanos.Yllevármelasalaboca. Si me dejáis ensayar un poco con el biberón, enseguida seré un profesional de su uso. ¡Ya veréis! Cerrad bien la tapa, eso sí. ¡Gracias!

• Meencantababearcomounmastín.Esporquehacia los seis meses me están empezando a salir

los dientes incisivos, y la boca se me llena de saliva. Por eso me gusta tanto el mordedor.

• Aunqueparezcaquenomeenterodenada,disfruto muchísimo cuando me contáis cuentos. La verdad es que me entero de poco, pero pocas cosas me hacen tan feliz como comprobar cómo sois capaces de pasaros un buen rato hablándome, cantándome o haciendo muecas raras para hacer-me reír.

• Llorarnomegusta.Peroséhacerlotodavíamuybien, ¿a que sí? Ojo: lloro de forma un poco diferen-te según por qué. Así que atentos.

Hola de nuevo, papás. Esto de ser bebé es cada vez más divertido. Espero que a vosotros os suceda lo mismo con esa aventura de ser mamá y papá. A veces me parece que sí. Otras, cuando os asustáis por algo, me asusto yo también. Poco a poco voy aprendiendo que la vida está llena de alegrías y sustos. ¡Creo que me va a gustar!

Probablemente os habréis dado cuenta de que estoy creciendo a velocidad de crucero. Es gracias a lo bien quemedaisdecomer.¡Muchasgracias!Estosmesesmeha sucedido algo muy interesante: cada vez veo mejor. ¿Y sabéis qué? Los colores son algo precioso. ¡Y TODO está lleno de colores! ¿Os habíais dado cuenta?

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Estar limpito y bien alimentado (la leche de mamá sigue siendo la mejor para mí) son mis dos necesida-des principales. ¡Pero no las únicas! Recordad que soy una personita.

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Atención,ymuchísimocariño.Dejadqueaprendaaacariciaros la cara yo también con mis manos.

• Irdeaquíparaalláconvosotros.Cuantosmásentornos nuevos vea, y más sensaciones reciba a través de los sentidos, mejor.

• Noosolvidéisdequeperciboelfríoyelcalorigualque vosotros. No me abriguéis demasiado, ni me dejéis a la intemperie. Lo que no me gusta mucho, cuando vamos de paseo y hace sol, es que me dé directamente en la cara. Gracias por esas sombri-llas.

• Miropitadebeseguirsiendocómoda.Siademáses del tipo que a vosotros os parece bonita, pues

estupendo. ¡Pero por favor que no sea más bonita que cómoda!

• Meencantaestartumbadoensitiosdiferentesalacuna o la alfombra. Por ejemplo, la hierba. Buscad-me sitios así, diferentes. Soy feliz experimentando nuevos ambientes.

• Mepasaríalamitaddeldíadurmiendo.Poresodedico la noche a dormir hasta diez horas (sólo me levanto para reclamar mi ración de alimento) y durante el día aún me echo tres o cuatro siestas. Igual eso es la mitad del día… En fin, aún no me toca aprender a sumar.

• Paradormirsíprefierohacerlosiempreenelmis-mo sitio.

• Enelmomentodelbaño,aprovechadparaacari-ciarme y cantar. Esa mezcla de agua tibia, buena temperatura y mis papás queriéndome es la mayor de las fiestas.

Page 7: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS SIETE A LOS NUEVE MESES 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS SIETE A LOS NUEVE MESESAna Torres Jack

Uno de los grandes pasos en la vida de todo bebé es… aprender a estar sentado en el suelo. Al principio parece un tentetieso averiado, y se llevará más de un coscorrón. Así que cuidado con animarle a hacerlo sobre super-ficies muy duras, y desde luego nunca encima de una mesa o un lugar elevado. Poco a poco irá descubriendo por sí solo en qué consiste el equilibrio. Cuando consiga dominarlo, habrá iniciado una nueva etapa en su rápido desarrollo. Esto sucede precisamente entre los siete y nueve meses.

Para empezar, ahora contempla su mundo de otra manera, mucho más parecida a la nuestra: desde una posición vertical. Esto le permite girarse para observarlo todo, inclinarse para recoger sus juguetes favoritos, y echar a gatear de forma más veloz que hasta ahora. De hecho, esta va a ser a partir de ahora una de sus mane-ras de descubrir su entorno. Es por eso que en muchas casas, a esta edad, instalan durante un rato a los bebés en un amplio corralito que evita que se desplacen hacia destinos tan poco adecuados como la cocina, los bajos de la tabla de la plancha, etcétera.

Una de nuestras preocupaciones como padres será por tanto a partir de ahora asegurarnos de no dejar a su al-

cance ningún tipo de objeto potencialmente peligroso, ya sea por que sean cortante, porque se le pueda caer encima o porque se lo pueda tragar. Si alguna vez nos despistamos y le vemos cerca de uno de ellos, no debe-mos regañarle ni dar un grito. ¡La culpa es nuestra!

Él todo lo que hace es investigar y aprender. Así es como va poco a poco descubriendo el mundo. Nuestra actitud entonces debe ser cariñosa y firme: apartarlo de la zona de peligro y darle un beso. Si se enfada, de poco va a valer darle explicaciones, porque no nos va a entender. Lo que sí es capaz de apreciar ya muy bien es nuestra actitud. Con ella le estaremos empezando a transmitir cómo afrontar, por ejemplo, las frustraciones. Y esto es algo mucho más importante para él de lo que puede parecer.

¡Esto no quiere decir que de nada sirva hablarle! Al contrario. Al bebé le encanta, y necesita, nuestra conver-sación. Aunque no entienda el significado de nuestras palabras, y por lo tanto no podamos transmitirle aún mensajes complejos a través de ellas, sí capta buena par-te de la esencia de su sentido. Es decir, que comprende perfectamente nuestro estado de ánimo: mucho mejor de lo que imaginamos.

Page 8: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS SIETE A LOS NUEVE MESES 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Yaséaquiénllamáiscuandopronunciáisminom-bre. Me vuelvo y os miro.

• Ycuandonecesitomimos,séestirarmucholosbra-zos y miraros fijamente. Lo que no entiendo es por

qué a veces no me hacéis caso… ¡Eh, prestadme atención!

• ¡Entiendoyamuchascosas!Porejemplo,“ven”.O“adiós”.Simeenseñáis,puedomoverlamanoparadespedirme. Veréis qué gracia os hace.

• Tambiénsédecircosasmuyinteresantes:“ba-ba-ba-ba-ba-ba”,o“¡TÁ!-¡TÁ!”.

¡Papáaaas! ¡Veníiiid! ¡Mirad qué grande es esta alfombra que tengo en el parquecito! Por algún motivo, los soni-dos que salen de mi boca se parecen muy poco a esos que sois capaces de hacer vosotros, pero me habéis en-tendido perfectamente. Este lugar está lleno de juguetes maravillosos, pero juego más a gusto con ellos si sé que estáis cerca.

Además, así podemos jugar juntos. Yo tiro los juguetes lo más lejos que puedo y vosotros los recogéis. Una y otra

vez. Una y otra vez. ¡Qué divertido! ¿A que los tiro muy bien? Me encanta el ruido que hacen al caer. También cuando choco unos con otros, sobre todo si veo que a vosotros os llama la atención.

Los ruidos son todos interesantísimos, ¿verdad? Excepto los muy agudos… Esos son malos de escuchar. Además de oír, sé hacer muchas otras cosas. Veréis:

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Seguridad.Sí,loquemásmegustaessentirmeagusto, en compañía de las personas que me son más próximas y muy querido por ellas, y limpito. También me gusta hacer siempre las mismas cosas en los mismos lugares: dormir, comer, jugar, bañar-me… Por cierto, ¡respeta mis horarios! También me gusta hacer estas cosas a las mismas horas.

• Acostúmbrameadormirsolo.Esfundamentalparami descanso y desarrollo.

• Mientrasaprendoamantenermesentadosolito,me vendrían bien a mi alrededor algunos cojines que amortigüen los golpes que me da la vida du-rante este aprendizaje.

• Nomedejéismuchotiemposoloenelparquecitoo en la silla. Me aburro, y me pongo triste.

• Cuandomesaquéisdeellosestadcerca,porfavor.

Y dejadme que me mueva por un lugar amplio. Si entonces me ponéis los juguetes que más me gus-tan a cierta distancia, os demostraré cómo cada día soy capaz de moverme hacia ellos un poco mejor.

• Meencantaquejuguéisconmigoahacersonidos.Con la boca. Con sonajeros. Con las palmas de las manos. Con lo que sea. ¡Vivan los sonidos!

• Hablandodemanos:unodelosjuegosquemásme gusta es el de las palmitas.

• Tambiénmeencantantodoslosjuegosdereír.Yese de mirarnos juntos al espejo.

• Todoloqueserepiteesdivertido.Repetidmelascancionesquemásmegustan.Repetidlossonidosque hago. ¡Vivan las repeticiones!

• Hacedmeprobarnuevossaboresytexturasdecomida. Me gusta experimentar, y necesito co-nocerlos. También objetos muy diferentes. Y vete diciéndome sus nombres.

Page 9: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIEZ A LOS DOCE MESES 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS DIEZ A LOS DOCE MESESAna Torres Jack

De repente, tu bebé ha comenzado una imparable carrera de explorador. Una mañana lo descubriste aga-rrándose a la pata de una silla, tomando impulso con las piernas y elevando su culete del suelo con esa elegante parsimonia de quien parece saber muy bien lo que hace. Poco a poco. Él solito.

Fue una gran alegría ver cómo brotaba de él esa moti-vación natural, ese empeño por la superación personal que esperas que le acompañe durante toda su vida. Has-ta que descubrió que encima de las mesas hay objetos interesantísimos: manteles que resbalan con todo lo que tienen encima, platos llenos de comida recién puesta, cubiertos muy brillantes, teléfonos, papeles de esos que se llaman “importantes”, gafas…

Otro día tú y tu pareja os alarmasteis porque llevaba un buen rato sin hacer ruido. Cuando fuisteis en su busca, lo encontrasteis en vuestra habitación. Estaba investigan-do los fondos de un cajón que habías dejado abierto a su altura. No había dejado prenda sin sacar ni revolver, y cuando llegasteis toda la ropa estaba amontonada a su alrededor como si fuesen extraordinarios trofeos de caza. ¡Había llegado hasta allí gateando!

Así que habéis decidido instalar en el salón un parqueci-to con valla, lo suficientemente amplio para que quepan un montón de juguetes y él pueda ir de aquí para allá

entre ellos. Pero cuando se cansa de jugar solito se aga-rra a los barrotes, se incorpora y os mira desde allí dentro con ojos a la vez curiosos y tristes. Y claro, os remuerde un poco la conciencia. ¡Parece que habéis instalado un zoo en casa y que el único animal en exposición es vues-tro propio hijo!

Y por si fuera poco, ya os llama. Por vuestros nombres. Papá. Mamá. Es decir: “¡Ppaa-ppaa! “. “¡Mmma-mmmaa!”. Una vez más, cuando lo hizo por vez primera fue una gran noticia. Ahora (debe ser por lo de “la jaula”) hay momentos del día en que lo repite como un loro fuera de sí, reclamando vuestra atención sin cesar.

Cuando acudís se pone contentísimo, y esa alegría suya es de lo más contagiosa. Poco a poco comenzará a balbucir palabras. Cada vez más. Y a entender cada vez mejor cuanto le digáis. Hay sobre todo una palabra que le llama muchísimo la atención, y que a menudo le hace cambiar totalmente el gesto y miraros con ojos muy grandes: “NO”.

A lo largo de los próximos años, la repetiréis más veces que en toda vuestra vida: “NO”. Así que es mejor empe-zar desde ahora mismo a acompañarla siempre de una actitud positiva y una breve explicación. De esta manera tanto él como vosotros os sentiréis mucho mejor cada vez que tengáis que utilizarla.

Page 10: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIEZ A LOS DOCE MESES 2

Ya soy una persona como vosotros: vertical. Aún no he conseguido avanzar en esta posición tan interesante, pero estoy empeñado en conseguirlo. Porque, como habréis comprobado, cada vez me intereso más por cualquier rincón de la casa. Ya manejo perfectamente la técnica del gateo, y gracias a ella en estos últimos tiem-pos consigo ampliar cada vez más mi radio de acción.

Mis juguetes también me gustan cada vez más. Son extraordinarios compañeros. Tanto, que a menudo se me pasa el tiempo jugando con ellos en ese parque tan chu-lo que me habéis instalado. Imagino que esa valla será

para que no se escapen. Tiene un pequeño problema: cuando estoy dentro, tampoco yo puedo salir. Y cuando estoy fuera, no puedo entrar. ¡Pero no es tanto el proble-ma! Basta con llamaros. Entonces podemos jugar juntos, que es mucho más divertido.

De hecho, ¡yo soy muy divertido! ¿O es que creéis que no me doy cuenta de lo mucho que os reis con las cosas que hago y digo? Además de una persona cada vez más vertical, soy también cada vez más gracioso. ¡Y más capaz de hacer todo tipo de cosas! Estas son algunas de ellas:

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Cambiodeposturaenelsuelocongranhabilidad:de tumbado a sentado, de a gatas a de pie apoya-do en algo... Y vuelta a empezar.

• Sémeterysacartodotipodecosasdeunacaja.Es muy interesante ver cómo desaparecen dentro y cómo vuelven a aparecer después en mi mano. Ya soy capaz de coger los más pequeños entre el índice y el pulgar.

• Hablandodelíndice,séseñalaraunobjetooper-sona conocidos si me preguntáis dónde está.

• Ysiloquiero,tambiénloseñaloy…Intentodecirsu nombre, o algo que se parezca.

• Meencantaprobarunayotravezamoverotocaralgo para ver qué pasa. Por ejemplo, el interruptor de la luz.

• Yasébeberdeunvasoconsólounpoquitodeayuda.

• ¡Ydecomerconlasmanos!Laverdad,noentiendocómo no probáis a comer con las manos más a menudo. Mancharse es fascinante.

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Paciencia.Noparamí,sinoparavosotros.Aúnnocamino, pero pronto aprenderé. Y sí, empiezo a ser un poco revoltoso…

• Jugarconvosotros.Nohaynadaquemehagamásfeliz. Por ejemplo, jugar a que me escondéis los juguetes y yo debo encontrarlos.

• Oahacerruidos.Túhacesunosruidosgraciososyyo los repito. ¡Guau! ¡Miau! Etcétera.

• Yadeciralgunaspalabras.Perobiendichas,¿eh?¿Cómo voy a aprender a hablar bien si repetís lo que yo digo mal, por mucha gracia que os haga?

• Mellamanmucholaatenciónquelaspartesdemicuerpo tengan nombres. Repetídmelos en cada baño…

• Quemedejéisempezaradescubrirelmundopormí mismo. No me desveléis todo lo que pasa cuan-do voy a hacer algo. Dejadme que lo descubra yo.

• Comonoentiendoaúnmuchodeloquemecon-táis, me fijo muchísimo en vuestra actitud y tono de voz para intentar comprender lo que pasa. ¡Pero no sobreactuéis!

• Dejadmesolitodevezencuando,siempreycuan-donohayapeligrosalrededor.Lasoledadesotroaprendizaje. Además… ¡Ya veréis qué contento me pongo cuando aparezcáis de nuevo!

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Page 11: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DOCE A LOS DIECIOCHO MESES 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS DOCE A LOS DIECIOCHO MESESAna Torres Jack

La vida no es una carrera de obstáculos, sino de retos. Por eso es tan importante aprender a afrontarlos bien desde bebés. Para combatir las frustraciones con buen ánimo, y para acometer con resolución esas tareas tan complicadas que a veces parecen imposibles. Porque a ser prudentes también se aprende.

Es decir: tarde o temprano, en torno a esta edad, tu bebé decidirá emprender él solito la ascensión de una escale-ra, o la exploración de un parque pasito a pasito. Mamás y papás asistimos siempre a estos primeros pasos en su personal descubrimiento del mundo con una mezcla de orgullo y terror. No debemos dejarnos llevar por este último, claro. El montañismo de escalera entraña sus riesgos cuando aún no tienes año y medio, pero es una estupenda manera de ejercitar el arrojo y la audacia. Y de conocer lo que te rodea. Y los límites de tu propio cuerpo. Nuestra actitud debe ser entonces vigilante y cariñosa, y por supuesto medida: ni demasiado protec-cionista, ni en exceso confiada. Igual que los aprendices de montañeros no empiezan por el Everest, unos pocos escalones son ideales para que el bebé comprenda por sí solo, pero con nosotros al lado, los riesgos de este nue-vo reto. Y las virtudes del éxito. Y lo que son las escaleras,

claro. ¡No vamos a poder cerrar todas las que encuentre de aquí en adelante!

La exploración de su entorno no puede limitarse a ser visual. Debemos ayudarle a que lo descubra con todas esas herramientas que tanto le fascinan: sus sentidos. Y estar pendientes de evitarle los peligros. A esta edad le encantan los agujeros, meter en ellos sus dedos y ver qué pasa. Pero claro, el mundo está lleno de enchufes. La solución no es prohibirle los agujeros, sino tapar los enchufes para que no meta sus deditos en ellos.

Si vemos que su actitud entraña algún riesgo, debemos entonces trasmitirle nuestra desaprobación a la vez con suave firmeza y cariño, celebrando cada vez que nos hace caso. No con regañinas bruscas ni gritos o cambios de humor, pues así sólo lograremos desconcertarlo o asustarlo, no enseñarle.

Y es que, aunque no nos demos cuenta, a esta edad tam-bién está aprendiendo los rudimentos del autocontrol. Y los de la comunicación verbal, y del uso de la memoria. Si nos parece que su cuerpo crece a toda velocidad, no podemos ni imaginar lo que sucede con su cerebrito.

Page 12: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DOCE A LOS DIECIOCHO MESES 2

Me parece que ya he entendido por qué os cansa tanto ese juego tan divertido de yo tirar cosas y vosotros re-cogerlas. ¡El suelo está mucho más lejos de vosotros que de mí! No hay problema: ya sé agacharme a recogerlas. Y francamente, me parece que lo hago mucho mejor que vosotros. A lo que aún le estoy cogiendo el truco es a pasaros la pelota con esa habilidad que tenéis vosotros, tan fascinante. Pero cada vez lo hago mejor, ¿verdad? Por eso me gusta tanto jugar a eso.

Ahora que mis dos piernas me llevan de aquí para allá también con cada vez mayor capacidad de tracción y velocidad, voy descubriendo en casa algunas posibilida-des de entretenimiento muy interesantes: vaciar de ropa los cajones más bajos, por ejemplo. Ya, ya sé que los de la cocina son peligrosos… También me encanta llenar mi habitación de juguetes tirados por el suelo, y muchas otras cosas. Estas son sólo algunas de ellas:

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Caminar.Yaseayosolo,conalgúnproblemadeequilibrio (seamos francos) o empujando un carrito. Puedo seguiros de aquí a allá si no os dais demasiada prisa. ¡A partir de ahora seré vuestra sombra!

• Bueno,nosiempre.Cuandodescubrílolejosyrápido que puedes llegar caminando en lugar de gateando, decidí que ningún lugar iba a ser secreto ya para mí. ¡Cómo me gusta explorar! Os aseguro que dentro de nada caminaré muchísimo mejor. Así que prepararos.

• Tambiénséquitarmeloscalcetinessinayudadenadie.

• Yhacergarabatosconcoloresenunpapel.• Yusarlacucharaparacomer.Noconvuestraasom-

brosa habilidad, pero cada vez mejor. • Ymesélosnombresdemuuuuchascosas.Por

ejemplo, si me decís partes de mi cuerpo puedo ir señalándolas. Y sin confundir la nariz con la oreja, ya veréis.

• Tambiénmeencantajugaralescondite.¡Esdiverti-dísimo! ¿Jugamos otra vez?

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Juguetes.Definitivamente,sonlomejorqueexiste.Bueno,despuésdelospapás.Mejorsisonmuydiferentes unos de otros en la forma, la textura y los colores. Me gustan mucho las pelotas, ya sabéis. Y las cajas. Y esos juegos de buscar la pieza que encaja forma del agujero…

• Charla.Yaséquenopuedoresponderosatodo,pero me encanta que me contéis cosas mientras me bañáis, me vestís o mientras como.

• Quemeescuchéis.Aunquenoentendáisnada(¿oscreéis que no lo noto?).

• Rimasycanciones.¡Miraquesonbonitas!Repetíd-melas una y otra vez, por favor.

• Modelosdeconducta.Yaséquesuenararoqueunbebé pida algo así, pero ya os habréis dado cuenta en cuánto me fijo en vosotros. Yo aprendo cómo hay que reaccionar ante las alegrías o los proble-mas observando cómo lo hacéis vosotros.

• Límites.Paramiseguridad,claro.Prefieroquemeenseñéis a evitar los peligros antes que descubrir por mi cuenta por qué son tan malos.

• Comprensión.Veréis:yaséquedebocompartirMIS juguetes, porque me lo repetís siempre. ¡Pero a veces no puedo evitar ponerme de los nervios cuando lo hago!

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Page 13: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIECIOCHO A LOS VEINTICUATRO MESES 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS DIECIOCHO A LOS VEINTICUATRO MESESAna Torres Jack

¡Cuánto aprendemos por imitación! Desde el idioma, y por supuesto el acento, a la forma de comportarnos en sociedad o de comprender el mundo, debemos mu-chísimo a cómo actúa nuestro entorno más inmediato: la familia, los amigos, los compañeros... Sobre todo de pequeñines, claro. Entonces aún nos queda muy lejos el momento de comenzar a desarrollar nuestro propio cri-terio a través de lecturas o conversaciones, por ejemplo.

A partir de los dieciocho meses las antenas receptoras de cuanto pasa a nuestro alrededor comienzan a tra-bajar a una potencia sólo comparable con la capacidad de absorción y ordenación en el cerebro de la informa-ción que captan. Esto no quiere decir que hasta ahora no lo hicieran, ni mucho menos. La ciencia no deja de asombrarse del funcionamiento de la mente infantil desde la primera edad. Lo que sucede es que es en este momento cuando se comienza a adquirir una creciente capacidad de comunicación. Ésta, a la vez que permite una cada vez mayor comprensión del entorno humano y material, facilita también una progresiva habilidad para emular comportamientos. Tanto positivos como negativos...

De hecho, madres y padres comienzan a partir de aho-ra a verse cada vez más reflejados en algunas o muchas

de las actitudes de sus niños. Esto quiere decir que he-mos de empezar a vigilarnos más a nosotros mismos, pues una parte muy importante de cuanto les transmi-tamos va a ser mediante unas vía que no controlamos del todo: eso que llamamos “nuestra forma de ser”. Si hablamos muy alto o gritamos cuando nos enfadamos, ellos harán lo mismo. Si no damos las gracias cuando nos hacen un favor, tampoco ellos lo harán. Si no nos sentimos a gusto en según qué circunstancias, ellos percibirán y harán suya nuestra inquietud. Y viceversa. Por supuesto, no se trata de no ser naturales, sino de ser conscientes de qué les estamos transmitiendo, e in-tentar cuando sea posible corregir ese tipo de descui-dos en los que cualquiera caemos a menudo. Algunas personas, por ejemplo, no pueden evitar ponerse muy nerviosas si ven cerca un perro, por pequeño que sea. Pero sí pueden intentar no reaccionar de forma exage-rada, y comunicar en consecuencia que esa es la forma de reaccionar ante estos animales.

Estamos a la entrada de una nueva etapa en el desarro-llo de los pequeños. Una vez más, es apasionante. Pero, ¿qué es lo que necesitan para aprovecharla de forma óptima?

Page 14: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIECIOCHO A LOS VEINTICUATRO MESES 2

Ya estoy lanzado. ¡Allá voooy! No sé si os habréis dado cuenta, pero si me pongo soy capaz de alcanzar a la ca-rrera velocidades ultrasónicas. Además, eso de subir y bajar escaleras ya no tiene secretos para mí… Siempre que me cojáis una mano, claro. Hay muchas cosas que ya me gusta hacer por mi cuenta, y otras en las que me arreglo mejor si me ayudáis. Para eso sois mis papás, ¿no? ¡Gracias!

Por ejemplo: soy capaz de comer con cuchara sin que nadie me eche una mano. Sí, ya sé que me mancho. Y

sí, es verdad que se me cae mucha comida por la mesa y al suelo. Y también sé que a veces dejo el vaso tan inclinado que en vez de ponerse recto se cae de lado y empapa todo de agua. Pero, ¿a que cada vez lo hago mejor? Bueno, yo creo que sí… Y me llena de orgullo saber que así es. A vosotros también, ¿verdad? Seguro que las niñas y niños que a mi edad todavía comen de la mano de sus papás no saben lo bien que sienta saber hacer algunas cosas por uno mismo. ¡Justo igual que vosotros!

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Irdevuestramano.Hecomprobadoquecuandome cogéis de la mano vais algo inclinados. Espero que no os duela mucho la espalda después. ¿No habéis probado a doblar mucho las piernas, a ver qué tal? Igual es más cómodo.

• Hacerdibujos,mezclarcoloresygarabatear.• Decirholayadiósconlamano,einclusode

palabra.• Señalarconmideditopartesdemicuerposegún

las vais nombrando.• Vercuentos,ymejorsimelosleéisalmismo

tiempo. También mirar fotografías, y señalar en ellas detalles que seguro que a vosotros os pasan desapercibidos.

• Decirconmuchaclaridad“sí”y“no”.Yunirunaspalabras con otras, como vosotros. O casi.

• Dormirenunacama,comounapersonamayor.Pero con pañal, ¿eh?

• Poreldía,empiezoasercapazdeaguantarmeelpis y la caca. Aunque reconozco que no es tan fácil, acostumbrado a la comodidad del pañal...

• Cuandonoséhaceralgoyasépedirosayuda.• Meencantaademásimitaros:hacerquehablopor

teléfono, que me peino…

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Espaciosamplios,ytambiénabiertos,ysinobs-táculos peligrosos, para caminar y correr cuanto quiera.Meencanta.

• ¡Tambiénsitiosparaexplorar!• Músicaycancionesderitmofácil.Megustanmu-

cho esas en las que tenemos que hacer gestos en algunas partes. Y las muy repetitivas.

• Quemedejéisjugarconobjetospequeñitos.Perovigiladme,¿eh?Queaveces,noséporqué,semeocurre probar a ver cómo saben en la boca.

• Quemeexpliquéisloquehacemosjuntos,ymedigáis los nombres de las cosas que hay a nuestro alrededor. Aunque no lo parezca, voy tomando buena nota.

• Juguetesdeesosdemontar:puzzlesyconstruc-ciones fáciles, por ejemplo.

• Quemeaniméisavestirmeydesvestirmepormicuenta. Aunque tarde mucho. ¡Ya veréis que alegría cuando consiga quitarme la camiseta!

• Quemefelicitéisporcomportarmedemaneraadecuada o agradable, y seáis sensibles y amables, pero firmes, cuando desaprobéis lo que hago. No me preguntéis por qué, pero prefiero que sea así.

• Ynomecastiguéiscuandoosfastidiealgoquehago, ya sea por ponerme a mí mismo en peligro o por romper algo. No entiendo los castigos. Cuan-do somos tan pequeñitos, son lo peor que existe. Además, precisamente para explicar las cosas se inventaron las palabras, ¿verdad?

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Page 15: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DOS A LOS TRES AÑOS 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS DOS A LOS TRES AÑOSAna Torres Jack

Preparados, listos… ¡YA! BRRRRUUUMMM. Arranca a esta edad uno de los motores más importantes de cuantos van a propulsar durante toda su vida la maquinaria inte-lectual y emocional de tu hijo: la curiosidad.

Te va a preguntar tantas veces el por qué de esto y de aquello que vas a acabar teniéndote por una especie de enciclopedia ambulante. Lo más probable es que te sor-prendas descubriendo cuánto sabes de algunas cosas, y qué poco de otras. Y también admitiendo que tu propia cabeza se ha vuelto últimamente un poco perezosa para cuestionarse muchas cosas, y dar así por sentados con-ceptos e ideas que bien merecen una reflexión.

Y ojo, porque tu pequeño tiene una memoria de elefan-te para todo, y una capacidad de relación muy superior a la que imaginas. De modo que si no eres sincero en tus respuestas, y por ejemplo le contestas de forma rápida y sin pensar algo que no es verdad, lo único que logra-rás será confundirle, y con ello provocar en él muchas

más preguntas que te obligarán a desenredar la madeja poco a poco...

Y es que no debes mentirle ni engañarle jamás, aunque el cansancio o las preocupaciones te tienten a ello para sacártelo de encima. Recuerda que a esta edad, para él, o ella, tú eres una fuente de información absolutamen-te fiable y segura. Eres nada menos que su mamá o su papá: ¡La persona más sabia del mundo!

Y por supuesto, hay además que evitar regañarles por ser curiosos. Muy al contrario, debemos demostrarles que la curiosidad es la mejor herramienta para descubrir y comprender el mundo, y la conversación una de las mejores formas de ponerla a trabajar.

Para ellos, el continuo cuestionamiento de la realidad (¿qué es esto?, ¿para qué sirve aquello?) es un sensa-cional ejercicio intelectual que les permite sentirse tan vivos como cuando saltan, corren o cantan.

Page 16: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DOS A LOS TRES AÑOS 2

No os podéis ni imaginar la cantidad de cosas que estoy aprendiendo. A decir frases con muchas palabras. A pe-dalear en mi triciclo. A dar patadas fortísimas a la pelota, para que vaya hasta donde ya ni se la ve. A quitarme la ropa. A… Pero mirad, la mejor de todas ellas, aquella de la que me siento más orgulloso, es una que sé que además os hace muy felices: cada vez soy mejor aguan-tándome el pis y la caca durante el día.

No ha sido fácil, ¿eh? Pero ya me sale casi sin pensarlo. Es verdad que a veces me monto un lío con el botón del pantalón. O espero demasiado a avisaros porque estoy

muy entretenido jugando, y cuando corro a que me ayudéis se hace de repente muy tarde… Pero en gene-ral creo que lo hago muy bien y que me merezco esas felicitaciones tan festivas que me hacéis cuando todo sale como debe.

Dentro de nada me atreveré a intentar aguantar tam-bién el pis por la noche. Pero tranquilos, que ya llegará ese momento cuando toque. Por ahora los pañales son una buena compañía, y además tengo muchas otras cosas a las que dedicarme.

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Preguntarlotodo.Bueno,deestoyaoshabéisdadocuenta. Por cierto, ¿por qué se preguntan cosas?

• Escucharunayotravezlosmismoscuentos,rimasy canciones.

• Dedicarmuchomástiempoqueantesaunatarea.• Tenerrabietas.Tambiénmehedadocuentadeque

soy muy hábil en esto. Por cierto, que otros niños consiguen que sus padres les hagan muchísimo caso cuando se ponen caprichosos. ¿Por qué yo no?

• Sédarmecuentadecuándoestáisenfadados,tris-tes o contentos. Lo que más me gusta es que estéis contentos. ¿Por qué estáis a veces tristes? Y ya sé que a veces os enfadáis un poco conmigo… ¡Eso no me gusta!

• Megustamuchojugaraquehagocosasdemayo-res: jugar con una cocinita, o a que plancho, o a que conduzco un coche.

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Quemehabléisdeformanormal,ynocomoaunbebé, ni repitiendo las palabras que pronuncio mal, por mucha gracia que os haga.

• Quemedejéisqueintenteexplicarme,pormuchoque a veces me cueste. Vuestra atención en esos momentos difíciles es uno de los regalos que más me gustan.

• ¡Quemedigáisquemequeréismucho!Megustasaberlo, estar muy seguro, escuchároslo. Me hace sentir seguro y bien.

• Quemedigáistantoloquehagobiencomoloque hago mal, y no sólo esto último. Y si os enfada algo que he hecho, no me hagáis creer que no me queréis o que estáis dispuestos a abandonarme. Ni siquiera un rato.

• Tiempoparajugarasolas.Meencantajugarconvosotros, con los abuelos y con otros niños. Pero también necesito mi propio tiempo con mis jugue-tes.

• Tambiénnecesitoquemeenseñéisaesperarmiturno. A menudo no me sale muy bien esperar.

• Yquecuandotengaunademisgrandesrabietastengáis paciencia y esperéis a que vuelva la tran-quilidad para explicarme bien lo que ha sucedido. Porque... ¡Para todo hay un porqué! ¡Y vosotros sabéis los porqués de todo!

Page 17: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS TRES A LOS CUATRO AÑOS 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS TRES A LOS CUATRO AÑOSAna Torres Jack

¡Tres años! Cómo pasa el tiempo… ¿verdad? Ha llegado ese momento que parecía tan lejano: el de ir al colegio. A mediados de de septiembre, los niños y niñas que cumplen tres ese año se reúnen con sus papás y mamás a la entrada del que va a ser su centro escolar. Nuevos mandilones, nuevas mochilas, nuevos libros … ¡Nueva vida! No lo dudéis: los pequeños son muy conscientes de que afrontan un cambio. Y más lo van a ser los si-guientes días, cuando muchos de ellos demuestren con lloros y gritos su disconformidad con esa nueva realidad. A partir de ahora, una parte muy importante de lo que les queda por aprender, y de su desarrollo, tendrá como escenarios las aulas, el patio de recreo, el polideportivo o el salón de actos. Y por supuesto sus compañeros, tam-bién nuevos, de entre los que van a salir algunos de sus mejores amigos, y con quienes van a aprender muchas de las claves de la vida social.

Y es que si hasta ahora la principal atención al desarrollo de los pequeños la recibía sobre todo su crecimiento (el peso, la altura…), el progreso de sus capacidades físicas (gatear, ponerse en pie, caminar…) y de vocabulario (sus primeras palabras y frases), y otras por el estilo, en adelante van a entrar más en juego otras no menos importantes.

A partir de este año va a haber que estar atentos tam-bién a cómo avanzan sus habilidades motoras (correr, saltar, mantener el equilibrio, dibujar…), verbales (su

capacidad de comunicación), intelectuales (de pensa-miento), emocionales (de sentimiento), y como hemos dicho, sociales (de relación con los demás).

¿Y todo eso lo va a aprender en el colegio? ¡Por supues-to que no! Un error mucho más común de lo que parece es creerse que de ahora en adelante todo el aprendizaje y desarrollo de los niños y niñas se basará fundamental-mente en la formación que reciban en el aula. De hecho, hay algunos padres y madres que consideran la llegada de la etapa escolar como una especie de liberación personal, como si en adelante los profesores fuesen los principales responsables del avance de sus hijos en esos aspectos mencionados. Esta concepción de los niños, de la familia y del colegio no sólo es muy equivocada, sino que puede tener consecuencias en el progreso como personas de quienes más queremos.

Debemos, por tanto, disponernos a acometer una nueva etapa en nuestro aprendizaje de cómo ser buenos pa-dres y madres, los mejores que seamos capaces. A partir de ahora deberemos mantener un habitual intercambio de impresiones con los profesores, y tendremos siempre presente que es con nosotros como van a seguir apren-diendo más y mejor a ser como se debe. Para ello, claro, hablaremos mucho con ellos, sobre todo cuanto más capaces sean de expresarse, e intentaremos comprender cómo son para acompañarles en su propio descubri-miento del mundo.

Page 18: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS TRES A LOS CUATRO AÑOS 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Correr,saltar,colgarme,conducirmitriciclo,subirybajarescaleras... Me encanta hacer todo eso que llamáis “no parar”.

• Hacerpreguntas.¡Ojaláhubieseaprendidoantesapreguntar! Es entretenidísimo. Las cosas que primero no conoces y luego por fin conoces porque te las cuentan o explican son fascinantes.

• Escucharmúsicayseguirelritmo.¡Bailarconvosotrosesguay!

• Ycolorearydibujar.• Soyyacapazdeproezasmentalestantanincreíbles

como poner nombres a todos los colores, montar puzles sencillos, contar como poco hasta cinco o memorizar cuentos y canciones.

• Tambiénsévestirmeydesvestirmeeiralbañosinayuda. Y de hacer como que no sé, para que me ayudéis aunque no lo necesite.

• ¡Yesquetambiénestoyaprendiendomuybienajugarcon las emociones! Las mías y las vuestras…

• Detodosmodos,cuandomeayudan,nomeolvidodedecir “por favor” o “gracias”.

• Otracosaquemegustamuchoesjugaralospapásylasmamás con otros niños de mi edad.

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Queestéisatentosaverquéhagoyadóndevoy. A veces me da la impresión de que corro tanto que soy capaz de desaparecer más allá del horizonte sin darme cuenta, o de subir más arriba de lo adecuado…

• Quemedejéiscolorearydibujarcomomeapetezcaycon la mano que me apetezca. Y que dibujéis y coloreéis conmigo.

• Quemeenseñéisaconcentrarmeunratoenunasolaactividad si veis que me cuesta. Hay cosas que a voso-tros os parecen chupadas, pero a mí no tanto.

• Quecuandoospreguntemedigáissiemprelaverdadyde forma que yo la entienda. No me gusta nada descu-brir que me estáis contando una trola. ¡Ya sé diferenciar los cuentos de la realidad!

• Quemecontéisyleáismuchísimoscuentos.Larealidady los cuentos son igual de fascinantes.

• Queescuchéismishistorias.Aunqueavecesmeaturulleun poco.

• Unasnormasclarasparaconvivirconvosotrosyconlos demás. Así me es más fácil. Y apoyo para ayudarme a pensar qué ha sucedido si tengo algún conflicto con mis hermanos o amigos.

• Responsabilidades.¡Esosignificaquedeverdadpensáisque soy mayor! Por ejemplo, echar siempre mi ropa sucia al cubo.

• Quemecontéismuchasvecescuálessonmiscualida-des. Y me animéis con cariño a superar mis defectos.

• Ah,meolvidaba,laspalabrasmágicas:“porfavor”.Porfavor haced todo eso.

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

SoyMUYmayor.Nomeparezcoennadaaesosenanosquecasi no saben andar, chillan de forma desagradable, nece-sitan pañal e incluso pierden baba por entre los labios. Vale que los bebés son muy graciosos (sobre todo cuando están limpios y sonrientes, o dormidos), pero está claro que no se pueden comparar conmigo. ¡Yo ya voy al cole!

Así que me gusta que me tratéis como lo que soy: mayor. Bueno,nosiempre...Aversimeexplico.Loquetratodedecir es que quiero que me consideréis mayor muchas veces. ¡Pero no dejéis de darme mimos, de contarme cuentos, de jugar conmigo, de levantarme por los aires, de venir si os llamo asustado o porque me he dado un buen golpe! Digamos que soy un “mayor aún algo pe-queño”.Seguroquelohabéisentendido.

En el colegio aprendo y me suceden muchas cosas. De todo tipo: buenas, malas, divertidas, aburridas, apasio-nantes,tristes,fastidiosas…Simeecháisunamanocreoque seré capaz de contároslas. Como sois mis papás, estoy seguro de que os interesarán muchísimo. Algu-nas, eso sí, no me apetecerá compartirlas. Y a veces me inventaré cosas que no hayan sucedido. Escuchadme igual, ¿vale? Me gusta mucho hablar con vosotros. Y ju-garconvosotros.Yestarconvosotros.Simepreguntáisqué es lo que más necesito y me gusta hacer, entre las cosas más importantes que se me ocurren están esas. Y además, estas otras:

Page 19: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS CINCO A LOS SEIS AÑOS 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS CINCO A LOS SEIS AÑOSAna Torres Jack

Ya lo habéis “pillado” así unas cuantas veces. Se queda en silencio y pensando, concentrado en algo que va y viene por su cabecita: una idea, un recuerdo, una conversación o una canción. Quién sabe. Mientras tanto asoma a su rostro una expresión diferente, entre graciosa y conmovedora. De una forma tan instintiva como inequívoca sabes qué está sucediendo. Poco a poco su capacidad de raciocinio y de emoción va creciendo, lo mismo que su cuerpo. Y es que en esa cabecita que tanto te gusta acariciar y besar progresa a toda velocidad la más poderosa e increíble máquina que jamás haya creado la evolución de la vida: el cere-bro humano.

De un tiempo a esta parte, detectas cada vez más a menudo en su rostro ese tipo de expresiones que lo alejan de la niñez más tierna y le conducen hacia un territorio cada vez más complejo: duda, curiosidad, empatía, cautela, ironía... Adviertes, también por sus actitudes, las conversaciones que tiene contigo o con otras personas, o por sus juegos, cómo de este modo su percepción del mundo madura a toda velocidad. Por supuesto le queda todavía mucho camino por recorrer. Pero ya está en marcha, y a toda velocidad. Va dejando

atrás una concepción más simplista, llana, de cuanto le rodea, y empieza a descubrir con fascinación vértices y sombras, reversos y perspectivas. De hecho, no pasa un día sin que gracias a su asombrosa capacidad de exploración y relación incorpore más y más informa-ción a lo que en el futuro será su personal visión del mundo. Una visión, es muy posible, diferente de la tuya. Ayudarle a construir por sí mismo esa visión personal, contribuyendo a ella con tus propios valores y conoci-mientos, será a partir de ahora una de las absorbentes tareas de vuestros próximos años.

Por ahora sigue siendo un cachorro de cinco años. Te demuestra cada vez más capacidades, y una inteligen-cia a menudo muy perspicaz, pero al mismo tiempo se guarda infinidad de conductas y ademanes que aún tardarán en extinguirse poco a poco. Es hora de corre-gir de la forma más definitiva posible las negativas, por ejemplo las rabietas o la pereza a la hora de abordar las tareas que le puedan resultar a priori complicadas. Pero no aquellas positivas que le mantienen aún vinculado a sus primeros cinco años de vida. Sobre todo, la nece-sidad de protección, cariño, compañía y confianza. Eso, que nunca le falte.

Page 20: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS CINCO A LOS SEIS AÑOS 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Casiséleeryescribir.Parecealgomágico,¿verdad?Mesiento muy orgulloso de mis pequeños avances.

• Measeoporcompletoyosolo:losdientes,elbaño,eluso del papel higiénico… Me gusta que no estéis lejos mientras lo hago, pero no para ayudar demasiado.

• Tambiénmevistoydesvistoconextraordinariahabili-dad. ¡Mucho más rápido que vosotros!

• Sécuándodebodetenermeynoseguiradelantesielpasillo está demasiado oscuro. A veces me da la im-presión de ser un experto en miedo. Menos mal que vosotros me tranquilizáis siempre.

• Séseguirmuybienlasinstruccionescuandosonclarasy sencillas. No suele gustarme tener que vérmelas con retos nuevos, pero los acepto si sé lo que debo hacer.

• Séserbueno.Porfavor,nopenséisquesoymalo.Ya,ya sé que a veces no me porto bien. Si a veces se me escapan unas mentiras o acuso a otros de algo que no es verdad no es para justificarme (no sé qué es eso), sino porque no me gusta que penséis que soy malo. ¡Enton-ces no me querríais tanto!

Estas son el tipo de cosas que necesito:• Quemedejéisparticiparenlasconversacionescomo

unomás.Noentodas,¿eh?Algunasnolasentiendo,yson un rollo tremendo.

• Quemeenseñéisanegociaryrespetaralosdemás.Esmuy interesante. Se consiguen muchas cosas, sobre todo el respeto de los demás.

• Tambiénaayudar.Ayudarmolamucho.Cuandomedecís que me encargue de algo me siento muy respon-sable, y me encanta hacerlo perfectamente.

• Quemeenseñéistambiéncuándodebosercauteloso.Cosas como cruzar la calle, usar los toboganes y colum-pios, bañarme en el mar, hablar con extraños…

• Yacontrolarmismiedos.Buff,sonunrollo.Avecesmeparece que tengo demasiados. A la oscuridad, a algu-nos niños del colegio, a los ruidos… Y aún menos mal. Conozco niños que tienen un miedo tremendo a los perros, a caerse o a hacerse sangre.

• Quemeechéisunamanoparamejorarmiescritura.Ymis dibujos, y mi forma de cantar y bailar, y de jugar con el balón, y de contar cuentos…

• Perosobretodoparaleer.Cuandoleemosjuntos,hom-bro con hombro, soy la persona más feliz del mundo.

• Quesalgamosaverlugaresycosasnuevas:lonuevoestá siempre lleno a rebosar de novedades. Me encan-tan las excursiones al campo, las visitas a museos, ir al cine…

• Quemeayudéisasentirmebienconmigo,yaconocer-me. A saber cuándo hago las cosas bien, y cuándo mal. Cuándo me he portado como es debido, y cuándo no. Perosiempreconcariñoysinenfadarosmucho,¿vale?Eso sólo me confunde, y me lío.

• Quemequeráismuchísimo.¡Quenoseosolvide!

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Soy un explorador. En serio. Lo he pensado mucho, y al final resulta que lo que más me gusta es descu-brir cómo funciona todo. Las palabras. La bicicleta. La lavadora. El cielo. La pelota. La música. Los dibujos. Por eso no paro de hacer preguntas. O de tocarlo todo. O de saltar y correr. O de bailar. O de colorear. Sobre todo, de jugar y jugar. Y de escucharos. Uno de los mejores momentos de cada día es cuando estáis conmigo y charlamos. Aunque parezca que estoy concentrado en enredar un montón de espaguetis en el tenedor, ya sabéis que no pierdo ripio de cuanto decís, y que en cualquier momento preguntaré lo que no entienda. O aportaré mi punto de vista. O diré algo que a vosotros os puede parecer que no tenga nada que ver, pero a mí sí. Me gusta mucho cuando digo algo que os sorpren-de, y charlamos sobre ello como mayores.

Uno de mis descubrimientos más increíbles de un tiem-po a esta parte es que las personas sienten y piensan a la vez como yo y de una manera diferente. Me doy cuenta de eso sobre todo cuando colaboro con otros ni-ños y niñas para jugar o para hacer una tarea. A menudo no nos penemos de acuerdo, claro. Me parece que antes resolvíamoslascosasunpocoalobruto,¿verdad?Lopregunto porque ahora hacemos mucho eso de “vale, peroacambio…”.¡Funcionamuybien!Bueno,nosiem-pre. Los que son más pequeños no lo entienden. Pero claro, es que son pequeños. Hay que respetarlos por eso, yayudarles,¿aquesí?Tambiénhaycompañerosqueno son muy de fiar… Y otros que siempre hacen lo que prometen. Espero ser yo de estos últimos. En fin… ¡Las personas son muy diferentes unas de otras! Las mejores que conozco, eso sí, sois vosotros. Mi familia.

Page 21: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS SIETE A LOS OCHO AÑOS 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS SEIS A LOS OCHO AÑOSAna Torres Jack

Cómo pasa el tiempo. A veces da la sensación de que corre a una velocidad supersónica, y que si te despistas te pasan volando uno tras otro algunos de los mejores momentos de su vida. Y de la tuya, claro. Quien hace nada era de los pequeñajos del colegio, ha dejado atrás la edad de “Infantil” para entrar con paso firme en una etapa nueva. Una que se llama “Primaria”, en la que las exigencias educativas van a ser poco a poco cada vez ma-yores. Por ejemplo, a esta edad la mayoría escriben y leen razonablemente bien. Aunque cada uno va a su ritmo.

Sus personalidades cada vez están más marcadas. Tu hijo o tu hija ya lleva unos cuantos años demostrán-dote cómo es la suya: tímida o extrovertida, inquieta o tranquila, explosiva o paciente… En la diversidad está el gusto, y no hay como que se junte a jugar con otros niños y niñas, iguales y diferentes, para que experi-mente, desarrolle y enriquezca sus habilidades sociales desde su particular percepción del mundo.

Esa percepción comienza justo a esta edad a ser so-metida a vaivenes que hasta ahora no solían estar tan presentes, y que se traducen en una constante búsque-

da de modelos en los adultos (de una forma típica, a los niños varones les gusta identificarse con su padre), dis-quisiciones morales (ser o no ser un acusica), e incluso ciertas formas de timidez social (“¡prohibido besarme en público!”). Todo eso es muy normal, y debe apren-der a afrontarlo y dirimirlo con vuestra ayuda a la hora de disponer de criterios, pero a la vez en solitario. No olvidéis que esto es también parte de su educación. La formación de su actitud ante su entorno, y en especial ante las dificultades en el trato con los otros, tan deter-minante para su futuro, pasa por un largo proceso de aprendizaje en el que los obstáculos y errores son tan inevitables como instructivos.

“¿Cómo soy yo?”, “¿Cómo son los demás?”, “¿Qué debo hacer si...?”. Son estas preguntas que empieza a dar vueltas en su cabeza cada vez más a menudo. Es aún muy joven, claro. Cuando le ayudéis a reflexionar, recordad que todavía está aprendiendo a diferenciar sentimientos, ideas y acciones. Y a conectarlos después entre sí. Y que incluso es posible que aún no haya co-menzado a separar del todo realidad y fantasía. Pacien-cia. ¡Aún es de los más pequeñajos del cole!

Mira_quien_crece_7_8_anos.indd 1 02/12/14 17:42

Page 22: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS SIETE A LOS OCHO AÑOS 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Noparar.Esquemeencantacorrer,saltar,tirarme,ensuciar-

me, bailar… No sé cómo aguantáis tanto tiempo sentados.

• Leeryescribir.Nomeimaginocómoeramividaantesde

esto. Leer es fascinante.

• Tenerunsitioencasasóloparamí.Yparamispropias

cosas.

• Compararmeconvosotros,mishermanosylosotrosniños

y niñas. Mmmmh… Las diferencias son tan interesantes

como los parecidos.

• Avecessoycapazdepasardeunmomentoaotrodel

llanto a la risa, de la calma a la tempestad, del cariño a la

indiferencia más absoluta. Pero no sé cómo lo hago, la

verdad.

• Aprendermuchaspalabrasnuevas.Algunasdeellasha-

blan de ideas que no se pueden “tocar”, y que me parecen

cada vez más interesantes: envidia, cautela, pasión, iniciati-

va…

• Afrontarretosymetas.Siempreycuandonoseandificilí-

simos, claro. Si no, me frustro y me desconcierto acerca de

mis capacidades.

• Charlarporloscodos.Aunqueparezcamásbiencallado,

me encanta escucharos cuando me explicáis y contáis

cosas.

• Sentirmemuyorgullosodemímismocuandohagolas

cosas muy bien, y no tanto cuando me salen mal.

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Comer.Puedeparecerosqueheadelgazado,peroesono

tiene nada que ver con que necesite comer mucho. Es sólo

un estirón. ¡No paro de quemar energías! Por cierto, que la

comida sea energética.

• Queseáispacientesconmigocuandotengoesoscambios

de ánimo tan repentinos. No son del todo cosa mía. Me

vienen sin que me dé cuenta. Ayudadme a superar los

negativos, por favor. A quien menos le gustan es a mí.

• Quemeexpliquéismuyclaritolosriesgosquecorro

cuando hago según qué cosas (bucear, trepar, jugar con la

pelota en la plaza…). Sin asustarme ni nada de eso, ¿eh?

Sólo con claridad.

• Quemeayudéisanopasarmedemasiadotiempomirando

una pantalla. ¿Os creéis que no me doy cuenta de que si

me dejan me quedo embobado horas y horas? Luego me

siento mal…

• ¡Unbuenratoparajugaryjugarcadadía!Lasactividades

extraescolares están fenomenal, pero también necesito

crear mis propios juegos con mis amigos o yo sólo.

• Ayudapararesolverlosdesacuerdosconotraspersonas.A

veces es complicadísimo.

• Quemedigáiscuálessonlasreglas,normasyresponsa-

bilidades en casa y fuera de casa, y me ayudéis a com-

prenderlas, saber cumplirlas y ser paciente cuando no me

gustan. Así no me sentiré tan mal tantas veces.

• Quehagamosmuchascosasdivertidasjuntos.Muchasno:

muchísimas. ¡Para eso somos una familia!

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?Soy mayor. Mucho más de lo que os pensáis. Bueno, no tanto. A ver si me explico. Lo que quiero decir es que me gusta que me tratéis como mayor cuando debe ser, y como pequeño cuando toque. ¡No es tan difícil para vosotros! Es verdad que yo a veces me lío, pero como vosotros sois adultos, tenéis todas las respuestas. O casi todas. A veces algunas cosas que decís o hacéis me desconciertan…

He descubierto que eso del desconcierto es algo con lo que hay que vivir. Con lo que me gusta a mí la seguridad, y resulta que es mucho menos común de lo que pensa-ba. Por ejemplo: a mí me pirra ganar cuando juego con otros niños. Pero claro, hasta el final no se sabe qué va a pasar. Y eso es a la vez confuso y estupendo. Sí, estupen-do también, porque le da vidilla al juego. Por eso cuando compito contra vosotros ya no me gusta tanto que me dejéis ganar. Antes lo prefería, pero ahora sé que es mucho mejor ganaros de verdad, como a los otros niños. Y que si el precio a pagar es perder a veces, o a menudo,

merece mucho la pena. Ganar de verdad verdadera mola muchísimo. Por cierto, que tomo muy buena nota de vuestra actitud cuando ganáis o perdéis, para saber bien lo que hay que hacer en cada caso. Y de lo que hacen otros niños. Algunos ganan o pierden muy bien. Otros, no saben o lo hacen muy mal.

Ese es el tipo de cosas que me encanta hablar con voso-tros, aunque a veces me ponga un poco tímido: cómo actuar ante según qué cosas, cómo son los otros niños y niñas, y los adultos, cómo hay que hacer para acabar las tareas, sobre todo las que menos me gustan… También cuáles son las reglas de comportamiento, y por qué. Las reglas me son muy útiles para saber por dónde ir. Sin ellas, me siento un poco perdido.

Además, me he dado cuenta de que las reglas son tam-bién cosa de mayores. Por eso me gustan cuando me las explicáis bien, como a una persona mayor… Bueno, casi-casi mayor.

Mira_quien_crece_7_8_anos.indd 2 02/12/14 17:42

Page 23: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS OCHO A LOS DIEZ AÑOS 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS OCHO A LOS DIEZ AÑOSAna Torres Jack

Es como tener que asomarte otra vez al mundo para intentar comprenderlo de nuevo. Sólo que desde la mirada de quien todavía no ha cumplido diez años. Todo es interesante. Todo se relaciona entre sí.

Su curiosidad es el mejor vehículo para desplazaros juntos por esa apasionante investigación en busca del descubrimiento de cómo funcionan las cosas. El proble-ma es que tú no tienes, ni mucho menos, las respuestas a todos esos interrogantes que te plantea. Y eso a veces te frustra.

“¡Ojalá tuviese mejor memoria!”. “¿Pero yo estudié esto?”. “Esta materia siempre se me dio fatal…”. En lugar de dejarte llevar por este tipo de sombrías reflexiones, aprovecha para disfrutar. De un tiempo a esta parte,

tienes en casa una especie de esponja de saberes. Merece que le prestes toda tu ayuda en su búsqueda de información. Pero no resolviéndole cada duda, sino mos-trándole cuáles son las claves básicas del conocimiento. La recolección de datos. Su clasificación. Su relación. Su estructuración. Su comprensión. La elaboración de hipótesis. Su comprobación…

Aunque a priori todo eso puede parecer complicado, no lo es tanto. Es aún muy pequeño, así que sus intereses y razonamientos rondarán en torno a hechos, situacio-nes y objetos que le resulten muy próximos, y serán muy sencillos. Ayúdale a aprender a pensar, a razonar, a reflexionar. Y aprovéchate: no vas a tener muchas más oportunidades de mirar al mundo desde la óptica de esta edad.

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?Necesito explorarlo todo. Ya me he dado cuenta de que a veces me pongo bastante pesado haciendo preguntas, y que me empeño quizás demasiado en ir al grano de las cosas. Pero es que si no, no me quedo a gusto. He comprobado que a mis amigos les pasa algo parecido. Incluso a esos que parecen muy “callados”. En cuanto ha-blamos de un tema que de verdad les interesa, no paran de darle vueltas.

Por eso, también, me gusta tanto estar con otros niños y niñas. Jugar y hablar con ellos es muy interesante. Con algunos comparto mi afición por coleccionar cosas. Ellos las suyas, yo las mías… A veces coincidimos en intereses. Pero lo mejor es cuando hablamos y hablamos.

Una cosa que me sucede es que a veces me siento muy bien, y otras no tanto. Me parece que hasta hace poco

Mira_quien_crece_8_10_anos.indd 1 04/02/15 13:45

Page 24: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS OCHO A LOS DIEZ AÑOS 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Leermucho.Novelas,librosinformativos…Inclusoel periódico. Los buenos libros son una fuente de información estupenda. Los de aventuras, además, son entretenidísimos.

• Cadavezmegustamásjugarajuegosllenosdenormas. Normas claras y fijas. Ya no soy tanto de inventarme situaciones simbólicas con mis amigos.

• Precisamenteestarconlosamigos,oconotrosniños, es otra de esas cosas que me encantan.

• Esodeconocermejoralagenteesmuyinteresan-te. Con los mayores me pasa igual. Antes los profe-sores, o vosotros, papá y mamá, me parecíais casi perfectos e infalibles. Ahora ya sé que no es así. Perdonadme que os lo diga, pero no sois perfectos.

• Yprecisamenteporesoosquieroaúnmás.Esex-traño. Me gusta que seáis algo complicados. Todo el mundo lo es.

• Tambiényo.Amenudomesorprendopensandoen mí mismo. En cómo me verán los demás. En mi propia complejidad…

• Graciasatodoesocreocomprendocadavezme-jor lo que está bien y lo que está mal. Y sobre todo, que entre ambas cosas hay una tierra de nadie mucho más grande de lo que yo pensaba.

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Sentirmebien.Tenerunabuenaconcepcióndecómo soy, y estar seguro de que también la tienen los demás. Por eso me pongo tan contento cuan-do me confirmáis que es así, y me ayudáis a hacer bien tantas cosas por mí mismo.

• Quenomecritiquéismuchocuandometolapata,claro. Todo el mundo se equivoca a menudo, ¿no?

• Quemeapoyéiscuandomeesfuerzoenconseguirmis objetivos. Eso mola, aunque no los logre.

• Quemeayudéisasuperaresosmomentosdeen-fado repentinos que tengo. Ya sé que “dramatizo”, y que puedo resultar muy “impaciente” y “egoísta”. Me sale ser así como muy de dentro, y me gusta tan poco como a vosotros… Lo del “autocontrol” no es algo sencillo, ¿a que no?

• Quememostréisbiendóndeestánloslímites.Lasnormas ayudan. Pero ojo, no cuando se explican de forma muy enfadada…

• Quecomprendáis,además,queavecesmeape-tece hacer un poco el payaso: si hago muecas o ruidos raros porque me aburro es… Porque sí. No para molestar a nadie. No “dramaticéis” demasia-do…

• Quetengáispacienciacontantaspreguntascomohago. Y que no me respondáis con una frase corta. Eso no me vale para nada. Sólo para que yo sepa que queréis que os deje en paz.

• Tenermissecretos,ymispropiascolecciones.Unascajas para guardar todo eso me serán muy útiles.

• Estarconmisamigosyconotrosniñosdemiedad.Me encantan los clubs de actividades en los que podemos hacer cosas que nos gustan a todos: deporte, excursiones…

• Cariño.Aunquecasinoquepaenlacamaqueten-go desde pequeñito, sigo siendo un niño, ¿eh?

no sabía muy bien que era eso de la vergüenza o la timi-dez. Antes, cuando hacía algo mal, me sentía mal de otra manera.Quierodecirquesemepasabarápido.Ahoraledoymuchasvueltas.Quizásdemasiadas.Peronolopuedo evitar.

Veréis: necesito que me tengáis en cuenta a la hora de hacer o decidir lo que haré o haremos juntos. Ya sea lo que voy a comer o a dónde vamos a ir a pasar la tarde o de viaje. De sobra sé que soy aún pequeño y que no tengo todavía demasiado “criterio”. ¡Pero quiero apren-der a tenerlo!

Mira_quien_crece_8_10_anos.indd 2 04/02/15 13:45

Page 25: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIEZ A LOS DOCE AÑOS 1

UNIDAD DIDÁCTICA

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE

DE LOS DIEZ A LOS DOCE AÑOSAna Torres Jack

Nunca dejamos de ser niños. Aunque a veces los mayo-res no lo recordamos, basta con mirar con curiosidad cada día a nuestro alrededor, y a nosotros mismos, para comprender que así es. ¿Cuántos comportamientos in-fantiles, en el mejor y peor sentido de la palabra, no nos encontramos cada dos por tres en el trabajo, en el coche, o en los momentos de ocio?

Ese es precisamente uno de los descubrimientos que los niños y niñas de hasta doce años, y a partir de ese momento también, van haciendo poco a poco. Lo mismo que nosotros al verlos crecer, son conscientes de que van dejando atrás una etapa de su vida que ya no regresará. Y de que ingresan en otra que les conducirá a la vida adulta. Para ese momento de cambio, la puber-tad, no queda apenas nada. Sobre todo si ya se acercan los 12 años. Algunos se sentirán con muchas ganas “de hacerse mayores”, otros no lo desearán tanto. Todo depende de su actitud actual ante la vida: reponsabilida-des, compromisos, libertad, convicciones…

Es una edad en la que se van percatando de que el mundo y las relaciones humanas son algo mucho más complejo de lo que hasta ahora parecía. La tendencia es que las niñas tengan más interés acerca de con quién están (el trato humano) que los niños, más preocupa-dos por los detalles de las actividades (las normas y resultados de los juegos, por ejemplo). Aunque esto no es siempre así. Muchos de ellos, además, comienzan a fijarse en cómo visten o se conducen sus compañeros y compañeras, a fin de no desentonar. Es por eso que sus amistades y su entorno son tan importantes. Y la presencia de los padres y madres para comentar estas cosas. Pero lo cierto es que la vida familiar no resulta tan atractiva como la “social”.

Deben aprender a ser independientes. Así que debe-remos ayudarles a desprenderse poco a poco del nido, aunque sus alas no hayan crecido aún. Los próximos años serán clave en este sentido. Pero para entonces ya no serán ya niños y niñas, sino adolescentes.

Mira_quien_crece_10_12_anos.indd 1 09/03/15 12:04

Page 26: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIEZ A LOS DOCE AÑOS 2

Estas son algunas de las cosas que ya sé y me gusta hacer:

• Tener una pandilla de amigos y amigas. ¡Y que sean guais!• Jugar a algún deporte, y tener además algún tipo de actividad creativa y sana que me ayude a mantener mi

cuerpo y mi mente a tope. • Creo que conozco bastante bien lo que es correcto y lo que no. Lo que está bien y lo que está mal. Pero

no estoy seguro del todo. Y a veces lo que no está bien parece muy atractivo, y por eso me confundo… Me gusta saber acertar en este sentido.

• Sentir que me respetáis como persona. Que tenéis en cuenta mis dudas, mi forma de ser… Que me apoyáis tal y como soy, y que cuando me corregís es siempre para ayudarme a ser mejor.

• Sentir que respeto a los demás. A todos. A veces no es fácil, sobre todo cuando me junto con algunos com-pañeros y compañeras que son muy graciosos, pero a la vez muy hirientes con otros.

• Por eso me gustan las normas, siempre que sean justas. Aunque a veces diga lo contrario, es así. Lo comprue-bo cuando no estoy con vosotros y las utilizo para no equivocarme.

• Leer. Estoy descubriendo algunos libros fascinantes que explican muy bien, cada uno a su manera, cómo somos en realidad los seres humanos.

• ¡Y comer muy bien! ¡Que todavía me queda muchísimo por crecer!

Estas son el tipo de cosas que necesito:

• Sentirme bien. Tener una buena concepción de cómo soy, y estar seguro de que también la tienen los demás. Por eso me pongo tan contento cuando me confirmáis que es así, y me ayudáis a hacer bien tantas cosas por mí mismo.

• Que no me critiquéis mucho cuando meto la pata, claro. Todo el mundo se equivoca a menudo, ¿no? • Que me apoyéis cuando me esfuerzo en conseguir mis objetivos. Eso mola, aunque no los logre.

Soy casi mayor. Ya tengo mi propia vida, amigos y cono-cidos que no conocéis del todo, y con los que tengo con-versaciones en las que estaríais perdidos, pues tratan de temas que sólo nos interesan a nosotros. Con sinceridad: muchas veces me apetece más estar con mi pandilla que con vosotros. Otras, no. Depende. ¡Eso no significa que no os quiera! Son cosas distintas…

Esta es una de las palabras que más me inquieta e intere-sa: “Depende”. Parece que todo gira en torno a ella. Todo “depende” de todo. Hasta hace no mucho, las cosas y las personas parecían más… “claras”. Ahora que las voy conociendo mejor compruebo que no lo son tanto. Eso a veces me confunde, y otras me fascina. Me refiero a que ya no hay blancos y negros, sino un sinfín de tipos de grises, como he escuchado en alguna parte.

No sé si me explico. Uno de mis líos a esta edad es que a menudo no sé si me explico bien. Si comprendo bien o no las cosas, y si se me comprende o no.

De todo esto es de lo que me gustaría hablar con vo-sotros. Pero a veces no sé cómo hacerlo. Antes parecía mucho más fácil, ¿verdad? Ahora todos estamos mucho más ocupados: vosotros con vuestros trabajos y tareas, y con mis hermanos. Yo, con los deberes del colegio, las actividades extraescolares, mis aficiones y mi pandilla.

¿Sabéis lo que me gustaría mucho? Saber que todos los días tengo un rato vuestro sólo para mí. Para que hablemos de mis cosas y de las vuestras. O simplemente juguemos a algo. Para que nos riamos juntos, y... Sí, tam-bién para que dudemos juntos acerca de tantas cosas. Eso sería genial. Cuando veo cómo muchos niños y niñas de mi clase “pasan” de sus padres, deseo que eso no nos suceda a nosotros.

¿Os apuntáis a la idea?

¿CÓMO SOY? ¿QUÉ NECESITO?

Mira_quien_crece_10_12_anos.indd 2 09/03/15 12:04

Page 27: Mira Quien

SERIE: MIRA QUIÉN CRECE | DE LOS DIEZ A LOS DOCE AÑOS 3

• Que me ayudéis a superar esos momentos de enfado repentinos que tengo. Ya sé que “dramatizo”, y que puedo resultar muy “impaciente” y “egoísta”. Me sale ser así como muy de dentro, y me gusta tan poco como a vosotros… Lo del “autocontrol” no es algo sencillo, ¿a que no?

• Que me mostréis bien dónde están los límites. Las normas ayudan. Pero ojo, no cuando se explican de forma muy enfadada…

• Que comprendáis, además, que a veces me apetece hacer un poco el payaso: si hago muecas o ruidos raros porque me aburro es… Porque sí. No para molestar a nadie. No “dramaticéis” demasiado…

• Que tengáis paciencia con tantas preguntas como hago. Y que no me respondáis con una frase corta. Eso no me vale para nada. Sólo para que yo sepa que queréis que os deje en paz.

• Tener mis secretos, y mis propias colecciones. Unas cajas para guardar todo eso me serán muy útiles.• Estar con mis amigos y con otros niños de mi edad. Me encantan los clubs de actividades en los que pode-

mos hacer cosas que nos gustan a todos: deporte, excursiones…• Cariño. Aunque casi no quepa en la cama que tengo desde pequeñito, sigo siendo un niño, ¿eh?

Mira_quien_crece_10_12_anos.indd 3 09/03/15 12:04